Investigación realizada por el IMMP Don León Fernández Bonilla
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Investigación realizada por el IMMP Don León Fernández Bonilla
BIOGRAFÍA Leon Fernández Bonilla, la Biblioteca lleva su nombre en honor a un gran intelectual y diplomático Por: Jorge F. Sáenz Carbonell. Embajador, Director Académico Instituto de Servicio Exterior Manuel María de Peralta Don León Fernández Bonilla es uno de los personajes más interesantes de nuestro país en el Siglo XIX, y constituye todo un ejemplo de honestidad, acción y patriotismo. Nació el 10 de febrero de 1840 en la ciudad de Alajuela, y realizó sus estudios primarios y secundarios en esta ciudad. En 1858 obtuvo el bachillerato en filosofía en la Universidad de Santo Tomás y dos años más tarde se graduó Bachiller en Leyes en la misma institución. Viajó a Guatemala donde continuó sus estudios en Derecho en la Universidad de San Carlos, concluyendo con la Licenciatura en 1863. Este viaje a Guatemala fue muy importante ya que no solo se dedicó a los estudios, sino que también inició sus investigaciones históricas a las que años más tarde se dedicaría con gran esmero y profundidad. A su regreso al país se entregó a una vida activa y fructífera en la que se destacan diversas facetas, caracterizadas todas ellas por espíritu de servicio, la eficiencia y su definida personalidad. Bien podemos conocer su trayectoria a través de los campos en lo que más descolló. Tales son: la educación, la diplomacia, la historia y el periodismo. En todos estos aspectos destacó y dignificó su profesión de abogado. EL EDUCADOR. En 1861, siendo tan solo Bachiller en Leyes, fue nombrado interinamente profesor de Filosofía en la Universidad de Santo Tomás. A su regreso de Guatemala, en agosto de 1863 fue nombrado profesor de filosofía y latín en la ciudad de Alajuela, donde desempeño luego importantes cargos como educador. Junto a don Ricardo Casorla, tres años más tarde estableció un Colegio de Segunda Enseñanza y en 1879, asumió la dirección de Instituto Municipal de Varones de Alajuela. En 1880 es nombrado profesor de historia e idiomas del mismo Instituto. Su preocupación de sus conciudadanos, lo llevó a fundar en 1880 una biblioteca, que aunque no tenía el carácter oficial, estaba al servicio público. Y al año siguiente con gran generosidad, se hizo cargo de la dirección del Instituto Municipal de Varones, que por falta de financiación estaba a punto de cerrarse. EL DIPLOMATICO. Por razones de estudio, por el ejercicio de su carrera y hasta por razones políticas (destierro) don León había viajado, y acumulado valiosas experiencias que le facilitaron el desempeño de sus cargos diplomáticos. En 1872 fue Ministro Plenipotenciario ante el Gobierno de Perú; y en cumplimiento de su misión trató de interesar algobierno de ese país en la construcción del ferrocarril interoceánico que ya proyectaba en Costa Rica. Ese mismo año actúa como agente Financiero del Gobierno en Francia. En 1873, fue Ministro Plenipotenciario en Inglaterra; enviado por el Gobierno de Costa Rica con el objetivo de finiquitar los asuntos relacionados con el segundo empréstito destinado a la construcción del ferrocarril. Su carrera diplomática fue interrumpida por las divergencias políticas con su cuñado, el Presidente Tomás Guardia. En 1882 es designado Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario en Inglaterra, Francia, España y Bélgica con la misión de defender los derechos de Costa Rica en la cuestión de límites con Colombia. Antes de trasladarse a Europa viajó a Guatemala donde cumplió exitosamente una misión confidencial del gobierno y en 1883 se trasladó a Europa, donde (particularmente en España) logró cumplir las responsabilidades que le habían sido encomendadas por el gobierno. Don León había puesto su capacidad y su gran preparación al servicio de los intereses de Costa Rica, pero una herida mortal el 9 de enero de 1887 terminó con su vida. EL HISTORIADOR. Desde niño tuvo la inclinación por la historia, fortalecida por el ambiente de hogar ya que su padre era un hombre preparado e interesado en la historia. Sus motivaciones se centraron en la historia patria que estaba aun por escribirse. Sus viajes a Guatemala, a España a Nicaragua, los aprovechó intensamente para dedicarse a la paciente labor de la investigación histórica, cuyo legado ha sido trascendental para el país. Don León realmente fue el padre de la historia patria. En 1881 fundó los ARCHIVOS NACIONALES, donde se conservaría la memoria de nuestra nación. Ese mismo año inició la publicación de la COLECCIÓN DE DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA DE COSTA RICA que había logrado reunir, copiando uno a uno los manuscritos que testimoniaban el pasado de nuestro país. EL PERIODISTA. Su recia personalidad, se manifestó también en el periodismo, que lo ejerció con entusiasmo, energía y talento. No tuvo reparos en criticar con energía las actuaciones de los políticos, aunque se tratara de parientes o amigos. Uno de los más afectados fue el General don Tomás Guardia, hermano de su esposa doña Isabel Guardia. Don León lo criticó fuertemente por la dictadura que ejerció durante largos años. La respuesta fue el destierro y otro tipo de represalias. Es interesante conocer algunas de sus acciones en el periodismo. En Alajuela publicó el semanario satírico EL CENCERRO, en el cual combatía la actuación del gobernante, Dr. José María Castro. Fue colaborador de EL TRAVIESO, publicación periódica de Alajuela, también fue redactor de LA POSICION, editado en Alajuela. En 1869-1870 colaboró en los periódicos EL DEBATE y EL COMERCIO en San José. Estando desterrado en Nicaragua, fundó LA VOZ DE PROSCRITO, de tendencia combativa dirigida al gobierno de Tomás Guardia. En los años siguientes cuando retornó del destierro no abandonó sus actividades periodísticas, al contrario, las incrementó desde su ciudad de Alajuela, y expresa su acentuado espíritu satírico en la MAMOLOGIA, poema escrito en contra del gobernador de Alajuela. En 1883 debió enfrentar un problema por una hoja suelta que se le atribuyó a su pluma y fue retado a duelo por el Dr. Eusebio Figueroa, quien resultó perdedor. Esta sería la razón que provocó en 1887 su muerte al ser herido por el joven Antonio Figueroa. Fuente: Campos González, Luz María, León Fernández Bonilla: un hombre singular 1840-1887, en Instituto de Servicio Exterior de Costa Rica Manuel María de Peralta, San José, Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, 1a ed., 1988, pp.73-121.