viviana corcuera - Rodolfo Vera Calderón
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viviana corcuera - Rodolfo Vera Calderón
8 VIVIANA CORCUERA DE VISITA EN BUENOS AIRES, LA «EMBAJADORA» MAS FAMOSA DE ARGENTINA EN MEXICO MUESTRA LOS RINCONES FAVORITOS DE SU PAIS NATAL «Cada vez que vengo a Buenos Aires, me encanta ver la gran cantidad de edificios que aún permanecen de cuando Argentina era uno de los países más ricos del mundo» Con un vestido de la última colección de alta costura de Chanel, Viviana Corcuera posa en el imponente salón Dorado del teatro Colón, de Buenos Aires, inaugurado en 1908 y obra del arquitecto italiano Francesco Tamburini. «Me fascina porque me recuerda al salón de los Espejos del palacio de Versalles», confiesa Viviana 9 H 10 ABLAR de Viviana Corcuera en Argentina es hablar de una mujer que vivió un cuento de hadas. Con tanto solo veintitrés años se casó con uno de los hombres de mayor abolengo de México y dejó todo para empezar una vida junto a él. De «Miss Argentina 1964» llegó a convertirse en uno de los referentes de la «jet-set» mundial y en un icono de la vida so- cial del país azteca. Pero, cada vez que puede, revisita sus raíces, Argentina, la tierra que la vio nacer. «Soy tan argentina como mexicana y llevo siempre mis dos patrias en el corazón», confiesa Viviana mientras toma un café en Tortoni, una de las cafeterías más antiguas del mundo y donde Borges se juntaba con sus amigos a hablar de literatura. Convertida en la argentina más famosa de México, Corcuera muestra en exclusiva para ¡HOLA! sus rincones favoritos de Buenos Aires, esos a los que siempre regresa. De su mano, recorremos la París de Sudamérica, una ciudad que, en palabras de Viviana, «se transformó en el siglo XIX a través de su arquitectura, planificación urbana, parques y monumentos». —Hablemos de tu infancia… —Nací en Firmat, Santa Fe, en un ambiente totalmente familiar, entre bisabuela, abuelos, tíos y primos. Desde chica fui muy sociable, por lo que hasta el día de hoy mantengo amigos de aquellos años. Fue una infancia muy tranquila, alegre y sin sobresaltos, marcada por ese espíritu fraterno (SIGUE) «¿Qué debe llevar una mujer en su maleta? Todo aquello que la haga sentir seductora» Arriba, Viviana, con un vestido de encaje rojo de Dolce & Gabbana y bolero de marta cibelina, en el «lob by» del hotel Sofitel Buenos Aires Arroyo. «Me encanta llegar a este hotel porque puedo apreciar el refinamiento y la elegancia de su estilo arquitectónico», cuenta sobre el hotel, uno de los más lujosos de Sudamérica y decorado por el afamado interiorista francés Pierre-Yves Rochon 11 «Sumario falso para rellenar ons magnim zzrit atueraestie velis dipisci ncipsum ea corperi liquis nisi nim venit, sit autat. Illa conse min utat 12 y cordial de los sólidos matriarcados italo-argentinos, que tienen el don de mando y un inmenso arraigo hacia la tierra fértil y generosa de la pampa argentina. Todas las vivencias de mi infancia fueron y son esenciales en mi vida: infinidad de gratos recuerdos, lazos que sin pensarlo me atan a lo que soy hoy en día. —¿Fue difícil dejar Argentina? —En realidad, nunca la he dejado ni ella me ha dejado a mí. Lo digo felizmente, así como que México también es mi patria y un país al que voy a estar eternamente agradecida. No solo me brindó la posibilidad de tener una familia maravillosa, también me permitió vivir en un entorno privilegiado. —¿Qué es lo que más extrañas de tu país natal? —Las noches de su cielo estrellado, que te invitan a soñar. Echo de menos las jacarandás en flor (SIGUE) Viviana, en una espectacular imagen con el Puente de la Mujer detrás. Esta construcción, obra del arquitecto español Santiago Calatrava, es un símbolo de Puerto Madero. Derecha, la argentina más famosa de México hace una pausa para tomar un café en el emblemático Café Tortoni 13 14 de sus campos. Extraño la pampa húmeda, el asado criollo, el tango, el buen café, el mate amargo y la intensidad con la que se vive el fútbol. —¿Les inculcaste a tus hijos el amor por Argentina? —Sí, profundamente. Y ellos todo el tiempo me recuerdan que se sienten muy orgullosos de sus orígenes, de sus raíces. —¿Qué es lo que más te enorgullece de ser argentina? —Primero, los grandes próceres de mi patria: José de San Martín, Manuel Belgrano, Domingo Faustino Sarmiento y Juan Bautista Alberdi, todos ellos ejemplos a imitar y cuyo legado histórico sigue vigente; segundo, todo lo que Argentina le ha aportado al mundo: el Nobel de Química mil novecientos setenta, Luis Federico Leloir, o los bailarines Julio Bocca y Paloma Herrera. «Argentina es un país que te atrae no solo por la simpatía de su gente, sino también por su fantástica Naturaleza» —¿Qué opinión te merece el que una mujer asuma el cargo de Presidente de una nación? —Me da mucho gusto que en Argentina una mujer ocupe la posición más destacada. El nombre de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner se suma ya al de muchas mujeres líderes que a nivel mundial están al mando de sus países. Por las políticas concretas, siento orgullo por ella: es una mujer que ejerce la presidencia de mi patria nativa por elecciones democráticas y lo hace con alta capacidad política en el difícil tiempo que se vive. —¿Crees que Buenos Aires debe ser llamada la París de Sudamérica? —¿Qué similitud, verdad? Me encanta ver la gran cantidad de edificios que aún permanecen de cuando Argentina era uno de los países más ricos del mundo. No cabe duda de que en el siglo XIX la ciudad de Buenos Aires se transformó a través de su arquitectura, planificación urbana, parques y monumentos, emulando la París diseñada y trazada por el barón Georges Haussmann. —¿Mantienes amigos en Argentina?, ¿vienes frecuentemente? —¡Por supuesto! Viajo cada vez que puedo, ya que tengo una gran (SIGUE) Amante de los caballos y la Naturaleza, Corcuera disfruta enormemente pasar unos días en la pampa argentina. Con pantalones de cuero, «blazer» en cachemira de Giorgio Armani y el tradicional poncho sobre el hombro, pasea en «Villa María». Obra del arquitecto Alejandro Bustillo, esta es una de las haciendas más legendarias del país y por años perteneció a los Pereda, grandes amigos de Viviana 15 El estilo Tudor de su arquitectura hace de «Villa María» una hacienda única en su género. Ubicada a cuarenta y cinco minutos de Buenos Aires, hoy funciona como hotel de lujo. Relajada y feliz, posa frente a la casona que tantos recuerdos le traen de su primera propietaria, Eleonora Nazar Anchorena. «Con Eleonora pasé días maravillosos en esta casa. Es una amiga que siempre recuerdo con mucho cariño», confiesa «Extraño de Argentina sus noches de cielo estrellado y las jacarandás en flor de sus campos. Echo de menos la pampa húmeda, el asado criollo, el tango y el mate amargo» 16 familia en Buenos Aires y en Santa Fe, así como muchísimos amigos a los que adoro visitar. A pesar de que me fui hace muchos años, siempre he estado muy comunicada con mi gente. —¿Qué rincones de Buenos Aires te gustan más? —Estoy enamorada de Puerto Madero, el barrio más joven de la ciudad. Me divierte enormemente caminar por la avenida Alvear, Palermo Chico y San Telmo. Creo que cada rincón de esta gran metrópoli tiene su encanto, desde la Plaza de Mayo hasta la Costanera o el barrio de la Boca. —Como buena argentina, te encanta venir a Buenos Aires a ver jugar polo… —Me gusta muchísimo el polo y cada vez que puedo asisto al Abierto de Palermo, uno de los campeonatos más importantes del mundo. Mi relación con el «deporte de los reyes» se profundizó a partir de mil novecientos sesenta y ocho, cuando varios miembros de la familia de mi marido comenzaron a ocupar altos puestos dentro de la Federación Mexicana de Polo. Enrique y yo seguíamos muy de cerca los torneos internacionales y en mi casa de Acapulco recibimos a gran- des polistas, como el duque de Edimburgo, esposo de la Reina Isabel II de Inglaterra. —¿Por qué crees que todo turista que viene a Argentina siempre quiere volver? —Porque Argentina es un país que te atrae no solo por la simpatía de su gente, sino también por su fantástica Naturaleza. Creo que pocos lugares en el mundo reúnen tantos atractivos, además de que Buenos Aires es una ciudad con una personalidad única. —Aun cuando viajas sigues siendo sumamente elegante. Cuéntanos qué es lo que debe llevar una mujer en su maleta. —Todo aquello que la haga sentir seductora. Texto y producción: RODOLFO VERA CALDERON Fotos: SEBASTIAN ARPESELLA Ayudante de fotografía: JOSE CARBALLO Estilismo: VICTORIA MIRANDA Peinado: CRISTINA CAGNINA para STAFF CERINI Maquillaje: MAURICIO CAMILO para SEBASTIAN CORREA Agradecimientos: INSTITUTO NACIONAL DE PROMOCION TURISTICA DE LA NACION ARGENTINA, HOTEL SOFITEL BUENOS AIRES ARROYO, ESTANCIA «VILLA MARIA», TEATRO COLON y CAFE TORTONI «Las vivencias de mi infancia son esenciales en mi vida: infinidad de gratos recuerdos, lazos que, sin pensarlo, me atan a lo que soy hoy en día» 17