1 Barranco, C. (2008). Retos del bienestar en los ámbitos del

Transcripción

1 Barranco, C. (2008). Retos del bienestar en los ámbitos del
Barranco, C. (2008). Retos del bienestar en los ámbitos del Trabajo Social: potenciar la
responsabilidad social en las organizaciones públicas, privadas y del tercer sector. VII
Congreso Estatal de Escuelas Universitarias de Trabajo Social. Granada: EUTS de
Granada.
¿De qué manera influye la ética (…)
en ciudadanos, empresas comerciales, gobiernos (…)
medios de comunicación al igual que el mercado?
¿Qué razones existen para que tan diversas personas e
instituciones atiendan las exigencias de la ética?
(Amartya Sen, 2005)
Resumen
En la era de la globalización, desde el Trabajo Social, otras disciplinas, organizaciones
sociales, gobierno y del conjunto de la sociedad, es preciso seguir potenciando la
responsabilidad social para avanzar hacia un mundo más justo y sostenible integrando la
dimensión social, económica y ambiental, teniendo en cuenta las generaciones presentes
y futuras. En esta comunicación se presenta una caracterización general sobre la ética
profesional y la responsabilidad social, al tiempo que unas reflexiones sobre la
necesidad de asumir el reto de promover la responsabilidad social en las organizaciones
públicas, privadas y del tercer sector, en aquellos ámbitos donde está presente el
Trabajo Social. Asimismo, se propone que la responsabilidad social organizacional se
incorpore a la política social de dichas organizaciones, integrándolas en los sistemas de
gestión de calidad, debidamente documentada y, siempre que sea posible, auditada.
1. Consideraciones preliminares
Hoy en día se mira a la responsabilidad social de las organizaciones (en adelante RSO)
y a la ética profesional como un valor que es preciso añadir a las organizaciones que
concurren en el pluralismo del bienestar social para que las personas, las propias
organizaciones, el medio ambiente y la comunidad salgan fortalecidas. Emerge como
una filosofía y estrategia para hacer visible un nuevo estilo de gestión que equilibre
las dimensiones mencionadas para contribuir a mejorar las condiciones de vida de las
personas, proteger el medio ambiente y generar riqueza.
1
La responsabilidad social tiene sus orígenes remotos en la antigüedad, encontrando
referentes en Cicerón, que nació en el año 106 antes de nuestra era, el cuál en su libro de
“los deberes”, expresa que hay que ser ecuánime y justo en el mundo de los negocios.
Emerge con un nuevo enfoque en la década de los años ochenta, siendo lo novedoso, en
nuestros días, los valores y principios basados en los Derechos Humanos en los que se
fundamenta, así como el enfoque estratégico, la cultura de la calidad y la preocupación
por el medio ambiente.
Desde su origen, y en la actualidad, la RSO tiene mayor calado en las organizaciones
privadas dedicadas al mundo empresarial tales como la industria, banca, construcción,
hostelería, comercio, economía social y transportes. Se evidencia que la presencia de la
RSO en las organizaciones públicas y del tercer sector, dedicadas al área de bienestar
social como salud, educación, vivienda, justicia,… es menor y la misma se circunscribe
a códigos de conducta o comité de éticas, que incluyen solo algunos aspectos de la
RSO. Dado los beneficios que la RSO aporta a la propia organización, a los grupos de
interés, a la sociedad, a la economía y al medio ambiente, se propone asumir el reto de
potenciar la RSO en los tres tipos de organizaciones, en las que están presentes las
trabajadoras y trabajadores sociales, engarzándola con la ética profesional.
Para afrontar los mencionados retos, las organizaciones y el Trabajo Social, cuentan
con unos marcos referenciales éticos, los cuales se caracterizan por estar fundamentados
en los Derechos Humanos y en los principios de calidad de vida planetaria,
justicia
social, dignidad humana, participación, transparencia social y rendición de cuentas
a los grupos de interés. Marcos de ética profesional que se concretan en los códigos
deontológicos. Asimismo, la RSO parte del Pacto Mundial de Naciones Unidas (2000) y
el Libro Verde de la Unión Europea (2001), teniendo como marcos referenciales normas
éticas, códigos de conducta, auditoria ética, entre otros.
2. Caracterización de la ética profesional y de la responsabilidad social en las
organizaciones públicas, privadas y del tercer sector
Las organizaciones públicas, privadas y del tercer sector se caracterizan por tener la
misión de contribuir a incrementar el bienestar social, con enfoques y estilos
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diferenciados. A cumplir esta misión está llamado todo el personal, mediante diálogo
permanente consigo mismo, con los otros y con la comunidad. La finalidad es que todas
las personas tengan igualdad de oportunidades para mejorar sus condiciones de vida,
pueden ser felices y que la sociedad en su conjunto avance hacia el sueño posible de un
mundo más humanizado, con entornos ecológicos sostenibles. Una visión sobre los tres
tipos de organizaciones enumeradas, la ética profesional y la responsabilidad social, así
como sus nexos, marcos referenciales y propuestas para afrontar el reto de la RSO, se
exponen en este apartado.
a) Las organizaciones públicas, privadas y del tercer sector: puntos de convergencia
con el bienestar y con el Trabajo Social
Estas organizaciones configuran el pluralismo del bienestar y responden a las distintas
lógicas de organización de la sociedad. Estas lógicas son el estado, el mercado y la
solidaridad (García Roca, 2004). También se le denominada iniciativa pública, privada
y social (Gutíerrez, 1997). A grosso modo, comentar que las organizaciones públicas
han sido creadas por las administraciones públicas para lograr sus fines, son financiadas
con fondos públicos y tienen como misión promover los derechos sociales universales
de toda la ciudadanía y eliminar toda forma de exclusión social. Las organizaciones
privadas se corresponden con el mercado, su objetivo es generar riqueza y beneficios,
manifestándose que: “están constituidas por entidades o empresas, controladas por los
valores del sistema económico (defensa del corporativismo, de los intereses privados,
predominando la competitividad,…), cuyas actividades se caracterizan por su ánimo
lucrativo y se rigen por la lógica del intercambio y del beneficio” (Salinas, p. 119,
1997).
Definir a las organizaciones del tercer sector entraña mayor complejidad, debido a su
amplia diversidad. Las organizaciones del tercer sector son aquellas que: “tienen un
cierto grado de
institucionalización, son privadas, no reparten beneficios, poseen
autonomías a la hora de tomar decisiones y cuentan con un marcado grado de
participación ciudadana voluntaria”. (Salamon y Anherier, 2001, pp. 19-20, citado por
García, 2007, p.60). Se corresponden con la iniciativa social y tienen por finalidad
potenciar la solidaridad e incluyen aquellas organizaciones que no tienen las
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características del estado ni las del mercado (García Roca, 2004). Avanzando en esta
delimitación el Comité Consultivo de la Comisión Europea de las Cooperativas,
Mutualidades, Asociaciones y Fundaciones, en 1999, expresa que se caracterizan por la:
1) primacía de las personas y del objeto social sobre el capital; 2) adhesión voluntaria,
abierta y control democrático por sus miembros desde la base; 3) defensa y aplicación
del principio de solidaridad y de responsabilidad; 4) autonomía de gestión e
independencia de los poderes públicos.
Los tres tipos de organizaciones, como ya se ha indicado, configuran el denominado
pluralismo del bienestar (Johnson, 1990; Cabra, 1998), siendo el bienestar el nexo de
convergencia con el Trabajo Social y la responsabilidad social el reto común, que
convoca a organizaciones y profesionales. Pluralismo y responsabilidad social
organizacional que ha de ser articulada por el Estado, promoviendo su potenciación.
Una visión sobre estos aspectos se refleja en el siguiente dibujo.
ORGANIZACIONES
PÚBLICAS:
ESTADO,…
PLURALISMO DEL
BIENESTAR:
RESPONSABILIDAD
SOCIAL ORGANIZACIONAL
ORGANIZACIONES
PRIVADAS:
MERCADO
ORGANIZACIONES
TERCER SECTOR:
SOLIDARIDAD,…
Fuente: elaboración propia.
Como conclusión, enfatizar que los tres tipos de organizaciones tienen finalidades
distintas y puntos en común. Las organizaciones privadas se corresponden con el
mercado y su finalidad es generar riqueza y tratar de que los beneficios obtenidos
reviertan en el bienestar del personal y de la sociedad; las públicas promover los
distintos sistemas del bienestar social y la igualdad de oportunidades para toda la
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ciudadanía; las del tercer sector trabajar con las personas para potenciar su bienestar
social y la solidaridad. También, dichas organizaciones han de incluir la responsabilidad
social, como garante público de sus compromisos y verificación de las repercusiones e
impacto de sus prácticas. Prácticas que se han de caracterizar por proteger al medio
ambiente, fomentar la calidad de vida de la ciudadanía y la calidad de vida laboral del
personal, eliminando todo tipo de discriminación, incluida la de género, así como
potenciar la gestión con sistemas de calidad eficaces y eficientes.
b) Concepciones y característica de la ética profesional y de la responsabilidad social
La ética profesional y la responsabilidad social se fundamentan en los Derechos
Humanos. Así, al bucear en la ética del Trabajo Social se observa que los Derechos
Humanos y la Justicia Social son fundamentales y constituyen los principios éticos que
comprometen a las trabajadoras y trabajadores sociales (FITS y AIETS, 2004). De igual
modo en este documento se expone que la conciencia ética es una parte fundamental de
la práctica profesional de los trabajadores sociales. Su capacidad, compromiso y
principios para actuar éticamente son aspectos esenciales de la calidad del servicio que
ofrecen.
Igualmente, al analizar la responsabilidad social de las organizaciones públicas,
privadas y del tercer sector, se verifica que éstas tienen un compromiso ético con los
Derechos Humanos, tal como se recogen en los documentos mencionados de las
Naciones Unidas, Unión Europea y España. También, tienen como misión incrementar
el bienestar social de la comunidad, la calidad de vida de las personas, la eficacia de los
programas, la eficiencia de los procesos de gestión de calidad y un medio ambiente
sostenible.
Llegado a este punto conviene delimitar qué se entiende por ética profesional. La ética
profesional es una reflexión sobre los valores que rigen la conducta, apoyándose en
criterios universales de comportamiento que sean válidos para la raza humana,
respetando la idiosincrasia, cultura y valores específicos de cada pueblo, además
engloba un conjunto de deberes y derechos consigo mismo y con los otros, orientados a
vivir una vida humana con calidad (Barranco, 2006). Concretamente, la ética es definida
como: “una reflexión sistemática, como una indagación teórica acerca del modo más
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adecuado de actuar y vivir la vida para que ésta sea lo más plenamente humana posible”
(Bermejo, 1996, p. 106). También, como la preocupación por las implicancias que
nuestros actos causen en otros (Maturana, 2004), siendo entendida como las normas de
comportamiento que sigue la gente en referencia a lo que es correcto o incorrecto,
bueno o malo (Banks, 1997). Asimismo, se indica que: “la ética es un valor dinámico,
es un proceso que debemos concebir y querer” (Camps, p. 91, 1996).
En cuanto a la definición de la RSO, comentar que dentro de las administraciones
públicas, el Ayuntamiento de Málaga expone que la responsabilidad social es la autoregulación y cumplimiento de una serie de compromisos ético-sociales y
medioambientales en el desarrollo de su actividad, competencias asignadas a cada
Administración Pública, en relación con la ciudadanía y que los incluye en sus valores
corporativos, estrategias y actuaciones (Serrano, 2006). Para la aplicación de la RSO
dicho Ayuntamiento, contempla los aspectos que se reflejan en el siguiente cuadro.
ACCIONES
ÁMBITO
PARA EL BIENESTAR
PARA REDUCIR IMPACTO
NEGATIVO
LABORAL
Mejoras a los empleados y
empleadas
Protección a los trabajadores/as
MEDIOAMBIENTAL
Mejoras al entorno urbano
Protección al medioambiente,
sostenibilidad
Mejoras a la ciudadanía
Eliminación de abusos a la ciudadanía
Mejoras a colectivos
desfavorecidos
Defensa de derechos
SOCIAL
DERECHOS
HUMANOS
Fuente: Serrano (2006).
En las organizaciones privadas, la responsabilidad social de la empresa es definida
como la manera en que las empresas toman en consideración las repercusiones
que tienen sus actividades sobre la sociedad, y en la que afirman los principios y
valores por los que se rigen, tanto en sus propios métodos y procesos internos
como en su relación con los demás actores, siendo una iniciativa de carácter voluntario
y que sólo depende de la empresa, y se refiere a actividades que rebasan el mero
cumplimiento de la legislación (Organización Internacional del Trabajo, en la 295
reunión del Consejo de Administración, 2006). Otros términos empleados para referirse
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a la responsabilidad social del mundo empresarial son: responsabilidad social
corporativa, ética de la responsabilidad social y ética de los negocios.
La responsabilidad social de la empresa tiene un enfoque estratégico, a través del cual
trata de identificar a los diferentes grupos de interés y sus necesidades, con criterios de
responsabilidad en la gestión que incluyen a toda la organización, medibles mediante
indicadores, que deben ser verificados externamente y visibilizados por la sociedad
(Accountability, 2006). Según la Comisión Europea, se consideran empresarios
responsables los que tratan a sus clientes y proveedores con equidad y rectitud, se
preocupan por el bienestar y seguridad del personal y de los clientes y respetan lo
recursos naturales y el medio ambiente (Instituto Internacional San Telmo, 2006).
Igualmente, se expresa que los empresarios ejemplares son los que aplican las
responsabilidades primarias, inherentes a la actividad específica con los grupos de
interés y comunidad; secundarias, centradas en las incidencias de la actividad en los
grupos de interés y comunidad; y terciarias abarcan las mejoras en los grupos de interés
y en el medio ambiente (Beltratén y Puyol, 2004).
Para terminar, enfatizar que los valores y principios de los Derechos Humanos
constituyen el fundamento de la ética profesional y de la RSO. Valores y principios que,
a modo de guías, tratan de orientar las acciones profesionales y de las organizaciones
para potenciar la universalización de las necesidades sociales, la calidad de vida
planetaria, la justicia social, la dignidad humana, la participación, la transparencia
social, la rendición de cuentas a los grupos de interés y el compromiso por la
eliminación de toda forma de exclusión y extorsión.
c) La ética del Trabajo Social y el marco referencial
La ética del Trabajo Social al estar fundamenta en los Derechos Humanos implica tener
una conducta profesional de respeto al valor y dignidad inherentes a toda persona, al
derecho a la autodeterminación, así como promover el derecho a la participación, tratar
a cada persona como un todo, identificar y desarrollar las fortalezas de las personas,
grupos, comunidades y organizaciones, promoviendo su empoderamiento (FITS y
AIETS, 2004). Los mencionados valores y principios se recogen en los códigos
deontológicos, los cuales en cada país reflejan las conductas deseables de los
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trabajadores y trabajadoras sociales, que han de observar en el ejercicio de su profesión
como las más adecuadas y justas (Grazziosi, 1970). Concretamente en la “Ética en el
Trabajo Social, Declaración de Principios” (FITS y AIETS, 2004), se especifican que
los trabajadores sociales deben de estar preparados para desarrollar su trabajo y tienen el
compromiso de actuar con empatía y el deber de hacer lo necesario para cuidar de sí
mismo en el lugar de trabajo y en la sociedad, mantener la confidencialidad, asumir la
responsabilidad de sus acciones con usuarios, las personas con las que trabajan, sus
colegas, sus empleadores, las organizaciones profesionales y ante la ley.
Otros aspectos importantes sobre la ética del Trabajo Social están ampliamente
recogidos en la conferencia de Natividad de la Red (2004), de los cuales se exponen las
siguientes dimensiones de la ética: 1) dimensión teleológica, son principios que tratan
de reflejar la concepción sobre el mundo, la persona y la vida, los motivos más
profundos que orientan y dan sentido a lo que se hace, los cuales versan sobre el valor
de la dignidad de la persona humana, el valor de la libertad, de la individualidad, del
respeto, del derecho a la participación, del derecho a la libre autodeterminación, a la
autorrealización, a la integridad; 2) dimensión deontológica, entra de lleno en el terreno
de los deberes, tales como la emancipación humana, libertad, justicia social, solidaridad
y participación; y 3) dimensión pragmática, se ocupa de analizar la eticidad de las
actuaciones concretas, sobre todo cuando existen conflictos de perspectivas o intereses
entre los usuarios, los profesionales o la propia entidad desde la que se interviene.
El marco referencial de la ética del Trabajo Social es el código deontológico. En
España, fue aprobado por la Asamblea General de Colegios Oficiales de Diplomados en
Trabajo Social y Asistentes Sociales, en 1999, recoge los principios generales de la
profesión, la relación del diplomado en Trabajo Social con los usuarios/clientes, con la
entidad donde preste sus servicios el trabajador social, con otras entidades y
organizaciones, el secreto profesional, la práctica profesional, la relación con otros
profesionales, la responsabilidad hacia la sociedad en el ejercicio de su profesión y, por
último, las obligaciones con la organización colegial.
Finalmente, subrayar que la ética del Trabajo Social se ha de hacer visible y engarzar
con la RSO, siendo uno de los retos el contribuir al diseño e implantación de la RSO,
con enfoques y estilos propios, incrementando el bienestar social que se fundamenta en
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los derechos universales, la igualdad de oportunidades para toda la ciudadanía y la
excelencia profesional.
d) Marcos referenciales de la responsabilidad social organizacional
Los marcos referenciales de la responsabilidad social de las organizaciones están
orientados a lograr que estas organizaciones, el medio ambiente y la ciudadanía salgan
fortalecidas, equilibrando lo económico, lo social y el medio ambiental. En esta
dirección, se afirma que las instituciones sociales, necesitan estar legitimadas
socialmente para seguir manteniendo su papel en la sociedad y perdurar en el tiempo
(González, 2003), asumiendo los valores y dando respuestas a lo que la sociedad espera
de ellas. Con tal fin, la RSO ha de incluir los principios de transparencia,
responsabilidad, rendición de cuentas a los grupos de interés, racionalidad y
maximización de los recursos sociales, respeto por el medio ambiente ecológico y
sostenible. Estos planteamientos se recogen en los marcos referenciales del Pacto
Mundial, Libro Verde y se concretan en normas éticas, códigos de conducta y auditoria
social, que se exponen a continuación.
• El Pacto Mundial (Naciones Unidas, 2000). Recoge diez principios de conducta y
acción que han de tener presente las organizaciones empresariales en materia de
Derechos Humanos, Normas Laborales, Medio Ambiente y Gobernabilidad. Estos
diez principios recogen que las empresas deben: 1) apoyar y respetar la protección de
los derechos humanos; 2) no ser cómplices en la vulneración de los derechos
humanos; 3) apoyar la libertad de afiliación y el derecho a la negociación colectiva;
4) apoyar la eliminación de toda forma de trabajo forzoso o realizado bajo coacción;
5) apoyar la erradicación del trabajo infantil; 6) apoyar la abolición de las prácticas
de discriminación en el empleo y la ocupación; 7) mantener un enfoque preventivo
que favorezca el medio ambiente; 8) fomentar las iniciativas que promuevan una
mayor responsabilidad ambiental; 9) favorecer el desarrollo y la difusión de las
tecnologías respetuosas con el medio ambiente; y 10) trabajar contra la corrupción en
todas sus formas, incluidas extorsión y soborno.
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• El Libro Verde de la Comisión Europea (2001). Está orientado hacia las
organizaciones empresariales y enfatiza la necesidad de que las mismas incorporen
las preocupaciones sociales y medioambientales en sus operaciones comerciales y
vayan más allá de las obligaciones jurídicas, invirtiendo en el capital humano, el
entorno y la relación con los interlocutores. Refleja los elementos claves para los
procesos de formación, condiciones laborales o relaciones entre la dirección y los
trabajadores para administrar el cambio y conciliar el desarrollo social con el
aumento de la competitividad, centrándose en los factores internos y en los externos.
Entre los factores internos se señalan: la gestión de recursos humanos; salud y
seguridad en el lugar de trabajo; adaptación al cambio; y gestión del impacto
ambiental y de los recursos naturales. Como factores externos se menciona las
comunidades locales, los proveedores y destinatarios de los servicios, derechos
humanos y los problemas ecológicos mundiales.
• Normas éticas internacionales. Su aplicación es voluntaria y pueden ser auditables
y certificables las siguientes:
o
“Social Accountability-8000” (SA8000). Se centra en las buenas prácticas
laborales y en los estándares del desempeño en las nueve áreas siguientes:
trabajo infantil; trabajo forzoso; salud y seguridad; libertad de asociación;
prácticas de disciplina; discriminación; horas de trabajo; compensación; y
administración. Esta norma fue creada por la agencia acreditadora del Council
on Economic Priorities Acreditation Agency, en 1997, organización no lucrativa
de Nueva York y que en el 2000 pasó a denominarse SAI. Está basada en el
sistema de gestión ISO 9000:14000.
o
“Accountability-1000” (A1000). Tiene como objetivo mejorar e incrementar la
contabilidad social y ética, a través de un conjunto de procesos que la
organización debe seguir para contabilizar, administrar y comunicar su
desenvolvimiento social y ético a los grupos de interés. Fue creada por el
Institute of Social and Ethical Accountability (ISEA), Londres en 1999. En este
caso se trata de una organización profesional comprometida con el
reforzamiento de la responsabilidad social y la ética de las organizaciones.
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Añadir, la “Norma ISO 26000: Guía sobre Responsabilidad Social”. La misma está
siendo elaborada por esta organización y su publicación se prevé hacia el año 2009
(ISO, 2006), para ser aplicada a todo tipo de organización y no ser certificable.
• Otras normas ética aplicadas en España
o
“Norma Ética. Sistema de Gestión de las ONG” (UNE 165011:2005 EX). Se
encuentra en fase experimental. El objeto de la misma es definir los requisitos
de un sistema de gestión ética en las ONG (AENOR, 2005).
o
“Norma SGE 21: 2005”. Sistema de la Gestión Ética y Socialmente
Responsable (Foroética, 2005), sus diferentes versiones se vienen aplicando
desde el año 2000. Recoge las directrices Pacto Mundial y las emanadas de las
Normas ISO, OHSAS 18000, ISO 14000, ISO 9000 y de la Unión Europea. Es
una norma auditable y certificable. Concretamente esta norma incluye ocho
áreas, de las cuales, una está orientada hacia la alta dirección y las siete
restantes hacia las relaciones con clientes, proveedores, personal propio,
entorno social y medioambiental, accionistas, competencia y administraciones
públicas.
• Otros marcos referenciales
o Códigos éticos de conducta. A través de los mismos se trata de vincular las
necesidades de los usuarios con las metas organizacionales, generando el
comportamiento de sus miembros a los valores que deben regir el funcionamiento
de la organización. Como por ejemplo el código ético de las organizaciones del
voluntariado, aprobado, en el año 2000, por la Asamblea General Extraordinaria
de la Plataforma para la Promoción del Voluntariado, en España.
o Auditoría Ética. A través de la misma se trata de oír a los actores y verificar del
funcionamiento de una determinada organización (Úriz, 2006). Se ha utilizado
más en la ética de los negocios que en el ámbito del Trabajo Social, siendo una
herramienta muy útil para mejorar la calidad de los servicios en los que
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desempeñan su labor profesional las trabajadoras y trabajadores sociales.
Comentar que la autora para realizar la auditoria ética en Trabajo Social,
considera de utilidad el instrumento “Social Work Ethics Audit”, desarrollado por
Reamer (2000), en Estados Unidos, el cual incluye 17 áreas, tales como derechos,
privacidad, confidencialidad, informes, derivación y evaluación.
o Informe Global Reporting Initiative (GRI). El mismo incluye para su
elaboración los criterios de auditabilidad, exhaustividad, relevancia, contexto,
participación, precisión, neutralidad, comparabilidad, claridad y periodicidad
(Global Reporting Initiative, 2006).
Globalmente los marcos referenciales mencionados y otros aspectos vinculados de
calidad se reflejan en el siguiente cuadro, indicándose los que son certificados.
Código
Título
Modelo
SG Rep RS
ECS 2000
Ethics Compliance Management System Standard (Japón)
X
AA 1000
Accountability 1000. Framework (Reino Unido)
X
SI 10000
Social Responsibility and Community Involvement (Israel)
X
EFQM
The EFQM Framework for Corporate Social Responsibility (Europa)
X
Sigma
The Sigma Guidlines (Reino Unido)
X
FD X 30-021 SD 21000 Sustainable Development - Corporate Social Responsibility (Francia)
GRI
SA 8000
SGE21
DMS 700
X
Global Reporting Initiative - A Common Framework for Sustainability Report
(Internacional)
X
Responsabilidad Social (EEUU)
X
Norma para la evaluación de la gestión ética y socialmente responsable en las
organizaciones (España, Forética)
X
Social Responsibility - Requirements for combating child labour (Malawi)
X
PNE 165010 Ética. Sistemas de gestión ética de la empresa. Requisitos para el ejercicio de la
EX
responsabilidad ética y social de las empresas (España, AENOR)
AS 8000
Corporate Gobernance (Australia)
X
X
X
X
Fuente: Tejera (2005).
Sobre el cuadro, indicar que las casillas sombreadas se utilizan para certificación; SG:
Sistema de gestión; Rep: “Reporting”; RS: Requisitos para los stakeholders
De los aspectos expuestos en este apartado, subrayar las oportunidades que ofrecen la
incorporación de la responsabilidad social para las organizaciones los profesionales y la
ciudadanía. También, que en los marcos referenciales internacionales, europeo y
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español, priman la RSO aplicada a las organizaciones privadas, por lo es preciso dar un
salto cualitativo para potenciar que las organizaciones públicas y del tercer sector la
incluyan. Subrayar la importancia de la rendición de cuentas y la auditoria para evitar
que la responsabilidad social no se quede en algo estético, en meras declaraciones de
intenciones.
e) Propuesta para promover la responsabilidad social organizacional en los ámbitos
del Trabajo Social
A la luz de lo expuesto, se considera que es preciso potenciar la RSO en las
organizaciones públicas, del tercer sector y en las privadas, orientada a lograr lo que
Morin (2001) denominó la Humanidad, como conciencia y ciudadanía planetaria. En
esta línea y para seguir reflexionando sobre cómo promover la RSO, en todas las
organizaciones donde está presente el Trabajo Social y afrontar los retos se propone:
1. Incluir la responsabilidad social organizacional en las políticas sociales de
los estados democráticos, abarcando los tres tipos de organizaciones
vinculadas al pluralismo del bienestar. En España, se propone que la RSO sea
incorporada en las directrices de la política social como materia transversal. En
esta dirección, una vía para potenciarla en las organizaciones privadas, puede ser
el recién creado Consejo Estatal de Responsabilidad Social de las Empresas
(Real Decreto 221/2008, de 15 de febrero), creado con el objetivo de constituirse
como un órgano asesor y consultivo del Gobierno con una amplia representación
de las organizaciones empresariales, los sindicatos, otras organizaciones
representativas del tejido social y de las Administraciones Públicas. También,
podría utilizarse esta vía para incorporar a dicho Consejo a las organizaciones
públicas y ONG
o bien creando Consejos Estatales específicos para las
organizaciones públicas y del tercer sector. Una dirección sobre las políticas a
seguir son las recogidas por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales (2007),
de cuyas directrices cabe destacar la información y sensibilización a los grupos
de interés centradas en: promoción de consumo razonable,
promoción del
desarrollo sostenible en la gestión económica, incluir la responsabilidad social
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como criterio en la solicitud de ayudas públicas, apoyo y asesoramientos a las
empresas para su implantación.
2. Incorporar la responsabilidad social organizacional en la política social de
la organización. Con tal fin, se trata de desarrollar los principios, estrategias y
acciones que sean integradas en los sistemas de calidad integrados en la gestión
y en los planes de acción de las organizaciones. Tal como se ha indicado, según
García Echevarria (1982), la Política se apoya en la filosofía y en los valores y
establece las principales líneas de actuación y sus prioridades, entre las cuales
señala las vías de diálogo y participación; qué mecanismos de formación
continua se van a desarrollar; cómo se lleva a cabo la integración de los sistemas
de gestión de Seguridad y Salud en el Trabajo, Calidad y Medio Ambiente, entre
otros. La política debe ser revisada por la dirección periódicamente. Igualmente,
incorporar en la organización la metodología de procesos de mejora continúa
(Garau, 2005). Finalmente, subrayar la necesidad de realizar la verificación
externa y/o auditada, siempre que sea posible. Las auditorías constituyen el
mecanismo de información y control para evaluar periódicamente, de manera
objetiva, documentada e independiente el comportamiento de responsabilidad
social de la organización, de acuerdo a los códigos o normas establecidas.
3. Engarzar la filosofía, valores y principios de la RSO con la ética profesional
del Trabajo Social. Ello implica hacer visible el compromiso ético y de
responsabilidad social de las organizaciones públicas, privadas y del tercer
sector. Con tal finalidad se propone evaluar los impactos sociales, ambientales y
económicos, los procesos participativos, haciendo visible a la sociedad qué se
está haciendo, para qué, con quiénes, cómo y cuáles son las contribuciones que
se realizan, centradas en:
o Las personas que acceden a los servicios, para mejorar su calidad de vida,
fortalecimiento de sus potencialidades, desarrollo humano y social, defensa de
sus derechos, enfoque holístico, confianza, calidez en la atención y
potenciación de su autonomía.
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o Las personas que trabajan en la organización, para mejorar la calidad de
vida laboral, generando cambios que mejoren sus condiciones contractuales,
económicas y sociales, el desarrollo profesional y las condiciones laborales, el
liderazgo facilitador de los medios, apoyo laboral, reconocimiento y
transparencia.
o La comunidad y el medio ambiente, para mejorar la transparencia, confianza,
rendición
de
cuentas,
promoción
de
la
educación
medioambiental,
minimización de residuos y racionalización del uso de los recursos naturales y
energéticos.
o La gestión de sistemas de calidad integrados, que incluye procesos de mejora
continua, con indicadores sociales, económicos y ambientales, la participación
y respuestas a los grupos de interés.
Para finalizar esta comunicación, enfatizar que es preciso afrontar el reto de la
responsabilidad social organizacional desde la actitud dialógica inclusiva que busca las
sinergias para fortalecer la dignidad de las personas, la justicia social, la igualdad de
oportunidades, la calidad, la transparencia y la responsabilidad hacia los grupos de
interés y al medio ambiente. Estos retos, podrían ser respuestas a las preguntas
planteadas por Amartya Sen sobre las razones que existen para que tan diversas
personas e instituciones atiendan las exigencias de la ética. Estos retos se proponen sean
afrontados por el Trabajo Social, el resto de las disciplinas, así como por los políticos,
las personas que trabajan en las organizaciones y el conjunto de la ciudadanía, buscando
la excelencia y la calidez en cada acto de la vida laboral y cotidiana.
Referencias bibliográficas
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15
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