Gracia - Iglesia Bautista de Arroyo

PREPARADOS PARA PRESENTAR DEFENSA
gracia
I. Definición diccionario
1. gracia (sustantivo femenino) (del latín gratia)
3) Don o favor que se hace sin merecimiento particular; concesión gratuita.
II. Uso bíblico
La palabra castellana gracia aparece casi 300 veces en las Escrituras: más de 90 veces en el
Antiguo Testamento y casi 200 en el Nuevo Testamento.
1. Antiguo Testamento (de las más de 90 veces que encontramos la palabra gracia en
el Antiguo Testamento, unas 60 son traducidas de esta…)
1) Palabra hebrea principal: kjen: gracia, es decir, (subjetivamente) bondad, favor o (objetivamente) belleza [Strong]
2) Citas
• Génesis 6:8 — Dios había decretado la destrucción de todo lo que vivía en la tierra (v.
7). Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová y le fue comunicado el mensaje de
ese juicio y qué hacer para escaparlo. Por la fe, Noé creyó a Dios: construyó un barco
enorme en un lugar donde probablemente no había agua y predicó el mensaje que Dios
le había dado durante 120 años. El resultado fue la salvación suya, de toda su familia y
nadie más.
• Éxodo 33:12-17; 34:8-9 (cp. Jue. 6:17) — Moisés (y Gedeón) pidió de Dios una señal
que le indicara de haber hallado gracia en Sus ojos. La petición se relacionó con el llamamiento de Dios a un servicio especial. Moisés pidió la presencia de Dios con él y el
pueblo para acompañarle en el camino hacia la tierra. Es imprescindible la presencia de
Dios para poder llevar a cabo cualquier obra espiritual.
• Zacarías 12:10 — La promesa de un día cuando el pueblo judío recibirá una manifestación especial de la gracia de Dios para reconocer a su Mesías y expresar su dolor por
lo que Le había hecho.
2. Nuevo Testamento (de las casi 200 veces, más de 140 son traducidas de esta…)
1) Palabra griega principal: járis: gracia (como gratificante), de manera o acción (abstractamente o concretamente; literal, figurado o espiritual; especialmente la influencia divina
sobre el corazón, y su reflejo en la vida; inclusivo gratitud) [Strong]
2) Citas
• Juan 1:14-17 — El regalo de la gracia de Dios en la venida del Señor Jesucristo, un
regalo dado primero al pueblo elegido y al final a todos los pueblos. Dios dio Su Ley
expresamente al judío, pero esa Ley expone lo que Dios quiere de todo el mundo. Su
Hijo vino expresamente al judío, pero Su propósito en venir afecta a todo el mundo: Él
vino para ser el sacrificio expiatorio y propiciatorio por el pecado del hombre (cp. Ro.
5:1-2, la gracia de la justificación; 15 y 17, la gracia de la vida; 20-21 y II Ts. 2:16, el
resultado de la gracia es la vida eterna; Ef. 1:7, el perdón de pecados se conforma a
la gracia; II Ti. 1:9, la gracia de Dios es desde antes de la creación).
• I Pedro 1:10 — La gracia de Dios que experimentamos en la actualidad fue predicha
por los profetas del Antiguo Testamento.
• Romanos 3:24-25 — La gracia justifica a quien confía en el plan divino para su redención. La gracia de Dios es la causa, vista en la preposición “por”. La fe acepta lo que la
gracia ofrece.
• Romanos 4:4-5, 16 — La gracia imputa (pone) la justicia de Cristo a la cuenta de todos
los que creen.
• Efesios 2:4-10 — La gracia vivifica el espíritu muerto, separado de Dios, y hace de él
una nueva creación y le da así una nueva naturaleza (cp. II Co. 5:17).
• Tito 2:11-12 — La gracia transforma la vida del que está enseñado por ella (cp. Ef.
4:22-24).
• Hebreos 10:29 — El Espíritu Santo revela al hombre la realidad de la gracia de Dios
(cp. Jn. 16:7-11). También, es Él Quien lleva a cabo la obra de gracia en la vida del
hombre, su salvación.
• Hechos 11:23 — Se puede ver los resultados de la gracia obrando en la vida de un hijo
de Dios (cp. Jn. 3:8).
• II Corintios 9:8, 14 — La gracia capacita al hombre para que pueda hacer obras buenas,
agradables a Dios.
• Hechos 4:33 — La gracia de Dios es también para poder llevar a cabo la obra de
Dios (los apóstoles: ver Hch. 14:26, Pablo y Bernabé; 15:40, Pablo y Silas; I Co. 3:10,
Pablo; 15:10, Pablo: la gracia de Dios le capacitó para la obra; Gá. 1:15 y Ef. 3:2, 7-8,
Pablo: llamado al ministerio por la gracia de Dios; I Pd. 4:10, todos los hijos de Dios:
ministrando conforme al don de Dios que han recibido por Su gracia).
• II Corintios 8:1, 6-7, (19) — La gracia de ofrendar.
• II Corintios 12:9 — La gracia fortalece a quien está ejercitado por ella (cp. II Ti. 2:1).
III. Definición bíblica
1. Definición
“Cuando se usa para describir cierta actitud o acción de parte de Dios hacia el hombre, es
la esencia misma de esa actitud o acción; el mérito humano está totalmente excluido. Mediante
la gracia, Dios actúa en aquellos que han merecido, no Su favor, sino Su ira” [Bancroft] (cp. Ro.
11:5-6).
2. Aplicación
Lo que hace la Ley y lo que hace la Gracia (copiado de Traza bien la Palabra de Dios de
C.I. Scofield):
Ley
Dios prohibe y requiere (Éx. 20:1-17).
Es un ministerio de condenación (Ro. 3:19).
Maldice (Gá. 3:10).
Mata (Ro. 7:9, 11).
Cierra toda boca delante de Dios (Ro. 3:19).
Pone una distancia grande de culpabilidad
entre el hombre y Dios (Éx. 20:18-19).
Dice: “Ojo por ojo, y diente por diente” (Éx. 21:24).
Dice: “Haz y vivirás” (Lc. 10:28).
Condena completamente al mejor hombre
(Fil. 3:4, 9).
Gracia
Dios ruega y otorga (II Co. 5:18, 21).
Es un ministerio de perdón (Ef. 1:7).
Redime de esa maldición (Gá. 3:13;
Dt. 21:22-23).
Da vida (Jn. 10:10).
Abre toda boca para alabar a Dios (Ro. 10:9-10; Sal. 107:2).
Acerca a Dios al hombre culpable (Ef. 2:13).
Dice: “No resistáis al que es malo; antes,
a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha,
vuélvele también la otra” (Mt. 5:39).
Dice: “Cree y vivirás” (Jn. 5:24).
Justifica gratuitamente al peor hombre
(Lc. 23:24; Ro. 5:6; I Ti. 1:15; I Co. 6:9, 11).
Es un sistema de probación (Gá. 3:23-25).
Apedrea a una adúltera (Dt. 22:21).
La oveja muere por el pastor (I S. 7:9;
Lv. 4:32).
3. Resumen
Es un sistema de favor (Ef. 2:4-5).
Dice: “Yo no te condeno” (Jn. 8:10-11).
El Pastor muere por la oveja (Jn. 10:11).
Vemos la gracia de Dios actuando desde que el hombre pecó (Gn. 3:21). La Ley de Dios había
matado al hombre espiritualmente; la gracia de Dios le proveyó al hombre pecador de un vestido,
símbolo de la obra de gracia que el Señor haría en un futuro conocido solamente por Dios, una obra
que sería suficiente para vestir de Su justicia a todos los hombres que jamás vivirían en la tierra.