(EL RELATO N\272 13 NOVIEMBRE)

Transcripción

(EL RELATO N\272 13 NOVIEMBRE)
NOVIEMBRE 2013
El Relato Autora:
Ainathin
Edita: A.T.T.
Idea, Diseño y Dirección:
Antonio Torres Tripiana
Redacción:
* Luís Parra
* Montserrat Torres Martínez
* Guillermo de Jorge
* Antonio García Vargas
Recepción de
Originales:
Telf.: 617-42-11-17
Correo:
[email protected]
[email protected]
www.http://
elrelato.jimdo.com
Noviembre de 2013 - nº 13
La Revista Literaria
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todo momento, de manera
individual y en caso alguno
representando la opinión de
la revista. La opinión de la
Revista Literaria “EL RELATO” y la de su Editor/
Director sólo se refleja en el
editorial.
Elucubrando la noche
Hay tantas interrogantes que no se
como responder, hay tanto cariño que
no se como agradecer, hay tanto…
Por eso en mi pecho tengo cajita en la
cual guardo los tesoros preciados y
en ella he ido guardando cada amigo,
cada gesto, cada flor, el sonido del
viento, las hojas de los árboles, el
canto de las aves, la sonrisa de un
niño, la claridad del agua, los mas
hermosos versos creados por el hombre, un suspiro, una lágrima, más de
algún ocaso, mi admiración por mis
pequeños y grandes amigos poetas,
por la genialidad de sus versos, por el
amor que conlleva escribir. He guardado en esta cajita, que como podrán
ver es mágica, ya que no posee fondo, cada palabra obsequiada a mi ser.
Que de cosas amigos míos he guardado, un beso por allí robado, el primero recibido, la primera entrega entre sábanas blancas, la noche y sus
sueños.
Creo que hasta me olvido de todo lo
que acumulo, pero me he dado cuenta
que no solo mi corazón guarda, hay
alguien más que guarda dentro de mí,
que guarda las lágrimas de mis hermanos, la mirada del hambre, la traición, la humillación de tu gente, el
dolor de la muerte, el sufrimiento de
las enfermedades, las guerras que se
llevan tantos muertos inútilmente
muertos como dijese Marco, el niño
sin hogar, la madre que lo golpeó,
aquel que robó lo material y la vida
sin justificación, las drogas, noches
de sexos sin amor, el vaso que nubla
todo entendimiento, el espanto, el
vagabundo que me miró, el grito del
aborto, el dolor, el grito, de vivir sobreviviendo y se acumulan mis cascadas y me detengo y hago un aro en
mis versos y grito en el bullicio de
este mundo donde mi voz se queda
sin eco y la fiebre me arrasa por ver
las matanzas, la sangre que derraman
mis manos, soy tan culpable que ya
no me puedo mis culpas, es que mis
versos no alcanzan para gritar
¡basta!, es que siento que pierdo esta
mi única batalla.
Si me preguntas que siembro, te diré
la esperanza de un mundo distinto, de
un mundo ya en calma, donde el olvido sea el aroma de una nueva mañana, donde nazcan mis versos profundos como el agua, solo llamando a
soñar que tu amas, solo esperando
aquella nueva mañana y no me llames
ilusa por amar con mas ganas, y no
me digas tonta por valorar tus mañanas, y no me pidas que no te ame,
porque no conozco otra palabra, simplemente deja que te sueñe, que te
cante, con estos versos que duelen,
con compromiso de mi alma, con este caminar que sueña que vive, porque cada sentimiento solo son ecos
de lo guardado en mi ser.
Es que son tantas las voces que se
han guardado en mí, tantos que gritan
que me mire, que cambie que es hoy,
que es tarde, que es quizás la hora
para tejer un nuevo mañana sin mentiras, sin trampas, sin odios, sin, sin
quizás ya es hora que se duerma mi
voz, buenas noches mi vida, buenas
noches mi amor…
El Relato - Noviembre 2013 - nº 13
ANTONIO GARCÍA
VARGAS
Relatos, microcuentos y otros
Nacido en Almería, España, en 1942. Profesor de
F. V. Diplomado en Psicología. Fiscal Internacional de Derechos Humanos de la Infancia.
Miembro Asociación de Escritores y Artistas
Españoles. Miembro de la Sociedad Internacional de Poetas Escritores y Artistas (California).
Miembro de la Asociación Canadiense de
Hispanistas. Miembro de WAAC – WCP
(Academia Mundial de Artes y Cultura).
Miembro del Departamento de Creatividad de
Dreamworks, U. S. A. Presidente de la Comunidad Internacional “Poetas por la Paz”. Sus
trabajos figuran en el Archivo Mundial de
Poesía de UNESCO y en Instituciones y Universidades de todo el mundo. Premio “Formas
fractales en la poesía” Brasil, 2003. Premio “Boa
Pessoa” Brasil, 2004. Premio Asociación Literaria Juan Uceda, España 2005. 2º Premio
BBC - World de relato, abril, 2005. Premio I
Certamen de Haiku - RENFE, España 2006.
Premio de Poesía “Congreso Mundial de Poetas
2008” en Acapulco, concedido por WAAC
(Academia Mundial de Artes y Cultura). Primer
Premio Internacional de Poesía Hispanoamericana, CUPHI 2010, Tijuana, Baja California,
México entre otros premios y distinciones.
Últimos libros personales publicados:
INTIMÍSSIMO; Y TÚ COMO SI NADA;
JARDÍN ANDALUSÍ; CARPE DIEM; YO SÉ;
SALIVAS BAJO LLAVE; SONETOS DE
SHAKESPEARE EN HEXÁMETROS (I);
ALMERÍA TEMPRANA; 90 GRADOS;
PUNTOS SUSPENSIVOS; EFECTO MARIPOSA. (Todos bajo el sello editorial de Bubok
Publishing, S. L.)
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CICLOS
Todo ciclo llega al punto de inflexión con una crisis
económica que determina una crisis aguda de valores
que raya el histerismo colectivo. Ya ocurrió en 1929 y
dio lugar a la mayor barbaridad provocada que conoce
la Historia.
En Alemania se llegó al paroxismo en una situación similar a la que vivimos en la actualidad, con la que cabe
hacer paralelismos evidentes aunque no totales afortunadamente. Los alemanes, por miedo al caos y a los
“rojos” —el Coco de aquellas fechas—, auparon al poder a aquel hombre llamado Adolfo Hitler pensando que
era el único que sabría defender a la joven democracia
de entonces.
¿Era tan malo Hitler?
Pues parece que no; quería a su pueblo y logró en los
primeros momentos grandes progresos en la maltrecha
economía. De hecho, incluso en las postrimerías de la
derrota, creía firmemente estar haciendo lo correcto.
Poco después, la dictadura nazi lleva al país al histerismo total despojando al hombre de su dignidad básica
como ser humano — aunque decía ser defensora de la
Paz y el Progreso— y al resto del mundo a una guerra
terrible que se salda con millones de muertos y la ruina
total, material, ética y anímica, de Alemania.
¿Son inevitables estos ciclos?
¿Estamos inmersos en un fractal gigantesco donde el
aleteo de un mosquito determina sucesos inevitables en
el otro lado del planeta?
¿Estamos asistiendo a un nuevo capítulo de un desastre
anunciado?
¿Seguiremos dejando que unos cuántos provoquen esta
confrontación de valores que lleva irremediablemente
al desastre integral del individuo anulando sus defensas
básicas como persona?
El Relato - Noviembre 2013 - nº 13
CIENCIA
Estados Unidos zanja la polémica de las
células de Henrietta, la mujer «inmortal»
JO SHU A FRANZO S
Un equipo de la Universidad de
Washington, en Estados Unidos,
ha dado a conocer un retrato completo del genoma de
la primera línea inmortal celular del mundo, conocida como HeLa, que se obtuvo en
1951 de un cáncer cervical
agresivo que mató a Henrietta
Lacks, una afroamericana agricultora de tabaco de 31 años de
edad y madre de cinco hijos,
cuya historia narra el tema del
best seller del New York Times de 2010 titulado «La vida
inmortal de Henrietta Lacks».
Este equipo será el primer grupo en publicar los datos genómicos de HeLa bajo una nueva
política de los Institutos Nacionales de Salud norteamericaPágina 3
nos (NIH, en sus siglas en
inglés) establecida a través de
negociaciones con la familia de
Lacks, que nunca se ha visto
compensada por el uso de las
células que han creado una industria multimillonaria, ni
han tenido voz ni voto en cómo
se utiliza la información hasta
ahora. «La secuencia generada
por todo el genoma de la línea
celular HeLa es un recurso valioso que puede dar lugar a
nuevos conocimientos biomédicos basados en investigaciones
que utilizan estas células», explicó Eric D. Green, director
del Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano en el NIH. «Estamos muy
agradecidos a la familia por estar de acuerdo en establecer un
marco que haga que estos valiosos datos estén disposición
de los investigadores», agrega.
El estudio de la UW, publicado
en la última edición de la revista Nature, reconstruye la complicada inserción del genoma
del virus del papiloma humano
(VPH), que contiene su propio
conjunto de genes del cáncer,
en el genoma de Lacks cerca de
un «oncogén», una forma natural de gen que puede causar
cáncer cuando se altera.
Milagro de la medicina
Los investigadores demostraron
que la proximidad del genoma
de VPH con el oncogén dio lugar a su activación, lo que…….
(continúa en pág. 4)
El Relato - Noviembre 2013 - nº 13
(viene de pág. 3)
podría explicar
de la agresividad de ambos, el
cáncer de Lacks y la línea celular HeLa. «Esto fue similar a
una tormenta perfecta de lo que
puede ir mal en una célula»,
puso como ejemplo Andrew
Adey, estudiante de doctorado
en Ciencias del Genoma en
la Universidad de Washington y
coprimer autor del estudio. Los
científicos han intentado durante mucho tiempo reproducir
células en un cultivo, pero finalmente morían. Las células
HeLa, tomadas de Lacks en
1951, sin embargo, reproducen
toda una generación cada 24
horas y nunca se detienen, por
lo que se consideran uno de los
mayores milagros de la medicina en el siglo pasado, al permitir a los científicos realizar experimentos sin necesidad de
utilizar un ser humano vivo y
dar lugar a grandes avances
médicos, como la vacuna contra
la polio, la clonación y ayudar al
desarrollo de fármacos para el
tratamiento de enfermedades
graves como el herpes, la leucemia, la gripe, la hemofilia y la
enfermedad de Parkinson.
Los autores dijeron que su estudio podría explicar, al menos en
parte, por qué HeLa es única. Además, descubrieron que
el genoma de la línea celular
HeLa, que ha sido replicado miles de millones de veces, se ha
mantenido relativamente estable. También dijeron que sus
resultados pueden ayudar a
Página 4
CIENCIA
Estados Unidos zanja la
polémica de las células de
Henrietta, la mujer «inmortal»
otros investigadores que estudian el cáncer mediante el estudio de líneas celulares inmortalizadas.
Secuenciar células gracias a la tecnología
«Hemos demostrado el valor de
un análisis global, a través de
los llamados haplotipos, en la
caracterización de genomas y
epigenomas del cáncer», dijo el
investigador Jay Shendure,
profesor asociado de Ciencias
del Genoma en UW y autor
principal del artículo en Nature.
Los haplotipos, en definitiva,
ofrecen una descripción más
completa y la interpretación de
los genomas, la diversidad
genética y la ascendencia genética, separando las variaciones
genéticas que están presentes
en cada copia de cada cromosoma.
En marzo, un equipo de Europa
secuenció el genoma de una cepa HeLa diferente, dio a conocer los resultados y depositó los
datos en un sitio web de acceso
público. Esto condujo a la protesta científica provocada por
un artículo de opinión en The
New York Times por el autor
del libro de Rebecca Skloot sobre Henrietta Lacks. El grupo
europeo se disculpó más tarde y
retiró los datos. La controversia
empujó al NIH a establecer las
normas, que se publican también este jueves, tras reunirse
con miembros de la familia y
dos miembros del NIH en un
comité asesor para otorgar la
autorización, explicó Larry
Thompson, jefe de comunicaciones del Instituto Nacional de
Investigación del Genoma
Humano en el NIH. En este
sentido, agregó que la generación más joven de la familia
Lacks se da cuenta de que la
tecnología ha avanzado tanto
que cualquiera puede ahora secuenciar las células para obtener datos genéticos.
Científicos publican
por primera vez con el
consentimiento
familiar, el genoma del
cáncer de útero de la
paciente afroamericana
que permitió salvar
miles de vidas
La primera línea inmortal
celular del mundo, HeLa, se
obtuvo en 1951 de un cáncer
cervical agresivo que mató a
Henrietta Lacks, una
afroamericana agricultora
de tabaco..
El Relato - Noviembre 2013 - nº 13
Autor:
EDUARDO SOSA
Cuando la adivina dio vuelta esa última carta, Joseph supo que no valía la pena preguntar nada. Era conveniente quedarse en
silencio. Durante unos segundos ni siquiera
levantó la vista para mirar a la anciana,
quien gustaba impresionar a sus clientes,
observándolos fijo, inquisitivamente. Esa
constituía su mejor técnica.
Un cliente preocupado ó temeroso, siempre
regresaba. Decirle a la gente que todo está
bien y que su futuro es promisorio, era, de
tura bastante amplia. Se había deslumbrado
con miles de paisajes, con miles de costumbres y conocía innumerables anécdotas.
Buenas, malas, peligrosas…
Al volver de su tercer visita a Londres, tuvo
que soportar el golpe más duro de su vida.
Su esposa Amanda y sus hijas, Ruth y Angie, fallecieron trágicamente en un intento
de robo. Los asesinos, para quedarse con
un poco de dinero en efectivo y un reloj pulsera de relativo valor, les dispararon dos
balazos a ella y un balazo a cada una de
El Tapete Rojo...
SINOPSIS
Un corazón triste,
un dolor
interminable...
¿Puede alguien
adivinarnos el
futuro y situarnos
tan cerca de la
muerte?
alguna manera, atentar contra sus...propios
intereses, por eso, Madame Cristhine... sonrió. Tenía a Joseph donde quería. En el límite entre la duda y el miedo. No importaba la
razón ó los argumentos. Él había ido voluntariamente a preguntar lo que tal vez ya sabía e imaginaba. Ella simplemente le daba lo
que él quería. Por lo general, las mujeres en
estos casos se largaban a llorar, gemían,
temblaban y tenían hasta accesos de terror.
Miraban a Cristhine con desesperación, angustia. Interrogándola con los ojos, muchas
veces, asombrosamente abiertos. Salvo raras ocasiones en que, las más jóvenes y
despreocupadas, reían nerviosas.
Pero allí, era la ocasión precisa de usar las
dotes de convencimiento que poseen quienes se dedican al arte de la adivinación. Especialmente las gitanas…
Los hombres, por su parte, nunca eran muy
expresivos. Eran prácticos. Lo tomaban ó lo
dejaban. Muchos escépticos exigían más
pruebas acerca de lo que representaba esa
figura y su simbología en el Tarot. Joseph
iba a cumplir cincuenta años.
A esa edad en que otros físicamente comienzan a decaer, él sin embargo, no tenía
muchos achaques. Jugaba de vez en cuando al fútbol ó trotaba en el Parque de la ciudad. Bebía moderadamente, algún cumpleaños ó evento íntimo con ocasionales
compañeros de trabajo. No fumaba. Serio,
formal. Su trabajo siempre le obligaba a viajar por el mundo, poseía, por ende, una cul-
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sus niñas, de seis y cinco años. A través del
frío cristal de una sala en la morgue, identificó los cadáveres, después se desmayó.
Tuvo que aprender a sobrellevar la soledad
más angustiante. Días enteros sin dormir y
comiendo mal. Sedantes y tratamientos sicológicos. Aunque su mayor apoyo fué el
trabajo, el cual, luego de un corto período de
luto, comenzó a exigirle de nuevo, partir
hacia destinos conocidos y no tanto. Recorría en ocasiones, cuando estaba descansando en la casa otrora compartida con sus
amores, el amplio altillo adonde se amontonaban efectos personales de las niñas y su
esposa. Revisaba dibujos, fotos, adornos.
Olía cada objeto, intentando, muchas veces,
con ello, recuperar aquellas figuras en su
mente. Cuando eran felices y jugaban y reían juntos. Pero no daba resultado. Terminaba con un dolor lacerante en el pecho y ni
siquiera podía llorar. Pero eso bastaba. De
alguna manera, triste y morbosa quizás, ese
acto reflejo colmaba su angustia y le traía
algo parecido a la paz....
Bajaba a la sala, se preparaba un té y continuaba con su vida...normal. Si es que vivir
así se puede denominar de esta forma. Abría entonces su notebook, enviaba e-mails,
corregía y sugería órdenes, planteaba discusiones con sus colegas, en fin, trataba de
seguir adelante, al menos en lo laboral. En
las mañanas frescas y llenas de ese color
particular del verano, cerca del mar, bajo la
(continúa en pág. 6)
El Relato - Noviembre 2013 - nº 13
(viene de pág. 5)
Autor:
EDUARDO SOSA
El Tapete Rojo...
la galería blanca y rodeado de flores cuidadas en su
momento con muchísimo amor por su mujer, él ponía
su sillón favorito cerca de la baranda. Miraba hacia el
poniente e imaginaba peces que tal vez había conocido, exóticos, atuendos multicolores en personajes multicolores, dialectos, instrumentos, sonidos multiculturales, embarcaciones, todo un aquelarre de imágenes
que lo llevaban, lenta pero inexorablemente, al sueño...Una hora después, lo despertaban, el trinar de los
pájaros en árboles cercanos, rodeando la casa.
Más tarde llamaba a su amigo, Prince, al otro lado de
la ciudad, en las cómodas oficinas de un séptimo piso,
en Kensington, para que le preparara un nuevo trabajo
ó tarea que lo devolviera a las rutas, a estaciones de
tren olvidadas, a buenos y malos hoteles. Su alma necesitaba imperiosamente olvidar...para no seguir sintiéndose culpable.
Fuera de la carpa, el estrépito de la música, las voces,
las risas de cientos de niños y el colorido de incontables farolillos, aturdían el Viernes por la noche. Aquel
parque de diversiones había llegado hacía ya, una
semana. Al día siguiente comenzarían a desmantelar
algunos juegos mecánicos, preparándose a partir.
Otras ciudades los esperaban. Otras voces...otros niños. El cartel con dibujos de seres alados y monstruosos, estrellas y planetas, le llamó la atención. A un
costado de la entrada, sobre una pizarra, la consabida
frase:..."Todo lo que quieras saber sobre tu futuro..."
provocó su sonrisa socarrona.
-¿Por qué no...? -pensó Joseph y entró-. No se atrevía
a preguntar más nada. No podía ser casualidad. Fechas, nombres, lugares. Lo esencial había sido descubierto por Madame Cristhine. El juego inocente, provocativo y seductor de lo esotérico, era ya...preocupante.
No creía demasiado y estaba empezando a creer. Levantarse e irse, quizás no cambiaría nada. No aguantó
más. Miró por última vez el enigmático cartón brillante,
plastificado, dejó dos billetes sobre el tapete rojo y salió espantado.
El aire fuera, no era muy puro, pero lo refrescó. Caminó atropelladamente esquivando personas, figuras
que semejaban fantasmas. Sin rumbo. Sus pasos lo
colocaron ahora frente a una mujer de espaldas. Cabello ondulado, azabache, con dos preciosas niñas de
la mano. Una de ellas sostenía una golosina, la otra,
mantenía colgada de sus manitas una graciosa muñePágina 6
ca de trapo patilarga. Ambas lo miraron compungidas...Comenzó a temblar. Se detuvo en seco. Su mente y su corazón intentaban decirle a gritos que no...No
podía ser. La mujer giró apenas su cabeza y con una
señal, adelantó a las niñas hacia el galpón inmenso y
lóbrego del tren fantasma. Ellas entonces subieron
riendo, a uno de los carritos.
Cuando Joseph, al límite del terror, quiso hablar, tratando de detener a la mujer en su marcha tras las niñas, ésta se introdujo caminando, al oscuro túnel, sin
mirar atrás...No hacía falta. El estruendo de los juegos
mecánicos también se sumaba a los demás que ensordecían la noche. Su instinto, su dolor, su soledad,
lo empujaron, en una corta carrera, hacia el túnel, saltando las barandas de ordenamiento de público. Muchos lo miraron asombrados. Empujó al guarda en la
puerta, que esperaba el ticket con la mano extendida.
El jovencito cayó sorprendido. Joseph corrió unos metros por las vías, entre esqueletos de plástico, ataúdes
y murciélagos de cartón. La semi-penumbra apenas le
permitió ver a la mujer más adelante, girando asustada
su cabeza... y a las niñas, riendo.
Se desesperaba. Chocó con fuerza una puerta batiente, de las que dividen en sectores los juegos. Más se
adentra uno en ellos y más...miedo...generan las figuras. Demonios, cadáveres decapitados, arañas gigantescas. Pero no. Ahí, del otro lado, no había nada… El
dolor en el hombro le hizo entrecerrar los ojos. Cuando
los abrió, se encontró solo en medio de un predio semi
-abandonado. Rodeado de la oscuridad de la noche
cerrada. En aquel lugar de la ciudad, al menos dos
veces al año, se instalaban los parques de diversiones
como el que él creía estar visitando.
El frío del invierno, en esta ocasión, desalentaba todo
tipo de emprendimiento similar. Comenzó a lloviznar.
El lugar estaba desierto. Sólo árboles alrededor y malezas. La última vez que disfrutó de aquel lugar, había
sido ya, unos ocho años atrás, en el verano. Nunca
quiso volver allí. Ni pasar por la zona.
Estaba reaccionando. Atontado, su mano derecha tocó
la rugosa y húmeda soga. Unas tibias lágrimas se
mezclaron con la lluvia que mojaba su cara. Cerró los
ojos otra vez y saltó. La soga se tensó de golpe y el
seco sonido de su cuello al quebrarse, hizo ecos en el
ominoso silencio. Segundos antes, desde el tapete
rojo, la Muerte lo había mirado...en Francés.
El Relato - Noviembre 2013 - nº 13
No es simple hacer un editorial este
11 de Septiembre: Hace 12 años se
produjeron los atentados terroristas
contra las Torres Gemelas, en los
que murieron cerca de 3.000 personas y este año los homenajes se moverán bajo el lema: “Tómese el día
para recordar el día que nos cambió
para siempre”. Realmente ese atentado cambió a los americanos. También se conmemoran los 40 años del
golpe de estado contra Allende en
Chile, los 40 años de la guerra de
Yom Kippur cuando Siria y Egipto
invadieron Israel y nos encontramos
con sangrientas guerras civiles en
Siria y Egipto y cada hora hay nuevos anuncios sobre un ataque a Siria
para remover las arman químicas.
El golpe de estado en Chile fue una
de las más claras manifestaciones
del conflicto entre el mundo capitalista y el socialista y en cierto modo
también lo fueron y lo son los conflictos del medio oriente. En la mencionada Guerra Yom Kippur, el Presidente Nixon consideró el uso de
armas nucleares.
Hoy el mundo de pregunta sobre el
futuro de la humanidad en momentos en los que el uso de la violencia
es casi generalizado. La presente
guerra civil en Siria es tan tremenda
que produjo al menos más de
110.000 muertos, dos millones de
refugiados y siete millones de personas necesitadas de ayuda humanitaria urgente. El uso de armas químicas genocidas, que están prohibidas
por una Convención internacional,
llevan matando en Siria a más de mil
civiles y entre ellos cientos de niños
inocentes. La polarización entre los
Estados Unidos de América y Rusia
es la mayor desde la caída de la
Unión Soviética de Repúblicas Socialistas, la reiniciación de las guerras religiosas son las mayores desde
hace cientos de años y las crisis
económicas con altísima desocupación generan manifestaciones vioPágina 7
lentas de descontento en todos
los continentes.
“El Día” que nos
cambió para
siempre
Hay muchos pronósticos pesimistas que anuncian el advenimiento de grandes catástrofes climáticas, como consecuencia del efecto invernadero
Por Ernesto Kahan
y hasta una tercera guerra
Profesor Emérito Doctor
mundial en la que intervendrán con mucha probabilidad los países poseedores de
armas genocidas nucleares.
Nuestra sociedad actual está
en un cruce existencial de caminos: “Por un lado, las nuevas tecnologías y sistemas
intensivos de producción nos permiten obtener la elevación de la calidad
de vida para toda la humanidad, pero
por otro, nuevos conflictos están
amenazando usar armas de destrucción masiva, principalmente atómicas, y con ello potencialmente la comprende las necesidades del condestrucción de nuestra civilización y siderado enemigo y el tercero, es
la vida en la Tierra.
engendrado cuando estos sentimientos le son transmitidos. La armonía y
Ante esta situación, aprovecho el todo lo demás llegarán naturalmente
honor que brinda el diario Long Is- o con ayuda de facilitadores. Luego,
land al Día de escribir esta editorial, es claro que el proceso empieza en
para presentar una posible salida uno mismo: paz con uno mismo. Es
saludable y pacífica para la humani- claro que la cimentación de la ONU
dad a través de un acuerdo entre na- tuvo esa intención, pero es evidente
ciones y pueblos basada en la ar- que al presente, es muy inoperante y
monía, que para mí, es el estado de es más un foro de discusiones que un
equilibrio entre los componentes de centro creador de armonía. Los conun sistema, que por naturaleza tiende flictos actuales son tan paralizantes,
a la entropía. Ésta puede ser lograda que es muy difícil imaginarse a los
por la tolerancia, que es una acepta- protagonistas trabajando por desción negociada entre los componen- prenderse de muchos de sus intertes. La armonía debe ser la base para eses en pro de la armonía universal.
la coexistencia pacífica entre las na- Es entonces oportuno recordar a Alciones. La armonía nunca puede ser bert Einstein en su sabio pensamieneterna y completa, pero es esencial to: “Debemos pensar de una manera
en la presente etapa de nuestra civili- substancialmente diferente para que
zación para que humanidad pueda
sobreviva la humanidad”
sobrevivir.
La conclusión es simple: Es necesaSeguramente nuestros lectores se rio enrolarnos en una cruzada por la
preguntan -¿Qué puede hacer un armonía para la paz. No es fácil pero
individuo para cambiar la situación tampoco es una utopía. Los electores
si se siente que su poder es insignifi- de gobernantes, intelectuales, artiscante? El rechazo de los estigmas es tas, periodistas, educadores y el
el primer paso para lograr verdade- público en general, debemos exigir
ros acuerdos de paz, el segundo ocuesa política.
rre cuando sinceramente un lado
El Relato - Noviembre 2013 - nº 13
Vivía en la parroquia de San
Bennet Funk, cerca del Mercado
Real, una honesta y pobre viuda
quien, después de morir su marido, tomó huéspedes en su casa. Es decir, dejó libres algunas
de sus habitaciones para aliviar
su renta. Entre otros, cedió su
buhardilla a un artesano que
hacía engranajes para relojes y
que trabajaba para aquellos comerciantes que vendían dichos
instrumentos, según es costumbre en esta actividad.
Sucedió que un hombre y una
mujer fueron a hablar con este
fabricante de engranajes por
algún asunto relacionado con su
trabajo. Y cuando estaban cerca
de los últimos escalones, por la
puerta completamente abierta
del altillo donde trabajaba, vieron que el hombre (relojero o
artesano de engranajes) se
había colgado de una viga que
sobresalía más baja que el techo o cielorraso. Atónita por lo
que veía, la mujer se detuvo y
gritó al hombre, que estaba
detrás de ella en la escalera,
que corriera arriba y bajara al
pobre desdichado.
En ese mismo momento, desde
otra parte de la habitación, que
no podía verse desde las escaleras, corrió velozmente otro
hombre que llevaba un escabel
en sus manos. Éste, con cara de
estar en un grandísimo apuro,
lo colocó debajo del desventurado que estaba colgado y, subiéndose rápidamente, sacó un
cuchillo del bolsillo y sosteniendo el cuerpo del ahorcado con
una mano, hizo señas con la
cabeza a la mujer y al hombre
que venía detrás, como queriendo detenerlos para que no
entraran; al mismo tiempo
mostraba el cuchillo en la otra,
como si estuviera por cortar la
soga para soltarlo.
Ante esto la mujer se detuvo un
momento, pero el hombre que
estaba parado en el banquillo
continuaba con la mano y el cuchillo tocando el nudo, pero no
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lo cortaba. Por esta razón la
mujer gritó de nuevo a su
acompañante y le dijo:
-¡Sube y ayuda al hombre!
Suponía que algo impedía su
acción.
EL DIABLO
Y EL
RELOJERO
Autor:
Daniel Defoe
Pero el que estaba subido al
banquillo nuevamente les hizo
señas de que se quedaran quietos y no entraran, como diciendo: «Lo haré inmediatamente».
Entonces dio dos golpes con el
cuchillo, como si cortara la
cuerda, y después se detuvo
nuevamente. El desconocido
seguía colgado y muriéndose en
consecuencia. Ante la repetición
del hecho, la mujer de la escalera le gritó:
-¿Qué pasa? ¿Por qué no bajas
al pobre hombre?
Y el acompañante que la seguía, habiéndosele acabado la paciencia, la empujó y le dijo:
-Déjame pasar. Te aseguro que
yo lo haré -y con estas palabras
llegó arriba y a la habitación
donde estaban los extraños.
Pero cuando llegó allí ¡cielos! el
pobre relojero estaba colgado,
pero no el hombre con el cuchillo, ni el banquito, ni ninguna
otra cosa o ser que pudiera ser
vista u oída. Todo había sido un
engaño, urdido por criaturas
espectrales enviadas sin duda
para dejar que el pobre desventurado se ahorcara y expirara.
El visitante estaba tan aterrorizado y sorprendido que, a pesar
de todo el coraje que antes
había demostrado, cayó redondo en el suelo como muerto. Y
la mujer, al fin, para bajar al
hombre, tuvo que cortar la soga
con unas tijeras, lo cual le dio
gran trabajo.
Como no me cabe duda de la
verdad de esta historia que me
fue contada por personas de
cuya honestidad me fío, creo
que no me dará trabajo convencerlos de quién debía de ser el
hombre del banquito: fue el
Diablo, que se situó allí con el
objeto de terminar el asesinato
del hombre a quien, según su
costumbre, había tentado antes
y convencido para que fuera su
propio verdugo. Además, este
crimen corresponde tan bien
con la naturaleza del Demonio y
sus ocupaciones, que yo no lo
puedo cuestionar. Ni puedo creer que estemos equivocados al
cargar al Diablo con tal acción.
_______________
Nota: No puedo tener certeza
sobre el final de la historia; es
decir, si bajaron al relojero lo
suficientemente rápido como
para recobrarse o si el Diablo
ejecutó sus propósitos y mantuvo aparte al hombre y a la mujer hasta que fue demasiado
tarde. Pero sea lo que fuera, es
seguro que él se esforzó demoníacamente y permaneció
hasta que fue obligado a marcharse.
El Relato - Noviembre 2013 - nº 13
autor:
ANÓNIMO
Había un muchacho al que llamaban Juan Bobo.
Los posaderos, intrigados, le
preguntaron:
Como no le gustaba que le llamaran Juan Bobo, un día mató
un buey para invitar a todos a
una comida y de resultas de eso
le llamaron Juan Bobazo.
-¿Y qué oficio tiene el animal?
En vista de lo cual, cogió Juan
Bobo la piel y se fue a venderla
a Madrid. Cuando llegó a Madrid, hacía tanto calor que se
echó al pie de un árbol y se
tapó con la piel. Y sucedió que
vino un cuervo a picarle la piel
mientras echaba la siesta y
Juan Bobo lo atrapó y se lo
guardó. Luego fue y vendió la
piel por siete duros.
Entonces le pidieron que adivinase algo y Juan Bobo le pasó
la mano por el cuerpo de la cabeza a la cola y el cuervo dijo:
«¡Graó!».
Y después de todo esto, llegó a
la fonda y encargó comida para
dos.
-Es adivinador -dijo Juan Boboy adivina todo lo que ustedes
quieran saber.
-¿Qué es lo que ha dicho? -dijo
la posadera-.
-Ha dicho -contestó Juan Boboque en la puerta principal hay
tres duros.
La posadera fue y rebuscó por
la puerta hasta que encontró los
vió a pasar la mano por el animal y éste volvió a decir:
«¡Graó!».
La posadera quiso saber qué
había dicho esta vez y Juan Bobo le contestó que eso quería
decir que al final de la escalera
había dos duros más. Y como
fuera y los encontrara, la posadera le dijo:
-Pues me tiene usted que vender ese cuervo, que yo le daré
por él lo que usted quiera.
Juan Bobo le dijo que se lo
vendía por cinco mil pesetas; y
dicho y hecho: se las metió en
la bolsa, dejó allí al cuervo y se
volvió para su pueblo. Conque
llegó al pueblo y mandó avisar
a todo el mundo y cuando estuvieron presentes, llamó a su
Juan Bobo
Entonces Juan Bobo fue y puso
tres duros disimulados junto a
la puerta principal, y lo mismo
hizo en la escalera con otros
dos duros, y lo mismo otra vez
al final de la escalera. Hecho
esto, se sentó a una mesa y
esperó a que le sirvieran; pero
no le atendían porque creían
que esperaba a su compañero.
Al fin se cansó de esperar y dijo:
-¿Es que no me van a poner la
comida?
Y le respondieron que estaban
esperando a que llegara su
compañero para servirle. Y dijo
él:
-Mi compañero es este cuervo.
tres duros y, maravillada, volvió
y le dijo a Juan Bobo:
-Véndame usted el cuervo.
mujer y le dijo que extendiera
su delantal y en él echó las cinco mil pesetas diciendo que eso
había sacado de vender la piel
del buey en Madrid……..
Pero Juan Bobo, sin contestar,
volvió a pasar la mano por encima del cuerpo y éste dijo:
«¡Graó!».
-¿Y ahora? -preguntó la posadera-. ¿Qué es lo que ha dicho
ahora?
-Ha dicho -contestó Juan Boboque en el descansillo de la escalera hay dos duros.
Allá se fue la posadera y los encontró en seguida.
Y volvió de inmediato, aún más
maravillada, y le dijo que tenía
que venderle el cuervo. Pero
Juan Bobo, sin decir nada, vol-
Página 9
(continúa en pág. 9)
El Relato - Noviembre 2013 - nº 13
autor:
ANÓNIMO
(viene de pág. 8)
Juan Bobo
Todos los vecinos, al ver esto,
mataron sus bueyes, les sacaron las pieles y se fueron a Madrid a venderlas y resultó que,
tras haberlas vendido, apenas si
les dio para pagarse el viaje. Y
todos volvieron muy enfadados
al pueblo diciendo que iban a
matar a Juan Bobo. No le mataron, pero se metieron en su casa y se la cagaron toda de arriba abajo.
Al día siguiente, Juan Bobo fue
y reunió toda la mierda en un
saco y se fue a Madrid para
venderla.
Llegó y dejó el saco en el patio
de un establecimiento mientras
se iba a cumplir otra diligencia
y, mientras tanto, entró una
piara de cerdos en el patio y se
comieron toda la mierda. Cuando Juan Bobo volvió, les dijo a
los amos que sus cerdos se le
habían comido todo lo del saco
y que aquello valía mucho, y ya
estaban por pasar a mayores
cuando, por una mediación, se
avino a aceptar cinco mil pesetas por la pérdida del saco y se
volvió al pueblo.
Conque llegó al pueblo y mandó
tocar las campanas para que
viniera todo el mundo y así que
estuvieron todos presentes, volvió a llamar a su mujer y volvió
a echar en su delantal las cinco
mil pesetas diciendo que aquello había sacado del saco de
mierda en Madrid.
Todos los vecinos, al ver esto,
reunieron toda la mierda que
pudieron encontrar, la cargaron
en sacos y se fueron a Madrid a
Página 10
venderla. E iban por las calles
pregonando que quién quería
comprar mierda hasta que unos
guardias los detuvieron y les
dieron una buena paliza. Y todos volvieron al pueblo jurando
vengarse de Juan Bobo.
Juan Bobo se escondió para que
no le hallaran y entonces los
vecinos decidieron quemarle la
casa. Entonces Juan Bobo recogió las cenizas y anunció que se
iba a venderlas a Madrid. Nada
más llegar, fue a un joyero a
comprarle unas alhajas y las
puso en la boca del saco mezcladas con la ceniza y se sentó
en un banco; en esto pasó un
señor y le dijo:
-¿Qué es lo que lleva usted ahí
en ese saco?
Y Juan Bobo le dijo que llevaba
muchas alhajas metidas entre
la ceniza para que no se le
echaran a perder.
ntro del saco, Juan Bobo empezó a gritar:
-¡Que no me caso con ella!
¡Aunque sea rica y princesa yo
no me caso con ella!
Acertó a pasar por allí un pastor
con su rebaño y al oír las voces
de Juan Bobo le dijo que él sí
que se casaría con una princesa
guapa y rica y entonces Juan
Bobo le dijo que allí estaba esperando a que lo llevasen con la
princesa y le propuso cambiar
de lugar. Así que el pastor desató a Juan Bobo y se metió él
en el saco y Juan Bobo se
marchó con las ovejas.
Volvieron los vecinos y echaron
el saco al río. A la vuelta, se
encontraron con Juan Bobo que
venía con las ovejas y le dijeron:
-¡Pero, bueno! ¿A ti
hemos echado al río?
no
te
Y el señor le compró el saco por
cinco mil pesetas.
-¿De dónde vienes, entonces,
con las ovejas?
Total, que volvió al pueblo, reunió a todos y echó otras cinco
mil pesetas en el delantal de su
mujer diciendo que eso le habían dado en Madrid por las cenizas.
Y les respondió Juan Bobo:
Entonces los vecinos fueron,
quemaron sus casas y se marcharon a Madrid para vender las
cenizas; y como no vendieron
nada, se volvieron todos diciéndose que esta vez matarían a
Juan Bobo.
Le cogieron y le metieron en un
saco con la intención de tirarle
al río. Y como tenían otras cosas que hacer, ataron el saco a
un árbol cerca de la orilla con la
idea de volver a tirarle al río
apenas terminasen sus tareas.
Y allí donde quedó atado y de-
-Es que el río está lleno de
ellas. Y si más hondo me llegáis
a echar, más ovejas hubiera
encontrado.
Los vecinos que lo oyeron volvieron al río y empezaron a tirarse al agua, y cada vez que
uno gorgoteaba al ahogarse los
demás le decían a Juan Bobo:
-¿Qué dice? ¿Qué dice?
Y Juan Bobo les contestaba:
-Que os tiréis, que hay muchas
más ovejas.
Y todos se tiraron al río y murieron ahogados.
FIN
El Relato - Noviembre 2013 - nº 13
Opinión
ION ANTOLÍN LLORENTE
Cuestión de orden
Por las alamedas de la
democracia
Tal día como hoy, hace cuarenta años, la democracia se
marchitaba en Chile. Mientras las bombas caían sobre
el Palacio de la Moneda, en el que resistía Salvador
Allende, el presidente elegido por los chilenos, el silencio de medio mundo y la connivencia de los restantes
escribían una de las páginas más tristes de la historia.
Supurando esa melancolía que destilan todas las dictaduras sanguinarias, y que hacen de la vida una sucesión
de imágenes en blanco y negro que envía los colores a
las mismas cárceles en las que sufren y mueren los
demócratas. Lo digo en presente, porque pese a que
hoy rendimos homenaje a todos los chilenos que lucharon y murieron por defender la libertad, esa batalla se
sigue librando en nuestro tiempo en muchos lugares del
planeta.
Habló Allende para su pueblo y para el mundo, a través
de las ondas de Radio Magallanes entrecortadas por las
interferencias de los militares golpistas, y dejó unas palabras que atormentarán para siempre a los asesinos y
servirán como inspiración a todos aquellos que busquen
en la vida algo más que la complacencia del pensamiento único. Eran las 8:45h del 11 de septiembre de 1973,
una mañana parecida a esta, y ese discurso de las alamedas, que se abrirían para dejar paso al hombre libre,
es el testamento vigente de un demócrata que dio su
vida para defender la voluntad del pueblo hasta su último aliento. Quizás lo complicado de escuchar a Allende
en esa última emisión sea un guiño del destino para que
prestemos más atención. Para que seamos cautos y no
perdamos el sentido de todas y cada una de las palabras que pronunció un hombre que poco después sería
asesinado por soldados bajo el mando de un bandido
Página 11
llamado Augusto Pinochet. Un filibustero traidor y ambicioso, al que estrecharían la mano sin
pudor líderes mundiales a lo largo de todo el
globo, incluida la difunta Margaret Thatcher,
alabada por muchos en España.
Esas alamedas de las que habló Allende se terminaron abriendo en Chile, y con el paso de los
años hemos podido asistir a acontecimientos
similares en otros muchos países. La llamada
primavera árabe, una luz que llenó las plazas de
esa ilusión de libertad que radió el presidente,
transita ahora caminos oscuros. Las luchas legítimas se ven prostituidas por intereses espurios, y los
tanques recorren de nuevo las calles para derrocar gobiernos democráticos, o para echar más fuego a una
guerra civil.
La democracia es frágil. Las tentaciones más bajas del
ser humano y su individualismo amenazan siempre la
lucha por el bien común. Por eso no se debe bajar la
guardia en casa, y es un deber ayudar a que la libertad
prosperé en cualquier lugar del mundo. Se lo debemos a
los millones que se dejaron la vida en el empeño. Hoy
es un día para rendir homenaje a todos ellos en la persona de Salvador Allende, al que arrebataron la vida
pero no pudieron quitar la dignidad, ni la promesa cumplida de libertad para Chile.
“Superarán otros hombres el momento gris y amargo, donde la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, se abrirán las grandes alamedas por donde pase
el hombre libre, para construir una sociedad mejor”
Salvador Allende (Presidente de Chile (1970-1973).
Asesinado el 11 de septiembre de 1973.
El Relato - Noviembre 2013 - nº 13
Tramando algo
Autor: Jorge
Leal
Era una de esas noches tempestuosas que ocurren pocas
veces al año. Relampagueaba, tronaba, y un viento fuerte
que cambiaba constantemente de dirección sacudía los
árboles del ornamento público, y pasaba entre las casas
rigiendo horriblemente e intentaba arrancar techos; todo
der la luz del corredor se secó
las maños con la parte interior
del abrigo, y mientras hacía
eso en la oscuridad, escuchó
un murmullo de voces muy
distintas entre si, de timbres
extraños y palabras incomprensibles; pero escuchó ese
murmullo entre el estruendo
de dos truenos, y eso lo hizo
dudar. ¿Qué había escuchado? Al encender la luz, silencio, el ruido se cortó en ese
instante.
Avanzó hacia el lugar donde
salieron las voces. Se detuvo
frente a la puerta de un salón.
El crecepelos
Mario, estaba obsesionado por su calvicie.
Cada mañana se miraba en el espejo y recibía
un dardo en el corazón por cada pelo que veía
muerto en el lavabo o atrapado sin remisión en
el peine de púas especiales para no dañar su
escasa cabellera.
Aquella tarde, había comprado a una vieja
un remedio garantizado al cien por cien.
Mario, no solía confiar en estos productos.
Había probado tantos, pero este, le daba una
corazonada.
Así, cumpliendo paso por paso el recetario
de la anciana, Mario se desnudó, salió al
balcón y recibió el frío húmedo de la noche
invernal. Allí esperó a estar completamente
bañado por la luz de la luna llena, se pintó
unos círculos rojos en el pecho y se roció el
cráneo con el milagroso crecepelos.
Aquella noche durmió intranquilo, a la
espera del resultado, con las primeras luces del
amanecer, Mario se lanzó hacia el cuarto de
baño, allí se agarró con avidez al espejo y
observó su rala cabellera… un asomo de
decepción y humillación le abatió su corazón,
se daba por vencido, un último vistazo a su
bola de billar y… pero ¿que es eso oscuro que
asoma por toda mi cabeza?…una pelusilla
empezaba a brotar cual espuma en el baño.
esto bajo una cortina asfixiante de lluvia torrencial.
Lucas atravesó la ciudad sumida bajo la tormenta en su
choche, con el limpiaparabrisas luchando pesadamente
contra el agua. Algunas calles
ya empezaban a inundarse,
pero con todo, llegó al fin al
colegio que era su destino. Él
trabajaba de conserje allí. El
director del lugar, muy preocupado por la tormenta, lo
había llamado para que fuera
a cerciorarse de que todo
estaba bien.
Aunque atravesó el patio corriendo, igual se mojó bastante, entonces, antes de encenPágina 12
Allí guardaban los juguetes, y
la mayoría eran mucos. Dudó
por un momento, pues no
desidia, ¿entrar de golpe o
hacerlo con cautela? Finalmente dio un empujón a la
puerta, encendió la luz y, con
el primer vistazo se aterró.
Los muñecos estaban quietos, no se movían, pero todos
tenían la cara vuelta hacia
él. La impresión fue fea.
Apagó la luz y cerró de un
portazo. Desanduvo el corredor a grandes pasos. Cuando
apagó la luz de este para
marcharse, de nuevo escuchó
las voces aterradoras murmurando, y ahora se mezclaban
algunas risitas espantosas.
Con una asombrosa rapidez, la pelusilla se
convirtió en pelo. Mario no cabía en sí de
gozo, el pelo comenzó a crecer
descontroladamente, un pelo fuerte, negro y
rizado que como una planta se deslizaba
cabeza abajo. Lo terrible fue cuando el pelo
empezó a introducirse en los oídos, al principio
le hacía cosquillas y gracias, luego al intentar
quitarse esos molestos pelos, sus dedos
quedaron atrapados en ellos, la presión que
ejercía sobre su cráneo hizo que los ojos
saltaron de sus órbitas y en ellas se alojaron
matas de pelos, gritó, pero sus gritos pronto
quedaron ahogados por una pelambrera que le
asfixió.
El Relato - Noviembre 2013 - nº 13
Índice de Autores
Edita: A.T.T.
Idea, Diseño y Dirección:
Antonio Torres Tripiana
Redacción: Luís Parra
Montserrat Torres Martínez
Guillermo de Jorge
Antonio García Vargas
Recepción de Originales:
Telf.: 617-42-11-17
D.L. : AL-285 / 2004
ISSN: 1699-3322
ISSN: (Internet) 1699-3772
Correo: [email protected]
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web: www.http://elrelato.jimdo.com
Noviembre de 2013 - nº 13
La Revista Literaria “EL RELATO”
y su Editor/Director no se hacen
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colaboradores que las expresarán en
todo momento, de manera individual y en
caso alguno representando la opinión de
la revista. La opinión de la Revista
Literaria “EL RELATO” y la de su Editor/
Director, sólo se refleja en el editorial.
AINATHIN pág. 1
ANTONIO GARCÍA VARGAS pág. 2
JOSHUA FRANZOS págs. 3-4
EDUARDO SOSA págs. 5-6
ERNESTO KAHAN pág. 7
DANIEL DEFOE pág. 8
ANÓNIMO págs. 9-10
ION ANTOLÍN LLORENTE pág. 11
JORGE LEAL págs. 12-16-17
ÍNDICE DE AUTORES pág. 13
ROBERTO COTI pág. 13
KIKE EL DUENDE pág. 14
HIGORCA GÓMEZ CARRASCO pág. 15
DANIEL WALTER LENCINAS CAUTELA págs. 18-19
EDUARDO PÉRSICO págs. 20-21
RODRIGO CERDA pág. 22
ROSA CORTIZO ALONSO pág. 23
PEPE MÚJICA pág. 24
EL VER DE UN LOCO
Pobre loco este loco, que en su locura, vaga por este mundo sin camino prefijado, esta tan loco, que se puede poner
por horas, a ver crecer una hoja de un árbol o los pétalos
de una rosa morada, o “ver” el canto de un ave, esta tan
loco, que en esta loca y cruda época invernal, puede tomar
baños de sol, desde que amanece, hasta que este se recuesta lánguidamente sobre el horizonte, tratando de escapar de la mirada de este loco, que lo mira todo el día,
como si quisiera estar junto a el. Pero, "El loco", sigue firmemente mirando al cielo, hasta que se asoman las primeras estrellas y la luna, el loco sigue, ¡Ahí¡ Mirando, como si
de tanto mirar pudiera convertirse en una de ellas y así
viajar juntos, para ver todas las cosas del mundo, que ven,
el sol, la luna y las estrellas, pobre loco, este loco, que esta tan loco, que no ve que el loco, no es “él”, sino todos
los que lo rodean, ya que no pueden ver, lo que este loco
“ve”.
Escrito viendo las frondas moverse, por una leve brisa invernal, al atardecer de un día cualquiera, en la vida de este loco, que trata y trata en vano, olvidar lo que podría
haber sido el punto final de su camino en la vida…
Roberto Coti
Página 13
Cuentero y chef
El Relato - Noviembre 2013 - nº 13
LOS RIZOS DE MI JARDIN
lor castaño.
Aquella tarde esperaban, con ansia demasía, el camión que traería las cuatrocientas dosis de crecepelo. El pueblo tenía en los
últimos años una alta tasa de
hombres calvos, es más, durante los últimos años también
las mujeres comenzaban a tener
el mismo problema. A cien metros de la peluquería un fuerte
estruendo se escuchó a las siete
menos cuarto. El camión cisterna
que traía las esperadas cuatrocientas dosis volcaba esparciendo el preciado líquido.
El asfalto, las aceras y los jardines se bebieron literalmente el
maravilloso crece-pelo. Los ahorros de un pueblo tirados, nunca
mejor dicho, por los suelos. A la
mañana siguiente, poco después
de que los primeros rayos de sol
bañaran las calles, los jardines
víctimas del accidente habían
cambiado.
Un césped totalmente quemado
daba lugar horas más tarde a
una abundante capa de pelo.
Página 14
Tras comprobar
que era inútil intentar deshacer
este entuerto, cada ciudadano comenzó a cuidar
su peculiar jardín. Verónica lo
teñía de negro y
dejaba largas coletas a ambos
lados de su acera. Matilde y Paco lo alisaban para que su perro
Sony pudiera correr con mayor
facilidad. Virginia hacía trenzas
de setos a los lados de la entrada principal y adornaba con bolas de colores las puntas y, en mi
caso particular, le practicaba una
bonita permanente a mi pequeño
jardín.
Kike el
duende
Cuanto más
se cortaba
con el cortacésped más rápido
crecía y día a día se extendía,
efecto de una extraña polinización, a los demás jardines. En
una semana todas las zonas verdes del pueblo se habían con- vertido en raros jardines de pelo co-
Resultaban especialmente curiosos los rizos de mi jardín. Días
más tarde y, sin saber porqué,
todos despertamos con un hermoso césped verde sobre nuestra cabeza, después nos salieron
flores y la maleza se asomaba,
en casi todos los ancianos, por
los agujeros de las orejas.
Éramos macetas andantes que
paseábamos exhibiendo sobre
nuestras cabezas el privilegio
que la madre naturaleza nos
había otorgado. Ahora curiosamente me gusta salir también en
los días oscuros de lluvia, unas
gotas que son oro para mis verdes cabellos.
Fin
El Relato - Noviembre 2013 - nº 13
Autora: Higorca
Gómez Carrasco
Miembro de:
World Academy of Arts and Culture (WAAC). UNESCO
Directorio REMES: Red Mundial de Escritores en Español
Palabras diversas
Unión Hispanomundial de Escritores.
UNILETRAS
Sociedad Venezolana de Arte Internacional
Del Grupo de Editores de Lialdia.com
PADRES OLVIDADOS
Paseando por las residencias de lo que llaman “la tercera edad” nos podemos dar cuenta de la soledad y
desamor que tienen nuestros mayores.
Me siento al lado de una señora muy simpática. Su
pelo gris está bien peinado. Su cara sonrosada y no
muy arrugada deja entrever lo cuidada que ha sido su
piel. A pesar de los años viste con una elegancia y un
estilo muy personal. Hoy la encuentro con un pantalón blanco y una casaca estampada en tonos azules.
El collar y los zapatos haciendo juego. Sus uñas están
perfectamente cuidadas.
Un aroma suave y dulce nos da una confianza incomprensible. Nos invita a estar junto a ella.
La miro a los ojos y veo una tristeza infinita, de color
negro, son como un pozo en el que no encontramos el
final. Sonríe pero eso no quita la tristeza ¿por qué? me
pregunto.
Me cuenta que el compañero de toda la vida se fue
dejándola sola, sus hijos optaron por llevarla a una
residencia – ¡Allí no estarás sola! – le dijeron.
No se equivocaron. No han vuelto a verla. Dicen que
no tienen tiempo, el trabajo no les da respiro, nadie se
acuerda de ella. Dos lágrimas se escapan mientras me
cuenta el inmenso dolor que la invade. No pide nada,
simplemente una visita de vez en cuando, de sus hijos
o de sus nietos.
Un silencio sepulcral alrededor de ella y de tantas
otras que han dado parte de su vida por esos hijos
que en verdad no pidieron venir al mundo pero que a
fin de cuentas sus padres les dieron la oportunidad de
ver ese sol que alumbra cada día y tantas otras cosas
maravillosas que hay sobre la tierra.
Ellos tienen una oración siempre en sus labios, la musitan en silencio para que nadie las pueda oír y se preguntan una y otra vez ¿Dónde estáis hijos?
Página 15
¿DÓNDE ESTÁIS HIJOS?
Camino y no veo, busco en tinieblas.
Limpio mis lágrimas con frecuencia.
No lloro, extraño, nadie tengo…
La soledad, el silencio, el frío…
Ese frío que me consume,
aun siendo pleno verano
¡Es el frío del alma!
Cuando lo que queda es soledad…
Nada espero, porque nada tengo,
di todo sin esperar nada.
Ahora contengo mi aliento,
para que esas lágrimas amargas
no asomen a mi cara.
Me pregunto cada día
Cuando amanece el alba
¿Dónde estáis hijos del alma?
Nadie me contesta
Simplemente un suspiro,
que se escapa sin querer
de mi garganta.
Para repetir una y otra vez
¡Ay hijos, mis hijos del alma!
El Relato - Noviembre 2013 - nº 13
Por
Jorge Leal
si hablada desde la oscuridad se iban a sobresaltar. Me llamo Antonio y… vivo por estos rumbos.
- Buenas noches -le contestaron a la vez los sorprendidos
senderistas.
Un
caminante
Un grupo de cinco senderistas acampaba bajo un árbol, ya
entrada la noche. Rodeaban una fogata pequeña, e iluminando un mapa con sus linternas planeaban la caminata del
día siguiente.
La conversación se cortó de golpe cuando una figura salió
de la oscuridad. Era un hombre que aparentaba una edad
bastante avanzada. El visitante inesperado eligió una roca
para sentarse, después saludó:
- Buenas noches. Discúlpenme por aparecer así. Supuso que
No parecía alguien peligroso; tenía un aire de esos tíos bonachones que tienen todas las familias, y hablaba con la voz
pausada de los que han vivido mucho y le dan tiempo al
tiempo.
Repuestos del susto inicial que les causara, recordaron sus
buenos modales y le ofrecieron café y algo de comer, mas
Antonio rechazó la invitación amablemente:
- Gracias, pero no quiero nada, sólo compañía, por un rato,
si no les molesta la presencia de un viejo charlatán, claro.
- Para nada, no es molestia, don -dijo uno de los acampaba
allí.
- Por lo que veo andan de caminata -observó Antonio-. Cosa
buena.
Debe ser como una pequeña aventura. Hace mucho también
me gustaban las aventuras, tal vez demasiado, y la última
que viví dio un giro a mi existencia, pero ya es una historia antigua.
- Pues me ha dejado intrigado comentó sinceramente uno-. Estaría bueno si la contara, ¿verdad
muchachos?
Los otros dijeron que sí, y como
era obvio que Antonio quería contarla, se acomodaron rumbo a él.
La noche estaba por demás oscura, y la luz de la fogata resistía
temblando el asedio de las sombras.
- Con la excusa de luchar por algo
justo -empezó así su relato Antonio-, me lancé a una aventura
sumamente peligrosa: a la gue-
Página 16
(continúa en pág. 17)
El Relato - Noviembre 2013 - nº 13
(viene de pág. 16)
Por
Jorge Leal
me iba a servir de trinchera, y
si no, de escondite. ¡Pobre de
mí por elegir aquel lugar!
Me tendí en la escalera fría que
bajaba hacia la más cruda oscuridad, y espiando hacia afuera esperé, mirando por encima del caño del fusil.
Un
caminante
rra. Me uní a las fuerzas que luchaban contra Franco, y
aunque ya no era joven sé que fui útil a esa causa. Participé
en varios enfrentamientos y escaramuzas.
En una ocasión tuvimos que replegarnos hacia un pueblo
abandonado que estaba en ruinas. Cuando nos vimos ampliamente superados, el instinto de supervivencia prevaleció en la mayoría, lo que ocasionó una retirada a como diera
lugar. Recuerdo atravesar el pueblo bajo una lluvia de balas
que silbaban en el aire y picaban aquí y allá en las paredes y
en la calle. Favoreció un poco nuestra huida la noche que ya
dominaba casi todo el cielo. Alcancé a ver que algunos seguían por el camino que abandonaba el pueblo, pero yo tomé
otro rumbo, y cuando me di cuenta había ingresado al cementerio.
No sabía si me seguían de cerca o no. Al pasar al lado de la
entrada de una cripta, el viento, o vaya a saber qué, entornó
la reja que la protegía, y al ver que podía entrar allí me zambullí en su sombra y esperé. Si el enemigo me había visto
Página 17
La claridad que quedaba del día terminó de desvanecerse,
pero enseguida asomó la luna y mostró toda la decadencia
inquietante del cementerio. Desde ese momento no supe
más nada del enemigo, pues un silencio aterrador dominaba ahora todo el lugar. Creí que tal vez buscaban sigilosamente, por eso permanecí inmutable, escudriñando. Pero pasaban los minutos y no
escuchaba nada. No me parecía lógico que
abandonaran aquel lugar solamente para
perseguir a unos pocos. Ahora deduzco que
los de Franco sabían algo que yo ignoraba.
Seguía tendido en la entrada de la cripta
cuando escuché un ruido, y lo que lo hizo
más aterrador fue su origen, pues no venía
de afuera, venía del interior de la cripta, de
la oscuridad cerrada que tenía a mi espalda.
El sonido era claro: una tapa de ataúd acababa de caer al suelo. Después escuché el
ruido sordo de pies descalzos corriendo
hacia mí, subiendo la escalera de piedra
rápidamente, y cuando volteé una figura
decrépita se abalanzaba hacia mí lanzando
un grito espantoso.
Sentí tanto terror en un instante tan breve
que me desmayé; en ese momento creí que había muerto.
Desperté por la mañana. Me habían mordido en varias partes del cuerpo pero apenas si había rastros de mi sangre en
el suelo. Cuando quise marcharme de allí, no pude, el día ya
no era para mí, y tuve que esperar que cayera la noche concluyó Antonio, dejando a sus oyentes asombrados. Pero
después de sonreír les dijo-: No se lo crean, muchachos, que
es sólo un cuento de terror que inventé.
Luego de la aclaración todos sonrieron. No mucho más tarde Antonio se retiró, se perdió en la noche.
- Que buen cuento de terror que nos narró -comentó el que
se encargaba de mantener vivo el fuego.
- No sé si fue un cuento -opinó uno-. Durante todo el día no
vimos ni una casa, y que yo sepa no la hay, y como habrán
notado, el tipo anda sin mochila ni bolso ni nada, en una
zona agreste como esta, ¿no les parece raro? Y creo que más
raro es que alguien camine como si nada por una oscuridad
tan cerrada como esta.
El Relato - Noviembre 2013 - nº 13
Daniel Walter Lencinas Cautela
El Vaticano y la Teología de la Liberación:
Se acabó la guerra
Cuando el Papa Francisco era
simplemente “el Padre Jorge” y
estaba al frente del Arzobispado
de Buenos Aires, era común
verlo moverse en el transporte
público urbano desde su sede
arzobispal a los barrios más pobres del conurbano bonaerense.
Allí se dedicaba a ayudar a preparar la comida de los pobres, y
él mismo servía los alimentos,
tampoco era raro verlo en las
cárceles visitando a los presidiarios o en pabellones de enfermos de SIDA dando consuelo
y esperanza a quienes allí estaban.
ía de la Liberación, y no es extraño que su primer viaje pastoral, más a allá de la coincidencia de la Jornada Mundial de
Juventud que se celebra en Rio
de Janeiro, haya sido a Brasil,
cuna de uno de los “padres” de
esa corriente teológica, el brasileño Leonardo Boff, quien junto
con su hermano Clodovis Boff,
el peruano e iniciador de esa
línea de pensamiento Gustavo
Gutiérrez, y el nicaragüense Ernesto Cardenal, además de
otros, debieron soportar la imposición de silencio que Juan
Pablo II les ordenase.
Del mismo modo, no era extraño verlo involucrado en el reclamo político en favor de los más
desposeídos, de los desempleados, de los abandonados. Como
buen jesuita misionero, entendió desde siempre el evangelio
como una lucha. El fundador de
la Compañía de Jesús, San Ignacio de Loyola, había sido un
militar que después de tomar
los hábitos sacerdotales organizó su congregación con una
estructura militar, ideó sus famosos retiros espirituales en
silencio, conocidos como retiros
ignacianos, a partir del principio
de que se debe luchar una batalla contra las debilidades
humanas venciéndolas en la
fortaleza que da Cristo.
Era comprensible que el Papa
polaco no coincidiese con los
planteamientos de la Teología
de la Liberación. Para él todo
eso tenía demasiado “olor” a
comunismo, algo que para
quien ha crecido bajo la opresión del régimen comunista y
ha debido convivir con la persecución y la clandestinidad, no
podía tener cabida en la sana
ortodoxia de la fe católica.
El percibir el evangelio como
una lucha sin armas y su cercanía permanente a los más pobres y marginados de la sociedad, además de su visión que él
como sacerdote debía tener en
los reclamos políticos lo ubica,
al ahora Sumo Pontífice, en una
senda muy cercana a la TeologPágina 18
Juan Pablo II fue clave, en gran
medida a través de Jean-Yves
Calvez su delegado en la Unión
Soviética y autor del libro “El
pensamiento de Carlos Marx”,
de colaborar con Gorbachov en
la Perestroika que desmanteló
el sistema comunista. Es conocido por todos sus sentimientos
anticomunistas; sin embargo
esto no ocurre con su sucesor el
Papa Francisco, que viene de
una tierra donde la idea socialista nunca estuvo muy alejada
del común de la población.
Francisco tiene una formación
política basada en las doctrinas
de justicia social que planteó el
presidente argentino Juan Domingo Perón y su esposa Evita,
doctrinas que a su vez concuerdan plenamente con la Doctrina
Social de la Iglesia Católica, como yo mismo lo demuestro en
mi libro “De los Papas a
Perón“.
Esto, sumado a su trabajo pastoral y su formación jesuita, por
no hablar de los innumerables
gestos que desde que asumió
su pontificado viene dando el
Papa Francisco tratando de retomar el compromiso de austeridad y empatía con los pobres
y las causas sociales que el cristianismo exhibió en sus inicios,
lo sitúan mucho más cerca de la
Teología de la Liberación de lo
que muchos en el Vaticano les
gustaría admitir, excepto nada
menos que por el arzobispo
Gerhard Ludwig Müller, actual
Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, quien
dijo en Junio de este año “El
movimiento eclesial teológico
de América Latina, conocido como “teología de la liberación”,
que después del Vaticano II encontró eco en todo el mundo,
debe ser considerado, según mi
parecer, entre las corrientes...
(continúa en pág. 19)
El Relato - Noviembre 2013 - nº 13
Daniel Walter Lencinas Cautela
(viene de pág. 18)
El Vaticano y la Teología de la Liberación:
Se acabó la guerra
más significativas de la teología
católica del siglo XX”. Cabe recordar que la Congregación para la Doctrina de la Fe es ni más
ni menos el dicasterio que
ocupó el cardenal Ratzinger,
después Papa Benedicto XVI,
durante el pontificado de Juan
Pablo II y lugar desde los que
se emitieron todas las condenas
de silencio a los teólogos fundadores de la Teología de la Liberación.
Que Francisco haya inaugurado
sus alocuciones oficiales en Brasil, junto a la Presidenta Dilma
Rousseff, expresando “No tengo
oro ni plata, pero traigo conmigo lo más valioso: Jesucristo”, y
Página 19
que haya escogido para movilizarse desde el aeropuerto hasta
la sede del gobierno un humilde
Fiat Idea sin blindaje y con la
ventanilla baja, para que todos
pudieran acercarse y tocar su
mano, aunque los guardias intentaran impedir eso a toda
costa, no sólo lo reflejan como
el mismo cardenal que se calzaba un delantal de cocina y servía él mismo la comida a los más
pobres, sino también como un
hombre a quien los predicamentos del peruano Gutiérrez no le
son ajenos.
Francisco también parece creer,
tal como lo postula la Teología
de la Liberación, que en lugar
de esperar que el hombre sea
transformado en algo mucho
mejor el Otro Mundo, hay que
transformar este Mundo en Otro
mucho mejor donde todos los
hombres podamos vivir, con
justicia social, las bondades del
Evangelio.
El Relato - Noviembre 2013 - nº 13
Por Eduardo Pérsico
DE COMPADRITOS,
TANGOS Y CANTE JONDO
…todos los movimientos del compadrito revelan al majo; el movimiento de los hombros, los
ademanes, la colocación del
sombrero y hasta la manera
de escupir entre los colmillos, todo es de un andaluz
genuino. Domingo fasutino
Sarmiento.
Se dice que el tango nos
llegara por los años 1880 desde
la habanera cubana y que al
recibir letrillas prostibularias se
transformara con perfiles enriquecedores y otros no tanto.
También que los primeros tangos fueron sólo bailables, sin
canto, y por 1890 se le agregaran letras picarescas y lunfardas
y acaso eso no fuera muy incierto. Más esa idea es ajena al
aporte de la raíz andaluza de
los primeros tangos, tan evidente en don Angel Villoldo como autor fundacional cuya obra
más meritoria se diera a inicios
del siglo veinte.
Y aquel razonamiento que hizo
inseparable al tango del lunfardo, -ese código entre dos para que no se entere un terceroal fin resultarían dos expresiones independientes aunque dos
absolutos perfiles argentinos.
Creíbles, con identidad libre de
la colonia y que bien entrado ya
el siglo veintiuno, persisten en
la entretela de nuestra identidad. Por más que el tanguillo
andaluz, la habanera y el fado
portugués ayudan a interpretar
el origen del tango y su sensiblería que persiste.
Pese a no ser al princiPágina 20
pio un género cantable, el especialista Roberto Selles dice que
la milonga fue ‘una especie musical surgida del canto, como su
antecesora, la guajira flamenca’, en cuanto ‘milonga’ es una
voz del Quimbunda, habla de
los negros de Brasil que significa ‘milonga: muchas palabras,
palabrerío’.
Así que hoy decir ‘déjese de
tanta milonga’ expresa ‘por favor, no hable de más’; algo que
enlaza a las guajiras acriolladas
entonadas por los porteños con
letrillas andaluzas de carnadura
prostibularia y ya por 1868, aparece el primer tango en Argentina, ‘El negro Schicoba’, del organista de la Catedral de Buenos Aires José María Palanzuelo,
y que era una jugueton canción
andaluza que decía ‘un tango
cara cun tango, un tango cara
cun té, dame un besito mi negra ahora que nadie nos ve’.
Más tarde, en Danzas Clásicas
Españolas de Caballero Bonald
se habla del ´bartolo’ o ‘bartolillo’: ‘Bartolo tenía una flauta
con un agujero sólo y su madre
le decía, tocá la flauta Bartolo’.
Que en Uruguay se adaptara
por milonga y en Argentina se
cantara ‘Bartolo dejó una mina,
yo no la quiero dejar, porque
me calza me viste y me da para
morfar’. Anterior a esto ya
existían tangos andaluces marcados con el ritmo de la habanera cubana, como el ‘Queco’,
sinónimo de quilombo o prostíbulo, que cantarían las tropas
del general Arredondo por
1875. ‘Queco vení pal hueco,
Queco, te tengo que hablar’, ya
como tango compadrito, y en
Colección de Cantes Flamencos,
de Antonio Machado y Álvarez
de 1881 se nombra ‘El Tango de
la Casera’ que aludía a las romerías de la Recoleta, reuniones familiares de día y por la
noche reunía a los primerizos
bailarines de tango.
El ya mencionado Ángel Villoldo, -primer autor profesional
del tango con rigor musical pero
letrista de ‘La Morocha’, su tango más renombrado de 1905
sobre música del pianista Enrique Saborido, concebiría a ese
tema como un cuplé a ser cantado por la ‘española’ Lola Candales quien junto a Saborido
actuaban en un cafetín de la
calle Reconquista en Buenos
Aires. Y un poco al margen,
tanto el pianista Saborido como
la ‘cupletista española’ Lola
Candales eran uruguayos de
Montevideo; y por esas cosas…
Por 1906 Ángel Villoldo compone letra y música de ‘Cuidado
con los Cincuenta’, un tema ingenioso que medio siglo más
tarde grabado por varias orquestas modernas. Y ese tema
por su letra y el tratamiento
musical inusual sería considerado como un indudable tango
andaluz: ‘una ordenanza sobre
la moral decretó la autoridad
policial, y por la que hombre se
debe abstener decir palabras
dulces a una mujer. Chitón, que
(continúa en pág. 22)
El Relato - Noviembre 2013 - nº 13
(viene de pág. 21)
al que se propase cincuenta le
harán pagar’. Además del reconocido ‘Cuidado con los Cincuenta’
quedan otros rastros del género
chico español en los compadritos
del precursor Villoldo: ‘aquí tienen al torito, el criollo más compadrito que pisó la población’ hoy
mismo suena como zarzuelero y
divertido. Y se nos ocurre que
este mismo autor, -que fuera
también tipógrafo de oficio- acaso conociera la opinión que Domingo Faustino Sarmiento diera
en su libro ‘Facundo, Civilización
y Barbarie’por 1845: ‘en Buenos
Aires sobre todo, todavía está
muy vivo el tipo popular español,
el majo… todos los movimientos
del compadrito revelan al majo;
el movimiento de los hombros,
los ademanes, la colocación del
sombrero y hasta la manera de
escupir entre los colmillos, todo
es de un andaluz genuino’. Una
aguda observación de un Sarmiento poco concurrido en el
ámbito de la tanguería.
Durante más de cien años el
tango tuvo notorios cambios rítmicos y sus letras marcarían notoriamente la literatura de los argentinos. Hoy
los escasos nuevos tangos
cantables sostienen su argumentación de lo personal
a lo social, y aunque su
construcción lo tiende a ser
música de cámara propia
para hábiles solistas, su espíritu sos- tiene el ‘sabor’ inherente a su origen.
Y ya Jorge Luis Borges por
1930 había advertido sobre
la calidad literaria de sus
Página 21
letras: ‘de valor
desigual porque proceden de plumas heterogéneas, las letras de tango que
la inspiración o la
industria han elaborado, integran un
inextrincable Corpus Poeticum que
los
historiadores
algún día vindicarán. Es verosímil
que hacia 1990
Por Eduardo Pérsico
surja la sospecha
de que la verdadera poesía de nuestro tiempo no está en ‘La Urna’, rio caótico’. Una reflexión propia
de Enrique Banchs ni en ‘Luz de de un indudable argentino como
Provincia’ de Carlos Mastronardi, él, sobre nuestra canción identifisino en las piezas imperfectas catoria…
que se atesoran en ‘El alma que
Pero no sólo a propósito del
Canta’.
tango nos debemos algunos deY sin ambages se refirió Borges a bates, sino a propósito de otras
una popular publicación semanal expresiones de nuestros hábitos y
que difundía letras de nuevos y cultura. Que a veces los argentiviejos tangos, agregaría el escri- nos no encaramos acaso para
tor ‘esta suposición melancólica o mantener vigentes ciertas contradicciones.
una culpable negligencia, me ha
vedado el estudio de ese reperto-
DE
COMPADRITOS,
TANGOS Y
CANTE JONDO
El Relato - Noviembre 2013 - nº 13
Rodrigo Cerda
La
Caleta
Un viaje que no planifiqué, nunca supe cuantas horas duraba
hasta que descendimos del bus
a una tierra rojiza de sol, piedras, zorros y camanchaca...
El desafío característico de un
grupo en condiciones adversas,
algo fácil de escribir, pero imposible de explicar con palabras,
ese lenguaje de las emociones y
sentimientos que solo puede
expresarse en el contacto, con
saludos, juegos, canciones,
abrazos, miradas y risas...
Tal canción del 7° de línea, la
labor nos llevo a avanzar cada
día entre sudor y sed, con la
recompensa de un manto de
estrellas y una potente luna que
nos visitaba de noche en vez,
nuestros ojos no debían cerrarse, pero seguir en pie no era
prudente, debimos extender las
tardes, los círculos y nuestras
linternas...
No sé si esta historia corresponda a algún libro, quisiera pensar
que solo es un capítulo después
de tantos otros que vendrán,
hay tanto aún por contar, tanto
por hacer, tanta gente aún que
estará en el camino, que mi actitud frente a, seguir adelante
aumenta cada vez más, porque
sé que su amor viaja conmigo...
Ahora que sólo resuena el eco
Un día que olvidar...
Como de un día a otro todo puede
cambiar, para bien o para mal los
cambios son buenos, pese a todo lo
que venga, el cambio es la señal del
desarrollo, a mi me pasó un día de
esos...
de nuestras almas unísonas en
Pan de Azúcar, la geografía de
nuestra tierra nos separa, estando en medio de aquella Caleta de soñadores, cuando entendimos que fuimos bendecidos de comer en la misma mesa, tenemos que seguir adelante cargando las esperanzas de
aquellos que se grabaron en
nuestro corazón...
po para ambos, pero mi descuido me llevó a quedar botado en el camino antes de estropear el vehículo por falta de ajustes, forzado a dejar mi ropa de presentación,
pretendí arreglar lo que aún no sé
arreglar, mi camioneta, terminando
en manos de un par de mecánicos
que se llevaron parte del problema y
todo mi dinero...
Tan solo las cosas no han sido como esperaba, el trabajo, mis clases
y mis nuevos desafíos, empecé
aquel día dejando atrás aquel pasado de derrotas, embarcándome a mi
nuevo desafío, lleno de entusiasmo
con esa gota de incertidumbre y
temor, esa que parece vibrar y emitir un sonido bajo, que puede resonar y ensordecer, aquel día pasó...
Quedé sin ni un cuesco, y con las
pocas monedas que sobraron termine el viaje a casa, me presenté igual
a mi entrevista y al siguiente día fui
a trabajar donde estoy actualmente,
pero casi no llego a la cita con mi
profesor del cual dependía para
terminar un ramo de aquellos, lo
bueno es que pasó, pero terminé
desmoralizado y solo supe caer a mi
cama destruido, pensando que este
día es un día para olvidar...
Salí lleno con esperanza, en camioneta para comenzar mi nuevo trabajo, mientras incluso debía presentarme en otro, eso era un buen
indicio, al punto que no había tiem-
Quizá, solo este mirando de muy
cerca y este día marque mi nuevo
horizonte...
Página 22
RODRIGO CERDA
El Relato - Noviembre 2013 - nº 13
Autora:
Hoy amaneció el día lluvioso motivo para que, en
las casas del Levante almeriense, en las cocinas se
guisen las tradicionales migas, comida sana y
económica de toda la vida que vuelve a las mesas
para agrado de grandes y chicos.
Las abuelas recobran el protagonismo y la rasera se mueve con destreza
en la paila.
Estamos en la resaca de una
opulencia falsa y global, que nos guiaba
sin rumbo, o mejor dicho a tele pizza.
Por eso mismo y porque llueve,
hoy me he decidido a salir al campo, a
buscar caracoles, espero encontrar algunos entre los naranjales , ya cada vez
son mas escasos, causantes los pesticidas y la agricultura que se extiende otra
vez por esta zona, es increíble ver lo
que esta tierra árida produce:
Melones, sandias, brócoli, alcachofas, cítricos, lechugas etc., nadie lo
diría al ver este paisaje sin agua, seco y
ocre.
Cuando esté en el campo me
daré una vuelta por el cortijillo del Martinillo, para
ver si hay espárragos trigueros e hinojos, también
cogeré una mata de tomillo y alguna cerraja. Como
dice la chacha Rita, todo lo que nada, corre y vuela
a la cazuela.
Manola mi vecina, hace en sus ratos de
cháchara a la fresca con las vecinas, unos gurullos a
mano que luego reparte entre todas ellas como joya
granulada para buenos potajes, la tradición le viene
Rosa Cortizo Alonso
de sus mayores, era la época de subsistencia cuando las familias tenían lo justo para salir adelante.
Olvidémonos de las comidas basura, que nos
tienen sebosos e hipertensos como los americanos, bueno, ahora que lo pienso, menos Obama,
se ve que el Mister como bien y poco, no como su
señora Michelle que está un poco metida en carnes magras de pata negra
Ahora volvemos a respetar la tradición,
otra vez en vacas flacas se agradecen las manos
sabias de las abuelas y titas que saben llenar estómagos sin apenas gastar dinero. Volvemos a la
coherencia, al sentido común, a valorar y desear
tener un trozo de tierra para comer sin aditivos, ni
colorantes ni conservantes, volver a lo tradicional, a
lo auténtico, sin excesos de embalajes que cuestan
más que el producto.
Yo me alegro de haber aprendido otra vez a
reciclar después de mi época
madrileña tuve un relax, aunque pienso que este pequeño
gesto no es suficiente, veo
calles sucias, cacas de perros
por todos los lados, y eso que
ahora empezamos a tener
consciencia de nuestro mundo
contaminado, por eso también
guardo tapones, hago cosas
con bolsas recicladas, esterillas etc., broches con cápsulas
de café, aunque comprenda
que sería mejor hacer el café
en la olla como antaño y dejarnos de hacer rico a George
Cloony. Nunca es tarde.
El reciclado, todo un mundo
a descubrir, si no que se lo
digan a Justo Gallego que construye su propia catedral en Mejorada del Campo. Con lo que tiramos
podríamos levantar ciudades con los materiales que
desechamos.
Que no siga la crisis por mucho tiempo, o tal
vez si, para que seamos más conscientes de lo que
somos, lo que tenemos, de donde venimos y sobre
todo a donde vamos. Porque como dijo otro que era
listo, SOMOS LO QUE COMEMOS.
HISTORIAS
EN
TIEMPOS
DE CRISIS
Página 23
El Relato - Noviembre 2013 - nº 13
El presidente de Uruguay, José Mujica, se refirió
a la eventual acción armada de EE.UU. contra
Siria, plateando que sólo traería más sufrimiento
para las víctimas de la guerra y no solucionaría la
problemática de fondo.
“Es imposible ahogar una guerra con más guerras, es intentar apagar una hoguera echando
más combustible”, dijo en su habitual mensaje
por radio según consigna El País, citando como
ejemplo los recientes casos de Irak, Afganistán y
Libia.
“Se desemboca en un camino
de conflictos internos y se
asegura un hondo resentimiento que se transforma en
lucha y resistencia”, continuó
el mandatario, para luego expresar que “el único bombardeo admisible en Siria es leche en polvo, galletas y comida, no armas”.
En la misma linea, Mujica aseguró que los únicos beneficia-
Página 24
dos con un ataque serían “los especuladores financieros, que ni lentos ni perezosos van a estar
al golpe del balde aprovechando los sustos en
una zona de guerra”.
“Cada uno de los intentos de los últimos 20 o 30
años por imponer la democracia occidental a cañonazos, allí en la Asia menor o en el mundo árabe, el resultado final de semejante sacrificio son
dolorosos genocidios”, sentenció.
Pepe Mujica: “El único
bombardeo admisible en Siria es
leche en polvo, galletas y comida”

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