(EL RELATO N\272 13 NOVIEMBRE)
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(EL RELATO N\272 13 NOVIEMBRE)
NOVIEMBRE 2013 El Relato Autora: Ainathin Edita: A.T.T. Idea, Diseño y Dirección: Antonio Torres Tripiana Redacción: * Luís Parra * Montserrat Torres Martínez * Guillermo de Jorge * Antonio García Vargas Recepción de Originales: Telf.: 617-42-11-17 Correo: [email protected] [email protected] www.http:// elrelato.jimdo.com Noviembre de 2013 - nº 13 La Revista Literaria “EL RELATO” y su Editor/Director no se hacen responsables de las opiniones de los colaboradores que las expresarán en todo momento, de manera individual y en caso alguno representando la opinión de la revista. La opinión de la Revista Literaria “EL RELATO” y la de su Editor/ Director sólo se refleja en el editorial. Elucubrando la noche Hay tantas interrogantes que no se como responder, hay tanto cariño que no se como agradecer, hay tanto… Por eso en mi pecho tengo cajita en la cual guardo los tesoros preciados y en ella he ido guardando cada amigo, cada gesto, cada flor, el sonido del viento, las hojas de los árboles, el canto de las aves, la sonrisa de un niño, la claridad del agua, los mas hermosos versos creados por el hombre, un suspiro, una lágrima, más de algún ocaso, mi admiración por mis pequeños y grandes amigos poetas, por la genialidad de sus versos, por el amor que conlleva escribir. He guardado en esta cajita, que como podrán ver es mágica, ya que no posee fondo, cada palabra obsequiada a mi ser. Que de cosas amigos míos he guardado, un beso por allí robado, el primero recibido, la primera entrega entre sábanas blancas, la noche y sus sueños. Creo que hasta me olvido de todo lo que acumulo, pero me he dado cuenta que no solo mi corazón guarda, hay alguien más que guarda dentro de mí, que guarda las lágrimas de mis hermanos, la mirada del hambre, la traición, la humillación de tu gente, el dolor de la muerte, el sufrimiento de las enfermedades, las guerras que se llevan tantos muertos inútilmente muertos como dijese Marco, el niño sin hogar, la madre que lo golpeó, aquel que robó lo material y la vida sin justificación, las drogas, noches de sexos sin amor, el vaso que nubla todo entendimiento, el espanto, el vagabundo que me miró, el grito del aborto, el dolor, el grito, de vivir sobreviviendo y se acumulan mis cascadas y me detengo y hago un aro en mis versos y grito en el bullicio de este mundo donde mi voz se queda sin eco y la fiebre me arrasa por ver las matanzas, la sangre que derraman mis manos, soy tan culpable que ya no me puedo mis culpas, es que mis versos no alcanzan para gritar ¡basta!, es que siento que pierdo esta mi única batalla. Si me preguntas que siembro, te diré la esperanza de un mundo distinto, de un mundo ya en calma, donde el olvido sea el aroma de una nueva mañana, donde nazcan mis versos profundos como el agua, solo llamando a soñar que tu amas, solo esperando aquella nueva mañana y no me llames ilusa por amar con mas ganas, y no me digas tonta por valorar tus mañanas, y no me pidas que no te ame, porque no conozco otra palabra, simplemente deja que te sueñe, que te cante, con estos versos que duelen, con compromiso de mi alma, con este caminar que sueña que vive, porque cada sentimiento solo son ecos de lo guardado en mi ser. Es que son tantas las voces que se han guardado en mí, tantos que gritan que me mire, que cambie que es hoy, que es tarde, que es quizás la hora para tejer un nuevo mañana sin mentiras, sin trampas, sin odios, sin, sin quizás ya es hora que se duerma mi voz, buenas noches mi vida, buenas noches mi amor… El Relato - Noviembre 2013 - nº 13 ANTONIO GARCÍA VARGAS Relatos, microcuentos y otros Nacido en Almería, España, en 1942. Profesor de F. V. Diplomado en Psicología. Fiscal Internacional de Derechos Humanos de la Infancia. Miembro Asociación de Escritores y Artistas Españoles. Miembro de la Sociedad Internacional de Poetas Escritores y Artistas (California). Miembro de la Asociación Canadiense de Hispanistas. Miembro de WAAC – WCP (Academia Mundial de Artes y Cultura). Miembro del Departamento de Creatividad de Dreamworks, U. S. A. Presidente de la Comunidad Internacional “Poetas por la Paz”. Sus trabajos figuran en el Archivo Mundial de Poesía de UNESCO y en Instituciones y Universidades de todo el mundo. Premio “Formas fractales en la poesía” Brasil, 2003. Premio “Boa Pessoa” Brasil, 2004. Premio Asociación Literaria Juan Uceda, España 2005. 2º Premio BBC - World de relato, abril, 2005. Premio I Certamen de Haiku - RENFE, España 2006. Premio de Poesía “Congreso Mundial de Poetas 2008” en Acapulco, concedido por WAAC (Academia Mundial de Artes y Cultura). Primer Premio Internacional de Poesía Hispanoamericana, CUPHI 2010, Tijuana, Baja California, México entre otros premios y distinciones. Últimos libros personales publicados: INTIMÍSSIMO; Y TÚ COMO SI NADA; JARDÍN ANDALUSÍ; CARPE DIEM; YO SÉ; SALIVAS BAJO LLAVE; SONETOS DE SHAKESPEARE EN HEXÁMETROS (I); ALMERÍA TEMPRANA; 90 GRADOS; PUNTOS SUSPENSIVOS; EFECTO MARIPOSA. (Todos bajo el sello editorial de Bubok Publishing, S. L.) Página 2 CICLOS Todo ciclo llega al punto de inflexión con una crisis económica que determina una crisis aguda de valores que raya el histerismo colectivo. Ya ocurrió en 1929 y dio lugar a la mayor barbaridad provocada que conoce la Historia. En Alemania se llegó al paroxismo en una situación similar a la que vivimos en la actualidad, con la que cabe hacer paralelismos evidentes aunque no totales afortunadamente. Los alemanes, por miedo al caos y a los “rojos” —el Coco de aquellas fechas—, auparon al poder a aquel hombre llamado Adolfo Hitler pensando que era el único que sabría defender a la joven democracia de entonces. ¿Era tan malo Hitler? Pues parece que no; quería a su pueblo y logró en los primeros momentos grandes progresos en la maltrecha economía. De hecho, incluso en las postrimerías de la derrota, creía firmemente estar haciendo lo correcto. Poco después, la dictadura nazi lleva al país al histerismo total despojando al hombre de su dignidad básica como ser humano — aunque decía ser defensora de la Paz y el Progreso— y al resto del mundo a una guerra terrible que se salda con millones de muertos y la ruina total, material, ética y anímica, de Alemania. ¿Son inevitables estos ciclos? ¿Estamos inmersos en un fractal gigantesco donde el aleteo de un mosquito determina sucesos inevitables en el otro lado del planeta? ¿Estamos asistiendo a un nuevo capítulo de un desastre anunciado? ¿Seguiremos dejando que unos cuántos provoquen esta confrontación de valores que lleva irremediablemente al desastre integral del individuo anulando sus defensas básicas como persona? El Relato - Noviembre 2013 - nº 13 CIENCIA Estados Unidos zanja la polémica de las células de Henrietta, la mujer «inmortal» JO SHU A FRANZO S Un equipo de la Universidad de Washington, en Estados Unidos, ha dado a conocer un retrato completo del genoma de la primera línea inmortal celular del mundo, conocida como HeLa, que se obtuvo en 1951 de un cáncer cervical agresivo que mató a Henrietta Lacks, una afroamericana agricultora de tabaco de 31 años de edad y madre de cinco hijos, cuya historia narra el tema del best seller del New York Times de 2010 titulado «La vida inmortal de Henrietta Lacks». Este equipo será el primer grupo en publicar los datos genómicos de HeLa bajo una nueva política de los Institutos Nacionales de Salud norteamericaPágina 3 nos (NIH, en sus siglas en inglés) establecida a través de negociaciones con la familia de Lacks, que nunca se ha visto compensada por el uso de las células que han creado una industria multimillonaria, ni han tenido voz ni voto en cómo se utiliza la información hasta ahora. «La secuencia generada por todo el genoma de la línea celular HeLa es un recurso valioso que puede dar lugar a nuevos conocimientos biomédicos basados en investigaciones que utilizan estas células», explicó Eric D. Green, director del Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano en el NIH. «Estamos muy agradecidos a la familia por estar de acuerdo en establecer un marco que haga que estos valiosos datos estén disposición de los investigadores», agrega. El estudio de la UW, publicado en la última edición de la revista Nature, reconstruye la complicada inserción del genoma del virus del papiloma humano (VPH), que contiene su propio conjunto de genes del cáncer, en el genoma de Lacks cerca de un «oncogén», una forma natural de gen que puede causar cáncer cuando se altera. Milagro de la medicina Los investigadores demostraron que la proximidad del genoma de VPH con el oncogén dio lugar a su activación, lo que……. (continúa en pág. 4) El Relato - Noviembre 2013 - nº 13 (viene de pág. 3) podría explicar de la agresividad de ambos, el cáncer de Lacks y la línea celular HeLa. «Esto fue similar a una tormenta perfecta de lo que puede ir mal en una célula», puso como ejemplo Andrew Adey, estudiante de doctorado en Ciencias del Genoma en la Universidad de Washington y coprimer autor del estudio. Los científicos han intentado durante mucho tiempo reproducir células en un cultivo, pero finalmente morían. Las células HeLa, tomadas de Lacks en 1951, sin embargo, reproducen toda una generación cada 24 horas y nunca se detienen, por lo que se consideran uno de los mayores milagros de la medicina en el siglo pasado, al permitir a los científicos realizar experimentos sin necesidad de utilizar un ser humano vivo y dar lugar a grandes avances médicos, como la vacuna contra la polio, la clonación y ayudar al desarrollo de fármacos para el tratamiento de enfermedades graves como el herpes, la leucemia, la gripe, la hemofilia y la enfermedad de Parkinson. Los autores dijeron que su estudio podría explicar, al menos en parte, por qué HeLa es única. Además, descubrieron que el genoma de la línea celular HeLa, que ha sido replicado miles de millones de veces, se ha mantenido relativamente estable. También dijeron que sus resultados pueden ayudar a Página 4 CIENCIA Estados Unidos zanja la polémica de las células de Henrietta, la mujer «inmortal» otros investigadores que estudian el cáncer mediante el estudio de líneas celulares inmortalizadas. Secuenciar células gracias a la tecnología «Hemos demostrado el valor de un análisis global, a través de los llamados haplotipos, en la caracterización de genomas y epigenomas del cáncer», dijo el investigador Jay Shendure, profesor asociado de Ciencias del Genoma en UW y autor principal del artículo en Nature. Los haplotipos, en definitiva, ofrecen una descripción más completa y la interpretación de los genomas, la diversidad genética y la ascendencia genética, separando las variaciones genéticas que están presentes en cada copia de cada cromosoma. En marzo, un equipo de Europa secuenció el genoma de una cepa HeLa diferente, dio a conocer los resultados y depositó los datos en un sitio web de acceso público. Esto condujo a la protesta científica provocada por un artículo de opinión en The New York Times por el autor del libro de Rebecca Skloot sobre Henrietta Lacks. El grupo europeo se disculpó más tarde y retiró los datos. La controversia empujó al NIH a establecer las normas, que se publican también este jueves, tras reunirse con miembros de la familia y dos miembros del NIH en un comité asesor para otorgar la autorización, explicó Larry Thompson, jefe de comunicaciones del Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano en el NIH. En este sentido, agregó que la generación más joven de la familia Lacks se da cuenta de que la tecnología ha avanzado tanto que cualquiera puede ahora secuenciar las células para obtener datos genéticos. Científicos publican por primera vez con el consentimiento familiar, el genoma del cáncer de útero de la paciente afroamericana que permitió salvar miles de vidas La primera línea inmortal celular del mundo, HeLa, se obtuvo en 1951 de un cáncer cervical agresivo que mató a Henrietta Lacks, una afroamericana agricultora de tabaco.. El Relato - Noviembre 2013 - nº 13 Autor: EDUARDO SOSA Cuando la adivina dio vuelta esa última carta, Joseph supo que no valía la pena preguntar nada. Era conveniente quedarse en silencio. Durante unos segundos ni siquiera levantó la vista para mirar a la anciana, quien gustaba impresionar a sus clientes, observándolos fijo, inquisitivamente. Esa constituía su mejor técnica. Un cliente preocupado ó temeroso, siempre regresaba. Decirle a la gente que todo está bien y que su futuro es promisorio, era, de tura bastante amplia. Se había deslumbrado con miles de paisajes, con miles de costumbres y conocía innumerables anécdotas. Buenas, malas, peligrosas… Al volver de su tercer visita a Londres, tuvo que soportar el golpe más duro de su vida. Su esposa Amanda y sus hijas, Ruth y Angie, fallecieron trágicamente en un intento de robo. Los asesinos, para quedarse con un poco de dinero en efectivo y un reloj pulsera de relativo valor, les dispararon dos balazos a ella y un balazo a cada una de El Tapete Rojo... SINOPSIS Un corazón triste, un dolor interminable... ¿Puede alguien adivinarnos el futuro y situarnos tan cerca de la muerte? alguna manera, atentar contra sus...propios intereses, por eso, Madame Cristhine... sonrió. Tenía a Joseph donde quería. En el límite entre la duda y el miedo. No importaba la razón ó los argumentos. Él había ido voluntariamente a preguntar lo que tal vez ya sabía e imaginaba. Ella simplemente le daba lo que él quería. Por lo general, las mujeres en estos casos se largaban a llorar, gemían, temblaban y tenían hasta accesos de terror. Miraban a Cristhine con desesperación, angustia. Interrogándola con los ojos, muchas veces, asombrosamente abiertos. Salvo raras ocasiones en que, las más jóvenes y despreocupadas, reían nerviosas. Pero allí, era la ocasión precisa de usar las dotes de convencimiento que poseen quienes se dedican al arte de la adivinación. Especialmente las gitanas… Los hombres, por su parte, nunca eran muy expresivos. Eran prácticos. Lo tomaban ó lo dejaban. Muchos escépticos exigían más pruebas acerca de lo que representaba esa figura y su simbología en el Tarot. Joseph iba a cumplir cincuenta años. A esa edad en que otros físicamente comienzan a decaer, él sin embargo, no tenía muchos achaques. Jugaba de vez en cuando al fútbol ó trotaba en el Parque de la ciudad. Bebía moderadamente, algún cumpleaños ó evento íntimo con ocasionales compañeros de trabajo. No fumaba. Serio, formal. Su trabajo siempre le obligaba a viajar por el mundo, poseía, por ende, una cul- Página 5 sus niñas, de seis y cinco años. A través del frío cristal de una sala en la morgue, identificó los cadáveres, después se desmayó. Tuvo que aprender a sobrellevar la soledad más angustiante. Días enteros sin dormir y comiendo mal. Sedantes y tratamientos sicológicos. Aunque su mayor apoyo fué el trabajo, el cual, luego de un corto período de luto, comenzó a exigirle de nuevo, partir hacia destinos conocidos y no tanto. Recorría en ocasiones, cuando estaba descansando en la casa otrora compartida con sus amores, el amplio altillo adonde se amontonaban efectos personales de las niñas y su esposa. Revisaba dibujos, fotos, adornos. Olía cada objeto, intentando, muchas veces, con ello, recuperar aquellas figuras en su mente. Cuando eran felices y jugaban y reían juntos. Pero no daba resultado. Terminaba con un dolor lacerante en el pecho y ni siquiera podía llorar. Pero eso bastaba. De alguna manera, triste y morbosa quizás, ese acto reflejo colmaba su angustia y le traía algo parecido a la paz.... Bajaba a la sala, se preparaba un té y continuaba con su vida...normal. Si es que vivir así se puede denominar de esta forma. Abría entonces su notebook, enviaba e-mails, corregía y sugería órdenes, planteaba discusiones con sus colegas, en fin, trataba de seguir adelante, al menos en lo laboral. En las mañanas frescas y llenas de ese color particular del verano, cerca del mar, bajo la (continúa en pág. 6) El Relato - Noviembre 2013 - nº 13 (viene de pág. 5) Autor: EDUARDO SOSA El Tapete Rojo... la galería blanca y rodeado de flores cuidadas en su momento con muchísimo amor por su mujer, él ponía su sillón favorito cerca de la baranda. Miraba hacia el poniente e imaginaba peces que tal vez había conocido, exóticos, atuendos multicolores en personajes multicolores, dialectos, instrumentos, sonidos multiculturales, embarcaciones, todo un aquelarre de imágenes que lo llevaban, lenta pero inexorablemente, al sueño...Una hora después, lo despertaban, el trinar de los pájaros en árboles cercanos, rodeando la casa. Más tarde llamaba a su amigo, Prince, al otro lado de la ciudad, en las cómodas oficinas de un séptimo piso, en Kensington, para que le preparara un nuevo trabajo ó tarea que lo devolviera a las rutas, a estaciones de tren olvidadas, a buenos y malos hoteles. Su alma necesitaba imperiosamente olvidar...para no seguir sintiéndose culpable. Fuera de la carpa, el estrépito de la música, las voces, las risas de cientos de niños y el colorido de incontables farolillos, aturdían el Viernes por la noche. Aquel parque de diversiones había llegado hacía ya, una semana. Al día siguiente comenzarían a desmantelar algunos juegos mecánicos, preparándose a partir. Otras ciudades los esperaban. Otras voces...otros niños. El cartel con dibujos de seres alados y monstruosos, estrellas y planetas, le llamó la atención. A un costado de la entrada, sobre una pizarra, la consabida frase:..."Todo lo que quieras saber sobre tu futuro..." provocó su sonrisa socarrona. -¿Por qué no...? -pensó Joseph y entró-. No se atrevía a preguntar más nada. No podía ser casualidad. Fechas, nombres, lugares. Lo esencial había sido descubierto por Madame Cristhine. El juego inocente, provocativo y seductor de lo esotérico, era ya...preocupante. No creía demasiado y estaba empezando a creer. Levantarse e irse, quizás no cambiaría nada. No aguantó más. Miró por última vez el enigmático cartón brillante, plastificado, dejó dos billetes sobre el tapete rojo y salió espantado. El aire fuera, no era muy puro, pero lo refrescó. Caminó atropelladamente esquivando personas, figuras que semejaban fantasmas. Sin rumbo. Sus pasos lo colocaron ahora frente a una mujer de espaldas. Cabello ondulado, azabache, con dos preciosas niñas de la mano. Una de ellas sostenía una golosina, la otra, mantenía colgada de sus manitas una graciosa muñePágina 6 ca de trapo patilarga. Ambas lo miraron compungidas...Comenzó a temblar. Se detuvo en seco. Su mente y su corazón intentaban decirle a gritos que no...No podía ser. La mujer giró apenas su cabeza y con una señal, adelantó a las niñas hacia el galpón inmenso y lóbrego del tren fantasma. Ellas entonces subieron riendo, a uno de los carritos. Cuando Joseph, al límite del terror, quiso hablar, tratando de detener a la mujer en su marcha tras las niñas, ésta se introdujo caminando, al oscuro túnel, sin mirar atrás...No hacía falta. El estruendo de los juegos mecánicos también se sumaba a los demás que ensordecían la noche. Su instinto, su dolor, su soledad, lo empujaron, en una corta carrera, hacia el túnel, saltando las barandas de ordenamiento de público. Muchos lo miraron asombrados. Empujó al guarda en la puerta, que esperaba el ticket con la mano extendida. El jovencito cayó sorprendido. Joseph corrió unos metros por las vías, entre esqueletos de plástico, ataúdes y murciélagos de cartón. La semi-penumbra apenas le permitió ver a la mujer más adelante, girando asustada su cabeza... y a las niñas, riendo. Se desesperaba. Chocó con fuerza una puerta batiente, de las que dividen en sectores los juegos. Más se adentra uno en ellos y más...miedo...generan las figuras. Demonios, cadáveres decapitados, arañas gigantescas. Pero no. Ahí, del otro lado, no había nada… El dolor en el hombro le hizo entrecerrar los ojos. Cuando los abrió, se encontró solo en medio de un predio semi -abandonado. Rodeado de la oscuridad de la noche cerrada. En aquel lugar de la ciudad, al menos dos veces al año, se instalaban los parques de diversiones como el que él creía estar visitando. El frío del invierno, en esta ocasión, desalentaba todo tipo de emprendimiento similar. Comenzó a lloviznar. El lugar estaba desierto. Sólo árboles alrededor y malezas. La última vez que disfrutó de aquel lugar, había sido ya, unos ocho años atrás, en el verano. Nunca quiso volver allí. Ni pasar por la zona. Estaba reaccionando. Atontado, su mano derecha tocó la rugosa y húmeda soga. Unas tibias lágrimas se mezclaron con la lluvia que mojaba su cara. Cerró los ojos otra vez y saltó. La soga se tensó de golpe y el seco sonido de su cuello al quebrarse, hizo ecos en el ominoso silencio. Segundos antes, desde el tapete rojo, la Muerte lo había mirado...en Francés. El Relato - Noviembre 2013 - nº 13 No es simple hacer un editorial este 11 de Septiembre: Hace 12 años se produjeron los atentados terroristas contra las Torres Gemelas, en los que murieron cerca de 3.000 personas y este año los homenajes se moverán bajo el lema: “Tómese el día para recordar el día que nos cambió para siempre”. Realmente ese atentado cambió a los americanos. También se conmemoran los 40 años del golpe de estado contra Allende en Chile, los 40 años de la guerra de Yom Kippur cuando Siria y Egipto invadieron Israel y nos encontramos con sangrientas guerras civiles en Siria y Egipto y cada hora hay nuevos anuncios sobre un ataque a Siria para remover las arman químicas. El golpe de estado en Chile fue una de las más claras manifestaciones del conflicto entre el mundo capitalista y el socialista y en cierto modo también lo fueron y lo son los conflictos del medio oriente. En la mencionada Guerra Yom Kippur, el Presidente Nixon consideró el uso de armas nucleares. Hoy el mundo de pregunta sobre el futuro de la humanidad en momentos en los que el uso de la violencia es casi generalizado. La presente guerra civil en Siria es tan tremenda que produjo al menos más de 110.000 muertos, dos millones de refugiados y siete millones de personas necesitadas de ayuda humanitaria urgente. El uso de armas químicas genocidas, que están prohibidas por una Convención internacional, llevan matando en Siria a más de mil civiles y entre ellos cientos de niños inocentes. La polarización entre los Estados Unidos de América y Rusia es la mayor desde la caída de la Unión Soviética de Repúblicas Socialistas, la reiniciación de las guerras religiosas son las mayores desde hace cientos de años y las crisis económicas con altísima desocupación generan manifestaciones vioPágina 7 lentas de descontento en todos los continentes. “El Día” que nos cambió para siempre Hay muchos pronósticos pesimistas que anuncian el advenimiento de grandes catástrofes climáticas, como consecuencia del efecto invernadero Por Ernesto Kahan y hasta una tercera guerra Profesor Emérito Doctor mundial en la que intervendrán con mucha probabilidad los países poseedores de armas genocidas nucleares. Nuestra sociedad actual está en un cruce existencial de caminos: “Por un lado, las nuevas tecnologías y sistemas intensivos de producción nos permiten obtener la elevación de la calidad de vida para toda la humanidad, pero por otro, nuevos conflictos están amenazando usar armas de destrucción masiva, principalmente atómicas, y con ello potencialmente la comprende las necesidades del condestrucción de nuestra civilización y siderado enemigo y el tercero, es la vida en la Tierra. engendrado cuando estos sentimientos le son transmitidos. La armonía y Ante esta situación, aprovecho el todo lo demás llegarán naturalmente honor que brinda el diario Long Is- o con ayuda de facilitadores. Luego, land al Día de escribir esta editorial, es claro que el proceso empieza en para presentar una posible salida uno mismo: paz con uno mismo. Es saludable y pacífica para la humani- claro que la cimentación de la ONU dad a través de un acuerdo entre na- tuvo esa intención, pero es evidente ciones y pueblos basada en la ar- que al presente, es muy inoperante y monía, que para mí, es el estado de es más un foro de discusiones que un equilibrio entre los componentes de centro creador de armonía. Los conun sistema, que por naturaleza tiende flictos actuales son tan paralizantes, a la entropía. Ésta puede ser lograda que es muy difícil imaginarse a los por la tolerancia, que es una acepta- protagonistas trabajando por desción negociada entre los componen- prenderse de muchos de sus intertes. La armonía debe ser la base para eses en pro de la armonía universal. la coexistencia pacífica entre las na- Es entonces oportuno recordar a Alciones. La armonía nunca puede ser bert Einstein en su sabio pensamieneterna y completa, pero es esencial to: “Debemos pensar de una manera en la presente etapa de nuestra civili- substancialmente diferente para que zación para que humanidad pueda sobreviva la humanidad” sobrevivir. La conclusión es simple: Es necesaSeguramente nuestros lectores se rio enrolarnos en una cruzada por la preguntan -¿Qué puede hacer un armonía para la paz. No es fácil pero individuo para cambiar la situación tampoco es una utopía. Los electores si se siente que su poder es insignifi- de gobernantes, intelectuales, artiscante? El rechazo de los estigmas es tas, periodistas, educadores y el el primer paso para lograr verdade- público en general, debemos exigir ros acuerdos de paz, el segundo ocuesa política. rre cuando sinceramente un lado El Relato - Noviembre 2013 - nº 13 Vivía en la parroquia de San Bennet Funk, cerca del Mercado Real, una honesta y pobre viuda quien, después de morir su marido, tomó huéspedes en su casa. Es decir, dejó libres algunas de sus habitaciones para aliviar su renta. Entre otros, cedió su buhardilla a un artesano que hacía engranajes para relojes y que trabajaba para aquellos comerciantes que vendían dichos instrumentos, según es costumbre en esta actividad. Sucedió que un hombre y una mujer fueron a hablar con este fabricante de engranajes por algún asunto relacionado con su trabajo. Y cuando estaban cerca de los últimos escalones, por la puerta completamente abierta del altillo donde trabajaba, vieron que el hombre (relojero o artesano de engranajes) se había colgado de una viga que sobresalía más baja que el techo o cielorraso. Atónita por lo que veía, la mujer se detuvo y gritó al hombre, que estaba detrás de ella en la escalera, que corriera arriba y bajara al pobre desdichado. En ese mismo momento, desde otra parte de la habitación, que no podía verse desde las escaleras, corrió velozmente otro hombre que llevaba un escabel en sus manos. Éste, con cara de estar en un grandísimo apuro, lo colocó debajo del desventurado que estaba colgado y, subiéndose rápidamente, sacó un cuchillo del bolsillo y sosteniendo el cuerpo del ahorcado con una mano, hizo señas con la cabeza a la mujer y al hombre que venía detrás, como queriendo detenerlos para que no entraran; al mismo tiempo mostraba el cuchillo en la otra, como si estuviera por cortar la soga para soltarlo. Ante esto la mujer se detuvo un momento, pero el hombre que estaba parado en el banquillo continuaba con la mano y el cuchillo tocando el nudo, pero no Página 8 lo cortaba. Por esta razón la mujer gritó de nuevo a su acompañante y le dijo: -¡Sube y ayuda al hombre! Suponía que algo impedía su acción. EL DIABLO Y EL RELOJERO Autor: Daniel Defoe Pero el que estaba subido al banquillo nuevamente les hizo señas de que se quedaran quietos y no entraran, como diciendo: «Lo haré inmediatamente». Entonces dio dos golpes con el cuchillo, como si cortara la cuerda, y después se detuvo nuevamente. El desconocido seguía colgado y muriéndose en consecuencia. Ante la repetición del hecho, la mujer de la escalera le gritó: -¿Qué pasa? ¿Por qué no bajas al pobre hombre? Y el acompañante que la seguía, habiéndosele acabado la paciencia, la empujó y le dijo: -Déjame pasar. Te aseguro que yo lo haré -y con estas palabras llegó arriba y a la habitación donde estaban los extraños. Pero cuando llegó allí ¡cielos! el pobre relojero estaba colgado, pero no el hombre con el cuchillo, ni el banquito, ni ninguna otra cosa o ser que pudiera ser vista u oída. Todo había sido un engaño, urdido por criaturas espectrales enviadas sin duda para dejar que el pobre desventurado se ahorcara y expirara. El visitante estaba tan aterrorizado y sorprendido que, a pesar de todo el coraje que antes había demostrado, cayó redondo en el suelo como muerto. Y la mujer, al fin, para bajar al hombre, tuvo que cortar la soga con unas tijeras, lo cual le dio gran trabajo. Como no me cabe duda de la verdad de esta historia que me fue contada por personas de cuya honestidad me fío, creo que no me dará trabajo convencerlos de quién debía de ser el hombre del banquito: fue el Diablo, que se situó allí con el objeto de terminar el asesinato del hombre a quien, según su costumbre, había tentado antes y convencido para que fuera su propio verdugo. Además, este crimen corresponde tan bien con la naturaleza del Demonio y sus ocupaciones, que yo no lo puedo cuestionar. Ni puedo creer que estemos equivocados al cargar al Diablo con tal acción. _______________ Nota: No puedo tener certeza sobre el final de la historia; es decir, si bajaron al relojero lo suficientemente rápido como para recobrarse o si el Diablo ejecutó sus propósitos y mantuvo aparte al hombre y a la mujer hasta que fue demasiado tarde. Pero sea lo que fuera, es seguro que él se esforzó demoníacamente y permaneció hasta que fue obligado a marcharse. El Relato - Noviembre 2013 - nº 13 autor: ANÓNIMO Había un muchacho al que llamaban Juan Bobo. Los posaderos, intrigados, le preguntaron: Como no le gustaba que le llamaran Juan Bobo, un día mató un buey para invitar a todos a una comida y de resultas de eso le llamaron Juan Bobazo. -¿Y qué oficio tiene el animal? En vista de lo cual, cogió Juan Bobo la piel y se fue a venderla a Madrid. Cuando llegó a Madrid, hacía tanto calor que se echó al pie de un árbol y se tapó con la piel. Y sucedió que vino un cuervo a picarle la piel mientras echaba la siesta y Juan Bobo lo atrapó y se lo guardó. Luego fue y vendió la piel por siete duros. Entonces le pidieron que adivinase algo y Juan Bobo le pasó la mano por el cuerpo de la cabeza a la cola y el cuervo dijo: «¡Graó!». Y después de todo esto, llegó a la fonda y encargó comida para dos. -Es adivinador -dijo Juan Boboy adivina todo lo que ustedes quieran saber. -¿Qué es lo que ha dicho? -dijo la posadera-. -Ha dicho -contestó Juan Boboque en la puerta principal hay tres duros. La posadera fue y rebuscó por la puerta hasta que encontró los vió a pasar la mano por el animal y éste volvió a decir: «¡Graó!». La posadera quiso saber qué había dicho esta vez y Juan Bobo le contestó que eso quería decir que al final de la escalera había dos duros más. Y como fuera y los encontrara, la posadera le dijo: -Pues me tiene usted que vender ese cuervo, que yo le daré por él lo que usted quiera. Juan Bobo le dijo que se lo vendía por cinco mil pesetas; y dicho y hecho: se las metió en la bolsa, dejó allí al cuervo y se volvió para su pueblo. Conque llegó al pueblo y mandó avisar a todo el mundo y cuando estuvieron presentes, llamó a su Juan Bobo Entonces Juan Bobo fue y puso tres duros disimulados junto a la puerta principal, y lo mismo hizo en la escalera con otros dos duros, y lo mismo otra vez al final de la escalera. Hecho esto, se sentó a una mesa y esperó a que le sirvieran; pero no le atendían porque creían que esperaba a su compañero. Al fin se cansó de esperar y dijo: -¿Es que no me van a poner la comida? Y le respondieron que estaban esperando a que llegara su compañero para servirle. Y dijo él: -Mi compañero es este cuervo. tres duros y, maravillada, volvió y le dijo a Juan Bobo: -Véndame usted el cuervo. mujer y le dijo que extendiera su delantal y en él echó las cinco mil pesetas diciendo que eso había sacado de vender la piel del buey en Madrid…….. Pero Juan Bobo, sin contestar, volvió a pasar la mano por encima del cuerpo y éste dijo: «¡Graó!». -¿Y ahora? -preguntó la posadera-. ¿Qué es lo que ha dicho ahora? -Ha dicho -contestó Juan Boboque en el descansillo de la escalera hay dos duros. Allá se fue la posadera y los encontró en seguida. Y volvió de inmediato, aún más maravillada, y le dijo que tenía que venderle el cuervo. Pero Juan Bobo, sin decir nada, vol- Página 9 (continúa en pág. 9) El Relato - Noviembre 2013 - nº 13 autor: ANÓNIMO (viene de pág. 8) Juan Bobo Todos los vecinos, al ver esto, mataron sus bueyes, les sacaron las pieles y se fueron a Madrid a venderlas y resultó que, tras haberlas vendido, apenas si les dio para pagarse el viaje. Y todos volvieron muy enfadados al pueblo diciendo que iban a matar a Juan Bobo. No le mataron, pero se metieron en su casa y se la cagaron toda de arriba abajo. Al día siguiente, Juan Bobo fue y reunió toda la mierda en un saco y se fue a Madrid para venderla. Llegó y dejó el saco en el patio de un establecimiento mientras se iba a cumplir otra diligencia y, mientras tanto, entró una piara de cerdos en el patio y se comieron toda la mierda. Cuando Juan Bobo volvió, les dijo a los amos que sus cerdos se le habían comido todo lo del saco y que aquello valía mucho, y ya estaban por pasar a mayores cuando, por una mediación, se avino a aceptar cinco mil pesetas por la pérdida del saco y se volvió al pueblo. Conque llegó al pueblo y mandó tocar las campanas para que viniera todo el mundo y así que estuvieron todos presentes, volvió a llamar a su mujer y volvió a echar en su delantal las cinco mil pesetas diciendo que aquello había sacado del saco de mierda en Madrid. Todos los vecinos, al ver esto, reunieron toda la mierda que pudieron encontrar, la cargaron en sacos y se fueron a Madrid a Página 10 venderla. E iban por las calles pregonando que quién quería comprar mierda hasta que unos guardias los detuvieron y les dieron una buena paliza. Y todos volvieron al pueblo jurando vengarse de Juan Bobo. Juan Bobo se escondió para que no le hallaran y entonces los vecinos decidieron quemarle la casa. Entonces Juan Bobo recogió las cenizas y anunció que se iba a venderlas a Madrid. Nada más llegar, fue a un joyero a comprarle unas alhajas y las puso en la boca del saco mezcladas con la ceniza y se sentó en un banco; en esto pasó un señor y le dijo: -¿Qué es lo que lleva usted ahí en ese saco? Y Juan Bobo le dijo que llevaba muchas alhajas metidas entre la ceniza para que no se le echaran a perder. ntro del saco, Juan Bobo empezó a gritar: -¡Que no me caso con ella! ¡Aunque sea rica y princesa yo no me caso con ella! Acertó a pasar por allí un pastor con su rebaño y al oír las voces de Juan Bobo le dijo que él sí que se casaría con una princesa guapa y rica y entonces Juan Bobo le dijo que allí estaba esperando a que lo llevasen con la princesa y le propuso cambiar de lugar. Así que el pastor desató a Juan Bobo y se metió él en el saco y Juan Bobo se marchó con las ovejas. Volvieron los vecinos y echaron el saco al río. A la vuelta, se encontraron con Juan Bobo que venía con las ovejas y le dijeron: -¡Pero, bueno! ¿A ti hemos echado al río? no te Y el señor le compró el saco por cinco mil pesetas. -¿De dónde vienes, entonces, con las ovejas? Total, que volvió al pueblo, reunió a todos y echó otras cinco mil pesetas en el delantal de su mujer diciendo que eso le habían dado en Madrid por las cenizas. Y les respondió Juan Bobo: Entonces los vecinos fueron, quemaron sus casas y se marcharon a Madrid para vender las cenizas; y como no vendieron nada, se volvieron todos diciéndose que esta vez matarían a Juan Bobo. Le cogieron y le metieron en un saco con la intención de tirarle al río. Y como tenían otras cosas que hacer, ataron el saco a un árbol cerca de la orilla con la idea de volver a tirarle al río apenas terminasen sus tareas. Y allí donde quedó atado y de- -Es que el río está lleno de ellas. Y si más hondo me llegáis a echar, más ovejas hubiera encontrado. Los vecinos que lo oyeron volvieron al río y empezaron a tirarse al agua, y cada vez que uno gorgoteaba al ahogarse los demás le decían a Juan Bobo: -¿Qué dice? ¿Qué dice? Y Juan Bobo les contestaba: -Que os tiréis, que hay muchas más ovejas. Y todos se tiraron al río y murieron ahogados. FIN El Relato - Noviembre 2013 - nº 13 Opinión ION ANTOLÍN LLORENTE Cuestión de orden Por las alamedas de la democracia Tal día como hoy, hace cuarenta años, la democracia se marchitaba en Chile. Mientras las bombas caían sobre el Palacio de la Moneda, en el que resistía Salvador Allende, el presidente elegido por los chilenos, el silencio de medio mundo y la connivencia de los restantes escribían una de las páginas más tristes de la historia. Supurando esa melancolía que destilan todas las dictaduras sanguinarias, y que hacen de la vida una sucesión de imágenes en blanco y negro que envía los colores a las mismas cárceles en las que sufren y mueren los demócratas. Lo digo en presente, porque pese a que hoy rendimos homenaje a todos los chilenos que lucharon y murieron por defender la libertad, esa batalla se sigue librando en nuestro tiempo en muchos lugares del planeta. Habló Allende para su pueblo y para el mundo, a través de las ondas de Radio Magallanes entrecortadas por las interferencias de los militares golpistas, y dejó unas palabras que atormentarán para siempre a los asesinos y servirán como inspiración a todos aquellos que busquen en la vida algo más que la complacencia del pensamiento único. Eran las 8:45h del 11 de septiembre de 1973, una mañana parecida a esta, y ese discurso de las alamedas, que se abrirían para dejar paso al hombre libre, es el testamento vigente de un demócrata que dio su vida para defender la voluntad del pueblo hasta su último aliento. Quizás lo complicado de escuchar a Allende en esa última emisión sea un guiño del destino para que prestemos más atención. Para que seamos cautos y no perdamos el sentido de todas y cada una de las palabras que pronunció un hombre que poco después sería asesinado por soldados bajo el mando de un bandido Página 11 llamado Augusto Pinochet. Un filibustero traidor y ambicioso, al que estrecharían la mano sin pudor líderes mundiales a lo largo de todo el globo, incluida la difunta Margaret Thatcher, alabada por muchos en España. Esas alamedas de las que habló Allende se terminaron abriendo en Chile, y con el paso de los años hemos podido asistir a acontecimientos similares en otros muchos países. La llamada primavera árabe, una luz que llenó las plazas de esa ilusión de libertad que radió el presidente, transita ahora caminos oscuros. Las luchas legítimas se ven prostituidas por intereses espurios, y los tanques recorren de nuevo las calles para derrocar gobiernos democráticos, o para echar más fuego a una guerra civil. La democracia es frágil. Las tentaciones más bajas del ser humano y su individualismo amenazan siempre la lucha por el bien común. Por eso no se debe bajar la guardia en casa, y es un deber ayudar a que la libertad prosperé en cualquier lugar del mundo. Se lo debemos a los millones que se dejaron la vida en el empeño. Hoy es un día para rendir homenaje a todos ellos en la persona de Salvador Allende, al que arrebataron la vida pero no pudieron quitar la dignidad, ni la promesa cumplida de libertad para Chile. “Superarán otros hombres el momento gris y amargo, donde la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor” Salvador Allende (Presidente de Chile (1970-1973). Asesinado el 11 de septiembre de 1973. El Relato - Noviembre 2013 - nº 13 Tramando algo Autor: Jorge Leal Era una de esas noches tempestuosas que ocurren pocas veces al año. Relampagueaba, tronaba, y un viento fuerte que cambiaba constantemente de dirección sacudía los árboles del ornamento público, y pasaba entre las casas rigiendo horriblemente e intentaba arrancar techos; todo der la luz del corredor se secó las maños con la parte interior del abrigo, y mientras hacía eso en la oscuridad, escuchó un murmullo de voces muy distintas entre si, de timbres extraños y palabras incomprensibles; pero escuchó ese murmullo entre el estruendo de dos truenos, y eso lo hizo dudar. ¿Qué había escuchado? Al encender la luz, silencio, el ruido se cortó en ese instante. Avanzó hacia el lugar donde salieron las voces. Se detuvo frente a la puerta de un salón. El crecepelos Mario, estaba obsesionado por su calvicie. Cada mañana se miraba en el espejo y recibía un dardo en el corazón por cada pelo que veía muerto en el lavabo o atrapado sin remisión en el peine de púas especiales para no dañar su escasa cabellera. Aquella tarde, había comprado a una vieja un remedio garantizado al cien por cien. Mario, no solía confiar en estos productos. Había probado tantos, pero este, le daba una corazonada. Así, cumpliendo paso por paso el recetario de la anciana, Mario se desnudó, salió al balcón y recibió el frío húmedo de la noche invernal. Allí esperó a estar completamente bañado por la luz de la luna llena, se pintó unos círculos rojos en el pecho y se roció el cráneo con el milagroso crecepelos. Aquella noche durmió intranquilo, a la espera del resultado, con las primeras luces del amanecer, Mario se lanzó hacia el cuarto de baño, allí se agarró con avidez al espejo y observó su rala cabellera… un asomo de decepción y humillación le abatió su corazón, se daba por vencido, un último vistazo a su bola de billar y… pero ¿que es eso oscuro que asoma por toda mi cabeza?…una pelusilla empezaba a brotar cual espuma en el baño. esto bajo una cortina asfixiante de lluvia torrencial. Lucas atravesó la ciudad sumida bajo la tormenta en su choche, con el limpiaparabrisas luchando pesadamente contra el agua. Algunas calles ya empezaban a inundarse, pero con todo, llegó al fin al colegio que era su destino. Él trabajaba de conserje allí. El director del lugar, muy preocupado por la tormenta, lo había llamado para que fuera a cerciorarse de que todo estaba bien. Aunque atravesó el patio corriendo, igual se mojó bastante, entonces, antes de encenPágina 12 Allí guardaban los juguetes, y la mayoría eran mucos. Dudó por un momento, pues no desidia, ¿entrar de golpe o hacerlo con cautela? Finalmente dio un empujón a la puerta, encendió la luz y, con el primer vistazo se aterró. Los muñecos estaban quietos, no se movían, pero todos tenían la cara vuelta hacia él. La impresión fue fea. Apagó la luz y cerró de un portazo. Desanduvo el corredor a grandes pasos. Cuando apagó la luz de este para marcharse, de nuevo escuchó las voces aterradoras murmurando, y ahora se mezclaban algunas risitas espantosas. Con una asombrosa rapidez, la pelusilla se convirtió en pelo. Mario no cabía en sí de gozo, el pelo comenzó a crecer descontroladamente, un pelo fuerte, negro y rizado que como una planta se deslizaba cabeza abajo. Lo terrible fue cuando el pelo empezó a introducirse en los oídos, al principio le hacía cosquillas y gracias, luego al intentar quitarse esos molestos pelos, sus dedos quedaron atrapados en ellos, la presión que ejercía sobre su cráneo hizo que los ojos saltaron de sus órbitas y en ellas se alojaron matas de pelos, gritó, pero sus gritos pronto quedaron ahogados por una pelambrera que le asfixió. El Relato - Noviembre 2013 - nº 13 Índice de Autores Edita: A.T.T. Idea, Diseño y Dirección: Antonio Torres Tripiana Redacción: Luís Parra Montserrat Torres Martínez Guillermo de Jorge Antonio García Vargas Recepción de Originales: Telf.: 617-42-11-17 D.L. : AL-285 / 2004 ISSN: 1699-3322 ISSN: (Internet) 1699-3772 Correo: [email protected] [email protected] web: www.http://elrelato.jimdo.com Noviembre de 2013 - nº 13 La Revista Literaria “EL RELATO” y su Editor/Director no se hacen responsables de las opiniones de los colaboradores que las expresarán en todo momento, de manera individual y en caso alguno representando la opinión de la revista. La opinión de la Revista Literaria “EL RELATO” y la de su Editor/ Director, sólo se refleja en el editorial. AINATHIN pág. 1 ANTONIO GARCÍA VARGAS pág. 2 JOSHUA FRANZOS págs. 3-4 EDUARDO SOSA págs. 5-6 ERNESTO KAHAN pág. 7 DANIEL DEFOE pág. 8 ANÓNIMO págs. 9-10 ION ANTOLÍN LLORENTE pág. 11 JORGE LEAL págs. 12-16-17 ÍNDICE DE AUTORES pág. 13 ROBERTO COTI pág. 13 KIKE EL DUENDE pág. 14 HIGORCA GÓMEZ CARRASCO pág. 15 DANIEL WALTER LENCINAS CAUTELA págs. 18-19 EDUARDO PÉRSICO págs. 20-21 RODRIGO CERDA pág. 22 ROSA CORTIZO ALONSO pág. 23 PEPE MÚJICA pág. 24 EL VER DE UN LOCO Pobre loco este loco, que en su locura, vaga por este mundo sin camino prefijado, esta tan loco, que se puede poner por horas, a ver crecer una hoja de un árbol o los pétalos de una rosa morada, o “ver” el canto de un ave, esta tan loco, que en esta loca y cruda época invernal, puede tomar baños de sol, desde que amanece, hasta que este se recuesta lánguidamente sobre el horizonte, tratando de escapar de la mirada de este loco, que lo mira todo el día, como si quisiera estar junto a el. Pero, "El loco", sigue firmemente mirando al cielo, hasta que se asoman las primeras estrellas y la luna, el loco sigue, ¡Ahí¡ Mirando, como si de tanto mirar pudiera convertirse en una de ellas y así viajar juntos, para ver todas las cosas del mundo, que ven, el sol, la luna y las estrellas, pobre loco, este loco, que esta tan loco, que no ve que el loco, no es “él”, sino todos los que lo rodean, ya que no pueden ver, lo que este loco “ve”. Escrito viendo las frondas moverse, por una leve brisa invernal, al atardecer de un día cualquiera, en la vida de este loco, que trata y trata en vano, olvidar lo que podría haber sido el punto final de su camino en la vida… Roberto Coti Página 13 Cuentero y chef El Relato - Noviembre 2013 - nº 13 LOS RIZOS DE MI JARDIN lor castaño. Aquella tarde esperaban, con ansia demasía, el camión que traería las cuatrocientas dosis de crecepelo. El pueblo tenía en los últimos años una alta tasa de hombres calvos, es más, durante los últimos años también las mujeres comenzaban a tener el mismo problema. A cien metros de la peluquería un fuerte estruendo se escuchó a las siete menos cuarto. El camión cisterna que traía las esperadas cuatrocientas dosis volcaba esparciendo el preciado líquido. El asfalto, las aceras y los jardines se bebieron literalmente el maravilloso crece-pelo. Los ahorros de un pueblo tirados, nunca mejor dicho, por los suelos. A la mañana siguiente, poco después de que los primeros rayos de sol bañaran las calles, los jardines víctimas del accidente habían cambiado. Un césped totalmente quemado daba lugar horas más tarde a una abundante capa de pelo. Página 14 Tras comprobar que era inútil intentar deshacer este entuerto, cada ciudadano comenzó a cuidar su peculiar jardín. Verónica lo teñía de negro y dejaba largas coletas a ambos lados de su acera. Matilde y Paco lo alisaban para que su perro Sony pudiera correr con mayor facilidad. Virginia hacía trenzas de setos a los lados de la entrada principal y adornaba con bolas de colores las puntas y, en mi caso particular, le practicaba una bonita permanente a mi pequeño jardín. Kike el duende Cuanto más se cortaba con el cortacésped más rápido crecía y día a día se extendía, efecto de una extraña polinización, a los demás jardines. En una semana todas las zonas verdes del pueblo se habían con- vertido en raros jardines de pelo co- Resultaban especialmente curiosos los rizos de mi jardín. Días más tarde y, sin saber porqué, todos despertamos con un hermoso césped verde sobre nuestra cabeza, después nos salieron flores y la maleza se asomaba, en casi todos los ancianos, por los agujeros de las orejas. Éramos macetas andantes que paseábamos exhibiendo sobre nuestras cabezas el privilegio que la madre naturaleza nos había otorgado. Ahora curiosamente me gusta salir también en los días oscuros de lluvia, unas gotas que son oro para mis verdes cabellos. Fin El Relato - Noviembre 2013 - nº 13 Autora: Higorca Gómez Carrasco Miembro de: World Academy of Arts and Culture (WAAC). UNESCO Directorio REMES: Red Mundial de Escritores en Español Palabras diversas Unión Hispanomundial de Escritores. UNILETRAS Sociedad Venezolana de Arte Internacional Del Grupo de Editores de Lialdia.com PADRES OLVIDADOS Paseando por las residencias de lo que llaman “la tercera edad” nos podemos dar cuenta de la soledad y desamor que tienen nuestros mayores. Me siento al lado de una señora muy simpática. Su pelo gris está bien peinado. Su cara sonrosada y no muy arrugada deja entrever lo cuidada que ha sido su piel. A pesar de los años viste con una elegancia y un estilo muy personal. Hoy la encuentro con un pantalón blanco y una casaca estampada en tonos azules. El collar y los zapatos haciendo juego. Sus uñas están perfectamente cuidadas. Un aroma suave y dulce nos da una confianza incomprensible. Nos invita a estar junto a ella. La miro a los ojos y veo una tristeza infinita, de color negro, son como un pozo en el que no encontramos el final. Sonríe pero eso no quita la tristeza ¿por qué? me pregunto. Me cuenta que el compañero de toda la vida se fue dejándola sola, sus hijos optaron por llevarla a una residencia – ¡Allí no estarás sola! – le dijeron. No se equivocaron. No han vuelto a verla. Dicen que no tienen tiempo, el trabajo no les da respiro, nadie se acuerda de ella. Dos lágrimas se escapan mientras me cuenta el inmenso dolor que la invade. No pide nada, simplemente una visita de vez en cuando, de sus hijos o de sus nietos. Un silencio sepulcral alrededor de ella y de tantas otras que han dado parte de su vida por esos hijos que en verdad no pidieron venir al mundo pero que a fin de cuentas sus padres les dieron la oportunidad de ver ese sol que alumbra cada día y tantas otras cosas maravillosas que hay sobre la tierra. Ellos tienen una oración siempre en sus labios, la musitan en silencio para que nadie las pueda oír y se preguntan una y otra vez ¿Dónde estáis hijos? Página 15 ¿DÓNDE ESTÁIS HIJOS? Camino y no veo, busco en tinieblas. Limpio mis lágrimas con frecuencia. No lloro, extraño, nadie tengo… La soledad, el silencio, el frío… Ese frío que me consume, aun siendo pleno verano ¡Es el frío del alma! Cuando lo que queda es soledad… Nada espero, porque nada tengo, di todo sin esperar nada. Ahora contengo mi aliento, para que esas lágrimas amargas no asomen a mi cara. Me pregunto cada día Cuando amanece el alba ¿Dónde estáis hijos del alma? Nadie me contesta Simplemente un suspiro, que se escapa sin querer de mi garganta. Para repetir una y otra vez ¡Ay hijos, mis hijos del alma! El Relato - Noviembre 2013 - nº 13 Por Jorge Leal si hablada desde la oscuridad se iban a sobresaltar. Me llamo Antonio y… vivo por estos rumbos. - Buenas noches -le contestaron a la vez los sorprendidos senderistas. Un caminante Un grupo de cinco senderistas acampaba bajo un árbol, ya entrada la noche. Rodeaban una fogata pequeña, e iluminando un mapa con sus linternas planeaban la caminata del día siguiente. La conversación se cortó de golpe cuando una figura salió de la oscuridad. Era un hombre que aparentaba una edad bastante avanzada. El visitante inesperado eligió una roca para sentarse, después saludó: - Buenas noches. Discúlpenme por aparecer así. Supuso que No parecía alguien peligroso; tenía un aire de esos tíos bonachones que tienen todas las familias, y hablaba con la voz pausada de los que han vivido mucho y le dan tiempo al tiempo. Repuestos del susto inicial que les causara, recordaron sus buenos modales y le ofrecieron café y algo de comer, mas Antonio rechazó la invitación amablemente: - Gracias, pero no quiero nada, sólo compañía, por un rato, si no les molesta la presencia de un viejo charlatán, claro. - Para nada, no es molestia, don -dijo uno de los acampaba allí. - Por lo que veo andan de caminata -observó Antonio-. Cosa buena. Debe ser como una pequeña aventura. Hace mucho también me gustaban las aventuras, tal vez demasiado, y la última que viví dio un giro a mi existencia, pero ya es una historia antigua. - Pues me ha dejado intrigado comentó sinceramente uno-. Estaría bueno si la contara, ¿verdad muchachos? Los otros dijeron que sí, y como era obvio que Antonio quería contarla, se acomodaron rumbo a él. La noche estaba por demás oscura, y la luz de la fogata resistía temblando el asedio de las sombras. - Con la excusa de luchar por algo justo -empezó así su relato Antonio-, me lancé a una aventura sumamente peligrosa: a la gue- Página 16 (continúa en pág. 17) El Relato - Noviembre 2013 - nº 13 (viene de pág. 16) Por Jorge Leal me iba a servir de trinchera, y si no, de escondite. ¡Pobre de mí por elegir aquel lugar! Me tendí en la escalera fría que bajaba hacia la más cruda oscuridad, y espiando hacia afuera esperé, mirando por encima del caño del fusil. Un caminante rra. Me uní a las fuerzas que luchaban contra Franco, y aunque ya no era joven sé que fui útil a esa causa. Participé en varios enfrentamientos y escaramuzas. En una ocasión tuvimos que replegarnos hacia un pueblo abandonado que estaba en ruinas. Cuando nos vimos ampliamente superados, el instinto de supervivencia prevaleció en la mayoría, lo que ocasionó una retirada a como diera lugar. Recuerdo atravesar el pueblo bajo una lluvia de balas que silbaban en el aire y picaban aquí y allá en las paredes y en la calle. Favoreció un poco nuestra huida la noche que ya dominaba casi todo el cielo. Alcancé a ver que algunos seguían por el camino que abandonaba el pueblo, pero yo tomé otro rumbo, y cuando me di cuenta había ingresado al cementerio. No sabía si me seguían de cerca o no. Al pasar al lado de la entrada de una cripta, el viento, o vaya a saber qué, entornó la reja que la protegía, y al ver que podía entrar allí me zambullí en su sombra y esperé. Si el enemigo me había visto Página 17 La claridad que quedaba del día terminó de desvanecerse, pero enseguida asomó la luna y mostró toda la decadencia inquietante del cementerio. Desde ese momento no supe más nada del enemigo, pues un silencio aterrador dominaba ahora todo el lugar. Creí que tal vez buscaban sigilosamente, por eso permanecí inmutable, escudriñando. Pero pasaban los minutos y no escuchaba nada. No me parecía lógico que abandonaran aquel lugar solamente para perseguir a unos pocos. Ahora deduzco que los de Franco sabían algo que yo ignoraba. Seguía tendido en la entrada de la cripta cuando escuché un ruido, y lo que lo hizo más aterrador fue su origen, pues no venía de afuera, venía del interior de la cripta, de la oscuridad cerrada que tenía a mi espalda. El sonido era claro: una tapa de ataúd acababa de caer al suelo. Después escuché el ruido sordo de pies descalzos corriendo hacia mí, subiendo la escalera de piedra rápidamente, y cuando volteé una figura decrépita se abalanzaba hacia mí lanzando un grito espantoso. Sentí tanto terror en un instante tan breve que me desmayé; en ese momento creí que había muerto. Desperté por la mañana. Me habían mordido en varias partes del cuerpo pero apenas si había rastros de mi sangre en el suelo. Cuando quise marcharme de allí, no pude, el día ya no era para mí, y tuve que esperar que cayera la noche concluyó Antonio, dejando a sus oyentes asombrados. Pero después de sonreír les dijo-: No se lo crean, muchachos, que es sólo un cuento de terror que inventé. Luego de la aclaración todos sonrieron. No mucho más tarde Antonio se retiró, se perdió en la noche. - Que buen cuento de terror que nos narró -comentó el que se encargaba de mantener vivo el fuego. - No sé si fue un cuento -opinó uno-. Durante todo el día no vimos ni una casa, y que yo sepa no la hay, y como habrán notado, el tipo anda sin mochila ni bolso ni nada, en una zona agreste como esta, ¿no les parece raro? Y creo que más raro es que alguien camine como si nada por una oscuridad tan cerrada como esta. El Relato - Noviembre 2013 - nº 13 Daniel Walter Lencinas Cautela El Vaticano y la Teología de la Liberación: Se acabó la guerra Cuando el Papa Francisco era simplemente “el Padre Jorge” y estaba al frente del Arzobispado de Buenos Aires, era común verlo moverse en el transporte público urbano desde su sede arzobispal a los barrios más pobres del conurbano bonaerense. Allí se dedicaba a ayudar a preparar la comida de los pobres, y él mismo servía los alimentos, tampoco era raro verlo en las cárceles visitando a los presidiarios o en pabellones de enfermos de SIDA dando consuelo y esperanza a quienes allí estaban. ía de la Liberación, y no es extraño que su primer viaje pastoral, más a allá de la coincidencia de la Jornada Mundial de Juventud que se celebra en Rio de Janeiro, haya sido a Brasil, cuna de uno de los “padres” de esa corriente teológica, el brasileño Leonardo Boff, quien junto con su hermano Clodovis Boff, el peruano e iniciador de esa línea de pensamiento Gustavo Gutiérrez, y el nicaragüense Ernesto Cardenal, además de otros, debieron soportar la imposición de silencio que Juan Pablo II les ordenase. Del mismo modo, no era extraño verlo involucrado en el reclamo político en favor de los más desposeídos, de los desempleados, de los abandonados. Como buen jesuita misionero, entendió desde siempre el evangelio como una lucha. El fundador de la Compañía de Jesús, San Ignacio de Loyola, había sido un militar que después de tomar los hábitos sacerdotales organizó su congregación con una estructura militar, ideó sus famosos retiros espirituales en silencio, conocidos como retiros ignacianos, a partir del principio de que se debe luchar una batalla contra las debilidades humanas venciéndolas en la fortaleza que da Cristo. Era comprensible que el Papa polaco no coincidiese con los planteamientos de la Teología de la Liberación. Para él todo eso tenía demasiado “olor” a comunismo, algo que para quien ha crecido bajo la opresión del régimen comunista y ha debido convivir con la persecución y la clandestinidad, no podía tener cabida en la sana ortodoxia de la fe católica. El percibir el evangelio como una lucha sin armas y su cercanía permanente a los más pobres y marginados de la sociedad, además de su visión que él como sacerdote debía tener en los reclamos políticos lo ubica, al ahora Sumo Pontífice, en una senda muy cercana a la TeologPágina 18 Juan Pablo II fue clave, en gran medida a través de Jean-Yves Calvez su delegado en la Unión Soviética y autor del libro “El pensamiento de Carlos Marx”, de colaborar con Gorbachov en la Perestroika que desmanteló el sistema comunista. Es conocido por todos sus sentimientos anticomunistas; sin embargo esto no ocurre con su sucesor el Papa Francisco, que viene de una tierra donde la idea socialista nunca estuvo muy alejada del común de la población. Francisco tiene una formación política basada en las doctrinas de justicia social que planteó el presidente argentino Juan Domingo Perón y su esposa Evita, doctrinas que a su vez concuerdan plenamente con la Doctrina Social de la Iglesia Católica, como yo mismo lo demuestro en mi libro “De los Papas a Perón“. Esto, sumado a su trabajo pastoral y su formación jesuita, por no hablar de los innumerables gestos que desde que asumió su pontificado viene dando el Papa Francisco tratando de retomar el compromiso de austeridad y empatía con los pobres y las causas sociales que el cristianismo exhibió en sus inicios, lo sitúan mucho más cerca de la Teología de la Liberación de lo que muchos en el Vaticano les gustaría admitir, excepto nada menos que por el arzobispo Gerhard Ludwig Müller, actual Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, quien dijo en Junio de este año “El movimiento eclesial teológico de América Latina, conocido como “teología de la liberación”, que después del Vaticano II encontró eco en todo el mundo, debe ser considerado, según mi parecer, entre las corrientes... (continúa en pág. 19) El Relato - Noviembre 2013 - nº 13 Daniel Walter Lencinas Cautela (viene de pág. 18) El Vaticano y la Teología de la Liberación: Se acabó la guerra más significativas de la teología católica del siglo XX”. Cabe recordar que la Congregación para la Doctrina de la Fe es ni más ni menos el dicasterio que ocupó el cardenal Ratzinger, después Papa Benedicto XVI, durante el pontificado de Juan Pablo II y lugar desde los que se emitieron todas las condenas de silencio a los teólogos fundadores de la Teología de la Liberación. Que Francisco haya inaugurado sus alocuciones oficiales en Brasil, junto a la Presidenta Dilma Rousseff, expresando “No tengo oro ni plata, pero traigo conmigo lo más valioso: Jesucristo”, y Página 19 que haya escogido para movilizarse desde el aeropuerto hasta la sede del gobierno un humilde Fiat Idea sin blindaje y con la ventanilla baja, para que todos pudieran acercarse y tocar su mano, aunque los guardias intentaran impedir eso a toda costa, no sólo lo reflejan como el mismo cardenal que se calzaba un delantal de cocina y servía él mismo la comida a los más pobres, sino también como un hombre a quien los predicamentos del peruano Gutiérrez no le son ajenos. Francisco también parece creer, tal como lo postula la Teología de la Liberación, que en lugar de esperar que el hombre sea transformado en algo mucho mejor el Otro Mundo, hay que transformar este Mundo en Otro mucho mejor donde todos los hombres podamos vivir, con justicia social, las bondades del Evangelio. El Relato - Noviembre 2013 - nº 13 Por Eduardo Pérsico DE COMPADRITOS, TANGOS Y CANTE JONDO …todos los movimientos del compadrito revelan al majo; el movimiento de los hombros, los ademanes, la colocación del sombrero y hasta la manera de escupir entre los colmillos, todo es de un andaluz genuino. Domingo fasutino Sarmiento. Se dice que el tango nos llegara por los años 1880 desde la habanera cubana y que al recibir letrillas prostibularias se transformara con perfiles enriquecedores y otros no tanto. También que los primeros tangos fueron sólo bailables, sin canto, y por 1890 se le agregaran letras picarescas y lunfardas y acaso eso no fuera muy incierto. Más esa idea es ajena al aporte de la raíz andaluza de los primeros tangos, tan evidente en don Angel Villoldo como autor fundacional cuya obra más meritoria se diera a inicios del siglo veinte. Y aquel razonamiento que hizo inseparable al tango del lunfardo, -ese código entre dos para que no se entere un terceroal fin resultarían dos expresiones independientes aunque dos absolutos perfiles argentinos. Creíbles, con identidad libre de la colonia y que bien entrado ya el siglo veintiuno, persisten en la entretela de nuestra identidad. Por más que el tanguillo andaluz, la habanera y el fado portugués ayudan a interpretar el origen del tango y su sensiblería que persiste. Pese a no ser al princiPágina 20 pio un género cantable, el especialista Roberto Selles dice que la milonga fue ‘una especie musical surgida del canto, como su antecesora, la guajira flamenca’, en cuanto ‘milonga’ es una voz del Quimbunda, habla de los negros de Brasil que significa ‘milonga: muchas palabras, palabrerío’. Así que hoy decir ‘déjese de tanta milonga’ expresa ‘por favor, no hable de más’; algo que enlaza a las guajiras acriolladas entonadas por los porteños con letrillas andaluzas de carnadura prostibularia y ya por 1868, aparece el primer tango en Argentina, ‘El negro Schicoba’, del organista de la Catedral de Buenos Aires José María Palanzuelo, y que era una jugueton canción andaluza que decía ‘un tango cara cun tango, un tango cara cun té, dame un besito mi negra ahora que nadie nos ve’. Más tarde, en Danzas Clásicas Españolas de Caballero Bonald se habla del ´bartolo’ o ‘bartolillo’: ‘Bartolo tenía una flauta con un agujero sólo y su madre le decía, tocá la flauta Bartolo’. Que en Uruguay se adaptara por milonga y en Argentina se cantara ‘Bartolo dejó una mina, yo no la quiero dejar, porque me calza me viste y me da para morfar’. Anterior a esto ya existían tangos andaluces marcados con el ritmo de la habanera cubana, como el ‘Queco’, sinónimo de quilombo o prostíbulo, que cantarían las tropas del general Arredondo por 1875. ‘Queco vení pal hueco, Queco, te tengo que hablar’, ya como tango compadrito, y en Colección de Cantes Flamencos, de Antonio Machado y Álvarez de 1881 se nombra ‘El Tango de la Casera’ que aludía a las romerías de la Recoleta, reuniones familiares de día y por la noche reunía a los primerizos bailarines de tango. El ya mencionado Ángel Villoldo, -primer autor profesional del tango con rigor musical pero letrista de ‘La Morocha’, su tango más renombrado de 1905 sobre música del pianista Enrique Saborido, concebiría a ese tema como un cuplé a ser cantado por la ‘española’ Lola Candales quien junto a Saborido actuaban en un cafetín de la calle Reconquista en Buenos Aires. Y un poco al margen, tanto el pianista Saborido como la ‘cupletista española’ Lola Candales eran uruguayos de Montevideo; y por esas cosas… Por 1906 Ángel Villoldo compone letra y música de ‘Cuidado con los Cincuenta’, un tema ingenioso que medio siglo más tarde grabado por varias orquestas modernas. Y ese tema por su letra y el tratamiento musical inusual sería considerado como un indudable tango andaluz: ‘una ordenanza sobre la moral decretó la autoridad policial, y por la que hombre se debe abstener decir palabras dulces a una mujer. Chitón, que (continúa en pág. 22) El Relato - Noviembre 2013 - nº 13 (viene de pág. 21) al que se propase cincuenta le harán pagar’. Además del reconocido ‘Cuidado con los Cincuenta’ quedan otros rastros del género chico español en los compadritos del precursor Villoldo: ‘aquí tienen al torito, el criollo más compadrito que pisó la población’ hoy mismo suena como zarzuelero y divertido. Y se nos ocurre que este mismo autor, -que fuera también tipógrafo de oficio- acaso conociera la opinión que Domingo Faustino Sarmiento diera en su libro ‘Facundo, Civilización y Barbarie’por 1845: ‘en Buenos Aires sobre todo, todavía está muy vivo el tipo popular español, el majo… todos los movimientos del compadrito revelan al majo; el movimiento de los hombros, los ademanes, la colocación del sombrero y hasta la manera de escupir entre los colmillos, todo es de un andaluz genuino’. Una aguda observación de un Sarmiento poco concurrido en el ámbito de la tanguería. Durante más de cien años el tango tuvo notorios cambios rítmicos y sus letras marcarían notoriamente la literatura de los argentinos. Hoy los escasos nuevos tangos cantables sostienen su argumentación de lo personal a lo social, y aunque su construcción lo tiende a ser música de cámara propia para hábiles solistas, su espíritu sos- tiene el ‘sabor’ inherente a su origen. Y ya Jorge Luis Borges por 1930 había advertido sobre la calidad literaria de sus Página 21 letras: ‘de valor desigual porque proceden de plumas heterogéneas, las letras de tango que la inspiración o la industria han elaborado, integran un inextrincable Corpus Poeticum que los historiadores algún día vindicarán. Es verosímil que hacia 1990 Por Eduardo Pérsico surja la sospecha de que la verdadera poesía de nuestro tiempo no está en ‘La Urna’, rio caótico’. Una reflexión propia de Enrique Banchs ni en ‘Luz de de un indudable argentino como Provincia’ de Carlos Mastronardi, él, sobre nuestra canción identifisino en las piezas imperfectas catoria… que se atesoran en ‘El alma que Pero no sólo a propósito del Canta’. tango nos debemos algunos deY sin ambages se refirió Borges a bates, sino a propósito de otras una popular publicación semanal expresiones de nuestros hábitos y que difundía letras de nuevos y cultura. Que a veces los argentiviejos tangos, agregaría el escri- nos no encaramos acaso para tor ‘esta suposición melancólica o mantener vigentes ciertas contradicciones. una culpable negligencia, me ha vedado el estudio de ese reperto- DE COMPADRITOS, TANGOS Y CANTE JONDO El Relato - Noviembre 2013 - nº 13 Rodrigo Cerda La Caleta Un viaje que no planifiqué, nunca supe cuantas horas duraba hasta que descendimos del bus a una tierra rojiza de sol, piedras, zorros y camanchaca... El desafío característico de un grupo en condiciones adversas, algo fácil de escribir, pero imposible de explicar con palabras, ese lenguaje de las emociones y sentimientos que solo puede expresarse en el contacto, con saludos, juegos, canciones, abrazos, miradas y risas... Tal canción del 7° de línea, la labor nos llevo a avanzar cada día entre sudor y sed, con la recompensa de un manto de estrellas y una potente luna que nos visitaba de noche en vez, nuestros ojos no debían cerrarse, pero seguir en pie no era prudente, debimos extender las tardes, los círculos y nuestras linternas... No sé si esta historia corresponda a algún libro, quisiera pensar que solo es un capítulo después de tantos otros que vendrán, hay tanto aún por contar, tanto por hacer, tanta gente aún que estará en el camino, que mi actitud frente a, seguir adelante aumenta cada vez más, porque sé que su amor viaja conmigo... Ahora que sólo resuena el eco Un día que olvidar... Como de un día a otro todo puede cambiar, para bien o para mal los cambios son buenos, pese a todo lo que venga, el cambio es la señal del desarrollo, a mi me pasó un día de esos... de nuestras almas unísonas en Pan de Azúcar, la geografía de nuestra tierra nos separa, estando en medio de aquella Caleta de soñadores, cuando entendimos que fuimos bendecidos de comer en la misma mesa, tenemos que seguir adelante cargando las esperanzas de aquellos que se grabaron en nuestro corazón... po para ambos, pero mi descuido me llevó a quedar botado en el camino antes de estropear el vehículo por falta de ajustes, forzado a dejar mi ropa de presentación, pretendí arreglar lo que aún no sé arreglar, mi camioneta, terminando en manos de un par de mecánicos que se llevaron parte del problema y todo mi dinero... Tan solo las cosas no han sido como esperaba, el trabajo, mis clases y mis nuevos desafíos, empecé aquel día dejando atrás aquel pasado de derrotas, embarcándome a mi nuevo desafío, lleno de entusiasmo con esa gota de incertidumbre y temor, esa que parece vibrar y emitir un sonido bajo, que puede resonar y ensordecer, aquel día pasó... Quedé sin ni un cuesco, y con las pocas monedas que sobraron termine el viaje a casa, me presenté igual a mi entrevista y al siguiente día fui a trabajar donde estoy actualmente, pero casi no llego a la cita con mi profesor del cual dependía para terminar un ramo de aquellos, lo bueno es que pasó, pero terminé desmoralizado y solo supe caer a mi cama destruido, pensando que este día es un día para olvidar... Salí lleno con esperanza, en camioneta para comenzar mi nuevo trabajo, mientras incluso debía presentarme en otro, eso era un buen indicio, al punto que no había tiem- Quizá, solo este mirando de muy cerca y este día marque mi nuevo horizonte... Página 22 RODRIGO CERDA El Relato - Noviembre 2013 - nº 13 Autora: Hoy amaneció el día lluvioso motivo para que, en las casas del Levante almeriense, en las cocinas se guisen las tradicionales migas, comida sana y económica de toda la vida que vuelve a las mesas para agrado de grandes y chicos. Las abuelas recobran el protagonismo y la rasera se mueve con destreza en la paila. Estamos en la resaca de una opulencia falsa y global, que nos guiaba sin rumbo, o mejor dicho a tele pizza. Por eso mismo y porque llueve, hoy me he decidido a salir al campo, a buscar caracoles, espero encontrar algunos entre los naranjales , ya cada vez son mas escasos, causantes los pesticidas y la agricultura que se extiende otra vez por esta zona, es increíble ver lo que esta tierra árida produce: Melones, sandias, brócoli, alcachofas, cítricos, lechugas etc., nadie lo diría al ver este paisaje sin agua, seco y ocre. Cuando esté en el campo me daré una vuelta por el cortijillo del Martinillo, para ver si hay espárragos trigueros e hinojos, también cogeré una mata de tomillo y alguna cerraja. Como dice la chacha Rita, todo lo que nada, corre y vuela a la cazuela. Manola mi vecina, hace en sus ratos de cháchara a la fresca con las vecinas, unos gurullos a mano que luego reparte entre todas ellas como joya granulada para buenos potajes, la tradición le viene Rosa Cortizo Alonso de sus mayores, era la época de subsistencia cuando las familias tenían lo justo para salir adelante. Olvidémonos de las comidas basura, que nos tienen sebosos e hipertensos como los americanos, bueno, ahora que lo pienso, menos Obama, se ve que el Mister como bien y poco, no como su señora Michelle que está un poco metida en carnes magras de pata negra Ahora volvemos a respetar la tradición, otra vez en vacas flacas se agradecen las manos sabias de las abuelas y titas que saben llenar estómagos sin apenas gastar dinero. Volvemos a la coherencia, al sentido común, a valorar y desear tener un trozo de tierra para comer sin aditivos, ni colorantes ni conservantes, volver a lo tradicional, a lo auténtico, sin excesos de embalajes que cuestan más que el producto. Yo me alegro de haber aprendido otra vez a reciclar después de mi época madrileña tuve un relax, aunque pienso que este pequeño gesto no es suficiente, veo calles sucias, cacas de perros por todos los lados, y eso que ahora empezamos a tener consciencia de nuestro mundo contaminado, por eso también guardo tapones, hago cosas con bolsas recicladas, esterillas etc., broches con cápsulas de café, aunque comprenda que sería mejor hacer el café en la olla como antaño y dejarnos de hacer rico a George Cloony. Nunca es tarde. El reciclado, todo un mundo a descubrir, si no que se lo digan a Justo Gallego que construye su propia catedral en Mejorada del Campo. Con lo que tiramos podríamos levantar ciudades con los materiales que desechamos. Que no siga la crisis por mucho tiempo, o tal vez si, para que seamos más conscientes de lo que somos, lo que tenemos, de donde venimos y sobre todo a donde vamos. Porque como dijo otro que era listo, SOMOS LO QUE COMEMOS. HISTORIAS EN TIEMPOS DE CRISIS Página 23 El Relato - Noviembre 2013 - nº 13 El presidente de Uruguay, José Mujica, se refirió a la eventual acción armada de EE.UU. contra Siria, plateando que sólo traería más sufrimiento para las víctimas de la guerra y no solucionaría la problemática de fondo. “Es imposible ahogar una guerra con más guerras, es intentar apagar una hoguera echando más combustible”, dijo en su habitual mensaje por radio según consigna El País, citando como ejemplo los recientes casos de Irak, Afganistán y Libia. “Se desemboca en un camino de conflictos internos y se asegura un hondo resentimiento que se transforma en lucha y resistencia”, continuó el mandatario, para luego expresar que “el único bombardeo admisible en Siria es leche en polvo, galletas y comida, no armas”. En la misma linea, Mujica aseguró que los únicos beneficia- Página 24 dos con un ataque serían “los especuladores financieros, que ni lentos ni perezosos van a estar al golpe del balde aprovechando los sustos en una zona de guerra”. “Cada uno de los intentos de los últimos 20 o 30 años por imponer la democracia occidental a cañonazos, allí en la Asia menor o en el mundo árabe, el resultado final de semejante sacrificio son dolorosos genocidios”, sentenció. Pepe Mujica: “El único bombardeo admisible en Siria es leche en polvo, galletas y comida”