hagamos nosotros, alegrémonos y preparémonos para el gran

Transcripción

hagamos nosotros, alegrémonos y preparémonos para el gran
Séptima Semana
Oremos para REGOCIJARNOS COMO LA NOVIA QUE SE PREPARA PARA LA
BODA, y que ese mismo gozo invada nuestras familias, nuestra congregación y a quienes
asistirán al congreso “Avívanos 2008”
Isaías 61:10
En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió con
vestiduras de salvación, me rodeo de manto de justicia, como a novio me atavió y como a
novia adornada con sus joyas.
Quizá usted ya fue el protagonista de una boda. Tal vez tenga muy presentes los recuerdos de
aquel hermoso día y del proceso de planeación para llevarla a cabo. Seguramente esperaba tener
todo perfecto para ese gran evento. No había detalle que no se revisara una y otra vez. Anhelaba
tener una ceremonia hermosa, el mejor banquete, las mejores flores, el mejor vestido, la mejor
decoración, entre muchas otras cosas. Realmente predominaba un fuerte deseo de que todo saliera
perfecto. Alguno, quizá, por la emoción llegó a contar los días en forma regresiva esperando con
entusiasmo el día de su boda. Y así, mientras transcurrieron los días, los novios se prepararon
alegremente. .
Quien vive un proceso así, vive tiempos de alegría y gran expectación. De igual manera,
hagamos nosotros, alegrémonos y preparémonos para el gran mover de Dios en Dallas y
en esta nación. Así como la novia se prepara para el día de su boda. Dios anhela que, en este
tiempo, su iglesia se prepare para el evento más grande que va a sacudir esta ciudad y esta nación.
Es tiempo de elevar nuestras expectativas respecto del anhelo de Jesús de manifestar su ministerio
en nuestras vidas, nuestras familias, congregación, ciudad y nación. Este es un tiempo de alegría
por las maravillosas obras de nuestro Dios.
Jesucristo nos ha hecho reyes y sacerdotes, pero además nos ha vestido de su justicia. Por lo
tanto, ninguna condenación hay para quienes estamos en Cristo (Romanos 8:1). Tal vez han
venido a tu cabeza mentiras queriendo llenarte de culpa y condenación, pero hoy Jesús quiere
recordarte que él te ha vestido de justicia y de su salvación, y por lo tanto él está esperando que te
alegres y tengas una expectativa gozosa por las grandes promesas que está a punto de cumplir.
Puede ser que haya circunstancias adversas, pero a pesar de lo que vean nuestros ojos, decidamos
alegrarnos como hizo Habacuc, quien a pesar de no ver lo resultados esperados, decidió alegrarse
en el Dios de su salvación (Habacuc 3:17-18). ¡Qué gran ejemplo! Por tanto, nosotros creamos
también que el Dios de nuestra salvación, quien nos ha hecho tan hermosas promesas, es fiel para
cumplirlas (Hebreos 10:23). Dejemos que el gozo del Señor sea nuestra fuerza.
Mantengamos firme nuestra esperanza y perseveremos en el gozo de saber que pronto, muy
pronto, llegará el día en que respiremos un aire diferente en esta ciudad: un aire de justicia, un
aire de santidad, un aire de avivamiento. Dios está abriendo una puerta delante de nosotros, nos
está llamando a entrar en una nueva dimensión de su presencia. Nos está llevando a un nivel más
alto, pero ese nivel requiere de compromiso total y absoluto. Así como dos novios están
comprometidos el uno con el otro para contraer matrimonio, Jesús está deseando que tú te
comprometas con él. Nuestro Señor Jesús ya está dispuesto, la mesa está puesta, los adornos están
dispuestos, él te está esperando.

Documentos relacionados