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U naturaleza El animal sagrado de la Cordillera Cantábrica 28 ASTURAL La Cordillera Cantábrica es el refugio de más de cien osos que han conseguido sobrevivir a la caza y la persecución a lo largo de los siglos. El cambio en la mentalidad de los vecinos y las políticas contra el furtivismo han logrado que este animal sea hoy un orgullo para los asturianos y un símbolo de la calidad de la naturaleza de la región. Sin embargo, el mantenimiento de esta especie exige del trabajo de muchas personas dedicadas en cuerpo y alma a su conservación, y todavía queda mucho por hacer para consolidar su presencia en la montaña cantábrica. Por Álvaro Villa • Fotografías de Antonio Vázquez / Juan Menéndez E l verano toca a su fin y con él, el periodo de celo del oso pardo. En otoño estos carismáticos plantígrados deberán trabajar duro y alimentarse bien para adquirir la grasa necesaria y sobrevivir al largo invierno. Son entre 100 y 130 los osos que viven en toda la Cordillera Cantábrica, el 75% de los cuales se encuentran en territorio asturiano. Unos 20 ó 25 viven entre León, Cantabria y Palencia, entrando ocasionalmente en los concejos asturianos de Caso, Amieva y Sobrescobio. El resto se sitúa en el occidente de la cordillera, ocupando territorios de los municipios de Proaza, Quirós, Teverga, Lena, Somiedo, Belmonte, Cangas de Narcea, Degaña, Ibias y Allande, así como las zonas limítrofes de Galicia y León. Pasado el invierno y concluido su periodo de hibernación, la principal preocupación de estos plantígrados es saciar el hambre acumulada durante los meses de descanso, para lo cual buscan pastos y carroñas que se han conservado durante el invierno. Más tarde, en los meses de mayo y junio, vivirán la época de celo, en que la prioridad de los machos será la reproducción. Las madres con crías son las últimas en salir de las oseras, lo que ocurre a mediados de abril. Habitualmente, las camadas son de dos o tres oseznos y, en condiciones normales, tienen un celo cada dos años. Pese al hambre que puedan sufrir tras tantos meses sin comer, su mayor preocupación será permanecer lejos de los machos. Esta actitud se debe a que las osas con crías no se ponen en celo, pero entran inmediatamente en este estado, en el caso de que mueran sus oseznos. Por ello, los machos pueden tratar de acabar con la vida de las crías. Esto explica que las madres permanezcan alejadas del resto de sus congéneres, escondidas en lugares tupidos y poco frecuentados hasta que ha pasado ya la época de celo. El verano es el momento de buscar fruta: primero las cerezas, en junio, que comen trepando hasta las copas de los árboles. Después, arándanos y otras bayas del bosque. ¿Saben cómo queda un cerezo al que se subió un oso? Fíjense en ellos en las zonas oseras, preferentemente lejos de los pueblos. Si tienen suerte podrán ver, en época de frutos, tallos y hojas verdes en el suelo. En sus alturas, las ramas rotas y dobladas hacia dentro delatan que el oso se sentó arriba y atrajo las ramas hacia sí para comer las cerezas. Quizás hayan quedado sus garras marcadas en el tronco. Los osos también comen insectos, especialmente hormigas, y levantan piedras del suelo para tratar de encontrar los invertebrados que se ocultan debajo. Pero la época estival es un compás de espera para el plantígrado, que busca mantener su masa corporal hasta la otoñada, el momento más importante del año en lo respectivo a la alimentación. Los osos nacidos en enero volverán a hibernar al año siguiente con su madre, y todavía serán lactantes hasta la primavera posterior, más de un año después de nacer. Al año y medio de parir, la osa vuelve a entrar en celo, y es ése el momento en que ha de alejar a sus hijos de ella para que se independicen. Animal totémico Hasta hace pocos lustros, el hombre era el principal enemigo del oso. La convivencia entre ambas especies nunca ha sido fácil, especialmente si tenemos en cuenta que los osos cantábricos ocupan las zonas oseras más humanizadas de toda Europa. El oso era una fiera a extinguir, y tanto la caza legal como la furtiva, así como la defensa a tiros de los cultivos y de los ganados locales, diezmaron su población hasta que a finales de los años ochenta había menos de un centenar en toda la cordillera. En la actualidad, sin embargo, el oso es un tótem para Asturias. Es un animal sagrado, respetado y querido. Su permanencia en los bosques cantábricos se considera una prueba de que la naturaleza de la cordillera es rica y variada, espesa y salvaje. Su valor se acrecienta al tener en cuenta que, de los cinco grandes grupos genéticos en que se divide el oso pardo en el planeta, uno de ellos mantiene representantes puros solamente en la región cantábrica. En los Pirineos y en ASTURAL 29 naturaleza el sur de Suecia, los otros dos lugares donde ha vivido, los ejemplares que quedan ya han sufrido mezclas genéticas con otras especies de oso pardo y su pureza se ha perdido. El Parque Natural de Somiedo es una buena prueba del atractivo del oso. Belarmino Fervienza, alcalde del concejo, explica que «el parque recibió 120.000 visitantes en 2005, ya que el hecho de que el oso tenga aquí su hábitat certifica la calidad de la naturaleza y la existencia de otra fauna salvaje en la zona. Sin embargo, no podemos decir que quien venga a Somiedo verá uno, porque eso es muy difícil». De hecho, los encuentros con este animal son muy raros, tanto entre los vecinos de los valles oseros como entre quienes trabajan por su conservación. Quien ha tenido uno puede considerarse afortunado, ya que el oso percibe la presencia del hombre mucho antes de que éste pueda verle. Más fácil es, sin embargo, dar con sus huellas y excrementos o encontrar árboles que marcó con sus arañazos o donde dejó algunos de sus pelos. En 2006, el oso supone riqueza para estas tierras: «Gracias al Parque Natural, la economía de Somiedo es más fuerte y variada. Ya no es exclusivamente ganadera», afirma Fervienza. En contrapartida, hay varias áreas críticas, donde la caza está limitada y el tránsito de turistas, prohibido. Se trata de zonas de especial sensibilidad porque los osos descansan e hibernan en ellas. A estas zonas se oponen los cazadores, porque opinan que contribuyen al crecimiento desmesurado de la población de jabalí. A cambio, suponen un refugio para los osos, y dan a los visitantes la posibilidad de apostarse en lugares con buenas vistas sobre ellos y tratar de avistar uno con ayuda de unos prismáticos. En algún caso, puede repetirse lo que vivió Manuel González, Lolo, en 2005. Este ganadero y alcalde de barrio de Villar de Vildas, en Somiedo, alegró la visita a unos turistas andaluces a los que mostró un oso que se podía ver desde el pueblo, a simple vista, en una de las laderas del valle. El Plan de Recuperación del Oso Pardo A finales de los años ochenta y principios de los noventa fue cuando menos osos hubo en la cordillera. Por ello, en 1991, el Principado de Asturias promulgó el Plan de Recuperación del Oso Pardo, que señalaba y agrupaba por vez primera las líneas maestras a seguir para mantener y recuperar la población de osos 30 ASTURAL v El verano es momento de buscar fruta: primero las cerezas, en junio, que comen trepando hasta las copas de los árboles. Pero es el otoño la época más importante en lo que a la alimentación del plantígrado se refiere. pardos en la región. En estas actuaciones están las claves que explican que, desde hace unos diez años, la población osera esté aumentando. Para Javier Naves, doctor en Biología, investigador del CSIC y director de programas científicos de estudio del oso desde la Universidad de Oviedo, «no se sabe con exactitud las causas de esta tendencia, pero el cambio coincide con la puesta en marcha del Plan de Recuperación del Oso Pardo». Indemnizaciones a ganaderos El plan obligaba a mantener una medida que funcionaba desde hacía pocos años, y que trataba de paliar los daños causados por los osos. Desde 1985, los ganaderos reciben una in- demnización del 120% del valor de cualquier animal que haya sido muerto y devorado por un oso. Esta medida, unida a las que abogaban por la concienciación social, lograron frenar la pérdida de plantígrados. Los guardas de la Patrulla Oso del Principado de Asturias son los encargados de certificar si un animal encontrado muerto ha sido atacado o no por el oso. Según Miguel Fernández, coordinador del grupo, «muchos de los doscientos casos de media que estudiamos cada año no tienen al oso como culpable de la muerte de la res, pero si ha estado comiendo de él, siempre se paga la indemnización». Para Antonio González, uno de los guardas de la patrulla, «ésta es una política muy importante, porque evita muchos envenenamientos y lazos». Alfonso Hartasánchez, de la organización conservacionista FAPAS (Fondo para Una de las asignaturas pendientes en la conservación del oso es la unión de las poblaciones oriental y occidental, separadas por una franja de terreno de unos 50 kilómetros, lo que imposibilita el intercambio genético entre ambas La convivencia entre ambas especies, hombre y oso, nunca ha sido fácil, especialmente si tenemos en cuenta que los osos cantábricos ocupan las zonas oseras más humanizadas de toda Europa. la Conservación de los Animales Salvajes), fue el primero en realizar las certificaciones junto con los guardas del Principado cuando se instituyeron las indemnizaciones del 120%. De aquella, un ganadero les llevó a ver una vaca que había muerto en el monte. El dueño del animal declaró que la vaca había fallecido del susto al aparecer un oso. «¡Es que estaba débil del corazón!», explicó el dueño. Lazos y venenos Aunque las prácticas de caza furtiva contra el oso han desaparecido, las muertes por causas humanas no lo han hecho. Para Guillermo Palomero, coordinador en el Ministerio de Medio Ambiente de la estrategia nacional de conservación del oso pardo y presidente del grupo conservacionista cántabro Fundación Oso Pardo, «es evidente que hay pérdidas en relación a los nacimientos, y creemos que se s El alcalde de Somiedo, Belarmino Fervienza, asegura que gracias al Parque Natural, la economía del concejo ya no es exclusivamente ganadera. deben a los lazos y los venenos colocados en la naturaleza. Lo positivo, sin embargo, es que se incorporan más ejemplares de los que mueren». Para todos los expertos, éstas son las causas más probables de mortalidad. Se trata de prácticas furtivas dirigidas contra el jabalí, pero que afectan muy negativamente al oso, ya que ambos comparten hábitat y alimentación. Pese a que ambas artes constituyen delitos penados, todavía hay muchas personas que las utilizan para defender sus terrenos de la acción destructiva del jabalí y que provocan la muerte de algunos osos. ASTURAL 31 s Alfonso Hartasánchez, cofundador de FAPAS, oculta cámaras con artilugios caseros en los bosques, para retratar lo mejor de la fauna asturiana. A la caza de la instantánea O tra persona que ha luchado infatigablemente por salvar al oso es el naturalista Alfonso Hartasánchez. Junto a su hermano Roberto, fundó FAPAS en 1983, organización conservacionista que se ha ganado a pulso ser un punto de referencia en Asturias en el conocimiento de la fauna salvaje. En estos momentos, Alfonso Hartasánchez colabora en un trabajo genético del Museo Nacional de Ciencias Naturales recogiendo muestras de excrementos y de pelos de osos. Además, desde hace varios años, una de sus ocupaciones principales es el manejo de cámaras de fotos que captan imágenes de osos en la naturaleza. Son aparatos caseros colocados en el monte, que se disparan automáticamente al detectar el movimiento y que están colocados al paso en senderos y caminos frecuentados por la fauna salvaje. Este naturalista, que lleva 21 años en Somiedo, tira unos 160 carretes al año, aunque a veces una cámara debe gastar tres películas hasta lograr fotografiar un oso. Por sus objetivos pasa también el resto de la fauna de los montes asturianos: jabalís, tejones, lobos...Su archivo cuenta también con unas 400 fotografías de gatos monteses. En estos años, el cofundador de FAPAS ha tenido unos cuantos encuentros directos con osos. En una ocasión, tras ocuparse durante varios minutos de una cámara de fotos en medio del monte, descubrió que a veinte metros de él un oso le observaba tranquilamente. El animal aprovechó ese t Los encuentros con este animal rara vez se producen. Sin embargo, es fácil dar con sus huellas o encontrar árboles que marcó con sus arañazos. Patrulla Oso El Plan de Recuperación del Oso Pardo promulgaba la creación de la Patrulla Oso, que depende de la Dirección General de Recursos Naturales del Principado de Asturias y que está formada por cinco guardas del Medio Natural. Dos de ellos se ocupan de Somiedo, otro de Ibias y Degaña y otro más se encuentra en Cangas de Narcea. Además está 32 ASTURAL momento para darse la vuelta y marcharse despacio, pero todavía se paró a restregarse contra un árbol cuando, unos metros más allá, se percató de que Hartasánchez le había seguido para observarle. Para su hermano Roberto, director de FAPAS, la cordillera alberga hasta 140 osos, de los cuales unos 120 se encuentran en el núcleo occidental, entre Asturias, León y Galicia. En su opinión, «el oso se está beneficiando de la despoblación de los concejos montañosos para conquistar más terreno y aumentar su población. Sin embargo, la otra cara de la moneda es que el abandono de cultivos como la miel, el maíz o los frutales, le privan de parte de su alimentación». Para mitigar este déficit, FAPAS tiene en marcha un programa de plantación de frutales en zonas oseras. Esta organización lucha también por paliar los efectos de la disminución de las carroñas en el campo desde que el mal de las vacas locas obligara a prohibir el abandono del ganado muerto en la naturaleza. «Los oseznos dependen en gran parte de la carroña para subsistir al final del invierno», explica el director de FAPAS, «pero es un problema también para otros animales carroñeros, que se ven privados de miles de cabezas de ganado cada año». Pese a que la disminución de carroñas no es considerada tan importante para el científico Javier Naves, ni para los miembros de la Patrulla Oso, esta organización está luchando porque la Unión Europea conceda una exención que permita que el ganado muerto permanezca en la naturaleza. Miguel Fernández, el coordinador, que tiene su sede en Oviedo y hace trabajos de monte por todas las zonas oseras. Las funciones de esta patrulla son innumerables, aunque hay que destacar su participación en proyectos de investigación sobre el plantígrado cantábrico. En estos momentos trabajan en la elaboración de un censo de la población osera, en la creación de una cartografía detallada que muestre las zonas de alimentación, encame (descanso) e hibernada osera, y en un proyecto de individualización genética. La Patrulla Oso es también la responsable del manejo de osos en situaciones de emergencia. Son ellos quienes tuvieron que capturar t Belmonte, Candamo, Grado, Las Regueras, Proaza, Quirós, Somiedo, Santo Adriano, Teverga, Yernes y Tameza Las huellas de la Historia ASTURAL 33 De furtivo a guarda mayor Q Baldomero Álvarez aplicó su experiencia como furtivo en los bosques de Somiedo a su trabajo como guarda forestal. uien conoce muy bien estas artes y sus consecuencias es Baldomero Álvarez. A sus 75 años de edad, Mero ha sido uno de los mayores furtivos de Somiedo. Esos méritos le valieron ser reclutado para trabajar como guarda en 1968. Había cazado todo tipo de presas, incluso se había cobrado numerosos urogallos. Nunca abatió un oso, pero disparó contra ellos en una ocasión. Gracias a esa experiencia, llegó a ser guarda mayor de los valles oseros, convirtiéndose en el más duro de cuantos luchaban contra el furtivismo. En su lucha contra estos delincuentes, llegó a ser encañonado por un cazador, e incluso le dispararon. En una ocasión, un guarda forestal fue asesinado en otro punto de Asturias. Mero recibió la esquela del difunto por correo con una advertencia: «Tú serás el siguiente». Desde que se jubiló, hace once años, Mero colabora con FAPAS en la protección del oso y otros animales salvajes. En aquel momento, no creía en la supervivencia del oso. Pero ahora es optimista. «Yo decía que la especie desaparecería con el siglo. Sin embargo, ahora la cosa va bien. El oso se ve distinto que antes. A los de aquí les conviene que haya osos porque los consideran una riqueza». t la osa que se coló en el cercado de Paca y Tola en julio de 2005, y quienes evacuaron las dos osas a Cantabria cuando hubo un argayo y la valla quedó abierta por el desprendimiento. Así mismo, se encargan de atrapar y trasladar a la Facultad de Veterinaria de León cualquier oso que aparezca herido y tenga que ser curado o los animales que aparezcan muertos y haya que efectuarles una necropsia para evaluar las causas de su fallecimiento. En una ocasión, en el año 1994, Antonio González, guarda de Somiedo, iba a censar urogallos de madrugada. Mientras se acercaban al lugar elegido, todavía de noche, él y su compañero observaron dos bultos caminar hacia ellos. Cuando los tenían a 3 metros encendieron una linterna y advirtieron que eran dos osos. El más pequeño de ellos se marchó corriendo enseguida, mientras que el mayor esperó unos segundos mirando MONTAÑA ESCALADA ESPÉLEO SKI DE TRAVESÍA 34 El mejor equipamiento ASTURAL C/ MARQUÉS DE PIDAL 22 OVIEDO TEL.: 985 255 834 hasta que echó a correr. Eran un macho y una hembra en época de celo. El futuro de la especie Nadie se atreve a hablar de la cifra de osos que podría llegar a haber, ni del territorio que necesitarían. El oso pardo cantábrico continúa en peligro de extinción. El camino que se está llevando parece bueno, pero todavía quedan asignaturas pendientes. Una de ellas es la unión de las poblaciones oriental y occidental, separadas por una franja de terreno de unos 50 kilómetros en la que parece que no hay presencia osera, con lo que no hay intercambio genético entre ambas. Este hecho afecta gravemente a la población oriental, la más pequeña. Quienes trabajan en el mundo de este animal se plantean trasladar una osa joven desde el occidente asturiano hasta el oriente para tratar de aliviar en parte este problema. También está pendiente la reproducción de Paca y Tola, las osas que permanecen en cautividad en el concejo de Proaza porque su madre fue abatida en una cacería hace 17 años y hubo que criarlas con biberón. Sus crías podrían soltarse en esta zona. Sin embargo, sobre esta posibilidad hay más incógnitas que certezas. Para Roberto Hartasánchez, de no hacerse nada, la Cordillera Cantábrica se quedaría solamente con cien osos. Sin embargo, él t AQUÍ su publicidad se ve MÁS ASTURAL 35 Antonio Vázquez, fotógrafo de naturaleza A ntonio Vázquez, nacido en Sama de Langreo, Asturias, hace cuarenta y siete años, es considerado como uno de los fotógrafos de naturaleza más prestigiosos de España. Sus reportajes han aparecido en las revistas más importantes de Europa y es uno de los pocos fotógrafos españoles que puede presumir de haber publicado un reportaje completo en la revista Wildlife BBC. Este asturiano colabora con revistas de la talla de Geo, National Geographic España, Natura o Altair y es fotógrafo de la revista Patrimonio Mundial. Para esta publicación de la UNESCO ha retratado el arte, la cultura y los lugares más bellos del planeta. En la web ha sido seleccionado entre los 100 mejores fotógrafos de naturaleza y viajes del mundo. Vázquez considera que su misión es «informar para que a través del conocimiento la gente llegue a querer y respetar a la Naturaleza». Por ello, gran parte de su obra está dedicada a la divulgación de los valores culturales y faunísticos del mundo y es autor de las fotografías de más de 25 libros de naturaleza, además de haber escrito los textos para algunos de ellos. Responsable de las más conocidas fotografías de osos cantábricos, este fotógrafo considera que «la población osera de Asturias se va a mantener, pero no puede aumentar por culpa de la limitación espacial que le impone la presencia humana. Ha crecido en los últimos años un 10% gracias a las medidas proteccionistas, pero no va a pasar de ahí». Para él, la función de la administración pública en la preservación de esta especie es «la conservación de su entorno para que salga adelante por sí misma. Lo mejor sería dejar las zonas oseras sin gente. Que no entren allí excursionistas, deportistas y ni siquiera los científicos porque el hombre sólo con su presencia ya limita el territorio del oso». En su opinión, «la educación de la sociedad desde las escuelas es sin duda el mejor modo de mantener nuestra fauna y nuestra Naturaleza, porque el hombre y su entorno siempre serán indisolubles». 36 ASTURAL uu A la izquierda Miguel Fernández, el coordinador de la Patrulla Oso; a la derecha, uno de los cinco guardas, Antonio González, encargado de Somiedo. u Paca y Tola permanecen en cautividad en el concejo de Proaza. Hace 17 años su madre fue abatida en una cacería y tuvieron que ser criadas con biberón. Ahora, su reproducción es un tema pendiente, aunque la Fundación Oso ha elaborado un plan de reproducción que contempla su apareamiento natural. t piensa que para conservarlos de verdad habría que llegar a los trescientos. Sólo el tiempo aclarará una cuestión sobre la que no hay acuerdo en estos momentos. El papel del amante de la naturaleza en esta lucha pasa por su contribución a la conservación de su hábitat. De este modo, cada vez que llegue el otoño y los días sean cortos, el oso pardo cantábrico encontrará en el monte esa comida que necesita para aguantar la hibernada. La bellota, el hayuco y la castaña, además de la ingesta de alguna carroña o de un animal cazado, constituyen en estos meses sus mejores fuentes de alimento. Todavía hay mucho camino por recorrer en la conservación del oso y el monte tiene que estar a punto para él. £