Declaraciones Históricas

Transcripción

Declaraciones Históricas
Declaraciones Históricas
Aun desde los primeros siglos de la Iglesia Cristiana podemos ver claramente la obra de Dios instruyéndola y
formándola. Desde muy temprano, la Iglesia tenía creencias definidas. Cuando la verdad de las Escrituras fue atacada
en la Iglesia (mayormente la naturaleza y la persona de Jesús y la Trinidad) por herejes y falsos maestros, la Iglesia se
reunió para formular sus creencias según las Escrituras en términos más claros. Hay mucho que podemos aprender
de la historia de la iglesia cristiana y sus enseñanzas y fe. Reconociendo que las Escrituras son infalibles y son la única
autoridad, creemos que las siguientes declaraciones históricas explican con precisión y fidelidad las enseñanzas de
las Escrituras referentes a la naturaleza y persona del Señor Jesucristo y la Trinidad. Por tanto, estos credos son
buenos e importantes para nuestra fe, siendo firmemente basados en la Biblia y no en la tradición humana y
religiosa.
EL CREDO NICENO
(325 d.C. – revisado en Constantinopla 381 d.C.)
Creo en un solo Dios Padre Todopoderoso; Creador del cielo y de la tierra, y de todas las cosas visibles e
invisibles.
Y en un solo Señor Jesucristo, Hijo Unigénito de Dios, engendrado del Padre antes de todos los siglos, Dios de
Dios, Luz de Luz, verdadero Dios de Dios verdadero, engendrado, no hecho, consubstancial con el Padre; por el cual
todas las cosas fueron hechas; El cual, por amor a nosotros y por nuestra salud descendió del cielo, y tomando
nuestra carne de la virgen María, por el Espíritu Santo, fue hecho hombre, y fue crucificado por nosotros bajo el
poder de Poncio Pilatos, padeció, y fue sepultado; y al tercer día resucitó según las Escrituras, subió a los cielos y está
sentado a la diestra de Dios Padre. Y vendrá otra vez con gloria a juzgar a los vivos y a los muertos; y su reino no
tendrá fin.
creo en el Espíritu Santo, Señor y Dador de vida, procedente del Padre y del Hijo,' el cual con el Padre y el
Hijo juntamente es adorado y glorificado; que habló por los profetas. y creo en una santa Iglesia Católica y
Apostólica. Confieso un Bautismo para remisión de pecados, y espero la resurrección de los muertos, y la vida del
Siglo venidero. Amén.
Y
EL CREDO DE CALCEDONIA
(451 d.C.)
Nosotros, entonces, siguiendo a los santos Padres, todos de común consentimiento, enseñamos a los
hombres a confesar a Uno y el mismo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, el mismo perfecto en Deidad y también
perfecto en humanidad; verdadero Dios y verdadero hombre, de cuerpo y alma racional; consustancial (coesencial)
con el Padre de acuerdo a la Deidad, y consustancial con nosotros de acuerdo a la Humanidad; en todas las cosas
como nosotros, sin pecado; engendrado del Padre antes de todas las edades, de acuerdo a la Deidad; y en estos
postreros días, para nosotros, y por nuestra salvación, nacido de la virgen María, de acuerdo a la Humanidad; uno y
el mismo, Cristo, Hijo, Señor, Unigénito, para ser reconocido en dos naturalezas, inconfundibles, incambiables,
indivisibles, inseparables; por ningún medio la distinción de naturalezas desaparece por la unión, más bien es
preservada la propiedad de cada naturaleza y concurrentes en una Persona y una Sustancia, no partida ni dividida en
dos personas, sino uno y el mismo Hijo, y Unigénito, Dios, la Palabra, el Señor Jesucristo; como los profetas desde el
principio lo han declarado con respecto a Él, y como el Señor Jesucristo mismo nos lo ha enseñado, y el Credo de los
Santos Padres que nos ha sido dado.
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EL CREDO ATANASIANO
(Siglos cuarto-quinto d.C,)
Nota: La fe católica como se refiere aquí en esta declaración de fe no se refiere en ninguna manera a la Iglesia
Católica Romana. Cuando este credo fue escrito, la Iglesia Católica Romana aun no existía. Por tanto, aquí la palabra
“católica” mantiene su significado literal y original, el cual es “universal”, y se refiere a la iglesia o el cuerpo de Cristo
en todo el mundo.
1. Todo aquel que ha de ser salvo, antes de todas las cosas es necesario que practique la fe católica.
2. Tal fe la cuál excepto todos la observen completa y sin mácula, sin duda ha de perecer eternamente.
3. y la fe católica es esta: Que adoramos a un Dios Trino, Una Trinidad en Unidad,
4. No confundiendo las personas, ni dividiendo la sustancia [esencia].
5. Porque Una es la Persona del Padre, Otra la del Hijo, y Otra la del Espíritu Santo.
6. Pero la Divinidad del Padre, la del Hijo, y la del Espíritu Santo, es todo una, la Gloria igual, la Majestad co-eterna.
7. Tal como el Padre es, así es el Hijo, y así es el Espíritu Santo.
8. El Padre no es creado, el Hijo no es creado, y el Espíritu Santo no es Creado.
9. El Padre incomprensible [ilimitado], el Hijo incomprensible [ilimitado], y el Espíritu Santo incomprensible
[ilimitado].
10. El Padre es eterno, el Hijo es eterno, y el Espíritu Santo es Eterno.
11. y ellos no son tres eternos, pero Un Eterno.
12. Como tampoco existen tres incomprensibles [ilimitados], ni tres no creados, pero si uno no creado, y uno
incomprensible.
13. Por lo que de la misma manera el Padre es Todopoderoso, el Hijo es Todopoderoso, y el Espíritu Santo es
Todopoderoso.
14. y tampoco son tres Todopoderosos, pero un Todopoderoso.
15. Por lo tanto, el Padre es Dios, El Hijo es Dios, y el Espíritu Santo es Dios.
16. y tampoco existen tres dioses, pero un solo Dios.
17. Por lo tanto, de igual manera el Padre es Señor, el Hijo es Señor, y el Espíritu Santo es Señor.
18. y tampoco existen tres Señores, pero un solo Señor.
19. y así como estamos obligados por la verdad cristiana a reconocer a cada persona por sí misma como Dios y
Señor, la religión católica nos prohíbe decir que hay tres Dioses, o tres Señores.
21. El Padre no es ni creado ni engendrado.
22. El Hijo es el único del Padre, no hecho, ni creado, pero engendrado.
23. El Espíritu Santo es del Padre y del Hijo, no es hecho, ni creado, ni engendrado, pero procedente.
24. Por lo tanto, existe un Padre, no tres Padres, un Hijo, no tres Hijos, un Espíritu Santo, no tres Espíritus Santos.
25. Y en esta Trinidad ninguno es antes del otro, o después del otro; ninguno es más grande, o menor que otro.
26. Pero las tres Personas completas son co-eternas juntas y co-iguales.
27. Por lo tanto en todas estas cosas, como ya ha sido mencionado, La Unidad en Trinidad y la Trinidad en Unidad
debe ser Adorada.
28. Por lo que aquel que será salvo, debe pensar en la Trinidad.
29. Tanto más, es necesario para la salvación eterna que también se crea correctamente en la encarnación de
nuestro Señor Jesucristo.
30. Porque la verdadera fe es, lo que creemos y confesamos, que nuestro Señor Jesucristo, el Hijo de Dios, es Dios y
Hombre;
31. Dios, en la sustancia [esencia] del Padre, engendrado antes de los (mundo(s); y hombre, en la sustancia [esencia]
de su Madre, nacido en el mundo;
32. Perfecto Dios y perfecto Hombre, de un alma razonable y subsistiendo en carne humana;
33. Igual al Padre, en lo concerniente a su Divinidad; e inferior al Padre, en lo concerniente a su Humanidad.
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34. Quién aunque siendo Dios y Hombre, aún así el no es dos, pero un Cristo;
35. Uno, no por la conversión de la Divinidad en carne, pero por tomar la asunción de humanidad sobre Dios;
36. Uno en todo, no por la confusión de sustancia [esencia], pero por la unidad de Persona.
37. Por lo que el alma razonable y la carne son un hombre, así Dios y Hombre es un Cristo.
38. Quién sufrió por nuestra salvación, y se levantó otra vez al tercer día de entre los muertos.
39. Ascendió al cielo, se sentó a la diestra del Padre, Dios [Dios el Padre] Todopoderoso,
40. De donde vendrá a juzgar a los vivos y los muertos.
41. y a su venida todos los hombres se levantarán con sus cuerpos,
42. y darán cuenta por sus obras.
43. y los que hicieron lo bueno irán a la vida eterna, y los que hicieron lo malo a fuego eterno.
44. Esta es la fe católica, la que excepto un hombre crea fielmente [verdadera y firmemente], no puede ser salvo.

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