Seguir leyendo por aquí. - Rock mexicano en los 90`s
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EL EXTRAÑO CASO DE LA DEFINICIÓN PERDIDA (La accidentada historia del rock mexicano) Falsa obra de teatro acerca de la condición que ha guardado, guarda y se prevé guardará el rock mexicano Dramatis personae - Crítico I (Periodista de rock que defiende sus puntos de vista de manera desesperada y trata por todos los medios de chingarse al Crítico II) - Crítico II (Periodista-escritor-editor-músico fracasado que se encuentra contra las opiniones del Crítico I, del Músico, del Moderador y hasta de sí mismo) - Músico (Rockero mexicano que plantea la situación del rock en nuestro país y trata de convencer a los Críticos I y II de su forma de pensar además de agradecer al Moderador por el espacio) - Moderador (Oscuro personaje de difusa personalidad que por momentos fungirá como referee involuntario, entrevistador deprimido, orador incansable y dizque director de debate) La acción se lleva a cabo en una escenografía que representa un foro de televisión con pantallas gigantes, sillones cómodos y público entusiasta. La estructura de esta presentación de la historia del rock mexicano no es una infinita serie de datos históricos o una copia fiel del estilo seguido por los textos que alrededor de esto se ha escrito, más bien se hace un recuento de experiencias y apreciaciones hechas por parte de los que a fin de cuentas realizan la historia de este o cualquier género musical: los críticos musicales, los periodistas de música y los propios músicos. El título de esta parte del trabajo responde al hecho de la disconformidad existente acerca de la noción de existencia de un género musical llamado rock mexicano. ¿Qué es?, ¿A qué le llamamos „rock mexicano‟?, la respuesta necesariamente es relativa dependiendo de quien esté contestando a la pregunta, es por eso, que este capítulo trata de enfrentar las dos vertientes acerca del rock mexicano: la que afirma que este nunca ha existido y la que afirma lo contrario. El recuento histórico se presenta como un apoyo para empezar a tomar partido hacia alguno de estos dos lados. De la exposición de motivos de estos dos planteamientos y de la observación del desarrollo histórico que ha sufrido esta música se desprenderá la postura tomada por el que escribe hacia las conclusiones de esta investigación. Cabe señalar que no se hace un recuento de los orígenes del rock cómo género musical en tanto esa información se encuentra desarrollada de manera extensa en las partes correspondientes al origen y desarrollo de los géneros musicales que conforman el rock en el capítulo tercero. Sea para mayor confusión el presente capítulo acerca de una definición que parece extraviada de tan extensa y escurridiza. (Acto Primero, Escena Única) DE LA EXISTENCIA O INEXISTENCIA DEL ROCK MEXICANO Y DE SUS ORÍGENES RECONOCIDOS Estudio de televisión arreglado para programa de debate. (Entra el Moderador corriendo y observando el escenario se dirige al público) Moderador: ¡A ver Floor Manager! ¿Qué hacen estos calzones encima de la mesa? ¿y esas botellas tiradas en el suelo y los ceniceros sucios? ¡Chingada madre! ¿Qué no sabían que hoy iba a haber un programa de debate en este foro?. A ver si se apuran que los invitados no tardan en llegar, límpienme todo esto y enciendan las luces que esto parece cabaret... (Se encienden las luces mientras entra el Floor Manager seguido de tres cableros con una cara de crudos que no pueden con ella, empiezan a limpiar cuando uno de ellos amenaza con guacarear los inmaculados sillones del foro) Moderador: Saquen a ese borracho de aquí, que pase por su liquidación. Venir briago a trabajar ¿pues qué se cree? Floor Manager: Sí jefe. Moderador: ¿Están listas las cámaras? Floor Manager: Sí jefe. Moderador: ¿Y las luces funcionando? Floor Manager (echándole encima los reflectores): Sí jefe. Moderador: ¿Llegaron las edecanes? Floor Manager: Sí jefe. Moderador: ¿Y el público? Floor Manager: Es que como dijeron que iba a ser un programa de rock mexicano pues nomás dejaron entrar a los representantes de las disqueras y a la novia del Músico. Dijeron los productores que nos iban a destrozar los muebles. Moderador: OK, hazlos pasar. Floor Manager: Ya no están. Moderador: ¿Cómo que ya no están? Floor Manager: Es que llegó un greñudo a decirles que había toquín gratis en algún lado y todos desaparecieron. Moderador: Pues ni modo, prepárate el disco de aplausos. (Entra Crítico I con cara de asustado) Crítico I: ¿Disculpe Sr., aquí es el programa De-batidos donde se va a grabar “En busca del rock mexicano”? Moderador: Sí, aquí es, ¿viene a escuchar? Crítico I: No mequetrefe, vengo de invitado. Soy el archirreconocido, laureado, modesto y sencillo Crítico I. Moderador: Discúlpeme Sr., pero es que hemos tenido problemas para iniciar la grabación, siéntese por favor, ¿se le ofrece algo en especial? Crítico I: Sí, por favor alejen a los paparazzi, ya vio lo que pasó con Lady Diana. (Moderador volteando hacia donde el Crítico I señala) Moderador: No son estroboscopios. paparazzi Sr., es que se están probando los Crítico I: Pues déjenlo de hacer porque me molesta. Moderador gritando: ¡Floor Manager! ¡Apaga los estrobos! (Crítico II aparece en escena fumando su pipa y mirando por encima del hombro con efecto aristocrático, sus canosos cabellos largos contrastan con la playera con logo de rock manchada de salsa verde) Crítico II gritando: ¡Ya llegué! Moderador: Pues siéntese. (Crítico II se sienta y mira detenidamente al Crítico I, reconociéndolo) Crítico II: Pero si es mi estúpido colega el Crítico I, vergüenza y oprobio para el periodismo y el rock. ¿Vienes a contarle al público que ahora escuchas a Enrique Iglesias o qué? (El Moderador se voltea asustado mientras los mira desafiarse con miradas de odio al más puro estilo telenovelesco) Moderador: ¿Qué pasa? Crítico I: ¿Qué pasa? Pasa que mientras este engendro de la naquería y el mal gusto, sucio sirviente del más claro imperialismo cultural siga en este panel me rehuso a participar en él. Crítico II: ¿Qué, me tienes miedo? Crítico I: ¿Miedo yo? Ni que fueras un concierto del Tri en Neza. Crítico II: ¿Ya te ibas no? Crítico I: Me voy despedido por la grosería y porque no estoy dispuesto a convivir con la estupidez en persona. Crítico II: ¡Ay pobrecito! ¡Quiere llorar! ¡Quiere llorar! Moderador: Por favor Señor Crítico I, quédese, no podemos iniciar las grabaciones si usted se va. Crítico I: Me quedo, pero no porque realmente me interese estar en este programa, sino para demostrarle a este personaje que su inteligencia es indigna hasta para el más retrasado de los antropoides. Crítico II: ¡Ay sí chucha, muy chicho! Moderador: Bueno ahora que ya estamos un poco tranquilos podemos empezar con nuestro debate. Floor Manager dame entrada de programa. Floor Manager: Lo siento señor pero no podemos empezar. Moderador mostrando pequeños indicios de rabia desbordante: ¿Por qué chingaos no podemos empezar el programa? Floor Manager: Pus porque el Músico no ha llegado. Moderador: Sí es cierto y la cita era para hace media hora. (Entra el Músico corriendo, deja su guitarra en una orilla del estudio y se despinta las manchas de bilé de la cara). Músico: ¡Ya llegué! ¡Ya llegué! Moderador: Qué bueno, ahora sí podemos empezar. Músico disculpándose repetidas veces y justificando su tardanza: Perdón, perdón, es que ayer tuvimos una tocada en un antro y terminó muy tarde tuvimos que ir a dejar a los cuates y pus ya saben que se le pega a uno alguien y que vamos a tu casa y que no duermes en toda la noche y después como que levantarte a las 10 de la madrugada pus como que no ¿o sí? Moderador con sonrisa conciliadora: ¿Ya podemos empezar? Músico: Hermano, pero si yo te estoy esperando a ti. Floor Manager: Luces, cámara, 5, 4, 3, ¡2! (Se prende la pantalla gigante y aparece la figura del Moderador que da la bienvenida al público) Moderador: Buenas tardes querido público y teleespectadores que nos observan desde donde nos observen. Hoy aquí en su programa Debatidos presentamos la edición “En busca del rock mexicano”. Presento a nuestros invitados. El Crítico I es una institución dentro de la crítica musical, publica en varios diarios de circulación nacional, ha recibido premios en varias ramas del periodismo y tiene en su haber colaboraciones para medios extranjeros. El Crítico II es un conocido cronista y escritor que ha publicado diversos libros y tiene en su curriculum numerosos artículos de análisis en prestigiadas revistas. Por último tenemos al Músico, personaje que labora actualmente en el medio rockero y que poco a poco se ha ido ganando un lugar estable en los medios de comunicación. Podríamos lanzar una pregunta muy general ¿Existe el rock mexicano?1 Crítico I: Te responderé a esa pregunta de manera rápida, en México no hay rock mexicano. Te explico. En México hay rock pero no es rock mexicano. Los músicos tocan muy bien pero la mayoría no ha creado un sonido auténtico; hay mucha imitación de grupos argentinos, españoles, de grupos góticos, gruncheros, etc., de todos eso no se ha podido sacar algo que sea mexicano. El rock mexicano como tal, como género, como categoría, lo hacen los chicanos como Los Lobos, que sí han sabido extraer de la cultura popular los elementos básicos para generar una música que tiene su particular sonido; son tipos que se dedicaron a estudiar la música mexicana y que extrajeron bien lo que convenía para su adaptación al rocanrol: el arpa, la jarana, el bajosexto, la redoba; eso adaptado a una realidad que se ha convertido en universal: ahí están los elementos mexicanos para el rock mexicano.2 Músico: Estoy en desacuerdo con eso. ¿Qué si existe un rock mexicano? Sí existe. Lo que no existe y me parece bien es una homogeneidad en el rock mexicano; cada quién hace lo que le sale, tiene un sonido que no es como el de los grupos de fuera, nadie en el mundo suena como El Tri. Influye toda la música que uno oye cuando sale a la calle: los boleros, las rancheras y hasta Cri-Cri, para bien o para mal; influye hasta en el que no quiere. Existe, y es evidente que sí hay características que lo diferencian del rock en general: sencillamente, lo que nos rodea, lo que vivimos cotidianamente en la ciudad, de hecho hay grupos de rock mexicano que están retomando raíces, influencias propias, mexicanas cien por ciento. Se están dando cosas nuevas, se está creando una imagen nueva, diferente.3 Crítico II: Apoyo totalmente a mi amigo el Músico y se me hace necesario mencionar que: En la actualidad el rock en México vive cierto avance: las producciones de discos han avanzado, se ha abierto espacio en los medios, pero no como se cree, siguen existiendo muchas dificultades para difundir el rock y sobre todo está en un Acerca de esta interrogante consultar el Número 18 (Noviembre de 1997) de la revista La Mosca en la pared, donde se dedica el número completo a tratar de contestar esta pregunta por diversos críticos de rock. 2 Sergio Monsalvo, “En México no hay rock mexicano”, El grito del rock mexicano, México, Ediciones del Milenio, 1995, pp. 69-70. 3 Guillermo Briseño en entrevista para Carmina Estrada y Ximena Moreno, “Rock Mexicano”, Universidad de México, Número 498, Julio de 1992, p. 58. 1 grave peligro de que la industrialización termine con todo ese ímpetu que siempre ha tenido el rock mexicano, lo que se nota en las letras y en las formas musicales.4 Crítico I: ¿Las letras del rock mexicano? A leguas se ve que sabes de lo que estás hablando. Una de las enormes debilidades del rock que se hace en este país tan mágico y surrealista es el pobre contenido ideológico y cultural que subyace a las letras, pues incluso entre sus músicos mejor dotados para aquello del choro las cosas no terminan de cuajar, y cuando lo han hecho es para adoptar las variadas formas del pastiche, de la gracejada adolescente, de un contenido tan falso como lleno de buenas y pobres intenciones.5 (Aparece en una pantalla gigante imágenes de conciertos por Chiapas, por la Tarahumara, inundaciones, ecologistas, etc.) Crítico II: En cuanto a lo que dices del compromiso político en las letras de los grupos creo que tienes razón: Realizar uno o dos eventos para recabar alimentos o dinero para algunos indígenas del país no les otorga ni la base teórica ni los planteamientos políticos –como entes que viven en comunidad y no de manera partidista- para erigirse en solidarios de nada. Al contrario, dichos eventos oportunistas son tomados por los integrantes como parte de sus relaciones públicas nunca como actos de una conducta constante y congruente. Encerrado en un discurso opaco e impermeable, en la mayoría de los casos autocomplacientes, el rock mexicano de hoy basa su justificación última, según los testimonios que se pueden recoger de sus manifestaciones en los medios de comunicación, en una naturaleza no sólo asocial sino autocontemplativa, excluyente, yerma, paupérrima.6 Músico: ¡Párale! ¡Párale! ¿Crees que yo estoy pintado o que voy a permitir que me insulten sin defenderme? Claro que no y ahí va mi respuesta, en cuanto a las letras puedo decir que Nuestras letras son como crónicas, como cuentos. No pretendemos decirle a la gente lo que debe hacer, ni aconsejarla; simplemente le contamos anécdotas. 4 Rodrigo Farías, “El rock mexicano no ha avanzado como se cree”, Durán, op. cit., p. 70 Héctor Siever, “Maldita Vecindad y sus Máscaras de lo Real”, La Pus Moderna, Número 8, p. 58. 6 Sergio Monsalvo, “El rock en México (esencias y contrarios)”, Generación, Número 11, Enero - Febrero de 1997, p. 42. 5 Todos podemos escribir cuentos y letras. En nuestro caso se lo damos a la gente en forma bailable y expresiva.7 Nosotros no queremos transmitir ningún mensaje, simplemente decimos lo que sentimos desde nuestro punto de vista, que es también el de muchas personas que viven la misma situación. Muchos han querido catalogar nuestra música como de protesta. Nosotros no protestamos por nada, ni queremos solucionar nada, simplemente decimos qué es lo que pasa. Nuestra música no es de protesta, es de denuncia.8 Sin embargo eso no quiere decir que no tengamos una posición ante la vida o que nuestras letras no quieran decir nada. No queremos darle un sentido a las letras, al menos no es consciente, aunque si sale, así es. Lo único que podríamos encontrar es una invitación al público a la creación, a abrir nuevos conceptos artísticos dentro del rock. El arte y la creación son tan naturales que todo el mundo puede participar. Nuestras letras son el resultado de lo que pasa a nuestro alrededor, de nuestra cotidianeidad, de lo que sentimos.9 Moderador anteponiéndose al súbito entusiasmo del Músico: Bueno queridos amigos, ha llegado el momento de un corte comercial, pero enseguida continuamos. (Se escucha una música de cortinilla para que las luces se atenúen y las edecanes ofrezcan agua y refrescos a los invitados, al mismo tiempo que el disco de aplausos hace su parte) Moderador: Creo que hasta ahora las cosas van muy bien ¿no creen?. Ojalá estas formas de difusión ayuden al rock que se está haciendo en México, creo que... Músico: ¿No tendrás por ahí una chelita? Es que ando medio malito. Crítico I haciéndole un gesto de desdén al Músico: Esto no estará bien hasta que no se demuestre que en México no existe lo que llaman rock mexicano. Crítico II: Escúcheme apreciada mula ¿Y los grupos que están surgiendo cada día? ¿Y los conciertos que se organizan? ¿Y las publicaciones 7 8 9 Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio para Carmina Estrada, op. cit., p. 60. El Tri para Carmina Estrada, op. cit., p. 61. Santa Sabina para Carmina Estrada, op. cit., p. 60. especializadas? ¿Y las giras al extranjero de grupos mexicanos? ¿Eh? ¿Y su mamá no se avergüenza de usted? Crítico I: Haré caso omiso de lo que acaba de decir por venir de quien viene, pero eso no me quitará las ganas de contestarle como se merece y demostrarle que el rock mexicano no existe. La representación de la música llamada rock mexicano de nuestros días es música pop de insignificantes cenáculos, música sin demanda real ni utilidad, producto del narcisismo ridículo de sus autores (o más que nada de sus ansias de notoriedad), pero que no responde a ninguna necesidad social y mucho menos contracultural auténtica. En México hay movimientos sociales de toda índole, pero a tales fenómenos los roqueros aborígenes no les han sabido responder de manera creativa, ni sensible, ni artística, ni mucho menos contestataria. Salvo, quizá, el fenómeno sociológico más que musical del primer rock and roll de los sesenta y principios de los setenta, con su representante más característico, el Tri (ahora devenido en un cliché institucional), y el fenómeno de los hoyos funky.10 (El Músico y el Crítico II se lanzan contra el Crítico I y tratan de ahorcarlo hasta que las luces del estudio les anuncian que están nuevamente al aire por lo que regresan a sus lugares con la más ensayada de sus sonrisas ante la mirada vigilante del Moderador). 10 Sergio Monsalvo, op. cit., p. 41.