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ejércitos, rey mío y Dios mío. Oración sobre las ofrendas Mira, Señor, los dones de tu Dichosos los que viven en tu Iglesia en oración, y concede a casa, alabándote siempre. quienes van a recibirlos crecer continuamente en santidad. Por Oración después de la comunión Alimentados con esta eucarisJesucristo nuestro Señor. tía, te pedimos, Señor, que Antífona de comunión (Sal 83, 4-5) Hasta el gorrión ha encontrado cuantas veces celebramos este una casa, y la golondrina, un sacramento se acreciente en nonido donde colocar sus pollue- sotros el fruto de la salvación. los; tus altares, Señor de los Por Jesucristo nuestro Señor. PROPÓSITOS DE LA HOMILÍA Otros granos cayeron en tierra buena y dieron fruto: unos, ciento por uno; otros, sesenta; y otros, treinta. También nosotros podemos y debemos esparcir el bien a manos llenas, sin esperar siempre o una respuesta plenamente fructífera a nuestro esfuerzo. Por todos los caminos honestos de la tierra quiere el Señor a sus hijos, echando la semilla de la comprensión, del perdón, de la convivencia, de la caridad, de la paz. —Tú, ¿qué haces? (Forja 373) Procuremos cultivar la amabilidad, escuchar a los demás con atención, dedicarles tiempo, interesarnos sinceramente por sus trabajos, alegrías y penas. PETICIONES PARA LA ORACIÓN UNIVERSAL DE LOS FIELES Por la paz de los pueblos, para que sin ningún obstáculo puedan servir a Dios en libertad. Roguemos al Señor. Por los ancianos, los enfermos y los que viven en alguna dificultad, para que sean confortados por nuestra fraternal caridad. Roguemos al Señor. XV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO 13 DE JULIO 2014 PARA DAR FRUTO HABLAR CON DIOS unque la siembra es realizada con todo amor –es Dios que se vuelca en el alma–, el fruto depende en buena parte del estado de la tierra donde cae. Las palabras de Jesús nos muestran con toda fuerza la responsabilidad que tiene el hombre de disponerse para aceptar y corresponder a Dios. Pidamos al Señor fortaleza para no ser jamás como éstos que «se parecen al camino donde cayó la semilla: negligentes, tibios y desdeñosos». La negligencia y la tibieza se manifiestan en la poca contrición y arrepentimiento, y en la falta de una lu- A Tomado de Hablar con Dios cha decidida contra los pecados veniales. La primera vez que el Sembrador arrojó su semilla en la tierra de nuestra alma fue en el Bautismo. ¡Cuántas veces desde entonces nos ha dado su gracia abundante! ¡Cuántas veces pasó cerca de nuestra vida, ayudando, alentando y perdonando! Ahora, en la intimidad de la oración, calladamente, podemos decirle: «¡Oh, Jesús! Si, siendo ¡como he sido! –pobre de mí–, has hecho lo que has hecho...; si yo correspondiera, ¿qué harías? Esta verdad te ha de llevar a una generosidad sin tregua». (Forja, n. 388) Antífona de entrada (Sal 16, 15) Yo, con mi apelación, vengo a tu presencia y al despertar me saciaré de tu semblante. Oración colecta Oh Dios, que muestras la luz de tu verdad a los que andan extraviados para que puedan volver al buen camino, concede a todos los cristianos rechazar lo que es indigno de este nombre, y cumplir cuanto en él se significa. Por nuestro Señor Jesucristo. PRIMERA LECTURA La lluvia hará germinar la tierra Lectura del libro del profeta Isaías (55, 10-11) Esto dice el Señor: "Como bajan del cielo la lluvia y la nieve y no vuelven allá, sino después de empapar la tierra, de fecundarla y hacerla germinar, a fin de que dé semilla para sembrar y pan para comer, así será la palabra que sale de mi boca: no volverá a mí sin resultado, sino que hará mi voluntad y cumplirá su misión". (Palabra de Dios–Te alabamos Señor) Salmo Responsorial (Salmo 64) V/. Señor, danos siempre de tu agua. R/. Señor, danos siempre... Señor, tú cuidas de la tierra, la riegas y la colmas de riqueza. Las nubes del Señor van por los campos, rebosantes de agua, como acequias. R/. Señor, danos siempre... Tú preparas las tierras para el trigo: riegas los surcos, aplanas los terrenos, reblandeces el suelo con la lluvia, bendices los renuevos. R/. Señor, danos siempre... Tú coronas el año con tus bienes, tus senderos derraman abundancia, están verdes los pastos del desierto, las colinas con flores adornadas. R/. Señor, danos siempre... Los prados se visten de rebaños, de trigales los valles se engalanan. Todo aclama al Señor. Todo le canta. R/. Señor, danos siempre... SEGUNDA LECTURA Toda la creación espera la revelación de la gloria de los hijos de Dios Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los romanos (8, 18-23) Hermanos: Considero que los sufrimientos de esta vida no se pueden comparar con la gloria que un día se manifestará en nosotros; porque toda la creación espera, con seguridad e impaciencia, la revelación de esa gloria de los hijos de Dios. La creación está ahora sometida al desorden, no por su querer, sino por voluntad de aquel que la sometió. Pero dándole al mismo tiempo esta esperanza: que también ella misma va a ser liberada de la esclavitud de la corrupción, para compartir la gloriosa libertad de los hijos de Dios. Sabemos, en efecto, que la creación entera gime hasta el presente y sufre dolores de parto; y no sólo ella, sino también nosotros, los que poseemos las primicias del Espíritu, gemimos interiormente, anhelando que se realice plenamente nuestra condición de hijos de Dios, la redención de nuestro cuerpo. EVANGELIO Una vez salió un sembrador a sembrar Lectura del santo Evangelio según san Mateo (13, 1-9) Un día salió Jesús de la casa donde se hospedaba y se sentó a la orilla del mar. Se reunió en torno suyo tanta gente, que él se vio obligado a subir a una barca, donde se sentó, mientras la gente permanecía en la orilla. Entonces Jesús les habló de muchas cosas en parábolas y les dijo: "Una vez salió un sembrador a sembrar, y al ir arrojando la semilla, unos granos cayeron a lo largo del camino; vinieron los pájaros y se los comieron. Otros granos cayeron en terreno pedregoso, que tenía poca tierra; ahí germinaron pronto, porque la tierra no era gruesa; pero cuando subió el sol, los brotes se marchitaron, (Palabra de Dios–Te alabamos Señor) y como no tenían raíces, se secaron. Otros cayeron entre espinos, y ACLAMACIÓN ANTES DEL EVAN- cuando los espinos crecieron, GELIO sofocaron las plantitas. Otros granos cayeron en tierra bueAleluya, aleluya. La semilla es la palabra de na y dieron fruto: unos, ciento Dios y el sembrador es Cristo; por uno; otros, sesenta; y todo aquel que lo encuentra otros, treinta. El que tenga oídos, que oiga". vivirá para siempre. Aleluya (Palabra del Señor–Gloria a ti Señor Jesús)