Libro 1.Introducción A

Transcripción

Libro 1.Introducción A
Memoria Histórica
e
Imaginarios
de Villa de Leyva
Isabel Cristina Trejos V
Diego Arango R
Adriana Lagos Z
Villa de Leyva
Diciembre de 2000
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Responsable del Proyecto
ISABEL CRISTINA TREJOS V
Coordinación general
DIEGO ARANGO R
Recopilación de testimonios y trabajo de campo
DIEGO ARANGO R
ADRIANA LAGOS Z
ISABEL CRISTINA TREJOS V
Investigación histórica, anexos y pre-edición
DIEGO ARANGO R
ISABEL CRISTINA TREJOS V
Corrección
ISABEL CRISTINA TREJOS V
Fotografías, imágenes y mapas históricos
DIEGO ARANGO R
KLAUS SCHUTZE PAEZ
Mapa de sitios históricos
KLAUS SCHÜTZE PAEZ
ADRIANA LAGOS Z
DIEGO ARANGO R
Mapa base de Villa de Leyva
KLAUS SCHÜTZE PAEZ
UNIDAD S.I.G. INSTITUTO ALEXANDER VON HUMBOLDT
Pinturas de la Villa
ANTONIO PEREZ VARGAS
RAFAEL TAVERA
DIEGO ARANGO R
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Testimonios
Anselmo Acero Olivares
Hermelinda Acero
Luis Alberto Acuña
Anastasia Aguasaco
Marco Tulio Aguasaco
Aurora Aguilera Saavedra
Elba Eulice Amado de Pineda
Fideligno Amado
Gabriel Amado
Maximino Alfonso Bautista
Juan Enrique Botero
Aura María Borrás de Páez
Germán Borrás
Guillermo Borrás
Leonor Borrás de Rodríguez
Roberto Borrás
Dioselina Buitrago
María Alicia Buitrago Espitia
Teresa Buitrago
Beatriz Camargo
Ananías Cárdenas
Aura María Cárdenas
Gabino Casallas
Rosa María Casallas
Jaime Castellanos
Familia Castillo
Mercedes Castillo
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María Rosario Cetina
Melquisedec Contreras
Sergio Corredor
Aminta Cortés
Andrés Cortés C
Hermilda Cortés de Cortés
Heroína Cortés Abril
Jose Heliodoro Cortés C
Juan Nepomuceno Cortés C
Julio Edgar Cortés
Melquisedec Cortés C
Noe Levi Cortés C
José María Cubillos
Julio Antonio Cuevas Roberto
Teodolindo Espitia
Eleuteria Margarita del Rosario Fino
Ignacio Fitatá
Victor Forero
Gonzalo Franklin
Filomena Gamboa
Manuel Gaona
José Ignacio Gil
Priscila Gil Medina
Fermina Gómez
Alejandrina González de Castellanos
Benedicto González
Oliva González
Anastasio Guerrero
Abraham Hernández
Luis Hernández
José Hernández
María Oliva Hernández Avila
Rita Hernández
María Briceida Hurtado
Faustino Hurtado
Baudilio Igua
Gilma Jerez
José Miguel Jerez
Isabel Jiménez
Tulio Jiménez Barriga
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Josefa y Blasina
Ismenia López
Ernesto López
Luis Madero
P.Rafael Eugenio Mejía O.C.D
Octavio Mendoza Morales
Antonio Montaña
Humberto Montañés
María del Carmen de Montañés
Tulio Montejo
Joaquín Aristóbulo Munevar
Marcolino Munevar Peña
Armando Muñoz
Jorge Nassar
Agustín Neira
Jesús Neira
Luis Felipe Núñez
Javier Ocampo López
Juliana Pardo
María Ascensión Pardo de Corredor
Aquileo Peña Rojas
Luis Pereira
Antonio Pérez Vargas
Eloy Pineda
Parmenio Pineda
Maximino Pineda
Simón Pedro Pineda Igua
Nieves Pinilla
Gilberto Ramírez
Dolores Reina
Belisario Reyes
Jorge Rico
Alcibíades Robles
Aleja Rodríguez de Páez
Eduarda Rodríguez
Gregorio Rodríguez
Jorge Rodríguez
Manuel Rodríguez
Vicente Rodríguez
Trinidad Roldán Siatama
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Miguel Arturo Ruget Solarzano
Vicenta Ruiz de Bautista
María Julia Ruiz de Sáenz
Aida Sáenz
Isidro Sáenz
Eufrasia Eusebia de Jesús Saiz Rodríguez
María Teresa Salas
Miguel Arturo Sanabria
Florentino Sánchez
María del Carmen Sierra
Argemiro Torres
Micaela de Torres
Felix Torres
P. Enrique Uribe O.C.D
Faustina Velandia
Adolfo Velásquez
María Gladys Velásquez
Eva Yagama
Germán Zubieta.
y numerosos personas de Iguaque, Chíquiza, Gachantivá y Sutamarchán
A todos ellos un reconocimiento por su gran colaboración. Sin su apoyo y
participación esta obra no hubiese sido posible.
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Dedicamos este trabajo
a todos los abuelos y abuelas de Villa de Leyva y sus
alrededores
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Prólogo
Este trabajo de recuperación de la memoria se inscribe en el ámbito de la
historia de las mentalidades; a través del ejercicio del recuerdo, la memoria
deviene en el hilo conductor para adentrarse en ese complejo e intrincado
laberinto espacio-temporal, que constituye el imaginario de la historia del
territorio del municipio que hoy habitamos; un territorio donde hombres y
mujeres han conformado su mundo de la vida a través de distintas prácticas
culturales, modos de producción, habla, creencias, tradiciones, técnicas,
ritos, oficios, etc., en una vasta y fecunda conjunción de costumbres y
saberes, que constituyen parte fundamental de su idiosincrasia e identidad.
En el indagar de la memoria colectiva, esta investigación recoge los
fragmentos de una tradición oral, elaborada en el imaginario social,
construido y decantado a lo largo de la experiencia colectiva; acervo de
tradiciones y conocimientos que condensa el legado del saber de los
antiguos, por medio del cual las generaciones se entrelazan y se perpetúan,
se transmiten sus particulares apreciaciones del mundo de la vida, en el
intento por desentrañar el sentido de los hechos que marcan el transcurso de
sus vidas, situadas en un horizonte interpretativo de mundo que las antecede
y moldea, y alrededor del cual articulan su concepción del mundo de la vida
en tanto que individuos y seres sociales a la vez, unidos en el tiempo por sus
vínculos con un espacio común, cuyas múltiples percepciones son el
material de este “memorial colectivo,” de esta polifonía de la memoria,
espejo de muchas otras visiones, similares y diferentes a la propia, que en
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sus murmullos y susurros deja traslucir el espíritu de una época, remite a un
pasado que subyace, imperceptible para algunos, en la conformación de la
representación mental de los acontecimientos de su temporalidad vital,
donde lo imaginario -que no es el discurso del delirio, aunque pueda tener
elementos delirantes- y lo real, se entretejen indisolubles en una
interpretación que se reclama como válida y legítima. La mentalidad de una
época está ligada a una forma de sociedad caracterizada por unas relaciones
económicas y sociales específicas, que se manifiestan en el terreno del
imaginario social, una de las fuerzas reguladoras de la vida colectiva; la
realidad del imaginario anima la vida real y concreta de seres de carne y
hueso que inciden en un mundo real. Como anota George Duby, “estas
representaciones mentales, las conductas que éstas pretenden justificar, los
temores de los que ayudan a librarse, las percepciones de que se alimentan
deformándolas, son fruto de todo lo concreto de la existencia en cuyo seno
hundían sus raíces dichas representaciones”.
Al ir “en busca del tiempo perdido,” del recuerdo olvidado, se propicia un
espacio para la expresión de esas voces de la memoria, muchas veces
confinadas al monólogo interno, ante la carencia de un otro que escuche y
valore aquello que ellas cuentan; un proceso enriquecedor para el que narra
como para el que escucha estas “confidencias,” que suscitan el diálogo y la
reflexión en torno a la importancia de ese pasado recobrado que, en la
riqueza de su variedad interpretativa, se desliza hacia ese otro vasto
trasfondo del tiempo histórico, que como pasado vivo, actuante en el
presente, ayuda a descubrir las claves de esas revelaciones surgidas al
avizorar en el calidoscópico universo de la memoria colectiva.
En el quehacer de desciframiento y ensamble de cada uno de los
fragmentos extraídos de ese mar de recuerdos colectivos, de esos atisbos
fugaces de otros tiempos y modos de vida, emerge el rompecabezas de la
vida real y concreta de un pueblo en su cotidiano trajinar por un territorio,
cuyas huellas remiten a tiempos prehistóricos. Fragmentos nítidos de una
historia real, que se revelan en esta lucha de la memoria contra el olvido
sobre todo cuando sabemos que, con el paso del tiempo, es inevitable una
pérdida de la memoria de la experiencia, no solo en el recuerdo de quien la
ha vivido sino, también, en su transmisión cultural y, más aún, en estos
tiempos de instantaneidad de la imagen, donde “todo lo sólido se desvanece
en el aire;” de un presente cada vez más efímero, que desconoce su anclaje
en el pasado, que hace más apremiante la necesidad de conocer y conservar
la herencia cultural, de ser fiel a nuestras raíces, a nuestra identidad. No
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obstante sus fallas, la memoria permite aprender, soñar, conocer, desear;
nuestra vida es la memoria de lo que fuimos; estos recuerdos aportan
elementos para comprender la dinámica de cambio de la vida social y, a la
vez, revelan la permanencia y el arraigo de ciertos elementos e
instituciones, como en el caso de la educación y la religión, para justificar
ideológicamente una concepción del mundo. Estos testimonios,
indiscutiblemente, reflejan en el paso del tiempo, el cambio de una forma de
vida, el final de una cultura, de una forma de entender el mundo y las
relaciones humanas que, con sus aciertos y errores, ha llegado al final
especialmente para los viejos, que tienen más dificultad para asimilar el
vertiginoso ritmo del cambio en estos tiempos de postmodernidad y
globalización.
Se han recogido la mayor cantidad de voces posibles, de aquellos viejos
sabios, hombres y mujeres, pertenecientes a distintos sectores sociales, que
todavía existen en las veredas del municipio. Voces que, al contar su visión
de un mundo ya ido y de las realidades que tuvieron que afrontar, se han
respetado no solo en el contenido de lo expresado, sino también en la forma
de contar propia de cada persona. Luego de la transcripción de los
testimonios grabados, estos han sido sometidos a un cuidadoso proceso de
edición, en el sentido de clasificarlos con respecto a ciertos temas y de
ordenarlos para su mejor comprensión como texto de lectura, pero se ha
hecho el esfuerzo por conservar al máximo, en su traducción escrita, la voz
particular con su interpretación de los hechos, atento a sus matices,
construcciones gramaticales, ritmos, creaciones, pronunciación, arcaísmos,
cambio de sentido de las palabras; en fin, esa infinita riqueza del habla villa
leyvana, que es parte de su expresión cultural e identidad. El pasar de lo
oral a lo escrito no es sino el intento de devolverles, en otra forma narrativa,
todo lo que ellos nos han dado con su generosa contribución de tiempo y
paciencia para esta tarea, en las numerosas conversaciones individuales o de
grupo sobre temas específicos, sostenidas durante varios meses en sus
casas, en la Casa de Los Abuelos, en salidas por el campo y, en el caso de
las personas ya muertas, en conversaciones realizadas hace muchos años,
cuyas memorias conservábamos; todo esto, unido a un conocimiento del
territorio y a un permanente vínculo con la comunidad, nos permitió
asomarnos a su mundo de la vida. Con relación a algunos aspectos
mencionados, por las personas entrevistadas, hay una serie de notas de pie
de página y anexos, que complementan, aclaran o dan un contexto más
amplio para su mejor comprensión.
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El primer tomo, dividido en cuatro capítulos, se inicia con la visión y
comentarios de los cronistas acerca de la época amerindia, como el mito de
la creación en la tradición muisca; el capítulo segundo, siglos xvi y xvii, se
centra en la llegada de los españoles al territorio, la fundación de la Villa de
Leyva, las encomiendas, etc., e incluye los comentarios que acerca de esto
tienen los habitantes actuales; en el capítulo iii, s xviii a xix, aparece la
Villa de Leyva a través de los relatos y descripciones de los viajeros de la
época; en el capítulo iv, siglo xx, rememoran los habitantes del pueblo
distintos aspectos de la vida local, que van desde comienzos del siglo xx
hasta finales de los años sesenta; aun cuando hay alusiones a períodos más
recientes. Este capítulo, se abre con el relato de tradiciones, leyendas y
creencias, pasando por los rostros del patrimonio, los oficios y artesanías,
fiestas, descripción física del territorio, ríos, quebradas, vegetación,
caminos, veredas y haciendas, prácticas agrícolas y mineras. El tomo
segundo, comienza con la vida en la Villa, se describen las
transformaciones del espacio urbano, su arquitectura, condiciones y vida
cotidiana, patrimonio artístico, educación, salud, religión, época de la
violencia, vida municipal y otras serie de facetas constitutivas de este gran
rompecabezas de la vida en la Villa.
Esperamos que la lectura de este hipertexto, donde cada testimonio
contiene alusiones que remiten a distintos capítulos, en el intento por
transcribir esa abigarrada complejidad de la vida social, encarnada en las
voces de estos hombres y mujeres que rememoran a lo largo del tiempo
histórico, sea un sugestivo incentivo en el conocimiento y revalorización de
la historia de un territorio, sometido a grandes transformaciones por la
presencia de varias culturas, cuyos ecos recoge esta investigación, abierta a
los aportes provenientes de otras disciplinas y a la multiplicidad de miradas
del imaginario social, y que nos permite afirmar, como señalaba Jorge
Orlando Melo, que no hay una historia, sino más bien un proceso de
reflexión y conocimiento abierto e indeciso.
Para terminar, este trabajo debe un especial reconocimiento a lass
comunidades de Villa de Leyva, pues gracias a su interés por la cultura y
preocupación por rescatar del olvido definitivo ese acervo de conocimiento
que yace en la memoria de los mayores, fue posible emprender esta
travesía por la memoria de una colectividad, que a pesar de sus limitaciones
de tiempo para incluir otras personas y aspectos, aspira a contribuir, a partir
de los procesos que puede generar su divulgación en las escuelas y colegios
municipales, por ejemplo, a que las nuevas generaciones sobre todo tengan
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una mirada más amplia, matizada y crítica del pasado que sostiene su
presente, que sepan aprovechar la herencia de su patrimonio histórico para
construir un mejor mañana, con base en el conocimiento de su propia
tradición, al escuchar las voces de esta polifonía de la memoria, que nos
hablan de la vida y el sentimiento hacia un territorio, que no es tanto el
espacio limitado por una convención, sino la herencia que impone
identidad y la prolonga, secreto a la vez evidente y recóndito de la
existencia.
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