AUTOR: José Luis Heredia Córdoba IES “Ilíberis” 2ºC / A.T.I. Atarfe

Transcripción

AUTOR: José Luis Heredia Córdoba IES “Ilíberis” 2ºC / A.T.I. Atarfe
15 AÑOS
PERDIDOS
AUTOR: José Luis Heredia Córdoba
IES “Ilíberis” 2ºC / A.T.I. Atarfe
Corrección: Paco Carvajal
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CUIDEMONOS DEL SIDA
UN SOLO MOMENTO SE
NECESITA PARA PERDER LA
ILUSION Y LA ESPERANZA
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E
sto era una niña de 14 años, que no le gustaba salir, porque
solo se dedicaba a los estudios y, al ser muy tímida, no se
relacionaba con ninguna muchacha de su clase, solo salía
para ir al colegio y después para su casa.
Sahara, que era como se llamaba ella, nunca había conocido el
amor.
El 17 de junio era su cumpleaños y todos los años sus padres, al
tener dinero, que eran ricos, la mandaban a un viaje como de
estudios. Pero este año iba a ser diferente; la niña, al ser un poco
mayor y poder valerse por si misma, la mandaron a un crucero
durante dos semanas para hacer un largo viaje.
Cuando llegó el día
de su cumpleaños,
los padres le dieron
una gran sorpresa,
ella se esperaba que
otra vez la fueran a
mandar por ahí 3
días y eso a ella ya
le aburría, y quería
ir a otro sitio.
Cuando ella estuvo
en el barco se sintió fenomenal, le gustaba el mar, le parecía
apasionante.
Un día ella se arregló para ir al bufé; se puso muy guapa, un
vestido, unos zapatos, pero ella nunca se había puesto zapatos y al
irse para su habitación se tropezó. Un apuesto muchacho le ayudó
a parar porque si no iba a pegar una 'ostia'.
Yeray era el muchacho que evitó el golpe, tenía 17 años, era alto,
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de ojos verdes, un príncipe azul. Él también era de buena familia,
un muchacho respetuoso.
–¡Huy, perdón!
–No pasa nada, no te preocupes.
–Si es que yo nunca me pongo zapatos, y con lo patosa que soy...
¡jajajaj!
–No mujer, si eres guapísima. ¿Cómo te llamas?
–Sahara, ¿y tú?
–Yeray ¿Qué edad tienes?
–Pues mira, hoy precisamente cumplo 15, ¿y tú?
–Pues yo hace nada he cumplido 17, que mis padres me han
regalado este crucero por mi cumpleaños.
–Pues mira que coincidencia, a mí también.
–Jajajajajajaj
–Jajajajajajaj
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Los dos jóvenes se gustaron. Cuando Yeray paró a la muchacha, y
la joven de 15 años levantara la cabeza, ambos se quedaron
mirándose fijamente.
–¿Qué habitación es la tuya?
–Pues la mía es la 560, ¿y la de usted?
–¡Vaya!, ¿usted?, no me hables de 'usted', que soy muy joven.
Jajaja, la mía es la 561.
–Mira que casualidad que hasta estamos juntos.
–Jajajaj, sí, y qué, ¿has venido sola?
–Sí, ¿y tú?
–Sí. Mira, ¿te parece bien que quedemos mañana a las 9 para ir
juntos al desayuno?
–Vale, ¿dónde quedamos?
–En la entrada del salón.
–Ok, allí nos vemos
–Chao
–Chao.
Ella se tiró toda la noche sin dormir y no sabía porqué y solo
pensaba en el apuesto muchacho que había conocido yendo para
su habitación.
Al día siguiente, el muchacho estaba en el salón a las 9 en puntico.
Ella, al bajar la escalera, iba colorada como un tomate porque era
muy tímida.
Cuando Sahara bajó la última escalera, él le ofreció su brazo para
ir juntos al salón donde se desayunaba, ella se lo aceptó y mientras
andaban iban hablando:
–Qué linda estás.
–¡Qué va!, si soy muy fea.
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–Pues para mí no. ¿Te cuento una cosa?
–Cuéntamela.
–Que me he pasado toda la noche pensando en ti, y no sé porqué.
–Pues a mí me ha pasado igual.
Cuando llegaron al salón donde se desayunaba, se pusieron a
desayunar. Cuando terminaron él le dijo:
–¿Quedamos esta noche?, van a dar una fiesta.
–Vale, ¿a qué hora?
–A las 8:30
–Vale. ¿Dónde?
–Yo voy a tu habitación, si de todas formas estamos juntos.
–Vale.
–Chao.
–Chao.
Sahara se fue para su habitación a ver lo que se iba a poner esa
noche para la fiesta. Cuando ella estaba sola solo pensaba en el
muchacho y pensó que sin darse cuenta, a lo mejor se había
enamorado de él.
Él también se fue para su habitación y le pasaba lo mismo, pero
sus pensamientos no parecían de amor, parecían más de deseo.
A la noche, a las 8:30, Yeray fue a la habitación de Sahara. Sahara
se quedó boquiabierta, al ver lo guapo que se veía con el traje de
raso que llevaba puesto.
Cuando llegaron al baile había una canción de bailar juntos y él le
dijo:
–¿Me concedes este baile?
–Sí, claro, encantada.
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Cuando llevaban un rato bailando juntos, ella se daba cuenta que
estaba cada vez más segura que ese chico era el hombre de su
vida.
Y así fueron pasando los días, quedando y quedando, ella se
enamoró de él y pensaba que él también se había enamorado de
ella.
La noche que el barco iba de regreso se enamoró completamente
de él, y por eso decidió hacerlo el dueño de su piel.
–¿Sabes una cosa?
–No.
–Que me he dado cuenta de que eres el hombre de mi vida y
quiero que seas el primero.
Y él le respondió:
–Pues yo sé que tú
eres la mujer de mi
vida desde que nos
conocimos, aquella
noche que te ibas a
caer.
–Jajajaj
Al escuchar los
sentimientos de la
muchacha se le puso
una sonrisa un poco
maliciosa en la cara. Pero no de amor.
Ella sentía que lo amaba y que él la amaba de verdad y le dio su
corazón junto a su virginidad.
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Ella, al levantarse, pensó que él estaría ahí, a su lado, pero no... la
muchacha estaba muy equivocada.
Debajo de la puerta había una nota y un pequeño baúl de su
príncipe azul que decía: “Te amo princesa. Firma, Yeray. Hasta
que no llegues a casa por favor no abras el baúl”.
Ella se quedó muy pensativa... pero por partes se sentía muy
feliz... porque había conocido el amor.
Cuando el barco desembarcó en el destino de Sahara, sus padres la
recogieron y fueron a casa.
Ella les contó todo menos que había conocido a ese muchacho.
Al llegar a casa Sahara recuerda que tiene algo pendiente, y sube
para su habitación. Tenía pensado ducharse y acostarse un rato.
Pero deshaciendo la maleta para echar la ropa sucia a lavar, vio el
baúl que le dio su gran amor.
Una gran sorpresa para la jovencita porque dentro del baúl había
una rosa marchita y una nota suicida que le cambió la vida. La
nota ponía…
“Bienvenida al mundo del SIDA”
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Ella intentó localizarlo en el número que le dio para ver si era una
broma de mal gusto o era verdad, pero... debía ser un número falso
porque no consiguió conectar con nadie.
Al comprobar que el número no existía se dio cuenta de que había
cometido un gran error: ¡¡¡NUNCA SE PUEDE HACER EL
AMOR SIN UN PRESERVATIVO!!!
A esta muchacha sus 15 años se los arruinó un amor… que nunca
la quiso de verdad.
FIN
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V.I.H. Y SIDA
El virus de inmuno deficiencia humana (VIH) ataca directamente a las defensas del
cuerpo, debilitando el sistema inmunitario hasta convertirlo en vulnerable a gran
número de infecciones.
En cambio, el SIDA es la
manifestación
de
la
última etapa del VIH, que
se convierte en síndrome
de inmuno deficiencia
adquirida
y
este
diagnóstico puede tardar
más de 10 años en
producirse .
Toda esta información
general sobre el virus,
junto con la evolución e
historia del SIDA, nos
hace
poner
especial
esfuerzo en erradicar el
desarrollo del SIDA en
África, uno de los
escenarios principales donde tienen lugar las mayores tasas de mortalidad.
Por otro lado, a través de arduos estudios llevados a cabo tras estas devastadoras
estadísticas de mortalidad que deja el VIH en nuestra sociedad, se han ido
desentrañando los principales síntomas básicos de este peligroso virus, logrando
establecer con precisión cuáles son los medios de contagio más comunes y
combatirlos con medios de prevención cada día más contundentes y numerosos.
Una más que positiva noticia gira en torno a los esfuerzos en cuanto a investigaciones
que avancen hacia una cura, potenciando el actual tratamiento general del SIDA y
haciendo hincapié en ampliar las diferentes pruebas que determinan el diagnóstico del
VIH y conseguir una de las grandes quimeras para vencer este mal: aumentar el
número de vacunas probadas contra el SIDA.
¿Qué es el SIDA?
La palabra SIDA proviene de las iniciales de Síndrome de Inmunodeficiencia
Adquirida, que consiste en la incapacidad del sistema inmunitario para hacer frente a
las infecciones y otros procesos patológicos. El SIDA no es consecuencia de un
trastorno hereditario, sino resultado de la exposición a una infección por el VIH, que
facilita el desarrollo de nuevas infecciones oportunistas, tumores y otros procesos.
Este virus permanece latente y destruye un cierto tipo de linfocitos, células
encargadas de la defensa del sistema inmunitario del organismo.
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Estos son los primeros síntomas del SIDA, relato de una mujer:
“Los Primeros síntomas del SIDA son fiebres nocturnas, dolores musculares,
cansancio, y catarros fuertes, pero las enfermedades no aparecen hasta diez años más
tarde. Yo tengo SIDA hace 16 años, y supe que lo tenía cuatro años después de
haberme contagiado; mi pareja lo tenía y nunca me lo dijo, pero mis primeros
síntomas fueron cansancio, tanto que apenas podía hacer nada, ni levantar los brazos.
Tener esta enfermedad ya no es tan malo, las medicinas de hoy en día son muy
efectivas y lo controlan muy bien; hasta la fecha yo no he tenido ni catarros, ninguna
enfermedad oportunista, todos los días le doy gracias a Dios por esto. El único
problema que me ha causado el SIDA a mi persona, es que perdí a mis hijos, mi
familia y mis amistades. Todos me abandonaron, por el miedo del contagio, pues en
en 1994 cuando me lo descubrieron, no se sabía mucho de las formas de contagio.
Ellos, por temor a que fuese una carga, me abandonaron en el más cruel abandono en
que se pueda vivir, pero he sobrevivido, aunque aun hoy sufro de discriminaciones.
Esa es la peor parte para mí; lo peor que he tenido que vivir en estos 16 años con el
virus del sida, pienso que si hubiese tenido dinero, si fuera una mujer millonaria, no
estaría tan sola, ni ellos me hubiesen abandonado... ¿Ustedes que creen? Esa es mi
duda, y me la llevaré hasta mi tumba...”
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CUIDEMONOS DEL SIDA
UN SOLO MOMENTO SE
NECESITA PARA PERDER LA
ILUSION Y LA ESPERANZA
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