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El Río Revista de historia regional de Mexicali y su valle Año V, núm. 16, abril-junio de 2012 Universidad Autónoma de Baja California Augusto Hernández Bermúdez (1929-2012) Voz de Mexicali R.C.B. 1926. Edificio de la Colorado River Land Company. Empresa dueña de las casi 400 000 hectáreas del valle de Mexicali, mismas que usufructuó por casi 50 años. 2012. Edificio de la Colorado, en la actualidad, vendido por la empresa a particulares. Entre otros al empresario Mario Hernández Maytorena y a la compañía viviendística URBI. Se ubica en avenida Reforma y calle F, sección segunda. Índice Ayer y hoy interior portada R.C.B. Editorial 3 Sergio Noriega Verdugo Las inundaciones . Las batallas con el Río Colorado para salvar los valles Imperial y Mexicali 4 4 Jimmy Griffin Augusto Hernández Bermúdez 13 Rubén Castro Bojórquez Una foto. Una historia 14 Jimmy Griffin 19 Episodios universitarios Fernando Medina Robles 16 Páginas de historia 18 Luz Mercedes López Barrera Monumento a Benito Juárez 19 Rubén Castro Bojórquez Remembranzas del basquetbol 28 28 Marco A. Buruel B. Vivencias en el valle de Mexicali. 100 años de algodón 34 Eduardo Andrade Cisneros Historias de lo cotidiano: Servicios bancarios: 34 una mano a las manos que trabajan Miguel Esteban Valenzuela Robles 39 Una foto. Una historia 43 Autreberto Silva Olivares Nomenclatura de Mexicali. Historias de los nombres de avenidas, bulevares, calles, parques y plazas: Avenida Zuazua 39 44 Miguel Ángel Lino Libros, reseñas, comentarios... 46 Sergio Noriega Verdugo Acontecer de la historia 48 Yolanda Sánchez Ogás 44 Ayer y hoy Una foto. Una historia interior contraportada contraportada R.C.B. Foto de portada: Augusto Hernández Bermúdez (1929-2012) Voz de Mexicali. El 29 de febrero de 2012 a las 9:15 horas, falleció Don Augusto Hernández Bermúdez, telegrafista, cronista, locutor, declamador y amigo de todos los mexicalenses. Arribó y se avecindó en Mexicali en 1946, desde su natal San Cristóbal de las Casas, Chiapas, donde nació un 13 de julio de 1929. Radicó 65 años en nuestra ciudad. El Río El Río es una publicación trimestral de la Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali” A.C. en coedición con la Universidad Autónoma de Baja California para la divulgación histórica regional sobre el municipio de Mexicali, Baja California, México. Tiraje 800 ejemplares. Directorio Universidad Autónoma de Baja California Sociedad de Historia Centenario de Mexicali A.C. Dr. Felipe Cuamea Velázquez Marco Antonio Buruel Beltrán RECTOR PRESIDENTE Lic. Ricardo Dagnino Moreno Miguel Esteban Valenzuela Robles SECRETARIO GENERAL DE LA UABC M.C. Miguel Ángel Martínez Romero VICERRECTOR CAMPUS MEXICALI Arq. Rubén Castro Bojórquez COORDINADOR GENERAL DEL CESU-UABC VICEPRESIDENTE Austreberto Silva Olivares SECRETARIO Julio Carlos Pérez Solorio TESORERO PRESIDENTA HONORARIA VITALICIA Yolanda Sánchez Ogás Revista El Río DIRECTOR Y DISEÑADOR: Rubén Castro Bojórquez COMITÉ EDITORIAL: Luz Mercedes López Barrera, Rubén Castro Bojórquez, Miguel Esteban Valenzuela Robles, Sergio Noriega Verdugo CAPTURA: Catalina Rojas Monzón y Ana Isabel León González DIGITALIZACIÓN Y APOYO TIPOGRÁFICO: Lydia Coronel Yáñez REVISIÓN: Luz Mercedes López Barrera APOYO LOGÍSTICO: María Teresa Ponce León Elaborada en CESU-UABC INVITACIÓN La Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali” A.C. invita a todas las personas amantes de la historia, aficionados o expertos, a asistir a sus reuniones y, de ser el caso, a formar parte de ella como socios activos. Las sesiones se llevan a cabo todos los miércoles a las 18 horas en la Sala Junta de Gobierno del Centro de Estudios Sobre la Universidad de la UABC, ubicado en la planta baja del edificio de Investigación y Posgrado en bulevar Benito Juárez. Teléfonos: (686) 566 9592 y (686) 841 2076 Las fotografías utilizadas en la elaboración de esta revista pertenecen a las colecciones de: Archivo Histórico del Estado de Baja California • Archivo Histórico del Municipio de Mexicali • Centro de Investigaciones Culturales (CIC) Museo UABC • Centro de Estudios Sobre la Universidad (CESU-UABC) • Biblioteca Pública Central Estatal • Instituto Municipal de Investigación Urbana de Mexicali • Particulares. Esta revista se distribuye gratuitamente. Si desea obtener un ejemplar, puede solicitarlo en las oficinas del CESU-UABC o con cualquier miembro de la sociedad. Editorial La historia regional como marco de referencia L os años seguirán teniendo 365 días, como en el pasado, pero en la actualidad el tiempo va que corre. Ante nuestro rápido paso por la vida, hace falta un punto de referencia para aquilatar mejor nuestra trayectoria y avance. Tal pareciera que nuestras vidas y preferencias siguen de cerca el refrán que dice “todo es borrón y cuenta nueva”. Pero, ¿acaso es que no tenemos memoria o es que el pasado ya no cuenta? Actualmente, el rápido paso del tiempo se debe en buena parte al cambio tecnológico. Pues debido a la continua innovación, la obsolescencia de los bienes y servicios con que acostumbramos a vivir, separa cada vez más a una generación de las anteriores. Nada mejor identifica la generación actual que los medios electrónicos que emplea para comunicarse con los demás. Desde la comunicación inalámbrica de los teléfonos celulares hasta los satélites artificiales que permiten la comunicación con cualquier lugar del mundo. En la actualidad lo instantáneo es lo único que importa, mientras que las distancias desaparecen. Por si esto fuera poco, no hay que olvidar que ahora vivimos dentro de un proceso de globalización. Hoy en día los países más alejados del nuestro están más cerca de nosotros que nunca. Los vínculos con el extranjero son mayores y más intensos. Por lo tanto, los acontecimientos en otros lugares del mundo resultan más relevantes que antes, y las noticias que difunden los medios así lo revelan. Existe, pues, más competencia para captar el interés del público y, por consiguiente, la atención prestada a nuestra historia se torna, en el mejor de los casos, ocasional. Si hemos de evitar el anonimato universal, veamos nuestra historia. Por ahora nuestra historia es poco más que un pasatiempo, de utilidad ceremonial. Pero dentro de ella se encuentra oculta su relevancia. La historia regional nos dice de dónde somos, nos recuerda de dónde venimos, y también de los logros y fracasos de nuestros padres y abuelos. Nos permite comprendernos mejor, nos ayuda a entender nuestra cultura, a ubicarnos no solo en cuanto al paso del tiempo y las distancias, sino aun más, con respecto a la evolución humana, de la que todos somos parte, pero no somos iguales. Baja California ha crecido considerablemente durante el último siglo. Contraria a su pasado, la entidad no se encuentra aislada ni deshabitada como hace cien años. La amenaza de una invasión extranjera que pusiera en peligro nuestra mexicanidad no se divisa por ningún lugar en nuestro horizonte. Por ahora los peligros parecen centrarse en nuestra propia voluntad, propósito y disciplina. Pero todo ello carece de sentido si nuestra existencia no tiene rumbo o destino. El pasado, tal vez no se repita, pero nos dice mucho de la gente que hizo posible nuestra realidad. Entre ellos tenemos los indígenas que hicieron de estas tierras su hogar. La osadía de los españoles por descubrir nuestra península. De los misioneros que apostaron su vida en promover el cristianismo entre los nativos. Los pioneros que transformaron nuestro desierto en tierras de cultivo. Los maestros que nos enseñaron a leer y escribir, para que nosotros pudiéramos llegar lejos y construir un pueblo mejor. Usemos pues la historia regional para aquilatar nuestro actual desempeño. Sergio Noriega Verdugo 3 Las inundaciones Las batallas con el Río Colorado para salvar los valles Imperial y Mexicali Jimmy Griffin* E n los primeros años del siglo veinte todo lo que es el Valle Imperial y la parte noroeste del delta mexicano del Río Colorado corría el riesgo de ser convertido nuevamente en el enorme lago de agua dulce, Cahuilla, que había sido, más de una vez, antes de que llegaran los primeros exploradores españoles a esta región. En 1900, toda esa área era desértica pero desde mediados del siglo XIX hubo quienes reconocieron la riqueza de las tierras y la posibilidad de regarlas con agua del Río Colorado, ya que la mayor parte de esa región estaba bajo el nivel del mar. Ya había llegado la hora de convertir cientos de miles de hectáreas desérticas en prósperos ranchos agrícolas. Rockwood, Chaffey, Heber y las demás personas involucradas en ese proyecto de irrigación tuvieron mucho éxito en sus inicios; ellos fueron los organizadores de la California Development Company (CDC) en los Estados Unidos y de la Sociedad de Irrigación y Terrenos en México. Con la empresa mexicana habían adquirido terrenos para sus canales en el delta mexicano del propietario Guillermo Andrade. Esto fue necesario ya que las enormes dunas de arena al norte de la frontera presentaron un obstáculo imposible de superar en aquel entonces. Cerca de Los Algodones, pero como un kilómetro arriba de la línea fronteriza, construyeron un canal para tomar agua del Colorado y allí instalaron unas compuertas de control nombradas Chaffey. Luego extendieron ese canal por territorio mexicano hasta encontrarse con el lecho del viejo Río Álamo,1 que tenía, como el Río Nuevo, su término en el fondo de la depresión Salton. Aprovecharon el curso del Álamo como canal para llevar las aguas hasta cerca del futuro Mexicali. Ahí construyeron otras compuertas llamadas Sharp. Esas compuertas tendrían una función muy importante en distribuir las aguas de riego a los canales principales en el Valle Imperial y a algunos en el valle de Mexicali. El 21 de junio de 1901 introdujeron las primeras aguas para riego al Valley Imperial (Tout, 1931). Para entonces había cientos de agricultores solicitando agua y terrenos. Todo iba muy bien, pero el Río Colorado ya había iniciado su estrategia para tomar control. Cuando los ingenieros empezaron a desviar las aguas, el río hizo lo de siempre, cuando la velocidad de sus corrientes disminuía se precipitó al fondo el material sólido que transportaba. Entre más se reducía la velocidad, más rápido acumulaba el sedimento o azolve en los canales y en el propio lecho del río. Eso no era nada nuevo para el Colorado ya que en los millones de años anteriores había empleado ese mismo método para formar su delta, partiendo las aguas del golfo de California y creando los mismos valles y desiertos que los hombres querían cultivar. Por lo que hemos logrado investigar, Rockwood y los otros ingenieros estaban muy conscientes de ese problema de * Miembro de la Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali A.C. 1 En 1901, algunos escritos utilizaban el nombre “Salton River” y otros “Imperial Canal”, pero con el paso de los años el nombre “Álamo” fue adoptado para todo el canal entre el Río Colorado y las compuertas Sharp. De ahí en adelante cada canal tendría su propio nombre. Lo que había sido el Río Salton o Álamo al norte de la frontera al fin quedó con el nombre Río Álamo y servía para llevar las aguas sobrantes que llegaban a las compuertas Sharp hasta el Mar Salton. En efecto, fue y es un drenaje. Algunas fuentes escriben, Sharpe con una “e” al final, otras Sharp; optamos por la segunda. 4 azolve. Un artículo en el periódico Imperial Press del 27 de abril 1901 indica que un estudio fue hecho sobre el problema y que una serie de lagunas de asentimiento estaban provistas en donde se precipitaría la mayor parte del azolve. También decía que una enorme draga hidráulica había sido construida y que estaba en operación, forzando el sedimento por arriba de bordo [del canal] de donde regresaría al río. No hemos encontrado, en otras fuentes, mención de que habían hecho esas lagunas de sedimentación o que la draga mencionada realmente estaba trabajando en el canal entre el río y las compuertas Chaffey. Tan pronto llegó el invierno de 1903-1904, época en que el Colorado normalmente tiene menos agua, se empezó a tener problemas con azolve entre el río y las compuertas Chaffey, y en el canal entre esas compuertas y el viejo lecho del Álamo y no fue posible entregar suficiente agua para las grandes extensiones de granos, cosechas de invierno que habían sembrado. No se contaba con dragas adecuadas para extraer esa enorme cantidad de azolve y los otros métodos que probaron no dieron resultados. Para entonces A. H. Heber era el presidente de la CDC y estaba tratando de evitar que el Servicio de Reclamación del Gobierno de los Estados Unidos tomara control de todo el sistema de irrigación en el Valle Imperial, dominio que ya tenía en el valle de Yuma. Heber había ido a la ciudad de México para contratar con el gobierno mexicano un permiso para tomar el agua del Colorado en territorio mexicano, así el Servicio de Reclamación no tendría agua que no fuera proporcionada por la CDC y la empresa mexicana que la CDC controlaban. Según Heber, él logró el permiso bajo las condiciones de que la mitad del agua sería para uso en tierras mexicanas. Además, había logrado autorización de construir las compuertas y otras estructuras necesarias, pero tendría que mandar los planos a México para aprobación de los ingenieros mexicanos del gobierno antes de iniciar la construcción. El objetivo de Heber era disuadir al Servicio de Reclamación, aunque aproximadamente la mitad de los agricultores en el Valle Imperial estaban a favor de que el Servicio se hiciera cargo de todo el sistema de irrigación. Algunos rancheros estaban demandando a la CDC por no haberles entregado suficiente agua en el invierno de 1903-1904. Para evitar que se repitiera esa falta de agua en el invierno que se aproximaba, en septiembre de 1904 Heber ordenó a Rockwood abrir en El Río Colorado en 1900. El puente es del ferrocarril Southern Pacific entre California y Yuma, Arizona. Foto tomada del periódico The Imperial Farmer, de octubre 1900. 5 EUA ARIZONA EUA 6 EUA ARIZONA EUA Mapas en los que se muestra la situación en el Río Colorado antes y después de que las aguas del río entraron en todo su volumen al canal Álamo por una brecha que abrieron los ingenieros unos cuantos kilómetros río abajo de Los Algodones. Foto tomada del libro Baja California Railways, p. 256. 7 Las aguas del Río Colorado cubriendo los rieles de la vía principal del ferrocarril Southern Pacific, cerca de la estación Salton. Fue necesario relocalizar la vía varias veces para evitar las aguas. Foto tomada del libro Baja California Railways, p. 261. Un tren del ferrocarril Southern Pacific cruzando un puente provisional sobre las aguas del Río Colorado en el Salton Sea, cerca de la estación Salton. La causa de esta inundación fue que el río había abandonado su curso normal para entrar con todo su volumen al Valle Imperial. Foto tomada del libro Baja California Railways, p. 261. Las compuertas Rockwood de madera siendo levantadas por la presión de las aguas del Río Colorado unos minutos antes de ser destruidas. Foto tomada del libro The First Thirty Years in the Imperial Valley, p. 105. 8 territorio mexicano un canal, como de un kilómetro de largo, por 20 metros de ancho y unos dos metros de profundidad entre el río y el Álamo para permitir la entrada directamente, sin usar el canal que estaba tapado con azolve. En la entrada de ese canal no se instalaron compuertas de control; mandaron a México los planos para compuertas, pero tardaron mucho en recibir la aprobación. Por supuesto hubo quien alegó que esa tardanza fue la razón de todo el desastre que estaba por llegar, pero, aparentemente, no tuvieron tiempo para construir las compuertas y probablemente la CDC no tenía el dinero necesario ya que siempre estaban escasos de fondos. En realidad, los ingenieros estaban tranquilos porque pensaban que tendrían suficiente tiempo en el nuevo año de 1905 para llenar la brecha antes de que llegaran las avenidas de la primavera. Rockwood y otros habían revisado los registros en Yuma de los últimos 27 años y encontraron que había nada más tres crecidas de consideración en invierno en todos esos años, y en ningún año hubo dos venidas fuertes. Para todos fue una terrible sorpresa tener que enfrentar cinco crecidas grandes, procedentes del Río Gila, en aquel invierno de 1904-1905. En febrero de 1905, la primera de esas crecidas llegó pero no causó problemas. En dos semanas arribó la segunda, sin consecuencias. En marzo, la tercera, más grande, anunciaba una temporada fuera de lo normal y Rockwood decidió cerrar cuanto antes la brecha en la entrada del canal; para ello utilizaron un método que normalmente daba éxito: clavaron una serie de pilotes atravesando la entrada de la brecha y en el fondo instalaron unos tapetes grandes hechos de ramas, y arriba de estos colocaron 10 000 sacos llenados Puente de ferrocarril en construcción, sobre la brecha donde todas las aguas del Río Colorado están fluyendo a la depresión Salton. Foto tomada del libro Baja California Railways, p. 266. con arena. Con eso lograron reducir la brecha a una corriente de unos diez metros de ancha. A través de ese espacio colocaron largas vigas de madera formando un puente y encima de esto colocaron más tapetes de ramas y bolsas con arena. El plan era dinamitar las vigas y así hacer caer toda la masa a la brecha. Pero antes de hacerlo una nueva crecida llegó y arrasó todo el trabajo que habían hecho. Entonces sí, Rockwood y los demás no tenían duda de que el Río Colorado estaba portándose de una manera sin precedente (Tout, 1931:100). Hicieron otros intentos por controlar la corriente, pero ninguno tuvo éxito; y el 17 de junio de 1905, Rockwood dio instrucciones de suspender los trabajos hasta que acabara la crecida de la primavera. En ese tiempo el río estaba llevando 82 millones, 265 mil metros cúbicos por hora y de esa cantidad, unos 917 mil metros cúbicos por hora se estaban yendo al mar Salton. Para fines de junio, ese último volumen había aumentado a un millón, 427 mil metros cúbicos por hora y la brecha se había extendido de 20 a 56 metros de ancho. La corriente tenía casi cinco metros de profundidad y una velocidad de más de seis kilómetros por hora. Rockwood y sus asociados en la CDC sabían que con sus recursos financieros no era posible controlar el Colorado y se les ocurrió buscar financiamiento con E. H. Harriman, presidente de la compañía ferrocarrilera Southern Pacific. Las aguas del Salton ya estaban llegando a las vías principales de la Southern Pacific cerca de la estación Salton. Este ferrocarril había instalado una vía hasta Caléxico y por medio del ferrocarril Inter-California había construido una línea hasta Bataques con intención de pronto llegar hasta Los Algodones y de ahí conectar con su vía a Yuma. Lograron convencer a Harriman de prestar $200 000 a la compañía CDC pero él puso condiciones; tenían que poner 6 300 acciones de la CDC en manos de un fideicomisario nombrado por él, y el Southern Pacific tendría control de la empresa. Tal fue así que nombraron una nueva directiva, y Epes Randolph, empleado de la Southern Pacific, fue elegido presidente de la CDC. Las oficinas principales de la CDC fueron transferidas a Caléxico y C. R. Rockwood fue nombrado asistente del gerente general. Cuando había terminado la crecida de verano de 1905 y el volumen había bajado a 336 mil 402 metros cúbicos por hora, todo ese flujo, menos 4 077 metros cúbicos por hora, se estaba yendo al mar Salton. Muchos planes fueron propuestos a Harriman para remediar la situación, pero decidieron intentar estos tres: El primero era construir unas compuertas de concreto al pie de Cerro Piloto (Pilot Knob) más al norte de las compuertas Chaffey y comprar una enorme draga para remover el azolve del canal y mantenerlo libre. No fue posible obtener una draga antes de la crecida de junio próximo pero de todos modos la encargaron. El 15 de diciembre de 1905 empezaron la construcción de las compuertas, logrando terminarlas el 28 de junio 1906. La segunda idea fue de Rockwood, quien recomendaba construir unas compuertas de madera cerca de la brecha con la intención de desviar la corriente a esas compuertas cuando el río estaba bajo. Así, se reduciría mucho el flujo por la brecha y sería factible cerrarla. También empezaron ese trabajo. La tercera idea era construir un dique río arriba de la brecha y desviar la corriente del río hacia la margen izquierda, es decir, el lado de Arizona. El río había formado 9 Descargando piedra y tierra en las aguas del Río Colorado para cerrar la brecha por donde todas las aguas que llevaba el río estaban yendo hacia el Valle Imperial y hacia la depresión Salton. Foto tomada del libro Baja California Railways, pp. 266-267. una gran barra o isla de arena en su centro y la intención era forzar todo el flujo al este de esa isla y así entraría otra vez a su viejo lecho. Trabajaron en ese dique desde principios de octubre hasta el 29 de noviembre de 1905, cuando una crecida grande se llevó todo lo que habían hecho. Esa misma venida erosionó la brecha, ampliando el ancho de 91 a 182 metros. En marzo de 1906, cuando el río normalmente llevaba entre 500 mil y 700 mil metros cúbicos por hora, hubo dos venidas, una tras la otra, de más de 7 millones de metros cúbicos por hora, cada una, y no fue posible hacer nada para desviar la corriente. De ahí en adelante el río no traía menos de 2 millones, 750 mil metros, y en junio, el flujo llegó hasta 10 millones, 194 mil metros cúbicos por hora (Tout, 1931:104). Para mediados de abril de 1906, las compuertas de madera de Rockwood estaban terminadas pero el Colorado ya estaba creciendo y decidieron no tratar de desviarlo hasta que pasara la época de altas aguas. Mientras tanto, la maquinaria para la gran draga, que habían bautizado Delta, estaba terminada y cargada en carros de ferrocarril en San Francisco cuando, el 18 de abril de 1906, un terrible terremoto casi destruyó aquella gran ciudad y dañó severamente las piezas de la draga. El ferrocarril Southern Pacific tenía sus oficinas centrales y muchas otras instalaciones importantes en San Francisco y la atención de Harrison era muy necesaria para atender a la reconstrucción de esa gran ciudad; sin embargo, cuando 2 Randolph, presidente de la CDC le informó que necesitaba $250 000 más para la protección del Valle Imperial, lo autorizó (Tout. 1931: 104). En ese tiempo el ingeniero H. T. Cory, quien había estado en el escenario de la brecha como asistente de Randolph y conocía muy bien la situación, tomó el lugar de Rockwood como gerente general y como jefe ingeniero de la CDC. Rockwood continuaba en capacidad de consultor, pero el primer día de octubre se separó definitivamente. Desde 1892, unos 14 años, Rockwood había dedicado todas sus energías al proyecto de irrigación del Valle Imperial con aguas del Río Colorado. Era evidente que para regresar el Colorado a su lecho eran necesarios mayores esfuerzos e ilimitados recursos. Entre sus primeras acciones, Randolph y Cory tomaron la decisión de construir una vía de ferrocarril hasta la brecha desde la línea principal del Southern Pacific que corría unos pocos kilómetros al norte de Los Algodones. El primer tren con carga pasó por esa vía el día 15 de agosto. El ferrocarril facilitaba mucho el transporte de piedra y otros materiales que antes tenían que traer en pangas o barcos planos de vapor.2 Ya era posible abrir una gran pedrera, con dos palas mecánicas de vapor, en el cercano Cerro Piloto, además de tener acceso a otras fuentes más lejos, de piedra y todos tipos de materiales. Cory ya tenía disponible de la compañía ferrocarrilera, locomotoras y carros de todo tipo, incluyendo unos de volteo, Tout (1931:104) hace esta observación: “Son pocos los que negaran que sin ese ferrocarril el Valle Imperial sería otra vez el desierto que fue antes de 1900. Quizás esas palabras no fueron tan exageradas en 1931, como pueden parecer hoy día. 10 En su última batalla con el Río Colorado un tren del ferrocarril Southern Pacific está descargando piedra al agua. El tren está en uno de los puentes gemelos construidos sobre la brecha donde todas las aguas del río están escapando de su curso normal para llegar a la depresión Saltón. Foto tomada del libro Baja California Railways, p. 262. muy grandes que podían transportar casi 40 metros cúbicos de piedra cada uno. Contaba con grúas, martinetes para clavar pilotes, y muchas otras máquinas y todos los materiales requeridos. Algo importante, contaba con un contratista de mucha experiencia y él tenía equipo de campamento y hasta 800 mulas y los fresnos, arados y otro equipo necesario (Kirchner, 1988: 264-265). Para realizar las labores manuales los trabajadores fueron muy escasos porque había mucha demanda para la reconstrucción de San Francisco, y de los que llegaron, la mayoría no aguantaba el calor ni las condiciones primitivas. Al fin contrataron con seis tribus de indígenas: los yumas, pápagos, maricopas y pimas en los Estados Unidos y los cucapá y diegueños (Kumiai ahora) de México. Cerca del río hicieron un campamento para unas 2 000 personas, incluyendo las familias, y de ese número lograron tener unos 400 buenos trabajadores. Al disminuir la crecida del verano la brecha tenía más de 800 metros de ancho y toda el agua del Colorado estaba fluyendo rumbo al mar Salton. El nuevo plan de combate era ir cerrando la brecha para desviar el flujo hacia las nuevas compuertas Rockwood, pero la corriente era tan fuerte y la arena del fondo tan blanda y movediza que cualquier piedra por más pesada que fuera era llevada por la corriente o desaparecía en el fondo. Para solucionar ese problema decidieron usar unos tapetes hechos de cachanilla y otras ramas entrelazadas con cables de acero. Colocados esos tapetes en el fondo, se podría tirar piedra encima y así podían mantener la piedra en posición dentro de la corriente. Con ese método fueron haciendo más angosta la brecha y el nivel de agua en el lado de río empezó a subir y a fluir por las compuertas de madera. Para el día 10 de octubre un noventa porciento de los un millón 451 mil metros cúbicos de la corriente estaba pasando por las compuertas, pero los ingenieros notaron que ya estaban en peligro y, no obstante todos los esfuerzos y todos los materiales disponibles la presión de la corriente levantó un extremo y después se llevó casi todo. ¡Otro fracaso! Los ingenieros estaban algo desilusionados pero habían aprendido algunas cosas que les ayudaría en el próximo intento. Decidieron construir, cerca de las nuevas compuertas Hanlon de concreto, un dique de piedra para empujar el río hacia su margen izquierda y un bordo hasta donde estaba lo que quedaba de las compuertas Rockwood. Ya con el ferrocarril pensaban que podrían traer piedra con suficiente rapidez, que no sería necesario hacer los tapetes, una operación que consumía mucho tiempo y mano de obra. Clavaron pilotes para formar puentes para poder extender las vías a medida que avanzaron y así pudieron tirar piedra directamente de los carros de volteo al agua. Tenían hasta diez trenes trabajando y trajeron piedra de muchas pedreras lejos del lugar de trabajo. Tenían hasta 300 carros de volteo en acción. Estaban descargando un carro de piedra cada cinco minutos, día y noche (Kirchner, 1988: 264-265). En noviembre lograron forzar todo el flujo del río a su viejo cauce pero el triunfo no duró, ya que el día 5 de diciembre hubo otra fractura en los diques y el Colorado se metió otra vez a la brecha. 11 Viendo hacia el norte se puede apreciar a los trabajadores del ferrocarril Southern Pacific dando los últimos toques al dique y a las vías paralelas con que lograron regresar el Río Colorado a su cauce. Foto tomada del libro Baja California Railways, p. 270. Ante esta situación, el ingeniero Cory recomendó no seguir con los trabajos hasta que el financiamiento estuviera asegurado. Por supuesto, hubo muchas protestas en el Valle Imperial y hasta el presidente Teodoro Roosevelt fue presionado a tener pláticas con Harriman, quien no quería comprometer más a su empresa sin apoyo del gobierno federal. Como el congreso no estaba en sesión, Roosevelt dijo que él no podía actuar pero indicó que después reembolsaría los gastos al Southern Pacific. Mientras tanto, insistió en que Harriman continuara la batalla. No viendo otra salida, Harriman dio la orden de: “¡Cerrar esa brecha cueste lo que cueste!” (Tout, 1931: 107). Cory y su equipo iniciaron los trabajos aun con más intensidad. Esta vez construyeron vías paralelas para poder hacer un relleno de piedras más ancho y más resistente debajo de las vías y en el espacio entremedio. Para ese trabajo: Cinco martinetes empezaron a clavar pilotes… uno en cada extremo de cada puente y uno flotando en medio. La corriente estaba muy fuerte. Había peligro constante que al manejar los pilotes, de casi 27 metros de largo, el martinete flotante podía voltearse. Dos martinetes de repuesto estaban listos en reserva para cualquier contingencia y dos lanchas estaban listas para rescatar cualquier trabajador que cayera al agua… Terminaron los puentes el día 27 de enero 1907. Cuando terminaron de instalar los rieles eran las cinco de la tarde y al amanecer del día 28, ya habían descargado 145 carros de piedra. En los próximos catorce días 600 hombres tiraron al agua, 2057 carros de piedra, 12 221 de graba y 203 de arcilla. Trenes que transportaban piedra tenían prioridad sobre los mejores trenes de pasajeros en la línea principal… Órdenes fueron giradas de que todas las otras actividades del ferrocarril en el Suroeste estaban subordinados a el trabajo de entregar materiales a la brecha del Río Colorado. A las 11 de la mañana el día 10 de febrero [1907] la brecha fue cerrada y toda el agua estaba cursando por el viejo cauce. Pero la lucha con el Río Colorado no estaba terminada. Para evitar que se metiera otra vez al Valle Imperial se dedicaron años y enormes cantidades de dinero en construir bordos de defensa y otras obras. Aun después de edificar una serie de grandes presas río arriba, la batalla continuaba en menor escala hasta principios de los años de 1980. Pero, como dicen, eso es otro cuento o artículo. Bibliografía: Imperial Press, periódico semanal; ediciones del 20 de abril de 1901 hasta el 11 de abril de 1903. Kirchner, John A., Baja California Railways, Golden West Books, San Marino California, 1988. Henderson, Tracey, Imperial Valley, Neyensch Printers, San Diego, 1968. Tout, Otis B., The first Thirty Years in the Imperial Valley, California, 1901-1931, San Diego, 1931. The Imperial Farmer, ediciones de octubre 1900, noviembre 1900, febrero 1901 y marzo 1901. Los Ángeles, California. Augusto Hernández Bermúdez (1929-2012) Voz de Mexicali Rubén Castro Bojórquez* E l Instituto Tecnológico de Mexicali creó la Presea Mexicali como un justo reconocimiento a quienes han dedicado su vida a servir a nuestra comunidad. Difícil tarea me ha tocado hoy; reseñar la semblanza de un personaje conocido y reconocido por todos los mexicalenses: Don Augusto Hernández Bermúdez. De él se podrá decir que no lo conocen solo aquellos que tienen toda su vida levantándose después de las 11:00 de la mañana. Porque por más de cincuenta años a través de la radio la voz de don Augusto nos ha despertado en la madrugada al entrar en nuestra casa, en nuestro auto, en nuestra oficina o nuestro negocio. Augusto Hernández Bermúdez nació en San Cristóbal de las Casas, Chiapas el 13 de julio de 1929. A los catorce años de edad aprendió el oficio de telegrafista, en la ciudad de México. Llega a Mexicali el 3 de mayo de 1946. Se inicia a laborar como radiotelegrafista en Telégrafos de México. Al poco tiempo se convierte en locutor y conductor de programas de televisión, cuando esta se inicia en Mexicali en el año de 1957. El 1ro. de enero de 1954 inaugura su programa Sonorama Deportivo, que no solo es deportivo sino social, político e informativo, a través del cual por más de 54 años todos los días de lunes a viernes de 6:00 a 11:00 de la mañana los mexicalenses nos hemos acostumbrado a escuchar las noticias que don Augusto comunica por la radiodifusora XEAO, primera estación de radio de todo el noroeste de México. Si deseas conocer las noticias del día, escucha a don Augusto. Si te quieres enterar de los resultados deportivos, levántate temprano y oye a Hernández Bermúdez. Si quieres saber si va a llover, Augusto te informará tempranito (y deberás salir de tu hogar con paraguas, porque le va atinar). Podrás oír también de acontecimientos sociales, políticos, de quienes llegaron a Mexicali por avión; escuchar al gobernador del estado, al obispo, al presidente municipal de Mexicali, a los candidatos que buscan el voto popular cada campaña; a los boxeadores, al dueño de los Águilas de Mexicali o al de los Soles. Don Augusto alterna las noticias con música seleccionada de la mejor y más grande discoteca de la región. Con Augusto puedes escuchar también crónicas de historias de Mexicali de Luis Razo, quien llega con el pan (no el partido, sino los volovanes y los birotes). Escucharás también la marcha de los triunfadores, que anima el alma al oírla muy de mañana. Día a día, atrás del micrófono, la voz de don Augusto comentando el acontecer de nuestra ciudad, con constancia, perseverancia en forma sencilla y humilde. Pero hay algo más. Don Augusto Hernández Bermúdez tiene más de 54 años cumpliendo una labor social incomparable en esta ciudad, a él han acudido y acuden todas aquellas personas que necesitan trabajo, lentes, sillas de ruedas, muletas, medicinas; de igual manera el que extravió documentos o el que desea localizar a un pariente, o el que necesita un boleto para regresar a su tierra natal. Todo lo consigue don Augusto. Les habla a sus amigos que se cuentan por miles o si no, a las autoridades municipales, estatales y federales porque las conoce a todas y todas lo conocen a él. Pocos han dado tanto a los que tanto lo necesitan. ¡Gracias Augusto por servir, ayudar y apoyar a tantos mexicalenses y otros tantos mexicanos que transitan por nuestra ciudad! Don Augusto Hernández Bermúdez es un ejemplo a seguir para las futuras generaciones: ejemplo de servicio a la comunidad, por su perseverancia, responsabilidad, humildad y disciplina. Es mi deseo que siga existiendo Augusto por muchos años. Y termino con una frase muy del gusto de él: “El que no vive para servir, no sirve para vivir”. Gracias. POSDATA. Augusto Hernández Bermúdez, falleció el 29 de febrero de 2012 a las 09:15 horas, frente al micrófono, como él lo deseaba. Adiós Augusto, gracias por todo lo que nos diste. * Semblanza de vida de don Augusto Hernández Bermúdez, expuesta con motivo de la entrega de la Presea Mexicali, que le entregó el Instituto Tecnológico de Mexicali el 14 de marzo de 2008. 13 Una foto. Una historia Jimmy Griffin * 1945. De izquierda a derecha: Pablo Dato, James W. Stone, Zar Williams, Carlos Negro Sánchez Rocha, Mario Hernández Maytorena, Francisco Peralta, Francisco Valdez y Conrad C. Caldwell. A ño: circa 1940 -1945. El local y motivo de la reunión no fueron determinados, pero lo más probable es que fue en Mexicali y la ocasión una carne asada, con, como se puede notar, algunas copas, probablemente whiskey. Personajes:1 1. Pablo Dato. Fue escasa la información históricamente comprobable que logramos obtener de don Pablo, aparte de que el gobernador Esteban Cantú se casó con su hermana; de que tenía por un tiempo un restaurante de buenos cortes cerca de donde está actualmente el parque industrial, Marán, y que se casó y tuvo familia con Leonor Redonda de Mexicali. Pero las leyendas abundan. Cosas que él contó a sus amigos mexicalenses que ellos contaron a sus hijos quienes nos lo revelaron a nosotros. Entre otras cosas: Fue piloto y volaba aviones llevando el correo entre San Francisco y Missouri, y que fue actor extra en Hollywood. Que estuvo casado por un par de años con la famosa estrella de varias películas sin sonido, Barbará La Marr, quien tuvo de apodo La muchacha demasiado bonita y que a ella le gustaban mucho las rondas, y murió de tuberculosis y disipación en 1926. Ella tuvo varios esposos, quizás entre ellos, don Pablo. Él fue muy simpático, con muchos amigos, y dicen, algunos amores. Como dice Catón, me habría gustado conocer a don Pancho. * Miembro de la Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali” A.C. 1 Manuel Elías y Alfredo Dipp nos proporcionaron información referente a estos personajes. 14 2. James W. Stone: Llegó a Mexicali en 1925 para trabajar en la supervisión de la construcción del ferrocarril Inter-California Sur. Al ocurrir la crisis financiera en octubre de 1929, las labores fueron suspendidas. En 1931 Stone fue contratado por Anderson, Clayton & Co. como gerente general de la empresa algodonera, Compañía Industrial Jabonera del Pacifico (La Jabonera) puesto que desempeñó con mucho éxito hasta su retiro en 1966. También fue presidente del Banco de Comercio por muchos años y tenía muchos otros intereses comerciales e industriales. Fue uno de los fundadores del Cetys Universidad y promotor y presidente del Club Campestre de Mexicali. Era orgullosamente ciudadano mexicano por naturalización. Murió el 25 de enero de 1979 en la ciudad de México cuando estaba atendiendo un asunto del banco. Fue sepultado en Mexicali. 3. Zar Williams: Él, con sus hijos Ranney y Charley, su yerno Buddy Lane y su socio Rodrigo Valle eran dueños y operaron la compañía Despepitadora de Mexicali, mejor conocida como La Chinesca. Esta compañía despepitadora, la segunda en Mexicali, fue establecida en 1919 en lo que ahora es el Centro Histórico. En los años treinta, Zar y su socio entonces, Alfredo Santaella, compraron la empresa a los dueños originales. El 1950 abandonaron ese sitio y construyeron dos plantas despepitadoras nuevas, en frente de donde está el teatro del estado actualmente. Operaron en ese local con mucho éxito hasta mediados de los años setenta. Todas estas personas mencionadas ya murieron. 4. Carlos (Negro) Sánchez Rocha: Nació en la estación Bermejilla, Coahuila en la vía de Torreón a Ciudad Juárez. Estudió contabilidad y llegó a Mexicali en 1938 donde consiguió empleo en el Banco Ejidal. Ahí se encontró con su amigo desde la primaria, Chon Kabande, fundador, años después, de la cadena de hoteles Lucerna. Más tarde Sánchez Rocha fue contador de la empresa Petrolera del Occidente de don Alfredo Araiza, fundador de los hoteles Araiza. Se casó con Socorro Amezcua hija del muy conocido capitán Amezcua quien, entre otras cosas fue pionero de la colonia Carranza. Según algunos de sus amigos el Negro era medio bohemio y frecuentaba el bar del hotel de su amigo Chon. 2 5. Mario Hernández Maytorena: Quizás es el nombre más conocido del grupo aun hoy en la ciudad y valle de Mexicali, tanto por sus actividades comerciales e industriales como las deportivas, pero sobre todo por su trato con todo mundo y su generosidad. Fue muy buen jugador de beisbol y era dueño fundador del club Los Águilas de Mexicali. Su negocio más conocido fue La Estrella Azul, tienda de departamentos que inició su padre, pero que Mario hizo crecer y prosperar. La Esterlla Azul tenía en existencia toda clase de mercancías, de sacos de pizca para el campo hasta vestidos y trajes finos para la ciudad. Fue uno de los principales promotores y fundadores del Ceyts Universidad. Murió en Mexicali el día 4 de diciembre de 2010. 6. Francisco (Pancho) Peralta. Hijo del pionero de Mexicali, don Francisco Peralta. En un tiempo Pancho fue gerente del famoso restaurante y bar el Gambrinos. Después trabajó en negocios de ganadería. Él fue uno de ocho hermanos y con su esposa, Delia Marín, tuvo nueve hijos. Lo menos que podemos decir de estos dos Franciscos es que contribuían en poblar Mexicali. 7. Francisco Valdez. En los años de 1920 y 1930 tuvo un alto puesto en la Cía. Industrial Jabonera del Pacifico (La Jabonera) y después en Motores de Mexicali. Se casó con Matilde Hernández Maytorena, hermana de Mario. Su hijo Mario es actualmente gerente regional del diario La Voz de la Frontera. 8. Conrad C. (Connie) Caldwell: No sabemos cuándo llegó a Mexicali pero, en 1940, él fue nombrado administrador general de La Colorado River Land Company conocida por todos como La Colorado. Cuando esa empresa dejó de existir, en 1946, Caldwell se quedó con el ya famoso edifico que había sido convertido en apartamentos. En uno de estos vivían él, su esposa Eleanor y sus dos hijos. Coni, así se pronunciaba, era el nombre por lo que fue conocido por los mexicalenses, tenía la agencia de la manufacturera de equipo agrícola, International Harvester, que él operaba en la parte posterior del edifico. Por años los agricultores del valle de Mexicali contaban con esa agencia para la venta y servicio de maquinaria agrícola, incluyendo los famosos tractores Farmall.2 Aunque somos muchos los que conocimos al Connie no lo reconocimos en esta foto. Por fin la enseñé a don Mario Luken quien me dijo: es el Connie, sorprendido porque nadie lo hubiera identificado. Cabe mencionar que don Mario lo conoció desde que Caldwell llegó a Mexicali. 15 Episodios universitarios Fernando MedinaRobles* 1970. De izquierda a derecha: sinodal licenciado David Piñera Ramírez, secretario general de la UABC, secretaria del Jurado licenciada Graciela Cárdenas, jefa del Departamento Escolar de la UABC; presidente del Jurado licenciado Eugenio Guerrero Güemes, director interino de la Escuela de Ciencias Sociales y Políticas; sinodal, licenciado Enrique Priego Mendoza, subdirector de la escuela; licenciado Adalberto Aceves Monteón, subdirector de Promoción Económica del Gobierno del Estado, y el examinado Fernando Armando Medina Robles. E l 7 de junio de 1970 se celebró el examen profesional del pasante Fernando Medina Robles a quien se le otorgó el título de licenciado en ciencias políticas. El evento tuvo lugar en los jardines del edificio que ocupó en sus orígenes la Escuela de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Autónoma de Baja California, mismo que se ubicaba en la calle B núm. 361, entre las avenidas Obregón y Lerdo de la Sección Segunda de la ciudad de Mexicali. Este examen fue el segundo que se celebró en dicha unidad académica ya que el primero correspondió al doctor Ramón Paz, como licenciado en sociología, de la primera generación de la hoy Facultad de Ciencias Sociales y Políticas. Esta escuela se creó en el ciclo escolar 1964-1965, durante la gestión de rector doctor Santos Silva Cota. En ese año fue la segunda escuela superior de Ciencias Sociales y Políticas del país, sólo después de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Por no tratarse de alguna de las carreras * Miembro de la Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali” A.C. 16 tradicionales, su creación motivó diversas reacciones, desde la duda sobre su utilidad, hasta la objeción o el entusiasmo ante una nueva opción de estudios profesionales. Fueron dos carreras de licenciatura las que se impartieron en la nueva escuela: Sociología y Administración Pública y Ciencias Políticas. El director fundador fue el licenciado Arturo Ibarra Ojeda, quien recientemente había llegado de la ciudad de México. Estuvo al frente del plantel durante varios años, por lo que su labor fue trascendental y dejó huella. El plan de estudios inicial de la escuela estaba basado fundamentalmente en el de la UNAM, con un tronco común los dos primeros años para las dos carreras, que en su conjunto combinaba la enseñanza de diversas materias: ciencias sociopolíticas, jurídicas, administrativas y técnicas instrumentales. En el mismo edificio donde se instaló esta escuela se ubicaron también la Rectoría, la Secretaría General, el 1970. Público asistente. De izquierda a derecha: Humberto Lepe Lepe, estudiante; licenciado Alfredo Vargas Piñera, economista; Gilberto Rodríguez Martínez, propietario del restaurante “Carmina”; licenciado Arturo Elizondo, contador Jaime Pardo Verdugo, escritor y columnista del diario El Mexicano; profesor Julio T. Pérez, director de Educación Pública del gobierno del estado; ingeniero Adalberto Walter Meade, historiador y autor; joven Enrique Medina Salmán, hijo de Fernando A. Medina R.; Alfredo S. de la Vega, columnista del diario La Voz de la Frontera, y la joven, Sara Cristina Medina Salmán, hija de Fernando A. Medina R. Departamento Escolar y el Departamento de Difusión Cultural. Poco después se asignó una pequeña estancia para lo que se denominó Biblioteca Central de la Universidad. En las fotografías que ilustran esta nota puede observarse a los personajes que asistieron a este examen profesional, que posteriormente trascendieron en sus actividades académicas, políticas y administrativas. Durante estos últimos 42 años destacaron en otras actividades los siguientes: doctor David Piñera Ramírez, director fundador del Instituto de Investigaciones Históricas, obtuvo el doctorado en historia, ha coordinado y escrito un número importante de libros sobre la historia de Baja California. Dentro de otros muchos reconocimientos fue nombrado Doctor Honoris Causa por la UABC. El licenciado Eugenio Guerrero Güemes fungió como director del Colegio de Bachilleres de Baja California y consejero del Instituto Federal Electoral (IFE). Licenciado Enrique Priego Mendoza ocupó la dirección de la escuela y se desempeñó por muchos años como investigador del Instituto de Investigaciones Sociales de la UABC. El licenciado Adalberto Aceves Monteón, quien años después sería director de la Escuela de Economía en Tijuana y director de Desarrollo Económico del Estado. De igual manera, dentro del público asistente estuvieron: el licenciado Humberto Lepe Lepe, alumno y, posteriormente, diputado federal; Gilberto Rodríguez, candidato a la presidencia municipal de Mexicali (1968); ingeniero Adalberto Walther Meade, director del Instituto de Geografía e Historia y, por más de 25 años, director de la revista universitaria Calafia, y autor de diversos libros de historia sobre Baja California; el licenciado Alfredo Vargas Piñera quien ocupó la Dirección de Desarrollo Económico del Estado; Jaime Pardo Verdugo quien por más de 50 años colaboró como columnista de La Voz de la Frontera; profesor Julio T. Pérez, director de Educación Pública del Estado de 1965 a 1971; don Alfredo S. de la Vega, destacado columnista y propietario de la librería “El día”. El postulante Fernando Medina Robles, fue jefe de asesores del ejecutivo durante el gobierno de Raúl Sánchez Díaz (1965-1971) y tesorero municipal en la administración de Rodolfo Escamilla (1952-1955). 17 P Á G I NA S D E H I S T O R I A Luz Mercedes López Barrera* El Río. Cronología de Mexicali, de Enrique Estrada Barrera. “No te desesperes Juan… ¡Mira! ¿Ves aquellos terregales…? ¡Allá abajo! ¿Allá donde se nota medio parduzco?, ah, pos’ allá es El Río, allá mero es adonde vamos”. Con este diálogo inicia su relato el autor y nos da la impresión de que lo que leeremos es un cuento… Páginas adelante introduce paisajes que inmediatamente reconocemos: polvo, tierra, la Salada, y luego, los personajes que iniciaron la historia de este valle. Y así empiezan a aparecer los nombres de Ramón Zumaya, don Antoniio Villarino, Francisco Barrios, Jesús Manuel Vizcarra; pioneros de esta tierra. Descripción de los primeros pobladores del desierto del Colorado, y del grupo de pioneros establecidos en la desaparecida margen derecha del Río Nuevo. El libro está ilustrado con fotografías (con pies de foto a detalle) de los pioneros de Mexicali y de las primeras casas de esta ciudad. La obra amalgama datos e impresiones, como dice Peritus en el prólogo, captadas con el quehacer periodístico del autor. En formato rústico, 90 páginas de 20 x 12.5 cm en edición particular, 1978. Pioneros de Mexicali de Enrique Estrada Barrera. Este libro presenta el testimonio de los primeros pobladores de esta ciudad que debieron instalarse aquí, dice el autor, probablemente a fines de 1901. En 1925, se hizo una encuesta pública dirigida por el historiador Pablo Herrera Carrillo para conocer los nombres de quienes llegaron aquí en sus inicios. La encuesta fue publicada en el periódico La Frontera. Los testimonios personales que se presentaron fueron de los señores: Cleofas Chacón Verdugo, María Villarino Vda. de Urías, Alfredo Monreal Moreno, Ernestina Monreal Vda. de Pedroza. Éstos y otros testimonios ilustran de manera amena las páginas de este libro, que cierra magistralmente con las palabras de Antonio Yee Chein, quien fue de los primeros chinos que arribaron a Mexicali en 1911. Esta obra fue publicada para celebrar el septuagésimo aniversario de la fundación de Mexicali. En formato rústico, 90 páginas de 20 x 13.5 cm en edición particular, 1973. Los tres palacios municipales de Enrique Estrada Barrera. El autor hace un recorrido por la historia del municipio de Mexicali y enfoca su discurso en la presencia de los presidentes municipales como partícipes de la creación de infraestructura de esta ciudad. Varios de ellos habían tendido la inquietud de construir un nuevo Palacio Municipal. El alcalde Martínez Palomera logró ese preciado anhelo. Francisco Montejano primer alcalde de Mexicali, en 1915 ocupa el primer Palacio Municipal, al igual que Ramón A. Pesqueira, quien en 1924 inicia y casi termina la edificación del segundo. Eduardo Martínez Palomera edifica el tercer Palacio Municipal en el corazón del Centro Cívico y Comercial de Mexicali, concluido en mayo de 1983. El libro consta de 196 páginas en formato rústico, edición particular, 1983. Cincuentenario de municipalidad de Mexicali 1954-2004 de Enrique Estrada Barrera. La vida de Mexicali inicia con una Comisaría de Policía de 1902 a 1903, con don Urbano Vásquez Martínez, primera autoridad; Juzgado Auxiliar de 1903 a 1904, con Jesús Manuel Vizcarra Orozco; Juzgado de Paz de Mexicali de 1904 a 1905; Subprefectura Municipal de 1905 a 1914; primera etapa del Municipio Libre de 1915 a 1928; Capital del Distrito de Baja California a partir de 1917; dependencia del Distrito y Territorio de 1929 a 1953; segunda etapa del Municipio Libre de 1954 a la fecha, incluyendo tres Consejos Municipales. Estas tres etapas cubren de vida a Mexicali. El libro consta de 136 páginas en formato rústico de 27.5x21.5 cm, publicado por Estrada Editores, S.A. de C.V. , 2004. * Integrante del Comité Editorial de la revista El Río. 18 Monumento a Benito Júarez Rubén Castro Bojórquez* E l 21 de marzo de 1965, el gobernador doctor Gustavo Aubanel Vallejo inauguró el monumento a Don Benito Juárez ubicado al final de la calzada Justo Sierra y en el inicio de lo que sería el bulevar Benito Juárez que en esos días estaba a punto de terminarse. El doctor Aubanel tomó posesión como gobernador sustituto el día 19 de diciembre de 1964, a la muerte del ingeniero Eligio Esquivel Méndez. El monumento a Juárez se diseñó y se construyó durante el gobierno del ingeniero Esquivel, a finales de 1963. El director de Obras Públicas del Estado era el ingeniero José Antonio Sánchez Hernández quien había sustituido al ingeniero Carlos Rubio Parra, cuando este asumió la presidencia municipal de Mexicali (1962-1965). El ingeniero Sánchez Hernández encargó el proyecto al arquitecto Mario Eucario Gutiérrez (nativo de Mexicali, hijo del licenciado Macedonio Gutiérrez, uno de los primeros notarios públicos de esta ciudad), quien se puso en contacto con el escultor Julián Martínez, mismo que realizaba en la ciudad de México las figuras escultóricas. El proyecto arquitectónico consistió en lo siguiente: Desplante sobre la glorieta seleccionada y los volúmenes donde se ubicaron las tres figuras escultóricas: 1. Rostro de Juárez; 2. Alegoría; y 3. Figuras humanas, hombre, mujer 2012. Monumento al general Álvaro Obregón construido en 1929 durante el gobierno del general Abelardo L. Rodríguez. Figura de bronce y base de concreto recubierto de mármol. Es la primera figura escultórica construida en Mexicali. * Miembro de la Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali” A.C.; correo electrónico: [email protected] 19 1950. Monumento al agricultor, ejecutado por el escultor Roberto de la Selva. Ubicado en avenida Reforma y calle K. 1950. Monumento al pescador, ejecutado por el escultor Roberto de la Selva. Se ubica en avenida Reforma y calle K, donde inició la carretera a San Felipe en ese año. En la base de la escultura, la placa alusiva a la inauguración de la carretera. 20 y niño sosteniendo la Constitución Política de Los Estados Unidos Mexicanos de 1857. Su creador, Julián Martínez fue amigo cercano del ingeniero Eligio Esquivel Méndez y del licenciado Milton Castellanos Everardo quienes confiando en él le encargarían esas figuras del Monumento a Juárez y otras esculturas posteriores que conformarían otros monumentos en el municipio de Mexicali, entre los cuales se encuentran: Benito Juárez 1964, Busto de Morelos en Ciudad Morelos 1964, Vicente Guerrero 1975, Sánchez Taboada 1975, Los Pioneros 1977 y Lázaro Cárdenas 1977. Este último requiere crónica aparte, dado que no se terminó hasta 1979 con modificaciones en las figuras escultóricas. El escultor Julián Martínez Soto, nació en España en 1921 (Musacchio, 1999), y llegó a México con sus padres huyendo del franquismo en 1937; a él y a otros niños más se les conocía como los niños de Morelia. El presidente Lázaro Cárdenas les ofreció asilo en nuestro país. Julián manejaba en forma excelente la técnica escultórica en bronce llamada de la cera perdida. Adicionalmente a lo realizado en Mexicali, desarrolló obras en la Ciudad de México, Distrito Federal, Hermosillo, Sonora, en España y en Estados Unidos. El monumento a Benito Juárez, además de su belleza escultórica, representa la transformación de Mexicali de ciudad pueblerina a una metrópoli. Es el monumento de mayores dimensiones en la ciudad y su ubicación en la confluencia de tres vías importantes: la Calzada Justo Sierra, el bulevar Benito Juárez y la avenida Francisco Montejano, lo convierten en la figura monumental más vista de la ciudad; además, el área en la que está ubicado se ha convertido en la zona turística por excelencia de Mexicali. Anteriormente, los habitantes de Mexicali solo conocían estatuas y bustos de escala humana, por ejemplo los realizados por el escultor Roberto de la Selva quien fue contratado por el gobernador del territorio de Baja California, licenciado Alfonso García González (19461952) en 1950 para realizar las esculturas del pescador y el campesino para ubicarlas en el arranque de la carretera Mexicali-San Felipe, en ese año ubicado en la orilla de la ciudad, hoy es la esquina de avenida Reforma y calle K, en la colonia Nueva. En ese año de 1950 no existía el Gimnasio de Mexicali, ni el Sanatorio Santa Catalina; la única esquina ocupada era la noreste donde estaba el campamento de Irrigación, hoy Delegación de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa). Ese año, Roberto de la Selva también desarrolló los monumentos a Cuauhtémoc en la glorieta de la avenida Pino Suárez y calle L, así como el monumento a Junípero Serra, ubicado en avenida Pino Suárez y calle K. Estas cuatro figuras las elaboró con alambrón y mortero, procedimiento que, a pesar de que lo dominaba, no lo reflejó en las figuras elaboradas. El escultor Roberto de la Selva y Escoto, nicaragüense, fue hermano de Rogerio y Salomón de los mismos apellidos. De 1938 a 1965, Rogerio de la Selva fue secretario particular del presidente de la República licenciado Miguel Alemán Valdez (1946-1952). Salomón fue literato y diplomático, los tres se nacionalizaron mexicanos en 1950. Adicional a las obras escultóricas de Roberto de la Selva, y anteriores al monumento a Juárez, también destaca en Mexicali el monumento a Obregón (1929), quizá la primera obra escultórica realizada en Mexicali; escultura de bronce con base de concreto, recubierta de mármol; su construcción fue ordenada por el entonces gobernador del territorio general Abelardo L. Rodríguez. En ese año no existían la Escuela Secundaria Federal número 18, ni el Jardín de niños Federico Froebel ni la Biblioteca del Estado. Ya se había construido la avenida Obregón y los edificios de: Palacio de Gobierno (hoy Rectoría), Colorado River Land, planta de agua de Zaragoza y Calle “F” y Escuela Benito Juárez (ya demolida). Antes de 1964 también existía el monumento a los Niños Héroes que data de 1943. (Vizcarra, 2007) en el parque del mismo nombre, el busto de Benito Juárez en pedestal de concreto en la escuela del mismo nombre ubicada en avenida Lerdo y calle F, sección segunda y el monumento a Morelos, ubicado en la presa Morelos, Algodones, Baja California. Posterior a los monumentos escultóricos de Julián Martínez realizados entre los años de 1963 a 1978, se han construido un número importante de monumentos en varios sitios de la ciudad, con técnicas y materiales diferentes, pero ninguno de estos últimos tan bellos como el de Benito Juárez y el resto de esculturas de Julián Martínez. Entre estos últimos es importante mencionar: 1. Alegoría al estado y sus municipios, creado por arquitectos del gobierno del estado en la plaza del Centro Cívico (Palacio Ejecutivo, Judicial y Legislativo). Material concreto armado, acero y 1950. Monumento a fray Junípero Serra, ejecutado por el escultor Roberto de la Selva, se ubica en avenida Pino Suárez y calle L. 1950. Monumento a Cuauhtémoc, de espalda para apreciar la base donde se especifica el nombre del escultor Roberto de la Selva y el año de ejecución, 1950. 21 1965. Guardia de Honor en el Monumento a Juárez el 1ro. de noviembre, fecha en que tomó posesión el gobernador don Raúl Sánchez Díaz. En la foto de izquierda a derecha: Persona no identificada, Aurelio Corrales diputado constituyente, diputada Socorro Acosta de García, persona no identificada, doctor Gustavo Aubanel Vallejo, gobernador saliente, ingeniero Juan Gil Preciado, representante del presidente de México, ingeniero Raúl Sánchez Díaz, gobernador entrante e ingeniero Carlos Rubio Parra, presidente municipal de Mexicali. lámina. 1976; 2. Monumento a Francisco Zarco, ubicado en bulevar Lázaro Cárdenas y calle Heroico Colegio Militar (calle 11); 3. Bustos de bronce sobre pedestales de concreto de 22 héroes nacionales ubicados en las banquetas de ambos lados del Paseo de los Héroes en el Centro Cívico y Comercial de Mexicali. Los Héroes de la Independencia representados son: Hidalgo, Morelos, Allende, Aldama, Abasolo, Josefa Ortiz de Domínguez, Bravo, Hermenegildo Galeana, Quintana Roo y Guadalupe Victoria. De la Reforma: Juárez, Juan Álvarez, Margarita Maza de Juárez, Melchor Ocampo, 22 Valentín Gómez Farías e Ignacio Zaragoza y, por último, de la Revolución: Madero, Villa, Zapata, Carranza, Obregón y Calles. Se instalaron en 1993 y el escultor fue Víctor Gutiérrez (Vizcarra, 2007); 4. El Poder del Ser, figura de bronce ubicada en la Unidad Universitaria Mexicali (UABC), construida en 1986. En la misma UABC, las figuras de concreto esculpidas por el grupo Mortero creadas de 2004 a 2006, ubicadas en la misma Unidad Universitaria, así como en la Facultad de Idiomas y en la Facultad de Ciencias Humanas; 5. Otras figuras antropomorfas dedicadas al maestro: ubicadas una, Monumento a Benito Juárez en la confluencia de la calzada Justo Sierra, bulevar Benito Juárez y avenida Francisco L. Montejano. Ejecutado por el escultor Julián Martínez, e inaugurado el 21 de marzo de 1965. Monumento a Lázaro Cárdenas en el cruce de los bulevares Benito Juárez y Lázaro Cárdenas. Construido por el escultor Julián Martínez e inaugurado en 1979. 23 1988 Foto tomada en una tarde invernal. Obsérvese la posición de las sombras dirigidas hacia el noreste. Actual glorieta adoptada por el Club Rotario. El programa de adopción de espacios públicos inició en el XVI Ayuntamiento (1998-2001) y la primera adopción la realizó el IPAO, nombrando a la glorieta César Prieto, en honor de su patrono fundador. Sucursal de Banco Serfín que en el año de 1994 cambió a Banco Santander. 24 Aún no se instalaba el local de Burger King y el edificio de los cines luce vacío. El inicial Hotel Holiday Inn cambiaba Araiza Inn y ampliaba su edificio con u para eventos y convenciones. a a Hotel un anexo El centro ejecutivo Torres del Sol iniciaba su construcción Aún no se construía el supermercado Ley El edificio y antena del grupo MVS Radio fueron instalados a finales de los años de 1980, antes transmitían desde la azotea del Hotel Holyday Inn (hoy Araiza Inn). No se había desarrollado la conocida “zona de antros”. Actualmente este ornato de palmeras tiene la altura del monumento. Autoservicio Robles, antes de su remodelación e inclusión de una tienda de conveniencia hacia el año 2004. 25 Monumento a Vicente Guerrero ubicado en el bulevar López Mateos y calle Compresora. Monumento a los pioneros. Ubicado en el Centro Cívico con frente a la calzada Independencia. Ejecutado por el escultor Julián Martínez. 26 Alegoría ubicada en la parte posterior del Monumento a Benito Juárez. Busto de Guadalupe Victoria. Ubicado junto con otros 21 bustos más en la calle de los Héroes, Centro Cívico y Comercial de Mexicali. en Paseo de los Héroes y bulevar López Mateos (1992) y otra en Plaza Central de la Dirección General del Colegio de Bachilleres de Baja California (Cobach) construida en 2006 y una más dedicada al Policía ubicada en calzada Anáhuac y Bulevar Héctor Terán Terán (1997); 6. Otros monumentos escultóricos que se pueden observar en la ciudad son los bustos de Villa, Zapata y Luis Donaldo Colosio en el edificio del Partido Revolucionario Institucional (PRI); bustos de Adolfo López Mateos y Adolfo Ruiz Cortines en el inicio de los bulevares con el mismo nombre. Y vale la pena mencionar también las alegorías escultóricas construidas con tubos de desecho ubicados en la entrada a la Ciudad de Mexicali, Tijuana y otras ubicadas en diversos sitios de la ciudad. Pudiéramos resumir que si en los primeros 60 años de la ciudad de Mexicali, los monumentos se podían contar con los dedos de las manos, hoy, 50 años después, el inventario de monumentos2 arroja un número importante para el deleite y gusto diverso de los mexicalenses. Vale la pena reiterar que el despegue de la escultura monumental se dio con la construcción del monumento a Benito Juárez que hoy sigue siendo: el más bello y representativo del quehacer artístico y cultural de nuestra ciudad Mexicali. 2 Bibliografía Musacchio, Humberto, 1999, Milenios de México. Diagrama Casa Editorial. México, D.F. 3 tomos. Vizcarra Schumm, 2007, Registro de monumentos históricos de Mexicali, Memoria histórica del municipio. Colectivo. Para conocer un inventario más amplio, leer Registro de monumentos históricos de Mexicali de Salvador Vizcarra Schumm (2007: 158-176). 27 Remembranzas de basquetbol Marco A. Buruel B.* E l basquetbol fue creado en el año de 1891 por el doctor James Naismith, colaborador de la Asociación Cristiana de Jóvenes (YMCA por sus siglas en inglés), y empezó a practicarse en una universidad de Springfield Mass, Estados Unidos, llegando a México aproximadamente en el año de 1902. De acuerdo con las crónicas de la época, se cree que este deporte empezó a practicarse en Mexicali en los primeros años de la década de 1920. El más antiguo testimonio del que se tiene conciencia es una fotografía que muestra un equipo ya formado, cuyos participantes eran en su mayoría militares que practicaban este deporte en una cancha construida en 1920 a un costado de Palacio de Gobierno (hoy Rectoría de la Universidad Autónoma de Baja California). Con el paso del tiempo, el basquetbol fue adquiriendo popularidad y para los años de 1940 una gran cantidad de niños y jóvenes ya practicaban regularmente este deporte, principalmente en las escuelas Distrito Federal y Netzahualcóyotl de la colonia Pueblo Nuevo, y en las escuelas Leona Vicario y Benito Juárez, y Cuauhtémoc, planteles Equipos de basquetbol Mexicali y Caléxico, muy posiblemente en el año de 1924. La foto fue tomada a un costado del Palacio de Gobierno después de un encuentro entre ambos equipos, jugado en la cancha de basquetbol ubicada en donde hoy es avenida Obregón y calle G, esquina noreste; quizá la primera cancha de basquetbol construida en Mexicali por 1920. En la foto aparecen sin orden: Rubén Chiquito Padilla, capitán José Pérez Tejada, capitán Hernández Pinto, Ibarra, Fernando Medina, Coronel Armando R. Pareyón, Montemayor, capitán Francisco López y capitán José Viera (árbitro). El niño sentado en medio es Fernando Medina Jr. a los tres años de edad. * Miembro de la Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali” A.C. 28 1948. Cancha de basquetbol y gradas de la Escuela Cuauhtémoc ubicada en avenida Madero y calle Altamirano. La cancha fue construida en los años treinta. En la foto, un evento de la recién creada Escuela Normal Fronteriza. Destacan: el doctor y director Francisco Dueñas Montes, profesor Gaytán, profesor Rodríguez Carpinteyro, profesora Consuelo Figueroa de Lamadrid y profesora Talamantes, entre otros profesores y muchos alumnos. ubicados en la primera y segunda secciones de Mexicali. A ellos acudían los niños y jóvenes que se iniciaron en este deporte. Posiblemente existieron algunas canchas más en las que se practicó este deporte, como la que se ubicaba a espaldas del edificio conocido como Aduana Vieja, situada en la esquina de la avenida Obregón con calle México, la instalada en los terrenos del cuartel militar por la avenida Michoacán y calle 10, y la ubicada en el patio posterior de la iglesia metodista en la avenida Juárez número 79, en la Chinesca, a donde acudían los feligreses, así como los niños y jóvenes de la colonia china. Pero en esta ocasión nos referiremos casi exclusivamente a los equipos y jugadores que en los años de 1940 y 1950 sudaron la camiseta jugando en la cancha de cemento de la siempre recordada con afecto: Escuela Cuauhtémoc, que en sus gradas daba cabida a los cientos de aficionados mexicalenses que noche a noche acudían a presenciar los encuentros de sus equipos favoritos. Ernesto Aguilar, José Cabrera y Emilio Márquez, personas sumamente reconocidas en el ambiente del basquetbol y que participaron activamente en esa época, recuerdan los nombres de algunos de los equipos, así como los de sus jugadores, como el llamado Pacífico, que entre sus filas contaba con personalidades como: José Joe Cabrera, Ignacio Romo Porchas, Isidro Chanate Gonzalez, Trucha de la Cruz, Jesús Chocolate Vásquez, Héctor Gancho Lynn, Chanate Durazo, Félix Caballo Manríquez, Ritchie Félix y el doctor Librado Monky Reyes. Cabe mencionar que este plantel de jugadores se mantuvo activo por varios años, sólo que constantemente y a sugerencia del Chanate González, varias veces le cambiaron de nombre al equipo, ya que después de Pacífico el equipo se llamó: Padres, B/29 y después, División Panzer. Es importante señalar la categoría de este equipo que en sus filas contaba con dos grandes personalidades: José Cabrera y Nacho Romo Porchas, quienes por méritos propios formaron parte de la selección mexicana que participó en los juegos olímpicos celebrados en Londres en el año de 1948. Otro equipo fue el denominado Corsarios, del que algunos de sus miembros fueron: Francisco Cannet, Zurdo Orduño, Gustavo Enríquez, Francisco Montijo, Emilio Márquez, Jesús y Chimino Cota, y Ernesto Vizcaíno, quien al tiempo se convirtió en árbitro, formando una excelente pareja de silbantes con otro reconocido árbitro de apellido Caloca. Posteriormente, Vizcaíno cambió de residencia a la ciudad de Tijuana en donde hizo historia en los años de 1970 con el equipo Tránsito del Estado, del cual fue su entrenador y patrocinador, logrando varios años el campeonato estatal. Casablanca fue otro estupendo equipo de la época ya que contaba con jugadores de la talla de: Apolonio Polo 29 1950. Inauguración de un torneo municipal de basquetbol en la cancha de la Escuela Cuauhtémoc. Con el banderín de Baja California: izquierda Enrique Caballo Salgado, derecha, el gobernador del territorio licenciado Alfonso García González. Torres (Sr.), Astolfo Indio Matus, Enrique Caballo Salgado, José Pepe López, Gilberto Camas Méndez, Marco Antonio Chato Cretín, Sardina García y A. Chino Curiel. Todos los jugadores que pertenecieron a este equipo son recordados por los aficionados, ya que al poco tiempo fueron seleccionados para representar a Mexicali y a Baja California en numerosos campeonatos estatales y nacionales. Hubo también otro equipo denominado Peralvillo que participó en algunos torneos organizados en la Escuela Cuauhtémoc, y que entre algunos de sus integrantes recordamos a: Roberto Merino, Francisco Merino, Negro Cardozo, y Juan A. Gallegos. Este equipo era manejado por Chagó Cáñez que también fue un magnífico árbitro y presidente de su colegio. En aquellos años se formó un equipo que dejó huella en el ánimo de los aficionados, conformado por miembros de 30 la comunidad china, reforzado por reconocidos jugadores mexicalenses como: Wilo Vivó, Pochi Navarro, Felipe Fonseca y los hermanos Ernesto y Manuel Lugo. El equipo llevó por nombre Wa-Mex. A propósito de las actividades que durante su etapa activa desarrolló este equipo, en una ocasión, orgullosamente nos comentaba el señor Vivó las aventuras que vivieron al realizar una gira por toda la costa del pacifico, hasta llegar a México D.F. Esto sucedió cuando aún no existía carretera pavimentada y el viaje se realizó en un “troquecito de redilas”. Para solventar los gastos de alimentación y hospedaje, en las ciudades importantes del trayecto sostuvieron encuentros contra equipos locales. La historia de este singular equipo se encuentra en exhibición en el Salón de la Fama de esta ciudad. En el año de 1951 empezaron a reunirse un grupo de jóvenes basquetbolistas que participaban en diferentes equipos de 1935. Equipo Wah-Mex, en la cancha del templo metodista de avenida Juárez 79, Chinesca, primera sección. Esta cancha rivalizó con la del Palacio para ser la primera construida en Mexicali en 1920. En la foto sobresalen: de pie, 2do Rafael Campos y 6to. Raymundo Vivo. En cuclillas: 2do- Fanga Wong, y 5to. Manuel Lugo. Mexicali, cuyo objetivo era formar un equipo nuevo con la fuerza y calidad suficientes para ganar los torneos locales y representar a la entidad en los campeonatos estatales y nacionales de 1ra. Fuerza. Así fue como nació el Mexicali 6-6, que con el paso del tiempo se convirtió en una leyenda del deporte mexicalense. Los fundadores del club fueron: Astolfo Matus, Francisco Montijo, Apolonio Torres, Emilio Márquez, Marco Antonio Cretín, Manuel Chacón Cota, Ignacio Romo Porchas, Enrique Salgado, Pablo Victoria, Gilberto Méndez y Félix Manríquez. A estas reuniones también asistieron varias personalidades como: Roberto Colima Ramírez, José Dorantes L., Rodrigo Verdugo, Elías Chacón y Efrén Romero, quienes siempre fueron fieles aficionados al equipo. Con muy pocas excepciones, durante la década de los años de 1950 el Mexicali 6-6 fue la base de la selección que representó a Baja California en los torneos nacionales de 1ra. Fuerza que se celebraron en diferentes ciudades de la república, incluyendo al que se efectuó en 1955 en Poza Rica, Veracruz, en el que se obtuvo el subcampeonato y que debido a ello permitió que se consiguiera le sede para efectuar en esta ciudad el campeonato de 1957, año en que se celebraron las Bodas de Plata del Basquetbol, evento que resultó todo un éxito en lo deportivo, económico y social, ya que dio pie para la construcción del Gimnasio de Mexicali (hoy Gimnasio Ernesto Aguilar). De entre los distinguidos miembros de este plantel de grandes jugadores, merece mención especial Manuel Manotas Chacón, quién junto con José Cabrera asistió con la selección de México a los juegos Olímpicos de Helsinki en 1952. Cabe señalar que el primer entrenador fue el señor Humberto Martínez, hasta 1953, año en que tomó las riendas Ernesto Aguilar O., quién manejó el equipo en una primera etapa hasta 1960, año en que se retiraron como activos la mayoría de los jugadores fundadores. Para que el equipo siguiera su trayectoria Emilio Márquez obtuvo la aprobación del entrenador Aguilar para manejarlo, renovándolo con jugadores novatos que ya participaban con el club en categoría 2da. Fuerza, apoyados con elementos de experiencia como Emilio Márquez, como entrenador y jugador, además de Mario Cota y Carlos Guerrero. Con este plantel se obtuvo de forma invicta el campeonato municipal de 1961, lo que apresuró al año siguiente el regreso de Ernesto Aguilar, quién se mantuvo 31 Nació en Guaymas, Sonora. Participó en le Olimpiada de Londres en 1948, donde México quedó en cuarto lugar. Llegó a Mexicali en 1929; tenía cinco años de edad. Inició en el basquetbol en la Escuela Vocacional Instituto Industrial en la ciudad de Tijuana de 1939 a1940. Posteriormente, en la Secundaria 18 con el entrenador Julio Félix. En 1945 representó al Banco del Pacífico; asimismo en la Quinteta Jabonera del Pacífico. Asistió al campeonato nacional de 1947 en la ciudad de México, y en 1948, en el Nacional de Puebla donde fue preseleccionado para la Olimpiada de Londres 1948. Durante quince años jugó en el Mexicali 6-6, equipo con el que llegó hasta el final de su trayectoria. Nació en Nogales, Sonora. Compitió por México en la Olimpiada de Londres 1948, donde México finalizó en cuarto lugar. México ganó cinco partidos y perdió dos. Participaron 23 equipos. En 1945, a los 24 años, participó en el Nacional de Guadalajara. En 1947 jugó en el Nacional celebrado en el Distrito Federal; quedó en el segundo equipo ideal. En 1948, en el campeonato Nacional de Puebla, Baja California terminó en cuarto lugar; con esto Cabrera logró ser nominado al equipo ideal. Nació el 12 de marzo de 1928 en la colonia Oribe de Alba, del valle de Mexicali. Compitió en la Olimpiada de Helsinki 1952, bajo la conducción del entrenador chihuahuense Antonio Delgado. El primer encuentro en esta olimpiada fue con Finlandia a quien derrotaron por 66 puntos a 48. Posteriormente perdieron con Bulgaria y la Unión Soviética. Uno de los mejores jugadores bajacalifornianos en la historia. Sólido en la defensa y con excelente tiro de media distancia. Acudió a nueve campeonatos nacionales. Olímpicos mexicalenses. 1948 y 1052. 32 en su puesto hasta mediados de los años de 1960, en que se hizo cargo del equipo un exjugador: Marco Antonio Buruel B. Desde 1951, hasta el presente año 2012, el Mexicali 6-6 sigue participando en el basquetbol mexicalense, actualmente bajo la batuta de otro exjugador del equipo: Javier Bernal. Un equipo que también es inolvidable para los viejos aficionados que asistían regularmente a presenciar los encuentros en la cancha de la Escuela Cuauhtémoc, fue el llamado Cachorros. Me comentan Mario Cota y Ernesto Ernie Morlett que entre 1952 y 1953 un grupo de jóvenes residentes de la vecina ciudad de Caléxico, California., jugadores recién egresados de la High School encabezados por Pepe López se reunieron para formarlo y poder participar en los torneos de esta ciudad, entre ellos recuerdan a: Pepe Armendáriz, Víctor Wallas, Ernesto Ernie Morlet, Mario Cota, Tommy Welch, Bobby Montejano, José Pepe López y José Cabrera. A estos elementos se agregaron jugadores locales como: Héctor Lynn, Armando Lery Núñez, Ignacio Canas Rentería, Pelón Fonseca, Juan Gandul Lizárraga y los conocidos hermanos Octavio Pollo y Héctor Tyrone Gómez. De toda esta pléyade de grandes atletas es difícil escoger uno que más se haya distinguido, pero si fuere necesario hacerlo, sin duda optaríamos por Ignacio Canas Rentería quien al inicio de su carrera fue reclutado por el famoso 1961 equipo Mexicali 6-6. De Izquierda a derecha: De pie, Rafael Corella, Juan González, Alfredo Martínez, Pedro Barajas, Marco Antonio Buruel, Carlos Lizárraga, José Acosta, ingeniero Aurelio Carrasco presidente de la Liga Municipal de Basquet Mexicali. En cuclillas: Heriberto López, Francisco Santacruz y Erik Guerrero. 1953. Equipo Cachorros. De izquierda a derecha: de pie: Octavio Pollo Gómez, Mario Cota, Pepe Armendáriz, Vicky Wallas y Bobby Montejano. En cuclillas: Erni Morlett, José Pepe López, Tommy Welch y Armando Lery Núñez. el cual se basaba en un juego rápido, alegre y de muchos tiros a la canasta, lo que contrastaba con el juego semilento y de presionada defensa que practicaba el Mexicali 6-6. Durante casi diez años, torneo tras torneo, ambos equipos fueron protagonistas de enconadas batallas deportivas, la mayoría de ellas realizadas en la cancha de la Escuela Cuauhtémoc, hasta el año de 1957 en que se construyó el Gimnasio de Mexicali, trasladándose a ese recinto las actividades basquetboleras, 1960, equipo Cachorros. De izquierda a derecha. De pie: Héctor Tyrone Gómez, Álvaro Molina, Rodrigo Verdugo Coach, Armando Lery Núñez, Marco Antonio Chato Cretín, Octavio Pollo Gómez. En cuclillas: Ismaél Mayul López, Juan Gandul Lizárraga, Erni Morlet y Mario Cota. ocasionando con ello que al poco tiempo desapareciera esta cancha, que fue convertida en estacionamiento y sus gradas derruidas. Sin embargo, dicen algunas personas sobrevivientes de ese tiempo, que todavía es posible en algunas noches, escuchar las porras y los gritos de aliento que los aficionados brindaban a sus equipos y jugadores preferidos, como también la algarabía equipo Ola Verde, de Poza Rica, Veracruz, participando dentro de ella en torneos y giras a distintos países del mundo. Entre los primeros entrenadores recuerdan al conocido empresario y mecenas del deporte Carlos Chale Moreno, así como también Ado Corona, pero muy pronto se hizo cargo del equipo el amigo Rodrigo Verdugo, quien se sostuvo durante la vigencia del equipo hasta principios de los años de 1960. Los Cachorros causaron una grata impresión entre sus seguidores y también para los que no lo eran, por el sistema que utilizaban, que formaban cuando al término del partido cruzaban la calle Madero para continuar con los comentarios acerca del partido, saboreando una rica nieve en las mesas de las neverías de los japoneses. Verdad o no, lo que sí podemos afirmar es que este artículo trata de remembrar una época deportiva realizada en una parte de la ciudad que fue muy importante para Mexicali y sus residentes como fue la Escuela Cuauhtémoc, así como recordar también a los jugadores pioneros de este deporte, que tantas satisfacciones nos brindaron. 33 Vivencias en el valle de Mexicali 100 años del algodón L as crónicas de historia nos dicen que las primeras siembras de algodón en el valle de Mexicali fueron en el año de 1912. Ya en el Valle Imperial desde el primer año que pasó el agua por el canal Álamo y regó sus tierras se sembraba el algodón, pero no siguió cultivándose en la escala en que se sembró en el valle de Mexicali, por la mano de obra, y como la Colorado también tenía sus intereses en el Valle Imperial, acordaron desarrollarlo en México con la posibilidad de traer trabajadores de China a este país, ya que en Estados Unidos estaba prohibido. Al enterarme de que se celebraría el primer siglo de las primeras siembras de algodón, empecé a reflexionar al respecto. En lo particular, sé cómo ha sido la siembra durante sesenta años, y por la historia conozco los otros cuarenta. Y pensé que debía escribir mi experiencia para compartirla con las nuevas generaciones, y para que no se repita lo que los productores hemos vivido por 100 años. En febrero de 1952 llegué a Baja California del estado de Michoacán; y recién llegado conocí el algodón en las matas; en las orillas de las parcelas se encontraban algunas plantas que no fueron cortadas por las máquinas que preparaban las tierras. Hoy, cuando se habla de que se acerca el primer centenario de la primera siembra de algodón en el valle de Mexicali, los recuerdos se me amontonan en la cabeza, porque el mismo año que pisé tierras cachanillas empecé a sembrar algodón. Les contaré lo que viví a mi muy corta edad. El tío Pedro Andrade Aguirre compró un tractor marca Ferguson y venía con su cultivadora, fertilizadora y su sembradora, pero era de Eduardo Andrade Cisneros* tres puntos y no traía asiento para el sembrador como lo tenían todas las sembradoras de la época. Cuando la estrenaron se dieron cuenta de que los terrones y las varas del algodón de la cosecha anterior las tapaban o se salía la cadena, y cuando el tractorista se daba cuenta de ello ya había caminado a veces hasta cincuenta metros. En ese tiempo yo tenía nueve años, recién cumplidos en enero; me explicaron lo que pasaba y me subieron en la sembradora, parado en la estructura y agarrado de los botes donde va la semilla, y cuando un terrón se atoraba le picaba con una vara de pino salado y ya no se tapaba, pero si una vara de algodón se atoraba en la cadena, agarraba la vara y la jalaba para que no se tapara o le gritaba al tractorista para que se detuviera; pero si no, con la mano sembraba el pedazo y adelante. Le ayudé a sembrar los dos ranchos en la colonia Zacatecas, y un rancho de don José María Ochoa. El tractorista se llamaba Tiburcio Pérez, yo lo conocía porque era de mi tierra, de Janamuato, Michoacán. Mi tío Pedro Andrade Aguirre me pagó con una semana en Mexicali; así lo conocí, y con él recorrí todos los cines. Esos son mis primeros recuerdos de mi experiencia en la siembra del algodón. Por el mes de julio mi padre se fue a trabajar de mayordomo con don José Luis Sandoval en la misma colonia Zacatecas. Cuando se llegó el tiempo de la pizca, para luego nos apuntamos mis hermanos Julio, Abelardo, y yo, pero mi padre me dijo que yo no fuera a la pizca, que en lugar de eso ayudara a mi madre a traer el agua que acarreábamos de un pozo que estaba como a 500 metros, en el rancho de Pablo Valle. Me dijo: yo te doy 10 pesos por semana; acepté. Pero * Miembro de la Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali” A.C. Correo electrónico: [email protected] 34 cuando llegaron mis hermanos y me dijeron cuántos kilos habían pizcado, para pronto saqué cuentas y le dije a mi padre: No me quedaré en la casa, yo también iré a la pizca; y eso hice. En la tarde me fui y pizqué 17 kilos, y volví a mis cuentas; quiere decir que puedo pizcar como 40 kilos diarios, multiplicados por 6 días serían 240 kilos a la semana; el kilo lo pagaban a 17 centavos, ganaría más de 40 pesos por semana. Me comprometí a que cuando llegara a comer traería un viaje de agua, y en la tarde, la que se ocupara en la casa para que a mi madre no le faltara. Esa fue mi primera vez cosechando el algodón. En febrero de 1953 nos fuimos a vivir a la Cama cho, al rancho del abuelo Cayetano Cisneros Aguilera, mientras mi padre construía una casa para la familia en la colonia Leona Vicario. La hizo de palos de álamo, tule y carrizo. Durante ese tiempo en la Camacho, mis hermanos y yo pepenábamos algodón del suelo, ya estaba todo disqueado. Creo que ese año valía mucho el algodón. El tío Benito nos lo compraba en un peso el kilo que pepenábamos. Fue otra experiencia en mi vida. Después nos cambiamos a vivir a la Vicario y fue el primer año que mi padre sembró su tierra. Nació el algodón pero la tierra tenía malas yerbas, cadillo y malvilla, y en cuanto cultivaron nos pusimos a limpiar el algodón. Cuando ya el algodón medía más de 15 centímetros, empezamos a desahijar. El desahije consiste en cortar las matas que sobran y dejar una planta cada 15 o 20 centímetros; eso también lo realicé en ese año. A mi corta edad me enseñaron en mi casa, mi padre, lo que debía saber sobre las labores del campo: cómo sembrar y cultivar el algodón y cosecharlo. Yo me encargué de los ranchos el último año que sembré algodón que fue cuando llegó la plaga de la mosca blanca. Personalmente supervisaba cómo quería que se sembrara el algodón, a qué profundidad debía quedar la semilla enterrada en el surco. Pocas veces tuve que volver a sembrar, sólo cuando el clima no era favorable. Lo regué para que naciera, para que fructificara hasta el último riego; lo cultivé con aperos de tracción animal, y también con tractor, desde barbechar la tierra hasta el cultivo. Pero en 1972 vendieron nuestro algodón sin nuestro 1985. Reunión de la Sociedad Cooperativa Miguel Hidalgo de la Federación Estatal de la Pequeña Propiedad. En el presídium destacan, de izquierda a derecha: ingeniero Luis Rogelio Terán Real, Francisco Márquez Falcón, Eduardo Andrade Cisneros y Rosendo Montoya. 1984. De izquierda a derecha: licenciado Xicoténcatl Leyva Mortera, gobernador del estado de Baja California, subsecretario de Economía y Eduardo Andrade Cisneros en la inauguración Baja California “Aquí” en el Auditorio Nacional de México, D.F. 1979. De izquierda a derecha: Francisco Márquez Falcón, Sabino Jiménez Alba, Juan Santana Peralta, gerente general de Banrural en Baja California, y Eduardo Andrade Cisneros. 35 1978. Instalaciones de la Sociedad Cooperativa Miguel Hidalgo de la Federación Estatal de la Pequeña Propiedad en la colonia Pólvora km 22 ½, carretera Mexicali, San Luis Río Colorado, Sonora. consentimiento por menos de la mitad, ya que en el mercado se vendió entre 800 y 900 pesos el quintal, en el Banco de Crédito Agrícola se vendió en 437 pesos el quintal; fue el robo del siglo a los productores. ¿Qué nos enseñó esa experiencia? Que debíamos organizarnos para tener en nuestras manos el despepite y la comercialización. Fue así que formamos la Sociedad Cooperativa Miguel Hidalgo. Yo formé parte de la directiva como tesorero del consejo de administración. En el año de 1975 supe cómo trabaja un despepite de algodón; después, en 1978 encabecé el consejo de administración de nuestra cooperativa Miguel Hidalgo, y para pronto retomé la causa principal que nos animó a organizarnos, que era la comercialización de nuestros productos, y en compañía de los socios se acordó que el consejo de la cooperativa vendería el algodón. Se nos vino el mundo encima: los funcionarios y los comités de ventas que eran títeres de los funcionarios de Banrural de todo nos acusaron, sirviendo a los intereses del pequeño cacique del valle de Mexicali, ya que el mejor negocio es vender los productos de los productores. Pero, la fuerza moral de que el producto era nuestro, no pudieron echarla atrás. Ésa fue mi primera experiencia en ventas de algodón. Don Miguel Delgado, que era el encargado de las compras de la Algodonera Comercial Mexicana, fue al que le vendimos las primeras 500 pacas. Y cierto día llegó a las oficinas de la 36 cooperativa para platicar con el consejo de administración. Vengo a felicitarlos, dijo, porque rompen con un monopolio de las ventas de algodón, y a disculparme con ustedes porque vociferé y decirles que cuando la compañía compre un algodón ustedes obtendrán 2 dólares más por quintal, y esto va por las pacas que ustedes quieran. ¡Cuánta razón tenía don Miguel Delgado! Les quitamos a los funcionarios del Banrural la venta del algodón de los productores. Para que se den una idea de cuánto representaba la cosecha y la venta del algodón… Cada año en el valle de Mexicali, los habilitados producíamos más de 150 mil pacas, cada una con cinco quintales, más de 750 mil quintales. Si don Miguel nos pagaba dos dólares más por cada quintal, saquen cuentas ¡cuántos $$$$$! Los amigos me decían: “Ten mucho cuidado, te pueden matar”. No pasó nada. En 1982 fui electo presidente de vigilancia de la Confederación de Cooperativas de la República Mexicana. Al revisar las cooperativas de México me di cuenta de que en Michoacán, en Puebla, en Tlaxcala y en Guadalajara había cooperativas textiles. Entonces me di a la tarea de hablar a los representantes por teléfono y preguntarles a quién le compraban el algodón; me dieron los nombres de las mismas empresas a las que nosotros los campesinos les vendíamos. Empecé a hacer relaciones con ellos y acordamos que en el mes de septiembre los visitaría para ver la posibilidad de hacer trato directo, sin intermediarios. Cuando se llegó la fecha, en septiembre, negociamos la venta de 300 pacas de algodón a la planta del Salto Jalisco por medio de Nacional Financiera, pero el trato se amarraría cuando vieran el algodón. El Consejo de Administración acordó mandar las pacas, y el presidente Francisco Márquez Falcón y un colono de la Puerta (del que no recuerdo su nombre), y su servidor, nos fuimos al Salto. Las pacas todavía no llegaban por la presencia de un ciclón en Sinaloa, y entonces acordamos visitar a los cooperativistas de Uruapan, ya que en este lugar había dos sociedades cooperativas textiles: la Providencia y la Lázaro Cárdenas. Los localizamos ese día por la noche en el hotel donde nos hospedábamos. Platicamos, y les vendimos 100 pacas de algodón a cada cooperativa; pero, ¡oh sorpresa!, no tenían castigos de calidades y la venta fue en mejores condiciones que con los compradores tradicionales. Regresamos a Guadalajara, y cuando visitamos la empresa textil ya habían llegado las pacas de algodón; las revisaron, y en las oficinas de Guadalajara tratamos otras 1000 pacas en igualdad de circunstancias que en Uruapan, y con muy buenas ganancias para los productores y también para la cooperativa. Ese año fue muy malo en superficie sembrada en el valle de Mexicali, y también en precio en el mercado internacional; pero gracias a que abrimos un nuevo mercado salimos y seguimos adelante. Las malas lenguas nos pronosticaban un fracaso total en la cooperativa, porque nomás despepitamos 12 000 pacas de algodón en los dos despepites, pero cuál sería su sorpresa cuando pagamos todos los créditos y nos sobraron 1 200 pacas para nosotros, y no le debíamos a ningún productor. Para entonces, llegó a México una delegación de cooperativas de Italia, venían a conocer las cooperativas de México. Se organizó un encuentro con varias cooperativas del país, y se propusieron tres proyectos que apoyarían con créditos: uno de mármol, otro de vid y uno más de textil; y nuestra Cooperativa Miguel Hidalgo fue seleccionada. Nos invitaron a Roma para ver los proyectos. El señor Francisco Márquez y su servidor fuimos escogidos, y, 1985. Telares de la Sociedad Cooperativa Miguel Hidalgo. 1985. Visita de un grupo de productores de algodón a los telares de la Sociedad Cooperativa Hidalgo. El encargado era el señor Carrasco. 1985. Un grupo de productores visitando los telares de la Cooperativa Hidalgo. En la foto se destacan: Jaime Palacios Flores y Román Montoya. 37 además, nos dieron un boleto y todos los gastos pagados por las cooperativas de Italia. Cuando llegamos a Roma, el crédito de México se canceló y, por ende, no se pudo concretar una planta textil en Baja California. Al volver, fuimos a la ciudad de México para cobrar un dinero que nos debían los hermanos Chelala, Ricardo era uno y del otro hermano no recuerdo el nombre. Al llegar a sus instalaciones nos dijeron que hacía varios días que no nos veían. Les platicamos del viaje que hicimos a Roma para ver la posibilidad de una planta textil, y nos invitaron a conocer su maquinaria; y cuando estábamos en las instalaciones nos presentaron al encargado de la empresa, hijo de un hermano de ellos. Y nos platicó que esta planta la empezó su padre, pero actualmente la administramos dos hijos del gerente; el encargado es mi hijo, es la tercera generación. Ustedes van muy rápido. Empiecen en pequeño, primero fabricando hilo. Nos recomendó a un señor que vendía maquinaria textil, un español de nombre José García. Lo visitamos en su negocio y le platicamos la idea; nos invitó a comer, y nos dio dos cotizaciones de dos plantas que vendían en Puebla, así como las direcciones respectivas. Fuimos a Puebla a conocerlas con una cita con don Simón Kleiman. La mejor oferta fue la de Kleiman, porque era una planta nueva con maquinaria checa y alemana de los años finales de 1970; se las recomiendo. Para no hacerles el cuento largo, le compramos los créditos a los checos: como 180 mil dólares, y a don Simón Kleiman en cerca de 23 millones de pesos ya que él les pagó a los alemanes la cuenta, y firmamos un contrato ante notario por cinco años, pactados los meses de renta por los cinco años. Y empezamos a fabricar hilo, entre 800 y mil pacas de algodón. Eso nos dio la oportunidad de estar en el corazón de la industria textil de nuestro país y poder vender algodón directamente, y además empezamos a tener tratos con industriales a los que entregábamos el algodón en participación en tres o cuatro meses. Lo elaboraban en telas y lo comercializaban con las ganancias a medias. Fue con la planta textil de los trabajadores de Salvatierra, Guanajuato, y les ayudaba Nacional Financiera en la administración, el licenciado Barrera que era primo de los del ejido Cucapá. Después, en sociedad con una cooperativa de México empezamos a fabricar pantalones de gabardina y de mezclilla, manta cruda y franela; nosotros aportábamos el algodón, los de Salvatierra la tela y los de México la mano de 38 obra. En 1986, cuando el gobierno del estado celebró la feria “Baja California aquí”, en el Auditorio Nacional, estuvimos vendiendo pantalones. Ese mismo año entramos en pláticas con una empresa de Puebla, y a principios de 1987, le compramos 33 telares que se instalaron en la colonia Pólvora para fabricar nuestros abrigos para las pacas de algodón. Otra experiencia con el algodón la tuvimos en 1984. El gobierno checo nos invitó a visitar Praga para que conociéramos la maquinaria textil, porque nos ofrecían una planta que procesara 3 000 pacas en hilo. Fuimos y visitamos sus fábricas integradas hasta telas, después pactamos para que el embajador de este país visitara Baja California y nos conociera en vivo. El licenciado Xicoténcatl Leyva Mortera le concedió una entrevista, pero sus colaboradores le pusieron muchas trabas al proyecto. Cuando fuimos a la Cooperativa Miguel Hidalgo, el embajador de Checoslovaquia nos dijo que el proyecto no es para el gobierno del estado sino para los campesinos de la cooperativa. Ustedes tienen la palabra. La verdad, es de las cosas que me arrepiento en mi vida por no tomar la decisión. ¡Cuántos recuerdos y anhelos se quedaron en el camino! Cuando era joven y leía en la prensa las declaraciones de Alfonso Garzón, de que los campesinos deberíamos tener todos los recursos en nuestras manos. Por eso, cuando estuve en la administración como presidente acuñamos esta frase: “Sólo alcanzaremos la reforma agraria integral cuando podamos producir, industrializar y comercializar nuestros productos”. Por lo tanto, es necesario que los mexicanos conozcan estas experiencias. Además, que sepan que los productores somos capaces de seguir adelante. Cuando las tierras de este valle estaban en manos de un latifundio lo más que llegaron a producir fueron 80 000 mil pacas de algodón; cuando se repartió el latifundio, se llegaron a producir 500 000 mil pacas; ahorita, el año que termina con muy pocas hectáreas se producirán más de 200 000 mil pero también se producen más de 500 000 mil toneladas de trigo, más de 350 000 toneladas de alfalfa acicalada; se pastorea ganado en más de 5 000 hectáreas de ray grass, muchas verduras. Dirán que las tierras están rentadas, pero qué camino le queda al campesino, venderla o rentar la tierra. Es mi experiencia muy particular que la vida me dio la oportunidad de contribuir al desarrollo de el algodón. HIS T OR IA S D E LO CO TID IA NO Servicios bancarios: una mano a las manos que trabajan Miguel Esteban Valenzuela Robles* E n el estudio de la Economía existen dos importantes Peninsular. El alcance de esta política era acotar el monopolio variables: la escasez y el excedente. Ambas condide crédito y avío que la Colorado River Land Company tenía cionan el intercambio de bienes y la satisfacción de en las actividades agrícolas. las necesidades para lograr un desempeño social armónico y Para 1938, por iniciativa de Antonio González y un justo. En este contexto de intercambio aparecen los bancos grupo de industriales mexicalenses se funda el Banco como actores primordiales del desarrollo económico de una Internacional de Baja California, ubicando su edificio en la localidad. Estos son los intermediarios para que el dinero esquina de Madero y Morelos y canalizando sus operaciones excedente de alguien, se canalice hacia otra persona (física o hacia el financiamiento de actividades agrícolas y ganaderas moral) a la que le es escaso ese recurso. Así, desde su aparición principalmente; considerando que en ese sector de negocios en los tiempos bíblicos y hasta su reconocimiento como existía la garantía de pago más fehaciente. actividad comercial en el auge mercantil genovés, los bancos Durante toda la primera mitad del siglo XX la actividad (y los banqueros) desarrollaron mecanismos e instrumentos bancaria de Mexicali fue de prosperidad; el auge de los de comercio que hasta hace poco tiempo definían la actividad negocios agrícolas y el derrame comercial que esto implicaba, bancaria como una tarea coadyuvante para el desarrollo. hacían prever un apogeo sin límite. La abundancia de De esta forma nuestra región no ha sido ajena al desarrollo esa mercancía llamada “dinero”, es decir, su excedente, de una mentalidad bancaria local. Hacia 1916, José María necesitaba de resguardo y administración, situación ideal Hernández funda el Mercantile Banking Company, primer para los banqueros de la época; banqueros que, en ese banco local que luego cambiaría a Banco de Comercio de entonces, eran los ideales consejeros de negocios. Baja California. Años después, este banco se integró a la red del Sistema Bancomer. Posteriormente, inicia operaciones la Compañía Bancaria Peninsular, dirigidas por Próspero Sandoval. Eran los años de despegue de la actividad agrícola, mientras que el volumen de operaciones en bares, casinos y hoteles, además de abarroteras y otros comercios era atendido por estos bancos para sus operaciones de resguardo y préstamo bancario en un apogeo estimulado por la Ley Seca ya implementada en Estados Unidos. En esta dinámica nacieron la Compañía Bancaria Internacional y la Compañía Bancaria Oriental. En 1927, el gobernador Abelardo L. Rodríguez, en un intento por derivar los mayores esfuerzos pecuniarios hacia la gente del campo y para promover un principio sano de cooperación y crédito personal e iniciarlos en La Compañía Bancaria Peninsular y el Mercantile Banking Company fueron los secretos de la economía, crea el Banco Agrícola los primeros bancos en Mexicali. * Miembro de la Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali”, A.C. correo electrónico: [email protected] 39 Cheque girado por la Cervecería de Mexicali en julio de 1926. Diez años antes, el auge de las actividades comercial y agrícola impulsó la creación de dos importantes bancos para fortalecer las operaciones comerciales de la región. La Guía de la ciudad de Mexicali publicada por Celso Aguirre Bernal refiere, en los años de 1950, la existencia de diez bancos en la ciudad, además de tres instituciones financieras gubernamentales, para lo que, considerando el tamaño de la población de entonces, permite hacer válido el afirmar que el volumen de negocios en la ciudad era verdaderamente enorme. Trece bancos son muchos y nos habla de la grandeza económica que la región generaba y que se reflejaba en la masa monetaria, el volumen de empleo, el intercambio de divisas y otros indicadores macroeconómicos; hechos que perfilaban a Mexicali como una de las ciudades más prósperas del país. Ante la necesidad de fortalecer los cuadros de servicios bancarios, algunas instituciones fueron fusionándose para integrar modelos de negocios más competitivos. Hacia 1953 el inicial Banco de Mexicali se fusionó con el Banco de Londres y México, mismo que quedó instalado en la calle Morelos. Un año antes, para 1952 se funda el Banco Mexicano de Occidente donde participó capital accionario del general Abelardo L. Rodríguez; lo que reflejaba el desarrollo de la región y la creciente necesidad de contar, cada vez, con más y mejores instituciones de crédito. En esos años el propio Banco de Comercio de Baja California reportaba depósitos superiores a 230 millones de pesos (de 1958), y era reconocido como el banco más fuerte de provincia dado sus niveles de captación. Junto a estos bancos, competían por la captación el Banco de Londres y México, Banco Capitalizador de Ahorros, Banco Nacional de México, Fomento Industrial del Norte y la Financiera del Noroeste entre otros, además de las instituciones gubernamentales de apoyo a las actividades agrícolas, Banco de Crédito Ejidal y la Financiera Nacional de Crédito Agrícola. Hacia 1968 la modernización entró de lleno a los bancos locales. En ese año, el Banco Nacional de México inauguró una moderna sucursal en esquina de Madero y Morelos. Por su parte, el Banco Longoria estableció una sucursal más, en un intento por atender de mejor manera a su extensa clientela y por ofrecer los mejores rendimientos a las cuentas de ahorro y de inversión. De hecho, una parte trascendente en el negocio bancario de Edificios de la Bancaria Agrícola Peninsular promovida por el general Abelardo L. Rodríguez y el de la Bancaria del Pacífico. Este último se distinguió por la arquitectura y acabados aplicados en su edificación; un modelo arquitectónico que se preserva hoy en día. 40 Hacia 1950 el Banco de Mexicali, S. A. se instaló en la planta baja del Hotel del Norte; tiempo después este banco se fusionó con el Banco de Londres y México y cambió sus instalaciones a la esquina de Reforma y Morelos. Actualmente se ubica una reconocida firma mueblera. esos años fue el trato brindado a la función del ahorro como instrumento prioritario para la captación de clientela y el uso del ahorro como el primer eslabón en la educación financiera de la población. Muchos infantes de la época contaron con una tarjeta de ahorro y, en su cuenta, disciplinariamente se les depositaba su “domingo” y otros premios. En este contexto es importante resaltar la forma en que el propio negocio bancario ha cambiado con los años, el que, partiendo de la naturaleza de intermediación que realizan, la transformación del negocio ha limitado en mucho el sentido del banquero tradicional. Actualmente, la especulación y la propensión al consumo son las armas de atracción de clientes. Gaste, consuma, invierta, son ahora las premisas promocionales de todos los bancos. Baste con observar la forma en que dirigen su publicidad para identificar que los mensajes ya nada tienen que ver con la garantía del patrimonio (algo que antes se promovía), ni con el estímulo al ahorro. Desde la perspectiva de la teoría de los ciclos económicos, los bancos, hoy en día están inmersos en la denominada crisis crónica de realización, donde el estímulo al consumo es constante y artificial; tal y como lo hacen los bancos en la actualidad. Lejos han quedado los días en que el Festival de Reyes (patrocinado por el Banco de Comercio) convocaba a toda la niñez mexicalense para llevarse un regalo y disfrutar de la algarabía que encerraba al Gimnasio de Mexicali. Tampoco existen los artículos promocionales que se regalaban a todos los cuentahabientes, quienes estaban a la espera del calendario, la agenda, la taza, ceniceros, libros y diversos artículos que favorecían los depósitos y la lealtad de todo un año del cliente hacia su banco. Eran instrumentos de promoción al ahorro para el público en general, ya que para la clientela especial, esa de carteras gordas, se tenían como regalos automóviles, viajes y hasta bienes raíces. Eran otros tiempos de los bancos, además, tiempos de bancos mexicanos, trabajados por una cultura bancaria desarrollada por mexicanos y con alto prestigio internacional; hasta que en septiembre de 1982 todo ese acervo nacional se expropió “por causa de utilidad pública”. Otro aspecto trascendente en los “bancos de antes” era la atención del personal hacia la clientela y la forma en que los bancos reclutaban a sus empleados. Llegar a una de las cajas era una delicia ya que siempre atendían las jóvenes más bonitas de la ciudad, con la calidez y la sonrisa de esos rostros bien maquillados y de esos peinados bien arreglados. El oficio de cajera era sinónimo de belleza y El Banco Mexicano de Occidente junto con el Banco Internacional de Baja California fueron de los últimos agrupamientos bancarios de capital regional. Sus operaciones lograron capitalizar el auge agrícola de los años de 1950 hasta entrada la década de 1970. 41 El Banco Nacional de México se caracterizó por modernizar sus instalaciones, acondicionándolas con mobiliarios y acabados de lujo. Fue el primer banco en instalar equipos automatizados que facilitaron los procesos de registro y control bancario; como en esta sucursal en la esquina de la avenida Azueta y calle Altamirano. El Banco de Comercio de Baja California figuró como el más eficiente en captación a nivel nacional, producto de sus intensos programas de promoción de ahorro, tales como el nostálgico Festival de Reyes; además de la eficiente cobertura por su número de sucursales y la siempre asesoría empresarial que prestó a sus clientes, bajo el estribillo: “Un banco con ideas modernas”. ningún banco quería tener cajeras de leve atractivo, por lo que, entre los requisitos de ingreso siempre estaba presente el requisito de la “buena apariencia” y “buen trato al público”. El servicio de cajas era considerado la ventana del banco por eso era tan minucioso el detalle en la presentación de las cajeras. Por su parte, los ejecutivos de crédito y los de gerencia portaban traje y atuendos cuya formalidad se extraña. Trabajar en un banco era decirse conocedor del buen vestir, por lo que estos banqueros eran los principales clientes de los sastres locales. Por eso, al retomar la frase comercial de Unibanco (el último de los bancos mexicalenses): “Una mano a las manos que trabajan”, se busca explicar la naturaleza y el sentido de servicio que los bancos tenían hasta inicios de los años de 1980; sobre todo la forma en que influyeron para que Mexicali cimentara su desarrollo económico y brindara oportunidades a todos los mexicanos que llegaban a estas inhóspitas latitudes. Los bancos de aquí brindaron apoyo y cultura del ahorro; hoy en día, en su evolución empresarial, han sido transformados en agentes financieros promotores de la especulación y el consumo; antinatura a la esencia bancaria tradicional y a la propia ciencia económica. Los señores Álvaro Conde, Ignacio Castilla, Manuel Herrera y Eugenio Eraña integraban el Comité Directivo de Bancomer hasta 1982. Ignacio Castilla fue un importante promotor de servicios bancarios en Mexicali y formó numerosos cuadros ejecutivos que después contribuyeron a la formación de otros bancos en la región. Bibliografía: Aguirre Bernal, Celso, Guía de la ciudad de Mexicali, 1959. ____Compendio histórico-biográfico de Mexicali, 1990. Almaraz Alvarado, Araceli, “El boom de las empresas extranjeras en el valle de Mexicali”, Frontera Norte, Colegio de la Frontera Norte, 2006, 113. Bell, P. L. y Mackenzie, Mexican West Coast and Lower California, Department of Commerce, USA, 1923. Colander, David C, Economics, Irwin Inc. Boston Massachusetts, USA, 1996. Hernández Tirado, Humberto, Anuario 1975 del estado de Baja California y sus hombres, 1975. Rodriguez, Abelardo L., Memoria administrativa del gobierno del distrito Norte de la Baja California 1924-1927, Colección Baja California: Nuestra Historia, UABC, 1993. Velázquez Morales, Catalina (coordinadora), Baja California un presente con historia, UABC, 2002. 42 Una foto. Una historia F otografía de 1963. Las cuatro personas del primer plano que acompañan al ingeniero Eligio Esquivel Méndez, gobernador del estado de Baja California son el Ing. Armando Lizárraga S., los señores Méndez, don Gabino Mancilla, comandante de Policía de Mexicali y Armando Gudiño. En segundo plano destacan Carlos Aínsle y Tito Gutiérrez, jefe de Bomberos. El ingeniero Armando Lizárraga Serna, a la izquierda de la fotografía, nació en Pitiquito, Sonora, el 22 de mayo de 1907. Realizó sus estudios de ingeniero agrónomo en la Escuela de Agricultura de Ciudad Juárez. De 1927 a 1930 estuvo en la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) en el Río Bravo y Tijuana. De junio de 1938 a junio de 1941 fue agente del Banco Ejidal en Mexicali. De 1941 a 1944 estuvo al frente del Departamento Agrario. En septiembre de 1949 fue nombrado gerente de operación del Distrito de Riego del Río Colorado, hasta septiembre de 1956. Fue electo diputado de la IV Legislatura por el III distrito del estado de Baja California y presidente del Comité Directivo Estatal de PRI, de agosto de 1961 a febrero de 1964. En la ciudad de Tecate administró un rancho cuyos dueños lo bautizaron con el nombre de “El Gandul” que hacía honor a su físico ya que era un hombre alto, corpulento y de voz estentórea. Austreberto Silva Olivares * Hombre de trabajo, sincero y jovial, de clara inteligencia y mente ágil, que fue muy estimado por la comunidad. El ingeniero Eligio Esquivel Méndez nació en Mérida, Yucatán, en 1908; fue gerente del Distrito de Riego del Río Colorado de 1943 a 1957, y fue el segundo gobernador constitucional de Baja California de 1959 a 1964. Falleció en diciembre de 1964, por lo que el doctor Gustavo Aubanel fue designado para terminar su periodo gubernamental. Don Gabino Mancilla Veliz nació en Santa Rosalía, Baja California Sur y, procedente de Loreto, llega a Mexicali en 1917. Realiza sus estudios en esta ciudad. Se traslada a la ciudad de México para estudiar y obtener la patente de agente aduanal, y en 1951 instala su agencia aduanal. Incursionó en la agricultura sembrando trigo y algodón. El 19 de febrero de 1960, don Gabino Mancilla Veliz es nombrado comandante de Policía de Mexicali por el presidente municipal Joaquín Ramírez Arballo. Cuando falleció don Joaquín, su sucesor el doctor Federico Martínez Manatou, lo ratificó en su cargo. Antonio Fontes, militar con licencia (que se asoma a su izquierda) fue su secretario particular. Armando Gudiño nació en Jiquilpan, Michoacán. Era dueño de la Maderería Económica; en 1950 la vendió y se fue a radicar a la ciudad de Tijuana. * Miembro de la Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali” A.C. 43 Nomenclatura de Mexicali. Historia de los nombres de avenidas, bulevares, calles, parques y plazas Avenida Zuazua Miguel Ángel Lino* E ste es el primero de una serie de artículos que contendrán datos históricos y anecdóticos del porqué o los porqués de los nombres de las vialidades principales y algunos sitios públicos de tradición de la capital del estado de Baja California. Lo primero que quiero compartir es el origen de la palabra nomenclatura que etimológicamente proviene del latín nomen, nombre y del verbo clare, anunciar; por lo que obviamente quiere decir: anuncio de los nombres... Anuncios que obligatoriamente deben estar colocados de acuerdo con el Reglamento de Nomenclatura del Municipio de Mexicali, que en su artículo 42 señala: “... en lugares visibles que faciliten la localización de los bienes...”; pero tales anuncios en placas metálicas no sólo no están a la vista de todos en un alto porcentaje; en muchas esquinas e intersecciones brillan por su ausencia. Pero aquí lo que importa es el origen de esos nombres, así es que acompáñeme a hurgar en la historia de la nomenclatura mexicalense. El historiador Celso Aguirre Bernal señala en su Compendio Histórico-Biográfico de Mexicali 1539-1966, que en el primer plano formal de nuestra ciudad, que data de 1902, se muestran las avenidas que corren de este a oeste paralelas a la Línea Internacional, entre las que se encontraban: avenida Porfirio Díaz, hoy Francisco I. Madero; Ramón Corral, después Teniente Miguel Guerreo, hoy avenida Reforma; y otras que conservan sus nombres, como las avenidas Benito Juárez, Miguel Hidalgo y Melchor Ocampo. La avenida Ensenada cambia su nombre por el de General Zuazua Lógico era que en Mexicali existiera una vialidad con el nombre de Ensenada, población que oficialmente se fundó el 15 de mayo de 1882 y, por decreto del entonces presidente Porfirio Díaz, Ensenada de Todos Santos se convirtió en la cabecera del Partido Norte de Baja California en sustitución de Real del Castillo. En 1915, 33 años después, cambia la cabecera del ya Distrito Norte en forma definitiva de Ensenada a Mexicali. En la página 4 del Periódico Oficial número 21, del 25 de agosto del mismo 1915, se lee la siguiente propuesta del primer presidente municipal, Francisco L. Montejano, en relación con el cambio de nombre de la avenida Ensenada: “Sesión Ordinaria del Primer Ayuntamiento de Mexicali / Acuerdo de Cabildo para cambiar de nombre (en otros) «la calle» (que no le llama avenida) de Ensenada por General Zuazua (sin mencionar el nombre del General)”... Lo malo es —que en dicho Periódico Oficial— tampoco hay referencia alguna que nos dé una pista para saber cuáles fueron las razones específicas que ameritaron el cambio de nombre. Pero, ¿quién fue el general Zuazua? Juan Nepomuceno Zuazua Esparza nace el 6 de enero de 1820, en Lampazos de Naranjo, Nuevo León. Hijo de padre español y madre mexicana; queda huérfano desde muy pequeño y estudia la primaria en la Escuela Municipal de Lampazos. Pero la mayor parte de su formación es autodidacta; fue un apasionado por la historia de México y las artes militares. Al cumplir 26 años Juan Zuazua viaja a Monterrey en compañía de Carlos, su hermano mayor, y se presenta ante el general Mariano Arista para prestar sus servicios a la patria. De inmediato se le nombra alférez, y por su valentía pronto asciende a capitán. Con ese grado * Miembro de la Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali”, A.C. Correo electrónico: [email protected]. 44 Avenida Ensenada Plano de la ciudad de Mexicali de 1904 donde se contempla la avenida Ensenada, a la que en 1915 se le cambió de nombre. Monumento al general Juan Nepomuceno Zuazua, ubicado sobre la lateral del Paseo de la Reforma en la Ciudad de México. participa en el primer combate formal de la Guerra de Intervención Estadounidense, en la conocida batalla de Palo Alto, en mayo de 1846. Su vida transcurre en la milicia con muchos episodios victoriosos, sin faltar las amargas derrotas. El 23 de mayo de 1855, se levanta en contra de la dictadura de Antonio López de Santana, y como insurrecto después de haber tomado la plaza de Monterrey como parte de la llamada Revolución de Ayutla, a Juan Zuazua Esparza se le otorga el grado de coronel; y, en 1858, en la toma de Zacatecas a los conservadores, por su valía estratégica se gana a pulso el grado de general durante la Guerra de Reforma. Decepcionado por la gran pérdida de territorio mexicano, el 31 de julio de 1860, en Ramos Arizpe, Coahuila, emboscado por la tropa al mando del general José Silvestre Aramberri, Poste de nomenclatura con el nombre de Juan Zuazua. Esquina de la avenida Zuazua y calle México. Sección primera. muere por descarga de fusiles Juan Nepomuceno Zuazua, a quien por su prestigio militar con justicia pasa a la historia como “General de Generales”. 45 Libros, reseñas, comentarios... Sergio Noriega Verdugo* Nacionalismo y Revolución: los acontecimientos de 1911 en Baja California, de Marco Antonio Samaniego A cien años de los acontecimientos, la interpretación histórica de la intervención armada ocurrida en esta frontera en 1911 sigue provocando controversia. El título del libro que nos ocupa es Nacionalismo y Revolución: los acontecimientos de 1911 en Baja California, y sugiere las razones detrás de dicha controversia. Porque hay quienes sostienen que la contienda trató de una invasión extranjera en Baja California, con el propósito de separarla de México, misma que dio lugar a una lucha heroica por impedirlo. Visto de esta manera, la interpretación histórica se torna nacionalista. Por otra parte, existen personas que toman el punto de vista que fue una lucha interna en contra de la dictadura de Porfirio Díaz, como lo fue la revolución mexicana, que apenas iniciaba en esos tiempos en otras partes del país. Con la diferencia de que en Baja California fue liderada por Ricardo Flores Magón, bajo una ideología anarquista y sindicalista, no compartida por Francisco I. Madero. La intervención armada referida inicia con la toma del pueblo de Mexicali, el 29 de enero de 1911. A partir de entonces ocurrieron algunos enfrentamientos con tropas federales en las proximidades de Mexicali y de Tecate. Los atacantes avanzaron hasta San Quintín, sin haber tomado Ensenada, por entonces la capital del Distrito Norte de la Baja California. Por último, lograron capturar Tijuana, de donde salieron a los Estados Unidos amenazados y desorganizados, el 22 de junio del mismo año. El libro más reciente que analiza estos hechos es de Marco Antonio Samaniego, doctor en historia por el Colegio de México, y director del Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Autónoma de Baja California. Esta publicación no es un simple refrito de hechos históricos, por lo contrario, es el producto de un serio y concienzudo esfuerzo académico por reunir la información pertinente y reinterpretarla. En ella se aprecia la reticencia del autor por generalizar sus hallazgos, en su lugar menciona * Miembro de la Sociedad de Historia “Mexicali Centenario” A. C. 46 dónde es que, a su juicio, falta más investigación. En la introducción del libro, el autor anota seis puntos que revelan sus conclusiones: 1) No es posible denominar al movimiento armado en Baja California como “magonista”. Los integrantes del grupo armado estuvieron lejos de ser seguidores de los dirigentes del Partido Liberal Mexicano y nombrarlos “magonistas” o “liberales” poco ayuda a comprender el proceso (2008: 8). Con este punto se aprecia el esfuerzo del autor por precisar, hasta donde es posible, las orientaciones de los hombres armados involucrados en el ataque. Por lo que se hace evidente que una sola palabra no basta para caracterizarlos a todos. A este respecto figura el término de “filibustero”, que de acuerdo con el Pequeño Larousse Ilustrado (1992: 468) se deriva del inglés “freebooter” o pirata. Aun más, de acuerdo con el uso de esta palabra por parte del autor, es su definición de la palabra en inglés “filibuster” que significa “un militar irregular aventurero” o de manera más especifica, un americano involucrado en fomentar insurrecciones en América Latina (2009:468), por demás empleado para describir a los agresores extranjeros de la contienda armada en Baja California. Sin embargo, el autor manifiesta de manera categórica, “los hombres que tomaron Mexicali no tenían relación con el gobierno de Estados Unidos y su meta estaba muy lejos de ser la anexión de la península al vecino del norte.” (pp 192-193). El siguiente punto complementa al primero: levantando la bandera del maderismo. Los indígenas de la sierra terminaron como un grupo sin propuestas concretas, pero sin mantener fidelidad con el PLM. 4) Fueron los indígenas de la sierra, encabezados por Emilio Guerrero, quienes quemaron la bandera de la pretendida nueva República, que intentó imponer en Tijuana Louis James. 5) Los extranjeros, a su vez, tenían marcadas diferencias entre sí. Hubo quienes se presentaron como integrantes de la Industrial Workers of the World, miembros del Partido Socialista Americano, jóvenes que deseaban participar en la revolución para defender a los pobres de México; otros se identificaron con Francisco I. Madero; y, sin duda, auténticos filibusteros de carácter anexionistas, es decir, individuos que tenían la clara intención de lograr la anexión de Baja California o una parte de ella a Estados Unidos. 6) El liderazgo de los hermanos Flores Magón sobre los hombres en armas no fue real. Solo algunos de ellos siguieron sus instrucciones, pero pronto la vorágine de los sucesos rebasó sus expectativas (pp 8-9). 2) En el grupo armado hubo diferentes intereses que los llevaron a enfrentarse entre sí en numerosas ocasiones. Es Sin pretender una conclusión, el autor nos aclara: posible indicar que muchos de ellos, sobre todo los mexicanos, se unieron al La mayor parte de los residentes de maderismo. Baja California estaban convencidos Baja de que se enfrentaban a una invasión California, así como indígenas tanto de carácter anexionista y actuaron en de la sierra como del valle de Mexicali, consecuencia. Ricardo Flores Magón participaron del lado revolucionario. Si no tuvo intenciones separatistas, pero bien algunos conocieron personalmente las condiciones y el contexto en que se a los hermanos Flores Magón y tuvieron desarrollaron las acciones provocaron relación con ellos, la mayoría terminó que se diera esa interpretación (p 333). 3) Muchos rancheros de La lectura del libro no es fácil. La explicación de los acontecimientos se ocupa de muchos personajes, que requieren ser caracterizados para beneficio del lector, por ello da lugar a la repetición. La lectura también resulta complicada por el afán del autor de señalar la percepción derivada de la información proporcionada por la prensa, nacional y la estadounidense de ese entonces. Por otra parte, no se trata de un relato completo, pues el autor prefirió no analizar a uno de los más importantes protagonistas: Ricardo Flores Magón. Tampoco se ocupa de interpretar la trascendencia histórica de los acontecimientos. Es decir, de calificar la importancia que merece este violento conflicto dentro de nuestra historia regional. La ampliamente documentada obra del doctor Samaniego fue publicada por la Universidad Autónoma de Baja California y el Centro Cultural Tijuana en el 2008; consta de 648 páginas. Tiene dos mapas, no incluye ilustraciones ni fotografías. Su organización escrita cuenta con una introducción, nueve capítulos, conclusiones y bibliografía. Bibliografía Merriam Webster’s Collegiate Dictionary. 2009. Pequeño Larousse Ilustrado, 1992. Samaniego, Marco Antonio, 2008, Nacionalismo y revolución: los acontecimientos de 1911 en Baja California, Universidad Autónoma de Baja California y el Centro Cultural Tijuana, México. 47 AC O N T E C E R D E L A H I S T O R I A Yolanda Sánchez Ogás* ABRIL. MAYO. JUNIO ABRIL ramal del Southern Pacific Co. Cruzaba todo el valle de Mexicali hasta Los Algodones para luego cruzar a Yuma, Arizona, en Estados Unidos (foto 1). Foto 1 4 de abril de 1904. Llegó a Mexicali el primer carro del Ferrocarril Inter- California, 8 de abril de 1924. Inauguración del edificio de la Escuela Superior Leona Vicario 30 de abril de 1976. Inauguración de la Biblioteca Pública Central por el gobernador Milton Castellanos Everardo. Contaba con 6 000 libros y durante el gobierno de Milton recibía anualmente a 150 000 usuarios. Foto 2 (foto 2). MAYO Inauguración del Ferrocarril Sonora-Baja California en el tramo, Mexicali-Peñasco. Con este hecho, Baja California quedó unida al resto del país (foto 3). Foto 3 5 de mayo de 1940. 5 de mayo de 1952. Inauguración de la carretera Mexicali-Tijuana, por el presidente 13 de mayo de 1922. Fecha del acta de matrimonio de Rodolfo V. Guglielmi (Rodolfo Valentino) y Weiufred de Wolfe (Natacha Rambova). Ambos artistas cinematográficos se casaron en la casa del presidente municipal Otto Moller, en avenida Lerdo (foto4). Foto 4 Miguel Alemán y el gobernador del estado Alfonso García González. 29 de junio de 1919. El gobernador coronel Esteban Cantú inició la construcción del Palacio de Gobierno (ahora Rectoría de la UABC). Cantú dejó el gobierno en 1920 y no terminó la obra. En 1922, durante el gobierno de José Inocente Lugo se concluyó la construcción del palacio y fue inaugurado el edificio donde se albergaron los poderes del estado durante 55 años. En 1977, al concluir la construcción del nuevo Centro Cívico, el gobernador Milton Castellanos Everardo entregó el antiguo palacio a la UABC. Allí funciona actualmente la rectoría de la Universidad (foto 6). * Miembro de la Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali” A.C. 48 Foto 6 JUNIO Foto 5 24 de mayo de 1964. En solemne ceremonia fue premiado el joven Miguel Gárate Velarde por su autoría del lema de la Universidad Autónoma de Baja California; “Por la realización plena del hombre” (foto 5). R.C.B. 1975. Esquina de avenida Reforma y Calle C. Sección segunda de Mexicali, B. C. A la izquierda sobresale el edificio de Fomento Industrial de Norte, S. A. (FINSA) Sociedad Bancaria de Empresarios Mexicalenses. Dicho edificio lo proyectaron y construyeron los arquitectos Ramos y Hermosillo. El automóvil a la derecha es un Impala Chevrolet del año 1965. 2012. La misma esquina y el mismo edificio ya remodelado. Lo han ocupado los bancos Unibanco, Banoro, y actualmente, Banorte. Una foto. Una historia Las fuentes de Rectoría L as fuentes esculturales que adornan las cuatro esquinas del área donde hoy se ubica la Rectoría de la Benemérita Universidad Autónoma de Baja California se construyeron en el año de 1971 cuando el edificio funcionaba como Palacio de Gobierno del estado de Baja California y despachaba como gobernador el ingeniero Raúl Sánchez Díaz. R.C.B. Desde el inicio de la gestión del ingeniero Sánchez Díaz (1 de noviembre de 1965), comenzó un programa intenso de acondicionamiento y mejoramiento de todos los espacios del palacio, ya que el deterioro era notable por los casi 43 años de uso (se inauguró el 15 de septiembre de 1922). El director de Obras Públicas de esos años ingeniero Mario Amaya Brondo instruyó a su equipo de trabajo entre los que se encontraban el arquitecto Daniel Gutiérrez Carrera (subdirector), arquitecto Rubén Castro Bojórquez (jefe de Estudios y Proyectos), arquitecto Roberto Gómez Delgado (proyectista), ingeniero Luis López Moctezuma (residente de Obras Públicas), contador Felipe Loera (administrador) y muchos otros profesionistas así como dibujantes entre los que sobresalían Francisco Arias, Rigoberto López y José Arroyo, la elaboración de un plan de proyectos y obras para mejorar el interior y exterior del palacio (todavía hoy se conservan, no solo las fuentes sino los acabados de madera de las oficinas). Dentro de esos proyectos se elaboró el de las fuentes de las cuatro esquinas de los jardines del Palacio; el proyecto lo realizó el arquitecto Roberto Gómez Delgado, quien posteriormente (1971-1977) sería el principal arquitecto proyectista del equipo de la Secretaría de Obras Públicas del Estado que proyectó y construyó los edificios del actual Centro Cívico, sede de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial del gobierno de Baja California. En la actualidad, en ocasiones se comenta que el aspecto de las fuentes no corresponde con el diseño histórico del edificio de Rectoría, y se debe a que en los años en que fueron erigidas no se tenía la cultura de preservación de los edificios históricos y de su entorno. Los mejores ejemplos los tenemos en las demoliciones de los edificios de la Escuela Benito Juárez y de la Escuela Secundaria Federal Número 18, sustituyéndolos por edificios modernistas horrendos. De haberse preservado esos edificios, otro hubiese sido su destino.