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El Río
Revista de historia regional de Mexicali y su valle
Año V, núm. 16, abril-junio de 2012
Universidad Autónoma
de Baja California
Augusto Hernández Bermúdez
(1929-2012)
Voz de Mexicali
R.C.B.
1926. Edificio de la Colorado River Land Company. Empresa dueña de las casi 400 000 hectáreas del valle de Mexicali,
mismas que usufructuó por casi 50 años.
2012. Edificio de la Colorado, en la actualidad, vendido por la empresa a particulares. Entre otros al empresario Mario Hernández Maytorena y
a la compañía viviendística URBI. Se ubica en avenida Reforma y calle F, sección segunda.
Índice
Ayer y hoy
interior portada
R.C.B.
Editorial
3
Sergio Noriega Verdugo
Las inundaciones . Las batallas con el Río Colorado
para salvar los valles Imperial y Mexicali
4
4
Jimmy Griffin
Augusto Hernández Bermúdez
13
Rubén Castro Bojórquez
Una foto. Una historia
14
Jimmy Griffin
19
Episodios universitarios
Fernando Medina Robles
16
Páginas de historia
18
Luz Mercedes López Barrera
Monumento a Benito Juárez
19
Rubén Castro Bojórquez
Remembranzas del basquetbol
28
28
Marco A. Buruel B.
Vivencias en el valle de Mexicali. 100 años
de algodón
34
Eduardo Andrade Cisneros
Historias de lo cotidiano: Servicios bancarios:
34
una mano a las manos que trabajan
Miguel Esteban Valenzuela Robles
39
Una foto. Una historia
43
Autreberto Silva Olivares
Nomenclatura de Mexicali. Historias de los
nombres de avenidas, bulevares, calles,
parques y plazas: Avenida Zuazua
39
44
Miguel Ángel Lino
Libros, reseñas, comentarios...
46
Sergio Noriega Verdugo
Acontecer de la historia
48
Yolanda Sánchez Ogás
44
Ayer y hoy
Una foto. Una historia
interior contraportada
contraportada
R.C.B.
Foto de portada:
Augusto Hernández Bermúdez (1929-2012) Voz de Mexicali.
El 29 de febrero de 2012 a las 9:15 horas, falleció Don Augusto Hernández Bermúdez, telegrafista,
cronista, locutor, declamador y amigo de todos los mexicalenses. Arribó y se avecindó en Mexicali en
1946, desde su natal San Cristóbal de las Casas, Chiapas, donde nació un 13 de julio de 1929. Radicó
65 años en nuestra ciudad.
El Río
El Río es una publicación trimestral de la Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali” A.C. en coedición con la Universidad
Autónoma de Baja California para la divulgación histórica regional sobre el municipio de Mexicali, Baja California, México.
Tiraje 800 ejemplares.
Directorio
Universidad Autónoma
de Baja California
Sociedad de Historia
Centenario de Mexicali A.C.
Dr. Felipe Cuamea Velázquez
Marco Antonio Buruel Beltrán
RECTOR
PRESIDENTE
Lic. Ricardo Dagnino Moreno
Miguel Esteban Valenzuela Robles
SECRETARIO GENERAL DE LA UABC
M.C. Miguel Ángel Martínez Romero
VICERRECTOR CAMPUS MEXICALI
Arq. Rubén Castro Bojórquez
COORDINADOR GENERAL DEL CESU-UABC
VICEPRESIDENTE
Austreberto Silva Olivares
SECRETARIO
Julio Carlos Pérez Solorio
TESORERO
PRESIDENTA HONORARIA VITALICIA
Yolanda Sánchez Ogás
Revista El Río
DIRECTOR Y DISEÑADOR: Rubén Castro Bojórquez
COMITÉ EDITORIAL: Luz Mercedes López Barrera, Rubén Castro Bojórquez, Miguel Esteban Valenzuela Robles,
Sergio Noriega Verdugo
CAPTURA: Catalina Rojas Monzón y Ana Isabel León González
DIGITALIZACIÓN Y APOYO TIPOGRÁFICO: Lydia Coronel Yáñez
REVISIÓN: Luz Mercedes López Barrera
APOYO LOGÍSTICO: María Teresa Ponce León
Elaborada en CESU-UABC
INVITACIÓN
La Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali” A.C. invita a todas las personas amantes de la historia, aficionados
o expertos, a asistir a sus reuniones y, de ser el caso, a formar parte de ella como socios activos.
Las sesiones se llevan a cabo todos los miércoles a las 18 horas en la Sala Junta de Gobierno del Centro de Estudios Sobre
la Universidad de la UABC, ubicado en la planta baja del edificio de Investigación y Posgrado en bulevar Benito Juárez.
Teléfonos: (686) 566 9592 y (686) 841 2076
Las fotografías utilizadas en la elaboración de esta revista pertenecen a las colecciones de:
Archivo Histórico del Estado de Baja California • Archivo Histórico del Municipio de Mexicali • Centro de Investigaciones
Culturales (CIC) Museo UABC • Centro de Estudios Sobre la Universidad (CESU-UABC) • Biblioteca Pública Central Estatal
• Instituto Municipal de Investigación Urbana de Mexicali • Particulares.
Esta revista se distribuye gratuitamente. Si desea obtener un ejemplar, puede solicitarlo en las oficinas del CESU-UABC
o con cualquier miembro de la sociedad.
Editorial
La historia regional como marco de referencia
L
os años seguirán teniendo 365 días, como en el pasado, pero en la actualidad el tiempo va que corre. Ante
nuestro rápido paso por la vida, hace falta un punto de referencia para aquilatar mejor nuestra trayectoria
y avance. Tal pareciera que nuestras vidas y preferencias siguen de cerca el refrán que dice “todo es borrón y
cuenta nueva”. Pero, ¿acaso es que no tenemos memoria o es que el pasado ya no cuenta?
Actualmente, el rápido paso del tiempo se debe en buena parte al cambio tecnológico. Pues debido a la continua
innovación, la obsolescencia de los bienes y servicios con que acostumbramos a vivir, separa cada vez más a una
generación de las anteriores. Nada mejor identifica la generación actual que los medios electrónicos que emplea para
comunicarse con los demás. Desde la comunicación inalámbrica de los teléfonos celulares hasta los satélites artificiales
que permiten la comunicación con cualquier lugar del mundo. En la actualidad lo instantáneo es lo único que importa,
mientras que las distancias desaparecen.
Por si esto fuera poco, no hay que olvidar que ahora vivimos dentro de un proceso de globalización. Hoy en día los
países más alejados del nuestro están más cerca de nosotros que nunca. Los vínculos con el extranjero son mayores y
más intensos. Por lo tanto, los acontecimientos en otros lugares del mundo resultan más relevantes que antes, y las
noticias que difunden los medios así lo revelan. Existe, pues, más competencia para captar el interés del público y, por
consiguiente, la atención prestada a nuestra historia se torna, en el mejor de los casos, ocasional.
Si hemos de evitar el anonimato universal, veamos nuestra historia.
Por ahora nuestra historia es poco más que un pasatiempo, de utilidad ceremonial. Pero dentro de ella se encuentra
oculta su relevancia. La historia regional nos dice de dónde somos, nos recuerda de dónde venimos, y también de
los logros y fracasos de nuestros padres y abuelos. Nos permite comprendernos mejor, nos ayuda a entender nuestra
cultura, a ubicarnos no solo en cuanto al paso del tiempo y las distancias, sino aun más, con respecto a la evolución
humana, de la que todos somos parte, pero no somos iguales.
Baja California ha crecido considerablemente durante el último siglo. Contraria a su pasado, la entidad no se
encuentra aislada ni deshabitada como hace cien años. La amenaza de una invasión extranjera que pusiera en peligro
nuestra mexicanidad no se divisa por ningún lugar en nuestro horizonte. Por ahora los peligros parecen centrarse en
nuestra propia voluntad, propósito y disciplina. Pero todo ello carece de sentido si nuestra existencia no tiene rumbo
o destino.
El pasado, tal vez no se repita, pero nos dice mucho de la gente que hizo posible nuestra realidad. Entre ellos tenemos
los indígenas que hicieron de estas tierras su hogar. La osadía de los españoles por descubrir nuestra península. De
los misioneros que apostaron su vida en promover el cristianismo entre los nativos. Los pioneros que transformaron
nuestro desierto en tierras de cultivo. Los maestros que nos enseñaron a leer y escribir, para que nosotros pudiéramos
llegar lejos y construir un pueblo mejor. Usemos pues la historia regional para aquilatar nuestro actual desempeño.
Sergio Noriega Verdugo
3
Las inundaciones
Las batallas con el Río Colorado
para salvar los valles Imperial y Mexicali
Jimmy Griffin*
E
n los primeros años del siglo veinte todo lo que
es el Valle Imperial y la parte noroeste del delta
mexicano del Río Colorado corría el riesgo de ser
convertido nuevamente en el enorme lago de agua dulce,
Cahuilla, que había sido, más de una vez, antes de que
llegaran los primeros exploradores españoles a esta región.
En 1900, toda esa área era desértica pero desde mediados
del siglo XIX hubo quienes reconocieron la riqueza de las
tierras y la posibilidad de regarlas con agua del Río Colorado,
ya que la mayor parte de esa región estaba bajo el nivel del
mar. Ya había llegado la hora de convertir cientos de miles
de hectáreas desérticas en prósperos ranchos agrícolas.
Rockwood, Chaffey, Heber y las demás personas
involucradas en ese proyecto de irrigación tuvieron mucho
éxito en sus inicios; ellos fueron los organizadores de la
California Development Company (CDC) en los Estados
Unidos y de la Sociedad de Irrigación y Terrenos en México.
Con la empresa mexicana habían adquirido terrenos para
sus canales en el delta mexicano del propietario Guillermo
Andrade. Esto fue necesario ya que las enormes dunas
de arena al norte de la frontera presentaron un obstáculo
imposible de superar en aquel entonces.
Cerca de Los Algodones, pero como un kilómetro arriba
de la línea fronteriza, construyeron un canal para tomar
agua del Colorado y allí instalaron unas compuertas de
control nombradas Chaffey. Luego extendieron ese canal por
territorio mexicano hasta encontrarse con el lecho del viejo
Río Álamo,1 que tenía, como el Río Nuevo, su término en
el fondo de la depresión Salton. Aprovecharon el curso del
Álamo como canal para llevar las aguas hasta cerca del futuro
Mexicali. Ahí construyeron otras compuertas llamadas Sharp.
Esas compuertas tendrían una función muy importante en
distribuir las aguas de riego a los canales principales en el
Valle Imperial y a algunos en el valle de Mexicali.
El 21 de junio de 1901 introdujeron las primeras aguas
para riego al Valley Imperial (Tout, 1931). Para entonces
había cientos de agricultores solicitando agua y terrenos.
Todo iba muy bien, pero el Río Colorado ya había iniciado
su estrategia para tomar control. Cuando los ingenieros
empezaron a desviar las aguas, el río hizo lo de siempre,
cuando la velocidad de sus corrientes disminuía se precipitó
al fondo el material sólido que transportaba. Entre más se
reducía la velocidad, más rápido acumulaba el sedimento o
azolve en los canales y en el propio lecho del río. Eso no era
nada nuevo para el Colorado ya que en los millones de años
anteriores había empleado ese mismo método para formar su
delta, partiendo las aguas del golfo de California y creando los
mismos valles y desiertos que los hombres querían cultivar.
Por lo que hemos logrado investigar, Rockwood y los
otros ingenieros estaban muy conscientes de ese problema de
* Miembro de la Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali A.C.
1
En 1901, algunos escritos utilizaban el nombre “Salton River” y otros “Imperial Canal”, pero con el paso de los años el nombre “Álamo” fue adoptado para todo
el canal entre el Río Colorado y las compuertas Sharp. De ahí en adelante cada canal tendría su propio nombre. Lo que había sido el Río Salton o Álamo al norte
de la frontera al fin quedó con el nombre Río Álamo y servía para llevar las aguas sobrantes que llegaban a las compuertas Sharp hasta el Mar Salton. En efecto,
fue y es un drenaje. Algunas fuentes escriben, Sharpe con una “e” al final, otras Sharp; optamos por la segunda.
4
azolve. Un artículo en el periódico Imperial Press del 27 de
abril 1901 indica que un estudio fue hecho sobre el problema
y que una serie de lagunas de asentimiento estaban provistas
en donde se precipitaría la mayor parte del azolve. También
decía que una enorme draga hidráulica había sido construida
y que estaba en operación, forzando el sedimento por arriba
de bordo [del canal] de donde regresaría al río. No hemos
encontrado, en otras fuentes, mención de que habían hecho
esas lagunas de sedimentación o que la draga mencionada
realmente estaba trabajando en el canal entre el río y las
compuertas Chaffey.
Tan pronto llegó el invierno de 1903-1904, época en que el
Colorado normalmente tiene menos agua, se empezó a tener
problemas con azolve entre el río y las compuertas Chaffey, y en
el canal entre esas compuertas y el viejo lecho del Álamo y no
fue posible entregar suficiente agua para las grandes extensiones
de granos, cosechas de invierno que habían sembrado.
No se contaba con dragas adecuadas para extraer esa
enorme cantidad de azolve y los otros métodos que probaron
no dieron resultados.
Para entonces A. H. Heber era el presidente de la CDC y
estaba tratando de evitar que el Servicio de Reclamación
del Gobierno de los Estados Unidos tomara control de todo
el sistema de irrigación en el Valle Imperial, dominio que ya
tenía en el valle de Yuma.
Heber había ido a la ciudad de México para contratar
con el gobierno mexicano un permiso para tomar el agua
del Colorado en territorio mexicano, así el Servicio de
Reclamación no tendría agua que no fuera proporcionada
por la CDC y la empresa mexicana que la CDC controlaban.
Según Heber, él logró el permiso bajo las condiciones de que la
mitad del agua sería para uso en tierras mexicanas. Además,
había logrado autorización de construir las compuertas y
otras estructuras necesarias, pero tendría que mandar los
planos a México para aprobación de los ingenieros mexicanos
del gobierno antes de iniciar la construcción.
El objetivo de Heber era disuadir al Servicio de Reclamación,
aunque aproximadamente la mitad de los agricultores en el
Valle Imperial estaban a favor de que el Servicio se hiciera
cargo de todo el sistema de irrigación. Algunos rancheros
estaban demandando a la CDC por no haberles entregado
suficiente agua en el invierno de 1903-1904. Para evitar que se
repitiera esa falta de agua en el invierno que se aproximaba,
en septiembre de 1904 Heber ordenó a Rockwood abrir en
El Río Colorado en 1900. El puente es del ferrocarril Southern Pacific entre California y Yuma, Arizona.
Foto tomada del periódico The Imperial Farmer, de octubre 1900.
5
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Mapas en los que se muestra la situación en el Río Colorado antes y después de que las aguas del río entraron en todo su volumen al canal Álamo por una
brecha que abrieron los ingenieros unos cuantos kilómetros río abajo de Los Algodones. Foto tomada del libro Baja California Railways, p. 256.
7
Las aguas del Río Colorado cubriendo los rieles de la vía principal del ferrocarril Southern
Pacific, cerca de la estación Salton. Fue necesario relocalizar la vía varias veces para evitar las
aguas. Foto tomada del libro Baja California Railways, p. 261.
Un tren del ferrocarril Southern Pacific cruzando un puente provisional sobre las aguas del
Río Colorado en el Salton Sea, cerca de la estación Salton. La causa de esta inundación fue que
el río había abandonado su curso normal para entrar con todo su volumen al Valle Imperial.
Foto tomada del libro Baja California Railways, p. 261.
Las compuertas Rockwood de madera siendo levantadas por la presión de las aguas del Río
Colorado unos minutos antes de ser destruidas. Foto tomada del libro The First Thirty Years
in the Imperial Valley, p. 105.
8
territorio mexicano un canal, como de
un kilómetro de largo, por 20 metros de
ancho y unos dos metros de profundidad
entre el río y el Álamo para permitir la
entrada directamente, sin usar el canal
que estaba tapado con azolve.
En la entrada de ese canal no se instalaron compuertas de control; mandaron a
México los planos para compuertas, pero
tardaron mucho en recibir la aprobación.
Por supuesto hubo quien alegó que esa
tardanza fue la razón de todo el desastre
que estaba por llegar, pero, aparentemente,
no tuvieron tiempo para construir las
compuertas y probablemente la CDC no
tenía el dinero necesario ya que siempre
estaban escasos de fondos.
En realidad, los ingenieros estaban
tranquilos porque pensaban que tendrían
suficiente tiempo en el nuevo año de
1905 para llenar la brecha antes de que
llegaran las avenidas de la primavera.
Rockwood y otros habían revisado los
registros en Yuma de los últimos 27 años
y encontraron que había nada más tres
crecidas de consideración en invierno en
todos esos años, y en ningún año hubo
dos venidas fuertes. Para todos fue una
terrible sorpresa tener que enfrentar
cinco crecidas grandes, procedentes del
Río Gila, en aquel invierno de 1904-1905.
En febrero de 1905, la primera de esas
crecidas llegó pero no causó problemas.
En dos semanas arribó la segunda, sin
consecuencias. En marzo, la tercera, más
grande, anunciaba una temporada fuera
de lo normal y Rockwood decidió cerrar
cuanto antes la brecha en la entrada del
canal; para ello utilizaron un método que
normalmente daba éxito: clavaron una
serie de pilotes atravesando la entrada de
la brecha y en el fondo instalaron unos
tapetes grandes hechos de ramas, y arriba
de estos colocaron 10 000 sacos llenados
Puente de ferrocarril en construcción, sobre la brecha donde todas las aguas del Río Colorado están fluyendo a la depresión Salton.
Foto tomada del libro Baja California Railways, p. 266.
con arena. Con eso lograron reducir la brecha a una corriente
de unos diez metros de ancha. A través de ese espacio colocaron
largas vigas de madera formando un puente y encima de esto
colocaron más tapetes de ramas y bolsas con arena.
El plan era dinamitar las vigas y así hacer caer toda la
masa a la brecha. Pero antes de hacerlo una nueva crecida
llegó y arrasó todo el trabajo que habían hecho. Entonces
sí, Rockwood y los demás no tenían duda de que el Río
Colorado estaba portándose de una manera sin precedente
(Tout, 1931:100).
Hicieron otros intentos por controlar la corriente, pero
ninguno tuvo éxito; y el 17 de junio de 1905, Rockwood dio
instrucciones de suspender los trabajos hasta que acabara la
crecida de la primavera. En ese tiempo el río estaba llevando
82 millones, 265 mil metros cúbicos por hora y de esa cantidad,
unos 917 mil metros cúbicos por hora se estaban yendo al
mar Salton. Para fines de junio, ese último volumen había
aumentado a un millón, 427 mil metros cúbicos por hora y
la brecha se había extendido de 20 a 56 metros de ancho.
La corriente tenía casi cinco metros de profundidad y una
velocidad de más de seis kilómetros por hora.
Rockwood y sus asociados en la CDC sabían que con sus
recursos financieros no era posible controlar el Colorado y
se les ocurrió buscar financiamiento con E. H. Harriman,
presidente de la compañía ferrocarrilera Southern Pacific.
Las aguas del Salton ya estaban llegando a las vías
principales de la Southern Pacific cerca de la estación Salton.
Este ferrocarril había instalado una vía hasta Caléxico y por
medio del ferrocarril Inter-California había construido una
línea hasta Bataques con intención de pronto llegar hasta
Los Algodones y de ahí conectar con su vía a Yuma.
Lograron convencer a Harriman de prestar $200 000 a
la compañía CDC pero él puso condiciones; tenían que poner
6 300 acciones de la CDC en manos de un fideicomisario
nombrado por él, y el Southern Pacific tendría control de
la empresa. Tal fue así que nombraron una nueva directiva,
y Epes Randolph, empleado de la Southern Pacific, fue
elegido presidente de la CDC. Las oficinas principales de la
CDC fueron transferidas a Caléxico y C. R. Rockwood fue
nombrado asistente del gerente general.
Cuando había terminado la crecida de verano de 1905 y
el volumen había bajado a 336 mil 402 metros cúbicos por
hora, todo ese flujo, menos 4 077 metros cúbicos por hora, se
estaba yendo al mar Salton.
Muchos planes fueron propuestos a Harriman para
remediar la situación, pero decidieron intentar estos tres: El
primero era construir unas compuertas de concreto al pie de
Cerro Piloto (Pilot Knob) más al norte de las compuertas
Chaffey y comprar una enorme draga para remover el azolve
del canal y mantenerlo libre. No fue posible obtener una
draga antes de la crecida de junio próximo pero de todos
modos la encargaron. El 15 de diciembre de 1905 empezaron
la construcción de las compuertas, logrando terminarlas el 28
de junio 1906.
La segunda idea fue de Rockwood, quien recomendaba
construir unas compuertas de madera cerca de la brecha con
la intención de desviar la corriente a esas compuertas cuando
el río estaba bajo. Así, se reduciría mucho el flujo por la brecha
y sería factible cerrarla. También empezaron ese trabajo.
La tercera idea era construir un dique río arriba de
la brecha y desviar la corriente del río hacia la margen
izquierda, es decir, el lado de Arizona. El río había formado
9
Descargando piedra y tierra en las aguas del Río Colorado para cerrar la brecha por donde todas las aguas que llevaba el río estaban yendo hacia
el Valle Imperial y hacia la depresión Salton. Foto tomada del libro Baja California Railways, pp. 266-267.
una gran barra o isla de arena en su centro y la intención
era forzar todo el flujo al este de esa isla y así entraría
otra vez a su viejo lecho. Trabajaron en ese dique desde
principios de octubre hasta el 29 de noviembre de 1905,
cuando una crecida grande se llevó todo lo que habían
hecho. Esa misma venida erosionó la brecha, ampliando el
ancho de 91 a 182 metros.
En marzo de 1906, cuando el río normalmente llevaba
entre 500 mil y 700 mil metros cúbicos por hora, hubo dos
venidas, una tras la otra, de más de 7 millones de metros
cúbicos por hora, cada una, y no fue posible hacer nada
para desviar la corriente. De ahí en adelante el río no traía
menos de 2 millones, 750 mil metros, y en junio, el flujo llegó
hasta 10 millones, 194 mil metros cúbicos por hora (Tout,
1931:104).
Para mediados de abril de 1906, las compuertas de madera
de Rockwood estaban terminadas pero el Colorado ya estaba
creciendo y decidieron no tratar de desviarlo hasta que pasara
la época de altas aguas. Mientras tanto, la maquinaria para la
gran draga, que habían bautizado Delta, estaba terminada y
cargada en carros de ferrocarril en San Francisco cuando, el 18
de abril de 1906, un terrible terremoto casi destruyó aquella
gran ciudad y dañó severamente las piezas de la draga.
El ferrocarril Southern Pacific tenía sus oficinas centrales
y muchas otras instalaciones importantes en San Francisco
y la atención de Harrison era muy necesaria para atender a
la reconstrucción de esa gran ciudad; sin embargo, cuando
2
Randolph, presidente de la CDC le informó que necesitaba
$250 000 más para la protección del Valle Imperial, lo
autorizó (Tout. 1931: 104).
En ese tiempo el ingeniero H. T. Cory, quien había estado
en el escenario de la brecha como asistente de Randolph y
conocía muy bien la situación, tomó el lugar de Rockwood
como gerente general y como jefe ingeniero de la CDC.
Rockwood continuaba en capacidad de consultor, pero el
primer día de octubre se separó definitivamente. Desde 1892,
unos 14 años, Rockwood había dedicado todas sus energías
al proyecto de irrigación del Valle Imperial con aguas del
Río Colorado.
Era evidente que para regresar el Colorado a su lecho
eran necesarios mayores esfuerzos e ilimitados recursos.
Entre sus primeras acciones, Randolph y Cory tomaron la
decisión de construir una vía de ferrocarril hasta la brecha
desde la línea principal del Southern Pacific que corría unos
pocos kilómetros al norte de Los Algodones. El primer tren
con carga pasó por esa vía el día 15 de agosto. El ferrocarril
facilitaba mucho el transporte de piedra y otros materiales
que antes tenían que traer en pangas o barcos planos de
vapor.2 Ya era posible abrir una gran pedrera, con dos palas
mecánicas de vapor, en el cercano Cerro Piloto, además de
tener acceso a otras fuentes más lejos, de piedra y todos
tipos de materiales.
Cory ya tenía disponible de la compañía ferrocarrilera,
locomotoras y carros de todo tipo, incluyendo unos de volteo,
Tout (1931:104) hace esta observación: “Son pocos los que negaran que sin ese ferrocarril el Valle Imperial sería otra vez el desierto que fue antes de 1900. Quizás
esas palabras no fueron tan exageradas en 1931, como pueden parecer hoy día.
10
En su última batalla con el Río Colorado un tren del ferrocarril Southern Pacific está descargando piedra al agua. El tren está en uno de los
puentes gemelos construidos sobre la brecha donde todas las aguas del río están escapando de su curso normal para llegar a la depresión Saltón.
Foto tomada del libro Baja California Railways, p. 262.
muy grandes que podían transportar casi 40 metros cúbicos
de piedra cada uno. Contaba con grúas, martinetes para
clavar pilotes, y muchas otras máquinas y todos los materiales
requeridos. Algo importante, contaba con un contratista
de mucha experiencia y él tenía equipo de campamento y
hasta 800 mulas y los fresnos, arados y otro equipo necesario
(Kirchner, 1988: 264-265).
Para realizar las labores manuales los trabajadores
fueron muy escasos porque había mucha demanda para la
reconstrucción de San Francisco, y de los que llegaron, la
mayoría no aguantaba el calor ni las condiciones primitivas.
Al fin contrataron con seis tribus de indígenas: los yumas,
pápagos, maricopas y pimas en los Estados Unidos y los
cucapá y diegueños (Kumiai ahora) de México. Cerca del
río hicieron un campamento para unas 2 000 personas,
incluyendo las familias, y de ese número lograron tener unos
400 buenos trabajadores.
Al disminuir la crecida del verano la brecha tenía más
de 800 metros de ancho y toda el agua del Colorado estaba
fluyendo rumbo al mar Salton. El nuevo plan de combate era
ir cerrando la brecha para desviar el flujo hacia las nuevas
compuertas Rockwood, pero la corriente era tan fuerte y
la arena del fondo tan blanda y movediza que cualquier
piedra por más pesada que fuera era llevada por la corriente
o desaparecía en el fondo. Para solucionar ese problema
decidieron usar unos tapetes hechos de cachanilla y otras
ramas entrelazadas con cables de acero. Colocados esos
tapetes en el fondo, se podría tirar piedra encima y así podían
mantener la piedra en posición dentro de la corriente.
Con ese método fueron haciendo más angosta la brecha
y el nivel de agua en el lado de río empezó a subir y a fluir
por las compuertas de madera. Para el día 10 de octubre un
noventa porciento de los un millón 451 mil metros cúbicos
de la corriente estaba pasando por las compuertas, pero los
ingenieros notaron que ya estaban en peligro y, no obstante
todos los esfuerzos y todos los materiales disponibles la
presión de la corriente levantó un extremo y después se llevó
casi todo. ¡Otro fracaso!
Los ingenieros estaban algo desilusionados pero habían
aprendido algunas cosas que les ayudaría en el próximo
intento. Decidieron construir, cerca de las nuevas compuertas
Hanlon de concreto, un dique de piedra para empujar el río
hacia su margen izquierda y un bordo hasta donde estaba
lo que quedaba de las compuertas Rockwood. Ya con el
ferrocarril pensaban que podrían traer piedra con suficiente
rapidez, que no sería necesario hacer los tapetes, una
operación que consumía mucho tiempo y mano de obra.
Clavaron pilotes para formar puentes para poder extender
las vías a medida que avanzaron y así pudieron tirar piedra
directamente de los carros de volteo al agua. Tenían hasta
diez trenes trabajando y trajeron piedra de muchas pedreras
lejos del lugar de trabajo. Tenían hasta 300 carros de volteo
en acción. Estaban descargando un carro de piedra cada
cinco minutos, día y noche (Kirchner, 1988: 264-265). En
noviembre lograron forzar todo el flujo del río a su viejo
cauce pero el triunfo no duró, ya que el día 5 de diciembre
hubo otra fractura en los diques y el Colorado se metió otra
vez a la brecha.
11
Viendo hacia el norte se puede apreciar a los trabajadores del ferrocarril Southern Pacific dando los últimos toques al dique y a las vías paralelas
con que lograron regresar el Río Colorado a su cauce. Foto tomada del libro Baja California Railways, p. 270.
Ante esta situación, el ingeniero Cory recomendó no
seguir con los trabajos hasta que el financiamiento estuviera
asegurado. Por supuesto, hubo muchas protestas en el
Valle Imperial y hasta el presidente Teodoro Roosevelt fue
presionado a tener pláticas con Harriman, quien no quería
comprometer más a su empresa sin apoyo del gobierno federal.
Como el congreso no estaba en sesión, Roosevelt dijo que él no
podía actuar pero indicó que después reembolsaría los gastos
al Southern Pacific. Mientras tanto, insistió en que Harriman
continuara la batalla. No viendo otra salida, Harriman dio
la orden de: “¡Cerrar esa brecha cueste lo que cueste!” (Tout,
1931: 107).
Cory y su equipo iniciaron los trabajos aun con más
intensidad. Esta vez construyeron vías paralelas para poder
hacer un relleno de piedras más ancho y más resistente debajo
de las vías y en el espacio entremedio. Para ese trabajo:
Cinco martinetes empezaron a clavar pilotes… uno en cada
extremo de cada puente y uno flotando en medio. La corriente
estaba muy fuerte. Había peligro constante que al manejar los
pilotes, de casi 27 metros de largo, el martinete flotante podía
voltearse. Dos martinetes de repuesto estaban listos en reserva
para cualquier contingencia y dos lanchas estaban listas para
rescatar cualquier trabajador que cayera al agua… Terminaron
los puentes el día 27 de enero 1907. Cuando terminaron de
instalar los rieles eran las cinco de la tarde y al amanecer del día
28, ya habían descargado 145 carros de piedra. En los próximos
catorce días 600 hombres tiraron al agua, 2057 carros de piedra,
12
221 de graba y 203 de arcilla. Trenes que transportaban piedra
tenían prioridad sobre los mejores trenes de pasajeros en la
línea principal… Órdenes fueron giradas de que todas las otras
actividades del ferrocarril en el Suroeste estaban subordinados a
el trabajo de entregar materiales a la brecha del Río Colorado.
A las 11 de la mañana el día 10 de febrero [1907] la brecha fue
cerrada y toda el agua estaba cursando por el viejo cauce.
Pero la lucha con el Río Colorado no estaba terminada.
Para evitar que se metiera otra vez al Valle Imperial se
dedicaron años y enormes cantidades de dinero en construir
bordos de defensa y otras obras. Aun después de edificar
una serie de grandes presas río arriba, la batalla continuaba
en menor escala hasta principios de los años de 1980. Pero,
como dicen, eso es otro cuento o artículo.
Bibliografía:
Imperial Press, periódico semanal; ediciones del 20 de abril
de 1901 hasta el 11 de abril de 1903.
Kirchner, John A., Baja California Railways, Golden West
Books, San Marino California, 1988.
Henderson, Tracey, Imperial Valley, Neyensch Printers, San
Diego, 1968.
Tout, Otis B., The first Thirty Years in the Imperial Valley,
California, 1901-1931, San Diego, 1931.
The Imperial Farmer, ediciones de octubre 1900, noviembre
1900, febrero 1901 y marzo 1901. Los Ángeles, California.
Augusto Hernández Bermúdez (1929-2012)
Voz de Mexicali
Rubén Castro Bojórquez*
E
l Instituto Tecnológico de Mexicali creó la Presea
Mexicali como un justo reconocimiento a quienes
han dedicado su vida a servir a nuestra comunidad.
Difícil tarea me ha tocado hoy; reseñar la semblanza de un
personaje conocido y reconocido por todos los mexicalenses:
Don Augusto Hernández Bermúdez.
De él se podrá decir que no lo conocen solo aquellos
que tienen toda su vida levantándose después de las 11:00
de la mañana. Porque por más de cincuenta años a través
de la radio la voz de don Augusto nos ha despertado en la
madrugada al entrar en nuestra casa, en nuestro auto, en
nuestra oficina o nuestro negocio.
Augusto Hernández Bermúdez nació en San Cristóbal de
las Casas, Chiapas el 13 de julio de 1929. A los catorce años
de edad aprendió el oficio de telegrafista, en la ciudad de
México. Llega a Mexicali el 3 de mayo de 1946.
Se inicia a laborar como radiotelegrafista en Telégrafos de
México. Al poco tiempo se convierte en locutor y conductor
de programas de televisión, cuando esta se inicia en Mexicali
en el año de 1957.
El 1ro. de enero de 1954 inaugura su programa Sonorama
Deportivo, que no solo es deportivo sino social, político
e informativo, a través del cual por más de 54 años todos
los días de lunes a viernes de 6:00 a 11:00 de la mañana los
mexicalenses nos hemos acostumbrado a escuchar las noticias
que don Augusto comunica por la radiodifusora XEAO,
primera estación de radio de todo el noroeste de México.
Si deseas conocer las noticias del día, escucha a don Augusto.
Si te quieres enterar de los resultados deportivos, levántate
temprano y oye a Hernández Bermúdez. Si quieres saber si
va a llover, Augusto te informará tempranito (y deberás salir
de tu hogar con paraguas, porque le va atinar).
Podrás oír también de acontecimientos sociales, políticos,
de quienes llegaron a Mexicali por avión; escuchar al
gobernador del estado, al obispo, al presidente municipal
de Mexicali, a los candidatos que buscan el voto popular
cada campaña; a los boxeadores, al dueño de los Águilas de
Mexicali o al de los Soles.
Don Augusto alterna las noticias con música seleccionada
de la mejor y más grande discoteca de la región.
Con Augusto puedes escuchar también crónicas de
historias de Mexicali de Luis Razo, quien llega con el pan
(no el partido, sino los volovanes y los birotes). Escucharás
también la marcha de los triunfadores, que anima el alma al
oírla muy de mañana. Día a día, atrás del micrófono, la voz
de don Augusto comentando el acontecer de nuestra ciudad,
con constancia, perseverancia en forma sencilla y humilde.
Pero hay algo más. Don Augusto Hernández Bermúdez
tiene más de 54 años cumpliendo una labor social
incomparable en esta ciudad, a él han acudido y acuden
todas aquellas personas que necesitan trabajo, lentes, sillas
de ruedas, muletas, medicinas; de igual manera el que
extravió documentos o el que desea localizar a un pariente,
o el que necesita un boleto para regresar a su tierra natal.
Todo lo consigue don Augusto. Les habla a sus amigos que
se cuentan por miles o si no, a las autoridades municipales,
estatales y federales porque las conoce a todas y todas lo
conocen a él.
Pocos han dado tanto a los que tanto lo necesitan. ¡Gracias
Augusto por servir, ayudar y apoyar a tantos mexicalenses y
otros tantos mexicanos que transitan por nuestra ciudad!
Don Augusto Hernández Bermúdez es un ejemplo a
seguir para las futuras generaciones: ejemplo de servicio a la
comunidad, por su perseverancia, responsabilidad, humildad
y disciplina. Es mi deseo que siga existiendo Augusto por
muchos años.
Y termino con una frase muy del gusto de él: “El que no
vive para servir, no sirve para vivir”. Gracias.
POSDATA. Augusto Hernández Bermúdez, falleció el 29 de
febrero de 2012 a las 09:15 horas, frente al micrófono, como él
lo deseaba. Adiós Augusto, gracias por todo lo que nos diste.
* Semblanza de vida de don Augusto Hernández Bermúdez, expuesta con motivo de la entrega de la Presea Mexicali, que le entregó el Instituto Tecnológico de
Mexicali el 14 de marzo de 2008.
13
Una foto. Una historia
Jimmy Griffin *
1945. De izquierda a derecha: Pablo Dato, James W. Stone, Zar Williams, Carlos Negro Sánchez Rocha, Mario Hernández Maytorena,
Francisco Peralta, Francisco Valdez y Conrad C. Caldwell.
A
ño: circa 1940 -1945. El local y motivo de la reunión
no fueron determinados, pero lo más probable es que
fue en Mexicali y la ocasión una carne asada, con,
como se puede notar, algunas copas, probablemente whiskey.
Personajes:1
1. Pablo Dato. Fue escasa la información históricamente
comprobable que logramos obtener de don Pablo, aparte
de que el gobernador Esteban Cantú se casó con su
hermana; de que tenía por un tiempo un restaurante de
buenos cortes cerca de donde está actualmente el parque
industrial, Marán, y que se casó y tuvo familia con Leonor
Redonda de Mexicali.
Pero las leyendas abundan. Cosas que él contó a sus
amigos mexicalenses que ellos contaron a sus hijos quienes
nos lo revelaron a nosotros. Entre otras cosas: Fue piloto
y volaba aviones llevando el correo entre San Francisco
y Missouri, y que fue actor extra en Hollywood. Que
estuvo casado por un par de años con la famosa estrella
de varias películas sin sonido, Barbará La Marr, quien
tuvo de apodo La muchacha demasiado bonita y que a ella
le gustaban mucho las rondas, y murió de tuberculosis
y disipación en 1926. Ella tuvo varios esposos, quizás
entre ellos, don Pablo. Él fue muy simpático, con muchos
amigos, y dicen, algunos amores. Como dice Catón, me
habría gustado conocer a don Pancho.
* Miembro de la Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali” A.C.
1
Manuel Elías y Alfredo Dipp nos proporcionaron información referente a estos personajes.
14
2. James W. Stone: Llegó a Mexicali en 1925 para trabajar en la
supervisión de la construcción del ferrocarril Inter-California
Sur. Al ocurrir la crisis financiera en octubre de 1929, las
labores fueron suspendidas. En 1931 Stone fue contratado por
Anderson, Clayton & Co. como gerente general de la empresa
algodonera, Compañía Industrial Jabonera del Pacifico (La
Jabonera) puesto que desempeñó con mucho éxito hasta su
retiro en 1966. También fue presidente del Banco de Comercio
por muchos años y tenía muchos otros intereses comerciales e
industriales. Fue uno de los fundadores del Cetys Universidad
y promotor y presidente del Club Campestre de Mexicali.
Era orgullosamente ciudadano mexicano por naturalización.
Murió el 25 de enero de 1979 en la ciudad de México cuando
estaba atendiendo un asunto del banco. Fue sepultado en
Mexicali.
3. Zar Williams: Él, con sus hijos Ranney y Charley, su
yerno Buddy Lane y su socio Rodrigo Valle eran dueños
y operaron la compañía Despepitadora de Mexicali, mejor
conocida como La Chinesca. Esta compañía despepitadora,
la segunda en Mexicali, fue establecida en 1919 en lo que
ahora es el Centro Histórico. En los años treinta, Zar y su
socio entonces, Alfredo Santaella, compraron la empresa
a los dueños originales. El 1950 abandonaron ese sitio y
construyeron dos plantas despepitadoras nuevas, en frente
de donde está el teatro del estado actualmente. Operaron
en ese local con mucho éxito hasta mediados de los años
setenta. Todas estas personas mencionadas ya murieron.
4. Carlos (Negro) Sánchez Rocha: Nació en la estación
Bermejilla, Coahuila en la vía de Torreón a Ciudad Juárez.
Estudió contabilidad y llegó a Mexicali en 1938 donde
consiguió empleo en el Banco Ejidal. Ahí se encontró con
su amigo desde la primaria, Chon Kabande, fundador,
años después, de la cadena de hoteles Lucerna. Más tarde
Sánchez Rocha fue contador de la empresa Petrolera del
Occidente de don Alfredo Araiza, fundador de los hoteles
Araiza. Se casó con Socorro Amezcua hija del muy conocido
capitán Amezcua quien, entre otras cosas fue pionero de
la colonia Carranza. Según algunos de sus amigos el Negro
era medio bohemio y frecuentaba el bar del hotel de su
amigo Chon.
2
5. Mario Hernández Maytorena: Quizás es el nombre más
conocido del grupo aun hoy en la ciudad y valle de Mexicali,
tanto por sus actividades comerciales e industriales
como las deportivas, pero sobre todo por su trato con
todo mundo y su generosidad. Fue muy buen jugador
de beisbol y era dueño fundador del club Los Águilas de
Mexicali. Su negocio más conocido fue La Estrella Azul,
tienda de departamentos que inició su padre, pero que
Mario hizo crecer y prosperar. La Esterlla Azul tenía en
existencia toda clase de mercancías, de sacos de pizca para
el campo hasta vestidos y trajes finos para la ciudad. Fue
uno de los principales promotores y fundadores del Ceyts
Universidad. Murió en Mexicali el día 4 de diciembre de
2010.
6. Francisco (Pancho) Peralta. Hijo del pionero de Mexicali,
don Francisco Peralta. En un tiempo Pancho fue gerente
del famoso restaurante y bar el Gambrinos. Después
trabajó en negocios de ganadería. Él fue uno de ocho
hermanos y con su esposa, Delia Marín, tuvo nueve hijos.
Lo menos que podemos decir de estos dos Franciscos es
que contribuían en poblar Mexicali.
7. Francisco Valdez. En los años de 1920 y 1930 tuvo un
alto puesto en la Cía. Industrial Jabonera del Pacifico (La
Jabonera) y después en Motores de Mexicali. Se casó con
Matilde Hernández Maytorena, hermana de Mario. Su
hijo Mario es actualmente gerente regional del diario La
Voz de la Frontera.
8. Conrad C. (Connie) Caldwell: No sabemos cuándo llegó a
Mexicali pero, en 1940, él fue nombrado administrador
general de La Colorado River Land Company conocida
por todos como La Colorado. Cuando esa empresa dejó de
existir, en 1946, Caldwell se quedó con el ya famoso edifico
que había sido convertido en apartamentos. En uno de
estos vivían él, su esposa Eleanor y sus dos hijos.
Coni, así se pronunciaba, era el nombre por lo que
fue conocido por los mexicalenses, tenía la agencia de
la manufacturera de equipo agrícola, International
Harvester, que él operaba en la parte posterior del edifico.
Por años los agricultores del valle de Mexicali contaban
con esa agencia para la venta y servicio de maquinaria
agrícola, incluyendo los famosos tractores Farmall.2
Aunque somos muchos los que conocimos al Connie no lo reconocimos en esta foto. Por fin la enseñé a don Mario Luken quien me dijo: es el Connie, sorprendido
porque nadie lo hubiera identificado. Cabe mencionar que don Mario lo conoció desde que Caldwell llegó a Mexicali.
15
Episodios universitarios
Fernando MedinaRobles*
1970. De izquierda a derecha: sinodal licenciado David Piñera Ramírez, secretario general de la UABC, secretaria del Jurado licenciada Graciela
Cárdenas, jefa del Departamento Escolar de la UABC; presidente del Jurado licenciado Eugenio Guerrero Güemes, director interino de la Escuela
de Ciencias Sociales y Políticas; sinodal, licenciado Enrique Priego Mendoza, subdirector de la escuela; licenciado Adalberto Aceves Monteón,
subdirector de Promoción Económica del Gobierno del Estado, y el examinado Fernando Armando Medina Robles.
E
l 7 de junio de 1970 se celebró el examen profesional
del pasante Fernando Medina Robles a quien se le
otorgó el título de licenciado en ciencias políticas.
El evento tuvo lugar en los jardines del edificio que ocupó
en sus orígenes la Escuela de Ciencias Sociales y Políticas de
la Universidad Autónoma de Baja California, mismo que se
ubicaba en la calle B núm. 361, entre las avenidas Obregón y
Lerdo de la Sección Segunda de la ciudad de Mexicali.
Este examen fue el segundo que se celebró en dicha unidad
académica ya que el primero correspondió al doctor Ramón
Paz, como licenciado en sociología, de la primera generación
de la hoy Facultad de Ciencias Sociales y Políticas. Esta
escuela se creó en el ciclo escolar 1964-1965, durante la
gestión de rector doctor Santos Silva Cota. En ese año fue
la segunda escuela superior de Ciencias Sociales y Políticas
del país, sólo después de la Universidad Nacional Autónoma
de México (UNAM). Por no tratarse de alguna de las carreras
* Miembro de la Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali” A.C.
16
tradicionales, su creación motivó diversas reacciones, desde
la duda sobre su utilidad, hasta la objeción o el entusiasmo
ante una nueva opción de estudios profesionales.
Fueron dos carreras de licenciatura las que se impartieron
en la nueva escuela: Sociología y Administración Pública
y Ciencias Políticas. El director fundador fue el licenciado
Arturo Ibarra Ojeda, quien recientemente había llegado de la
ciudad de México. Estuvo al frente del plantel durante varios
años, por lo que su labor fue trascendental y dejó huella.
El plan de estudios inicial de la escuela estaba basado
fundamentalmente en el de la UNAM, con un tronco común
los dos primeros años para las dos carreras, que en su
conjunto combinaba la enseñanza de diversas materias:
ciencias sociopolíticas, jurídicas, administrativas y técnicas
instrumentales.
En el mismo edificio donde se instaló esta escuela se
ubicaron también la Rectoría, la Secretaría General, el
1970. Público asistente. De izquierda a derecha: Humberto Lepe Lepe, estudiante; licenciado Alfredo Vargas Piñera, economista; Gilberto
Rodríguez Martínez, propietario del restaurante “Carmina”; licenciado Arturo Elizondo, contador Jaime Pardo Verdugo, escritor y columnista
del diario El Mexicano; profesor Julio T. Pérez, director de Educación Pública del gobierno del estado; ingeniero Adalberto Walter Meade,
historiador y autor; joven Enrique Medina Salmán, hijo de Fernando A. Medina R.; Alfredo S. de la Vega, columnista del diario La Voz de la
Frontera, y la joven, Sara Cristina Medina Salmán, hija de Fernando A. Medina R.
Departamento Escolar y el Departamento de Difusión
Cultural. Poco después se asignó una pequeña estancia para
lo que se denominó Biblioteca Central de la Universidad.
En las fotografías que ilustran esta nota puede observarse
a los personajes que asistieron a este examen profesional, que
posteriormente trascendieron en sus actividades académicas,
políticas y administrativas.
Durante estos últimos 42 años destacaron en otras
actividades los siguientes: doctor David Piñera Ramírez,
director fundador del Instituto de Investigaciones Históricas,
obtuvo el doctorado en historia, ha coordinado y escrito
un número importante de libros sobre la historia de Baja
California. Dentro de otros muchos reconocimientos fue
nombrado Doctor Honoris Causa por la UABC. El licenciado
Eugenio Guerrero Güemes fungió como director del Colegio
de Bachilleres de Baja California y consejero del Instituto
Federal Electoral (IFE). Licenciado Enrique Priego Mendoza
ocupó la dirección de la escuela y se desempeñó por muchos
años como investigador del Instituto de Investigaciones
Sociales de la UABC. El licenciado Adalberto Aceves Monteón,
quien años después sería director de la Escuela de Economía
en Tijuana y director de Desarrollo Económico del Estado.
De igual manera, dentro del público asistente
estuvieron: el licenciado Humberto Lepe Lepe, alumno
y, posteriormente, diputado federal; Gilberto Rodríguez,
candidato a la presidencia municipal de Mexicali (1968);
ingeniero Adalberto Walther Meade, director del Instituto
de Geografía e Historia y, por más de 25 años, director de
la revista universitaria Calafia, y autor de diversos libros de
historia sobre Baja California; el licenciado Alfredo Vargas
Piñera quien ocupó la Dirección de Desarrollo Económico
del Estado; Jaime Pardo Verdugo quien por más de 50 años
colaboró como columnista de La Voz de la Frontera; profesor
Julio T. Pérez, director de Educación Pública del Estado de
1965 a 1971; don Alfredo S. de la Vega, destacado columnista
y propietario de la librería “El día”.
El postulante Fernando Medina Robles, fue jefe de
asesores del ejecutivo durante el gobierno de Raúl Sánchez
Díaz (1965-1971) y tesorero municipal en la administración
de Rodolfo Escamilla (1952-1955).
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P Á G I NA S D E H I S T O R I A
Luz Mercedes López Barrera*
El Río. Cronología de Mexicali, de Enrique Estrada Barrera. “No te desesperes Juan… ¡Mira! ¿Ves aquellos
terregales…? ¡Allá abajo! ¿Allá donde se nota medio parduzco?, ah, pos’ allá es El Río, allá mero es adonde vamos”.
Con este diálogo inicia su relato el autor y nos da la impresión de que lo que leeremos es un cuento… Páginas
adelante introduce paisajes que inmediatamente reconocemos: polvo, tierra, la Salada, y luego, los personajes
que iniciaron la historia de este valle. Y así empiezan a aparecer los nombres de Ramón Zumaya, don Antoniio
Villarino, Francisco Barrios, Jesús Manuel Vizcarra; pioneros de esta tierra. Descripción de los primeros pobladores
del desierto del Colorado, y del grupo de pioneros establecidos en la desaparecida margen derecha del Río Nuevo.
El libro está ilustrado con fotografías (con pies de foto a detalle) de los pioneros de Mexicali y de las primeras casas
de esta ciudad. La obra amalgama datos e impresiones, como dice Peritus en el prólogo, captadas con el quehacer
periodístico del autor. En formato rústico, 90 páginas de 20 x 12.5 cm en edición particular, 1978.
Pioneros de Mexicali de Enrique Estrada Barrera. Este libro presenta el testimonio de los primeros pobladores
de esta ciudad que debieron instalarse aquí, dice el autor, probablemente a fines de 1901. En 1925, se hizo una
encuesta pública dirigida por el historiador Pablo Herrera Carrillo para conocer los nombres de quienes llegaron
aquí en sus inicios. La encuesta fue publicada en el periódico La Frontera. Los testimonios personales que se
presentaron fueron de los señores: Cleofas Chacón Verdugo, María Villarino Vda. de Urías, Alfredo Monreal
Moreno, Ernestina Monreal Vda. de Pedroza. Éstos y otros testimonios ilustran de manera amena las páginas de
este libro, que cierra magistralmente con las palabras de Antonio Yee Chein, quien fue de los primeros chinos que
arribaron a Mexicali en 1911. Esta obra fue publicada para celebrar el septuagésimo aniversario de la fundación
de Mexicali. En formato rústico, 90 páginas de 20 x 13.5 cm en edición particular, 1973.
Los tres palacios municipales de Enrique Estrada Barrera. El autor hace un recorrido por la historia del
municipio de Mexicali y enfoca su discurso en la presencia de los presidentes municipales como partícipes de la
creación de infraestructura de esta ciudad. Varios de ellos habían tendido la inquietud de construir un nuevo
Palacio Municipal. El alcalde Martínez Palomera logró ese preciado anhelo. Francisco Montejano primer
alcalde de Mexicali, en 1915 ocupa el primer Palacio Municipal, al igual que Ramón A. Pesqueira, quien en
1924 inicia y casi termina la edificación del segundo. Eduardo Martínez Palomera edifica el tercer Palacio
Municipal en el corazón del Centro Cívico y Comercial de Mexicali, concluido en mayo de 1983. El libro consta
de 196 páginas en formato rústico, edición particular, 1983.
Cincuentenario de municipalidad de Mexicali 1954-2004 de Enrique Estrada
Barrera. La vida de Mexicali inicia con una Comisaría de Policía de 1902 a 1903, con don Urbano Vásquez
Martínez, primera autoridad; Juzgado Auxiliar de 1903 a 1904, con Jesús Manuel Vizcarra Orozco; Juzgado de
Paz de Mexicali de 1904 a 1905; Subprefectura Municipal de 1905 a 1914; primera etapa del Municipio Libre
de 1915 a 1928; Capital del Distrito de Baja California a partir de 1917; dependencia del Distrito y Territorio
de 1929 a 1953; segunda etapa del Municipio Libre de 1954 a la fecha, incluyendo tres Consejos Municipales.
Estas tres etapas cubren de vida a Mexicali. El libro consta de 136 páginas en formato rústico de 27.5x21.5 cm,
publicado por Estrada Editores, S.A. de C.V. , 2004.
* Integrante del Comité Editorial de la revista El Río.
18
Monumento a Benito Júarez
Rubén Castro Bojórquez*
E
l 21 de marzo de 1965, el gobernador doctor
Gustavo Aubanel Vallejo inauguró el monumento
a Don Benito Juárez ubicado al final de la calzada
Justo Sierra y en el inicio de lo que sería el bulevar Benito
Juárez que en esos días estaba a punto de terminarse.
El doctor Aubanel tomó posesión como gobernador
sustituto el día 19 de diciembre de 1964, a la muerte del
ingeniero Eligio Esquivel Méndez. El monumento a Juárez
se diseñó y se construyó durante el gobierno del ingeniero
Esquivel, a finales de 1963. El director de Obras Públicas
del Estado era el ingeniero José Antonio Sánchez Hernández
quien había sustituido al ingeniero Carlos Rubio Parra,
cuando este asumió la presidencia municipal de Mexicali
(1962-1965).
El ingeniero Sánchez Hernández encargó el proyecto al
arquitecto Mario Eucario Gutiérrez (nativo de Mexicali,
hijo del licenciado Macedonio Gutiérrez, uno de los primeros
notarios públicos de esta ciudad), quien se puso en contacto
con el escultor Julián Martínez, mismo que realizaba en la
ciudad de México las figuras escultóricas.
El proyecto arquitectónico consistió en lo siguiente:
Desplante sobre la glorieta seleccionada y los volúmenes
donde se ubicaron las tres figuras escultóricas: 1. Rostro de
Juárez; 2. Alegoría; y 3. Figuras humanas, hombre, mujer
2012. Monumento al general Álvaro Obregón construido en 1929 durante el gobierno del general Abelardo L. Rodríguez. Figura de bronce y base
de concreto recubierto de mármol. Es la primera figura escultórica construida en Mexicali.
* Miembro de la Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali” A.C.; correo electrónico: [email protected]
19
1950. Monumento al agricultor, ejecutado por el escultor Roberto de
la Selva. Ubicado en avenida Reforma y calle K.
1950. Monumento al pescador, ejecutado por el escultor Roberto de la
Selva. Se ubica en avenida Reforma y calle K, donde inició la carretera
a San Felipe en ese año. En la base de la escultura, la placa alusiva a la
inauguración de la carretera.
20
y niño sosteniendo la Constitución Política de Los Estados
Unidos Mexicanos de 1857.
Su creador, Julián Martínez fue amigo cercano del
ingeniero Eligio Esquivel Méndez y del licenciado Milton
Castellanos Everardo quienes confiando en él le encargarían
esas figuras del Monumento a Juárez y otras esculturas
posteriores que conformarían otros monumentos en el
municipio de Mexicali, entre los cuales se encuentran:
Benito Juárez 1964, Busto de Morelos en Ciudad Morelos
1964, Vicente Guerrero 1975, Sánchez Taboada 1975, Los
Pioneros 1977 y Lázaro Cárdenas 1977. Este último requiere
crónica aparte, dado que no se terminó hasta 1979 con
modificaciones en las figuras escultóricas.
El escultor Julián Martínez Soto, nació en España en
1921 (Musacchio, 1999), y llegó a México con sus padres
huyendo del franquismo en 1937; a él y a otros niños más se
les conocía como los niños de Morelia. El presidente Lázaro
Cárdenas les ofreció asilo en nuestro país. Julián manejaba
en forma excelente la técnica escultórica en bronce llamada
de la cera perdida. Adicionalmente a lo realizado en Mexicali,
desarrolló obras en la Ciudad de México, Distrito Federal,
Hermosillo, Sonora, en España y en Estados Unidos.
El monumento a Benito Juárez, además de su belleza
escultórica, representa la transformación de Mexicali de
ciudad pueblerina a una metrópoli. Es el monumento
de mayores dimensiones en la ciudad y su ubicación en
la confluencia de tres vías importantes: la Calzada Justo
Sierra, el bulevar Benito Juárez y la avenida Francisco
Montejano, lo convierten en la figura monumental más
vista de la ciudad; además, el área en la que está ubicado
se ha convertido en la zona turística por excelencia de
Mexicali. Anteriormente, los habitantes de Mexicali solo
conocían estatuas y bustos de escala humana, por ejemplo
los realizados por el escultor Roberto de la Selva quien
fue contratado por el gobernador del territorio de Baja
California, licenciado Alfonso García González (19461952) en 1950 para realizar las esculturas del pescador y
el campesino para ubicarlas en el arranque de la carretera
Mexicali-San Felipe, en ese año ubicado en la orilla de la
ciudad, hoy es la esquina de avenida Reforma y calle K, en
la colonia Nueva.
En ese año de 1950 no existía el Gimnasio de Mexicali,
ni el Sanatorio Santa Catalina; la única esquina ocupada
era la noreste donde estaba el campamento de Irrigación,
hoy Delegación de la Secretaría de Agricultura, Ganadería,
Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).
Ese año, Roberto de la Selva también desarrolló los
monumentos a Cuauhtémoc en la glorieta de la avenida Pino
Suárez y calle L, así como el monumento a Junípero Serra,
ubicado en avenida Pino Suárez y calle K. Estas cuatro
figuras las elaboró con alambrón y mortero, procedimiento
que, a pesar de que lo dominaba, no lo reflejó en las figuras
elaboradas.
El escultor Roberto de la Selva y Escoto, nicaragüense,
fue hermano de Rogerio y Salomón de los mismos apellidos.
De 1938 a 1965, Rogerio de la Selva fue secretario particular
del presidente de la República licenciado Miguel Alemán
Valdez (1946-1952). Salomón fue literato y diplomático, los
tres se nacionalizaron mexicanos en 1950.
Adicional a las obras escultóricas de Roberto de la Selva,
y anteriores al monumento a Juárez, también destaca en
Mexicali el monumento a Obregón (1929), quizá la primera
obra escultórica realizada en Mexicali; escultura de bronce
con base de concreto, recubierta de mármol; su construcción
fue ordenada por el entonces gobernador del territorio
general Abelardo L. Rodríguez. En ese año no existían la
Escuela Secundaria Federal número 18, ni el Jardín de niños
Federico Froebel ni la Biblioteca del Estado. Ya se había
construido la avenida Obregón y los edificios de: Palacio de
Gobierno (hoy Rectoría), Colorado River Land, planta de
agua de Zaragoza y Calle “F” y Escuela Benito Juárez (ya
demolida).
Antes de 1964 también existía el monumento a los Niños
Héroes que data de 1943. (Vizcarra, 2007) en el parque del
mismo nombre, el busto de Benito Juárez en pedestal de
concreto en la escuela del mismo nombre ubicada en avenida
Lerdo y calle F, sección segunda y el monumento a Morelos,
ubicado en la presa Morelos, Algodones, Baja California.
Posterior a los monumentos escultóricos de Julián
Martínez realizados entre los años de 1963 a 1978, se han
construido un número importante de monumentos en varios
sitios de la ciudad, con técnicas y materiales diferentes,
pero ninguno de estos últimos tan bellos como el de Benito
Juárez y el resto de esculturas de Julián Martínez. Entre
estos últimos es importante mencionar: 1. Alegoría al estado
y sus municipios, creado por arquitectos del gobierno del
estado en la plaza del Centro Cívico (Palacio Ejecutivo,
Judicial y Legislativo). Material concreto armado, acero y
1950. Monumento a fray Junípero Serra, ejecutado por el escultor
Roberto de la Selva, se ubica en avenida Pino Suárez y calle L.
1950. Monumento a Cuauhtémoc, de espalda para apreciar la base
donde se especifica el nombre del escultor Roberto de la Selva
y el año de ejecución, 1950.
21
1965. Guardia de Honor en el Monumento a Juárez el 1ro. de noviembre, fecha en que tomó posesión el gobernador don Raúl Sánchez Díaz. En
la foto de izquierda a derecha: Persona no identificada, Aurelio Corrales diputado constituyente, diputada Socorro Acosta de García, persona
no identificada, doctor Gustavo Aubanel Vallejo, gobernador saliente, ingeniero Juan Gil Preciado, representante del presidente de México,
ingeniero Raúl Sánchez Díaz, gobernador entrante e ingeniero Carlos Rubio Parra, presidente municipal de Mexicali.
lámina. 1976; 2. Monumento a Francisco Zarco, ubicado
en bulevar Lázaro Cárdenas y calle Heroico Colegio Militar
(calle 11); 3. Bustos de bronce sobre pedestales de concreto
de 22 héroes nacionales ubicados en las banquetas de ambos
lados del Paseo de los Héroes en el Centro Cívico y Comercial
de Mexicali. Los Héroes de la Independencia representados
son: Hidalgo, Morelos, Allende, Aldama, Abasolo, Josefa
Ortiz de Domínguez, Bravo, Hermenegildo Galeana,
Quintana Roo y Guadalupe Victoria. De la Reforma: Juárez,
Juan Álvarez, Margarita Maza de Juárez, Melchor Ocampo,
22
Valentín Gómez Farías e Ignacio Zaragoza y, por último, de
la Revolución: Madero, Villa, Zapata, Carranza, Obregón y
Calles. Se instalaron en 1993 y el escultor fue Víctor Gutiérrez
(Vizcarra, 2007); 4. El Poder del Ser, figura de bronce ubicada
en la Unidad Universitaria Mexicali (UABC), construida en
1986. En la misma UABC, las figuras de concreto esculpidas
por el grupo Mortero creadas de 2004 a 2006, ubicadas en
la misma Unidad Universitaria, así como en la Facultad de
Idiomas y en la Facultad de Ciencias Humanas; 5. Otras
figuras antropomorfas dedicadas al maestro: ubicadas una,
Monumento a Benito Juárez en la confluencia de la calzada Justo Sierra, bulevar Benito Juárez y avenida Francisco L. Montejano.
Ejecutado por el escultor Julián Martínez, e inaugurado el 21 de marzo de 1965.
Monumento a Lázaro Cárdenas en el cruce de los bulevares Benito Juárez y Lázaro Cárdenas.
Construido por el escultor Julián Martínez e inaugurado en 1979.
23
1988
Foto tomada en una tarde invernal.
Obsérvese la posición de las
sombras dirigidas hacia el noreste.
Actual glorieta adoptada por el
Club Rotario. El programa de
adopción de espacios públicos
inició en el XVI Ayuntamiento
(1998-2001) y la primera adopción
la realizó el IPAO, nombrando a la
glorieta César Prieto, en honor de
su patrono fundador.
Sucursal de Banco Serfín que en
el año de 1994 cambió a Banco
Santander.
24
Aún no se instalaba el local de Burger King y el
edificio de los cines luce vacío.
El inicial Hotel Holiday Inn cambiaba
Araiza Inn y ampliaba su edificio con u
para eventos y convenciones.
a a Hotel
un anexo
El centro ejecutivo Torres del Sol iniciaba su
construcción
Aún no se construía
el supermercado Ley
El edificio y antena del grupo
MVS Radio fueron instalados a
finales de los años de 1980,
antes transmitían desde la
azotea del Hotel Holyday Inn
(hoy Araiza Inn).
No se había desarrollado la
conocida “zona de antros”.
Actualmente este ornato de
palmeras tiene la altura del
monumento.
Autoservicio Robles, antes de su
remodelación e inclusión de una
tienda de conveniencia hacia el
año 2004.
25
Monumento a Vicente Guerrero ubicado en el bulevar López Mateos y calle Compresora.
Monumento a los pioneros. Ubicado en el Centro Cívico con frente a la calzada Independencia. Ejecutado por el escultor Julián Martínez.
26
Alegoría ubicada en la parte posterior del Monumento
a Benito Juárez.
Busto de Guadalupe Victoria. Ubicado junto con otros 21 bustos más
en la calle de los Héroes, Centro Cívico y Comercial de Mexicali.
en Paseo de los Héroes y bulevar López Mateos (1992) y
otra en Plaza Central de la Dirección General del Colegio de
Bachilleres de Baja California (Cobach) construida en 2006
y una más dedicada al Policía ubicada en calzada Anáhuac
y Bulevar Héctor Terán Terán (1997); 6. Otros monumentos
escultóricos que se pueden observar en la ciudad son los
bustos de Villa, Zapata y Luis Donaldo Colosio en el edificio
del Partido Revolucionario Institucional (PRI); bustos de
Adolfo López Mateos y Adolfo Ruiz Cortines en el inicio de
los bulevares con el mismo nombre. Y vale la pena mencionar
también las alegorías escultóricas construidas con tubos de
desecho ubicados en la entrada a la Ciudad de Mexicali,
Tijuana y otras ubicadas en diversos sitios de la ciudad.
Pudiéramos resumir que si en los primeros 60 años de la
ciudad de Mexicali, los monumentos se podían contar con
los dedos de las manos, hoy, 50 años después, el inventario de
monumentos2 arroja un número importante para el deleite
y gusto diverso de los mexicalenses. Vale la pena reiterar
que el despegue de la escultura monumental se dio con la
construcción del monumento a Benito Juárez que hoy sigue
siendo: el más bello y representativo del quehacer artístico y
cultural de nuestra ciudad Mexicali.
2
Bibliografía
Musacchio, Humberto, 1999, Milenios de México. Diagrama
Casa Editorial. México, D.F. 3 tomos.
Vizcarra Schumm, 2007, Registro de monumentos históricos
de Mexicali, Memoria histórica del municipio. Colectivo.
Para conocer un inventario más amplio, leer Registro de monumentos históricos de Mexicali de Salvador Vizcarra Schumm (2007: 158-176).
27
Remembranzas de basquetbol
Marco A. Buruel B.*
E
l basquetbol fue creado en el año de 1891 por
el doctor James Naismith, colaborador de la
Asociación Cristiana de Jóvenes (YMCA por sus
siglas en inglés), y empezó a practicarse en una universidad
de Springfield Mass, Estados Unidos, llegando a México
aproximadamente en el año de 1902.
De acuerdo con las crónicas de la época, se cree que este
deporte empezó a practicarse en Mexicali en los primeros
años de la década de 1920. El más antiguo testimonio del que
se tiene conciencia es una fotografía que muestra un equipo
ya formado, cuyos participantes eran en su mayoría militares
que practicaban este deporte en una cancha construida en
1920 a un costado de Palacio de Gobierno (hoy Rectoría de
la Universidad Autónoma de Baja California).
Con el paso del tiempo, el basquetbol fue adquiriendo
popularidad y para los años de 1940 una gran cantidad
de niños y jóvenes ya practicaban regularmente este
deporte, principalmente en las escuelas Distrito Federal y
Netzahualcóyotl de la colonia Pueblo Nuevo, y en las escuelas
Leona Vicario y Benito Juárez, y Cuauhtémoc, planteles
Equipos de basquetbol Mexicali y Caléxico, muy posiblemente en el año de 1924. La foto fue tomada a un costado del Palacio de Gobierno
después de un encuentro entre ambos equipos, jugado en la cancha de basquetbol ubicada en donde hoy es avenida Obregón y calle G, esquina
noreste; quizá la primera cancha de basquetbol construida en Mexicali por 1920. En la foto aparecen sin orden: Rubén Chiquito Padilla, capitán
José Pérez Tejada, capitán Hernández Pinto, Ibarra, Fernando Medina, Coronel Armando R. Pareyón, Montemayor, capitán Francisco López y
capitán José Viera (árbitro). El niño sentado en medio es Fernando Medina Jr. a los tres años de edad.
* Miembro de la Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali” A.C.
28
1948. Cancha de basquetbol y gradas de la Escuela Cuauhtémoc ubicada en avenida Madero y calle Altamirano.
La cancha fue construida en los años treinta. En la foto, un evento de la recién creada Escuela Normal Fronteriza.
Destacan: el doctor y director Francisco Dueñas Montes, profesor Gaytán, profesor Rodríguez Carpinteyro,
profesora Consuelo Figueroa de Lamadrid y profesora Talamantes, entre otros profesores y muchos alumnos.
ubicados en la primera y segunda secciones de Mexicali. A ellos
acudían los niños y jóvenes que se iniciaron en este deporte.
Posiblemente existieron algunas canchas más en las que
se practicó este deporte, como la que se ubicaba a espaldas
del edificio conocido como Aduana Vieja, situada en la
esquina de la avenida Obregón con calle México, la instalada
en los terrenos del cuartel militar por la avenida Michoacán
y calle 10, y la ubicada en el patio posterior de la iglesia
metodista en la avenida Juárez número 79, en la Chinesca,
a donde acudían los feligreses, así como los niños y jóvenes
de la colonia china. Pero en esta ocasión nos referiremos casi
exclusivamente a los equipos y jugadores que en los años
de 1940 y 1950 sudaron la camiseta jugando en la cancha
de cemento de la siempre recordada con afecto: Escuela
Cuauhtémoc, que en sus gradas daba cabida a los cientos
de aficionados mexicalenses que noche a noche acudían a
presenciar los encuentros de sus equipos favoritos.
Ernesto Aguilar, José Cabrera y Emilio Márquez, personas
sumamente reconocidas en el ambiente del basquetbol y
que participaron activamente en esa época, recuerdan los
nombres de algunos de los equipos, así como los de sus
jugadores, como el llamado Pacífico, que entre sus filas
contaba con personalidades como: José Joe Cabrera, Ignacio
Romo Porchas, Isidro Chanate Gonzalez, Trucha de la Cruz,
Jesús Chocolate Vásquez, Héctor Gancho Lynn, Chanate
Durazo, Félix Caballo Manríquez, Ritchie Félix y el doctor
Librado Monky Reyes. Cabe mencionar que este plantel
de jugadores se mantuvo activo por varios años, sólo que
constantemente y a sugerencia del Chanate González, varias
veces le cambiaron de nombre al equipo, ya que después de
Pacífico el equipo se llamó: Padres, B/29 y después, División
Panzer. Es importante señalar la categoría de este equipo
que en sus filas contaba con dos grandes personalidades: José
Cabrera y Nacho Romo Porchas, quienes por méritos propios
formaron parte de la selección mexicana que participó en los
juegos olímpicos celebrados en Londres en el año de 1948.
Otro equipo fue el denominado Corsarios, del que algunos
de sus miembros fueron: Francisco Cannet, Zurdo Orduño,
Gustavo Enríquez, Francisco Montijo, Emilio Márquez,
Jesús y Chimino Cota, y Ernesto Vizcaíno, quien al tiempo
se convirtió en árbitro, formando una excelente pareja de
silbantes con otro reconocido árbitro de apellido Caloca.
Posteriormente, Vizcaíno cambió de residencia a la ciudad
de Tijuana en donde hizo historia en los años de 1970 con
el equipo Tránsito del Estado, del cual fue su entrenador y
patrocinador, logrando varios años el campeonato estatal.
Casablanca fue otro estupendo equipo de la época ya
que contaba con jugadores de la talla de: Apolonio Polo
29
1950. Inauguración de un torneo municipal de basquetbol en la cancha de la Escuela Cuauhtémoc. Con el banderín de Baja California: izquierda
Enrique Caballo Salgado, derecha, el gobernador del territorio licenciado Alfonso García González.
Torres (Sr.), Astolfo Indio Matus, Enrique Caballo Salgado,
José Pepe López, Gilberto Camas Méndez, Marco Antonio
Chato Cretín, Sardina García y A. Chino Curiel. Todos los
jugadores que pertenecieron a este equipo son recordados por
los aficionados, ya que al poco tiempo fueron seleccionados
para representar a Mexicali y a Baja California en numerosos
campeonatos estatales y nacionales.
Hubo también otro equipo denominado Peralvillo que
participó en algunos torneos organizados en la Escuela
Cuauhtémoc, y que entre algunos de sus integrantes
recordamos a: Roberto Merino, Francisco Merino, Negro
Cardozo, y Juan A. Gallegos. Este equipo era manejado
por Chagó Cáñez que también fue un magnífico árbitro y
presidente de su colegio.
En aquellos años se formó un equipo que dejó huella en
el ánimo de los aficionados, conformado por miembros de
30
la comunidad china, reforzado por reconocidos jugadores
mexicalenses como: Wilo Vivó, Pochi Navarro, Felipe
Fonseca y los hermanos Ernesto y Manuel Lugo. El equipo
llevó por nombre Wa-Mex. A propósito de las actividades
que durante su etapa activa desarrolló este equipo, en una
ocasión, orgullosamente nos comentaba el señor Vivó las
aventuras que vivieron al realizar una gira por toda la costa
del pacifico, hasta llegar a México D.F. Esto sucedió cuando
aún no existía carretera pavimentada y el viaje se realizó
en un “troquecito de redilas”. Para solventar los gastos de
alimentación y hospedaje, en las ciudades importantes del
trayecto sostuvieron encuentros contra equipos locales. La
historia de este singular equipo se encuentra en exhibición
en el Salón de la Fama de esta ciudad.
En el año de 1951 empezaron a reunirse un grupo de jóvenes
basquetbolistas que participaban en diferentes equipos de
1935. Equipo Wah-Mex, en la cancha del templo metodista de avenida Juárez 79, Chinesca, primera sección. Esta cancha rivalizó con la del
Palacio para ser la primera construida en Mexicali en 1920. En la foto sobresalen: de pie, 2do Rafael Campos y 6to. Raymundo Vivo. En cuclillas:
2do- Fanga Wong, y 5to. Manuel Lugo.
Mexicali, cuyo objetivo era formar un equipo nuevo con la
fuerza y calidad suficientes para ganar los torneos locales
y representar a la entidad en los campeonatos estatales y
nacionales de 1ra. Fuerza. Así fue como nació el Mexicali
6-6, que con el paso del tiempo se convirtió en una leyenda
del deporte mexicalense. Los fundadores del club fueron:
Astolfo Matus, Francisco Montijo, Apolonio Torres, Emilio
Márquez, Marco Antonio Cretín, Manuel Chacón Cota,
Ignacio Romo Porchas, Enrique Salgado, Pablo Victoria,
Gilberto Méndez y Félix Manríquez. A estas reuniones
también asistieron varias personalidades como: Roberto
Colima Ramírez, José Dorantes L., Rodrigo Verdugo, Elías
Chacón y Efrén Romero, quienes siempre fueron fieles
aficionados al equipo. Con muy pocas excepciones, durante
la década de los años de 1950 el Mexicali 6-6 fue la base de
la selección que representó a Baja California en los torneos
nacionales de 1ra. Fuerza que se celebraron en diferentes
ciudades de la república, incluyendo al que se efectuó en 1955
en Poza Rica, Veracruz, en el que se obtuvo el subcampeonato
y que debido a ello permitió que se consiguiera le sede para
efectuar en esta ciudad el campeonato de 1957, año en que
se celebraron las Bodas de Plata del Basquetbol, evento que
resultó todo un éxito en lo deportivo, económico y social, ya
que dio pie para la construcción del Gimnasio de Mexicali
(hoy Gimnasio Ernesto Aguilar). De entre los distinguidos
miembros de este plantel de grandes jugadores, merece
mención especial Manuel Manotas Chacón, quién junto con
José Cabrera asistió con la selección de México a los juegos
Olímpicos de Helsinki en 1952.
Cabe señalar que el primer entrenador fue el señor
Humberto Martínez, hasta 1953, año en que tomó las riendas
Ernesto Aguilar O., quién manejó el equipo en una primera
etapa hasta 1960, año en que se retiraron como activos la
mayoría de los jugadores fundadores. Para que el equipo
siguiera su trayectoria Emilio Márquez obtuvo la aprobación
del entrenador Aguilar para manejarlo, renovándolo con
jugadores novatos que ya participaban con el club en categoría
2da. Fuerza, apoyados con elementos de experiencia como
Emilio Márquez, como entrenador y jugador, además de Mario
Cota y Carlos Guerrero. Con este plantel se obtuvo de forma
invicta el campeonato municipal de 1961, lo que apresuró al
año siguiente el regreso de Ernesto Aguilar, quién se mantuvo
31
Nació en Guaymas, Sonora. Participó en le Olimpiada de
Londres en 1948, donde México quedó en cuarto lugar.
Llegó a Mexicali en 1929; tenía cinco años de edad.
Inició en el basquetbol en la Escuela Vocacional
Instituto Industrial en la ciudad de Tijuana de 1939
a1940. Posteriormente, en la Secundaria 18 con el
entrenador Julio Félix.
En 1945 representó al Banco del Pacífico;
asimismo en la Quinteta Jabonera del Pacífico.
Asistió al campeonato nacional de 1947 en la
ciudad de México, y en 1948, en el Nacional de Puebla
donde fue preseleccionado para la Olimpiada de
Londres 1948.
Durante quince años jugó en el Mexicali
6-6, equipo con el que llegó hasta el final de su
trayectoria.
Nació en Nogales, Sonora. Compitió por
México en la Olimpiada de Londres 1948,
donde México finalizó en cuarto lugar.
México ganó cinco partidos y perdió dos.
Participaron 23 equipos.
En 1945, a los 24 años, participó en el
Nacional de Guadalajara. En 1947 jugó en
el Nacional celebrado en el Distrito Federal;
quedó en el segundo equipo ideal.
En 1948, en el campeonato Nacional de
Puebla, Baja California terminó en cuarto
lugar; con esto Cabrera logró ser nominado
al equipo ideal.
Nació el 12 de marzo de 1928 en la colonia
Oribe de Alba, del valle de Mexicali.
Compitió en la Olimpiada de Helsinki
1952, bajo la conducción del entrenador
chihuahuense Antonio Delgado. El primer
encuentro en esta olimpiada fue con
Finlandia a quien derrotaron por 66 puntos
a 48. Posteriormente perdieron con Bulgaria
y la Unión Soviética.
Uno de los mejores jugadores bajacalifornianos en la historia. Sólido en la defensa y
con excelente tiro de media distancia. Acudió
a nueve campeonatos nacionales.
Olímpicos mexicalenses. 1948 y 1052.
32
en su puesto hasta mediados de
los años de 1960, en que se hizo
cargo del equipo un exjugador:
Marco Antonio Buruel B. Desde
1951, hasta el presente año 2012,
el Mexicali 6-6 sigue participando
en el basquetbol mexicalense,
actualmente bajo la batuta de
otro exjugador del equipo: Javier
Bernal.
Un equipo que también es
inolvidable para los viejos aficionados que asistían regularmente
a presenciar los encuentros en la
cancha de la Escuela Cuauhtémoc,
fue el llamado Cachorros. Me
comentan Mario Cota y Ernesto
Ernie Morlett que entre 1952
y 1953 un grupo de jóvenes
residentes de la vecina ciudad de
Caléxico, California., jugadores
recién egresados de la High School
encabezados por Pepe López se
reunieron para formarlo y poder
participar en los torneos de esta
ciudad, entre ellos recuerdan a:
Pepe Armendáriz, Víctor Wallas,
Ernesto Ernie Morlet, Mario Cota,
Tommy Welch, Bobby Montejano,
José Pepe López y José Cabrera.
A estos elementos se agregaron
jugadores locales como: Héctor
Lynn, Armando Lery Núñez,
Ignacio Canas Rentería, Pelón
Fonseca, Juan Gandul Lizárraga
y los conocidos hermanos Octavio
Pollo y Héctor Tyrone Gómez.
De toda esta pléyade de grandes
atletas es difícil escoger uno que
más se haya distinguido, pero si
fuere necesario hacerlo, sin duda
optaríamos por Ignacio Canas
Rentería quien al inicio de su
carrera fue reclutado por el famoso
1961 equipo Mexicali 6-6. De Izquierda a derecha: De pie, Rafael
Corella, Juan González, Alfredo Martínez, Pedro Barajas, Marco
Antonio Buruel, Carlos Lizárraga, José Acosta, ingeniero Aurelio
Carrasco presidente de la Liga Municipal de Basquet Mexicali. En
cuclillas: Heriberto López, Francisco Santacruz y Erik Guerrero.
1953. Equipo Cachorros. De izquierda a derecha: de pie: Octavio
Pollo Gómez, Mario Cota, Pepe Armendáriz, Vicky Wallas y Bobby
Montejano. En cuclillas: Erni Morlett, José Pepe López, Tommy Welch
y Armando Lery Núñez.
el cual se basaba en un juego rápido, alegre y de muchos tiros
a la canasta, lo que contrastaba con el juego semilento y de
presionada defensa que practicaba el Mexicali 6-6. Durante
casi diez años, torneo tras torneo, ambos equipos fueron
protagonistas de enconadas batallas deportivas, la mayoría de
ellas realizadas en la cancha de la Escuela Cuauhtémoc, hasta
el año de 1957 en que se construyó el Gimnasio de Mexicali,
trasladándose a ese recinto las actividades basquetboleras,
1960, equipo Cachorros. De izquierda a derecha. De pie: Héctor
Tyrone Gómez, Álvaro Molina, Rodrigo Verdugo Coach, Armando
Lery Núñez, Marco Antonio Chato Cretín, Octavio Pollo Gómez. En
cuclillas: Ismaél Mayul López, Juan Gandul Lizárraga, Erni Morlet y
Mario Cota.
ocasionando con ello que al poco tiempo desapareciera esta
cancha, que fue convertida en estacionamiento y sus gradas
derruidas. Sin embargo, dicen algunas personas sobrevivientes
de ese tiempo, que todavía es posible en algunas noches, escuchar
las porras y los gritos de aliento que los aficionados brindaban a
sus equipos y jugadores preferidos, como también la algarabía
equipo Ola Verde, de Poza Rica, Veracruz, participando
dentro de ella en torneos y giras a distintos países del
mundo. Entre los primeros entrenadores recuerdan al
conocido empresario y mecenas del deporte Carlos Chale
Moreno, así como también Ado Corona, pero muy pronto
se hizo cargo del equipo el amigo Rodrigo Verdugo, quien se
sostuvo durante la vigencia del equipo hasta principios de
los años de 1960.
Los Cachorros causaron una grata impresión entre sus seguidores
y también para los que no lo eran, por el sistema que utilizaban,
que formaban cuando al término del partido cruzaban la calle
Madero para continuar con los comentarios acerca del partido,
saboreando una rica nieve en las mesas de las neverías de los
japoneses.
Verdad o no, lo que sí podemos afirmar es que este artículo
trata de remembrar una época deportiva realizada en una
parte de la ciudad que fue muy importante para Mexicali
y sus residentes como fue la Escuela Cuauhtémoc, así como
recordar también a los jugadores pioneros de este deporte,
que tantas satisfacciones nos brindaron.
33
Vivencias en el valle de Mexicali
100 años del algodón
L
as crónicas de historia nos dicen que las primeras
siembras de algodón en el valle de Mexicali fueron
en el año de 1912. Ya en el Valle Imperial desde el
primer año que pasó el agua por el canal Álamo y regó sus
tierras se sembraba el algodón, pero no siguió cultivándose
en la escala en que se sembró en el valle de Mexicali, por la
mano de obra, y como la Colorado también tenía sus intereses
en el Valle Imperial, acordaron desarrollarlo en México con
la posibilidad de traer trabajadores de China a este país, ya
que en Estados Unidos estaba prohibido.
Al enterarme de que se celebraría el primer siglo de las
primeras siembras de algodón, empecé a reflexionar al
respecto. En lo particular, sé cómo ha sido la siembra durante
sesenta años, y por la historia conozco los otros cuarenta.
Y pensé que debía escribir mi experiencia para compartirla
con las nuevas generaciones, y para que no se repita lo que
los productores hemos vivido por 100 años.
En febrero de 1952 llegué a Baja California del estado de
Michoacán; y recién llegado conocí el algodón en las matas;
en las orillas de las parcelas se encontraban algunas plantas
que no fueron cortadas por las máquinas que preparaban
las tierras. Hoy, cuando se habla de que se acerca el primer
centenario de la primera siembra de algodón en el valle
de Mexicali, los recuerdos se me amontonan en la cabeza,
porque el mismo año que pisé tierras cachanillas empecé a
sembrar algodón.
Les contaré lo que viví a mi muy corta edad. El tío Pedro
Andrade Aguirre compró un tractor marca Ferguson y venía
con su cultivadora, fertilizadora y su sembradora, pero era de
Eduardo Andrade Cisneros*
tres puntos y no traía asiento para el sembrador como lo tenían
todas las sembradoras de la época. Cuando la estrenaron se
dieron cuenta de que los terrones y las varas del algodón de la
cosecha anterior las tapaban o se salía la cadena, y cuando el
tractorista se daba cuenta de ello ya había caminado a veces
hasta cincuenta metros. En ese tiempo yo tenía nueve años,
recién cumplidos en enero; me explicaron lo que pasaba
y me subieron en la sembradora, parado en la estructura
y agarrado de los botes donde va la semilla, y cuando un
terrón se atoraba le picaba con una vara de pino salado y ya
no se tapaba, pero si una vara de algodón se atoraba en la
cadena, agarraba la vara y la jalaba para que no se tapara
o le gritaba al tractorista para que se detuviera; pero si no,
con la mano sembraba el pedazo y adelante. Le ayudé a
sembrar los dos ranchos en la colonia Zacatecas, y un rancho
de don José María Ochoa. El tractorista se llamaba Tiburcio
Pérez, yo lo conocía porque era de mi tierra, de Janamuato,
Michoacán. Mi tío Pedro Andrade Aguirre me pagó con una
semana en Mexicali; así lo conocí, y con él recorrí todos los
cines. Esos son mis primeros recuerdos de mi experiencia en
la siembra del algodón.
Por el mes de julio mi padre se fue a trabajar de
mayordomo con don José Luis Sandoval en la misma colonia
Zacatecas. Cuando se llegó el tiempo de la pizca, para luego
nos apuntamos mis hermanos Julio, Abelardo, y yo, pero mi
padre me dijo que yo no fuera a la pizca, que en lugar de eso
ayudara a mi madre a traer el agua que acarreábamos de un
pozo que estaba como a 500 metros, en el rancho de Pablo
Valle. Me dijo: yo te doy 10 pesos por semana; acepté. Pero
* Miembro de la Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali” A.C. Correo electrónico: [email protected]
34
cuando llegaron mis hermanos y me dijeron cuántos
kilos habían pizcado, para pronto saqué cuentas y le
dije a mi padre: No me quedaré en la casa, yo también
iré a la pizca; y eso hice. En la tarde me fui y pizqué
17 kilos, y volví a mis cuentas; quiere decir que puedo
pizcar como 40 kilos diarios, multiplicados por 6 días
serían 240 kilos a la semana; el kilo lo pagaban a 17
centavos, ganaría más de 40 pesos por semana. Me
comprometí a que cuando llegara a comer traería un
viaje de agua, y en la tarde, la que se ocupara en la
casa para que a mi madre no le faltara. Esa fue mi
primera vez cosechando el algodón.
En febrero de 1953 nos fuimos a vivir a la
Cama cho, al rancho del abuelo Cayetano Cisneros
Aguilera, mientras mi padre construía una casa para
la familia en la colonia Leona Vicario. La hizo de
palos de álamo, tule y carrizo. Durante ese tiempo
en la Camacho, mis hermanos y yo pepenábamos
algodón del suelo, ya estaba todo disqueado. Creo
que ese año valía mucho el algodón. El tío Benito
nos lo compraba en un peso el kilo que pepenábamos.
Fue otra experiencia en mi vida. Después nos
cambiamos a vivir a la Vicario y fue el primer año
que mi padre sembró su tierra. Nació el algodón pero
la tierra tenía malas yerbas, cadillo y malvilla, y en
cuanto cultivaron nos pusimos a limpiar el algodón.
Cuando ya el algodón medía más de 15 centímetros,
empezamos a desahijar. El desahije consiste en cortar
las matas que sobran y dejar una planta cada 15 o 20
centímetros; eso también lo realicé en ese año.
A mi corta edad me enseñaron en mi casa, mi
padre, lo que debía saber sobre las labores del campo:
cómo sembrar y cultivar el algodón y cosecharlo. Yo
me encargué de los ranchos el último año que sembré
algodón que fue cuando llegó la plaga de la mosca
blanca. Personalmente supervisaba cómo quería que
se sembrara el algodón, a qué profundidad debía
quedar la semilla enterrada en el surco. Pocas veces
tuve que volver a sembrar, sólo cuando el clima no
era favorable. Lo regué para que naciera, para que
fructificara hasta el último riego; lo cultivé con
aperos de tracción animal, y también con tractor,
desde barbechar la tierra hasta el cultivo. Pero
en 1972 vendieron nuestro algodón sin nuestro
1985. Reunión de la Sociedad Cooperativa Miguel Hidalgo de la Federación
Estatal de la Pequeña Propiedad. En el presídium destacan, de izquierda a
derecha: ingeniero Luis Rogelio Terán Real, Francisco Márquez Falcón, Eduardo
Andrade Cisneros y Rosendo Montoya.
1984. De izquierda a derecha: licenciado Xicoténcatl Leyva Mortera, gobernador
del estado de Baja California, subsecretario de Economía y Eduardo Andrade
Cisneros en la inauguración Baja California “Aquí” en el Auditorio Nacional de
México, D.F.
1979. De izquierda a derecha: Francisco Márquez Falcón, Sabino Jiménez
Alba, Juan Santana Peralta, gerente general de Banrural en Baja California,
y Eduardo Andrade Cisneros.
35
1978. Instalaciones de la Sociedad Cooperativa Miguel Hidalgo de la Federación Estatal de la Pequeña Propiedad en la colonia Pólvora km 22 ½,
carretera Mexicali, San Luis Río Colorado, Sonora.
consentimiento por menos de la mitad, ya que en el mercado
se vendió entre 800 y 900 pesos el quintal, en el Banco de
Crédito Agrícola se vendió en 437 pesos el quintal; fue el robo
del siglo a los productores. ¿Qué nos enseñó esa experiencia?
Que debíamos organizarnos para tener en nuestras manos
el despepite y la comercialización. Fue así que formamos la
Sociedad Cooperativa Miguel Hidalgo. Yo formé parte de la
directiva como tesorero del consejo de administración.
En el año de 1975 supe cómo trabaja un despepite
de algodón; después, en 1978 encabecé el consejo de
administración de nuestra cooperativa Miguel Hidalgo,
y para pronto retomé la causa principal que nos animó
a organizarnos, que era la comercialización de nuestros
productos, y en compañía de los socios se acordó que el
consejo de la cooperativa vendería el algodón. Se nos vino
el mundo encima: los funcionarios y los comités de ventas
que eran títeres de los funcionarios de Banrural de todo
nos acusaron, sirviendo a los intereses del pequeño cacique
del valle de Mexicali, ya que el mejor negocio es vender
los productos de los productores. Pero, la fuerza moral de
que el producto era nuestro, no pudieron echarla atrás.
Ésa fue mi primera experiencia en ventas de algodón. Don
Miguel Delgado, que era el encargado de las compras de la
Algodonera Comercial Mexicana, fue al que le vendimos las
primeras 500 pacas. Y cierto día llegó a las oficinas de la
36
cooperativa para platicar con el consejo de administración.
Vengo a felicitarlos, dijo, porque rompen con un monopolio
de las ventas de algodón, y a disculparme con ustedes
porque vociferé y decirles que cuando la compañía compre
un algodón ustedes obtendrán 2 dólares más por quintal,
y esto va por las pacas que ustedes quieran. ¡Cuánta razón
tenía don Miguel Delgado! Les quitamos a los funcionarios
del Banrural la venta del algodón de los productores.
Para que se den una idea de cuánto representaba la
cosecha y la venta del algodón… Cada año en el valle de
Mexicali, los habilitados producíamos más de 150 mil pacas,
cada una con cinco quintales, más de 750 mil quintales. Si
don Miguel nos pagaba dos dólares más por cada quintal,
saquen cuentas ¡cuántos $$$$$! Los amigos me decían: “Ten
mucho cuidado, te pueden matar”. No pasó nada.
En 1982 fui electo presidente de vigilancia de la
Confederación de Cooperativas de la República Mexicana.
Al revisar las cooperativas de México me di cuenta de que en
Michoacán, en Puebla, en Tlaxcala y en Guadalajara había
cooperativas textiles. Entonces me di a la tarea de hablar
a los representantes por teléfono y preguntarles a quién le
compraban el algodón; me dieron los nombres de las mismas
empresas a las que nosotros los campesinos les vendíamos.
Empecé a hacer relaciones con ellos y acordamos que en el
mes de septiembre los visitaría para ver la posibilidad de
hacer trato directo, sin intermediarios. Cuando se
llegó la fecha, en septiembre, negociamos la venta
de 300 pacas de algodón a la planta del Salto Jalisco
por medio de Nacional Financiera, pero el trato se
amarraría cuando vieran el algodón. El Consejo
de Administración acordó mandar las pacas, y el
presidente Francisco Márquez Falcón y un colono
de la Puerta (del que no recuerdo su nombre), y su
servidor, nos fuimos al Salto. Las pacas todavía no
llegaban por la presencia de un ciclón en Sinaloa, y
entonces acordamos visitar a los cooperativistas de
Uruapan, ya que en este lugar había dos sociedades
cooperativas textiles: la Providencia y la Lázaro
Cárdenas. Los localizamos ese día por la noche en
el hotel donde nos hospedábamos. Platicamos, y les
vendimos 100 pacas de algodón a cada cooperativa;
pero, ¡oh sorpresa!, no tenían castigos de calidades
y la venta fue en mejores condiciones que con los
compradores tradicionales.
Regresamos a Guadalajara, y cuando visitamos
la empresa textil ya habían llegado las pacas
de algodón; las revisaron, y en las oficinas de
Guadalajara tratamos otras 1000 pacas en igualdad
de circunstancias que en Uruapan, y con muy buenas
ganancias para los productores y también para la
cooperativa.
Ese año fue muy malo en superficie sembrada
en el valle de Mexicali, y también en precio en el
mercado internacional; pero gracias a que abrimos
un nuevo mercado salimos y seguimos adelante. Las
malas lenguas nos pronosticaban un fracaso total en
la cooperativa, porque nomás despepitamos 12 000
pacas de algodón en los dos despepites, pero cuál sería
su sorpresa cuando pagamos todos los créditos y nos
sobraron 1 200 pacas para nosotros, y no le debíamos
a ningún productor. Para entonces, llegó a México una
delegación de cooperativas de Italia, venían a conocer
las cooperativas de México. Se organizó un encuentro
con varias cooperativas del país, y se propusieron
tres proyectos que apoyarían con créditos: uno de
mármol, otro de vid y uno más de textil; y nuestra
Cooperativa Miguel Hidalgo fue seleccionada. Nos
invitaron a Roma para ver los proyectos. El señor
Francisco Márquez y su servidor fuimos escogidos, y,
1985. Telares de la Sociedad Cooperativa Miguel Hidalgo.
1985. Visita de un grupo de productores de algodón a los telares de la Sociedad
Cooperativa Hidalgo. El encargado era el señor Carrasco.
1985. Un grupo de productores visitando los telares de la Cooperativa Hidalgo.
En la foto se destacan: Jaime Palacios Flores y Román Montoya.
37
además, nos dieron un boleto y todos los gastos pagados por
las cooperativas de Italia. Cuando llegamos a Roma, el crédito
de México se canceló y, por ende, no se pudo concretar una
planta textil en Baja California. Al volver, fuimos a la ciudad
de México para cobrar un dinero que nos debían los hermanos
Chelala, Ricardo era uno y del otro hermano no recuerdo el
nombre. Al llegar a sus instalaciones nos dijeron que hacía
varios días que no nos veían. Les platicamos del viaje que
hicimos a Roma para ver la posibilidad de una planta textil, y
nos invitaron a conocer su maquinaria; y cuando estábamos en
las instalaciones nos presentaron al encargado de la empresa,
hijo de un hermano de ellos. Y nos platicó que esta planta
la empezó su padre, pero actualmente la administramos
dos hijos del gerente; el encargado es mi hijo, es la tercera
generación. Ustedes van muy rápido. Empiecen en pequeño,
primero fabricando hilo. Nos recomendó a un señor que
vendía maquinaria textil, un español de nombre José García.
Lo visitamos en su negocio y le platicamos la idea; nos invitó
a comer, y nos dio dos cotizaciones de dos plantas que vendían
en Puebla, así como las direcciones respectivas. Fuimos a
Puebla a conocerlas con una cita con don Simón Kleiman.
La mejor oferta fue la de Kleiman, porque era una planta
nueva con maquinaria checa y alemana de los años finales de
1970; se las recomiendo. Para no hacerles el cuento largo, le
compramos los créditos a los checos: como 180 mil dólares, y
a don Simón Kleiman en cerca de 23 millones de pesos ya que
él les pagó a los alemanes la cuenta, y firmamos un contrato
ante notario por cinco años, pactados los meses de renta
por los cinco años. Y empezamos a fabricar hilo, entre 800
y mil pacas de algodón. Eso nos dio la oportunidad de estar
en el corazón de la industria textil de nuestro país y poder
vender algodón directamente, y además empezamos a tener
tratos con industriales a los que entregábamos el algodón
en participación en tres o cuatro meses. Lo elaboraban
en telas y lo comercializaban con las ganancias a medias.
Fue con la planta textil de los trabajadores de Salvatierra,
Guanajuato, y les ayudaba Nacional Financiera en la
administración, el licenciado Barrera que era primo de los
del ejido Cucapá. Después, en sociedad con una cooperativa
de México empezamos a fabricar pantalones de gabardina y
de mezclilla, manta cruda y franela; nosotros aportábamos el
algodón, los de Salvatierra la tela y los de México la mano de
38
obra. En 1986, cuando el gobierno del estado celebró la feria
“Baja California aquí”, en el Auditorio Nacional, estuvimos
vendiendo pantalones. Ese mismo año entramos en pláticas
con una empresa de Puebla, y a principios de 1987, le
compramos 33 telares que se instalaron en la colonia Pólvora
para fabricar nuestros abrigos para las pacas de algodón.
Otra experiencia con el algodón la tuvimos en 1984.
El gobierno checo nos invitó a visitar Praga para que
conociéramos la maquinaria textil, porque nos ofrecían una
planta que procesara 3 000 pacas en hilo. Fuimos y visitamos
sus fábricas integradas hasta telas, después pactamos para
que el embajador de este país visitara Baja California y nos
conociera en vivo. El licenciado Xicoténcatl Leyva Mortera
le concedió una entrevista, pero sus colaboradores le pusieron
muchas trabas al proyecto. Cuando fuimos a la Cooperativa
Miguel Hidalgo, el embajador de Checoslovaquia nos dijo
que el proyecto no es para el gobierno del estado sino para
los campesinos de la cooperativa. Ustedes tienen la palabra.
La verdad, es de las cosas que me arrepiento en mi vida
por no tomar la decisión. ¡Cuántos recuerdos y anhelos se
quedaron en el camino! Cuando era joven y leía en la prensa
las declaraciones de Alfonso Garzón, de que los campesinos
deberíamos tener todos los recursos en nuestras manos. Por
eso, cuando estuve en la administración como presidente
acuñamos esta frase: “Sólo alcanzaremos la reforma
agraria integral cuando podamos producir, industrializar y
comercializar nuestros productos”.
Por lo tanto, es necesario que los mexicanos conozcan
estas experiencias. Además, que sepan que los productores
somos capaces de seguir adelante. Cuando las tierras de este
valle estaban en manos de un latifundio lo más que llegaron
a producir fueron 80 000 mil pacas de algodón; cuando se
repartió el latifundio, se llegaron a producir 500 000 mil
pacas; ahorita, el año que termina con muy pocas hectáreas
se producirán más de 200 000 mil pero también se producen
más de 500 000 mil toneladas de trigo, más de 350 000
toneladas de alfalfa acicalada; se pastorea ganado en más
de 5 000 hectáreas de ray grass, muchas verduras. Dirán
que las tierras están rentadas, pero qué camino le queda al
campesino, venderla o rentar la tierra. Es mi experiencia muy
particular que la vida me dio la oportunidad de contribuir al
desarrollo de el algodón.
HIS T OR IA S D E LO CO TID IA NO
Servicios bancarios: una mano a las manos que trabajan
Miguel Esteban Valenzuela Robles*
E
n el estudio de la Economía existen dos importantes
Peninsular. El alcance de esta política era acotar el monopolio
variables: la escasez y el excedente. Ambas condide crédito y avío que la Colorado River Land Company tenía
cionan el intercambio de bienes y la satisfacción de
en las actividades agrícolas.
las necesidades para lograr un desempeño social armónico y
Para 1938, por iniciativa de Antonio González y un
justo. En este contexto de intercambio aparecen los bancos
grupo de industriales mexicalenses se funda el Banco
como actores primordiales del desarrollo económico de una
Internacional de Baja California, ubicando su edificio en la
localidad. Estos son los intermediarios para que el dinero
esquina de Madero y Morelos y canalizando sus operaciones
excedente de alguien, se canalice hacia otra persona (física o
hacia el financiamiento de actividades agrícolas y ganaderas
moral) a la que le es escaso ese recurso. Así, desde su aparición
principalmente; considerando que en ese sector de negocios
en los tiempos bíblicos y hasta su reconocimiento como
existía la garantía de pago más fehaciente.
actividad comercial en el auge mercantil genovés, los bancos
Durante toda la primera mitad del siglo XX la actividad
(y los banqueros) desarrollaron mecanismos e instrumentos
bancaria de Mexicali fue de prosperidad; el auge de los
de comercio que hasta hace poco tiempo definían la actividad
negocios agrícolas y el derrame comercial que esto implicaba,
bancaria como una tarea coadyuvante para el desarrollo.
hacían prever un apogeo sin límite. La abundancia de
De esta forma nuestra región no ha sido ajena al desarrollo
esa mercancía llamada “dinero”, es decir, su excedente,
de una mentalidad bancaria local. Hacia 1916, José María
necesitaba de resguardo y administración, situación ideal
Hernández funda el Mercantile Banking Company, primer
para los banqueros de la época; banqueros que, en ese
banco local que luego cambiaría a Banco de Comercio de
entonces, eran los ideales consejeros de negocios.
Baja California. Años después, este banco se integró
a la red del Sistema Bancomer. Posteriormente,
inicia operaciones la Compañía Bancaria Peninsular,
dirigidas por Próspero Sandoval. Eran los años de
despegue de la actividad agrícola, mientras que el
volumen de operaciones en bares, casinos y hoteles,
además de abarroteras y otros comercios era atendido
por estos bancos para sus operaciones de resguardo
y préstamo bancario en un apogeo estimulado por la
Ley Seca ya implementada en Estados Unidos.
En esta dinámica nacieron la Compañía Bancaria
Internacional y la Compañía Bancaria Oriental. En
1927, el gobernador Abelardo L. Rodríguez, en un
intento por derivar los mayores esfuerzos pecuniarios
hacia la gente del campo y para promover un principio
sano de cooperación y crédito personal e iniciarlos en
La Compañía Bancaria Peninsular y el Mercantile Banking Company fueron
los secretos de la economía, crea el Banco Agrícola
los primeros bancos en Mexicali.
* Miembro de la Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali”, A.C. correo electrónico: [email protected]
39
Cheque girado por la Cervecería de Mexicali en julio de 1926. Diez años antes, el auge de las actividades comercial y agrícola impulsó la creación
de dos importantes bancos para fortalecer las operaciones comerciales de la región.
La Guía de la ciudad de Mexicali publicada por Celso
Aguirre Bernal refiere, en los años de 1950, la existencia
de diez bancos en la ciudad, además de tres instituciones
financieras gubernamentales, para lo que, considerando el
tamaño de la población de entonces, permite hacer válido
el afirmar que el volumen de negocios en la ciudad era
verdaderamente enorme. Trece bancos son muchos y nos
habla de la grandeza económica que la región generaba y que
se reflejaba en la masa monetaria, el volumen de empleo, el
intercambio de divisas y otros indicadores macroeconómicos;
hechos que perfilaban a Mexicali como una de las ciudades
más prósperas del país.
Ante la necesidad de fortalecer los cuadros de servicios
bancarios, algunas instituciones fueron fusionándose para
integrar modelos de negocios más competitivos.
Hacia 1953 el inicial Banco de Mexicali se fusionó con el
Banco de Londres y México, mismo que quedó instalado en
la calle Morelos. Un año antes, para 1952 se funda el Banco
Mexicano de Occidente donde participó capital accionario del
general Abelardo L. Rodríguez; lo que reflejaba el desarrollo
de la región y la creciente necesidad de contar, cada vez, con
más y mejores instituciones de crédito. En esos años el propio
Banco de Comercio de Baja California reportaba depósitos
superiores a 230 millones de pesos (de 1958), y era reconocido
como el banco más fuerte de provincia dado sus niveles de
captación. Junto a estos bancos, competían por la captación el
Banco de Londres y México, Banco Capitalizador de Ahorros,
Banco Nacional de México, Fomento Industrial del Norte y la
Financiera del Noroeste entre otros, además de las instituciones
gubernamentales de apoyo a las actividades agrícolas, Banco de
Crédito Ejidal y la Financiera Nacional de Crédito Agrícola.
Hacia 1968 la modernización entró de lleno a los bancos
locales. En ese año, el Banco Nacional de México inauguró una
moderna sucursal en esquina de Madero y Morelos. Por su parte,
el Banco Longoria estableció una sucursal más, en un intento
por atender de mejor manera a su extensa clientela y por ofrecer
los mejores rendimientos a las cuentas de ahorro y de inversión.
De hecho, una parte trascendente en el negocio bancario de
Edificios de la Bancaria
Agrícola Peninsular promovida
por el general Abelardo L.
Rodríguez y el de la Bancaria
del Pacífico. Este último se
distinguió por la arquitectura
y acabados aplicados en
su edificación; un modelo
arquitectónico que se preserva
hoy en día.
40
Hacia 1950 el Banco de Mexicali, S. A.
se instaló en la planta baja del Hotel
del Norte; tiempo después este banco
se fusionó con el Banco de Londres
y México y cambió sus instalaciones
a la esquina de Reforma y Morelos.
Actualmente se ubica una reconocida
firma mueblera.
esos años fue el trato brindado a la función del ahorro como
instrumento prioritario para la captación de clientela y el uso
del ahorro como el primer eslabón en la educación financiera
de la población. Muchos infantes de la época contaron con
una tarjeta de ahorro y, en su cuenta, disciplinariamente se les
depositaba su “domingo” y otros premios.
En este contexto es importante resaltar la forma en que
el propio negocio bancario ha cambiado con los años, el que,
partiendo de la naturaleza de intermediación que realizan, la
transformación del negocio ha limitado en mucho el sentido
del banquero tradicional. Actualmente, la especulación y
la propensión al consumo son las armas de atracción de
clientes. Gaste, consuma, invierta, son ahora las premisas
promocionales de todos los bancos. Baste con observar la forma
en que dirigen su publicidad para identificar que los mensajes
ya nada tienen que ver con la garantía del patrimonio (algo
que antes se promovía), ni con el estímulo al ahorro. Desde la
perspectiva de la teoría de los ciclos económicos, los bancos,
hoy en día están inmersos en la denominada crisis crónica
de realización, donde el estímulo al consumo es constante y
artificial; tal y como lo hacen los bancos en la actualidad.
Lejos han quedado los días en que el Festival de Reyes
(patrocinado por el Banco de Comercio) convocaba a toda la
niñez mexicalense para llevarse un regalo y disfrutar de la
algarabía que encerraba al Gimnasio de Mexicali. Tampoco
existen los artículos promocionales que se regalaban a todos
los cuentahabientes, quienes estaban a la espera del calendario,
la agenda, la taza, ceniceros, libros y diversos artículos que
favorecían los depósitos y la lealtad de todo un año del cliente
hacia su banco. Eran instrumentos de promoción al ahorro
para el público en general, ya que para la clientela especial, esa
de carteras gordas, se tenían como regalos automóviles, viajes y
hasta bienes raíces. Eran otros tiempos de los bancos, además,
tiempos de bancos mexicanos, trabajados por una cultura
bancaria desarrollada por mexicanos y con alto prestigio
internacional; hasta que en septiembre de 1982 todo ese acervo
nacional se expropió “por causa de utilidad pública”.
Otro aspecto trascendente en los “bancos de antes” era
la atención del personal hacia la clientela y la forma en
que los bancos reclutaban a sus empleados. Llegar a una
de las cajas era una delicia ya que siempre atendían las
jóvenes más bonitas de la ciudad, con la calidez y la sonrisa
de esos rostros bien maquillados y de esos peinados bien
arreglados. El oficio de cajera era sinónimo de belleza y
El Banco Mexicano de Occidente junto con el Banco Internacional
de Baja California fueron de los últimos agrupamientos bancarios de
capital regional. Sus operaciones lograron capitalizar el auge agrícola
de los años de 1950 hasta entrada la década de 1970.
41
El Banco Nacional de México se caracterizó por modernizar sus
instalaciones, acondicionándolas con mobiliarios y acabados de lujo.
Fue el primer banco en instalar equipos automatizados que facilitaron
los procesos de registro y control bancario; como en esta sucursal en la
esquina de la avenida Azueta y calle Altamirano.
El Banco de Comercio de Baja California figuró como el más eficiente
en captación a nivel nacional, producto de sus intensos programas
de promoción de ahorro, tales como el nostálgico Festival de Reyes;
además de la eficiente cobertura por su número de sucursales y la
siempre asesoría empresarial que prestó a sus clientes, bajo el estribillo:
“Un banco con ideas modernas”.
ningún banco quería tener cajeras de leve atractivo, por
lo que, entre los requisitos de ingreso siempre estaba
presente el requisito de la “buena apariencia” y “buen
trato al público”. El servicio de cajas era considerado la
ventana del banco por eso era tan minucioso el detalle en
la presentación de las cajeras. Por su parte, los ejecutivos
de crédito y los de gerencia portaban traje y atuendos cuya
formalidad se extraña. Trabajar en un banco era decirse
conocedor del buen vestir, por lo que estos banqueros eran
los principales clientes de los sastres locales.
Por eso, al retomar la frase comercial de Unibanco (el
último de los bancos mexicalenses): “Una mano a las manos
que trabajan”, se busca explicar la naturaleza y el sentido
de servicio que los bancos tenían hasta inicios de los años
de 1980; sobre todo la forma en que influyeron para que
Mexicali cimentara su desarrollo económico y brindara
oportunidades a todos los mexicanos que llegaban a estas
inhóspitas latitudes. Los bancos de aquí brindaron apoyo y
cultura del ahorro; hoy en día, en su evolución empresarial,
han sido transformados en agentes financieros promotores
de la especulación y el consumo; antinatura a la esencia
bancaria tradicional y a la propia ciencia económica.
Los señores Álvaro Conde, Ignacio Castilla, Manuel Herrera y Eugenio
Eraña integraban el Comité Directivo de Bancomer hasta 1982. Ignacio
Castilla fue un importante promotor de servicios bancarios en Mexicali
y formó numerosos cuadros ejecutivos que después contribuyeron a la
formación de otros bancos en la región.
Bibliografía:
Aguirre Bernal, Celso, Guía de la ciudad de Mexicali, 1959.
____Compendio histórico-biográfico de Mexicali, 1990.
Almaraz Alvarado, Araceli, “El boom de las empresas extranjeras en el valle de Mexicali”, Frontera Norte, Colegio
de la Frontera Norte, 2006, 113.
Bell, P. L. y Mackenzie, Mexican West Coast and Lower California, Department of Commerce, USA, 1923.
Colander, David C, Economics, Irwin Inc. Boston Massachusetts, USA, 1996.
Hernández Tirado, Humberto, Anuario 1975 del estado de
Baja California y sus hombres, 1975.
Rodriguez, Abelardo L., Memoria administrativa del gobierno
del distrito Norte de la Baja California 1924-1927, Colección
Baja California: Nuestra Historia, UABC, 1993.
Velázquez Morales, Catalina (coordinadora), Baja California un presente con historia, UABC, 2002.
42
Una foto. Una historia
F
otografía de 1963. Las cuatro personas del primer
plano que acompañan al ingeniero Eligio Esquivel
Méndez, gobernador del estado de Baja California
son el Ing. Armando Lizárraga S., los señores Méndez, don
Gabino Mancilla, comandante de Policía de Mexicali y
Armando Gudiño. En segundo plano destacan Carlos Aínsle
y Tito Gutiérrez, jefe de Bomberos.
El ingeniero Armando Lizárraga Serna, a la izquierda
de la fotografía, nació en Pitiquito, Sonora, el 22 de mayo
de 1907. Realizó sus estudios de ingeniero agrónomo en la
Escuela de Agricultura de Ciudad Juárez. De 1927 a 1930
estuvo en la Comisión Internacional de Límites y Aguas
(CILA) en el Río Bravo y Tijuana. De junio de 1938 a junio de
1941 fue agente del Banco Ejidal en Mexicali. De 1941 a 1944
estuvo al frente del Departamento Agrario. En septiembre
de 1949 fue nombrado gerente de operación del Distrito de
Riego del Río Colorado, hasta septiembre de 1956. Fue electo
diputado de la IV Legislatura por el III distrito del estado de
Baja California y presidente del Comité Directivo Estatal
de PRI, de agosto de 1961 a febrero de 1964. En la ciudad
de Tecate administró un rancho cuyos dueños lo bautizaron
con el nombre de “El Gandul” que hacía honor a su físico
ya que era un hombre alto, corpulento y de voz estentórea.
Austreberto Silva Olivares *
Hombre de trabajo, sincero y jovial, de clara inteligencia y
mente ágil, que fue muy estimado por la comunidad.
El ingeniero Eligio Esquivel Méndez nació en Mérida,
Yucatán, en 1908; fue gerente del Distrito de Riego del
Río Colorado de 1943 a 1957, y fue el segundo gobernador
constitucional de Baja California de 1959 a 1964. Falleció en
diciembre de 1964, por lo que el doctor Gustavo Aubanel fue
designado para terminar su periodo gubernamental.
Don Gabino Mancilla Veliz nació en Santa Rosalía, Baja
California Sur y, procedente de Loreto, llega a Mexicali en
1917. Realiza sus estudios en esta ciudad. Se traslada a la
ciudad de México para estudiar y obtener la patente de agente
aduanal, y en 1951 instala su agencia aduanal. Incursionó en
la agricultura sembrando trigo y algodón. El 19 de febrero de
1960, don Gabino Mancilla Veliz es nombrado comandante
de Policía de Mexicali por el presidente municipal Joaquín
Ramírez Arballo. Cuando falleció don Joaquín, su sucesor el
doctor Federico Martínez Manatou, lo ratificó en su cargo.
Antonio Fontes, militar con licencia (que se asoma a su
izquierda) fue su secretario particular.
Armando Gudiño nació en Jiquilpan, Michoacán. Era
dueño de la Maderería Económica; en 1950 la vendió y se
fue a radicar a la ciudad de Tijuana.
* Miembro de la Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali” A.C.
43
Nomenclatura de Mexicali. Historia de los nombres de avenidas, bulevares, calles, parques y plazas
Avenida Zuazua
Miguel Ángel Lino*
E
ste es el primero de una serie de artículos que
contendrán datos históricos y anecdóticos del
porqué o los porqués de los nombres de las
vialidades principales y algunos sitios públicos de tradición
de la capital del estado de Baja California.
Lo primero que quiero compartir es el origen de la palabra
nomenclatura que etimológicamente proviene del latín nomen,
nombre y del verbo clare, anunciar; por lo que obviamente quiere
decir: anuncio de los nombres... Anuncios que obligatoriamente
deben estar colocados de acuerdo con el Reglamento de
Nomenclatura del Municipio de Mexicali, que en su artículo
42 señala: “... en lugares visibles que faciliten la localización de
los bienes...”; pero tales anuncios en placas metálicas no sólo
no están a la vista de todos en un alto porcentaje; en muchas
esquinas e intersecciones brillan por su ausencia.
Pero aquí lo que importa es el origen de esos nombres, así es
que acompáñeme a hurgar en la historia de la nomenclatura
mexicalense.
El historiador Celso Aguirre Bernal señala en su Compendio
Histórico-Biográfico de Mexicali 1539-1966, que en el primer
plano formal de nuestra ciudad, que data de 1902, se muestran
las avenidas que corren de este a oeste paralelas a la Línea
Internacional, entre las que se encontraban: avenida Porfirio
Díaz, hoy Francisco I. Madero; Ramón Corral, después
Teniente Miguel Guerreo, hoy avenida Reforma; y otras que
conservan sus nombres, como las avenidas Benito Juárez,
Miguel Hidalgo y Melchor Ocampo.
La avenida Ensenada cambia su nombre por el de General
Zuazua
Lógico era que en Mexicali existiera una vialidad con el
nombre de Ensenada, población que oficialmente se fundó
el 15 de mayo de 1882 y, por decreto del entonces presidente
Porfirio Díaz, Ensenada de Todos Santos se convirtió en la
cabecera del Partido Norte de Baja California en sustitución
de Real del Castillo. En 1915, 33 años después, cambia la
cabecera del ya Distrito Norte en forma definitiva de
Ensenada a Mexicali.
En la página 4 del Periódico Oficial número 21, del 25
de agosto del mismo 1915, se lee la siguiente propuesta del
primer presidente municipal, Francisco L. Montejano, en
relación con el cambio de nombre de la avenida Ensenada:
“Sesión Ordinaria del Primer Ayuntamiento de Mexicali /
Acuerdo de Cabildo para cambiar de nombre (en otros) «la
calle» (que no le llama avenida) de Ensenada por General
Zuazua (sin mencionar el nombre del General)”... Lo malo es
—que en dicho Periódico Oficial— tampoco hay referencia
alguna que nos dé una pista para saber cuáles fueron las
razones específicas que ameritaron el cambio de nombre.
Pero, ¿quién fue el general Zuazua?
Juan Nepomuceno Zuazua Esparza nace el 6 de enero de
1820, en Lampazos de Naranjo, Nuevo León. Hijo de padre
español y madre mexicana; queda huérfano desde muy
pequeño y estudia la primaria en la Escuela Municipal
de Lampazos. Pero la mayor parte de su formación es
autodidacta; fue un apasionado por la historia de México
y las artes militares. Al cumplir 26 años Juan Zuazua viaja
a Monterrey en compañía de Carlos, su hermano mayor, y
se presenta ante el general Mariano Arista para prestar sus
servicios a la patria. De inmediato se le nombra alférez, y
por su valentía pronto asciende a capitán. Con ese grado
* Miembro de la Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali”, A.C. Correo electrónico: [email protected].
44
Avenida
Ensenada
Plano de la ciudad de Mexicali de 1904 donde se contempla la avenida Ensenada, a la que en 1915 se le cambió de nombre.
Monumento al general Juan Nepomuceno
Zuazua, ubicado sobre la lateral del Paseo de
la Reforma en la Ciudad de México.
participa en el primer combate
formal de la Guerra de Intervención
Estadounidense, en la conocida batalla
de Palo Alto, en mayo de 1846.
Su vida transcurre en la milicia
con muchos episodios victoriosos, sin
faltar las amargas derrotas. El 23 de
mayo de 1855, se levanta en contra
de la dictadura de Antonio López de
Santana, y como insurrecto después de
haber tomado la plaza de Monterrey
como parte de la llamada Revolución
de Ayutla, a Juan Zuazua Esparza
se le otorga el grado de coronel; y, en
1858, en la toma de Zacatecas a los
conservadores, por su valía estratégica
se gana a pulso el grado de general
durante la Guerra de Reforma.
Decepcionado por la gran pérdida
de territorio mexicano, el 31 de julio
de 1860, en Ramos Arizpe, Coahuila,
emboscado por la tropa al mando
del general José Silvestre Aramberri,
Poste de nomenclatura con el nombre de
Juan Zuazua. Esquina de la avenida Zuazua
y calle México. Sección primera.
muere por descarga de fusiles Juan
Nepomuceno Zuazua, a quien por su
prestigio militar con justicia pasa a la
historia como “General de Generales”.
45
Libros, reseñas, comentarios...
Sergio Noriega Verdugo*
Nacionalismo y Revolución: los acontecimientos de 1911 en Baja
California, de Marco Antonio Samaniego
A
cien años de los acontecimientos, la interpretación
histórica de la intervención
armada ocurrida en esta frontera en
1911 sigue provocando controversia.
El título del libro que nos ocupa
es Nacionalismo y Revolución: los
acontecimientos de 1911 en Baja
California, y sugiere las razones detrás
de dicha controversia. Porque hay
quienes sostienen que la contienda
trató de una invasión extranjera en
Baja California, con el propósito de
separarla de México, misma que dio
lugar a una lucha heroica por impedirlo.
Visto de esta manera, la interpretación
histórica se torna nacionalista.
Por otra parte, existen personas
que toman el punto de vista que
fue una lucha interna en contra de
la dictadura de Porfirio Díaz, como
lo fue la revolución mexicana, que
apenas iniciaba en esos tiempos en
otras partes del país. Con la diferencia
de que en Baja California fue liderada
por Ricardo Flores Magón, bajo una
ideología anarquista y sindicalista,
no compartida por Francisco I.
Madero.
La intervención armada referida
inicia con la toma del pueblo de
Mexicali, el 29 de enero de 1911. A
partir de entonces ocurrieron algunos
enfrentamientos con tropas federales
en las proximidades de Mexicali y
de Tecate. Los atacantes avanzaron
hasta San Quintín, sin haber tomado
Ensenada, por entonces la capital del
Distrito Norte de la Baja California.
Por último, lograron capturar Tijuana,
de donde salieron a los Estados Unidos
amenazados y desorganizados, el 22 de
junio del mismo año.
El libro más reciente que analiza
estos hechos es de Marco Antonio
Samaniego, doctor en historia por
el Colegio de México, y director del
Instituto de Investigaciones Históricas
de la Universidad Autónoma de Baja
California.
Esta publicación no es un simple
refrito de hechos históricos, por lo
contrario, es el producto de un serio
y concienzudo esfuerzo académico
por reunir la información pertinente
y reinterpretarla. En ella se aprecia
la reticencia del autor por generalizar
sus hallazgos, en su lugar menciona
* Miembro de la Sociedad de Historia “Mexicali Centenario” A. C.
46
dónde es que, a su juicio, falta más
investigación. En la introducción del
libro, el autor anota seis puntos que
revelan sus conclusiones:
1) No es posible denominar al movimiento armado en Baja California
como “magonista”. Los integrantes
del grupo armado estuvieron lejos
de ser seguidores de los dirigentes del
Partido Liberal Mexicano y nombrarlos
“magonistas” o “liberales” poco ayuda
a comprender el proceso (2008: 8).
Con este punto se aprecia el esfuerzo
del autor por precisar, hasta donde es
posible, las orientaciones de los hombres
armados involucrados en el ataque. Por
lo que se hace evidente que una sola
palabra no basta para caracterizarlos a
todos. A este respecto figura el término
de “filibustero”, que de acuerdo con
el Pequeño Larousse Ilustrado (1992:
468) se deriva del inglés “freebooter” o
pirata. Aun más, de acuerdo con el uso
de esta palabra por parte del autor, es
su definición de la palabra en inglés
“filibuster” que significa “un militar
irregular aventurero” o de manera más
especifica, un americano involucrado
en fomentar insurrecciones en América
Latina (2009:468), por demás empleado para describir a los agresores
extranjeros de la contienda armada en
Baja California.
Sin embargo, el autor manifiesta de
manera categórica, “los hombres que
tomaron Mexicali no tenían relación
con el gobierno de Estados Unidos
y su meta estaba muy lejos de ser la
anexión de la península al vecino del
norte.” (pp 192-193).
El siguiente punto complementa al
primero:
levantando la bandera del maderismo.
Los indígenas de la sierra terminaron
como un grupo sin propuestas concretas,
pero sin mantener fidelidad con el PLM.
4) Fueron los indígenas de la sierra,
encabezados
por
Emilio
Guerrero,
quienes quemaron la bandera de la
pretendida nueva República, que intentó
imponer en Tijuana Louis James.
5) Los extranjeros, a su vez, tenían
marcadas diferencias entre sí. Hubo
quienes se presentaron como integrantes
de la Industrial Workers of the World,
miembros del Partido Socialista Americano, jóvenes que deseaban participar
en la revolución para defender a los
pobres de México; otros se identificaron
con Francisco I. Madero; y, sin duda,
auténticos
filibusteros
de
carácter
anexionistas, es decir, individuos que
tenían la clara intención de lograr la
anexión de Baja California o una parte
de ella a Estados Unidos.
6) El liderazgo de los hermanos
Flores Magón sobre los hombres en
armas no fue real. Solo algunos de ellos
siguieron sus instrucciones, pero pronto
la vorágine de los sucesos rebasó sus
expectativas (pp 8-9).
2) En el grupo armado hubo diferentes
intereses que los llevaron a enfrentarse
entre sí en numerosas ocasiones. Es
Sin pretender una conclusión, el
autor nos aclara:
posible indicar que muchos de ellos,
sobre todo los mexicanos, se unieron al
La mayor parte de los residentes de
maderismo.
Baja California estaban convencidos
Baja
de que se enfrentaban a una invasión
California, así como indígenas tanto
de carácter anexionista y actuaron en
de la sierra como del valle de Mexicali,
consecuencia. Ricardo Flores Magón
participaron del lado revolucionario. Si
no tuvo intenciones separatistas, pero
bien algunos conocieron personalmente
las condiciones y el contexto en que se
a los hermanos Flores Magón y tuvieron
desarrollaron las acciones provocaron
relación con ellos, la mayoría terminó
que se diera esa interpretación (p 333).
3)
Muchos
rancheros
de
La lectura del libro no es fácil. La
explicación de los acontecimientos
se ocupa de muchos personajes, que
requieren ser caracterizados para
beneficio del lector, por ello da lugar
a la repetición. La lectura también
resulta complicada por el afán del
autor de señalar la percepción derivada
de la información proporcionada por
la prensa, nacional y la estadounidense
de ese entonces.
Por otra parte, no se trata de
un relato completo, pues el autor
prefirió no analizar a uno de los más
importantes protagonistas: Ricardo
Flores Magón. Tampoco se ocupa de
interpretar la trascendencia histórica
de los acontecimientos. Es decir, de
calificar la importancia que merece
este violento conflicto dentro de
nuestra historia regional.
La ampliamente documentada obra
del doctor Samaniego fue publicada
por la Universidad Autónoma de
Baja California y el Centro Cultural
Tijuana en el 2008; consta de 648
páginas. Tiene dos mapas, no incluye ilustraciones ni fotografías. Su
organización escrita cuenta con
una introducción, nueve capítulos,
conclusiones y bibliografía.
Bibliografía
Merriam Webster’s Collegiate Dictionary. 2009.
Pequeño Larousse Ilustrado, 1992.
Samaniego, Marco Antonio, 2008, Nacionalismo y revolución: los acontecimientos de 1911 en Baja California,
Universidad Autónoma de Baja California y el Centro Cultural Tijuana, México.
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AC O N T E C E R D E L A H I S T O R I A
Yolanda Sánchez Ogás*
ABRIL. MAYO. JUNIO
ABRIL
ramal del Southern Pacific Co. Cruzaba todo el valle de Mexicali hasta Los
Algodones para luego cruzar a Yuma, Arizona, en Estados Unidos (foto 1).
Foto 1
4 de abril de 1904. Llegó a Mexicali el primer carro del Ferrocarril Inter- California,
8 de abril de 1924. Inauguración del edificio de la Escuela Superior Leona Vicario
30 de abril de 1976. Inauguración de la Biblioteca Pública Central por el gobernador
Milton Castellanos Everardo. Contaba con 6 000 libros y durante el gobierno de
Milton recibía anualmente a 150 000 usuarios.
Foto 2
(foto 2).
MAYO
Inauguración del Ferrocarril Sonora-Baja California en el
tramo, Mexicali-Peñasco. Con este hecho, Baja California quedó unida al resto
del país (foto 3).
Foto 3
5 de mayo de 1940.
5 de mayo de 1952. Inauguración de la carretera Mexicali-Tijuana, por el presidente
13 de mayo de 1922. Fecha del acta de matrimonio de Rodolfo V. Guglielmi
(Rodolfo Valentino) y Weiufred de Wolfe (Natacha Rambova). Ambos artistas
cinematográficos se casaron en la casa del presidente municipal Otto Moller, en
avenida Lerdo (foto4).
Foto 4
Miguel Alemán y el gobernador del estado Alfonso García González.
29 de junio de 1919. El gobernador coronel Esteban Cantú inició la construcción del
Palacio de Gobierno (ahora Rectoría de la UABC). Cantú dejó el gobierno en 1920 y
no terminó la obra. En 1922, durante el gobierno de José Inocente Lugo se concluyó
la construcción del palacio y fue inaugurado el edificio donde se albergaron los
poderes del estado durante 55 años. En 1977, al concluir la construcción del nuevo
Centro Cívico, el gobernador Milton Castellanos Everardo entregó el antiguo
palacio a la UABC. Allí funciona actualmente la rectoría de la Universidad (foto 6).
* Miembro de la Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali” A.C.
48
Foto 6
JUNIO
Foto 5
24 de mayo de 1964. En solemne ceremonia fue premiado el joven Miguel Gárate
Velarde por su autoría del lema de la Universidad Autónoma de Baja California;
“Por la realización plena del hombre” (foto 5).
R.C.B.
1975. Esquina de avenida Reforma y Calle C. Sección segunda de Mexicali, B. C. A la izquierda sobresale el edificio
de Fomento Industrial de Norte, S. A. (FINSA) Sociedad Bancaria de Empresarios Mexicalenses. Dicho edificio lo proyectaron y construyeron
los arquitectos Ramos y Hermosillo. El automóvil a la derecha es un Impala Chevrolet del año 1965.
2012. La misma esquina y el mismo edificio ya remodelado. Lo han ocupado los bancos Unibanco, Banoro, y actualmente, Banorte.
Una foto. Una historia
Las fuentes de Rectoría
L
as fuentes esculturales que adornan las
cuatro esquinas del área donde hoy se ubica
la Rectoría de la Benemérita Universidad
Autónoma de Baja California se construyeron en
el año de 1971 cuando el edificio funcionaba como
Palacio de Gobierno del estado de Baja California
y despachaba como gobernador el ingeniero Raúl
Sánchez Díaz.
R.C.B.
Desde el inicio de la gestión del ingeniero
Sánchez Díaz (1 de noviembre de 1965), comenzó
un programa intenso de acondicionamiento y
mejoramiento de todos los espacios del palacio, ya
que el deterioro era notable por los casi 43 años de
uso (se inauguró el 15 de septiembre de 1922).
El director de Obras Públicas de esos años
ingeniero Mario Amaya Brondo instruyó a su
equipo de trabajo entre los que se encontraban el
arquitecto Daniel Gutiérrez Carrera (subdirector),
arquitecto Rubén Castro Bojórquez (jefe de
Estudios y Proyectos), arquitecto Roberto Gómez
Delgado (proyectista), ingeniero Luis López
Moctezuma (residente de Obras Públicas), contador
Felipe Loera (administrador) y muchos otros
profesionistas así como dibujantes entre los que
sobresalían Francisco Arias, Rigoberto López y José
Arroyo, la elaboración de un plan de proyectos y
obras para mejorar el interior y exterior del palacio
(todavía hoy se conservan, no solo las fuentes sino
los acabados de madera de las oficinas).
Dentro de esos proyectos se elaboró el de las
fuentes de las cuatro esquinas de los jardines del
Palacio; el proyecto lo realizó el arquitecto Roberto
Gómez Delgado, quien posteriormente (1971-1977)
sería el principal arquitecto proyectista del equipo
de la Secretaría de Obras Públicas del Estado que
proyectó y construyó los edificios del actual Centro
Cívico, sede de los poderes ejecutivo, legislativo y
judicial del gobierno de Baja California.
En la actualidad, en ocasiones se comenta que el
aspecto de las fuentes no corresponde con el diseño histórico del
edificio de Rectoría, y se debe a que en los años en que fueron
erigidas no se tenía la cultura de preservación de los edificios
históricos y de su entorno. Los mejores ejemplos los tenemos en
las demoliciones de los edificios de la Escuela Benito Juárez y
de la Escuela Secundaria Federal Número 18, sustituyéndolos
por edificios modernistas horrendos. De haberse preservado
esos edificios, otro hubiese sido su destino.

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