Segunda Encuesta Nacional sobre Uso de Drogas

Transcripción

Segunda Encuesta Nacional sobre Uso de Drogas
SEGUNDA ENCUESTA NACIONAL
A ESTUDIANTES DE EDUCACIÓN MEDIA
SOBRE CONSUMO DE DROGAS
2005
CONSEJO NACIONAL DE CONTROL DE
SUSTANCIAS ESTUPEFACIENTES Y
PSICOTRÓPICAS - CONSEP
OBSERVATORIO ECUATORIANO
DE DROGAS - OED
COMISIÓN INTERAMERICANA CONTRA EL
ABUSO DE DROGAS - CICAD-OEA
OFICINA DE LAS NACIONES UNIDAS
CONTRA LA DROGA Y EL DELITO - ONUDD
I
Índice
Equipo Técnico de la Encuesta
Índice
Presentación
Prólogo
Página
IV – VII
II - III
VIII
IX - X
1. Antecedentes y justificaciones
1- 4
2. Objetivos y marco teórico
2.1 El mejoramiento del conocimiento
2.2 Los modelos de prevención
2.3 Comparación con otros estudios, tendencia y serie
temporal
2.4 La evaluación de los impactos
2.5 Las dimensiones y los modelos para el consumo
5
5-7
7-9
9 - 10
10
10 - 15
3. Aspectos metodológicos
3.1 La población estudiada o universo
3.2 La muestra
3.3 Cálculo del tamaño de la muestra
3.4 El trabajo de campo
3.5 El instrumento
3.6 La construcción de la base de datos
3.7 El análisis de los datos
16
16
19
21
23
26
26
26
4. Resultados de la encuesta
4.1 La morfología del consumo de drogas en el Ecuador
4.2 Prevalencia de vida del consumo de sustancias
psicoactivas, SPA, en el ámbito nacional, cualquier
droga y edad promedio del primer consumo
4.3 Análisis comparativo entre 1998 y 2005
4.4 Las variables asociadas al consumo de drogas en el
Ecuador
4.5 Acercamiento a la identificación de la estructura
causal del consumo de drogas a través del análisis
multivariante
28
28 - 37
5. Conclusiones y recomendaciones
5.1
Conocimiento sobre la estructura causal del
consumo
5.2
El fortalecimiento del Observatorio Ecuatoriano de
las Drogas
5.3
La importancia del sistema SIDUC en la
problemática nacional de la reducción de la
demanda y de la oferta de las drogas
92
II
-
19
21
23
25
- 27
37 - 54
54 - 62
63 - 86
87 - 92
93
94
95 - 96
5.4
5.5
5.6
5.7
5.8
5.9
El consumo de drogas en estudiantes y la
dimensión del tratamiento
La importancia del consumo de drogas entre los
estudiantes de educación media en 2005
La prevención
La familia
El sistema educativo
La evaluación de los programas de prevención
96 - 97
97 - 98
98 - 99
99 - 100
100-101
101-102
6. Referencias Bibliográficas
103-104
7. Siglas
104
8. Anexo, Cuestionario
105-118
III
CONSEJO NACIONAL DE CONTROL DE
SUSTANCIAS ESTUPEFACIENTES Y
PSICOTRÓPICAS
(CONSEP)
SECRETARÍA EJECUTIVA
Gral. de Pol. (s.p) Enrique Montalvo Cozar.
OBSERVATORIO ECUATORIANO DE DROGAS
Dra. Silvia Corella Ramírez.
EQUIPO TÉCNICO
SEGUNDA ENCUESTA NACIONAL SOBRE CONSUMO DE DROGAS A ESTUDIANTES
DE ENSEÑANZA MEDIA
Dra. Silvia Corella
Ing. Diego Vaca
DIRECTORA DE LA INVESTIGACIÓN
ESTADÍSTICO
DISEÑO MUESTRAL
OBSERVATORIO INTERAMERICANO DE DROGAS CICAD – OEA
EQUIPO DE COORDINACIÓN
Dra. Aura Luna
Psic. Rocío Soria
COORDINADORA REGIONAL SIERRA Y ORIENTE
COORDINADORA REGIONAL COSTA
DISEÑO Y COORDINACIÓN OPERATIVA
Equipo Técnico del Observatorio Ecuatoriano de Drogas del CONSEP
REGIÓN SIERRA Y ORIENTE
Dra. Aura Luna
REGIÓN COSTA
Psic. Rocío Soria
SUPERVISIÓN DEL TRABAJO DE CAMPO
Dra. Aura Luna
Psic. Rocío Soria
Ing. Diego Vaca
Dra. Irene Sierra
Lic. José Luis Tamayo
Dr. Álvaro Fierro
Dr. Carlos Del Pozo
Lic. Rigoberto Bedón
Dra. Jimena Fernández
Pichincha
Guayas
Guayas
Guayas
Imbabura
Tungurahua
Tungurahua
Napo
Azuay
IV
Dra. Susana Vivar
Lic. Estela Añazco
Ab. Magali Vélez
Lic. Olga Vélez
MSc. Ricardo Loor
Dr. Pablo Cando
Santo Domingo
Loja
Esmeraldas
Manabí
Guayas
El Oro
ENCUESTADORES
PICHINCHA
Lic. Plinio Hidalgo
Sr. Álvaro Danilo Lita Paredes
Srta. Viviana Marcela Orbea Espinel
Srta. Sonia Alexandra Coba Morales
Sr. Alberto Vinicio Callay Pailacho
Srta. María Belén Loachamín Topon
Srta. Erika Viviana Zúñiga Rocha
Sra. Evelyn Irina Panchi Aguirre
Srta. Andrea Carolina Pailiacho Luna
Srta. Cinthia Estafanía Montalvo Cózar
Srta. Jesenia Liliana Bolaños Hernández
Sr. Andrés Marcelo León Gómezcoello
SANTO DOMINGO DE LOS COLORADOS
Sr. Elmer Mogrovejo
IMBABURA Y CARCHI
Srta. Cristina Quintana Lara
LOJA Y ZAMORA CHINCHIPE
Sr. Luis Enrique Ludeña Reyes
NUEVA LOJA
Dra. Irene Sierra Piedra
Dr. Cosme Ponce Chacón
MORONA SANTIAGO
Ing. Diego Vaca Enríquez
PASTAZA
Sr. Juan Carlos Duche
Sr. Paulo López
CHIMBORAZO, BOLIVAR, COTOPAXI, TUNGURAHUA
Sr. Diego Llerena
AZUAY
Sr. Pedro Alvarado Pino
NAPO
Sr. Darwin Mera
Srta. Mayra Ubilluz
V
GUAYAS
Sr. Enrique Luciano Brocell Freire
Sr. Alberto Darío Cayambe Ávila
Srta. Martina Oliva Cortés Bagui
Sr. Miguel Salvador León Merino
Srta. Erika Marián López Mendoza
Sr. Roberto Efrén Yépez Santos
Srta. Perla Navarrete Peña
LOS RÍOS
Dr. Cosme Ponce Chacón
MANABÍ
Srta. Alexandra Benítez Chávez
Srta. Mercedes Toro Castillo
EL ORO
Srta. Patricia Quezada
ESMERALDAS
Sr. Gimmy Jácome Vélez
CAPACITACIÓN DE PERSONAL OPERATIVO
Dra. Silvia Corella
Dra. Aura Luna
Dra. Irene Sierra
Ing. Diego Vaca
Dr. Cosme Ponce
EDICIÓN DE LA BOLETA
Dra. Aura Luna
Dra. Irene Sierra
Ing. Diego Vaca
Dr. Cosme Ponce
Psc. Rocío Soria
Ing. Plinio Hidalgo
Soc. Verónica Burneo
Sra. Clara Inés Jácome
DIGITACIÓN DE LOS DATOS
ESCUELA POLITÉCNICA NACIONAL
Diseño de la base de datos y digitación.
PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN
Ing. Diego Vaca, OBSERVATORIO ECUATORIANO DE DROGAS, CONSEP
Dr. Jacques Laufer, CONSULTOR
Dr. Francisco Cunsille, OBSERVATORIO INTERAMERICANO DE DROGAS, CICAD-OEA
VI
ANÁLISIS DE LOS DATOS Y ELABORACIÓN DEL INFORME
Dra. Silvia Corella
Ing. Diego Vaca
Dr. Jacques Laufer
Dr. Francisco Cumsille
ADMINISTRACIÓN DEL PROYECTO: OBSERVATORIO ECUATORIANO DE DROGAS
Dra. Silvia Corella
Ing. Diego Vaca
Dra. Irene Sierra
APOYO LOGÍSTICO
Jefaturas Zonales y Coordinaciones de Prevención del CONSEP en las diferentes provincias
ELABORACIÓN Y ANÁLISIS DE LA BOLETA
OBSERVATORIO INTERAMERICANO SOBRE DROGAS CICAD – OEA
PROYECTO SUBREGIONAL ONUDD
OBSERVATORIO ECUATORIANO DE DROGAS
DIRECCIÓN DEL CONTROL DE LA DEMANDA DE DROGAS DEL CONSEP
DIRECCIÓN DE PLANIFICACIÓN INSTITUCIONAL DEL CONSEP
PROGRAMA NACIONAL DE PREVENCIÓN DEL USO INDEBIDO DE DROGAS DEL
MINISTERIO DE EDUCACIÓN Y CULTURA.
CORRECCIÓN DE ESTILO DEL INFORME FINAL
MSc. Pilar Núñez
DISEÑO GRÁFICO
SATRÉ Comunicación Integral
Sr. Gonzalo Morales
Agradecimiento a las autoridades del CONSEP y a las Instituciones Educativas que prestaron
toda la facilidad para el levantamiento de los datos en sus planteles.
VII
PRESENTACIÓN
Para muchos, el fenómeno de las drogas podría parecer poco prioritario en el
contexto de la sociedad ecuatoriana preocupada por problemáticas como la
pobreza extrema y la corrupción. Sin embargo, no puede desconocerse que es
definitivamente trascendente, dada su incidencia en las condiciones de vida de
la población. Por un lado, si se analiza la situación geopolítica del país, este es
un tema que marca la relación de Ecuador con sus vecinos y con su principal
socio comercial, Estados Unidos de Norteamérica. Por otro lado,
la
comercialización y consumo de sustancias ilícitas impacta en la esfera social,
económica y cultural de nuestra sociedad, y comprender este fenómeno en su
totalidad exige un análisis que involucre distintas disciplinas y que logre explicar
la interrelación de sus múltiples facetas.
Es por ello que la Secretaría Ejecutiva del CONSEP, a través del Observatorio
Ecuatoriano de Drogas, se ha propuesto como misión principal apoyar la toma
de decisiones para intervenir en la problemática sobre el consumo de
drogas. Le interesa promover acciones debidamente sustentadas, entre otros
factores, en el conocimiento logrado a través de procesos de investigación
científica. No se puede ignorar la necesidad de producir conocimiento en
nuestro país sobre la compleja temática de las drogas.
La investigación científica constituye una plataforma fundamental en la cual
debe respaldarse toda forma de intervención en materia de drogas, como una
forma de mejorar la efectividad de las acciones, aprovechar al máximo los
pocos recursos disponibles y contribuir a la construcción de conocimiento sobre
la realidad de las drogas en correspondencia con las características de nuestro
entorno, para evitar la simple repetición de modelos pensados para otros
contextos.
Debemos, pues, ubicarnos en nuestro medio y trabajar en la difícil tarea de
analizarlo, rebasar las visiones meramente policiales o legales, y definir
prioridades de acuerdo a nuestras especificidades y particularidades como país.
Enrique Montalvo C.
SECRETARIO EJECUTIVO
VIII
PRÓLOGO
Los diagnósticos sobre uso de drogas por parte de la población estudiantil están
considerados como uno de los medios más eficientes para lograr conocimiento
no solo en torno de la situación de la problemática en la actualidad, sino como
base de proyección sobre el consumo de drogas en el futuro.
Bajo esta premisa, la Oficina de Naciones Unidas Contra las Drogas y el Delito
(ONUDD) brinda -desde el año 1999- apoyo técnico y financiero para la
implementación del Proyecto Subregional de Información e Investigación sobre
el Uso Indebido de Drogas en Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador, Perú y
Uruguay. El proyecto se dirige a generar y estructurar datos e información
actualizada sobre el consumo de drogas en cada país, con lo cual se contribuye
sustancialmente a la labor que desarrollan los observatorios nacionales de
drogas de los países mencionados.
A partir de 2005, la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de
Drogas (OEA/CICAD) se incorporó como socia de este proyecto, brindando
apoyo financiero y asistencia técnica para el diseño y la unificación
metodológica a desarrollarse en los estudios.
Es importante realzar la
cooperación mutua que han iniciado estos dos organismos multilaterales en
beneficio de los seis países.
En este marco, los países miembros del proyecto subregional han realizado en
el año 2005 estudios nacionales de drogas, considerando como unidades de
análisis a estudiantes de educación media. Dichos estudios, además de
constituir un diagnóstico actualizado, válido y confiable sobre la magnitud del
uso de drogas, factores de riesgo y protección asociados al uso de estas
sustancias en la población adolescente escolarizada, entregan información
desagregada por ciudades y regiones, según sea el caso, en cada uno de los
países. Los estudios permiten, por primera vez, contar con información
comparable entre los países que forman parte del proyecto subregional, puesto
que todos han utilizado igual metodología, sistema de muestreo, técnica e
instrumento de recopilación de información.
El Observatorio Ecuatoriano de Drogas del Consejo Nacional de Control de
Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas – CONSEP- realizó el presente
estudio entre abril y diciembre de 2005, el cual constituye el Segundo Estudio
Nacional de Drogas en Población Escolar, específicamente estudiantes de
educación media entre los 13 y 19 años de edad. La muestra se conformó con
13.912 alumnos de noveno de educación básica, primero y tercero de
bachillerato de colegios públicos y privados, de 31 ciudades del país. Las
características y el tamaño de la muestra, así como el cuestionario utilizado, son
similares a los que se emplearon en estudios anteriores, por lo que los
resultados serán comparables al interior del país.
IX
Este estudio ha obtenido las declaraciones de un número representativo de la
población escolar sobre consumo de tabaco, alcohol, drogas ilícitas, inhalables
y algunos fármacos adquiridos sin prescripción médica. Se usó un cuestionario
de formato autoaplicado y anónimo, por ser una modalidad metodológica eficaz
que permite obtener información cuyo análisis estadístico posterior permitirá
estimar magnitudes de consumo de drogas.
El estudio ha logrado identificar, con bastante precisión, un conjunto de
factores de riesgo y protección asociados al uso y abuso en el consumo de
drogas, lo cual implica un avance importante en la investigación sobre la
materia y constituye una poderosa herramienta para el trabajo dirigido a
mejorar la actitud preventiva de la población.
La información lograda permite no solo comprender mejor el alcance de los
impactos negativos del problema de las drogas - sin limitarse únicamente a los
adolescentes consumidores, sino incluyendo su entorno familiar y social- sino
que posibilita la reflexión sobre la necesidad de formular políticas públicas y
definir el rumbo y características de las acciones del Estado para responder al
complejo y multidimensional reto que plantea el consumo de drogas.
La información que se entrega en este informe es resultado del trabajo
coordinado entre las autoridades gubernamentales de los organismos rectores
en materia de control de drogas de cada uno de los seis países, de los
respectivos gobiernos locales, de los responsables del proyecto por parte de
ONUDD y de OEA/CICAD, y de los expertos científicos que han colaborado en
los grupos de trabajo.
A todos expresamos nuestro más profundo
agradecimiento.
Dr. José María Borja G.
Presidente del Consejo Directivo del CONSEP
Procurador General del Estado
Aldo Lale-Demoz
Representante ONUDD
Francisco Cumsille
Observatorio Interamericano
de Drogas
OEA/CICAD
X
SEGUNDA ENCUESTA NACIONAL
A ESTUDIANTES DE EDUCACIÓN MEDIA
SOBRE CONSUMO DE DROGAS
2005
1. ANTECEDENTES Y JUSTIFICACIONES
La Ley de Drogas y el CONSEP
El Plenario de las Comisiones Legislativas del Honorable Congreso Nacional, al
momento de expedir la Ley sobre Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas, el
14 de septiembre de 1990, consideró: “Que es deber fundamental del Estado
proteger a los ecuatorianos y a sus instituciones de los peligros del uso indebido
de sustancias estupefacientes y psicotrópicas”;
“Que es necesario incrementar los mecanismos de prevención del uso
indebido de drogas, que altera los procesos psíquicos de las personas”;
“Que es de importancia prioritaria movilizar a la comunidad ecuatoriana,
a través de todas las instituciones públicas o privadas, para contrarrestar los
efectos funestos del narcotráfico que socavan las bases económicas, culturales
y políticas de la sociedad”.
Con estos presupuestos se expidió la Ley Nº 108, publicada en el Registro
Oficial Nº 523, de 17 de septiembre de 1990, que tiene como objetivo combatir
y erradicar la producción, oferta, uso indebido y tráfico ilícito de sustancias
estupefacientes y psicotrópicas, y que declara de interés nacional la
consecución de sus propósitos, las acciones que se realicen para su aplicación y
de manera especial los planes, programas y actividades que adopten o ejecuten
los organismos competentes.
Sobre lo descrito, la Secretaría Ejecutiva del CONSEP, a partir de 1994, creó el
Sistema Ecuatoriano de Vigilancia Integral para la Prevención de las Drogas,
SEVIP, cuyo objetivo es ofrecer información actualizada y confiable sobre los
indicadores que permitan medir las tendencias del consumo y tráfico de drogas;
en otras palabras, verificar el avance o disminución del problema de las drogas
y ayudar en esta forma a una adecuada toma de decisiones. El objetivo del
SEVIP es, en suma, mejorar la descripción y explicación acerca de la
problemática del consumo de drogas y por ende, incrementar la efectividad de
intervención en los diferentes ámbitos.
El SEVIP coordinó, asesoró y realizó las siguientes investigaciones:
1. Indicadores de la Droga;
2. Consumo de drogas y comportamientos sexuales de riesgo en la Universidad
Central del Ecuador, CONSEP-SEVIP, 1995;
1
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
11.
12.
13.
14.
Estudiantes de secundaria que consultan al Departamento de Orientación
y Bienestar Estudiantil, DOBE, 1995, Quito;
Segunda Encuesta Nacional sobre Consumo de Drogas, CONSEP-SEVIP,
1995;
Consumo de Drogas en el Penal García Moreno, 1995;
Estudio cualitativo sobre el consumo de drogas en cuatro ciudades del
Ecuador (estudio RAP), 1995;
Investigación sobre los peritajes realizados por los médicos del CONSEP,
1997;
Investigación sobre consumidores de drogas en salas de urgencias,
SIDUC, CICAD, OEA,1998 y 2000;
Investigación sobre consumidores de drogas en centros de tratamiento,
SIDUC, CICAD, OEA, 1998 y 1999;
Coordinación del Sistema Estadístico sobre los indicadores de oferta de
drogas, CICDAT, CICAD-OEA;
Primera Encuesta Nacional sobre Consumo de Drogas entre los
Estudiantes, CONSEP- SEVIP, NAS, 1998
Evaluación de los impactos del Proyecto Binacional, CONSEP, UNESCO,
1999;
El consumo de drogas entre los menores trabajadores de y en las calles de
Santo Domingo de los Colorados, CONSEP, 1999;
Encuesta sobre Consumo de Tabaco entre los estudiantes, OPS-OMS,
2001.
El Observatorio Ecuatoriano de Drogas, OED
La creación del Observatorio Ecuatoriano de Drogas fue aprobada por el
Consejo Directivo del CONSEP, mediante Resolución 056, y publicada en el
Registro Oficial 613 del 8 de julio de 2002. El objetivo superior del OED es
proporcionar a la comunidad nacional e internacional información objetiva,
confiable, actualizada y comparable sobre la temática de las drogas, que
permita una mejor comprensión del problema y contribuya a la formulación de
políticas, toma de decisiones, diseño y evaluación de programas y proyectos en
sus diferentes ámbitos.
La misión principal del OED es la generación de conocimiento científico sobre la
problemática de las drogas.
El Observatorio Ecuatoriano de Drogas fue creado sobre la base de los
siguientes objetivos:
1. Implementar el Observatorio Ecuatoriano de Drogas con sostenimiento
jurídico, recursos humanos y tecnológicos;
2. Optimizar los sistemas de acopio, sistematización y análisis de la información
existentes en el país;
2
3. Mejorar las metodologías de evaluación y de investigación, tanto cuantitativa
como cualitativa y de tendencias, así como los procedimientos para manejar
bases de datos;
4. Mejorar el conocimiento sobre las tendencias del uso y tráfico de drogas, los
factores asociados y la estructura causal del consumo de sustancias
psicoactivas mediante la realización de investigaciones;
5. Fortalecer el centro de información y documentación para que se constituya
en un mecanismo permanente de información, consulta y aporte a la
investigación científica, formulación de políticas, planes de trabajo y toma
de decisiones, a partir de la elaboración de una base de datos que integre
toda la información existente en el país sobre el tema drogas, y promover el
intercambio periódico de la información con entidades nacionales, regionales
e internacionales con la dotación de recursos interactivos.
Hasta el momento, el OED ha ejecutado los siguientes estudios:
1. Investigación sobre consumidores de drogas en centros de tratamiento,
SIDUC, CICAD, OEA, de 2002 a 2004;
2. Encuesta a estudiantes de secundaria sobre consumo de drogas en el
Distrito Metropolitano de Quito, SIDUC, CICAD, OEA, 2002;
3. Estadísticas sobre los indicadores de oferta de drogas, de 1995 a 2005;
4. Estudio piloto para conocer el funcionamiento de los Centros de
Tratamiento para consumidores de drogas en la ciudad de Quito, 2005.
Plan Nacional de Prevención, Desarrollo Alternativo y Control de
Drogas para el período 2004-2008
En este plan se reconoce que “el campo preventivo debe partir de la
investigación y el conocimiento, y adoptar una posición científica sobre la
generación del problema del consumo, incluso llegar a discriminar otras
manifestaciones de incidencia mental y de relación familiar y social”. Disminuir
los factores de riesgo y fortalecer los protectores del uso indebido de drogas en
la población ecuatoriana. Desarrollar programas de prevención dirigido a grupos
vulnerables, en especial a niños, niñas y adolescentes; para ello, establece el
PROGRAMA DE INVESTIGACIÓN E INFORMACIONES ESTADÍSTICAS como
actividad principal que le corresponde ejecutar al
OBSERVATORIO
ECUATORIANO DE DROGAS.
En este marco, el OED ha desarrollado procesos de acopio, sistematización y
análisis de la información de fuentes secundarias. Un proceso que debe ser
resaltado es, precisamente, la Segunda Encuesta Nacional a Estudiantes de
Educación Media sobre Consumo de Drogas - 2005, cuyo propósito es mejorar
el conocimiento sobre este grupo poblacional, a fin de que quienes desarrollan
propuestas de intervención, cuenten con una herramienta que les permita
mejorar su accionar.
3
Sistema Interamericano de Datos Uniformes (SIDUC)
Desde 1997, el Ecuador forma parte del Sistema Interamericano de Datos
Uniformes sobre consumo de drogas, SIDUC-CICAD, OEA, cuyo objetivo es
establecer un sistema de vigilancia estándar para mantener actualizado el
diagnóstico de las tendencias del consumo de sustancias adictivas y sus
consecuencias, a partir de fuentes de información complementarias de la
región.
El SIDUC utiliza metodologías estandarizadas para el estudio de varios
indicadores en determinados grupos o individuos, lo que permite contar con
información válida y comparable sobre los niveles, cambios en los patrones de
consumo, tendencias de consumo en estos grupos y en los diferentes países de
la región. Esta información será de gran utilidad para los actores sociales y
políticos al momento de formulación de políticas públicas y la toma de
decisiones, a fin de mejorar su labor preventiva.
El Ecuador, dentro del SIDUC, en coordinación y con la asistencia técnica y
financiera del Área de Estadística del Observatorio Interamericano sobre
Drogas de la CICAD-OEA, ha desarrollado la medición de tres indicadores:
Consumo de Drogas en Salas de Urgencias por dos años consecutivos;
Consumo de Drogas en Centros de Tratamiento, que se ha podido
institucionalizar en el país gracias al respaldo legal y coordinación
interinstitucional; y Consumo de Drogas en Estudiantes de Enseñanza Media en
el Distrito Metropolitano de Quito.
Los organismos internacionales consideran que los diagnósticos sobre uso de
drogas por parte de la población estudiantil constituyen uno de los medios más
eficientes para lograr conocimiento, no solo en torno de la situación de la
problemática en la actualidad sino como base de proyección sobre el consumo
de drogas en el futuro.
Es por ello que la Segunda Encuesta Nacional a Estudiantes de Educación Media
sobre Consumo de Drogas - 2005 cuenta con el apoyo técnico y financiero de la
CICAD-OEA. Pretende aportar una información relacionada con uno de los
principales grupos diana de la prevención, sobre el cual solo se dispone de una
información fragmentada. Del mismo modo, esta investigación se integra en el
proyecto “Sistema Subregional de Información e Investigación sobre Drogas en
Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador, Perú y Uruguay”, auspiciado por la Oficina
Contra la Droga y el Delito, UNUDD, al cual el Ecuador se incorporó en el año
2005, y que constituye una estrategia clave para orientar las políticas y
programas en cada uno de los seis países de la región y proporcionar
información oportuna a los respectivos Observatorios de Drogas.
4
2. OBJETIVOS Y MARCO TEÓRICO
La presente encuesta constituye uno de los mecanismos disponibles en el
espacio de la reducción de la demanda para:
1. Mejorar el conocimiento sobre el consumo de sustancias psicoactivas
(SPA) en el Ecuador.
2. Orientar los modelos de prevención mediante la identificación de
relaciones de dependencia entre variables.
3. Brindar una evaluación general de los impactos logrados por los
programas de reducción de los niveles de consumo en el ámbito
nacional.
2.1 El mejoramiento del conocimiento
El conocimiento se refiere a la explicación, “manifestación o revelación de la
causa o motivo de algo” (Real Academia Española), de ahí que la presente
investigación se enmarca en el método científico, el cual se opone al
conocimiento trivial, mediante el estudio sistemático, controlado riguroso y
crítico de proposiciones hipotéticas acerca de presuntas relaciones entre varios
fenómenos. El proceso de esta investigación articula en forma ordenada cuatro
momentos:
1. La observación inicial, o sea, un proceso en el cual algún fenómeno
llama la atención de un observador.
2. La formulación de líneas teóricas básicas y las hipótesis, entendidas
como suposiciones establecidas provisionalmente para explicar el
fenómeno.
3. La construcción de un diseño experimental que permite el control de un
cierto número de condiciones para poder aceptar o rechazar
coherentemente las hipótesis planteadas.
4. El análisis de los datos y las conclusiones, a través de los cuales se
evidencia el cumplimiento o no de una hipótesis.
El método científico permite incrementar el conocimiento sobre la estructura
causal de un fenómeno. El conocimiento intuitivo obra dentro de un espacio
particular y mucho menos formalizado, y es un elemento importante para
identificar posibles relaciones escondidas entre los fenómenos estudiados, a
partir de lo cual se determina la estructura causal. El conocimiento clínico se
basa en el conocimiento científico y en el conocimiento intuitivo. Por ello, para
el caso de este estudio, constituye la segunda fuente de mayor importancia en
conceptos y datos sobre el consumo, sobre todo porque no se fundamenta
solamente en datos cuantitativos -que describen situaciones o poblaciones sino que se basa en el estudio de sujetos individualizados, y el proceso
investigativo está mejor diseñado para entrar en su intimidad y especificidad.
El presente estudio se enmarca en una epidemiología clínica, puesto que
además de describir las prevalencias del consumo de SPA existentes, así como
5
características “objetivas”, busca identificar algunas de las variables de su
estructura causal, más subjetivas, desde la metodología del análisis estadístico
de datos.
El llamado “conocimiento trivial” termina aceptando las hipótesis planteadas sin
explicitarlas siempre y sin someterlas a demostración o prueba, mediante un
diseño experimental ad-hoc. De hecho, cuando un modelo de prevención se
organiza sobre un cierto número de hipótesis y no se lo somete a determinadas
pruebas experimentales, no podrá demostrar su capacidad para provocar
cambios en el sujeto, y el riesgo será el de repetir una y otra vez una
intervención que no logra producir impactos1. En general, los principales
modelos disponibles actualmente en prevención evidencian un conocimiento
incompleto sobre la dinámica del consumo, o una cierta inconsistencia con los
modelos más desarrollados en ciencias humanas, y una insuficiencia en sus
procesos internos de autovalidación. Por ejemplo, la suposición según la cual la
falta de información es un factor determinante para que un sujeto consuma
droga y la correlativa construcción de modelos de “información preventiva”,
constituyó uno de los fracasos más dramáticos en el campo de la prevención.
Así mismo, la afirmación según la cual, al producirse un cambio importante en
contextos amplios se observaría una disminución del consumo, tampoco ha
podido demostrarse, puesto que nunca se logró cambiar dichos contextos;
como tampoco se ha demostrado nada respecto a la entrega al docente de la
responsabilidad de conducir el proceso preventivo en el establecimiento
educativo.
Finalmente, cabe indicar que, en muchos casos, estos modelos están
presentados mediante fórmulas elegantes (“fomentar un ambiente adecuado
para el desarrollo”, “mejorar la comunicación del grupo familiar”, etc.) que
generan acuerdos obvios. Pero a la hora de operacionalizarlos surge
regularmente una serie de dificultades, a veces insuperables. De hecho, la
evaluación de los modelos de prevención no debería darse después de su
aplicación a sus poblaciones meta, sino antes.
Con este antecedente, la contribución de dicho estudio se ubica, dentro del
mejoramiento general del conocimiento y de los límites indicados, en los
siguientes aspectos específicos:
1. Descripción del nivel, características y distribución del consumo de SPA
en el 2005 en los estudiantes de noveno de educación básica, primero y
tercero de bachillerato.
2. Explicación o identificación de las variables que se asocian con el
consumo de SPA. Se realizarán los procedimientos adecuados para la
comprobación de las hipótesis del estudio.
3. Definición de un nuevo elemento en la construcción de la serie temporal
relativa al consumo de SPA en el país.
1
En la Segunda Encuesta Nacional a Hogares (1995) y en la Primera Encuesta Nacional a Estudiantes (1998), se
demostró la ausencia de relación entre la información, por un lado, y el uso del tiempo libre por otro, con el consumo.
6
4. Evaluación general de los impactos logrados en materia de reducción de
la demanda, comparando los datos de los estudios realizados en 1998,
2002 y 2005, tomando en cuenta sus características metodológicas.
2.2 Los modelos de prevención
Un estudio nacional no puede limitarse solamente a recabar información sobre
los niveles de prevalencia del consumo de drogas, o sea, ser simplemente
descriptivo. En este sentido, la presente investigación quiere apoyar la
búsqueda de soluciones concretas a un problema presente con mucha fuerza
en los establecimientos educativos, puesto que está en capacidad de señalar a
la prevención ciertas variables de intervención. Así, los análisis de causalidad
permitirán discriminar las variables que presentan asociaciones relevantes con
el consumo, lo cual brindará una orientación para la estructuración de
programas más efectivos de prevención.
Los modelos de prevención, pero también de tratamiento, pueden clasificarse
de la manera siguiente.
1.
2.
3.
Modelos orientados hacia el producto tóxico;
Modelos orientados hacia los conflictos tóxicos del sujeto;
Modelos orientados hacia los contextos tóxicos.
Los modelos orientados hacia el producto tóxico se concentran sobre los
efectos indeseados del psicoactivo desde una perspectiva evidentemente
informativa, racionalista y disuasiva, buscando convencer a la persona de los
peligros somáticos, psicológicos y sociales que produce el consumo de drogas.
Plantean que el sujeto es un ser racional que, al recibir más información,
tomará una “decisión” correcta y modificará su comportamiento. Pero al estar
un número importante de jóvenes en una fase de “luna de miel” con el
psicoactivo, o en los inicios de su relación, con cierta frecuencia este tipo de
enfoque se encuentra menospreciado por las mismas personas. Además, las
constelaciones del consumo donde la relación con el producto es importante,
obedecen en su dinámica más a la pasión que a la razón.
Los modelos orientados hacia los conflictos tóxicos del sujeto consideran la
dinámica de los efectos psicotrópicos del psicoactivo y de los efectos disfóricos
ligados a la conflictividad intra e interpersonal del sujeto. Trabajan a partir de la
“irracionalidad” del sujeto, consideran la intervención preventiva como un
trabajo de elaboración sobre las conexiones mentales que bifurcaron hacia los
afectos psicotrópicos: en lugar de deprimirse, el adolescente consume cocaína.
Pero en la prevención actual, los modelos que consideran el sujeto desconocen
generalmente esta dinámica de la alquimia mental y se dirigen hacia una serie
de variables periféricas y de poco peso. Por ejemplo, asumen que la
“autoestima” puede enseñarse y trabajarse fuera de la estructura del sujeto.
Regularmente, las prescripciones de comportamientos ideales, el “hay que”, se
estrellan contra un algo más profundo que impide su concreción. Se pide a la
familia que “estimule la autonomía del niño”, pero esta madre alejada de su
7
esposo vivirá la independencia de su hijo como una amenaza. Estos modelos
consideran que el conflicto en el cual se encuentra inmerso el sujeto es el que
le impide tomar la “buena decisión” o descuidar la información recibida.
Asumen lo que Blaise Pascal dijo hace tiempo: “El corazón tiene razones que la
razón ignora”.
Finalmente, los modelos orientados hacia los micro y macrocontextos (el grupo
de amigos, el barrio, la sociedad o la “cultura”) buscan modificarlos o
enriquecerlos para crear ambientes “sanos”, o hasta una sociedad ideal que
generaría gratificaciones tan trascendentes para el sujeto, que las ligadas al
psicoactivo perderían toda importancia2. Trabajan a veces en lo concreto (las
“canchas deportivas”, el “tiempo libre”), en el empoderamiento social (el
fortalecimiento de la organización y la participación ciudadana para dar solución
a los problemas de una comunidad) y a veces también en la utopía (el cambio
de la sociedad).
De hecho, las diferencias tan considerables que presentan estos modelos
(donde se transita conceptualmente desde la molécula cerebral hacia la
sociedad tóxica) constituyen un indicador general acerca de su heterogeneidad
y del fracaso de la prevención para construir una teoría única desde la cual se
podrían diseñar programas eficaces, eficientes y efectivos. Esta disciplina es
fragmentada y todavía constituida por un sinnúmero de teorías locales que
abarcan un número reducido de variables. Resulta evidente que se encuentra
aún en los inicios de su construcción como teoría científica y, por lo tanto, es
incapaz de brindar soluciones profundas al problema. De hecho, lo que
sorprende en esta situación no es tanto el estado que presenta la prevención
en el momento actual, sino la poca importancia dada a la investigación
científica como herramienta para poner a prueba las hipótesis que sostienen
dichos programas.
El Ecuador cuenta con algunos estudios epidemiológicos, pero no son los más
adecuados para entrar en los espacios íntimos del sujeto, donde se aglutinan
los acontecimientos que tejerán la trama del consumo. Tampoco permiten
analizar fácilmente la causalidad mental muy particular que une estos
acontecimientos, la cual tiene que ver más con la causalidad cuántica y caótica
que con el determinismo de la causalidad newtoniana. El “efecto mariposa” -la
desproporcionalidad entre la causa y el efecto- podría brindar una mejor
descripción de la dinámica del consumo que los relojes de Newton. Pero fuera
de los tradicionales estudios epidemiológicos realizados, la prevención no
cuenta con estudios específicos, como por ejemplo, aquellos constituidos por
los planes experimentales, cuyo diseño metodológico es más apto para entrar
en dichos espacios, y su costo más interesante. Tampoco se acerca a la
práctica clínica, la cual ha adquirido una experiencia importante en el trabajo
terapéutico con sus pacientes.
2
En el concepto de C. Restrepo, se sugiere que si se pudiera generar la aparición de “ternura” en los contextos del
sujeto, el consumidor ya no necesitará de esta otra ternura que le brinda el producto.
8
El concepto de factores de riesgo y de protección (FRP) constituye un mayor
acercamiento a la estructura causal o a los procesos de causación del consumo,
puesto que viene a precisar los modelos muy “abiertos”, como los de la
prevención integral, cuyo defecto es basarse en factores generales y poco
operacionalizados, pero también viene a complejizar los modelos monocausales
típicos de los primeros programas de la prevención. Sin embargo, el enfoque
de los FRP se presenta en general de manera mecanicista, lineal y aditiva. Si un
sujeto frecuenta lugares de diversión donde se consumen drogas, si está
agobiado o estresado en sus estudios o trabajo, si vive problemas familiares y/o
de pareja, si consume alcohol en forma abusiva, entonces crecerá el riesgo de
consumo. Pero si tiene confianza en sí mismo o vive un buen clima familiar,
disminuirá dicho riesgo. Considerar que “cuatro factores de riesgo frente a dos
factores de protección significan una situación de riesgo para este sujeto” se
basa en una seudo aritmética, según la cual se cree que los FRP son
equivalentes entre sí. Este tipo de análisis desconoce lo no lineal y asume una
proporcionalidad entre la causa y el efecto. Además, no diferencia claramente,
ni integra el “tener un factor de riesgo” y el estar “expuesto a un factor de
riesgo”. La “exposición” a un factor es un concepto explicativo borroso, en
ciertos casos, que niega la actividad del sujeto: una persona que busca
consumir se encontrará en algún momento, precisamente, en aquellos lugares
donde sabe que existe consumo. Por otra parte, la relación factor de riesgo –
factor de protección, no precisa siempre si se trata de dos polos opuestos de un
mismo continuo o de dos realidades distintas que interactúan entre sí.
Finalmente, cabe indicar que dichos FRP se definen desde la lectura misma que
se hace del consumo, o sea, del modelo más general que estructura el enfoque
que se tiene sobre el consumo. Por esta razón, dichos análisis no han logrado
todavía identificar una constelación esencial de FRP.
2.3 Comparación con otros estudios, tendencia y serie temporal
En el campo de la prevención se requiere disponer de una serie temporal de
datos para determinar el comportamiento de un cierto número de indicadores
esenciales en demanda. La tendencia sobre consumo de drogas brinda una
información esencial sobre el comportamiento del problema en el tiempo.
Permite saber si aumenta, disminuye, presenta oscilaciones o se encuentra
estable. Cada uno de estos comportamientos tiene implicaciones y permite
realizar una evaluación general de los esfuerzos realizados para la reducción de
la oferta y de la demanda, aunque a este nivel no es posible diferenciar el peso
respectivo de cada una de estas políticas. Sin embargo, se esperaría que una
prevención eficaz, en sinergia con una red de tratamiento que brinde servicios
adecuados, y una reducción notable de la disponibilidad de drogas para el
consumo produzcan un comportamiento decreciente de su consumo en el
tiempo.
Con la Encuesta Nacional de 2005, el Observatorio Ecuatoriano de las Drogas
dispone técnicamente de una tercera medición de la prevalencia de consumo de
SPA en estudiantes de educación media, que se suma a las mediciones
realizadas en 1998 y 2002 en el mismo grupo. Es evidente que, desde una
9
perspectiva científica, tres mediciones no permiten todavía construir una
tendencia, pero pueden brindar una primera aproximación al conocimiento
sobre el comportamiento del fenómeno. Sin embargo, la situación es más
complicada, puesto que se produjeron diferencias en el diseño metodológico de
estos estudios. El Estudio de 1998 se realizó con la metodología SEVIP,
mientras que los de 2002 y 2005 con la metodología SIDUC – CICAD. Además,
el cuestionario utilizado en el 2002 presenta ciertas diferencias respecto del
aplicado en el 2005. En el capítulo 4.2 del presente informe, se analiza con más
detalle dicha situación, la cual dificulta cumplir el objetivo de comparación.
2.4 La evaluación de los impactos
La capacidad de producir cambios en las poblaciones meta es un indicador de la
mejor eficacia de un modelo de prevención. Gracias al desarrollo de las
acciones de los distintos programas del Plan Nacional 2004 – 2008, al igual que
de los anteriores, se hubiera podido constatar la disminución de los factores de
riesgo existentes para los jóvenes, así como la disponibilidad3 de la droga para
el consumo, y se habría esperado observar un cambio en las cifras de
prevalencia entre los estudiantes en el 2005. Sin embargo, como se mostrará
más adelante, esto no se produjo. Más aún, lo que se observa entre 1998 y
2005 evidencia un empeoramiento del problema y, correlativamente, de los
límites de la política nacional en ambas vertientes de la dinámica del consumo.
Este estudio brinda, por lo tanto, elementos para una evaluación general del
plan, por lo menos en algunos de sus aspectos. Pero cuando los datos
muestran que los objetivos de dicho plan no se alcanzaron, la autoridad debería
preocuparse y realizar al final del período de su vigencia una evaluación más
rigurosa y profunda. De hecho, los planes nacionales no se evalúan
sistemáticamente, y quizá, con oportunidad de una nueva elaboración. El
Estudio Nacional a Estudiantes, de 2005, debería también usarse en este
sentido, como una evaluación intermedia y parcial de los logros del Plan
Nacional en un grupo específico.
2.5 Las dimensiones y los modelos para el consumo
La presente investigación estudia el consumo de drogas en estudiantes de
noveno de educación básica, primero y tercero de bachillerato (población
estudiada). El uso de la categoría “estudiante” significa que no se concibe al
sujeto solamente en la dimensión de los aprendizajes y de la construcción de
conocimientos; sino que, por razones metodológicas, el estudio busca sus
unidades de análisis (población) en el establecimiento educativo y no en otros
espacios, como por ejemplo, su hogar. De hecho, esta investigación se refiere
al adolescente. Se resalta, además, que encontrar consumo en este grupo no
significa tampoco que éste se lo pueda atribuir al sistema educativo. Se lo
considera simplemente como una de las posibles dimensiones de su ecuación
de riesgo, a lado de otras, como la familia, el grupo de amigos, que se
3
Más que a la disponibilidad hay que referirse a presencia, en el sentido de un imaginario.
10
interrelacionan con las características del mismo joven en su etapa adolescente.
La transversalización del consumo de drogas significa que, cualquiera sea su
origen, este problema se manifiesta en diferentes espacios, con una capacidad
específica para describirlo, abordarlo y manejarlo.
El marco teórico del presente estudio considera -junto a los otros elementos
señalados en páginas precedentes- que el consumo de drogas, para producirse
y mantenerse, depende de dos dimensiones esenciales e interdependientes:
1. El deseo del sujeto. El ofrecimiento de una droga solo se transforma en
consumo cuando el sujeto así lo desea. Si nadie quisiera vivir las
sensaciones de la droga no habría consumidores en el país, aunque la
presencia física del psicoactivo fuera importante.
2. La disponibilidad de la droga. Si las drogas no existirían físicamente -si
por ejemplo, programas de interdicción las eliminarían sistemáticamentetampoco habría consumidores en el país, puesto que aunque las
desearían, no las encontrarían.
Esta interdependencia provocó y sigue provocando una fractura importante en
el abordaje del problema. Quienes quieren disminuir el consumo eliminando
físicamente las drogas del mercado y quienes buscan cambiar al sujeto para
disminuir su deseo hacia las drogas están en una clara posición antagónica que
ha desequilibrado la balanza en la toma de decisiones desde la política, puesto
que se ha dirigido a la reducción de la oferta. El número de hectáreas
destruidas, de laboratorios eliminados, de unidades de drogas decomisadas y
de traficantes arrestados ha ido aumentando (CICDAT – CICAD/OEA) y, sin
embargo, la disponibilidad de la droga para el consumo no ha sido afectada y
muchos programas enfocados hacia la reducción de la demanda se han
quedado sin financiamiento. Resulta paradójico, en este contexto, que el perro
adiestrado para detectar droga sea más importante que el preventólogo. ¿Cómo
entender que se haya llegado a esta situación? La manera adecuada de
responder a esta pregunta es aceptar que, por un lado, no se ha encontrado
todavía una manera eficaz de hacer prevención y, por otro, la manera de
eliminar la droga de los espacios de la oferta.
La disponibilidad de la droga es un asunto simple de entender, puesto que su
dinámica obedece a una lógica mercantil clandestina. Pero resulta más
complejo entender las condiciones que hacen surgir en un joven el deseo por
consumir un psicoactivo, y sobre todo, aquellas que producen el mantenimiento
de esta relación y provocan la repetición de la experiencia hasta llegar
eventualmente a una relación adictiva. La disponibilidad y el deseo constituyen
las dos caras de una misma moneda. La prevención se enfoca en el segundo
elemento de esta interdependencia, pero el gran ausente en varios de sus
modelos es el adolescente, o sea, está ausente una teoría sobre su dinámica.
La adolescencia es una etapa importante en el desarrollo del sujeto, y se
caracteriza por una serie de transformaciones esenciales en su estructura
11
biológica, intelectual, afectiva y social. Los tradicionales conceptos de
“autonomía”, “tiempo familiar compartido”, “comunicación sana”, “firmeza y
cariño”, “reglas”, “autoestima”, “tiempo libre”, etc., dicen muy poco sobre los
conflictos específicos de la adolescencia, y sobre su articulación con los
conflictos que nacieron en la vida anterior a la del sujeto y con los que existen
en la familia.
La adolescencia es la desestructuración, a raíz de la pubertad, de una
estructura infantil relativamente estable, la cual obliga al sujeto a construir una
nueva estructura que permita modificar la relación que se tenía con los padres
en la niñez, y encontrar el objeto heterosexual extrafamiliar dentro de un
contexto social que presiona para la construcción de nuevos roles. La
reactivación de los deseos infantiles, la desorganización de los antiguos
sistemas de defensa, la modificación de las identificaciones desestabilizan al
sujeto. La ruptura interna de la relación con los padres desorganiza sus
sistemas de regulación internos, favorece el paso al acto, provoca rebeldía,
culpa, soledad, depresión, pérdida de directrices y desorganización de las
identificaciones. La orientación hacia el objeto heterosexual se vive como un
abandono de un antiguo objeto de amor, y el adolescente conoce una mezcla
única e intensa de duelo y de estado amoroso, de pérdida y de promesa. El
negativismo, oposición, rebeldía, la idealización de ciertos adultos, el amigo, el
grupo, la pandilla, el rechazo del otro como referencia, la inflación narcisista e
intelectual, la regresión, los episodios homosexuales, el paso al acto sexual o
agresivo constituyen las señales habituales de la dificultad que genera dicha
transición. La adolescencia es algo que se recuerda feliz, pero cuando ha
pasado, y dados estos motivos, no hay por qué sorprenderse si el psicoactivo,
con su capacidad para brindar caricias de todo tipo, se inicia en este periodo.
En este estado de inestabilidad y de inmadurez, la relación con el psicoactivo
puede pervertir el trabajo mismo de la adolescencia, puesto que no ofrece una
solución a sus conflictos, y constituye generalmente una evasión de éstos.
Por otra parte, el deseo por la droga no surge por azar en determinados
estudiantes, sino dentro de una constelación de acontecimientos ubicados
también en diferentes dimensiones. La relación entre estos factores no es
simplemente determinista, y hay necesidad de sustituir el concepto de relación
causal, más estrecho y más adecuado para el mundo físico, por el de
incidencia, para indicar que el consumo surge dentro de un marco más
complejo de variables interrelacionadas de manera trivial y no trivial. Los tipos
de incidencia adoptan diversas formas: básicamente condiciones necesarias,
suficientes, contribuyentes y contingentes, y se tejen entre ellas constelaciones
complejas. Una de las dificultades más permanentes de la prevención ha sido la
de confundir estos niveles, puesto que la mayoría de sus modelos se han
diseñado para modificar las condiciones contribuyentes y contingentes de la
ecuación del riesgo. Por ejemplo, querer enseñar al joven a tomar la “buena
decisión”, a resistirse al ofrecimiento, se refiere a una prevención limitada a una
causa contingente. En la ecuación del consumo, el psicoactivo viene al último.
12
Varias teorías médicas, psicológicas y sociológicas han propuesto modelos
explicativos del consumo. Todas aceptan que la experiencia del consumo
genera una sensación mental particular, un estado emocional específico, el cual
en el presente modelo se califica de “afecto psicotrópico”. Pero ¿dónde esta
ubicado este afecto psicotrópico en la estructura del sujeto? Cuando una
adolescente dice: “Con la marihuana, podía aguantarle a mi madre, prefería
estar adormecida para no sentir los problemas”, está señalando la existencia
de un conflicto no resuelto, pero también un fracaso en la posibilidad de
solucionarlo. El afecto psicotrópico se ubica precisamente en este lugar donde
fracasa la regulación mental. Cada psicoactivo puede ser usado de manera
específica por el sujeto, según las condiciones particulares de los conflictos que
vive. Siguiendo esta interpretación, los consumidores entrevistados en los
estudios nacionales de 1995 y 1998 confirmaron esta hipótesis, y dieron la
siguiente información cuando se les solicitó precisar lo que vivían con la droga
de consumo habitual.
Tabla 1: Motivaciones para el consumo de drogas, según consumidores (%)
Otro
Me va mejor con las mujeres
Produzco mejor
Me siento más capaz
Se vive mejor la vida
Me siento más feliz
Imagino cosas bonitas
Me da energía cuando tengo bajones
Me pone tranquilo cuando me siento tenso
40,5
0,6
2,5
3,2
4,4
7,6
9,5
10,8
20,9
Un sujeto entrevistado que indica que su droga “le pone tranquilo cuando se
siente tenso” señala dos términos esenciales de la función que ésta cumple. El
primero, se refiere a la sensación de tranquilidad lograda con el producto (el
afecto psicotrópico) y el segundo, a la sensación de tensión, (el afecto
disfórico). Esta descripción liga, por lo tanto, estos aspectos en una sola
configuración, el montaje toxicomaníaco, y explicita su función reguladora. La
mayoría de las teorías explicativas disponibles aceptarán esta interpretación.
Los problemas en la explicación surgen después y, desde ahí, los diferentes
modelos existentes empiezan a divergir para, en ciertos casos, volverse
conflictivos o contradictorios.
1.
El modelo orgánico asume fundamentalmente que “la droga le ha
hecho algo al cerebro del sujeto” y, actualmente, la investigación en
neurociencias se ha enfocado sobre los sistemas dopaminérgicos para
evidenciar modificaciones a su nivel. Desde esta perspectiva, se asume que la
toxicomanía es una enfermedad cerebral. El viejo concepto de “dependencia
física” en neurociencia ha sido modificado por la teoría dopaminérgica actual.
Por ejemplo, en el caso de la cocaína, este modelo evidencia la inhibición de la
recaptación presináptica de la dopamina, prolongando así su actividad en el
13
espacio intersináptico y ocasionando un incremento de la concentración de este
neurotransmisor en las vías de recompensa y gratificación del cerebro,
explicando el sentimiento de energía y de placer que vive el sujeto. El
agotamiento de la dopamina total, así como la reacción protectora de los
receptores explicarían la repetición de la experiencia, el acostumbramiento y el
aumento del consumo. Es una teoría del envenenamiento del cerebro por una
sustancia tóxica. El modelo orgánico ha tenido gran influencia en prevención y
ha sido el origen de los modelos de información preventiva y de disuasión.
2.
En el lado opuesto, el modelo sociológico busca causas explicativas en
los espacios exteriores al sujeto, pero termina con un mismo concepto central.
Según este modelo, una sociedad enferma, tóxica, es la que envenena al
sujeto. “Cada caso de drogadicción es, en alguna forma, una expresión de la
injusticia que se ha adueñado de nuestra sociedad y le está quitando todo
sentido a la vida”. “… Ese día en que reconozcamos la drogadicción como el
síntoma de una enfermedad social extendida, caracterizada por crisis de
valores, consumismo, vacío existencial y relaciones sociales injustas, solo ese
día podremos comenzar a transitar el camino hacia nuestra verdadera
sanación...”. En esta lectura, “la toxicomanía es una crisis social”. En ese
contexto, el toxicómano es una víctima de las tensiones sociales. La sociedad
“le está haciendo (o le ha hecho) algo”. Los modelos de prevención
influenciados por este concepto han buscado modificar los contextos inmediatos
del sujeto, buscando el “fortalecimiento de la autoestima” o el “desarrollo de
habilidades para la vida”, con el fin de manejar este veneno representado por el
“mal amigo consumidor”, y/o los contextos extensos, buscando crear, mediante
una “prevención integral” o con los enfoques de la “ternura”, una sociedad más
justa.
3.
El modelo psicológico considera que con el consumo el sujeto se hace
algo a sí mismo (o al otro). En esta interpretación, la droga se consume porque
sus afectos psicotrópicos permiten al sujeto modificar algunas de las
condiciones de una tensión o de un conflicto intrapersonal y/o interpersonal,
animando (cocaína) o deprimiendo (marihuana) determinados funcionamientos
mentales, distorsionando la señal disforia en el ruido (base), cambiándola de
rama de mundo (alucinógenos) o generando euforia (alcohol). De acuerdo con
este modelo, la droga tiene una función de farmacia primitiva, pero con
importantes efectos secundarios: los efectos indeseados provocados por la
interferencia de este montaje con otras tareas vitales esenciales: relación de
pareja, estudio, trabajo, relaciones sociales, integración social, etc. Esta
operación, la conexión entre los afectos disfóricos y psicotrópicos, realiza lo que
muchos toxicómanos dicen: “La droga te vuelve otra persona”. El sujeto se
hace algo, se modifica con la droga. En los modelos psicológicos
intrapersonales, el producto no es responsable del consumo. Solo se encuentra
“allá a fuera”, indiferente, para despertar a una extraña vida cuando el deseo
del sujeto lo encuentra. Los conflictos preexisten al consumo. Algunos son
antiguos, profundos e irreversibles, y pueden relacionarse ulteriormente con la
toxicomanía. Otros, reversibles, se ligan a momentos particulares o a etapas de
transición del desarrollo, como la adolescencia, y se asociarán generalmente
14
con episodios reversibles de consumo limitados en el tiempo. En los modelos
psicológicos interpersonales, la toxicomanía se analiza en relación con los
conflictos intrafamiliares, interfamiliares o transfamiliares, en los cuales se
encuentra atrapado el sujeto. En el modelo psicológico, el sujeto se considera
como actor y no como víctima, y el consumo como una regulación activa. El
sujeto vive más “normal” con la droga. Los modelos de prevención que
comparten este concepto buscarán modificar la conflictividad intra e
interpersonal del sujeto.
No hay mirada inocente, y un estudio cuantitativo no escapa a esta regla. Las variables ubicadas
en el cuestionario constituyen el mecanismo que permitirá ver determinados aspectos del sistema
y no otros. Y las variables que se ubicarán en este instrumento, como aquellas que no, dependen
del modelo dentro del cual se sitúa el estudio por parte de los profesionales que lo llevan a cabo.
A partir de una concepción del sujeto como mente-cuerpo, y sobre la base de los estudios
realizados de la clínica y de un cierto número de modelos modernos en ciencia, el presente
estudio considera al consumo de drogas como un síntoma, un acontecimiento producido y
mantenido activamente por el sujeto. Dentro de esta lectura, se plantea una hipótesis general,
según la cual el consumo de psicoactivos se relaciona con la conflictividad interna y externa que
vive el sujeto. Consecuentemente, se define un cierto número de dimensiones esenciales y,
dentro de estas, una serie de indicadores:
1. Familia (composición familiar, migración, características de la relación
con la madre, con el padre, entre los padres, tiempo compartido, control
parental, cohesión y adaptabilidad, tiempo libre).
2. Colegio (expectativas, rendimiento académico, disciplina, expulsión,
ausentismo, apoyos educativos, relación con el Departamento de
Orientación y Bienestar Estudiantil – DOBE- y nivel de satisfacción en
relación con el colegio).
3. Percepción del riesgo ligado a las SPA.
4. La curiosidad.
5. Los amigos y el ofrecimiento.
6. Exposición a programas de prevención en el colegio.
3. ASPECTOS METODOLÓGICOS
3.1. La población estudiada o universo
El universo está constituido por un conjunto de personas que tienen
características en común. Constituyen el objeto de un estudio. En general,
realizar una investigación sobre la totalidad del universo es un tanto complejo,
ya que es necesario considerar factores importantes, como por ejemplo, el
costo de la investigación o la posibilidad de alcanzar geográficamente a todos
los individuos.
El Sistema Interamericano de Datos Uniformes sobre Consumo de Drogas
(SIDUC) normaliza muchos aspectos respecto del estudio, con la finalidad de
que los resultados sean comparables para todos los países en los cuales se
15
aplica la misma metodología, pero sobre todo entre los diferentes estudios que
realiza un mismo país. Uno de estos aspectos es el universo estudiado y el
marco muestral, el cual debe cumplir con algunas características que permitirán
que los resultados sean comparables con los de otros países que se encuentran
dentro del “Programa de Encuestas Periódicas a Estudiantes de Enseñanza
Media”, utilizando la metodología estandarizada del SIDUC.
Para el SIDUC, y tomando en cuenta un cierto número de criterios, el universo
estudiado lo constituyen estudiantes de 13, 15 y 17 años de edad, que en
nuestro país corresponden al noveno de enseñanza básica (o segundo curso) y
al primero y tercero de bachillerato (o cuarto y sexto curso).
Otro aspecto importante es que el SIDUC propone diferentes diseños de
muestras, con tres niveles de cobertura, como se señala en la siguiente tabla:
Tabla 2: Nivel de cobertura
V11
V12
V13
Representatividad para Representatividad para Representatividad para
la capital del país
la capital del país
la capital del país
Ciudades de más de Ciudades de más de
30.000 habitantes
30.000 habitantes
Ciudades de más de
30.000 habitantes y
zona rural del país.
En 1998 se realizó la “Primera Encuesta Nacional a Estudiantes de Enseñanza
Media sobre Consumo de Drogas”, pero ésta no se desarrolló con la
metodología del SIDUC. La encuesta tuvo cobertura nacional y
representatividad para cada una de las provincias en las cuales fue aplicada.
En el año 2002 se desarrolló la primera encuesta con la metodología propuesta
por el SIDUC, en el Distrito Metropolitano de Quito, cumpliendo de esta manera
con el primer nivel de cobertura. En el año 2005 se llevó a cabo la “Segunda
Encuesta Nacional a Estudiantes de Enseñanza Media sobre Consumo de
Drogas”, en la cual se pretendió cumplir con el segundo nivel de cobertura
propuesto por el SIDUC.
Como se indica en la tabla anterior, para alcanzar este nivel de cobertura es
necesario tomar en cuenta, dentro del marco muestral, a la capital del país y a
las ciudades con una población superior a los 30.000 habitantes; sin embargo,
para alcanzar una mejor representación de la muestra en el ámbito nacional, se
decidió tomar en cuenta al resto de capitales de provincia que no cumplían con
esta cuota de población.
Según datos del Sistema Nacional de Estadísticas Escolares (SINEC), del año
2004, en los 3.613 establecimientos de enseñanza media existentes en el
ámbito nacional estudian 983.859 jóvenes. Del total de establecimientos, 1.793
16
cuentan con los tres últimos niveles de enseñanza básica y por lo menos los
tres años de bachillerato4; en estos últimos estudian 339.751 alumnos.
De este modo, se tomó en cuenta un total de 38 ciudades para la construcción
del marco muestral. Estas ciudades y sus respectivas poblaciones son
presentadas en el siguiente cuadro:
Tabla 3: Caracterización del marco muestral nacional
No.
Región
Provincia
Ciudad
Población
1
Costa
Los Ríos
Babahoyo
76.869
2
Costa
Manabí
Chone
45.526
3
Costa
Guayas
Daule
31.763
4
Costa
Guayas
Durán
174.531
5
Costa
Manabí
El Carmen
33.382
7
Costa
Guayas
Guayaquil
1.985.379
8
Costa
El Oro
Huaquillas
40.183
9
Costa
Manabí
Jipijapa
36.078
10
Costa
Guayas
La Libertad
77.646
11
Costa
El Oro
Machala
204.578
12
Costa
Manabí
Manta
183.105
13
Costa
Guayas
Milagro
113.440
14
Costa
El Oro
Pasaje
45.215
15
Costa
Manabí
Portoviejo
171.847
16
Costa
Los Ríos
Quevedo
120.379
17
Costa
El Oro
Santa Rosa
42.593
18
Costa
Los Ríos
Ventanas
Total Costa
32.425
3.510.063
19
Sierra
Tungurahua
Ambato
154.095
20
Sierra
Cañar
Azogues
27.866
21
Sierra
Pichincha
Cayambe
30.473
22
Sierra
Azuay
Cuenca
277.374
23
Sierra
Bolívar
Guaranda
20.742
24
Sierra
Imbabura
Ibarra
108.535
25
Sierra
Cotopaxi
Latacunga
51.689
26
Sierra
Loja
Loja
118.532
27
Sierra
Imbabura
Otavalo
30.965
28
Sierra
Pichincha
Quito
1.399.378
29
Sierra
Chimborazo
Riobamba
124.807
30
Sierra
Pichincha
Sangolquí
56.794
31
Sierra
Pichincha
Santo Domingo
199.827
32
Sierra
Carchi
Tulcán
47.359
33
Oriente
Morona Santiago
34
Oriente
35
Oriente
36
Oriente
Total Sierra
2.648.436
Macas
13.602
Sucumbíos
Nueva Loja
34.106
Orellana
Pto. Fco. de Orellana (Coca)
18.298
Pastaza
Puyo
24.432
4
. Los tres últimos años de enseñanza básica son los que comúnmente se conocen como 1ro; 2do. y 3er. curso de
colegio y los años de bachillerato son 4to, 5to y 6to curso de colegio.
17
37
Oriente
Napo
Tena
38
Oriente
Zamora Chinchipe
Zamora
16.669
10.355
Total Oriente
117.462
TOTAL NACIONAL
6.275.961
Fuente: INEC, censo 2001
El número de establecimientos de cada una de estas ciudades se encuentra en
la siguiente tabla, conjuntamente con el número de estudiantes:
Tabla 4: Descripción de la muestra
Región
Ciudades
Planteles
Estudiantes
Costa
Babahoyo
26
4376
Costa
Chone
15
2910
Costa
Daule
13
1782
Costa
Durán
41
2781
Costa
El Carmen
15
1662
Costa
Esmeraldas
52
7970
Costa
Guayaquil
458
90534
Costa
Huaquillas
9
1842
Costa
Jipijapa
11
1139
Costa
La Libertad
17
2165
Costa
Machala
49
11752
Costa
Manta
47
8280
Costa
Milagro
30
5748
Costa
Pasaje
12
3281
Costa
Portoviejo
57
9706
Costa
Quevedo
26
7566
Costa
Santa Rosa
14
2597
Costa
Ventanas
12
1508
904
167599
Sierra
Total Costa
Ambato
42
10907
Sierra
Azogues
14
2729
Sierra
Cayambe
8
1805
Sierra
Cuenca
70
17276
Sierra
Guaranda
16
2362
Sierra
Ibarra
32
6568
Sierra
Latacunga
23
5556
Sierra
Loja
22
4925
Sierra
Otavalo
11
2753
Sierra
Quito
469
83216
Sierra
Riobamba
44
10522
Sierra
Sangolquí
12
2643
Sierra
Santo Domingo
60
8379
Sierra
Tulcán
Total Sierra
11
2841
834
162482
Oriente
Macas
7
1121
Oriente
Nueva Loja
18
2021
Oriente
Pto. Fco. de Orellana (Coca)
5
1122
18
Oriente
Puyo
9
2616
Oriente
Tena
9
1804
Oriente
Zamora
7
986
55
9670
1793
339751
Total Oriente
TOTAL NACIONAL
Fuente: SINEC, 2004
Puesto que el objetivo de este estudio es el seguimiento de indicadores tales
como: la prevalencia del consumo de drogas, los patrones de consumo y la
exposición a programas de prevención, es necesario que la muestra sea elegida
de tal manera que dé cuenta de estos indicadores de la manera más confiable.
3.2 La muestra
Como se mencionó anteriormente, realizar una investigación sobre todos los
individuos de una población no siempre es lo más conveniente. Por lo tanto, el
concepto de muestra toma un papel fundamental en toda investigación por
varias razones. Primeramente, una muestra es una porción más pequeña de la
población que se está estudiando, lo cual disminuye de manera significativa el
costo del levantamiento de la información; por otro lado, si la muestra es
seleccionada de manera adecuada, se asegura con un cierto nivel de confianza
(establecido por el investigador) que dicha muestra va a ser significativa y,
sobre todo, representativa de la población. Los resultados que se obtengan
podrán ser extrapolados a toda la población estudiada.
La investigación por muestreo se apoya en una rama de la estadística que trata
el problema matemático de la extracción de una muestra representativa para
una población, y las técnicas que usa están basadas en leyes y supuestos
ampliamente estudiados y verificados, los cuales aseguran que la muestra
extraída de una población sea significativa. Existen varias metodologías que se
ajustan a las características y objetivos de cada investigación, permitiendo
extraer una muestra adecuada. En este aspecto, un elemento sumamente
importante es el tamaño de la muestra.
El cálculo del tamaño de la muestra depende del diseño muestral utilizado. En
este cálculo se toman en cuenta, entre otros, dos aspectos importantes. El
primero, se refiere al nivel de confianza de la muestra, el cual da una idea
probabilística de la exactitud de los resultados. El segundo, se relaciona con el
margen de error o variación que siempre existe entre los resultados obtenidos
en una muestra y su inferencia hacia la población. Sin embargo, este efecto
puede disminuirse considerablemente dependiendo del tamaño muestral y se lo
toma en cuenta al momento de calcularlo. En resumen, el objetivo de una
muestra es representar de la manera más fiable posible al universo que se
desea estudiar.
19
Dicho universo se encuentra representado por su marco muestral5. Para el caso
de la presente encuesta a estudiantes, el objetivo de la muestra es representar
a la población de estudiantes que asisten a colegios -públicos o privados-,
asentados en las capitales de provincias y ciudades con más de 30.000
habitantes. Esta muestra debe producir estimaciones de la proporción de
consumidores con un alto nivel de confianza y bajo margen de error, y con el
menor costo posible.
Para poder cumplir con estos requerimientos, el diseño muestral debe permitir,
en primera instancia, reducir significativamente los costos del levantamiento de
la información. Para el efecto, el muestreo por etapas es el más eficiente. Para
el presente estudio, el SIDUC eligió dos etapas muestrales. Las unidades
muestrales de la primera etapa constituyen los colegios, y las de la segunda
etapa, los paralelos.
Por otro lado, trabajar sobre un marco muestral estratificado6 permite mejorar
la representatividad de la muestra, ya que se elimina la posibilidad de
seleccionar unidades de análisis (individuos) no representativas de la población
estudiada. Un criterio importante en la selección de los estratos es el nivel de
representatividad deseada. Por tanto, en este estudio se espera que los
resultados sean extrapolados en el ámbito nacional y a cada una de las
regiones geográficas del Ecuador continental. Además, por la necesidad de
comparar los resultados con los de estudios anteriores, la muestra se diseñó
para ser representativa de las ciudades de Quito y Guayaquil.
Consecuentemente, la estratificación se efectuó a nivel geográfico, tomando
como criterio la región o sea, Costa, Sierra y Oriente; además de las ciudades
de Quito y Guayaquil.
La elección de los cursos noveno de educación básica, primero y tercero de
bachillerato, posibilita el estudio del comportamiento de la proporción de
consumidores (prevalencia del consumo de drogas) en subpoblaciones con
edades correspondientes a estos cursos. De hecho, la muestra funciona en
realidad como tres submuestras obtenidas independientemente de las tres
subpoblaciones de estudiantes. Este diseño permite efectuar comparaciones de
la prevalencia del consumo en estudiantes de cada uno de los cursos
investigados, con la finalidad de verificar experimentalmente las hipótesis sobre
el comportamiento lineal del consumo.
3.3 Cálculo del tamaño de la muestra
El diseño de la muestra y la determinación de su tamaño fueron definidos por el
equipo técnico especializado del SIDUC (CICAD/OEA). Los parámetros que se
utilizan para el cálculo se aplican a todos los estudios que se desarrollan en el
continente. Esta estrategia asegura, por una parte, el rigor estadístico de la
muestra y, por otra, la posibilidad de comparar entre sí los estudios ejecutados.
5
. Cabe recalcar que en el marco muestral de este estudio se toma en cuenta a la población urbana del país, mas no a
la rural.
6
. Los estratos son conjuntos constituidos por todas las observaciones de todos los posibles grupos de individuos con
características conocidas.
20
El diseño muestral empleado7 genera estimaciones de los parámetros de interés
que tienen una gran variabilidad. Precisamente, para obtener estimaciones de
alta calidad, es necesario disminuir cuanto sea posible la variabilidad de las
estimaciones, a través del tamaño de la muestra.
Para que las estimaciones sean comparables con las de los estudios de años
anteriores, se utilizó el mismo nivel de confianza empleado en aquellos, igual al
0.95. Con el mismo criterio se consideró un margen de error de 0.015. Por otro
lado, debido a las características del muestreo, es necesario considerar un
factor de corrección por efecto del diseño para ampliar el tamaño de la muestra
y disminuir la variabilidad de las observaciones. Este factor se estimó en 2.
Para el cálculo de una primera aproximación al tamaño de muestra mínimo
n0 se utilizó la siguiente ecuación:
2
⎛z⎞
n0 = P * Q * ⎜ ⎟ deff
⎝d ⎠
donde P es la proporción de consumidores que se supone existe en la
población. Este valor usualmente se lo sitúa en 0.10 y Q = 1 − P ; z es un valor
que depende del nivel de confianza elegido, que para este caso es de 1.96;
d es el margen de error considerado (0.015) y deff es el factor de corrección
por efecto del diseño.
Esta primera aproximación al tamaño de la muestra toma en cuenta que se va
a seleccionar una población infinita. Sin embargo, el tamaño de la población
incide sobre el de la muestra, de tal modo que es posible disminuirlo al ajustar
el tamaño muestral a una población finita. Este ajuste por población finita es
posible realizarlo con la siguiente ecuación:
n=
n0
n
1+ 0
N
donde, n es el tamaño final de la muestra y N es el número de estudiantes en
la población.
Finalmente, se incrementó este tamaño de muestra para compensar un 10% de
posible falta de respuesta.
De esta manera, en la siguiente tabla se resume el cálculo del tamaño de
muestra para cada uno de los dominios de representatividad:
7
. Muestreo bietápico, con selección sistemática sobre un marco muestral estratificado.
21
Tabla 5: Cálculo muestral por dominios
Dominio
n0
N
n
(ajustado por
población finita)
(10% de
ausencias)
Costa
3.073
3.018
3.320
Sierra
3.073
3.013
3.314
Oriente
3.073
2.332
2.565
Quito
3.073
2.964
3.260
Guayaquil
3.073
2.972
3.270
TOTAL
15.729
A continuación se resume la selección de la muestra en las dos etapas
contempladas en el diseño muestral.
Primera etapa: selección de la muestra de colegios
La lista de colegios se ordenó de acuerdo al criterio de estratificación (dominios
de representatividad) y sobre éste se sortearon los planteles utilizando un
muestreo sistemático, en el cual el punto de inicio se determinó de manera
aleatoria y la amplitud del intervalo fue constante e igual a la inversa de la
fracción del muestreo.
Cada colegio tenía la probabilidad de selección directamente proporcional al
número de paralelos de noveno de educación básica, primero y tercero de
bachillerato. Los colegios grandes (con un número de aulas mayor al intervalo
de muestreo) pudieron ser seleccionados más de una vez.
Segunda etapa: selección de la muestra de paralelos
Una vez seleccionados los colegios, se procedió a seleccionar los paralelos. De
igual manera que en la primera etapa, la selección de los paralelos se realizó
mediante el muestreo sistemático a razón de tres por cada colegio
seleccionado. Por lo tanto, la mayoría de colegios está representado por tres
paralelos, excepto aquellos planteles que fueron seleccionados más de una vez
en la etapa anterior, los cuales están representados por un número de paralelos
múltiplos de tres.
Cabe recalcar que la última unidad muestral es el paralelo, por lo cual se realizó
un censo en el paralelo seleccionado.
3.4 El trabajo de campo
Niveles y funciones
La coordinación nacional de la “Segunda Encuesta Nacional a Estudiantes de
Enseñanza Media sobre Consumo de Drogas” estuvo a cargo de la
22
Coordinadora Nacional del SIDUC del Observatorio, con distintas funciones
detalladas a continuación:
Coordinación regional
Para una mejor organización de la encuesta en el nivel regional, se
establecieron dos coordinaciones regionales; una, encargada de la Sierra y
Oriente, y otra, de la Costa. Bajo su responsabilidad estuvo la capacitación de
encuestadores y de supervisores, conjuntamente con la coordinación nacional;
el trabajo de campo de su área; y la supervisión del correcto desenvolvimiento
de dicho trabajo en las ciudades correspondientes a su región.
Supervisión
La aplicación y supervisión del trabajo de campo estuvo a cargo de los
especialistas en prevención de cada una de las jefaturas regionales y zonales
con las que el CONSEP cuenta en el ámbito nacional, y del personal del
Observatorio Ecuatoriano de Drogas. Parte de las responsabilidades de cada
una de las Jefaturas fue la contratación y capacitación de los facilitadores
necesarios para cumplir con el trabajo de campo en el tiempo establecido.
Aplicación de los cuestionarios
Esta función estuvo a cargo de los encuestadores, para lo cual fueron
previamente capacitados por los supervisores, en todos los aspectos referidos a
las etapas de la encuesta.
Distribución del personal
El número de encuestadores necesarios para la obtención de los datos se
distribuyó de tal manera que se garantice este trabajo en el plazo de dos meses
en el ámbito nacional (un mes en la región Sierra y Oriente, y otro en la región
Costa). El trabajo de campo se distribuyó de la siguiente manera:
Tabla 6: Distribución del trabajo de campo en las regiones Sierra y Oriente
Ciudad
Supervisores
Quito
Encuestadores
9
2
Cayambe
Sangolquí
1
1
Cuenca
Ibarra
Tulcán
1
1
1
1
2
1
Riobamba
Guaranda
Latacunga
Ambato
23
Loja
1
1
Santo Domingo
1
1
Macas
1
1
1
2
Puyo
1
2
Nueva Loja
1
2
12
23
Zamora
Tena
Pto. Fco. De Orellana (Coca)
TOTAL
Tabla 7: Distribución del trabajo de campo en la región Costa
Ciudad
Supervisores
Encuestadores
2
7
1
1
1
1
1
1
1
2
6
12
Guayaquil
Daule
Durán
Milagro
Machala
Pasaje
Esmeraldas
Babahoyo
Quevedo
Chone
Jipijapa
Manta
Portoviejo
TOTAL
Ubicación de los colegios y aplicación de los cuestionarios
Para la ubicación de los colegios se proporcionó a los encuestadores una base
de datos en la cual constaban las direcciones y los teléfonos de contacto de los
planteles a su cargo. El encuestador debía hacer una cita con el rector
respectivo, para acordar la fecha y hora de aplicación de los cuestionarios. Se
indicó que los estudiantes no debían conocer sobre el carácter de esta
investigación.
Tabla 8: Distribución del trabajo de campo nacional
Jefatura
Ciudad
Encuestas
Azuay
Cuenca
337
Carchi
Tulcán
68
Machala
331
El Oro
Pasaje
66
Esmeraldas
Esmeraldas
212
Regional del Litoral
(Guayas)
Daule
61
Durán
45
Guayaquil
4781
24
Imbabura
Loja
Manabí
Napo
COSEP Matriz
(Pichincha)
Sto. Domingo
Tungurahua
Milagro
101
Ibarra
169
Loja
88
Zamora Chinchipe
270
Chone
134
Jipijapa
49
Manta
42
Portoviejo
224
Tena
360
Pto. Fco. De Orellana (Coca)
233
Cayambe
102
Quito
3955
Sangolquí
123
Babahoyo
78
Quevedo
214
Macas
274
Nueva Loja
349
Sto. Domingo
184
Ambato
227
Guaranda
65
Riobamba
171
Latacunga
50
Puyo
549
TOTAL
13.912
Posteriormente a la aplicación de los cuestionarios, el encuestador y el
supervisor debían realizar el control de calidad respectiva. Este proceso fue
controlado por el supervisor. Los cuestionarios completados se enviaron al
Observatorio Ecuatoriano de Drogas, cuyo personal realizó el control de calidad
del 90% del total de estos instrumentos previo al envío para su respectiva
digitación.
3.5. El instrumento
El instrumento es un cuestionario precodificado y autoaplicado en el aula. Fue
elaborado y aprobado por los coordinadores nacionales del SIDUC, de los países
de América del Sur y Centro América, bajo las consideraciones enunciadas
anteriormente, como permitir la estandarización para que cada país pueda
mirar su realidad con relación a los demás.
3.6 La construcción de la base de datos
La elaboración de la base de datos estuvo a cargo de la Escuela Politécnica
Nacional, y la contratación se la realizó a través del Departamento de
Matemática de la Escuela de Ciencias. Las especificaciones solicitadas por el
Observatorio Ecuatoriano de Drogas incluían la entrega de la base de datos en
una hoja electrónica de Excel, el diccionario de variables, es decir, los códigos
utilizados para la organización de las variables en la base, además de la
supervisión exhaustiva de la digitación.
25
La Escuela Politécnica Nacional entregó la base de datos, según lo solicitado por
el Observatorio Ecuatoriano de Drogas. Por el volumen de información
generada, la base fue entregada en dos archivos.
Una vez recibida la base de datos fue necesario agregar algunos campos, de tal
manera que sea posible la interpretación de los resultados de acuerdo a los
objetivos planteados por la investigación. Previamente a la inclusión de los
nuevos campos de información fue necesaria la consolidación de ésta en un
formato adecuado para su análisis en SPSS. Cabe señalar que la tabulación de
toda la información se la realizó en la versión 11.0 del SPSS.
Se añadieron en total cuatro campos. El primero se refiere a la región
geográfica a la cual pertenecen los individuos encuestados; esto permite el
análisis y comparación de la información por región. El segundo campo añadido
se refiere al dominio, el cual permite analizar la información y hacer
comparaciones para las ciudades de Quito y Guayaquil. El tercer campo se
refiere a los factores de expansión calculados por la CICAD y que son
necesarios para que las estimaciones puedan ser llevadas de la muestra a la
población. El último campo añadido se refiere a la variable cualquier droga,
cuya construcción se menciona en la siguiente sección.
3.7 El análisis de los datos
La base de datos de la encuesta constituye un objeto complejo. Los análisis
univariados permiten una descripción inicial de los datos, de tal manera que se
puede tener una visión particular de cada una de las variables estudiadas a
través de tablas de frecuencias.
Una descripción univariada de las variables asociadas al consumo de sustancias
psicoactivas permite calcular la prevalencia de vida, año y mes del consumo de
alcohol, cigarrillo, drogas ilícitas y medicamentos adquiridos sin receta médica.
Para la generación de estas prevalencias es necesario contar con algunos
criterios que se detallan a continuación:
•
Drogas individuales. En las prevalencias se toma en cuenta únicamente a los
individuos que contestaron afirmativamente a las preguntas relacionadas
con el consumo de alguna droga, es decir, quienes no especificaron
consumo no son tomados en cuenta para el cálculo de los indicadores de
prevalencia.
•
Combinación de algunas drogas. La combinación de algunas drogas se
utilizó para la construcción de una variable llamada cualquier droga ilícita. La
variable da cuenta del consumo en esta combinación y se la construyó
tomando en consideración la tabla de drogas ilícitas, con base en las
respuestas de las preguntas que van desde la 82.3 hasta la 82.14. No se
incluyó a la pregunta 82.15, que se refiere a otras drogas, ya que se notó
que no fue adecuadamente contestada por los estudiantes.
26
Para tener una visión un poco más amplia de las relaciones existentes entre las
variables es necesario construir tablas de contingencia en las cuales se analiza
la relación entre dos variables específicas. Estas estimaciones incluyen
relaciones de prevalencia de consumo en cada dominio estudiado, y dentro de
cada dominio se incluyen tablas de contingencia de variables sociodemográficas
y de identificación del estudiante, como son el tipo de colegio de acuerdo al
presupuesto de que dispone; a la jornada y al año de estudio; además de la
edad y el sexo. Por otro lado, se incluyen tablas de contingencia de otras
variables de interés que pretenden explicar de alguna manera relaciones de
causa efecto dentro de la problemática del consumo de drogas.
En este tipo de estudios, en los cuales las variables de interés son explicadas a
través de la conjugación de varias correspondientes, es necesario utilizar
técnicas estadísticas que permitan el procesamiento adecuado de tal volumen
de información. A este respecto, los análisis multivariantes ofrecen una amplia
variedad de técnicas que permiten analizar a las variables en su conjunto, mas
no como variables individuales, lo cual permitirá tener una idea mucho más
global del consumo.
Finalmente, cabe indicar que por las características del muestreo utilizado por el
SIDUC/CICAD para dicho estudio, se calculó el factor de expansión específico a
cada dominio, con el fin de obtener los parámetros reales de su
representatividad.
27
4. RESULTADOS DE LA ENCUESTA
En este capítulo se presentan los resultados más relevantes de la encuesta,
distribuidos de la siguiente manera:
-
Sección 1: se presenta una descripción de la morfología del consumo de
drogas en el Ecuador, prevalencia de vida, de año y del último mes por
tipo de producto, cualquier droga y por dominio.
Sección 2: se desarrolla una serie de análisis para identificar las variables
asociadas al consumo de drogas.
Sección 3: se realiza un análisis comparativo entre los estudios llevados a
cabo en 1998, 2002 y 2005, dentro de los límites creados por las
metodologías aplicadas.
Sección 4: se analiza la información del estudio para determinar la
importancia de los programas de prevención en el sistema educativo.
4.1 LA MORFOLOGÍA DEL CONSUMO DE DROGAS EN EL ECUADOR
El concepto de morfología se refiere a la descripción de la prevalencia de
consumo de cigarrillos, tranquilizantes, estimulantes, alcohol y SPA, así como a
su distribución en relación con ciertas variables sociodemográficas generales:
-
-
-
-
-
La prevalencia de vida del consumo de SPA es la proporción de las
personas que indican haber usado por lo menos una vez en su vida este
producto en relación con el total de las personas entrevistadas. Este
consumo puede haberse dado una sola vez o varias veces, hace muchos
años o el mes anterior a la encuesta.
La prevalencia de consumo durante el último año es la proporción de
personas que durante este periodo consumieron por lo menos una vez el
producto considerado, aplicándose la misma lógica a la prevalencia del
consumo durante el último mes.
Los sujetos que consumieron por lo menos una vez una droga durante el
último mes se encuentran también reunidos en la prevalencia de año y
de vida, pero los que consumieron alguna vez en su vida, no
necesariamente en la prevalencia de año y del último mes. La
prevalencia de consumo del último mes no es un indicador de adicción,
sino simplemente de un consumo reciente.
La prevalencia de vida del consumo de cualquier droga se refiere a las
personas que consumieron una o más de las drogas investigadas por lo
menos una vez en su vida. En dicho cálculo, no intervienen los cigarrillos,
el alcohol, los tranquilizantes, estimulantes y la categoría otras drogas de
la encuesta.
Cabe indicar, finalmente, que la prevalencia de último año y último mes
es la proporción de estudiantes que aseguran haber consumido droga en
el último año o mes en relación al número de estudiantes que
respondieron a la pregunta respectiva, es decir, a los individuos que no
contestan o no deben contestar esta pregunta y que se los toma como
valores perdidos.
28
4.1.1 CONSUMO DE CIGARRILLOS Y BEBIDAS ALCOHÓLICAS
4.1.1.1 CIGARRILLOS
Prevalencia de vida de consumo de cigarrillo en el ámbito nacional
La prevalencia de vida de consumo de cigarrillos, en el ámbito nacional, en el
año 2005 es de 54.4%, lo que refleja un aumento en relación al valor
encontrado en la encuesta de 1998, correspondiente a 44.3%. La edad del
primer consumo es de 13 años.
Tabla 9: Prevalencia de vida y edad del primer consumo de cigarrillos en el ámbito nacional
Prevalencia de vida (%)
Edad promedio del primer consumo
(años)
1998
2005
1998
2005
44.3
54.4
14.4
13.1
Prevalencia de vida de consumo de cigarrillos por dominio
En cuanto a la prevalencia de vida por dominio, en la Tabla 10 se observa que
en la Costa la diferencia es significativamente menor en relación a los otros
dominios. Resultan relevantes las diferencias de prevalencia de consumo de
cigarrillos en el último año en los dominios Quito y Sierra, en relación con
Guayaquil, Costa y Oriente. Diferencias significativas también se observan en el
consumo de cigarrillos efectuado en el último mes en los dominios Quito y
Sierra en relación con Guayaquil y Costa.
Tabla 10: Prevalencia de vida, anual y mensual del consumo de cigarrillos por dominio (%)
Vida
Último año
Último mes
Quito
64.5
43.1
29.5
Guayaquil
67.5
16.4
9.9
Sierra
58.4
37.6
25.8
Costa
50.7
15.9
9.7
Oriente
52.5
32.2
22.8
Nacional
54.4
26.7
17.7
4.1.1.2 ALCOHOL
Prevalencia de vida de consumo de alcohol en el ámbito nacional
La prevalencia de vida del consumo de alcohol en el ámbito nacional, en el
2005, es de 61.6% y mayor a la que se calculó en 1998. También es más alta
que la de los cigarrillos. La edad promedio del primer consumo de alcohol es de
13.7 años.
29
Tabla 11: Prevalencia de vida del consumo de alcohol en el ámbito nacional (%)
Prevalencia de vida
Edad promedio del primer consumo
(años)
1998
2005
1998
2005
53.9
61.6
14.8
13.7
La prevalencia de vida para los cigarrillos y el alcohol en el 2005 tiene valores
superiores a los que se encontraron en 1998, lo cual demuestra que durante los
siete años que transcurrieron entre estos dos estudios no se ha logrado
disminuir los niveles de consumo de estas sustancias.
Prevalencia de vida de consumo de alcohol por dominio
En cuanto a la prevalencia de vida por dominio, en la Tabla 12 se observa que
en la Costa es menor que en los otros dominios. Llama la atención que en Quito
y la Sierra el consumo sea mayor que en Guayaquil y la Costa. Este mismo
comportamiento se observa en las prevalencias del último año y mes de
consumo de alcohol, muy significativas para los dominios Quito y Sierra frente a
los dominios Guayaquil, Costa y Oriente.
Tabla 12: Prevalencia de vida, anual y mensual del consumo de alcohol por dominio (%)
Vida
Último año
Último mes
Quito
72.2
55.6
40.6
Guayaquil
60.8
30.3
19.5
Sierra
67.5
51.5
36.0
Costa
55.9
32.0
20.5
Oriente
64.0
46.4
34.9
Nacional
61.6
41.7
28.3
Excesos en el consumo del alcohol
La prevalencia de vida de consumo de alcohol no constituye un indicador
evidente acerca del control que ejerce el sujeto sobre su relación con un
psicoactivo de amplia distribución entre la población en general. Dos variables
dan cuenta de la importancia del consumo de alcohol en forma excesiva entre
los estudiantes.
a. ¿Cuántos días te has emborrachado durante los últimos 30 días?
Del total de alumnos, 2 de cada 10 de ellos (19.3%) se emborracharon por lo
menos un día durante los últimos 30 días. Sin embargo, si se considera solo a
los alumnos que consumen alcohol (ver Gráfico 1), los excesos con este
producto se distribuyen de la siguiente manera, en el mes anterior a la
aplicación de la encuesta:
30
Gráfico No. 1
Número de días de excesos con el alcohol durante los
últimos 30 días
en el ámbito nacional 2005
38.2
31.1
13.0
6.9
2.5
0
1
2
3
4
2.3
5
3.4
0.9
0.8
0.6
0.2
6
7
8
9
10 y +
Como se observa, entre los alumnos que consumieron alcohol durante el último
mes, el 31.1% no se emborrachó durante los últimos treinta días, mientras que
el 38.2% lo hizo un día; el 13.0%, dos días; el 6.9%, tres días; y, el 10.7%,
cuatro y más días. Dicho de otra forma, entre los estudiantes que consumen
alcohol, aproximadamente uno de cada tres no se emborrachó durante los
últimos 30 días, y dos de cada tres se emborracharon al menos uva vez durante
ese período.
En el Estudio Nacional a Estudiantes, de 1998, se concluyó que: “… el 17.5%
de los estudiantes reconoce haberse emborrachado por lo menos una vez
durante el último mes”. Esta cifra muestra la importancia de los excesos ligados
al alcohol en esta población y confirma lo observado. Sin embargo, en el 2005
la situación no ha cambiado.
31
Tabla 13: Comparaciones 1998 – 2005 sobre el consumo excesivo de alcohol durante el último
mes en relación con la prevalencia de vida del consumo de esta sustancia (%)
No ha tomado
o ha tomado, pero sin
emborracharse
Se emborrachó
por lo menos una vez durante el
último mes
1998
82.5
17.5
2005
80.7
19.3
Estos datos muestran que entre 1998 (17.5%) y 2005 (19.3%) no se observa
una disminución de la prevalencia de aquellos comportamientos caracterizados
por excesos en el consumo de alcohol. La proporción de jóvenes que se excede
con el alcohol sigue siendo aproximadamente la misma entre estos dos
períodos. La prevención, al igual que la prohibición de vender alcohol a
menores, no lograron disminuir a lo largo de estos siete años la proporción de
alumnos que se exceden con el alcohol, y esta sustancia sigue siendo el
psicoactivo de mayor uso en el país.
b. En las últimas dos semanas, ¿cuántas veces has consumido cinco tragos o
más en una sola sentada?
Entre los alumnos que consumen alcohol, un 33.8% no llegó a tomar cinco
tragos o más en una sola ocasión, mientras que el 34.9% lo hizo una vez; el
17.8, entre dos y tres veces y el 13,6%, cuatro o más veces durante las últimas
dos semanas.
Gráfico No. 2
Consumo de cinco tragos o más en una misma "sentada" durante las
últimas dos semanas
en el ámbito nacional
33.2
34.5
18.8
8.3
5.3
Ninguna vez
Sólo una vez
Entre 2 a 3 veces
Entre 4 a 5 veces
Más de 5 veces
Un 19.3% de estudiantes afirma haberse excedido en el consumo de alcohol
por lo menos una vez durante los últimos 30 días, lo que evidencia que un
32
número significativo tiene una relación de abuso con la bebida. Además, se
observa en el gráfico que las cantidades ingeridas por los adolescentes en una
misma ocasión son también importantes. Nótese que solo el 33.2% no ha
consumido una cantidad excesiva de alcohol en una misma ocasión.
Tabla 14: Distribución de la variable excesos con el alcohol (número promedio de días durante
los últimos 30 días) por dominio
Quito
Guayaquil
Sierra
Costa
Oriente
2.86
2.51
2.70
2.20
2.07
Para verificar si las diferencias entre dominios son significativas, es necesaria
una prueba de hipótesis, como la que se realizó anteriormente, cruzando en
cada caso dos dominios de representatividad. Para todos los casos, la hipótesis
que se desea verificar es la siguiente:
Ho: El promedio del número de días en los cuales los estudiantes se
emborracharon durante los últimos 30 días y son elementos del dominio A
es igual al número promedio de días en los cuales los estudiantes se
emborracharon durante los últimos 30 días y son elementos del dominio B.
Ha: El promedio del número de días en los cuales los estudiantes se
emborracharon durante los últimos 30 días y son elementos del dominio A
es mayor al número promedio de días en los cuales los estudiantes se
emborracharon durante los últimos 30 días y son elementos del dominio B.
A continuación se muestra el resumen de estos resultados:
Tabla 15: Resultados de la prueba de significación por dominio de representatividad
Hipótesis nula
(Ho: Dominio A Dominio B = 0)
Estadístico de
prueba
(t)
Valor t a de la
distribución t-
Student
Resultado de la
prueba
(95%)
xQuito − xGuayaquil = 0
8,80
1.65
xSierra − xCosta = 0
18,64
1.65
Se rechaza Ho
xSierra − xOriente = 0
12,18
1.65
Se rechaza Ho
xCosta − xOriente = 0
2,61
1.65
Se rechaza Ho
Se rechaza Ho
Como se observa en la tabla 15, el promedio de días de consumo de alcohol
durante los últimos 30 días muestra diferencias estadísticamente significativas
entre Quito y Guayaquil, Sierra y Costa, Sierra y Oriente, y Costa y Oriente.
33
Finalmente, entre los estudiantes que nunca consumieron drogas este promedio
es de 1.9%, mientras que entre los consumidores se establece en 2.9%. La
diferencia es significativa (T de Student), lo cual evidencia una asociación entre
el consumo de alcohol y el de drogas.
Los excesos en el consumo de alcohol podrían tener un valor predictivo del
riesgo en relación con el consumo de drogas o, por lo menos, ambos aspectos
constituyen un indicador de la estructura adictiva del sujeto. Esta asociación ya
se señaló en 1998, y también se recomendó que los programas de prevención
tomen en cuenta a aquellos alumnos y que consideren los excesos con el
alcohol como un indicador de riesgo8.
4.1.2 PERCEPCIÓN DEL RIESGO QUE CORRE UNA PERSONA AL
CONSUMIR DROGAS, EN EL ÁMBITO NACIONAL
Los estudiantes consideran que el consumo de droga es un riesgo, apreciación
que puede constituirse en un factor de protección para ellos.
8
Para comprobar si esta diferencia es estadísticamente significativa se utilizó una prueba de hipótesis, en la cual se
deseaba verificar que la diferencia entre el promedio de estas dos poblaciones era demostrativo, con un nivel de
significación del 5%. La hipótesis que se deseaba probar (hipótesis nula) era la siguiente:
Ho: El promedio del número de días en los cuales los estudiantes se emborracharon durante los últimos 30 días y
consumieron drogas es igual al promedio del número de días en los cuales los estudiantes se emborracharon
durante los últimos 30 días.
Contra la siguiente hipótesis
Ha: El promedio del número de días en los cuales los estudiantes se emborracharon durante los últimos 30 días y
consumieron drogas es distinta al promedio del número de días en los cuales los estudiantes se emborracharon
durante los últimos 30 días.
Para aceptar o rechazar la hipótesis nula es necesario calcular un estadístico de prueba y compararlo con el valor
correspondiente a la función de distribución del estadístico.
Para este caso, el estadístico de prueba es el siguiente:
t=
donde
x1 y x2
(x1 − x2 ) − D0
s12 s22
+
n1 n2
son los promedios, en la muestra, de días en que los estudiantes se han emborrachado durante los
últimos 30 días, respectivamente;
promedios muestrales;
D0
es un valor fijo, que muestra la diferencia que se desea probar entre los
s12 y s22 , son varianzas muestrales; y n1 y n2
son el número de elementos en la muestra de
cada población estudiada. El subíndice 1 se refiere a los alumnos consumidores de drogas, mientras que el subíndice 2
se refiere a los alumnos que no han consumido drogas.
Se rechazará la hipótesis nula si el valor absoluto del estadístico de prueba
t es
mayor que el valor
tα ,
2
correspondiente a una distribución t-Student con
n1 + n2 − 2
grados de libertad, donde
α es el nivel de confianza
deseado para la prueba; y se aceptará la hipótesis nula en caso contrario.
Reemplazando los datos respectivos en la ecuación del estadístico t , se obtiene que su valor es igual a 40,01. Mientras
que el valor
tα
de la distribución t-Student, con el 95% de confianza y con 26.100 grados de libertad, es igual a
1,645. De tal manera que la hipótesis nula se rechaza, concluyendo que las diferencias entre ambos promedios es
estadísticamente significativa.
34
La percepción de los estudiantes respecto de los distintos niveles de peligro que
corre una persona al consumir diferentes tipos de psicoactivos, ha sido
ordenada según la categoría “Gran riesgo”. Su distribución es la siguiente:
Tabla 16: Percepción del riesgo relacionado con el consumo de psicoactivos, ordenada según
la categoría “Gran riesgo” (%)
Alcohol
Alguna vez
13,8
38,1
24,6
Gran
riesgo
17,1
Cigarrillos
Alguna vez
13
37,7
15,8
24,3
9,2
Drogas vegetales
Alguna vez
4,6
12,3
20,9
35,1
27
Base/Crack
Alguna vez
3,3
9,5
18,5
39,9
28,8
Éxtasis
Alguna vez
3,4
11,5
21,5
41,7
22
Marihuana
Alguna vez
4,1
14,6
23,5
47,5
10,3
Tran./Est. SPM
Alguna vez
4,1
11,8
18,8
48,8
16,6
Cocaína
Alguna vez
2,9
12,1
23,4
50,2
11,5
Drogas vegetales
Frecuentemente
2,6
3,6
8,7
57,6
27,4
Base/Crack
Frecuentemente
2,3
2,8
5,1
60,8
29
Inhalables
Alguna vez
3,2
6,7
11,4
65,5
13,2
Tran./Est. SPM
Frecuentemente
3,2
5,2
8,3
66,6
16,8
Éxtasis
Frecuentemente
2,1
2,6
5,3
67,8
22,2
Alcohol
Embriagarse
2,7
7,1
12,4
68,3
9,5
Más de una droga
Alguna vez
2,1
4,3
10,4
69,3
13,9
Cigarrillos
Frecuentemente
2,7
8,2
11,6
71,7
5,9
Producto
Frecuencia
Ningún
Leve
Moderado
Desconoce
6,5
Alcohol
Frecuentemente
2,5
5,3
10,5
75,6
6,1
Inhalables
Frecuentemente
2,8
3,4
4,3
76,1
13,2
Más de una droga
Frecuentemente
1,9
1,7
2,3
78,9
15,2
Cocaína
Frecuentemente
2
2,5
4,3
79,2
12
Marihuana
Frecuentemente
2
3,2
6,1
79,5
9,2
El riesgo frente al consumo de los diferentes productos examinados es
percibido por los estudiantes principalmente por la frecuencia de su uso, antes
que por otras características: a mayor frecuencia de consumo, mayor riesgo.
Por ejemplo, el consumo de drogas vegetales -base/crack, éxtasis, marihuana y
cocaína- no se considera muy arriesgado si es esporádico, y el riego aumenta si
es frecuente. La información obtenida es coherente con la referida a la cercanía
a un primer contacto, pues el 44.4% de los estudiantes -en el ámbito nacionalconsidera que no es peligroso consumir una droga ilícita de vez en cuando.
Estos adolescentes podrían estar expuestos a un primer contacto con estos
productos, ya que no consideran riesgoso su consumo esporádico.
Los datos son preocupantes, pues demuestran que la prevención no ha podido
transmitir con claridad el inminente peligro al que se exponen quienes
consumen dichas drogas. Los estudiantes no tienen conciencia de las
35
implicaciones del uso del psicoactivo ni, fundamentalmente, de lo que una
primera experiencia podría significar para su situación personal.
En el siguiente cuadro, el riesgo se ordenó para las mismas variables en
relación con la categoría “desconoce”, a fin de examinar el nivel de
conocimiento que tienen los alumnos sobre dichos productos.
Tabla 17 Las drogas más desconocidas en cuanto a su riesgo (%)
Producto Frecuencia
Ningún
Leve
Moderado
Grande
Desconoce
Cigarrillos Frecuentemente
2,7
8,2
11,6
71,7
5,9
Alcohol Frecuentemente
2,5
5,3
10,5
75,6
6,1
Alcohol Alguna vez
13,8
38,1
24,6
17,1
6,5
Cigarrillos Alguna vez
13
37,7
15,8
24,3
9,2
2
3,2
6,1
79,5
9,2
Marihuana Frecuentemente
Alcohol Embriagarse
2,7
7,1
12,4
68,3
9,5
Marihuana Alguna vez
4,1
14,6
23,5
47,5
10,3
Cocaína Alguna vez
2,9
12,1
23,4
50,2
11,5
2
2,5
4,3
79,2
12
Inhalables Alguna vez
3,2
6,7
11,4
65,5
13,2
Inhalables Frecuentemente
2,8
3,4
4,3
76,1
13,2
2,1
4,3
10,4
69,3
13,9
1,9
1,7
2,3
78,9
15,2
Tran./Est. SPM Alguna vez
4,1
11,8
18,8
48,8
16,6
Tran./Est. SPM Frecuentemente
3,2
5,2
8,3
66,6
16,8
Éxtasis Alguna vez
3,4
11,5
21,5
41,7
22
Éxtasis Frecuentemente
Cocaína Frecuentemente
Más de una droga Alguna vez
Más de una droga Frecuentemente
2,1
2,6
5,3
67,8
22,2
Drogas vegetales Alguna vez
4,6
12,3
20,9
35,1
27
Drogas vegetales Frecuentemente
2,6
3,6
8,7
57,6
27,4
Base/Crack Alguna vez
3,3
9,5
18,5
39,9
28,8
Base/Crack Frecuentemente
2,3
2,8
5,1
60,8
29
Los mayores niveles de desconocimiento sobre la peligrosidad de las drogas se
refieren a: base/crack, drogas vegetales, éxtasis tranquilizantes/estimulantes
adquiridos sin receta médica y al consumo de más de una droga.
Estos datos evidencian que la prevención no ha ofrecido a los estudiantes
información adecuada sobre las drogas. Llama la atención que los educandos
no consideren a la base/crack y al éxtasis sustancias peligrosas, y que el mayor
nivel de desconocimiento se refiera a estos productos particularmente adictivos.
36
4.2 PREVALENCIA DE VIDA DEL CONSUMO DE SUSTANCIAS
PSICOACTIVAS, SPA, EN EL ÁMBITO NACIONAL, CUALQUIER DROGA
Y EDAD PROMEDIO DEL PRIMER CONSUMO
La prevalencia de vida del consumo de cualquier droga -sin considerar otras
drogas, ni las drogas lícitas y medicamentos- se eleva al 12.8% en el ámbito
nacional. Se observa, por lo tanto, un incremento significativo del consumo
general de drogas en los estudiantes de educación media en relación a lo
observado en 1998.
Es preocupante que la segunda droga de mayor consumo - los inhalables
(5.2%)- sea la que más tempranamente se consume en promedio: 12.6 años.
La utilización de la marihuana, que es la primera droga de consumo entre los
estudiantes (7.0% de prevalencia de vida), se inicia a una edad promedio más
tardía, establecida en 14.10 años en el presente estudio.
Estos datos muestran los límites de los esfuerzos desarrollados en el Ecuador
para reducir la demanda. También confirman que las drogas están disponibles
en el país. Y, por lo tanto, plantean con apremio la necesidad de un
mejoramiento sustancial, tanto cualitativo como cuantitativo, de los actuales
programas de reducción de la demanda.
En el 2005, el patrón de consumo de las drogas ilícitas es: marihuana (7.0%) e
inhalables (5.2%), como principales drogas de consumo, seguido por un
segundo grupo compuesto por cocaína (2.4%), drogas vegetales (2.1%),
éxtasis (2.1%), otras (2.0%) y base (1.6%); y un tercer grupo donde se
encuentran las demás drogas con prevalencias pequeñas ≤ a 1% (heroína,
alucinógenos, crack, opio, morfina y hashís).
Con relación a 1998, se observa un cambio significativo del patrón de consumo
de los inhalables, cuyo uso ha ganado en importancia y es casi tan relevante
como el de la marihuana; así como el del éxtasis, cuyo consumo también se ha
incrementado, ubicándose claramente dentro de los patrones de consumo de
los estudiantes. Finalmente, dentro de este modelo cabe resaltar la importancia
del consumo de tranquilizantes y estimulantes adquiridos sin receta médica.
En general, la prevención se ha enfocado más en las drogas ilícitas tradicionales
como marihuana, base y cocaína. Sin embargo, ahora debe considerar que
nuevas SPA se han introducido en el mercado, en particular el éxtasis. Por otra
parte, el alcohol y los inhalables representan los tradicionales productos
relegados en las prioridades de la prevención; siempre considerados en el
discurso, pero abordados de manera insuficiente en la realidad.
El análisis de la categoría otras drogas revela que más del 90% de los
estudiantes no precisó el producto que utilizó. Entre quienes lo especificaron, se
encuentran las siguientes respuestas: “amapola, amortiguante, bazuco, búfalo
blanco niucra, cloro, droga en hierba, floripondio, ganlla, inyecciones, pasta
37
dental seca, tela de are, pepa amapola, perika, polvo, sosagón, tacha, un polvo
blanco”. Productos como “bazuco”, “polvo”, “floripondio” y “sosagón”
(¿sosegón?) debieron responderse en otros lugares del cuestionario, y las
demás respuestas de los estudiantes en esta categoría no se refieren
claramente a drogas. Por estas razones, se decidió eliminar esta categoría de
los análisis ulteriores.
La variable cualquier droga, tampoco incluye los tranquilizantes y estimulantes
adquiridos sin receta médica, puesto que resulta difícil determinar si su uso se
debe a fines médicos o adictivos. La variable prevalencia de vida del consumo
de cualquier droga es el producto de un cálculo en el cual se determina el
número de personas que indican haber consumido una o más drogas, sin
importar el tipo de producto. De esta manera, la prevalencia de vida de
cualquier droga se calcula en 14.2% y en 14.0%, excluyendo otras drogas.
Por otra parte, la categoría drogas vegetales presenta ciertas ambigüedades,
especialmente en el Oriente ecuatoriano, pero también en otros grupos. Esto se
debe a que allí, a diferencia de otros lugares del país, ciertos productos no se
asumen como drogas debido a sus significaciones ancestrales y/o culturales.
Por ejemplo, un joven de Quito podría considerar la ayahuasca como un
alucinógeno y, por ende, una droga, mientras que para un estudiante del
Oriente es una planta medicinal o mágica.
Clasificar las SPA desde una cultura citadina u “occidentalizada” puede plantear
discrepancias con la clasificación personal que existe en ciertas regiones
culturalmente diferentes. Además, la metodología del SIDUC recubre
parcialmente la categoría alucinógenos, la cual incluye productos como la
ayahuasca o el floripondio, que precisamente son drogas alucinógenas. Por
estas razones se eliminaron estos productos en el análisis de causalidad.
La edad promedio del primer consumo de inhalables es 12.6 años, mientras que
de la base y la marihuana es 14.6 y 14.10 años, respectivamente. Esto significa
que los alumnos que reportan un consumo personal de drogas ilícitas realizaron
su primer consumo entre los 12.6 y los 14.10 años de edad.
Tabla 18: Prevalencias de vida del consumo de SPA y edad media del primer consumo, en el
ámbito nacional
Psicoactivo
Prevalencia de
vida en el ámbito
nacional
(%)
Edad del primer
consumo en el
ámbito nacional
(años)
Psicoactivo
Alcohol
61,6
12 años, 6 meses
Inhalables
Cigarrillos
54,4
13 años, 1 mes
Cigarrillos
Marihuana
7,0
13 años, 2 meses
Tranquilizantes
Tranquilizantes sin RM
6,1
13 años, 4 meses
Estimulantes
Inhalables
5,2
13 años, 4 meses
Morfina
38
Estimulantes sin RM
2,7
13 años, 7 meses
Alcohol
Cocaína
2,4
13 años, 9 meses
Drogas vegetales
Éxtasis
2,1
14 años, 0 meses
Opio
Drogas vegetales
2,1
14 años, 3 meses
Otras drogas
Otras
2,0
14 años, 4 meses
Heroína
Pasta base
1,6
14 años, 6 meses
Cocaína
Heroína
0,9
14 años, 6 meses
Éxtasis
Alucinógenos
0,6
14 años, 7 meses
Pasta base
Crack
0,6
14 años, 7 meses
Crack
Opio
0,5
14 años, 8 meses
Alucinógenos
Morfina
0,5
14 años, 8 meses
Asís
Hashís
0,3
14 años, 10 meses
Marihuana
Cualquier droga con
otras
13.0
14 años, 2 meses
Cualquier droga con
otras
14 años, 2 meses
Cualquier droga sin
otras
Cualquier droga sin
otras
12.8
El 12.8% de la prevalencia de vida de cualquier droga sin otras representa
42.842 personas de la población nacional de estudiantes estudiada (noveno de
educación básica, y primero y tercero de bachillerato).
En adelante, la descripción del consumo de drogas se hará con la variable
cualquier droga sin otras.
Tabla 19: Estimación de los parámetros de la población – Número de estudiantes
consumidores de SPA en la población estudiada
Casos encontrados
en la muestra
Casos esperados en
la población
Cigarrillos
8.166
183.684
Alcohol
8.894
208.069
Tranquilizantes
875
20.794
Estimulantes
408
9.295
Inhalables
796
17.816
Marihuana
1.078
23.747
Pasta base
258
5.539
Cocaína
350
8.017
Heroína
148
3.212
Éxtasis
307
7.037
Alucinógenos
97
2.155
Crack
94
2.125
Opio
76
1.639
Morfina
70
1.648
Asís
57
1.165
Drogas vegetales
339
7.019
Otras drogas
286
6.679
Psicoactivo
39
Número de drogas consumidas en el ámbito nacional
En el transcurso de su vida, la mayoría de los consumidores (62.6%) ha usado
una sola droga y el 37.4%, dos o más productos ilícitos.
Gráfico No. 3 (%)
Número de drogas consumidas
en el ámbito nacional
62.6
18.3
8
1 droga
2
4.6
3
4.5
2
4
5
6y+
Prevalencia de vida de cualquier droga por dominio
La región con menor prevalencia de vida de cualquier droga es el Oriente
ecuatoriano. La Sierra y la Costa, por una parte, y Quito y Guayaquil, por otra,
presentan un valor similar. La única diferencia significativa se presenta entre el
Oriente ecuatoriano, por una parte, y la Sierra, la Costa, Quito y Guayaquil, por
la otra.
Tabla 20: Prevalencia de vida de cualquier droga por dominio (%)
Nacional
Quito
Guayaquil
Sierra
Costa
Oriente
12.8
17.5
15.4
14.5
11.3
10.3
Prevalencia de vida por tipo de droga y dominio
La información siguiente resume los valores de la prevalencia de vida del
consumo de SPA por producto y por cada uno de los dominios de
representatividad de la muestra.
Tabla 21: Prevalencia de vida por tipo de droga y dominio (%)
Cigarrillos
Nacional
Quito
Guayaquil
Sierra
Costa
Oriente
54.1
63.9
67.0
57.9
50.5
51.3
40
Alcohol
61.2
71.3
60.4
66.9
55.7
62.6
Tranquilizantes
6.1
8.2
4.6
8.1
4.1
6.5
Estimulantes
2.7
4.1
1.9
3.6
1.9
3.7
Inhalables
5.2
7.5
5.2
6.4
4.1
5.7
Marihuana
7.0
11.0
8.7
8.1
6.1
4.0
Base
1.6
3.3
1.9
2.1
1.2
0.8
Cocaína
2.4
4.3
2.2
3.0
1.8
1.2
Heroína
0.9
2.0
0.9
1.3
0.6
0.6
Éxtasis
2.1
3.6
2.1
2.9
1.4
1.0
Alucinógenos
0.6
1.3
0.6
0.9
0.4
0.3
Crack
0.6
1.3
0.6
0.9
0.2
0.4
Opio
0.5
1.0
0.6
0.6
0.3
0.1
Morfina
0.5
0.8
0.5
0.7
0.3
0.3
Asís
0.3
0.7
0.5
0.4
0.3
0.2
Drogas
vegetales
2.1
3.3
2.0
2.6
1.5
3.0
Otras
2.0
4.3
0.7
3.3
0.7
1.6
Tabla 22: Prevalencia de vida, de año y mensual por tipo de droga en el ámbito nacional (%)
Nacional
Vida
Último año
Último mes
Tranquilizantes SRM
6.1
3.0
1.4
Estimulantes SRM
2.7
1.3
0.8
Inhalables
5.2
2.4
0.9
Marihuana
7.0
3.8
1.8
Pasta base
1.6
0.9
0.6
Cocaína
2.4
1.4
0.7
Heroína
0.9
0.5
0.3
Éxtasis
2.1
1.1
0.5
Alucinógenos
0.6
Crack
0.6
Opio
0.5
Morfina
0.5
Asís
0.3
Drogas vegetales
2.1
1.0
0.4
Otras drogas
2.0
1.1
0.6
Tabla 23: Prevalencia de vida, de año y de mes por tipo de droga: Quito (%)
Quito
Vida
Último año
Último mes
Tranquilizantes SRM
8.2
3.6
1.7
Estimulantes SRM
4.1
1.8
1.1
Inhalables
7.5
4.1
1.7
Marihuana
11.0
7.1
3.6
Pasta base
3.3
2.0
1.2
Cocaína
4.3
2.8
1.3
Heroína
2.0
1.0
0.5
41
Éxtasis
3.6
2.1
1.1
Alucinógenos
1.3
Crack
1.3
Opio
1.0
Morfina
0.8
Asís
0.7
Drogas vegetales
3.3
1.8
0.9
Otras drogas
4.3
1.9
0.8
Tabla 24: Prevalencia de vida, de año y mes por tipo de droga: Guayaquil (%)
Guayaquil
Vida
Último año
Último mes
Tranquilizantes SRM
4.6
2.5
1.4
Estimulantes SRM
1.9
1.0
0.5
Inhalables
5.2
1.7
0.5
Marihuana
8.7
3.1
1.1
Pasta base
1.9
0.6
0.2
Cocaína
2.2
0.9
0.4
Heroína
0.9
0.5
0.3
Éxtasis
2.1
0.8
0.4
Alucinógenos
0.6
Crack
0.6
Opio
0.6
Morfina
0.5
Asís
0.5
Drogas vegetales
2.0
0.6
0.3
Otras drogas
0.7
0.5
0.3
Tabla 25: Prevalencia de vida, de año y mes por tipo de droga: Sierra (%)
Sierra
Vida
Último año
Último mes
Tranquilizantes SRM
8.1
3.7
1.5
Estimulantes SRM
3.6
1.6
1.0
Inhalables
6.4
3.2
1.4
Marihuana
8.1
5.3
2.6
Pasta base
2.1
1.4
0.9
Cocaína
3.0
1.9
1.0
Heroína
1.3
0.6
0.3
Éxtasis
2.9
1.7
0.8
Alucinógenos
0.9
Crack
0.9
Opio
0.6
Morfina
0.7
Asís
0.4
Drogas vegetales
2.6
1.3
0.6
Otras drogas
3.3
1.7
0.8
42
Tabla 26: Prevalencia de vida, de año y mes por tipo de droga: Costa (%)
Tranquilizantes SRM
4.1
2.3
1.2
Vida
Último año
Último mes
Inhalables
4.1
1.5
0.4
Marihuana
6.1
2.4
1.0
Pasta base
1.2
0.5
0.2
Cocaína
1.8
0.9
0.4
Heroína
0.6
0.4
0.2
Éxtasis
1.4
0.6
0.3
Alucinógenos
0.4
Crack
0.2
Opio
0.3
Morfina
0.3
Asís
0.3
Drogas vegetales
1.5
0.6
0.3
Otras drogas
0.7
0.5
0.3
Costa
Tabla 27: Prevalencia de vida, de año y mes por tipo de droga: Oriente (%)
Oriente
Vida
Último año
Último mes
Tranquilizantes SRM
6.5
3.7
2.5
Estimulantes SRM
3.7
2.0
1.2
Inhalables
5.7
2.9
1.6
Marihuana
4.0
2.6
1.2
Pasta base
0.8
0.4
0.2
Cocaína
1.2
0.8
0.3
Heroína
0.6
0.4
0.1
Éxtasis
1.0
0.5
0.3
Alucinógenos
0.3
Crack
0.4
Opio
0.1
Morfina
0.3
Asís
0.2
Drogas vegetales
3.0
1.4
0.7
Otras drogas
1.6
1.0
0.5
Incidencia del consumo de drogas
La prevalencia, se ha dicho, mide la relación entre el número de personas con
una determinada característica y el número de personas estudiadas, mientras
que la incidencia estima la proporción de casos nuevos que adquirieron dicha
característica respecto de un determinado intervalo temporal; en esta ocasión,
el año y el mes anteriores a realizarse la encuesta. Como se observará, los
productos que presentan la mayor tasa de incidencia son los tranquilizantes y la
43
marihuana. Sobre este último producto, el cálculo indica que su consumo creció
en 1.47% respecto del valor encontrado hace un año.
Tabla 28: Incidencia anual y mensual del consumo de sustancias psicoactivas
Sustancia
Incidencia anual
Incidencia mensual
Inhalables
1.01
0.44
Marihuana
1.47
0.51
Cocaína
0.62
0.26
Pasta base
0.41
0.19
Éxtasis
0.52
0.25
Heroína
0.18
0.05
Drogas vegetales
0.40
0.15
Otras drogas
1.07
0.44
Tranquilizantes
2.64
1.01
Estimulantes
1.18
0.47
Prevalencia de consumo de cualquier droga por sexo, en el ámbito
nacional
La prevalencia del consumo de cualquier droga es mayor entre los estudiantes
del sexo masculino en comparación con las del sexo femenino, y esta diferencia
es significativa (p<.000). Sin embargo, comparando con los datos de 1998, la
diferencia tiende a disminuir, marcando quizá una tendencia a la
homogeneización del consumo entre ambos sexos.
Tabla 29: Prevalencia de vida de cualquier droga: marihuana, inhalables, base, cocaína,
éxtasis y excesos con el alcohol por sexo (%)
Masculino
Femenino
Cualquier droga (p<.000)
18.5
7.7
Marihuana
10.8
3.6
Inhalables
7.1
3.6
Base
2.8
0.6
Cocaína
3.8
1.1
Éxtasis
3.2
1.1
Excesos con el alcohol
2.86
2.07
Prevalencia de consumo de cualquier droga por edad, en el ámbito
nacional
La prevalencia de consumo crece con la edad y las diferencias son
significativas, lo cual indica la influencia de la edad sobre el consumo.
44
Tabla 30: Prevalencia de vida de cualquier droga: marihuana, inhalables, base, cocaína,
éxtasis y excesos con el alcohol por edad (%)
11
años
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21 y +
9.2
10.2
14.1
14.8
15.4
19.9
17.8
23.2
16.6
3.1
4.4
6.4
8.9
10.5
15.0
12.8
22.2
16.6
3.1
4.7
5.1
6.2
5.3
5.4
6.5
4.6
5.4
di9
0.8
0.9
1.2
1.4
2.1
1.9
3.8
4.5
1.0
di
0.9
1.4
1.7
2.6
2.9
2.8
4.6
5.6
7.2
di
1.1
1.2
1.5
2.5
2.2
2.7
3.5
2.9
4,3
di
2.2
2.3
2.4
2.7
2.7
3.0
3.5
di
Cualquier droga (p<.000)
7.6
6.5
Marihuana
2.6
3.2
Inhalables
6.3
Base
1.3
Cocaína
di
Éxtasis
1.3
Excesos con el alcohol
1.0
2.0
2.8
Prevalencia de vida de cualquier droga por colegio, en el ámbito
nacional
Existen diferencias significativas de la prevalencia de vida de cualquier droga
según el tipo de colegio, encontrándose el mayor nivel en los colegios privados
y el menor en otros (fiscomisionales).
Tabla 31: Prevalencia de vida de cualquier droga: marihuana, inhalables, base, cocaína,
éxtasis y excesos con el alcohol por tipo de colegio (%)
Público
Privado
Otro
16.8
12.3
10.2
5.4
4.9
6.0
6.3
1.3
2.5
0.9
3.0
2.3
2.8
1.2
2.56
2.44
Cualquier droga (p<.000)
11.0
Marihuana (p<.000)
5.7
Inhalables (p<.000)
Base (p<.000)
Cocaína (p<.000)
2.1
Éxtasis (p<.000)
1.8
Excesos con el alcohol (p<.000)
2.51
9
. Datos insuficientes (di): El número de casos de la celda es insuficiente para calcular la prevalencia.
45
Prevalencia de vida de cualquier droga por tipo de colegio según sexo,
en el ámbito nacional
La prevalencia de vida del consumo de cualquier droga es mayor en los colegios
masculinos y mixtos que en los femeninos.
Tabla 32: Prevalencia de vida de cualquier droga: marihuana, inhalables, base, cocaína,
éxtasis y excesos con el alcohol por tipo de colegio, según sexo (%)
Masculino
Femenino
Mixto
5.6
14.3
2.5
8.0
3.0
5.5
0.5
1.8
0.8
2.7
0.6
2.3
1.92
2.61
Cualquier droga (p<.000)
20.6
Marihuana (p<.000)
11.8
Inhalables (p<.000)
10.5
Base (p<.000)
3.5
Cocaína (p<.000)
4.3
Éxtasis (p<.000)
5.3
Excesos con el alcohol (p<.000)
2.90
Prevalencia de vida de cualquier droga según jornada de estudio, en
el ámbito nacional
Existen diferencias según la jornada de estudio en relación con la prevalencia
de vida de cualquier droga.
Tabla 33: Prevalencia de vida de cualquier droga: marihuana, inhalables, base, cocaína,
éxtasis y excesos con el alcohol por jornada de estudio (%)
Matutina
Vespertina
Nocturna
11.1
17.6
5.9
9.3
5.2
5.1
7.9
1.6
1.6
3.0
2.2
3.5
1.9
1.2
Cualquier droga (p<.000)
13.2
Marihuana (p<.000)
7.3
Inhalables (p<.000)
Base (p<.000)
Cocaína (p<.000)
2.4
Éxtasis (p<.000)
2.2
Excesos con el alcohol
2.53
2.46
2.71
46
Prevalencia de vida de cualquier droga según año de estudio, en el
ámbito nacional
La prevalencia del consumo de cualquier droga presenta un crecimiento
importante entre noveno de educación básica y primero de bachillerato, para
luego estabilizarse.
Tabla 34: Prevalencia de vida de cualquier droga: marihuana, inhalables, base, cocaína,
éxtasis y excesos con el alcohol por año de estudio (%)
Noveno de básica
Primero de bachillerato
Tercero de bachillerato
15.0
15.2
7.6
11.2
6.3
4.7
1.7
2.2
2.9
3.0
2.5
2.4
Cualquier droga (p<.000)
9.0
Marihuana (p<.000)
3.5
Inhalables (p<.000)
4.7
Base (p<.000)
1.1
Cocaína (p<.000)
1.4
Éxtasis (p<.000)
1.4
Excesos con el alcohol (p<.000)
2.57
2.41
2.61
47
Estas relaciones se grafican con HOMALS de la siguiente manera:
Cuantificaciones
Quantifications
2
Masculino
PrevCualquierVida
2
p4
p5
Femenino
1
p6
Dimension 2
Privado
p7
Consumidores
6to Abstinentes
Matutina 4to
2do
Publico
0
-1
Otro
-2
Nocturna
-3
-1.5
-1.0
-0.5
0.0
0.5
1.0
1.5
Dimension 1
De este análisis se desprende que los adolescentes más expuestos al riesgo son
los que cursan el primero y tercero de bachillerato, estudian en un colegio
masculino y en jornada nocturna.
4.2.1 DISPONIBILIDAD DE LAS DROGAS EN EL ÁMBITO NACIONAL
La disponibilidad de la droga es un indicador de su presencia en los
contextos estudiantiles. La de mayor presencia es la marihuana y la de menor,
la heroína. Es importante destacar que de un 60 a 65% de los estudiantes
desconoce la facilidad o dificultad de conseguir drogas.
Tabla 35: Percepción del estudiante sobre la disponibilidad de las drogas en el ámbito
nacional (%)
Me sería
fácil
Me sería
Difícil
No podría
conseguir
No sé
si es fácil o difícil
Marihuana
14.8
8.7
17.0
59.5
Cocaína
7.3
11.6
19.9
61.2
Pasta base
5.1
9.0
20.6
65.3
Éxtasis
6.6
9.3
20.4
63.8
Heroína
4.2
9.0
21.2
65.6
48
Disponibilidad de las drogas según los abstinentes y consumidores10
Entre los alumnos abstinentes y los consumidores existe una diferencia
estadísticamente significativa (p<0.0001) en cuanto a la disponibilidad de los
productos examinados. La proporción de alumnos que afirman que la droga es
de fácil acceso es cuatro veces mayor entre los consumidores. Entre éstos,
quienes manifiestan que no podrían conseguir la droga representan
seguramente un grupo que depende de otros alumnos para consumir. Para los
alumnos consumidores, las drogas son de más fácil acceso simplemente porque
al querer consumirlas se vuelven más accesibles.
Según los entrevistados, la droga de más fácil disponibilidad es la marihuana y
la de más difícil acceso la heroína, cualquiera sea la situación del alumno.
Tabla 36: Percepción de la disponibilidad de la droga, según los abstinentes y consumidores
(%)
10
Marihuana
Me sería fácil
Me sería difícil
No podría
conseguir
Abstinentes
29.1
22.9
48.0
Consumidores
64.1
15.8
20.0
Nacional
36.6
21.5
41.9
Cocaína
Me sería fácil
Me sería difícil
No podría
conseguir
Abstinentes
15.0
28.8
56.2
Consumidores
33.4
34.1
32.4
Nacional
18.9
29.9
51.2
Base
Me sería fácil
Me sería difícil
No podría
conseguir
Abstinentes
11.1
25.5
63.3
Consumidores
29.1
27.2
43.7
Nacional
14.7
25.9
59.4
Éxtasis
Me sería fácil
Me sería difícil
No podría
conseguir
Abstinentes
13.7
25.2
61.1
Consumidores
34.7
27.4
37.9
Nacional
18.1
25.6
56.3
Heroína
Me sería fácil
Me sería difícil
No podría
conseguir
Abstinentes
9.4
24.7
65.9
Consumidores
23.5
31.0
45.5
Nacional
12.3
26.0
61.7
Se define al consumidor como aquel individuo que afirma haber consumido alguna droga alguna vez en la vida.
49
Disponibilidad de las drogas por dominio
Al comparar el comportamiento de esta variable por dominio, el Oriente
amazónico aparece como el espacio donde se verifica la menor disponibilidad
de drogas. Quito, en comparación con Guayaquil, presenta mayores
posibilidades de acceso para todas las drogas examinadas. Este dato guarda
relación con la prevalencia de vida, que es mayor en Quito.
Tabla 37: Disponibilidad de las drogas por dominio (%)
Quito
Guayaquil
Sierra
Costa
Oriente
Marihuana
Fácil
46.5
31.7
39.9
33.4
24.8
Difícil
20.0
20.5
21.4
21.4
25.5
No podría
33.5
47.7
38.7
45.3
49.7
Cocaína
Fácil
24.1
16.1
20.7
17.1
14.3
Difícil
33.4
26.3
31.4
28.3
27.3
No podría
42.5
27.5
47.9
54.6
58.5
Fácil
19.3
12.8
16.6
12.8
9.1
Difícil
27.7
23.7
26.8
24.9
24.6
No podría
53.0
63.5
56.6
62.3
66.4
Fácil
25.4
12.2
22.9
12.6
11.4
Difícil
27.4
25.5
25.7
25.5
25.0
No podría
47.2
62.3
51.4
61.8
63.5
Fácil
16.0
10.3
13.8
10.8
8.1
Difícil
27.4
24.9
26.3
25.8
23.7
No podría
56.6
64.9
59.9
63.4
68.3
Pasta base
Éxtasis
Heroína
Último ofrecimiento de droga
En general, la droga más ofrecida es la marihuana (14.4% de los casos),
seguida de la cocaína (6.4%), el éxtasis (5.4%) y la heroína (3.4%).
Tabla 38: Último ofrecimiento de droga a la población estudiantil (%)
¿Cuándo fue el último
ofrecimiento de droga?
Durante los
últimos 30 días
Más de un
mes, menos
de un año
Hace más de
un año
Nunca me
han ofrecido
Marihuana
4.2
4.5
5.7
85.6
Cocaína
1.4
2.0
3.0
93.5
Pasta base
1.0
1.0
1.9
96.1
Éxtasis
1.2
1.6
2.6
94.6
Heroína
0.6
1.0
1.8
96.6
50
Ofrecimiento de droga alguna vez en la vida
El porcentaje de estudiantes que alguna vez se encontró en una situación en la
cual le fue ofrecida droga para comprar o probar es el siguiente, de acuerdo al
producto: 14.4%, marihuana; 6.5%, cocaína; 3.9%, base; 5.4%, éxtasis y
3.4%, heroína.
Tabla 39: Ofrecimiento de droga alguna vez en la vida (%)
Alguna vez
en la vida
Marihuana
Cocaína
Pasta base
Éxtasis
Heroína
14.4
6.5
3.9
5.4
3.4
Gráfico No. 4 (%)
Ofrecimiento de droga y
número de drogas ofrecidas durante la vida
en el ámbito nacional
84,9
8,0
0
1
3,0
1,5
0,9
1,7
2
3
4
5
En resumen, al 15.1% de los alumnos alguna vez en su vida le ofrecieron una o
más drogas. Al 8.0% le ofertaron un solo tipo de droga, mientras que al 7.1%,
dos y más drogas.
Ofrecimiento de marihuana alguna vez en la vida y consumidores de
marihuana en prevalencia de vida
Tabla 40: Asociación entre el ofrecimiento y el consumo de marihuana
Ofrecimiento de marihuana
Consumo de marihuana
No
Si
No
97.8
61.3
Sí
2.8
38.7
Total
86.6
13.4
51
El 92.9% de la población total nunca consumió marihuana, mientras que el
7.1% indica haberlo hecho por lo menos una vez en la vida. En el grupo de los
estudiantes que fueron expuestos por lo menos una vez en la vida a un
ofrecimiento, la proporción de consumidores asciende a 38.7%, mientras que
en el de los jóvenes que no conocieron esa situación, dicha proporción se
establece en 2.8%. Por lo tanto, el ofrecimiento y el consumo se asocian
estrechamente, lo cual no quiere decir que el primero sea causa del segundo.
Lugar donde ocurrió el último ofrecimiento de droga
El lugar donde con frecuencia se produce el último ofrecimiento de droga a los
estudiantes es la fiesta, discoteca o conciertos (7.2% de marihuana y 5.2% de
otras drogas), seguido por la casa y/o sus alrededores (3.6% de marihuana y
1.8% de drogas) y el colegio y/o sus alrededores (2.6% de marihuana y 1.3%
de otras drogas). Cabe indicar la presencia de la Internet como medio para
conseguir droga, aunque con una frecuencia reducida.
Tabla 41: Lugar del último ofrecimiento de droga (%)
En tu casa
Alrededores
de tu casa
En tu colegio
Alrededores
del colegio
Fiesta,
discoteca
Por Internet
2.6
1.9
7.2
0.7
1.4
5.2
0.7
Marihuana
0.5
3.6
Otra droga (pasta base, cocaína, éxtasis, etc.)
0.4
1.8
1.3
Variables relacionadas con la cercanía de un primer consumo en el
ámbito nacional
¿Qué tan cerca se encuentra un alumno a un primer consumo de droga? De
hecho, se trata de una pregunta difícil y en la encuesta se la abordó de la
siguiente manera:
Tabla 42: Distribución de la muestra según variables de riesgo (%)
Sí
No
1.
¿Crees que las personas exageran cuando dicen que
bajo ningún pretexto se debería probar drogas ilícitas?
25.1
74.9
2.
¿Alguna vez tuviste la posibilidad de probar una droga
ilícita?
13.4
86.6
3.
¿Alguna vez has tenido curiosidad o deseo de probar
alguna droga ilícita?
21.4
78.6
4.
¿Crees que se debería tener una experiencia con las
drogas ilícitas?
15.7
84.3
5.
¿Probarías drogas ilícitas para saber qué se siente?
14.1
85.9
6.
¿Crees que consumir drogas ilícitas de vez en cuando
no es peligroso?
45.8
54.2
7.
¿Aceptarías si un amigo te ofreciera droga?
6.7
93.3
8.
Si tuvieras la ocasión, ¿probarías alguna droga ilícita?
11.2
88.8
52
Estas variables permiten construir una escala de riesgo (riesgo 1) sumando las
respuestas del estudiante. Un total de ocho puntos describe a un informante
que respondió “sí” a todas las preguntas y que se encuentra muy cerca a una
experiencia de consumo personal, si es que no lo ha hecho ya. La distribución
de los consumidores, de acuerdo a su puntaje - que presenta diferencias
significativas entre los dos grupos (p<.000)- es la siguiente:
Gráfico No. 5
Distribución de los consumidores en la escala de riesgo 1
en el ámbito nacional 2005
83.3
62.9
6.2
0
1
17.7
11.0
6.7
2
3
4
46.3
41.5
28.2
5
6
7
8
La proporción de consumidores va en aumento a medida que el puntaje crece.
En dicha escala, los abstinentes presentan un puntaje promedio de 1.2 y los
consumidores de 3.2, siendo dicha desigualdad estadísticamente significativa.
Estas variables permiten cierta diferenciación entre los grupos y podrían ser
usadas por la prevención para realizar intervenciones más selectivas, pero no
pueden considerarse suficientes, lo cual se indica en el siguiente cálculo (Tabla
43).
Tabla 43: Resultados de la clasificación
Prevalencia de vida
cualquier droga
Predicción de pertenencia a los grupos
Total
Abstinentes
Consumidores
Abstinentes
86,8
13,2
100,0
Consumidores
41,9
58,1
100,0
Casos no agrupados
78,1
21,9
100,0
Dichas variables permiten clasificar correctamente el 83.2% de los casos. El
58.1% de los casos de consumidores se clasificó correctamente, mientras que
el 86.8% entre aquellos de los abstinentes. Este resultado indica que dichas
variables permiten una predicción global, pero fallan en pronosticar el consumo.
Por lo tanto, un trabajo adicional tiene que realizarse sobre la base del análisis
multivariado de la estructura causal del consumo.
53
4.3 ANÁLISIS COMPARATIVO ENTRE 1998 Y 2005
El estudio de 1998 se realizó con metodología SEVIP, mientras que las
investigaciones del 2002 y 2005 se desarrollaron con la del CICAD – SIDUC,
cuyas muestras y cuestionarios fueron estandarizados bajo el sistema SIDUC, lo
que ahora posibilita iniciar con mayor rigor las comparaciones entre estos
datos, aunque existen ciertas diferencias en los diseños de dichos estudios, que
se resumen a continuación.
4.3.1 Nivel de representatividad de la muestra
Tabla 44: Características metodológicas de los estudios realizados a estudiantes en el Ecuador
1998
2002
2005
Representatividad de la
muestra
Nacional
Quito
Guayaquil
Capitales de provincia
Quito Metropolitano
Nivel nacional
Quito
Guayaquil
Costa
Sierra
Oriente
Población estudiada
Estudiantes de 9no de
básica, 1ro, 2do y 3ro
de bachillerato
Estudiantes de 9no de
básica, 1ro y 3ro de
bachillerato
Estudiantes de 9no de
básica, 1ro y 3ro de
bachillerato
Cuestionario
SEVIP
SIDUC modificado 2001
SIDUC modificado 2004
De hecho, la incorporación de la metodología CICAD – SIDUC a los estudios de
2002 y 2005 ha creado ciertos problemas para compararlos con el de 1998,
cuya población estudiada fue estudiantes de décimo de educación básica,
primero, segundo y tercero de bachillerato; en cambio, en 2002 y 2005 se
consideró a los estudiantes de noveno de educación básica, primero y tercero
de bachillerato. Los tres estudios solo se pueden cotejar los datos de los
estudiantes de noveno de educación básica y primero de bachillerato de Quito;
los de 1998 y de 2005, en el ámbito nacional; y los de Quito y Guayaquil
respecto de los estudiantes de noveno de educación básica y primero de
bachillerato.
4.3.2 Las drogas investigadas
Por otra parte, los segmentos estandarizados del cuestionario SIDUC del 2005,
que todos los Observatorios Nacionales deben aplicar sin modificaciones, tienen
diferencias con los de 1998 y 2002, en relación con los productos examinados.
Tabla 45: Las drogas examinadas en los estudios realizados en el Ecuador
1998
1.
2.
3.
4.
5.
Marihuana y hashís
Base
Cocaína
Inhalables
Alucinógenos (LSD,
Floripondio, Ayahuasca,
San Pedro, etc.)
6.
Heroína
2002
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
Solventes e inhalables
Marihuana
Hashís
Alucinógenos
Heroína
Opio
Morfina
Cocaína
54
2005
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
Inhalables
Marihuana
Pasta base
Cocaína
Heroína
Éxtasis
Alucinógenos
Crack
7.
Éxtasis
9.
10.
11.
12.
13.
Pasta de coca
Crack
Éxtasis
Metanfetaminas
Otras drogas
9.
10.
11.
12.
Opio
Morfina
Hashís
Drogas vegetales
(hongos, ayahuasca, san
pedro, otras)
13.
Otras drogas11
En la segunda encuesta, el número de drogas indagadas es mayor que en la
primera encuesta y, además, en el 2005 se diferenció la categoría alucinógenos
de la de drogas vegetales, incluyendo en esta última una serie de sustancias
que de hecho también son alucinógenos. El cuestionario de 2005, en relación
con el de 2002, no considera toda la variedad de las metanfetaminas o drogas
de diseño, como “ice”, “cristal” y “éxtasis”, sino solamente este último
producto. En 1998 no fueron considerados el crack, el opio, la morfina ni otras
drogas. Este instrumento, al considerar en el 2005 un número mayor de
productos, provocará lógicamente un aumento de las cifras de prevalencia en el
cálculo de la variable cualquier droga.
En 1998, cualquier droga se calculó en 6.1%, mientras que en el 2005, 12.8%.
Así, en rigor, las comparaciones de las mediciones anteriores con las realizadas
en el 2005 solo se deben hacer en relación con los productos considerados en
1998 y en 2002, y además para primero y sexto de bachillerato en los dominios
de representatividad correspondientes, o sea nacional, Quito y Guayaquil.
Esta información se presenta en los cuadros siguientes para la prevalencia de
vida y la edad media del primer consumo, y su análisis se realiza de manera
cualitativa.
Las sustancias examinadas son:
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
Cigarrillos
Alcohol
Cualquier droga ilícita
Marihuana
Base
Cocaína
Heroína
Tranquilizantes adquiridos sin receta médica
Estimulantes adquiridos sin receta médica
4.3.3 Las características del diseño muestral
La encuesta de 1998 se inició tomando en cuenta el curso. Por ejemplo, para
obtener la muestra de décimo de educación básica, se empezó calculando el
número de colegios a encuestar en este nivel, que difiere de la cantidad de
colegios a investigar en primero, segundo y tercero de bachillerato. Mientras
11
. En negrilla, se identifican las sustancias que el estudio nacional de 1995 no indagó.
55
que en el 2002, se empezó tomando la muestra en los colegios y el número
seleccionado se obtuvo de primero a tercero de bachillerato.
En 1998 los colegios se seleccionaron tomando en cuenta que cada uno tenía
una probabilidad del 50% de pertenecer o no a la muestra; la cual, en cambio,
fue autoponderada en 2002 por el número de paralelos que tenía el colegio: a
mayor número de paralelos, mayor probabilidad de pertenecer a la muestra.
En el año 2002, la estratificación se realizó por tipo de colegio, es decir, fiscal,
particular, laico y particular mixto. En el 2005 no se tuvo en cuenta esa
consideración.
En las tablas siguientes se comparan las prevalencias de vida del consumo de
las drogas que pueden cotejarse entre 1998 y 2005, de acuerdo a los criterios
establecidos. Cabe señalar que dicha comparación tiene sentido en el caso de
productos cuyo consumo tenga un nivel importante de prevalencia. La precisión
de la muestra afecta a aquellas sustancias con prevalencias bajas, que son los
casos de la base, heroína, cocaína, tranquilizantes y estimulantes.
Prevalencia de vida de consumo de cigarrillos en primero y tercero de
bachillerato
El consumo de cigarrillos presenta un incremento de su prevalencia en
Guayaquil y una tendencia a la disminución de la edad promedio del primer
consumo en todos los dominios analizados.
Tabla 46: Comparación de la prevalencia de vida del consumo de cigarrillos (%)
1998
Nacional
46.5
Quito
68.5
Guayaquil
32.2
2002
2005
62.9
72.3
72.5
71.5
Tabla 47: Edad del primer consumo de cigarrillos12 (%)
1998
Nacional
14.6
Quito
14.3
Guayaquil
14.6
2002
2005
13.5
13.6
13.6
13.1
Prevalencia de vida de consumo de alcohol en primero y tercero de
bachillerato
La prevalencia de vida de consumo de alcohol presenta un incremento en todos
los dominios examinados y una disminución de la edad promedio del primer
consumo.
12
. Por criterio de la CICAD, el cálculo de la edad promedio del consumo de un producto se realiza solamente con las
respuestas mayores a cinco años.
56
Tabla 48: Prevalencia de vida de consumo de alcohol (%)
1998
Nacional
56.8
Quito
72.5
Guayaquil
48.0
2002
2005
73.9
79.6
82.5
69.3
Tabla 49: Edad del primer consumo de alcohol (%)
1998
Nacional
14.9
Quito
14.8
Guayaquil
14.6
2002
2005
14.1
14.1
14.1
14.0
Prevalencia de vida de consumo de cualquier droga en primero y
tercero de bachillerato
Se observa un incremento significativo de consumo de cualquier droga en todos
los dominios analizados.
Tabla 50: Prevalencia de vida de consumo de cualquier droga ilícita (%)
199813
Nacional
6.4
Quito
12.9
Guayaquil
4.4
200214
200515
15.1
14.2
21.5
17.1
Tabla 51: Edad del primer consumo de cualquier droga ilícita
1998
Nacional
15.0
Quito
15.6
Guayaquil
14.0
2002
2005
14.2
15.1
15.1
14.0
Para determinar los factores responsables de dicho cambio, se presenta a
continuación el siguiente análisis:
13
. La variable cualquier droga ilícita se construyó tomando en cuenta las siguientes substancias: marihuana y hashís,
pasta base, cocaína, inhalables, alucinógenos (LSD, floripondio, ayahuasca, san pedro, etc.) y heroína.
14
. La variable cualquier droga ilícita se construyó tomando en cuenta las siguientes substancias: solventes e inhalables,
marihuana, hashís, alucinógeno, heroína, opio, morfina, cocaína, pasta base, crack, éxtasis y metanfetaminas.
15
. La variable cualquier droga ilícita se construyó tomando en cuenta las siguientes substancias: inhalables, marihuana,
pasta base, cocaína, heroína, éxtasis, alucinógenos, crack, opio, morfina y hashís.
57
Prevalencia de vida del consumo de marihuana en primero y tercero
de bachillerato
La prevalencia de consumo de marihuana muestra un importante incremento,
puesto que se duplica en el ámbito nacional y tiene un aumento substancial en
Quito y, especialmente, en Guayaquil.
Tabla 52: Prevalencia de vida de consumo de marihuana16 (%)
1998
Nacional
4.6
Quito
9.9
Guayaquil
2.3
2002
2005
9.1
11.8
14.8
10.0
Edad del primer consumo de marihuana
Para la comparación respecto a la edad del primer consumo se consideró la
posibilidad de un primer consumo entre los cinco y veinte años. El análisis de la
información revela que la edad promedio de consumo de marihuana ha
disminuido en todos los dominios examinados; así, en el 2005, el primer
consumo de esta droga se produce en promedio dos años y medio más
temprano en relación con 1998 en el ámbito nacional y en Quito, y un año en
comparación con Guayaquil.
Tabla 53: Edad del primer consumo de marihuana (%)
1998
2005
Nacional
14.7
12.5
Quito
15.6
12.9
Guayaquil
13.8
12.8
Prevalencia de vida de consumo de inhalables en primero y tercero de
bachillerato
Por otra parte, la prevalencia de vida del consumo de inhalables ha aumentado
en más del doble entre 1998 y 2005, pasando de 2.2% a 5.6% en el ámbito
nacional. En Guayaquil, este aumento es cuatro veces mayor.
Tabla 54: Prevalencia de vida de consumo de inhalables (%)
1998
2005
Nacional
2.2
5.6
Quito
5.3
8.4
Guayaquil
1.3
5.2
16
. Se debe tomar en cuenta que en 1998 se midió el consumo de marihuana y hashís en una misma variable, mientras
que en los años 2002 y 2005 se lo hizo por separado; sin embargo, cabe señalar que en el 2005 la prevalencia de vida
del consumo de hashís es de 0.4% y 7.8% la de marihuana, lo que sugiere que en el análisis comparativo no habría un
sesgo significativo al realizar comparaciones por año.
58
Edad del primer consumo de inhalables en primero y tercero de
bachillerato
La edad promedio del consumo de inhalables ha disminuido en el ámbito
nacional de 15.8 años de edad, en 1998, a 14.1 años de edad, en el 2005. Este
dato expresa que en un lapso de siete años los inhalables se consumen un año
y medio más temprano.
Tabla 55: Edad del primer consumo de inhalables (%)
1998
Nacional
15.8
Quito
15.6
Guayaquil
15.5
2002
2005
14.1
14.4
15.2
14.7
Prevalencia de vida de consumo de pasta base
La prevalencia de vida del consumo de base se mantiene constante, salvo en
Quito, donde disminuye.
Tabla 56: Prevalencia de vida de pasta base (%)
1998
2005
Nacional
2.5
1.9
Quito
5.3
3.9
Guayaquil
1.9
2.0
Edad del primer consumo de pasta base
En las mediciones realizadas, la edad promedio del primer consumo de base se
mantiene estable.
Tabla 57: Edad del primer consumo de pasta base
1998
2005
Nacional
15.4
14.7
Quito
15.8
15.4
Guayaquil
14.3
14.1
Prevalencia de vida del consumo de cocaína
Se observa en el ámbito nacional un leve aumento en la prevalencia de vida del
consumo de cocaína.
59
Tabla 58: Prevalencia de vida de consumo de cocaína (%)
1998
2005
Nacional
2.6
2.9
Quito
5.0
5.3
Guayaquil
2.1
2.5
La edad promedio de inicio de consumo de cocaína no presenta diferencias
particulares entre los tres estudios realizados. Obsérvense los resultados de
1998 y 2005.
Tabla 59: Edad del primer consumo de cocaína (%)
1998
2005
Nacional
15.9
14.6
Quito
16.5
15.3
Guayaquil
13.3
14.3
Prevalencia de vida del consumo de heroína
La prevalencia de vida del consumo de heroína presenta una disminución.
Tabla 60: Prevalencia de vida de heroína (%)
1998
2005
Nacional
1.6
1.1
Quito
4.7
2.3
Guayaquil
1.1
1.0
Edad del primer consumo de heroína
Cabe destacar la diferencia en la edad promedio de inicio de consumo de
heroína en el ámbito nacional, ya que el mismo aumento se mantiene constante
en Quito y Guayaquil.
Tabla 61: Edad del primer consumo de heroína (%)
1998
2005
Nacional
13.2
14.4
Quito
15.0
15.1
Guayaquil
12.3
14.2
60
Prevalencia de vida de tranquilizantes
La prevalencia de vida y la edad promedio de inicio de consumo de
tranquilizantes adquiridos sin receta médica no presentan cambios singulares
entre los periodos de realización de los estudios.
Tabla 62: Prevalencia de vida de tranquilizantes (%)
1998
2005
Nacional
7.1
7.2
Quito
9.9
9.3
Guayaquil
6.9
5.4
Edad del primer consumo de tranquilizantes
Tabla 63: Edad del primer consumo de tranquilizantes
1998
2005
Nacional
14.2
13.2
Quito
13.9
13.7
Guayaquil
14.8
14.1
Prevalencia de vida de estimulantes
La prevalencia de vida de los estimulantes adquiridos sin receta médica expresa
una tendencia decreciente al comparar los momentos considerados (1998 –
2005).
Tabla 64: Prevalencia de vida de estimulantes (%)
1998
2005
Nacional
4.0
3.2
Quito
5.8
4.5
Guayaquil
3.9
2.3
Edad del primer consumo de estimulantes
Al comparar los estudios realizados en 1998 y 2005, se observa una
disminución de la edad de inicio de consumo de estimulantes adquiridos sin
receta médica, tanto en Guayaquil como en el ámbito nacional; mas no en
Quito, donde se mantiene igual.
Tabla 65: Edad del primer consumo de estimulantes
1998
2005
Nacional
14.8
13.7
Quito
14.5
14.5
Guayaquil
14.6
13.8
61
En conclusión, se puede observar que en el marco del incremento general de
consumo de drogas, estimado a través de la variable cualquier droga, la
marihuana y los inhalables tienen un peso importante, puesto que su consumo
aumentó en más del doble durante el periodo comprendido entre 1998 y 2005.
Se observa también, y de manera consistente, una disminución importante de
la edad promedio del primer consumo de esos productos. A este cambio puede
contribuir el incremento de consumo de cocaína, aunque en un grado mucho
menor.
Cabe indicar que en la medición realizada en 1998, el crack, el opio, la morfina
y otras drogas no se consideraron, mientras que en la de 2005, sí. Por lo tanto,
parte del aumento de la prevalencia de vida de cualquier droga se puede
atribuir también a que dichos productos no fueron considerados en 1998.
Finalmente, una tercera fuente de variación en esta prevalencia puede
atribuirse a que los dominios Costa, Sierra y Oriente, examinados en el 2005,
no tienen equivalentes muestrales en el estudio de 1998.
4.4 LAS VARIABLES ASOCIADAS AL CONSUMO DE DROGAS EN EL
ECUADOR
El concepto de “asociación”, en el análisis estadístico de datos cuantitativos,
presenta una cierta relación con el concepto de relación causal, sin serle
equivalente. Una asociación entre dos variables significa que un cambio en la
una se propaga hacia la otra y provoca un cambio en ella. En otros términos, si
un aumento (o disminución) en A se acompaña de un aumento (o disminución)
en B - relación directa- o si un aumento (o disminución) en A se acompaña de
una disminución (o aumento) en B - relación inversa- se asumirá que A y B
presentan algún tipo de interdependencia, de asociación, o sea, no son
independientes.
Pero
la
presencia
de
una
covariación
no
significa
necesariamente la presencia de una
conexión
causal
entre
estas
variables, donde la una podría
considerarse como causa y la otra
como efecto. Por ejemplo, los
estudios epidemiológicos muestran
que el consumo crece con la edad
(dentro de un cierto rango) y en
este caso, se justifica decir que a mayor edad de una persona (A), mayor
probabilidad dentro de este mismo rango de observar una situación de
consumo de sustancias (B). Así, la edad (o lo que recubre) se ubica del lado de
la causa y el consumo, del efecto. Pero no todo lo que presenta una covariación
puede interpretarse en términos de conexión causal. Por ejemplo, en los datos
62
del CICDAT, las variables “traficantes arrestados” y “hectáreas erradicadas”
presentan un mismo comportamiento creciente y una correlación mostraría un
valor alto. Pero, ¿podría concluirse que la una es causa de la otra? A este
propósito, se tendría dificultad para entender cómo los traficantes arrestados
pudieran influir en el número de hectáreas erradicadas. Pero esta covariación se
explicaría más fácilmente si se la entiende como provocada por la presencia de
una tercera variable, en este caso, el número de profesionales que trabajan en
programas de interdicción, así como la eficacia de su labor. Este tipo de
variable se llama “oculta”, y pueden existir dos situaciones al respecto: la
variable es oculta desde un sistema de datos, en particular porque no se la
consideró en un estudio; por ejemplo, el SIDUC/CICDAT no mide el número de
profesionales que trabajan en las distintas áreas de los programas de reducción
de la oferta y de la demanda, pero, por otra parte, una variable puede ser
oculta porque no se sospecha su presencia. El primer caso corresponde a un
vacío de datos, y en general se puede corregir, mientras el segundo, a un vacío
de conocimientos, y su solución resulta más difícil. En el análisis de este tipo de
situación interviene un criterio de sentido común, a más del criterio estadístico
considerado como único.
La probabilidad de que los consumidores tengan amigos afectos a la droga es
mayor que en sujetos abstinentes. Con cierta frecuencia, se ha explicado esta
asociación en términos de relación causal, donde A -tener amigos
consumidores- es causa de B -el consumo personal-. Varios conceptos de
prevención se han estructurado sobre esta interpretación para, por ejemplo,
intentar fortalecer la capacidad de resistencia a la presión por parte del sujeto.
Sin embargo, dicha interpretación es abusiva porque se basa sobre una relación
seudo causal. No hay una relación causal directa entre A y B porque existe una
tercera variable oculta -C-, que es el deseo de consumir del sujeto y que lo
impulsará a buscar personas con quienes lo pueda satisfacer.
A este tipo de análisis se lo califica como bivariado, para indicar que se ubicará
la variable consumo como el efecto y se buscarán una por una las variables que
se asocian o no con esta variable. El tipo de pregunta que se realiza en estos
análisis es así: ¿Es mayor el número de consumidores en los estudiantes de
sexo masculino que en los de sexo femenino? Con variables medidas en escalas
nominales u ordinales, se usan generalmente tablas de contingencias que
permiten comparar las frecuencias observadas con las frecuencias hipotéticas
que existirían si no habría diferencias entre los sexos. Mediante un estadístico
específico, se puede estimar la importancia de las diferencias observadas y
aceptar o rechazar la hipótesis de la independencia con un riesgo de error
conocido. Por ejemplo, la tabla siguiente muestra que el consumo de drogas es
mayor en hombres (entre los cuales el 18.5% admite un consumo) que en
mujeres (7.8%). El valor calculado del Chi-cuadrado es grande, e indica que los
estudiantes - hombres y mujeres- difieren bastante unos de los otros, respecto
del consumo. Esta diferencia no se puede atribuir a fluctuaciones aleatorias, e
indica que existe una condición ligada al sexo que genera una fuente
sistemática de variación, lo cual significa que el ser varón constituye un factor
que influye en el consumo.
63
Tabla 66: Prevalencia del consumo en la vida de cualquier droga * Sexo
Crosstabulation
* sexo
Prevalencia de
vida
Cualquier droga
Total
Abstinentes
Consumidores
Total
Masculino
Femenino
Casos
127478
165277
292755
% p8
81,5%
92,2%
87,2%
Casos
28923
13919
42842
% p8
18,5%
7,8%
12,8%
Casos
156401
179196
335597
% p8
100,0%
100,0%
100,0%
En el capítulo siguiente se realizará este tipo de análisis para las variables que
componen las dimensiones de la familia y del colegio. Su interés radica en que
en las variables donde se encuentra una asociación, se identifica un espacio
donde podría ubicarse un probable factor de riesgo/protección. El análisis
estadístico termina en este punto, a partir del cual debe desarrollarse un
análisis psicológico para interpretar el dato, el cual no siempre resulta evidente.
Por ejemplo, la asociación entre el divorcio y el consumo puede interpretarse
con cierta facilidad. Se aceptará que un divorcio es un evento traumático para
los miembros de la familia, en la mayoría de los casos, y que genera una serie
de afectos disfóricos intensos que pueden sobrecargar la capacidad de
regulación del sujeto e inclinarle hacia los afectos psicotrópicos de la droga.
Pero, en otros casos, la interpretación puede resultar más difícil. Por ejemplo, la
relación entre el sexo y el consumo es menos evidente: ¿Qué hay en el hombre
que lo hace más propenso al consumo que a las mujeres?
A pesar de estas limitaciones, la prevención tiene que considerar
cuidadosamente el resultado de dicho análisis, puesto que las variables
encontradas en asociación con el consumo pueden entrar como factores de
riesgo/protección en un modelo y orientar una intervención.
La desventaja de un análisis bivariado radica en que brinda una representación
fragmentada de la estructura causal del consumo, puesto que cada asociación
se analiza por separado. Por esta razón, se procederá más adelante a analizar
las variables explicativas del estudio en su conjunto.
En la presentación de los resultados de los análisis, se describe la distribución
de la variable independiente de los datos obtenidos en el ámbito nacional en
“Total nacional”. Esta información describe la distribución de dicha variable en
la población estudiada. En un segundo momento, con la variable consumidores
(prevalencia de vida de cualquier droga), que es la variable por explicar -o
dependiente-, se calcula la proporción de consumidores que se encuentran en
cada una de sus categorías para estimar la importancia de las diferencias que
se presentan entre éstas (Pearson Chi-square >.05). Esta proporción se puede
comparar con la media nacional de consumo de cualquier droga, que es del
64
14.0%. Mientras más se aleja de este valor, mayor es la probabilidad de que se
presente una influencia entre estas dos variables, o sea, una dependencia.
4.4.1 LA FAMILIA
A partir del marco teórico de la Segunda Encuesta Nacional, se planteó la
hipótesis general de la influencia de la familia sobre la abstinencia y el
consumo. Se determinaron ciertos factores del funcionamiento del sistema
familiar, que pueden acercar o alejar al joven del consumo de alguna sustancia
psicoactiva. Se analizaron específicamente los siguientes:
-
la composición familiar,
la situación económica de la familia y la migración,
la conflictividad de las relaciones interpersonales familiares,
el control ejercido por los padres sobre el joven,
cohesión y flexibilidad.
La composición familiar
La mayor proporción de alumnos consumidores se encuentra en familias de
padres divorciados y la menor en familias donde los padres viven juntos o están
separados.
Estado civil de los
padres
Casados
Divorciados
Separados
Viudo
Unidos
Soltero
Desconoce
Tabla 67: Composición de la familia (%)
Total nacional
57.6
6.7
13.6
3.4
13.7
2.9
1.6
Consumidores (p<.000)
12.8
17.2
11.5
13.0
11.6
13.8
11.6
Tabla 68: ¿Viven juntos tus padres? (%)
Viven juntos
Viven separados
Se divorciaron
No se aplica
Total nacional
67.2
20.4
6.2
0.3
Consumidores (p<.000)
12.3
12.3
18.0
13.4
La situación económica de la familia, la migración y el consumo
La percepción de los estudiantes sobre la situación económica de sus familias
no se asocia con el consumo.
65
Tabla 69: ¿Cómo calificarías la situación económica de tu familia? (%)
Buena
Regular
Mala
Total nacional
67.2
20.4
6.2
Consumidores
12.7
12.8
13.7
La migración de ecuatorianos al extranjero es un fenómeno relevante de esta
última década, puesto que afecta directa o indirectamente al 65.4% de las
familias de los estudiantes, de acuerdo a las encuestas. Pero no se asocia con
el consumo. En el ámbito nivel nacional, en el 10.7% de los casos el padre es la
persona que migró, en el 8.2% la madre, en el 11.7% algún hermano y en el
3.7% los abuelos.
Tabla 70: ¿Tienes algún familiar que ha migrado al exterior del país? (%)
Sí
No
Total nacional
65.4
34.1
Consumidores
12.8
12.7
Tabla 71: Parentesco con el familiar que migró y el consumo (%)17
Padre
Sí
No
10.7
89.7
Consumidores (.448)
15
14.1
Madre
Sí
No
Total nacional
8.2
92.0
Consumidores(.005)
17.7
13.9
Total nacional
Hermano
Sí
No
Total nacional
11.7
87.9
Consumidores (.074)
16.0
14.0
Sí
No
Total nacional
3.7
96.1
Consumidores (.150)
16.9
14.1
Sí
No
Total nacional
69.3
30.7
Consumidores (.024)
13.6
15.5
Abuelo
Otro
Las únicas diferencias significativas aparecen cuando la persona que migró es la
madre, lo cual expresa una asociación del consumo con la migración de la
madre, pero no con la del padre, hermano, abuelo ni de otros familiares18.
17
. Quienes realizaron la digitación de la información optaron por tomar cada categoría como una variable
independiente, dentro del conjunto constituido por la pregunta en aquellas interrogantes donde se aceptaron varias
respuestas. Por ello, cuando se analiza la variable en conjunto los porcentajes no necesariamente deben sumar 100.
18
. La categoría otro incluye personas como tías, primos, familiar alejado, cuñadas, primas, hermanastras, etc. Por esta
razón, se considera su relación con el consumo como lejana.
66
La conflictividad de las relaciones interpersonales familiares y el
consumo
El consumo se asocia con la calidad de la relación entre los padres y es
evidente la influencia de los problemas de pareja en los hijos. En las familias
donde los padres no tienen una buena relación existe el mayor porcentaje de
consumidores.
Tabla 72: ¿Cómo es la relación de tus padres? (%)
Tienen una
buena relación
Ciertos
problemas, pero
están bien
Me gustaría que
sea mejor
No tienen una
buena relación
Total nacional
31.5
39.0
10.4
8.0
Consumidores (.000)
11.0
13.7
13.4
15.4
Tabla 73: Tu relación con tu madre, ¿es mejor ahora que antes? (%)
Mejor ahora que
antes
Peor ahora que
antes
Sigue buena
Sigue mala
Total nacional
36.4
6.6
49.3
2.3
Consumidores (.000)
12.8
19.6
11.4
16.3
Tabla 74: Tu relación con tu padre, ¿es mejor ahora que antes? (%)
Mejor ahora que
antes
Peor ahora que
antes
Sigue buena
Sigue mala
Total nacional
28.6
8.8
43.6
5.9
Consumidores (.000)
12.7
18.0
10.9
17.7
Existe una asociación entre el consumo y la calidad de la relación del
adolescente con su madre (p16) y con su padre (p17), puesto que la mayor
proporción de consumidores se encuentra en aquellas constelaciones familiares
donde la relación se ha degradado (2: “peor ahora que antes”) y donde se
mantienen conflictos no resueltos (4: “sigue mala”). A mayor conflictividad en
estas relaciones, mayor nivel de consumo.
La relación con la madre es más sensible que la relación con el padre. Estas
relaciones pueden representarse en el siguiente análisis (HOMALS), en el cual
las categorías dos y cuatro significan “peor ahora que antes” y “sigue mala”, y
donde se observa que una relación satisfactoria (1: “mejor ahora que antes” y
3: “sigue buena”) constituye un factor de protección respecto del consumo.
67
Gráfico No. 6
PrevCualquierVida2
p16
p17
3
4
2
2
4
Dimension 2
2
1
Consumidores
3
0
Abstinentes
3
1
1
-1
-1.0
-0.5
0.0
0.5
1.0
1.5
Dimension 1
Características de la relación con los padres, confianza, tiempo
compartido, aspectos conflictivos y consumo
La mayor proporción de consumidores abarca a aquellos adolescentes que no
sienten confianza hacia ninguno de sus padres o que la otorgan a otra persona.
Tabla 75: ¿A quién le tienes más confianza? (%)
Padre
Madre
Ambos
Otro
Ninguno
Total nacional
6.9
50.3
20.6
9.7
8.9
Consumidores (.000)
14.1
11.3
11.3
15.2
19.9
Tabla 76: ¿Mi madre me dedica? (%)
El tiempo que
necesito
Más tiempo
Total nacional
57.5
27.9
3.5
4.1
6.3
Consumidores (.000)
11.1
12.4
19.9
27.2
16.1
Menos tiempo No me interesa
Tabla 77: ¿Mi padre me dedica? (%)
El tiempo
que
necesito
Más tiempo
Menos
tiempo
No me
interesa
NSA
Total nacional
35.1
39.0
2.9
9.4
12.6
Consumidores (.000)
10.4
12.3
20.0
21.8
12.4
68
NSA
El mayor nivel de consumidores pertenece a las familias en las cuales el
adolescente quisiera que tanto la madre como el padre le dedicaran menos
tiempo, o en las que esta dedicación no le interesa, lo cual señala la
inconformidad de los jóvenes respecto del significado del “tiempo” en la
relación con sus padres.
El control ejercido por la familia
El 59.9% de las familias sabe siempre dónde se encuentra su hijo después de
salir del colegio o durante los fines de semana. La mayoría de consumidores
pertenece a las familias que ignoran el paradero de su hijo. La diferencia entre
unas y otras es significativa, lo que revela deficiencias en el control ejercido por
los padres o una oposición del adolescente para aceptarlo.
Tabla 78: Después que sales del colegio o durante los fines de semana, ¿ocurre que tus
padres no saben donde estás? (%)
Nunca saben dónde
estoy
A veces no saben
Siempre
saben
Total nacional
4.0
34.2
59.9
Consumidores (.000)
31.1
17.6
8.8
La proporción más significativa de consumidores se encuentra en las familias
donde los padres no se preocupan por los programas de televisión que ven los
hijos. El 59.8% de los padres, en el ámbito nacional, ejerce un control sobre el
uso de la televisión.
Tabla 79: En general, ¿alguno de tus padres se preocupa de los programas que ves en la
televisión? (%)
Sí
No
Total nacional
61.0
38.2
Consumidores .000
10.3
16.7
Según la percepción de los adolescentes, el 25.7% de las familias se preocupa
poco o nada por lo que éstos hacen en el colegio, y es en este grupo donde se
encuentra una mayor proporción de consumidores.
Tabla 80: ¿Cuán preocupados están tus padres respecto de lo que haces en el colegio? (%)
Mucho
Bastante
Poco
Nada
Total nacional
46.6
27.0
21.8
3.9
Consumidores (.000)
11.9
13.0
14.0
13.2
El mayor porcentaje de alumnos consumidores se encuentra en las familias
donde el hijo no informa a los padres cuando éstos le preguntan sobre lo que
se propone realizar en su tiempo libre, y en aquellas donde los padres no
preguntan y el hijo no informa.
69
Tabla 81: Cuando sales de casa en las tardes o fines de semana, ¿tus padres te preguntan a
dónde vas? (%)
Sí y les digo
Sí, pero no les
digo
No, pero les
digo
No y no les digo
Total nacional
77.3
6.0
12.9
2.3
Consumidores (.000)
11.5
28.8
11.3
25.0
La hipótesis de independencia entre las dos variables puede ser rechazada: la
mayor proporción de consumidores se encuentra en las familias donde los
padres poco saben de los amigos de su hijo.
Tabla 82: ¿Tus padres conocen a tus amigos más cercanos? (%)
Bastante
Más o menos
Poco
Total nacional
30.7
46.3
22.1
Consumidores (.000)
10.8
12.7
15.7
La proporción de consumidores es menor en las familias cuyo hijo no sale por la
noche y en las que sí controlan la hora de su llegada a casa.
Esta información puede interpretarse en el sentido de que la falta de control
familiar se asocia con el consumo. El control es el resultado de una negociación
entre padres e hijos, y la información muestra la presencia de fallas en este
proceso, sea porque los padres no lo buscan o sea porque el hijo lo rechaza.
Sin embargo, cabe preguntar, ¿qué es lo que hace que ciertas familias se
preocupen más que otras sobre lo que hacen los hijos cuando no están con su
familia?
Tabla 83: Durante los fines de semana, ¿tus padres controlan a qué hora llegas a la casa en la
noche? (%)
Sí
No
No salgo
Total nacional
48.1
8.5
42.5
Consumidores (.000)
14.7
25.1
8.2
Escala de control familiar
Estas variables permiten construir una escala de control familiar, donde 0 indica
una casi ausencia de control y 5 un control importante de la familia sobre el
hijo. Su distribución es la que se observa en la tabla 85, siendo significativas las
diferencias obtenidas.
Tabla 84: Escala de control familiar (%)
Puntaje
0
1
2
3
4
5
Nacional
0.6
1.8
7.1
18.2
34
38.3
Consumidores (.000)
37.2
28.8
21.6
16.9
14.1
10
70
Se observa que mientras menor es el control mayor es el consumo, y con
HOMALS estas relaciones se grafican como sigue:
Gráfico No. 7
ControlFamilia2
PrevCualquierVida2
3
1,00
Dimension 2
2
3,00
6,00
1
4,00
Consumidores
0
Abstinentes
-1
2,00
5,00
-2
0
2
4
6
Dimension 1
La cohesión y la flexibilidad familiar19
En el modelo de David H. Olson, la cohesión describe los lazos emocionales que
existen entre los miembros de la familia, o sea, cómo el sistema familiar integra
la unión y la separación. Las familias se pueden clasificar en desconectadas,
separadas, conectadas o aglutinadas. La flexibilidad se refiere a cómo el
sistema familiar maneja el cambio y la estabilidad (liderazgo, control, disciplina,
negociación, roles y normas). Desde esta dimensión, las familias se pueden
clasificar en rígidas, estructuradas, flexibles y caóticas.
19
David H. Olson, Circumplex Model of Marital and Family Systems, en: Journal of Family Therapy, Empirical
Approaches to Family Assessment., s.e, s.l., 1999
71
Gráfico No. 8
Número de días compartidos con los padres
y proporción de alumnos consumidores
en el ámbito nacional 2005
57.7
18.3
11.7
0
1
17.1
15.1
7.3
7.7
2
15.7
15.3
5.4
3.6
3
4
Nacional
18.7
14.2
3.9
12
2.6
5
6
7
Proporcion
La mayor proporción de consumidores se encuentra en aquellas familias cuyos
miembros no comparten ningún día (18.3%) o sólo uno (17.1%); y la menor,
en aquellas que se reúnen todos los días (12%). Estas diferencias son
significativas (.000).
Tabla 85: Escala sobre cohesión familiar (%)
Nunca
Algunas
veces
Siempre
Nos apoyamos mutuamente (.000)
16.1
15.3
12.7
b.
Se toman en cuenta las sugerencias de los
hijos (.000)
16.7
13.9
12.6
c.
Los hijos opinan en cuanto a las normas y
disciplina (.006)
15.7
13.4
13.6
d.
Nos gusta pasar el tiempo libre en familia
(.000)
21.1
14.5
10
Padres e hijos nos ponemos de acuerdo en
relación con los castigos (.005)
14.8
12.9
12.8
Nos sentimos muy unidos (.000)
19
15.6
11.9
g.
Los hijos tomamos las decisiones (.000)
13.2
15.8
19.7
h.
Toda la familia está presente cuando se
toma una decisión importante (.000)
18.6
14.6
11.8
i.
Las normas y reglas son cambiantes (.000)
13.3
13.9
16.3
j.
Con facilidad podemos planear actividades
en familia (.000)
18.7
14.2
11.9
k.
La unión familiar es muy importante (.000)
25.7
18.8
12.6
a.
e.
f.
72
En estas variables, la media para los abstinentes es de 21.4 y la de los
consumidores 20.5, siendo significativa esta diferencia.
La mayor proporción de consumidores se encuentra en aquellas familias donde
los hijos sienten que:
-
Nunca o algunas veces existe un apoyo mutuo.
Nunca se toman en cuenta sus sugerencias.
Nunca pueden opinar sobre las normas y disciplina.
Nunca gustan pasar el tiempo libre en familia.
Nunca los padres y los hijos se ponen de acuerdo sobre los castigos.
Nunca o algunas veces sienten la unión familiar.
Nunca los hijos pueden tomar las decisiones.
Nunca la familia toma decisiones importantes en conjunto.
Siempre las normas y reglas son cambiantes.
Nunca se pueden planear actividades en familia.
Nunca se siente que la unión familiar es importante.
Por lo tanto, de acuerdo al modelo circumplejo de Olson, se trata de familias
desconectadas – separadas, desde la dimensión de la cohesión que estima la
relación unión - separación; y más bien caóticas, desde la dimensión de la
flexibilidad o capacidad para equilibrar la estabilidad y el cambio.
Gráfico No. 9
1.0
AgrSi DomiSi
RigiSiInjusSi
NadaSi
IndSi
SobreSi
0.5
0.0
Dimension 2
PrevCualquierVida2
2
DomiNo
RigiNo
AgrNo
NadaSi
Consumidores
IndNo
Abstinentes
IndNo
SobreSi
AgrNo
DomiNo
NadaNo InjusSi
-0.5
p23a
p23b
p23c
p23d
p23e
p23f
p23g
RigiSi
DomiSi
p23h
p24a
IndSi
p24b
AgrSi
-1.0
p24c
p24d
1
p24e
p24f
p24g
-1.5
1
p24h
-2.0
-1.0
-0.5
0.0
0.5
Dimension 1
73
1.0
1.5
Este análisis muestra la importancia fundamental que tiene el equilibrio del
sistema familiar como factor de protección. Las familias disfuncionales son
aquellas donde más frecuentemente tiene lugar el consumo del hijo o hija. El
divorcio de los padres, la migración de la madre, los conflictos entre el padre y
la madre, la mala relación del hijo con su madre y con su padre, la
imposibilidad de vivir una relación de confianza con los progenitores, la
decepción en el tiempo compartido con los padres - especialmente con la
madre- , la despreocupación de los padres respecto de los hijos -cuyo indicador
se manifestó en la dificultad para establecer un control funcional- constituyen
elementos significativos de la estructura causal familiar del consumo.
La prevención debe proponer mecanismos o estrategias para modificar el
funcionamiento de estos tipos de familias y, principalmente, para promover y
consolidar la unión entre sus miembros, así como ayudarles a alcanzar mayor
estabilidad y coherencia en sus normas, roles y reglas.
4.4.2 EL COLEGIO
En este capítulo se examina la relación que mantienen los adolescentes
abstinentes y consumidores con el colegio, así como las variables en las cuales
se diferencian. Se trata, por lo tanto, de un análisis de lo que podría calificarse
de factores de riesgo ligados al espacio educativo.
4.4.2.1 CARACTERÍSTICAS EDUCATIVAS
Las expectativas
La mayor proporción de consumidores está integrada por aquellos estudiantes
que estiman “poco probable” e “imposible” llegar a culminar el último año de
educación media.
Tabla 86: ¿Cuán probable crees tú que termines el último año de educación media? (%)
Nacional
Consumidores
(.000)
Muy
probable
Más o menos
Poco probable
Imposible
No sé
64.2
19.5
2.6
0.6
12.7
12.1
16.0
20.7
17.7
9.5
Entre quienes piensan que no podrán acceder a estudios superiores se
encuentra un porcentaje mayoritario de consumidores.
Tabla 87: ¿Cuán probable crees tú que sigas estudios superiores? (%)
Muy
probable
Más o menos
Poco probable
Imposible
No sé
Nacional
59.3
20.0
6.5
1.1
12.5
Consumidores
(.000)
12.1
14.2
20.3
18.1
9.7
74
El pesimismo de los estudiantes sobre sus posibilidades de tener éxito en el
sistema educativo constituye un factor de riesgo en relación con el consumo;
por ello, los planes de prevención en colegios deberán proponer alternativas
para modificar este sentimiento por el de la alegría de aprender y formar parte
de una institución educativa.
Las dificultades en el proceso educativo
Las siguientes variables describen la importancia de las dificultades por las que
atraviesan los estudiantes durante su proceso educativo.
Tabla 88: ¿Cuántos años has repetido durante tus estudios? (%)
Ninguno
Uno
Dos o más
Nacional
81.8
15.5
2.3
Consumidores (.000)
11.7
17.1
21.6
Tabla 89: ¿Has tenido problemas de conducta o de disciplina durante tus estudios? (%)
Frecuentemente
Pocas veces
Nunca
Nacional
6.7
43.2
49.8
Consumidores (.000)
30.0
16.2
7.6
Tabla 90: ¿Has tenido problemas de rendimiento durante tus estudios? (%)
Frecuentemente
Pocas veces
Nunca
Nacional
9.3
60.0
30.3
Consumidores (.000)
22.6
13.9
7.7
Tabla 91: Durante este año, ¿has faltado con frecuencia al colegio? (%)
Sí
No
Nacional
24.0
75.7
Consumidores (.000)
17.6
11.2
Tabla 92: Durante tu vida de estudiante, ¿te han expulsado de algún colegio o escuela? (%)
Sí
No
Nacional
3.0
96.4
Consumidores (.000)
29.4
12.2
Tabla 93: ¿Te has ausentado de clase en forma indebida? (%)
Sí
Algunas veces
No
Nacional
10.1
17.7
70.9
Consumidores (.000)
27.2
20.2
8.9
75
Tabla 94: ¿Has pensado en abandonar tus estudios? (%)
Sí
Algunas veces
No
Nacional
4.1
13.9
81.2
Consumidores (.000)
29.6
19.9
10.6
Los consumidores viven con más dificultades su proceso educativo que los
abstinentes, lo cual se resume en la siguiente escala, donde el valor 1 significa
dificultades en todas las variables examinadas anteriormente y 7 en ninguna.
Gráfico No. 10
Alumnos consumidores y abstinentes
escala de riesgo educativo 1
en el ámbito nacional 2005
100
58.3
41.7
68.5
73.0
31.5
27.0
82.4
17.6
0
1
2
3
4
Abstinentes
5
6
88.7
86.2
11.3
13.8
7
Consumidores
Apoyo recibido por parte del colegio en diversas circunstancias
El mayor número de consumidores (24%) corresponde a aquellos estudiantes
que no se sienten apoyados por su colegio en sus planes de futuro.
Tabla 95: ¿Te ayuda tu colegio en la construcción de tu futuro? (%)
Bastante
Poco
Nada
Nacional
66.8
27.2
5.0
Consumidores (.000)
10.7
16.2
21.4
La mayoría de los estudiantes recurre a sus padres cuando tiene problemas
escolares y a los profesores tan frecuentemente como a sus amigos. Los
consumidores se diferencian en ciertos aspectos: apelan a los novios y amigos,
menos a los padres o a nadie, en un porcentaje representativo.
El
Departamento de Orientación y Bienestar Estudiantil (DOBE) mantiene un bajo
perfil y, por ende, no es un referente de apoyo y orientación para los
estudiantes.
76
Tabla 96: Cuando tienes un problema escolar, ¿a quién sueles acudir? (%)
Profesor
Autoridad
DOBE
Amigo
Novio
Padres
Otro
Nadie
Nacional
11.7
4
4.7
13.3
3.6
48.4
5.2
11.8
Consumidores
NS
NS
NS
NS
S
S
S
16.2
Sí
27.6
Sí
16.2
No
S
19.9
Si
En general, los estudiantes perciben como insuficiente la ayuda del profesor en
caso de tener dificultades con una materia y los consumidores aún más.
Tabla 97: ¿Cómo actuó el profesor contigo respecto a la materia donde más dificultades
tuviste? (%)
No tuve
problemas
Castigo
físico/verbal
No hizo
nada en
particular
Solo
advirtió a
mis padres
Me dio
apoyo
adicional
33
2.9
17.3
25.3
21.2
NS
Nacional
Consumidores
S
S
S
S
15.8
No
20.0
Si
17.0
Si
16.7
Si
La distancia en la relación entre el estudiante y el docente es grande.
Abstinentes y consumidores no se diferencian en esta variable: ambos tienen la
misma percepción al respecto.
Tabla 98: ¿Sientes tanta confianza hacia tus docentes como para contarles tus problemas
personales? (%)
Sí
No
Nacional
20.2
79.0
Consumidores (.000)
12.7
12.8
Los estudiantes perciben que a los docentes les es indiferente su situación
personal; principalmente los consumidores, para quienes esto constituye un
factor de riesgo.
Tabla 99: ¿Cómo calificarías la actitud de tus profesores/as cuando tienes algo personal que
quieres expresar en clase? (%)
No les interesa
No puedo
opinar
Me dejan
expresarme
Solo me
escuchan
Nacional
11.2
18.5
33.8
34.2
Consumidores (p<.000)
18.9
13.3
10.7
12.8
La interferencia de los problemas personales del estudiante con el
estudio
77
Informes de investigaciones anteriores revelan que un amplio grupo de
estudiantes reconoce tener problemas personales que interfieren
negativamente con sus estudios. Este dato es importante, sobre todo si se
considera que aquellos estudiantes que expresan tener problemas que no
inciden en sus estudios quizá se equivocan en un cierto número de casos.
Además, el mayor consumo se ubica en los consumidores que sí reconocen esta
interferencia.
En este estudio se observa exactamente la misma situación. Los consumidores,
más que los abstinentes, manifiestan tener problemas personales y, además, se
dan cuenta de que éstos interfieren negativamente con sus estudios. ¿Cómo
entender que los planes y programas de prevención se hayan limitado a
entregar información sobre las drogas y no hayan escuchado lo que dicen estos
jóvenes?
Tabla 100: ¿Tienes inquietudes o problemas personales que interfieren con tus estudios? (%)
No tengo problemas
Tengo, pero no
interfieren
Interfieren y crean
dificultades
Nacional
43.1
40.1
15.8
Consumidores (.000)
9.7
13.8
18.6
En esta variable, los consumidores admiten directamente tener inquietudes y
problemas personales que les crean dificultades en el estudio. En 1998 se
observó lo siguiente.
Tabla 101: La interferencia de los problemas personales con el estudio (%)
¿Tienes inquietudes o problemas personales
que interfieren con tus estudios?
.00000
A20
C
T
6.1
No tengo
problemas
personales
Tengo, pero no
interfieren
Interfieren y
me crean
dificultades en
el estudio
36.5
29.8
36.1
5.1
46.3
42.5
46.0
5.7
17.2
27.7
17.9
9.5
Asistencia al Departamento de Orientación y Bienestar Estudiantil
(DOBE)
La mayor proporción de consumidores se encuentra entre los alumnos que
alguna vez asistieron al Departamento de Orientación y Bienestar Estudiantil de
su colegio. El DOBE puede desempeñar un importante papel con dichos
alumnos, siempre y cuando logre crear las condiciones para sostener una
relación sostenida que posibilite los cambios con quienes inicia un
acercamiento.
20
. A=abstinente, C=consumidores, T=total nacional, 6.1= 6.1% de prevalencia de vida en el ámbito nacional para
cualquier droga.
78
Tabla 102: Asistencia al Departamento de Orientación y Bienestar Estudiantil (DOBE) (%)
No
Sí
Nacional
58.2
37.9
Consumidores (.000)
9.8
17.0
Nivel general de satisfacción respecto del colegio
Las variables siguientes examinan el nivel de satisfacción de los alumnos en
relación con varias características de su colegio.
Tabla 103: Nivel de satisfacción de los alumnos con respecto al colegio (%)
a.
¿Satisfecho con la preparación académica de tus
profesores?
Consumidores (.000)
b.
¿Te aburres en clases?
Consumidores (.000)
c.
¿Te disgusta asistir a clases?
Consumidores (.000)
d.
¿Has tenido problemas de concentración en la
clase?
Consumidores (.000)
e.
¿Pasas la mayor parte del tiempo callado en la
clase?
Consumidores (.000)
f.
¿Te sientes sobrecargado con los horarios?
g.
¿Te sientes sobrecargado con los deberes?
Consumidores (.000)
Consumidores (.000)
h.
¿Te gusta estudiar en casa?
Consumidores (.000)
i.
¿Hay buena comunicación entre tus padres y el
colegio?
Consumidores (.000)
j.
¿Te has sentido rechazado por compañeros del
colegio?
Consumidores (.000)
k.
¿Has tenido o tienes problemas con las
autoridades del colegio?
Consumidores (.000)
79
Nunca
Algunas
veces
Siempre
5.6
52.6
40.9
22.9
14.1
9.6
10.5
79.0
9.9
9.8
11.8
23.2
48.0
42.2
9.1
9.3
15.7
17.5
23.5
69.4
6.4
10.3
12.8
21.1
25.3
60.8
13.1
14.9
11.9
12.9
36.5
48.1
14.5
11.5
12.7
16.3
22.4
61.0
15.7
13.0
12.1
15.1
15.3
52.0
32.0
17.7
13.3
9.6
29.0
45.9
24.0
14.1
13.7
9.3
61.5
32.9
4.8
12.0
13.3
19.0
77.9
18.3
2.9
9.9
22.9
25.9
l.
¿Has tenido o tienes problemas con los
profesores?
Consumidores (.000)
m.
¿Tus profesores rebajan la nota para sancionar
problemas de disciplina?
Consumidores (.000)
n.
¿Llegan tarde tus profesores a las clases?
Consumidores (.000)
o.
¿Los profesores beben alcohol durante las fiestas
y/o paseos del colegio?
Consumidores (.000)
p.
¿Los estudiantes beben alcohol durante fiestas y/o
paseos?
Consumidores (.000)
q.
¿Has visto consumir drogas en tu colegio?
Consumidores (.000)
r.
¿Te sientes a gusto con las actividades del colegio
fuera de las horas de estudio?
Consumidores (.000)
s.
¿Te sientes a gusto con el ambiente general del
colegio?
Consumidores (.000)
t.
¿Estás satisfecho con el Departamento de
Orientación y Bienestar Estudiantil?
Consumidores (.000)
62.1
34.3
2.7
9.3
17.7
28.3
32.6
47.3
18.8
9.8
13.2
17.0
19.3
74.5
5.3
13.4
12.2
18.3
68.3
22.0
7.3
10.3
17.1
23.1
44.2
38.5
15.6
9.7
12.5
22.6
86.0
9.4
3.0
10.3
29.3
30.9
11.1
45.9
41.7
18.9
12.6
11.4
8.3
46.6
44.1
19.5
13.4
10.8
18.5
29.0
47.5
19.0
13.2
9.7
Las variables presentadas en la tabla 104 muestran que entre los alumnos que
emiten un juicio negativo sobre las características educativas analizadas, se
encuentra generalmente una mayor proporción de consumidores. Las
diferencias son significativas y evidencian una mayor frustración o malestar
entre los consumidores en relación con su colegio.
En resumen, con relación a su contexto educativo formal, los consumidores se
caracterizan por:
-
Sentir un mayor pesimismo sobre su futuro académico;
Tener un mayor nivel de problemas académicos y de conducta;
No recibir el apoyo necesario por parte del colegio;
Sentirse frustrados o inconformes en varios aspectos respecto de su
colegio.
Este análisis señala la necesidad de pensar en el sostenimiento de nuevas
formas de intervención preventiva en los colegios, que no deberán reducirse
solamente a ofrecer información preventiva sobre las drogas, sino a propiciar
condiciones de mayor compromiso, solidaridad, comunicación y de placer en la
relación entre educando y educador.
80
La simple información sobre las drogas, por sí sola, no generará nuevos
intereses en los estudiantes que les fortalezcan para superar los factores de
vulnerabilidad ante la droga.
4.4.3 PROGRAMAS DE PREVENCIÓN EN EL SISTEMA EDUCATIVO
Este capítulo describe algunas de las características de los programas de
prevención desarrollados en el espacio educativo. Por la complejidad del tema,
la información que se obtuvo en el estudio no pretende brindar un análisis
sobre la eficacia, efectividad y eficiencia de dichos programas. Sin embargo,
ofrece un panorama general sobre algunas de sus variables esenciales.
Espacios donde el joven recibió prevención, cobertura e intensidad
El colegio es el espacio donde el joven (hombre y mujer) recibió más
información sobre prevención (58,1%). La intensidad y frecuencia con que
participó el estudiante en estos eventos fluctúa entre dos y tres ocasiones en la
vida. El segundo espacio donde el joven participó en programas de prevención
son los grupos de iglesia.
La información del cuestionario no permite establecer diferencias de cobertura
entre las organizaciones que suelen trabajar en este campo (CONSEP, ONG,
Ministerio de Educación y Cultura, etc.).
Tabla 104: ¿Has recibido o asistido a programas de prevención (cursos, charlas, seminarios,
etc.) sobre consumo de drogas? en: (%)
Sí
No
Sin
información
¿Cuántos?
Sin información
Barrio
14.7
70.8
14.5
2.20
21.9
Colegio
58.1
35.3
6.5
2.66
33.0
Grupos de Iglesia
22.3
63.1
14.6
2.97
26.3
Clubes asociativos
7.0
76.1
16.8
2.57
20.8
Campamentos vacacionales
14.5
69.6
15.8
2.48
23.1
Otro
4.8
68.0
27.1
3.72
30.1
Fuentes de información sobre las drogas
La principal fuente de información sobre las drogas son los familiares (26.6%), seguida
por la televisión (18.5%) y los profesores (16.5%). Estos datos revelan que el docente
no es la fuente principal de información sobre este tema.
81
Gráfico No. 11
¿De dónde proviene la información sobre drogas?
en el ámbito nacional 2005
26.6
Familiares
18.5
Televisión
16.5
Profesores
14.9
Profesionales
13.3
Amigos
Libros
Periódicos
Internet
8.8
5.3
5.2
Nivel de información sobre las drogas
Los estudiantes que en el año 2005 consideran estar poco y nada informados
sobre las drogas suman en el ámbito nacional 56.5%.
Tabla 105: ¿Cuán informado crees que estás sobre las drogas ilícitas? (%)
Bien informado
Poco informado
Nada informado
Nacional
41.1
45.2
11.3
Consumidores (p<.000)
13.5
12.6
10.4
En 1998, los estudiantes indicaron estar: Bien informados (34.9%);
Suficientemente informados (25.6%); Poco informados (33.9%) y Casi nada
informados (5.6%). Si se considera que las categorías “Bien informado” y
“Suficientemente informado”, utilizadas en 1998, son equivalentes a la de “Bien
informado”, usada en el 2005, se observaría una disminución en esta variable:
60.5% en 1998, frente a 41.1% en el 2005. Estos datos implican que el nivel de
información de los estudiantes sobre las drogas ha disminuido entre estos
períodos.
Contenidos de prevención en las materias de estudio y calificación de
tales contenidos
El 71,6% de los estudiantes afirma no haber recibido ningún tipo de
información sobre prevención. Del 23,9% de estudiantes que sí la recibió, el
82
7,1% señala que el contenido fue alarmista, al 6,3% le parece interesante, al
5% aburrido y el 4,5% no responde.
Entre los consumidores, un porcentaje mayoritario califica negativamente la
información recibida, fundamentalmente encontrándola “alarmista” y “no
interesante”. En cambio, una proporción mayor no encuentra “aburridos” los
contenidos. Estos datos motivan una pregunta para la prevención: ¿Los
programas que se desarrollan en los colegios están adaptados realmente a las
necesidades de los estudiantes consumidores?
Se suele discutir la idoneidad de los programas de prevención dirigidos a los
alumnos abstinentes o en riesgo, lo cual debe ser objeto de una más profunda
reflexión, ya que se ha observado que en cualquier colegio donde se
desarrollan actividades de prevención existe la probabilidad de encontrar un
12.8% de alumnos que por lo menos una vez en su vida ha consumido algún
psicoactivo. La importancia de este grupo debería obligar a los programas de
prevención a cuestionarse si sus conceptos y acciones producen el impacto
esperado.
Gráfico No. 12
Presencia de contenidos de prevención en las materias de
estudio en el ámbito nacional 2005
37.9
32.2
26.9
Sí
No
Desconoce
Tabla 106: ¿Cómo calificarías los contenidos de los programas de prevención que recibiste?
(%)
Alarmistas
Interesantes
Aburridos,
deficientes
No ha recibido
6.9
63.3
4.8
24.2
83
Tabla 107: Calificación de los programas de prevención según los consumidores
¿Alarmistas,
exagerados?
Consumidores (p<.000)
¿Interesantes?
¿Aburridos,
deficientes?
Sí
No
Sí
No
Sí
No
21.3
12.0
11.8
14.1
10.1
13.5
El sujeto idóneo para la prevención, según los estudiantes
Al contrario de lo que se afirma en varios programas de prevención
desarrollados para los jóvenes en el sistema educativo, el sujeto más idóneo,
calificado o preparado, según los mismos adolescentes, es el médico y/o
psicólogo y, además, el ex consumidor. Esta información significa que los
estudiantes otorgan credibilidad a los profesionales que, por su formación,
tienen más conocimientos sobre el consumo de drogas, así como a las personas
que vivieron este problema. De hecho, esto resulta interesante para aquellos
programas de prevención que quieren desarrollarse a partir del profesor o del
policía. Por ejemplo, el 79.0% de los informantes indica no tener confianza en
sus profesores para hablar de sus problemas personales; y en esta variable, los
abstinentes y consumidores no se diferencian. La distancia en la relación entre
el educando y el educador es un elemento desfavorable para que se produzca
un encuentro fecundo alrededor de la intimidad que involucra el consumo de
drogas. La credibilidad en la fuente de información constituye uno de los
elementos importantes para que un programa de prevención tenga éxito e ir en
contra de dicha tendencia puede provocar una seria dificultad en los esfuerzos
desplegados.
En el estudio efectuado en 1998, los estudiantes consultados sobre la persona
más idónea, calificada o preparada para la prevención, respondieron de la
siguiente manera: médico, psicólogo (41.6%), testimonio de los ex
consumidores (16.3%), profesor (13.7%), padres (10.8%), jóvenes líderes
(9.8%), policía (4.6%) y sacerdote (3.5%). Los resultados no evidencian un
cambio en este patrón en el período comprendido entre 1998 y 2005.
Gráfico No. 13
Persona más calificada para dar cursos sobre prevención
a los jóvenes
en el ámbito nacional 2005
40.8
Médico/Psicólogo
30.6
Ex consumidor
Profesor
8.9
Padres
8.8
8.6
Joven líder
Policía
Sacerdote
4.2
1.5
84
Las acciones que deberían tomarse, según los jóvenes, para evitar las
drogas
Los estudiantes consideran que para evitar que los jóvenes inicien una relación
con las drogas necesitan estar más informados, poder hablar de sus
inquietudes personales y tener un buen ambiente familiar, entre las ideas más
importantes.
Tabla 108: ¿Qué se debería hacer para que los jóvenes no se metan en problemas con las
drogas? (%)
Ser estricto
Dar información
Buen ambiente
familiar
Hablar de sus
inquietudes
personales
Nada
6.2
35.7
23.1
29.5
6.5
La participación de los estudiantes en programas de prevención
El 36.8% de los alumnos entrevistados manifiesta que sí le gustaría intervenir
en programas de prevención, el 46.4% que tal vez y el 14.0% no tendría
interés en participar en estos programas como agente preventivo o líder. La
información es importante para los programas que integran de alguna manera a
los estudiantes como actores preventivos, ya que indica que existe un interés
potencial en muchos de ellos.
Tabla 109: La participación de los estudiantes en programas de prevención (%)
Sí
Tal vez
No
36.8
46.4
14
La percepción sobre la importancia del problema de las drogas para la
juventud
El 76.9% de estudiantes entrevistados manifiesta que el problema de las
drogas es muy importante para la juventud, el 11.9% lo considera importante y
solo el 8.3% lo reconoce como poco o nada importante. Este dato es
relevante, en la medida en que evidencia un nivel alto de reconocimiento de la
problemática, que lo convierte en un factor protector frente al consumo de
drogas que la prevención debería reforzar.
Tabla 110: La percepción sobre la importancia del problema de las drogas para la juventud
(%)
Muy importante
Importante
Poco importante
Nada importante
76.9
11.9
2.4
5.9
85
4.5 ACERCAMIENTO A LA IDENTIFICACIÓN DE LA ESTRUCTURA
CAUSAL DEL CONSUMO DE DROGAS A TRAVÉS DEL ANÁLISIS
MULTIVARIANTE
“Explicar” el consumo de drogas sobre la base de técnicas cuantitativas significa
identificar aquellas variables gracias a las cuales se pueden diferenciar los
abstinentes de los consumidores. La ausencia de una asociación significa que
presentar la característica a ó b no produce diferencias en la importancia del
consumo. Al contrario, si se observa que entre los sujetos que presentan la
característica a, el consumo es mucho mayor que entre los sujetos que
presentan la característica b, se podrá afirmar que las dos variables no son
independientes.
Estas variables han sido ubicadas en el instrumento a partir de los esquemas
teóricos del investigador y cada una remite a la hipótesis que se debe verificar.
Así, dicho instrumento se vuelve una manera particular de mirar el mundo de la
abstinencia y del consumo. Sin embargo, “no hay miradas inocentes”. Las
variables seleccionadas provienen de un marco teórico y existen diversos
marcos teóricos en materia de consumo. Por lo tanto, no se pretende que el
utilizado en este estudio sea el único pertinente. A este problema se suman los
límites específicos que tiene un cuestionario autoaplicado y precodificado.
Obviamente, no se puede afirmar que todas las variables que pertenecen a la
estructura causal del riesgo o del consumo hayan sido identificadas y ubicadas
en dicho instrumento, ni tampoco que el método permita acceder a todas
aquellas que entran en la ecuación del consumo.
Más allá de la descripción de la morfología del consumo en un instante
temporal y de la posibilidad de establecer tendencias, lo que está en juego en
un análisis de causalidad es la prevención. Un análisis multivariado permite
identificar aquellas variables que influyen en el fenómeno estudiado, un sentido
en la influencia y en relación a ellas, y atribuir un peso que especifica su
importancia o contribución determinada en dicha influencia. Los resultados de
un análisis multivariado tienen una importancia evidente para los programas de
prevención, puesto que señalan las variables que éstos tienen que modificar.
En segundo lugar, un análisis de causalidad implica manejar un número
importante de variables. Se suele considerar la variable consumo (variable
“dependiente”) como la variable a explicar y se busca, usando diferentes
procedimientos estadísticos, las constelaciones e interacciones de variables que
mejor la explican (variables “independientes”). Las variables explicativas
constituyen lo que se concibe en el presente informe como la estructura causal
del consumo.
Ahora bien, en este punto se presenta un problema que consiste en cómo
definir la variable a explicar a partir del método de la epidemiología, que se
basa en el concepto de prevalencia para medirla. Varios estudios usan la
variable prevalencia de vida, cualquiera sea la droga, como definición de la
variable por explicar. Pero las prevalencias de vida, último año y último mes
86
agrupan por su lógica intrínseca a consumidores muy diferentes los unos de los
otros y, por lo tanto, no permiten definir por sí, y de manera unívoca, un
parámetro importante de la adicción, o sea, la duración del consumo.
Por un lado, el concepto de prevalencia no dice claramente nada sobre lo que
sucedió más allá del último año, y puede unir en una sola categoría a un sujeto
con 10 años de consumo y a otro con un poco más de un año de consumo. Por
otro lado, un sujeto con un solo consumo durante el último mes se anota
también en prevalencia del último año y de vida al igual que un sujeto que
hubiera consumido desde hace cinco años ininterrumpidamente hasta la
actualidad.
La ilustración siguiente describe las diferencias entre la información que
proporcionan las prevalencias y las duraciones del consumo.
Gráfico No. 14
Tabla 111
Sujeto
Prevalencia de vida
Prevalencia último año
Prevalencia último mes
A
Sí
No
No
B
Sí
No
No
C
Sí
No
No
D
Sí
Sí
No
E
Sí
Sí
No
F
Sí
Sí
No
G
Sí
Sí
Sí
H
Sí
Sí
Sí
I
Sí
Sí
Sí
La gravedad del consumo de drogas puede describirse desde diferentes
ángulos, por lo cual en la investigación se buscó una vía más directamente
conectada con los datos descriptivos obtenidos, y que consiste en usar las
87
características observadas en los patrones de consumo. Con las variables
disponibles se define el nivel de adicción en el que se encuentra un consumidor,
con los siguientes criterios:
1. La duración del consumo. Se obtiene por la diferencia entre la edad del
estudiante y la edad que tenía cuando consumió droga por primera vez.
2. La frecuencia del consumo durante el tiempo del consumo.
3. El número de drogas consumidas.
El tipo de droga consumida (droga “dura” versus droga “blanda”) podría
constituir un cuarto criterio. Sin embargo, al existir varias posiciones al
respecto, esto se vuelve difícil de manejar de manera unívoca.
El estudio, en su diseño metodológico inicial, no buscó construir una escala de
adicción. Por lo tanto, para construir una variable más discriminante que la que
tradicionalmente se basa sobre la única prevalencia de vida, cualquier sea la
droga, se ha procedido de la manera siguiente:
Adicción =
+
+
+…
(Duración del consumo droga1 * Frecuencia de consumo droga1)
(Duración del consumo droga2 * Frecuencia de consumo droga2)
(Duración del consumo droga3 * Frecuencia de consumo droga3)
La unidad de medición de la variable “Duración del consumo” es un intervalo
temporal, por ejemplo, meses o años; y la de la “Frecuencia de consumo”, el
número de eventos de consumo por intervalo temporal. Por lo tanto, la unidad
de la expresión (Duración del consumo droga1 * Frecuencia de consumo
droga1) es: número de eventos de consumo de la droga 1. La duración del
consumo y su frecuencia permiten construir una clasificación de los sujetos en
relación con las drogas consumidas.
Tabla 112: Duración del consumo
Frecuencia baja
Frecuencia alta
Duración baja
Grupo 1
Grupo 22
Duración importante
Grupo 21
Grupo 3
El Grupo 1 (experimentador) es un grupo constituido por sujetos que
consumieron pocas veces (“Una sola vez” y “Algunas veces durante los últimos
12 meses”) durante un tiempo corto. El Grupo 3 (compulsivo) reúne individuos
que consumieron durante un tiempo importante (superior a un año) y con una
frecuencia importante (“Algunas veces mensualmente”, “Algunas veces
semanalmente” y “Diariamente”). Los Grupos 21 y 22 están compuestos por
estudiantes intermedios que consumieron con frecuencia baja durante un
88
tiempo importante (regulares) o con frecuencia alta durante un tiempo corto
(esporádico).
Debido a las características metodológicas del cuestionario, las drogas que
entraron en la escala de adicción son los inhalables, la marihuana, la cocaína, la
base, el éxtasis, la heroína y las drogas vegetales, o sea, 7 de los 13 productos
incluidos en dicho instrumento.
4.5.1 Análisis multivariantes
En la Regresión logística multinomial, las variables identificadas como
generando el mejor modelo de discriminación son aquellas que se describen a
continuación. En el análisis de los coeficientes de la ecuación de regresión, el
signo “-“ significa que disminuye la probabilidad de pertenecer a la abstinencia,
lo cual indica que la variable considerada acerca al sujeto hacia el consumo.
Por otra parte, el signo “+“ significa que aumenta la probabilidad de pertenecer
a la abstinencia, lo cual indica que la variable considerada aleja al sujeto del
consumo. En el primer caso, se puede considerar la variable como un factor de
riesgo y en el segundo, de protección. Entre las variables examinadas en el
cuestionario, las que intervienen en la ecuación de regresión y que mas peso
presentan son las siguientes.
Tabla 113: Variables retenidas en el modelo de Regresión logística multinomial
FACTOR DE REISGO
FACTOR DE PROTECCIÓN
P61h=1
No representa ningún riesgo aspirar
inhalables alguna vez.
p22=1
Mi padre me dedica todo el
tiempo que necesito.
P61u=1
No representa ningún riesgo
consumir más de una droga al
mismo tiempo, frecuentemente.
p61u=4
Representa un gran riesgo
consumir mas de una droga
al mismo tiempo,
frecuentemente.
p10=3
Padres separados.
p61n=4
Representa un gran riesgo
consumir pasta base o crack
alguna vez.
p43=1
Expulsado del colegio.
p57f=1
Nunca me siento
sobrecargado con los
horarios de mi colegio.
p60d=1
Una vez que termine el
colegio me gustaría
pertenecer a las fuerzas
armadas o a la policía
nacional.
p22=4
Mi padre: no me interesa el tiempo
que me dedica.
p21=2
Mi madre: quisiera que me
dedicara más tiempo.
p75=1
En las últimas 2 semanas,
ninguna vez, he consumidos
5 tragos o mas, en una
misma salida.
p19=3
Me gustaría que la relación de mis
padres sea mejor.
p59=1
Al mes dispongo de menos
de 10 usd para mis gastos.
P100a=1
Los contenidos de los programas
de prevención que he recibido me
parecen alarmistas, exagerados.
p10=5
Padres unidos, juntados, conviven.
89
p76a=3
p10=4
No podría conseguir
marihuana.
Mi padre o madre es viudo
(a).
P108=1
Creo que se debería tener una
experiencia con las drogas ilícitas.
p50d=1
Cuando en clases tengo
algo personal que quiero
expresar mis profesores/as
solo me escuchan.
p19=4
Mis padres no tienen una buena
relación.
p61i=4
Representa un gran riesgo
aspirar inhalables
frecuentemente.
P61n=3
Representa un riesgo moderado
consumir pasta base o crack alguna
vez.
p8=1
Género masculino.
p57g=1
Nunca me siento
sobrecargado con los
deberes que tengo.
P57b=2
Me aburro algunas veces en clases.
p61u=2
Representa un riesgo leve
consumir más de una droga
al mismo tiempo,
frecuentemente.
P57s=1
Nunca me siento a gusto con las
actividades del colegio fuera de las
horas de estudio.
p60b=1
Una vez que termine el
colegio me gustaría estudiar
una carrera técnica.
p40=1
Frecuentemente he tenido
problemas de conducta o de
disciplina durante mis estudios.
p57q=1
Nunca los estudiantes
toman alcohol durante las
fiestas o los paseos.
P76a=1
Me sería fácil conseguir marihuana.
p20=2
Le tengo más confianza a
mi madre.
P23f=1
Lo que más me molesta de mi
padre es que sea sobreprotector.
p61i=3
Representa un riesgo
moderado aspirar inhalables
frecuentemente.
p19=2
Entre mis padres hay ciertos
problemas, pero en realidad están
bien.
p20=1
Le tengo más confianza a
mi padre.
p75=4
En las últimas dos semanas, entre
4 a 5 veces, he tomado 5 tragos o
más, en una misma salida.
p20=4
Le tengo más confianza a
otro familiar.
P57f=2
Algunas veces me siento
sobrecargado con los horarios del
colegio.
p20=3
Le tengo más confianza a
ambos.
p10=2
Padres divorciados.
p31=2
Mis padres conocen más o
menos a mis amigos más
cercanos.
P23c=1
Lo que más me molesta de mi
padre es que sea indiferente,
alejado.
p76c=3
No podría conseguir pasta
base.
p13=3
Mis padres se divorciaron.
p41=2
Pocas veces he tenido
problemas de rendimiento
durante mis estudios.
P76b=1
Me sería fácil conseguir cocaína.
p13=1
Mis padres viven juntos.
P61u=3
Representa un riesgo moderado
consumir mas de una droga al
mismo tiempo, frecuentemente.
p10=6
Mis padres son solteros.
p75=3
En las últimas dos semanas, he
consumido entre 2 a 3 veces, 5
tragos o mas, en una misma salida.
p73
Emborracharse durante los últimos
30 días.
P61n=1
No representa ningún riesgo
consumir pasta base o crack alguna
vez.
90
p59=2
Dispongo entre 10 y 20 usd al mes
para mis gastos.
P57r=2
Algunas veces he visto consumir
drogas en mi colegio.
Los estadísticos de significación del modelo (0.000) y los de bondad de ajuste
del modelo (Pearson, 0.000) indican que las variables introducidas son
adecuadas para explicar la variable “consumo”; mientras que la tabla de
clasificación muestra un porcentaje global de clasificación del 90.4%, es decir,
el modelo clasifica adecuadamente a los individuos en ese porcentaje.
Tabla114: Clasificación
Observado
Pronosticado
0
1
Porcentaje correcto
0
91
16
85.0%
1
13
182
93.3%
Porcentaje global
34.4%
65.6%
90.4%
En la tabla anterior, en las columnas, se muestra las categorías observadas y en
las filas las categorías pronosticadas. Por ejemplo, el valor 91 indica que de los
107 casos observados (91+16) 91 casos fueron observados en la categoría 0
(Abstinentes) y éstos mismos fueron pronosticados por el modelo, mientras que
el modelo clasificó a 16 de los 107 en la categoría 1 (Consumidores), lo cual da
un porcentaje acertado de clasificación del 85.0%. De igual manera se
interpretan los resultados de la tabla para la categoría 1. El porcentaje de
clasificación acertada para ambos grupos alcanza el valor de 90.4%, lo cual
constituye un buen modelo de discriminación.
El modelo de Regresión logística multinomial permite por lo tanto señalar a la
prevención un criterio general de intervención y una definición de las variables
críticas que debería considerar para enfocar mas específicamente sus
intervenciones.
5. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Las principales conclusiones y recomendaciones del estudio son las siguientes:
5.1
Conocimiento sobre la estructura causal del consumo
Se insiste sobre la importancia del conocimiento para el diseño de programas
de prevención idóneos. Sin un conocimiento adecuado sobre los factores que
generan el consumo de sustancias psicoactivas –SPA-, habrá dificultades para
construir programas que tengan realmente la capacidad de generar cambios.
91
El modelo de la información preventiva ilustra esta afirmación. En sus inicios,
los programas de prevención determinaban que la desinformación era una
causa importante del consumo y, lógicamente, asumieron que la entrega de
una información objetiva iba a generar una reducción del consumo de SPA. Tal
cambio no sucedió porque, certeramente, el consumo no depende del nivel de
información que se tenga sobre las drogas. Sin embargo, se perdió tiempo y se
gastaron muchos recursos al partir de una premisa incorrecta.
Sin embargo, desde hace algún tiempo se han realizado ciertos progresos.
Autores como Tobler y Stratton, Hansen y otros han llevado a cabo
evaluaciones sistemáticas de los principales modelos utilizados en la prevención
del consumo de drogas. La misma empezó a salir de sus enfoques “integrales”
que todo pretendían abarcar, pero que, al final, poco lograban afectar. Se
realizaron ciertos progresos con el modelo de los factores de riesgo y de
protección, aunque todavía no se llega a la incorporación de modelos
orientados hacia la conflictividad del sujeto.
El Ecuador no dispone de trabajos relevantes sobre las bases conceptuales de
la prevención y las publicaciones disponibles no alcanzan un nivel científico
adecuado ni logran responder a las necesidades teóricas y prácticas que tienen
estos programas.
Los actores públicos y privados trabajan de manera
desconectada y fragmentada, dentro de una institucionalidad más excluyente
que integradora, sin horizontes claros ni capacidad para producir una sinergia
en el ámbito nacional.
La construcción del conocimiento es necesaria para diseñar y orientar una
prevención adecuada. Implica un anclaje en una teoría consistente, la
realización de estudios bibliográficos sistemáticos, investigaciones de diversa
índole, entre las cuales se incluye la presente que constituye una conexión
estrecha con la clínica y una construcción orientada, colectiva y sinérgica entre
diferentes actores.
El período que separa los estudios realizados entre 1998 y 2005, no ha sido
prolífico en aportes de conocimiento en este campo y no se han obtenido los
resultados deseados; este estancamiento puede considerarse como un factor
propicio para el aumento del consumo de drogas.
5.2
El fortalecimiento del Observatorio Ecuatoriano de las Drogas
Como se indicó en el capítulo 4.3, ANÁLISIS COMPARATIVO 1998-2002-2005,
cotejar la prevalencia del consumo de SPA entre esos períodos entraña ciertas
dificultades, debido a las diferencias metodológicas de los estudios. Así, la
investigación de 1998 se realizó con la metodología del SEVIP, que significó un
primer esfuerzo por implementar un sistema epidemiológico normalizado en el
Ecuador. En esa época, ya eran notorios los problemas al efectuar la
comparación de los datos entre las investigaciones realizadas con metodologías
92
diferentes: los dos estudios nacionales a hogares realizados en 198821 y 199522,
y también entre otros estudios de menor alcance.
La creación del OED y la adopción de la metodología SIDUC ocurrió alrededor
del año 2000, lo cual implicó la posibilidad de solución de este problema en el
futuro, al ofrecer una metodología estandarizada para la realización de los
estudios epidemiológicos. Por este motivo, la Primera Encuesta Nacional a
Estudiantes de Secundaria (hoy Educación Media) realizada en 1998, tiene
diferencias metodológicas en el cuestionario y en la muestra respecto del
estudio efectuado en 2005, por lo que su integración al SIDUC está limitada.
Estos factores han impedido la organización y estabilización de un sistema
epidemiológico único para el Ecuador, y generan dificultades para establecer las
tendencias de consumo en su población. Frente a ello, el OED viene realizando
progresos evidentes en la normalización de sus sistemas epidemiológicos,
proceso que debe consolidarse definitivamente para posibilitar que el Ecuador
tenga un conocimiento más acabado sobre las tendencias de consumo en su
población.
El mismo tipo de diseño muestral tendrá que usarse para el tercer estudio sobre
el consumo de estudiantes de educación media. En cuanto al cuestionario, se
deberá mantener su parte estandarizada en la medición de las prevalencias de
consumo y añadir una serie de variables nuevas para construir una escala de
adicción que logre una descripción más fina de la distribución de los
consumidores que la que brindan las prevalencias. Asimismo, la sección del
cuestionario que se refiere a la explicación tendrá que contemplar nuevas
hipótesis para ampliar el conocimiento sobre la estructura causal del consumo.
En este marco, el OED tiene que constituirse en centro de generación de
conocimientos.
Para ello deberá mejorar sus recursos - equipamiento
tecnológico, entre otros- a fin de producir información y datos superando la
práctica que prioriza estudios cuantitativos (muestras probabilísticas y con
cuestionarios precodificados) pues no son las únicas herramientas que permiten
mirar a fondo el mundo del consumo.
5.3
La importancia del sistema SIDUC en la problemática
nacional de la reducción de la demanda y de la oferta de las
drogas
Este estudio es la segunda medición realizada por el OED en estudiantes de
enseñanza media en el país, con la metodología del SIDUC, que consiste en una
normalización de las muestras, administración de la encuesta y de una parte
común en el cuestionario. La asimilación del sistema SIDUC permite al OED,
por lo tanto, empezar a comparar los datos generados por las diversas
mediciones que se realizan en el Ecuador.
21
. Primera Encuesta Nacional a Hogares, Fundación Nuestros Jóvenes, 1988.
. Segunda Encuesta Nacional a Hogares, CONSEP-SEVIP, 1995.
22
93
La normalización metodológica ofrece al Ecuador la posibilidad de conocer las
tendencias del consumo, lo cual aporta a la evaluación de los programas de
prevención desarrollados en el país. En efecto, valores altos de prevalencia del
consumo de SPA y con tendencia creciente, indican una insuficiencia
cuanticualitativa de los programas de reducción de la demanda (PRD).
Sin embargo, la prevalencia del consumo no es solamente un indicador de la
efectividad de los programas de reducción de la demanda (prevención y
tratamiento), sino de los programas de reducción de la oferta (PRO). Es
evidente que un valor de la prevalencia, al describir un consumo real de alguna
droga, lícita o ilícita, significa que un joven logró adquirir un producto prohibido
por la normatividad existente, y también que este producto escapó al conjunto
de las actividades de interdicción desarrolladas en el país. La funda de
marihuana que consumió un joven en la cercanía de su colegio no pudo ser
interceptada por las instancias que trabajan en represión, ni a nivel de su
cultivo, de su entrada ilícita por sus fronteras, en su transporte o en su venta
en la calle. Y si bien se han observado éxitos importantes en el decomiso de
drogas en los últimos años, éstos no parecen haber afectado a la disponibilidad
de la droga para el consumidor.
Por otro lado, un nivel alto de prevalencia del consumo de drogas ilícitas con
tendencia creciente es también un indicador general de los límites de los
programas de reducción de la oferta (Plan Colombia y Mecanismo de Evaluación
Multilateral).
De igual forma, los datos de prevalencia brindan un marco general para la
evaluación de los logros alcanzados por los diferentes Planes Nacionales
elaborados por el país: el primero, en 1980 y los ulteriores en los períodos
1985-1988, 1989-1992, 1994-1998, 1999-2003 y 2004-2008. Si el Ecuador ha
elaborado seis planes nacionales de prevención y control de drogas, pero en la
medición del año 2005 la prevalencia de vida del consumo de drogas en
estudiantes de enseñanza media se ubica en 12.8%, entonces, ¿por qué seis
planes nacionales sucesivos no pudieron disminuir el consumo en estudiantes a
niveles más aceptables? Cabría buscar la respuesta en los informes que,
obviamente, habrían debido producir los sistemas de implementación,
seguimiento y evaluación de dichos planes. Pero esta información no existe. No
se dispone de una medición sobre los indicadores de cumplimiento y de
impacto de los resultados de los planes, ni de un análisis de los factores que
incidieron en su éxito o fracaso. Por esta razón, los estudios de prevalencia
adquieren importancia, puesto que prácticamente son los únicos que pueden
brindar alguna información sobre la repercusión de los resultados alcanzados.
Para los pilotos decisionales, los datos aportados por el OED en el presente
estudio constituyen un argumento evidente para intensificar la intervención en
las políticas y obtener mayores recursos económicos para los programas de
reducción de la demanda en particular.
94
5.4
El consumo de drogas en estudiantes y la dimensión del
tratamiento
Según la información del SIDUC, obtenida en centros de tratamiento, si bien la
edad media de los pacientes en tratamiento por problemas de consumo de
drogas se ubica en promedio en el rango 20-30 años, esta dimensión no es
independiente del problema del consumo en estudiantes de colegios. En
general, se suele pensar por separado el ámbito del colegio y el del
tratamiento, asumiendo que el primero está a cargo de la prevención primaria,
y el segundo, de la prevención secundaria. Esta lectura es inadecuada porque
se sustenta en un concepto particular del tratamiento como recurso último para
la solución de un problema de consumo; y, además, como solución de
discontinuidad: la prevención se realizaría en colegios y el tratamiento en
centros especializados separados de los primeros.
Según la Guía Práctica para la Organización de un Sistema Integral de
Tratamiento de la Dependencia de Drogas, Sistema Nacional de Tratamiento,
Grupo de Expertos en Reducción de la Demanda, CICAD/OEA, 2004, para que
una oferta de atención pueda ser catalogada como de calidad, “el paciente
debe ser atendido en el encuadre menos restrictivo, el que le puede brindar la
mayor libertad posible, pero que, a su vez, le garantice el mayor grado de
seguridad y efectividad con la suficiente flexibilidad, que permita la movilidad
entre los distintos niveles de atención, de acuerdo con sus necesidades
particulares y el respeto por sus derechos humanos”.
De hecho, una proporción importante de “centros” de tratamiento en el país,
manejados por “ex toxicómanos” autocalificados como “terapeutas vivenciales”,
han desarrollado una práctica basada sobre el secuestro, la privación de la
libertad, el maltrato físico y psicológico del consumidor. Esta práctica de
violación de los derechos humanos ha producido temor en los consumidores de
drogas y un alejamiento de los servicios de tratamiento, retardando una
intervención más temprana del cuadro adictivo que debería producirse en los
inicios de la relación con el psicoactivo. La entrada de un estudiante en el
consumo pone de manifiesto un fracaso de la prevención y obliga al despliegue
de recursos terapéuticos. Éstos se pueden desarrollar mediante diversas
modalidades terapéuticas. Pero si al joven se le representa bajo los rasgos
carcelarios que muestran ciertos centros en el país, se postergará este
encuentro y seguirá desarrollándose el cuadro adictivo.
Cabe recordar que el presente estudio encontró que el consumo se inicia a los
12.6 años para los inhalables y entre los 14 y 15 años para las demás drogas
(base, marihuana, cocaína, éxtasis, etc.). Por ser una medida de tendencia
central, este dato también significa que parte de estos consumidores habrá
iniciado su relación con la droga en años anteriores, por lo cual se puede
afirmar, sin lugar a duda, que existe en la población de los estudiantes de
educación media un número significativo de sujetos que necesitarán de una
intervención más profunda que la que puede ofrecer la prevención. Sin
embargo, dicha intervención terapéutica debe tener características específicas,
95
adaptadas a las condiciones psicológicas, sociales y educativas del adolescente
y ser negociadas cuidadosamente entre el colegio, el sujeto, la familia y el
sistema de tratamiento. Dentro de parámetros flexibles, inteligentes,
consensuados y evitando el estigma, se puede perfectamente construir una
intervención terapéutica que proteja la integración educativa del estudiante.
La difusión sistemática de los modelos de tratamiento en el espacio educativo
no ha tenido lugar hasta el momento, aunque se han dado experiencias
aisladas y se sabe cómo llevarlas a cabo técnicamente. Cuando se habla de
reducir el consumo de drogas en los colegios solo se piensa en prevención y,
dentro de ésta, en las tradicionales “charlas” de la información preventiva. Pero
se carece de un modelo de intervención terapéutica temprana y de baja
intensidad como programa específico en el sistema educativo. Este vacío
produce la permanencia en el colegio de un cierto número de alumnos ya
conectados de manera importante con la droga y que viven, por lo tanto, más
allá del alcance de la prevención; y que cuando sean finalmente identificados
como tales, simplemente serán expulsados para evitar el “contagio” de otros
alumnos y/o para proteger la imagen del establecimiento.
5.5
La importancia del consumo de drogas entre los estudiantes
de educación media en 2005
En el año 2005, la prevalencia de vida de consumo de cualquier droga se
calcula en 12.8%. En comparación con la de 1998 (6.1%), se observa un
incremento del consumo de sustancias psicoactivas durante los siete años
transcurridos entre las dos mediciones. Como ya se indicó, existen ciertas
diferencias metodológicas entre los estudios de 1998, 2002 y 2005, por
ejemplo, en cuanto al número de productos analizados. Sin embargo, no
explican por sí solas el incremento observado.
En relación con los psicoactivos, cuya prevalencia se puede comparar
metodológicamente, y entre los estudiantes de primero y tercero de
bachillerato, el consumo de marihuana es el que presenta un mayor
incremento, puesto que tiene un aumento de casi el 200% en el ámbito
nacional.
El hecho de que entre los años 1998 y 2005, el consumo de drogas no haya
disminuido en el Ecuador, evidencia la necesidad de un análisis más exhaustivo
del problema y la búsqueda de soluciones más decididas. No se dispone de
información sobre otros indicadores ligados a este comportamiento, en
particular sobre los recursos públicos y privados invertidos en programas de
reducción de la demanda.
5.6
La prevención
El consumo de un psicoactivo es un acto complejo que involucra a un sujeto en
su historia y circunstancias. Es un comportamiento no trivial, no mecanicista,
que implica conexiones difusas y caóticas.
96
El riesgo es una constelación que se genera a partir del mundo interno del
sujeto y de los espacios externos dentro de los cuales deambula. El sujeto es
un ente que vive entre dos sistemas dinámicos complejos: una interioridad y
una exterioridad, una frontera estable o inestable. Los espacios internos se
construyen en la interacción de lo intrapersonal y de lo interpersonal familiar,
mientras que los espacios externos se hallan ocupados por una serie de
circunstancias sociales, económicas y culturales, que rodearán el sujeto a lo
largo de su vida, facilitando, dificultando o negando las oportunidades que
necesita. Mientras mayor es la energía que el sujeto debe movilizar frente a sus
conflictos internos, menor será la que dispondrá para enfrentar sus conflictos
externos. Múltiples bucles circulares o resonancias perversas o benéficas
existen entre estos mundos. Sin embargo, varios de los actuales modelos de
prevención no reconocen esta complejidad y, por lo tanto, se ven limitados en
su capacidad para producir cambios. Ofrecer una cancha deportiva a un
adolescente no modificará el conflicto familiar que lo deprime. Pero su
depresión sí se desvanecerá, aunque fugazmente, con un “pase” de cocaína. La
agresividad contra una figura materna no se solucionará con una conferencia
sobre las drogas, pero sí se apaciguará con un “grifo” de marihuana.
Evidentemente, dichos conflictos estarán nuevamente presentes al día siguiente
y, precisamente, al día siguiente habrá la posibilidad de repetir la experiencia
con el psicoactivo y, de esta manera, día tras día, mientras el conflicto profundo
sigue sin solución, este adolescente podrá entrar progresivamente en la
adicción. Pasado un cierto tiempo, se planteará la necesidad de un tratamiento.
Pero esta decisión bien podría decirse que se volvió necesaria en aquel
momento porque no se supo identificar y entender con anterioridad lo que
realmente estaba sucediendo, fenómeno que es consecuencia de prácticas
basadas en un concepto que quiere tratar los efectos y no las causas. Y, en
este punto, aquellos “centros” que viven en el espejismo de la abstinencia solo
reforzarán esta ilusión, provocando recaídas y nuevas institucionalizaciones del
paciente.
El crecimiento de la prevalencia de vida del consumo de droga en los
estudiantes de educación media entre 1998 y 2005, es un indicador de la
insuficiencia de los programas de prevención llevados a cabo en este grupo,
cualitativamente y/o cuantitativamente hablando. Si bien el 58.1% de los
estudiantes indica haber recibido prevención o asistido a estos programas en el
colegio, solamente el 16.5% de ellos indica que su información sobre drogas
proviene de los profesores y el 59.1% no releva su presencia en las materias
del estudio. Sólo el 8.9% de los estudiantes reconoce en el profesor a la
persona más calificada para dar cursos sobre prevención de drogas, en tanto
que el 40.8% al médico/psicólogo. Estas cifras constituyen un indicador claro
de cobertura. Sin embargo, señalan una insuficiencia de los programas de
prevención en el sistema educativo. Sobre la efectividad de dichos programas,
el estudio no brinda información, salvo que al revelar un nivel importante de
consumo en este grupo, evidencia la falta de intervenciones con capacidad real
de modificar la ecuación del riesgo entre los estudiantes.
97
Los datos analizados en conjunto indican que la prevención en el medio
educativo debe dar un salto importante, pero no solamente en lo cuantitativo.
El salto está, ante todo, en lo cualitativo, entendido como la construcción de
un modelo de prevención que logre realmente modificar la situación escolar,
personal y familiar del sujeto en aquellas variables que lo vuelven susceptible a
la repetición de la experiencia con el psicoactivo. El país debería salir de la
ilusión de que dispone al momento de modelos efectivos de prevención y entrar
en un proceso decidido de revisión de sus herramientas. Debería movilizar un
proceso profundo con los actores públicos y privados para lograr alianzas
estratégicas de cooperación técnica y económica para desarrollar políticas y
acciones de prevención.
Caben algunas preguntas: ¿es la prevención responsabilidad o no del colegio?
¿debe el proceso educativo centrarse solamente en la construcción de
conocimientos o involucrar también otros aspectos del desarrollo de la
personalidad del joven? ¿la prevención debería limitarse a la sola problemática
de la droga o abordar también otras, como el VIH/SIDA, la violencia, la
sexualidad, la ciudadanía, los derechos, el enfoque de género, etc.? A partir de
ello se debería definir el modelo que permita desarrollar dicho proceso que
considere: la responsabilidad en actores internos y/o externos al colegio, la
inserción como eje transversal o como asignatura del proceso educativo, el
empoderamiento o no de los alumnos, la modificación de la organización
interna del colegio para crear un club de prevención o una comisión de
mediación u otros recursos. De hecho, existen experiencias en el país que van
más allá del típico “taller” y que podrían examinarse dentro de un proceso
general de construcción de un modelo de prevención en el sistema educativo.
5.7
La familia
La familia constituye un elemento importante en la estructura causal del
consumo. El divorcio de los padres, la migración de la madre, la mala relación
entre los padres, la perduración de conflictos con la madre y con el padre, la
dificultad para sentir confianza en los padres, la decepción o el exceso del
tiempo que los padres dedican al sujeto, el desconocimiento de los padres
sobre los amigos y de lo que hace el hijo después del colegio o durante los
fines de semana y su despreocupación respeto a sus estudios constituyen
variables que se asocian con el consumo. De hecho, parecen relacionarse con el
control que ejercen los padres sobre su hijo. Pero el control depende a su vez
de variables más profundas, en particular la cohesión y la flexibilidad del
sistema familiar, en los términos de Olson. Los consumidores parecen provenir
con mayor frecuencia de familias desconectadas y separadas, o sea, de familias
donde existe más separación emotiva que unión entre sus miembros y, en
particular, en relación con el hijo. En una palabra, esta información parece ligar
el consumo a un problema de falta o de insuficiencia de amor. Este trastorno
tiene relación con el hecho de que estas familias tienden además a ser caóticas,
en el sentido de no lograr integrar la estabilidad y el cambio, presentando una
dificultad para estabilizar un sistema compartido de reglas y normas.
98
Estos datos reveladores tienen implicaciones para la prevención, porque
demuestran que deben construirse modelos para intervenir en el
funcionamiento familiar de los jóvenes, lo cual no es una tarea fácil. La
modificación de determinados aspectos de dicha dinámica no se puede lograr
reuniendo a los padres un sábado en la mañana a recibir una tradicional
“charla”, en la cual se busca enseñar a los padres comportamientos ideales,
porque mientras más disfuncional sea la familia, menos receptiva se volverá a
la simple información.
5.8
El sistema educativo
El hallazgo central sobre la relación entre el consumo y el desarrollo educativo
personal es el mismo que ya fue identificado en 1995: mientras más inmerso se
encuentra el sujeto en el consumo, mayor es la probabilidad de que tenga
también problemas en el proceso educativo, académico y/o de comportamiento.
Presenta una escolaridad más difícil que en los abstinentes.
Múltiples evidencias estadísticas demuestran que la mayor proporción de
consumidores se encuentra entre aquellos estudiantes que:
-
Piensan que les será imposible o poco probable terminar el último año
secundaria;
Más años repitieron en su vida estudiantil;
Han tenido de manera frecuente problemas de conducta y
rendimiento durante sus estudios;
Faltan a clases y han sido expulsados de algún colegio;
Han pensado en abandonar sus estudios;
Indican que su colegio no les ayuda en “nada” a la construcción de
futuro;
Admiten tener problemas personales que interfieren con sus estudios;
Expresan mayores niveles de insatisfacción respecto de una serie
tópicos de la organización del establecimiento educativo, entre otros.
de
de
su
de
Esta asociación entre el consumo y los problemas educativos plantea un
problema de interpretación: ¿es el consumo el que interfiere con las exigencias
del proceso educativo? ¿son las características del proceso educativo las que
favorecen el consumo? ¿se trata de un proceso circular? ¿o existe una tercera
variable que produce ambos disfuncionamientos: el consumo y los problemas
educativos?
Los datos de la encuesta no permiten elegir una u otra de estas
interpretaciones, aunque los entrevistados evidencian la presencia de
problemas específicos ligados al mismo sistema educativo. El colegio podría
ubicarse entre los factores de riesgo, pero sería difícil admitir que pudiera
producir por sí solo el consumo. La interpretación más prudente sería que el
consumo se genera en otros espacios, como el familiar, y que en ciertos casos
determinadas características del sistema educativo pueden potenciar o reducir
el consumo.
99
De todas maneras, las dificultades que presenta un adolescente en su
desarrollo educativo tienen cierto valor predictivo de un posible involucramiento
con sustancias psicoactivas. No todos los consumidores tienen problemas
académicos y de comportamiento, pero sí mayores dificultades en estos
aspectos que los abstinentes. Estos rasgos los hacen, de cierta manera, más
visibles en el colegio y pueden facilitar un proceso de identificación e
intervención temprana.
La evidencia experimental obtenida en este estudio, como también en el
realizado en 1998 conduce a una conclusión: La prevención en el colegio no
consiste simplemente en proporcionar información preventiva a los estudiantes,
ni en capacitar a los docentes para dicha tarea, sino en modificar las
características educativas del colegio que constituyen causas contribuyentes del
consumo de drogas. No se trata de buscar un colegio “perfecto” mediante un
sinnúmero de sucesivas reformas educativas, sino de identificar aquellos
aspectos que incrementan los conflictos del estudiante.
5.9
La evaluación de los programas de prevención
Ante el aumento de los niveles de consumo de SPA en el Ecuador, es necesario
realizar una reingeniería de la prevención. Ya no se puede simplemente sumar
programas de prevención en un nuevo plan nacional sin conocer con mayor
exactitud sus bondades. La efectividad se refiere a la adecuación de los medios
con los fines. Mide el grado en que la intervención se dirige hacia las variables
que realmente operan en la estructura causal del problema. De hecho, ciertos
programas de prevención no tienen la capacidad de modificar el consumo, en
especial aquellos que se orientan hacia sus efectos y no hacia sus causas. La
eficacia constituye un segundo parámetro de evaluación que estima la
efectividad comparativa de distintas intervenciones. Si varios programas logran
disminuir el consumo en un determinado grupo, ¿cuáles de ellos producen los
mayores cambios? Finalmente, la eficiencia estima y compara la relación costo beneficio de las intervenciones. Si dos intervenciones producen cambios
similares, ¿cuál es la más económica? De hecho, como se ha reiterado, se
dispone de muy poca información sobre los criterios de evaluación de los
diferentes programas de prevención existentes en el país, y no existe la
capacidad política para designar los programas que mayor bondad presentan.
Consecuentemente, la prevención se refiere, más bien, a una serie de iniciativas
locales marcadas por el activismo, lo local, la heterogeneidad y, sobre todo, la
ausencia de evaluación en relación con los criterios esenciales descritos. En una
palabra, no pueden demostrar que se dirigen hacia causas específicas del
consumo, ni que producen mayores cambios que otros programas y a menor
costo.
Este problema no es solamente un problema de recursos económicos. Ante
todo, es un problema conceptual porque la evaluación de un modelo de
prevención siempre se ha entendido como una actividad que debe ocurrir
después de la intervención de prevención, cuando bien puede realizarse antes
100
de la intervención de manera más rápida y económica. Evaluar un programa de
prevención representa un proceso largo y costoso, puesto que se tiene que
realizar una medición en la población objeto del programa, esperar que la
intervención se ejecute y volver a repetir la medición inicial para buscar
diferencias. De hecho, este nivel de complejidad puede reducirse
considerablemente ubicando el programa dentro de un plan experimental
aplicable a un grupo experimental y a uno de control de tamaño reducido y con
sujetos equiparados a las características de la población objeto. En caso de
poder demostrar diferencias significativas entre estos grupos, se puede asumir
razonablemente que el programa tiene la capacidad de producir cambios y, por
lo tanto, que puede ejecutarse.
Sin embargo, rara vez se procede de esta manera. Los programas, una vez
diseñados, se aplican inmediatamente a poblaciones numéricamente
importantes; y dentro del contexto económico vigente, se quedan sin recursos
para su posterior evaluación. En ausencia de información sobre sus impactos,
se corre el riesgo de repetir -sin saberlo- una intervención ineficaz. Es la suerte
que conocieron los modelos de prevención basados en la simple información y
aquellos de la prevención “integral”.
101
6. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Bialakowsky, A. (1992). La investigación en problemas complejos y
Polideterminados. Argentina
•
Becoña,
E.
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Científicas
de
la
Prevención
de
las
Drogodependencias. Madrid. Plan Nacional de Drogas.
•
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Organización de Estados Americanos .
•
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Manual General de Procedimientos para Coordinadores Nacionales del
Sistema Interamericano de Datos Uniformes, SIDUC,
Capítulo 1 y 2. Ws.
USA.
•
España, Ministerio del Interior. Delegación del Gobierno para el Plan
Nacional de Drogas. Plan Nacional sobre Drogas, (2001), Observatorio
Español sobre Drogas. Informe No. 4. Madrid: Editor.
•
España, Ministerio del Interior. Delegación del Gobierno para el Plan
Nacional de Drogas. Plan Nacional sobre Drogas, (2002), Observatorio
Español sobre Drogas. Informe No. 5. Madrid: Editor.
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Investigación. México: McGraw Hill, pp.21-55.
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23-45. Libro por publicarse.
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Laufer,
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publicarse.
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Evaluación del Uso Indebido de Drogas, (2003), Estimación de la
prevalencia. Métodos directos para estimar la magnitud del problema de las
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•
Naciones Unidas, Oficina Contra la droga y el Delito, Programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo,
Oficina de Evaluación, (2002).
Manual de seguimiento y evaluación de resultados, N.Y. USA.
102
•
Naciones
Unidas,
Consejo
Económico
y
Social,
Comisión
de
Estupefacientes, 46o Período de Sesiones, (2003) “Optimización de los
sistemas de recolección de información e identificación de las mejores
prácticas para enfrentar la demanda de las drogas ilícitas” , Viena: Editor
•
Observatorio Europeo de las Drogas y la toxicomanía. (2000). En Informe
anual del Observatorio Europeo de las Drogas y la toxicomanía.
7. SIGLAS
•
Consejo Nacional de
Psicotrópicas, CONSEP
•
Sistema Ecuatoriano de Vigilancia Integral para la Prevención de las
Drogas, SEVIP
•
Organización de los Estados Americanos, OEA
•
Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas, CICAD
•
Sistema Interamericano de Datos Uniformes sobre Consumo de Drogas,
SIDUC
•
Observatorio Ecuatoriano de Drogas, OED
•
Oficina Contra la Droga y el Delito, ONUDD
•
Sustancias Psicoactivas, SPA
•
Departamento de Orientación y Bienestar Estudiantil, DOBE
Control
103
de
Sustancias
Estupefacientes
y
8. ANEXO, CUESTIONARIO
ENCUESTA INTERNACIONAL PARA ESTUDIANTES DE ENSEÑANZA
MEDIA
Cuestionario estandarizado - Año 2005
Buenos días- Buenas tardes
Estamos realizando una investigación a estudiantes de diferentes países sobre temas relacionados con
salud pública. Su objetivo es obtener información para orientar, de la mejor manera posible, una serie
de acciones destinadas a la solución de problemas de calidad de vida. Tu colaboración en esta encuesta
será de gran utilidad para este efecto.
INSTRUCTIVO:
1. Te pedimos responder a cada pregunta eligiendo la respuesta que mejor describe tu
situación. Pon una X en la casilla que se encuentra a la izquierda de la pregunta. (O
seguir otra explicación explícita) Ejemplo:
Jornada de estudio
⌧ 1. Matutina
2. Vespertina
3. Nocturna
2. En otras preguntas, quizá no puedas responder porque no es tu caso. Por ejemplo, si
nunca conociste a tu padre y se te pregunta algo sobre tu relación con él, obviamente,
no podrás contestar. En este caso, elige el código 99. “NSA” que significa No Se
Aplica.
3. Si te equivocas en una respuesta, bórrala para volver a escribir la correcta.
4. Para responder a las preguntas de este cuestionario, sigue el orden numérico de las
preguntas.
5. En la mayoría de las preguntas, debes contestar eligiendo una sola respuesta entre las
alternativas que se proponen. En este caso, ninguna indicación acompaña la pregunta.
En otras, se señala “Elegir una sola alternativa”: en este caso, debes buscar una
sola alternativa, la que mejor describe tu situación, la que ocurre mas frecuentemente.
Otras preguntas te piden “Elegir tres alternativas”; en este caso, debes buscar 3
alternativas de acuerdo al orden de importancia. En otras finalmente, se indica “Elegir
todas las alternativas” y debes anotar todas las que corresponden a tu situación. Si
no encuentras la alternativa que conviene, escribes tu respuesta en Otro
(especificar): …………….
6. EL CUESTIONARIO ES CONFIDENCIAL Y ANÓNIMO, por esta razón, te pedimos
responder con sinceridad a todas las preguntas. Lee con atención cada pregunta y
piensa bien tu respuesta. La sinceridad es importante. Caso contrario, la información
sería falsa y no nos permitirá ayudar a los estudiantes como quisiéramos.
7. Si tienes alguna duda, si algo no entiendes en una pregunta, pide aclaración al
responsable de la Encuesta.
104
1. PAÍS
2. CIUDAD
3. NÚMERO DE CONTROL
4. Tipo de colegio
1. Público
2. Privado
3. Otro(especificar) _____________________
5. Jornada de estudio
1. Matutina
2. Vespertina
3. Nocturna
6. Tipo de colegio según género
1. Masculino
2. Femenino
3. Mixto
7. Año de estudio
1. Noveno de básica (segundo curso)
2. Cuarto curso
3. Sexto curso
NÚMERO DE CUESTIONARIO
8. Género
1. Masculino
2. Femenino
10. ¿Cuál es el estado civil de tus padres?
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
9. Edad en años cumplidos a la fecha.
Años
11. ¿Con qué personas compartes tu
vivienda? (Señala todas las que
correspondan)
Casados
Divorciados
Separados
Viudo(a)
Unidos, juntos, conviven
Soltero(a)
No sé
1. Padre
2. Madre
3. Hermano (a)
4. Madrastra
6. Padrastro
5. Otro familiar
7. Novia(o)
8. Esposa(o)
9. Amiga (o)
10. Vivo solo(a)
11. Hijo/s
12. Otro
(especificar)_______________________
12. ¿Cómo calificarías la situación económica
de tu familia?
1. Buena
2. Regular
3. Mala
99. NSA
14. ¿Tienes algún familiar que ha migrado al
exterior del país?
13. ¿Viven juntos tus padres?
1. Viven juntos
2. Viven separados
3. Se divorciaron
99. NSA
16. ¿Tu relación con tu madre es mejor ahora
que antes?
1. Mi relación es mejor ahora que antes
2. Mi relación es peor ahora que antes
3. Mi relación sigue buena
4. Mi relación sigue mala
99. NSA
15. ¿Qué parentesco tienes con el familiar que
migró?
1. Padre
2. Madre
3 Hermano/s
4. Abuelo
5. Otro (especificar)_______________________
99. NSA
17. ¿Tu relación con tu padre es mejor ahora que
antes?
1. Mi relación es mejor ahora que antes
2. Mi relación es peor ahora que antes
3. Mi relación sigue buena
4. Mi relación sigue mala
99. NSA
18. ¿Cómo calificarías tu relación con tu
19. ¿Cómo es la relación de tus padres?
1. Sí
2. No
105
1. Tienen una buena relación
2. Hay ciertos problemas, pero en general están
bien
3. Me gustaría que su relación sea mejor
4. No tienen una buena relación
99. NSA
padrastro o madrastra?
1. Buena
2. Mas o menos
3. Mala
99. NSA
20. ¿A quién le tienes mas confianza?
1. Padre
2. Madre
3. Ambos
4. Otro familiar
5. Ninguno
99. NSA
22 Mi padre…
1. Me dedica todo el tiempo que necesito
2. Quisiera que me dedicara mas tiempo
3. Quisiera que me dedicara menos tiempo
4. No me interesa
99. NSA
21. Mi madre…
1. Me dedica todo el tiempo que necesito
2. Quisiera que me dedicara mas tiempo
3. Quisiera que me dedicara menos tiempo
4. No me interesa
99. NSA
23. ¿Qué es lo que mas te molesta de tu
padre?
(Elegir
todas
las
posibles
alternativas)
1. Dominante
2. Rígido
3. Indiferente, alejado
4. Agresivo
5. Injusto
6. Sobre protector
7. Nada me molesta
99. NSA
24. ¿Qué es lo que mas te molesta de tu
madre? (Elegir todas las posibles
alternativas)
1. Dominante
2. Rígida
3. Indiferente, alejada
4. Agresiva
5. Injusta
6. Sobre protectora
7. Nada me molesta
99. NSA
1. Nunca saben donde estoy
2. A veces no saben
3. Siempre saben donde estoy
26. En general, ¿alguno de tus padres
se preocupa de los programas que ves
en la televisión?
1. Sí
2. No
28. En una semana normal, ¿cuántos
días se sientan a compartir juntos, tú y
tus padres (o uno de ellos)? Digamos
para desayunar, almorzar, merendar o
comer en la noche.
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
25. Después que sales del colegio o durante
los fines de semana, ¿ocurre que tus padres,
representantes o apoderado no saben
donde estás? Digamos por un período de
una hora o mas.
Ninguno
Un día
Dos días
Tres días
Cuatro días
Cinco días
Seis días
Todos los días
106
27. ¿Cuán preocupados están tus padres (o uno
de ellos) respecto de lo que haces en el colegio?
1.
2.
3.
4.
Mucho
Bastante
Poco
Nada
29. Durante los fines de semana, ¿tus
padres, representantes o apoderados te
controlan a qué hora llegas a la casa en la
noche?
1. Sí
2. No
3. No salgo por las noches
30. Cuando sales de casa en las tardes o
en los fines de semana, ¿tus padres (o
uno de ellos) te preguntan y/o esperan
que tú les digas a dónde vas?
1.
2.
3.
4.
Sí me preguntan y les digo
Sí me preguntan pero no les digo
No me preguntan pero les digo
No me preguntan y no les digo
31. ¿Tú dirías que tus padres (o uno de
ellos)
conocen a tus amigos (as) más
cercanos?
1. Bastante
2. Mas o menos
3. Poco
32. POR FAVOR DESCRIBE TU FAMILIA, UBICA EN CADA CASILLA EL
NÚMERO 1, 2 O 3 DE ACUERDO A LO QUE CORRESPONDA
1.
2.
3.
Nunca
Algunas veces
Siempre
1.
2.
Los miembros de mi familia nos apoyamos mutuamente
En mi familia se toman en cuenta las sugerencias de los hijos para resolver los
problemas
3. Los hijos podemos opinar en cuanto a las normas y disciplina
4. Nos gusta pasar el tiempo libre en familia
5. Padres e hijos nos ponemos de acuerdo en relación con los castigos
6. Nos sentimos muy unidos
7. En mi familia los hijos tomamos las decisiones
8. Cuando se toma una decisión importante, toda la familia está presente
9. En mi familia las normas y reglas son cambiantes
10. Con facilidad podemos planear actividades en familia
11. La unión familiar es muy importante
33. ¿Qué actividades realizas cuando no estás
en el colegio? (MARCA 3 alternativas)
1. Trabajo
2. Estudio o hago deberes
3. Hago las tareas del hogar
4. Veo televisión
5. Navego y/o chateo en Internet
6. Hago deportes (fútbol, voleibol u otros.)
7. Estoy con mis amigos (as)
8. Leo / escribo
9. Estoy con mi familia
10. Escucho música
11. Otra actividad (especificar)...........................
34. Si trabajas además de estudiar, ¿Cuántas
horas
trabajas,
aproximadamente, a la
semana?
Horas
99. No trabajo además de estudiar
35. ¿Cuán probable crees tú que termines el
último año de secundaria?
36. ¿Cuán probable crees tú que sigas estudios
superiores?
1. Muy probable
2. Mas o menos
3. Poco probable
4. Imposible
5. No sé
37. ¿Cuántos años has repetido durante tus
estudios?
1. Muy probable
2. Mas o menos
3. Poco probable
4. Imposible
5. No sé
38. ¿Cuán exigente académicamente es tu
colegio?
1. Ninguno
2. Uno
3. Dos o más
1.
2.
3.
4.
107
Mucho
Bastante
Algo
Poco
39. ¿Qué tan estricto es tu colegio en lo que se
refiere a disciplina?
1. Mucho
2. Bastante
3. Algo
4. Poco
41. ¿Has tenido problemas de rendimiento
durante tus estudios?
1. Frecuentemente
2. Pocas veces
3. Nunca
43. Durante tu vida de estudiante, ¿te han
expulsado de algún colegio o escuela?
1. Sí, cuantas_______
2. No
1. Frecuentemente
2. Pocas veces
3. Nunca
42. Durante este año, ¿has faltado con
frecuencia al colegio, por cualquier motivo?
1. Sí
2. No
44. ¿Te has ausentado de clase en forma
indebida?
1. Sí
2. Algunas veces
3. No
45. ¿Has pensado en abandonar los estudios?
1. Sí
2. Algunas veces
3. No
46. ¿Te ayuda tu colegio
construcción de tu futuro?
en
la
1. Bastante
2. Poco
3. Nada
47. Cuando tienes un problema escolar, ¿a
quién sueles acudir? (Elegir una sola
alternativa)
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
40. ¿Has tenido problemas de conducta o de
disciplina durante tus estudios?
A mis profesores
A las autoridades (Inspector, Rector, etc.)
Al Departamento de Orientación
Mis amigos/as
Mi novio (a)
Mis padres
Otro (especifique)_____________________
No acudo a nadie
49. ¿Tienes confianza con tus profesores/as
como
para
contarles
tus
problemas
personales?
1. Sí
2. No
48. ¿Cómo actuó el profesor/a contigo
respecto a la materia donde mas dificultades
tuviste? (Elegir una sola alternativa)
1.
2.
3.
4.
5.
No tuve problema con ninguna materia
Me castigaba físicamente o verbalmente
No hizo nada en particular
Solo advirtió a mis padres
Me dio apoyo académico adicional
50. ¿Cómo calificarías la actitud de tus
profesores/as cuando tienes algo personal que
quieres expresar en la clase? (Elegir una sola
alternativa)
1.
2.
3.
4.
No les interesa
No puedo opinar
Me dejan expresar algo personal
Solo me escuchan
51. ¿Tienes inquietudes o problemas
personales que interfieren con tus
estudios?
52. ¿Cuántas veces durante tu vida
estudiantil,
tuviste
que
asistir
al
Departamento de Orientación?
1. No tengo problemas personales
2. Tengo, pero no interfieren en mis estudios
3. Interfieren y me crean dificultades en el
estudio
1. No hay Departamento de Orientación en mi
colegio
2. No he asistido
3. Consulte_____, veces el Departamento de
Orientación
108
53. ¿Para qué tipo de situación acudiste al
Departamento de Orientación? (Elegir todas
las posibles alternativas)
1.
2.
3.
4.
5.
Nunca tuve que asistir
Por problemas académicos
Por problemas de disciplina
Para recibir orientación vocacional
Otros (especificar) .....................................
55. ¿Hay pandillas o actos de violencia
entre ciertos estudiantes en tu colegio?
1. Sí
2. No
3. Desconozco
54. ¿Cómo calificarías en general el tipo
de sanciones que se aplican en tu colegio?
1.
2.
3.
4.
5.
Autoritarias, represivas
Injustas
Justas
Suaves, leves
No se sanciona, se reflexiona
56. En los últimos 12 meses ¿has visto a tus
profesores/as (o al menos a uno de ellos)
fumando dentro del colegio?
1. Sí
2. No
57. Responde a las siguientes peguntas dando tu impresión general,
ubica en cada casilla el número 1, 2 o 3 de acuerdo a lo que
corresponda.
1. ¿Estas satisfecho con la preparación académica de tus profesores?
2. ¿Te aburres en clases?
3. ¿Te disgusta asistir a clases?
4. ¿Has tenido problemas para concentrarte en la clase?
5. ¿Te pasas la mayor parte del tiempo callado en la clase?
6. ¿Te sientes sobrecargado con los horarios de tu colegio?
7. ¿Te sientes sobrecargado con los deberes que tienes?
8. ¿Te gusta estudiar en casa?
9. ¿Existe una comunicación eficaz entre tu colegio y tus padres?
10. ¿Te has sentido rechazado por compañeros del colegio?
11. ¿Has tenido o tienes problemas con las autoridades del colegio?
12. ¿Has tenido o tienes problemas con tus profesores?
13. ¿Tus profesores rebajan la nota para sancionar problemas de disciplina?
14. ¿Llegan tarde tus profesores a la clase?
15. ¿Los profesores toman alcohol durante las fiestas o paseos de tu colegio?
16. ¿Los estudiantes toman alcohol durante las fiestas o los paseos?
17. ¿Has visto consumir drogas en tu colegio?
18. ¿Te sientes a gusto con las actividades del colegio fuera de las horas de
estudio?
19. ¿Te sientes a gusto con el ambiente general del colegio?
20. ¿Estas satisfecho con el Departamento de Orientación?
58. ¿Cómo calificarías la relación que
actualmente tienes con tus amigos/as
mas cercanos?
1. Muy buena
2. Buena
3. Regular
4. Mala
5. Muy mala
60. Una vez que termines el colegio ¿qué cosa
te gustaría hacer?
1. Trabajar
2. Estudiar una carrera técnica
3. Estudiar en la Universidad
4. Pertenecer a las Fuerzas Armadas o Policía
Nacional
5. No sé lo que haré
109
1.
2.
3.
Nunca
Algunas veces
Siempre
59. ¿De cuánto dinero al mes dispones
generalmente para tus gastos? Haz un cálculo
mensual
1.
2.
3.
4.
5.
Menos de US$ 10
Entre $ 10 y $ 20
Entre $ 21 y $ 30
Entre $ 31 y $ 40
Más de $ 40
61. De acuerdo a tu criterio, indica ¿cuál crees tu que es el riesgo que corre una
persona que hace alguna de las siguientes cosas?.
MARCA CON UNA X LO QUE CORRESPONDA EN CADA LINEA.
1.
2.
Ningún
Riesgo
riesgo
Leve
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
11.
12.
13.
14.
15.
16.
17.
18.
19.
20.
21.
3.
Riesgo
Moderado
4.
Gran
riesgo
5.
No sé
que
riesgo
corre
Fumar cigarrillos alguna vez
Fumar cigarrillos frecuentemente
Tomar bebidas alcohólicas alguna vez
Tomar bebidas alcohólicas
frecuentemente
Embriagarse con bebidas alcohólicas
Tomar tranquilizantes /estimulantes sin
prescripción médica alguna vez
Tomar tranquilizantes/estimulantes sin
prescripción médica frecuentemente
Aspirar inhalables(cemento de contacto,
tiñer, pintura, otros) alguna vez
Aspirar inhalables (cemento de
contacto, tiñer, pintura, otros)
frecuentemente
Fumar marihuana alguna vez
Fumar marihuana frecuentemente
Consumir cocaína alguna vez
Consumir cocaína frecuentemente
Consumir pasta base o crack alguna vez
Consumir pasta base o crack
frecuentemente
Consumir éxtasis alguna vez
Consumir éxtasis frecuentemente
Consumir drogas vegetales (hongos,
ayahuashca, San Pedro) alguna vez
Consumir drogas vegetales (hongos,
ayahuashca, San Pedro)
frecuentemente
Consumir mas de una droga al mismo
tiempo, alguna vez
Consumir mas de una droga al mismo
tiempo, frecuentemente
62. ¿Has fumado cigarrillos alguna vez en la
vida?
1. Sí
2. No (pase a la pregunta #68)
63. ¿Qué edad tenías cuando fumaste
cigarrillos por primera vez?
64. ¿Cuándo fue la primera vez que fumaste
cigarrillos?
1. Durante los últimos 30 días
2. Hace mas de 1 mes, pero menos de 1 año
3. Hace mas de 1 año
65. ¿Has fumado cigarrillos en los últimos 12
meses?
66. ¿Has fumado cigarrillos en los últimos
30 días?
67.
Aproximadamente,
¿cuántos
cigarrillos has fumado por día en los
últimos 30 días?
Años de edad
1. Sí
2. No (pase a la pregunta #68)
1. Sí
2. No (pase a la pregunta #68)
1.
2.
3.
4.
110
De 1 a 5
De 6 a 10
De 11 a 20
Mas de 20
68. ¿Has consumido bebidas alcohólicas
alguna vez en la vida?
69. ¿Qué edad tenías cuando consumiste
bebidas alcohólicas por primera vez?
Años de edad
1. Sí
2. No (pase a la pregunta #76)
71. ¿Has consumido bebidas alcohólicas
en los últimos 12 meses?
70. ¿Cuándo fue la primera vez que consumiste
bebidas alcohólicas?
1. Durante los últimos 30 días
2. Hace mas de 1 mes, pero menos de 1 año
3. Hace mas de 1 año
72. ¿Has consumido bebidas alcohólicas en los
últimos 30 días?
1. Sí
2. No (pase a la pregunta #76)
73. ¿Cuántos días te has emborrachado
durante los últimos 30 días?
1. Sí
Nº días
2. No (pase a la pregunta #76)
74. En los últimos 30 días ¿ Qué tipo de bebida alcohólica consumiste y con qué frecuencia?
MARCA CON UNA “X” SOLO UNA OPCION QUE CORRESPONDA PARA CADA BEBIDA ALCOHOLICA
1.
Diariamente
2.
Fines de
semana
3.
Algunos días
de semana
1 Cerveza
2
3.
4.
5.
6.
Vino
Ron
Aguardiente
Bebidas fuertes (whisky, vodka, etc.)
Otro (especificar) ....................................
75. En las últimas 2 semanas, ¿cuántas
veces has consumido 5 tragos o mas, en una
misma salida?
1.
2.
3.
4.
Ninguna vez
Sólo una vez
Entre 2 a 3 veces
Entre 4 a 5 veces
5. Mas de 5 veces
76 . ¿Cuán fácil o difícil te sería conseguir alguna de las
siguientes drogas?
MARCA CON UNA CRUZ DONDE CORRESPONDA PARA
CADA DROGA
1. Marihuana
2. Cocaína
3. Pasta base
4. Éxtasis
5. Heroína
77. ¿Cuándo fue la última
vez que te ofrecieron
alguna de estas drogas,
sea
para
comprar
o
probar?
1. Marihuana
Durante los
últimos 30
días
2. Cocaína
MARCA CON UNA “X”
3. Pasta Base
DONDE
CORRESPONDA
4. Éxtasis
PARA CADA DROGA
5. Heroína
111
Me sería
fácil
Hace mas de
un mes, pero
menos de un
año
Me sería
difícil
No podría
conseguir
Hace mas de
un año
No sé si
es fácil o
difícil
Nunca me han
ofrecido
79. Si te han ofrecido ALGUNA OTRA DROGA
(pasta base, cocaína, éxtasis, etc.), piensa en la
última vez que te ofrecieron, ¿en qué lugar te
la ofrecieron?
1. En tu casa
2. En los alrededores de tu casa
3. En tu colegio
4. En los alrededores de tu colegio
5. En una fiesta, discoteca, conciertos; otros
6. Por internet, email o chateando
7. Nunca me han ofrecido
80. ¿Alguna vez sentiste curiosidad por probar 81. Si tuvieras la ocasión, ¿probarías alguna
alguna droga ilícita (marihuana, cocaína, droga ilícita (marihuana, cocaína, éxtasis,
éxtasis, heroína, pasta base, otras)?
heroína, pasta base, otras)?
78. Si te han ofrecido MARIHUANA, piensa en la
última vez que te ofrecieron, ¿en qué lugar
te la ofrecieron?
1. En tu casa
2. En los alrededores de tu casa
3. En tu colegio
4. En los alrededores de tu colegio
5. En una fiesta, discoteca, conciertos; otros
6. Por internet, email o chateando
7. Nunca me han ofrecido.
1. Sí
2. No
1. Sí
2. No
82. ¿Has consumido una de estas sustancias alguna vez en tu vida?
MARCA CON UNA “X” DONDE CORRESPONDA, PARA CADA UNA DE
LAS SUSTANCIAS
1. NO
2. SI
1.
2.
3.
Tranquilizantes en pastillas, sin receta
médica (como clonazepam, alprazolam,
lorazepam, valium)
Estimulantes sin receta médica, como
anfetaminas (ritalín) o metanfetaminas
(cidrín)
Inhalables, como solventes pintura, tinher,
otros
4.
Marihuana
5.
Pasta base
6.
Cocaína
7.
Heroína
8.
Éxtasis
9.
Alucinógenos
83. ¿Qué edad tenías
cuando
probaste
por
primera vez?
_______años de edad
_______años de edad
_______años de edad
_______años de edad
_______años de edad
_______años de edad
_______años de edad
_______años de edad
_______años de edad
10. Crack
_______años de edad
11. Opio
_______años de edad
12. Morfina
_______años de edad
13. Hashis
_______años de edad
14. Drogas vegetales (hongos, ayahuashca, San
Pedro, otras.)
15. Otras drogas (especificar) ______________
_______años de edad
_______años de edad
112
84a. ¿Cuándo fue la primera vez que aspiraste
Inhalables (como solventes y otros)?
1. Nunca he aspirado Inhalables (pase a la
pregunta #85a)
2. Durante los últimos 30 días
3. Hace mas de 1 mes, pero menos de 1 año
4. Hace mas de 1 año
84b. ¿Has aspirado Inhalables (como
solventes y otros) alguna vez en los últimos
12 meses?
1. Sí
2. No (pase a la pregunta #85a)
84c. ¿Con qué frecuencia has aspirado
Inhalables (como solventes y otros)?
1. Una sola vez
2. Algunas veces durante los últimos 12 meses
3. Algunas veces mensualmente
4. Algunas veces semanalmente
5. Diariamente
84d. ¿Has aspirado Inhalables (como
solventes y otros) alguna vez en los últimos
30 días?
85a. ¿Cuándo fue la primera vez que probaste
Marihuana?
1. Nunca he probado marihuana (pase a la
pregunta #86a)
2. Durante los últimos 30 días
3. Hace más de 1 mes, pero menos de 1 año
4. Hace más de 1 año
85c. ¿Con qué frecuencia has consumido
Marihuana?
1. Una sola vez
2. Algunas veces durante los últimos 12 meses
3. Algunas veces mensualmente
4. Algunas veces semanalmente
5. Diariamente
85b. ¿Has consumido Marihuana alguna vez
en los últimos 12 meses?
86a. ¿Cuándo fue la primera vez que probaste
Cocaína?
1. Nunca he probado cocaína (pase a la pregunta
#87a)
2. Durante los últimos 30 días
3. Hace más de 1 mes, pero menos de 1 año
4. Hace más de 1 año
86c. ¿Con qué frecuencia has consumido
Cocaína?
1. Una sola vez
2. Algunas veces durante los últimos 12 meses
3. Algunas veces mensualmente
4. Algunas veces semanalmente
5. Diariamente
87a. ¿Cuándo fue la primera vez que probaste
Pasta Base?
1. Nunca he probado pasta base (pase a la
pregunta #88a)
2. Durante los últimos 30 días
3. Hace más de 1 mes, pero menos de 1 año
4. Hace más de 1 año
87c. ¿Con qué frecuencia has consumido
Pasta Base?
1. Una sola vez
2. Algunas veces durante los últimos 12 meses
3. Algunas veces mensualmente
4. Algunas veces semanalmente
5. Diariamente
113
1. Sí
2. No
1. Sí
2. No (pase a la pregunta #86a)
85d. ¿Has consumido Marihuana alguna vez
en los últimos 30 días?
1. Sí
2. No
86b. ¿Has consumido Cocaína alguna vez en
los últimos 12 meses?
1. Sí
2. No (pase a la pregunta #87a)
86d. ¿Has consumido Cocaína alguna vez en
los últimos 30 días?
1. Sí
2. No
87b. ¿Has consumido Pasta Base alguna vez
en los últimos 12 meses?
1. Sí
2. No (pase a la pregunta #88a)
87d. ¿Has consumido Pasta Base alguna vez
en los últimos 30 días?
1. Sí
2. No
88a. ¿Cuándo fue la primera vez que probaste
Extasis?
1. Nunca he probado éxtasis (pase a la pregunta
#89a)
2. Durante los últimos 30 días
3. Hace más de 1 mes, pero menos de 1 año
4. Hace más de 1 año
88c. ¿Con qué frecuencia has consumido Extasis?
1.
2.
3.
4.
5.
Una sola vez
Algunas veces durante los últimos 12 meses
Algunas veces mensualmente
Algunas veces semanalmente
Diariamente
89a. ¿Cuándo fue la primera vez que probaste
Heroína?
1. Nunca he probado Heroína (pase a la pregunta
#90a)
2. Durante los últimos 30 días
3. Hace mas de 1 mes, pero menos de 1 año
4. Hace mas de 1 año
89c. ¿Con qué frecuencia has consumido
Heroína?
1.
2.
3.
4.
5.
Una sola vez
Algunas veces durante los últimos 12 meses
Algunas veces mensualmente
Algunas veces semanalmente
Diariamente
90a. ¿Cuándo fue la primera vez que probaste
Drogas Vegetales (hongos, ayahuashca, San
Pedro, otras)?
1. Nunca he probado drogas vegetales (pase a la
pregunta #91a)
2. Durante los últimos 30 días
3. Hace mas de 1 mes, pero menos de 1 año
4. Hace mas de 1 año
90c. ¿Con qué frecuencia has consumido Drogas
Vegetales (hongos, ayahuashca, San Pedro,
otras)?
1. Una sola vez
2. Algunas veces durante los últimos 12 meses
3. Algunas veces mensualmente
4. Algunas veces semanalmente
5. Diariamente
114
88b. ¿Has consumido Extasis alguna vez en
los últimos 12 meses?
1. Sí
2. No (pase a la pregunta #89a)
88d. ¿Has consumido Extasis alguna vez en
los últimos 30 días?
1. Sí
2. No
89b. ¿Has consumido heroína alguna vez en
los últimos 12 meses?
1. Sí
2. No (pase a la pregunta #90a)
89d. ¿Has consumido Heroína alguna vez en
los últimos 30 días?
1. Sí
2. No
90b. ¿Has consumido Drogas Vegetales
(hongos, ayahuashca, San Pedro, otras)
alguna vez en los últimos 12 meses?
1. Sí
2. No (pase a la pregunta #91a)
90d. ¿Has consumido Drogas Vegetales
(hongos, ayahuashca, San Pedro, otras)
alguna vez en los últimos 30 días?
1. Sí
2. No
91a. ¿Cuándo fue la primera vez que probaste
Otras Drogas?
1. Nunca he probado Otras Drogas (pase a la
pregunta #92a)
2. Durante los últimos 30 días
3. Hace mas de 1 mes, pero menos de 1 año
4. Hace mas de 1 año
91c. ¿Con qué frecuencia has consumido Otras
Drogas?
1.
2.
3.
4.
5.
91b. ¿Has consumido Otras Drogas alguna
vez en los últimos 12 meses?
1. Sí
2. No (pase a la pregunta #92a)
91d. ¿Has consumido Otras Drogas alguna
vez en los últimos 30 días?
1. Sí
2. No
Una sola vez
Algunas veces durante los últimos 12 meses
Algunas veces mensualmente
Algunas veces semanalmente
Diariamente
92a. ¿Cuándo fue la primera vez que probaste
Tranquilizantes sin receta médica?
1. Nunca he probado tranquilizantes (pase a la
pregunta #93a)
2. Durante los últimos 30 días
3. Hace más de 1 mes, pero menos de 1 año
4. Hace más de 1 año
92c. ¿Con qué frecuencia has consumido
Tranquilizantes sin receta médica?
1. Una sola vez
2. Algunas veces durante los últimos 12 meses
3. Algunas veces mensualmente
4. Algunas veces semanalmente
5. Diariamente
92e. En los últimos 30 días, ¿Cuántos días
consumiste Tranquilizantes sin receta médica?
Días
115
92b. ¿Has consumido Tranquilizantes sin
receta médica alguna vez en los últimos 12
meses?
1. Sí
2. No (pase a la pregunta #93a)
92d. ¿Has consumido Tranquilizantes sin
receta médica alguna vez en los últimos 30
días?
1. Sí
2. No (pase a la pregunta #93a)
92f. ¿Cómo obtuviste los Tranquilizantes que
consumiste?
1. De un médico
2. En la calle
3. En la casa
4. De un amigo
5. En la farmacia
6. Otro (especificar) ..................................
93a. ¿Cuándo fue la primera vez que probaste
Estimulantes sin receta médica?
93b. ¿Has consumido Estimulantes sin receta
médica alguna vez en los últimos 12 meses?
1. Nunca he probado Estimulantes (pase a la
pregunta #94)
2. Durante los últimos 30 días
3. Hace más de 1 mes, pero menos de 1 año
4. Hace más de 1 año
93c. ¿Con qué frecuencia has consumido
Estimulantes sin receta médica?
1. Una sola vez
2. Algunas veces durante los últimos 12 meses
3. Algunas veces mensualmente
4. Algunas veces semanalmente
5. Diariamente
93e. En los últimos 30 días, ¿Cuántos días
consumiste Estimulantes sin receta médica?
Días
94 ¿Si en tu grupo de amigos mas cercanos
supieran que fumas marihuana, tú crees que:
1. Te harían algún reproche o te dirían algo para
que no lo hicieras
2. Algunos te harían reproches y otros no
3. No te harían ningún reproche o no te dirían
nada
1. Sí
2. No (pase a la pregunta #94)
93d. ¿Has consumido Estimulantes sin receta
médica alguna vez en los últimos 30 días?
1. Sí
2. No (pase a la pregunta #94)
93f. ¿Cómo obtuviste los Estimulantes que
consumiste?
1. De un médico
2. En la calle
3. En la casa
4. De un amigo
5. En la farmacia
6. Otro (especificar) .....................................
95. En tu grupo de amigos mas cercanos,
al saber que has probado una droga
distinta de la marihuana como: cocaína,
pasta base,
éxtasis, ácidos o cosas
parecidas, crees que:
1. Te harían algún reproche o te dirían algo para
que no lo hicieras
2. Algunos te harían reproches y otros no
3. No te harían ningún reproche o no te dirían
nada
4. No sabes bien lo que harían
4. No sabes bien lo que harían
96. ¿Has recibido o asistido a programas de prevención (cursos,
charlas, seminarios, etc.) del consumo de drogas en:
1. Tu barrio
2. Tu colegio
3. Grupos de la Iglesia
4. Clubes asociativos
5. Campamentos vacacionales
6. Otro (especificar)
................................................
97. ¿Cuán informado crees que estás
sobre las drogas ilícitas (marihuana,
base, cocaína, etc.)?
1. Bien informado
2. Poco informado
3. Nada informado
116
1. SI
2. NO
3. Cuantos
98. ¿De dónde proviene principalmente la
información que tu tienes acerca de las
drogas? (Elegir una sola alternativa)
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
Amigos
Familiares
Profesores
Profesionales
Periódicos
Televisión
Libros
Internet
99. ¿Dentro de las materias de estudio en tú
colegio, existen contenidos de prevención del
consumo de drogas?
1. Sí
2. No
3. Desconozco
100. ¿Cómo calificarías los contenidos de
los programas de prevención del consumo
de drogas ilícitas que recibiste? (Elegir solo
una alternativa)
1.
2.
3.
4.
Alarmistas, exagerados
Interesantes
Aburridos, deficientes
No he recibido ningún curso de prevención
101. En tu opinión, ¿cuál es la persona mas
preparada o calificada para dar cursos sobre
las drogas a los jóvenes? (Elegir la principal
alternativa)
1. Profesores
2. Médicos, psicólogos
3. Sacerdotes
4. Policía
5. Jóvenes líderes
6. Padres de familia
7. Vivenciales (ex consumidores)
102. ¿En tu opinión; qué se debería hacer
para que los jóvenes no se metan en
problemas con las drogas? (Elegir una sola
alternativa)
103. ¿Te gustaría participar como líder
multiplicador o agente preventivo en un
programa de prevención?
104. ¿Crees que las drogas representen un
problema importante para la juventud?
1. Sí
2. Tal vez
3. No
1.
2.
3.
4.
Ser estricto, castigarlos
Darles una buena información
Brindarles un buen ambiente familiar
Hablar con ellos de sus inquietudes
personales
5. Nada, es su elección
1.
2.
3.
4.
Muy importante
Importante
Poco importante
Nada importante
1. SI
105 ¿Crees que las personas exageran cuando dicen que bajo ningún pretexto se
debería probar drogas ilícitas?
106. ¿Alguna vez, tuviste la posibilidad de probar una droga ilícita?
107. ¿Alguna vez has tenido deseo o curiosidad de probar alguna droga ilícita?
108. ¿Crees que se debería tener una experiencia con las drogas ilícitas?
109. ¿Probarías drogas ilícitas para saber qué se siente?
110. ¿Crees que consumir drogas ilícitas de vez en cuando no es peligroso?
111. ¿Aceptarías si un amigo te ofreciera drogas?
MUCHAS GRACIAS
117
2. NO

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