Segunda Encuesta Nacional sobre Uso de Drogas
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Segunda Encuesta Nacional sobre Uso de Drogas
SEGUNDA ENCUESTA NACIONAL A ESTUDIANTES DE EDUCACIÓN MEDIA SOBRE CONSUMO DE DROGAS 2005 CONSEJO NACIONAL DE CONTROL DE SUSTANCIAS ESTUPEFACIENTES Y PSICOTRÓPICAS - CONSEP OBSERVATORIO ECUATORIANO DE DROGAS - OED COMISIÓN INTERAMERICANA CONTRA EL ABUSO DE DROGAS - CICAD-OEA OFICINA DE LAS NACIONES UNIDAS CONTRA LA DROGA Y EL DELITO - ONUDD I Índice Equipo Técnico de la Encuesta Índice Presentación Prólogo Página IV – VII II - III VIII IX - X 1. Antecedentes y justificaciones 1- 4 2. Objetivos y marco teórico 2.1 El mejoramiento del conocimiento 2.2 Los modelos de prevención 2.3 Comparación con otros estudios, tendencia y serie temporal 2.4 La evaluación de los impactos 2.5 Las dimensiones y los modelos para el consumo 5 5-7 7-9 9 - 10 10 10 - 15 3. Aspectos metodológicos 3.1 La población estudiada o universo 3.2 La muestra 3.3 Cálculo del tamaño de la muestra 3.4 El trabajo de campo 3.5 El instrumento 3.6 La construcción de la base de datos 3.7 El análisis de los datos 16 16 19 21 23 26 26 26 4. Resultados de la encuesta 4.1 La morfología del consumo de drogas en el Ecuador 4.2 Prevalencia de vida del consumo de sustancias psicoactivas, SPA, en el ámbito nacional, cualquier droga y edad promedio del primer consumo 4.3 Análisis comparativo entre 1998 y 2005 4.4 Las variables asociadas al consumo de drogas en el Ecuador 4.5 Acercamiento a la identificación de la estructura causal del consumo de drogas a través del análisis multivariante 28 28 - 37 5. Conclusiones y recomendaciones 5.1 Conocimiento sobre la estructura causal del consumo 5.2 El fortalecimiento del Observatorio Ecuatoriano de las Drogas 5.3 La importancia del sistema SIDUC en la problemática nacional de la reducción de la demanda y de la oferta de las drogas 92 II - 19 21 23 25 - 27 37 - 54 54 - 62 63 - 86 87 - 92 93 94 95 - 96 5.4 5.5 5.6 5.7 5.8 5.9 El consumo de drogas en estudiantes y la dimensión del tratamiento La importancia del consumo de drogas entre los estudiantes de educación media en 2005 La prevención La familia El sistema educativo La evaluación de los programas de prevención 96 - 97 97 - 98 98 - 99 99 - 100 100-101 101-102 6. Referencias Bibliográficas 103-104 7. Siglas 104 8. Anexo, Cuestionario 105-118 III CONSEJO NACIONAL DE CONTROL DE SUSTANCIAS ESTUPEFACIENTES Y PSICOTRÓPICAS (CONSEP) SECRETARÍA EJECUTIVA Gral. de Pol. (s.p) Enrique Montalvo Cozar. OBSERVATORIO ECUATORIANO DE DROGAS Dra. Silvia Corella Ramírez. EQUIPO TÉCNICO SEGUNDA ENCUESTA NACIONAL SOBRE CONSUMO DE DROGAS A ESTUDIANTES DE ENSEÑANZA MEDIA Dra. Silvia Corella Ing. Diego Vaca DIRECTORA DE LA INVESTIGACIÓN ESTADÍSTICO DISEÑO MUESTRAL OBSERVATORIO INTERAMERICANO DE DROGAS CICAD – OEA EQUIPO DE COORDINACIÓN Dra. Aura Luna Psic. Rocío Soria COORDINADORA REGIONAL SIERRA Y ORIENTE COORDINADORA REGIONAL COSTA DISEÑO Y COORDINACIÓN OPERATIVA Equipo Técnico del Observatorio Ecuatoriano de Drogas del CONSEP REGIÓN SIERRA Y ORIENTE Dra. Aura Luna REGIÓN COSTA Psic. Rocío Soria SUPERVISIÓN DEL TRABAJO DE CAMPO Dra. Aura Luna Psic. Rocío Soria Ing. Diego Vaca Dra. Irene Sierra Lic. José Luis Tamayo Dr. Álvaro Fierro Dr. Carlos Del Pozo Lic. Rigoberto Bedón Dra. Jimena Fernández Pichincha Guayas Guayas Guayas Imbabura Tungurahua Tungurahua Napo Azuay IV Dra. Susana Vivar Lic. Estela Añazco Ab. Magali Vélez Lic. Olga Vélez MSc. Ricardo Loor Dr. Pablo Cando Santo Domingo Loja Esmeraldas Manabí Guayas El Oro ENCUESTADORES PICHINCHA Lic. Plinio Hidalgo Sr. Álvaro Danilo Lita Paredes Srta. Viviana Marcela Orbea Espinel Srta. Sonia Alexandra Coba Morales Sr. Alberto Vinicio Callay Pailacho Srta. María Belén Loachamín Topon Srta. Erika Viviana Zúñiga Rocha Sra. Evelyn Irina Panchi Aguirre Srta. Andrea Carolina Pailiacho Luna Srta. Cinthia Estafanía Montalvo Cózar Srta. Jesenia Liliana Bolaños Hernández Sr. Andrés Marcelo León Gómezcoello SANTO DOMINGO DE LOS COLORADOS Sr. Elmer Mogrovejo IMBABURA Y CARCHI Srta. Cristina Quintana Lara LOJA Y ZAMORA CHINCHIPE Sr. Luis Enrique Ludeña Reyes NUEVA LOJA Dra. Irene Sierra Piedra Dr. Cosme Ponce Chacón MORONA SANTIAGO Ing. Diego Vaca Enríquez PASTAZA Sr. Juan Carlos Duche Sr. Paulo López CHIMBORAZO, BOLIVAR, COTOPAXI, TUNGURAHUA Sr. Diego Llerena AZUAY Sr. Pedro Alvarado Pino NAPO Sr. Darwin Mera Srta. Mayra Ubilluz V GUAYAS Sr. Enrique Luciano Brocell Freire Sr. Alberto Darío Cayambe Ávila Srta. Martina Oliva Cortés Bagui Sr. Miguel Salvador León Merino Srta. Erika Marián López Mendoza Sr. Roberto Efrén Yépez Santos Srta. Perla Navarrete Peña LOS RÍOS Dr. Cosme Ponce Chacón MANABÍ Srta. Alexandra Benítez Chávez Srta. Mercedes Toro Castillo EL ORO Srta. Patricia Quezada ESMERALDAS Sr. Gimmy Jácome Vélez CAPACITACIÓN DE PERSONAL OPERATIVO Dra. Silvia Corella Dra. Aura Luna Dra. Irene Sierra Ing. Diego Vaca Dr. Cosme Ponce EDICIÓN DE LA BOLETA Dra. Aura Luna Dra. Irene Sierra Ing. Diego Vaca Dr. Cosme Ponce Psc. Rocío Soria Ing. Plinio Hidalgo Soc. Verónica Burneo Sra. Clara Inés Jácome DIGITACIÓN DE LOS DATOS ESCUELA POLITÉCNICA NACIONAL Diseño de la base de datos y digitación. PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN Ing. Diego Vaca, OBSERVATORIO ECUATORIANO DE DROGAS, CONSEP Dr. Jacques Laufer, CONSULTOR Dr. Francisco Cunsille, OBSERVATORIO INTERAMERICANO DE DROGAS, CICAD-OEA VI ANÁLISIS DE LOS DATOS Y ELABORACIÓN DEL INFORME Dra. Silvia Corella Ing. Diego Vaca Dr. Jacques Laufer Dr. Francisco Cumsille ADMINISTRACIÓN DEL PROYECTO: OBSERVATORIO ECUATORIANO DE DROGAS Dra. Silvia Corella Ing. Diego Vaca Dra. Irene Sierra APOYO LOGÍSTICO Jefaturas Zonales y Coordinaciones de Prevención del CONSEP en las diferentes provincias ELABORACIÓN Y ANÁLISIS DE LA BOLETA OBSERVATORIO INTERAMERICANO SOBRE DROGAS CICAD – OEA PROYECTO SUBREGIONAL ONUDD OBSERVATORIO ECUATORIANO DE DROGAS DIRECCIÓN DEL CONTROL DE LA DEMANDA DE DROGAS DEL CONSEP DIRECCIÓN DE PLANIFICACIÓN INSTITUCIONAL DEL CONSEP PROGRAMA NACIONAL DE PREVENCIÓN DEL USO INDEBIDO DE DROGAS DEL MINISTERIO DE EDUCACIÓN Y CULTURA. CORRECCIÓN DE ESTILO DEL INFORME FINAL MSc. Pilar Núñez DISEÑO GRÁFICO SATRÉ Comunicación Integral Sr. Gonzalo Morales Agradecimiento a las autoridades del CONSEP y a las Instituciones Educativas que prestaron toda la facilidad para el levantamiento de los datos en sus planteles. VII PRESENTACIÓN Para muchos, el fenómeno de las drogas podría parecer poco prioritario en el contexto de la sociedad ecuatoriana preocupada por problemáticas como la pobreza extrema y la corrupción. Sin embargo, no puede desconocerse que es definitivamente trascendente, dada su incidencia en las condiciones de vida de la población. Por un lado, si se analiza la situación geopolítica del país, este es un tema que marca la relación de Ecuador con sus vecinos y con su principal socio comercial, Estados Unidos de Norteamérica. Por otro lado, la comercialización y consumo de sustancias ilícitas impacta en la esfera social, económica y cultural de nuestra sociedad, y comprender este fenómeno en su totalidad exige un análisis que involucre distintas disciplinas y que logre explicar la interrelación de sus múltiples facetas. Es por ello que la Secretaría Ejecutiva del CONSEP, a través del Observatorio Ecuatoriano de Drogas, se ha propuesto como misión principal apoyar la toma de decisiones para intervenir en la problemática sobre el consumo de drogas. Le interesa promover acciones debidamente sustentadas, entre otros factores, en el conocimiento logrado a través de procesos de investigación científica. No se puede ignorar la necesidad de producir conocimiento en nuestro país sobre la compleja temática de las drogas. La investigación científica constituye una plataforma fundamental en la cual debe respaldarse toda forma de intervención en materia de drogas, como una forma de mejorar la efectividad de las acciones, aprovechar al máximo los pocos recursos disponibles y contribuir a la construcción de conocimiento sobre la realidad de las drogas en correspondencia con las características de nuestro entorno, para evitar la simple repetición de modelos pensados para otros contextos. Debemos, pues, ubicarnos en nuestro medio y trabajar en la difícil tarea de analizarlo, rebasar las visiones meramente policiales o legales, y definir prioridades de acuerdo a nuestras especificidades y particularidades como país. Enrique Montalvo C. SECRETARIO EJECUTIVO VIII PRÓLOGO Los diagnósticos sobre uso de drogas por parte de la población estudiantil están considerados como uno de los medios más eficientes para lograr conocimiento no solo en torno de la situación de la problemática en la actualidad, sino como base de proyección sobre el consumo de drogas en el futuro. Bajo esta premisa, la Oficina de Naciones Unidas Contra las Drogas y el Delito (ONUDD) brinda -desde el año 1999- apoyo técnico y financiero para la implementación del Proyecto Subregional de Información e Investigación sobre el Uso Indebido de Drogas en Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador, Perú y Uruguay. El proyecto se dirige a generar y estructurar datos e información actualizada sobre el consumo de drogas en cada país, con lo cual se contribuye sustancialmente a la labor que desarrollan los observatorios nacionales de drogas de los países mencionados. A partir de 2005, la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (OEA/CICAD) se incorporó como socia de este proyecto, brindando apoyo financiero y asistencia técnica para el diseño y la unificación metodológica a desarrollarse en los estudios. Es importante realzar la cooperación mutua que han iniciado estos dos organismos multilaterales en beneficio de los seis países. En este marco, los países miembros del proyecto subregional han realizado en el año 2005 estudios nacionales de drogas, considerando como unidades de análisis a estudiantes de educación media. Dichos estudios, además de constituir un diagnóstico actualizado, válido y confiable sobre la magnitud del uso de drogas, factores de riesgo y protección asociados al uso de estas sustancias en la población adolescente escolarizada, entregan información desagregada por ciudades y regiones, según sea el caso, en cada uno de los países. Los estudios permiten, por primera vez, contar con información comparable entre los países que forman parte del proyecto subregional, puesto que todos han utilizado igual metodología, sistema de muestreo, técnica e instrumento de recopilación de información. El Observatorio Ecuatoriano de Drogas del Consejo Nacional de Control de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas – CONSEP- realizó el presente estudio entre abril y diciembre de 2005, el cual constituye el Segundo Estudio Nacional de Drogas en Población Escolar, específicamente estudiantes de educación media entre los 13 y 19 años de edad. La muestra se conformó con 13.912 alumnos de noveno de educación básica, primero y tercero de bachillerato de colegios públicos y privados, de 31 ciudades del país. Las características y el tamaño de la muestra, así como el cuestionario utilizado, son similares a los que se emplearon en estudios anteriores, por lo que los resultados serán comparables al interior del país. IX Este estudio ha obtenido las declaraciones de un número representativo de la población escolar sobre consumo de tabaco, alcohol, drogas ilícitas, inhalables y algunos fármacos adquiridos sin prescripción médica. Se usó un cuestionario de formato autoaplicado y anónimo, por ser una modalidad metodológica eficaz que permite obtener información cuyo análisis estadístico posterior permitirá estimar magnitudes de consumo de drogas. El estudio ha logrado identificar, con bastante precisión, un conjunto de factores de riesgo y protección asociados al uso y abuso en el consumo de drogas, lo cual implica un avance importante en la investigación sobre la materia y constituye una poderosa herramienta para el trabajo dirigido a mejorar la actitud preventiva de la población. La información lograda permite no solo comprender mejor el alcance de los impactos negativos del problema de las drogas - sin limitarse únicamente a los adolescentes consumidores, sino incluyendo su entorno familiar y social- sino que posibilita la reflexión sobre la necesidad de formular políticas públicas y definir el rumbo y características de las acciones del Estado para responder al complejo y multidimensional reto que plantea el consumo de drogas. La información que se entrega en este informe es resultado del trabajo coordinado entre las autoridades gubernamentales de los organismos rectores en materia de control de drogas de cada uno de los seis países, de los respectivos gobiernos locales, de los responsables del proyecto por parte de ONUDD y de OEA/CICAD, y de los expertos científicos que han colaborado en los grupos de trabajo. A todos expresamos nuestro más profundo agradecimiento. Dr. José María Borja G. Presidente del Consejo Directivo del CONSEP Procurador General del Estado Aldo Lale-Demoz Representante ONUDD Francisco Cumsille Observatorio Interamericano de Drogas OEA/CICAD X SEGUNDA ENCUESTA NACIONAL A ESTUDIANTES DE EDUCACIÓN MEDIA SOBRE CONSUMO DE DROGAS 2005 1. ANTECEDENTES Y JUSTIFICACIONES La Ley de Drogas y el CONSEP El Plenario de las Comisiones Legislativas del Honorable Congreso Nacional, al momento de expedir la Ley sobre Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas, el 14 de septiembre de 1990, consideró: “Que es deber fundamental del Estado proteger a los ecuatorianos y a sus instituciones de los peligros del uso indebido de sustancias estupefacientes y psicotrópicas”; “Que es necesario incrementar los mecanismos de prevención del uso indebido de drogas, que altera los procesos psíquicos de las personas”; “Que es de importancia prioritaria movilizar a la comunidad ecuatoriana, a través de todas las instituciones públicas o privadas, para contrarrestar los efectos funestos del narcotráfico que socavan las bases económicas, culturales y políticas de la sociedad”. Con estos presupuestos se expidió la Ley Nº 108, publicada en el Registro Oficial Nº 523, de 17 de septiembre de 1990, que tiene como objetivo combatir y erradicar la producción, oferta, uso indebido y tráfico ilícito de sustancias estupefacientes y psicotrópicas, y que declara de interés nacional la consecución de sus propósitos, las acciones que se realicen para su aplicación y de manera especial los planes, programas y actividades que adopten o ejecuten los organismos competentes. Sobre lo descrito, la Secretaría Ejecutiva del CONSEP, a partir de 1994, creó el Sistema Ecuatoriano de Vigilancia Integral para la Prevención de las Drogas, SEVIP, cuyo objetivo es ofrecer información actualizada y confiable sobre los indicadores que permitan medir las tendencias del consumo y tráfico de drogas; en otras palabras, verificar el avance o disminución del problema de las drogas y ayudar en esta forma a una adecuada toma de decisiones. El objetivo del SEVIP es, en suma, mejorar la descripción y explicación acerca de la problemática del consumo de drogas y por ende, incrementar la efectividad de intervención en los diferentes ámbitos. El SEVIP coordinó, asesoró y realizó las siguientes investigaciones: 1. Indicadores de la Droga; 2. Consumo de drogas y comportamientos sexuales de riesgo en la Universidad Central del Ecuador, CONSEP-SEVIP, 1995; 1 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. Estudiantes de secundaria que consultan al Departamento de Orientación y Bienestar Estudiantil, DOBE, 1995, Quito; Segunda Encuesta Nacional sobre Consumo de Drogas, CONSEP-SEVIP, 1995; Consumo de Drogas en el Penal García Moreno, 1995; Estudio cualitativo sobre el consumo de drogas en cuatro ciudades del Ecuador (estudio RAP), 1995; Investigación sobre los peritajes realizados por los médicos del CONSEP, 1997; Investigación sobre consumidores de drogas en salas de urgencias, SIDUC, CICAD, OEA,1998 y 2000; Investigación sobre consumidores de drogas en centros de tratamiento, SIDUC, CICAD, OEA, 1998 y 1999; Coordinación del Sistema Estadístico sobre los indicadores de oferta de drogas, CICDAT, CICAD-OEA; Primera Encuesta Nacional sobre Consumo de Drogas entre los Estudiantes, CONSEP- SEVIP, NAS, 1998 Evaluación de los impactos del Proyecto Binacional, CONSEP, UNESCO, 1999; El consumo de drogas entre los menores trabajadores de y en las calles de Santo Domingo de los Colorados, CONSEP, 1999; Encuesta sobre Consumo de Tabaco entre los estudiantes, OPS-OMS, 2001. El Observatorio Ecuatoriano de Drogas, OED La creación del Observatorio Ecuatoriano de Drogas fue aprobada por el Consejo Directivo del CONSEP, mediante Resolución 056, y publicada en el Registro Oficial 613 del 8 de julio de 2002. El objetivo superior del OED es proporcionar a la comunidad nacional e internacional información objetiva, confiable, actualizada y comparable sobre la temática de las drogas, que permita una mejor comprensión del problema y contribuya a la formulación de políticas, toma de decisiones, diseño y evaluación de programas y proyectos en sus diferentes ámbitos. La misión principal del OED es la generación de conocimiento científico sobre la problemática de las drogas. El Observatorio Ecuatoriano de Drogas fue creado sobre la base de los siguientes objetivos: 1. Implementar el Observatorio Ecuatoriano de Drogas con sostenimiento jurídico, recursos humanos y tecnológicos; 2. Optimizar los sistemas de acopio, sistematización y análisis de la información existentes en el país; 2 3. Mejorar las metodologías de evaluación y de investigación, tanto cuantitativa como cualitativa y de tendencias, así como los procedimientos para manejar bases de datos; 4. Mejorar el conocimiento sobre las tendencias del uso y tráfico de drogas, los factores asociados y la estructura causal del consumo de sustancias psicoactivas mediante la realización de investigaciones; 5. Fortalecer el centro de información y documentación para que se constituya en un mecanismo permanente de información, consulta y aporte a la investigación científica, formulación de políticas, planes de trabajo y toma de decisiones, a partir de la elaboración de una base de datos que integre toda la información existente en el país sobre el tema drogas, y promover el intercambio periódico de la información con entidades nacionales, regionales e internacionales con la dotación de recursos interactivos. Hasta el momento, el OED ha ejecutado los siguientes estudios: 1. Investigación sobre consumidores de drogas en centros de tratamiento, SIDUC, CICAD, OEA, de 2002 a 2004; 2. Encuesta a estudiantes de secundaria sobre consumo de drogas en el Distrito Metropolitano de Quito, SIDUC, CICAD, OEA, 2002; 3. Estadísticas sobre los indicadores de oferta de drogas, de 1995 a 2005; 4. Estudio piloto para conocer el funcionamiento de los Centros de Tratamiento para consumidores de drogas en la ciudad de Quito, 2005. Plan Nacional de Prevención, Desarrollo Alternativo y Control de Drogas para el período 2004-2008 En este plan se reconoce que “el campo preventivo debe partir de la investigación y el conocimiento, y adoptar una posición científica sobre la generación del problema del consumo, incluso llegar a discriminar otras manifestaciones de incidencia mental y de relación familiar y social”. Disminuir los factores de riesgo y fortalecer los protectores del uso indebido de drogas en la población ecuatoriana. Desarrollar programas de prevención dirigido a grupos vulnerables, en especial a niños, niñas y adolescentes; para ello, establece el PROGRAMA DE INVESTIGACIÓN E INFORMACIONES ESTADÍSTICAS como actividad principal que le corresponde ejecutar al OBSERVATORIO ECUATORIANO DE DROGAS. En este marco, el OED ha desarrollado procesos de acopio, sistematización y análisis de la información de fuentes secundarias. Un proceso que debe ser resaltado es, precisamente, la Segunda Encuesta Nacional a Estudiantes de Educación Media sobre Consumo de Drogas - 2005, cuyo propósito es mejorar el conocimiento sobre este grupo poblacional, a fin de que quienes desarrollan propuestas de intervención, cuenten con una herramienta que les permita mejorar su accionar. 3 Sistema Interamericano de Datos Uniformes (SIDUC) Desde 1997, el Ecuador forma parte del Sistema Interamericano de Datos Uniformes sobre consumo de drogas, SIDUC-CICAD, OEA, cuyo objetivo es establecer un sistema de vigilancia estándar para mantener actualizado el diagnóstico de las tendencias del consumo de sustancias adictivas y sus consecuencias, a partir de fuentes de información complementarias de la región. El SIDUC utiliza metodologías estandarizadas para el estudio de varios indicadores en determinados grupos o individuos, lo que permite contar con información válida y comparable sobre los niveles, cambios en los patrones de consumo, tendencias de consumo en estos grupos y en los diferentes países de la región. Esta información será de gran utilidad para los actores sociales y políticos al momento de formulación de políticas públicas y la toma de decisiones, a fin de mejorar su labor preventiva. El Ecuador, dentro del SIDUC, en coordinación y con la asistencia técnica y financiera del Área de Estadística del Observatorio Interamericano sobre Drogas de la CICAD-OEA, ha desarrollado la medición de tres indicadores: Consumo de Drogas en Salas de Urgencias por dos años consecutivos; Consumo de Drogas en Centros de Tratamiento, que se ha podido institucionalizar en el país gracias al respaldo legal y coordinación interinstitucional; y Consumo de Drogas en Estudiantes de Enseñanza Media en el Distrito Metropolitano de Quito. Los organismos internacionales consideran que los diagnósticos sobre uso de drogas por parte de la población estudiantil constituyen uno de los medios más eficientes para lograr conocimiento, no solo en torno de la situación de la problemática en la actualidad sino como base de proyección sobre el consumo de drogas en el futuro. Es por ello que la Segunda Encuesta Nacional a Estudiantes de Educación Media sobre Consumo de Drogas - 2005 cuenta con el apoyo técnico y financiero de la CICAD-OEA. Pretende aportar una información relacionada con uno de los principales grupos diana de la prevención, sobre el cual solo se dispone de una información fragmentada. Del mismo modo, esta investigación se integra en el proyecto “Sistema Subregional de Información e Investigación sobre Drogas en Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador, Perú y Uruguay”, auspiciado por la Oficina Contra la Droga y el Delito, UNUDD, al cual el Ecuador se incorporó en el año 2005, y que constituye una estrategia clave para orientar las políticas y programas en cada uno de los seis países de la región y proporcionar información oportuna a los respectivos Observatorios de Drogas. 4 2. OBJETIVOS Y MARCO TEÓRICO La presente encuesta constituye uno de los mecanismos disponibles en el espacio de la reducción de la demanda para: 1. Mejorar el conocimiento sobre el consumo de sustancias psicoactivas (SPA) en el Ecuador. 2. Orientar los modelos de prevención mediante la identificación de relaciones de dependencia entre variables. 3. Brindar una evaluación general de los impactos logrados por los programas de reducción de los niveles de consumo en el ámbito nacional. 2.1 El mejoramiento del conocimiento El conocimiento se refiere a la explicación, “manifestación o revelación de la causa o motivo de algo” (Real Academia Española), de ahí que la presente investigación se enmarca en el método científico, el cual se opone al conocimiento trivial, mediante el estudio sistemático, controlado riguroso y crítico de proposiciones hipotéticas acerca de presuntas relaciones entre varios fenómenos. El proceso de esta investigación articula en forma ordenada cuatro momentos: 1. La observación inicial, o sea, un proceso en el cual algún fenómeno llama la atención de un observador. 2. La formulación de líneas teóricas básicas y las hipótesis, entendidas como suposiciones establecidas provisionalmente para explicar el fenómeno. 3. La construcción de un diseño experimental que permite el control de un cierto número de condiciones para poder aceptar o rechazar coherentemente las hipótesis planteadas. 4. El análisis de los datos y las conclusiones, a través de los cuales se evidencia el cumplimiento o no de una hipótesis. El método científico permite incrementar el conocimiento sobre la estructura causal de un fenómeno. El conocimiento intuitivo obra dentro de un espacio particular y mucho menos formalizado, y es un elemento importante para identificar posibles relaciones escondidas entre los fenómenos estudiados, a partir de lo cual se determina la estructura causal. El conocimiento clínico se basa en el conocimiento científico y en el conocimiento intuitivo. Por ello, para el caso de este estudio, constituye la segunda fuente de mayor importancia en conceptos y datos sobre el consumo, sobre todo porque no se fundamenta solamente en datos cuantitativos -que describen situaciones o poblaciones sino que se basa en el estudio de sujetos individualizados, y el proceso investigativo está mejor diseñado para entrar en su intimidad y especificidad. El presente estudio se enmarca en una epidemiología clínica, puesto que además de describir las prevalencias del consumo de SPA existentes, así como 5 características “objetivas”, busca identificar algunas de las variables de su estructura causal, más subjetivas, desde la metodología del análisis estadístico de datos. El llamado “conocimiento trivial” termina aceptando las hipótesis planteadas sin explicitarlas siempre y sin someterlas a demostración o prueba, mediante un diseño experimental ad-hoc. De hecho, cuando un modelo de prevención se organiza sobre un cierto número de hipótesis y no se lo somete a determinadas pruebas experimentales, no podrá demostrar su capacidad para provocar cambios en el sujeto, y el riesgo será el de repetir una y otra vez una intervención que no logra producir impactos1. En general, los principales modelos disponibles actualmente en prevención evidencian un conocimiento incompleto sobre la dinámica del consumo, o una cierta inconsistencia con los modelos más desarrollados en ciencias humanas, y una insuficiencia en sus procesos internos de autovalidación. Por ejemplo, la suposición según la cual la falta de información es un factor determinante para que un sujeto consuma droga y la correlativa construcción de modelos de “información preventiva”, constituyó uno de los fracasos más dramáticos en el campo de la prevención. Así mismo, la afirmación según la cual, al producirse un cambio importante en contextos amplios se observaría una disminución del consumo, tampoco ha podido demostrarse, puesto que nunca se logró cambiar dichos contextos; como tampoco se ha demostrado nada respecto a la entrega al docente de la responsabilidad de conducir el proceso preventivo en el establecimiento educativo. Finalmente, cabe indicar que, en muchos casos, estos modelos están presentados mediante fórmulas elegantes (“fomentar un ambiente adecuado para el desarrollo”, “mejorar la comunicación del grupo familiar”, etc.) que generan acuerdos obvios. Pero a la hora de operacionalizarlos surge regularmente una serie de dificultades, a veces insuperables. De hecho, la evaluación de los modelos de prevención no debería darse después de su aplicación a sus poblaciones meta, sino antes. Con este antecedente, la contribución de dicho estudio se ubica, dentro del mejoramiento general del conocimiento y de los límites indicados, en los siguientes aspectos específicos: 1. Descripción del nivel, características y distribución del consumo de SPA en el 2005 en los estudiantes de noveno de educación básica, primero y tercero de bachillerato. 2. Explicación o identificación de las variables que se asocian con el consumo de SPA. Se realizarán los procedimientos adecuados para la comprobación de las hipótesis del estudio. 3. Definición de un nuevo elemento en la construcción de la serie temporal relativa al consumo de SPA en el país. 1 En la Segunda Encuesta Nacional a Hogares (1995) y en la Primera Encuesta Nacional a Estudiantes (1998), se demostró la ausencia de relación entre la información, por un lado, y el uso del tiempo libre por otro, con el consumo. 6 4. Evaluación general de los impactos logrados en materia de reducción de la demanda, comparando los datos de los estudios realizados en 1998, 2002 y 2005, tomando en cuenta sus características metodológicas. 2.2 Los modelos de prevención Un estudio nacional no puede limitarse solamente a recabar información sobre los niveles de prevalencia del consumo de drogas, o sea, ser simplemente descriptivo. En este sentido, la presente investigación quiere apoyar la búsqueda de soluciones concretas a un problema presente con mucha fuerza en los establecimientos educativos, puesto que está en capacidad de señalar a la prevención ciertas variables de intervención. Así, los análisis de causalidad permitirán discriminar las variables que presentan asociaciones relevantes con el consumo, lo cual brindará una orientación para la estructuración de programas más efectivos de prevención. Los modelos de prevención, pero también de tratamiento, pueden clasificarse de la manera siguiente. 1. 2. 3. Modelos orientados hacia el producto tóxico; Modelos orientados hacia los conflictos tóxicos del sujeto; Modelos orientados hacia los contextos tóxicos. Los modelos orientados hacia el producto tóxico se concentran sobre los efectos indeseados del psicoactivo desde una perspectiva evidentemente informativa, racionalista y disuasiva, buscando convencer a la persona de los peligros somáticos, psicológicos y sociales que produce el consumo de drogas. Plantean que el sujeto es un ser racional que, al recibir más información, tomará una “decisión” correcta y modificará su comportamiento. Pero al estar un número importante de jóvenes en una fase de “luna de miel” con el psicoactivo, o en los inicios de su relación, con cierta frecuencia este tipo de enfoque se encuentra menospreciado por las mismas personas. Además, las constelaciones del consumo donde la relación con el producto es importante, obedecen en su dinámica más a la pasión que a la razón. Los modelos orientados hacia los conflictos tóxicos del sujeto consideran la dinámica de los efectos psicotrópicos del psicoactivo y de los efectos disfóricos ligados a la conflictividad intra e interpersonal del sujeto. Trabajan a partir de la “irracionalidad” del sujeto, consideran la intervención preventiva como un trabajo de elaboración sobre las conexiones mentales que bifurcaron hacia los afectos psicotrópicos: en lugar de deprimirse, el adolescente consume cocaína. Pero en la prevención actual, los modelos que consideran el sujeto desconocen generalmente esta dinámica de la alquimia mental y se dirigen hacia una serie de variables periféricas y de poco peso. Por ejemplo, asumen que la “autoestima” puede enseñarse y trabajarse fuera de la estructura del sujeto. Regularmente, las prescripciones de comportamientos ideales, el “hay que”, se estrellan contra un algo más profundo que impide su concreción. Se pide a la familia que “estimule la autonomía del niño”, pero esta madre alejada de su 7 esposo vivirá la independencia de su hijo como una amenaza. Estos modelos consideran que el conflicto en el cual se encuentra inmerso el sujeto es el que le impide tomar la “buena decisión” o descuidar la información recibida. Asumen lo que Blaise Pascal dijo hace tiempo: “El corazón tiene razones que la razón ignora”. Finalmente, los modelos orientados hacia los micro y macrocontextos (el grupo de amigos, el barrio, la sociedad o la “cultura”) buscan modificarlos o enriquecerlos para crear ambientes “sanos”, o hasta una sociedad ideal que generaría gratificaciones tan trascendentes para el sujeto, que las ligadas al psicoactivo perderían toda importancia2. Trabajan a veces en lo concreto (las “canchas deportivas”, el “tiempo libre”), en el empoderamiento social (el fortalecimiento de la organización y la participación ciudadana para dar solución a los problemas de una comunidad) y a veces también en la utopía (el cambio de la sociedad). De hecho, las diferencias tan considerables que presentan estos modelos (donde se transita conceptualmente desde la molécula cerebral hacia la sociedad tóxica) constituyen un indicador general acerca de su heterogeneidad y del fracaso de la prevención para construir una teoría única desde la cual se podrían diseñar programas eficaces, eficientes y efectivos. Esta disciplina es fragmentada y todavía constituida por un sinnúmero de teorías locales que abarcan un número reducido de variables. Resulta evidente que se encuentra aún en los inicios de su construcción como teoría científica y, por lo tanto, es incapaz de brindar soluciones profundas al problema. De hecho, lo que sorprende en esta situación no es tanto el estado que presenta la prevención en el momento actual, sino la poca importancia dada a la investigación científica como herramienta para poner a prueba las hipótesis que sostienen dichos programas. El Ecuador cuenta con algunos estudios epidemiológicos, pero no son los más adecuados para entrar en los espacios íntimos del sujeto, donde se aglutinan los acontecimientos que tejerán la trama del consumo. Tampoco permiten analizar fácilmente la causalidad mental muy particular que une estos acontecimientos, la cual tiene que ver más con la causalidad cuántica y caótica que con el determinismo de la causalidad newtoniana. El “efecto mariposa” -la desproporcionalidad entre la causa y el efecto- podría brindar una mejor descripción de la dinámica del consumo que los relojes de Newton. Pero fuera de los tradicionales estudios epidemiológicos realizados, la prevención no cuenta con estudios específicos, como por ejemplo, aquellos constituidos por los planes experimentales, cuyo diseño metodológico es más apto para entrar en dichos espacios, y su costo más interesante. Tampoco se acerca a la práctica clínica, la cual ha adquirido una experiencia importante en el trabajo terapéutico con sus pacientes. 2 En el concepto de C. Restrepo, se sugiere que si se pudiera generar la aparición de “ternura” en los contextos del sujeto, el consumidor ya no necesitará de esta otra ternura que le brinda el producto. 8 El concepto de factores de riesgo y de protección (FRP) constituye un mayor acercamiento a la estructura causal o a los procesos de causación del consumo, puesto que viene a precisar los modelos muy “abiertos”, como los de la prevención integral, cuyo defecto es basarse en factores generales y poco operacionalizados, pero también viene a complejizar los modelos monocausales típicos de los primeros programas de la prevención. Sin embargo, el enfoque de los FRP se presenta en general de manera mecanicista, lineal y aditiva. Si un sujeto frecuenta lugares de diversión donde se consumen drogas, si está agobiado o estresado en sus estudios o trabajo, si vive problemas familiares y/o de pareja, si consume alcohol en forma abusiva, entonces crecerá el riesgo de consumo. Pero si tiene confianza en sí mismo o vive un buen clima familiar, disminuirá dicho riesgo. Considerar que “cuatro factores de riesgo frente a dos factores de protección significan una situación de riesgo para este sujeto” se basa en una seudo aritmética, según la cual se cree que los FRP son equivalentes entre sí. Este tipo de análisis desconoce lo no lineal y asume una proporcionalidad entre la causa y el efecto. Además, no diferencia claramente, ni integra el “tener un factor de riesgo” y el estar “expuesto a un factor de riesgo”. La “exposición” a un factor es un concepto explicativo borroso, en ciertos casos, que niega la actividad del sujeto: una persona que busca consumir se encontrará en algún momento, precisamente, en aquellos lugares donde sabe que existe consumo. Por otra parte, la relación factor de riesgo – factor de protección, no precisa siempre si se trata de dos polos opuestos de un mismo continuo o de dos realidades distintas que interactúan entre sí. Finalmente, cabe indicar que dichos FRP se definen desde la lectura misma que se hace del consumo, o sea, del modelo más general que estructura el enfoque que se tiene sobre el consumo. Por esta razón, dichos análisis no han logrado todavía identificar una constelación esencial de FRP. 2.3 Comparación con otros estudios, tendencia y serie temporal En el campo de la prevención se requiere disponer de una serie temporal de datos para determinar el comportamiento de un cierto número de indicadores esenciales en demanda. La tendencia sobre consumo de drogas brinda una información esencial sobre el comportamiento del problema en el tiempo. Permite saber si aumenta, disminuye, presenta oscilaciones o se encuentra estable. Cada uno de estos comportamientos tiene implicaciones y permite realizar una evaluación general de los esfuerzos realizados para la reducción de la oferta y de la demanda, aunque a este nivel no es posible diferenciar el peso respectivo de cada una de estas políticas. Sin embargo, se esperaría que una prevención eficaz, en sinergia con una red de tratamiento que brinde servicios adecuados, y una reducción notable de la disponibilidad de drogas para el consumo produzcan un comportamiento decreciente de su consumo en el tiempo. Con la Encuesta Nacional de 2005, el Observatorio Ecuatoriano de las Drogas dispone técnicamente de una tercera medición de la prevalencia de consumo de SPA en estudiantes de educación media, que se suma a las mediciones realizadas en 1998 y 2002 en el mismo grupo. Es evidente que, desde una 9 perspectiva científica, tres mediciones no permiten todavía construir una tendencia, pero pueden brindar una primera aproximación al conocimiento sobre el comportamiento del fenómeno. Sin embargo, la situación es más complicada, puesto que se produjeron diferencias en el diseño metodológico de estos estudios. El Estudio de 1998 se realizó con la metodología SEVIP, mientras que los de 2002 y 2005 con la metodología SIDUC – CICAD. Además, el cuestionario utilizado en el 2002 presenta ciertas diferencias respecto del aplicado en el 2005. En el capítulo 4.2 del presente informe, se analiza con más detalle dicha situación, la cual dificulta cumplir el objetivo de comparación. 2.4 La evaluación de los impactos La capacidad de producir cambios en las poblaciones meta es un indicador de la mejor eficacia de un modelo de prevención. Gracias al desarrollo de las acciones de los distintos programas del Plan Nacional 2004 – 2008, al igual que de los anteriores, se hubiera podido constatar la disminución de los factores de riesgo existentes para los jóvenes, así como la disponibilidad3 de la droga para el consumo, y se habría esperado observar un cambio en las cifras de prevalencia entre los estudiantes en el 2005. Sin embargo, como se mostrará más adelante, esto no se produjo. Más aún, lo que se observa entre 1998 y 2005 evidencia un empeoramiento del problema y, correlativamente, de los límites de la política nacional en ambas vertientes de la dinámica del consumo. Este estudio brinda, por lo tanto, elementos para una evaluación general del plan, por lo menos en algunos de sus aspectos. Pero cuando los datos muestran que los objetivos de dicho plan no se alcanzaron, la autoridad debería preocuparse y realizar al final del período de su vigencia una evaluación más rigurosa y profunda. De hecho, los planes nacionales no se evalúan sistemáticamente, y quizá, con oportunidad de una nueva elaboración. El Estudio Nacional a Estudiantes, de 2005, debería también usarse en este sentido, como una evaluación intermedia y parcial de los logros del Plan Nacional en un grupo específico. 2.5 Las dimensiones y los modelos para el consumo La presente investigación estudia el consumo de drogas en estudiantes de noveno de educación básica, primero y tercero de bachillerato (población estudiada). El uso de la categoría “estudiante” significa que no se concibe al sujeto solamente en la dimensión de los aprendizajes y de la construcción de conocimientos; sino que, por razones metodológicas, el estudio busca sus unidades de análisis (población) en el establecimiento educativo y no en otros espacios, como por ejemplo, su hogar. De hecho, esta investigación se refiere al adolescente. Se resalta, además, que encontrar consumo en este grupo no significa tampoco que éste se lo pueda atribuir al sistema educativo. Se lo considera simplemente como una de las posibles dimensiones de su ecuación de riesgo, a lado de otras, como la familia, el grupo de amigos, que se 3 Más que a la disponibilidad hay que referirse a presencia, en el sentido de un imaginario. 10 interrelacionan con las características del mismo joven en su etapa adolescente. La transversalización del consumo de drogas significa que, cualquiera sea su origen, este problema se manifiesta en diferentes espacios, con una capacidad específica para describirlo, abordarlo y manejarlo. El marco teórico del presente estudio considera -junto a los otros elementos señalados en páginas precedentes- que el consumo de drogas, para producirse y mantenerse, depende de dos dimensiones esenciales e interdependientes: 1. El deseo del sujeto. El ofrecimiento de una droga solo se transforma en consumo cuando el sujeto así lo desea. Si nadie quisiera vivir las sensaciones de la droga no habría consumidores en el país, aunque la presencia física del psicoactivo fuera importante. 2. La disponibilidad de la droga. Si las drogas no existirían físicamente -si por ejemplo, programas de interdicción las eliminarían sistemáticamentetampoco habría consumidores en el país, puesto que aunque las desearían, no las encontrarían. Esta interdependencia provocó y sigue provocando una fractura importante en el abordaje del problema. Quienes quieren disminuir el consumo eliminando físicamente las drogas del mercado y quienes buscan cambiar al sujeto para disminuir su deseo hacia las drogas están en una clara posición antagónica que ha desequilibrado la balanza en la toma de decisiones desde la política, puesto que se ha dirigido a la reducción de la oferta. El número de hectáreas destruidas, de laboratorios eliminados, de unidades de drogas decomisadas y de traficantes arrestados ha ido aumentando (CICDAT – CICAD/OEA) y, sin embargo, la disponibilidad de la droga para el consumo no ha sido afectada y muchos programas enfocados hacia la reducción de la demanda se han quedado sin financiamiento. Resulta paradójico, en este contexto, que el perro adiestrado para detectar droga sea más importante que el preventólogo. ¿Cómo entender que se haya llegado a esta situación? La manera adecuada de responder a esta pregunta es aceptar que, por un lado, no se ha encontrado todavía una manera eficaz de hacer prevención y, por otro, la manera de eliminar la droga de los espacios de la oferta. La disponibilidad de la droga es un asunto simple de entender, puesto que su dinámica obedece a una lógica mercantil clandestina. Pero resulta más complejo entender las condiciones que hacen surgir en un joven el deseo por consumir un psicoactivo, y sobre todo, aquellas que producen el mantenimiento de esta relación y provocan la repetición de la experiencia hasta llegar eventualmente a una relación adictiva. La disponibilidad y el deseo constituyen las dos caras de una misma moneda. La prevención se enfoca en el segundo elemento de esta interdependencia, pero el gran ausente en varios de sus modelos es el adolescente, o sea, está ausente una teoría sobre su dinámica. La adolescencia es una etapa importante en el desarrollo del sujeto, y se caracteriza por una serie de transformaciones esenciales en su estructura 11 biológica, intelectual, afectiva y social. Los tradicionales conceptos de “autonomía”, “tiempo familiar compartido”, “comunicación sana”, “firmeza y cariño”, “reglas”, “autoestima”, “tiempo libre”, etc., dicen muy poco sobre los conflictos específicos de la adolescencia, y sobre su articulación con los conflictos que nacieron en la vida anterior a la del sujeto y con los que existen en la familia. La adolescencia es la desestructuración, a raíz de la pubertad, de una estructura infantil relativamente estable, la cual obliga al sujeto a construir una nueva estructura que permita modificar la relación que se tenía con los padres en la niñez, y encontrar el objeto heterosexual extrafamiliar dentro de un contexto social que presiona para la construcción de nuevos roles. La reactivación de los deseos infantiles, la desorganización de los antiguos sistemas de defensa, la modificación de las identificaciones desestabilizan al sujeto. La ruptura interna de la relación con los padres desorganiza sus sistemas de regulación internos, favorece el paso al acto, provoca rebeldía, culpa, soledad, depresión, pérdida de directrices y desorganización de las identificaciones. La orientación hacia el objeto heterosexual se vive como un abandono de un antiguo objeto de amor, y el adolescente conoce una mezcla única e intensa de duelo y de estado amoroso, de pérdida y de promesa. El negativismo, oposición, rebeldía, la idealización de ciertos adultos, el amigo, el grupo, la pandilla, el rechazo del otro como referencia, la inflación narcisista e intelectual, la regresión, los episodios homosexuales, el paso al acto sexual o agresivo constituyen las señales habituales de la dificultad que genera dicha transición. La adolescencia es algo que se recuerda feliz, pero cuando ha pasado, y dados estos motivos, no hay por qué sorprenderse si el psicoactivo, con su capacidad para brindar caricias de todo tipo, se inicia en este periodo. En este estado de inestabilidad y de inmadurez, la relación con el psicoactivo puede pervertir el trabajo mismo de la adolescencia, puesto que no ofrece una solución a sus conflictos, y constituye generalmente una evasión de éstos. Por otra parte, el deseo por la droga no surge por azar en determinados estudiantes, sino dentro de una constelación de acontecimientos ubicados también en diferentes dimensiones. La relación entre estos factores no es simplemente determinista, y hay necesidad de sustituir el concepto de relación causal, más estrecho y más adecuado para el mundo físico, por el de incidencia, para indicar que el consumo surge dentro de un marco más complejo de variables interrelacionadas de manera trivial y no trivial. Los tipos de incidencia adoptan diversas formas: básicamente condiciones necesarias, suficientes, contribuyentes y contingentes, y se tejen entre ellas constelaciones complejas. Una de las dificultades más permanentes de la prevención ha sido la de confundir estos niveles, puesto que la mayoría de sus modelos se han diseñado para modificar las condiciones contribuyentes y contingentes de la ecuación del riesgo. Por ejemplo, querer enseñar al joven a tomar la “buena decisión”, a resistirse al ofrecimiento, se refiere a una prevención limitada a una causa contingente. En la ecuación del consumo, el psicoactivo viene al último. 12 Varias teorías médicas, psicológicas y sociológicas han propuesto modelos explicativos del consumo. Todas aceptan que la experiencia del consumo genera una sensación mental particular, un estado emocional específico, el cual en el presente modelo se califica de “afecto psicotrópico”. Pero ¿dónde esta ubicado este afecto psicotrópico en la estructura del sujeto? Cuando una adolescente dice: “Con la marihuana, podía aguantarle a mi madre, prefería estar adormecida para no sentir los problemas”, está señalando la existencia de un conflicto no resuelto, pero también un fracaso en la posibilidad de solucionarlo. El afecto psicotrópico se ubica precisamente en este lugar donde fracasa la regulación mental. Cada psicoactivo puede ser usado de manera específica por el sujeto, según las condiciones particulares de los conflictos que vive. Siguiendo esta interpretación, los consumidores entrevistados en los estudios nacionales de 1995 y 1998 confirmaron esta hipótesis, y dieron la siguiente información cuando se les solicitó precisar lo que vivían con la droga de consumo habitual. Tabla 1: Motivaciones para el consumo de drogas, según consumidores (%) Otro Me va mejor con las mujeres Produzco mejor Me siento más capaz Se vive mejor la vida Me siento más feliz Imagino cosas bonitas Me da energía cuando tengo bajones Me pone tranquilo cuando me siento tenso 40,5 0,6 2,5 3,2 4,4 7,6 9,5 10,8 20,9 Un sujeto entrevistado que indica que su droga “le pone tranquilo cuando se siente tenso” señala dos términos esenciales de la función que ésta cumple. El primero, se refiere a la sensación de tranquilidad lograda con el producto (el afecto psicotrópico) y el segundo, a la sensación de tensión, (el afecto disfórico). Esta descripción liga, por lo tanto, estos aspectos en una sola configuración, el montaje toxicomaníaco, y explicita su función reguladora. La mayoría de las teorías explicativas disponibles aceptarán esta interpretación. Los problemas en la explicación surgen después y, desde ahí, los diferentes modelos existentes empiezan a divergir para, en ciertos casos, volverse conflictivos o contradictorios. 1. El modelo orgánico asume fundamentalmente que “la droga le ha hecho algo al cerebro del sujeto” y, actualmente, la investigación en neurociencias se ha enfocado sobre los sistemas dopaminérgicos para evidenciar modificaciones a su nivel. Desde esta perspectiva, se asume que la toxicomanía es una enfermedad cerebral. El viejo concepto de “dependencia física” en neurociencia ha sido modificado por la teoría dopaminérgica actual. Por ejemplo, en el caso de la cocaína, este modelo evidencia la inhibición de la recaptación presináptica de la dopamina, prolongando así su actividad en el 13 espacio intersináptico y ocasionando un incremento de la concentración de este neurotransmisor en las vías de recompensa y gratificación del cerebro, explicando el sentimiento de energía y de placer que vive el sujeto. El agotamiento de la dopamina total, así como la reacción protectora de los receptores explicarían la repetición de la experiencia, el acostumbramiento y el aumento del consumo. Es una teoría del envenenamiento del cerebro por una sustancia tóxica. El modelo orgánico ha tenido gran influencia en prevención y ha sido el origen de los modelos de información preventiva y de disuasión. 2. En el lado opuesto, el modelo sociológico busca causas explicativas en los espacios exteriores al sujeto, pero termina con un mismo concepto central. Según este modelo, una sociedad enferma, tóxica, es la que envenena al sujeto. “Cada caso de drogadicción es, en alguna forma, una expresión de la injusticia que se ha adueñado de nuestra sociedad y le está quitando todo sentido a la vida”. “… Ese día en que reconozcamos la drogadicción como el síntoma de una enfermedad social extendida, caracterizada por crisis de valores, consumismo, vacío existencial y relaciones sociales injustas, solo ese día podremos comenzar a transitar el camino hacia nuestra verdadera sanación...”. En esta lectura, “la toxicomanía es una crisis social”. En ese contexto, el toxicómano es una víctima de las tensiones sociales. La sociedad “le está haciendo (o le ha hecho) algo”. Los modelos de prevención influenciados por este concepto han buscado modificar los contextos inmediatos del sujeto, buscando el “fortalecimiento de la autoestima” o el “desarrollo de habilidades para la vida”, con el fin de manejar este veneno representado por el “mal amigo consumidor”, y/o los contextos extensos, buscando crear, mediante una “prevención integral” o con los enfoques de la “ternura”, una sociedad más justa. 3. El modelo psicológico considera que con el consumo el sujeto se hace algo a sí mismo (o al otro). En esta interpretación, la droga se consume porque sus afectos psicotrópicos permiten al sujeto modificar algunas de las condiciones de una tensión o de un conflicto intrapersonal y/o interpersonal, animando (cocaína) o deprimiendo (marihuana) determinados funcionamientos mentales, distorsionando la señal disforia en el ruido (base), cambiándola de rama de mundo (alucinógenos) o generando euforia (alcohol). De acuerdo con este modelo, la droga tiene una función de farmacia primitiva, pero con importantes efectos secundarios: los efectos indeseados provocados por la interferencia de este montaje con otras tareas vitales esenciales: relación de pareja, estudio, trabajo, relaciones sociales, integración social, etc. Esta operación, la conexión entre los afectos disfóricos y psicotrópicos, realiza lo que muchos toxicómanos dicen: “La droga te vuelve otra persona”. El sujeto se hace algo, se modifica con la droga. En los modelos psicológicos intrapersonales, el producto no es responsable del consumo. Solo se encuentra “allá a fuera”, indiferente, para despertar a una extraña vida cuando el deseo del sujeto lo encuentra. Los conflictos preexisten al consumo. Algunos son antiguos, profundos e irreversibles, y pueden relacionarse ulteriormente con la toxicomanía. Otros, reversibles, se ligan a momentos particulares o a etapas de transición del desarrollo, como la adolescencia, y se asociarán generalmente 14 con episodios reversibles de consumo limitados en el tiempo. En los modelos psicológicos interpersonales, la toxicomanía se analiza en relación con los conflictos intrafamiliares, interfamiliares o transfamiliares, en los cuales se encuentra atrapado el sujeto. En el modelo psicológico, el sujeto se considera como actor y no como víctima, y el consumo como una regulación activa. El sujeto vive más “normal” con la droga. Los modelos de prevención que comparten este concepto buscarán modificar la conflictividad intra e interpersonal del sujeto. No hay mirada inocente, y un estudio cuantitativo no escapa a esta regla. Las variables ubicadas en el cuestionario constituyen el mecanismo que permitirá ver determinados aspectos del sistema y no otros. Y las variables que se ubicarán en este instrumento, como aquellas que no, dependen del modelo dentro del cual se sitúa el estudio por parte de los profesionales que lo llevan a cabo. A partir de una concepción del sujeto como mente-cuerpo, y sobre la base de los estudios realizados de la clínica y de un cierto número de modelos modernos en ciencia, el presente estudio considera al consumo de drogas como un síntoma, un acontecimiento producido y mantenido activamente por el sujeto. Dentro de esta lectura, se plantea una hipótesis general, según la cual el consumo de psicoactivos se relaciona con la conflictividad interna y externa que vive el sujeto. Consecuentemente, se define un cierto número de dimensiones esenciales y, dentro de estas, una serie de indicadores: 1. Familia (composición familiar, migración, características de la relación con la madre, con el padre, entre los padres, tiempo compartido, control parental, cohesión y adaptabilidad, tiempo libre). 2. Colegio (expectativas, rendimiento académico, disciplina, expulsión, ausentismo, apoyos educativos, relación con el Departamento de Orientación y Bienestar Estudiantil – DOBE- y nivel de satisfacción en relación con el colegio). 3. Percepción del riesgo ligado a las SPA. 4. La curiosidad. 5. Los amigos y el ofrecimiento. 6. Exposición a programas de prevención en el colegio. 3. ASPECTOS METODOLÓGICOS 3.1. La población estudiada o universo El universo está constituido por un conjunto de personas que tienen características en común. Constituyen el objeto de un estudio. En general, realizar una investigación sobre la totalidad del universo es un tanto complejo, ya que es necesario considerar factores importantes, como por ejemplo, el costo de la investigación o la posibilidad de alcanzar geográficamente a todos los individuos. El Sistema Interamericano de Datos Uniformes sobre Consumo de Drogas (SIDUC) normaliza muchos aspectos respecto del estudio, con la finalidad de que los resultados sean comparables para todos los países en los cuales se 15 aplica la misma metodología, pero sobre todo entre los diferentes estudios que realiza un mismo país. Uno de estos aspectos es el universo estudiado y el marco muestral, el cual debe cumplir con algunas características que permitirán que los resultados sean comparables con los de otros países que se encuentran dentro del “Programa de Encuestas Periódicas a Estudiantes de Enseñanza Media”, utilizando la metodología estandarizada del SIDUC. Para el SIDUC, y tomando en cuenta un cierto número de criterios, el universo estudiado lo constituyen estudiantes de 13, 15 y 17 años de edad, que en nuestro país corresponden al noveno de enseñanza básica (o segundo curso) y al primero y tercero de bachillerato (o cuarto y sexto curso). Otro aspecto importante es que el SIDUC propone diferentes diseños de muestras, con tres niveles de cobertura, como se señala en la siguiente tabla: Tabla 2: Nivel de cobertura V11 V12 V13 Representatividad para Representatividad para Representatividad para la capital del país la capital del país la capital del país Ciudades de más de Ciudades de más de 30.000 habitantes 30.000 habitantes Ciudades de más de 30.000 habitantes y zona rural del país. En 1998 se realizó la “Primera Encuesta Nacional a Estudiantes de Enseñanza Media sobre Consumo de Drogas”, pero ésta no se desarrolló con la metodología del SIDUC. La encuesta tuvo cobertura nacional y representatividad para cada una de las provincias en las cuales fue aplicada. En el año 2002 se desarrolló la primera encuesta con la metodología propuesta por el SIDUC, en el Distrito Metropolitano de Quito, cumpliendo de esta manera con el primer nivel de cobertura. En el año 2005 se llevó a cabo la “Segunda Encuesta Nacional a Estudiantes de Enseñanza Media sobre Consumo de Drogas”, en la cual se pretendió cumplir con el segundo nivel de cobertura propuesto por el SIDUC. Como se indica en la tabla anterior, para alcanzar este nivel de cobertura es necesario tomar en cuenta, dentro del marco muestral, a la capital del país y a las ciudades con una población superior a los 30.000 habitantes; sin embargo, para alcanzar una mejor representación de la muestra en el ámbito nacional, se decidió tomar en cuenta al resto de capitales de provincia que no cumplían con esta cuota de población. Según datos del Sistema Nacional de Estadísticas Escolares (SINEC), del año 2004, en los 3.613 establecimientos de enseñanza media existentes en el ámbito nacional estudian 983.859 jóvenes. Del total de establecimientos, 1.793 16 cuentan con los tres últimos niveles de enseñanza básica y por lo menos los tres años de bachillerato4; en estos últimos estudian 339.751 alumnos. De este modo, se tomó en cuenta un total de 38 ciudades para la construcción del marco muestral. Estas ciudades y sus respectivas poblaciones son presentadas en el siguiente cuadro: Tabla 3: Caracterización del marco muestral nacional No. Región Provincia Ciudad Población 1 Costa Los Ríos Babahoyo 76.869 2 Costa Manabí Chone 45.526 3 Costa Guayas Daule 31.763 4 Costa Guayas Durán 174.531 5 Costa Manabí El Carmen 33.382 7 Costa Guayas Guayaquil 1.985.379 8 Costa El Oro Huaquillas 40.183 9 Costa Manabí Jipijapa 36.078 10 Costa Guayas La Libertad 77.646 11 Costa El Oro Machala 204.578 12 Costa Manabí Manta 183.105 13 Costa Guayas Milagro 113.440 14 Costa El Oro Pasaje 45.215 15 Costa Manabí Portoviejo 171.847 16 Costa Los Ríos Quevedo 120.379 17 Costa El Oro Santa Rosa 42.593 18 Costa Los Ríos Ventanas Total Costa 32.425 3.510.063 19 Sierra Tungurahua Ambato 154.095 20 Sierra Cañar Azogues 27.866 21 Sierra Pichincha Cayambe 30.473 22 Sierra Azuay Cuenca 277.374 23 Sierra Bolívar Guaranda 20.742 24 Sierra Imbabura Ibarra 108.535 25 Sierra Cotopaxi Latacunga 51.689 26 Sierra Loja Loja 118.532 27 Sierra Imbabura Otavalo 30.965 28 Sierra Pichincha Quito 1.399.378 29 Sierra Chimborazo Riobamba 124.807 30 Sierra Pichincha Sangolquí 56.794 31 Sierra Pichincha Santo Domingo 199.827 32 Sierra Carchi Tulcán 47.359 33 Oriente Morona Santiago 34 Oriente 35 Oriente 36 Oriente Total Sierra 2.648.436 Macas 13.602 Sucumbíos Nueva Loja 34.106 Orellana Pto. Fco. de Orellana (Coca) 18.298 Pastaza Puyo 24.432 4 . Los tres últimos años de enseñanza básica son los que comúnmente se conocen como 1ro; 2do. y 3er. curso de colegio y los años de bachillerato son 4to, 5to y 6to curso de colegio. 17 37 Oriente Napo Tena 38 Oriente Zamora Chinchipe Zamora 16.669 10.355 Total Oriente 117.462 TOTAL NACIONAL 6.275.961 Fuente: INEC, censo 2001 El número de establecimientos de cada una de estas ciudades se encuentra en la siguiente tabla, conjuntamente con el número de estudiantes: Tabla 4: Descripción de la muestra Región Ciudades Planteles Estudiantes Costa Babahoyo 26 4376 Costa Chone 15 2910 Costa Daule 13 1782 Costa Durán 41 2781 Costa El Carmen 15 1662 Costa Esmeraldas 52 7970 Costa Guayaquil 458 90534 Costa Huaquillas 9 1842 Costa Jipijapa 11 1139 Costa La Libertad 17 2165 Costa Machala 49 11752 Costa Manta 47 8280 Costa Milagro 30 5748 Costa Pasaje 12 3281 Costa Portoviejo 57 9706 Costa Quevedo 26 7566 Costa Santa Rosa 14 2597 Costa Ventanas 12 1508 904 167599 Sierra Total Costa Ambato 42 10907 Sierra Azogues 14 2729 Sierra Cayambe 8 1805 Sierra Cuenca 70 17276 Sierra Guaranda 16 2362 Sierra Ibarra 32 6568 Sierra Latacunga 23 5556 Sierra Loja 22 4925 Sierra Otavalo 11 2753 Sierra Quito 469 83216 Sierra Riobamba 44 10522 Sierra Sangolquí 12 2643 Sierra Santo Domingo 60 8379 Sierra Tulcán Total Sierra 11 2841 834 162482 Oriente Macas 7 1121 Oriente Nueva Loja 18 2021 Oriente Pto. Fco. de Orellana (Coca) 5 1122 18 Oriente Puyo 9 2616 Oriente Tena 9 1804 Oriente Zamora 7 986 55 9670 1793 339751 Total Oriente TOTAL NACIONAL Fuente: SINEC, 2004 Puesto que el objetivo de este estudio es el seguimiento de indicadores tales como: la prevalencia del consumo de drogas, los patrones de consumo y la exposición a programas de prevención, es necesario que la muestra sea elegida de tal manera que dé cuenta de estos indicadores de la manera más confiable. 3.2 La muestra Como se mencionó anteriormente, realizar una investigación sobre todos los individuos de una población no siempre es lo más conveniente. Por lo tanto, el concepto de muestra toma un papel fundamental en toda investigación por varias razones. Primeramente, una muestra es una porción más pequeña de la población que se está estudiando, lo cual disminuye de manera significativa el costo del levantamiento de la información; por otro lado, si la muestra es seleccionada de manera adecuada, se asegura con un cierto nivel de confianza (establecido por el investigador) que dicha muestra va a ser significativa y, sobre todo, representativa de la población. Los resultados que se obtengan podrán ser extrapolados a toda la población estudiada. La investigación por muestreo se apoya en una rama de la estadística que trata el problema matemático de la extracción de una muestra representativa para una población, y las técnicas que usa están basadas en leyes y supuestos ampliamente estudiados y verificados, los cuales aseguran que la muestra extraída de una población sea significativa. Existen varias metodologías que se ajustan a las características y objetivos de cada investigación, permitiendo extraer una muestra adecuada. En este aspecto, un elemento sumamente importante es el tamaño de la muestra. El cálculo del tamaño de la muestra depende del diseño muestral utilizado. En este cálculo se toman en cuenta, entre otros, dos aspectos importantes. El primero, se refiere al nivel de confianza de la muestra, el cual da una idea probabilística de la exactitud de los resultados. El segundo, se relaciona con el margen de error o variación que siempre existe entre los resultados obtenidos en una muestra y su inferencia hacia la población. Sin embargo, este efecto puede disminuirse considerablemente dependiendo del tamaño muestral y se lo toma en cuenta al momento de calcularlo. En resumen, el objetivo de una muestra es representar de la manera más fiable posible al universo que se desea estudiar. 19 Dicho universo se encuentra representado por su marco muestral5. Para el caso de la presente encuesta a estudiantes, el objetivo de la muestra es representar a la población de estudiantes que asisten a colegios -públicos o privados-, asentados en las capitales de provincias y ciudades con más de 30.000 habitantes. Esta muestra debe producir estimaciones de la proporción de consumidores con un alto nivel de confianza y bajo margen de error, y con el menor costo posible. Para poder cumplir con estos requerimientos, el diseño muestral debe permitir, en primera instancia, reducir significativamente los costos del levantamiento de la información. Para el efecto, el muestreo por etapas es el más eficiente. Para el presente estudio, el SIDUC eligió dos etapas muestrales. Las unidades muestrales de la primera etapa constituyen los colegios, y las de la segunda etapa, los paralelos. Por otro lado, trabajar sobre un marco muestral estratificado6 permite mejorar la representatividad de la muestra, ya que se elimina la posibilidad de seleccionar unidades de análisis (individuos) no representativas de la población estudiada. Un criterio importante en la selección de los estratos es el nivel de representatividad deseada. Por tanto, en este estudio se espera que los resultados sean extrapolados en el ámbito nacional y a cada una de las regiones geográficas del Ecuador continental. Además, por la necesidad de comparar los resultados con los de estudios anteriores, la muestra se diseñó para ser representativa de las ciudades de Quito y Guayaquil. Consecuentemente, la estratificación se efectuó a nivel geográfico, tomando como criterio la región o sea, Costa, Sierra y Oriente; además de las ciudades de Quito y Guayaquil. La elección de los cursos noveno de educación básica, primero y tercero de bachillerato, posibilita el estudio del comportamiento de la proporción de consumidores (prevalencia del consumo de drogas) en subpoblaciones con edades correspondientes a estos cursos. De hecho, la muestra funciona en realidad como tres submuestras obtenidas independientemente de las tres subpoblaciones de estudiantes. Este diseño permite efectuar comparaciones de la prevalencia del consumo en estudiantes de cada uno de los cursos investigados, con la finalidad de verificar experimentalmente las hipótesis sobre el comportamiento lineal del consumo. 3.3 Cálculo del tamaño de la muestra El diseño de la muestra y la determinación de su tamaño fueron definidos por el equipo técnico especializado del SIDUC (CICAD/OEA). Los parámetros que se utilizan para el cálculo se aplican a todos los estudios que se desarrollan en el continente. Esta estrategia asegura, por una parte, el rigor estadístico de la muestra y, por otra, la posibilidad de comparar entre sí los estudios ejecutados. 5 . Cabe recalcar que en el marco muestral de este estudio se toma en cuenta a la población urbana del país, mas no a la rural. 6 . Los estratos son conjuntos constituidos por todas las observaciones de todos los posibles grupos de individuos con características conocidas. 20 El diseño muestral empleado7 genera estimaciones de los parámetros de interés que tienen una gran variabilidad. Precisamente, para obtener estimaciones de alta calidad, es necesario disminuir cuanto sea posible la variabilidad de las estimaciones, a través del tamaño de la muestra. Para que las estimaciones sean comparables con las de los estudios de años anteriores, se utilizó el mismo nivel de confianza empleado en aquellos, igual al 0.95. Con el mismo criterio se consideró un margen de error de 0.015. Por otro lado, debido a las características del muestreo, es necesario considerar un factor de corrección por efecto del diseño para ampliar el tamaño de la muestra y disminuir la variabilidad de las observaciones. Este factor se estimó en 2. Para el cálculo de una primera aproximación al tamaño de muestra mínimo n0 se utilizó la siguiente ecuación: 2 ⎛z⎞ n0 = P * Q * ⎜ ⎟ deff ⎝d ⎠ donde P es la proporción de consumidores que se supone existe en la población. Este valor usualmente se lo sitúa en 0.10 y Q = 1 − P ; z es un valor que depende del nivel de confianza elegido, que para este caso es de 1.96; d es el margen de error considerado (0.015) y deff es el factor de corrección por efecto del diseño. Esta primera aproximación al tamaño de la muestra toma en cuenta que se va a seleccionar una población infinita. Sin embargo, el tamaño de la población incide sobre el de la muestra, de tal modo que es posible disminuirlo al ajustar el tamaño muestral a una población finita. Este ajuste por población finita es posible realizarlo con la siguiente ecuación: n= n0 n 1+ 0 N donde, n es el tamaño final de la muestra y N es el número de estudiantes en la población. Finalmente, se incrementó este tamaño de muestra para compensar un 10% de posible falta de respuesta. De esta manera, en la siguiente tabla se resume el cálculo del tamaño de muestra para cada uno de los dominios de representatividad: 7 . Muestreo bietápico, con selección sistemática sobre un marco muestral estratificado. 21 Tabla 5: Cálculo muestral por dominios Dominio n0 N n (ajustado por población finita) (10% de ausencias) Costa 3.073 3.018 3.320 Sierra 3.073 3.013 3.314 Oriente 3.073 2.332 2.565 Quito 3.073 2.964 3.260 Guayaquil 3.073 2.972 3.270 TOTAL 15.729 A continuación se resume la selección de la muestra en las dos etapas contempladas en el diseño muestral. Primera etapa: selección de la muestra de colegios La lista de colegios se ordenó de acuerdo al criterio de estratificación (dominios de representatividad) y sobre éste se sortearon los planteles utilizando un muestreo sistemático, en el cual el punto de inicio se determinó de manera aleatoria y la amplitud del intervalo fue constante e igual a la inversa de la fracción del muestreo. Cada colegio tenía la probabilidad de selección directamente proporcional al número de paralelos de noveno de educación básica, primero y tercero de bachillerato. Los colegios grandes (con un número de aulas mayor al intervalo de muestreo) pudieron ser seleccionados más de una vez. Segunda etapa: selección de la muestra de paralelos Una vez seleccionados los colegios, se procedió a seleccionar los paralelos. De igual manera que en la primera etapa, la selección de los paralelos se realizó mediante el muestreo sistemático a razón de tres por cada colegio seleccionado. Por lo tanto, la mayoría de colegios está representado por tres paralelos, excepto aquellos planteles que fueron seleccionados más de una vez en la etapa anterior, los cuales están representados por un número de paralelos múltiplos de tres. Cabe recalcar que la última unidad muestral es el paralelo, por lo cual se realizó un censo en el paralelo seleccionado. 3.4 El trabajo de campo Niveles y funciones La coordinación nacional de la “Segunda Encuesta Nacional a Estudiantes de Enseñanza Media sobre Consumo de Drogas” estuvo a cargo de la 22 Coordinadora Nacional del SIDUC del Observatorio, con distintas funciones detalladas a continuación: Coordinación regional Para una mejor organización de la encuesta en el nivel regional, se establecieron dos coordinaciones regionales; una, encargada de la Sierra y Oriente, y otra, de la Costa. Bajo su responsabilidad estuvo la capacitación de encuestadores y de supervisores, conjuntamente con la coordinación nacional; el trabajo de campo de su área; y la supervisión del correcto desenvolvimiento de dicho trabajo en las ciudades correspondientes a su región. Supervisión La aplicación y supervisión del trabajo de campo estuvo a cargo de los especialistas en prevención de cada una de las jefaturas regionales y zonales con las que el CONSEP cuenta en el ámbito nacional, y del personal del Observatorio Ecuatoriano de Drogas. Parte de las responsabilidades de cada una de las Jefaturas fue la contratación y capacitación de los facilitadores necesarios para cumplir con el trabajo de campo en el tiempo establecido. Aplicación de los cuestionarios Esta función estuvo a cargo de los encuestadores, para lo cual fueron previamente capacitados por los supervisores, en todos los aspectos referidos a las etapas de la encuesta. Distribución del personal El número de encuestadores necesarios para la obtención de los datos se distribuyó de tal manera que se garantice este trabajo en el plazo de dos meses en el ámbito nacional (un mes en la región Sierra y Oriente, y otro en la región Costa). El trabajo de campo se distribuyó de la siguiente manera: Tabla 6: Distribución del trabajo de campo en las regiones Sierra y Oriente Ciudad Supervisores Quito Encuestadores 9 2 Cayambe Sangolquí 1 1 Cuenca Ibarra Tulcán 1 1 1 1 2 1 Riobamba Guaranda Latacunga Ambato 23 Loja 1 1 Santo Domingo 1 1 Macas 1 1 1 2 Puyo 1 2 Nueva Loja 1 2 12 23 Zamora Tena Pto. Fco. De Orellana (Coca) TOTAL Tabla 7: Distribución del trabajo de campo en la región Costa Ciudad Supervisores Encuestadores 2 7 1 1 1 1 1 1 1 2 6 12 Guayaquil Daule Durán Milagro Machala Pasaje Esmeraldas Babahoyo Quevedo Chone Jipijapa Manta Portoviejo TOTAL Ubicación de los colegios y aplicación de los cuestionarios Para la ubicación de los colegios se proporcionó a los encuestadores una base de datos en la cual constaban las direcciones y los teléfonos de contacto de los planteles a su cargo. El encuestador debía hacer una cita con el rector respectivo, para acordar la fecha y hora de aplicación de los cuestionarios. Se indicó que los estudiantes no debían conocer sobre el carácter de esta investigación. Tabla 8: Distribución del trabajo de campo nacional Jefatura Ciudad Encuestas Azuay Cuenca 337 Carchi Tulcán 68 Machala 331 El Oro Pasaje 66 Esmeraldas Esmeraldas 212 Regional del Litoral (Guayas) Daule 61 Durán 45 Guayaquil 4781 24 Imbabura Loja Manabí Napo COSEP Matriz (Pichincha) Sto. Domingo Tungurahua Milagro 101 Ibarra 169 Loja 88 Zamora Chinchipe 270 Chone 134 Jipijapa 49 Manta 42 Portoviejo 224 Tena 360 Pto. Fco. De Orellana (Coca) 233 Cayambe 102 Quito 3955 Sangolquí 123 Babahoyo 78 Quevedo 214 Macas 274 Nueva Loja 349 Sto. Domingo 184 Ambato 227 Guaranda 65 Riobamba 171 Latacunga 50 Puyo 549 TOTAL 13.912 Posteriormente a la aplicación de los cuestionarios, el encuestador y el supervisor debían realizar el control de calidad respectiva. Este proceso fue controlado por el supervisor. Los cuestionarios completados se enviaron al Observatorio Ecuatoriano de Drogas, cuyo personal realizó el control de calidad del 90% del total de estos instrumentos previo al envío para su respectiva digitación. 3.5. El instrumento El instrumento es un cuestionario precodificado y autoaplicado en el aula. Fue elaborado y aprobado por los coordinadores nacionales del SIDUC, de los países de América del Sur y Centro América, bajo las consideraciones enunciadas anteriormente, como permitir la estandarización para que cada país pueda mirar su realidad con relación a los demás. 3.6 La construcción de la base de datos La elaboración de la base de datos estuvo a cargo de la Escuela Politécnica Nacional, y la contratación se la realizó a través del Departamento de Matemática de la Escuela de Ciencias. Las especificaciones solicitadas por el Observatorio Ecuatoriano de Drogas incluían la entrega de la base de datos en una hoja electrónica de Excel, el diccionario de variables, es decir, los códigos utilizados para la organización de las variables en la base, además de la supervisión exhaustiva de la digitación. 25 La Escuela Politécnica Nacional entregó la base de datos, según lo solicitado por el Observatorio Ecuatoriano de Drogas. Por el volumen de información generada, la base fue entregada en dos archivos. Una vez recibida la base de datos fue necesario agregar algunos campos, de tal manera que sea posible la interpretación de los resultados de acuerdo a los objetivos planteados por la investigación. Previamente a la inclusión de los nuevos campos de información fue necesaria la consolidación de ésta en un formato adecuado para su análisis en SPSS. Cabe señalar que la tabulación de toda la información se la realizó en la versión 11.0 del SPSS. Se añadieron en total cuatro campos. El primero se refiere a la región geográfica a la cual pertenecen los individuos encuestados; esto permite el análisis y comparación de la información por región. El segundo campo añadido se refiere al dominio, el cual permite analizar la información y hacer comparaciones para las ciudades de Quito y Guayaquil. El tercer campo se refiere a los factores de expansión calculados por la CICAD y que son necesarios para que las estimaciones puedan ser llevadas de la muestra a la población. El último campo añadido se refiere a la variable cualquier droga, cuya construcción se menciona en la siguiente sección. 3.7 El análisis de los datos La base de datos de la encuesta constituye un objeto complejo. Los análisis univariados permiten una descripción inicial de los datos, de tal manera que se puede tener una visión particular de cada una de las variables estudiadas a través de tablas de frecuencias. Una descripción univariada de las variables asociadas al consumo de sustancias psicoactivas permite calcular la prevalencia de vida, año y mes del consumo de alcohol, cigarrillo, drogas ilícitas y medicamentos adquiridos sin receta médica. Para la generación de estas prevalencias es necesario contar con algunos criterios que se detallan a continuación: • Drogas individuales. En las prevalencias se toma en cuenta únicamente a los individuos que contestaron afirmativamente a las preguntas relacionadas con el consumo de alguna droga, es decir, quienes no especificaron consumo no son tomados en cuenta para el cálculo de los indicadores de prevalencia. • Combinación de algunas drogas. La combinación de algunas drogas se utilizó para la construcción de una variable llamada cualquier droga ilícita. La variable da cuenta del consumo en esta combinación y se la construyó tomando en consideración la tabla de drogas ilícitas, con base en las respuestas de las preguntas que van desde la 82.3 hasta la 82.14. No se incluyó a la pregunta 82.15, que se refiere a otras drogas, ya que se notó que no fue adecuadamente contestada por los estudiantes. 26 Para tener una visión un poco más amplia de las relaciones existentes entre las variables es necesario construir tablas de contingencia en las cuales se analiza la relación entre dos variables específicas. Estas estimaciones incluyen relaciones de prevalencia de consumo en cada dominio estudiado, y dentro de cada dominio se incluyen tablas de contingencia de variables sociodemográficas y de identificación del estudiante, como son el tipo de colegio de acuerdo al presupuesto de que dispone; a la jornada y al año de estudio; además de la edad y el sexo. Por otro lado, se incluyen tablas de contingencia de otras variables de interés que pretenden explicar de alguna manera relaciones de causa efecto dentro de la problemática del consumo de drogas. En este tipo de estudios, en los cuales las variables de interés son explicadas a través de la conjugación de varias correspondientes, es necesario utilizar técnicas estadísticas que permitan el procesamiento adecuado de tal volumen de información. A este respecto, los análisis multivariantes ofrecen una amplia variedad de técnicas que permiten analizar a las variables en su conjunto, mas no como variables individuales, lo cual permitirá tener una idea mucho más global del consumo. Finalmente, cabe indicar que por las características del muestreo utilizado por el SIDUC/CICAD para dicho estudio, se calculó el factor de expansión específico a cada dominio, con el fin de obtener los parámetros reales de su representatividad. 27 4. RESULTADOS DE LA ENCUESTA En este capítulo se presentan los resultados más relevantes de la encuesta, distribuidos de la siguiente manera: - Sección 1: se presenta una descripción de la morfología del consumo de drogas en el Ecuador, prevalencia de vida, de año y del último mes por tipo de producto, cualquier droga y por dominio. Sección 2: se desarrolla una serie de análisis para identificar las variables asociadas al consumo de drogas. Sección 3: se realiza un análisis comparativo entre los estudios llevados a cabo en 1998, 2002 y 2005, dentro de los límites creados por las metodologías aplicadas. Sección 4: se analiza la información del estudio para determinar la importancia de los programas de prevención en el sistema educativo. 4.1 LA MORFOLOGÍA DEL CONSUMO DE DROGAS EN EL ECUADOR El concepto de morfología se refiere a la descripción de la prevalencia de consumo de cigarrillos, tranquilizantes, estimulantes, alcohol y SPA, así como a su distribución en relación con ciertas variables sociodemográficas generales: - - - - - La prevalencia de vida del consumo de SPA es la proporción de las personas que indican haber usado por lo menos una vez en su vida este producto en relación con el total de las personas entrevistadas. Este consumo puede haberse dado una sola vez o varias veces, hace muchos años o el mes anterior a la encuesta. La prevalencia de consumo durante el último año es la proporción de personas que durante este periodo consumieron por lo menos una vez el producto considerado, aplicándose la misma lógica a la prevalencia del consumo durante el último mes. Los sujetos que consumieron por lo menos una vez una droga durante el último mes se encuentran también reunidos en la prevalencia de año y de vida, pero los que consumieron alguna vez en su vida, no necesariamente en la prevalencia de año y del último mes. La prevalencia de consumo del último mes no es un indicador de adicción, sino simplemente de un consumo reciente. La prevalencia de vida del consumo de cualquier droga se refiere a las personas que consumieron una o más de las drogas investigadas por lo menos una vez en su vida. En dicho cálculo, no intervienen los cigarrillos, el alcohol, los tranquilizantes, estimulantes y la categoría otras drogas de la encuesta. Cabe indicar, finalmente, que la prevalencia de último año y último mes es la proporción de estudiantes que aseguran haber consumido droga en el último año o mes en relación al número de estudiantes que respondieron a la pregunta respectiva, es decir, a los individuos que no contestan o no deben contestar esta pregunta y que se los toma como valores perdidos. 28 4.1.1 CONSUMO DE CIGARRILLOS Y BEBIDAS ALCOHÓLICAS 4.1.1.1 CIGARRILLOS Prevalencia de vida de consumo de cigarrillo en el ámbito nacional La prevalencia de vida de consumo de cigarrillos, en el ámbito nacional, en el año 2005 es de 54.4%, lo que refleja un aumento en relación al valor encontrado en la encuesta de 1998, correspondiente a 44.3%. La edad del primer consumo es de 13 años. Tabla 9: Prevalencia de vida y edad del primer consumo de cigarrillos en el ámbito nacional Prevalencia de vida (%) Edad promedio del primer consumo (años) 1998 2005 1998 2005 44.3 54.4 14.4 13.1 Prevalencia de vida de consumo de cigarrillos por dominio En cuanto a la prevalencia de vida por dominio, en la Tabla 10 se observa que en la Costa la diferencia es significativamente menor en relación a los otros dominios. Resultan relevantes las diferencias de prevalencia de consumo de cigarrillos en el último año en los dominios Quito y Sierra, en relación con Guayaquil, Costa y Oriente. Diferencias significativas también se observan en el consumo de cigarrillos efectuado en el último mes en los dominios Quito y Sierra en relación con Guayaquil y Costa. Tabla 10: Prevalencia de vida, anual y mensual del consumo de cigarrillos por dominio (%) Vida Último año Último mes Quito 64.5 43.1 29.5 Guayaquil 67.5 16.4 9.9 Sierra 58.4 37.6 25.8 Costa 50.7 15.9 9.7 Oriente 52.5 32.2 22.8 Nacional 54.4 26.7 17.7 4.1.1.2 ALCOHOL Prevalencia de vida de consumo de alcohol en el ámbito nacional La prevalencia de vida del consumo de alcohol en el ámbito nacional, en el 2005, es de 61.6% y mayor a la que se calculó en 1998. También es más alta que la de los cigarrillos. La edad promedio del primer consumo de alcohol es de 13.7 años. 29 Tabla 11: Prevalencia de vida del consumo de alcohol en el ámbito nacional (%) Prevalencia de vida Edad promedio del primer consumo (años) 1998 2005 1998 2005 53.9 61.6 14.8 13.7 La prevalencia de vida para los cigarrillos y el alcohol en el 2005 tiene valores superiores a los que se encontraron en 1998, lo cual demuestra que durante los siete años que transcurrieron entre estos dos estudios no se ha logrado disminuir los niveles de consumo de estas sustancias. Prevalencia de vida de consumo de alcohol por dominio En cuanto a la prevalencia de vida por dominio, en la Tabla 12 se observa que en la Costa es menor que en los otros dominios. Llama la atención que en Quito y la Sierra el consumo sea mayor que en Guayaquil y la Costa. Este mismo comportamiento se observa en las prevalencias del último año y mes de consumo de alcohol, muy significativas para los dominios Quito y Sierra frente a los dominios Guayaquil, Costa y Oriente. Tabla 12: Prevalencia de vida, anual y mensual del consumo de alcohol por dominio (%) Vida Último año Último mes Quito 72.2 55.6 40.6 Guayaquil 60.8 30.3 19.5 Sierra 67.5 51.5 36.0 Costa 55.9 32.0 20.5 Oriente 64.0 46.4 34.9 Nacional 61.6 41.7 28.3 Excesos en el consumo del alcohol La prevalencia de vida de consumo de alcohol no constituye un indicador evidente acerca del control que ejerce el sujeto sobre su relación con un psicoactivo de amplia distribución entre la población en general. Dos variables dan cuenta de la importancia del consumo de alcohol en forma excesiva entre los estudiantes. a. ¿Cuántos días te has emborrachado durante los últimos 30 días? Del total de alumnos, 2 de cada 10 de ellos (19.3%) se emborracharon por lo menos un día durante los últimos 30 días. Sin embargo, si se considera solo a los alumnos que consumen alcohol (ver Gráfico 1), los excesos con este producto se distribuyen de la siguiente manera, en el mes anterior a la aplicación de la encuesta: 30 Gráfico No. 1 Número de días de excesos con el alcohol durante los últimos 30 días en el ámbito nacional 2005 38.2 31.1 13.0 6.9 2.5 0 1 2 3 4 2.3 5 3.4 0.9 0.8 0.6 0.2 6 7 8 9 10 y + Como se observa, entre los alumnos que consumieron alcohol durante el último mes, el 31.1% no se emborrachó durante los últimos treinta días, mientras que el 38.2% lo hizo un día; el 13.0%, dos días; el 6.9%, tres días; y, el 10.7%, cuatro y más días. Dicho de otra forma, entre los estudiantes que consumen alcohol, aproximadamente uno de cada tres no se emborrachó durante los últimos 30 días, y dos de cada tres se emborracharon al menos uva vez durante ese período. En el Estudio Nacional a Estudiantes, de 1998, se concluyó que: “… el 17.5% de los estudiantes reconoce haberse emborrachado por lo menos una vez durante el último mes”. Esta cifra muestra la importancia de los excesos ligados al alcohol en esta población y confirma lo observado. Sin embargo, en el 2005 la situación no ha cambiado. 31 Tabla 13: Comparaciones 1998 – 2005 sobre el consumo excesivo de alcohol durante el último mes en relación con la prevalencia de vida del consumo de esta sustancia (%) No ha tomado o ha tomado, pero sin emborracharse Se emborrachó por lo menos una vez durante el último mes 1998 82.5 17.5 2005 80.7 19.3 Estos datos muestran que entre 1998 (17.5%) y 2005 (19.3%) no se observa una disminución de la prevalencia de aquellos comportamientos caracterizados por excesos en el consumo de alcohol. La proporción de jóvenes que se excede con el alcohol sigue siendo aproximadamente la misma entre estos dos períodos. La prevención, al igual que la prohibición de vender alcohol a menores, no lograron disminuir a lo largo de estos siete años la proporción de alumnos que se exceden con el alcohol, y esta sustancia sigue siendo el psicoactivo de mayor uso en el país. b. En las últimas dos semanas, ¿cuántas veces has consumido cinco tragos o más en una sola sentada? Entre los alumnos que consumen alcohol, un 33.8% no llegó a tomar cinco tragos o más en una sola ocasión, mientras que el 34.9% lo hizo una vez; el 17.8, entre dos y tres veces y el 13,6%, cuatro o más veces durante las últimas dos semanas. Gráfico No. 2 Consumo de cinco tragos o más en una misma "sentada" durante las últimas dos semanas en el ámbito nacional 33.2 34.5 18.8 8.3 5.3 Ninguna vez Sólo una vez Entre 2 a 3 veces Entre 4 a 5 veces Más de 5 veces Un 19.3% de estudiantes afirma haberse excedido en el consumo de alcohol por lo menos una vez durante los últimos 30 días, lo que evidencia que un 32 número significativo tiene una relación de abuso con la bebida. Además, se observa en el gráfico que las cantidades ingeridas por los adolescentes en una misma ocasión son también importantes. Nótese que solo el 33.2% no ha consumido una cantidad excesiva de alcohol en una misma ocasión. Tabla 14: Distribución de la variable excesos con el alcohol (número promedio de días durante los últimos 30 días) por dominio Quito Guayaquil Sierra Costa Oriente 2.86 2.51 2.70 2.20 2.07 Para verificar si las diferencias entre dominios son significativas, es necesaria una prueba de hipótesis, como la que se realizó anteriormente, cruzando en cada caso dos dominios de representatividad. Para todos los casos, la hipótesis que se desea verificar es la siguiente: Ho: El promedio del número de días en los cuales los estudiantes se emborracharon durante los últimos 30 días y son elementos del dominio A es igual al número promedio de días en los cuales los estudiantes se emborracharon durante los últimos 30 días y son elementos del dominio B. Ha: El promedio del número de días en los cuales los estudiantes se emborracharon durante los últimos 30 días y son elementos del dominio A es mayor al número promedio de días en los cuales los estudiantes se emborracharon durante los últimos 30 días y son elementos del dominio B. A continuación se muestra el resumen de estos resultados: Tabla 15: Resultados de la prueba de significación por dominio de representatividad Hipótesis nula (Ho: Dominio A Dominio B = 0) Estadístico de prueba (t) Valor t a de la distribución t- Student Resultado de la prueba (95%) xQuito − xGuayaquil = 0 8,80 1.65 xSierra − xCosta = 0 18,64 1.65 Se rechaza Ho xSierra − xOriente = 0 12,18 1.65 Se rechaza Ho xCosta − xOriente = 0 2,61 1.65 Se rechaza Ho Se rechaza Ho Como se observa en la tabla 15, el promedio de días de consumo de alcohol durante los últimos 30 días muestra diferencias estadísticamente significativas entre Quito y Guayaquil, Sierra y Costa, Sierra y Oriente, y Costa y Oriente. 33 Finalmente, entre los estudiantes que nunca consumieron drogas este promedio es de 1.9%, mientras que entre los consumidores se establece en 2.9%. La diferencia es significativa (T de Student), lo cual evidencia una asociación entre el consumo de alcohol y el de drogas. Los excesos en el consumo de alcohol podrían tener un valor predictivo del riesgo en relación con el consumo de drogas o, por lo menos, ambos aspectos constituyen un indicador de la estructura adictiva del sujeto. Esta asociación ya se señaló en 1998, y también se recomendó que los programas de prevención tomen en cuenta a aquellos alumnos y que consideren los excesos con el alcohol como un indicador de riesgo8. 4.1.2 PERCEPCIÓN DEL RIESGO QUE CORRE UNA PERSONA AL CONSUMIR DROGAS, EN EL ÁMBITO NACIONAL Los estudiantes consideran que el consumo de droga es un riesgo, apreciación que puede constituirse en un factor de protección para ellos. 8 Para comprobar si esta diferencia es estadísticamente significativa se utilizó una prueba de hipótesis, en la cual se deseaba verificar que la diferencia entre el promedio de estas dos poblaciones era demostrativo, con un nivel de significación del 5%. La hipótesis que se deseaba probar (hipótesis nula) era la siguiente: Ho: El promedio del número de días en los cuales los estudiantes se emborracharon durante los últimos 30 días y consumieron drogas es igual al promedio del número de días en los cuales los estudiantes se emborracharon durante los últimos 30 días. Contra la siguiente hipótesis Ha: El promedio del número de días en los cuales los estudiantes se emborracharon durante los últimos 30 días y consumieron drogas es distinta al promedio del número de días en los cuales los estudiantes se emborracharon durante los últimos 30 días. Para aceptar o rechazar la hipótesis nula es necesario calcular un estadístico de prueba y compararlo con el valor correspondiente a la función de distribución del estadístico. Para este caso, el estadístico de prueba es el siguiente: t= donde x1 y x2 (x1 − x2 ) − D0 s12 s22 + n1 n2 son los promedios, en la muestra, de días en que los estudiantes se han emborrachado durante los últimos 30 días, respectivamente; promedios muestrales; D0 es un valor fijo, que muestra la diferencia que se desea probar entre los s12 y s22 , son varianzas muestrales; y n1 y n2 son el número de elementos en la muestra de cada población estudiada. El subíndice 1 se refiere a los alumnos consumidores de drogas, mientras que el subíndice 2 se refiere a los alumnos que no han consumido drogas. Se rechazará la hipótesis nula si el valor absoluto del estadístico de prueba t es mayor que el valor tα , 2 correspondiente a una distribución t-Student con n1 + n2 − 2 grados de libertad, donde α es el nivel de confianza deseado para la prueba; y se aceptará la hipótesis nula en caso contrario. Reemplazando los datos respectivos en la ecuación del estadístico t , se obtiene que su valor es igual a 40,01. Mientras que el valor tα de la distribución t-Student, con el 95% de confianza y con 26.100 grados de libertad, es igual a 1,645. De tal manera que la hipótesis nula se rechaza, concluyendo que las diferencias entre ambos promedios es estadísticamente significativa. 34 La percepción de los estudiantes respecto de los distintos niveles de peligro que corre una persona al consumir diferentes tipos de psicoactivos, ha sido ordenada según la categoría “Gran riesgo”. Su distribución es la siguiente: Tabla 16: Percepción del riesgo relacionado con el consumo de psicoactivos, ordenada según la categoría “Gran riesgo” (%) Alcohol Alguna vez 13,8 38,1 24,6 Gran riesgo 17,1 Cigarrillos Alguna vez 13 37,7 15,8 24,3 9,2 Drogas vegetales Alguna vez 4,6 12,3 20,9 35,1 27 Base/Crack Alguna vez 3,3 9,5 18,5 39,9 28,8 Éxtasis Alguna vez 3,4 11,5 21,5 41,7 22 Marihuana Alguna vez 4,1 14,6 23,5 47,5 10,3 Tran./Est. SPM Alguna vez 4,1 11,8 18,8 48,8 16,6 Cocaína Alguna vez 2,9 12,1 23,4 50,2 11,5 Drogas vegetales Frecuentemente 2,6 3,6 8,7 57,6 27,4 Base/Crack Frecuentemente 2,3 2,8 5,1 60,8 29 Inhalables Alguna vez 3,2 6,7 11,4 65,5 13,2 Tran./Est. SPM Frecuentemente 3,2 5,2 8,3 66,6 16,8 Éxtasis Frecuentemente 2,1 2,6 5,3 67,8 22,2 Alcohol Embriagarse 2,7 7,1 12,4 68,3 9,5 Más de una droga Alguna vez 2,1 4,3 10,4 69,3 13,9 Cigarrillos Frecuentemente 2,7 8,2 11,6 71,7 5,9 Producto Frecuencia Ningún Leve Moderado Desconoce 6,5 Alcohol Frecuentemente 2,5 5,3 10,5 75,6 6,1 Inhalables Frecuentemente 2,8 3,4 4,3 76,1 13,2 Más de una droga Frecuentemente 1,9 1,7 2,3 78,9 15,2 Cocaína Frecuentemente 2 2,5 4,3 79,2 12 Marihuana Frecuentemente 2 3,2 6,1 79,5 9,2 El riesgo frente al consumo de los diferentes productos examinados es percibido por los estudiantes principalmente por la frecuencia de su uso, antes que por otras características: a mayor frecuencia de consumo, mayor riesgo. Por ejemplo, el consumo de drogas vegetales -base/crack, éxtasis, marihuana y cocaína- no se considera muy arriesgado si es esporádico, y el riego aumenta si es frecuente. La información obtenida es coherente con la referida a la cercanía a un primer contacto, pues el 44.4% de los estudiantes -en el ámbito nacionalconsidera que no es peligroso consumir una droga ilícita de vez en cuando. Estos adolescentes podrían estar expuestos a un primer contacto con estos productos, ya que no consideran riesgoso su consumo esporádico. Los datos son preocupantes, pues demuestran que la prevención no ha podido transmitir con claridad el inminente peligro al que se exponen quienes consumen dichas drogas. Los estudiantes no tienen conciencia de las 35 implicaciones del uso del psicoactivo ni, fundamentalmente, de lo que una primera experiencia podría significar para su situación personal. En el siguiente cuadro, el riesgo se ordenó para las mismas variables en relación con la categoría “desconoce”, a fin de examinar el nivel de conocimiento que tienen los alumnos sobre dichos productos. Tabla 17 Las drogas más desconocidas en cuanto a su riesgo (%) Producto Frecuencia Ningún Leve Moderado Grande Desconoce Cigarrillos Frecuentemente 2,7 8,2 11,6 71,7 5,9 Alcohol Frecuentemente 2,5 5,3 10,5 75,6 6,1 Alcohol Alguna vez 13,8 38,1 24,6 17,1 6,5 Cigarrillos Alguna vez 13 37,7 15,8 24,3 9,2 2 3,2 6,1 79,5 9,2 Marihuana Frecuentemente Alcohol Embriagarse 2,7 7,1 12,4 68,3 9,5 Marihuana Alguna vez 4,1 14,6 23,5 47,5 10,3 Cocaína Alguna vez 2,9 12,1 23,4 50,2 11,5 2 2,5 4,3 79,2 12 Inhalables Alguna vez 3,2 6,7 11,4 65,5 13,2 Inhalables Frecuentemente 2,8 3,4 4,3 76,1 13,2 2,1 4,3 10,4 69,3 13,9 1,9 1,7 2,3 78,9 15,2 Tran./Est. SPM Alguna vez 4,1 11,8 18,8 48,8 16,6 Tran./Est. SPM Frecuentemente 3,2 5,2 8,3 66,6 16,8 Éxtasis Alguna vez 3,4 11,5 21,5 41,7 22 Éxtasis Frecuentemente Cocaína Frecuentemente Más de una droga Alguna vez Más de una droga Frecuentemente 2,1 2,6 5,3 67,8 22,2 Drogas vegetales Alguna vez 4,6 12,3 20,9 35,1 27 Drogas vegetales Frecuentemente 2,6 3,6 8,7 57,6 27,4 Base/Crack Alguna vez 3,3 9,5 18,5 39,9 28,8 Base/Crack Frecuentemente 2,3 2,8 5,1 60,8 29 Los mayores niveles de desconocimiento sobre la peligrosidad de las drogas se refieren a: base/crack, drogas vegetales, éxtasis tranquilizantes/estimulantes adquiridos sin receta médica y al consumo de más de una droga. Estos datos evidencian que la prevención no ha ofrecido a los estudiantes información adecuada sobre las drogas. Llama la atención que los educandos no consideren a la base/crack y al éxtasis sustancias peligrosas, y que el mayor nivel de desconocimiento se refiera a estos productos particularmente adictivos. 36 4.2 PREVALENCIA DE VIDA DEL CONSUMO DE SUSTANCIAS PSICOACTIVAS, SPA, EN EL ÁMBITO NACIONAL, CUALQUIER DROGA Y EDAD PROMEDIO DEL PRIMER CONSUMO La prevalencia de vida del consumo de cualquier droga -sin considerar otras drogas, ni las drogas lícitas y medicamentos- se eleva al 12.8% en el ámbito nacional. Se observa, por lo tanto, un incremento significativo del consumo general de drogas en los estudiantes de educación media en relación a lo observado en 1998. Es preocupante que la segunda droga de mayor consumo - los inhalables (5.2%)- sea la que más tempranamente se consume en promedio: 12.6 años. La utilización de la marihuana, que es la primera droga de consumo entre los estudiantes (7.0% de prevalencia de vida), se inicia a una edad promedio más tardía, establecida en 14.10 años en el presente estudio. Estos datos muestran los límites de los esfuerzos desarrollados en el Ecuador para reducir la demanda. También confirman que las drogas están disponibles en el país. Y, por lo tanto, plantean con apremio la necesidad de un mejoramiento sustancial, tanto cualitativo como cuantitativo, de los actuales programas de reducción de la demanda. En el 2005, el patrón de consumo de las drogas ilícitas es: marihuana (7.0%) e inhalables (5.2%), como principales drogas de consumo, seguido por un segundo grupo compuesto por cocaína (2.4%), drogas vegetales (2.1%), éxtasis (2.1%), otras (2.0%) y base (1.6%); y un tercer grupo donde se encuentran las demás drogas con prevalencias pequeñas ≤ a 1% (heroína, alucinógenos, crack, opio, morfina y hashís). Con relación a 1998, se observa un cambio significativo del patrón de consumo de los inhalables, cuyo uso ha ganado en importancia y es casi tan relevante como el de la marihuana; así como el del éxtasis, cuyo consumo también se ha incrementado, ubicándose claramente dentro de los patrones de consumo de los estudiantes. Finalmente, dentro de este modelo cabe resaltar la importancia del consumo de tranquilizantes y estimulantes adquiridos sin receta médica. En general, la prevención se ha enfocado más en las drogas ilícitas tradicionales como marihuana, base y cocaína. Sin embargo, ahora debe considerar que nuevas SPA se han introducido en el mercado, en particular el éxtasis. Por otra parte, el alcohol y los inhalables representan los tradicionales productos relegados en las prioridades de la prevención; siempre considerados en el discurso, pero abordados de manera insuficiente en la realidad. El análisis de la categoría otras drogas revela que más del 90% de los estudiantes no precisó el producto que utilizó. Entre quienes lo especificaron, se encuentran las siguientes respuestas: “amapola, amortiguante, bazuco, búfalo blanco niucra, cloro, droga en hierba, floripondio, ganlla, inyecciones, pasta 37 dental seca, tela de are, pepa amapola, perika, polvo, sosagón, tacha, un polvo blanco”. Productos como “bazuco”, “polvo”, “floripondio” y “sosagón” (¿sosegón?) debieron responderse en otros lugares del cuestionario, y las demás respuestas de los estudiantes en esta categoría no se refieren claramente a drogas. Por estas razones, se decidió eliminar esta categoría de los análisis ulteriores. La variable cualquier droga, tampoco incluye los tranquilizantes y estimulantes adquiridos sin receta médica, puesto que resulta difícil determinar si su uso se debe a fines médicos o adictivos. La variable prevalencia de vida del consumo de cualquier droga es el producto de un cálculo en el cual se determina el número de personas que indican haber consumido una o más drogas, sin importar el tipo de producto. De esta manera, la prevalencia de vida de cualquier droga se calcula en 14.2% y en 14.0%, excluyendo otras drogas. Por otra parte, la categoría drogas vegetales presenta ciertas ambigüedades, especialmente en el Oriente ecuatoriano, pero también en otros grupos. Esto se debe a que allí, a diferencia de otros lugares del país, ciertos productos no se asumen como drogas debido a sus significaciones ancestrales y/o culturales. Por ejemplo, un joven de Quito podría considerar la ayahuasca como un alucinógeno y, por ende, una droga, mientras que para un estudiante del Oriente es una planta medicinal o mágica. Clasificar las SPA desde una cultura citadina u “occidentalizada” puede plantear discrepancias con la clasificación personal que existe en ciertas regiones culturalmente diferentes. Además, la metodología del SIDUC recubre parcialmente la categoría alucinógenos, la cual incluye productos como la ayahuasca o el floripondio, que precisamente son drogas alucinógenas. Por estas razones se eliminaron estos productos en el análisis de causalidad. La edad promedio del primer consumo de inhalables es 12.6 años, mientras que de la base y la marihuana es 14.6 y 14.10 años, respectivamente. Esto significa que los alumnos que reportan un consumo personal de drogas ilícitas realizaron su primer consumo entre los 12.6 y los 14.10 años de edad. Tabla 18: Prevalencias de vida del consumo de SPA y edad media del primer consumo, en el ámbito nacional Psicoactivo Prevalencia de vida en el ámbito nacional (%) Edad del primer consumo en el ámbito nacional (años) Psicoactivo Alcohol 61,6 12 años, 6 meses Inhalables Cigarrillos 54,4 13 años, 1 mes Cigarrillos Marihuana 7,0 13 años, 2 meses Tranquilizantes Tranquilizantes sin RM 6,1 13 años, 4 meses Estimulantes Inhalables 5,2 13 años, 4 meses Morfina 38 Estimulantes sin RM 2,7 13 años, 7 meses Alcohol Cocaína 2,4 13 años, 9 meses Drogas vegetales Éxtasis 2,1 14 años, 0 meses Opio Drogas vegetales 2,1 14 años, 3 meses Otras drogas Otras 2,0 14 años, 4 meses Heroína Pasta base 1,6 14 años, 6 meses Cocaína Heroína 0,9 14 años, 6 meses Éxtasis Alucinógenos 0,6 14 años, 7 meses Pasta base Crack 0,6 14 años, 7 meses Crack Opio 0,5 14 años, 8 meses Alucinógenos Morfina 0,5 14 años, 8 meses Asís Hashís 0,3 14 años, 10 meses Marihuana Cualquier droga con otras 13.0 14 años, 2 meses Cualquier droga con otras 14 años, 2 meses Cualquier droga sin otras Cualquier droga sin otras 12.8 El 12.8% de la prevalencia de vida de cualquier droga sin otras representa 42.842 personas de la población nacional de estudiantes estudiada (noveno de educación básica, y primero y tercero de bachillerato). En adelante, la descripción del consumo de drogas se hará con la variable cualquier droga sin otras. Tabla 19: Estimación de los parámetros de la población – Número de estudiantes consumidores de SPA en la población estudiada Casos encontrados en la muestra Casos esperados en la población Cigarrillos 8.166 183.684 Alcohol 8.894 208.069 Tranquilizantes 875 20.794 Estimulantes 408 9.295 Inhalables 796 17.816 Marihuana 1.078 23.747 Pasta base 258 5.539 Cocaína 350 8.017 Heroína 148 3.212 Éxtasis 307 7.037 Alucinógenos 97 2.155 Crack 94 2.125 Opio 76 1.639 Morfina 70 1.648 Asís 57 1.165 Drogas vegetales 339 7.019 Otras drogas 286 6.679 Psicoactivo 39 Número de drogas consumidas en el ámbito nacional En el transcurso de su vida, la mayoría de los consumidores (62.6%) ha usado una sola droga y el 37.4%, dos o más productos ilícitos. Gráfico No. 3 (%) Número de drogas consumidas en el ámbito nacional 62.6 18.3 8 1 droga 2 4.6 3 4.5 2 4 5 6y+ Prevalencia de vida de cualquier droga por dominio La región con menor prevalencia de vida de cualquier droga es el Oriente ecuatoriano. La Sierra y la Costa, por una parte, y Quito y Guayaquil, por otra, presentan un valor similar. La única diferencia significativa se presenta entre el Oriente ecuatoriano, por una parte, y la Sierra, la Costa, Quito y Guayaquil, por la otra. Tabla 20: Prevalencia de vida de cualquier droga por dominio (%) Nacional Quito Guayaquil Sierra Costa Oriente 12.8 17.5 15.4 14.5 11.3 10.3 Prevalencia de vida por tipo de droga y dominio La información siguiente resume los valores de la prevalencia de vida del consumo de SPA por producto y por cada uno de los dominios de representatividad de la muestra. Tabla 21: Prevalencia de vida por tipo de droga y dominio (%) Cigarrillos Nacional Quito Guayaquil Sierra Costa Oriente 54.1 63.9 67.0 57.9 50.5 51.3 40 Alcohol 61.2 71.3 60.4 66.9 55.7 62.6 Tranquilizantes 6.1 8.2 4.6 8.1 4.1 6.5 Estimulantes 2.7 4.1 1.9 3.6 1.9 3.7 Inhalables 5.2 7.5 5.2 6.4 4.1 5.7 Marihuana 7.0 11.0 8.7 8.1 6.1 4.0 Base 1.6 3.3 1.9 2.1 1.2 0.8 Cocaína 2.4 4.3 2.2 3.0 1.8 1.2 Heroína 0.9 2.0 0.9 1.3 0.6 0.6 Éxtasis 2.1 3.6 2.1 2.9 1.4 1.0 Alucinógenos 0.6 1.3 0.6 0.9 0.4 0.3 Crack 0.6 1.3 0.6 0.9 0.2 0.4 Opio 0.5 1.0 0.6 0.6 0.3 0.1 Morfina 0.5 0.8 0.5 0.7 0.3 0.3 Asís 0.3 0.7 0.5 0.4 0.3 0.2 Drogas vegetales 2.1 3.3 2.0 2.6 1.5 3.0 Otras 2.0 4.3 0.7 3.3 0.7 1.6 Tabla 22: Prevalencia de vida, de año y mensual por tipo de droga en el ámbito nacional (%) Nacional Vida Último año Último mes Tranquilizantes SRM 6.1 3.0 1.4 Estimulantes SRM 2.7 1.3 0.8 Inhalables 5.2 2.4 0.9 Marihuana 7.0 3.8 1.8 Pasta base 1.6 0.9 0.6 Cocaína 2.4 1.4 0.7 Heroína 0.9 0.5 0.3 Éxtasis 2.1 1.1 0.5 Alucinógenos 0.6 Crack 0.6 Opio 0.5 Morfina 0.5 Asís 0.3 Drogas vegetales 2.1 1.0 0.4 Otras drogas 2.0 1.1 0.6 Tabla 23: Prevalencia de vida, de año y de mes por tipo de droga: Quito (%) Quito Vida Último año Último mes Tranquilizantes SRM 8.2 3.6 1.7 Estimulantes SRM 4.1 1.8 1.1 Inhalables 7.5 4.1 1.7 Marihuana 11.0 7.1 3.6 Pasta base 3.3 2.0 1.2 Cocaína 4.3 2.8 1.3 Heroína 2.0 1.0 0.5 41 Éxtasis 3.6 2.1 1.1 Alucinógenos 1.3 Crack 1.3 Opio 1.0 Morfina 0.8 Asís 0.7 Drogas vegetales 3.3 1.8 0.9 Otras drogas 4.3 1.9 0.8 Tabla 24: Prevalencia de vida, de año y mes por tipo de droga: Guayaquil (%) Guayaquil Vida Último año Último mes Tranquilizantes SRM 4.6 2.5 1.4 Estimulantes SRM 1.9 1.0 0.5 Inhalables 5.2 1.7 0.5 Marihuana 8.7 3.1 1.1 Pasta base 1.9 0.6 0.2 Cocaína 2.2 0.9 0.4 Heroína 0.9 0.5 0.3 Éxtasis 2.1 0.8 0.4 Alucinógenos 0.6 Crack 0.6 Opio 0.6 Morfina 0.5 Asís 0.5 Drogas vegetales 2.0 0.6 0.3 Otras drogas 0.7 0.5 0.3 Tabla 25: Prevalencia de vida, de año y mes por tipo de droga: Sierra (%) Sierra Vida Último año Último mes Tranquilizantes SRM 8.1 3.7 1.5 Estimulantes SRM 3.6 1.6 1.0 Inhalables 6.4 3.2 1.4 Marihuana 8.1 5.3 2.6 Pasta base 2.1 1.4 0.9 Cocaína 3.0 1.9 1.0 Heroína 1.3 0.6 0.3 Éxtasis 2.9 1.7 0.8 Alucinógenos 0.9 Crack 0.9 Opio 0.6 Morfina 0.7 Asís 0.4 Drogas vegetales 2.6 1.3 0.6 Otras drogas 3.3 1.7 0.8 42 Tabla 26: Prevalencia de vida, de año y mes por tipo de droga: Costa (%) Tranquilizantes SRM 4.1 2.3 1.2 Vida Último año Último mes Inhalables 4.1 1.5 0.4 Marihuana 6.1 2.4 1.0 Pasta base 1.2 0.5 0.2 Cocaína 1.8 0.9 0.4 Heroína 0.6 0.4 0.2 Éxtasis 1.4 0.6 0.3 Alucinógenos 0.4 Crack 0.2 Opio 0.3 Morfina 0.3 Asís 0.3 Drogas vegetales 1.5 0.6 0.3 Otras drogas 0.7 0.5 0.3 Costa Tabla 27: Prevalencia de vida, de año y mes por tipo de droga: Oriente (%) Oriente Vida Último año Último mes Tranquilizantes SRM 6.5 3.7 2.5 Estimulantes SRM 3.7 2.0 1.2 Inhalables 5.7 2.9 1.6 Marihuana 4.0 2.6 1.2 Pasta base 0.8 0.4 0.2 Cocaína 1.2 0.8 0.3 Heroína 0.6 0.4 0.1 Éxtasis 1.0 0.5 0.3 Alucinógenos 0.3 Crack 0.4 Opio 0.1 Morfina 0.3 Asís 0.2 Drogas vegetales 3.0 1.4 0.7 Otras drogas 1.6 1.0 0.5 Incidencia del consumo de drogas La prevalencia, se ha dicho, mide la relación entre el número de personas con una determinada característica y el número de personas estudiadas, mientras que la incidencia estima la proporción de casos nuevos que adquirieron dicha característica respecto de un determinado intervalo temporal; en esta ocasión, el año y el mes anteriores a realizarse la encuesta. Como se observará, los productos que presentan la mayor tasa de incidencia son los tranquilizantes y la 43 marihuana. Sobre este último producto, el cálculo indica que su consumo creció en 1.47% respecto del valor encontrado hace un año. Tabla 28: Incidencia anual y mensual del consumo de sustancias psicoactivas Sustancia Incidencia anual Incidencia mensual Inhalables 1.01 0.44 Marihuana 1.47 0.51 Cocaína 0.62 0.26 Pasta base 0.41 0.19 Éxtasis 0.52 0.25 Heroína 0.18 0.05 Drogas vegetales 0.40 0.15 Otras drogas 1.07 0.44 Tranquilizantes 2.64 1.01 Estimulantes 1.18 0.47 Prevalencia de consumo de cualquier droga por sexo, en el ámbito nacional La prevalencia del consumo de cualquier droga es mayor entre los estudiantes del sexo masculino en comparación con las del sexo femenino, y esta diferencia es significativa (p<.000). Sin embargo, comparando con los datos de 1998, la diferencia tiende a disminuir, marcando quizá una tendencia a la homogeneización del consumo entre ambos sexos. Tabla 29: Prevalencia de vida de cualquier droga: marihuana, inhalables, base, cocaína, éxtasis y excesos con el alcohol por sexo (%) Masculino Femenino Cualquier droga (p<.000) 18.5 7.7 Marihuana 10.8 3.6 Inhalables 7.1 3.6 Base 2.8 0.6 Cocaína 3.8 1.1 Éxtasis 3.2 1.1 Excesos con el alcohol 2.86 2.07 Prevalencia de consumo de cualquier droga por edad, en el ámbito nacional La prevalencia de consumo crece con la edad y las diferencias son significativas, lo cual indica la influencia de la edad sobre el consumo. 44 Tabla 30: Prevalencia de vida de cualquier droga: marihuana, inhalables, base, cocaína, éxtasis y excesos con el alcohol por edad (%) 11 años 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 y + 9.2 10.2 14.1 14.8 15.4 19.9 17.8 23.2 16.6 3.1 4.4 6.4 8.9 10.5 15.0 12.8 22.2 16.6 3.1 4.7 5.1 6.2 5.3 5.4 6.5 4.6 5.4 di9 0.8 0.9 1.2 1.4 2.1 1.9 3.8 4.5 1.0 di 0.9 1.4 1.7 2.6 2.9 2.8 4.6 5.6 7.2 di 1.1 1.2 1.5 2.5 2.2 2.7 3.5 2.9 4,3 di 2.2 2.3 2.4 2.7 2.7 3.0 3.5 di Cualquier droga (p<.000) 7.6 6.5 Marihuana 2.6 3.2 Inhalables 6.3 Base 1.3 Cocaína di Éxtasis 1.3 Excesos con el alcohol 1.0 2.0 2.8 Prevalencia de vida de cualquier droga por colegio, en el ámbito nacional Existen diferencias significativas de la prevalencia de vida de cualquier droga según el tipo de colegio, encontrándose el mayor nivel en los colegios privados y el menor en otros (fiscomisionales). Tabla 31: Prevalencia de vida de cualquier droga: marihuana, inhalables, base, cocaína, éxtasis y excesos con el alcohol por tipo de colegio (%) Público Privado Otro 16.8 12.3 10.2 5.4 4.9 6.0 6.3 1.3 2.5 0.9 3.0 2.3 2.8 1.2 2.56 2.44 Cualquier droga (p<.000) 11.0 Marihuana (p<.000) 5.7 Inhalables (p<.000) Base (p<.000) Cocaína (p<.000) 2.1 Éxtasis (p<.000) 1.8 Excesos con el alcohol (p<.000) 2.51 9 . Datos insuficientes (di): El número de casos de la celda es insuficiente para calcular la prevalencia. 45 Prevalencia de vida de cualquier droga por tipo de colegio según sexo, en el ámbito nacional La prevalencia de vida del consumo de cualquier droga es mayor en los colegios masculinos y mixtos que en los femeninos. Tabla 32: Prevalencia de vida de cualquier droga: marihuana, inhalables, base, cocaína, éxtasis y excesos con el alcohol por tipo de colegio, según sexo (%) Masculino Femenino Mixto 5.6 14.3 2.5 8.0 3.0 5.5 0.5 1.8 0.8 2.7 0.6 2.3 1.92 2.61 Cualquier droga (p<.000) 20.6 Marihuana (p<.000) 11.8 Inhalables (p<.000) 10.5 Base (p<.000) 3.5 Cocaína (p<.000) 4.3 Éxtasis (p<.000) 5.3 Excesos con el alcohol (p<.000) 2.90 Prevalencia de vida de cualquier droga según jornada de estudio, en el ámbito nacional Existen diferencias según la jornada de estudio en relación con la prevalencia de vida de cualquier droga. Tabla 33: Prevalencia de vida de cualquier droga: marihuana, inhalables, base, cocaína, éxtasis y excesos con el alcohol por jornada de estudio (%) Matutina Vespertina Nocturna 11.1 17.6 5.9 9.3 5.2 5.1 7.9 1.6 1.6 3.0 2.2 3.5 1.9 1.2 Cualquier droga (p<.000) 13.2 Marihuana (p<.000) 7.3 Inhalables (p<.000) Base (p<.000) Cocaína (p<.000) 2.4 Éxtasis (p<.000) 2.2 Excesos con el alcohol 2.53 2.46 2.71 46 Prevalencia de vida de cualquier droga según año de estudio, en el ámbito nacional La prevalencia del consumo de cualquier droga presenta un crecimiento importante entre noveno de educación básica y primero de bachillerato, para luego estabilizarse. Tabla 34: Prevalencia de vida de cualquier droga: marihuana, inhalables, base, cocaína, éxtasis y excesos con el alcohol por año de estudio (%) Noveno de básica Primero de bachillerato Tercero de bachillerato 15.0 15.2 7.6 11.2 6.3 4.7 1.7 2.2 2.9 3.0 2.5 2.4 Cualquier droga (p<.000) 9.0 Marihuana (p<.000) 3.5 Inhalables (p<.000) 4.7 Base (p<.000) 1.1 Cocaína (p<.000) 1.4 Éxtasis (p<.000) 1.4 Excesos con el alcohol (p<.000) 2.57 2.41 2.61 47 Estas relaciones se grafican con HOMALS de la siguiente manera: Cuantificaciones Quantifications 2 Masculino PrevCualquierVida 2 p4 p5 Femenino 1 p6 Dimension 2 Privado p7 Consumidores 6to Abstinentes Matutina 4to 2do Publico 0 -1 Otro -2 Nocturna -3 -1.5 -1.0 -0.5 0.0 0.5 1.0 1.5 Dimension 1 De este análisis se desprende que los adolescentes más expuestos al riesgo son los que cursan el primero y tercero de bachillerato, estudian en un colegio masculino y en jornada nocturna. 4.2.1 DISPONIBILIDAD DE LAS DROGAS EN EL ÁMBITO NACIONAL La disponibilidad de la droga es un indicador de su presencia en los contextos estudiantiles. La de mayor presencia es la marihuana y la de menor, la heroína. Es importante destacar que de un 60 a 65% de los estudiantes desconoce la facilidad o dificultad de conseguir drogas. Tabla 35: Percepción del estudiante sobre la disponibilidad de las drogas en el ámbito nacional (%) Me sería fácil Me sería Difícil No podría conseguir No sé si es fácil o difícil Marihuana 14.8 8.7 17.0 59.5 Cocaína 7.3 11.6 19.9 61.2 Pasta base 5.1 9.0 20.6 65.3 Éxtasis 6.6 9.3 20.4 63.8 Heroína 4.2 9.0 21.2 65.6 48 Disponibilidad de las drogas según los abstinentes y consumidores10 Entre los alumnos abstinentes y los consumidores existe una diferencia estadísticamente significativa (p<0.0001) en cuanto a la disponibilidad de los productos examinados. La proporción de alumnos que afirman que la droga es de fácil acceso es cuatro veces mayor entre los consumidores. Entre éstos, quienes manifiestan que no podrían conseguir la droga representan seguramente un grupo que depende de otros alumnos para consumir. Para los alumnos consumidores, las drogas son de más fácil acceso simplemente porque al querer consumirlas se vuelven más accesibles. Según los entrevistados, la droga de más fácil disponibilidad es la marihuana y la de más difícil acceso la heroína, cualquiera sea la situación del alumno. Tabla 36: Percepción de la disponibilidad de la droga, según los abstinentes y consumidores (%) 10 Marihuana Me sería fácil Me sería difícil No podría conseguir Abstinentes 29.1 22.9 48.0 Consumidores 64.1 15.8 20.0 Nacional 36.6 21.5 41.9 Cocaína Me sería fácil Me sería difícil No podría conseguir Abstinentes 15.0 28.8 56.2 Consumidores 33.4 34.1 32.4 Nacional 18.9 29.9 51.2 Base Me sería fácil Me sería difícil No podría conseguir Abstinentes 11.1 25.5 63.3 Consumidores 29.1 27.2 43.7 Nacional 14.7 25.9 59.4 Éxtasis Me sería fácil Me sería difícil No podría conseguir Abstinentes 13.7 25.2 61.1 Consumidores 34.7 27.4 37.9 Nacional 18.1 25.6 56.3 Heroína Me sería fácil Me sería difícil No podría conseguir Abstinentes 9.4 24.7 65.9 Consumidores 23.5 31.0 45.5 Nacional 12.3 26.0 61.7 Se define al consumidor como aquel individuo que afirma haber consumido alguna droga alguna vez en la vida. 49 Disponibilidad de las drogas por dominio Al comparar el comportamiento de esta variable por dominio, el Oriente amazónico aparece como el espacio donde se verifica la menor disponibilidad de drogas. Quito, en comparación con Guayaquil, presenta mayores posibilidades de acceso para todas las drogas examinadas. Este dato guarda relación con la prevalencia de vida, que es mayor en Quito. Tabla 37: Disponibilidad de las drogas por dominio (%) Quito Guayaquil Sierra Costa Oriente Marihuana Fácil 46.5 31.7 39.9 33.4 24.8 Difícil 20.0 20.5 21.4 21.4 25.5 No podría 33.5 47.7 38.7 45.3 49.7 Cocaína Fácil 24.1 16.1 20.7 17.1 14.3 Difícil 33.4 26.3 31.4 28.3 27.3 No podría 42.5 27.5 47.9 54.6 58.5 Fácil 19.3 12.8 16.6 12.8 9.1 Difícil 27.7 23.7 26.8 24.9 24.6 No podría 53.0 63.5 56.6 62.3 66.4 Fácil 25.4 12.2 22.9 12.6 11.4 Difícil 27.4 25.5 25.7 25.5 25.0 No podría 47.2 62.3 51.4 61.8 63.5 Fácil 16.0 10.3 13.8 10.8 8.1 Difícil 27.4 24.9 26.3 25.8 23.7 No podría 56.6 64.9 59.9 63.4 68.3 Pasta base Éxtasis Heroína Último ofrecimiento de droga En general, la droga más ofrecida es la marihuana (14.4% de los casos), seguida de la cocaína (6.4%), el éxtasis (5.4%) y la heroína (3.4%). Tabla 38: Último ofrecimiento de droga a la población estudiantil (%) ¿Cuándo fue el último ofrecimiento de droga? Durante los últimos 30 días Más de un mes, menos de un año Hace más de un año Nunca me han ofrecido Marihuana 4.2 4.5 5.7 85.6 Cocaína 1.4 2.0 3.0 93.5 Pasta base 1.0 1.0 1.9 96.1 Éxtasis 1.2 1.6 2.6 94.6 Heroína 0.6 1.0 1.8 96.6 50 Ofrecimiento de droga alguna vez en la vida El porcentaje de estudiantes que alguna vez se encontró en una situación en la cual le fue ofrecida droga para comprar o probar es el siguiente, de acuerdo al producto: 14.4%, marihuana; 6.5%, cocaína; 3.9%, base; 5.4%, éxtasis y 3.4%, heroína. Tabla 39: Ofrecimiento de droga alguna vez en la vida (%) Alguna vez en la vida Marihuana Cocaína Pasta base Éxtasis Heroína 14.4 6.5 3.9 5.4 3.4 Gráfico No. 4 (%) Ofrecimiento de droga y número de drogas ofrecidas durante la vida en el ámbito nacional 84,9 8,0 0 1 3,0 1,5 0,9 1,7 2 3 4 5 En resumen, al 15.1% de los alumnos alguna vez en su vida le ofrecieron una o más drogas. Al 8.0% le ofertaron un solo tipo de droga, mientras que al 7.1%, dos y más drogas. Ofrecimiento de marihuana alguna vez en la vida y consumidores de marihuana en prevalencia de vida Tabla 40: Asociación entre el ofrecimiento y el consumo de marihuana Ofrecimiento de marihuana Consumo de marihuana No Si No 97.8 61.3 Sí 2.8 38.7 Total 86.6 13.4 51 El 92.9% de la población total nunca consumió marihuana, mientras que el 7.1% indica haberlo hecho por lo menos una vez en la vida. En el grupo de los estudiantes que fueron expuestos por lo menos una vez en la vida a un ofrecimiento, la proporción de consumidores asciende a 38.7%, mientras que en el de los jóvenes que no conocieron esa situación, dicha proporción se establece en 2.8%. Por lo tanto, el ofrecimiento y el consumo se asocian estrechamente, lo cual no quiere decir que el primero sea causa del segundo. Lugar donde ocurrió el último ofrecimiento de droga El lugar donde con frecuencia se produce el último ofrecimiento de droga a los estudiantes es la fiesta, discoteca o conciertos (7.2% de marihuana y 5.2% de otras drogas), seguido por la casa y/o sus alrededores (3.6% de marihuana y 1.8% de drogas) y el colegio y/o sus alrededores (2.6% de marihuana y 1.3% de otras drogas). Cabe indicar la presencia de la Internet como medio para conseguir droga, aunque con una frecuencia reducida. Tabla 41: Lugar del último ofrecimiento de droga (%) En tu casa Alrededores de tu casa En tu colegio Alrededores del colegio Fiesta, discoteca Por Internet 2.6 1.9 7.2 0.7 1.4 5.2 0.7 Marihuana 0.5 3.6 Otra droga (pasta base, cocaína, éxtasis, etc.) 0.4 1.8 1.3 Variables relacionadas con la cercanía de un primer consumo en el ámbito nacional ¿Qué tan cerca se encuentra un alumno a un primer consumo de droga? De hecho, se trata de una pregunta difícil y en la encuesta se la abordó de la siguiente manera: Tabla 42: Distribución de la muestra según variables de riesgo (%) Sí No 1. ¿Crees que las personas exageran cuando dicen que bajo ningún pretexto se debería probar drogas ilícitas? 25.1 74.9 2. ¿Alguna vez tuviste la posibilidad de probar una droga ilícita? 13.4 86.6 3. ¿Alguna vez has tenido curiosidad o deseo de probar alguna droga ilícita? 21.4 78.6 4. ¿Crees que se debería tener una experiencia con las drogas ilícitas? 15.7 84.3 5. ¿Probarías drogas ilícitas para saber qué se siente? 14.1 85.9 6. ¿Crees que consumir drogas ilícitas de vez en cuando no es peligroso? 45.8 54.2 7. ¿Aceptarías si un amigo te ofreciera droga? 6.7 93.3 8. Si tuvieras la ocasión, ¿probarías alguna droga ilícita? 11.2 88.8 52 Estas variables permiten construir una escala de riesgo (riesgo 1) sumando las respuestas del estudiante. Un total de ocho puntos describe a un informante que respondió “sí” a todas las preguntas y que se encuentra muy cerca a una experiencia de consumo personal, si es que no lo ha hecho ya. La distribución de los consumidores, de acuerdo a su puntaje - que presenta diferencias significativas entre los dos grupos (p<.000)- es la siguiente: Gráfico No. 5 Distribución de los consumidores en la escala de riesgo 1 en el ámbito nacional 2005 83.3 62.9 6.2 0 1 17.7 11.0 6.7 2 3 4 46.3 41.5 28.2 5 6 7 8 La proporción de consumidores va en aumento a medida que el puntaje crece. En dicha escala, los abstinentes presentan un puntaje promedio de 1.2 y los consumidores de 3.2, siendo dicha desigualdad estadísticamente significativa. Estas variables permiten cierta diferenciación entre los grupos y podrían ser usadas por la prevención para realizar intervenciones más selectivas, pero no pueden considerarse suficientes, lo cual se indica en el siguiente cálculo (Tabla 43). Tabla 43: Resultados de la clasificación Prevalencia de vida cualquier droga Predicción de pertenencia a los grupos Total Abstinentes Consumidores Abstinentes 86,8 13,2 100,0 Consumidores 41,9 58,1 100,0 Casos no agrupados 78,1 21,9 100,0 Dichas variables permiten clasificar correctamente el 83.2% de los casos. El 58.1% de los casos de consumidores se clasificó correctamente, mientras que el 86.8% entre aquellos de los abstinentes. Este resultado indica que dichas variables permiten una predicción global, pero fallan en pronosticar el consumo. Por lo tanto, un trabajo adicional tiene que realizarse sobre la base del análisis multivariado de la estructura causal del consumo. 53 4.3 ANÁLISIS COMPARATIVO ENTRE 1998 Y 2005 El estudio de 1998 se realizó con metodología SEVIP, mientras que las investigaciones del 2002 y 2005 se desarrollaron con la del CICAD – SIDUC, cuyas muestras y cuestionarios fueron estandarizados bajo el sistema SIDUC, lo que ahora posibilita iniciar con mayor rigor las comparaciones entre estos datos, aunque existen ciertas diferencias en los diseños de dichos estudios, que se resumen a continuación. 4.3.1 Nivel de representatividad de la muestra Tabla 44: Características metodológicas de los estudios realizados a estudiantes en el Ecuador 1998 2002 2005 Representatividad de la muestra Nacional Quito Guayaquil Capitales de provincia Quito Metropolitano Nivel nacional Quito Guayaquil Costa Sierra Oriente Población estudiada Estudiantes de 9no de básica, 1ro, 2do y 3ro de bachillerato Estudiantes de 9no de básica, 1ro y 3ro de bachillerato Estudiantes de 9no de básica, 1ro y 3ro de bachillerato Cuestionario SEVIP SIDUC modificado 2001 SIDUC modificado 2004 De hecho, la incorporación de la metodología CICAD – SIDUC a los estudios de 2002 y 2005 ha creado ciertos problemas para compararlos con el de 1998, cuya población estudiada fue estudiantes de décimo de educación básica, primero, segundo y tercero de bachillerato; en cambio, en 2002 y 2005 se consideró a los estudiantes de noveno de educación básica, primero y tercero de bachillerato. Los tres estudios solo se pueden cotejar los datos de los estudiantes de noveno de educación básica y primero de bachillerato de Quito; los de 1998 y de 2005, en el ámbito nacional; y los de Quito y Guayaquil respecto de los estudiantes de noveno de educación básica y primero de bachillerato. 4.3.2 Las drogas investigadas Por otra parte, los segmentos estandarizados del cuestionario SIDUC del 2005, que todos los Observatorios Nacionales deben aplicar sin modificaciones, tienen diferencias con los de 1998 y 2002, en relación con los productos examinados. Tabla 45: Las drogas examinadas en los estudios realizados en el Ecuador 1998 1. 2. 3. 4. 5. Marihuana y hashís Base Cocaína Inhalables Alucinógenos (LSD, Floripondio, Ayahuasca, San Pedro, etc.) 6. Heroína 2002 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. Solventes e inhalables Marihuana Hashís Alucinógenos Heroína Opio Morfina Cocaína 54 2005 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. Inhalables Marihuana Pasta base Cocaína Heroína Éxtasis Alucinógenos Crack 7. Éxtasis 9. 10. 11. 12. 13. Pasta de coca Crack Éxtasis Metanfetaminas Otras drogas 9. 10. 11. 12. Opio Morfina Hashís Drogas vegetales (hongos, ayahuasca, san pedro, otras) 13. Otras drogas11 En la segunda encuesta, el número de drogas indagadas es mayor que en la primera encuesta y, además, en el 2005 se diferenció la categoría alucinógenos de la de drogas vegetales, incluyendo en esta última una serie de sustancias que de hecho también son alucinógenos. El cuestionario de 2005, en relación con el de 2002, no considera toda la variedad de las metanfetaminas o drogas de diseño, como “ice”, “cristal” y “éxtasis”, sino solamente este último producto. En 1998 no fueron considerados el crack, el opio, la morfina ni otras drogas. Este instrumento, al considerar en el 2005 un número mayor de productos, provocará lógicamente un aumento de las cifras de prevalencia en el cálculo de la variable cualquier droga. En 1998, cualquier droga se calculó en 6.1%, mientras que en el 2005, 12.8%. Así, en rigor, las comparaciones de las mediciones anteriores con las realizadas en el 2005 solo se deben hacer en relación con los productos considerados en 1998 y en 2002, y además para primero y sexto de bachillerato en los dominios de representatividad correspondientes, o sea nacional, Quito y Guayaquil. Esta información se presenta en los cuadros siguientes para la prevalencia de vida y la edad media del primer consumo, y su análisis se realiza de manera cualitativa. Las sustancias examinadas son: 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. Cigarrillos Alcohol Cualquier droga ilícita Marihuana Base Cocaína Heroína Tranquilizantes adquiridos sin receta médica Estimulantes adquiridos sin receta médica 4.3.3 Las características del diseño muestral La encuesta de 1998 se inició tomando en cuenta el curso. Por ejemplo, para obtener la muestra de décimo de educación básica, se empezó calculando el número de colegios a encuestar en este nivel, que difiere de la cantidad de colegios a investigar en primero, segundo y tercero de bachillerato. Mientras 11 . En negrilla, se identifican las sustancias que el estudio nacional de 1995 no indagó. 55 que en el 2002, se empezó tomando la muestra en los colegios y el número seleccionado se obtuvo de primero a tercero de bachillerato. En 1998 los colegios se seleccionaron tomando en cuenta que cada uno tenía una probabilidad del 50% de pertenecer o no a la muestra; la cual, en cambio, fue autoponderada en 2002 por el número de paralelos que tenía el colegio: a mayor número de paralelos, mayor probabilidad de pertenecer a la muestra. En el año 2002, la estratificación se realizó por tipo de colegio, es decir, fiscal, particular, laico y particular mixto. En el 2005 no se tuvo en cuenta esa consideración. En las tablas siguientes se comparan las prevalencias de vida del consumo de las drogas que pueden cotejarse entre 1998 y 2005, de acuerdo a los criterios establecidos. Cabe señalar que dicha comparación tiene sentido en el caso de productos cuyo consumo tenga un nivel importante de prevalencia. La precisión de la muestra afecta a aquellas sustancias con prevalencias bajas, que son los casos de la base, heroína, cocaína, tranquilizantes y estimulantes. Prevalencia de vida de consumo de cigarrillos en primero y tercero de bachillerato El consumo de cigarrillos presenta un incremento de su prevalencia en Guayaquil y una tendencia a la disminución de la edad promedio del primer consumo en todos los dominios analizados. Tabla 46: Comparación de la prevalencia de vida del consumo de cigarrillos (%) 1998 Nacional 46.5 Quito 68.5 Guayaquil 32.2 2002 2005 62.9 72.3 72.5 71.5 Tabla 47: Edad del primer consumo de cigarrillos12 (%) 1998 Nacional 14.6 Quito 14.3 Guayaquil 14.6 2002 2005 13.5 13.6 13.6 13.1 Prevalencia de vida de consumo de alcohol en primero y tercero de bachillerato La prevalencia de vida de consumo de alcohol presenta un incremento en todos los dominios examinados y una disminución de la edad promedio del primer consumo. 12 . Por criterio de la CICAD, el cálculo de la edad promedio del consumo de un producto se realiza solamente con las respuestas mayores a cinco años. 56 Tabla 48: Prevalencia de vida de consumo de alcohol (%) 1998 Nacional 56.8 Quito 72.5 Guayaquil 48.0 2002 2005 73.9 79.6 82.5 69.3 Tabla 49: Edad del primer consumo de alcohol (%) 1998 Nacional 14.9 Quito 14.8 Guayaquil 14.6 2002 2005 14.1 14.1 14.1 14.0 Prevalencia de vida de consumo de cualquier droga en primero y tercero de bachillerato Se observa un incremento significativo de consumo de cualquier droga en todos los dominios analizados. Tabla 50: Prevalencia de vida de consumo de cualquier droga ilícita (%) 199813 Nacional 6.4 Quito 12.9 Guayaquil 4.4 200214 200515 15.1 14.2 21.5 17.1 Tabla 51: Edad del primer consumo de cualquier droga ilícita 1998 Nacional 15.0 Quito 15.6 Guayaquil 14.0 2002 2005 14.2 15.1 15.1 14.0 Para determinar los factores responsables de dicho cambio, se presenta a continuación el siguiente análisis: 13 . La variable cualquier droga ilícita se construyó tomando en cuenta las siguientes substancias: marihuana y hashís, pasta base, cocaína, inhalables, alucinógenos (LSD, floripondio, ayahuasca, san pedro, etc.) y heroína. 14 . La variable cualquier droga ilícita se construyó tomando en cuenta las siguientes substancias: solventes e inhalables, marihuana, hashís, alucinógeno, heroína, opio, morfina, cocaína, pasta base, crack, éxtasis y metanfetaminas. 15 . La variable cualquier droga ilícita se construyó tomando en cuenta las siguientes substancias: inhalables, marihuana, pasta base, cocaína, heroína, éxtasis, alucinógenos, crack, opio, morfina y hashís. 57 Prevalencia de vida del consumo de marihuana en primero y tercero de bachillerato La prevalencia de consumo de marihuana muestra un importante incremento, puesto que se duplica en el ámbito nacional y tiene un aumento substancial en Quito y, especialmente, en Guayaquil. Tabla 52: Prevalencia de vida de consumo de marihuana16 (%) 1998 Nacional 4.6 Quito 9.9 Guayaquil 2.3 2002 2005 9.1 11.8 14.8 10.0 Edad del primer consumo de marihuana Para la comparación respecto a la edad del primer consumo se consideró la posibilidad de un primer consumo entre los cinco y veinte años. El análisis de la información revela que la edad promedio de consumo de marihuana ha disminuido en todos los dominios examinados; así, en el 2005, el primer consumo de esta droga se produce en promedio dos años y medio más temprano en relación con 1998 en el ámbito nacional y en Quito, y un año en comparación con Guayaquil. Tabla 53: Edad del primer consumo de marihuana (%) 1998 2005 Nacional 14.7 12.5 Quito 15.6 12.9 Guayaquil 13.8 12.8 Prevalencia de vida de consumo de inhalables en primero y tercero de bachillerato Por otra parte, la prevalencia de vida del consumo de inhalables ha aumentado en más del doble entre 1998 y 2005, pasando de 2.2% a 5.6% en el ámbito nacional. En Guayaquil, este aumento es cuatro veces mayor. Tabla 54: Prevalencia de vida de consumo de inhalables (%) 1998 2005 Nacional 2.2 5.6 Quito 5.3 8.4 Guayaquil 1.3 5.2 16 . Se debe tomar en cuenta que en 1998 se midió el consumo de marihuana y hashís en una misma variable, mientras que en los años 2002 y 2005 se lo hizo por separado; sin embargo, cabe señalar que en el 2005 la prevalencia de vida del consumo de hashís es de 0.4% y 7.8% la de marihuana, lo que sugiere que en el análisis comparativo no habría un sesgo significativo al realizar comparaciones por año. 58 Edad del primer consumo de inhalables en primero y tercero de bachillerato La edad promedio del consumo de inhalables ha disminuido en el ámbito nacional de 15.8 años de edad, en 1998, a 14.1 años de edad, en el 2005. Este dato expresa que en un lapso de siete años los inhalables se consumen un año y medio más temprano. Tabla 55: Edad del primer consumo de inhalables (%) 1998 Nacional 15.8 Quito 15.6 Guayaquil 15.5 2002 2005 14.1 14.4 15.2 14.7 Prevalencia de vida de consumo de pasta base La prevalencia de vida del consumo de base se mantiene constante, salvo en Quito, donde disminuye. Tabla 56: Prevalencia de vida de pasta base (%) 1998 2005 Nacional 2.5 1.9 Quito 5.3 3.9 Guayaquil 1.9 2.0 Edad del primer consumo de pasta base En las mediciones realizadas, la edad promedio del primer consumo de base se mantiene estable. Tabla 57: Edad del primer consumo de pasta base 1998 2005 Nacional 15.4 14.7 Quito 15.8 15.4 Guayaquil 14.3 14.1 Prevalencia de vida del consumo de cocaína Se observa en el ámbito nacional un leve aumento en la prevalencia de vida del consumo de cocaína. 59 Tabla 58: Prevalencia de vida de consumo de cocaína (%) 1998 2005 Nacional 2.6 2.9 Quito 5.0 5.3 Guayaquil 2.1 2.5 La edad promedio de inicio de consumo de cocaína no presenta diferencias particulares entre los tres estudios realizados. Obsérvense los resultados de 1998 y 2005. Tabla 59: Edad del primer consumo de cocaína (%) 1998 2005 Nacional 15.9 14.6 Quito 16.5 15.3 Guayaquil 13.3 14.3 Prevalencia de vida del consumo de heroína La prevalencia de vida del consumo de heroína presenta una disminución. Tabla 60: Prevalencia de vida de heroína (%) 1998 2005 Nacional 1.6 1.1 Quito 4.7 2.3 Guayaquil 1.1 1.0 Edad del primer consumo de heroína Cabe destacar la diferencia en la edad promedio de inicio de consumo de heroína en el ámbito nacional, ya que el mismo aumento se mantiene constante en Quito y Guayaquil. Tabla 61: Edad del primer consumo de heroína (%) 1998 2005 Nacional 13.2 14.4 Quito 15.0 15.1 Guayaquil 12.3 14.2 60 Prevalencia de vida de tranquilizantes La prevalencia de vida y la edad promedio de inicio de consumo de tranquilizantes adquiridos sin receta médica no presentan cambios singulares entre los periodos de realización de los estudios. Tabla 62: Prevalencia de vida de tranquilizantes (%) 1998 2005 Nacional 7.1 7.2 Quito 9.9 9.3 Guayaquil 6.9 5.4 Edad del primer consumo de tranquilizantes Tabla 63: Edad del primer consumo de tranquilizantes 1998 2005 Nacional 14.2 13.2 Quito 13.9 13.7 Guayaquil 14.8 14.1 Prevalencia de vida de estimulantes La prevalencia de vida de los estimulantes adquiridos sin receta médica expresa una tendencia decreciente al comparar los momentos considerados (1998 – 2005). Tabla 64: Prevalencia de vida de estimulantes (%) 1998 2005 Nacional 4.0 3.2 Quito 5.8 4.5 Guayaquil 3.9 2.3 Edad del primer consumo de estimulantes Al comparar los estudios realizados en 1998 y 2005, se observa una disminución de la edad de inicio de consumo de estimulantes adquiridos sin receta médica, tanto en Guayaquil como en el ámbito nacional; mas no en Quito, donde se mantiene igual. Tabla 65: Edad del primer consumo de estimulantes 1998 2005 Nacional 14.8 13.7 Quito 14.5 14.5 Guayaquil 14.6 13.8 61 En conclusión, se puede observar que en el marco del incremento general de consumo de drogas, estimado a través de la variable cualquier droga, la marihuana y los inhalables tienen un peso importante, puesto que su consumo aumentó en más del doble durante el periodo comprendido entre 1998 y 2005. Se observa también, y de manera consistente, una disminución importante de la edad promedio del primer consumo de esos productos. A este cambio puede contribuir el incremento de consumo de cocaína, aunque en un grado mucho menor. Cabe indicar que en la medición realizada en 1998, el crack, el opio, la morfina y otras drogas no se consideraron, mientras que en la de 2005, sí. Por lo tanto, parte del aumento de la prevalencia de vida de cualquier droga se puede atribuir también a que dichos productos no fueron considerados en 1998. Finalmente, una tercera fuente de variación en esta prevalencia puede atribuirse a que los dominios Costa, Sierra y Oriente, examinados en el 2005, no tienen equivalentes muestrales en el estudio de 1998. 4.4 LAS VARIABLES ASOCIADAS AL CONSUMO DE DROGAS EN EL ECUADOR El concepto de “asociación”, en el análisis estadístico de datos cuantitativos, presenta una cierta relación con el concepto de relación causal, sin serle equivalente. Una asociación entre dos variables significa que un cambio en la una se propaga hacia la otra y provoca un cambio en ella. En otros términos, si un aumento (o disminución) en A se acompaña de un aumento (o disminución) en B - relación directa- o si un aumento (o disminución) en A se acompaña de una disminución (o aumento) en B - relación inversa- se asumirá que A y B presentan algún tipo de interdependencia, de asociación, o sea, no son independientes. Pero la presencia de una covariación no significa necesariamente la presencia de una conexión causal entre estas variables, donde la una podría considerarse como causa y la otra como efecto. Por ejemplo, los estudios epidemiológicos muestran que el consumo crece con la edad (dentro de un cierto rango) y en este caso, se justifica decir que a mayor edad de una persona (A), mayor probabilidad dentro de este mismo rango de observar una situación de consumo de sustancias (B). Así, la edad (o lo que recubre) se ubica del lado de la causa y el consumo, del efecto. Pero no todo lo que presenta una covariación puede interpretarse en términos de conexión causal. Por ejemplo, en los datos 62 del CICDAT, las variables “traficantes arrestados” y “hectáreas erradicadas” presentan un mismo comportamiento creciente y una correlación mostraría un valor alto. Pero, ¿podría concluirse que la una es causa de la otra? A este propósito, se tendría dificultad para entender cómo los traficantes arrestados pudieran influir en el número de hectáreas erradicadas. Pero esta covariación se explicaría más fácilmente si se la entiende como provocada por la presencia de una tercera variable, en este caso, el número de profesionales que trabajan en programas de interdicción, así como la eficacia de su labor. Este tipo de variable se llama “oculta”, y pueden existir dos situaciones al respecto: la variable es oculta desde un sistema de datos, en particular porque no se la consideró en un estudio; por ejemplo, el SIDUC/CICDAT no mide el número de profesionales que trabajan en las distintas áreas de los programas de reducción de la oferta y de la demanda, pero, por otra parte, una variable puede ser oculta porque no se sospecha su presencia. El primer caso corresponde a un vacío de datos, y en general se puede corregir, mientras el segundo, a un vacío de conocimientos, y su solución resulta más difícil. En el análisis de este tipo de situación interviene un criterio de sentido común, a más del criterio estadístico considerado como único. La probabilidad de que los consumidores tengan amigos afectos a la droga es mayor que en sujetos abstinentes. Con cierta frecuencia, se ha explicado esta asociación en términos de relación causal, donde A -tener amigos consumidores- es causa de B -el consumo personal-. Varios conceptos de prevención se han estructurado sobre esta interpretación para, por ejemplo, intentar fortalecer la capacidad de resistencia a la presión por parte del sujeto. Sin embargo, dicha interpretación es abusiva porque se basa sobre una relación seudo causal. No hay una relación causal directa entre A y B porque existe una tercera variable oculta -C-, que es el deseo de consumir del sujeto y que lo impulsará a buscar personas con quienes lo pueda satisfacer. A este tipo de análisis se lo califica como bivariado, para indicar que se ubicará la variable consumo como el efecto y se buscarán una por una las variables que se asocian o no con esta variable. El tipo de pregunta que se realiza en estos análisis es así: ¿Es mayor el número de consumidores en los estudiantes de sexo masculino que en los de sexo femenino? Con variables medidas en escalas nominales u ordinales, se usan generalmente tablas de contingencias que permiten comparar las frecuencias observadas con las frecuencias hipotéticas que existirían si no habría diferencias entre los sexos. Mediante un estadístico específico, se puede estimar la importancia de las diferencias observadas y aceptar o rechazar la hipótesis de la independencia con un riesgo de error conocido. Por ejemplo, la tabla siguiente muestra que el consumo de drogas es mayor en hombres (entre los cuales el 18.5% admite un consumo) que en mujeres (7.8%). El valor calculado del Chi-cuadrado es grande, e indica que los estudiantes - hombres y mujeres- difieren bastante unos de los otros, respecto del consumo. Esta diferencia no se puede atribuir a fluctuaciones aleatorias, e indica que existe una condición ligada al sexo que genera una fuente sistemática de variación, lo cual significa que el ser varón constituye un factor que influye en el consumo. 63 Tabla 66: Prevalencia del consumo en la vida de cualquier droga * Sexo Crosstabulation * sexo Prevalencia de vida Cualquier droga Total Abstinentes Consumidores Total Masculino Femenino Casos 127478 165277 292755 % p8 81,5% 92,2% 87,2% Casos 28923 13919 42842 % p8 18,5% 7,8% 12,8% Casos 156401 179196 335597 % p8 100,0% 100,0% 100,0% En el capítulo siguiente se realizará este tipo de análisis para las variables que componen las dimensiones de la familia y del colegio. Su interés radica en que en las variables donde se encuentra una asociación, se identifica un espacio donde podría ubicarse un probable factor de riesgo/protección. El análisis estadístico termina en este punto, a partir del cual debe desarrollarse un análisis psicológico para interpretar el dato, el cual no siempre resulta evidente. Por ejemplo, la asociación entre el divorcio y el consumo puede interpretarse con cierta facilidad. Se aceptará que un divorcio es un evento traumático para los miembros de la familia, en la mayoría de los casos, y que genera una serie de afectos disfóricos intensos que pueden sobrecargar la capacidad de regulación del sujeto e inclinarle hacia los afectos psicotrópicos de la droga. Pero, en otros casos, la interpretación puede resultar más difícil. Por ejemplo, la relación entre el sexo y el consumo es menos evidente: ¿Qué hay en el hombre que lo hace más propenso al consumo que a las mujeres? A pesar de estas limitaciones, la prevención tiene que considerar cuidadosamente el resultado de dicho análisis, puesto que las variables encontradas en asociación con el consumo pueden entrar como factores de riesgo/protección en un modelo y orientar una intervención. La desventaja de un análisis bivariado radica en que brinda una representación fragmentada de la estructura causal del consumo, puesto que cada asociación se analiza por separado. Por esta razón, se procederá más adelante a analizar las variables explicativas del estudio en su conjunto. En la presentación de los resultados de los análisis, se describe la distribución de la variable independiente de los datos obtenidos en el ámbito nacional en “Total nacional”. Esta información describe la distribución de dicha variable en la población estudiada. En un segundo momento, con la variable consumidores (prevalencia de vida de cualquier droga), que es la variable por explicar -o dependiente-, se calcula la proporción de consumidores que se encuentran en cada una de sus categorías para estimar la importancia de las diferencias que se presentan entre éstas (Pearson Chi-square >.05). Esta proporción se puede comparar con la media nacional de consumo de cualquier droga, que es del 64 14.0%. Mientras más se aleja de este valor, mayor es la probabilidad de que se presente una influencia entre estas dos variables, o sea, una dependencia. 4.4.1 LA FAMILIA A partir del marco teórico de la Segunda Encuesta Nacional, se planteó la hipótesis general de la influencia de la familia sobre la abstinencia y el consumo. Se determinaron ciertos factores del funcionamiento del sistema familiar, que pueden acercar o alejar al joven del consumo de alguna sustancia psicoactiva. Se analizaron específicamente los siguientes: - la composición familiar, la situación económica de la familia y la migración, la conflictividad de las relaciones interpersonales familiares, el control ejercido por los padres sobre el joven, cohesión y flexibilidad. La composición familiar La mayor proporción de alumnos consumidores se encuentra en familias de padres divorciados y la menor en familias donde los padres viven juntos o están separados. Estado civil de los padres Casados Divorciados Separados Viudo Unidos Soltero Desconoce Tabla 67: Composición de la familia (%) Total nacional 57.6 6.7 13.6 3.4 13.7 2.9 1.6 Consumidores (p<.000) 12.8 17.2 11.5 13.0 11.6 13.8 11.6 Tabla 68: ¿Viven juntos tus padres? (%) Viven juntos Viven separados Se divorciaron No se aplica Total nacional 67.2 20.4 6.2 0.3 Consumidores (p<.000) 12.3 12.3 18.0 13.4 La situación económica de la familia, la migración y el consumo La percepción de los estudiantes sobre la situación económica de sus familias no se asocia con el consumo. 65 Tabla 69: ¿Cómo calificarías la situación económica de tu familia? (%) Buena Regular Mala Total nacional 67.2 20.4 6.2 Consumidores 12.7 12.8 13.7 La migración de ecuatorianos al extranjero es un fenómeno relevante de esta última década, puesto que afecta directa o indirectamente al 65.4% de las familias de los estudiantes, de acuerdo a las encuestas. Pero no se asocia con el consumo. En el ámbito nivel nacional, en el 10.7% de los casos el padre es la persona que migró, en el 8.2% la madre, en el 11.7% algún hermano y en el 3.7% los abuelos. Tabla 70: ¿Tienes algún familiar que ha migrado al exterior del país? (%) Sí No Total nacional 65.4 34.1 Consumidores 12.8 12.7 Tabla 71: Parentesco con el familiar que migró y el consumo (%)17 Padre Sí No 10.7 89.7 Consumidores (.448) 15 14.1 Madre Sí No Total nacional 8.2 92.0 Consumidores(.005) 17.7 13.9 Total nacional Hermano Sí No Total nacional 11.7 87.9 Consumidores (.074) 16.0 14.0 Sí No Total nacional 3.7 96.1 Consumidores (.150) 16.9 14.1 Sí No Total nacional 69.3 30.7 Consumidores (.024) 13.6 15.5 Abuelo Otro Las únicas diferencias significativas aparecen cuando la persona que migró es la madre, lo cual expresa una asociación del consumo con la migración de la madre, pero no con la del padre, hermano, abuelo ni de otros familiares18. 17 . Quienes realizaron la digitación de la información optaron por tomar cada categoría como una variable independiente, dentro del conjunto constituido por la pregunta en aquellas interrogantes donde se aceptaron varias respuestas. Por ello, cuando se analiza la variable en conjunto los porcentajes no necesariamente deben sumar 100. 18 . La categoría otro incluye personas como tías, primos, familiar alejado, cuñadas, primas, hermanastras, etc. Por esta razón, se considera su relación con el consumo como lejana. 66 La conflictividad de las relaciones interpersonales familiares y el consumo El consumo se asocia con la calidad de la relación entre los padres y es evidente la influencia de los problemas de pareja en los hijos. En las familias donde los padres no tienen una buena relación existe el mayor porcentaje de consumidores. Tabla 72: ¿Cómo es la relación de tus padres? (%) Tienen una buena relación Ciertos problemas, pero están bien Me gustaría que sea mejor No tienen una buena relación Total nacional 31.5 39.0 10.4 8.0 Consumidores (.000) 11.0 13.7 13.4 15.4 Tabla 73: Tu relación con tu madre, ¿es mejor ahora que antes? (%) Mejor ahora que antes Peor ahora que antes Sigue buena Sigue mala Total nacional 36.4 6.6 49.3 2.3 Consumidores (.000) 12.8 19.6 11.4 16.3 Tabla 74: Tu relación con tu padre, ¿es mejor ahora que antes? (%) Mejor ahora que antes Peor ahora que antes Sigue buena Sigue mala Total nacional 28.6 8.8 43.6 5.9 Consumidores (.000) 12.7 18.0 10.9 17.7 Existe una asociación entre el consumo y la calidad de la relación del adolescente con su madre (p16) y con su padre (p17), puesto que la mayor proporción de consumidores se encuentra en aquellas constelaciones familiares donde la relación se ha degradado (2: “peor ahora que antes”) y donde se mantienen conflictos no resueltos (4: “sigue mala”). A mayor conflictividad en estas relaciones, mayor nivel de consumo. La relación con la madre es más sensible que la relación con el padre. Estas relaciones pueden representarse en el siguiente análisis (HOMALS), en el cual las categorías dos y cuatro significan “peor ahora que antes” y “sigue mala”, y donde se observa que una relación satisfactoria (1: “mejor ahora que antes” y 3: “sigue buena”) constituye un factor de protección respecto del consumo. 67 Gráfico No. 6 PrevCualquierVida2 p16 p17 3 4 2 2 4 Dimension 2 2 1 Consumidores 3 0 Abstinentes 3 1 1 -1 -1.0 -0.5 0.0 0.5 1.0 1.5 Dimension 1 Características de la relación con los padres, confianza, tiempo compartido, aspectos conflictivos y consumo La mayor proporción de consumidores abarca a aquellos adolescentes que no sienten confianza hacia ninguno de sus padres o que la otorgan a otra persona. Tabla 75: ¿A quién le tienes más confianza? (%) Padre Madre Ambos Otro Ninguno Total nacional 6.9 50.3 20.6 9.7 8.9 Consumidores (.000) 14.1 11.3 11.3 15.2 19.9 Tabla 76: ¿Mi madre me dedica? (%) El tiempo que necesito Más tiempo Total nacional 57.5 27.9 3.5 4.1 6.3 Consumidores (.000) 11.1 12.4 19.9 27.2 16.1 Menos tiempo No me interesa Tabla 77: ¿Mi padre me dedica? (%) El tiempo que necesito Más tiempo Menos tiempo No me interesa NSA Total nacional 35.1 39.0 2.9 9.4 12.6 Consumidores (.000) 10.4 12.3 20.0 21.8 12.4 68 NSA El mayor nivel de consumidores pertenece a las familias en las cuales el adolescente quisiera que tanto la madre como el padre le dedicaran menos tiempo, o en las que esta dedicación no le interesa, lo cual señala la inconformidad de los jóvenes respecto del significado del “tiempo” en la relación con sus padres. El control ejercido por la familia El 59.9% de las familias sabe siempre dónde se encuentra su hijo después de salir del colegio o durante los fines de semana. La mayoría de consumidores pertenece a las familias que ignoran el paradero de su hijo. La diferencia entre unas y otras es significativa, lo que revela deficiencias en el control ejercido por los padres o una oposición del adolescente para aceptarlo. Tabla 78: Después que sales del colegio o durante los fines de semana, ¿ocurre que tus padres no saben donde estás? (%) Nunca saben dónde estoy A veces no saben Siempre saben Total nacional 4.0 34.2 59.9 Consumidores (.000) 31.1 17.6 8.8 La proporción más significativa de consumidores se encuentra en las familias donde los padres no se preocupan por los programas de televisión que ven los hijos. El 59.8% de los padres, en el ámbito nacional, ejerce un control sobre el uso de la televisión. Tabla 79: En general, ¿alguno de tus padres se preocupa de los programas que ves en la televisión? (%) Sí No Total nacional 61.0 38.2 Consumidores .000 10.3 16.7 Según la percepción de los adolescentes, el 25.7% de las familias se preocupa poco o nada por lo que éstos hacen en el colegio, y es en este grupo donde se encuentra una mayor proporción de consumidores. Tabla 80: ¿Cuán preocupados están tus padres respecto de lo que haces en el colegio? (%) Mucho Bastante Poco Nada Total nacional 46.6 27.0 21.8 3.9 Consumidores (.000) 11.9 13.0 14.0 13.2 El mayor porcentaje de alumnos consumidores se encuentra en las familias donde el hijo no informa a los padres cuando éstos le preguntan sobre lo que se propone realizar en su tiempo libre, y en aquellas donde los padres no preguntan y el hijo no informa. 69 Tabla 81: Cuando sales de casa en las tardes o fines de semana, ¿tus padres te preguntan a dónde vas? (%) Sí y les digo Sí, pero no les digo No, pero les digo No y no les digo Total nacional 77.3 6.0 12.9 2.3 Consumidores (.000) 11.5 28.8 11.3 25.0 La hipótesis de independencia entre las dos variables puede ser rechazada: la mayor proporción de consumidores se encuentra en las familias donde los padres poco saben de los amigos de su hijo. Tabla 82: ¿Tus padres conocen a tus amigos más cercanos? (%) Bastante Más o menos Poco Total nacional 30.7 46.3 22.1 Consumidores (.000) 10.8 12.7 15.7 La proporción de consumidores es menor en las familias cuyo hijo no sale por la noche y en las que sí controlan la hora de su llegada a casa. Esta información puede interpretarse en el sentido de que la falta de control familiar se asocia con el consumo. El control es el resultado de una negociación entre padres e hijos, y la información muestra la presencia de fallas en este proceso, sea porque los padres no lo buscan o sea porque el hijo lo rechaza. Sin embargo, cabe preguntar, ¿qué es lo que hace que ciertas familias se preocupen más que otras sobre lo que hacen los hijos cuando no están con su familia? Tabla 83: Durante los fines de semana, ¿tus padres controlan a qué hora llegas a la casa en la noche? (%) Sí No No salgo Total nacional 48.1 8.5 42.5 Consumidores (.000) 14.7 25.1 8.2 Escala de control familiar Estas variables permiten construir una escala de control familiar, donde 0 indica una casi ausencia de control y 5 un control importante de la familia sobre el hijo. Su distribución es la que se observa en la tabla 85, siendo significativas las diferencias obtenidas. Tabla 84: Escala de control familiar (%) Puntaje 0 1 2 3 4 5 Nacional 0.6 1.8 7.1 18.2 34 38.3 Consumidores (.000) 37.2 28.8 21.6 16.9 14.1 10 70 Se observa que mientras menor es el control mayor es el consumo, y con HOMALS estas relaciones se grafican como sigue: Gráfico No. 7 ControlFamilia2 PrevCualquierVida2 3 1,00 Dimension 2 2 3,00 6,00 1 4,00 Consumidores 0 Abstinentes -1 2,00 5,00 -2 0 2 4 6 Dimension 1 La cohesión y la flexibilidad familiar19 En el modelo de David H. Olson, la cohesión describe los lazos emocionales que existen entre los miembros de la familia, o sea, cómo el sistema familiar integra la unión y la separación. Las familias se pueden clasificar en desconectadas, separadas, conectadas o aglutinadas. La flexibilidad se refiere a cómo el sistema familiar maneja el cambio y la estabilidad (liderazgo, control, disciplina, negociación, roles y normas). Desde esta dimensión, las familias se pueden clasificar en rígidas, estructuradas, flexibles y caóticas. 19 David H. Olson, Circumplex Model of Marital and Family Systems, en: Journal of Family Therapy, Empirical Approaches to Family Assessment., s.e, s.l., 1999 71 Gráfico No. 8 Número de días compartidos con los padres y proporción de alumnos consumidores en el ámbito nacional 2005 57.7 18.3 11.7 0 1 17.1 15.1 7.3 7.7 2 15.7 15.3 5.4 3.6 3 4 Nacional 18.7 14.2 3.9 12 2.6 5 6 7 Proporcion La mayor proporción de consumidores se encuentra en aquellas familias cuyos miembros no comparten ningún día (18.3%) o sólo uno (17.1%); y la menor, en aquellas que se reúnen todos los días (12%). Estas diferencias son significativas (.000). Tabla 85: Escala sobre cohesión familiar (%) Nunca Algunas veces Siempre Nos apoyamos mutuamente (.000) 16.1 15.3 12.7 b. Se toman en cuenta las sugerencias de los hijos (.000) 16.7 13.9 12.6 c. Los hijos opinan en cuanto a las normas y disciplina (.006) 15.7 13.4 13.6 d. Nos gusta pasar el tiempo libre en familia (.000) 21.1 14.5 10 Padres e hijos nos ponemos de acuerdo en relación con los castigos (.005) 14.8 12.9 12.8 Nos sentimos muy unidos (.000) 19 15.6 11.9 g. Los hijos tomamos las decisiones (.000) 13.2 15.8 19.7 h. Toda la familia está presente cuando se toma una decisión importante (.000) 18.6 14.6 11.8 i. Las normas y reglas son cambiantes (.000) 13.3 13.9 16.3 j. Con facilidad podemos planear actividades en familia (.000) 18.7 14.2 11.9 k. La unión familiar es muy importante (.000) 25.7 18.8 12.6 a. e. f. 72 En estas variables, la media para los abstinentes es de 21.4 y la de los consumidores 20.5, siendo significativa esta diferencia. La mayor proporción de consumidores se encuentra en aquellas familias donde los hijos sienten que: - Nunca o algunas veces existe un apoyo mutuo. Nunca se toman en cuenta sus sugerencias. Nunca pueden opinar sobre las normas y disciplina. Nunca gustan pasar el tiempo libre en familia. Nunca los padres y los hijos se ponen de acuerdo sobre los castigos. Nunca o algunas veces sienten la unión familiar. Nunca los hijos pueden tomar las decisiones. Nunca la familia toma decisiones importantes en conjunto. Siempre las normas y reglas son cambiantes. Nunca se pueden planear actividades en familia. Nunca se siente que la unión familiar es importante. Por lo tanto, de acuerdo al modelo circumplejo de Olson, se trata de familias desconectadas – separadas, desde la dimensión de la cohesión que estima la relación unión - separación; y más bien caóticas, desde la dimensión de la flexibilidad o capacidad para equilibrar la estabilidad y el cambio. Gráfico No. 9 1.0 AgrSi DomiSi RigiSiInjusSi NadaSi IndSi SobreSi 0.5 0.0 Dimension 2 PrevCualquierVida2 2 DomiNo RigiNo AgrNo NadaSi Consumidores IndNo Abstinentes IndNo SobreSi AgrNo DomiNo NadaNo InjusSi -0.5 p23a p23b p23c p23d p23e p23f p23g RigiSi DomiSi p23h p24a IndSi p24b AgrSi -1.0 p24c p24d 1 p24e p24f p24g -1.5 1 p24h -2.0 -1.0 -0.5 0.0 0.5 Dimension 1 73 1.0 1.5 Este análisis muestra la importancia fundamental que tiene el equilibrio del sistema familiar como factor de protección. Las familias disfuncionales son aquellas donde más frecuentemente tiene lugar el consumo del hijo o hija. El divorcio de los padres, la migración de la madre, los conflictos entre el padre y la madre, la mala relación del hijo con su madre y con su padre, la imposibilidad de vivir una relación de confianza con los progenitores, la decepción en el tiempo compartido con los padres - especialmente con la madre- , la despreocupación de los padres respecto de los hijos -cuyo indicador se manifestó en la dificultad para establecer un control funcional- constituyen elementos significativos de la estructura causal familiar del consumo. La prevención debe proponer mecanismos o estrategias para modificar el funcionamiento de estos tipos de familias y, principalmente, para promover y consolidar la unión entre sus miembros, así como ayudarles a alcanzar mayor estabilidad y coherencia en sus normas, roles y reglas. 4.4.2 EL COLEGIO En este capítulo se examina la relación que mantienen los adolescentes abstinentes y consumidores con el colegio, así como las variables en las cuales se diferencian. Se trata, por lo tanto, de un análisis de lo que podría calificarse de factores de riesgo ligados al espacio educativo. 4.4.2.1 CARACTERÍSTICAS EDUCATIVAS Las expectativas La mayor proporción de consumidores está integrada por aquellos estudiantes que estiman “poco probable” e “imposible” llegar a culminar el último año de educación media. Tabla 86: ¿Cuán probable crees tú que termines el último año de educación media? (%) Nacional Consumidores (.000) Muy probable Más o menos Poco probable Imposible No sé 64.2 19.5 2.6 0.6 12.7 12.1 16.0 20.7 17.7 9.5 Entre quienes piensan que no podrán acceder a estudios superiores se encuentra un porcentaje mayoritario de consumidores. Tabla 87: ¿Cuán probable crees tú que sigas estudios superiores? (%) Muy probable Más o menos Poco probable Imposible No sé Nacional 59.3 20.0 6.5 1.1 12.5 Consumidores (.000) 12.1 14.2 20.3 18.1 9.7 74 El pesimismo de los estudiantes sobre sus posibilidades de tener éxito en el sistema educativo constituye un factor de riesgo en relación con el consumo; por ello, los planes de prevención en colegios deberán proponer alternativas para modificar este sentimiento por el de la alegría de aprender y formar parte de una institución educativa. Las dificultades en el proceso educativo Las siguientes variables describen la importancia de las dificultades por las que atraviesan los estudiantes durante su proceso educativo. Tabla 88: ¿Cuántos años has repetido durante tus estudios? (%) Ninguno Uno Dos o más Nacional 81.8 15.5 2.3 Consumidores (.000) 11.7 17.1 21.6 Tabla 89: ¿Has tenido problemas de conducta o de disciplina durante tus estudios? (%) Frecuentemente Pocas veces Nunca Nacional 6.7 43.2 49.8 Consumidores (.000) 30.0 16.2 7.6 Tabla 90: ¿Has tenido problemas de rendimiento durante tus estudios? (%) Frecuentemente Pocas veces Nunca Nacional 9.3 60.0 30.3 Consumidores (.000) 22.6 13.9 7.7 Tabla 91: Durante este año, ¿has faltado con frecuencia al colegio? (%) Sí No Nacional 24.0 75.7 Consumidores (.000) 17.6 11.2 Tabla 92: Durante tu vida de estudiante, ¿te han expulsado de algún colegio o escuela? (%) Sí No Nacional 3.0 96.4 Consumidores (.000) 29.4 12.2 Tabla 93: ¿Te has ausentado de clase en forma indebida? (%) Sí Algunas veces No Nacional 10.1 17.7 70.9 Consumidores (.000) 27.2 20.2 8.9 75 Tabla 94: ¿Has pensado en abandonar tus estudios? (%) Sí Algunas veces No Nacional 4.1 13.9 81.2 Consumidores (.000) 29.6 19.9 10.6 Los consumidores viven con más dificultades su proceso educativo que los abstinentes, lo cual se resume en la siguiente escala, donde el valor 1 significa dificultades en todas las variables examinadas anteriormente y 7 en ninguna. Gráfico No. 10 Alumnos consumidores y abstinentes escala de riesgo educativo 1 en el ámbito nacional 2005 100 58.3 41.7 68.5 73.0 31.5 27.0 82.4 17.6 0 1 2 3 4 Abstinentes 5 6 88.7 86.2 11.3 13.8 7 Consumidores Apoyo recibido por parte del colegio en diversas circunstancias El mayor número de consumidores (24%) corresponde a aquellos estudiantes que no se sienten apoyados por su colegio en sus planes de futuro. Tabla 95: ¿Te ayuda tu colegio en la construcción de tu futuro? (%) Bastante Poco Nada Nacional 66.8 27.2 5.0 Consumidores (.000) 10.7 16.2 21.4 La mayoría de los estudiantes recurre a sus padres cuando tiene problemas escolares y a los profesores tan frecuentemente como a sus amigos. Los consumidores se diferencian en ciertos aspectos: apelan a los novios y amigos, menos a los padres o a nadie, en un porcentaje representativo. El Departamento de Orientación y Bienestar Estudiantil (DOBE) mantiene un bajo perfil y, por ende, no es un referente de apoyo y orientación para los estudiantes. 76 Tabla 96: Cuando tienes un problema escolar, ¿a quién sueles acudir? (%) Profesor Autoridad DOBE Amigo Novio Padres Otro Nadie Nacional 11.7 4 4.7 13.3 3.6 48.4 5.2 11.8 Consumidores NS NS NS NS S S S 16.2 Sí 27.6 Sí 16.2 No S 19.9 Si En general, los estudiantes perciben como insuficiente la ayuda del profesor en caso de tener dificultades con una materia y los consumidores aún más. Tabla 97: ¿Cómo actuó el profesor contigo respecto a la materia donde más dificultades tuviste? (%) No tuve problemas Castigo físico/verbal No hizo nada en particular Solo advirtió a mis padres Me dio apoyo adicional 33 2.9 17.3 25.3 21.2 NS Nacional Consumidores S S S S 15.8 No 20.0 Si 17.0 Si 16.7 Si La distancia en la relación entre el estudiante y el docente es grande. Abstinentes y consumidores no se diferencian en esta variable: ambos tienen la misma percepción al respecto. Tabla 98: ¿Sientes tanta confianza hacia tus docentes como para contarles tus problemas personales? (%) Sí No Nacional 20.2 79.0 Consumidores (.000) 12.7 12.8 Los estudiantes perciben que a los docentes les es indiferente su situación personal; principalmente los consumidores, para quienes esto constituye un factor de riesgo. Tabla 99: ¿Cómo calificarías la actitud de tus profesores/as cuando tienes algo personal que quieres expresar en clase? (%) No les interesa No puedo opinar Me dejan expresarme Solo me escuchan Nacional 11.2 18.5 33.8 34.2 Consumidores (p<.000) 18.9 13.3 10.7 12.8 La interferencia de los problemas personales del estudiante con el estudio 77 Informes de investigaciones anteriores revelan que un amplio grupo de estudiantes reconoce tener problemas personales que interfieren negativamente con sus estudios. Este dato es importante, sobre todo si se considera que aquellos estudiantes que expresan tener problemas que no inciden en sus estudios quizá se equivocan en un cierto número de casos. Además, el mayor consumo se ubica en los consumidores que sí reconocen esta interferencia. En este estudio se observa exactamente la misma situación. Los consumidores, más que los abstinentes, manifiestan tener problemas personales y, además, se dan cuenta de que éstos interfieren negativamente con sus estudios. ¿Cómo entender que los planes y programas de prevención se hayan limitado a entregar información sobre las drogas y no hayan escuchado lo que dicen estos jóvenes? Tabla 100: ¿Tienes inquietudes o problemas personales que interfieren con tus estudios? (%) No tengo problemas Tengo, pero no interfieren Interfieren y crean dificultades Nacional 43.1 40.1 15.8 Consumidores (.000) 9.7 13.8 18.6 En esta variable, los consumidores admiten directamente tener inquietudes y problemas personales que les crean dificultades en el estudio. En 1998 se observó lo siguiente. Tabla 101: La interferencia de los problemas personales con el estudio (%) ¿Tienes inquietudes o problemas personales que interfieren con tus estudios? .00000 A20 C T 6.1 No tengo problemas personales Tengo, pero no interfieren Interfieren y me crean dificultades en el estudio 36.5 29.8 36.1 5.1 46.3 42.5 46.0 5.7 17.2 27.7 17.9 9.5 Asistencia al Departamento de Orientación y Bienestar Estudiantil (DOBE) La mayor proporción de consumidores se encuentra entre los alumnos que alguna vez asistieron al Departamento de Orientación y Bienestar Estudiantil de su colegio. El DOBE puede desempeñar un importante papel con dichos alumnos, siempre y cuando logre crear las condiciones para sostener una relación sostenida que posibilite los cambios con quienes inicia un acercamiento. 20 . A=abstinente, C=consumidores, T=total nacional, 6.1= 6.1% de prevalencia de vida en el ámbito nacional para cualquier droga. 78 Tabla 102: Asistencia al Departamento de Orientación y Bienestar Estudiantil (DOBE) (%) No Sí Nacional 58.2 37.9 Consumidores (.000) 9.8 17.0 Nivel general de satisfacción respecto del colegio Las variables siguientes examinan el nivel de satisfacción de los alumnos en relación con varias características de su colegio. Tabla 103: Nivel de satisfacción de los alumnos con respecto al colegio (%) a. ¿Satisfecho con la preparación académica de tus profesores? Consumidores (.000) b. ¿Te aburres en clases? Consumidores (.000) c. ¿Te disgusta asistir a clases? Consumidores (.000) d. ¿Has tenido problemas de concentración en la clase? Consumidores (.000) e. ¿Pasas la mayor parte del tiempo callado en la clase? Consumidores (.000) f. ¿Te sientes sobrecargado con los horarios? g. ¿Te sientes sobrecargado con los deberes? Consumidores (.000) Consumidores (.000) h. ¿Te gusta estudiar en casa? Consumidores (.000) i. ¿Hay buena comunicación entre tus padres y el colegio? Consumidores (.000) j. ¿Te has sentido rechazado por compañeros del colegio? Consumidores (.000) k. ¿Has tenido o tienes problemas con las autoridades del colegio? Consumidores (.000) 79 Nunca Algunas veces Siempre 5.6 52.6 40.9 22.9 14.1 9.6 10.5 79.0 9.9 9.8 11.8 23.2 48.0 42.2 9.1 9.3 15.7 17.5 23.5 69.4 6.4 10.3 12.8 21.1 25.3 60.8 13.1 14.9 11.9 12.9 36.5 48.1 14.5 11.5 12.7 16.3 22.4 61.0 15.7 13.0 12.1 15.1 15.3 52.0 32.0 17.7 13.3 9.6 29.0 45.9 24.0 14.1 13.7 9.3 61.5 32.9 4.8 12.0 13.3 19.0 77.9 18.3 2.9 9.9 22.9 25.9 l. ¿Has tenido o tienes problemas con los profesores? Consumidores (.000) m. ¿Tus profesores rebajan la nota para sancionar problemas de disciplina? Consumidores (.000) n. ¿Llegan tarde tus profesores a las clases? Consumidores (.000) o. ¿Los profesores beben alcohol durante las fiestas y/o paseos del colegio? Consumidores (.000) p. ¿Los estudiantes beben alcohol durante fiestas y/o paseos? Consumidores (.000) q. ¿Has visto consumir drogas en tu colegio? Consumidores (.000) r. ¿Te sientes a gusto con las actividades del colegio fuera de las horas de estudio? Consumidores (.000) s. ¿Te sientes a gusto con el ambiente general del colegio? Consumidores (.000) t. ¿Estás satisfecho con el Departamento de Orientación y Bienestar Estudiantil? Consumidores (.000) 62.1 34.3 2.7 9.3 17.7 28.3 32.6 47.3 18.8 9.8 13.2 17.0 19.3 74.5 5.3 13.4 12.2 18.3 68.3 22.0 7.3 10.3 17.1 23.1 44.2 38.5 15.6 9.7 12.5 22.6 86.0 9.4 3.0 10.3 29.3 30.9 11.1 45.9 41.7 18.9 12.6 11.4 8.3 46.6 44.1 19.5 13.4 10.8 18.5 29.0 47.5 19.0 13.2 9.7 Las variables presentadas en la tabla 104 muestran que entre los alumnos que emiten un juicio negativo sobre las características educativas analizadas, se encuentra generalmente una mayor proporción de consumidores. Las diferencias son significativas y evidencian una mayor frustración o malestar entre los consumidores en relación con su colegio. En resumen, con relación a su contexto educativo formal, los consumidores se caracterizan por: - Sentir un mayor pesimismo sobre su futuro académico; Tener un mayor nivel de problemas académicos y de conducta; No recibir el apoyo necesario por parte del colegio; Sentirse frustrados o inconformes en varios aspectos respecto de su colegio. Este análisis señala la necesidad de pensar en el sostenimiento de nuevas formas de intervención preventiva en los colegios, que no deberán reducirse solamente a ofrecer información preventiva sobre las drogas, sino a propiciar condiciones de mayor compromiso, solidaridad, comunicación y de placer en la relación entre educando y educador. 80 La simple información sobre las drogas, por sí sola, no generará nuevos intereses en los estudiantes que les fortalezcan para superar los factores de vulnerabilidad ante la droga. 4.4.3 PROGRAMAS DE PREVENCIÓN EN EL SISTEMA EDUCATIVO Este capítulo describe algunas de las características de los programas de prevención desarrollados en el espacio educativo. Por la complejidad del tema, la información que se obtuvo en el estudio no pretende brindar un análisis sobre la eficacia, efectividad y eficiencia de dichos programas. Sin embargo, ofrece un panorama general sobre algunas de sus variables esenciales. Espacios donde el joven recibió prevención, cobertura e intensidad El colegio es el espacio donde el joven (hombre y mujer) recibió más información sobre prevención (58,1%). La intensidad y frecuencia con que participó el estudiante en estos eventos fluctúa entre dos y tres ocasiones en la vida. El segundo espacio donde el joven participó en programas de prevención son los grupos de iglesia. La información del cuestionario no permite establecer diferencias de cobertura entre las organizaciones que suelen trabajar en este campo (CONSEP, ONG, Ministerio de Educación y Cultura, etc.). Tabla 104: ¿Has recibido o asistido a programas de prevención (cursos, charlas, seminarios, etc.) sobre consumo de drogas? en: (%) Sí No Sin información ¿Cuántos? Sin información Barrio 14.7 70.8 14.5 2.20 21.9 Colegio 58.1 35.3 6.5 2.66 33.0 Grupos de Iglesia 22.3 63.1 14.6 2.97 26.3 Clubes asociativos 7.0 76.1 16.8 2.57 20.8 Campamentos vacacionales 14.5 69.6 15.8 2.48 23.1 Otro 4.8 68.0 27.1 3.72 30.1 Fuentes de información sobre las drogas La principal fuente de información sobre las drogas son los familiares (26.6%), seguida por la televisión (18.5%) y los profesores (16.5%). Estos datos revelan que el docente no es la fuente principal de información sobre este tema. 81 Gráfico No. 11 ¿De dónde proviene la información sobre drogas? en el ámbito nacional 2005 26.6 Familiares 18.5 Televisión 16.5 Profesores 14.9 Profesionales 13.3 Amigos Libros Periódicos Internet 8.8 5.3 5.2 Nivel de información sobre las drogas Los estudiantes que en el año 2005 consideran estar poco y nada informados sobre las drogas suman en el ámbito nacional 56.5%. Tabla 105: ¿Cuán informado crees que estás sobre las drogas ilícitas? (%) Bien informado Poco informado Nada informado Nacional 41.1 45.2 11.3 Consumidores (p<.000) 13.5 12.6 10.4 En 1998, los estudiantes indicaron estar: Bien informados (34.9%); Suficientemente informados (25.6%); Poco informados (33.9%) y Casi nada informados (5.6%). Si se considera que las categorías “Bien informado” y “Suficientemente informado”, utilizadas en 1998, son equivalentes a la de “Bien informado”, usada en el 2005, se observaría una disminución en esta variable: 60.5% en 1998, frente a 41.1% en el 2005. Estos datos implican que el nivel de información de los estudiantes sobre las drogas ha disminuido entre estos períodos. Contenidos de prevención en las materias de estudio y calificación de tales contenidos El 71,6% de los estudiantes afirma no haber recibido ningún tipo de información sobre prevención. Del 23,9% de estudiantes que sí la recibió, el 82 7,1% señala que el contenido fue alarmista, al 6,3% le parece interesante, al 5% aburrido y el 4,5% no responde. Entre los consumidores, un porcentaje mayoritario califica negativamente la información recibida, fundamentalmente encontrándola “alarmista” y “no interesante”. En cambio, una proporción mayor no encuentra “aburridos” los contenidos. Estos datos motivan una pregunta para la prevención: ¿Los programas que se desarrollan en los colegios están adaptados realmente a las necesidades de los estudiantes consumidores? Se suele discutir la idoneidad de los programas de prevención dirigidos a los alumnos abstinentes o en riesgo, lo cual debe ser objeto de una más profunda reflexión, ya que se ha observado que en cualquier colegio donde se desarrollan actividades de prevención existe la probabilidad de encontrar un 12.8% de alumnos que por lo menos una vez en su vida ha consumido algún psicoactivo. La importancia de este grupo debería obligar a los programas de prevención a cuestionarse si sus conceptos y acciones producen el impacto esperado. Gráfico No. 12 Presencia de contenidos de prevención en las materias de estudio en el ámbito nacional 2005 37.9 32.2 26.9 Sí No Desconoce Tabla 106: ¿Cómo calificarías los contenidos de los programas de prevención que recibiste? (%) Alarmistas Interesantes Aburridos, deficientes No ha recibido 6.9 63.3 4.8 24.2 83 Tabla 107: Calificación de los programas de prevención según los consumidores ¿Alarmistas, exagerados? Consumidores (p<.000) ¿Interesantes? ¿Aburridos, deficientes? Sí No Sí No Sí No 21.3 12.0 11.8 14.1 10.1 13.5 El sujeto idóneo para la prevención, según los estudiantes Al contrario de lo que se afirma en varios programas de prevención desarrollados para los jóvenes en el sistema educativo, el sujeto más idóneo, calificado o preparado, según los mismos adolescentes, es el médico y/o psicólogo y, además, el ex consumidor. Esta información significa que los estudiantes otorgan credibilidad a los profesionales que, por su formación, tienen más conocimientos sobre el consumo de drogas, así como a las personas que vivieron este problema. De hecho, esto resulta interesante para aquellos programas de prevención que quieren desarrollarse a partir del profesor o del policía. Por ejemplo, el 79.0% de los informantes indica no tener confianza en sus profesores para hablar de sus problemas personales; y en esta variable, los abstinentes y consumidores no se diferencian. La distancia en la relación entre el educando y el educador es un elemento desfavorable para que se produzca un encuentro fecundo alrededor de la intimidad que involucra el consumo de drogas. La credibilidad en la fuente de información constituye uno de los elementos importantes para que un programa de prevención tenga éxito e ir en contra de dicha tendencia puede provocar una seria dificultad en los esfuerzos desplegados. En el estudio efectuado en 1998, los estudiantes consultados sobre la persona más idónea, calificada o preparada para la prevención, respondieron de la siguiente manera: médico, psicólogo (41.6%), testimonio de los ex consumidores (16.3%), profesor (13.7%), padres (10.8%), jóvenes líderes (9.8%), policía (4.6%) y sacerdote (3.5%). Los resultados no evidencian un cambio en este patrón en el período comprendido entre 1998 y 2005. Gráfico No. 13 Persona más calificada para dar cursos sobre prevención a los jóvenes en el ámbito nacional 2005 40.8 Médico/Psicólogo 30.6 Ex consumidor Profesor 8.9 Padres 8.8 8.6 Joven líder Policía Sacerdote 4.2 1.5 84 Las acciones que deberían tomarse, según los jóvenes, para evitar las drogas Los estudiantes consideran que para evitar que los jóvenes inicien una relación con las drogas necesitan estar más informados, poder hablar de sus inquietudes personales y tener un buen ambiente familiar, entre las ideas más importantes. Tabla 108: ¿Qué se debería hacer para que los jóvenes no se metan en problemas con las drogas? (%) Ser estricto Dar información Buen ambiente familiar Hablar de sus inquietudes personales Nada 6.2 35.7 23.1 29.5 6.5 La participación de los estudiantes en programas de prevención El 36.8% de los alumnos entrevistados manifiesta que sí le gustaría intervenir en programas de prevención, el 46.4% que tal vez y el 14.0% no tendría interés en participar en estos programas como agente preventivo o líder. La información es importante para los programas que integran de alguna manera a los estudiantes como actores preventivos, ya que indica que existe un interés potencial en muchos de ellos. Tabla 109: La participación de los estudiantes en programas de prevención (%) Sí Tal vez No 36.8 46.4 14 La percepción sobre la importancia del problema de las drogas para la juventud El 76.9% de estudiantes entrevistados manifiesta que el problema de las drogas es muy importante para la juventud, el 11.9% lo considera importante y solo el 8.3% lo reconoce como poco o nada importante. Este dato es relevante, en la medida en que evidencia un nivel alto de reconocimiento de la problemática, que lo convierte en un factor protector frente al consumo de drogas que la prevención debería reforzar. Tabla 110: La percepción sobre la importancia del problema de las drogas para la juventud (%) Muy importante Importante Poco importante Nada importante 76.9 11.9 2.4 5.9 85 4.5 ACERCAMIENTO A LA IDENTIFICACIÓN DE LA ESTRUCTURA CAUSAL DEL CONSUMO DE DROGAS A TRAVÉS DEL ANÁLISIS MULTIVARIANTE “Explicar” el consumo de drogas sobre la base de técnicas cuantitativas significa identificar aquellas variables gracias a las cuales se pueden diferenciar los abstinentes de los consumidores. La ausencia de una asociación significa que presentar la característica a ó b no produce diferencias en la importancia del consumo. Al contrario, si se observa que entre los sujetos que presentan la característica a, el consumo es mucho mayor que entre los sujetos que presentan la característica b, se podrá afirmar que las dos variables no son independientes. Estas variables han sido ubicadas en el instrumento a partir de los esquemas teóricos del investigador y cada una remite a la hipótesis que se debe verificar. Así, dicho instrumento se vuelve una manera particular de mirar el mundo de la abstinencia y del consumo. Sin embargo, “no hay miradas inocentes”. Las variables seleccionadas provienen de un marco teórico y existen diversos marcos teóricos en materia de consumo. Por lo tanto, no se pretende que el utilizado en este estudio sea el único pertinente. A este problema se suman los límites específicos que tiene un cuestionario autoaplicado y precodificado. Obviamente, no se puede afirmar que todas las variables que pertenecen a la estructura causal del riesgo o del consumo hayan sido identificadas y ubicadas en dicho instrumento, ni tampoco que el método permita acceder a todas aquellas que entran en la ecuación del consumo. Más allá de la descripción de la morfología del consumo en un instante temporal y de la posibilidad de establecer tendencias, lo que está en juego en un análisis de causalidad es la prevención. Un análisis multivariado permite identificar aquellas variables que influyen en el fenómeno estudiado, un sentido en la influencia y en relación a ellas, y atribuir un peso que especifica su importancia o contribución determinada en dicha influencia. Los resultados de un análisis multivariado tienen una importancia evidente para los programas de prevención, puesto que señalan las variables que éstos tienen que modificar. En segundo lugar, un análisis de causalidad implica manejar un número importante de variables. Se suele considerar la variable consumo (variable “dependiente”) como la variable a explicar y se busca, usando diferentes procedimientos estadísticos, las constelaciones e interacciones de variables que mejor la explican (variables “independientes”). Las variables explicativas constituyen lo que se concibe en el presente informe como la estructura causal del consumo. Ahora bien, en este punto se presenta un problema que consiste en cómo definir la variable a explicar a partir del método de la epidemiología, que se basa en el concepto de prevalencia para medirla. Varios estudios usan la variable prevalencia de vida, cualquiera sea la droga, como definición de la variable por explicar. Pero las prevalencias de vida, último año y último mes 86 agrupan por su lógica intrínseca a consumidores muy diferentes los unos de los otros y, por lo tanto, no permiten definir por sí, y de manera unívoca, un parámetro importante de la adicción, o sea, la duración del consumo. Por un lado, el concepto de prevalencia no dice claramente nada sobre lo que sucedió más allá del último año, y puede unir en una sola categoría a un sujeto con 10 años de consumo y a otro con un poco más de un año de consumo. Por otro lado, un sujeto con un solo consumo durante el último mes se anota también en prevalencia del último año y de vida al igual que un sujeto que hubiera consumido desde hace cinco años ininterrumpidamente hasta la actualidad. La ilustración siguiente describe las diferencias entre la información que proporcionan las prevalencias y las duraciones del consumo. Gráfico No. 14 Tabla 111 Sujeto Prevalencia de vida Prevalencia último año Prevalencia último mes A Sí No No B Sí No No C Sí No No D Sí Sí No E Sí Sí No F Sí Sí No G Sí Sí Sí H Sí Sí Sí I Sí Sí Sí La gravedad del consumo de drogas puede describirse desde diferentes ángulos, por lo cual en la investigación se buscó una vía más directamente conectada con los datos descriptivos obtenidos, y que consiste en usar las 87 características observadas en los patrones de consumo. Con las variables disponibles se define el nivel de adicción en el que se encuentra un consumidor, con los siguientes criterios: 1. La duración del consumo. Se obtiene por la diferencia entre la edad del estudiante y la edad que tenía cuando consumió droga por primera vez. 2. La frecuencia del consumo durante el tiempo del consumo. 3. El número de drogas consumidas. El tipo de droga consumida (droga “dura” versus droga “blanda”) podría constituir un cuarto criterio. Sin embargo, al existir varias posiciones al respecto, esto se vuelve difícil de manejar de manera unívoca. El estudio, en su diseño metodológico inicial, no buscó construir una escala de adicción. Por lo tanto, para construir una variable más discriminante que la que tradicionalmente se basa sobre la única prevalencia de vida, cualquier sea la droga, se ha procedido de la manera siguiente: Adicción = + + +… (Duración del consumo droga1 * Frecuencia de consumo droga1) (Duración del consumo droga2 * Frecuencia de consumo droga2) (Duración del consumo droga3 * Frecuencia de consumo droga3) La unidad de medición de la variable “Duración del consumo” es un intervalo temporal, por ejemplo, meses o años; y la de la “Frecuencia de consumo”, el número de eventos de consumo por intervalo temporal. Por lo tanto, la unidad de la expresión (Duración del consumo droga1 * Frecuencia de consumo droga1) es: número de eventos de consumo de la droga 1. La duración del consumo y su frecuencia permiten construir una clasificación de los sujetos en relación con las drogas consumidas. Tabla 112: Duración del consumo Frecuencia baja Frecuencia alta Duración baja Grupo 1 Grupo 22 Duración importante Grupo 21 Grupo 3 El Grupo 1 (experimentador) es un grupo constituido por sujetos que consumieron pocas veces (“Una sola vez” y “Algunas veces durante los últimos 12 meses”) durante un tiempo corto. El Grupo 3 (compulsivo) reúne individuos que consumieron durante un tiempo importante (superior a un año) y con una frecuencia importante (“Algunas veces mensualmente”, “Algunas veces semanalmente” y “Diariamente”). Los Grupos 21 y 22 están compuestos por estudiantes intermedios que consumieron con frecuencia baja durante un 88 tiempo importante (regulares) o con frecuencia alta durante un tiempo corto (esporádico). Debido a las características metodológicas del cuestionario, las drogas que entraron en la escala de adicción son los inhalables, la marihuana, la cocaína, la base, el éxtasis, la heroína y las drogas vegetales, o sea, 7 de los 13 productos incluidos en dicho instrumento. 4.5.1 Análisis multivariantes En la Regresión logística multinomial, las variables identificadas como generando el mejor modelo de discriminación son aquellas que se describen a continuación. En el análisis de los coeficientes de la ecuación de regresión, el signo “-“ significa que disminuye la probabilidad de pertenecer a la abstinencia, lo cual indica que la variable considerada acerca al sujeto hacia el consumo. Por otra parte, el signo “+“ significa que aumenta la probabilidad de pertenecer a la abstinencia, lo cual indica que la variable considerada aleja al sujeto del consumo. En el primer caso, se puede considerar la variable como un factor de riesgo y en el segundo, de protección. Entre las variables examinadas en el cuestionario, las que intervienen en la ecuación de regresión y que mas peso presentan son las siguientes. Tabla 113: Variables retenidas en el modelo de Regresión logística multinomial FACTOR DE REISGO FACTOR DE PROTECCIÓN P61h=1 No representa ningún riesgo aspirar inhalables alguna vez. p22=1 Mi padre me dedica todo el tiempo que necesito. P61u=1 No representa ningún riesgo consumir más de una droga al mismo tiempo, frecuentemente. p61u=4 Representa un gran riesgo consumir mas de una droga al mismo tiempo, frecuentemente. p10=3 Padres separados. p61n=4 Representa un gran riesgo consumir pasta base o crack alguna vez. p43=1 Expulsado del colegio. p57f=1 Nunca me siento sobrecargado con los horarios de mi colegio. p60d=1 Una vez que termine el colegio me gustaría pertenecer a las fuerzas armadas o a la policía nacional. p22=4 Mi padre: no me interesa el tiempo que me dedica. p21=2 Mi madre: quisiera que me dedicara más tiempo. p75=1 En las últimas 2 semanas, ninguna vez, he consumidos 5 tragos o mas, en una misma salida. p19=3 Me gustaría que la relación de mis padres sea mejor. p59=1 Al mes dispongo de menos de 10 usd para mis gastos. P100a=1 Los contenidos de los programas de prevención que he recibido me parecen alarmistas, exagerados. p10=5 Padres unidos, juntados, conviven. 89 p76a=3 p10=4 No podría conseguir marihuana. Mi padre o madre es viudo (a). P108=1 Creo que se debería tener una experiencia con las drogas ilícitas. p50d=1 Cuando en clases tengo algo personal que quiero expresar mis profesores/as solo me escuchan. p19=4 Mis padres no tienen una buena relación. p61i=4 Representa un gran riesgo aspirar inhalables frecuentemente. P61n=3 Representa un riesgo moderado consumir pasta base o crack alguna vez. p8=1 Género masculino. p57g=1 Nunca me siento sobrecargado con los deberes que tengo. P57b=2 Me aburro algunas veces en clases. p61u=2 Representa un riesgo leve consumir más de una droga al mismo tiempo, frecuentemente. P57s=1 Nunca me siento a gusto con las actividades del colegio fuera de las horas de estudio. p60b=1 Una vez que termine el colegio me gustaría estudiar una carrera técnica. p40=1 Frecuentemente he tenido problemas de conducta o de disciplina durante mis estudios. p57q=1 Nunca los estudiantes toman alcohol durante las fiestas o los paseos. P76a=1 Me sería fácil conseguir marihuana. p20=2 Le tengo más confianza a mi madre. P23f=1 Lo que más me molesta de mi padre es que sea sobreprotector. p61i=3 Representa un riesgo moderado aspirar inhalables frecuentemente. p19=2 Entre mis padres hay ciertos problemas, pero en realidad están bien. p20=1 Le tengo más confianza a mi padre. p75=4 En las últimas dos semanas, entre 4 a 5 veces, he tomado 5 tragos o más, en una misma salida. p20=4 Le tengo más confianza a otro familiar. P57f=2 Algunas veces me siento sobrecargado con los horarios del colegio. p20=3 Le tengo más confianza a ambos. p10=2 Padres divorciados. p31=2 Mis padres conocen más o menos a mis amigos más cercanos. P23c=1 Lo que más me molesta de mi padre es que sea indiferente, alejado. p76c=3 No podría conseguir pasta base. p13=3 Mis padres se divorciaron. p41=2 Pocas veces he tenido problemas de rendimiento durante mis estudios. P76b=1 Me sería fácil conseguir cocaína. p13=1 Mis padres viven juntos. P61u=3 Representa un riesgo moderado consumir mas de una droga al mismo tiempo, frecuentemente. p10=6 Mis padres son solteros. p75=3 En las últimas dos semanas, he consumido entre 2 a 3 veces, 5 tragos o mas, en una misma salida. p73 Emborracharse durante los últimos 30 días. P61n=1 No representa ningún riesgo consumir pasta base o crack alguna vez. 90 p59=2 Dispongo entre 10 y 20 usd al mes para mis gastos. P57r=2 Algunas veces he visto consumir drogas en mi colegio. Los estadísticos de significación del modelo (0.000) y los de bondad de ajuste del modelo (Pearson, 0.000) indican que las variables introducidas son adecuadas para explicar la variable “consumo”; mientras que la tabla de clasificación muestra un porcentaje global de clasificación del 90.4%, es decir, el modelo clasifica adecuadamente a los individuos en ese porcentaje. Tabla114: Clasificación Observado Pronosticado 0 1 Porcentaje correcto 0 91 16 85.0% 1 13 182 93.3% Porcentaje global 34.4% 65.6% 90.4% En la tabla anterior, en las columnas, se muestra las categorías observadas y en las filas las categorías pronosticadas. Por ejemplo, el valor 91 indica que de los 107 casos observados (91+16) 91 casos fueron observados en la categoría 0 (Abstinentes) y éstos mismos fueron pronosticados por el modelo, mientras que el modelo clasificó a 16 de los 107 en la categoría 1 (Consumidores), lo cual da un porcentaje acertado de clasificación del 85.0%. De igual manera se interpretan los resultados de la tabla para la categoría 1. El porcentaje de clasificación acertada para ambos grupos alcanza el valor de 90.4%, lo cual constituye un buen modelo de discriminación. El modelo de Regresión logística multinomial permite por lo tanto señalar a la prevención un criterio general de intervención y una definición de las variables críticas que debería considerar para enfocar mas específicamente sus intervenciones. 5. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES Las principales conclusiones y recomendaciones del estudio son las siguientes: 5.1 Conocimiento sobre la estructura causal del consumo Se insiste sobre la importancia del conocimiento para el diseño de programas de prevención idóneos. Sin un conocimiento adecuado sobre los factores que generan el consumo de sustancias psicoactivas –SPA-, habrá dificultades para construir programas que tengan realmente la capacidad de generar cambios. 91 El modelo de la información preventiva ilustra esta afirmación. En sus inicios, los programas de prevención determinaban que la desinformación era una causa importante del consumo y, lógicamente, asumieron que la entrega de una información objetiva iba a generar una reducción del consumo de SPA. Tal cambio no sucedió porque, certeramente, el consumo no depende del nivel de información que se tenga sobre las drogas. Sin embargo, se perdió tiempo y se gastaron muchos recursos al partir de una premisa incorrecta. Sin embargo, desde hace algún tiempo se han realizado ciertos progresos. Autores como Tobler y Stratton, Hansen y otros han llevado a cabo evaluaciones sistemáticas de los principales modelos utilizados en la prevención del consumo de drogas. La misma empezó a salir de sus enfoques “integrales” que todo pretendían abarcar, pero que, al final, poco lograban afectar. Se realizaron ciertos progresos con el modelo de los factores de riesgo y de protección, aunque todavía no se llega a la incorporación de modelos orientados hacia la conflictividad del sujeto. El Ecuador no dispone de trabajos relevantes sobre las bases conceptuales de la prevención y las publicaciones disponibles no alcanzan un nivel científico adecuado ni logran responder a las necesidades teóricas y prácticas que tienen estos programas. Los actores públicos y privados trabajan de manera desconectada y fragmentada, dentro de una institucionalidad más excluyente que integradora, sin horizontes claros ni capacidad para producir una sinergia en el ámbito nacional. La construcción del conocimiento es necesaria para diseñar y orientar una prevención adecuada. Implica un anclaje en una teoría consistente, la realización de estudios bibliográficos sistemáticos, investigaciones de diversa índole, entre las cuales se incluye la presente que constituye una conexión estrecha con la clínica y una construcción orientada, colectiva y sinérgica entre diferentes actores. El período que separa los estudios realizados entre 1998 y 2005, no ha sido prolífico en aportes de conocimiento en este campo y no se han obtenido los resultados deseados; este estancamiento puede considerarse como un factor propicio para el aumento del consumo de drogas. 5.2 El fortalecimiento del Observatorio Ecuatoriano de las Drogas Como se indicó en el capítulo 4.3, ANÁLISIS COMPARATIVO 1998-2002-2005, cotejar la prevalencia del consumo de SPA entre esos períodos entraña ciertas dificultades, debido a las diferencias metodológicas de los estudios. Así, la investigación de 1998 se realizó con la metodología del SEVIP, que significó un primer esfuerzo por implementar un sistema epidemiológico normalizado en el Ecuador. En esa época, ya eran notorios los problemas al efectuar la comparación de los datos entre las investigaciones realizadas con metodologías 92 diferentes: los dos estudios nacionales a hogares realizados en 198821 y 199522, y también entre otros estudios de menor alcance. La creación del OED y la adopción de la metodología SIDUC ocurrió alrededor del año 2000, lo cual implicó la posibilidad de solución de este problema en el futuro, al ofrecer una metodología estandarizada para la realización de los estudios epidemiológicos. Por este motivo, la Primera Encuesta Nacional a Estudiantes de Secundaria (hoy Educación Media) realizada en 1998, tiene diferencias metodológicas en el cuestionario y en la muestra respecto del estudio efectuado en 2005, por lo que su integración al SIDUC está limitada. Estos factores han impedido la organización y estabilización de un sistema epidemiológico único para el Ecuador, y generan dificultades para establecer las tendencias de consumo en su población. Frente a ello, el OED viene realizando progresos evidentes en la normalización de sus sistemas epidemiológicos, proceso que debe consolidarse definitivamente para posibilitar que el Ecuador tenga un conocimiento más acabado sobre las tendencias de consumo en su población. El mismo tipo de diseño muestral tendrá que usarse para el tercer estudio sobre el consumo de estudiantes de educación media. En cuanto al cuestionario, se deberá mantener su parte estandarizada en la medición de las prevalencias de consumo y añadir una serie de variables nuevas para construir una escala de adicción que logre una descripción más fina de la distribución de los consumidores que la que brindan las prevalencias. Asimismo, la sección del cuestionario que se refiere a la explicación tendrá que contemplar nuevas hipótesis para ampliar el conocimiento sobre la estructura causal del consumo. En este marco, el OED tiene que constituirse en centro de generación de conocimientos. Para ello deberá mejorar sus recursos - equipamiento tecnológico, entre otros- a fin de producir información y datos superando la práctica que prioriza estudios cuantitativos (muestras probabilísticas y con cuestionarios precodificados) pues no son las únicas herramientas que permiten mirar a fondo el mundo del consumo. 5.3 La importancia del sistema SIDUC en la problemática nacional de la reducción de la demanda y de la oferta de las drogas Este estudio es la segunda medición realizada por el OED en estudiantes de enseñanza media en el país, con la metodología del SIDUC, que consiste en una normalización de las muestras, administración de la encuesta y de una parte común en el cuestionario. La asimilación del sistema SIDUC permite al OED, por lo tanto, empezar a comparar los datos generados por las diversas mediciones que se realizan en el Ecuador. 21 . Primera Encuesta Nacional a Hogares, Fundación Nuestros Jóvenes, 1988. . Segunda Encuesta Nacional a Hogares, CONSEP-SEVIP, 1995. 22 93 La normalización metodológica ofrece al Ecuador la posibilidad de conocer las tendencias del consumo, lo cual aporta a la evaluación de los programas de prevención desarrollados en el país. En efecto, valores altos de prevalencia del consumo de SPA y con tendencia creciente, indican una insuficiencia cuanticualitativa de los programas de reducción de la demanda (PRD). Sin embargo, la prevalencia del consumo no es solamente un indicador de la efectividad de los programas de reducción de la demanda (prevención y tratamiento), sino de los programas de reducción de la oferta (PRO). Es evidente que un valor de la prevalencia, al describir un consumo real de alguna droga, lícita o ilícita, significa que un joven logró adquirir un producto prohibido por la normatividad existente, y también que este producto escapó al conjunto de las actividades de interdicción desarrolladas en el país. La funda de marihuana que consumió un joven en la cercanía de su colegio no pudo ser interceptada por las instancias que trabajan en represión, ni a nivel de su cultivo, de su entrada ilícita por sus fronteras, en su transporte o en su venta en la calle. Y si bien se han observado éxitos importantes en el decomiso de drogas en los últimos años, éstos no parecen haber afectado a la disponibilidad de la droga para el consumidor. Por otro lado, un nivel alto de prevalencia del consumo de drogas ilícitas con tendencia creciente es también un indicador general de los límites de los programas de reducción de la oferta (Plan Colombia y Mecanismo de Evaluación Multilateral). De igual forma, los datos de prevalencia brindan un marco general para la evaluación de los logros alcanzados por los diferentes Planes Nacionales elaborados por el país: el primero, en 1980 y los ulteriores en los períodos 1985-1988, 1989-1992, 1994-1998, 1999-2003 y 2004-2008. Si el Ecuador ha elaborado seis planes nacionales de prevención y control de drogas, pero en la medición del año 2005 la prevalencia de vida del consumo de drogas en estudiantes de enseñanza media se ubica en 12.8%, entonces, ¿por qué seis planes nacionales sucesivos no pudieron disminuir el consumo en estudiantes a niveles más aceptables? Cabría buscar la respuesta en los informes que, obviamente, habrían debido producir los sistemas de implementación, seguimiento y evaluación de dichos planes. Pero esta información no existe. No se dispone de una medición sobre los indicadores de cumplimiento y de impacto de los resultados de los planes, ni de un análisis de los factores que incidieron en su éxito o fracaso. Por esta razón, los estudios de prevalencia adquieren importancia, puesto que prácticamente son los únicos que pueden brindar alguna información sobre la repercusión de los resultados alcanzados. Para los pilotos decisionales, los datos aportados por el OED en el presente estudio constituyen un argumento evidente para intensificar la intervención en las políticas y obtener mayores recursos económicos para los programas de reducción de la demanda en particular. 94 5.4 El consumo de drogas en estudiantes y la dimensión del tratamiento Según la información del SIDUC, obtenida en centros de tratamiento, si bien la edad media de los pacientes en tratamiento por problemas de consumo de drogas se ubica en promedio en el rango 20-30 años, esta dimensión no es independiente del problema del consumo en estudiantes de colegios. En general, se suele pensar por separado el ámbito del colegio y el del tratamiento, asumiendo que el primero está a cargo de la prevención primaria, y el segundo, de la prevención secundaria. Esta lectura es inadecuada porque se sustenta en un concepto particular del tratamiento como recurso último para la solución de un problema de consumo; y, además, como solución de discontinuidad: la prevención se realizaría en colegios y el tratamiento en centros especializados separados de los primeros. Según la Guía Práctica para la Organización de un Sistema Integral de Tratamiento de la Dependencia de Drogas, Sistema Nacional de Tratamiento, Grupo de Expertos en Reducción de la Demanda, CICAD/OEA, 2004, para que una oferta de atención pueda ser catalogada como de calidad, “el paciente debe ser atendido en el encuadre menos restrictivo, el que le puede brindar la mayor libertad posible, pero que, a su vez, le garantice el mayor grado de seguridad y efectividad con la suficiente flexibilidad, que permita la movilidad entre los distintos niveles de atención, de acuerdo con sus necesidades particulares y el respeto por sus derechos humanos”. De hecho, una proporción importante de “centros” de tratamiento en el país, manejados por “ex toxicómanos” autocalificados como “terapeutas vivenciales”, han desarrollado una práctica basada sobre el secuestro, la privación de la libertad, el maltrato físico y psicológico del consumidor. Esta práctica de violación de los derechos humanos ha producido temor en los consumidores de drogas y un alejamiento de los servicios de tratamiento, retardando una intervención más temprana del cuadro adictivo que debería producirse en los inicios de la relación con el psicoactivo. La entrada de un estudiante en el consumo pone de manifiesto un fracaso de la prevención y obliga al despliegue de recursos terapéuticos. Éstos se pueden desarrollar mediante diversas modalidades terapéuticas. Pero si al joven se le representa bajo los rasgos carcelarios que muestran ciertos centros en el país, se postergará este encuentro y seguirá desarrollándose el cuadro adictivo. Cabe recordar que el presente estudio encontró que el consumo se inicia a los 12.6 años para los inhalables y entre los 14 y 15 años para las demás drogas (base, marihuana, cocaína, éxtasis, etc.). Por ser una medida de tendencia central, este dato también significa que parte de estos consumidores habrá iniciado su relación con la droga en años anteriores, por lo cual se puede afirmar, sin lugar a duda, que existe en la población de los estudiantes de educación media un número significativo de sujetos que necesitarán de una intervención más profunda que la que puede ofrecer la prevención. Sin embargo, dicha intervención terapéutica debe tener características específicas, 95 adaptadas a las condiciones psicológicas, sociales y educativas del adolescente y ser negociadas cuidadosamente entre el colegio, el sujeto, la familia y el sistema de tratamiento. Dentro de parámetros flexibles, inteligentes, consensuados y evitando el estigma, se puede perfectamente construir una intervención terapéutica que proteja la integración educativa del estudiante. La difusión sistemática de los modelos de tratamiento en el espacio educativo no ha tenido lugar hasta el momento, aunque se han dado experiencias aisladas y se sabe cómo llevarlas a cabo técnicamente. Cuando se habla de reducir el consumo de drogas en los colegios solo se piensa en prevención y, dentro de ésta, en las tradicionales “charlas” de la información preventiva. Pero se carece de un modelo de intervención terapéutica temprana y de baja intensidad como programa específico en el sistema educativo. Este vacío produce la permanencia en el colegio de un cierto número de alumnos ya conectados de manera importante con la droga y que viven, por lo tanto, más allá del alcance de la prevención; y que cuando sean finalmente identificados como tales, simplemente serán expulsados para evitar el “contagio” de otros alumnos y/o para proteger la imagen del establecimiento. 5.5 La importancia del consumo de drogas entre los estudiantes de educación media en 2005 En el año 2005, la prevalencia de vida de consumo de cualquier droga se calcula en 12.8%. En comparación con la de 1998 (6.1%), se observa un incremento del consumo de sustancias psicoactivas durante los siete años transcurridos entre las dos mediciones. Como ya se indicó, existen ciertas diferencias metodológicas entre los estudios de 1998, 2002 y 2005, por ejemplo, en cuanto al número de productos analizados. Sin embargo, no explican por sí solas el incremento observado. En relación con los psicoactivos, cuya prevalencia se puede comparar metodológicamente, y entre los estudiantes de primero y tercero de bachillerato, el consumo de marihuana es el que presenta un mayor incremento, puesto que tiene un aumento de casi el 200% en el ámbito nacional. El hecho de que entre los años 1998 y 2005, el consumo de drogas no haya disminuido en el Ecuador, evidencia la necesidad de un análisis más exhaustivo del problema y la búsqueda de soluciones más decididas. No se dispone de información sobre otros indicadores ligados a este comportamiento, en particular sobre los recursos públicos y privados invertidos en programas de reducción de la demanda. 5.6 La prevención El consumo de un psicoactivo es un acto complejo que involucra a un sujeto en su historia y circunstancias. Es un comportamiento no trivial, no mecanicista, que implica conexiones difusas y caóticas. 96 El riesgo es una constelación que se genera a partir del mundo interno del sujeto y de los espacios externos dentro de los cuales deambula. El sujeto es un ente que vive entre dos sistemas dinámicos complejos: una interioridad y una exterioridad, una frontera estable o inestable. Los espacios internos se construyen en la interacción de lo intrapersonal y de lo interpersonal familiar, mientras que los espacios externos se hallan ocupados por una serie de circunstancias sociales, económicas y culturales, que rodearán el sujeto a lo largo de su vida, facilitando, dificultando o negando las oportunidades que necesita. Mientras mayor es la energía que el sujeto debe movilizar frente a sus conflictos internos, menor será la que dispondrá para enfrentar sus conflictos externos. Múltiples bucles circulares o resonancias perversas o benéficas existen entre estos mundos. Sin embargo, varios de los actuales modelos de prevención no reconocen esta complejidad y, por lo tanto, se ven limitados en su capacidad para producir cambios. Ofrecer una cancha deportiva a un adolescente no modificará el conflicto familiar que lo deprime. Pero su depresión sí se desvanecerá, aunque fugazmente, con un “pase” de cocaína. La agresividad contra una figura materna no se solucionará con una conferencia sobre las drogas, pero sí se apaciguará con un “grifo” de marihuana. Evidentemente, dichos conflictos estarán nuevamente presentes al día siguiente y, precisamente, al día siguiente habrá la posibilidad de repetir la experiencia con el psicoactivo y, de esta manera, día tras día, mientras el conflicto profundo sigue sin solución, este adolescente podrá entrar progresivamente en la adicción. Pasado un cierto tiempo, se planteará la necesidad de un tratamiento. Pero esta decisión bien podría decirse que se volvió necesaria en aquel momento porque no se supo identificar y entender con anterioridad lo que realmente estaba sucediendo, fenómeno que es consecuencia de prácticas basadas en un concepto que quiere tratar los efectos y no las causas. Y, en este punto, aquellos “centros” que viven en el espejismo de la abstinencia solo reforzarán esta ilusión, provocando recaídas y nuevas institucionalizaciones del paciente. El crecimiento de la prevalencia de vida del consumo de droga en los estudiantes de educación media entre 1998 y 2005, es un indicador de la insuficiencia de los programas de prevención llevados a cabo en este grupo, cualitativamente y/o cuantitativamente hablando. Si bien el 58.1% de los estudiantes indica haber recibido prevención o asistido a estos programas en el colegio, solamente el 16.5% de ellos indica que su información sobre drogas proviene de los profesores y el 59.1% no releva su presencia en las materias del estudio. Sólo el 8.9% de los estudiantes reconoce en el profesor a la persona más calificada para dar cursos sobre prevención de drogas, en tanto que el 40.8% al médico/psicólogo. Estas cifras constituyen un indicador claro de cobertura. Sin embargo, señalan una insuficiencia de los programas de prevención en el sistema educativo. Sobre la efectividad de dichos programas, el estudio no brinda información, salvo que al revelar un nivel importante de consumo en este grupo, evidencia la falta de intervenciones con capacidad real de modificar la ecuación del riesgo entre los estudiantes. 97 Los datos analizados en conjunto indican que la prevención en el medio educativo debe dar un salto importante, pero no solamente en lo cuantitativo. El salto está, ante todo, en lo cualitativo, entendido como la construcción de un modelo de prevención que logre realmente modificar la situación escolar, personal y familiar del sujeto en aquellas variables que lo vuelven susceptible a la repetición de la experiencia con el psicoactivo. El país debería salir de la ilusión de que dispone al momento de modelos efectivos de prevención y entrar en un proceso decidido de revisión de sus herramientas. Debería movilizar un proceso profundo con los actores públicos y privados para lograr alianzas estratégicas de cooperación técnica y económica para desarrollar políticas y acciones de prevención. Caben algunas preguntas: ¿es la prevención responsabilidad o no del colegio? ¿debe el proceso educativo centrarse solamente en la construcción de conocimientos o involucrar también otros aspectos del desarrollo de la personalidad del joven? ¿la prevención debería limitarse a la sola problemática de la droga o abordar también otras, como el VIH/SIDA, la violencia, la sexualidad, la ciudadanía, los derechos, el enfoque de género, etc.? A partir de ello se debería definir el modelo que permita desarrollar dicho proceso que considere: la responsabilidad en actores internos y/o externos al colegio, la inserción como eje transversal o como asignatura del proceso educativo, el empoderamiento o no de los alumnos, la modificación de la organización interna del colegio para crear un club de prevención o una comisión de mediación u otros recursos. De hecho, existen experiencias en el país que van más allá del típico “taller” y que podrían examinarse dentro de un proceso general de construcción de un modelo de prevención en el sistema educativo. 5.7 La familia La familia constituye un elemento importante en la estructura causal del consumo. El divorcio de los padres, la migración de la madre, la mala relación entre los padres, la perduración de conflictos con la madre y con el padre, la dificultad para sentir confianza en los padres, la decepción o el exceso del tiempo que los padres dedican al sujeto, el desconocimiento de los padres sobre los amigos y de lo que hace el hijo después del colegio o durante los fines de semana y su despreocupación respeto a sus estudios constituyen variables que se asocian con el consumo. De hecho, parecen relacionarse con el control que ejercen los padres sobre su hijo. Pero el control depende a su vez de variables más profundas, en particular la cohesión y la flexibilidad del sistema familiar, en los términos de Olson. Los consumidores parecen provenir con mayor frecuencia de familias desconectadas y separadas, o sea, de familias donde existe más separación emotiva que unión entre sus miembros y, en particular, en relación con el hijo. En una palabra, esta información parece ligar el consumo a un problema de falta o de insuficiencia de amor. Este trastorno tiene relación con el hecho de que estas familias tienden además a ser caóticas, en el sentido de no lograr integrar la estabilidad y el cambio, presentando una dificultad para estabilizar un sistema compartido de reglas y normas. 98 Estos datos reveladores tienen implicaciones para la prevención, porque demuestran que deben construirse modelos para intervenir en el funcionamiento familiar de los jóvenes, lo cual no es una tarea fácil. La modificación de determinados aspectos de dicha dinámica no se puede lograr reuniendo a los padres un sábado en la mañana a recibir una tradicional “charla”, en la cual se busca enseñar a los padres comportamientos ideales, porque mientras más disfuncional sea la familia, menos receptiva se volverá a la simple información. 5.8 El sistema educativo El hallazgo central sobre la relación entre el consumo y el desarrollo educativo personal es el mismo que ya fue identificado en 1995: mientras más inmerso se encuentra el sujeto en el consumo, mayor es la probabilidad de que tenga también problemas en el proceso educativo, académico y/o de comportamiento. Presenta una escolaridad más difícil que en los abstinentes. Múltiples evidencias estadísticas demuestran que la mayor proporción de consumidores se encuentra entre aquellos estudiantes que: - Piensan que les será imposible o poco probable terminar el último año secundaria; Más años repitieron en su vida estudiantil; Han tenido de manera frecuente problemas de conducta y rendimiento durante sus estudios; Faltan a clases y han sido expulsados de algún colegio; Han pensado en abandonar sus estudios; Indican que su colegio no les ayuda en “nada” a la construcción de futuro; Admiten tener problemas personales que interfieren con sus estudios; Expresan mayores niveles de insatisfacción respecto de una serie tópicos de la organización del establecimiento educativo, entre otros. de de su de Esta asociación entre el consumo y los problemas educativos plantea un problema de interpretación: ¿es el consumo el que interfiere con las exigencias del proceso educativo? ¿son las características del proceso educativo las que favorecen el consumo? ¿se trata de un proceso circular? ¿o existe una tercera variable que produce ambos disfuncionamientos: el consumo y los problemas educativos? Los datos de la encuesta no permiten elegir una u otra de estas interpretaciones, aunque los entrevistados evidencian la presencia de problemas específicos ligados al mismo sistema educativo. El colegio podría ubicarse entre los factores de riesgo, pero sería difícil admitir que pudiera producir por sí solo el consumo. La interpretación más prudente sería que el consumo se genera en otros espacios, como el familiar, y que en ciertos casos determinadas características del sistema educativo pueden potenciar o reducir el consumo. 99 De todas maneras, las dificultades que presenta un adolescente en su desarrollo educativo tienen cierto valor predictivo de un posible involucramiento con sustancias psicoactivas. No todos los consumidores tienen problemas académicos y de comportamiento, pero sí mayores dificultades en estos aspectos que los abstinentes. Estos rasgos los hacen, de cierta manera, más visibles en el colegio y pueden facilitar un proceso de identificación e intervención temprana. La evidencia experimental obtenida en este estudio, como también en el realizado en 1998 conduce a una conclusión: La prevención en el colegio no consiste simplemente en proporcionar información preventiva a los estudiantes, ni en capacitar a los docentes para dicha tarea, sino en modificar las características educativas del colegio que constituyen causas contribuyentes del consumo de drogas. No se trata de buscar un colegio “perfecto” mediante un sinnúmero de sucesivas reformas educativas, sino de identificar aquellos aspectos que incrementan los conflictos del estudiante. 5.9 La evaluación de los programas de prevención Ante el aumento de los niveles de consumo de SPA en el Ecuador, es necesario realizar una reingeniería de la prevención. Ya no se puede simplemente sumar programas de prevención en un nuevo plan nacional sin conocer con mayor exactitud sus bondades. La efectividad se refiere a la adecuación de los medios con los fines. Mide el grado en que la intervención se dirige hacia las variables que realmente operan en la estructura causal del problema. De hecho, ciertos programas de prevención no tienen la capacidad de modificar el consumo, en especial aquellos que se orientan hacia sus efectos y no hacia sus causas. La eficacia constituye un segundo parámetro de evaluación que estima la efectividad comparativa de distintas intervenciones. Si varios programas logran disminuir el consumo en un determinado grupo, ¿cuáles de ellos producen los mayores cambios? Finalmente, la eficiencia estima y compara la relación costo beneficio de las intervenciones. Si dos intervenciones producen cambios similares, ¿cuál es la más económica? De hecho, como se ha reiterado, se dispone de muy poca información sobre los criterios de evaluación de los diferentes programas de prevención existentes en el país, y no existe la capacidad política para designar los programas que mayor bondad presentan. Consecuentemente, la prevención se refiere, más bien, a una serie de iniciativas locales marcadas por el activismo, lo local, la heterogeneidad y, sobre todo, la ausencia de evaluación en relación con los criterios esenciales descritos. En una palabra, no pueden demostrar que se dirigen hacia causas específicas del consumo, ni que producen mayores cambios que otros programas y a menor costo. Este problema no es solamente un problema de recursos económicos. Ante todo, es un problema conceptual porque la evaluación de un modelo de prevención siempre se ha entendido como una actividad que debe ocurrir después de la intervención de prevención, cuando bien puede realizarse antes 100 de la intervención de manera más rápida y económica. Evaluar un programa de prevención representa un proceso largo y costoso, puesto que se tiene que realizar una medición en la población objeto del programa, esperar que la intervención se ejecute y volver a repetir la medición inicial para buscar diferencias. De hecho, este nivel de complejidad puede reducirse considerablemente ubicando el programa dentro de un plan experimental aplicable a un grupo experimental y a uno de control de tamaño reducido y con sujetos equiparados a las características de la población objeto. En caso de poder demostrar diferencias significativas entre estos grupos, se puede asumir razonablemente que el programa tiene la capacidad de producir cambios y, por lo tanto, que puede ejecutarse. Sin embargo, rara vez se procede de esta manera. Los programas, una vez diseñados, se aplican inmediatamente a poblaciones numéricamente importantes; y dentro del contexto económico vigente, se quedan sin recursos para su posterior evaluación. En ausencia de información sobre sus impactos, se corre el riesgo de repetir -sin saberlo- una intervención ineficaz. Es la suerte que conocieron los modelos de prevención basados en la simple información y aquellos de la prevención “integral”. 101 6. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS • Bialakowsky, A. (1992). La investigación en problemas complejos y Polideterminados. Argentina • Becoña, E. (2002). Bases Científicas de la Prevención de las Drogodependencias. Madrid. Plan Nacional de Drogas. • Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas de la Organización de Estados Americanos . • Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas, (2001). Manual General de Procedimientos para Coordinadores Nacionales del Sistema Interamericano de Datos Uniformes, SIDUC, Capítulo 1 y 2. Ws. USA. • España, Ministerio del Interior. Delegación del Gobierno para el Plan Nacional de Drogas. Plan Nacional sobre Drogas, (2001), Observatorio Español sobre Drogas. Informe No. 4. Madrid: Editor. • España, Ministerio del Interior. Delegación del Gobierno para el Plan Nacional de Drogas. Plan Nacional sobre Drogas, (2002), Observatorio Español sobre Drogas. Informe No. 5. Madrid: Editor. • Hernández, S., Fernández, C. y Baptista, P. (1998). Metodología de la Investigación. México: McGraw Hill, pp.21-55. • Laufer, J. (2004). La toxicomanía y sus representaciones. Quito, pp. 23-45. Libro por publicarse. • Laufer, J. (2004). Entre el espejismo y la abstinencia. Quito. Libro por publicarse. • Naciones Unidas, Oficina Contra la droga y el Delito, Programa Mundial de Evaluación del Uso Indebido de Drogas, (2003), Estimación de la prevalencia. Métodos directos para estimar la magnitud del problema de las drogas. Módulo 2. Austria: Editor. • Naciones Unidas, Oficina Contra la droga y el Delito, Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Oficina de Evaluación, (2002). Manual de seguimiento y evaluación de resultados, N.Y. USA. 102 • Naciones Unidas, Consejo Económico y Social, Comisión de Estupefacientes, 46o Período de Sesiones, (2003) “Optimización de los sistemas de recolección de información e identificación de las mejores prácticas para enfrentar la demanda de las drogas ilícitas” , Viena: Editor • Observatorio Europeo de las Drogas y la toxicomanía. (2000). En Informe anual del Observatorio Europeo de las Drogas y la toxicomanía. 7. SIGLAS • Consejo Nacional de Psicotrópicas, CONSEP • Sistema Ecuatoriano de Vigilancia Integral para la Prevención de las Drogas, SEVIP • Organización de los Estados Americanos, OEA • Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas, CICAD • Sistema Interamericano de Datos Uniformes sobre Consumo de Drogas, SIDUC • Observatorio Ecuatoriano de Drogas, OED • Oficina Contra la Droga y el Delito, ONUDD • Sustancias Psicoactivas, SPA • Departamento de Orientación y Bienestar Estudiantil, DOBE Control 103 de Sustancias Estupefacientes y 8. ANEXO, CUESTIONARIO ENCUESTA INTERNACIONAL PARA ESTUDIANTES DE ENSEÑANZA MEDIA Cuestionario estandarizado - Año 2005 Buenos días- Buenas tardes Estamos realizando una investigación a estudiantes de diferentes países sobre temas relacionados con salud pública. Su objetivo es obtener información para orientar, de la mejor manera posible, una serie de acciones destinadas a la solución de problemas de calidad de vida. Tu colaboración en esta encuesta será de gran utilidad para este efecto. INSTRUCTIVO: 1. Te pedimos responder a cada pregunta eligiendo la respuesta que mejor describe tu situación. Pon una X en la casilla que se encuentra a la izquierda de la pregunta. (O seguir otra explicación explícita) Ejemplo: Jornada de estudio ⌧ 1. Matutina 2. Vespertina 3. Nocturna 2. En otras preguntas, quizá no puedas responder porque no es tu caso. Por ejemplo, si nunca conociste a tu padre y se te pregunta algo sobre tu relación con él, obviamente, no podrás contestar. En este caso, elige el código 99. “NSA” que significa No Se Aplica. 3. Si te equivocas en una respuesta, bórrala para volver a escribir la correcta. 4. Para responder a las preguntas de este cuestionario, sigue el orden numérico de las preguntas. 5. En la mayoría de las preguntas, debes contestar eligiendo una sola respuesta entre las alternativas que se proponen. En este caso, ninguna indicación acompaña la pregunta. En otras, se señala “Elegir una sola alternativa”: en este caso, debes buscar una sola alternativa, la que mejor describe tu situación, la que ocurre mas frecuentemente. Otras preguntas te piden “Elegir tres alternativas”; en este caso, debes buscar 3 alternativas de acuerdo al orden de importancia. En otras finalmente, se indica “Elegir todas las alternativas” y debes anotar todas las que corresponden a tu situación. Si no encuentras la alternativa que conviene, escribes tu respuesta en Otro (especificar): ……………. 6. EL CUESTIONARIO ES CONFIDENCIAL Y ANÓNIMO, por esta razón, te pedimos responder con sinceridad a todas las preguntas. Lee con atención cada pregunta y piensa bien tu respuesta. La sinceridad es importante. Caso contrario, la información sería falsa y no nos permitirá ayudar a los estudiantes como quisiéramos. 7. Si tienes alguna duda, si algo no entiendes en una pregunta, pide aclaración al responsable de la Encuesta. 104 1. PAÍS 2. CIUDAD 3. NÚMERO DE CONTROL 4. Tipo de colegio 1. Público 2. Privado 3. Otro(especificar) _____________________ 5. Jornada de estudio 1. Matutina 2. Vespertina 3. Nocturna 6. Tipo de colegio según género 1. Masculino 2. Femenino 3. Mixto 7. Año de estudio 1. Noveno de básica (segundo curso) 2. Cuarto curso 3. Sexto curso NÚMERO DE CUESTIONARIO 8. Género 1. Masculino 2. Femenino 10. ¿Cuál es el estado civil de tus padres? 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 9. Edad en años cumplidos a la fecha. Años 11. ¿Con qué personas compartes tu vivienda? (Señala todas las que correspondan) Casados Divorciados Separados Viudo(a) Unidos, juntos, conviven Soltero(a) No sé 1. Padre 2. Madre 3. Hermano (a) 4. Madrastra 6. Padrastro 5. Otro familiar 7. Novia(o) 8. Esposa(o) 9. Amiga (o) 10. Vivo solo(a) 11. Hijo/s 12. Otro (especificar)_______________________ 12. ¿Cómo calificarías la situación económica de tu familia? 1. Buena 2. Regular 3. Mala 99. NSA 14. ¿Tienes algún familiar que ha migrado al exterior del país? 13. ¿Viven juntos tus padres? 1. Viven juntos 2. Viven separados 3. Se divorciaron 99. NSA 16. ¿Tu relación con tu madre es mejor ahora que antes? 1. Mi relación es mejor ahora que antes 2. Mi relación es peor ahora que antes 3. Mi relación sigue buena 4. Mi relación sigue mala 99. NSA 15. ¿Qué parentesco tienes con el familiar que migró? 1. Padre 2. Madre 3 Hermano/s 4. Abuelo 5. Otro (especificar)_______________________ 99. NSA 17. ¿Tu relación con tu padre es mejor ahora que antes? 1. Mi relación es mejor ahora que antes 2. Mi relación es peor ahora que antes 3. Mi relación sigue buena 4. Mi relación sigue mala 99. NSA 18. ¿Cómo calificarías tu relación con tu 19. ¿Cómo es la relación de tus padres? 1. Sí 2. No 105 1. Tienen una buena relación 2. Hay ciertos problemas, pero en general están bien 3. Me gustaría que su relación sea mejor 4. No tienen una buena relación 99. NSA padrastro o madrastra? 1. Buena 2. Mas o menos 3. Mala 99. NSA 20. ¿A quién le tienes mas confianza? 1. Padre 2. Madre 3. Ambos 4. Otro familiar 5. Ninguno 99. NSA 22 Mi padre… 1. Me dedica todo el tiempo que necesito 2. Quisiera que me dedicara mas tiempo 3. Quisiera que me dedicara menos tiempo 4. No me interesa 99. NSA 21. Mi madre… 1. Me dedica todo el tiempo que necesito 2. Quisiera que me dedicara mas tiempo 3. Quisiera que me dedicara menos tiempo 4. No me interesa 99. NSA 23. ¿Qué es lo que mas te molesta de tu padre? (Elegir todas las posibles alternativas) 1. Dominante 2. Rígido 3. Indiferente, alejado 4. Agresivo 5. Injusto 6. Sobre protector 7. Nada me molesta 99. NSA 24. ¿Qué es lo que mas te molesta de tu madre? (Elegir todas las posibles alternativas) 1. Dominante 2. Rígida 3. Indiferente, alejada 4. Agresiva 5. Injusta 6. Sobre protectora 7. Nada me molesta 99. NSA 1. Nunca saben donde estoy 2. A veces no saben 3. Siempre saben donde estoy 26. En general, ¿alguno de tus padres se preocupa de los programas que ves en la televisión? 1. Sí 2. No 28. En una semana normal, ¿cuántos días se sientan a compartir juntos, tú y tus padres (o uno de ellos)? Digamos para desayunar, almorzar, merendar o comer en la noche. 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 25. Después que sales del colegio o durante los fines de semana, ¿ocurre que tus padres, representantes o apoderado no saben donde estás? Digamos por un período de una hora o mas. Ninguno Un día Dos días Tres días Cuatro días Cinco días Seis días Todos los días 106 27. ¿Cuán preocupados están tus padres (o uno de ellos) respecto de lo que haces en el colegio? 1. 2. 3. 4. Mucho Bastante Poco Nada 29. Durante los fines de semana, ¿tus padres, representantes o apoderados te controlan a qué hora llegas a la casa en la noche? 1. Sí 2. No 3. No salgo por las noches 30. Cuando sales de casa en las tardes o en los fines de semana, ¿tus padres (o uno de ellos) te preguntan y/o esperan que tú les digas a dónde vas? 1. 2. 3. 4. Sí me preguntan y les digo Sí me preguntan pero no les digo No me preguntan pero les digo No me preguntan y no les digo 31. ¿Tú dirías que tus padres (o uno de ellos) conocen a tus amigos (as) más cercanos? 1. Bastante 2. Mas o menos 3. Poco 32. POR FAVOR DESCRIBE TU FAMILIA, UBICA EN CADA CASILLA EL NÚMERO 1, 2 O 3 DE ACUERDO A LO QUE CORRESPONDA 1. 2. 3. Nunca Algunas veces Siempre 1. 2. Los miembros de mi familia nos apoyamos mutuamente En mi familia se toman en cuenta las sugerencias de los hijos para resolver los problemas 3. Los hijos podemos opinar en cuanto a las normas y disciplina 4. Nos gusta pasar el tiempo libre en familia 5. Padres e hijos nos ponemos de acuerdo en relación con los castigos 6. Nos sentimos muy unidos 7. En mi familia los hijos tomamos las decisiones 8. Cuando se toma una decisión importante, toda la familia está presente 9. En mi familia las normas y reglas son cambiantes 10. Con facilidad podemos planear actividades en familia 11. La unión familiar es muy importante 33. ¿Qué actividades realizas cuando no estás en el colegio? (MARCA 3 alternativas) 1. Trabajo 2. Estudio o hago deberes 3. Hago las tareas del hogar 4. Veo televisión 5. Navego y/o chateo en Internet 6. Hago deportes (fútbol, voleibol u otros.) 7. Estoy con mis amigos (as) 8. Leo / escribo 9. Estoy con mi familia 10. Escucho música 11. Otra actividad (especificar)........................... 34. Si trabajas además de estudiar, ¿Cuántas horas trabajas, aproximadamente, a la semana? Horas 99. No trabajo además de estudiar 35. ¿Cuán probable crees tú que termines el último año de secundaria? 36. ¿Cuán probable crees tú que sigas estudios superiores? 1. Muy probable 2. Mas o menos 3. Poco probable 4. Imposible 5. No sé 37. ¿Cuántos años has repetido durante tus estudios? 1. Muy probable 2. Mas o menos 3. Poco probable 4. Imposible 5. No sé 38. ¿Cuán exigente académicamente es tu colegio? 1. Ninguno 2. Uno 3. Dos o más 1. 2. 3. 4. 107 Mucho Bastante Algo Poco 39. ¿Qué tan estricto es tu colegio en lo que se refiere a disciplina? 1. Mucho 2. Bastante 3. Algo 4. Poco 41. ¿Has tenido problemas de rendimiento durante tus estudios? 1. Frecuentemente 2. Pocas veces 3. Nunca 43. Durante tu vida de estudiante, ¿te han expulsado de algún colegio o escuela? 1. Sí, cuantas_______ 2. No 1. Frecuentemente 2. Pocas veces 3. Nunca 42. Durante este año, ¿has faltado con frecuencia al colegio, por cualquier motivo? 1. Sí 2. No 44. ¿Te has ausentado de clase en forma indebida? 1. Sí 2. Algunas veces 3. No 45. ¿Has pensado en abandonar los estudios? 1. Sí 2. Algunas veces 3. No 46. ¿Te ayuda tu colegio construcción de tu futuro? en la 1. Bastante 2. Poco 3. Nada 47. Cuando tienes un problema escolar, ¿a quién sueles acudir? (Elegir una sola alternativa) 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 40. ¿Has tenido problemas de conducta o de disciplina durante tus estudios? A mis profesores A las autoridades (Inspector, Rector, etc.) Al Departamento de Orientación Mis amigos/as Mi novio (a) Mis padres Otro (especifique)_____________________ No acudo a nadie 49. ¿Tienes confianza con tus profesores/as como para contarles tus problemas personales? 1. Sí 2. No 48. ¿Cómo actuó el profesor/a contigo respecto a la materia donde mas dificultades tuviste? (Elegir una sola alternativa) 1. 2. 3. 4. 5. No tuve problema con ninguna materia Me castigaba físicamente o verbalmente No hizo nada en particular Solo advirtió a mis padres Me dio apoyo académico adicional 50. ¿Cómo calificarías la actitud de tus profesores/as cuando tienes algo personal que quieres expresar en la clase? (Elegir una sola alternativa) 1. 2. 3. 4. No les interesa No puedo opinar Me dejan expresar algo personal Solo me escuchan 51. ¿Tienes inquietudes o problemas personales que interfieren con tus estudios? 52. ¿Cuántas veces durante tu vida estudiantil, tuviste que asistir al Departamento de Orientación? 1. No tengo problemas personales 2. Tengo, pero no interfieren en mis estudios 3. Interfieren y me crean dificultades en el estudio 1. No hay Departamento de Orientación en mi colegio 2. No he asistido 3. Consulte_____, veces el Departamento de Orientación 108 53. ¿Para qué tipo de situación acudiste al Departamento de Orientación? (Elegir todas las posibles alternativas) 1. 2. 3. 4. 5. Nunca tuve que asistir Por problemas académicos Por problemas de disciplina Para recibir orientación vocacional Otros (especificar) ..................................... 55. ¿Hay pandillas o actos de violencia entre ciertos estudiantes en tu colegio? 1. Sí 2. No 3. Desconozco 54. ¿Cómo calificarías en general el tipo de sanciones que se aplican en tu colegio? 1. 2. 3. 4. 5. Autoritarias, represivas Injustas Justas Suaves, leves No se sanciona, se reflexiona 56. En los últimos 12 meses ¿has visto a tus profesores/as (o al menos a uno de ellos) fumando dentro del colegio? 1. Sí 2. No 57. Responde a las siguientes peguntas dando tu impresión general, ubica en cada casilla el número 1, 2 o 3 de acuerdo a lo que corresponda. 1. ¿Estas satisfecho con la preparación académica de tus profesores? 2. ¿Te aburres en clases? 3. ¿Te disgusta asistir a clases? 4. ¿Has tenido problemas para concentrarte en la clase? 5. ¿Te pasas la mayor parte del tiempo callado en la clase? 6. ¿Te sientes sobrecargado con los horarios de tu colegio? 7. ¿Te sientes sobrecargado con los deberes que tienes? 8. ¿Te gusta estudiar en casa? 9. ¿Existe una comunicación eficaz entre tu colegio y tus padres? 10. ¿Te has sentido rechazado por compañeros del colegio? 11. ¿Has tenido o tienes problemas con las autoridades del colegio? 12. ¿Has tenido o tienes problemas con tus profesores? 13. ¿Tus profesores rebajan la nota para sancionar problemas de disciplina? 14. ¿Llegan tarde tus profesores a la clase? 15. ¿Los profesores toman alcohol durante las fiestas o paseos de tu colegio? 16. ¿Los estudiantes toman alcohol durante las fiestas o los paseos? 17. ¿Has visto consumir drogas en tu colegio? 18. ¿Te sientes a gusto con las actividades del colegio fuera de las horas de estudio? 19. ¿Te sientes a gusto con el ambiente general del colegio? 20. ¿Estas satisfecho con el Departamento de Orientación? 58. ¿Cómo calificarías la relación que actualmente tienes con tus amigos/as mas cercanos? 1. Muy buena 2. Buena 3. Regular 4. Mala 5. Muy mala 60. Una vez que termines el colegio ¿qué cosa te gustaría hacer? 1. Trabajar 2. Estudiar una carrera técnica 3. Estudiar en la Universidad 4. Pertenecer a las Fuerzas Armadas o Policía Nacional 5. No sé lo que haré 109 1. 2. 3. Nunca Algunas veces Siempre 59. ¿De cuánto dinero al mes dispones generalmente para tus gastos? Haz un cálculo mensual 1. 2. 3. 4. 5. Menos de US$ 10 Entre $ 10 y $ 20 Entre $ 21 y $ 30 Entre $ 31 y $ 40 Más de $ 40 61. De acuerdo a tu criterio, indica ¿cuál crees tu que es el riesgo que corre una persona que hace alguna de las siguientes cosas?. MARCA CON UNA X LO QUE CORRESPONDA EN CADA LINEA. 1. 2. Ningún Riesgo riesgo Leve 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. 21. 3. Riesgo Moderado 4. Gran riesgo 5. No sé que riesgo corre Fumar cigarrillos alguna vez Fumar cigarrillos frecuentemente Tomar bebidas alcohólicas alguna vez Tomar bebidas alcohólicas frecuentemente Embriagarse con bebidas alcohólicas Tomar tranquilizantes /estimulantes sin prescripción médica alguna vez Tomar tranquilizantes/estimulantes sin prescripción médica frecuentemente Aspirar inhalables(cemento de contacto, tiñer, pintura, otros) alguna vez Aspirar inhalables (cemento de contacto, tiñer, pintura, otros) frecuentemente Fumar marihuana alguna vez Fumar marihuana frecuentemente Consumir cocaína alguna vez Consumir cocaína frecuentemente Consumir pasta base o crack alguna vez Consumir pasta base o crack frecuentemente Consumir éxtasis alguna vez Consumir éxtasis frecuentemente Consumir drogas vegetales (hongos, ayahuashca, San Pedro) alguna vez Consumir drogas vegetales (hongos, ayahuashca, San Pedro) frecuentemente Consumir mas de una droga al mismo tiempo, alguna vez Consumir mas de una droga al mismo tiempo, frecuentemente 62. ¿Has fumado cigarrillos alguna vez en la vida? 1. Sí 2. No (pase a la pregunta #68) 63. ¿Qué edad tenías cuando fumaste cigarrillos por primera vez? 64. ¿Cuándo fue la primera vez que fumaste cigarrillos? 1. Durante los últimos 30 días 2. Hace mas de 1 mes, pero menos de 1 año 3. Hace mas de 1 año 65. ¿Has fumado cigarrillos en los últimos 12 meses? 66. ¿Has fumado cigarrillos en los últimos 30 días? 67. Aproximadamente, ¿cuántos cigarrillos has fumado por día en los últimos 30 días? Años de edad 1. Sí 2. No (pase a la pregunta #68) 1. Sí 2. No (pase a la pregunta #68) 1. 2. 3. 4. 110 De 1 a 5 De 6 a 10 De 11 a 20 Mas de 20 68. ¿Has consumido bebidas alcohólicas alguna vez en la vida? 69. ¿Qué edad tenías cuando consumiste bebidas alcohólicas por primera vez? Años de edad 1. Sí 2. No (pase a la pregunta #76) 71. ¿Has consumido bebidas alcohólicas en los últimos 12 meses? 70. ¿Cuándo fue la primera vez que consumiste bebidas alcohólicas? 1. Durante los últimos 30 días 2. Hace mas de 1 mes, pero menos de 1 año 3. Hace mas de 1 año 72. ¿Has consumido bebidas alcohólicas en los últimos 30 días? 1. Sí 2. No (pase a la pregunta #76) 73. ¿Cuántos días te has emborrachado durante los últimos 30 días? 1. Sí Nº días 2. No (pase a la pregunta #76) 74. En los últimos 30 días ¿ Qué tipo de bebida alcohólica consumiste y con qué frecuencia? MARCA CON UNA “X” SOLO UNA OPCION QUE CORRESPONDA PARA CADA BEBIDA ALCOHOLICA 1. Diariamente 2. Fines de semana 3. Algunos días de semana 1 Cerveza 2 3. 4. 5. 6. Vino Ron Aguardiente Bebidas fuertes (whisky, vodka, etc.) Otro (especificar) .................................... 75. En las últimas 2 semanas, ¿cuántas veces has consumido 5 tragos o mas, en una misma salida? 1. 2. 3. 4. Ninguna vez Sólo una vez Entre 2 a 3 veces Entre 4 a 5 veces 5. Mas de 5 veces 76 . ¿Cuán fácil o difícil te sería conseguir alguna de las siguientes drogas? MARCA CON UNA CRUZ DONDE CORRESPONDA PARA CADA DROGA 1. Marihuana 2. Cocaína 3. Pasta base 4. Éxtasis 5. Heroína 77. ¿Cuándo fue la última vez que te ofrecieron alguna de estas drogas, sea para comprar o probar? 1. Marihuana Durante los últimos 30 días 2. Cocaína MARCA CON UNA “X” 3. Pasta Base DONDE CORRESPONDA 4. Éxtasis PARA CADA DROGA 5. Heroína 111 Me sería fácil Hace mas de un mes, pero menos de un año Me sería difícil No podría conseguir Hace mas de un año No sé si es fácil o difícil Nunca me han ofrecido 79. Si te han ofrecido ALGUNA OTRA DROGA (pasta base, cocaína, éxtasis, etc.), piensa en la última vez que te ofrecieron, ¿en qué lugar te la ofrecieron? 1. En tu casa 2. En los alrededores de tu casa 3. En tu colegio 4. En los alrededores de tu colegio 5. En una fiesta, discoteca, conciertos; otros 6. Por internet, email o chateando 7. Nunca me han ofrecido 80. ¿Alguna vez sentiste curiosidad por probar 81. Si tuvieras la ocasión, ¿probarías alguna alguna droga ilícita (marihuana, cocaína, droga ilícita (marihuana, cocaína, éxtasis, éxtasis, heroína, pasta base, otras)? heroína, pasta base, otras)? 78. Si te han ofrecido MARIHUANA, piensa en la última vez que te ofrecieron, ¿en qué lugar te la ofrecieron? 1. En tu casa 2. En los alrededores de tu casa 3. En tu colegio 4. En los alrededores de tu colegio 5. En una fiesta, discoteca, conciertos; otros 6. Por internet, email o chateando 7. Nunca me han ofrecido. 1. Sí 2. No 1. Sí 2. No 82. ¿Has consumido una de estas sustancias alguna vez en tu vida? MARCA CON UNA “X” DONDE CORRESPONDA, PARA CADA UNA DE LAS SUSTANCIAS 1. NO 2. SI 1. 2. 3. Tranquilizantes en pastillas, sin receta médica (como clonazepam, alprazolam, lorazepam, valium) Estimulantes sin receta médica, como anfetaminas (ritalín) o metanfetaminas (cidrín) Inhalables, como solventes pintura, tinher, otros 4. Marihuana 5. Pasta base 6. Cocaína 7. Heroína 8. Éxtasis 9. Alucinógenos 83. ¿Qué edad tenías cuando probaste por primera vez? _______años de edad _______años de edad _______años de edad _______años de edad _______años de edad _______años de edad _______años de edad _______años de edad _______años de edad 10. Crack _______años de edad 11. Opio _______años de edad 12. Morfina _______años de edad 13. Hashis _______años de edad 14. Drogas vegetales (hongos, ayahuashca, San Pedro, otras.) 15. Otras drogas (especificar) ______________ _______años de edad _______años de edad 112 84a. ¿Cuándo fue la primera vez que aspiraste Inhalables (como solventes y otros)? 1. Nunca he aspirado Inhalables (pase a la pregunta #85a) 2. Durante los últimos 30 días 3. Hace mas de 1 mes, pero menos de 1 año 4. Hace mas de 1 año 84b. ¿Has aspirado Inhalables (como solventes y otros) alguna vez en los últimos 12 meses? 1. Sí 2. No (pase a la pregunta #85a) 84c. ¿Con qué frecuencia has aspirado Inhalables (como solventes y otros)? 1. Una sola vez 2. Algunas veces durante los últimos 12 meses 3. Algunas veces mensualmente 4. Algunas veces semanalmente 5. Diariamente 84d. ¿Has aspirado Inhalables (como solventes y otros) alguna vez en los últimos 30 días? 85a. ¿Cuándo fue la primera vez que probaste Marihuana? 1. Nunca he probado marihuana (pase a la pregunta #86a) 2. Durante los últimos 30 días 3. Hace más de 1 mes, pero menos de 1 año 4. Hace más de 1 año 85c. ¿Con qué frecuencia has consumido Marihuana? 1. Una sola vez 2. Algunas veces durante los últimos 12 meses 3. Algunas veces mensualmente 4. Algunas veces semanalmente 5. Diariamente 85b. ¿Has consumido Marihuana alguna vez en los últimos 12 meses? 86a. ¿Cuándo fue la primera vez que probaste Cocaína? 1. Nunca he probado cocaína (pase a la pregunta #87a) 2. Durante los últimos 30 días 3. Hace más de 1 mes, pero menos de 1 año 4. Hace más de 1 año 86c. ¿Con qué frecuencia has consumido Cocaína? 1. Una sola vez 2. Algunas veces durante los últimos 12 meses 3. Algunas veces mensualmente 4. Algunas veces semanalmente 5. Diariamente 87a. ¿Cuándo fue la primera vez que probaste Pasta Base? 1. Nunca he probado pasta base (pase a la pregunta #88a) 2. Durante los últimos 30 días 3. Hace más de 1 mes, pero menos de 1 año 4. Hace más de 1 año 87c. ¿Con qué frecuencia has consumido Pasta Base? 1. Una sola vez 2. Algunas veces durante los últimos 12 meses 3. Algunas veces mensualmente 4. Algunas veces semanalmente 5. Diariamente 113 1. Sí 2. No 1. Sí 2. No (pase a la pregunta #86a) 85d. ¿Has consumido Marihuana alguna vez en los últimos 30 días? 1. Sí 2. No 86b. ¿Has consumido Cocaína alguna vez en los últimos 12 meses? 1. Sí 2. No (pase a la pregunta #87a) 86d. ¿Has consumido Cocaína alguna vez en los últimos 30 días? 1. Sí 2. No 87b. ¿Has consumido Pasta Base alguna vez en los últimos 12 meses? 1. Sí 2. No (pase a la pregunta #88a) 87d. ¿Has consumido Pasta Base alguna vez en los últimos 30 días? 1. Sí 2. No 88a. ¿Cuándo fue la primera vez que probaste Extasis? 1. Nunca he probado éxtasis (pase a la pregunta #89a) 2. Durante los últimos 30 días 3. Hace más de 1 mes, pero menos de 1 año 4. Hace más de 1 año 88c. ¿Con qué frecuencia has consumido Extasis? 1. 2. 3. 4. 5. Una sola vez Algunas veces durante los últimos 12 meses Algunas veces mensualmente Algunas veces semanalmente Diariamente 89a. ¿Cuándo fue la primera vez que probaste Heroína? 1. Nunca he probado Heroína (pase a la pregunta #90a) 2. Durante los últimos 30 días 3. Hace mas de 1 mes, pero menos de 1 año 4. Hace mas de 1 año 89c. ¿Con qué frecuencia has consumido Heroína? 1. 2. 3. 4. 5. Una sola vez Algunas veces durante los últimos 12 meses Algunas veces mensualmente Algunas veces semanalmente Diariamente 90a. ¿Cuándo fue la primera vez que probaste Drogas Vegetales (hongos, ayahuashca, San Pedro, otras)? 1. Nunca he probado drogas vegetales (pase a la pregunta #91a) 2. Durante los últimos 30 días 3. Hace mas de 1 mes, pero menos de 1 año 4. Hace mas de 1 año 90c. ¿Con qué frecuencia has consumido Drogas Vegetales (hongos, ayahuashca, San Pedro, otras)? 1. Una sola vez 2. Algunas veces durante los últimos 12 meses 3. Algunas veces mensualmente 4. Algunas veces semanalmente 5. Diariamente 114 88b. ¿Has consumido Extasis alguna vez en los últimos 12 meses? 1. Sí 2. No (pase a la pregunta #89a) 88d. ¿Has consumido Extasis alguna vez en los últimos 30 días? 1. Sí 2. No 89b. ¿Has consumido heroína alguna vez en los últimos 12 meses? 1. Sí 2. No (pase a la pregunta #90a) 89d. ¿Has consumido Heroína alguna vez en los últimos 30 días? 1. Sí 2. No 90b. ¿Has consumido Drogas Vegetales (hongos, ayahuashca, San Pedro, otras) alguna vez en los últimos 12 meses? 1. Sí 2. No (pase a la pregunta #91a) 90d. ¿Has consumido Drogas Vegetales (hongos, ayahuashca, San Pedro, otras) alguna vez en los últimos 30 días? 1. Sí 2. No 91a. ¿Cuándo fue la primera vez que probaste Otras Drogas? 1. Nunca he probado Otras Drogas (pase a la pregunta #92a) 2. Durante los últimos 30 días 3. Hace mas de 1 mes, pero menos de 1 año 4. Hace mas de 1 año 91c. ¿Con qué frecuencia has consumido Otras Drogas? 1. 2. 3. 4. 5. 91b. ¿Has consumido Otras Drogas alguna vez en los últimos 12 meses? 1. Sí 2. No (pase a la pregunta #92a) 91d. ¿Has consumido Otras Drogas alguna vez en los últimos 30 días? 1. Sí 2. No Una sola vez Algunas veces durante los últimos 12 meses Algunas veces mensualmente Algunas veces semanalmente Diariamente 92a. ¿Cuándo fue la primera vez que probaste Tranquilizantes sin receta médica? 1. Nunca he probado tranquilizantes (pase a la pregunta #93a) 2. Durante los últimos 30 días 3. Hace más de 1 mes, pero menos de 1 año 4. Hace más de 1 año 92c. ¿Con qué frecuencia has consumido Tranquilizantes sin receta médica? 1. Una sola vez 2. Algunas veces durante los últimos 12 meses 3. Algunas veces mensualmente 4. Algunas veces semanalmente 5. Diariamente 92e. En los últimos 30 días, ¿Cuántos días consumiste Tranquilizantes sin receta médica? Días 115 92b. ¿Has consumido Tranquilizantes sin receta médica alguna vez en los últimos 12 meses? 1. Sí 2. No (pase a la pregunta #93a) 92d. ¿Has consumido Tranquilizantes sin receta médica alguna vez en los últimos 30 días? 1. Sí 2. No (pase a la pregunta #93a) 92f. ¿Cómo obtuviste los Tranquilizantes que consumiste? 1. De un médico 2. En la calle 3. En la casa 4. De un amigo 5. En la farmacia 6. Otro (especificar) .................................. 93a. ¿Cuándo fue la primera vez que probaste Estimulantes sin receta médica? 93b. ¿Has consumido Estimulantes sin receta médica alguna vez en los últimos 12 meses? 1. Nunca he probado Estimulantes (pase a la pregunta #94) 2. Durante los últimos 30 días 3. Hace más de 1 mes, pero menos de 1 año 4. Hace más de 1 año 93c. ¿Con qué frecuencia has consumido Estimulantes sin receta médica? 1. Una sola vez 2. Algunas veces durante los últimos 12 meses 3. Algunas veces mensualmente 4. Algunas veces semanalmente 5. Diariamente 93e. En los últimos 30 días, ¿Cuántos días consumiste Estimulantes sin receta médica? Días 94 ¿Si en tu grupo de amigos mas cercanos supieran que fumas marihuana, tú crees que: 1. Te harían algún reproche o te dirían algo para que no lo hicieras 2. Algunos te harían reproches y otros no 3. No te harían ningún reproche o no te dirían nada 1. Sí 2. No (pase a la pregunta #94) 93d. ¿Has consumido Estimulantes sin receta médica alguna vez en los últimos 30 días? 1. Sí 2. No (pase a la pregunta #94) 93f. ¿Cómo obtuviste los Estimulantes que consumiste? 1. De un médico 2. En la calle 3. En la casa 4. De un amigo 5. En la farmacia 6. Otro (especificar) ..................................... 95. En tu grupo de amigos mas cercanos, al saber que has probado una droga distinta de la marihuana como: cocaína, pasta base, éxtasis, ácidos o cosas parecidas, crees que: 1. Te harían algún reproche o te dirían algo para que no lo hicieras 2. Algunos te harían reproches y otros no 3. No te harían ningún reproche o no te dirían nada 4. No sabes bien lo que harían 4. No sabes bien lo que harían 96. ¿Has recibido o asistido a programas de prevención (cursos, charlas, seminarios, etc.) del consumo de drogas en: 1. Tu barrio 2. Tu colegio 3. Grupos de la Iglesia 4. Clubes asociativos 5. Campamentos vacacionales 6. Otro (especificar) ................................................ 97. ¿Cuán informado crees que estás sobre las drogas ilícitas (marihuana, base, cocaína, etc.)? 1. Bien informado 2. Poco informado 3. Nada informado 116 1. SI 2. NO 3. Cuantos 98. ¿De dónde proviene principalmente la información que tu tienes acerca de las drogas? (Elegir una sola alternativa) 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. Amigos Familiares Profesores Profesionales Periódicos Televisión Libros Internet 99. ¿Dentro de las materias de estudio en tú colegio, existen contenidos de prevención del consumo de drogas? 1. Sí 2. No 3. Desconozco 100. ¿Cómo calificarías los contenidos de los programas de prevención del consumo de drogas ilícitas que recibiste? (Elegir solo una alternativa) 1. 2. 3. 4. Alarmistas, exagerados Interesantes Aburridos, deficientes No he recibido ningún curso de prevención 101. En tu opinión, ¿cuál es la persona mas preparada o calificada para dar cursos sobre las drogas a los jóvenes? (Elegir la principal alternativa) 1. Profesores 2. Médicos, psicólogos 3. Sacerdotes 4. Policía 5. Jóvenes líderes 6. Padres de familia 7. Vivenciales (ex consumidores) 102. ¿En tu opinión; qué se debería hacer para que los jóvenes no se metan en problemas con las drogas? (Elegir una sola alternativa) 103. ¿Te gustaría participar como líder multiplicador o agente preventivo en un programa de prevención? 104. ¿Crees que las drogas representen un problema importante para la juventud? 1. Sí 2. Tal vez 3. No 1. 2. 3. 4. Ser estricto, castigarlos Darles una buena información Brindarles un buen ambiente familiar Hablar con ellos de sus inquietudes personales 5. Nada, es su elección 1. 2. 3. 4. Muy importante Importante Poco importante Nada importante 1. SI 105 ¿Crees que las personas exageran cuando dicen que bajo ningún pretexto se debería probar drogas ilícitas? 106. ¿Alguna vez, tuviste la posibilidad de probar una droga ilícita? 107. ¿Alguna vez has tenido deseo o curiosidad de probar alguna droga ilícita? 108. ¿Crees que se debería tener una experiencia con las drogas ilícitas? 109. ¿Probarías drogas ilícitas para saber qué se siente? 110. ¿Crees que consumir drogas ilícitas de vez en cuando no es peligroso? 111. ¿Aceptarías si un amigo te ofreciera drogas? MUCHAS GRACIAS 117 2. NO