MITO DE DÁCIL
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MITO DE DÁCIL
Mitos Guanches – Proyecto Rutas Literarias IES CELSO DÍAZ MITO DE DÁCIL Dácil era una princesa guanche, nieta del Mencey de Taoro. Era admirada en toda la isla por su belleza y estaba prometida a Duriman El Montañez. Sin embargo, con la llegada de los españoles, el Capitán de Caballería Fernando García del Castillo, se enamoró de ella. El oficial castellano fue hecho prisionero y puesto bajo el cuidado de la princesa para que ella pudiera sanar sus heridas, sufridas en una batalla. Según varios historiadores, Del Castillo fue un diplomático que prestó algunos servicios tanto a los guanches como a los españoles por lo que era bien considerado por ambos bandos y fue honrado a menudo por el Rey de Taoro. Ambos hablaron y se enamoraron en este momento. Sin embargo, los rumores de que ellos habían hablado a solas, una práctica prohibida por la ley guanche, se extendieron rápidamente. Duriman El Montañez, que se sentía rechazado por la princesa, la acusó de estar a solas con un hombre que era, además, un castellano y, por tanto, el enemigo de su tierra y de su gente. Pidió a Bencomo, su padre y actual Mencey, la detención a la princesa. Para cumplir con la ley, su padre se vio obligado a encarcelarla, así que permaneció encerrada durante varios meses. Sin embargo, más tarde, ella fue puesta en libertad gracias a unos testigos que pudieron engañar al rey de que los amantes nunca estuvieron a solas porque alguien había estado presente durante sus entrevistas. La princesa se casó con el Conquistador en la Iglesia de la Concepción de Los Realejos, en Tenerife. Luego, fue bautizada como Catalina García Izquierdo.