130526 Centinelas oración - Diócesis de Barbastro

Transcripción

130526 Centinelas oración - Diócesis de Barbastro
CENTINELAS DE LA ORACIÓN
¿Sabíais que tenemos hermanos y hermanas que se acuerdan de nosotros día y
noche? Lo hacen implorando, en favor nuestro, la misericordia de Dios. Son los monjes
y monjas contemplativos, que desde el recogimiento de la clausura impulsan nuestra
atención hacia Dios. En nuestra Diócesis contamos con tres Monasterios de monjas ─las
Capuchinas de Barbastro, las Clarisas de Monzón y las Monjas de Belén de Sigena─ y
uno de monjes, en el Santuario de la Virgen del Pueyo, patrona de la Diócesis.
Estos monasterios son unos oasis silenciosos y elocuentes a un tiempo. Bajo la
acción del Espíritu Santo son fuente de vida que se desborda en la serena certeza de
existir para amar, alabar y servir a Dios, y en Él, a todos los hombres.
Los contemplativos son unos centinelas que custodian lo fundamental de la vida.
Para quienes vivimos en el torbellino de la vida, tantas veces agobiados por multitud de
sensaciones pasajeras, el clamoroso silencio de los monjes es una llamada providencial
a recuperar nuestra vocación de peregrinos hacia el ilimitado horizonte de lo divino.
El lema de este domingo de la Santísima Trinidad, en el que celebramos la
Jornada pro orantibus (por los que rezan), nos invita a verlos como “Centinelas de la
oración” y nos pide que recemos con estas personas contemplativas y por ellas. Nos
pide también que nos preocupemos para que nunca falten en nuestra Iglesia estos
centinelas que mantienen encendido cerca de nosotros el fuego de lo sagrado.
Y en este tiempo a caballo entre los meses de mayo y junio también quiero hacer
una vez más dos recomendaciones. Que no dejéis de marcar la «X» en vuestra
declaración del I.R.P.F., tanto en la casilla correspondiente a la Iglesia Católica como en
la de otros fines sociales. Esta decisión de muchos ciudadanos para que un pequeño
porcentaje de sus impuestos ─el 0,7 % exactamente─ sea destinado a dichos fines
supone gran parte de los recursos necesarios para la financiación de la Iglesia y de esos
fines sociales. Progresivamente, los cristianos vamos tomando conciencia de que la
Iglesia sólo puede sostenerse, económicamente hablando, con nuestras aportaciones.
Junto a ésta de destinar a ella una parte de nuestros impuestos, hay que seguir
potenciando los donativos directos y la cooperación constante a través de suscripciones
periódicas y ofrendas con ocasión de la celebración de los sacramentos. Volved a leer la
información que se publica todos los años con ocasión de la Jornada de la Iglesia
Diocesana y os daréis cuenta de lo que nuestra Iglesia necesita y cómo lo obtiene.
Finalmente, os recuerdo que no dejéis de inscribir a vuestros hijos en la clase de
Religión para el próximo curso. La educación que se recibe en esta clase proporciona un
conocimiento de la fe cristiana que amplía el horizonte del saber y la cultura,
capacitando a los alumnos para comprender mejor nuestra historia, el arte y el sentido
trascendente de la vida. Como dice un vídeo que circula por la red, es una asignatura
apasionante. Y sobre todo lleva a conocer a Jesucristo y su propuesta de vida basada en
el amor, el perdón y el servicio.
En este domingo de la Santísima Trinidad, recibid, con mi afecto, la bendición
de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo.
+ Alfonso Milián Sorribas
Obispo de Barbastro-Monzón

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