2377_Silo ¿profeta o líder de culto

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2377_Silo ¿profeta o líder de culto
Periodismo Independiente - Argentina - 8 de enero de 2010
Investigación
Silo ¿profeta o líder de culto?
El polémico sumo pontífice humanista
“¿Estás satisfecho con el mundo en que vivimos?” “¿Estarías dispuesto a trabajar para transformarlo?”
“¿Firmarías a favor del desarme nuclear, la abolición de la discriminación racial y del hambre mundial?”
Estas preguntas son utilizadas a diario por militantes humanistas para interesar a las personas que
interceptan en la calle. La respuesta a ellas no es difícil de imaginar si se consideran fenómenos actuales
como el calentamiento global, la guerra de Afganistán y los conflictos de Medio Oriente.
El Monumento Humanista montó su estructura a partir de estas preguntas. Postula como solución a los
problemas que aquejan al mundo una transformación interna del ser humano que se refrendará en un
cambio social. Sin embargo este objetivo altruista se vio empañado por una serie de maniobras que
oscurecen el modo en que opera la organización. Sus detractores afirman que estos manejos le valen al
Nuevo Humanismo o “Siloísmo” la calificación de secta. Esta investigación pretende determinar si
efectivamente este movimiento puede tipificarse como una organización sectaria o si se enmarca en un
certero intento de humanización a nivel global.
Origen: el Mesías de los Andes
El Movimiento Humanista surgió a partir de un discurso que brindó Mario Luis Rodríguez Cobos el 4 de
mayo de 1969 en Punta de Vacas, a 50 Km. de la base del cerro Aconcagua en la provincia de Mendoza. La
llamada arenga de “La Curación del Sufrimiento” proponía la construcción de una nueva comunidad humana
sobre las bases de sentimientos de amor y de no violencia, al tiempo que condenaba la mezquindad y las
“enfermas ambiciones” que afectaban las urbes de todo el planeta. A esta reunión concurrieron alrededor de
200 personas, movilizadas por la calidad de su mensaje. El contexto mundial de la guerra de Vietnam y el
conflicto entre el bloque norteamericano y soviético favorecía el acercamiento a esta nueva corriente, que
pregonaba la superación del sufrimiento y la importancia del ser humano por sobre todas las cosas.
Christian Sanz, investigador y presidente de ASALUP (Asociación Argentina de Lucha contra las
Pseudociencias) explica: “era una época donde estaba aflorando todo lo que tenía que ver con el
existencialismo, incluso el psicoanálisis. Y en ese momento es un discurso que coincide con ciertas
inquietudes sociales no sólo en la Argentina sino también en el mundo”.
A partir de esta proclama Cobos (ya bajo el pseudónimo Silo) fundó lo que él consideraba un
“Humanismo Universalista”, que se sostenía sobre 5 organismos institucionales: el Centro Mundial de
Estudios Humanistas (CMEH), la Convergencia de las Culturas, la Comunidad para el Desarrollo Humano,
Mundo Sin Guerras y Sin Violencia y el Partido Humanista Internacional. En la página oficial del movimiento
(http://www.silo.net) están delineadas las funciones de cada uno de los organismos. Mientras que el CMEH
se dedica “al estudio, investigación y difusión del pensamiento y visión del Humanismo Universalista”, la
Convergencia entre Culturas tiene por objetivo “llevar su propuesta a todas las latitudes” y la Comunidad por
el Desarrollo Humano persigue “el estudio, el desarrollo, la difusión y la instalación de una nueva cultura
basada en las ideas fundamentales del Humanismo Universalista”. De la lectura de los lineamientos
organizativos de los mencionados organismos se desprende el objetivo principal del siloísmo: captar a la
mayor cantidad de adeptos a nivel mundial.
La expansión del Siloísmo
En 1969 nuestro país estaba bajo la dictadura de la autoproclamada “Revolución Argentina”. Por este
tiempo, luego de la conferencia fundacional del Movimiento, Silo declaró que él y sus colaboradores estaban
siendo perseguidos por el gobierno militar. Estos dichos jamás fueron comprobados, pero no llamarían la
atención en el contexto represivo de aquel momento. De cualquier manera el propio Silo afirma que nunca
se exilió, aunque sí viajó para dar conferencias por todo el mundo desde la constitución del movimiento.
Marcus Wende, autor alemán del libro “Siloismus” afirma que en 1974 se constituyó el primer centro de
coordinación mundial, asentado en las Islas Canarias. El objetivo de esta institución fue difundir la nueva
ideología por toda Europa. Un año más tarde este centro incorporó una división de formación para el
trabajo, que comenzó a elaborar bibliografía para instruir a los cuadros inferiores que comenzaban a
estructurarse. En la década siguiente el Siloísmo abrió centros en toda Europa, Asia, África y América
Latina. Los militantes resaltan este momento histórico con admiración: “se armó el movimiento en un
principio... se formó un grupo inicial, y después cada una de esas personas empezó a armar otros grupos.
Gente de mucha garra que resulta un muy lindo ejemplo de valentía, cariño hacia lo humano...es decir
“Bueno en India no hay ningún humanista, me voy a la India”.
En Argentina el Partido Humanista fue el organismo del movimiento más conocido desde su creación en
1983. Los militantes humanistas se enorgullecen de sostener que “éramos 3 en ese momento los únicos
partidos que tenían participación en toda la Republica, el peronista, la UCR y nosotros”. A partir de su
constitución, la figura de la abogada y militante Lía Méndez se perfiló como la cara visible de la agrupación.
Ella se postuló para todos los cargos políticos, pero sólo pudo acceder a ser legisladora por la Ciudad de
Buenos Aires durante el período 2000-2003. En su blog (http://liamendez.blogspot.com/) la ex-funcionaria
expone sus propuestas, las cuales fundamenta con numerosas citas de la obra de Silo.
Desde el punto de vista organizativo, el Movimiento en general se estructura sobre la base de locales
que se distribuyen por toda la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano. Según la página oficial de los
humanistas (http://humanistasdecapital.org), estos locales son “puntos de encuentro que funcionan en
locales alquilados o cedidos. Cumplen con la función de ser lugares de referencia además de ámbitos de
comunicación, intercambio, denuncia y organización de actividades. En los centros humanistas confluyen
distintas actividades, a las que se invita a participar a todos los vecinos”.
En estos centros se realizan talleres sobre no violencia, pero la actividad mas característica son las
reuniones que se concretan varias veces a la semana. En ellas se realizan las llamadas “experiencias
guiadas”, que los humanistas definen como “cuentos cortos que están escritos como si a uno le estuviera
pasando lo que otro va relatando. Uno va leyendo ese cuento y el resto cierra los ojos y va tratando de
seguir con la imaginación lo que el relato sugiere, como en un sueño. Y aunque el argumento del cuento
sea igual para todo el mundo cada uno ahí pone sus propios contenidos cuando empieza a imaginarse las
cosas”. Estos trabajos reflexivos buscan generar una toma de conciencia en el individuo sobre su situación
pasada, para poder comenzar a generar un cambio a favor de una existencia humanista.
Además de estas experiencias, los asistentes a la reunión suelen leer textos, todos escritos por Silo o
por personas que se inspiraron en él. Frases como “trata a los demás como quieres ser tratado” son
consideradas reveladoras por los militantes.
El movimiento se afincó solidamente en España, Suiza y Bélgica. En el primero de estos países lograron
entrar en el juego político ya que ocupan cargos en el poder legislativo de ese país. A partir de los años 80
en ese país comenzaron a registrarse denuncias de abuso y estafa y hasta secuestro por parte de ex
militantes y familiares, lo que provocó que el 25 de Mayo de 1988 el Parlamento español catalogara al
Siloísmo como una “secta peligrosa y destructiva” en un informe para investigar la actividad de las sectas.
Otras naciones siguieron el camino de España, incluyendo al movimiento humanista en una lista de
sectas que atentan contra la capacidad crítica de los individuos. En Bélgica, un informe sobre sectas
realizado por el parlamento en 1996 estableció que “los ejercicios espirituales que se proporcionan en las
reuniones (o incluso se envía a los miembros individualmente) parecen conducir a la manipulación”. Un año
antes en Francia se había incluido al Movimiento Humanista en una lista de las sectas reconocidas por los
legisladores.
El dinero detrás de la organización
¿Cuál es el origen de los recursos que posee el siloísmo? Retiros espirituales en el país y el exterior,
viajes de Silo por todo el mundo y conferencias multitudinarias demuestran que existe un flujo de dinero
constante a disposición. Sólo en Capital Federal y el conurbano bonaerense cuentan con más de 20 locales,
a los que hay que agregarle las sedes regionales, nacionales e internacionales que ocupan edificios que
son propiedad del movimiento humanista o son rentados por él. No se puede ignorar el imponente centro
emplazado en Punta de Vacas, entre las montañas de la cordillera de los Andes, y otros 9 “Parques de
Reflexión” ubicados en Argentina, Italia, Estados Unidos, India, Chile, España, Brasil y Colombia. Cuando se
pregunta a los militantes por este tema ellos responden que existe una colecta semestral que se calcula en
relación al salario promedio de cada país. También se mencionan aportes y donaciones que se realizan a
través de la página de Internet, además de las dietas que cobran los funcionarios que han logrado conseguir
una banca en el parlamento en países como España. Según Christian Sanz, esta maniobra apunta a
“meterse en las estructuras del poder y lograr lo que quiere toda secta: tener gente trabajando gratis, y en
vez de darle dinero le dan algo porque vivir, una causa”. Una visita virtual al centro de Punta de vacas
(disponible en http://www.silo.net/PuntaDeVacas-2007-05/ParquePdeV.wmv) fundamenta por si sola la
necesidad constante de fondos.
Los mismos familiares de los militantes declaran que “realizan varios viajes al mes a lugares bastante
lejanos y aun no entendemos de donde sacan el dinero para viajes tan costosos”.
¿Movimiento o secta?
La adhesión total a la palabra de Silo y la verticalidad de la estructura del Movimiento son por lo menos
signos que contradicen la idea de libre pensamiento que se difunde a través de sus organismos y material
de lectura. En el sitio de Internet Humanoidex.com varios ex militantes expresaron que “si no miras, actúas o
piensas como los de arriba no eres bien visto” y que “...para ellos (los humanistas) la palabra de “Silo” es la
Santa Biblia”. Los numerosos “Manuales de entrenamiento” dan cuenta de un cierto adoctrinamiento, que
utiliza como punto de apoyo las mencionadas “experiencias guiadas” o relatos místicos que invocan a la
autorreflexión. Los siloístas explican que estos trabajos reflexivos buscan ahondar en el pasado de quien los
realiza, para que con ayuda de las palabras de Silo se puedan superar aquellos malos momentos vividos.
El lenguaje es otro elemento importante que divide a los que pertenecen de los que no pertenecen al
Nuevo Humanismo. Es notoria la batería de términos que utiliza el movimiento, sobre todo en lo que refiere
a reclutamiento de adeptos (grupo de base, grupo promotor, consejos autónomos, coordinadores) y a las
instituciones (Comunidad y Convergencia de culturas por ejemplo).
Sin embargo, el punto mas controvertido de la doctrina Humanista es el efecto que produce en aquellos
que se unen al movimiento. En el foro de Internet mencionado anteriormente, familiares de militantes relatan
los cambios de comportamiento que se produjeron a partir del ingreso al Movimiento: “...(mi hermana) se ha
vuelto mas apática, sólo y exclusivamente habla del MH y sus actividades, no le interesan nuestros
problemas en absoluto y nos corta tajantemente diciendo que son tonterías, que cosas peores hay en el
mundo. Desde hace años intenta captarnos, no se rinde jamás... nos invita a reuniones de trabajo interno, y
ha hecho mas hincapié cuando hemos tenido algún problema, nos ha dicho cosas como “seguro que aun no
has encontrado lo que buscas en la vida”, “seguro que crees que hay algo más pero no sabes el qué”.
Ese personaje misterioso
Mario Luis Rodríguez Cobos nació el 6 de enero de 1938 en la provincia de Mendoza. Su madre era
profesora de letras y su padre un pequeño terrateniente. Su formación fue esencialmente religiosa, debido a
su paso por colegios cristianos. En ese marco fue presidente de una la llamada “Acción Católica de la
Juventud”. Según su propio relato luego de un tiempo de actividad en la organización cayó en cuenta que
en realidad “no estaba haciendo nada”. Sus estudios luego incluyeron oratoria, teatro y comunicación, lo
que le permitió adquirir y desarrollar su capacidad de persuasión.
A partir de los años 60 comienzan a formarse lo que el denomina “grupos espontáneos” en todo el
mundo que protestaban por los gobiernos dictatoriales que habían proliferado en Latinoamérica y el mundo.
En ningún momento comenta Cobos como llego a ser el líder y coordinador general de estos grupos que
aparentemente se encontraban en una diáspora. En este sentido sólo menciona sus excepcionales dotes de
orador y la validez de su pensamiento.
Sus detractores afirman que su doctrina esta compuesta por unas “pocas verdades evidentes que
presenta como descubrimientos”, que tuvieron éxito gracias a la imponente personalidad de Cobos mas que
a su contenido.
Estuvo al mando de la organización hasta el año 2002, en el que anuncio su retiro de la composición
orgánica del movimiento. Sin embargo, su influencia sigue siendo insoslayable, más allá de los “aportes”
que realizan otros miembros (que son reelaboraciones una y otra vez de la palabra de Cobos).
La doctrina siloísta es una reelaboración de aportes del cristianismo, filosofía oriental, Heidegger y el
existencialismo de Sartre entre otros. ¿Por qué se ha convertido entonces en un guía espiritual y
descubridor de una “salida del sistema” como lo llama él? Christian Sanz responde “trata de leer un texto de
psicoanálisis, trata de leer a Sartre, el existencialismo: es muy complicado. No querés razonar, vos lo que
querés son respuestas ¿Cuál es el sentido del hombre en el mundo? Silo te lo da servido en bandeja
¿Cómo no va a prender?”.
¿Es el Siloísmo una amenaza?
Jorge Olguín, psicólogo cognoscitivo que estudió la filosofía de Silo considera que el siloísmo es solo un
“humanismo práctico” que llega a aquellos que no quieren o no pueden leer filosofías más abstractas. Para
él la adhesión al humanismo universalista es un estadio en la evolución del pensamiento del individuo, es
decir que cuando éste logra avanzar en su entendimiento se termina separando del movimiento.
Christian Sanz es más categórico en sus afirmaciones, y expresa que los militantes humanistas en
general “son chicos jóvenes, a los que enganchan por su idealismo, los paran por la calle y les hacen
preguntas capciosas, por ejemplo preguntándole si para ellos el mundo está bien o mal ¿Vos que vas a
contestar? Que está mal, obviamente lo ves, es una obviedad, es una pregunta tramposa. Entonces te
preguntan ¿harías algo para cambiarlo? Y claro, te agarran joven, y vos los querés cambiar, uno siempre
quiere cambiar el mundo. Te van llevando a reuniones y en las reuniones de a poquito te van adoctrinando”.
Los fundamentos siloístas atraen a más de uno por su claridad y sobre todo por sus buenas intenciones.
Son los métodos de reclutamiento y los supuestos trabajos de autoconocimiento los que dejan dudas. Sanz
no tiene ninguna sospecha: ¿Por qué es una secta? Porque lo que les interesa en definitiva es que vos no
pienses, que sigas las ideas, las difundas y no pagarte.
¿Qué es la Marcha Mundial?
La Marcha Mundial es una iniciativa promovida por Mundo Sin Guerras, uno de los organismos del
movimiento. Comenzó el 2 de octubre en Wellington, Nueva Zelanda y concluyó el 2 de enero de 2010,
casualmente en Punta de Vacas con una conferencia de Silo. Los militantes estuvieron más que
entusiasmados ante lo que consideran “La Primer Marcha Mundial que recorrió el mundo pidiendo el fin de
las guerras, el desmantelamiento de las armas nucleares y el cese de todo tipo de violencia (física,
económica, racial, religiosa, cultural, sexual y psicológica)”. Según los humanistas la actividad conllevó la
participación de un grupo fijo de 100 militantes que recorrieron el mundo defendiendo estos ideales, para
culminar en Punta de Vacas, en la morada de su mentor, Silo. Más de 15 mil personas se acercaron al
Parque Histórico Punta de Vacas para celebrar la conclusión de la Marcha. Militantes de España, Gran
Bretaña, India y Filipinas pronunciaron arengas a favor del humanismo y de sus principios.
Sin embargo, esta iniciativa despierta algunas reticencias. ¿Qué cuestiones están en juego en una
marcha de estas dimensiones? Jorge Olguín manifiesta que “la gente tiene que tomar conciencia, y no pasa
por ver un autor o afiliarse a una doctrina. El cambio tiene que ser interno. Si no hay un cambio interno,
aunque yo me afilie a algo que me gusta o porque es popular, no voy a cambiar de forma de ser. El fin
principal (y ellos lo saben porque no creo que sean ningunos tontos) es ganar adeptos a su causa”.
Rocío Fernández

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