FOTO DE DON BOSCO CONFESANDO

Transcripción

FOTO DE DON BOSCO CONFESANDO
DON BOSCO CONFESANDO
(1861)
Sacerdote, caminando junto a los jóvenes.
Esta fotografía fue tomada, según las crónicas, dos días después de la primera. Se dice que
Don Bosco había encontrado que esa era la mejor pose para expresar su apostolado. En
efecto, la escena muestra aquello que estaba en la cima de todos sus
pensamientos: el bien de las almas de sus hijos. El grupo que aparece
en la fotografía de dos días antes, rodeando a Don Bosco, no
expresaba suficientemente esto. Por tanto, se dispone en actitud
de confesar junto a un grupito de clérigos y de alumnos,
reunidos en torno en devota preparación. Cuando debió elegir
uno que hiciese de penitente, elige a Pablo Álbera, su futuro
sucesor.
«Ven aquí le dice ponte en rodillas y apoya tu frente en la mía;
¡así no nos moveremos!».
Efectivamente, se debía posar durante un tiempo prolongado y
había que recurrir a varias formas, soportes y posiciones para
mantener firme a la persona. Esta fotografía, por tanto, está
probablemente movida por esta razón, pero también porque en
el foco está Don Bosco, mientras que resultan desenfocados los
jóvenes que están en los alrededores.
La postura está armada para que se comprenda el rol sacerdotal,
aunque si se confronta con los parámetros de la época no es rígida. El
rostro es serio y en la boca se refleja esta actitud. Los ojos, si bien no es posible
verlos en profundidad, comunican una extrema atención, así como una cierta actitud de
familiaridad propia de Don Bosco cuando confesaba. Más allá de la impresión global de seriedad,
se percibe una notable serenidad, una disponibilidad de la persona, no como juez sino como
amigo, uno que sabe escuchar, partícipe y comprometido con las situaciones de los otros.
Esta foto, junto a la que está entre los jóvenes, son los documentos más simpáticos que Don Bosco
dejó y también los más expresivos de sí mismo y de la vida del Oratorio: sacerdote para los
jóvenes.
La satisfacción que transparenta el rostro del Santo al mostrarse junto a sus jóvenes y mientras
está trabajando por ellos, por su bien, es casi como un testamento moral para su familia. Se
encuentra en esas fotos una indicación fundamental acerca del método de Don Bosco (la
presencia), el estilo (familiaridad, amabilidad), los valores fundamentales (religión). Tal vez sea
por esto que ambas fotos se encuentran tan presentes en las Casas salesianas, como para mostrar
la carta de identidad a quienes llegan y como un permanente recuerdo para quienes trabajan allí.

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