trabajo - Sociedad Mexicana de Radiología e Imagen
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trabajo - Sociedad Mexicana de Radiología e Imagen
GI-7 Ileón terminal: donde la patología inflamatoria empieza. Motta Ramirez Gaspar Alberto [email protected] (Hospital Central Militar) OBJETIVO: El intestino delgado puede llegar a medir 9 m. Ello puede condicionar el que pase desapercibido siendo asiento de patologías específicas sobre todo el ileon terminal por lo que describiremos los hallazgos en imagen de la patología difusa y focal del íleon terminal por TC. MATERIAL Y MÉTODOS: Se revisaron los estudios solicitados de TC con evaluación de la técnica considerando si esta fue adecuada o no para evaluar el íleon terminal, y se analizaron los posibles motivos de su indicación e interpretación por el Médico Radiólogo y en los que se señaló específicamente la anormalidad del íleon terminal con hallazgos por TC de la patología difusa y focal del íleon terminal, señalando si la anormalidad era asimétrica o circunferencial, si el engrosamiento más marcado generaba la apariencia de masa; sus contornos liso o irregular; la conservación o no de la estructura en capas de la pared; la extensión: focal o segmentaria; la transición suave o brusca con las regiones vecinas sanas y la afectación de la grasa perilesional. RESULTADOS: La ileitis terminal es producida por Yersinia, Campylobacter y Salmonella. En la TC hay engrosamiento de la pared del íleon terminal, ciego y parte del colon ascendente, y suele haber adenopatías. La identificación del apéndice normal y la falta afectación de la grasa periapendicular ayudan a distinguirla de la apendicitis. La TC enterografia se ha mostrado una técnica útil en la valoración de los pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal, por encima de otras técnicas, ya que permite valorar estructuras extraintestinales así como la pared intestinal, siendo sobre todo de elección para la valoración de la actividad de la enfermedad en fase aguda y de las complicaciones, de cara al manejo médico o quirúrgico de la enfermedad. CONCLUSIONES: Las estructuras de la región ileocecal (ciego, válvula ileocecal, íleon terminal y apéndice) se pueden afectar en numerosos procesos patológicos, muchos de ellos frecuentes en la práctica clínica habitual. La patología puede implicar únicamente a una de las estructuras, a varias de ellas simultáneamente o formar parte de un proceso generalizado. Las formas de presentación clínica son muy variadas, desde procesos asintomáticos descubiertos incidentalmente, hasta cuadros severos de abdomen agudo. Tanto en unos casos como en otros el papel de las pruebas de imagen es determinante. En el caso de los hallazgos incidentales, es fundamental el conocimiento adecuado de la anatomía normal y de las variaciones anatómicas para evitar errores diagnósticos, especialmente de la válvula ileocecal, cuyas variantes a veces simulan procesos neoformativos. En cuanto a los procesos sintomáticos, el dolor agudo en la fosa iliaca derecha es uno de los cuadros más frecuentes de la práctica clínica, y son muchas las posibles patologías subyacentes con manejos terapéuticos dispares (quirúrgicos/no quirúrgicos), por lo que es necesario un diagnóstico etiológico preciso que en la mayoría de las ocasiones es posible gracias de la técnicas de imagen. La incidencia y etiología de ileítis aguda puede llegar a ser de 16/100.000 habitantes/año, llegándose al diagnóstico en el 60% de casos y siendo la causa más común la infecciosa. Las técnicas de estudio principales en el caso del intestino delgado siguen siendo el tránsito intestinal baritado, la enteroclisis y el estudio mediante TC. Hay técnicas más recientes como la TC-enteroclisis o el estudio mediante resonancia magnética (RM) se encuentran en expansión y muestran grandes opciones, sobre todo en pacientes con enfermedad de Crohn. Aunque la TC tiene el inconveniente de la radiación ionizante, su excelente resolución espacial, entre otras ventajas, la convierte en una buena alternativa a la RM en nuestro medio.