Fui desplazado y me recogiste Alimentar a los hambrientos es una

Transcripción

Fui desplazado y me recogiste Alimentar a los hambrientos es una
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courier
2009 / 1
www.mwc-cmm.org
Conférence Mennonite Mondiale
22
Mennonite World Conference
•
Congreso Mundial Menonita
Fui desplazado y
me recogiste
45
Alimentar a los
hambrientos es
una cuestión de
justicia
5
En busca
de un ‘no’
8
8
12
10
Asamblea 15:
13
11
Líderes menonitas
congoleños se
reconcilian
14
15
•
Oradores y líderes
del estudio bíblico
Asamblea 15:
¿Quiénes son
nuestros
anfitriones?
página 10
Compleja realidad
de los menonitas
en Vietnam
13.600 km en
bicicleta rumbo
a Paraguay 2009
Un ministerio privilegiado y sin igual:
CMM apoya trabajo por la paz
de Iglesia Menonita de Colombia
Manila, Filipinas.– La Iglesia
Menonita de Colombia (IMC) está
dispuesta a asumir los riesgos de
trabajar por la paz en este país
conflictivo, informó Pedro Stucky de
Colombia al Comité Ejecutivo (CE)
del CMM, en la reunión realizada en
Filipinas en agosto de 2008.
El CE ratificó el apoyo del CMM
a las iniciativas de paz de las iglesias
miembros de Colombia, incluidas las
iglesias menonitas, Hermanos
Menonitas y Hermanos en Cristo, y
otras iglesias del país.
Stucky, representante de América
Latina en el CE, manifestó que los
menonitas colombianos realizan
varias iniciativas dirigidas a tender
un puente entre las facciones
enfrentadas. Además, la Iglesia espera
atraer a otras personas que sostengan
que el conflicto debe resolverse a
través del diálogo.
Stucky señaló que la IMC cree
firmemente que la Iglesia tiene como
vocación y mandato impulsar la
búsqueda de la paz con cualquier
grupo armado que esté dispuesto a
ello.
Apoyo moral, amparo
espiritual. Stucky presentó una
propuesta de la IMC en la que pide
que el CMM exprese su apoyo a las
iniciativas de paz, incluido contactos
con los grupos armados, abogando
por acciones humanitarias y un
diálogo constructivo en pos de la paz
y la justicia.
Debido a que los contactos con
militantes son riesgosos, la Iglesia
está solicitando a los organismos
eclesiales internacionales que le
brinden apoyo moral, solidaridad y,
sobre todo, amparo espiritual.
“Las iniciativas de dichas iglesias
reflejan el deseo de ser fieles al
llamado a ser sal y luz en un país que
clama por la paz. El CE no tiene otra
opción más que apoyar la propuesta,
aunque parezca riesgosa y difícil,”
declaró Danisa Ndlovu, actual
Vicepresidente y Presidente electo del
CMM.
El conflicto ha asolado a
Colombia durante 60 años,
ocasionando miles de asesinatos,
desapariciones y secuestros cada año.
Se calcula que 3,5 millones de
personas han sido desplazadas dentro
del país, y muchas más han huido al
exterior.
La IMC ha colaborado con otras
iglesias en la educación para la paz, y
con organizaciones y coaliciones en
iniciativas de derechos humanos. Se
ha contactado con grupos
guerrilleros tales como las FARC y el
ELN, y también con un grupo
paramilitar denominado AUC y con
el Ejército colombiano.
Puentes entre grupos armados.
Según Stucky, el objetivo de dichos
contactos es tender puentes de
comunicación entre los grupos
armados, y entre éstos y la Iglesia y
los civiles.
Stucky comentó que la Iglesia ha
expuesto sus iniciativas a la Primera
Dama de Colombia, quien ha
prestado oído y se ha mostrado
favorable a ellas. También se puso en
contacto con un líder guerrillero, por
intermedio de un líder eclesial que
vive cerca de él.
Sin embargo, el Gobierno ha
declarado que cualquier persona que
contacte a las FARC será considerada
un objetivo militar. Stucky afirmó
que el apoyo de organismos eclesiales
internacionales –incluido el CMM–
reduciría el riesgo para los miembros
de la Iglesia.
“El apoyo del CMM es la manera
de orar activamente por estas
iniciativas de paz y de estar dispuesto
a defender las iglesias cuando otros
cuestionan los riesgos que asumen”,
expresó Nancy Heisey, Presidenta de
la CMM, en tanto el CE tomaba las
medidas correspondientes.
Fui
desplazado
y me
recogiste
por Pedro Stucky
V
ivir de acuerdo al Evangelio y a
las convicciones anabautistas no
son dos cosas distintas. El
anabautismo es más bien una manera
de entender lo que significa seguir a
Jesús. El anabautismo no es ni mejor ni
peor que la perspectiva de otras familias
de fe; no obstante, para la Iglesia
Cristiana Menonita de Colombia el
anabautismo constituye una perspectiva
que nos enriquece y orienta en medio
de los conflictos en América Latina.
Esto es especialmente cierto para la
Comunidad Menonita de Teusaquillo
de Bogotá, de la que soy pastor. En una
casa de una zona de Bogotá llamada
Chapinero este grupo formalizó en
1977 su intención de establecer una
iglesia. Desde un principio nos propusimos promover una visión comunitaria y
no tradicional de ser iglesia. Al comienzo, lo que menos imaginábamos era que
Dios tendría reservado algo sorprendente, desestabilizador y salvífico para
Tapa: El 6 de enero de 2009, Lars
Akerson (iz.) y Jonathan Spicher,
estudiantes de EMU, partieron
desde Estados Unidos a Paraguay;
recorrerán 13.600 km en bicicleta
para participar en la Cumbre
Mundial de la Juventud y la
Asamblea 15.
foto por Jim Bishop
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nuestra iglesia que nos ayudara a
cumplir dicho sueño.
Ese ‘algo’ fue la presencia de personas muy necesitadas y excluidas de
nuestra sociedad. Se trataba de
desplazados internos; luego, aquellos
cuyas vidas corrían peligro, personas
discapacitadas, presos, gente de la calle,
niños desnutridos y hambrientos,
muchas veces como consecuencia del
conflicto en Colombia.
En 1997 irrumpió en nuestra iglesia
la cruel, injusta y despiadada realidad
del desplazamiento interno. Esto ocurrió con la toma de los edificios del
Instituto Colombiano de la Reforma
Agraria en Bogotá por los desplazados
de la Hacienda Bellacruz del
Departamento de César, quienes buscaban un lugar donde vivir. Con la ayuda
de un hermano de la congregación,
comenzamos a visitar a estas personas,
promoviendo actividades para niños y,
en general, procurando aliviar una poco
su situación.
Una de ellas había sido amenazada
de muerte. A raíz de nuestra labor,
Manuel Narváez y su familia se acercaron a nuestra iglesia e hicimos lo que
pudimos para ayudarles. Una hermana
de la iglesia muy humilde les dio alojamiento y un lugar para ocultarse en
su casa, brindándoles protección hasta
que lograron asilarse en Bélgica.
Manuel salvó milagrosamente su vida
en un intento de asesinato en el centro
de Bogotá, presuntamente por los paramilitares.
Desde entonces, hemos vivenciado
muchos casos de intervenciones divinas
verdaderamente milagrosas a favor del
pueblo de Dios, es decir, de las personas que se han entregado al cuidado
de Dios y de la Iglesia. Podemos dar fe
que aquel Dios que liberó a Pedro de
ser encarcelado y ejecutado por
Herodes en el Libro de los Hechos,
ejerció el mismo poder liberador al salvar al menos a seis personas de una
muerte segura.
M
uchos de los que se acercaron
a nuestra iglesia, pudieron
realmente escuchar y conocer
por primera vez las buenas noticias de
Jesucristo para sus vidas. Decenas
–quizá cientos– de personas han
respondido con alegría y entusiasmo, a
pesar de haber sufrido tantas pérdidas:
2009 - 1
Pedro Stucky
(izq.), autor del
artículo, y su hijo
Jonathan –quien
escribió sobre la
lucha de la iglesia
en contra del hambre–, colaboran
junto con otros de
la Comunidad
Menonita de
Teusaquillo a
paliar el sufrimiento en Colombia.
años de esfuerzo, familiares, proyectos
de vida, estabilidad y dignidad.
Al abrir las puertas a los desplazados
nuestra congregación sufrió una gran
conmoción. Dar una mano a aquellos
en peligro produjo un choque de culturas que requirió mucha atención,
tiempo, amor y recursos económicos.
Para muchos miembros antiguos no
fue fácil aceptar la presencia de los
nuevos. Aquellos se sentían desplazados
en su propia iglesia y descuidados por
el pastor. Percibían cierta inseguridad
para ellos y sus hijos. Algunos dejaron
la iglesia. Sin embargo, la gran mayoría
respondió admirablemente, con una
actitud abierta al darse cuenta de que
Dios obraba de una manera nueva e
importante. Por cierto, la presencia de
los desplazados en nuestra iglesia nos
tocó profundamente, afectando la vida
cómoda que llevábamos.
Al final, formamos un Comité de
Justicia y Paz para orientar la obra de la
iglesia en esta tarea. Una de las
primeras acciones del grupo fue brindar
un espacio para la oración y reflexión
–llamado, ‘Momento por la paz’–, los
miércoles al mediodía. Creíamos que
era importante que la iglesia de paz y
las instituciones menonitas que trabajaban en la zona, se congregaran semanalmente para orar por la paz en
Colombia.
Al principio, participaron cinco o
seis. Luego, se fueron sumando cada
vez más: 10, 15, 20, 40, 60. Muchos de
los que concurrían eran desplazados
internos y les contaban a sus familiares
y amigos acerca del momento de
oración por la paz, y ellos también
empezaron a participar. Personas que
nunca habían asistido a una iglesia,
descubrieron a través del ‘Momento
por la paz’, una manera de ser cristianos y de preocuparse por la realidad
social, la justicia, los derechos
humanos, vislumbrando la posibilidad
de un mundo nuevo.
E
ra obvio que dicha tarea requería
discernimiento constante, dado
que era un camino que no habíamos previsto ni transitado anteriormente. Existían inquietudes respecto a
la seguridad y la manipulación, y se
cuestionaba si las soluciones eran adecuadas o no, etc. Con el tiempo, los
integrantes del Comité empezaron a
sentirse incómodos, incluso un poco
culpables o inseguros sobre su relación
con la iglesia; se daban cuenta de su
responsabilidad ante el profundo cambio sociológico que había trastornado
la iglesia, llegando incluso a perder a
algunos miembros. Y entonces surgió
toda clase de interrogantes: ¿Quiénes
eran realmente los asistentes a los cultos? ¿En qué momento se podía producir algún incidente peligroso?
¿Nuestros hijos estarán seguros en esta
iglesia? Además, ¿quién dijo que este
tipo de intervención era obra de la iglesia? ¿No sería mejor dedicarnos a un
3
ministerio más tradicional en vez de
llevar adelante actividades tan riesgosas
e incluso políticas?
Con el peso de tantas dudas y vacilaciones, el Comité solicitó una reunión
con el Consejo (el Cuerpo Gobernante
de la Iglesia) –integrado en ese momento por cinco mujeres maravillosas– a fin
de pedir consejos.
Dichas mujeres escucharon atentamente y luego, con la claridad propia
del Espíritu Santo, expresaron lo siguiente: “A pesar de las dudas surgidas
en el seno de la iglesia, esto es del
Señor; es precisamente lo que debería
hacer la iglesia. Por medio de las personas que han llegado a la iglesia, hemos
tenido el privilegio de conocer al Señor
Jesucristo, quien se ha manifestado a
través de los desplazados, desvalidos,
perseguidos, hambrientos y encarcelados. Dichos acontecimientos han renovado a la iglesia, permitiéndonos tener
un ministerio privilegiado y sin igual.
Lo que han hecho ha sido muy bueno”.
Los miembros del Comité se fueron de
la reunión con renovadas fuerzas y energía.
fianza hacia otros miembros de la iglesia. Pero, han aprendido a perdonar en
la nueva comunidad de Jesús. En torno
a la mesa del Señor, las palabras de
Efesios 2:14 se hacen realidad: “Cristo
es nuestra paz. Hizo de judíos y no
judíos un solo pueblo, destruyendo el
muro que los separaba y anuló en su
propio cuerpo la enemistad que existía.”
L
Pedro Stucky, pastor de la Iglesia
Cristiana Menonita de Teusaquillo de
Bogotá, Colombia, también representa a
América Latina en el Comité Ejecutivo
del CMM. Este artículo fue adaptado de
una presentación de Pedro ante la
Consulta Anabautista Menonita CentroAmericana (CAMCA) en 2007.
a obra continúa. Muchos de los
que participan en nuestra iglesia
podrían sentir odio por algunas o
todas las partes del actual conflicto:
guerrilleros, paramilitares, Fuerzas
Armadas. Hay quienes quizá hayan participado en uno de estos grupos.
Algunos se acercan con mucha descon-
Alimentar a los hambrientos es una cuestión de justicia
por Jonathan Stucky
C
uando Jesús se encontró en el
desierto ante 5.000 hambrientos, realizó un milagro
para darles de comer. Algo similar
ocurrió en la Iglesia Menonita de
Teusaquillo de Bogotá, Colombia.
‘Pan y Vida’ es un ministerio
surgido de la inquietud de varios de
nosotros respecto al hambre en nuestro país. Más del 40% de los colombianos viven en la pobreza y apenas
tienen para comer, en muchos casos
a consecuencia de haber sido
desplazados por el conflicto armado
imperante en muchas zonas.
En 2005, tres de nosotros
–Emilio, obligado por las fuerzas
paramilitares a huir de su hogar ubicado en un barrio periférico; Teresa,
una mujer mayor para quien los que
padecen hambre eran motivo de
preocupación, y el que suscribe–,
visitamos un pequeño proyecto iniciado por un estudiante extranjero
en Bogotá. Éste cocinaba comida
para veinte personas una vez por
semana y salía a repartirla a la gente
de la calle. Pero, estaba por regresar a
su país.
Queríamos seguir con ese ministerio. “Donaré 15 dólares; preparemos
algo de comer”, dijo Teresa. El sába-
4
do siguiente cocinamos para treinta
personas, oramos y salimos a la calle. Al
otro día, compartimos con la congregación lo que habíamos hecho; el sábado siguiente ya contábamos nuevamente con el dinero para preparar más
comida, y con otras personas dispuestas
a colaborar.
No hemos parado desde entonces.
Actualmente, se prepara comida para
300-400 personas por semana y contamos con 20-25 voluntarios –muchos
de ellos desplazados y desocupados–,
que así han encontrado una manera de
ayudar.
C
onforme se iba desarrollando el
proyecto, también crecía nuestra
inquietud por llegar a otra
gente. Queríamos abarcar otras comunidades vulnerables. Cuando
Carmenza, una mujer de la Iglesia, me
dijo que estaba convencida de que
debíamos ocuparnos de los niños,
decidimos comenzar otro ministerio
para alimentar a los niños. Ella había
trabajado para ‘Hábitat para la
Humanidad’ y conocía a gente que
vivía en un barrio ubicado en uno de
los cinturones de miseria de Bogotá.
Fuimos al lugar y vimos la pobreza
extrema y muchos niños con desnutrición aguda.
Nos propusimos alquilar una casa en
dicho barrio. Nos alcanzaba sólo
para el alquiler de dos meses, pero
sentíamos que Dios nos estaba
guiando. Una vez más, damos testimonio de la fidelidad de Dios:
alguien nos donó unas sillas, otros
unas mesas, ollas, platos, todo lo
necesario para la obra. A mediados
de 2006, comenzamos con treinta
niños de 3 a 14 años. Actualmente,
tenemos dos programas alimentarios
que dan de comer diariamente a 120
niños. Compramos una de las casas y
seguimos ofreciendo comida a
alrededor de 400 personas de la calle
todos los fines de semana.
La comida es un derecho de todos
los seres humanos. Dios es generoso
y provee suficiente para todos.
Mediante el ministerio de ‘Pan y
Vida’ afirmamos que la imagen de
Dios está en cada persona y debe ser
protegida. Alimentar a los hambrientos no es una cuestión de caridad,
sino de justicia.
Jonathan es miembro de la Iglesia
Menonita de Teusaquillo de Bogotá,
Colombia, cuyo pastor es Pedro Stucky,
su padre. Este artículo fue adaptado
de una presentación realizada por
Jonathan al año pasado ante la
Manhattan Mennonite Fellowship
en Nueva York.
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En busca de un ‘no’
por Ernst Bergen
según se lo relatara a Phyllis Pellman Good
L
a elección presidencial se realizó en
Paraguay el 27 de abril de 2003.
Dos días después, el presidente
electo, Nicanor Duarte, nos invitó a mi
esposa Lucy y a mí a su quinta en Atyrá,
a unos 45 kilómetros de Asunción.
Llevamos con nosotros a David, nuestro
hijo de dos semanas. En el camino
estábamos algo preocupados, pensando
que tal vez seríamos los únicos invitados
y que Nicanor nos pediría colaborar en
su Gobierno. Pero al llegar y ver muchos
vehículos en el estacionamiento de la
casa, nos sentimos aliviados.
Cuando entramos y vimos unas 30
personas, nos relajamos. Resultó ser una
fiesta organizada por Gloria, la esposa de
Nicanor, para celebrar la victoria electoral. Ella había invitado a un conjunto
musical cristiano y nos sentíamos a gusto.
Había un ambiente cristiano, casi
menonita. Gloria es miembro de una
congregación menonita, hermana de la
nuestra. Lucy y ella se conocían por
haber trabajado juntas en proyectos para
la mujer.
Buscamos sentarnos a buena distancia
Ernst Bergen se desempeñó durante
cuatro años en el Gobierno
paraguayo, primero como Ministro
de Industria y Comercio, y después
como Ministro de Economía.
2009 - 1
del Presidente, pero nos localizó y nos
pidió tomar asiento más cerca de él. De
repente, Nicanor se levantó, me dio una
palmada en la espalda y me dijo: “Ven
conmigo, Ernst”. Salimos al jardín.
Me miró a los ojos y me dijo: “Ernst,
quiero que seas mi Ministro de Industria
y Comercio”. Recuerdo haber respondido: “Señor Presidente, ¡usted está loco!”
Pero él respondió inmediatamente: “Sí,
sí, esta es la típica conducta de los
menonitas. Son grandes héroes cuando
están sentados en la gradería mirando el
partido. Y siempre saben criticar perfectamente los errores del Gobierno. Les tiran
naranjas podridas a los jugadores que
cometen errores, y raras veces aplauden
las buenas jugadas”.
Siguió por bastante tiempo criticando
la actitud de los menonitas paraguayos.
Tampoco me quedé atrás, y le dije:
E
l 15 de agosto de 2003, Ernst
Ferdinand Bergen asumió como
Ministro de Industria y Comercio
del Paraguay, convocado por el presidente
Nicanor Duarte Frutos.
Tras desempeñarse en ese cargo
durante 21 meses, el Presidente le pidió
que asumiera como Ministro de
Hacienda, quizá el cargo más difícil del
Gobierno. Paraguay es un país en desarrollo, con dos grandes necesidades: formalizar sus practicas fiscales, y crear las
condiciones para el bienestar de vastos
sectores de la sociedad que padecen
pobreza, incluida una gran clase
campesina.
Permaneció en dicho cargo desde el 19
de mayo de 2005 hasta el 30 de julio de
2007, el período más largo de un
Ministro de Hacienda de las últimas tres
gestiones de gobierno.
Sus abuelos fueron refugiados menonitas de origen alemán y polaco, que se
establecieron en el Chaco paraguayo tras
“Señor Presidente, hablemos seriamente.
Si usted necesita un colaborador menonita, le sugiero otra persona. Tiene mejor
preparación, habla inglés. Sus empresas
son más fuertes y cuenta con varios hermanos que pueden hacerse cargo de los
negocios mientras él esté en el
Gobierno”.
Nicanor me respondió: “La verdad es
que te quiero a ti en este Ministerio”.
Al final, lo convencí de que invitara a
mi candidato y me dio una semana para
intentar convencerlo. Me dijo que uno de
sus amigos lo conocía y que haría lo suyo
para ayudarme a convencerlo. Luego
agregó: “Tengo el presentimiento de que
tu candidato no va a aceptar, por eso te
pido que te prepares para colaborar en mi
Gobierno”. Después de una semana el
Presidente me llamó, informándome que
mi candidato no había aceptado, cosa
el final de la Primera Guerra Mundial.
Ernst se crió en la colonia menonita
Fernheim, en Filadelfia, en una región
inhóspita del Chaco. No le interesaba ni
el Gobierno ni la política. Es menonita
y, por razones históricas y teológicas,
coincidía con el recelo hacia la participación en el Gobierno.
Pero, a la edad de 39 años, Ernst
Bergen llegó a ser uno de los hombres de
confianza del presidente Duarte y, a
pesar de sus reservas, integró el Gobierno.
Tras su paso por dos cargos ministeriales,
Ernst contribuyó al inicio de una importante recuperación financiera y económica del país.
En el presente artículo se relata el
dilema de Ernst ante la invitación a
colaborar en el gobierno de Duarte. Fue
adaptado de un nuevo libro, “Un salto a
lo desconocido”©, editado por Good
Books (www.GoodBooks.com). Usado
con autorización. Todos los derechos
reservados.
5
que yo ya sabía. Reiniciamos entonces las
conversaciones sobre la posibilidad de
asumir como Ministro.
Le pedí al Presidente dos semanas para
reflexionar sobre la decisión. Consideré la
invitación con mucha responsabilidad.
Me di cuenta de que necesitaría el respaldo de cinco grupos para aceptar el cargo.
E
n primer lugar, busqué claridad al
respecto en mi relación con Dios.
Le pedí a Dios que me concediera
paz interior, cualquiera fuera la decisión
que tomara.
En segundo lugar, necesitaba conocer
la opinión de mi familia. ¿Qué sería lo
mejor para ellos? Mi preocupación especial giraba en torno a Lucy y nuestros
hijos. En aquel entonces Daniela tenía 13
años, Samuel 10, y el bebé, David, un
mes. Era muy consciente de que un “sí”
cambiaría drásticamente toda nuestra vida
familiar.
El tercer grupo a consultar fue el de las
empresas de las cuales formaba parte.
Tenía claro que mi prestigio y mi credibilidad sufrirían si en mi cargo de Ministro
de Industria y Comercio mis empresas se
deterioraban.
El cuarto grupo de referencia estaba
constituido por mis amigos. Si ingresaba
al gabinete gubernamental necesitaría de
buenos y leales amigos, sobre todo en
momentos de crisis.
El quinto grupo era mi iglesia local.
Para mí, este grupo era de suma importancia. Consideré crucial contar con la
bendición y el apoyo de mi congregación.
Debo aclarar por qué todo esto causó
gran revuelo entre nosotros: jamás alguno
de la comunidad menonita en el Paraguay
había sido llamado a ocupar un cargo
ministerial en el gobierno nacional. Era
un nombramiento al más alto nivel del
Gabinete.
La comunidad menonita, que había
padecido muchísimo sufrimiento en
Rusia en las primeras décadas del siglo
XX, siempre había mantenido cierto nivel
de autogobierno en sus colonias, según lo
acordado con el Gobierno cuando se
establecieron como refugiados en zonas
remotas de Paraguay. En general, los
menonitas –especialmente aquellos con
un claro perfil menonita– no se habían
involucrado en política fuera de sus
comunidades. Los pocos que habían participado habían tenido que atravesar serias
crisis, afectando incluso la relación con su
comunidad eclesial.
En medio de la confusión de aquellos
6
días, me fue muy útil concentrarme en
estos cinco grupos de referencia para clarificar mi decisión. Tenía algunos amigos,
y hasta hoy los tengo, a quienes puedo
llamar en cualquier momento y pedirles
que me tengan en sus oraciones. No
tengo gran capacidad para orar. Al parecer, estos amigos están un poco más cerca
de Dios, así que delego la tarea de orar en
ellos. ¡Y ellos cumplen fielmente su misión!
Estuve diseñando una estrategia que
apuntaba a obtener paz evitando llegar al
Ministerio. Estaba en busca de un “no”.
Por cierto, había cosas que también me
atraían hacia el cargo, pero eran cosas
menores. La idea que prevalecía en mí era
que no estaba interesado. En ese tiempo
estaba pasando por un momento óptimo.
Me sentía bien y creía que era útil lo que
estaba haciendo.
Y las respuestas llegaron.
Lucy le dio un cheque en blanco a
Dios. Simplemente dijo: “Si esto viene de
parte de Dios, Él nos dará la fortaleza
para hacerlo. Así que debemos clarificar si
se trata de algo que Dios aprueba”. La
verdad es que no me gustó mucho su
respuesta. Realmente hubiera preferido
que dijera que “no”, para poder argumentar que mi esposa no me daba permiso
para aceptar el cargo.
M
is padres me prometieron que
me respaldarían en caso de que
asumiera el compromiso, pero
que no debía aceptar el trabajo en contra
de mi propia voluntad.
Mi mamá estaba sentada en el jardín
cuando llamé por teléfono para pedir su
opinión y la de papá. Más tarde, le confesó a Lucy que un día antes de mi llamada había tenido una especie de visión. ¡Y
ella no suele ser de aquellas personas que
tienen visiones! Había tenido la sensación
de escuchar a Dios decir: “Quiero usar a
tu hijo; quiero que me lo entregues”, y
ella replicó: “¡De ninguna manera!” Esta
experiencia se había repetido tres veces y
luego creyó escuchar a Dios decir:
“¿Quieres oponerte a mi voluntad?”.
Entonces respondió: “Está bien, tómalo,
pero cuídamelo”, mientras lloraba, según
le contó a Lucy
Les tenía mucho cariño a las empresas
a las que estaba vinculado, y tuve un conflicto especial con Dios al respecto.
Conocía a algunos amigos empresarios
que se habían dedicado a la política y sus
empresas habían sufrido por ello.
Entonces le prometí a Dios: “Me distan-
ciaré de las empresas si accedo al cargo”.
Estaba muy consciente de que estaría
tomando un doble riesgo: uno, de seguridad económica y otro de integridad personal, pues renunciaría a ciertos ingresos y
me retiraría de mi actividad empresarial.
Procuré convencer a Dios de que
cometería una gran irresponsabilidad si
me alejaba de mis empresas. Estaba
seguro de que éste era un importante
argumento a favor del “no”, y lo expuse
así: “Escúchame, Dios. Realmente he
comenzado a entender lo que es la
responsabilidad social de la empresa. Si
ahora me alejo, pongo en riesgo los
lugares de trabajo de mis empleados.
Perderán algo de la estabilidad que
comienzan a apreciar”.
De pronto, vino a mi mente nuestro
lema empresarial, “Crecer juntos para
servir”. Me di cuenta que era la oportunidad para que se transformara en realidad. En ese momento Dios me mostró
cuán cobarde era. Hacía uso de un lema
cristiano muy bonito para trabajar con
mis colaboradores, pero cuando me tocaba ser un empleado, no sentía absolutamente ningún interés.
Después consulté con mi grupo de
amigos, algunos de los cuales también
eran ejecutivos en nuestras empresas. Ellos
tenían un panorama bastante claro de la
situación del país, las necesidades sociales
y la situación global. Me expresaron lo
siguiente: “Si quieres hacer algo por los
pobres de nuestro país, entonces hazlo”.
Entendían muy bien el costo personal
relacionado con este paso, por lo cual me
sorprendió su aliento para que aceptara el
cargo ministerial. A la vez que me
prometieron su apoyo moral, coincidieron
conmigo en que no me esperaba una tarea
fácil.
unque mi comunidad eclesial es
crucial para mí, antes de recurrir a
su consejo quería clarificar las
implicancias empresariales. De ninguna
manera significaba que el consejo de mi
iglesia tenía menos importancia por
haberlos consultado último.
Pregunté al pastor, mi propio hermano
Holly, cómo debía proceder para compartir mi situación con la iglesia. Concluimos que nos reuniríamos con todo el
equipo pastoral. Los invité a mi casa, sabiendo que para mi congregación local el
tema era bastante novedoso y no tan fácil
de tratar. Los líderes adherían fundamentalmente a la postura tradicional menonita de no alentar una fuerte participación
directa en el Gobierno. Así que la reunión
A
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El presidente Duarte (de.) consulta con Ernst Bergen en una reunión de Gabinete.
sería extraordinaria.
Nuestra iglesia había hecho un estudio
teológico sobre los cristianos en la política y cómo llegar a un consenso, lo que
serviría de base para nuestra consulta.
El tema no nos era del todo ajeno,
dado que María Gloria Penayo Solaeche,
la esposa del Presidente, era miembro de
una de las congregaciones de nuestra
iglesia. El consejo, reunido en nuestra
casa aquella noche, supervisaba ambas
congregaciones: la de habla alemana a la
que yo pertenecía, y la de habla castellana a la que había pertenecido Gloria
por varios años. Sin embargo, el consejo
no se sintió presionado por ello. Al final,
nuestras reflexiones se centraron en una
pregunta muy simple: ¿Es más responsable decir que “sí” o que “no”?
En la reunión no hubo mucha discrepancia, más bien los ocho presentes
deliberamos juntos: ¿Es ésta una oportunidad servicio? Era llamativo que la
invitación se hiciera a alguien que no
tenía afiliación partidaria ni trayectoria
militar. No podemos de buenas a
primeras avalar cualquier actividad política. Pero, puede haber instancias en que
asumir una responsabilidad pública y
política sea correcto. Para ingresar a la
función pública es preciso tener por objetivo servir a los demás. Cualquier otra
motivación debe ser desechada.
Al final de la noche, el grupo me alen-
2009 - 1
tó a dar una respuesta positiva. Deseaban
contribuir a que el nuevo Gobierno contara con buenos recursos humanos.
Poco después tuve otro encuentro con
Dios, clarificando los pasos a seguir.
Recordé a mis abuelos que llegaron al
Paraguay como refugiados muy pobres.
No poseían nada, pero recibieron la bienvenida del pueblo paraguayo que los
acogió con mucha generosidad. La
población continúa teniendo una actitud
generosa y amigable hacia los menonitas.
En el transcurso de los años, mi gente
logró considerable éxito, tanto en lo
social como en lo económico. Dios me
hizo ver con mucha claridad que mis
antepasados no habían llegado a este país
sólo con la meta de avanzar económicamente.
D
ios no me pedía ningún sacrificio, ni siquiera una gran contribución. Lo que me ofrecía era
un gran privilegio: la oportunidad de retribuir al pueblo paraguayo una pequeña
parte de lo mucho que me había brindado, y devolver algo de la generosidad y
hospitalidad que mis antepasados habían
experimentado en este país. Entonces
cambió mi actitud. La invitación a colaborar en el Gobierno ya no se me presentaba como una obligación a la que
debía rehusarme. Más bien, la percibía
como el privilegio de retribuir al país y a
su pueblo algo de lo mucho que mi
familia y yo habíamos obtenido.
Hice un trato con Dios. Le dije:
“Entiendo que es un privilegio, pero
quiero que me ayudes a ser fiel. Te pido
que no permitas que te abandone en
ningún momento durante este proceso.
Quiero que me ayudes a estar cerca de ti
durante todo el tiempo que esté en el
Gobierno”. Y así lo expresé cuando pude
compartir con mi congregación. Les dije:
“No sé si voy a estar días, semanas, meses
o años en el Gobierno. Lo que pido es
que cuando salga, le haya sido fiel a
Cristo y me encuentre más cerca de Dios
que hoy. Esto es lo más importante para
mí”.
Y luego me senté frente a mi computadora y escribí una lista de condiciones y
pedidos para el Presidente. Necesitaba un
compromiso de su parte, para poder
hacer el trabajo de la mejor manera. Los
puntos principales fueron los siguientes:
• Dios seguiría siendo la autoridad
máxima para mí.
• El bienestar de toda la población iba
a prevalecer en todas mis decisiones y
acciones.
• Necesitaría libertad para escoger mi
propio equipo.
• Solicitaba el consejo permanente del
Presidente, ya que no tenía experiencia
política.
C
oncertamos una noche para
reunirnos en la casa del
Presidente. Él y yo nos retiramos
a una sala; Gloria y Lucy a otra. Lista en
mano, conversamos sobre mis condiciones. Quería asegurarme que entendiera
cada una. En realidad, esperaba que me
reprochara lo poco prácticas que eran o
que él estaría dispuesto a intentar
cumplir con lo solicitado pero que no
podía prometerme nada.
Después de examinar toda la lista, el
Presidente dijo: “Aparte de lo que me
pedís, te prometo mi pleno apoyo político, de modo que juntos podamos tener
éxito”. Posteriormente, me di cuenta de
que no había solicitado este respaldo, y
era lo más importante de todo. Tras
recibir su apoyo incondicional, el
Presidente me dijo: “Muy bien, Ernst,
pongamos todo esto en oración”.
Comenzó a orar libremente, dirigiéndose a Dios y quedé muy impresionado
por su oración. En realidad, yo no estaba
en condiciones de orar en ese momento,
así que le agradecí y volvimos junto a
nuestras esposas.
7
ASAMBLEA 15 • JULIO 14-19, 2009 • ASUNCIÓN, PARAGUAY
Asamblea 15: Diez personas encarga
Asunción, Paraguay.– Al reunirse la
Asamblea 15 del CMM en julio de
2009, diez personas de todo el mundo
guiarán los estudios bíblicos matutinos
y predicarán los sermones.
Nancy Heisey, actual Presidenta del
CMM, será la principal oradora en la
ceremonia de apertura a realizarse el 14
de julio. Danisa Ndlovu, Presidente
electo, presidirá el culto del sábado 18
de julio. Heisey tratará el tema central
de la Asamblea 15, “Sigamos juntos el
camino de Jesucristo”, basado en el
pasaje bíblico, Filipenses 2:1-11, al que
Ndlovu se referirá nuevamente el sábado a la noche.
Durante la Asamblea, habrá diariamente un estudio bíblico matutino y un
culto vespertino. Las siguientes personas
estarán a cargo del estudio bíblico y de
las prédicas:
Miércoles: Elfriede Verón, Paraguay; y
Nzuzi Mukawa, RD del Congo.
Jueves: Antonio Gonzáles, España; y
Ditrich Pana, Paraguay.
Viernes: Jenny Neme, Colombia; y
Elizabeth Soto, Puerto Rico / EE.UU.
Sábado: Chris Marshall, Nueva
Zelanda; y Danisa Ndlovu, Zimbabwe.
La Asamblea Reunida concluirá en la
mañana del domingo 19 de julio, con
un gran culto al aire libre. El Concilio
Coordinador Nacional, integrado por
representantes de las iglesias miembros
del CMM de Paraguay, está preparando
este culto basado en el tema, “Juntos en
el camino: Primera parada – Asunción.”
Alfred Neufeld, de Paraguay, predicará
el sermón.
Personas que guiarán el estudio
bíblico y predicarán los sermones
Nancy Heisey, actual Presidenta del
CMM, enseña Biblia e Historia de la
Iglesia en Eastern Mennonite
University, Harrisonburg, Estados
Unidos. Nancy se crió en una familia
de misioneros de los Hermanos en
Cristo que servía al pueblo Navajo;
pertenece a la familia anabautista
desde que se bautizó a los trece años.
Cursó estudios en Messiah College,
Eastern Mennonite Seminary y
Temple University. Nancy y su
esposo Paul Longacre tienen dos hijas
y tres nietas.
Elfriede Verón enseña Exégesis Bíblica,
Hermenéutica, Griego y Nuevo
Testamento en el Instituto Bíblico de
Asunción (vinculado con la
Universidad Evangélica del
Paraguay). Actualmente, está haciendo un Doctorado en Educación.
Elfriede se crió en una familia
Nancy Heisey
Elfriede Verón
Nzuzi Mukawa
Discurso de apertura Líder estudio bíblico Orador vespertino
Ceremonia de apertura Filipenses 2:1-11
Miqueas 6:1-8
Tema: “El camino de Jesucristo”
Martes 14 de julio
Miércoles 15 de julio
8
menonita en el Chaco paraguayo y
estudió en Paraguay, Argentina, y
Estados Unidos. Ella y su esposo
Juan Silverio Verón (pastor) tienen
tres hijas y un hijo.
Nzuzi Mukawa es secretario académico
y profesor del Instituto de Misiología
en Kinshasa, República Democrática
del Congo. Se desempeña también
como pastor adjunto de la Iglesia
Batela de los Hermanos Menonitas
de Kinshasa. Nacido y criado en el
seno de una familia menonita, su
padre fue pastor y su madre líder de
la Iglesia Menonita. Nzuzi estudió en
el Congo y Estados Unidos. Participó
en la Iglesia de los Hermanos
Menonitas como líder de la juventud,
evangelista y fundador de iglesias.
Antonio Gonzáles es director de
Investigaciones y Publicaciones de la
Fundación Xavier Zubiri en Madrid,
España. Nacido y criado en un hogar
católico romano en El Salvador,
ingresó a una orden jesuita. Conoció
a los menonitas del Seminario
Anabautista Latinoamericano de
Guatemala en 1999, cuya influencia
fue determinante dado que dos años
más tarde tomó la difícil decisión de
abandonar a los jesuitas, recalando en
Antonio Gonzáles Ditrich Pana
Líder estudio bíblico Orador vespertino
Juan 17:16-26
Hechos 2:46-47
Tema: “Uniéndonos en Cristo”
Jueves 16 de julio
Jenny Neme
Líder estudio bíblico
Isaías 58:1-10
Tema: “Sirviend
Viernes 1
courrier - courier - correo
‘SIGAMOS JUNTOS EL CAMINO DE JESUCRISTO’
adas de estudio bíblico y prédicas
la iglesia de los Hermanos en Cristo.
Realizó estudios de postgrado en
España y Alemania. Su esposa y él
han sentido el llamado de Dios a
evangelizar en España.
Ditrich Pana será este año presidente de
la Convención de Iglesias
Evangélicas Unidas - Enlhet
Paraguay, un cargo que ya desempeñó durante nueve años. Pana,
quien habla seis idiomas, predica en
Lengua norte –su lengua materna–
en el programa radial, ‘La hora
evangélica’. Trabaja en una fábrica de
productos lácteos. Pana es miembro
del Concilio Coordinador Nacional
y del Comité de Programación para
la Asamblea 15. Ditrich y su esposa
Mariacita tienen cinco hijos y cuatro
nietos.
Jenny Neme es directora del Centro
Cristiano para Justicia, Paz y Acción
No violenta, JUSTAPAZ, Ministerio
de la Iglesia Menonita de Colombia.
Integra la ‘Coalición contra la vinculación de niños, niñas y jóvenes al
conflicto armado en Colombia’ y el
Colectivo por la Objeción de
Conciencia. Trabajó en una organización para niñas en riesgo de calle y
como asistente en el Concejo
Elizabeth Soto
Oradora vespertina
Marcos 10:35-45
do como Cristo”
17 de julio
2009 - 1
Legislativo de Bogotá. En 1992,
conoció a los menonitas y comenzó
a participar en la Iglesia Menonita de
Ciudad Berna junto con Ricardo
Pinzón, miembro de dicha congregación, con quien contrajo matrimonio. Desde 2000 integra el Comité
de Justicia y Paz de la Iglesia Menonita
de Teusaquillo, que ayuda a víctimas
de la violencia en Colombia. Jenny y
Ricardo tienen una hija.
Elizabeth Soto, oriunda de Puerto Rico,
vive en Lancaster, Pennsylvania,
Estados Unidos. Es coordinadora de
Estudios de Campo en Lancaster
Theological Seminary. Trabaja en el
Hospital General de Lancaster y se
desempeña ocasionalmente como
capellana en el Hospital Materno
Infantil de Lancaster. Elizabeth y su
esposo, Frank Albrecht, sirvieron dos
períodos de tres años con la Iglesia
Menonita de Colombia, y ella fue
pastora de la Comunidad Cristiana
Menonita de Paz de Armenia
durante dos años. También colaboró
durante quince años con el Comité
Central Menonita. Elizabeth y Frank
tienen dos hijas adolescentes.
Chris Marshall es profesor adjunto de
Estudios Cristianos del
Chris Marshall
Danisa Ndlovu
Líder estudio bíblico Orador vespertino
Efesios 4:1-6
Filipenses 2:1-11
“Emprendamos juntos el camino de Jesucristo”
Sábado 18 de julio
Alfred Neufeld
Discurso de cierre
Culto al aire libre
Domingo 19 de julio
Departamento de Estudios
Religiosos de Victoria University en
Wellington, Nueva Zelanda.
Anteriormente, enseñó en Tyndale
Graduate School of Theology de
Auckland durante 19 años.
Marshall participó en el equipo de
liderazgo de London Mennonite
Fellowship y desde su regreso a
Nueva Zelanda ha mantenido vínculos estrechos con los menonitas
en Gran Bretaña y Australia. Chris
y su esposa Margaret tienen dos
hijos adultos.
Danisa Ndlovu, Vicepresidente y
Presidente electo del CMM, es pastor, profesor y obispo de la Iglesia
de los Hermanos en Cristo de
Zimbabwe. Se crió en una región
de Zimbabwe conocida actualmente
como Sikwambidzi, y cursó estudios primarios y secundarios en
escuelas de los Hermanos en Cristo.
Danisa cursó estudios en Kenia,
Sudáfrica y Estados Unidos. Su
esposa Treziah y él tienen tres hijos.
Alfred Neufeld es decano de la Facultad
de Teología de la Universidad
Evangélica del Paraguay y pastor
ordenado de la Iglesia Concordia de
los Hermanos Menonitas de
Asunción. También enseña en el
Instituto Bíblico de Asunción y fue
profesor invitado en el Seminario
Teológico de Bienenberg, Suiza.
Con la colaboración de su esposa
Wilma, escribió, “Lo que juntos
creemos”, una guía de estudio de las
siete “Convicciones Compartidas”
acordadas por la Iglesia anabautista
mundial y aprobadas por el
Concilio General del CMM en
2006. Preside la Comisión de Fe y
Vida del CMM y el Concilio
Coordinador Nacional para
Paraguay 2009. Alfred y Wilma
tienen cuatro hijos.
9
photo by Lindsey Roeshley
ASAMBLEA 15 • JULIO 14-19, 2009 • ASUNCIÓN, PARAGUAY
GYS 2009
Jóvenes del mundo
Amigos despiden a Lars Akerson (izq.) y Jonathan Spicher, quienes inician un viaje
en bicicleta de seis meses recorriendo 13.600 kilómetros desde Harrisonburg,
Virginia, EE.UU. a Asunción, Paraguay, para asistir a la GYS y la Asamblea 15.
13.600 kilómetros en bicicleta para asistir a Asamblea 15
Harrisonburg, Virginia, EE.UU.– Lars
Akerson y Jonathan Spicher están conscientes de los desafíos, riesgos y factores desconocidos que enfrentan, pero
confían en que podrán perseverar “con
la protección de Dios y el apoyo de
familiares y amigos”.
El 6 de enero, Akerson de 22 años y
Spicher de 20 años se dirigieron rumbo
al sur con destino a Asunción, Paraguay,
adonde llegarán en seis meses, habiendo
recorrido 13.600 kilómetros en bicicleta. Su propósito es participar en la
Cumbre Mundial de la Juventud (GYS)
y la Asamblea Reunida del CMM.
No hay duda de que es una aventura,
pero más que nada procurarán recaudar
fondos para ayudar a jóvenes adultos de
otros países a asistir a la GYS.
Por el camino esperan poder colaborar con proyectos de servicio, conforme
al lema de la GYS, “Servicio: un estilo
de vida.”
Akerson se graduó en Eastern
Mennonite University (EMU) en 2008,
especializándose en Matemáticas y Huma10
nidades; además, estudió también español.
Spicher cursará su último año en EMU
antes de iniciar la carrera de Medicina.
Tienen previsto atravesar Carolina
del Norte, Alabama, Louisiana y Texas
en Estados Unidos. Pasarán por México
y recorrerán Guatemala, El Salvador,
Honduras, Nicaragua, Costa Rica,
Panamá, Ecuador, Perú, Bolivia y, finalmente, Paraguay.
“Nos preocupa el último tramo del
viaje”, comentó Akerson. “Buena parte
de los dos últimos meses estaremos a
alturas de hasta 4.200 metros sobre el
nivel del mar. Nos encontraremos en
una situación muy vulnerable, pero
contaremos con la hospitalidad de la
gente; Dios y los demás serán quienes
nos resguarden y protejan.”
Disponen de un sitio web,
http://americas.bikemovement.org, donde
se podrá acceder a información actualizada, reflexiones personales, historias y
fotos.
–Jim Bishop, Servicio informativo,
Eastern Mennonite University
Jóvenes del mundo entero se reunirán en
Asunción, Paraguay, durante dos días, en
la segunda Cumbre Mundial de la
Juventud (GYS), antes de la Asamblea
del CMM. La primera se realizó en
2003, en Bulawayo, Zimbabwe, y congregó a más de 200
delegados y participantes. Se espera
que participen más de 800 en el
evento del próximo 11 y 12 de julio
de 2009.
Según Elina Ciptadi-Perkins, presidenta del grupo de planificación, “la
GYS brindará la oportunidad de discutir
sobre temas relacionados con la fe y vida
relevantes para la juventud de diferentes
continentes, de realizar servicio comunitario, e innumerables ocasiones para el
intercambio cultural”.
Ofreciendo un anticipo de la GYS
2009, Elina entrevistó a dos ex participantes de la GYS 2003, Jessica Mondal
de la India y Louise-Anne Porciuncula
de las Filipinas.
¿Qué significa la GYS para ti?
Jessica: Brinda a los jóvenes la oportunidad de expresar sus opiniones y de
ser escuchados. También de cultivar
nuevas amistades y descubrir aquello
que los une más allá de sus diferencias culturales.
Louise-Anne: Pude escuchar la opinión
de los jóvenes de la iglesia sobre
temas de actualidad. Asimismo, fue
muy emocionante conocer a jóvenes
del mundo entero. La GYS 2003 me
enseñó a estar más consciente de los
temas de la Iglesia, especialmente
referentes a la juventud. Aprendí
también que el diálogo entre las
generaciones es muy importante
para la Iglesia
¿Qué fue lo mejor de la GYS 2003?
Jessica: Me gustaron las discusiones
continentales, porque así aprendí
mucho sobre los delegados de otros
países de Asia. También me encantó
courrier - courier - correo
‘SIGAMOS JUNTOS EL CAMINO DE JESUCRISTO’
entero discutirán sobre fe y vida
integrar el coro de jóvenes creado al
concluir la GYS. Durante la
Asamblea, el CMM nos permitió
usar el escenario sin restricciones,
hecho que nos hizo sentir aceptados.
Pero sobre todo, me encantó realizar la
tarea asignada al delegado, pues así
pude conocer mucho a los jóvenes e
incluso mi propio país.
Louise-Anne: Cumplir con la tarea del
delegado y discutir los temas con los
delegados de otros continentes fue
también muy revelador. Fue
buenísimo escuchar la opinión de
los jóvenes de mi iglesia y luego la
de los jóvenes líderes de otros países.
Y los cultos fueron realmente
increíbles. ¡Resultó muy inspirador
ver a gente del mundo entero cantándole a Dios!
¿La GYS las ayudó a definir el rol
que desempeñan hoy día?
Jessica: Sí. Durante la GYS descubrí
que, aunque fuéramos diferentes,
somos uno en el Señor, y esto me
enseñó a comprender y aceptar a
otra gente de manera más abierta.
Louise-Anne: Me dio más confianza en
mí misma, lo que me ayudó en mi
trabajo como maestra.
Louise-Anne: Espero que los participantes tengan una experiencia
increíble y que mantengan ese entusiasmo al regresar a sus iglesias. Que
puedan tener presente cómo Dios los
está guiando y disfruten de la experiencia.
¿Tienen algo más para agregar
sobre la GYS 2009?
Jessica: Espero que todos los que asistan
regresen a su casa sintiendo que han
participado en uno de los congresos
más significativos de su vida. Ruego
que el tema principal, “Servicio: un
estilo de vida” se convierta en realidad.
Jessica
Mondal
India
Louise-Anne
Porciuncula
Filipinas
Al promover Asamblea 15 obtienen crédito académico
V
einte estudiantes de Teología de Asunción están
promoviendo Paraguay 2009 sin ningún costo
para el CMM, merced a la generosidad de dos
seminarios menonitas: el Instituto Bíblico de Asunción
(IBA) y el Centro Evangélico Menonita de Teología de
Asunción (CEMTA). Ambas instituciones constituyen,
junto con el Seminario Bautista, la Facultad de Teología
de la Universidad Evangélica del Paraguay.
Los estudiantes han visitado veinte congregaciones
menonitas rurales de habla castellana del sureste de Paraguay.
Su programa se llama, Equipo Promocional de Apoyo
(EPA). Algunos reciben crédito académico por dicho trabajo dado que está incorporado a su programa de estudio.
Habiendo completado su propia etapa de aprendizaje
sobre el CMM, los estudiantes cuentan que es emocionante explicar quiénes son los menonitas, ahondar en las
convicciones anabautistas fundamentales y brindar una
reseña de la familia mundial de fe. Concluyeron con un
llamado a participar en la Asamblea mundial.
Descubrieron que en las congregaciones que visitaron
la mayoría de la gente desconocía la existencia del
CMM. Muchos ni siquiera sabían que pertenecían a una
2009 - 1
convención. Pero, enseguida se entusiasmaron con la
idea de pertenecer a una familia más allá de su propia
comunidad.
Comentaron que un pastor exhortó a su congregación a participar en la Asamblea e incluso se recogió
una ofrenda improvisada para el CMM.
Al poco tiempo, los estudiantes descubrieron que el
principal obstáculo era el costo. Para algunos, el arancel
de inscripción de aproximadamente US$100 equivale al
sueldo de más de una semana.
En la segunda etapa de este programa, visitarán congregaciones menonitas en las afueras de Asunción, para
promover la Asamblea y alentar a los miembros a ofrecer alojamiento a los participantes en la Asamblea.
Magalí Moreno, encargada de la oficina del CMM en
Asunción y coordinadora del EPA, dijo que, “es una
gran bendición contar con este grupo que ayuda al
CMM visitando iglesias y promoviendo la Asamblea.
Llega a lugares remotos del país y las congregaciones se
alegran muchísimo con la invitación a esta reunión
familiar”. –Ray Brubacher, Coordinador Internacional
Asamblea 15
11
ASAMBLEA 15
‘SIGAMOS JUNTOS EL CAMINO DE JESUCRISTO’
¿Quiénes son los anfitriones de la Asamblea 15?
por Carmen Epp
M
uchas personas en
Paraguay ya están
abocadas a los preparativos para la Asamblea
15 del CMM, incluidos los
líderes de las convenciones,
pastores, líderes de organizaciones e instituciones
menonitas, miembros de las
iglesias, estudiantes, empresarios y amas de casa,
pertenecientes a las ocho
convenciones anfitrionas.
Se establecieron subcomisiones para la planificación
de las comidas, alojamiento,
transporte, instalaciones,
programas para niños y
jóvenes, oportunidades de
servicio y de la Aldea de la
Iglesia Mundial.
Las ocho convenciones
anfitrionas son miembros del
CMM y surgieron a raíz de
la inmigración de los menonitas al Paraguay en la década de 1920, 1930 y 1940.
T
res de dichas convenciones se componen de
congregaciones integradas
por inmigrantes menonitas
de habla alemana o por sus
descendientes:
• La Vereinigung der
Mennonitengemeinden von
Paraguay (Convención de
Iglesias Menonitas, o
Convención General) comprende veinte congregaciones
con un total de aproximadamente 7.300 miembros bautizados, establecidas por
inmigrantes de Canadá en la
década de 1920 y de Rusia
en la década de 1930 y 1940.
Existen quince congregaciones en la Colonia Menno,
12
fundada por inmigrantes de
Canadá. Hay una congregación en cada una de las
colonias –Fernheim,
Friesland, Neuland y
Volendam–, fundadas por
refugiados de Rusia; y
además una congregación en
Asunción.
• La Vereinigung der
Mennoniten Brüder Gemeinden
Paraguays (Convención de
Iglesias de los Hermanos
Menonitas) comprende siete
congregaciones con 1.800
miembros bautizados, en las
siguientes colonias “rusomenonitas”: Fernheim (tres
congregaciones), Friesland,
Neuland, Volendam y una en
Asunción.
• La Evangelische
Mennonitische Bruderschaft
(Hermandad Evangélica
Menonita) comprende una
iglesia madre de habla alemana en la Colonia Fernheim e
incluye cinco anexos de
habla castellana en las afueras
de Asunción, sumando un
total de alrededor de 900
miembros.
C
omo consecuencia del
estrecho contacto entre
grupos autóctonos y colonos
inmigrantes en el Chaco, al
noroeste de Paraguay, y
derivado directamente de la
obra misionera con grupos
indígenas, se establecieron las
siguientes tres convenciones:
• La Convención de las
Iglesias Evangélicas Unidas Enlhet Paraguay está compuesta de catorce iglesias y
tres anexos en el Chaco, con
más de 4.000 miembros bautizados de diferentes grupos
étnicos (Lengua norte,
Lengua sur, Toba-Maskoy y
Sanapaná).
• La Convención
Evangélica Hermanos
Menonitas Enlhet cuenta con
siete congregaciones en el
Chaco, con aproximadamente 2.000 miembros bautizados que hablan Lengua
norte.
• La Convención Iglesias
Evangélicas Hermanos
Menonitas Nivacle comprende nueve congregaciones
en el Chaco y tiene alrededor de 2.300 miembros bautizados que hablan Nivaclé.
L
as iniciativas de los
menonitas y de los
Hermanos Menonitas de
habla alemana dirigidas a la
fundación de iglesias, principalmente en la región este de
Paraguay, dieron lugar a dos
convenciones de habla castellana:
• La Convención
Evangélica Menonita
Paraguaya comprende 25
iglesias y 22 anexos (en for-
mación), con aproximadamente 1.350 miembros bautizados.
• La Convención
Evangélica de Iglesias
Paraguayas Hermanos
Menonitas está compuesta de
48 congregaciones y aproximadamente 2.500 miembros.
C
omo anfitriones
paraguayos, no tenemos
que esperar que comience la
Asamblea 15 para vivenciar
la diversidad de idiomas y
culturas presentes en nuestra
familia mundial de fe: ya
forma parte de nuestra realidad.
Carmen Epp integra el personal de la oficina del CMM
en Asunción como traductora
y planificadora de la
Asamblea Dispersa. Este
artículo fue adaptado del
boletín informativo de la
Oficina de Paz del CCM
(número de enero-marzo
2009).
En 2004, líderes de ocho convenciones
menonitas de Paraguay consideran las implicancias de ser sede de la Asamblea del CMM.
courrier - courier - correo
Vínculos y autonomía: tema de
reunión intermenonita en el Congo
El moderador Mutahiya Kamba observa a Mutahiya Monique
mientras extingue las llamas tras quemar documentos en una
ceremonia de reconciliación de líderes de la Iglesia en el Congo.
Kinshasa, República
Democrática del Congo.–
¿Cómo puede la Iglesia ser
autónoma y responsable de
su propia fortaleza y bienestar?
Éste fue el tema central
del segundo Foro Anual de
Diálogo Intermenonita
Congoleño (CIFC), realizado
en Kinshasa en noviembre de
2008.
El foro cumplió el segundo año de un proceso de tres
años, en el que los menonitas
de tres convenciones del
Congo procuran reflexionar
sobre los vínculos que
desearían mantener con los
menonitas del mundo
entero.
En el primer día se realizó
una conferencia con el
Consejo de Coparticipación
del Congo, que reúne a las
iglesias congoleñas y a otras
iglesias y organizaciones
afines al anabautismo que
sirven en el Congo.
Durante dicho evento
hubo un intercambio animado sobre quién es responsable de la Iglesia y cuál
debería ser la relación entre
clero y laicos. Aunque los
participantes aseveraban que
debe existir interdependencia
y que las iglesias de la familia
mundial deberían compartir
los dones, la opinión general
era que la relación tendría
que apoyarse en iglesias, congregaciones e individuos
autónomos y autosustentables.
El CIFC comprende diez
grupos de reflexión ubicados
en zonas de mayor concentración menonita. Los representantes de los grupos se
reúnen anualmente para
revisar, evaluar y planificar
futuras actividades.
–Tim Lind, Coordinador de
las Relaciones entre Iglesias del
CMM
Ceremonia de reconciliación de líderes de Iglesia Menonita del Congo
Kinshasa, República
Democrática del Congo.–
“¡Alabado sea Jesucristo, que
ha salido victorioso de este
conflicto!”
Pascal Kulungu, facilitador
de la comisión mediadora,
resumió así lo ocurrido en el
culto de reconciliación realizado en noviembre de 2008,
en el que participaron tres
pastores: Adolphe Komuesa,
Presidente de la Iglesia
Menonita del Congo
nacional (CMCo); Fimbo
Ganvunze, anterior Presidente; y Ambroise Kabeya,
Presidente de la CMCo
provincial (Kasai Oriental).
Durante la ceremonia se
comprometieron a cumplir
los acuerdos alcanzados con
la ayuda de la comisión
mediadora. Tras cuatro años
de conflicto, se procedió a
quemar cartas y documentos,
2009 - 1
representando el punto final
de las acciones legales
derivadas de sus diferencias.
Después, las mujeres líderes
de la CMCo echaron arena
para extinguir las llamas y los
pastores se arrodillaron en
oración y luego se abrazaron.
Reuniones, llamadas
telefónicas. Una comisión
mediadora llevó adelante el
proceso de reconciliación,
que surgió a partir de una
reunión en febrero de 2008
auspiciada por el CMM y el
Consejo Protestante
Ecuménico a nivel nacional
(ECC). Su tarea consistió en
la organización de 38
reuniones formales, 20
encuentros de grupos más
pequeños, 265 entrevistas
individuales, 26 cartas y 288
llamadas telefónicas.
“Estoy profundamente
agradecida por la sabiduría y
perseverancia de la comisión
mediadora, la participación
comprometida de los líderes
del ECC, y la gentileza y
humildad demostradas por
los líderes de la CMCo
durante este notable evento”,
dijo Nancy Heisey,
Presidenta del CMM.
Como parte del proceso
de reconciliación, dichos
líderes y ocho líderes provinciales de la CMCo, el
Presidente del ECC y el
Presidente del CMM, suscribieron un acuerdo avalando,
entre otras cosas, los siguientes compromisos:
• Que en el futuro todos
los conflictos sean tratados
dentro de la Iglesia en lugar
de los tribunales;
• Que las decisiones de los
organismos oficiales de la
Iglesia y los estatutos de la
Iglesia sean respetados por
todos;
• Que todos los firmantes
se comprometan con la
unidad y la paz en el cuerpo
de Cristo y la Iglesia, y que
obren en pos de dicho objetivo.
Trabajo a largo plazo.
El ECC y el CMM han disuelto la comisión mediadora
conjunta. Ambas organizaciones siguen colaborando
con los líderes de la CMCo
en torno a procesos a largo
plazo, destinados a eliminar
las causas fundamentales del
conflicto y promover la
buena gestión de la Iglesia.
La CMCo realizará una
asamblea nacional en febrero
de 2009 para considerar los
cambios propuestos en los
estatutos de la Iglesia en vista
de dichos acuerdos.
13
Predominan temas anabautistas en Asamblea de la WEA
Larry Miller (centro) y Pakisa Tshimika entregan un plato
de cerámica de Alsacia a Miriam Book (iz.), pastora de la
Iglesia Menonita de Salford, como muestra de gratitud por
la donación de parte de la recaudación de la congregación
destinada a la ampliación de su edificio.
Proyecto de construcción de
iglesia incluye donación al CMM
Harleysville, Pennsylvania,
EE.UU.– La Iglesia
Menonita de Salford concluyó recientemente las reformas y ampliación de sus
instalaciones. Según lo
proyectado, la congregación
acordó que una parte del
total de US$3,3 millones
destinados a nuevas instalaciones se donara a congregaciones con menos recursos.
Si bien la congregación
aún tiene una deuda hipotecaria por el proyecto, los
miembros decidieron que era
hora de que cumplieran su
compromiso. Enviaron
US$9.000 a la iglesia hermana ‘Dios Con Nosotros’
de la Ciudad de México,
para ayudarla a establecer
aulas para la instrucción de
los niños. Enviaron también
US$24.000 al CMM para el
Fondo de Ayuda de la Iglesia
Mundial.
Este fondo posibilita que
las iglesias con más recursos
compartan con aquellas que
tengan menos.
14
Ken Byler preside la
Comisión Pro Fondos de
Salford y señaló que, “ha
sido emocionante comprobar
que los fondos están
disponibles para las iglesias
de países en desarrollo”.
En abril pasado, los
miembros de la congregación
de Salford se conmovieron
con la visita de Larry Miller,
Secretario General del
CMM, y Pakisa Tshimika,
Secretario General Adjunto,
acompañados de Tom Frank,
asesor de comunicaciones y
comercialización del CMM.
Tras recibir un plato de
cerámica de Alsacia como
muestra de agradecimiento
del CMM, Miriam Book,
pastora titular de la congregación, manifestó su “deseo
de que otras congregaciones
de América del Norte que
tengan previsto construir, se
sumen al proyecto y compartan sus abundantes recursos
con nuestros hermanos y
hermanas de todo el
mundo”.
Pattaya, Tailandia.– En
respuesta a la invitación de la
Alianza Evangélica Mundial
(WEA), el CMM envió a dos
representantes –Mulugeta
Zewdie (Etiopía), presidente
de la Comisión de Paz; y
Alfred Neufeld (Paraguay),
presidente de la Comisión de
Fe y Vida– a la Asamblea
General realizada en
Tailandia, en octubre de
2008. Dicha Asamblea, realizada cada seis años, convocó
a quinientos delegados de
más de cien países.
“Me impresionó que hoy
día muchos temas propios
del anabautismo se estén
considerando con entusiasmo por los líderes de la
WEA”, comentó Neufeld.
Neufeld y Zewdie, además
de Ron Sider, líder
anabautista estadounidense,
integraron un grupo de trabajo dedicado a promover la
paz y la reconciliación.
Dicho grupo elaboró una
resolución, aprobada más
tarde por la WEA, que
establece que “la misión de
Dios es la reconciliación de
todas las cosas por medio de
Cristo, exhortándonos a
esforzarnos por alcanzar relaciones justas”.
La declaración de la visión
comprendida en la resolución convoca a “todos los
cristianos e iglesias evangélicas a obedecer a Jesucristo,
comprometiéndose a promover la paz y la reconciliación”.
La Alianza Evangélica
Mundial, fundada en 1846,
es la asociación mundial más
grande y antigua de los grupos cristianos no católicos.
Menonitas en Asia celebrarán los 175
años del cristianismo en la región
Haarlem, Países Bajos.– En
2009 los menonitas de
Mandailing, Sumatra del
Norte e Indonesia, celebrarán los 175 años del cristianismo.
Se dice que en Pakantan,
en 1834, un capellán
holandés bautizó a dos
varones Batak, los primeros
cristianos en Sumatra del
Norte.
Ese año, la Misión
Menonita Holandesa inició
su obra misionera pero no
disponía de misioneros o
dinero; por consiguiente,
siete misioneros menonitas
rusos sirvieron allí de 1871 a
1928. Al fallecer el último
misionero, Peter Nachtigal,
en 1928, se habían fundado
cuatro congregaciones con
un total de 400 miembros.
Tras la Segunda Guerra
Mundial, los menonitas de
Java mantuvieron contacto
con ellos. Pero, hacia 1976,
se había reducido la membresía y las congregaciones
se unieron a la Iglesia
Cristiana Protestante de
Angkola (GKPA).
En agosto de 2008, Alle
Hoekema, menonita
holandés, y Paulus Hartono,
menonita indonesio, visitaron la zona a raíz de la
promesa de los menonitas
holandeses de ayudar a las
víctimas de dos terremotos.
Así se enteraron de que
los cristianos de Sumatra
celebrarían el aniversario del
cristianismo con motivo de
aquel primer bautismo hace
175 años. Están cursando
invitaciones a todos, en
especial a los descendientes
de los misioneros menonitas
que sirvieron en
Mandailing.
–De un informe de Alle
G. Hoekema
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Compleja realidad de los menonitas en Vietnam
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Volumen 24 • Número 1
Larry Miller
Editor Responsable
J. Lorne Peachey
Redactor Responsable
Ferne Burkhardt
Redactora de noticias
Eleanor Miller
Asistente de comunicaciones
TRADUCTORAS
Francés . . . . . . . . Sylvie Gudin
Español . . Marisa y Eunice Miller
GRUPO INTERNACIONAL
DE REFERENCIA
Africa . . . . . . . . Danisa Ndlovu
Asia . . . . . . . Joren Basumata
Europa . . . . . Markus Rediger
América Latina . . Peter Stucky
Norte America . . Naomi Unger
Personal CMM . . Ray Brubacher
Pakisa Tshimika
Courrier - Correo - Courier,
publicadas trimestralmente por
el Congreso Mundial Menonita
en ediciones en inglés, español,
y francés, se envían gratis a
pedido. Mandar toda correspondencia a C/C/C, MWC, 8 rue du
Fossé des Treize, 67000
Strasbourg, France. Email:
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Copias electrónicas en
www.mwc-cmm.org
E
l reconocimiento
legal de la Iglesia
Menonita de
Vietnam, celebrado en
noviembre de 2008 en la
Asamblea autorizada por el
Gobierno, no incluye a
todos los que pertenecen a
la familia menonita de fe
en Vietnam.
Además de la iglesia de
6.000 miembros reconocida por el Gobierno, existe
una red de iglesias no
reconocidas abocadas a la
evangelización, al trabajo
con niños y jóvenes, a la
pastoral de la mujer, a la
música y al culto.
Aunque las iglesias no
reconocidas disfrutan de
mayor libertad que antes,
varios de sus miembros
están presos. Hace poco,
dichas iglesias enviaron al
Gobierno una solicitud, firmada por 101 líderes, pidiendo la liberación por
razones humanitarias de los
miembros encarcelados.
Dos personas ya han
sido puestas en libertad.
Según se informa, se estaría
considerando la liberación
o reducción de penas de los
demás.
La división de los
menonitas vietnamitas en
grupos reconocidos y no
reconocidos surgió a raíz de
acontecimientos en los últimos cinco años y medio.
En julio de 2003, 47
líderes de diferentes redes
de pequeños grupos que
aún no contaban con
reconocimiento legal, se
reunieron con el deseo de
identificarse con la Iglesia
Menonita y su confesión de
fe.
El pastor Nguyen Quang
Trung fue elegido
Presidente de esta Iglesia
unificada. El pastor
Nguyen Hong Quang,
líder de una de las redes
antedichas más extensas,
fue elegido Vicepresidente
y Secretario General.
Durante el siguiente año,
varios miembros de esta
iglesia recién organizada
fueron encarcelados tras
una confrontación con la
policía en la casa del pastor
Quang, quien también fue
arrestado.
M
ientras el pastor
Quang estaba en
prisión, el
Gobierno gestionó el
reconocimiento legal de la
Iglesia Menonita. Debido a
su encarcelación y otras circunstancias, varios de sus
allegados no participaron
Ayude con los costos de Courrier - Courier - Correo
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2009 - 1
en este proceso de legalización, dando lugar a la
división en dos grupos que
continúa hasta el presente.
Ambos grupos se identifican como menonitas.
No obstante, hace muy
poco, algunas personas
vinculadas con el pastor
Quang se han sumado e
integran la iglesia legalizada.
La Iglesia Menonita no
reconocida siguió funcionando durante el encarcelamiento del pastor Quang.
En agosto de 2004 fue liberado y actualmente organiza
programas de capacitación y
educación para líderes de su
iglesia y para otros grupos
evangélicos no reconocidos.
Su local principal, en el
Distrito 2 de la Ciudad de
Ho Chi Minh, es sede del
Instituto de Capacitación
para el Ministerio.
El pastor Quang informa
que cuarenta personas están
inscriptas en un programa
de tres años, que incluye
estudios bíblicos, capacitación para el ministerio,
vida cristiana y participación ciudadana. Más de
ochenta personas participan
en la sesión de capacitación
anual.
Dicha red de iglesias no
reconocidas aún tiene
mucho protagonismo en
actividades de evangelización y de servicio.
También lleva adelante un
programa cristiano de boy
scouts.
Uno y otro grupo cuentan con locales organizados
por distritos en todo el país
donde se reúnen para sus
cultos y ministerio, e
incluyen creyentes que
pertenecen a minorías y
grupos étnicos de Vietnam.
Ambas iglesias anhelan las
oraciones de la comunidad
internacional.
15
ISAIAS 58:1-10:
La búsqueda del mundo que Dios quiere
por Jenny Neme
A continuación presentamos la segunda
de una serie de introducciones a los estudios bíblicos previstos para la Asamblea
15. Estas introducciones, escritas por
quienes conducirán dichos estudios,
tienen por objetivo preparar a aquellos
que asistirán a la Asamblea y también
unir a la Iglesia mundial en torno al
estudio conjunto de las Escrituras.–Redactor
E
n los últimos meses, se han prendido las alarmas en el mundo a
causa de las diversas problemáticas que abruman a la gente, a los pueblos. Hemos escuchado sobre los desastres naturales que arrasan pueblos y
deja damnificadas a miles de familias.
Hemos escuchado sobre los conflictos
armados y las guerras que dejan un sinnúmero de muertos y víctimas. A lo
anterior se suma la crisis económica
generalizada, pero con mayor impacto
en países y poblaciones que viven en
pobreza.
Las palabras que Dios le pide a Isaías
son pertinentes para un mundo en crisis. Es necesario que entendamos esas
palabras de Dios en Isaías 58:1-10 para
estos tiempos de convulsión y mucho
sufrimiento.
• “Grita bien fuerte sin miedo” (vs.1).
Dios recalca a Isaías la necesidad de
darle nombre a lo que está pasando y la
búsqueda de responsabilidad de las
injusticias que vive el pueblo.
Asimismo, Dios nos está llamando
como creyentes a alzar la voz y denunciar las injusticias.
Se trata de llamar por su nombre a
los actos que atentan contra la dignidad
del ser humano. El llamado es a que
reflexionemos como iglesias sobre cuánto estamos hablando acerca de lo que
pasa en nuestras comunidades, por qué
ocurre y quiénes son los responsables.
• “Reprende a mi pueblo” (vs. 1b).
Éste es un llamado a una toma de conciencia. En estos tiempos, por diferentes razones las injusticias se callan. El
silencio oculta las realidades. Las comunidades se acostumbran al dolor, o se
silencia la injusticia porque hay amenazas de por medio. Pero Dios le insiste
a Isaías sobre la necesidad de que
seamos conscientes de la existencia del
pecado, de la injusticia.
• El verdadero ayuno (vs. 6-10). La
invitación que Dios hace a Isaías es a
revisar el tipo de práctica que se está
teniendo para enfrentar la injusticia.
Esta reflexión también se aplica a nosotra/os como creyentes. Como iglesias,
¿qué estamos haciendo para enfrentar
las injusticias que vive nuestro pueblo?
El pasaje menciona que como
pueblo generalmente pedimos mejores
leyes y mejores gobernantes. Eso está
bien. Sin embargo, como iglesia no
podemos evadir la responsabilidad que
tenemos de entender y actuar para
superar las injusticias. Oramos y
predicamos el evangelio, pero, ¿hasta
qué punto estamos compartiendo el
pan con el hambriento, dando de beber
al sediento, acompañando a la víctima,
dando refugio al damnificado?
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616 Walnut Ave., Scottdale, PA 15683-1999 USA
Congreso Mundial Menonita
Una comunidad de iglesias relacionadas
con el anabautismo
En estos tiempos se hace necesario
reflexionar sobre la labor profética de la
iglesia, la articulación entre la labor de
anuncio de las buenas nuevas y la
denuncia de la injusticia. La invitación
es a la acción para la trasformación y la
búsqueda del mundo que Dios quiere
para su pueblo.
S
ería pertinente que la comunidad
anabautista mundial reflexionara
sobre tres preguntas a la luz de lo
que ocurre en el mundo actualmente.
1. ¿Cómo dinamizar espacios al interior de las iglesias y organizaciones eclesiales que nos permitan sostener una
permanente reflexión y análisis de estos
tiempos que vivimos?
2. ¿En los espacios anabautistas existen experiencias que nos permitan
aprender y extender el verdadero ayuno
que Dios quiere?
3. ¿Como anabautistas seremos
“reparadores de muros caídos y reconstructores de casas en ruinas” (vs.12)?
¿Qué desafíos nos plantea este pasaje
para un mundo en crisis?
Jenny Neme es directora
del Centro Cristiano
para Justicia, Paz y
Acción No violenta,
JUSTAPAZ, Ministerio
de la Iglesia Menonita
de Colombia.Guiará el
estudio bíblico matutino
del viernes 17 de julio
en la Asamblea Reunida.
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Organization
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Permit No. 3
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