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En defensa del marxismo Copyright © 1995, por Pathfinder Press Contenido Prefacio por Doug Jenness EDMq.indb 5 9 Introducción a la segunda edición, por George Novack y Joseph Hansen 21 1. Carta a James P. Cannon, 12 de septiembre de 1939 47 2. La URSS en guerra, 25 de septiembre de 1939 49 3. Carta a Sherman Stanley, 8 de octubre de 1939 77 4. Otra vez y de nuevo una vez más sobre el carácter de la URSS, 18 de octubre de 1939 80 5. El referéndum y el centralismo democrático, 21 de octubre de 1939 94 6. Carta a Sherman Stanley, 22 de octubre de 1939 96 7. Carta a James P. Cannon, 28 de octubre de 1939 100 8. Carta a Max Shachtman, 6 de noviembre de 1939 103 9. Carta a James P. Cannon, 15 de diciembre de 1939 111 10. Una oposición pequeñoburguesa en el Partido Socialista de los Trabajadores, 15 de diciembre de 1939 113 26/08/2009 19:08:02 En defensa del marxismo Copyright © 1995, por Pathfinder Press 11. Carta a John G. Wright, 19 de diciembre de 1939 143 12. Carta a Max Shachtman, 20 de diciembre de 1939 145 13. Cuatro cartas a la mayoría del Comité Nacional, 26 de diciembre de 1939; 27 de diciembre de 1939; 3 de enero de 1940; 4 de enero de 1940 146 14. Carta a Joseph Hansen, 5 de enero de 1940 153 15. Carta abierta al camarada Burnham, 7 de enero de 1940 156 16. Carta a James P. Cannon, 9 de enero de 1940 190 17. Carta a Farrell Dobbs, 10 de enero de 1940 191 18. Carta a John G. Wright, 13 de enero de 1940 194 19. Carta a James P. Cannon, 16 de enero de 1940 195 20. Carta a George Novack, 16 de enero de 1940 196 21. Carta a Joseph Hansen, 18 de enero de 1940 197 22. De un rasguño al peligro de gangrena, 24 de enero de 1940 199 23. Carta a Martin Abern, 29 de enero de 1940 268 24. Dos cartas a Albert Goldman, 10 de febrero de 1940; 19 de febrero de 1940 270 25. ¡De vuelta al partido!, 21 de febrero de 1940 273 26. ‘Ciencia y estilo’, 23 de febrero de 1940 278 27. Carta a James P. Cannon, 27 de febrero de 1940 280 28. Carta a Joseph Hansen, 29 de febrero de 1940 282 29. Tres cartas a Farrell Dobbs, 4 de marzo de 1940; 4 de abril de 1940; 16 de abril de 1940 285 30. Los moralistas pequeñoburgueses y el partido proletario, 23 de abril de 1940 293 31. Balance de los sucesos finlandeses, 25 de abril de 1940 299 EDMq.indb 6 26/08/2009 19:08:02 En defensa del marxismo Copyright © 1995, por Pathfinder Press 32. Carta a James P. Cannon, 28 de mayo de 1940 313 33. Carta a Albert Goldman, 5 de junio de 1940 314 34. Sobre el Partido ‘Obrero’, 7 de agosto de 1940 315 35. Carta a Albert Goldman, 9 de agosto de 1940 320 36. Carta a Chris Andrews, 17 de agosto de 1940 322 APENDICE EDMq.indb 7 Ciencia y estilo: Una respuesta al camarada Trotsky, 1 de febrero de 1940 325 Carta de renuncia de James Burnham al Partido Obrero 21 de mayo de 1940 363 Glosario de nombres y términos 373 Indice 391 26/08/2009 19:08:02 En defensa del marxismo Copyright © 1995, por Pathfinder Press Introducción a la segunda edición por George Novack y Joseph Hansen* I Durante más de cuarenta años León Trotsky defendió y desarrolló las ideas y métodos del marxismo. Al comienzo de su madurez se encargó de defenderlos contra el régimen zarista y contra el mundo burgués en su totalidad. Durante la Primera Guerra Mundial defendió el internacionalismo revolucionario contra los socialistas patriotas y revisionistas de la Segunda Internacional. En la Revolución Rusa, hombro a hombro con Lenin, defendió el programa bolchevique contra los mencheviques y los socialistas revolucionarios. Después de la victoriosa Revolución de Octubre de 1917, como uno de los principales propagandistas soviéticos, defendió los principios marxistas en el campo de la polémica política de la misma forma vigorosa y brillante con que dirigió la defensa del estado obrero en los frentes militares. Junto con Lenin fundó la Tercera Internacional para difundir las ideas del marxismo por todo el mundo. * George Novack y Joseph Hansen fueron por muchos años líderes del Partido Socialista de los Trabajadores en Estados Unidos. Hansen fue secretario de León Trotsky desde 1937 hasta el asesinato de éste en 1940. 21 EDMq.indb 21 26/08/2009 19:08:05 En defensa del marxismo Copyright © 1995, por Pathfinder Press 22 GEORGE NOVACK Y JOSEPH HANSEN Trotsky libró sus batallas más importantes en defensa del marxismo después de la muerte de Lenin. Cuando aparecieron las primeras señales de una reacción burocrática en el seno del Partido Comunista ruso, Trotsky organizó la Oposición de Izquierda, que se propuso defender el programa bolchevique ante el bloque formado por Stalin, Zinóviev y Kámenev que incidía en una política pequeñoburguesa. A pesar de haber sido deportado a Alma-Ata [Kazajstán], continuó la lucha de la Oposición Comunista de Izquierda rusa contra las tendencias revisionistas cada vez más pronunciadas de la camarilla estalinista, que se seguía degenerando. Desde el exilio en Turquía organizó la Oposición Comunista de Izquierda a nivel internacional. Cuando en 1933 la Tercera Internacional capituló ante el fascismo en Alemania sin oponer resistencia alguna, Trotsky hizo un llamado proponiendo la formación de la Cuarta Internacional, que fue fundada en 1938. Durante la última década de su vida, Trotsky defendió el marxismo contra el fascismo, contra la opinión pública democrático-burguesa y contra políticas pequeñoburguesas de toda índole que iban desde el estalinismo virulento de la Tercera Internacional y el reformismo social senil de la Segunda Internacional hasta el centrismo impotente, el ultraizquierdismo y el anarcosindicalismo. No hubo una sola tendencia antimarxista significativa que no tuviera que bregar con Trotsky o a la que éste no analizara y debatiera en sus escritos. En el período de reacción universal que culminó en la Segunda Guerra Mundial, Trotsky se destacó como el principal defensor del socialismo revolucionario. Al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, a Trotsky de nuevo le tocó batirse en defensa del marxismo. Esta vez la lucha aconteció en las filas de la sección estadounidense de su propia Cuarta Internacional. Fuera de balance debido al impacto de la guerra en Europa y a la presión de EDMq.indb 22 26/08/2009 19:08:05 En defensa del marxismo Copyright © 1995, por Pathfinder Press INTRODUCCION 23 influencias e ideas de clases ajenas, un grupo de líderes del Partido Socialista de los Trabajadores hizo lo que Trotsky caracterizó como “un intento de rechazar, invalidar y destruir las bases teóricas, los principios políticos y los métodos organizativos de nuestro movimiento”. (Ver la página 187 de este libro). Ellos y sus seguidores fracasaron. Fracasaron porque Trotsky, basándose en las experiencias del Partido Bolchevique y sus predecesores, le había advertido al movimiento trotskista que el estallido de otra guerra imperialista inevitablemente precipitaría una crisis en sus propias filas; que la embestida de la opinión pública burguesa desorientaría a los elementos pequeñoburgueses del partido; que el ala proletaria debía prepararse contra los peligros de esta desmoralización. Fracasaron porque, cuando esa crisis despuntó, Trotsky detectó sus primeros síntomas, diagnosticó la naturaleza de la enfermedad y pronosticó su evolución. Fracasaron porque Trotsky supo guiar a la mayoría proletaria durante el conflicto de facciones que se desató. Este libro es el producto más valioso de esa lucha que puso a prueba y dio temple a las filas de nuestro partido. Aquí se encuentran muchas de las contribuciones más maduras que Trotsky hizo al pensamiento marxista. En el último año de su vida, Trotsky dedicó lo mejor de sus energías a esta última batalla en defensa del marxismo. La última carta que incluimos en esta colección la escribió el 17 de agosto de 1940, tres días antes de que el asesino estalinista lo aniquilara. II Como demostró Trotsky en su artículo “De un rasguño al peligro de gangrena”, los elementos de una desviación pequeñoburguesa habían estado germinando durante largo tiempo en el seno del movimiento trotskista norteamericano. EDMq.indb 23 26/08/2009 19:08:05 En defensa del marxismo Copyright © 1995, por Pathfinder Press 24 GEORGE NOVACK Y JOSEPH HANSEN Esta tendencia no osó hacerse valer de una forma política organizada y abierta sino hasta que los acontecimientos previos e inmediatamente posteriores al estallido de la Segunda Guerra Mundial la obligaron a hacerlo. El pretexto inmediato para la formación de la oposición pequeñoburguesa y su violento ataque contra el marxismo giraron en torno al problema de la URSS. Esto no fue ningún accidente. Desde el 7 de noviembre de 1917, la cuestión de la Revolución Rusa —y el estado soviético, que es creación suya— ha trazado una clara línea divisoria en el movimiento obrero de todos los países. La actitud adoptada hacia la Unión Soviética durante todos estos años ha constituido el criterio decisivo con que la tendencia genuinamente revolucionaria se diferencia de todos los matices y variantes de los que vacilan, cejan y capitulan ante las presiones del mundo burgués: los mencheviques, socialdemócratas, anarquistas y sindicalistas, centristas y estalinistas. La evolución de la discusión rápidamente evidenció que se ponían en tela de juicio todos los temas fundamentales. El 22 de agosto de 1939 se anunció el pacto germanosoviético. Inmediatamente se desató por todas las “democracias” una enorme ola de propaganda antisoviética. El ala pequeñoburguesa del Partido Socialista de los Trabajadores fue sacudida hasta la médula. Ese mismo día, en la reunión del Comité Político del PST, Shachtman presentó la siguiente moción: “Que se inicie la próxima reunión del Comité Político con una discusión sobre nuestra apreciación del pacto Stalin-Hitler en lo que respecta a nuestra evaluación del estado soviético y las perspectivas para el futuro”. Shachtman aún afirmaba defender a la URSS. No obstante, su moción indicaba que ahora concurría con la opinión de James Burnham sobre el carácter de la URSS, a la que antes se había opuesto. En varios documentos escritos dos años antes, Burnham —al igual que Shachtman, miembro EDMq.indb 24 26/08/2009 19:08:05 En defensa del marxismo Copyright © 1995, por Pathfinder Press INTRODUCCION 25 del Comité Político— ya había puesto en duda el principio fundamental de la Cuarta Internacional de que la Unión Soviética es un estado obrero que, aunque degenerado bajo el régimen estalinista, debe ser defendido incondicionalmente por la clase obrera mundial contra los ataques imperialistas. De ahí que el pacto que anunció la guerra, anunció también la crisis interna de nuestro partido. Una semana más tarde comenzó la Segunda Guerra Mundial. La tendencia pequeñoburguesa que hasta ese momento se había refrenado, ahora se daba rienda suelta. En la reunión del Comité Político del 3 de septiembre Burnham planteó una moción para que se convocara una sesión plenaria del Comité Nacional para la semana siguiente y se pusiera en el orden del día la reconsideración de la cuestión rusa. La mayoría aceptó la propuesta y exigió de la oposición que primero presentara sus nuevas ideas por escrito. La mayoría además pidió tiempo suficiente para invitar a Trotsky a que nos pusiera al corriente sobre sus puntos de vista. La oposición votó contra esta propuesta, hecho característico de la hostilidad que desde un principio mostró hacia Trotsky. El 5 de septiembre, Burnham presentó ante el pleno del Comité Nacional su documento “Sobre el carácter de la guerra”. Las oraciones siguientes captan la esencia del documento: “Es imposible considerar a la Unión Soviética en ningún sentido como un estado obrero… La intervención soviética [en la guerra] estará completamente subordinada al carácter imperialista general del conflicto en su conjunto; y en ningún sentido será una defensa de los restos de la economía socialista”. Una semana más tarde, en la carta con la que comienza este libro, Trotsky empezó a poner al descubierto las verdaderas implicaciones de la doctrina de Burnham: “que se ha agotado todo el potencial revolucionario del proletariado mundial, que el movimiento socialista está en bancarrota, y que el viejo capitalismo se está EDMq.indb 25 26/08/2009 19:08:05 En defensa del marxismo Copyright © 1995, por Pathfinder Press 26 GEORGE NOVACK Y JOSEPH HANSEN transformando en ‘colectivismo burocrático’ con una nueva clase explotadora”. Trotsky ahondó en la posición de Burnham en su primer documento importante de la lucha faccionaria, “La URSS en guerra”, que llegó a tiempo para la discusión del pleno. Ya que la oposición pequeñoburguesa aún no se había constituido abiertamente como facción, Trotsky se valió de argumentos similares a los de ellos que habían sido propuestos por el ex comunista italiano Bruno R. y otros, y los llevó hasta sus conclusiones lógicas. Este documento constituía una severa advertencia a Burnham y a sus seguidores en el sentido que al desafiar el programa de la Cuarta Internacional en lo tocante al problema ruso, en realidad desafiaban los postulados básicos del socialismo científico. En la oposición pequeñoburguesa se juntaron tres agrupaciones distintas. Burnham era su líder ideológico, expresando más cabalmente su carácter antimarxista. La camarilla de Abern aparentaba concurrir con los puntos de vista de Trotsky y rechazar los de Burnham. A Shachtman, que adoptaba una posición intermedia, lo asediaban las dudas y recelos, los cuales aplicaba indistintamente tanto a las posiciones de Trotsky como a las de Burnham. Estas dos últimas tendencias del bloque —las de Abern y Shachtman— aún no estaban listas para adoptar una posición sobre el terreno de Burnham. Aún fingían ser leales al programa de la Cuarta Internacional. ¿Cómo les fue posible eludir estas contradicciones en su posición para formar una facción común con Burnham? Conspiraron con Burnham para ocultar los verdaderos puntos de vista de éste. Luego, al negarse a considerar principios básicos y al exigir que la discusión se limitara a temas “concretos” inmediatos encontraron una fórmula común para realizar su combinación sobre una base carente de principios. En la reunión plenaria que comenzó el 30 de septiembre, EDMq.indb 26 26/08/2009 19:08:06 En defensa del marxismo Copyright © 1995, por Pathfinder Press INTRODUCCION 27 cuando llegó la hora de que Burnham hablara en defensa de su documento, ¡simple y sencillamente anunció que lo había retirado! En cambio, su abogado Shachtman produjo una resolución sobre la plataforma conjunta de la oposición que trataba de evadir y posponer la discusión de la disputa fundamental sobre la naturaleza de clase del estado soviético, limitando la pugna a “respuestas inmediatas a los problemas concretos planteados por el pacto Hitler-Stalin”. Sin embargo, la resolución no consiguió adherirse a sus propios objetivos y condiciones. La invasión de Polonia por el Ejército Rojo fue denominada un acto de “política imperialista” que requería de una “revisión de nuestro concepto anterior de la ‘defensa incondicional de la Unión Soviética’ ”. La camarilla de Abern dejó al descubierto su carencia de principios al votar a favor tanto de la resolución de Shacht man como de la resolución y moción de la mayoría del partido para “reafirmar nuestro análisis básico de la naturaleza del estado soviético y del papel del estalinismo” y para “respaldar las conclusiones políticas” del artículo de Trotsky “La URSS en guerra”. A juzgar por las apariencias, en esta etapa de su fuga del marxismo, los miembros de la oposición simplemente diferían con Trotsky en su interpretación de los sucesos del momento y en “los métodos organizativos” de la dirección del Partido Socialista de los Trabajadores, que le atribuían a Cannon. Sin embargo, Trotsky y sus colegas pudieron discernir la tendencia antimarxista oculta en el seno de toda esta combinación carente de principios. La tutela ideológica de la resolución de Shachtman era patente. La interrogante que planteaba sobre la naturaleza de clase de la Unión Soviética servía de puente hacia la respuesta de Burnham. Y esa respuesta fue presagiada por su caracterización de las acciones del Ejército Rojo como “actos de política imperialista”. Como explicó Trotsky en su primera carta a Sherman EDMq.indb 27 26/08/2009 19:08:06 En defensa del marxismo Copyright © 1995, por Pathfinder Press 28 GEORGE NOVACK Y JOSEPH HANSEN Stanley y en su artículo “Otra vez y de nuevo una vez más sobre el carácter de la URSS”, imperialismo es un término que los marxistas reservan para la política expansionista del capitalismo monopolista. Consecuentemente, el pleno condenó la resolución de la oposición “como un intento en parte de revisar la posición fundamental del partido, y en parte de encubrir la posición de aquellos cuyo objetivo es una revisión de nuestra política en lo tocante al problema de la Unión Soviética en un sentido fundamental”, y aprobó la posición planteada por Trotsky en su artículo “La URSS en guerra”. La oposición se organizó a nivel nacional y buscó apoyo en otras secciones nacionales de la Cuarta Internacional. Durante una serie de reuniones de la militancia en Nueva York, la mayoría continuó sus esfuerzos por sacar a relucir los temas fundamentales. En su siguiente artículo “Otra vez y de nuevo una vez más sobre el carácter de la URSS”, Trotsky bregó de forma más específica y aguda con los argumentos que los seguidores de Burnham estaban diseminando, advirtiéndoles a todos los que quisieran tomarlo en consideración: “Si vamos a hablar de una revisión de Marx, es en realidad la revisión por parte de aquellos camaradas que proyectan un nuevo tipo de estado, que ‘no es burgués’ y ‘no es obrero’ ”. A Trotsky le fueron enviados —en versión taquigráfica— un discurso de James P. Cannon en apoyo a la posición de la Cuarta Internacional y un discurso de Shachtman donde trataba de encubrir a Burnham y de mantener la posición enormemente inestable de la resolución que presentó a la reunión plenaria. Tras recibir las dos versiones taquigráficas, Trotsky inmediatamente dictó una carta dirigida a Shachtman, que aparece en la página 103 de este libro, en la que respondió en detalle a las ideas revisionistas que hasta ese momento Shachtman había tratado de hacer pasar como si concorda- EDMq.indb 28 26/08/2009 19:08:06 En defensa del marxismo Copyright © 1995, por Pathfinder Press INTRODUCCION 29 ran con el artículo de Trotsky “La URSS en guerra”. En las semanas siguientes, la mayoría publicó artículos en el boletín interno del Partido Socialista de los Trabajadores aclarando más aún el carácter profundo de las diferencias, pero la oposición tercamente rehusó trabar batalla sobre esta base de principios. Trotsky decidió que ya era hora de sajar los raciocinios de la minoría y de abrir el absceso del que manaba la infección: el liderazgo ideológico de Burnham. En el famoso primer párrafo de su siguiente artículo, “Una oposición pequeñoburguesa en el Partido Socialista de los Trabajadores” (página 113), declaró: “Es necesario llamar a las cosas por su nombre preciso. Ahora que la posición de ambas facciones en lucha se ha delineado con perfecta claridad, debe decirse que la minoría del Comité Nacional encabeza una tendencia pequeñoburguesa típica. Como todo grupo pequeñoburgués dentro del movimiento socialista, la oposición actual se caracteriza por los siguientes rasgos: una actitud de desdén hacia la teoría y una inclinación hacia el eclecticismo; falta de respeto por la tradición de su propia organización; inquietud por una ‘independencia’ personal a costa de la inquietud por la verdad objetiva; nerviosismo en lugar de constancia; presteza a saltar de una posición a otra; falta de comprensión del centralismo revolucionario y hostilidad hacia él; y, por último, inclinación a sustituir la disciplina del partido por vínculos de camarilla y lazos personales…” Como bisturí, estas palabras incidieron en las pretensiones de la minoría. Ahora todas las implicaciones de la lucha faccionaria habían sido planteadas de forma categórica por el líder de la Cuarta Internacional. El artículo, dirigido principalmente contra Burnham, sacó a relucir ante la totalidad de la Cuarta Internacional el problema del método que Burn ham usó para llegar a sus conclusiones teóricas y políticas. Trotsky demostró que Burnham y Shachtman fueron con- EDMq.indb 29 26/08/2009 19:08:06 En defensa del marxismo Copyright © 1995, por Pathfinder Press 30 GEORGE NOVACK Y JOSEPH HANSEN ducidos inexorablemente a conclusiones políticas erradas al rechazar la dialéctica y sustituirla por el método pragmático. Para beneficio de los trabajadores que no estaban familiarizados con el materialismo dialéctico, Trotsky delineó las ideas elementales del método en un lenguaje lúcido. Trotsky continuó su análisis de la oposición pequeñoburguesa con una “Carta abierta al camarada Burnham”. Su objetivo era desafiar abiertamente a Burnham para obligarlo a salir en defensa de sus verdaderos puntos de vista. Burnham no se atrevió a permanecer callado bajo el fuego nutrido de Trotsky por miedo a perder influencia entre su séquito. Además, las estocadas de Trotsky le habían dado en los órganos vitales. Como Burnham confesó más tarde en su carta de renuncia, Trotsky lidió con las creencias precisas que definían el rumbo de Burnham y de las cuales estaba consciente mucho antes de su ruptura pública con la Cuarta Internacional. ¿Por qué en ese momento no dejó a Burnham una gran parte de la oposición para retornar al marxismo? La respuesta radica en el peso abrumador de la presión social que sintieron conforme la guerra envolvía al mundo entero. Este era el período en que “la pobrecita Finlandia” del barón Mannerheim era objeto de compasión y la Unión Soviética era objeto de un odio virulento en Inglaterra y Estados Unidos. Shachtman salió a la defensa de Burnham en una carta abierta en la que atacaba a Trotsky. Consecuente con la aseveración de Burnham de que el método del materialismo dialéctico —el método empleado por Trotsky— no era útil para resolver los problemas políticos del día, Shachtman utilizó los acontecimientos de Polonia y Finlandia para tratar de difamar las interpretaciones de Trotsky sobre los sucesos del momento. Trotsky le respondió a Shachtman en “De un rasguño al EDMq.indb 30 26/08/2009 19:08:06 En defensa del marxismo Copyright © 1995, por Pathfinder Press INTRODUCCION 31 peligro de gangrena”. En este artículo, el ataque de Trotsky contra Burnham —siempre el blanco principal durante toda esta lucha— va acompañado de un poderoso y devastador análisis del pasado de Shachtman y de su papel como abogado de Burnham. Entonces Burnham salió en defensa propia. Respondió a la carta abierta de Trotsky con su notorio documento “Ciencia y estilo”, que publicamos como apéndice a este libro.* “Ciencia y estilo” representaba la expresión más burda del carácter y la tendencia antimarxistas de la oposición. El éxito que tuvo Trotsky en sacar a Burnham de su escondrijo, obligándolo a divulgar sus verdaderos puntos de vista, constituyó el punto decisivo en la lucha. Con la respuesta de Burnham la lucha quedó claramente definida para toda la Cuarta Internacional. ¡Aquí estaba la prueba empírica de que en esencia la lucha era entre el revisionismo y el marxismo! El documento de Burnham —que apareció durante el apogeo de la ola de histeria belicista contra la * El artículo “Ciencia y estilo” de Burnham fue distribuido por la oposición en forma mimeografiada durante la lucha faccionaria ocurrida en el Partido Socialista de los Trabajadores. Sin embargo, nunca se atrevieron a hacerlo público después de la escisión, aun cuando Trotsky los desafió a hacerlo. Se publica aquí por primera vez en español, pág. 325. Trotsky escribió: “Que los lectores les exijan a estos directores publicar la única obra programática de la minoría, o sea, el artículo de Burnham, ‘Ciencia y estilo’. Si los directores no se estuvieran preparando a imitar a un vendedor ambulante que ofrece mercancías podridas cubiertas con atractivas etiquetas, entonces se habrían sentido obligados a publicar el artículo. Todo mundo podría ver entonces por cuenta propia precisamente de qué tipo de ‘marxismo revolucionario’ se trata. No obstante, no se van a atrever a hacerlo. Les da vergüenza mostrar la cara. Burnham esconde hábilmente en su portafolio sus artículos y resoluciones tan reveladores, mientras que Shachtman ha hecho una carrera al servir como abogado de puntos de vista ajenos por carecer de los propios” (pág. 295). EDMq.indb 31 26/08/2009 19:08:06 En defensa del marxismo Copyright © 1995, por Pathfinder Press 32 GEORGE NOVACK Y JOSEPH HANSEN Unión Soviética en Estados Unidos e Inglaterra— exhibió explícitamente lo que Trotsky y otros con una comprensión dialéctica de la estructura más profunda del partido habían visto implícitamente durante un largo tiempo. Trotsky había logrado su objetivo principal: probarle a la Cuarta Internacional que la elevada proporción de elementos pequeñoburgueses entre sus miembros había volcado al PST en una crisis al desatarse la Segunda Guerra Mundial y que esta crisis se daba en torno a los preceptos más fundamentales del socialismo científico. Cuando apareció “Ciencia y estilo”, Trotsky lo dijo explícitamente en su carta del 23 de febrero: “El absceso está abierto. Abern y Shachtman ya no pueden seguir repitiendo que lo único que desean es debatir un poco sobre Finlandia y sobre Cannon. No pueden seguir jugando a la gallina ciega con el marxismo y con la Cuarta Internacional. ¿Debe el Partido Socialista de los Trabajadores seguir la tradición de Marx, Engels, Franz Mehring, Lenin, Rosa Luxemburgo —tradición que Burnham califica de ‘reaccionaria’— o debe aceptar las concepciones de Burn ham, que solo son una reproducción tardía del socialismo pequeñoburgués premarxista?” Trotsky invitó a Abern y a Shachtman a definirse: “¿Qué piensan de la ‘ciencia’ y del ‘estilo’ de Burnham?… ¡Camaradas Abern y Shachtman, ustedes tienen la palabra!” Ambos guardaron silencio. Cuando Abern y Shachtman rehusaron renunciar a Burn ham y a sus doctrinas, incluidas su “ciencia” y su “estilo”, se hacía obvio que se preparaban para escindirse de la Cuarta Internacional. La mayoría se esforzó por mantener la unidad, actuando bajo la convicción de que la unidad del partido revolucionario y la inculcación del patriotismo partidista son dos de los elementos más valiosos con los que cuenta el partido. Asimismo, la mayoría tenía dos objetivos: (1) mantener a los elementos indecisos en la minoría bajo la máxima influencia de nuestro programa; y EDMq.indb 32 26/08/2009 19:08:06 En defensa del marxismo Copyright © 1995, por Pathfinder Press INTRODUCCION 33 (2) demostrarle contundentemente a las otras secciones de la Cuarta Internacional que si las cosas llegaban al punto de una escisión la responsabilidad recaería completamente sobre la minoría. “Debemos hacer todo lo necesario para convencer también a las otras secciones [de la Cuarta Internacional] de que la mayoría agotó todas las posibilidades a favor de mantener la unidad”, explicó Trotsky en su carta que aparece en las páginas 280–81. “Lo que ocurre en el seno del Partido Socialista de los Trabajadores tiene ahora una enorme importancia internacional… ustedes deben actuar no solo en base a sus apreciaciones subjetivas, por correctas que puedan ser, sino en base a hechos objetivos que le sean accesibles a todos”. Todos los hechos objetivos demuestran que la principal razón de la escisión fue la ruptura de la minoría con el marxismo. La discusión —que se desarrolló durante más de seis meses— fue la más completa jamás realizada por nuestro movimiento. Hubo libertad absoluta para que se expresaran todos los puntos de vista. A la oposición se le dio la plena oportunidad de captar a una mayoría y el liderazgo en el partido. “Incluso como una posible minoría”, escribió Trotsky el 19 de diciembre, “en mi opinión, ustedes deberán seguir siendo disciplinados y leales hacia el partido en su conjunto. Esto es extremadamente importante para la educación sobre el auténtico patriotismo partidista, sobre cuya necesidad Cannon me escribió una vez muy correctamente” (pág. 143). En el congreso en el que los seguidores de Trotsky lograron captar a una mayoría del partido a su posición política, no expulsaron a la minoría del partido, no le impidieron participar en la dirección, en puestos de responsabilidad, y tampoco exigieron que renunciara a sus posiciones. Al contrario, les fue ofrecida una representación según su verdadera fuerza numérica en todos los cuerpos de dirección del partido; solo se les exigió adherirse al prin- EDMq.indb 33 26/08/2009 19:08:07 En defensa del marxismo Copyright © 1995, por Pathfinder Press 34 GEORGE NOVACK Y JOSEPH HANSEN cipio del centralismo democrático, que la minoría acatara lealmente la decisión de la mayoría y limitara su actividad a seguir tratando de captar al partido a su posición. La mayoría del congreso accedió incluso a continuar la discusión en el boletín interno. En este sentido, la conducta de la mayoría, guiada a cada paso por Trotsky, sirve como modelo de tácticas bolcheviques correctas al forjar un partido proletario. Trotsky hace una evaluación de este aspecto de la lucha en su artículo, “Los moralistas pequeñoburgueses y el partido proletario” (pág. 293). En el congreso del PST concluido el 8 de abril de 1940, la mayoría del partido reafirmó su apoyo al programa de la Cuarta Internacional. El 16 de abril, el Comité Político se reunió y aprobó la siguiente moción: “Que el comité acepta las decisiones del congreso y se compromete a llevarlas a cabo de forma disciplinada”. Los líderes del bloque de la minoría se negaron a votar a favor de esta moción. En lugar de expulsarlos, algo que hubiera sido totalmente justificado, la mayoría aguardó un poco más. Hasta el último instante, lo que ocurrió quedó bien claro para todas las secciones de la Cuarta Internacional. Burnham y sus partidarios simplemente fueron suspendidos hasta que indicaran “su intención de acatar las decisiones del congreso”. Sin embargo, la minoría ya había alquilado un local aparte. Crearon una organización separada, que nombraron “Partido Obrero”, empezaron a imprimir un periódico público, y se robaron el órgano teórico del partido, la New International (Nueva Internacional). Trotsky brega con este proceder de la minoría en su artículo, “Los moralistas pequeñoburgueses y el partido proletario”, el cual, junto con el “Balance de los sucesos finlandeses” (pág. 299) concisamente resumen las lecciones políticas de la lucha. Así fue la concatenación de sucesos en la lucha faccio- EDMq.indb 34 26/08/2009 19:08:07 En defensa del marxismo Copyright © 1995, por Pathfinder Press INTRODUCCION 35 naria que fue desde agosto de 1939, cuando los líderes de la minoría empezaron a atacar y revisar el programa de la Cuarta Internacional, hasta abril de 1940 cuando rompieron con el Partido Socialista de los Trabajadores. III Burnham estaba lejos de ser una figura aislada. No solo tenía seguidores dentro del Partido Socialista de los Trabajadores; afuera de él contaba con una hueste de espíritus afines entre los intelectuales pequeñoburgueses ex radicales. Entre los más notables se encontraban Sidney Hook, Max Eastman, Lewis Corey y Louis Hacker. Estos precursores de Burnham ya habían revisado el marxismo punto por punto, comenzando con sus bases teóricas hasta llegar a su política. Ellos integraban la sección norteamericana de una fraternidad internacional de renegados del marxismo encabezada por Souvarine, Víctor Serge, Bruno R., y demás. Como señalara Trotsky en “Una oposición pequeñoburguesa en el Partido Socialista de los Trabajadores”, Burnham y Shachtman se habían dado a la tarea de analizar esta tendencia en un artículo publicado en el número de enero de 1939 de la New International: “Intelectuales en retirada”. Su análisis resultó ser inadecuado por las mismas razones que más tarde los indujeron a unirse a esta procesión de fugitivos del movimiento revolucionario. Hook, Eastman y Corey fueron la punta de lanza para Burnham y Shachtman. De hecho, la oposición pequeñoburguesa extrajo sus argumentos y sus ideas, y recibió aliento moral e inspiración de esta “Liga de las Esperanzas Perdidas”, a la que antes habían criticado. En su mayoría, estos renegados habían comenzado sus carreras de revisionistas con una lucha filosófica contra la dialéctica materialista. Para encubrir la amplitud y la profundidad de su oposición al marxismo, tanto de sí mismos EDMq.indb 35 26/08/2009 19:08:07 En defensa del marxismo Copyright © 1995, por Pathfinder Press 36 GEORGE NOVACK Y JOSEPH HANSEN como de los demás, todos y cada uno aseguraron que sus diferencias eran “puramente filosóficas” y que diferencias tan abstractas en el ámbito de la teoría no deberían de afectar sus ideas y acciones políticas específicas. La lógica y la filosofía en general, afirmaban, no tenían una conexión orgánica con la política. Por consiguiente, argüían, la filosofía marxista del materialismo dialéctico no afectaba a los partidos, los programas o las luchas políticas concretas. Inicialmente, Burnham y Shachtman formularon esta actitud en su artículo “Intelectuales en retirada”. Y la siguieron compartiendo durante la lucha faccionaria. Burnham exhibió su hostilidad irreconciliable hacia la teoría marxista en “Ciencia y estilo” cuando acusó a Trotsky de arrastrar la dialéctica e introducirla a la controversia política como una “distracción”. “No existe sentido en absoluto”, declaró Burnham, “en que la dialéctica sea fundamental a la política… ninguno”. Burnham y Shachtman sencillamente habían asumido la posición de Eastman y de Hook. Hacía mucho que Eastman había afirmado que el marxismo debía deshacerse del materialismo dialéctico que, alegaba, no era más que un residuo de la religión y de la metafísica hegeliana, y que debía adoptar el enfoque de Eastman basado en el “sentido común”. Hook, haciendo eco de estos argumentos, se burló de “las implicaciones políticas imaginarias de la doctrina del materialismo dialéctico”. Este divorcio de la lógica y la política, este rechazo del materialismo dialéctico como la fundación teórica del marxismo, es ajeno al pensamiento y a la tradición marxistas. El marxismo es una concepción unificada, consecuente y global del mundo. Su método de pensamiento, la dialéctica materialista, a distinción de la dialéctica idealista de Hegel, es en esencia la lógica del cambio revolucionario. Las leyes principales de esta lógica explican racionalmente no solo el curso de los cambios graduales en los procesos naturales, EDMq.indb 36 26/08/2009 19:08:07 En defensa del marxismo Copyright © 1995, por Pathfinder Press INTRODUCCION 37 sociales y mentales, sino también los cambios bruscos y los saltos de calidad mediante los cuales las cosas se transforman en lo opuesto de lo que eran. ¿Por qué les repugna la dialéctica materialista a los pensadores burgueses? Principalmente porque, como lógica de la historia, reconoce en los cambios graduales de la vida social las semillas y las raíces de revoluciones sociales. En cierta etapa en la acumulación de estos cambios ocurre un salto de calidad, una enorme ruptura con el pasado, una revolución. Así que, según la dialéctica, las revoluciones sociales y políticas no son aberraciones accidentales o desvíos en el transcurso de la historia que se podrían evitar, sino etapas en el ciclo de desarrollo de las sociedades de clases que tienen causas materiales y que están regidas según ciertas leyes. Finalmente —y para los ideólogos burgueses y sus sombras pequeñoburguesas, ésta es la característica más aterradora— la dialéctica materialista explica la evolución lógica de las luchas de clases en nuestra propia época. Demuestra por qué el capitalismo progresista se transformó en capitalismo monopolista reaccionario con sus políticas y guerras imperialistas; demuestra la inevitabilidad del derrocamiento del capitalismo monopolista por la revolución social de la clase obrera internacional, y la transformación del capitalismo agonizante en socialismo viviente. La dialéctica materialista no puede ser arrancada de la vida social o del pensamiento político porque formula esas leyes generales del movimiento social que dan lugar a la lucha de clases, gobiernan su trayectoria y determinan sus resultados. Cuando Lenin dijo y Trotsky reiteró en estos escritos que “No puede haber práctica revolucionaria sin teoría revolucionaria”, querían decir, específicamente, que no puede haber una política proletaria revolucionaria consecuente sin la dialéctica materialista, que es la esencia del socialismo científico. EDMq.indb 37 26/08/2009 19:08:07 En defensa del marxismo Copyright © 1995, por Pathfinder Press 38 GEORGE NOVACK Y JOSEPH HANSEN Esta es la clave del significado de la dialéctica materialista tanto para el movimiento socialista revolucionario como para la oposición que engendra entre enemigos de ese movimiento tales como los renegados doctrinarios pequeñoburgueses. Aceptar la lógica del marxismo —estudiarla, dominarla y utilizarla— significa abrazar e impulsar la revolución. La indiferencia o la oposición a los fundamentos lógicos del marxismo, si se desarrollan consecuentemente, han de llevar forzosamente a repudiar el marxismo —como en los casos de Burnham, Shachtman, Hook, Eastman y otros sumos sacerdotes del “sentido común”— no simplemente en lo que respecta a la teoría filosófica sino a la práctica política. Su deserción del socialismo y su postración ante el pensamiento burgués quedaron implícitas desde un principio, como había previsto Trotsky, a partir de su hostilidad hacia la dialéctica materialista. El antagonismo hacia el marxismo que primero manifestaron en el campo aparentemente inconexo de la controversia filosófica dio fruto en su programa político. Obviamente la lógica y la filosofía no están tan desconectadas de la realidad práctica como sostenían. La propia historia se manifiesta de la forma más enérgica contra todo intento de separar el método marxista de la práctica política. Bajo Lenin y Trotsky, el Partido Bolchevique realizó en la acción social y política lo que Marx y Engels, con la ayuda de su método dialéctico, habían explicado y pronosticado en El manifiesto comunista y en El capital. Lo que los bolcheviques demostraron de la forma más positiva con la Revolución Rusa de 1917 —la integración armoniosa de la teoría marxista y la acción revolucionaria—, quedó ampliamente demostrado, pero de forma negativa, por las subsiguientes carreras de Hook, Eastman, Burnham y Shachtman. Eastman y Burnham repudiaron sin reservas el marxismo y el socialismo mientras que Hook y Shachtman defendieron políticas proimperialistas como voceros EDMq.indb 38 26/08/2009 19:08:07 En defensa del marxismo Copyright © 1995, por Pathfinder Press INTRODUCCION 39 de la socialdemocracia derechista en Estados Unidos. Estos renegados condujeron una lucha rencorosa contra el movimiento marxista revolucionario con el que en un momento se habían identificado. La fuga de Burnham al bando del enemigo de clase fue la más abrupta y profunda de todas. Un mes después de separarse del movimiento trotskista renunció con desdén de su nuevo “partido”. La renuncia de Burnham y la carta de disculpa que le escribió a los que había logrado embaucar confirmó involuntariamente todo lo que Trotsky había dicho de Burnham en el transcurso de la controversia. Esta carta la reproducimos en el apéndice de este libro para la información y la educación de estudiosos de la dialéctica.* Unos meses más tarde Burnham expuso sus nuevas ideas sobre política mundial en el libro The Managerial Revolution (La revolución gerencial), que gozó de gran popularidad en círculos empresariales, burocráticos y de intelectuales pequeñoburgueses. Mientras Trotsky estaba sonando la alarma sobre el ataque inminente de los ejércitos nazis y tratando de preparar a los trabajadores con conciencia de clase para la defensa del primer estado obrero, Burnham presentó la tesis de que Hitler y Stalin, los principales representantes de la sociedad gerencial que se avecinaba, habían unido fuerzas en el pacto de agosto de 1939 para “hacerle heridas mortales * Durante la lucha faccionaria ocurrida en el PST, la oposición exigió el derecho de publicar un órgano propio para que el público pudiera informarse de sus puntos de vista. Sin embargo, una vez establecieron su propio periódico, tras la escisión, jamás consideraron necesario publicar esta carta para informarle al público de las razones que su líder más prominente había dado al abandonar las filas del socialismo. La carta de renuncia de Burnham fue publicada originalmente en la revista Fourth International (Cuarta Internacional) en agosto de 1940; y aparece aquí por primera vez en español, pág. 363. EDMq.indb 39 26/08/2009 19:08:07 En defensa del marxismo Copyright © 1995, por Pathfinder Press 40 GEORGE NOVACK Y JOSEPH HANSEN al capitalismo”. Esta propuesta política “concreta” se hizo añicos cuando Hitler lanzó un ataque en junio de 1941 para “hacerle heridas mortales” a la Unión Soviética. En las décadas siguientes Burnham se destacó como uno de los ideólogos antisoviéticos más fanáticos. Sus llamados a favor de una cruzada armada contra la “conspiración comunista” mundial fueron proclamados en una serie de libros que fueron desde The Struggle for World Power (La lucha por el poder mundial) en 1947 hasta The Suicide of the West (Suicidio de Occidente) en 1964. Dio conferencias anticomunistas en el Colegio de Guerra de Estados Unidos, y en unas vistas del Departamento de Justicia de Estados Unidos a fines de los años cincuenta prestó testimonio diciendo que el grupo de Shachtman era “subversivo”. (A pesar de los esfuerzos de Burnham, la Liga Socialista Independiente (ISL) y su antecesor, el Partido Obrero, fueron borrados de la lista del Procurador General). Actualmente, Burnham es director de la revista National Review (Reseña Nacional), un órgano ultraderechista, donde ha fustigado a la administración del presidente Nixon por conciliarse con Moscú y Pekín y ha llamado a que se haga una revaloración benévola del fascismo. En tanto que Burnham abrazó totalmente al imperialismo, Shachtman de forma característica divagó paso a paso hacia la reconciliación con los poderes establecidos. Se inclinó hacia la derecha tanto como uno puede inclinarse en Estados Unidos sin perder la etiqueta de “socialista”. En el artículo que él y Burnham escribieron para el número de enero de 1939 de la New International analizando el retroceso de los intelectuales antiestalinistas hacia el antileninismo y el antitrotskismo, declararon que “la principal enfermedad intelectual de la que sufren estos intelectuales podría llamarse estalinofobia, o antiestalinismo vulgar. El mal fue causado por la repugnancia universal que produjo EDMq.indb 40 26/08/2009 19:08:08 En defensa del marxismo Copyright © 1995, por Pathfinder Press INTRODUCCION 41 el macabro sistema de procesos falsos y purgas [realizados] por Stalin. Como resultado, la mayor parte de lo que desde entonces se ha escrito sobre el tema ha sido producto de una conmoción mental más que de un análisis social sobrio, y donde llega a haberlo se trata de un análisis moral más que científico o político”. Después de alertar a otros sobre las terribles consecuencias, Shachtman mismo resultó infectado con esta enfermedad. La estalinofobia maligna hizo estragos de los residuos de sus previas posiciones marxistas hasta que no quedó ni un vestigio de su antiguo ente político. Abandonó la defensa de la Unión Soviética en el momento preciso en que ésta se hallaba en peligro de muerte durante la Segunda Guerra Mundial. Para justificarse tomó prestada la teoría de la naturaleza de la Unión Soviética como un país que había sido completamente apropiado y era políticamente controlado por una clase nueva y singular calificada como “colectivista burocrática”. Caracterizó el estado obrero degenerado como una “nueva forma de sociedad de clases” retrógrada que no era capitalista ni socialista, si no algo muy inferior a un capitalismo democrático. Según su punto de vista, todas las revoluciones victoriosas de obreros y campesinos desde la de Rusia en 1917 hasta la de Cuba en 1959 han sido no solo anticapitalistas sino también antisocialistas. Esta teoría daba una falsa imagen de la realidad agudamente contradictoria de la sociedad soviética bajo el estalinismo, la cual combinó las conquistas socialistas fundamentales de la Revolución de Octubre —la eliminación de la propiedad capitalista y el establecimiento de una economía planificada y del monopolio sobre el comercio exterior— con una estructura política totalitaria y antisocialista en que la burocracia gobernante privaba a la clase trabajadora de toda posibilidad de ejercer un papel en la toma de decisiones. EDMq.indb 41 26/08/2009 19:08:08 En defensa del marxismo Copyright © 1995, por Pathfinder Press 42 GEORGE NOVACK Y JOSEPH HANSEN Al transformar la posesión de autoridad política en el principal elemento que define el carácter de clase de una formación social, Shachtman rompió con el método marxista del materialismo histórico que, como subrayó Trotsky, elige como criterio decisivo las formas de propiedad basadas en las relaciones de producción predominantes. Italia, por ejemplo, ha sido capitalista bajo la monarquía de los Saboya, bajo el fascismo de Mussolini y bajo la actual república parlamentaria; la Unión Soviética ha mantenido su base económica esencialmente proletaria bajo Stalin y sus sucesores lo mismo que bajo el régimen de Lenin y Trotsky. Su concepción arbitraria de los estados poscapitalistas facilitó la transición de Shachtman y sus discípulos de una posición “tercercampista” —que supuestamente los elevaba por encima de las fuerzas de clases en pugna a nivel mundial— hacia un apoyo directo de la política imperialista. Ya que sostenía que la “democracia” en lo abstracto tenía prioridad sobre las relaciones socioeconómicas, y que el capitalismo liberal era más democrático que los regímenes estalinizados, después de la guerra Shachtman terminó apoyando en Polonia al nacionalista burgués Mickolajczyk contra el gobierno de Osubka-Morawski apoyado por Moscú. Al agudizarse la guerra fría, Shachtman se desplazó más y más a la derecha. En 1958, después de convertir a su Partido Obrero en la Liga Socialista Independiente se sumó con parte de sus fuerzas en desintegración al Partido Socialista. Allí funcionó como vocero del ala derecha, la cual respaldó la invasión de Playa Girón por parte de Washington, la intervención en Vietnam, y el bombardeo de Vietnam del Norte —todo en nombre de la defensa del “mundo libre” contra el totalitarismo—. Buscó abrigo en funcionarios sindicales ultraconservadores como el presidente de la federación sindical AFL-CIO George Meany, y fue asesor del presidente de la federación de maestros UFT Albert Shanker, quien se EDMq.indb 42 26/08/2009 19:08:08 En defensa del marxismo Copyright © 1995, por Pathfinder Press INTRODUCCION 43 opuso a que las comunidades negra y puertorriqueña ejercieran control de las escuelas en sus barrios. En 1972, el año de su muerte a los 68 años de edad, Shacht man respaldó a los partidarios de Hubert Humphrey en el Partido Demócrata. (Ese año Hook votó por Nixon). La evolución de Shachtman y de Burnham a partir de 1940 confirmó la predicción de Trotsky de que el abandono del marxismo y el rechazo de la solidaridad para con el estado obrero conduciría lógicamente a un acomodamiento con los imperialistas. Al final la diferencia en las posiciones de ambos hombres terminó siendo meramente en el grado de intensidad: Shachtman favorecía un capitalismo liberal bajo un disfraz seudosocialista, Burnham apoyaba la reacción capitalista extrema. El único líder de la oposición que se mantuvo básicamente fiel a su pasado, Martin Abern, se desvaneció de la actividad política y murió en 1949. El precedente que Trotsky sentó con su enfoque materialista dialéctico al analizar los acontecimientos de 1939–40 en Polonia y Finlandia resultó ser una guía valiosa para la Cuarta Internacional al tratar de interpretar los sucesos de la posguerra en Europa oriental. Trotsky diferenció muy cuidadosamente entre los objetivos y las acciones reaccionarios de la burocracia soviética y el significado revolucionario de la transformación de las relaciones de propiedad en los territorios ocupados por sus fuerzas armadas. Valiéndose de esta brújula, los trotskistas lograron discernir la diferencia esencial entre las políticas de los burócratas del Kremlin y los cambios progresistas introducidos en las bases económicas de los países de Europa oriental. Estos fueron definidos como estados obreros deformados ya que, a diferencia del degenerado estado soviético, sus estructuras políticas estaban desfiguradas por graves distorsiones burocráticas desde su origen. Desde entonces, los pueblos del bloque soviético han EDMq.indb 43 26/08/2009 19:08:08 En defensa del marxismo Copyright © 1995, por Pathfinder Press 44 GEORGE NOVACK Y JOSEPH HANSEN luchado por quitarse de encima el dominio despótico del Kremlin y de sus regímenes satélites y avanzar hacia un “socialismo con rostro humano” donde las masas de obreros y campesinos ejerzan en realidad la supremacía política y económica. Al repeler el ataque que en 1939–40 desató la oposición pequeñoburguesa contra el materialismo dialéctico y contra el programa político para la revolución socialista mundial, el Partido Socialista de los Trabajadores dio pasos enormes en la asimilación del método del marxismo en lo más fundamental. En el tercio de siglo que ha transcurrido desde entonces, nuestro partido ha educado sistemáticamente a sus miembros en base a estas ideas y las ha defendido contra revisionistas filosóficos, por un lado, y fanfarrones sectarios, por el otro. Los escritos de Trotsky durante su última gran batalla ideológica, recopilados en este libro, han sido indispensables en la realización de dicha labor. Nos brindan un caso ejemplar, que demuestra cómo un exponente experto de la dialéctica marxista aplica las enseñanzas que ésta ofrece para desentrañar los puntos más finos de algunos de los fenómenos más enigmáticos y problemas políticos más complejos de nuestra era. enero de 1973 EDMq.indb 44 26/08/2009 19:08:08