Desafios de la Capacitación laboral desde el Chile 2015

 DESAFIOS DE LA CAPACITACION LABORAL DESDE EL CHILE 2015. Dr. Álvaro L. Zamora Hdez. [email protected] Que la capacitación laboral constituye una estrategia de progreso para un país y para cualquier empresa o institución en particular parece una de esas verdades alrededor de las cuales se genera un incuestionable consenso. Tal vez lo mas difícil, si se habla desde la perspectiva Chile-­‐país, es construir una agenda común donde los actores involucrados (entiéndase Estado, institucionalidad política, empresariado) generen los escenarios de posibilidad para que la capacitación laboral efectivamente opere como un instrumento insoslayable de productividad, inclusión, de desarrollo equitativo, sostenible, etc. Las causas de dicha “complejidad” son muchas pero evidentemente son de naturaleza ideo política, ideo económica, por supuesto que éticas, culturales, subjetivas y tecnológicas. Otro de esos consensos inequívocos es rol de constructor de realidades que le corresponde y desempeñan las políticas publicas en su conjunto o de manera particular. En este caso el interés del articulo concierne al sector educativo formativo en su relación con el ámbito laboral. Según resultados del 2º Estudio1 de Competencias Básicas de la Población Adulta 2013 realizado por el Centro de Micro datos de la Universidad de Chile y la Corporación de Capacitación para la Construcción más del 80% de la población chilena se ubica en los niveles inferiores de competencias básicas y un 44% está en un nivel de analfabetismo funcional, es decir, no son capaces de entender instrucciones o textos simples. Agrega la misma fuente que dos tercios de las personas con estudios universitarios también se ubican en los niveles más bajos. Una lectura resumida de los datos anteriores que compartimos es la que hace la ONG “Educación 2020” donde se afirma que “el problema de nuestra educación es sistémico y abarca desde la educación parvularia hasta la superior”. Por otra parte y en coherencia con lo anterior es el Informe de Competitividad Mundial 2013-­‐2014, elaborado por el Foro Económico Mundial donde aparece que Chile mostró un retroceso y la baja competitividad estaría explicada, entre otras razones, porque la deficiente educación de nuestro país. El análisis de ambas fuentes apunta a la configuración de un problema transversal que como país hay que enfrentar de manera inmediata. Se trata de un déficit en competencias básicas de los trabajadores. 1
El estudio midió tres ámbitos: prosa, documentos y cuantitativo en chilenos de entre 15 y 65 años. En cada ámbito se miden habilidades de uso diario como comprender información de textos periodísticos o literarios, utilizar información contenida en gráficos, mapas e índices, y aplicar operaciones aritméticas básicas para rellenar formularios. Una arista importante de este problema tiene que ver conque en Chile, el 97% de las empresas son pymes y acogen entre el 70 y 80% de la fuerza laboral. En otras palabras un rol clave en la reversión del problema señalado arriba mediante la capacitación le correspondería a este tipo de empresas sin embargo las mismas desde el punto de vista de la acción de las políticas publicas no son las mas favorecidas considerando que en la actualidad el financiamiento de la capacitación vía franquicia tributaria esta precisamente en relación con el numero de trabajadores. Lo que se revela a partir del análisis de los datos citados con anterioridad es un escenario paradójico configurado macro estructuralmente por la acción de políticas publicas sujetas claro esta a la necesidad de una inmediata modificación. Sin embargo y pese a ello los imperativos que justifican la demanda de capacitación siguen gravitando sobre la voluntad y el interés de los distintos actores no solo a nivel país sino también en lo que corresponde a las empresas e instituciones, grandes, medianas o pequeñas. Consideremos que globalización de los mercados y la transición hacia una economía informática continúan cambiando radicalmente la naturaleza misma del trabajo y en dicho contexto, saber leer y escribir no es suficiente para asegurar un adecuado desempeño laboral; es necesario contar por lo tanto con cada vez mayor habilidades genéricas, técnicas e interpersonales.