¿la tendencia está cambiando?

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¿la tendencia está cambiando?
BEEINFOrmed N° 2_2014
LOS NEONICOTINOIDES Y LA SALUD DE LAS ABEJAS
¿LA TENDENCIA ESTÁ CAMBIANDO?
Cada vez son más los científicos apícolas y especialistas que ahora cuestionan
si los neonicotinoides son realmente la causa de la mortalidad de las abejas.
Las restricciones a ciertos usos de
los neonicotinoides entraron en vigor
en Europa en diciembre de 2013,
a raíz de las preocupaciones de la
Comisión Europea de que este grupo
de productos de protección de cultivos,
que se utiliza para controlar las plagas
que dañan los cultivos extensivos
como el maíz y la colza oleaginosa,
los cuales podrían suponer un riesgo
para las abejas. Sin embargo, ¿se
tomó la decisión antes de tiempo,
sobre la base de pruebas científicas no
concluyentes? Desde que se impuso
la restricción, mas y mas científicos
apícolas y especialistas en el tema han
cuestionado el enfoque que tomó la
Comisión Europea en considerar solo
un factor, los neonicotinoides, como
causa de los problemas relacionados
con la salud de las abejas
“La reciente suspensión de ciertos
usos de insecticidas neonicotinoides
no fue impuesta debido a que son
la principal amenaza para la salud
de las abejas, sino porque eran el
único factor que podía ser regulado
de forma rápida por la Comisión
Europea”.
FACTORES IMPORTANTES QUE AFECTAN
A LA SALUD DE LAS ABEJAS
Prácticas de apicultura
Condiciones climáticas
adversas
Prácticas agrícolas,
por ejemplo, la mala
aplicación de productos
para protección de plantas
Los ácaros,
especialmente la Varroa
Falta de diversidad genética
Virus y bacterias
Nutrición
La salud de las abejas es un tema complejo, que es afectado
por muchos factores diferentes.
El autor de esta cita no es un empleado de Bayer o Syngenta, las compañías que
están detrás de los neonicotinoides en cuestión, sino que es un empleado de
criterio independiente de la UE, nada menos que el Dr. Michael Flüh, quien dirige
la unidad de productos químicos en la Dirección general de sanidad y consumo de
la UE, en la Comisión Europea (CE). Lo que él señaló en abril de 2014 arroja una
luz interesante sobre la decisión:
“Los fitosanitarios son solo uno de los varios factores que están
afectando a las abejas. Otros factores, tales como los cambios
climáticos, la biodiversidad, la disponibilidad de alimentos, las plagas y
enfermedades no se pueden abordar a través de un acto jurídico básico”.
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Por lo tanto, ¿fue la decisión de la CE un caso clásico de
activismo político prematuro? En diciembre pasado, la
restricción parecía reflejar el consenso de la opinión científica
y pública. Sin embargo, desde entonces han surgido dudas
en muchos frentes.
Las pruebas de otros países
Los usos de algunos neonicotinoides se restringieron en
Europa. Sin embargo, si nos fijamos en la situación de salud
de las abejas1 en otras partes, el panorama es muy diferente.
En Nueva Zelanda, por ejemplo fuera de Europa, un informe
sobre la salud de las abejas1 publicado por una Comisión
parlamentaria en julio de 2014 declaró que, “Actualmente
no existen pruebas del trastorno (Colapso de la colonia) en
Nueva Zelanda, aunque estos fitosanitarios (neonicotinoides)
son comúnmente utilizados aquí como un recubrimiento
de semillas [y] en forma de pulverizaciones foliares […] no
hay pruebas de que estos fitosanitarios, cuando se utilizan
correctamente, estén afectando la salud de las abejas en Nueva
Zelanda […] cuando se investiga la evidencia anecdótica de
las pérdidas, las causas parecen ser principalmente la Varroa
o el o problemas de nutrición, en lugar de los fitosanitarios”.
En Australia, donde los insecticidas neonicotinoides son
también de uso generalizado, la situación no es muy
diferente. Un simposio organizado en abril de 2014 por Plant
Health Australia2 y patrocinado, entre otros, por la Autoridad
australiana de fitosanitarios y medicinas veterinarias
(Australian Pesticides and Veterinary Medicines Authority,
APVMA), un órgano de gobierno digno de confianza, concluyó
que es poco probable que los neonicotinoides presenten una
amenaza mayor para las abejas y la polinización de cultivos
que otros fitosanitarios que han estado en uso durante
muchos años. Australia tiene una de las poblaciones de
abejas más sanas del mundo y es significativo que el ácaro
Varroa no está presente en ese país. En febrero de 2014, un
informe general sobre “Los neonicotinoides y la salud de las
abejas en Australia” (Neonicotinoids and the Health of Honey
Bees in Australia)3 publicado por la APVMA expresaba en el
resumen ejecutivo:
“La introducción de los insecticidas neonicotinoides
ha traído una serie de beneficios, incluido el hecho
de que son considerablemente menos tóxicos
para los seres humanos (y otros mamíferos) que
los organofosforados y carbamatos a los que han
sustituido significativamente […]. Sobre la base de la
información de que dispone, la APVMA actualmente
opina que la introducción de los neonicotinoides
ha dado lugar a una reducción mundial de los
riesgos para el medio ambiente agrícola a partir
de la aplicación de insecticidas. Este punto de
vista también se equilibra con el consejo de que
las poblaciones de abejas de Australia no están
disminuyendo, a pesar del incremento del uso de
este grupo de insecticidas en la agricultura y la
horticultura desde mediados de la década de 1990”.
Cambiando de continentes a América Latina y al 7.º
Simposio Apícola4 que tuvo en lugar en Temuco, Chile, en
julio de 2014, la microbióloga y especialista en abejas, la
Dra. Karina Antúnez, del Departamento de Microbiología
del Instituto Clemente Estable de Investigación Biológica
en Uruguay, hace referencia a los datos de la FAO5 que
muestran que ha habido un enorme aumento en la cantidad
de colmenas de la abeja domesticada en América del Sur
(+86 %) y en otros continentes del hemisferio sur, tales como
Asia (+426 %), África (+130 %) y Oceanía (+39 %), ha habido
un enorme aumento en la cantidad de colonias de abejas
domesticadas. Por otra parte, ella afirmó categóricamente
que la mayoría de las pérdidas de las colmenas del mundo
no se debe al colapso de las colonias de abejas, sino a otros
factores como la dieta de los insectos, los monocultivos
cada vez más restrictivos, el mal manejo de las colmenas,
los fitosanitarios, la contaminación interna y externa, y el
cambio climático (por ejemplo, la sequía). Pero el enemigo
número uno, subrayó, fue el ácaro Varroa destructor.
¿LA TENDENCIA ESTÁ CAMBIANDO?
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La recuperación del número de colonias
de abejas
Durante la última década, la tendencia en el hemisferio norte
parecía ser exactamente contraria a la del hemisferio sur,
hasta muy recientemente. Las cifras recientes de los EE. UU.
y Europa indican que el número de colonias de abejas está
actualmente recuperándose. Un informe Federal de EE. UU.6
publicado en mayo de 2014, basado en una encuesta de miles
de apicultores por el Departamento de agricultura de EE. UU.
y Bee Informed Partnership (BIP), encontró que las pérdidas
invernales habían disminuido un 24 % durante el invierno
de 2013/14 y la población en general había aumentado un
13 % desde 2008. Dennis vanEngelsdorp, director de BIP y
entomólogo de la Universidad de Maryland, señaló que:
“[…] Los apicultores que están tratando los ácaros
Varroa pierden significativamente menos colonias que
los apicultores que no lo hacen […]”.
En julio de 2014, la red independiente de protección de las
abejas COLOSS anunció los resultados preliminares de un
estudio internacional7 para investigar las pérdidas de las
colonias de abejas en el invierno de 2013/14. Este estudio
es estadísticamente significativo, ya que los 21 países
incluidos (19 en Europa además de Argelia e Israel) y los
17.135 apicultores encuestados, manejan por lo menos
375.754 colonias. Las pérdidas invernales promedio para los
21 países fueron del 9 %, la cifra más baja desde que este
grupo de trabajo internacional comenzó a recopilar datos en
2007. El coordinador del Grupo de trabajo de monitoreo y
diagnóstico COLOSS, el Dr. Romée van der Zee del Centro
Holandés para la Investigación de las Abejas, comentó que,
“la contribución de muchos factores que se correlacionan
con la pérdida de colonias parece depender en gran medida
de las condiciones del tiempo”.
La tasa de mortalidad
de las colonias de
abejas en el invierno
de 2013/2014 fue en
promedio:
(COLOSS)
9%
Dudas acerca de la validez de las
pruebas de laboratorio
En abril de 2014, un informe8 publicado en la revista
Environmental Toxicology and Chemistry (ETC) analizó la salud
de las abejas durante varios años y llegó a esta conclusión:
“La evidencia epidemiológica de Europa no muestra
ninguna correlación entre las pérdidas de las
abejas melíferas y el uso de fitosanitarios e indica
la presencia de factores causales distintos de los
fitosanitarios”.
Por lo tanto, ¿cómo puede ser que tantos estudios científicos
anteriores hayan aparentemente observado una causalidad
clara entre los neonicotinoides y la mortalidad de las abejas?
El estudio de ETC nos da una respuesta, al señalar una
disyunción entre los experimentos y los informes de campo
controlados. Cuando se las alimenta a la fuerza o se les
inyecta neonicotinoides, las abejas han mostrado efectos
perturbadores. Sin embargo, la mayoría de los entomólogos
son cautelosos acerca de la importancia de este tipo de
investigación. En dos estudios dirigidos por el biólogo de
Harvard, Chensheng Lu, que a menudo son citados por
los activistas, se alimentaron a las abejas con dosis de
neonicotinoides que eran de 10 a 100 veces superiores a las
que encuentran en los campos, y durante lapsos de tiempo
mucho más largos. Por el contrario, los estudios de seguimiento
de las abejas en los campos han mostrado un efecto adverso
escaso o nulo en el uso de los neonicotinoides. En un artículo9
publicado en The Bee British Journal en julio de 2014, Tjeerd
Blacquiere, de Plant Research International de la Universidad
de Wageningen e Investigación en los Países Bajos, se refería
al tema de la exposición a los neonicotinoides:
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Al final, la retórica y la
casi caza de brujas
contra el uso de estos
insecticidas no aguanta
un análisis exhaustivo.
“La exposición de las abejas en el campo a los
neonicotinoides es por lo menos uno o mas órdenes
de magnitud inferiores que los LD50 (la dosis letal
para el 50% de los individuos expuestos).
Sorprendentemente, la mayoría de las pruebas se
realizan con dosis cercanas a los LD50 (Walters,
2013). Esta puede ser una causa importante de las
discrepancias experimentadas entre los estudios de
laboratorio y los estudios de campo”.
Él concluyó el artículo con algunos consejos importantes
para los apicultores y científicos:
“Los apicultores deben concentrarse en las buenas
prácticas de la apicultura en primer lugar, que
incluyen un control adecuado de la Varroa. Y tanto
los científicos como los apicultores y los ciudadanos,
debemos tratar de realizar los experimentos
adecuados con las tasas de exposición pertinentes,
y de mantener un razonamiento sensato”.
El profesor Ian Boyd, principal asesor científico del
Departamento de medio ambiente, alimentación y asuntos
rurales (Department for Environment, Food and Rural Affairs,
DEFRA), el organismo que supervisa la regulación de los
fitosanitarios en el Reino Unido, también se refirió a la falta
de pruebas rigurosas en el debate sobre los neonicotinoides:
“La comunidad científica necesita construir una base de
pruebas mucho más rigurosas de las que hasta ahora ha
podido proporcionar. Tiene que enfrentar el desafío de que
no hay una sustitución real de los estudios experimentales
adecuadamente controlados y realizados a escalas apropiadas”.10
La evidencia científica ignorada en la
prohibición de insecticidas
Después de la publicación en enero de 2013 de una evaluación
de riesgos dramáticos de los tres insecticidas por parte de
la Autoridad europea de seguridad alimentaria (European
Food Safety Authority, EFSA), que concluyó que se habían
encontrado disparidades en los datos, lo que significa que no
se pudo evaluar adecuadamente si los tres neonicotinoides
podían ser utilizados con seguridad cerca de las abejas,
DEFRA decidió volver a evaluar la investigación existente y,
después de un extenso análisis11 en marzo de 2013, concluyó
que
“el riesgo de los neonicotinoides para las poblaciones
de abejas, del modo en que se utilizan actualmente,
es bajo”.
Sin embargo, el análisis de DEFRA fue ignorado en gran parte
por la Comisión Europea. Esto es subrayado por un estudio
decisivo12 publicado en mayo de 2014 en las Actas de la Real
Sociedad de Londres. Un grupo de científicos internacionales,
dirigido por el profesor Charles Godfray y la profesora Angela
McLean de la Universidad de Oxford, analizó el fundamento
de las pruebas de las ciencias naturales, pertinente a los
insecticidas neonicotinoides y los insectos polinizadores.
Estos llegaron a la conclusión que
“existe una escasa correlación geográfica entre el uso
de los neonicotinoides y la disminución de las abejas”.
Las pérdidas invernales en los EE. UU. en 2013/14 se redujeron en un
24 % con respecto al año anterior. También, la mayoría de las provincias
canadienses tuvieron pérdidas significativamente menores que en 2013.
Fuentes: “The Bee Informed Partnership” y CAPA
¿LA TENDENCIA ESTÁ CAMBIANDO?
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Uno solo puede esperar que la tendencia
cambie hacia una evaluación científica rigurosa
de la cuestión de la salud de las abejas, en base
a estudios de campo realistas y científicamente
sólidos, y no en base a unos pocos experimentos
de laboratorio.
Para colmo, el más reciente estudio de campo entre
especialistas sobre tiametoxam13 (Elston et ál., 2014) llegó
a la conclusión de que: “con las dosis realistas (promedio)
de exposición […] no se encontraron efectos adversos en la
producción de crías”.
La opinión de un apicultor científico
En vista del debate científico vacilante sobre los posibles
vínculos entre los neonicotinoides y las pérdidas de colonias de
abejas melíferas, es útil saber lo que piensan los apicultores. Hay
pocos apicultores científicos, pero el apicultor comercial con
sede en California, Randy Oliver, es un biólogo, y se describe
a sí mismo como un activista del medio ambiente de toda la
vida y escribe un blog muy respetado (scientificbeekeeping.
com). Oliver ha pasado mucho tiempo investigando el tema
de los neonicotinoides, “leyendo cada artículo científico sobre
neonicotinoides en su totalidad […] (y) a menudo coincido con
los autores […] y visito a los apicultores de todo el mundo”.
En un artículo14 escrito para The Sacramento Bee en agosto
de 2014, concluyó que “la evidencia es cuestionable con
respecto a si el fitosanitario daña a las abejas”. Desde que
alcanzó la mayoría de edad, poco después de la publicación
de “Silent Spring” (Primavera silenciosa), sobre el tema del
DDT, Oliver ha sido siempre sensible con respecto al tema de
los fitosanitarios para las abejas,
“pero la verdad es que si bien los fitosanitarios
siempre han sido un problema para los polinizadores
y la vida silvestre, los principales problemas que
enfrentan las abejas son los virus transmitidos por
el ácaro Varroa chupasangre […] y la pérdida de
un buen hábitat de forraje. Los fitosanitarios, si
bien reciben una gran atención pública, no están
primeros en la lista de problemas de las abejas en
general […]. Las convocatorias para la prohibición
de neonicotinoides se basan únicamente en la
especulación, no en la ciencia […]. El enfoque en
neonicotinoides nos distrae de otros problemas
ambientales más graves”.
El ácaro Varroa de ocho patas es de solo 1,6 mm de tamaño, pero
se ve amenazante bajo el microscopio electrónico.
¿Cuáles son las alternativas?
La decisión de la Comisión sobre los tres neonicotinoides
ha planteado la cuestión de cuáles son las alternativas que
existen para los insecticidas restringidos. Los neonicotinoides
se introdujeron hace más de 20 años como un reemplazo
para, por ejemplo, los organofosfatos, que habían presentado
algunos efectos negativos para el medio ambiente y la vida
silvestre. ¿Los agricultores de la UE se verán obligados a
utilizar insecticidas alternativos menos atractivos para el
usuario pero más respetuosos del medio ambiente para la
temporada 2015, al no poder usar los productos que contienen
neonicotinoides? Lo cierto es que: los insecticidas que se
aplican a la semillas tienen algunos beneficios adicionales,
como el informe anteriormente mencionado de la APVMA que
señala que: “(Un revestimiento de insecticida) significa que los
agricultores tendrán menos necesidad de aplicar productos
químicos para los cultivos que crecen en el campo utilizando
aspersiones […] que tienen el potencial de provocar una mayor
propagación de los fitosanitarios en el medio ambiente”. ¿Y
qué pasaría si los agricultores de la UE decidieran prescindir
de los insecticidas por completo, por razones “ambientales”?
Teniendo en cuenta los excedentes agrícolas de la UE, la
mayoría de la gente en Europa no pasaría hambre.
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Sin embargo, ¿qué puede suceder si los agricultores del
llamado Tercer Mundo se vieran obligados a prescindir de
los fitosanitarios? Como señaló recientemente Richard Tren,
director de Africa Fighting Malaria, en el Wall Street Journal15:
“Los ambientalistas relativamente ricos de Europa
y EE. UU. que compran productos orgánicos caros
no van a sentir esta molestia a corto plazo. Pero
para millones de personas del mundo en desarrollo
y los consumidores más pobres de los países
industrializados, no contar con un neonicotinoide
puede significar menos alimentos a precios más
altos”.
Dado que la salud de las abejas, y de hecho de todos los
polinizadores, también es de importancia existencial para los
agricultores, ¿qué opinan ellos? Chris Hartfield, asesor de
horticultura de la Unión nacional de agricultores del Reino
Unido y uno de sus portavoces, criticó a la prensa en Gran
Bretaña por ser “demasiado simplista en su enfoque” al
informar con “pesimismo” sobre los neonicotinoides16.
“Todo el mundo relacionado con la salud de las
abejas y de los polinizadores quiere una bala
de plata, pero no se puede señalar con el dedo
acusador a un solo factor”.
Los desafíos que enfrentan las abejas, según afirma, son las
plagas y enfermedades, la pérdida del hábitat y las prácticas
apícolas.
“Los dos grandes perdedores en este debate”, afirmó,
“(son) la ciencia y las abejas. No hemos encontrado
neonicotinoides que causen daño a las abejas en las
situaciones de campo de la vida real”.
Una posible restricción en el uso de los neonicotinoides en
América del Norte “devastaría la agricultura en América del
Norte y las comunidades que dependen de ella”, comenta el
Dr. Henry I. Miller, médico y biólogo molecular de renombre,
miembro de la Hoover Institution de la Universidad de
Stanford y director fundador de la Oficina de biotecnología de
la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU.
(U.S. Food and Drug Administration, FDA). En un artículo17
escrito para el Wall Street Journal en julio de 2014, el Dr.
Miller afirma que “[…] los neonicotinoides son la última línea
de defensa de la industria de cítricos de la Florida contra
el psílido asiático de los cítricos […] (y) la primera línea de
defensa en Texas y California […]. Sin la protección de los
neonicotinoides, los tomates en Florida y los cultivos de
hortalizas en Arizona, California y el noroeste del Pacífico
estarían en peligro. Si las infestaciones de mosca blanca
no se mantuvieran bajo control con los neonicotinoides,
gran parte de la producción estadounidense de verduras de
invierno se perdería”. Otros cultivos que estarían en peligro
de devastación si se prohibieran los neonicotinoides en los
EE. UU. son las uvas de California y del noroeste del Pacífico,
y el algodón, el arroz y la soya del centro-sur. En todos los
casos, él menciona que las restricciones sobre el uso de los
neonicotinoides pondría gravemente en peligro la viabilidad
comercial de las granjas en esas regiones.
Finalmente, la retórica y la especie de caza de brujas contra
el uso de estos insecticidas no pueden resistir un análisis
exhaustivo. Uno solo puede esperar que cambie la tendencia
hacia una evaluación científica rigurosa de la cuestión de la
salud de las abejas, en base a estudios de campo realistas
y científicamente sólidos, y no en base a solo unos pocos
experimentos de laboratorio.
¿LA TENDENCIA ESTÁ CAMBIANDO?
7
Fuentes que se mencionan en el texto:
Report on Bee Health, Parliamentary Primary Production Select Committee, New Zealand Parliament (July 2014)
http://www.parliament.nz/resource/en-nz/50DBSCH_SCR56864_1/34a0a5f2526c4db590c2b0330083d8af2313b150
2
Press release on APVMA Neonic Bee Symposium, Plant Health Australia (April 2014)
http://www.planthealthaustralia.com.au/experts-come-together-to-consider-pesticide-risks-to-honey-bees/
3
Overview report on “Neonicotinoids and the Health of Honey Bees in Australia”, APVMA (February 2014)
http://archive.apvma.gov.au/news_media/docs/neonicotinoids_overview_report_february_2014.pdf
4
Report on 7th Beekeeping Symposium, Temuco, Chile (24-26 July 2014) quoted “Apicultura vive fin a su mala racha y presenta un futuro
prometedor”, Detalles Publicado el Mertes (29 July 2014)
5
Aizen and Harder, The Global Stock of Domesticated Honey Bees Is Growing Slower Than Agricultural Demand for Pollination, Current
Biology (2009), doi:10.1016/j.cub.2009.03.071
http://www.coloss.org/documents/Aizen-et-al-2009-CurrentBiology.pdf
6
US Federal report based on a survey on thousands of beekeepers by the US Department of Agriculture and the Bee Informed Partnership
(May 2014) (http://www.ncsl.org/documents/standcomm/scnri/May_3_4.pdf)
7
Press release, COLOSS Institute of Bee Health, Vetsuisse Faculty, University of Bern, Switzerland (18 July 2014)
http://www.coloss.org/announcements/losses-of-honey-bee-colonies-over-the-2013-14-winter
8
“Risks of Neonicotinoid Insecticides to Honey bees”, Environmental Toxicology and Chemistry, Vol. 33, No. 4, April, 2014, quoted by Jon
Entine in a Wall Street Journal article (5 June 2014)
http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1002/etc.2527/pdf | http://online.wsj.com/articles/attack-of-the-killer-regulators-1401998535
9
“Neonicotinoids and Pollinators, Both in Service of Food Supply”, Tjeerd Blacquière, BBKA News (July 2014)
10
Blog entry (10 July 2014), Professor Ian Boyd, Chief Scientific Advisor, UK Department for Environment, Food and Rural Affairs (DEFRA)
https://ianlboyd.wordpress.com/2014/07/10/more-is-sometimes-less-a-response-to-the-hollman-et-al-paper/
11
DEFRA reevaluation of existing research (March 2013)
https://www.gov.uk/government/uploads/system/uploads/attachment_data/file/221052/pb13937-neonicotinoid-bees-20130326.pdf
12
“A restatement of the natural science evidence base concerning neonicotinoid insecticides and insect pollinators”, Godfray et al.,
Proceedings of the Royal Society (May 2014)
http://rspb.royalsocietypublishing.org/content/281/1786/20140558.full
13
“Sub-lethal effects of thiamethoxam, a neonicotinoid pesticide, and propiconazole, a DMI fungicide, on colony initiation in bumblebee
(Bombus terrestris) micro-colonies”, Elston et al., (Apidologie September 2013, Vol. 44, Issue 5, pp. 563-574)
http://rd.springer.com/article/10.1007%2Fs13592-013-0206-9
14
“Another view: Evidence is questionable that pesticide is harming honey bees”, Randy Oliver, The Sacramento Bee, (3 August 2014)
http://www.sacbee.com/2014/08/03/6594165/another-view-evidence-is-questionable.html
15
“The Honey bees Are Just Fine”, Richard Tren, The Wall Street Journal, (16 July 2014)
http://online.wsj.com/articles/neonicotinoids-and-honey bees-1405537270
16
“Hartfield blasts national media over bees”, Fresh Produce Journal (28 July 2014)
http://www.fruitnet.com/fpj/article/162248/hartfield-blasts-national-media-over-bees
17
“Why the Buzz About a Bee-pocalypse Is a Honey Trap”, Henry I. Miller, The Wall Street Journal (22 July 2014)
http://online.wsj.com/articles/henry-i-miller-why-the-buzz-about-a-bee-pocalypse-is-a-honey-trap-1406071612
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BEEINFOrmed N° 2_2014
8
Autor
Dr. Julian Little, Equipo para el Cuidado de las Abejas de Bayer
Julian ha trabajado en ciencias botánicas y producción de cultivos durante más de veinte años.
Con un doctorado en Fitopatología molecular de la Universidad de Gales, se unió a RhônePoulenc como bioquímico de las plantas en el Reino Unido y Francia, y luego en la gestión de
proyectos de investigación en Aventis CropScience.
Julian se pasó a las ciencias de la comunicación en 2002, y actualmente es Gerente de
Comunicaciones y Asuntos Gubernamentales de gobierno en Bayer CropScience Reino Unido.
Con sede en Cambridge, se ocupa de los medios de comunicación, así como de las consultas
políticas y públicas sobre el tema de la producción agrícola, fitomejoramiento innovador,
junto con las cuestiones más generales relacionadas con el uso de fitosanitarios y agricultura
sostenible.
Membrete
PUBLICADO EN SEPTIEMBRE DE 2014 POR
Bayer Bee Care Center
(Centro para el Cuidado de las Abejas de Bayer)
Alfred-Nobel-Straße 50
40789 Monheim am Rhein | Alemania [email protected]
ILUSTRACIONES
Bayer CropScience: Página 1
FOTOGRAFÍAS
Bayer CropScience: Páginas 1, 2 derecha, 4 abajo, 8
Fotolia: Páginas 2 izquierda, 3 derecha, 5
Shutterstock: Páginas 6, 7
DISEÑO
ageko . agentur für gestaltete kommunikation
IMPRENTA
HH Print Management Deutschland GmbH
www.twitter.com/bayerbeecare
www.facebook.com/bayerbeecarecenter
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