Módulo 39 - Almagro - Campus Virtual ORT
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M O D U L O La trayectoria de los Judíos en la Unión Soviética 39 Consecuencias de la Revolución de 1905 El año 1905 presenció numerosos pero desarticulados desórdenes cívicos en Rusia y finalizó con el establecimiento de una monarquía constitucional y un fracasado intento revolucionario en Moscú. Al colapso de la revolución de 1905 siguió un período de nueve años de cambios, más bien evolutivos que revolucionarios, dentro de la estructura política del Imperio Ruso. El 30 de octubre el zar Nicolás II publicó un manifiesto conocido como “El Manifiesto de Octubre” que contenía reformas (obra del estadista Serguei Witte) en el que se comprometió a garantizar las libertades individuales, prometió ampliar con cierta liberalidad el derecho de voto para la elección de la Duma o Asamblea legislativa nacional y afirmó que en lo sucesivo ninguna ley sería válida sin la aprobación de aquélla. Este fue el momento culminante del movimiento revolucionario. Estas reformas no fueron fáciles de aplicar; la administración inicial se resistió a compartir el poder con la Duma y los políticos liberales de la nueva institución legislativa carecieron de experiencia en el manejo del poder. La mayor parte del pueblo estuvo satisfecha con las promesas del manifiesto; la efervescencia revolucionaria fue cediendo y el gobierno fue capaz gradualmente de restablecer la plena autoridad. En marzo de 1906 se eligió la primera Duma, y un mes después se la convocó. Más de cuarenta partidos y agrupaciones estaban representados, en tanto que el control estaba en manos de los liberales Demócratas Constitucionales: KaDeTs. La Duma demostró ser demasiado liberal para la administración zarista y para los partidos de derecha1 que la apoyaban. Cuando se propuso la sanción de la ley de reforma agraria en detrimento de la nobleza conservadora, el zar hizo uso de su poder y disolvió la asamblea. Las reformas agrarias fueron patrocinadas por Piotr Stolipin, Primer Ministro desde 1906 hasta su asesinato en 1911. Estas incluían: 1) la cesión a los campesinos de cinco millones de acres de las tierras pertenecientes a la Corona; 2) la autorización a los campesinos para que se retiraran de los mirs y se establecieran como labradores independientes; y 3) la cancelación de las cuotas que adeudaban los campesinos por la compra de tierras. 1- Partidos de derecha: grupos conservadores que apoyaban al régimen zarista. 199 Pocos campesinos tuvieron el suficiente dinero para comprar las tierras que la Corona ofreció en venta.1 La segunda Duma fue elegida y convocada en marzo de 1907. Esta resultó más hostil hacia el régimen zarista pues se encontraban en ella fuerzas revolucionarias y fue disuelta con mucha más rapidez que la anterior. Contraviniendo las previsiones del Manifiesto, el gobierno modificó el sistema electoral a fin de otorgar mayor representación a los sectores conservadores. La tercera Duma, estuvo dominada por los partidos de derecha quienes, endureciendo su política, lograron completar su período legislativo de cinco años (19071912). A pesar de su inclinación conservadora esta Duma introdujo muchas reformas; por ejemplo: amplió los derechos civiles plenos a los campesinos a través de la mejora del sistema local de justicia y la expansión del sistema de enseñanza. Se promulgaron también decretos que permitían la formación de sindicatos, reducían el horario de trabajo a no más de diez horas en la mayoría de los casos, y creaban seguros de enfermedad y accidentes. La cuarta Duma (1912-1917), aún más conservadora que la tercera, estuvo básicamente ocupada con los problemas de la guerra. Políticamente el zar se fue apoyando cada vez más en las fuerzas conservadoras. La hostilidad imperial hacia las reformas se volvió contra el zar y su administración. La imagen del soberano se fue empañando durante Zar Nicolás II y la Zarina Alejandra este período, en tanto la indiferencia fue cediendo lugar gradualmente al desprecio en la mayor parte de Rusia. El desprestigio del zar Nicolás II se exacerbó con las circunstancias internas de la familia imperial, sobre todo por la excéntrica conducta de la zarina Alejandra. No estaba interesada en la política, pero si en las sectas místicas de moda, en los fenómenos psíquicos y en el ocultismo. A través de ella, la casa real fue centro de adivinos, mediums y oráculos. Estas presencias en la corte deterioraron aún más la dañada imagen de los Romanov. La lucha por una autonomía nacional judía A causa de la Revolución Rusa de 1905 se organizó una “Alianza para la consecución de la plena igualdad de derechos para los judíos rusos” con la participación de todos los grupos judíos no socialistas. Los sionistas y otras agrupaciones nacionalistas insistieron en que fuese incluida en el conjunto de exigencias de la Alianza, la demanda de “derechos nacionales” y de “autodeterminación nacional y cultural con todas sus implicancias”. La propuesta sería aceptada. 1- Ver módulo 36. 200 En la Segunda Conferencia de la Alianza, en noviembre de 1905, se presentó una moción para que fuese convocada una “asamblea nacional de todos los judíos rusos”, con el fin de decidir el procedimiento de la autodeterminación nacional. En la Tercera Conferencia —febrero de 1906—, el historiador Dubnow, principal portavoz de los autonomistas, propuso, al igual que los sionistas, que los diputados judíos elegidos para la Duma formasen un grupo parlamentario independiente. El principal debate se consagró a la tarea política nacionalista a desarrollar en Rusia; concretamente, a la acción inmediata. La Conferencia decidió solicitar “derechos nacionales, para la población judía”, que se definiría “sobre la base de una solicitud redactada por una asamblea nacional de todos los judíos rusos”. Comprendería un “gobierno propio nacional” en las esferas de la educación, la salud, la ayuda mutua, la emigración y el culto religioso. Se pedía también, entre otros puntos,el derecho a cumplir las leyes matrimoniales judías, y a observar el sábado como día de descanso, enmarcándolo no sólo como principio religioso sino también como reivindicación social. Pero la resolución más revolucionaria adoptada por los sionistas fue la de presentarse a las siguientes elecciones de la Duma como organismo independiente, o en coalición con otros partidos. Poco después tuvo lugar en Rusia la contrarrevolución (julio de 1907), que anuló prácticamente todas las libertades democráticas, originando la prohibición de editar periódicos, la detención de periodistas, la iniciación de acciones judiciales que terminaron en ejecuciones y deportaciones. Se suprimió cualquier posibilidad de actividad política legal. Así todas las aspiraciones de la Alianza se vieron frustradas. En el año 1905 Iosef Vitkin1, uno de los maestros de lengua hebrea en Eretz Israel, publicó un llamamiento a los judíos jóvenes de Rusia, invitándolos a inmigrar a ese país. Comenzaron a llegar grupos de jóvenes que se encontraban estremecidos por el desamparo en que se hallaba la gran comunidad judía de Rusia ante los pogroms de Kishinev. A ellos se sumaron afiliados y simpatizantes de varios partidos que habían depositado sus esperanzas en la revolución rusa de 1905 y se habían desilusionado no sólo por sus resultados sino también porque sus camaradas revolucionarios no acompañaron a los revolucionarios judíos ante la represión zarista. Entre 1904 y 1914 llegaron a Eretz Israel unos cuarenta mil inmigrantes, en su mayoría jóvenes. Todos ellos procedían de Rusia y estaban influidos, en mayor o menor grado, por los ideales socialistas extendidos en aquel país durante los años de la revolución. Como consecuencia de esto, las principales estructuras sociales implantadas en el país fueron los partidos socialistas y sus respectivas instituciones.2 1- Iosef Vitkin: Nació en Rusia en 1876. Fue partícipe de la segunda aliá. Emigró a Israel en 1898. Se dedicó a la docencia y a la educación agrícola. Falleció en 1912 en la ciudad Rishón Letzión. 2- Este tema se profundizará cuando abordemos “La historia del Sionismo”. 201 Consigna de Trabajo “En la tormenta”, presenta un cuadro de la vida judía en la Rusia de los zares, a principios de este siglo —1905—, durante los tormentosos días en que el pueblo ruso luchaba contra el despotismo para obtener una constitución que garantizara la libertad y los derechos ciudadanos. Scholem Aleijem describe los problemas, tribulaciones y desventuras de los judíos, que constituían un fragmento del país casi totalmente privado de derechos, y un grupo racial señalado como receptáculo y víctima propiciatoria para todas las acusaciones y todos los desahogos. 1 - Lee los siguientes párrafos extraídos del libro. “En la tormenta” de Scho lem Aleijem: “...Como es lógico, la primera noche, durante la cena, todos quisieron lucirse ante Masha Basévich, exponiendo sus ideas y desplegando cada cual su habi lidad verbal. Se planteó una discusión sobre un tema de principios económi cos, en la cual aparecieron en tropel las palabras: “Carlos Marx”... “Lasalle”... “proletariado”... “Kautzky1”... “lucha de clases”...” “... Miles de voces de millares de gargantas llenaron los ámbitos con el sonido de la palabra querida: ¡Constitución! No sólo la gente; parecía como si también la pronunciaran y repitiesen las ca sas, los techos, las calles, los árboles, la ciudad, las piedras. Todos gritaban ¡Constitución! Toda la Tierra se estremecía y gritaba !Cons-ti-tu-ción! Un hombre, separándose del mar humano, saltó sobre un barril invertido y gritó con una voz de bajo, que identificaba a Berésniac-Náidich: —¡Ciudadanos! ¡Hoy por primera vez recibís el libre nombre de “ciudadanos”! Permitid que un desconocido os felicite por el gran acontecimiento, por el gran triunfo que ce lebramos. ¡Ciudadanos! Hoy festejamos nuestra victoria, damos expresión a nuestro regocijo. Pero no olvidemos a nuestros héroes, los que han derramado su sangre, los que han donado sus vidas, los que han brindado sus cuellos al patíbulo por nosotros y por nuestra libertad. ¡De rodillas, todos de rodillas!...” 1- Kautzky, Karl (1854-1938). Nació en Praga, amigo de Marx y Engels, miembro del Partido Socialdemócrata alemán. Al estallar la revolución se separó del partido y fundó el Partido Socialdemócrata Independiente, se opuso a la política bolchevique y fue considerado por Lenin “revisionista” y “antirrevolucionario”. Elaboró la doctrina marxista de la plusvalía a base de notas dejadas por Marx con vistas a la continuación de “El Capital”. 202 “... ¿Así que era un hecho? ¿Era cierto? ¿Les habían dado la Constitución? ¿To dos eran iguales? ¿Los judíos también...?...” ”...Entre el público que rodeaba al joven intelectual estaba también Sasha Sa fránovich, que había ido a despedir a su padre. Salomón Safránovich partía hacia Eretz Israel para ejercer allí su profesión de farmacéutico, dispuesto a rendir examen si fuera necesario. Un cambio tan imprevisto como aquél, sólo pudo haberlo producido la experiencia que tuvo en aquella gran borrasca, con todas sus consecuencias. Salomón Safránovich, por supuesto, podía haber to mado otro rumbo: Estados Unidos. En su decisión favorable a Eretz Israel in fluyó su hijo Sasha. Y no podía ser de otro modo: era su hijo único. El mucha cho permanecería en Rusia hasta concluir su carrera, y luego se trasladaría a Eretz Israel. ¡Eretz Israel y Estados Unidos! ¡Qué diferencia enorme! Lo más interesante del caso fue que la amiga del farmacéutico, la cristiana Nadiesda Alexándrovna, también le aconsejó que eligiera Eretz Israel. —Palestina —le dijo, dándole un severo sermón—, es su madre patria. ¡No es posible que prefiera en su lugar un país extraño como Norteamérica!...” “... ¿Qué ocurre aquí? —preguntó Tamara. —Son nuestros peregrinos —dijo Sasha, señalándole con la mirada a la mu chedumbre de emigrantes—. Nuestros eternos peregrinos....” 2 - Observa el mapa de la página siguiente. 3 - Interrelaciona los fragmentos seleccionados con el mapa y con el texto an teriormente leído. 203 Danzig P R U S I A O R I E N TA L Cracovia Brody Jarkov AUSTRIA-HUNGRIA 204 Rusia durante la Primera Guerra Mundial La primera guerra mundial comenzó en la primera semana de agosto de 1914. Durante ese año Rusia experimentó tanto derrotas como victorias.1 La guerra generó una gran presión económica y social en Rusia. Los ejércitos padecieron pérdidas considerables y estuvieron deficientemente aprovisionados de armas, municiones y alimentos. La economía rusa acusó los desequilibros de la guerra, evidenciando signos de extenuación y de bancarrota total. Se paralizaron muchas fábricas y talleres y decreció la producción industrial. La escasez de mano de obra provocada por las grandes movilizaciones significó que la industria militar no pudiera entregar el equipo y las provisiones para el combate. Las provisiones enviadas al frente generaron la falta de alimento en las ciudades. La escasez y la especulación hicieron estragos en el deteriorado nivel de consumo de la población. Para marzo de 1917 los precios de los artículos de primera necesidad aumentaron en cinco o seis veces en comparación con el nivel anterior a la guerra. Otro tanto aconteció con la agricultura; la cosecha global de cereales, por ejemplo, disminuyó de 1916 a 1917 en un 25%. En la segunda quincena de abril se implantó el racionamiento del pan. El hambre asoló el país. La desorganización del transporte ferroviario acrecentó el caos económico. La crisis de combustible fue alarmante. El volumen de papel moneda en circulación aumentó catorce veces en comparación con el período anterior a la guerra. Los gastos de guerra diarios se elevaron de 24,2 millones de rublos en 1915, a 69 millones en 1917. La moral social se comenzó a quebrar en 1915, en parte por las dificultades económicas, en parte por razones políticas. Los fracasos militares de 1915 significaron que la Duma comenzara a usurpar efectivamente a la administración imperial la función de dirigir la guerra, y a insistir para que la administración designara un gabinete fiable que tomara las riendas del gobierno. El zar Nicolás II trató de evitar la crisis asumiendo el cargo de comandante jefe; su indecisión en esta función empeoró aún más su imagen. El estado interno de Rusia hacia fines de 1916 era ingobernable. En la mayor parte de la sociedad los inconvenientes económicos combinados con el descontento de las nacionalidades oprimidas por el Imperio zarista, con el desencanto de la guerra, y fundamentalmente con la resistencia de una clase obrera que había desarrollado profundas experiencias políticas, particularmente la revolución de 1905, aceleraban el resquebrajamiento de la moral nacional. Consigna de Trabajo Reflexiona y responde: Frente a este cuadro de situación, ¿cuáles son las alternativas que se le pre sentan al pueblo ruso? 1- Ver módulo 38. 205 El judaísmo ruso al comienzo de la Primera Guerra Mundial Al comenzar la guerra el judaísmo ruso quedó atrapado inmediatamente en el fuego de la batalla dentro del cerco de su zona de residencia. Al comienzo de las hostilidades contra Alemania y Austria, el alto comando ruso declaró una guerra contra las poblaciones judías agrupadas en la franja junto a las fronteras. El jefe supremo de las fuerzas rusas, el duque Nicolás Nicolaievich, y el jefe de su estado mayor, el general Januskevich, creían que los pobladores judíos en las zonas de las acciones de guerra eran peligrosos para el ejército porque, debido a la similitud de idiomas, podían entenderse con los alemanes atacantes y colaborar con ellos. En consecuencia se adoptó una resolución: dar a los comandantes de tropas el derecho a expulsar a los judíos de todas las zonas peligrosas a lo largo de la línea del frente. Las primeras persecuciones originadas en este decreto se produjeron en la Polonia rusa donde, desde el principio, se habían concentrado las fuerzas de Alemania y Austria. Durante los meses de agosto y septiembre del año 1914 fueron expulsadas comunidades enteras de las zonas fronterizas, en los alrededores de Radom, Lomza y Lublin. De los círculos polacos surgió y se extendió la calumnia que los judíos simpatizaban con las potencias centrales1 y colaboraban con ellas en los abastecimientos y en el espionaje. Así se acusaba a los judíos de haber mantenido lazos de amistad con el enemigo por el sólo motivo de haberles vendido contra su voluntad diversas mercaderías. Estas razones les servían para poder justificar la hostilidad arraigada en ellos hacia los judíos y así proceder a su persecución y posterior expulsión. Con cualquier pretexto se acusaba a judíos ante tribunales militares y se los condenaba a muerte. En algunas ciudades los comandantes rusos, co mo si se hallaran en tierra enemiga, tomaban como rehenes de las pobla ciones judías a los rabinos y a las personas más representativas de las comunidades. En los últimos meses de 1914 se expulsó a comunidades ju días íntegras de la zona de Varsovia (Grodsisk, Chernovitz, Sujachov, etc.). Como regla general, los decretos sobre expulsión de judíos se cum plían en el término de veinticuatro horas. El año de las grandes derrotas del ejército ruso (1915) fue también el año de las grandes victorias de sus jefes sobre las poblaciones judías. En la primavera de aquel año (abril-mayo) surgió la consigna de expulsar a todos los judíos de las partes occidentales de la zona de Kovno, Curland, Subalek y Grodno. Todas las instituciones judías se movilizaron para or ganizar la ayuda material y moral a los infortunados, especialmente los comités de ayuda a las víctimas de la guerra y el Comité Político de San Petersburgo, compuesto por los representantes de diversos partidos y los diputados judíos a la Duma. Desde la tribuna de la Duma dirigiéronse 1- Potencias Centrales: Italia, Alemania, Imperio Austro-Húngaro e Imperio Otomano. 206 durante el año 1915 enérgicos ataques contra las persecuciones y las ex pulsiones. El Comité Político distribuyó entre grandes comunidades ju días un proyecto de petición dirigida al jefe del Consejo de Ministros, Gormikin, que terminaba con estas palabras: “El pueblo judío debe saber por qué vierte en esta guerra la sangre de sus hijos, por qué sacrifica la flor de su juventud, por qué enviudan sus mujeres y quedan huérfanos sus niños: si para que todos estos sacrificios se pierdan en tierra rusa, o para vivir en ella como ciudadanos libres e iguales a los demás.” Pero las comunidades, presa del pánico, no se animaron a firmar, y la solicitud no se presentó. Inmediatamente después de la expulsión de los judíos de Kovno, que provocó un gran descalabro económico, el gobierno aceptó el retorno de los expulsados a condición de que las comunidades suminis traran rehenes como garantía de buen comportamiento. Pero el Comité Político rechazó por boca de Fridman, diputado de Kovno a la Duma, es ta humillante condición, y publicó una enérgica protesta. Desde agosto de 1915, los ejércitos rusos fueron retrocediendo, junto con su estado ma yor, y se los expulsó rápidamente de Galitzia, Polonia y Lituania. En su retirada los soldados derrotados expoliaban a los judíos. Ataques san grientos, acompañados de violaciones, se produjeron durante el otoño en las zonas de Vilna y de Minsk. Desde fines del verano de 1915, Varsovia, toda la Polonia rusa y toda Lituania (Vilna y Kovno) hallábanse someti das a los conquistadores alemanes y austríacos, situación que se prolon gó por espacio de tres años, hasta el fin de la guerra. Dubnow. Historia Universal del Pueblo Judío. Tomo X, págs. 499-500 El judaísmo ruso tenía la esperanza que después de la guerra estas dos grandes potencias influyeran en Rusia para que liberase a los judíos de la zona de residencia. La Revolución de Febrero de 1917 En enero de 1917, doscientos cincuenta mil obreros se declararon en huelga, y en febrero el número de huelguistas superó los cuatrocientos mil. El 25 de ese mes se desató una huelga general, y en pocos días se realizaron manifestaciones y acciones de lucha que adquirieron gran proporción entre obreros y campesinos. El gobierno, movilizó a los cosacos y a la policía montada e hizo un llamamiento a las tropas de infantería; pero estas se componían en su mayor parte de campesinos simpatizantes con los amotinados. El desorden civil se manifestó en la capital rusa en Petrogrado. El 1ro. de Marzo Moscú y Kiev siguieron su ejemplo. Una vez más la Duma demandó al zar Nicolás II la formación de un nuevo gabinete, que pudiera aspirar a gozar de la confianza popular. El zar promulgó un decreto de disolución de la Duma; pero ésta se negó a obedecerlo, y el 27 de febrero asumió la función de gobierno. Nicolás II, aislado y sin poder, abdicó el 2 de marzo. La Duma asumió entonces una función de vigilancia y mantenimiento, abriendo el camino para un gobierno parlamentario nuevo, fru207 to de elecciones directas, y se autoconstituyó en gobierno provisional. Pero su capacidad de gobernar estuvo limitada por el surgimiento de formas paralelas de gobierno: la red de consejos denominados Soviets. La lucha popular planteó propuestas diferentes a las que la burguesía había venido sosteniendo; pero no logró su objetivo, pues el gobierno provisional estaba formado por fuerzas liberales y conservadoras moderadas, las cuales habían sido dominantes en las Dumas. Los representantes de las fuerzas socialistas, en especial los más radicales, buscaron otra base desde la cual ejercer el poder. El soviet de Petrogrado se convirtió en una alternativa real de gobierno. El gobierno provisional se apoyaba básicamente en las clases ilustradas y en los comerciantes; en cambio, el Soviet dependía de los obreros, de los campesinos, y de los soldados semianalfabetos. Surgió así el fenómeno del doble poder. El impacto de los decretos del Gobierno Provisional en la vida judía. El gobierno provisional formuló una serie de reformas. Las más importantes crearon las bases para la convocatoria a una Asamblea Constituyente, un parlamento nacional libremente elegido y plenamente representativo, que sentaría la estructura de un nuevo gobierno democrático. Las reformas electorales proclamaron que el derecho a votar sería “universal, igualitario y secreto”. El gobierno provisional publicó decretos que prometían el reconocimiento de sindicatos y la libertad de prensa y expresión; liberó a los presos políticos y prometió la independencia de Finlandia y Polonia. Las nuevas autoridades abolieron la discriminación y otorgaron a los judíos la igualdad de derechos como ciudadanos y como nacionalidad autónoma. Por decreto del gobierno provisional del 4 de abril de 1917 se otorgaron a los judíos todos los derechos civiles, políticos y nacionales. Se abolieron casi ciento cincuenta leyes y normas que diferenciaban al judío del resto de la población, y entre esas leyes-las que limitaban la zona de residencia. La nueva situación de los judíos en la Rusia posterior a la revolución se caracterizó también por la atmósfera de libertad que se respiraba; esto alteraría profundamente a la gran comunidad judía, que tantas penurias había sufrido. Por primera vez en su historia los judíos rusos podían organizar su vi da a su voluntad, y poner en marcha los objetivos que ellos mismos se fijaran. Todas las fuerzas sociales y espirituales latentes en esta comu nidad irrumpieron entonces. Los partidos judíos, que habían limitado mucho e incluso suspendido totalmente sus actividades durante el período reaccionario iniciado en 1907, entraron en una gran actividad y adquirieron una poderosa in - 208 fluencia en la población judía. Fue particularmente vigorosa la reapariciódn de “Tzeiréi Tzión”, del Partido Unido —amalgama del S.S.1 y los sejmistas2- los “Poaléi Tzión”3 y el Bund. Desaparecida la prohibición impuesta durante los años de la primera guerra mundial a los textos escritos en hebreo, las editoria les que publicaban obras en ese idioma y en idish reanudaron sus acti vidades, y comenzaron a aparecer docenas de periódicos. Comenzó en tonces a funcionar también una extensa organización judía destinada a la enseñanza. En el transcurso de unos meses, se instalaron alrede dor de doscientas cincuenta instituciones hebreas educacionales, que abarcaban desde el nivel de jardín de infantes hasta los seminarios de maestros. Las asambleas de todos los partidos judíos, así como sus publicaciones, exigían el derecho a la autonomía nacional judía; pero el Bund se con formaba con la autonomía en el campo de la educación y la cultura, mientras que los demás partidos agregaban otras funciones más am plias como la beneficencia, la ayuda mutua, el reconocimiento legal de las leyes matrimoniales judías, el derecho de observancia del sábado, etc. Los partidos sionistas exigían tanto la autonomía nacional en Ru sia como la independencia política judía en Eretz Israel.4 La situación era diferente a la que imperaba a comienzos de siglo, ya que ahora los partidos rusos apoyaban la idea de la autonomía nacio nal-cultural de los judíos. En 1917 esto fue decidido por el Partido So cialista Revolucionario —S.R.—, los mencheviques y los demócratas constitucionalistas —los KaDeTs—. El único partido izquierdista que se hallaba en contra era el bolchevique, el cual, a pesar de la gran canti dad de activistas judíos que tenía entre sus filas, e incluso entre sus di rigentes, carecía de una verdadera influencia entre la población judía. Entre los objetivos iniciales de los partidos judíos de Rusia figuraban el restablecimiento de la vida comunitaria, núcleo básico de la autono mía nacional, y la creación de una representación judía panrusa. Du rante la segunda mitad del año 1917 se celebraron comicios democráti cos para la elección de los consejos comunales y para la organización de una conferencia judía panrusa, destinada a presentar las deman das del judaísmo en la Asamblea Constituyente panrusa, que fue elegi da al mismo tiempo. En las primeras elecciones los sionistas obtuvieron aproximadamente los dos tercios de los votos emitidos. Estos resultados animaron a los dirigentes sionistas de Inglaterra y Francia a solicitar a sus gobiernos el respaldo a sus demandas sobre Eretz Israel. En las elecciones para la Asamblea Constituyente los partidos nacionalistas se presentaron con una lista unida nacional judía, y los diputados elegi dos acordaron unirse en un sólo partido independiente para actuar 1- S.S.: “Partido Obrero Sionista Socialista”, comenzó a consolidarse en 1904 con la influencia de la concep ción territorialista y la del socialismo nacional de Najman Syrkin. 2- Sejmist: “Partido Obrero Judío Socialista”, sostenía las ideas de Vozrozhdeniye. Aunque no negaban la necesidad de poseer un territorio independiente, consideraban esta aspiración irrealizable por el momento. 3- Poalei Tzión: “Partido Obrero Socialdemócrata” fundado en Polonia en febrero de 1906. Dirigente: Ber Borojov. 4- Eretz Israel fue confiada al mandato británico por parte de la Liga de las Naciones después de su victoria sobre Turquía en la Primera Guerra Mundial. El gobierno británico manifestó su posición favorable frente a las apiraciones del Pueblo Judío de establecer un Hogar Nacional Judío en Eretz Israel. 209 ajustándose a las resoluciones de la conferencia judía panrusa. Pero el triunfo de la revolución bolchevique de octubre de 1917 frusta ría todos estos planes. Ettinger, Shmuel. Historia del Pueblo Judío Tomo III - Págs. 1143-1144 La Revolución de Octubre y la Guerra Civil El sistema de gobiernos locales o zemstvos fue reorganizado, y se les impuso la carga de elaborar los registros electorales para las elecciones a la asamblea constituyente, previstas para el otoño de 1917. El Soviet constituía una institución política completamente distinta, una asamblea informal de representantes elegidos por aclamación popular. Su composición era altamente variable, operaba sin ninguna jurisdicción declarada y carecía de reglas o procedimientos fijos. Las sesiones solían ser caóticas. El control y la administración real quedaba en manos de un reducido grupo de dirigentes. La composición del soviet era casi exclusivamente socialista, junto con unos grupos radicales que sostenían representar los intereses reales de los trabajadores. Los objetivos del soviet eran dobles: primero, la creación de un régimen exclusivamente socialista en Rusia; segundo el debilitamiento de todas las fuerzas políticas no socialistas, que eran tildadas de “burguesas” o “capitalistas” y que ciertamente comprendían todas las que participaban en el gobierno provisional. El grupo minoritario en el soviet eran los Socialistas Revolucionarios, un partido populista estrechamente vinculado con el campesinado. El que le seguía en importancia era el de los Socialdemócratas, un partido escindido en dos grupos: la mayoría Menchevique y la minoría Bolchevique. En la primavera de 1917, los bolcheviques encabezados por Lenin formaron un partido independiente, a pesar de constituir una pequeña minoría en el soviet, pero al estar mejor organizados y ser más activos comenzaron a tener una influencia desproporcionada teniendo en cuenta el número de sus miembros. Adoptaron la línea extremista: aducían que el soviet debía hacerse con el poder de inmediato. A mediados de 1917, los soviets constituían un modelo en funcionamiento del aparato gubernamental nacional, regional y local, que se esparcía por todo el Imperio. En comparación, el gobierno provisional tenía una base de apoyo mucho más estrecha en Petrogrado y ostentaba una autoridad bastante más débil sobre los zemstvos, los gobiernos locales de la zona rural. El gobierno provisional estaba presidido por el príncipe Lvov, representante político, el cual expresaba los intereses del bloque económico-social formado por la gran burguesía industrial y financiera de los terratenientes capitalistas. 210 MENCHEVIQUE (del ruso menshevik, “minoritario”), aunque su fac ción era la mayoría. Los mencheviques sostenían que ellos permanecie ron fieles a la postura marxista genuina. Ellos aducían que Rusia, como país agrícola en el cual no había un sec tor proletario amplio, no estaba aún lista para una revolución socialis ta. Debía pasar por una etapa de revolución burguesa como la habían atravesado los países occidentales; sólo luego surgiría una amplia cla se obrera, y así llegaría el momento de una revolución socialista. Solamente una clase obrera podría producir una revolución, y sólo en el momento histórico adecuado. Todo intento de acortar el camino y de llevar a cabo una revolución antes de tiempo conduciría al fracaso, y además no contaría con el apoyo popular. BOLCHEVIQUE (del ruso bolshevik, “mayoritario”), aunque su facción era la minoría. Los bolcheviques eran una minoría bien organizada, cuyo líder talentoso y carismático denominado Vladimir Ilich Ulianov, conocido como “Nikolai Lenin” (1876-1924), replicó que el escenario ru so merecía una nueva táctica revolucionaria y la toma inmediata del poder. Lenin dijo que no había que esperar al surgimiento de una amplia ca pa de proletarios y que se debía producir la revolución a manos de re volucionarios profesionales, empapados en estas ideas y adhiriendo a sus objetivos de tomar el poder a cualquier precio a pesar de ser una mi noría. Lenin no se apoyó en la fuerza del proletariado y persistió en organizar y educar a la clase de extremistas revolucionarios para que se apodera sen del gobierno y produjeran una revolución socialista compulsiva, ob viando la etapa de revolución burguesa. Según su visión, la revolución se llevaría a cabo luego de la toma del poder, y sus diversos mecanismos posibilitarían al partido establecer la “Dictadura del Proletariado”. Federico Engels (1820-1895) filósofo, economista y político alemán, au tor con Karl Marx del “Manifiesto Comunista” (1848), en su obra “El ori gen de la familia, de la propiedad y del Estado” define la “Dictadura del Proletariado”. Engels expresa que “...el Estado es una fuerza especial de represión”. De ello se deduce que esa “fuerza especial de represión del proletariado por la burguesía” debe sustituirse por una “fuerza especial de represión de la burguesía por el proletariado” (Dictadura del Proletariado). En esto consiste la “destrucción del Estado como tal”. El Estado burgués sólo puede ser “destruído” por la revolución. La consigna que impulsaron los bolcheviques fue “pan, tierra y paz”; és ta resumía las aspiraciones de una población hambreada y agotada tras tres años de guerra. 211 Lenin Vladimir Ilich Ulianov, conocido como “Nikolai Lenin”, nació en Simbirsk, capital de la provincia del mismo nombre, situada a 1500 kilómetros de San Petersburgo y a 900 de Moscú, el día 22 de abril (5 de mayo) de 1870. En 1885 murió su padre y en 1887 la policía detuvo a su her mano mayor, Alejandro, acusado de participar en un complot terrorista; fue condenado a muerte y ejecutado el 8 (21) de marzo de aquel mismo año. En 1894 y des pués de graduarse en Derecho en la Universidad de San Petersburgo, Vladimir comienza su propaganda revolucionaria. Detenido por la policía zarista, acusado de actividades clandestinas en 1895, es fi nalmente desterrado a Siberia en 1897; allí se casó con Nadia Krupskaia y terminó su primer gran estudio titulado El desarrollo del capitalismo en Rusia, escrito desde 1896 a 1899. De regreso de Siberia y viéndose continua mente vigilado por la policía, se marchó a Suiza (1900) donde empezó la publicación del periódico “Iskra” (La Chispa), destinado, principalmente, al interior de Rusia. En 1902, para continuar la organización política en el exilio, se traslada con Krupskaia a Londres. Desde Londres, Lenin se traslada de un lado a otro de Europa haciendo propaganda política y am pliando su organización entre los rusos emigrados. Regresó a Rusia en 1917 y se puso al frente de la Revolución de Octubre. Sentó las bases de una organización socialista de la economía, y dio una estructura federal al antiguo Imperio de los zares denominada Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (U.R.S.S.). En 1922 quedó hemipléjico y en 1924 falleció. Su cuerpo fue colocado en el Mausoleo que lleva su nom bre, y su figura fue colocada a lo largo de todo el país. La ciudad de Petro grado fue rebautizada con el nombre de Leningrado en su honor (hoy nue vamente San Petersburgo). El Soviet central como gobierno nacional se confirmó en el Congreso panruso de los soviets en el mes de junio. El partido bolchevique contaba solamente con el 16% de los más de seiscientos cincuenta delegados. Sus posiciones extremistas fueron rechazadas constantemente y Lenin no consiguió imponer su planteamiento en la Asamblea. En consecuencia, no fue Lenin sino otro político socialista, Alexander Kerenski, vicepresidente del soviet de Petrogrado quien surgió como jefe del gobierno, convirMiembros del primer gobierno provisional tiéndose en una especie de enlace entre los soviets y el 212 gobierno provisional. Los conflictos entre el gobierno provisional y el soviet de Petrogrado se agudizaron día a día. Un intento de golpe de Estado lanzado en Petrogrado durante el mes de julio por los bolcheviques dirigidos por Lenin, fue aplastado. Lenin y Trotski, los organizadores del levantamiento, abandonaron el país. Otra fuente indica que Trotski fue arrestado y puesto en prisión con otros revoPrimera sesión del Soviet. 1917 lucionarios. Lvov fue obligado a renunciar dada la amplia oposición popular. Kerenski, quien fue nombrado primer ministro luego del aplastamiento de la insurrección de Lenin, comenzó a incorporar socialistas al gobierno provisional. Mientras tanto la popularidad de Laur Kornilov, activo comandante del frente de batalla, con ideas que atraían a los elementos Alexander Kerenski conservadores y moderados del gobierno proAlexander Feodorovich visional, amenazaba la Kerenski, nació en 1881. posición del primer miEstudió Derecho y fue di nistro. putado de la IV Duma en Kerenski forzó la re1912, adscripto al partido nuncia de Kornilov pero socialrevolucionario. Al el general se negó, y estallar la revolución de apoyándose en el respalfebrero, fue presidente in terino del soviet de Petro do popular envió una cogrado. Formó parte del lumna armada hacia Pegobierno del principe de tersburgo. Kerenski Lvov como ministro de buscó apoyo en las orgaJusticia y vicepresidente. En el gabinete del 25 nizaciones socialistas de abril (8 de mayo) de 1917 fue ministro de para impedir el desplaGuerra y marina, y en julio ordenó una nueva zamiento de las fuerzas ofensiva que no tuvo éxito. El 7 (20) de julio fue de Kornilov, y estas acupresidente del Consejo y nuevamente ministro dieron a su llamado. Kede Guerra y Marina. Aquel mismo mes el gene renski pudo así manteral Kornilov se puso a la cabeza de la oposi ner el cargo de primer ción derechista, y quiso apoderarse de Petro grado. Kerenski se proclamó dictador y asumió ministro, pero perdió la dirección del ejército, pero no pudo dominar credibilidad entre las la situación. Finalmente fue vencido por los fuerzas moderadas por bolcheviques, y huyó. En 1940 fijó su residencia haberse apoyado de maen los Estados Unidos. Falleció en 1970. nera excesiva en los so- 213 cialistas. Kerenski quedó solo, sin tener quien defienda su gobierno. Mientras tanto los soviets habían alcanzado popularidad y para septiembre los bolcheviques dominaban los soviets de Petrogrado y de Moscú. El 9 de septiembre, el de Petrogrado, de fundamental importancia, eligió una nueva mesa directiva. En las elecciones de la Duma de Moscú triunfaron, triplicando sus votos de junio. Las fuerzas moderadas fueron perdiendo poder. La mesa directiva fue presidida por Trotski e integrada por trece bolcheviques, seis socialistas revolucionarios y tres mencheviques. Los hechos causaron profundo impacto tanto en el ejército como en la armada. Se eligieron coDisturbios de proletarios julio de 1917 mités revolucionarios en algunos batallones del ejército, y las flotas del Báltico y del Mar Negro se pronunciaron por el poder de los soviets. Por otra parte las rebeliones campesinas abarcaban cuatrocientos ochenta y dos distritos, es decir el 71% de toda la Gran Rusia, y estaban orientadas cada vez más a la expropiación de las posesiones señoriales. Este proceso significó la quiebra del partido social-revolucionario, en cuyo seno iba tomando fuerza el ala izquierda influida por los bolcheviques. Asimismo, la situación de las nacionalidades oprimidas por el Imperio era cada vez más explosiva. En las primeras semanas de octubre Lenin, quien había vuelto a la capital en forma secreta, en estrecha colaboración con Trotski y Stalin, concluyó los planes para dar un golpe de Estado. Las fuerzas con que contaban eran en primer lugar la Guardia Roja, cuyo núcleo lo constituían veinte mil obreros alistados en Petrogado. A su alrededor se agrupaba la guarnición local con sesenta mil soldados. A ellos se sumaron los mil quinientos marineros de Cronstadt1. Tomaron los edificios gubernamentales y los centros de comunicación en Petrogrado la noche del 24 de octubre (6 de noviembre según el calendario juliano), y el 25 de octubre (7 de noviembre) el gobierno provisional reunido en el Palacio de Invierno fue rápidamente neutralizado y sus dirigentes arrestados. 1- Cronstadt: Puerto en una isla del Golfo de Finlandia, perteneciente a Rusia. 214 León Trotski Lev Davidovich Bronstein, “León Trotski”, nació en 1879 en la provincia de Jerson (sur de Rusia) de una familia israelita; estudió en la Universidad de Ode sa, de la que fue expulsado por su actuación subver siva. Desterrado en Siberia (1898), escapó a Inglate rra (1902), donde se reunió con Plejanov y Lenin; de regreso a Rusia (1905), fue elegido presidente del So viet de Petrogrado y, fracasado el movimiento revolu cionario, fue otra vez desterrado a Siberia y escapó a viena; apresado en Alemania (1916), escapó a Fran cia. Expulsado de Francia en 1916 Trotski se refugió en España, de don de fue invitado a marcharse ese mismo año, dirigiéndose entonces a Nueva York. De allí pasó a Canadá, donde fue detenido, pero la presión socialista sobre el gobierno hizo que se le reclamara. En 1929 fue deste rrado por Stalin. Murió asesinado en México en 1940. El 25 de octubre a las 10 hs. se dio a conocer un historico manifiesto: “¡Ciudadanos de Rusia! El gobierno provisional ha sido depuesto. El poder ha pasado a manos del Comité Revolucionario, órgano del Soviet de Diputados y Soldados de Petrogrado, que está a la cabeza del Prole tariado y la Guarnición de Petrogrado” Siglomundo. “La Revolución Rusa” Pág. 48 Ese mismo día se reunió el II Congreso Panruso de los Soviets; sobre un total de seiscientos setenta delegados los bolcheviques contaban con trescientos noventa. Los ochenta delegados mencheviques se retiraron de las deliberaciones para incorporarse al Comité de Seguridad Pública, organismo contrarrevolucionario creado por la Duma municipal. Luego de avalarse la insurrección y el pasaje de todo el poder al Congreso se aprobaron los decretos de paz y tierra. Palacio de Invierno 215 Este último contiene la abolición de la propiedad feudal, y la entrega provisoria de la tierra a los comités agrarios y soviets de distritos, hasta la realización de la Asamblea Constituyente que convocara el poder revolucionario. En la madrugada del 26 de octubre se eligió el nuevo Comité Ejecutivo del Soviet y el Consejo de Comisarios del Pueblo, organismo ejecutivo del nuevo poder presidido por Lenin, Trotski ocupó la cartera de Asuntos Exteriores, y Stalin fue designado Ministro de Nacionalidades. Lenin pronuncio las siguientes palabras en el Congreso de los Soviets: Lenin arengando a los revolucionarios en las calles de Petrogrado “Ahora pasamos a la edificación del orden socialista... la revolución del 24 y 25 de octubre ha abierto la era de la Revolución Social... El mo vimiento obrero, en nombre de la paz y el socialismo, vencerá y cumpli rá su misión.” Siglomundo - “La Revolución Rusa” Pág. 48 Kerenski abandonó Petrogrado. “La Revolución de Octubre” había triunfado y Lenin tenía enteramente el gobierno en sus manos. Los judíos durante la Revolución de Octubre Entre los dirigentes bolcheviques de primera línea había muchos judíos, quienes agobiados por la persecusión zarista siguieron a sus camaradas rusos en la Revolución de Octubre. Es importante consignar la participación judía en los “cuadros”, es decir en el aparato estatal, en la administración, en el partido, en la economía en los servicios técnicos o sea en los niveles más bajos de la conducción. El aporte de los judíos al movimiento revolucionario tuvo mucha importancia. La Conferencia judía panrusa no se reunió y la Asamblea Constituyente rusa, para la cual las elecciones habían dado al Partido Socialista Revolucionario una decisiva mayoría, fue dispersada violentamente por los bolcheviques después de su convocatoria del 5 de enero de 1918. El pueblo judío, sin embargo, no se sometió. En el mes de julio de 1918 se reunieron en Moscú los representantes de las comunidades y eligieron una comisión central encargada de coordinar las actividades de las instituciones judías. Pero tanto la federación de comunidades como los partidos eran ya objeto de la creciente presión y las persecuciones ejercidas por el régimen soviético. 216 Las relaciones existentes entre las autoridades soviéticas y la comunidad judía de Rusia se basaban, por una parte, en las presuntas intenciones emancipadoras e igualitarias que tenían los bolcheviques con respecto a los judíos. La mayoría de éstos, así como sus instituciones, ponían en práctica la política del régimen, e inicialmente les fue ofrecida por parte del gobierno soviético una cultura idishista laica que reemplazaría a las antiguas tradiciones. Por otra parte, se hallaban las tendencia asimilatorias inseparables de los bolcheviques quienes, reincorporando en la Unión Soviética los métodos de rusificación, establecieron las bases de un categórico antisemitismo. Cuando los bolcheviques tomaron el poder establecieron en el mes de enero de 1918 Kameniev y Zinoviev, judíos seguidores de Lenin un comisariado especial judío en la jurisdicción del ministerio soviético de las nacionalidades, cuya finalidad era la de dirigir entre los judíos la propaganda comunista en su propio idioma, el idish. Se abrieron filiales locales, y su primer paso fue establecer el control de las escuelas judías y combatir la infuencia de los partidos judíos. En un principio, participarían en este comisariado representantes de la izquierda del S.R. y de los Poalei Tzion. Sus publicaciones iniciales anunciaban la creación de soviets judíos locales, o la creación de secciones judías dentro de los soviets generales, como también la reunión de una convención panrusa de esos soviets con el fin de organizar la vida judía en Rusia y proceder a la elección del comisario de asuntos judíos. El propósito declarado era desarrollar la vida dentro de las estructuras judías, dándoles un contenido de índole comunista. Pero esos planes y objetivos no tardarían en verse anulados. En el mes de julio de 1918 fueron expulsados del comisariado judío los representantes de los partidos no comunistas, siendo reemplazados por las secciones comunistas, que actuaban como emisarios del partido entre los judíos. Es importante considerar que la cantidad de judíos que integraban los partidos socialistas era mucho mayor de la que participaba en el partido comunista, siendo esta una pequeña proporción. Los activistas de las secciones judías se consideraban miembros del partido que pertenecían a las células locales que trabajaban en la “calle judía”. Los jefes de las secciones eran impuestos por el partido. En la primera asamblea de comisariados y secciones, reunida en octubre de 1918, se declaró que estos organismos no habían sido creados “porque reclamásemos la autonomía nacional” para los judíos, sino para “difundir entre las masas obreras judías los ideales de la Revolución de Octubre, y solamente por eso. Que no queden dudas, pues, de que el comisariado no se convertirá en un Parlamento judío”. Las nuevas instituciones eran, por tanto, solamente un instrumento más del partido, destinado a actuar entre quienes hablaban en idish, pero sus activistas no eran decididos partidarios ni siquiera del uso de esta lengua. “Para nosotros no es el ‘sagrado idish’ de los nacionalistas judíos. No le damos importancia al idioma en sí”, afirmaría S. Dimanstein, uno de los dirigentes del comisariado. 217 El gobierno de Lenin En las elecciones para la asamblea constituyente la participación fue alta, teniendo en cuenta los tiempos agitados que se vivían: alrededor de cuarenta y dos millones de un censo electoral estimado en noventa millones depositaron su voto. De los setecientos tres delegados conocidos, más del 50% pertenecían a los socialistas revolucionarios, el 24% a los bolcheviques, el 13% a los demócratas constitucionales y el 11% se distribuía entre diversos partidos nacionalistas. Los bolcheviques y sus aliados controlaban menos de un tercio de los delegados. Si se hubiese permitido funcionar libremente a la asamblea legislativa, el régimen de Lenin hubiera tenido pocas posibilidades de sobrevivir. Pero estaba absolutamente decidido no permitir ninguna amenaza a su poder. Bajo la dirección de Lenin, el nuevo gobierno promulgó de inmediato una serie de reformas radicales. Entre ellas se incluían: • La abolición de la propiedad privada de la tierra y el inicio de negociaciones para celebrar la paz sin anexiones ni indemnizaciones. • La creación de la Cheka, una organización de seguridad estatal basada en el sistema del terror sistemático para eliminar a la oposición, y la ilegalización del Partido Demócrata Constitucional. Así pues, ya se podía prever la supresión de todos los partidos políticos, excepto el de los bolcheviques. La asamblea constituyente se reunió en Petrogrado el 5 de enero de 1918. La mayoría no bolchevique padeció la apremiante intimidación de los guardias rojos; a pesar de ello y de la abierta hostilidad de Lenin hacia la asamblea, los delegados detuvieron por una diferencia de casi dos a uno el paquete de reformas doctrinales propuesto por los bolcheviques. Los bolcheviques no aceptaron la decisión de la mayoría y abandonaron el recinto. Esa misma noche, los guardias rojos desalojaron por la fuerza a los delegados, y al día siguiente el gobierno bolchevique disolvió formalmente la asamblea. Así es como más de doce años de evolución hacia una democracia parlamentaria fueron borrados en un día. Sin embargo, el ideal de la asamblea constituyente siguió vivo, y casi todos los adversarios al bolcheviquismo lo siguieron defendiendo durante la guerra civil. Las causas de la guerra civil se deben a la oposición hacia los bolcheviques y sus métodos, que creció durante la Revolución de Octubre y se difundió ampliamente a principios de 1918. Este rechazo era mayor en Petrogrado y Moscú, donde los bolcheviques se negaron a colaborar con otros partidos políticos, y sus tácticas autoritarias para concentrar el poder terminaron por disgustar a las otras fuerzas políticas, incluyendo todo el movimiento socialista y la mayoría de la población urbana. Uno y otra observaban que los bolcheviques se otorgaban privilegios, en particular con relación a la provisión de alimentos. También creció la oposición en el campo, pues los bolcheviques incitaban a la división de clases en el campesinado y establecieron un programa de confiscación de alimentos a fin de abastecer sus centros de poder en las ciudades. A medida que se fue poniendo en claro que los bolcheviques estaban decididos a emplear cualquier medio para eliminar a la oposición, esta se volcó a la acción. 218 Era demasiado tarde para contrarrestar el control de las capitales, Petrogrado y Moscú, donde el gobierno bolchevique estaba establecido fuerte e irreversiblemente. La historia de la guerra civil fue, desde el punto de vista logístico, una lucha entre la región central bolchevique y una amplia periferia de dispersos gobiernos antibolcheviques. Puesto que se hallaban en el centro, los bolcheviques controlaban la industria militar rusa y la red de comunicaciones, lo que les proporcionaba una capacidad y una superioridad logística que la oposición jamás pudo igualar. Los principales gobiernos antibolcheviques surgieron a principios de 1918. El área mas importante era el sur de Rusia, que constituía la base del movimiento blanco (antibolchevique). Este comprendía un ejército de voluntarios creado alrededor de un núcleo de oficiales rusos no socialistas, a las órdenes del general Kornilov y los políticos demócratas constitucionales. Dicha área también constituía la base de dos gobiernos autónomos cosacos recién creados, uno en el Don y el otro en la región de Kubán. Tras cierto tiempo y con gran esfuerzo, los blancos y los cosacos consiguieron combinar sus operaciones; su objetivo político común era reconvocar la asamblea constituyente. En Rusia oriental y en la región de los Urales surgieron otros gobiernos. La región del Cáucaso también rechazó a los bolcheviques, y en Georgia, Armenia y Azerbaidyán surgieron gobiernos socialistas. Todos estos gobiernos apoyaban la reinstauración del gobierno provisional y una nueva reunión de la asamblea constituyente. Con el tiempo, los tres gobiernos se unieron para formar la República Federal Transcaucásica, todavía partidaria del ideal de una federación con una Rusia democrática y no bolchevique. Ucrania siguió un rumbo diferente: se proclamó república nacional independiente, pero, de hecho, dependía considerablemente del apoyo alemán. Algunos movimientos y gobiernos locales trataron de sobrevivir coqueteando simultáneamente con los blancos y los rojos. A mediados de 1918 los bolcheviques cambiaron su nombre por el de Partido Comunista, y trasladaron la capital desde Petrogrado a Moscú. Durante la primera mitad del año, la suerte estuvo del lado de los blancos. Sus fuerzas, aunque muy inferiores a las rojas, eran más profesionales y contaban con una dirección superior, bajo las órdenes del experimentado general Anton Denikin. Los comunistas, aunque muy hábiles en el combate urbano, encontraban dificultades para adaptarse a las complejidades de las campañas y las bataFamilia real 16/7/1918 llas fuera de las ciudades. Además, los blancos se beneficiaron con la ayuda económica y con el equipo proporcionados por los aliados, dado que los británicos, los estadounidenses, los japoneses y los franceses enviaron pequeños contingentes expedicionarios a Rusia. Mientras tanto, los comunistas estaban ocupados en detener la ofensiva alemana que aún continuaba en el frente ruso. A mediados de julio, el derrocado zar y su familia, que habían estado detenidos durante varios meses, fueron ejecutados 219 en Ekaterinburgo por los carceleros comunistas. Hacia fines de 1918, los comunistas estaban ascendiendo. Las victorias iniciales de los blancos comenzaban a ceder, poniendo de manifiesto sus limitaciones militares y logísticas. Para los rojos un armisticio con los alemanes1 significaba la disponibilidad de las tropas del frente que simpatizaban con el comunismo, mientras que Lev Trotski se encargaba de transformar las milicias rojas en el organizado y eficiente Ejército Rojo. En septiembre, la Cheka, guiada por Lenin, instituyó el “Terror Rojo”, terror de Estado, un programa altamente organizado destinado a exterminar toda oposición política a través de sistemáticos arrestos multitudinarios, interrogatorios con torturas, secuestros de familias y niños, y ejecuciones. El gobierno de Rusia del Sur, que había evolucionado a partir del Ejército de Voluntarios, logró varias victorias sobre el Ejército Rojo durante el invierno de 19181919, pero éstas fueron sus últimas acciones positivas. Incapaz de mantener el esfuerzo, los blancos tuvieron que retirarse en el sur y se desmembraron en Siberia. Con el desmoronamiento de los gobiernos socialistas y el abandono del último bastión blanco, el régimen comunista se convirtió en la incuestionable autoridad de Rusia. Trotski pasando revista El terror fue particularmente despiadado en el al Ejército Rojo campesinado, puesto que la mayor parte del campesinado simpatizaba con los socialistas revolucionarios, a quienes los comunistas estaban intentando exterminar. Aparecieron numerosos movimientos de resistencia anticomunista, que terminaron por provocar insurrecciones masivas en las provincias centrales, la región del Volga, y Siberia, durante 1920-1921. Fue necesaria toda la fuerza del Ejército Rojo y el desencadenamiento del terror, para sofocar y erradicar ese descontento popular. Cuando al fin se logró, en 1921, el gobierno comunista ya controlaba completamente la situación. Tras la Revolución de Octubre y la guerra civil, se produjo una oleada de emigración desde Rusia. Se trataba del amplio sector antibolchevique de la población, los militares blancos, los políticos liberales y conservadores, escritores y periodistas, abogados y académicos, científicos e ingenieros, funcionarios y profesionales: una cifra que quizá sobrepasó el millón de personas. 1- Tratado de Brest-Litovsk. Ver módulo 38 220 Fin de la autonomía judía independiente Desde el comienzo de la revolución la función principal de las secciones judías era la lucha contra los partidos judíos y contra sus formas de organización independiente. Respecto a los partidos de izquierda, las secciones basaban su propaganda en la importancia de la “unidad”. A medida que el Ejército Rojo iba conquistando más territorios en Ucrania, aumentaba la presión ejercida sobre estos partidos desde fuera, reforzada a su vez en su interior por las tendencias filocomunistas de sus miembros. Muchos de éstos veían en los comunistas a los únicos elementos que podía evitar el exterminio del pueblo judío por parte del ejército blanco y los diversos grupos de nacionalidades ucranianos. Ucrania combatía el bolcheviquismo de Moscú exalJUDERIA SOVIETICA 1917 - 1922 tando los sentimientos nacionalistas. Los jefes de los batallones ucranianos, entre los que se encontraban algunos “haidamacos”, instaron a cometer agresiones contra los judíos que después de poco tiempo se transformaron en organizados pogroms. En enero de 1919 tuvieron lugar decenas de pogroms en diversos lugares, como Obrach, Berdichev y Zhitomir. Por lo tanto, los judíos creían que sólo podían confiar en los comunistas para la preservación del porvenir del pueblo judío. En febrero de 1919 el Bund de Ucrania se dividió y la mayoría izquierdista tomó el nombre de Combund –Bund comunista–. En el Partido Unido se produciría un proceso similar; el ala izquierda fundó entonces el “Partido Comunista Judío Unido”. La mayor parte de los “Poaléi Tzión” tendía asimismo a la orientación procomunista. En mayo de 1919 estos grupos se unificaron en la “Unión Comunista Ucraniana” –Comfarband–, que trataría de fundirse inmediatamente en el Partido Comunista. Pero éste no lo aceptaría, exigiendo la disolución de la organización judía e insistiendo en que 221 sus ex miembros se incorporasen en forma individual a las filas comunistas; eso garantizaba la pérdida de la identidad judía, fundiéndose en la ideología del partido. Cuando empeoró la situación militar de los bolcheviques en Ucrania, el Partido Comunista accedió al ingreso de la Unión como unidad organizada, en el mes de agosto de 1919. La siguiente decisión revela el grado de confianza que la Unión depositaba en la política nacional del Partido Comunista: “Las garantías políticas concretas para las minorías nacionales, como la autonomía... o el derecho a la autodeterminación nacional, deben ser exigidas únicamente al Estado burgués... el interés del proletariado precisa ahora de una total concentración del poder...”. En otras palabras, no debían ser presentadas exigencias políticas de sectores particulares, que pudiesen provocar una división del poder. Esto denota que confiaban en que el régimen comunista se ocuparía, una vez concluida la guerra, de proteger los derechos nacionales de los judíos rusos. En la Rusia Blanca el débil régimen soviético permitió que el Bund comunista, que deseaba conservar su autonomía en el partido, se organizase como Partido Comunista Judío, en el mes de enero de 1919. Gran número de sus afiliados solicitaron la autonomía nacional y el derecho de los judíos a actuar dentro de normas de carácter especial. Asimismo en esa zona fue acordada, como solución, la fundación de la Unión Comunista de Rusia Blanca y Lituania, en febrero de 1919. Esta Unión se incorporaría igualmente, poco tiempo después, al Partido Comunista. Durante la tercera conferencia panrusa de las secciones judías, en julio de 1920, fue rechazada la solicitud formulada por aquellas de constituir un cuerpo judío autónomo. La conferencia reiteró que las secciones no eran más que un instrumento técnico para poner en práctica la política del partido entre los judíos. La otra facción del Bund declaró también, de forma simultánea, que aceptaba el programa comunista, pero exigió el derecho a mantenerse como organización aparte dentro de la estructura del partido. Los dirigentes comunistas se lo negarían, y en 1921 el Bund se vio obligado a anunciar su disolución. Se puede observar cómo la política comunista con respecto a la autonomía de la actividad judía independiente varió de acuerdo al fortalecimiento o debilitamiento del régimen soviético, el que veía a esa actividad como un movimiento contrarrevolucionario. La disolución de los partidos sionistas tuvo un proceso diferente. En el verano de 1919 la “Unión Comunista Ucraniana” exigió la prohibición de las actividades sionistas. Así se hizo; las organizaciones y los partidos sionistas recibieron la orden de entregar sus bienes y documentos a una “comisión liquidadora”. El régimen soviético no había fijado todavía una posición uniforme o suficiente acerca de la supresión oficial del movimiento, limitándose a restringir sus actividades. Cuando fue convocada en Moscú, en abril de 1920, una asamblea sionista panrusa, la policía arrestó a todos sus miembros e invitados. En el verano del mismo año la dirección policíaco-política del soviet distribuyó una circular clandestina ordenando que fuese impedida la celebración de asambleas, que se interceptara el correo y se confiscasen las viviendas pertenecientes a los miembros de las organizaciones sionistas. Fue el comienzo de una larga historia de persecuciónes. Miles de sionistas de variadas tendencias fueron encarcelados, encerrados en campos de concentración, o deportados a Siberia o al Asia central. 222 A pesar de estas medidas, la actividad sionista no se interrumpió en la Rusia soviética a lo largo del decenio de 1920; se llevaron a cabo incluso en forma clandestina o semiclandestina. Cuando fueron clausuradas las editoriales hebreas, un grupo de escritores y poetas que utilizaban este idioma crearon en 1925 un periódico literario denominado “Bereshit”; pero dejó de publicarse tras su primera edición. Mientras, en Moscú, fue fundado un teatro hebreo, el Habimá, que funcionó hasta el año 1925. El partido comunista judío “Poaléi Tzión” fue finalmente suprimido en 1928. Además de los partidos y las organizaciones, las comunidades, que inmediatamente después de la revolución se habían organizado como corporaciones democráticas representantes del pueblo judío, fueron rápidamente suprimidas. El comisariado decidió la abolición de las mismas en abril de 1919, pero publicó el edicto referente a ello recién en junio de aquel año, dado que no podía hacerse cargo de una sola vez de las numerosas y variadas instituciones de que constaban las comunidades, entre ellas hospitales, orfanatos y hogares de ancianos. La orden de liquidación argumentaba que las comunidades habían reunido en torno a sí a “los enemigos de la clase obrera”, que “enturbiaban la conciencia de clases de las masas obreras judías”, y que se arrogaban funciones propias del Estado, como la educación y la cultura, ejerciéndolas con un “espíritu antiproletario”. Por ello, las comunidades debían ser disueltas definitivamente, y sus propiedades y haberes entregados a los comisariados judíos. En la práctica, las comunidades pasaron a convertirse nuevamente en comisiones de sinagogas, al igual que en la época zarista, y la vida judía se redujo a la práctica religiosa y litúrgica. Fueron sometidas a un control más estricto, sobre todo con respecto a la prohibición de impartir instrucción religiosa, así como instrucción en hebreo, a los menores de dieciocho años de edad. Resultó así sumamente difícil mantener la organización y la conciencia judía. Los intentos de introducir la autonomía y la actividad judía independiente en las estructuras existentes llegaron a su fin. Formación del Estado comunista Se estableció un nuevo orden comunista que tuvo lugar entre 1918 y 1921, de acuerdo con un programa llamado “comunismo de guerra”. Sus objetivos eran: • eliminar los vestigios del antiguo régimen, • introducir los radicales y extensos cambios, de acuerdo con la visión extrema del utopismo socialista, y • concentrar todo el poder en manos del Partido Comunista. El antiguo régimen se destruyó con la abolición de las instituciones gubernamentales, de la organización administrativa, el sistema jurídico,la moneda y el sistema bancario y comercial, el sistema educativo, todos los partidos políticos no socialistas y los derechos de la familia. Todos los que habían trabajado de alguna manera para el antiguo régimen eran considerados enemigos y, por tanto, resultaron víctimas de todo tipo de persecuciones, incluyendo las ejecuciones sumarias regulares. Todos ellos, junto con una gran parte del campesinado, fueron oficial- 223 mente declarados lisensi (personas sin derechos) y desprovistos de todos sus derechos cívicos y políticos. En forma simultánea, se introdujo el nuevo régimen. Ello significó: • la nacionalización de toda la industria, • la comunalización total de la propiedad, • un sistema de cartillas de racionamiento en lugar de la moneda, • la educación impartida exclusivamente por el Estado según la doctrina comunista, y • la creación de agencias políticas para desempeñar la función de intermediación y los servicios. Desde el punto de vista económico, el objetivo general del gobierno consistió en controlar toda la producción nacional y la distribución de bienes, introduciendo, por tanto, una operación socialista carente de beneficios para reemplazar los mecanismos del mercado capitalista. Los cargos directivos de las organizaciones administrativas fueron ocupados por comunistas escogidos por sus cualidades como revolucionarios. Se procuró que el nuevo régimen estuviera altamente centralizado, bajo el control administrativo del gobierno soviético, a su vez absolutamente controlado por el Partido Comunista. La estructura pública del gobierno consistió en los mismos consejos o soviets que habían sido los principales catalizadores de las revoluciones. El Partido Comunista y Lenin consideraban que todo el poder real debía converger en los soviets, y además estaba igualmente convencido de que dentro del Partido el poder y la autoridad plenas debían renacer en una pequeña élite. A fin de lograrlo, creó una pirámide institucional de autoridad ascendente: un Soviet Supremo nacional irregularmente convocado asignó la función del gobierno nacional al Partido Comunista, de forma inmediata en su Comité Central permanente; este a su vez estaba supervisado por el Politburo1 permanente del Partido (o Buró Político). En última instancia, el poder y la capacidad de decisión recaían en el Politburó, un reducido grupo de los máximos dirigentes. El primer Politburó estaba formado por siete personas, presidido por Lenin, Trotski y Stalin. Ideológicamente, el nuevo régimen se justificaba por el concepto de la “dictadura del proletariado”. Esto suponía que los comunistas estaban actuando en nombre del proletariado, aún inmaduro en la situación posrevolucionaria, y que necesitaba la asistencia de los cuadros revolucionarios a lo largo del camino hacia el socialismo de los trabajadores. Así pues, el Partido Comunista se autoasignaba el papel de “vanguardia del proletariado”. Desde el punto de vista económico y social, el “comunismo de guerra” resultó un desastre. La eliminación de los incentivos del mercado provocó la muerte del estímulo del trabajo y aumentó el colapso de la producción agrícola e industrial. Esto llevó a situaciones de escasez crítica, inflación alarmante y malestar social, que se fueron intensificando a medida que terminaba la guerra civil. Los comunistas salvaguardaban sus posiciones privilegiadas en las ciudades echando mano a las mínimas provisiones, y lanzando expediciones al campo a fin de confiscar alimentos a los campesinos. Dichas operaciones y la sequía causaron una hambruna 1- Politburó: órgano político del comité central del Partido Comunista Sovietico, encargado de la dirección del mismo. 224 rural masiva en 1921, quizá la mayor que había experimentado Rusia hasta ese momento. Una ola de insurrección campesina asoló el país en 1920-1922, y en marzo de este último año el régimen se enfrentó con su mayor amenaza en el levantamiento de Cronstadt. Cronstadt era la base naval más importante de Petrogrado, y los marineros habían constituido la mayor fuerza probolchevique durante las revoluciones de 1917. Para 1921 los mismos marineros estaban cansados de los abusos de los comunistas y ya no atendían a sus promesas revolucionarias. El programa de los rebeldes comprendió la convocatoria de nuevas elecciones para los soviets sobre la base del voto secreto; libertad de expresión y prensa para todos los revolucionarios y radicales; liberación Campesinos escondiendo comida de todos los presos políticos socia-listas; disminución de las restricciones comerciales a fin de abastecer Petrogrado; y el levantamiento de las restricciones campesinas. El programa fue una protesta socialista contra el represivo monopolio del poder de los comunistas. Estos últimos respondieron calificando a los rebeldes de contrarrevolucionarios, y el levantamiento fue aplastado brutalmente por Mijaíl Tujachevski, más adelante jefe del estado mayor del Ejército Rojo. La población judía durante la etapa del “comunismo de gue rra” La ola de brutales pogroms en Ucrania, las actividades de las bandas en la Rusia Blanca, y la transformación de la zona de asentamiento en el principal campo de batalla entre “blancos” y “rojos” y entre polacos y rusos, ocasionaron grandes sufrimientos a los judíos rusos, desestabilizándolos económicamente. La guerra mundial y la civil –ésta entre 1918 y 1920–, que arruinaron la industria y las comunicaciones y afectaron seriamente a las grandes haciendas, destruyeron las bases de la existencia judía en la “zona”, eliminando su principal función económica y social: la mediación entre la ciudad y el campo. La ciudad ya no tuvo nada que ofrecer a la aldea en retribución por la producción agrícola. Esta situación se vió además agravada por varios años de intensa sequía en varias zonas de Rusia. Durante los años 1920 y 1921 se agregó al hambre de la ciudades el padecido por las grandes áreas rurales. Prácticamente la única fuente de subsistencia que les quedó a los judíos de las aldeas y los pueblos fue la del transporte de alimentos y otros artículos de un lugar a otro, o la del contrabando, aunque con esto corrieron el riesgo de ser roba225 dos o expropiados. Pero en las condiciones del “comunismo de guerra” (denominación que se dio al primer período del Gobierno bolchevique, durante el cual las unidades militares despojaban a los campesinos de los alimentos que precisaban las ciudades), esta actividad era considerada como “especulación”, fusilándose a quienes la llevaban a cabo. Los numerosos artesanos judíos no podían obtener la materia prima más que por medios considerados ilegales, siendo también castigados con excesiva severidad. Las empobrecidas y hambrientas masas judías, que habían concebido la esperanza de que el régimen soviético les traería al menos seguridad, se encontraron repentinamente tratadas como “enemigos de clase”. Se dieron casos de rehenes judíos arrestados en zonas fronterizas y en ocasiones ejecutados. Se produjeron también en algunos pueblos choques armados entre elementos judíos y las autoridades soviéticas. La Nueva Política Económica –NEP– y su influencia en la población judía El hambre y el incidente de Cronstadt significaron el fin del “comunismo de guerra”. Lenin decidió que a corto plazo era necesario emplear medios menos doctrinarios y más pragmáticos para detener la escalada del caos y hacer revivir la economía nacional. En 1921 proclamó la abolición del “comunismo de guerra” y en su lugar introdujo una Nueva Política Económica (NEP), una serie de reformas económicas e institucionales que reemplazaban la inviabilidad del “comunismo de guerra” por medidas más convencionales. Se permitió un mínimo de iniciativa privada en la agricultura y la industria, en tanto el gobierno seguía conservando el monopolio de la industria pesada, el comercio exterior y las finanzas. Se otorgaron derechos limitados a los campesinos para que pudieran vender lo producido en forma privada, y se autorizó la actividad de la industria privada en pequeña escala. Resurgieron las prácticas comerciales convencionales, reaparecieron la banca y las transacciones e instrumentos financieros normales. La iniciativa privada se volcó con eficacia a la manufactura en pequeña escala, a la venta al por menor y a los servicios. Estos sectores constituían una pequeña proporción del total de la economía, pero su crecimiento espectacular colaboró a estabilizar la economía nacional y a generar cierta tranquilidad social al satisfacer al menos en parte la acuciante demanda de los consumidores. Los hombres de negocios en pequeña escala, apodados los “nepistas”, que catalizaron dicho crecimiento, eran en esencia la encarnación final de los tradicionales mercaderes rusos, quienes habían gozado de una época dorada en las últimas décadas previas a la Revolución de Octubre. Los sectores monopolizados por el Estado manifestaron, en el mejor de los casos, una mejora con la NEP. Una de las consecuencias más trascendentales que produjo la etapa del “comunismo de guerra” fue el deterioro de la aldea judía y su eliminación en la práctica. Quienes entonces pudieron salir de ella, salieron. Los jóvenes que llevaban meses o años sin trabajo, no por causa suya, se trasladaron a otras poblaciones mayores, o a la Rusia central, buscando ansiosamente la oportunidad de 226 obtener un empleo o de estudiar. Incluso cuando la “nueva política económica” (NEP) sustituyó al “comunismo de guerra” y creó la posibilidad de dedicarse a la actividad económica en empresas particulares, eran mucho mayores las perspectivas que ofrecían las ciudades, reforzando los estímulos para el abandono de la aldea. Sólo se quedaron los que recibían ayuda de parientes del exterior, los que conservaban lazos de unión con los campesinos locales, o los que se habían convertidos ellos mismos en semicampesinos, cultivando parcelas de tierra junto a la aldea. Incluso en las condiciones de la NEP, la vida en la aldea fue más difícil que en las ciudades; las autoridades locales impusieron un control más estricto y la mayor parte de los nuevos talleres, comercios y tiendas no tardaron en arruinarse debido a la pesada carga de los impuestos. No es necesario decir que cuando todos esos comerciantes del NEP fueron declarados “privados de derechos” –lisensi–, incluso del derecho a la asistencia médica, sus hijos expulsados de las escuelas y en ocasiones incluso sacados de sus hogares, la situación en la pequeña aldea se puso mucho más grave que en las ciudades, donde el “origen social” indeseable podía ser disimulado mediante la incorporación a una cooperativa, o tomando un empleo en alguna fábrica de gran tamaño. De hecho, la aldea judía estaba condenada a la extinción. Pero el traslado hacia poblaciones mayores junto con la emigración en masa hacia el centro de Rusia, creó nuevos problemas. La concentración de judíos carentes de trabajos en ciudades donde el porcentaje de habitantes sin empleo era ya muy elevado, y donde las posibilidades de subsistencia eran especialmente escasas originó una seria competencia; comenzó a oírse la queja de que “los judíos están conquistando Moscú”. El aumento del número de comercios judíos, particularmente en las ciudades de la región central, hizo surgir rumores de que la mayoría de los hombres de la NEP eran judíos, y por lo tanto los únicos beneficia-dos. El antisemitismo cobró entonces nueva intensidad. Los ataques contra los judíos se multiplicaron, produciéndose incluso asesinatos. Además, la propaganda antisemita repercutió sobre grandes sectores de la población: “Nosotros derramamos nuestra sangre en defensa de la revolución, y los únicos beneficiados son los judíos”. La flexibilidad inyectada en los asuntos económicos no estuvo acompañada de ningún cambio político similar. De hecho, sucedió lo contrario. En 1921-1922 se extendió e intensificó el control y el poder de los comunistas. Los últimos resabios de partidos socialistas no comunistas, los mencheviques y los socialistas revolucionarios, fueron abolidos en 1921. El control se volvió más rígido dentro del Partido Comunista, que había sido hasta ese momento relativamente tolerante con el debate interno. Los miembros cuyas opiniones diferían significativamente del pensamiento de Lenin fueron acusados de “facciosos”, un cargo equivalente a la traición ideológica. En el verano de 1921 tuvo lugar la primera purga política del Partido Comunista. 227 El desarrollo de la vida judía en la década del 20 al 30 El NEP no fue más que un breve episodio en la reforma económica del gobierno de Lenin. Una rehabilitación parcial de la industria nacionalizada bastó para arruinar a las empresas particulares, que no podían proveerse de materias primas y luchaban por mantenerse bajo la destruc tora carga de los impuestos. Abolida la NEP, los lisensi y comerciantes quedaron privados de sus medios de subsistencia y sin esperanzas de integración en la fuerza obrera. La segunda generación ya no pudo inscribirse en las instituciones de enseñanza secundaria y superior, donde había comenzado a ser analizado más estrictamente el “origen social”. Los padecimientos de los lisensi se agudizarían particularmente durante los años de la colectivización, cuando se produjo nuevamente una grave escasez de alimentos y en muchas regiones imperaba el ham bre. Se recurrió a la distribución de raciones; cada grupo social recibía una cantidad diferente y los lisensi fueron entonces totalmente privados de las tarjetas de racionamiento. El régimen soviético no podía dejar de tener en cuenta estos hechos, y se vio obligado a examinar nuevamente el problema judío. Con la ruina de la industria, y sus veteranos obreros car entes de trabajo, el único medio capaz de evitar la transformación de los “pequeños especuladores” en peligrosos “elementos antisociales”, y sal varles del hambre, era su orientación hacia las labores agrícolas. Las secciones judías habían ya discutido esta cuestión en el año 1919. No se trataba de una solución específicamente socialista, sino de una contin uación de la campaña para impo-ner “ocupaciones productivas” recibi da como herencia de generaciones anteriores. En la desolada Rusia resultaba evidente, tanto para las autoridades como para los judíos, que únicamente los labradores podían estar seguros de contar con la subsis tencia cotidiana. Además, las organizaciones judías del exterior habían propuesto planes similares y prometido su ayuda a los colonos. El día 29 de agosto de 1924 el Presidium del Soviet decidió nombrar “una comisión para el asentamiento de obreros judíos en la tierra” –Comzet– y un año después, en junio de 1925, aprobó los planes para transferir cien mil familias judías a la colonización agrícola en un plazo de varios años. Según el censo realizado en el mes de diciembre de 1926, existía entre la población agrícola un total de 155.400 judíos, aproximadamen te un 6% de todos los judíos; y en 1928 sumaban 220.000, es decir un 8,5%. En octubre de 1930 el número de judíos que vivían de la agricultura lle gaba al 10,1%, cifra máxima absoluta en cuanto a los judíos rusos. El éxito de la colonización agrícola serviría para vigorizar entre los judíos las tendencias nacionalistas, paralelamente al fortalecimiento durante el decenio del veinte, del patriotismo ucraniano y ruso blanco. En Rusia Blanca el idish, reconocido como uno de los cuatro idiomas ofi ciales de la República, se empleaba ampliamente, pero no había regiones autónomas judías, y los soviets –consejos locales– que emplea ban oficialmente el idish eran escasos: veintidos en 1927 y veintisiete en 228 1935. Por el contrario, en Ucrania había tres regiones autónomas y gran cantidad de soviets judíos, rurales y urbanos. En Ucrania funcionaban en 1931 cuarenta y seis juzgados donde se liti gaba en idish, frente a diez en Rusia Blanca y once en la Rusia central. Todo esto indujo incluso a varios miembros de la Yevseksya1 (léase Ievseksia) a hablar de la posibilidad de crear un territorio judío autónomo dentro de la estructura de la Unión Soviética. Dado que la gran mayoría de los dirigentes de la Ievseksia habían sido del Bund o territorialistas, las diferencias entre ellos tomaban a veces el cariz de disputas entre las posiciones de sus “partidos paternos” con respecto al carácter de la autonomía judía. De todos modos, algunos sostenían que la “dictadura del proletariado” creaba la posibilidad de lograr la con solidación nacional-territorial de los judíos, afirmando incluso que úni camente esa concentración podría impedir el antisemitismo. Kalinín, presidente del Presidium del Estado Soviético, apoyó en un discurso pro nunciado en la Conferencia de la Ozet, asociación pública de respaldo a la colonización judía, “el deseo judío de conservar su nacionalidad”, explicando que constituía una prueba de la inclinación judía hacia las tareas agrícolas. Además de la influencia de los factores económicos, recordó también que “en las masas judías había tomado cuerpo el senti do de la supervivencia y la lucha por la nacionalidad”, y que los establecimientos agrícolas se hallaban entre “los medios más eficientes para proteger la existencia independiente de los judíos como nación”. Aunque este criterio fue ampliamente aceptado entre los círculos guber namentales, aportó un renovado ímpetu para la búsqueda de un territo rio en el que pudiese funcionar un asentamiento judío de carácter per manente. Tal territorio era preciso, además, porque la colonización judía realizada a pequeña escala en Ucrania y Rusia Blanca había provocado la oposición de los granjeros locales. Los asentamientos judíos de Crimea también despertaron una oleada de antisemitismo. A pesar de la falta de agua y del suelo salino de Crimea, que habían difi cultado la colonización judía allí, se alzaron en Rusia airadas protes tas contra la supuesta entrega a los judíos de las mejores tierras del país, la zona presuntamente fértil del Sur. Debido a estas razones, y respondiendo a otras consideraciones de índole estratégica y política, las autoridades concentraron su búsqueda en el Lejano Oriente. La necesidad de poblar la región inmediata a la frontera con China y de fortificarla contra el tradicional enemigo, el Japón, suponía una de las mayores preocupaciones del régimen, y el establecimiento allí de una unidad territorial judía podría, en teoría, satisfacer este objetivo. Ettinger S. Historia del Pueblo de Israel. Tomo III, págs. 1150-2 Ievseksya:agencia del gobierno soviético que representaba al judaísmo soviético cuando suprimieron los Comisariados judíos. 1 229 El territorio autónomo de Birobidyán El territorio elegido fue el de Birobidyán1. En el verano de 1927 fue enviada allí una comisión investigadora, y aunque no pudo llevar a cabo un estudio completo, en abril de 1928 marchó hacia aquella región el primer contingente de colonos judíos. A pesar del amplio apoyo otorgado por varias organizaciones judías del exterior, que asimismo apoyaban los asentamientos judíos en Crimea, Ucrania y Rusia Blanca, el proyecto de Birobidyán no tendría mucho éxito. Durante los primeros cinco años llegaron a la región unos veinte mil colonos, de los cuales cerca de un 60% acabaría por abandonarla. El fracaso del plan se debió a varios factores: • las altas temperaturas • la tierra pobre • la ayuda económica insuficiente No obstante, en mayo de 1934, Birobidyán fue declarado “distrito autónomo judío”, a pesar de que los judíos no llegaban ni al 20% de la población rural. Resulta indudable que una de las principales razones de que el proyecto de Birobidyán no tuviese éxito fue la gran cantidad de oportunidades que se presentaban ante la juventud judía en otros lugares con el comienzo de los planes quinquenales (1928-29). Aunque en Portadas del diario”Estrella de Birobidyan” en ruso y en idish. Continúa editándose en la actualidad. ese momento había surgido un estado de euforia por la autodeterminación, eso tampoco alcanzó para lograr el éxito del plan, pues no había un sentimiento de pertenencia al lugar. Los “colonos” no tardaron en advertir que su sueño de Birobidyán como “país de los judíos” no se realizaría debido a las condiciones en la Rusia Soviética y a la hostilidad generada por sus vecinos. 1- Birobidyán: En la actualidad República Autónoma. 230 Birobidyán Y Consigna de trabajo 1-Observa el mapa 2- Analiza los datos que figuran en la tabla. 3- Reflexiona y responde: ¿Qué conclusiones podemos extraer de los datos que se nos presentan? 231 El florecimiento de la cultura idish en la década del ’20 Al iniciarse el decenio de 1920 fue prohibida la enseñanza religiosa para los jóvenes, aunque durante los primeros años funcionaron las escuelas primarias religiosas y las ieshivot. A las escuelas estatales concurrían, por otra parte, escaso número de alumnos. Pero las autoridades soviéticas pusieron entonces en marcha una campaña de propaganda antirreligiosa, con debates públicos, procesos y arrestos. Los rabinos, matarifes rituales y maestros fueron expulsados o arrestados, y las sinagogas clausuradas. El estudio de los temas hebreos pasó a la clandestinidad. Los libros religiosos, incluso los de oraciones, dejaron de Der Nister imprimirse a fines del citado decenio. A partir de 1930 sólo pequeños grupos –entre los cuales se destacaban por su cohesión los Jasidím de Jabad– mantuvieron su tradicional forma de vida bajo constantes amenazas. La oposición de los dirigentes de la Ievseksia a la “autonomía cultural” sólo comenzó a sentirse en el momento en que se hicieron cargo de la organización escolar y de las instituciones culturales y de bienestar social específicas de los judíos. Eliminaron la enseñanza del hebreo y basaron la educación en el idish, quizá por haber comprendido que era la única manera posible de influir sobre la población. Según el censo de 1926, más de un 90 % de los judíos de Rusia Blanca, más del 75% de los de Ucrania y más del 50% en la Rusia central, declararon que el idish era su lengua materna. A cambio de la cultura hebrea y la religión prohibidas, se les ofreció a los judíos una cultura laica comunista en idish. En los pueblos pequeños creció rápidamente el número de alumnos que asistía a las escuelas donde se impartía la enseñanza en idish. Al iniciarse el decenio de 1930 estudiaban en las escuelas de ese tipo en Rusia Blanca unos treinta mil alumnos, y en Ucrania cerca de noventa mil. Las escuelas de la Rusia soviética que enseñaban en idish no solamente se abstuvieron de inculcar nociones culturales o históricas judías, sino que trataron más bien de borrarlas y erradicarlas. Pronto se hizo patente que aquellas escuelas no eran del agrado de los judíos. Tanto los padres observantes como las familias asimiladas preferían enviar a sus hijos a las de carácter general, principalmente las rusas. En los pueblos pequeños, los funcionarios de la Ievseksia obligaron a los padres judíos a mandar a sus hijos a las escuelas en idish, prohibiéndoles el ingreso en las generales. En las ciudades grandes de Ucrania las escuelas en idish nunca tuvieron más que un pequeño número de alumnos judíos. A pesar de la tensión, las luchas y los conflictos, y quizá como consecuencia de ellos, en el decenio de 1920 se produjo un gran florecimiento cultural en idish. El número de periódicos se redujo debido a la supresión de los partidos judíos, pero se publicaron numerosos libros y folletos en idish en las editoriales estatales. La literatura judía soviética floreció1. Surgieron varios escritores comunistas jóvenes, 1- Estos escritores alabaron la participación judía en la revolución, pero tuvieron un triste final. Algunos de ellos fueron asesinados en la década del 30 y otros, junto a actores, músicos, pintores y escultores judíos, tuvieron el mismo destino entre 1948 y 1953. 232 como Izi Jarik e Itzik Fefer, y otros escritores no comunistas, que habían emigrado de Rusia tras la revolución, comenzaron a regresar, pues creyeron que solamente en aquel país se daban las condiciones apropiadas para el florecimiento de la cultura judía. Así, en los últimos años de la década de 1920, emergió en la Rusia soviética un importante grupo de escritores que presentaban en sus obras la vida de los pequeños pueblos judíos, las vicisitudes de su desintegración y los problemas que suponía la adaptación a las nuevas realidades. Varios de estos autores describieron el pasado y sus valores con muestras de cariño y nostalgia, entre ellos David Bergelson, Peretz Itzik Fefer Markish, Der Nister –Pinjas Kahanovich–, David Hofstein, Moshé Kulbak, Leib Kvitco y otros. Los teatros judíos desplegaron también una gran actividad, y algunos de ellos, como el de Moscú, dirigido por Shlomó Mijoels, alcanzaron altos niveles. En la capital, en Kiev y en Minsk existieron escuelas dramáticas en idish. El estudio de la historia y la literatura judías continuó durante el decenio iniciado en 1920. Se mantuvieron algunas sociedades científicas cuyas publicaciones aparecían en ruso, pero fueron finalmente suprimidas en el decenio de 1930. Durante la década anterior se organizaron dos institutos científicos comunistas cuya lengua era el idish: el “Instituto de cultura proletaria judía”, afiliado a la “Academia ucraniana de ciencias”, y la sección judía de la “Academia de Rusia Blanca” Después de la supresión de los partidos judíos y durante todo el decenio de 1920 se atribuyó a la Ievseksia la representación del judaísmo soviético, pero esta calificación no fue compartida por los judíos. Los que vivían en los pueblos pequeños y quienes se mantenían dentro de la estructura judía sentían por este organismo temor y hostilidad, mientras que aquellos que se habían trasladado a las ciudades o a la Rusia central, donde fueron absorbidos por otras organizaciones más amplias, se negaron a recurrir a su ayuda. No faltaron quienes sostenían que la Ievseksia había dado lugar a la posición de las autoridades soviéticas contraria a la actividad judía independiente. Sin embargo, no tenían razón; la Ievseksia fue solamente una agencia del gobierno, pero simbolizaba al menos el hecho de que el régimen soviético reconocía la existencia de un “problema judío”, el cual requería tratamiento y conPéretz Markisch sideración, así como un marco especial. Cuando varios de sus funcionarios trataron con excesivo entusiasmo de propiciar la actividad cultural judía, o de “mantener el peso específico de los judíos”, es decir de conservar su papel especial entre la población –lo que la Ievseksia de la Rusia Blanca había exigido con respecto a los proyectos de colonización agrícola de aquella república– fueron acusados de “desviacionismo nacionalista”, y en enero de 1930 todos los funcionarios de la Ievseksia fueron dispersados. 233 Los cambios en la vida económica de los judíos rusos durante el decenio de 1930 Entre los años 1930 y 1940 se modificó sustancialmente en la Unión Soviética el cuadro laboral de la comunidad judía. Consigna de trabajo Observa en la siguiente tabla los cambios producidos en las ocupaciones de los judíos: Ocupaciones 1913 1934 1939 Empleados públicos del Estado 7% 30% 37.2% Profesionales libres 3% 7.8% 12.8% Operarios 20% 23.6% 21.5% Agricultores 2% 8.7% 7.1% Artesanos 27% 10% 14.3% Comerciantes 29% 2.5% ______ No definidos 12% 7.8% 7.1% Extraído del libro “Aliat Hamaatzamot Hagdolot Bameá Haesrim” Artzot Habrit Ubrit Hamoatzot. Capítulos 2-3, pág. 19 2- Reflexiona y responde: ¿A qué conclusiones podemos arribar teniendo en cuenta los indicadores de la primera y tercera columna? Entre quienes trabajaban se dieron las siguientes tendencias: abandono de la agricultura; cambio hacia el trabajo industrial calificado; aumento de su participación en la intelectualidad técnica y en las profesiones liberales –maestros, médicos, científicos, artistas–; y proliferación de funcionarios, como empleados de comercio, contables, etc. El abandono de la agricultura se debió a las nuevas oportunidades que se presentaron en las ciudades gracias a los planes quinquenales. Tan pronto como fue posible subsistir en la ciudad, aunque fuese a costa de un duro trabajo, optaron por esta alternativa. De ahí que disminuyera, en los primeros años de la década del treinta, el número de los que se orientaban hacia las actividades agrícolas. Un factor añadido fue la colectivización, que eliminó la 234 iniciativa particular en la economía agrícola y convirtió las granjas colectivas en fincas organizadas por funcionarios. Los colonos judíos, que habían sido los primeros en instalar granjas colectivas voluntariamente, comenzaron a abandonarlas. Influyó en este proceso principalmente el hecho de que las comunas judías fueron generalmente creadas por personas parientes entre sí, que conservaban en la aldea su vieja forma de vida, observaban las tradiciones religiosas, mantenían sinagogas y en ocasiones incluso un rabino, todo lo cual les infundía un sentimiento de cohesión social y nacional. Cuando fue proclamado, alrededor del año 1930, el lema de la “internacionalización del koljoz” que implicaba la fusión de las granjas judías con las gentiles, las ventajas que suponía la pertenencia a una comuna desaparecieron, manteniéndose únicamente sus rasgos negativos. Por eso fueron tan pocos los judíos que en 1939 se dedicaron a la agricultura, comparados con las cifras máximas alcanzadas al principio del decenio y las registradas en 1926. El desarrollo industrial del Plan Quinquenal absorbió a los obreros judíos desempleados, y éstos se adaptaron rápidamente a las nuevas condiciones de trabajo y de vida, al idioma, y a las ideas de su entorno. Al cabo de unos años la mayor parte de ellos se transformaron en obreros calificados; los datos del censo de población rea-lizado en 1939 revelaron que el 50% de los obreros judíos eran calificados, el 40% semicalificados, y solamente un 10% no ca-lificados. Algunos de ellos ascendieron dentro de las mismas empresas industriales, desde los puestos de trabajador manual hasta los de organizador y administrador. En 1939 existió un menor número En un Koljoz judío. de obreros manuales entre los judíos asalariados que durante los primeros años treinta (43% y 50% respectivamente). Sin embargo, el cambio más importante fue el de aquellos que después de pasar por el proceso de proletarización –ellos mismos o en algunos casos sus hijos– consiguieron completar sus estudios en los institutos de enseñanza superior, y alcanzaron la calidad de intelectuales. Al finalizar el decenio del treinta, la mayor parte de los judíos asalariados eran funcionarios públicos profesionales. La liquidación de los establecimientos comerciales de propiedad particular, y el desarrollo del comercio estatal junto con el complejo sistema de administración y control económico impuesto, les abrieron a aquellos judíos que conocían el idioma del país las puertas del funcionariado, aunque no hubiesen completado sus estudios secundarios o universitarios. 235 Además, en los últimos años del decenio del veinte y primeros del siguiente, se integraron en filas de los intelectuales los estudiantes de los institutos superiores. Los organismos del Estado, por su parte, absorbieron miles de ingenieros, médicos y maestros judíos, algunos de los cuales alcanzaron posiciones elevadas en sus respectivas actividades. Entre los hombres de ciencia más importantes de la Unión Soviética hubieron varios judíos; por ejemplo, los físicos Abraham Joffe, Leonid Mandelstam, Lev Landau y Grigori Landsberg. Importantes en el ambiente artístico, poetas como Osip Mandelstam, Boris Pasternak y Samuel Marshak, escritores como Isaac Babel e Ilya Ehrenburg y músicos como David Oistrach, Emil Guilels y Mark Reizin. Este cambio en las preferencias profesionales de los judíos fue simultáneo con su creciente dispersión por toda la Unión Soviética, dado que los graduados de los institutos superiores estaban obligados a servir, tras la terminación de sus estudios, en el lugar donde fuesen enviados, pero seguían sin embargo concentrándose en las mayores ciudades, las cuales les daban posibilidades para desarrollarse, pues éstas eran los centros administrativos, económicos y culturales. En 1939 alrededor del 40% de los judíos de la Unión Soviética vivían solamente en seis ciudades: Moscú, Leningrado, Odesa, Kiev, Jarkov y Dniepropetrovsk. Declinación del desarrollo cultural y social judío en la década del ’30 Todos los logros del florecimiento social y cultural de los años veinte –escuelas y tribunales en idish, soviets y regiones autónomas– fueron desvaneciéndose a mediados del siguiente decenio. El idish comenzó a perder su importancia en la vida judía. En los pequeños pueblos de Ucrania y Rusia Blanca los padres se esforzaban por no enviar a sus hijos a las escuelas de idish. Estas escuelas estaba vacías de contenido judaico tradicional y el nivel de instrucción era bajo; por lo tanto sus egresados poseían una deficiente preparación. No existían colegios de enseñanza superior que diesen sus clases en idish, y careciendo de instrucción en ruso o en alguna de las lenguas principales no era posible conseguir un puesto en la burocracia o en las profesiones académicas. Las autoridades intensificaron al mismo tiempo su embestida contra la “desviación nacionalista”, tratando de elevar el prestigio del idioma ruso en función de su carácter de “unificador de los pueblos de la Unión Soviética”. Los judíos que adquirían educación rusa no sólo progresaban mucho en la adopción de la cultura rusa, sino que servían además de factor “rusificador” en las repúblicas nacionales de la Unión Soviética. Relato de Ester Feldman, inspectora de colegios judíos aprobados por el gobierno soviético en los años ’30: 236 “... Llegué a la ciudad de Minsk... A la mañana me encontré con la orde nanza del departamento de educación regional. Con dificultad logré encon trar la escuela judía... De boca del director escuché sobre la triste situación de la escuela y cuántas eran las dificultades para sostener una escuela como ésta. Los alumnos no tenían ninguna posibilidad de futuro. Instituciones educativas superiores en idioma hebreo no se encontraban. ... No se permitía a los judíos estudiar la historia del pueblo judío, porque esa materia no figuraba en los contenidos de estudio... Los padres se nega ban a mandar a sus hijos a esa clase de escuela.” “Aliat Hamaatzamot Hagdolot Bamea Haesrim” Artzot Habrit Ubrit Hamoatzot. Cap. 2-3, pág. 36. Traducción. A principios de 1939 llegó a proponerse que la literatura fuese publicada desde el principio en versión rusa o ucraniana. La persecución del “nacionalismo desviacionista”, agudizada por los procesos y el terror ejercido entre los años 1936 y 1938, afectaría gravemente a muchos de los que actuaban en el mundo de la cultura judía en Ucrania y Rusia Blanca, y destruiría totalmente los brotes de esa misma cultura en Birobidyán. Paralelamente a la rápida asimilación lingüística se renovó la persecución religiosa y se suspendieron las actividades en la Unión Soviética de las organizaciones judías del exterior –Joint1, ICA2 y ORT. La identidad judía se vio entonces disminuida; aumentaron los matrimonios mixtos, y la joven generación judía se apartó casi totalmente no sólo de la tradición y cultura judías, sino también del ambiente judío. 1- Joint: American Jewish Joint Distribution Committee. Organismo de socorro del judaísmo norteamericano nacido durante la primera guerra mundial. 2- ICA = JCA Jewish Colonization Association. Agencia colonizadora fundada por el Barón Hirsch el 24/8/1891. 237