Que es el Haarp

Transcripción

Que es el Haarp
HAARP
HAARP son las siglas de HIGH FREQUENCY ACTIVE AURORAL RESEARCH
PROGRAM (Programa de Investigación de Aurora Activa de Alta Frecuencia)
El 20 de Noviembre de 1994 en un periódico de Alaska, el “Anchorage Daily News”
publicó una Nota editorial en la que se aludía a peligrosas investigaciones militares
(probablemente relacionadas con un invento de Nikola Tesla) en el transcurso de las
cuales se habrían estado enviando haces de partículas desde la superficie de la tierra hacia
la ionosfera. El proyecto formaría parte de la Iniciativa de Defensa Estratégica (SDI)
("Star Wars".)
La emisión de frecuencias electromagnéticas, es hoy uno de los temas mas polémicos que
se encuentra relacionado al controversial sistema emisor de microondas HAARP y
sistema Scalar de invención rusa .
El Departamento de la Defensa de EU (DoD por sus siglas en inglés) ha afirmado
abiertamente que uno de sus grandes intereses en HAARP es su capacidad de controlar
procesos ionosféricos. Su transmisor, que consiste en 360 antenas de 72 pies de alto,
puede emitir poderosas cargas electromagnéticas hacia la ionosfera que causan que se
caliente y se haga un agujero no menor de 50 km de diámetro en ésta.
La ionosfera es la capa del planeta eléctricamente cargada que nos protege de radiaciones
cósmicas y de los varios rayos solares (ultravioleta, X, gamma) que son nocivos a la
salud. La intención del DoD es perturbar la ionosfera para estudiar como ésta responde y
como se recupera. El Dr. Richard Williams de la Sociedad Americana de Física califica
esto como “un acto irresponsable de vandalismo global”. Tales experimentos causan
efecto tras efecto en todo el planeta. Sus instalaciones están ubicadas en Gakona,Alaska.
Oficialmente es un programa de investigación científica y académica, pero que esta
gestionado por la Fuerza Aérea y la Marina de los EE.UU.
El funcionamiento de HAARP se basa en la emisión de ondas electromagnéticas hacia la
atmósfera para su estudio, concretamente hacia la ionosfera, dicha capa se extiende a
unos 80 kilómetros de la superficie terrestre hasta los 800km, conteniendo principalmente
partículas ionizadas. Este medio ionizado, provoca que las ondas electromagnéticas, sean
reflejadas o absorbidas, dichos reflejos o rebotes ionosféricos, son utilizados (cada vez
menos) para las comunicaciones a gran distancia, prueba de ello son las emisoras de onda
corta que podemos sintonizar a lo largo de una noche, dependiendo del estado de la
ionosfera y las frecuencias, podremos escuchar emisoras que estén a miles de kilómetros,
y que llegan a nuestros receptores gracias a la ionosfera, que actúa como espejo.
Hasta aquí hemos descrito la parte "oficial" de la cuestion, pero hay quien cree que detrás
de HAARP se oculta algo mas. Extraños experimentos de modificación del clima, de
control de la mente y de producir incluso terremotos
Ciertamente algo de base científica asoma en todo este asunto, HAARP con sus cientos
de millones de vatios de potencia y antenas se puede considerar como un verdadero
"calefactor" de la alta atmósfera, provocando una tremenda ionizacion que puede acarrear
consecuencias imprevisibles, y que gracias a su efecto "espejo" podría dirigir sus efectos
hacia cualquier zona del planeta, estaríamos hablando de un nuevo tipo de arma, capaz de
intensificar tormentas, prolongar sequías, sobre territorio de un supuesto enemigo, y
perjudicándolo sin que este se diera cuenta.
En el libro de Jerry Smith “HAARP la Ultima Arma de La Conspiración” se dice que este
proyecto tiene el poder para afectar la percepción del cerebro humano.
En la década de los años 50, el profesor O.W. Schumann de la Universidad Tecnológica
de Munich, Alemania, descubrió el efecto de resonancia del sistema tierra-aire-ionosfera,
hoy llamado generalmente Ondas de Resonancia de Schumann en honor a su descubridor.
Dichas ondas vibran en la misma frecuencia que las ondas cerebrales de los seres
humanos y de todos los mamíferos en general, correspondiendo el valor de dicha
frecuencia a 7,8 ciclos por segundo, mas concretamente corresponde a la frecuencia de
vibración del hipotálamo, y son ondas tan esenciales que sin ellas no es posible la vida.
Este hecho ha sido constatado por numerosos astronautas, ya que al estar fuera de la
ionosfera les faltaba la pulsación natural de 7,8 ciclos, a tenor de esta falta de pulsación
natural, los astronautas regresaban a tierra con graves problemas de salud, esto
posteriormente fue corregido al introducir en los sistemas generadores de ondas
Schumann artificiales. Norio Hayakawa, ex-director de una organización privada, la Red
de Inteligencia Civil de la zona suroeste de los EE UU, alude al proyecto HAARP como
una iniciativa militar que tiene la capacidad de alterar los patrones holográficos de la
realidad que perciben nuestros cerebros.
Los científicos de la NASA hicieron muchos estudios interesantes al respecto. Uno de
ellos, el Prof. Wever hizo construir un bunker subterráneo totalmente aislado
magnéticamente. Durante varias semanas hizo experimentos con estudiantes voluntarios
que quedaban encerrados allí. A los pocos días se producían en los mismos serios
problemas de salud: dolor de cabeza, migrañas, desvaríos, etc.; sobre todo los ritmos
cardiacos se desarticulaban totalmente. Al volver a ingresar a ese bunker pulsaciones de
7,8 ciclos, por un breve tiempo, las condiciones de salud de los voluntarios se volvía a
estabilizar nuevamente durante varios días.
Hay muchas personas que sufren gravemente las consecuencias, cuando por causas
meteorológicas, especialmente por las tormentas electromagnéticas, esas frecuencias de
ondas Schumann se ven interferidas. Muchos problemas cardiacos son debidos a este
hecho. La moderna terapia biomagnética, con ayuda de aparatos generadores de ondas
Schumann y de ondas geomagnéticas aporta hoy en día una valiosa ayuda para superar
estos problemas.
Por tanto, se pude pensar que una alteración o interferencia de la ionosfera mediante el
HAARP, podría provocar alteraciones de la pulsación natural Schumann, y por tanto del
comportamiento y salud de todo ser viviente.
El Radar Relocalizable Sobre el Horizonte (ROTHR, por sus siglas en inglés) es el
antecesor del HAARP, construido originalmente durante la guerra fría para detectar un
posible ataque nuclear con misiles balísticos intercontinentales.
Debido a la curvatura de la superficie del planeta los radares convencionales no pueden
detectar objetos que se esconden tras el horizonte. Los ROTHR para poder hacer este tipo
de detección utilizan la ionosfera como espejo para reflejar impulsos electromagnéticos
que de otra manera no pudieran llegar más allá del horizonte.
El aspecto relocalizable del sistema consiste en poder determinar cual será el espacio que
va a observar. Las ondas parten del transmisor hacia la ionosfera. Rebota en ésta y en
objetos que estén en el área de observación. Estas rebotarían en el objeto y llegarían al
receptor.
En los años sesenta una extraña serie de sucesos alertó a la embajada americana en
Moscú en pleno desarrollo de la Guerra Fría. Los miembros de la citada embajada,
comenzaron a sufrir diversos trastornos en su salud e integridad mental. Se sospechó
inmediatamente que podrían haber sido afectados por misteriosas radiaciones, fruto de un
experimento secreto que la KGB estaría llevando a cabo. El objetivo ruso - se supo
posteriormente - era experimentar con emisiones de energías psicotrónicas y
electromagnéticas y sus efectos sobre los americanos.
Otro supuesto argumento que se barajó como posibilidad, era que los rusos realmente
intentaron determinar, hasta que punto sus oponentes conocían el funcionamiento de los
sistemas emisores de radiaciones, campo en el que los rusos se encontraban por entonces
un paso adelante de sus pares americanos.
El Pentágono a partir de este suceso, encargó a su Agencia de Investigación de Proyectos
Avanzados de la Defensa (DARPA) la puesta en marcha del “Proyecto Pandora” cuyo
objetivo primario era conocer la influencia de emisiones controladas de microondas sobre
la mente humana. El Dr. Ross Adey, ha sido uno de los científicos encargados de estudiar
este asunto y de crear diversos métodos que permitirían provocar alteraciones en un
sujeto, estimulando su cerebro mediante una frecuencia electromagnética modulada que
permita alterar sus ondas cerebrales, provocando un cambio en la conducta y percepción
del individuo objetivo.
Bajo la excusa de la necesidad de contrarrestar las investigaciones desarrolladas por los
rusos, los servicios secretos americanos iniciaron su propio programa de control mental.
Estos desarrollos fueron una continuación de los experimentos con drogas e hipnosis.
Tras dos años de revelaciones periodísticas y parlamentarias relacionadas con estos
proyectos, cuya existencia se destapó tras el Watergate, en 1977 el nuevo director de la
CIA se vio obligado a declarar ante el Senado. Según sus revelaciones, en el MK-Ultra
participaron 185 científicos que desarrollaron 149 experimentos diferentes sobre el
comportamiento humano en 59 universidades, laboratorios y fundaciones distintas, doce
hospitales y tres prisiones. Los campos de investigación incluían el borrado de la
memoria, la creación de dependencias, la alteración de la conducta sexual, diversas
formas de sugestión e hipnosis, así como sus aplicaciones potenciales al espionaje y el
contraespionaje. Se experimentó además con diversas técnicas, como drogas,
narcohipnosis, estimulación electrónica del cerebro, ultrasonidos, infrasonidos,
microondas y deprivación sensorial.
En julio de 1976, los soviéticos comenzaron a emitir -desde cinco instalaciones
diferentes- ondas ELF de forma ininterrumpida, operación que fuera conocida como
“Pájaro Carpintero” por la inteligencia americana.
En el libro “Control Mental, Control Mundial” el investigador ligado a la inteligencia
americana Jim Keith asegura que, como respuesta, los americanos iniciaron un proceso
de emisiones similares en 1979, con frecuencias superiores a los 15 hertzios.
Posiblemente, ambas pretenderían destruir la cohesión social de las naciones contra las
que eran dirigidas, hasta el punto de que el Dr. Robert Beck, experto en el tema,
consideraba probable que esta señal provocase cambios neurológicos en el 30 % de las
poblaciones alcanzadas por la misma. A pesar de la conclusión de la Guerra Fría, la
experimentación en este campo esta lejos de haberse interrumpido.
La opinión mas nefasta la presentan los investigadores Preston Nichols y Peter Moon,
quienes apuntan otra eventualidad todavía mas sorprendente e inquietante: la posibilidad
de que HAARP pueda influir en la composición del ácido desoxirribonucleico (ADN), el
componente esencial de los genes, moléculas que contienen la información hereditaria de
cualquier ser vivo. HAARP entonces, serviría para modificar el código genético que todo
ser humano contiene en su ADN.
Esta nueva frecuencia de onda podría entrar en resonancia con la espiral de ADN,
produciendo inestabilidad en su estructura e incrementando la posibilidad de mutaciones.
Aún no se ha probado científicamente esta teoría, pero algunos especialistas en genética
no la consideran descabellada y advierten que, de ser cierta, la emisión descontrolada de
estas ondas podría provocar mutaciones en todos los seres vivos, pudiendo incluso llegar
a destruir la estructura genética del hombre.
De acuerdo con la Dra. Rosalie Bertell, HAARP forma parte de un sistema integrado de
armamentos, que tiene consecuencias ecológicas potencialmente devastadoras.
"HAARP podría contribuir a cambiar el clima bombardeando intensivamente la
atmósfera con rayos de alta frecuencia. Convirtiendo las ondas de baja frecuencia en alta
intensidad podría también afectar a los cerebros humanos, y no se puede excluir que
tenga efectos tectónicos". En forma más general, HAARP tiene la capacidad de modificar
el campo electromagnético de la tierra.
En 1970 Zbigniew Brzezinski en su libro la Era Tecnotrónica, avisaba sobre la aparición
de una sociedad controlada por la tecnología y dirigida por una elite capaz de influir en
los votantes gracias a la superioridad de sus conocimientos científicos.
Resulta que, según el gobierno de Estados Unidos, uno de los usos del HAARP es su
capacidad para localizar yacimientos minerales, silos subterráneos de misiles y túneles.
La cuestión es que la frecuencia necesaria para que las radiaciones penetren en la Tierra
queda dentro de la banda más asociada con los trastornos de las funciones mentales
humanas y, paralelamente, también puede tener efectos negativos sobre las rutas de
migración de aves y peces, que siguen sus trayectos dependiendo de campos de energía
hasta ahora no alterados.
Si el HAARP operase al cien por cien podría crear anomalías climatológicas sobre ambos
hemisferios terrestres, siguiendo la teoría de la resonancia tan empleada por el genial
Nikola Tesla en sus inventos. Un cambio climatológico en un hemisferio desencadenaría
otro cambio en el otro hemisferio. Una posibilidad que no se debe descartar, sobre todo a
tenor de las opiniones de científicos de la Universidad de Stanford, que aseguran que el
clima mundial podría ser controlado mediante la transmisión de señales de radio
relativamente pequeñas a los cinturones de Van Allen por resonancia, pequeñas señales
activadoras pueden controlar energías enormes.
Gordon J. F. MacDonald, ex-director del Instituto de Geofísica y Física Planetaria de
UCLA, escribió en su libro „Unless Peace Comes‟ sobre el uso de esta tecnología para la
manipulación del tiempo y del clima, descongelación de glaciares, control del oleaje de
los océanos y la manipulación de las ondas cerebrales.
En 1966, el profesor Gordon Mac Donald realizó un comentario preocupante: "la clave
de la guerra geofísica está en identificar la inestabilidad ambiental que, sumada a una
pequeña cantidad de energía, liberaría cantidades ingentes de la misma ".
Y en su libro futurista "A menos que la paz llegue" Mac Donald incluyó un capítulo
titulado "Como destrozar el medio ambiente", en el que describe los usos de la
manipulación climática, modificación del clima, desestabilización o derretimiento de los
casquetes polares, técnicas para reducir el ozono, ingeniería de terremotos, control de las
olas oceánicas y manipulación de las ondas cerebrales desde los campos energéticos
terrestres.
El investigador, Paul Schaefer, de Kansas City, ingeniero electrónico y constructor de
armas nucleares sostiene en el libro "Los ángeles no tocan esta arpa" que la velocidad
antinatural del movimiento de partículas de alta energía en la atmósfera y las bandas de
radiación que rodean a la Tierra son la causa del incremento de los trastornos del clima.
Según el modelo propuesto por este científico, mediante los terremotos y la actividad
volcánica desaforada, la Tierra estaría descargando su calor acumulado aliviando su
presión y tratando de recuperar el equilibrio perdido. Schaefer es terminante al afirmar
que, si se quiere preservar al planeta, debe cesar la producción de partículas inestables
que lo están enfermando.
Tanto los estadounidenses como los rusos habrían desarrollado la capacidad de manipular
el clima del mundo.
La evidencia científica sugiere que el HAARP está en funcionamiento y que tiene la
capacidad potencial de desencadenar inundaciones, sequías, huracanes y terremotos.
También vale la pena señalar que el Departamento de Defensa de los EE.UU. ha
destinado recursos substanciales al desarrollo de sistemas de inteligencia y monitoreo de
los cambios climáticos. HAARP podría ser un arma de destrucción.
Si el HAARP se usara mal violaría la ley firmada en 1977 en la Convención de la
ENMOD (The Convention on the Prohibition of Military or Any Other Hostile Use of
Environmental Modification Techniques) que prohíbe el uso de técnicas que produzcan
efectos de alteración en el clima y la deliberada manipulación de procesos naturales que
causen inundaciones, terremotos, tsunamis y cualquier cambio en el clima y patrones
climáticos.
En un informe de la fuerza aérea norteamericana, se contempla utilizar el clima como un
arma, una de las más destructivas jamás creadas, para el año 2025.
Químicos como el bario y el litio son entre otros, elementos que están siendo utilizados
para causar cambios en la atmósfera terrestre. Estos componentes son destructivos de la
capa de ozono y producen reacciones químicas directamente relacionadas a proyectos
secretos sobre los cambios climáticos.
El terremoto en Tang Shan en China, que ocurrió el 28 de Julio de 1976 y que arrojó una
cifra de 650.000 muertos, fue precedido de una anomalía en la temperatura del lugar
causada por ondas ELF que podría haber sido manipulación de la ionosfera.
Planeta X

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