Nuevo instrumento y técnica obstétrica avanzada para cerdas
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Nuevo instrumento y técnica obstétrica avanzada para cerdas
manual de técnicas clínicas Cerrar esta ventana para volver a IVIS Este libro está reproducido en el sitio web de IVIS con el permiso de Grupo Asís. IVIS agradece a Grupo Asís por su apoyo. TÉCNICA CLÍNICA Nuevo instrumento y técnica obstétrica avanzada para cerdas Hermann H. Schuh Ekkehard T. G. Kurth Veterinary Clinic Dr. Hermann Schuh Oberndorf 45 91472 Ipsheim (Alemania) Reproducido con autorización de Journal of Swine Health and Production Título original: A new obstetrical instrument and advanced method of veterinary obstetrics for sows. JSHAP 2005;13(2):99-101. ©American Association of Swine Veterinarians, 2005. En esta técnica se describe un método obstétrico para la extracción de lechones mediante un nuevo lazo obstétrico. Previamente se describen los preparativos del parto y los posibles problemas que pueden encontrarse en su transcurso, para terminar con los cuidados básicos que precisan los neonatos. PREPARACIÓN DEL PARTO Los preparativos del parto comienzan al final de la gestación. Una semana antes de la fecha estimada es recomendable lavar a la cerda para, posteriormente, introducirla en una plaza de maternidad también lavada, desinfectada y que se haya dejado secar. El día anterior al parto se comprueban los bebederos, el sistema de calefacción y la ventilación. La temperatura de la sala de partos debe ser de aproximadamente 20 ºC, y la zona de los lechones debe encontrarse a 30-32 ºC. Estudios canadienses del año 2002 informaron de una reducción del 20% en la mortalidad de los lechones cuando se coloca una segunda lámpara de calor en la parte posterior de la cerda para ofrecer un área a 31 ºC durante el parto1. La cantidad de alimento de gestación debe reducirse de forma gradual2 desde unos 5 kg diarios suministrados el día 110 de gestación hasta los 1-2 kg ofrecidos el día del parto. PROBLEMAS DURANTE EL PARTO El proceso del parto puede durar entre 1 y 5 horas. Los lechones son expulsados a intervalos de 10-20 minutos, aunque existen grandes variaciones. Son preferibles periodos de tiempo cortos. El retraso en la expulsión de los lechones es un signo de distocia; la cerda jadeará fuertemente y mostrará claros signos de malestar, pudiendo aparecer en la vulva sangre, moco o ambos3. Las principales causas de distocia son las inercias uterinas, las presentaciones de nalgas de los lechones, las deficiencias de calcio, las obstrucciones del canal del parto, la presentación simultánea de dos fetos, las caídas del útero y los fetos de gran tamaño4. INTERVENCIÓN OBSTÉTRICA La intervención obstétrica está indicada: Cuando han transcurrido 30-45 minutos desde el nacimiento del último lechón. Si han pasado 24 horas desde que se observasen los primeros signos de parto inminente y no ha sido expulsado ningún lechón. 50 SUIS Nº 18 Cuando la cerda no es capaz de parir a pesar de presentar fuertes contracciones uterinas. Cuando el examen del aparato reproductivo muestra una de las causas de distocia anteriormente mencionadas. Tanto los veterinarios como el personal de la granja deben observar una estricta higiene durante la intervención obstétrica y la manipulación de la distocia. Antes de examinar el tracto reproductivo debe lavarse la vulva de la cerda con agua caliente y un antiséptico suave, y secarse con un paño limpio. Las manos y el brazo de la persona que examine el aparato genital de la hembra deben lavarse a conciencia, y las uñas deben estar cortas. Se usará un guante obstétrico de plástico para reducir el riesgo de contaminación por las manos, y también para proteger al obstetra frente a posibles infecciones. Antes de introducir el brazo en la vagina se aplicará un lubricante obstétrico especial. Durante la inserción, los dedos se mantendrán juntos, progresando a través del cérvix hacia la bifurcación uterina, hasta que pueda notarse la entrada de cada cuerno. Si el canal del parto está libre de obstáculos, la causa de la distocia será una inercia uterina por deficiencia de calcio. En este caso está indicada una inyección de gluconato cálcico y oxitocina. Normalmente suele haber un lechón justo después del cérvix. Si se encuentra en presentación anterior, se colocará la mano sobre su cabeza, situando los dedos índice y corazón tras las orejas y el pulgar bajo la mandíbula. Si la presentación es de nalgas (o posterior), se cogerán ambas extremidades traseras, la izquierda entre los dedos índice y corazón, y la derecha entre corazón y anular. Si es posible sujetar así al lechón, por lo general se extrae fácilmente fuera del canal del parto. En ocasiones el lechón que se encuentra en el canal es muy grande. La mayoría pueden extraerse manualmente, pero a veces se requiere de instrumentos obstétricos. Debido al elevado riesgo de dañar tanto al feto como la zona interna de la vagina, está contraindicado el uso de ganchos obstétricos o fórceps. Los lechones grandes pueden extraerse usando un nuevo lazo obstétrico (disponible en Tierservice Schuh, Oberndorf 45, 91472 Ipsheim, Alemania; tel.: +49 98 46 14 64, fax: +49 98 46 16 10), tal como se describe en la secuencia de imágenes. Este libro está reproducido en el sitio web de IVIS con el permiso de Grupo Asís. IVIS agradece a Grupo Asís por su apoyo. TÉCNICA CLÍNICA 1 DESCRIPCIÓN DE LA TÉCNICA El lazo obstétrico consiste en dos tubos de plástico flexible unidos, por los que pasa una sirga de acero inoxidable recubierta de plástico que forma un lazo en uno de los extremos y se une a un asa en el otro. Un ayudante sujetará el extremo del asa mientras el obstetra fija el lazo sobre el lechón. 1 Para las presentaciones anteriores, el lazo se sitúa alrededor del maxilar. 2 También puede fijarse tras las orejas. En este caso, el extremo distal del tubo de plástico debe colocarse bajo la mandíbula para evitar fuertes flexiones del cuello durante la tracción. La sirga discurre por el borde ventral de cada lado de la mandíbula, y el extremo superior del tubo de plástico se ajusta a la parte inferior del mentón del lechón. Este libro está reproducido en el sitio web de IVIS con el permiso de Grupo Asís. IVIS agradece a Grupo Asís por su apoyo. 2 SUIS Nº 18 51 TÉCNICA CLÍNICA DESCRIPCIÓN DE LA TÉCNICA (continuación) 3 Para las presentaciones posteriores, el lazo se colocará por encima de los corvejones. 3 Una vez fijado el lazo, podrá traccionarse en dirección descendente para extraer el lechón. 4 Para estas actuaciones es muy importante la aplicación de lubricante, que sirve además como reposición de fluido placentario. Una forma de hacerlo es disolviendo polvo lubricante comercial con una varilla en aproximadamente 5 litros de agua caliente con un antiséptico no irritante. 5 Para transferir la mezcla dentro del útero, de forma que el canal del parto quede bien lubricado, puede emplearse una sonda gástrica para caballos, que se insertará hasta sobrepasar el lechón bloqueado. Mediante una bomba de mano se introducirá poco a poco el lubricante; la presión del líquido en el útero estimulará la producción de contracciones, favoreciendo la expulsión del lechón. La lubricación del canal está siempre indicada, ya que permite un parto suave y sin desgaste de fuerzas para la madre. 4 52 SUIS Nº 18 Este libro está reproducido en el sitio web de IVIS con el permiso de Grupo Asís. IVIS agradece a Grupo Asís por su apoyo. 5 TÉCNICA CLÍNICA MATERIAL El material necesario para realizar la intervención obstétrica con lazo es el siguiente: Lazo obstétrico Lubricante (en polvo) Antiséptico no irritante Sonda Bomba manual Varilla para mezclar CUIDADO DE LOS RECIÉN NACIDOS Tan pronto como un lechón nace debe secarse con un paño; seguidamente se pinzará y desinfectará el cordón umbilical. De forma alternativa (o adicional), los recién nacidos pueden situarse bajo una lámpara de calor en una caja con serrín o pienso para cerdas. Una vez secos, se colocan con la cerda para que empiecen a mamar. Los lechones nacen con unas reservas energéticas limitadas, y son muy sensibles a los cambios de temperatura. Necesitan toda su energía para buscar la ubre y lograr mamar con éxito. En los lechones débiles debe estimularse la respiración. Las vías respiratorias pueden estar obstruidas con fluido placentario o líquido lubricante. Para retirarlo, basta con balancear como un péndulo de reloj al animal cogiéndolo por las extremidades posteriores para que expela las mucosidades que pueda tener en la parte posterior de la garganta y en la tráquea; posteriormente se presionará suavemente el tórax para activar la circulación y la respiración3. Esta última también puede estimularse con 5-10 gotas de hidroclorato de doxapram aplicadas sobre la lengua o en la bolsa de los carrillos. REFERENCIAS 1. Best P, ed. Heat waves. Pig Int. 2004;34:35-36. 2. National research council. Energy. In: Nutrient Requirements of Swine; 10th ed. Washington, DC: National Academy of Sciences; 1998:3-15. 3. Muirhead MR, Alexander TJL. Managing and treating disease in the farrowing and sucking period. In: Muirhead MR, Alexander TJL, eds. Managing Pig Health and the Treatment of Disease. 1st ed. Sheffield, UK: 5M Enterprises Ltd; 1997:227-284. 4. Britt JH, Almond GW, Flowers WL. Diseases of the reproductive system. In: Straw BE, D´Allaire S, Mengeling WL, Taylor DJ, eds. Diseases of Swine. 8th ed. Ames, Iowa: Iowa State University Press; 1999:883-911. Este libro está reproducido en el sitio web de IVIS con el permiso de Grupo Asís. IVIS agradece a Grupo Asís por su apoyo. Los autores desean agradecer a Alfred Gast sus sugerencias y comentarios en cuanto a la preparación de este artículo. SUIS Nº 18 53 ADVERTENCIA Los conocimientos técnicos veterinarios están en constante evolución. Las investigaciones recientes y la experiencia clínica, al mismo tiempo que amplían nuestros conocimientos hacen necesarios cambios en los tratamientos y en la terapia farmacológica, por lo que se debe ser cuidadoso en su aplicación. En consecuencia, se recomienda a los lectores que analicen los últimos datos aportados por los fabricantes sobre cada fármaco para comprobar la dosis recomendada, la vía y duración de la administración y las contraindicaciones. Es responsabilidad ineludible del veterinario clínico determinar la dosis y el tratamiento más adecuado para cada paciente, en función de su experiencia y del conocimiento de cada caso concreto. Ni el editor ni el autor asumen responsabilidad por los daños y/o perjuicios que pudieran generarse a personas o propiedades como consecuencia del contenido de esta obra. Reservados todos los derechos. No pueden reproducirse ni total ni parcialmente, almacenarse en un sistema de recuperación o transmitirse en forma regular por medio de cualquier procedimiento, sea éste mecánico, electrónico, de fotocopia, grabación o cualquier otro sin el previo permiso escrito del propietario del copyright. © 2008 Asís Veterinaria, S.L. Andador del Palacio de Larrinaga, local 2 50013 Zaragoza. España Editado con la colaboración de Boehringer Ingelheim Diseño y maquetación: Asís Veterinaria ISBN: 978-84-612-3074-7 Depósito Legal: Z-1.615/2008 Impreso en España 2 Este libro está reproducido en el sitio web de IVIS con el permiso de Grupo Asís. IVIS agradece a Grupo Asís por su apoyo.