Proyecto Hola, Jesús Dramatizaciones
Transcripción
Proyecto Hola, Jesús Dramatizaciones
PR IM AR IA Proyecto Hola, Jesús Dramatizaciones EL ARCA DE NOÉ La historia del arca de Noé es una de las que más gusta a los niños. Todo lo que atañe al mundo animal les resulta atrayente. En este caso, además, se reviste de tintes de fábula que suscitan en los niños una increíble admiración. El tema se ha tratado en clase en la unidad 2. Su objetivo no era penetrar en el sentido bíblico-teológico que subyace en el mito del diluvio, sino simplemente recurrir a un relato atrayente para llevar a los alumnos a la consideración de que Dios nos protege y nos cuida, igual que protegió del diluvio a Noé, a su familia y a los animales. Y esto mismo pretendemos hacer en esta dramatización. No entramos en detalles que, por supuesto, desbordan la capacidad comprensiva de los niños, sino que nos limitamos a destacar algunos aspectos de esa historia para enfatizar el mensaje citado. Contamos con que los niños ya conocen la historia del arca de Noé. Y usaremos la canción propuesta en la unidad 2 como hilo conductor de la dramatización. Personajes, vestuario y decorado Narrador. Noé. Mujer de Noé. Los tres hijos de Noé: Sem, Cam y Jafet. Tantas parejas de animales como parejas de niños haya en el aula. Los personajes pueden ir vestidos normalmente, sin un atuendo especial. Si se les quiere diferenciar, basta ponerles un cartel, a modo de dorsal en el pecho, con el nombre del personaje. Conviene hacer la dramatización en un espacio amplio. Estaría bien dibujar el arca de Noé, de fondo, sobre papel continuo. REPRESENTACIÓN Narrador: Noé era un hombre bueno y trabajador. Estaba casado y tenía tres hijos; se llamaban Sem, Cam y Jafet. Un día, Dios anunció a Noé que se estaba preparando un diluvio que inundaría toda la tierra. Y le mandó construir un arca para protegerse de la inundación. En ella entrarían Noé y su familia y, también, una pareja de cada especie animal, macho y hembra. Noé hizo caso a Dios. Noé: Tenemos que darnos prisa. Se acerca un diluvio y, antes, tenemos que construir un arca. Mujer de Noé: Tendremos que repartirnos el trabajo. Sem: Yo traeré maderas. Me puede ayudar mi hermano Cam. Cam: No, es mejor que yo vaya a buscar a los animales. Hay muchos que reunir. Jafet: Yo ayudaré a Sem a construir el arca. Papá nos dirá cómo hacerla. Noé: ¡Vamos! ¡No hay tiempo que perder! Narrador: Noé y su familia se pusieron manos a la obra y, en pocos días, terminaron el arca. Cam: Yo ya tengo reunidos a todos los animales. ¿Empezamos a subirlos? Noé: Sí, metámoslos dentro, de dos en dos. IA AR IM PR Proyecto Hola, Jesús Dramatizaciones EL ARCA DE NOÉ Se oye la primera estrofa y el estribillo de la canción. Los niños y niñas que representan a los animales forman una fila, de dos en dos, y cantan y bailan al ritmo de la música. Los animales subieron en el arca de dos en dos, de dos en dos. Fueron entrando, como dijo Noé, de dos en dos, de dos en dos. Nubes por aquí, nubes por allá, todas sueltan agua sin parar. Pareja de animales 1: Mira las nubes, parece que va a empezar a llover. Pareja de animales 2: ¡Daos prisa, que nos mojamos! Pareja de animales 3: ¿Habrá sitio para todos? Noé: No os preocupéis. Dentro estaremos seguros. Dios nos protege. Se oye la segunda estrofa y el estribillo de la canción. Los niños y niñas que hacen de animales, forman fila, como en el caso anterior, y cantan y bailan. Dios cuidó de ellos y no les pasó nada, les protegió, les protegió. Hasta que el sol de nuevo alumbrara, les protegió, les protegió. Nubes por aquí, nubes por allá, todas sueltan agua sin parar. Pareja de animales 4: Las nubes aumentan. Y empieza a llover. Pareja de animales 5: ¡Daos prisa, que llueve! Pareja de animales 6: ¿Cabemos todos dentro? Noé: Sí, hay sitio para todos. Dentro estaremos seguros. Dios nos protege. Se oye la tercera estrofa y el estribillo de la canción. Los niños y niñas que simulan animales hacen como en los casos anteriores. Nubes por aquí, nubes por allá, todas sueltan agua sin parar. Cuando en el cielo llueve y hace sol sale el arco iris de color; es como si viera sonreír a Dios porque a todos da su protección. IA AR IM PR Proyecto Hola, Jesús Dramatizaciones EL ARCA DE NOÉ Continuar con este mismo esquema hasta completar el número de parejas de animales. Noé: Parece que ya estamos todos dentro. ¡Cerremos la rampa! Narrador: Estuvo lloviendo durante cuarenta días con sus cuarenta noches. Fue un diluvio tan grande que la tierra quedó inundada. Pero el arca de Noé flotaba y mantenía a salvo a todos sus tripulantes. Cuando dejó de llover, el Arca encalló. Entonces, Noé soltó por la ventana a una paloma. Noé: Vuela lejos, paloma. Y si todo está seco, pósate en un árbol y tráeme una rama. Narrador: La paloma volvió al atardecer. Y en su pico traía una rama verde de olivo. Noé: Esto significa que la tierra ya está seca y podemos salir. Dios nos ha protegido. Narrador: Se abrió la rampa y empezaron a salir las personas y los animales. Lo primero que hicieron Noé y su familia fue dar gracias a Dios por haberlos protegido del diluvio. Y en el cielo salió un arcoíris en señal de paz. IA AR IM PR Proyecto Hola, Jesús Dramatizaciones EL PASTOR Y SUS OVEJAS En la unidad 5 se ha trabajado un relato de Jesús en Mt 18,12-14, que hemos titulado El pastor y sus ovejas. Se trata de una alegoría en la que Jesús compara la solicitud de Dios por todas las personas, en especial por los más pequeños, con la de un pastor que hace lo posible por encontrar a la oveja que se le ha extraviado. Este relato no es similar a la parábola del buen pastor (Jn 10,1-16) que Jesús se aplica a sí mismo y cuya solicitud llega al extremo de dar su vida por las ovejas. En este caso, la parábola alude a la relación de Jesús con los creyentes; en el otro, que es el que ahora manejamos, Jesús manifiesta el valor singular que cada persona tiene ante Dios, por pequeña que sea. Tanto, que se preocupa de cada uno de nosotros, nos busca, nos acoge, nos cuida. Es esta una realidad muy cercana a la experiencia de los niños que, por una parte, buscan cuidado y protección y, por otra, se sienten cuidados y protegidos. La dramatización que proponemos tiende a reforzar el mensaje de Jesús sobre el cuidado amoroso de Dios por todas las criaturas. Personajes y vestuario Pastor. Rebaño de ovejas. Oveja perdida. Pueblo-narrador. Los personajes pueden ir vestidos normalmente, sin atuendo especial. Si se quiere que se disfracen, habrá que confeccionar trajes con ropas y telas, lo que es más aparatoso para las familias. También se puede dibujar una imagen del personaje que cada uno representa en cartulinas, y pegarlas al pecho o colgarlas a modo de hombre-anuncio. Decorado Espacio amplio. No es necesario un decorado especial. Basta organizar a los niños en cuatro grupos o coros, asegurándose de que todos participan y que no hay diferencia de protagonismo entre unos y otros. Un grupo representa al pastor; otro, al rebaño de ovejas; un tercero, a la oveja perdida y, el cuatro, al pueblo-narrador. REPRESENTACIÓN Pueblo-narrador: Un pastor tenía un rebaño de cien ovejas. Conocía a cada una y las cuidaba. Rebaño de ovejas: Yo me llamo Blanquita y mi pastor me conoce por mi nombre. Yo me llamo Copito y mi pastor me conoce por mi nombre. Yo me llamo Lanuda y mi pastor me conoce por mi nombre. Pastor: Estas son mis ovejas. Las conozco a todas por su nombre. Pueblo-narrador: Todos los días el pastor llevaba a sus ovejas al campo. Y siempre buscaba los mejores pastos para ellas. Pastor: Allí veo hierba fresca y agua. Vamos para allá. Pueblo-narrador: Las ovejas iban seguras y contentas con su pastor. Todas lo seguían y no lo perdían de vista. Pastor: No estéis preocupadas. Yo os protejo y os defenderé cuando haga falta. IA AR IM PR Proyecto Hola, Jesús Dramatizaciones EL PASTOR Y SUS OVEJAS Pueblo-narrador: Y así, pastando y felices, las ovejas pasaban el día con su pastor. Al caer la tarde, el pastor las recogía y las contaba para asegurarse de que estaban todas. Pastor: 1, 2, 3…, 49, 50, 51…, 98, 99 y 100. ¡Están todas! Pueblo-narrador: Después de contarlas, las guardaba en el redil. Por la noche dormía a su lado y vigilaba para que no les pasara nada. Pastor: Dormid y descansad tranquilas, que yo no me voy. Estoy aquí con vosotras. Pueblo-narrador: Una noche, al contar las ovejas, el pastor se dio cuenta de que faltaba una. Pastor: ¡No es posible! 1, 2, 3…, 49, 50, 51…, 98, 99 y… 99… ¡Me falta una! ¡Dios mío! ¡Se me ha perdido! ¿Dónde estará? Pueblo-narrador: El pastor se quedó tan preocupado que, a toda prisa, cerró el redil y fue corriendo a buscarla. Oveja perdida: ¡Me he perdido! ¡Me he despistado! ¿Dónde estará mi pastor? ¡Qué sola me siento! Pueblo-narrador: El pastor se puso a recorrer los lugares por donde habían estado ese día. Pastor: ¡Blanquita! ¡Blanquita! ¿Dónde estás? Oveja perdida: ¡Estoy aquí! Pastor: ¡Por fin te encuentro! ¡Qué preocupado estaba! Pueblo-narrador: La oveja tenía mucho frío y estaba muy cansada. El pastor la tomó en sus brazos, la calentó y la llevó al redil. La oveja y el pastor estaban contentísimos. Pastor: ¡He encontrado a Blanquita! Ya estamos todos otra vez. Rebaño de ovejas: ¡Hola, Blanquita! ¡Qué bien! ¡Ya estás aquí! ¡Cuánto te hemos echado de menos! Pueblo-narrador: El pastor estaba tan contento que contó a todo el mundo que había encontrado a la oveja que se le había perdido. Todos: Dios nos quiere y nos cuida como el pastor quiere y cuida a sus ovejas.