Comentario - Expobus - Universidad de Sevilla

Transcripción

Comentario - Expobus - Universidad de Sevilla
SALA 3. JESUITAS. Casa Profesa
Luciano de Samósata. Dialogi. Λουκιανου Σαμοζαηεως Ζεων διαλογοι = Luciani Samosatensis
Deorum Dialogi numero.70. una cum interpretatione e regione latina:nusq[uam] antea
impressi… Argentinę : Ioannes Schottus, 1515. – [168] p.; 4º (21 cm).
Libro completo
BUS A Res. 10/5/15 (Encuadernación en piel sobre tabla, restaurada, con decoración engofrada y restos de cierres
metálicos. – Procede de la Casa Profesa de la Compañía de Jesús, según nota manuscrita y sello en portada; también
en portada, nota manuscrita de expurgo, firmada por Diego Meléndez: “corregido según el índice de 1632”; en el
verso de la última hoja: “luciani deorūm dialogi Rothomano interprete grece et latine”, y al pie de la misma página:
“Este libro costo 33 m[a]r[avedies] en Magūcia a xxvi de noviembre de 1520. Esta registrado. 1140”)
Esta es la única versión bilingüe de Luciano que posee nuestra biblioteca entre los impresos de
los siglos XVI y XVII. Convendrá dilucidar la verbosa portada digna de la tipografía
renacentista menos austera: «De Luciano de Samósata, Los diálogos de los dioses, en número
de 70, nunca antes impresos con su traducción latina enfrentada. Contenidos parciales de los
libros. 1 De los dioses celestiales tiene 26 diálogos. 2 De los dioses marinos tiene 14 diálogos.
De los dioses infernales tiene 30 diálogos». A continuación una sentencia de Isócrates en
griego, que traduce: «Si eres estudioso, serás sabio» (Isoc. 1.18). Las indicaciones tipográficas
también entrañan un contenido parenético con sugerentes alusiones clásicas (por ej.: Hor. Ars
268, Ov. Pont. 1.5.15-16): «Johann Schott en Estrasburgo los elaboró con harto esmero, pero
juzga cuando los hayas releído. 1515». El nombre en latín medieval de la capital parlamentaria
de Europa procede del topónimo celta Argentorate. Este traductor de Luciano, uno de tantos
entre los que se encuentran nada menos que Erasmo de Rótterdam y Tomás Moro, es el
“argentino” Ottmar Nachtigall, o Luscinius, „ruiseñor‟ (1487-1537), teólogo y helenista, que
firma la carta nuncupatoria a su paisano el impresor: «Othomarus Nachtigall Argentinus, Ioanni
Schotto municipi suo sal[utem]» (fols. aiv-aiir), así como también la carta al lector del final de
la obra con un dístico y un tetrástico de apología de su edición, folio al que sigue una
comprensiblemente extensa fe de erratas: «Errata passim in Gr[a]ecis». En las primeras décadas
del XVI en Estrasburgo, la otra patria de la imprenta, brilló una escuela humanista, Sodalitas
Litteraria, cuyas publicaciones secundaban impresores como este Jean Schott o Matthias
Schürer.
Luciano de Samósata (c. 120 - c. 181) es tal vez el más conspicuo representante del periodo
cultural denominado Segunda Sofística, donde, por si no hubiera bastado con la primera, la
poesía, la filosofía, la política y todo el saber se ha convertido ya en mero ejercicio retórico.
Luciano no pudo hacer polémica religiosa con estos diálogos satíricos, como quiso un verdadero
argentino (Borges, «Quevedo», Otras inquisiciones), porque la religión estaba en manos de los
cultos orientales y de la astrología, que también controlaba y alentaba el poder. Sin embargo, en
su inteligente y ágil prosa se deslizan críticas o, al menos, discusión sobre el fatalismo
astrológico y sobre la responsabilidad personal ante el delito o el pecado, y como cada
generación lee a su manera a los clásicos, que por eso lo son, los escritos de Luciano hicieron
furor en aquella época espiritualmente convulsa del Renacimiento. En otro ejemplar de sus
obras que posee la BUS (A Res. 29/2/07), encontramos, como indicio inequívoco de la
mentalidad más antihumanista, una nota duramente descalificatoria junto a los expurgos
inquisitoriales, Esta obra es una putería, o como se diría hoy, una mariconada. Tal vez por eso
lo leían con fruición.
A las excelencias de forma y contenido, este ejemplar añade la gloria de haber sido registrado
por el más grande bibliófilo del mundo en su época, don Fernando Colón y Enríquez de Arana
(1488-1539), que, aunque escribiera a veces un latín algo anacolútico, puede considerarse
merecidamente como un importante difusor del movimiento humanista en la Sevilla de
entonces. Estas son las notas manuscritas de puño y bella letra humanística cursiva del hijo del
descubridor de América: en la contracubierta en un recuadro: «1140 Luciani deoru[m] dialogi
Othomaro interp[re]te grece et latine». En el vuelto del último folio: «Luciani deoru[m] dialogi
[R borrado]Othomaro interprete grece et latine». Y abajo, en español: «Este libro costó 33 mrs.
Fondos y procedencias: bibliotecas en la Biblioteca de la Universidad de Sevilla
[2012]
1
SALA 3. JESUITAS. Casa Profesa
en Magu[n]çia a xxvi de nouiembre de 1520». Y en un recuadro: «Está Registrado. 1140.».
Colón lo compró en Mainz, donde imprimiera Gutenberg los primeros incunables, y no sería
gran dispendio, pues un cirujano ganaba en La Española un sueldo anual de 30.000 maravedís, y
él gozaba de un enorme patrimonio, pues no hay cosa más patética que un bibliófilo impecune.
Ese mismo día, en que se hallaba en el séquito del emperador camino de la famosa Dieta de
Worms, adquirió entre otros libros obras de Martín Lutero, el exmonje que puso en ridículo al
Sacro Imperio Romano en esa asamblea de mandatarios alemanes. En lo que a la bibliología
concierne, la última anotación se refiere al Índice numeral de los libros o Registrum B, donde
nuestro bibliófilo asentaba el libro por su número de entrada seguido de una minuciosa descripción
interna y externa en latín, que en este caso del 1140, ha podido ser publicada en concordancia con
las anotaciones de los otros registros a los que remitían los símbolos que aparecen junto a las notas.
Es lamentable que hasta la fecha sólo 2 tomos se hayan publicado del dicho Catálogo Concordado,
desde hace años por entero concluido. No hay lugar ni para resumir lo más relevante de esta
biblioteconomía tan avanzada para su tiempo, pero sí para preguntarnos por qué este precioso
volumen estaba en los anaqueles de la Casa Profesa de los jesuitas de donde vino a parar a nuestra
biblioteca. Cuando murió más prematuramente aún de lo que nos dolemos en los sabios, don
Hernando había estipulado con exactitud todo el protocolo para la conservación e incremento de la
Fernandina, pero, por incuria de su heredero directo, los 15.344 libros se depositaron en el
convento dominico de San Pablo (1544), a la espera del destino final señalado en las cláusulas
testamentarias, que era el cabildo catedralicio, donde, a su vez, pasaron un tiempo (1552-1558)
hasta fundirse como fondo independiente en su biblioteca capitular. Fue en aquellos recios años de
requisas inquisitoriales, apropiaciones regias y también descontrol, cuando algún refinado usuario
olvidaría devolver este goloso impreso bilingüe de Luciano, autor, por lo demás, suficientemente
representado en traducciones latinas en los fondos de la Biblioteca Capitular y Colombina de la
Catedral de Sevilla, cuya modernización en catálogos y servicios debería hacerla beneficiaria de
su definitiva y justa restitución, por ver si siguen tal ejemplo las otras bibliotecas donde se han
conservado libros que otrora formaron parte de la “locura” de don Hernando.
BIBLIOGRAFÍA: Mariarosa Cortesi, Silvia Fiaschi, Repertorio delle traduzioni umanistiche a stampa.
Secoli XV-XVI, 2 vols., Florencia: Sismel. Edizioni del Galluzzo, 2008. Juan Guillén, Historia de las
bibliotecas Capitular y Colombina, Sevilla: Fundación José Manuel Lara, 2006. J. Hernández Díaz, A.
Muro Orejón, El testamento de Hernando Colón y otros documentos para su biografía, Sevilla: Instituto
Hispano-Cubano de Historia de América, 1941. S. F. W. Hoffmann, Bibliographisches Lexicon der
gesammten Litteratur der Griechen. Leipzig: A. F. Böhme, 1839, II, s. v. «Lucianus», pág. 538. Tomás
Marín Martínez, «Hernando Colón y la Biblioteca Colombina», en Id., José Manuel Ruiz Asencio, Klaus
Wagner, Catálogo Concordado de la Biblioteca de Hernando Colón, Madrid: Fundación MAPFRE-América.
Cabildo de la Catedral de Sevilla, 1992-1995, I, págs. 19-352; y «1140», II, págs. 579-580. François Ritter,
Histoire de l’imprimerie alsacienne aux XVe et XVIe siècles, Strasbourg-Paris: F.-X. Le Roux, 1955. J.
Solís, «128. Luciano», en José Beltrán Fortes, Eduardo Peñalver Gómez (coords.), La Antigüedad en el
Fondo Antiguo de la Biblioteca de la Universidad de Sevilla (Exposicion Virtual 2011), Sevilla:
Secretariado de Publicaciones de la Universidad, 2012, págs. 318-319. Klaus Wagner, «Libros de la
Biblioteca Colombina perdidos y hallados», Journal of Hispanic Philology, 13 (1988), págs. 7-11. K.
Wagner Erbskorn, La “locura” de don Hernando Colón [Discurso de ingreso en la Real Academia
Sevillana de Buenas Letras], Sevilla, 2000.
José Solís de los Santos
Fondos y procedencias: bibliotecas en la Biblioteca de la Universidad de Sevilla
[2012]
2

Documentos relacionados