lPeriódico - Associació Catalana de Puntaires
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T odas las encuestas sobre intención de voto que se han publicado en los últimos meses coinciden en la enorme pérdida de crédito de populares y socialistas entre sus electores y entre los ciudadanos en general. Tanta, que por primera vez entre la gran derecha (con sus siglas sucesivas ) y el PSOE apenas llegan al 50% de los votos. Y todas las encuestas coinciden también en que ese desgaste lo recogen IU y UPD. Para aquellos profetas del apocalipsis, valga la reflexión de que el sufrido pueblo español , harto, exhausto, esquilmado, empobrecido, cabreado y sin horizonte, castiga a los números uno y dos del Parlamento votando a los números tres y cuatro. Esta es toda la subversión del orden establecido que contemplan las encuestas. «Que corra Al contrataque Pepa Bueno Que corra el escalafón el escalafón», dijo el monaguillo al morir el Papa. Y el escalafón de las preferencias corre tanto que algunos ya vaticinan incluso el sorpasso por la izquierda de IU al PSOE en las elecciones europeas del año que viene. A pesar de todos los pesares, en España no crecen, de momento, las posibilidades electorales de partidos en los bordes del sistema o directamente contra él. Por fortuna, no ha florecido la extrema derecha xenófoba. No tenemos, como los griegos, un Amanecer Dorado, ni un Frente Nacional como los franceses, ni un Vlaams Belang como los belgas, ni un neonazi Partido Nacional-Demócrata como los alemanes. Aquí no han triunfado tampoco populismos como el del UKIP británico, o partidos ad hoc como el de de Catalunya elPeriódico elPeriódico Berlusconi (salvo el episodio local de Jesús Gil). Y ni siquiera ha surgido hasta ahora una formación política que recoja las simpatías y la aceptación que, según todas las encuestas también, despiertan los movimientos sociales en nuestro país. Aznar, a lo suyo Pues no, esta democracia nuestra tan joven y tan imperfecta tiene fe en sí misma. Debe de ser que nuestra memoria histórica nos vacuna contra determinados riesgos. Quizá por eso ha provocado tal conmoción la reaparición estelar de José María Aznar en la tele este martes. Él no fue a Antena 3 para dirigirse a los españoles o para hablar de la situación de los españoles. No, él fue a lo suyo. Pero como lo suyo en este momento es un poco cochambroso, tuvo que revestirlo con ese aire de perdonavidas, de poseedor de la verdad absoluta, de salvapatrias, que provocaba reacciones entre el miedo y la risa. ¡Uf, qué favor le ha hecho a Rajoy pretendiendo lo contrario! Porque en realidad Aznar fue a la tele a advertir a Rajoy y a todo el PP de que no pueden asistir impávidos y desconcertados al caudal de sombras que la investigación del caso Gürtel y del caso Bárcenas está arrojando sobre sus años de Gobierno y al frente del PP. Lástima que su reaparición coincidiera con esta semana cómica en la que hemos perdido la cuenta entre las contabilidades A, B y los errores contables de 700.000 euros a beneficio de un tal Blesa, íntimo amigo de Aznar, por cierto. H 12335 Año XXXVI. Número 12.335. D.L.: B 36.860 - 1978 8 420565 002004 25 DE MAYO DEL 2013 Merino Tras un atisbo fugaz durante la infancia, Carolina de La Guardia (Barcelona, 1946) retomó el bolillo hace 20 años, pero le puso tanto empeño que acabó convirtiéndose en experta de una filigrana textil cuyo origen se remonta al siglo XVI, en bocamangas y gorgueras. El martes, el ayuntamiento de Barcelona la galardonó en un acto enmarcado en la 26ª Diada de la Puntaire, que se celebra hoy en el paseo de Lluís Companys (de 10 a 15 h.). Gente corriente Carolina de La Guardia Maestra encajera 2.0. Miembro de la Associació Catalana de Puntaires, que acaba de cumplir el 25 aniversario. –Su especialidad es el extremeño. –Es el llamado numérico o punto brujo, que procede de Eslovenia y Centroeuropa. Son encajes de cinta continua, trabajados con 10 pares de bolillos e hilos que no se cortan. –Y se hizo una página web. –Sí (www.carolgallego.com). En realidad, comencé a hacer la página en inglés, porque pensé que si las inglesas mostraban sus creaciones por la red, yo también podía hacerlo. –¿Dónde existe más arraigo? –Aquí, las zonas que nunca han perdido el empuje son Camariñas (A Coruña) y Almagro (Ciudad Real), don- –¿Y en Catalunya? –La punta d’Arenys y la de L’Arboç son las que tienen más entidad. Desde la asociación estamos intentando recuperar también las puntes negres del Baix Llobregat. –¿En qué destaca la de Arenys? –También se le conoce como ret fi. Se trabaja con algodón y no en ángulo recto, sino agudo, con una inclinación de entre 56 y 58 grados. En general, los patrones son geométricos, pero ya ningún estilo es puro. –Solo sé una parte ínfima del universo de los encajes. La primera vez que tecleé a palabra «lace» (encaje, en inglés) me quedé boquiabierta. ¡Aquí no había nada en internet! –Tradición y modernidad. –Eso es. Siempre digo que he podido unir mis tres grandes pasiones: las puntes de coixí, la informática y el dibujo. Yo misma diseño los patrones, y las nuevas tecnologías me ayudan mucho: existen programas informáticos específicos. de el trabajo artesanal ha perdurado pese a la mecanización. También en la zona de Huelva y Sevilla, desde la época colonial, cuando pasaban por allí los encajes de Flandes con rumbo a América. joan puig Olga «El bolillo precisa concentración más que paciencia» –¿Cuál es el más difícil? –Los que se trabajan con hilos más finos que un cabello, como el Chantilly, el Valenciennes o el Alençon, que se hace a la aguja. Son de lo más exquisito, y ya queda muy poca gente que se dedique a ellos. Me maravilla cómo podían trabajar las encajeras cuando no existía la luz eléctrica. –¿Por qué? –Piense que las agujas están puestas casi una encima de la otra, como si fuera un bosque, y para un centímetro puedes pasarte una hora. –¿Las cualidades de la encajera? –Se habla de la paciencia, pero es relativa. Te ha de gustar mucho y, sobre todo, has de tener gran capacidad de concentración. Ahí entra la parte terapéutica: cuando tienes un problema, con el bolillo te abstraes; si no te concentras, no sale. –¿Y la peor pesadilla? –Que se nos caiga al suelo el cojín cuando tenemos en danza 200 bolillos: los hilos se enredan con las agujas de mala manera. El truco es poner el cojín boca abajo, de forma que queden colgando todos los bolillos, y empezar a desenredar. –Buf. –No quiero ni pensar en un Chantilly que se caiga el cojín al suelo. Vale más cortar el hilo y volver a empezar. Sería un trabajo de chinos. –¿Los mejores que ha visto? –En el Metropolitan de Nueva York, la colección de textiles de Antonio Ratti: un compendio fantástico de los mejores encajes europeos. Tenías que mirarlos con cuentahílos para apreciar la filigrana. –¿Existe riesgo de que la tradición acabe perdiéndose? –Quién sabe; soy incapaz de predecirlo. Todo depende de que la juventud se enganche y haya continuidad. En los últimos años, los checos han puesto mucho empeño y creatividad en este terreno, con tejidos diferentes, como el lino y la lana. H [email protected]