Exposición temporal Miró y el objeto

Transcripción

DOSSIER DE PRENSA
Exposición temporal
Miró y el objeto
29/10/2015 — 17/01/2016
Índice
Presentación
Nota de prensa
Comisario
Exposición y selección de obras
Publicación
Actividades
Información práctica
Datos de contacto
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Presentación
Miró y el objeto
29 de octubre de 2015 – 17 de enero de 2016
Inauguración: 28 de octubre de 2015, 19.30 h
Comisario: William Jeffett y Fundació Joan Miró
Con el patrocinio de Fundación BBVA
La Fundació Joan Miró presenta Miró y el objeto, una exposición que
explora por primera vez de forma específica la presencia del objeto en
la obra del artista.
La muestra, patrocinada por Fundación BBVA y comisariada por
William Jeffett, revela cómo Miró evoluciona desde la
representación pictórica del objeto hasta su incorporación física en
la obra a través del collage y el assemblage para, posteriormente,
explorar nuevas técnicas como la cerámica o la escultura.
Miró y el objeto presenta más de un centenar de obras entre
pinturas, cerámicas y esculturas, procedentes del fondo de la
Fundació Joan Miró y de las principales colecciones públicas y
privadas de Europa y América, además de una selección de objetos
originales que el artista coleccionó a lo largo de su vida.
El conjunto, de fuerte impacto visual y profundo rigor científico,
incluye obras que nunca se habían podido ver en España, entre las
que destacan Portrait d’une danseuse [Retrato de una bailarina,
1928], del Centre Georges Pompidou de París o Les joujoux [Los
juguetes, 1924], del Moderna Museet de Estocolmo.
Destacan también La espiga de trigo y La lámpara de carburo, dos
naturalezas muertas de 1922-1923 pertenecientes a las
colecciones del MoMA de Nueva York, que no se habían podido ver
en la Fundació desde 1993.
La muestra exhibe por primera vez juntos en Barcelona cuatro
objetos ensamblados de la serie que Miró realizó en 1931; así como
dos collages de 1929, uno de los cuales pasará a formar parte de la
colección de la Fundació, como depósito permanente, con motivo de
su 40 aniversario.
Miró y el objeto se podrá visitar hasta el 17 de enero de 2016 en la
Fundació Joan Miró. En primavera de 2016, la muestra se
presentará en CaixaForum Madrid.
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Nota de prensa
Miró y el objeto
29 de octubre de 2015 – 17 de enero de 2016
Inauguración: 28 de octubre de 2015, 19.30 h
Comisario: William Jeffett y Fundació Joan Miró
Con el patrocinio de Fundación BBVA
Barcelona, 27 de octubre de 2015. «Servirme de las cosas encontradas por
divino azar, hierros, piedras, como me sirvo de un signo esquemático dibujado por
azar sobre el papel o de un accidente ocurrido también por azar. Es tan solo esto,
esta chispa mágica lo que cuenta en arte.» (Anotación de Joan Miró en un
cuaderno personal, c. 1942, Fundació Joan Miró, Barcelona.)
A lo largo de toda su trayectoria artística, el proceso creativo de Joan Miró
(Barcelona, 1893) puede leerse a partir de la relación que entabla con el objeto,
desde sus primeras pinturas hasta sus esculturas en bronce, pasando por los
collages y assemblages. La muestra Miró y el objeto profundiza por primera vez
de forma monográfica en esta indagación de Miró en torno al objeto, rastreando
su presencia y su evolución en todas sus etapas artísticas.
La Fundación BBVA patrocina este proyecto impulsado por la Fundació Joan
Miró que ha contado con la labor curatorial del comisario William Jeffett,
responsable de exposiciones del Dalí Museum de Saint Petersburg (Florida,
Estados Unidos) y reconocido experto en la obra mironiana, así como con el
apoyo del departamento de Conservación de la Fundació Joan Miró.
La exposición parte de la inclinación constante del artista hacia los objetos, que lo
lleva a recolectar durante toda su vida los hallazgos más variados con la intención
original de ambientar su taller y crear una determinada atmósfera creativa. Miró
comparte con los dadaístas y surrealistas la predisposición por la sorpresa, y con
su característica sensibilidad poética acaba encontrando una fuente de
inspiración en estos descubrimientos accidentales.
De esta manera, muy pronto, este gusto que Miró siente por el objeto le lleva a
representarlo en sus pinturas y a incorporarlo luego en sus collages, cerámicas y
esculturas. Miró lo relataba con estas palabras en una carta de 1936 a P.
Matisse: «Me siento atraído por una fuerza magnética hacia un objeto, sin
premeditación alguna, luego me siento atraído por otro objeto que al verse ligado
al primero produce un choque poético, pasando antes por ese flechazo plástico,
físico, que hace que la poesía te conmueva realmente y sin el cual no sería
eficaz».
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La muestra se despliega en seis ámbitos de estudio que investigan cómo el artista
evoluciona desde la representación pictórica del objeto hasta la incorporación
física del mismo en la pintura, a través del uso de procedimientos como el collage
y el assemblage. Un proceso que, en muchos aspectos, significó, a finales de los
años veinte, un desafío frontal a las artes plásticas. En palabras de Jeffett, «ya en
1927 [Miró] había utilizado la expresión “quiero asesinar la pintura” para
expresar que quería destruir una cierta idea de la pintura entendida como pintura
de caballete o tela. Esto le llevó enseguida a utilizar objetos y assemblages de
objetos colocados en una relación poética que sugería una forma de
representación más allá de la pintura, una intervención en el mundo real».
La exposición revela cómo, en la década siguiente, el artista va introduciendo
gradualmente materiales más heterodoxos y antiartísticos en su obra hasta
considerar su propia pintura como un objeto, igual que las imágenes pictóricas
generadas por la aplicación del collage. Una transformación que revela su
profunda crisis respecto a la pintura convencional y que sitúa al objeto en sí
mismo en el centro de una nueva orientación poética en su obra.
Miró y el objeto evidencia cómo esta tendencia culmina tras la Guerra Civil
española y la Segunda Guerra Mundial, con la incursión de Miró en la cerámica y
la escultura. Una línea de trabajo esencial durante los últimos años de su
trayectoria, como lo fue también el denominado segundo «asesinato de la
pintura» o «antipintura». Sobre este concepto, Jeffett apunta: «Miró exploró por
primera vez la idea de la antipintura en 1930 en una serie de telas en las que
calculó con gran precisión la composición para luego eliminarla tachando la
imagen. […] En 1974 Miró realizó una serie de telas quemadas para su gran
retrospectiva en el Grand Palais de París. Al mismo tiempo propuso una serie de
esculturas en bronce, hechas también a partir de assemblages de objetos,
cerámicas y tapices, como expresiones poéticas más allá de la pintura». Obra
nueva, radical y desafiante que lo posicionaba como un creador vital e innovador.
El artista tenía 81 años.
Sostienen el relato de la muestra cerca de 120 obras, entre pinturas, cerámicas
y esculturas, que abarcan un extenso período que va desde 1916 hasta 1981 y
que proceden del fondo de la Fundació Joan Miró y de las principales
colecciones públicas y privadas de Europa y América. La exposición incluye,
además, con una selección de objetos originales que el artista coleccionó a lo
largo de su vida como fuente de inspiración o material para sus composiciones.
Miró y el objeto se completa con dos series de fotografías de los años sesenta de
Claude Gaspari y Planas Montañá que documentan el proceso de trabajo de Miró
respecto a los objetos. El visitante encontrará también dos documentos fílmicos
de apoyo: una película de 1939 sobre el ballet Jeux d’enfants de Bizet y el
documental de Francesc Català-Roca sobre las telas quemadas de Miró.
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Finalmente, se ha producido para la ocasión un audiovisual que divulga las tesis
principales del proyecto con intervenciones del propio comisario, William Jeffett,
Joan Punyet Miró, nieto del artista, el ceramista Josep Llorens Artigas y Rosa
Maria Malet, directora de la Fundació Joan Miró y que puede visionarse en el
tercer ámbito de la muestra.
La selección, de fuerte impacto visual y profundo rigor científico, incluye obras
que nunca se habían podido ver en España, entre las que destacan la pinturaobjeto Retrato de una bailarina (1928), procedente del Centre Georges
Pompidou de París o Los juguetes (1924), del Moderna Museet de Estocolmo.
Sobresalen también las obras La espiga de trigo y La lámpara de carburo, dos
naturalezas muertas de 1922-1923 llegadas del MOMA, expuestas por última
vez en la Fundació en 1993.
La muestra exhibe por primera vez juntos en Barcelona cuatro objetos
ensamblados de la escasa y delicada serie que Miró realizó en 1931 y reúne
también, entre los collages expuestos, dos relevantes obras de 1929, una de las
cuales se integrará en la colección como nuevo depósito, junto con el collagepintura de 1933, Pintura. Asimismo, entre sus obras de madurez cabe destacar
Cadre-objet [Cuadro-objeto] de 1972 y Les oiseaux de proie foncent sur nos
ombres [Los pájaros de presa se extienden sobre nuestras sombras, 1970], un
óleo sobre piel de vaca que presidirá el último ámbito de la muestra.
El proyecto se completa con una publicación que incluye textos testimoniales,
interpretativos y de análisis firmados por el comisario William Jeffett, el artista
Perejaume, Joan Punyet Miró, nieto del artista, y Didier Ottinger, director adjunto
del Centre national d’art et de culture Georges-Pompidou, París.
La Fundació Joan Miró ha diseñado una propuesta de actividades que incluye una
actuación de danza contemporánea en el interior de las salas de la exposición, a
cargo de Lali Ayguadé, y un programa educativo que cuenta con un espectáculo
de teatro del objeto titulado Menut cabaret, de la compañía Sola & Tully y los
talleres El objeto invisible, a cargo de CLICme y Volúmenes inesperados,
organizado por el colectivo Experimentem amb l’ART. Además, la jornada
especial que la Fundació dedica habitualmente al mundo de la edición en torno a
las fiestas navideñas también se vinculará este año a la exposición.
La muestra se inaugura el próximo 28 de octubre de 2015 a las 19.30 h y se
podrá visitar hasta el 17 de enero de 2016 en la Fundació Joan Miró. En
primavera de 2016, la muestra se presentará en CaixaForum Madrid.
En Miró y el objeto, el visitante descubrirá al Miró que desafió la pintura y que,
precisamente mediante su diálogo con el objeto, contribuyó a una transformación
capital de la concepción del arte.
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Comisario
William Jeffett es doctor en historia del arte y comisario jefe de exposiciones del
Dalí Museum (Saint Petersburg, Florida, Estados Unidos) desde 1998. La
escultura de Miró centró su tesis doctoral, que presentó en 1992 en el Courtauld
Institute of Art, Universidad de Londres, con el título Objetos en escultura: un
estudio de la escultura de Joan Miró en el contexto de las vanguardias parisina y
catalana, 1928-1983.
Además de sus proyectos para el Dalí Museum, William Jeffett ha comisariado
exposiciones en el Sainsbury Centre for Visual Arts (Norwich, Reino Unido), el
Institut Français de España, IVAM (Valencia), el Albuquerque Museum of Art and
History (Estados Unidos), el Bass Museum of Art (Miami, Estados Unidos), el
Museo Thyssen-Bornemisza (Madrid), el Consorcio de Museos de Valencia, el
McKinney Avenue Contemporary (MAC, Dallas, Estados Unidos) y la Fundació
Pilar i Joan Miró (Palma de Mallorca).
Crítico, escritor y comisario, ha sido docente y conferenciante en la Universidad
de South Florida (Tampa, Estados Unidos), en la Universidad de East Anglia
(Norwich, Reino Unido), en la Facultad de Artes de Lacoste (Lacoste, Vaucluse,
Francia) y en la Universidad de Yale (New Haven, Connecticut, Estados Unidos),
entre otras.
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Exposición y selección de obras
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1. Un mundo de objetos
«Encuentro todos mis temas en el campo y en la playa.
Trozos de ancla, estrellas de mar, piezas de timón, todo aparece
en mis composiciones […].»
(Joan Miró en Joaquim Gomis/Joan Miró. Fotografies 19411981: Retrat d’un univers. Barcelona: Gustavo Gili, 1994)
A lo largo de su vida, Joan Miró recolectó una amplia gama de objetos, una
selección de los cuales se muestra en la vitrina que preside este primer ámbito y
que pretende conectar al visitante con la particular atmósfera de inspiración que
rodeaba al artista en sus talleres. Este expositor, muy emparentado con los
cabinets de merveilles surrealistas, incluye una selección de objetos que
presentan al Miró recolector/coleccionista.
El artista comparte con los dadaístas y los surrealistas su predisposición por la
sorpresa y el hallazgo inesperado. En estos encuentros, Miró se identifica con las
manifestaciones artísticas anónimas, primitivas y populares: objetos
precolombinos, esculturas africanas, herramientas de madera, figurillas de pan,
fragmentos de cerámica, siurells (silbatos mallorquines), figuras del belén,
dibujos infantiles, títeres, juguetes, todos ellos estímulo e inspiración para su
obra. Poco a poco, Miró reunió un museo imaginario de objetos encontrados que
poblaron sus talleres y se reflejaron en sus obras.
En sus primeras naturalezas muertas de 1916, Miró otorga un lugar central a los
objetos domésticos populares. Estos lienzos representan un preludio de su
posterior fascinación por el objeto y, por extensión, de su tratamiento de la
pintura como un objeto en sí mismo. En el catálogo de la exposición, el artista
Perejaume destaca de ellos su cualidad táctil, heredada de las lecciones de
Francesc d’Assís Galí. El propio Miró las recordaba así, tal como recogía Gaëtan
Picon en 1976: «Me hacía cerrar los ojos y palpar un objeto o incluso toda la
cabeza de un compañero y después tenía que dibujarlo de memoria, con la
memoria de las manos».
Este primer ámbito muestra la atracción primigenia de Miró por los objetos y su
primera relación creativa con ellos a partir de su representación pictórica. Incluye
una selección de naturalezas muertas entre las que destacan dos obras de 19221923 procedentes del MoMA de Nueva York: Naturaleza muerta I (La espiga de
trigo) y Naturaleza muerta II (La lámpara de carburo) así como el óleo sobre
papel de 1916 El puchero. Miró manifestó explícitamente la importancia de las
dos primeras obras porque supusieron sus primeros intentos conscientes de
incorporar objetos humildes en su producción y reivindicar el valor de los
elementos populares como materia artística. Estas dos obras no se podían
admirar en la Fundació desde 1993.
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Joan Miró
El puchero, 1916
Óleo sobre papel
48,5 x 59,5 cm
Colección particular
© Successió Miró, 2015
Joan Miró
Nature morte II, 1922-1923
Naturaleza muerta II
(La lámpara de carburo)
Óleo sobre tela
38 x 46 cm
The Museum of Modern Art,
Nueva York. Adquisición, 1939
Joan Miró
Nature morte I, 1922-1923
Naturaleza muerta I
(La espiga de trigo)
Óleo sobre tela
38 x 46 cm
The Museum of Modern Art, Nueva
York. Adquisición, 1939
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2. El asesinato de la pintura
«Siento un asco profundo por la pintura; solo me interesa el
espíritu puro; y no utilizo los instrumentos usuales de los pintores
–pinceles, lienzo, colores– si no es para ser preciso en los golpes
que doy. No quiero recordar las reglas del arte pictórico, sino
porque me son indispensables hoy día para exteriorizar lo que
siento, lo mismo que la gramática es indispensable para
expresarse.»
(Joan Miró en Francisco Melgar. «Artistas españoles en París:
Joan Miro». Ahora, enero de 1931, Madrid)
Cuando Joan Miró conoce a André Breton, el artista comienza su relación con el
movimiento surrealista. En este contexto crea, entre otras, su serie Bailarinas
españolas (1928) y los collages Sin título (1929) compuestos con materiales
no artísticos. En ellos el collage y los elementos objetuales han sustituido ya a la
representación pictórica de la realidad. En 1930 realiza una serie de
(anti)pinturas, donde se presentan imágenes canceladas o tachadas. En esta línea
de experimentación, un año después, Miró ya está inmerso en la ejecución de una
serie de pinturas-objeto, ensamblajes hechos con objetos encontrados. En los
límites de esta nueva lógica, Miró acaba proclamando su intención de «asesinar la
pintura», tal como ya recogía Maurice Raynal en su antología de 1927. Este
asalto de Miró a la pintura y sus convenciones señala el camino hacia una nueva
forma de abordar el medio que acaba transformando nuestra comprensión
colectiva del arte.
En este período, Miró comprende que la pintura figurativa ya no responde a la
verdad artística. Se acerca entonces al collage como una forma más adecuada de
creación en la que los objetos empiezan a figurar por sí mismos, pues la
materialidad de los recortes ya remite a un universo objetual. De alguna manera,
sin embargo, esta técnica se le acaba revelando también como una manipulación
de la realidad. Miró, en su incesante búsqueda, acabará introduciendo elementos
cada vez más matéricos en su obra hasta abrir la puerta directamente a los
objetos. Sus primeras pinturas tratadas como objetos que, en sí mismas, podrían
ser consideradas sus primeras esculturas aparecen también en esta evolución.
Irrumpe en su obra el objeto físico para no abandonarla ya jamás.
En este universo cada vez más objetual, algunos temas emparentados con el
mundo surrealista pueden observarse de forma recurrente. Uno de ellos, la
ternura hacia los objetos infantiles, está representado por la obra Los juguetes,
procedente del Moderna Museet de Estocolmo para esta muestra, y que se
expone por primera vez en España.
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En este ámbito, es especialmente relevante la presencia de una de las cuatro
Bailarinas españolas de Miró, una pintura-objeto de 1928, Retrato de una
bailarina, que se expone por primera vez en España. Esta obra perteneció a
André Breton y actualmente forma parte de la colección del Centre Georges
Pompidou
Entre los collages reunidos en esta sala, destacan también dos obras sin título de
1929: una a lápiz y collage sobre papel –que se integrará en la colección como
nuevo depósito con motivo del 40 aniversario de la Fundació– y otra sobre papel
vélin, que por primera vez puede verse en España, procedente de una colección
particular. Se trata de la reinterpretación en collage de una pintura previa de
1925 propiedad de la Fundació y, por tanto, de un ejemplo concreto de
asesinato de su propia pintura.
Respecto a las antipinturas de esta época, que Miró niega tachándolas, la
selección recoge dos óleos sobre tela de grandes dimensiones de 1930, uno de
los cuales procede del Musée Cantini de Marsella y el otro del Musée de
Grenoble.
Finalmente, en este ámbito la Fundació Joan Miró exhibe por primera vez juntos
cuatro objetos ensamblados de la serie que Miró realizó en 1931. El conjunto es
relevante por la singularidad de estas obras y por sus características, al contener
elementos de gran fragilidad. Fue precisamente después de haber visto estas
obras que el escritor Boris Kochno le propone la realización de la escenografía y
el vestuario de Jeaux d’enfants de los Ballets Rusos de Montecarlo, estrenado en
1939. Para ilustrar este episodio, en esta sala se puede ver también un
fragmento fílmico de este ballet, de 1939.
Joan Miró
Les Joujoux, 1924
Los juguetes
Óleo y carboncillo sobre tela
73 x 92 cm
Moderna Museet, Estocolmo
Foto: Moderna Museet, Estocolmo
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Joan Miró
Sin título, 1924
Lápiz, lápiz pastel, acuarela y
collage sobre papel
47 x 62 cm
Joan Miró
Portrait d'une danseuse, 1928
Retrato de una bailarina
Corcho, pluma y alfiler fijados sobre panel de
madera con Ripolin
100 x 80 cm
Centre Pompidou, París. Musée national d'art
moderne / Centre de création industrielle.
Donación de Aube Breton-Elléouët, 2003
©Centre Pompidou, MNAM-CCI, Dist RMNGrand Palais/Philippe Migeat
Joan Miró
Sin título, 1929
Lápiz conté y collage sobre
papel
102 x 68 cm
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Joan Miró
Pintura, 1930
Óleo sobre tela
230 x 165 cm
Musée de Grenoble, Grenoble.
Donación de Pierre Loeb, 1934
© Musée de Grenoble
Joan Miró
Objeto, 1931
Óleo, aislante, clavos, madera
quemada, arena y elementos de
relojería sobre madera
27 x 13,5 x 6,8 cm
Colección particular, París
Joan Miró
Objeto, 1931
Óleo, clavos, hueso y
campanilla sobre madera
30 x 22 x 7,6 cm
Frederick R. Weisman Art
Foundation, Los Ángeles
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Joan Miró
Objeto, 1931
Molde de pastel, ruedas dentadas,
molde de cartón y óleo sobre madera
13,5 x 20,5 x 5 cm
Kunsthaus, Zúrich. Donación de la
Colección Erna y Curt Burgauer, 1987
Joan Miró
Objeto, 1931
Óleo sobre madera montada sobre red de alambre
36 x 26 x 3 cm
Centre Pompidou, París. Musée national d'art
Adquisición, 1985
Joan Miró
Sín título, 1929
Lápiz tinta china y collage sobre papel
72 x 104 cm
Joan Miró
Pintura, 1930
Óleo sobre tela
150 x 230 cm
Centre Pompidou, París. Musée national d’art
Donación de Pierre Loeb. Depósito del
Musée Cantini de Marsella, 1986, 1949
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3. Del collage a la escultura
«Solo utilizo los objetos que encuentro; los reúno todos en mi
taller, que es muy grande. Pongo los objetos alrededor, por el
suelo, y escojo aquel o aquel otro. Junto unos cuantos, y a veces
aprovecho elementos de otras esculturas.»
(Joan Miró en Dean Swanson. Interview de Miró à propos des
sculptures. Minneapolis: Walker Art Center, 1971)
En torno a los años treinta, Miró sitúa al collage como la base para un modelo
transformador de la pintura a partir de sus dibujos-collage y de sus collagespintura. Esta técnica le ofrece un nuevo proceso para la generación de imágenes
a partir de los fragmentos de papel. El resultado es un lenguaje enigmático, que
recuerda a las marcas primitivas de la pintura rupestre o a los dibujos de los niños
y que, en ocasiones, fue malinterpretado como abstracto, una filiación que el
artista rechazó siempre enérgicamente. Miró explicaba este proceso en 1948 en
una entrevista con James Johnson Sweeney: «Solía recortar periódicos en formas
no regulares y pegarlas sobre láminas de papel, día tras día acumulé estas
formas. Una vez hechos, los collages me servían como punto de partida de las
pinturas. No copiaba los collages. Sencillamente dejaba que me sugirieran
formas».
Con relación a estas declaraciones, el comisario William Jeffett ha dispuesto en
este ámbito un interesante diálogo entre algunas pinturas de 1933 y sus
correspondientes collages preparatorios. Esta relación es posible, entre otros
motivos, gracias a que el archivo de la Fundació conserva los collages
preparatorios de prácticamente toda la serie de estas pinturas. Entre ellas
destaca la obra de 1933 Pintura, que se integrará en la colección como nuevo
depósito con motivo del 40 aniversario de la Fundació.
En la década de los cuarenta, Miró seguirá utilizando cada vez con más
frecuencia materiales inusuales y soportes no asociados a las técnicas
tradicionales de bellas artes: conglomerado de madera, fragmentos de metal,
fibrocemento… todos ellos reflejados en la selección de obras de este ámbito. El
artista sigue así quebrantando los enfoques convencionales de la pintura mediante
la incorporación de materiales no pictóricos o la selección de formatos inusuales,
negando la función tradicional del arte como ilusión y, a la vez, afirmando su
condición material como objeto. Estas investigaciones le conducirán,
posteriormente, al mundo de la cerámica y de la escultura.
La exposición incluye, en este punto, un documental de 12 minutos que revisa la
poética del objeto a lo largo de la obra de Joan Miró con intervenciones de Rosa
Maria Malet, directora de la Fundació, Joan Punyet Miró, nieto del artista, el
ceramista Josep Llorens Artigas y el comisario de la muestra, William Jeffett.
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Joan Miró
Sin título. Dibujo-collage, 1933
Lápiz y collage sobre papel
108 x 70 cm
Fundació Joan Miró, Barcelona.
Depósito de colección particular
Joan Miró
Collage preparatorio de Pintura, 1933
Collage y lápiz grafito sobre papel
47,2 x 63,2 cm
Fundació Joan Miró, Barcelona
Joan Miró
Pintura, 1933
Óleo sobre tela
97 x 130 cm
LaM, Lille musée d’art moderne, d’art
contemporain et d’art brut, Villeneuve
d’’Ascq. Donación de Geneviève y Jean
Masurel
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Joan Miró
Collage preparatorio de Pintura,
1933
Collage y lápiz grafito sobre papel
47,2 x 63,2 cm
Joan Miró
Pintura, 1933
Óleo sobre tela
130 x 162 cm
Joan Miró
Sin título, 1936
Tinta china sobre fragmento
metálico
18,8 x 23,5 cm
17
Joan Miró
Tête, 1937
Cabeza
Óleo con collage de toalla y
pintura sobre celotex
121 x 91 cm
Joan Miró
Femmes, oiseaux, étoiles, 1944
Mujeres, pájaros, estrellas
Óleo sobre fragmento de
fibrocemento
33 x 71 cm
Joan Miró
Femme, 1946
Mujer
Escultura-objeto. Hueso, piedra de afilar,
hierro y óleo sobre gres
51,7 x 23,3 x 19,7 cm
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Joan Miró
Et le groupe de personnages
dansant la sardane, 1948
Y el grupo de personajes
bailando la sardana
Óleo sobre conglomerado
55 x 69 cm
Joan Miró
Pintura, 1950
Óleo, cuerda y caseína sobre tela
99 x 76 cm
Colección Van Abbemuseum, Eindhoven
Foto: Peter Cox, Eindhoven, Holanda
Joan Miró
Pintura-objeto, 1950
Óleo sobre madera, trapo, cuerda y cartón
30,8 x 26,4 cm
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Joan Miró
Objet barbare, 1952
Objeto bárbaro
Construcción, óleo, papel, cuerda, esponja
y metal sobre madera (paleta de pintor y
cuñas)
35,5 x 22 x 5,8 cm
Joan Miró
Pintura, 1949
Óleo, cuerda y alambre sobre tela
22 x 16 cm
Colección Joey Esfandi
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4. Cerámicas y primeras esculturas
«Tras mis primeros intentos en escultura, que hice a los
dieciséis años, en el estudio de Galí, volví a la escultura en
1945 y realicé cerámicas con Artigas. Para mí, era un modo
de poner a prueba de alguna manera la pintura. Anteriormente
había hecho esculturas-objeto, pero con una idea totalmente
distinta, juntando cosas inconexas.»
(Joan Miró en Dora Vallier. «Avec Miró». Cahiers d’Art,
1960, París)
A finales de la década de 1940 y principios de 1950, Miró empieza a utilizar
materiales más relacionados con la escultura como el hierro, la cerámica y el
bronce. A veces, en una sola pieza combina todos estos materiales, como en dos
series tituladas Escultura-objeto (1950) y Projet pour un monument [Proyecto
para un monumento, 1954], representadas en este ámbito, donde ya se adivina
el énfasis posterior en la monumentalidad.
De nuevo, los objetos encontrados constituyen una fuente de inspiración, como
puede observarse en la notable presencia de calabazas o en una cabeza de
piedra engastada en cerámica o bronce. La obra en granito Tête [Cabeza, 19461949], un objeto encontrado y, en cierta medida, una especie de autorretrato
poético, es el modelo para otras esculturas de bronce y cerámica, como Tête
[Cabeza, 1953) y Gran personaje (1956). Objetos corrientes y populares
proporcionan un soporte anticonvencional para pintar en otras obras relevantes
de este ámbito como, por ejemplo, La tabla de planchar (1953).
Previa a esta actividad escultórica, Miró realiza una importante actividad
cerámica. Como primera aproximación aprovecha fragmentos residuales que
encuentra en el taller del ceramista Josep Llorens Artigas. Con él desarrollará
entre 1953 y 1956 una colaboración tan intensa que Miró casi abandona por
completo la pintura para dedicarse enteramente a esta actividad. La cerámica
representa para él un retorno a la esencia, con materiales primarios y una técnica
que le resulta completamente nueva. Su visita a las cuevas de Altamira mientras
preparaba el enorme mural de cerámica para la Unesco afirmó en un ámbito más
general su comprensión de la cerámica y del objeto en términos de lo primordial.
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Joan Miró, Josep Llorens Artigas
Objeto, 1956
Cerámica
79 x 42 x 47 cm
Colección Jules Maeght, San Francisco
Joan Miró
Tête, 1946-1949
Cabeza
Granito
24 x 30 x 23 cm
Colección Pierre and Tana
Matisse Foundation
Joan Miró
Projet pour un monument, 1954
Proyecto para un monumento
Hierro, cuero, óleo, gouache y
lápiz graso sobre cemento
39,8 x 18,3 x 17,8 cm
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Joan Miró, Josep Llorens
Artigas
Gran personaje, 1956
Cerámica
107 x 48 x 44 cm
Fondation Marguerite et Aimé
Maeght, Saint-Paul-de-Vence
Joan Miró
La tabla de planchar, 1953
Óleo sobre madera
1157 x 30 x 3 cm
Colección Isabelle Maeght, París
© Foto Galerie Maeght, París
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5. Escultura en bronce
«Bronce bruto, que se vean todos los pequeños accidentes del
yeso y las herramientas. Fundido muy bárbaramente, sacando
partido de los accidentes de la fundición y del azar,
yuxtaponiendo planchas, dejándolo a pleno aire.»
(Anotación de Joan Miró en un cuaderno personal,
c. 1964, Fundació Joan Miró, Barcelona)
Desde el comienzo de la década de los sesenta, Miró sitúa cada vez más el objeto
como un componente central de su lenguaje poético a través, sobre todo, de su
trabajo con la escultura en bronce. Los objetos funcionan, concretamente, como
metáforas visuales en esta nueva poética del artista. Este puede considerarse el
período de mayor compromiso de Miró con la escultura.
Al mismo tiempo, su interés por el objeto desemboca en un cambio profundo en
su acercamiento a la pintura y al collage. Con todo ello, el artista revisa el
discurso del asesinato de la pintura, tan central en la obra de la década de 1930.
Paulatinamente, los esfuerzos de Miró se diversifican hacia áreas más allá de la
pintura, en intervenciones en la esfera pública, acciones, escultura pública, etc.
En este período, el collage sigue siendo una referencia importante, al igual que el
enfoque heterogéneo de la pintura, cada vez más transformada debido al interés
del artista por el objeto y la escultura. Las esculturas de Miró pueden entenderse
como collages tridimensionales. Del mismo modo que las pinturas, las esculturas
no se conciben en términos convencionales. Tal como explicó en 1974 en torno
a la importante exposición retrospectiva que tuvo lugar en el Grand Palais de
París, sentía, también, la necesidad de ir más allá de la escultura entendida como
mero volumen. Miró optó, entonces, por utilizar de nuevo objetos encontrados
como base para realizar assemblages en bronce.
Los objetos modelo de las esculturas de Miró se quedaron a menudo en los
diversos talleres de fundición. Durante años, la Successió Miró ha recuperado e
identificado de forma sistemática la mayoría de estos modelos relacionándolos
con las esculturas en bronce en las que se acabaron convirtiendo. Este
importante trabajo demuestra hasta qué punto la escultura de Miró representó
una auténtica poética del objeto. Esta exposición incluye varios ejemplos en los
que se pueden contemplar los objetos originales y la escultura terminada.
Además de esculturas en bronce –algunas de ellas pintadas con el objetivo de
resaltar los objetos–, este ámbito se completa con dos series de fotografías de
Claude Gaspari y Planas Montañá, algunas de ellas con anotaciones del propio
Miró, que documentan el proceso de trabajo del artista y el universo de objetos
originales que se convirtieron en esculturas de bronce.
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Claude Gaspari
Objetos ensamblados de la escultura
de Joan Miró Mujer y pájaro, 1967
Sin fecha
Copia fotográfica
24 x 13,4 cm
© Claude Gaspari
Joan Miró
Femme et oiseau, 1967
Mujer y pájaro
Bronce pintado
120 x 48,2 x 45 cm
Joan Miró
L'Horloge du vent, 1967
El reloj del viento
Bronce
50,5 x 30,2 x 16,3 cm
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Claude Gaspari
Maqueta de la escultura de Joan Miró Su Majestad,
1967
Sin fecha
Copia fotográfica
23 x 18 cm
© Claude Gaspari
Joan Miró
Sa majesté, 1967
Su majestad
Bronce pintado
108 x 35,5 x 34 cm
Joan Miró
Femme, 1970
Mujer
Bronce
91 x 39,7 x 25,3 cm
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6. Antipintura y Grand Palais, 1974
«Pintaba así después de haber estado obsesionado con “asesinar
la pintura”. Quise eliminar de raíz todo un arte caduco, la vieja
concepción de la pintura, para que renaciera otra más pura y
auténtica.»
(Joan Miró en Lluís Permanyer. «Revelaciones de Joan Miró
sobre su obra». Gaceta ilustrada, 23 de abril de 1978, MadridBarcelona)
A finales de los años sesenta y principios de los setenta, Miró continúa
cuestionándose la pintura como lenguaje válido para representar la realidad y
sigue avanzando en su investigación sobre el carácter objetual de la pintura.
Ahora la acomete recortando y acuchillando sus lienzos hasta revelar el soporte
material subyacente, e invitando al espectador a mirar a través –y más allá– de la
superficie de la pintura. Estas pinturas laceradas, quemadas, se complementan
con pinturas-objeto que funcionan en la misma línea que las que Miró llama
antipinturas.
En otras ocasiones, Miró martilló clavos en la superficie de la pintura o trabajó
con soportes inusuales como cartón, para poner en entredicho la pintura
tradicional, creadora de imágenes, y afirmar la materialidad del medio. En la
elaboración de estas obras, el artista escogió deliberadamente materiales
efímeros y humildes. Esta línea de trabajo se encuentra representada en Miró y el
objeto por un óleo sobre tela estilo pompier y otro sobre papel de lija, ambos de
1976; una piel de vaca pintada al óleo de 1970; o la lona Mujeres, pájaros, de
1973, entre otros. Miró también dañó sus obras tratando de socavar el valor
económico asociado a la pintura en el mercado del arte y de ensalzar al mismo
tiempo su función poética, como puede apreciarse en las dos telas quemadas de
1973 que aquí se exponen.
Este apartado dedica una atención especial a la gran exposición retrospectiva del
artista celebrada en el Grand Palais de París en 1974. A diferencia de lo
esperado, Miró se empeñó en que la muestra no fuera una retrospectiva
convencional. A pesar de contar con una nutrida sección panorámica de su
trabajo anterior, el artista aportó un gran grueso de obras nuevas expresamente
creadas para la exposición. De este modo, a sus 81 años, Miró se presentaba
como un artista vital, plenamente involucrado en el proceso creativo, provocador
e innovador. Por todo ello, la exposición puso en un primer plano la obra más
radical del artista: bronces, cerámicas, tapices, antipinturas… Medios, todos ellos,
que desafiaban el papel tradicional del arte pictórico. La amplia gama de
prácticas heterodoxas presentadas en la exposición del Grand Palais marcaría,
además, la exploración artística de Miró en los años siguientes.
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Miró y el objeto muestra una veintena de piezas expuestas en aquella exposición
de 1974 en el Grand Palais, la mayor parte de las cuales proceden de la
colección de la Fundació Joan Miró, referente mundial en el conocimiento de la
obra de la última época del artista. Se trata, por ejemplo, del Cuadro-objeto de
1972.
Joan Miró
Cadre-objet, 1972
Cuadro-objeto
Marco de madera, plomo, cordel
y anilla metálica
53,3 x 62,4 x 5 cm
Joan Miró
Pintura, 1973
Óleo sobre tela
50 x 61 cm
Joan Miró
Femmes, oiseaux, 1973
Mujeres, pájaros
Acrílico, óleo y lápiz cera sobre lona
302 x 257 cm
Fundació Joan Miró, Barcelona.
Donación de Pilar Juncosa de Miró
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Joan Miró
Tela quemada 1, 1973
Acrílico sobre tela, posteriormente
rasgada y quemada
130 x 195 cm
Joan Miró
Personnages et oiseaux dans
un paysage, 1976
Personajes y pájaros en un
paisaje
Óleo sobre tela
91 x 166,5 cm
Joan Miró
Sobreteixim-saco 13, 1973
Acrílico, cuerda, tela de fieltro, lana y lata
sobre saco
180 x 50 x 13 cm
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Joan Miró
Personnage, oiseaux, 1976
Personajes, pájaros
Óleo sobre papel de lija, madera
y clavos
171,5 x 125,5 cm
Fundació Pilar i Joan Miró,
Palma Mallorca
Joan Miró
Les oiseaux de proie foncent sur nos ombres,
1970
Los pájaros de presa se extienden sobre
nuestras sombras
Óleo sobre piel de vaca
250 x 200 cm
Colección Isabelle Maeght, París
© Foto Galerie Maeght, París
Joan Miró
Oiseau, 1974
Pájaro
Acrílico sobre tela, clavo, cuerda y guantes
260 x 185 cm
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Publicación
El catálogo que acompaña la
exposición incide en aspectos
esenciales de la obra de Joan
Miró con relación al objeto.
Esta publicación cuenta con las
aportaciones de William
Jeffett, comisario de la
muestra, el artista Perejaume,
Joan Punyet Miró, nieto del
artista, y Didier Ottinger,
director adjunto del Centre
Georges-Pompidou y autor de
varios proyectos relacionados
con el surrealismo, entre otros,
la exposición Le Surréalisme et
l’objet (2013).
En concreto, el texto de Jeffett
despliega los seis epígrafes de
la muestra para profundizar y
contextualizar el diálogo entre
Portada de Miró y el objeto
Miró y el objeto. Por su parte,
Didier Ottinger aporta un ensayo sobre la relación entre el objeto mironiano y el
surrealismo. El artista Perejaume firma un escrito que vincula la poética objetual
de Miró a su conexión con la tierra y los elementos naturales. Finalmente, Joan
Punyet Miró sigue la pista al cuaderno que contiene de esbozos de las últimas
esculturas para la Fundición Parellada en Lliçà de Munt, con quien Miró colaboró
intensamente para la elaboración de los bronces de su última etapa.
En la preparación del volumen se ha llevado a cabo una amplia labor de
documentación, complementando los escritos y la selección de obras con
reproducciones de sus trabajos así como fotografías del archivo de Joaquim
Gomis, Francesc Català-Roca o Ernst Scheidegger, que ilustran la
inclinación de Miró por los objetos y su proceso de trabajo en torno a ellos.
La Fundació Joan Miró publica el catálogo, de 216 páginas, en tres ediciones:
catalán, castellano e inglés.
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Actividades
Con la intención de dinamizar esta exposición, la Fundació Joan Miró ha diseñado
una propuesta de actividades que incluye una actuación de danza contemporánea
en el interior de las salas a cargo de Lali Ayguadé, el 24 de noviembre.
Con motivo de la reciente publicación del libro El ojo de Miró, un recorrido
fotográfico por el mundo de objetos del artista, la Fundació Miró acogerá un
diálogo entre sus autores, Joan Punyet Miró, nieto del artista, y el fotógrafo Jean
Marie del Moral.
Programa educativo
Durante Miró y el objeto, el programa de actividades educativas de la Fundació
Joan Miró se vincula al proyecto con las siguientes propuestas:
Cianotipias. Objetos y paisajes, por CLICme. Taller de fotografía para
adultos que recupera la técnica de la cianotipia, un procedimiento fotográfico que
permite obtener imágenes sin cámara con un característico azul cian.
El objeto invisible, por CLICme. Taller de cianotipia para familias. A partir de 4
años.
Volúmenes inesperados, a cargo de Experimentem amb l’ART. Taller familiar
de artes plásticas vinculado a la exposición Miró y el objeto, para el ciclo escolar
de primaria y para familias con niños a partir de 4 años.
Menut cabaret, Sola & Tully. Teatro de objetos. A partir de 4 años. Un
espectáculo sin palabras, poético y divertido, interpretado por manos y objetos.
La vida de Menut, una mano que, cansada de jugar, un día se hace artista.
Libros, objetos y otros platos. 19 de diciembre de 2015. La Fundació Joan
Miró, junto con otros colectivos que trabajan en el ámbito del arte, el diseño y la
educación, ha cocreado un libro-objeto a partir de un proyecto inacabado del
artista. Las propuestas de este volumen sirven de punto de partida de una tarde
de actividades en la que las familias, además, pueden crear originales objetos con
alimentos. Dinamizado por Els Cuscusian*s y Nyam Nyam.
La muestra Miró y el objeto cuenta también con una audioguía específica
supervisada por el Departamento educativo de la Fundació Joan Miró.
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Información general
Horarios
De martes a sábado de 10 a 19 h
Jueves de 10 a 21 h
Domingos y festivos de 10 a 14.30 h
Lunes no festivos cerrado
Acceso a la Fundació hasta 30 minutos antes de cerrar
Entradas
Entrada general
Individual: 11 €
Reducida: estudiantes de 15 a 30 años, visitantes mayores de 65 años: 7 €
Menores de 15 años y desempleados (acreditados): entrada gratuita
Entrada a las exposiciones temporales
Individual 7 €
Reducida: estudiantes de 15 a 30 años, visitantes mayores de 65 años: 5 €
Menores de 15 años y desempleados (acreditados): entrada gratuita
Pase anual: 12 €
Guía multimedia: 5 €
Articket BCN
Visitad los 6 principales centros de arte de Barcelona por 30 €.
www.articketbcn.org
Accesibilidad
Transporte
Autobuses 55 y 150 (bus Parc de Montjuïc)
Funicular de Montjuïc (metro Paral·lel, tarifa integrada)
Se recomienda el uso de transporte público para venir a la Fundació.
Imágenes disponibles para prensa y dossier digitalizado en nuestra sala
de prensa virtual www.fmirobcn.org/prensa
Seguid las actividades de Miró y el objeto en las redes con la etiqueta
#MiróObjecte y en la web www.fmirobcn.org
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Exposición temporal Miró y el objeto

Transcripción

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Reuniones a la carta