Mercal... o Pdval es igual

Mercal... o Pdval es igual
Escrito por José Cabello Calvo
Lunes, 06 de Julio de 2009 07:21
Mecanismo engañoso de la revolución comunista alimentaria.- No decimos que sea ese el
significado de la razón comercial de dichas siglas. Pero algo similar podríamos entender
atendiendo a sus fines y resultados. Esta aparentemente es la maravilla del gobierno chavista
para paliar el hambre del pueblo (pan para hoy y hambre para mañana). Cuando en realidad no
es otra cosa que un mecanismo artificial populista de atraer un clientelismo político proletario,
que en tiempos del imperio romano funcionaba para los esclavos que sólo con su prole, o
hijos, podía servir al Estado, para poder cubrir sus míseras necesidades (“panem et circenses”
- con Chávez sólo lo segundo es seguro). Pero no le atribuiremos tanta progenie, pues está
claro que esta práctica “bolivarista” no pasa de ser de corte castrista, y es público y notorio el
terrible fracaso económico a que llevó a la próspera isla mayor antillana.
Los comunistas mientras con la mano derecha engatusan a los pobres, con la izquierda
usurpan, se apoderan o destruyen la riqueza de los países, con la finalidad de enriquecerse
groseramente los mandamases del partido, y empobrecer y humillar cada vez más a los
hambreados usuarios, sometiéndolos a condiciones y circunstancias imprevistas de calidad,
cantidad e incomodidad deplorables en muchos casos; y casi siempre, corrupción por en
medio, por tratarse de mercancías importadas, con perjuicio de la agroindustria y manufactura
nacional, favoreciendo las extranjeras. Una forma diabólica de privar al ciudadano de parcelas
de su libertad de elección y consumo de sus alimentos, de sus prendas de vestir, etc. En criollo
bozal de arepa. “El problema de la pérdida de la libertad no sólo tiene una dimensión individual,
nos advirtió a los venezolanos el Santo Padre Juan Pablo II, sino también colectiva”.
“No se puede establecer la libertad del pobre sobre la base de dejar sin libertad al rico”.
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Mercal... o Pdval es igual
Escrito por José Cabello Calvo
Lunes, 06 de Julio de 2009 07:21
Todo lo que una persona recibe sin haber trabajado para obtenerlo, otra persona deberá haber
trabajado para ello, pero sin recibirlo. El Gobierno no puede entregar nada a alguien, si antes
no se lo ha quitado a alguna otra persona. Cuando la mitad de las personas llegan a la
conclusión de que ellas no tienen que trabajar, porque la otra mitad está obligada a hacerse
cargo de ellos, y cuando esta otra mitad se convence de que no vale la pena trabajar, porque
alguien les quitará lo que han logrado con su esfuerzo, eso, mi querido amigo, es el fin de
cualquier nación. No se puede multiplicar la riqueza dividiéndola” (Dr. Adrián Rogers, 1931).
Al respecto nos parece oportuna la reciente lección de Honduras: “Aunque un Presidente haya
sido electo democrática y legítimamente, no tiene derecho a desobedecer la Constitución y las
leyes de la República. Los pueblos ya no están dispuestos a tolerar ese tipo de abusos de
poder de los presidentes constitucionales, que se creen intocables. El mensaje de Honduras es
simple: el voto popular no incluye una licencia para delinquir, y todo esfuerzo para gobernar por
el bien común debe estar dentro del marco de la ley”.
Y termina su diagnóstico sobre los últimos sucesos ocurridos en Honduras, la politóloga
Margarita Montes, Prof. del Instituto Político de Estudios Internacionales de la Universidad
Francisco Marroquín en Costa Rica: “Rotundo mensaje para propios y extraños sobre lo que le
depara a los dictadores constitucionales y a sus aprendices tropicales. “El que tenga oídos, que
oiga”.
Como lo dijo alguna vez el presidente del gobierno bolivarista de Venezuela: “Dentro de la
Constitución todo, fuera de la Constitución nada”.
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