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¡PIRATAS A LA VISTA! / ¡AL ABORDAJE!
Educación Infantil y Primer Ciclo de Educación Primaria
Àrea d’Educació i Activitats
LOS PIRATAS
Los piratas fueron unos personajes que, durante mucho tiempo, navegaron sin ley ni
patria por todos los mares del planeta. Vivían en absoluta libertad, haciendo en todo momento
lo que les venía en gana, y sin temer a los gobiernos, que únicamente tenían autoridad tierra
adentro. Por eso, su medio habitual era el mar. Por lo tanto, se dedicaban a robar a otros
barcos y a asaltar ciudades del litoral, de forma rápida y devastadora, evitando así cualquier
tipo de reacción por parte de los ciudadanos o los ejércitos.
La piratería más conocida es la que se produjo entre los siglos XVI y XVIII en la zona
conocida como el mar Caribe, pero en realidad se ha producido prácticamente en todos los
mares del planeta y en casi todas las épocas. En el Caribe, personajes como Morgan, el
Olonés, Barbanegra o Drake asolaron las posesiones españolas, ya que era el lugar donde
podían encontrar los tesoros más inimaginables.
Finalmente, Hollywood eligió a estos personajes para ilustrar, sin excesivo rigor
histórico, las historias de piratas. Estas películas contribuyeron a construir la imagen
romántica que se tiene de los piratas, pero la realidad fue muy diferente.
La piratería americana surgió por diferentes motivos: en primer lugar, América era un
lugar en el que se podía amasar grandes fortunas con relativa facilidad, ya que todo el oro
que se extraía en estos territorios se transportaba a Europa en barco, y forzosamente tenía
que pasar por el Caribe; en otro orden de cosas, en Europa había muchísimos pobres que
intentaban cambiar su destino en el Nuevo Mundo; además, estos territorios eran muy
extensos y estaban mal defendidos. Por lo tanto, resultaba muy difícil dar con los escondites
de los piratas, y también dificultaba la defensa; por otro lado, América fue el lugar elegido
para continuar con las luchas que mantenían los países europeos, que fomentaron de esta
forma la piratería. Otros factores, si bien de menor importancia, fueron la búsqueda de la
libertad, el deseo de enriquecerse, el interés por servir a sus países (en el caso de los
corsarios), o el espíritu de aventura, además de otras causas religiosas, como la lucha de
la Europa protestante contra la católica, representada por España.
Sin embargo, conviene hacer una distinción entre todas las tipologías de piratas que
florecieron por aquellas latitudes, ya que cada grupo tenía sus características y motivaciones.
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* Piratas. Eran, genéricamente, los que robaban por su cuenta en el mar o en las zonas
costeras. Fueron enemigos del comercio marítimo en general, sin afectar a un país más
que a otro.
* Corsarios. Atacaban barcos de países enemigos del suyo propio, contando con la
autorización y el beneplácito de su monarca. Los reyes cobraban comisiones de sus
corsarios, motivo por el cual eran cómplices de sus actos. Era una forma de atacar a los
barcos de un país enemigo pero de manera no oficial, hecho que hubiera derivado en una
declaración de guerra.
* Bucaneros. Fueron contrabandistas y cazadores furtivos expulsados por los españoles de la isla Española, actual Haití y Santo Domingo, a principios del siglo XVII. Se instalaron en la isla Tortuga, desde la cual empezaron a practicar la piratería, preferentemente
contra propiedades y barcos españoles.
* Filibusteros. Representaron la institucionalización de los bucaneros, organizados en
cofradías y asociaciones, y atacaron a todo tipo de barcos desde 1630 hasta 1680.
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LAS BANDERAS
Los piratas, sobre todo los del Caribe, diseñaban sus propias banderas, ya que al
abandonar su vida anterior, renunciaban también a su nacionalidad, y como no se sentían
identificados con la bandera de ningún país, decidían hacer cada uno la suya.
Las primeras banderas de los piratas americanos fueron unos pabellones totalmente
rojos que lucían los piratas franceses en sus barcos, y a los que llamaban «joli rouge» por
su reluciente color. Más adelante, cuando llegaron piratas de otras nacionalidades, este
color se cambió por unas banderas de color negro, pero a pesar de todo, mantuvo su
nombre, aunque con una pequeña variación producto del acento inglés de los nuevos piratas,
que la llamaron Jolly Roger. Esta bandera se enarbolaba cuando los piratas querían que
sus enemigos se rindieran. Si, a pesar de todo, el enemigo quería continuar la lucha,
cambiaban la bandera negra por otra roja, con la que expresaban que no tendrían ninguna
compasión durante el ataque, y no tomarían prisioneros.
Pero no todos los piratas querían llevar la misma bandera, y llegó un momento en el
que, para diferenciarse entre ellos, los piratas empezaron a diseñar su propia bandera, con
elementos que hacían referencia a su crueldad para asustar a los enemigos: hachas de
abordaje, relojes de arena (con los que sembraban el pánico haciendo referencia al poco
tiempo de vida que les quedaba a los que no se rendían), espadas, esqueletos o las típicas
calaveras y tibias cruzadas.
De hecho, esta iconografía extraída de las banderas de los piratas del Caribe se ha
exportado a cualquier otra época y espacio geográfico en el que se haya producido el
fenómeno de la piratería, como los piratas que aparecen en los cómics de Astérix y Obélix.
Cuando una tripulación era capturada, lo primero que hacían era lanzar por la borda la
bandera, ya que su posesión constituía una prueba irrefutable de su actividad al margen de
la ley.
A continuación podéis ver ejemplos de banderas de algunos piratas:
Edward Teach
«Barbanegra»
Jack Rackham
Bartholomew Roberts
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Christopher Moody
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LOS BARCOS
Los piratas utilizaban unas embarcaciones muy concretas; en principio, no necesitaban
barcos muy grandes, ya que su fuerza no radicaba en la utilización de grandes baterías de
cañones, sino más bien en la velocidad que conseguían con sus naves. Por lo tanto, convenía
que fueran pequeñas y ligeras, y que les permitieran tanto huir cuando eran perseguidos,
como ser capaces de capturar barcos indefensos cuando eran ellos los perseguidores.
Por lo tanto, en vez de navegar con grandes embarcaciones
como navíos o fragatas, preferían utilizar barcos tales como
balandras, goletas o bergantines, ya que eran naves que se
ajustaban más a estas características que buscaban: ligereza,
velocidad, pequeño calado para poder navegar por aguas poco
profundas, etc. Estos barcos no solían pasar de los 30 metros
de eslora, y no armaban muchos cañones porque confiaban más
Goleta
en la descarga de los mosquetones y en el abordaje.
La propulsión de estas embarcaciones se conseguía mediante las velas, con las que
podían recoger la fuerza del viento y desplazarse así sobre el agua. Por norma general,
tenían dos palos, de los cuales colgaban una serie de velas de diferentes formas y tamaño.
Las había triangulares, denominadas foques, rectangulares, denominadas gavias, y
trapezoidales, llamadas cangrejas.
La idea de disponer de barcos pequeños y maniobrables
se imponía entre los piratas en todos los ámbitos geográficos
donde ha aparecido esta actividad al margen de la ley, ya
que la finalidad era disponer de un medio rápido que
permitiera perseguir a las presas y huir del enemigo en caso
de peligro. Así pues, en el Mediterráneo se emplearon las
Galera
galeras entre los siglos XV y XVII, barcos que con su
propulsión a remo podían navegar a gran velocidad y
sorprender a los pobladores indefensos de las costas, y los jabeques en los siglos XVII y
XVIII, barcos de vela muy ligeros y maniobrables; los vikingos navegaban con los drakkars,
Jabeque
Drakkar
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barcos que combinaban el remo y la vela y que, gracias a sus
cascos muy bajos, les permitían remontar ríos y atacar
poblaciones situadas a muchos kilómetros tierra adentro; y los
piratas chinos utilizaban los juncos, barcos también muy ligeros
de propulsión a vela con los que podían atacar a los barcos
mercantes europeos, mucho más grandes y pesados.
Junco chino
Cuando sus barcos empezaban a estar en mal estado,
preferían robar otro en lugar de arreglarlo, ya que durante una reparación se encontraban
muy expuestos al enemigo y eran muy vulnerables.
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LOS TESOROS
Uno de los elementos románticos vinculado a los piratas ha sido, desde siempre, la
búsqueda de tesoros escondidos en islas desiertas. La ilusión de encontrar, en un lugar
paradisíaco, un tesoro magnífico nos ha acompañado desde que Stevenson escribió «La
isla del tesoro». De hecho, actualmente aún hay gente que se dedica a la búsqueda de
tesoros en lugares en los que se supone que es fácil encontrar antiguos barcos hundidos,
en un intento por rememorar los pasos que dieron estos antiguos piratas.
Pero la realidad no era tan romántica. Los piratas intentaban gastarse todo lo que
habían robado, porque nunca sabían donde ni cuando encontrarían la muerte. Aunque esta
concepción es la más real, se han documentado algunos casos en los que, efectivamente,
algunos piratas enterraban en lugares conocidos únicamente por ellos los tesoros que habían
conseguido. Esto solían hacerlo cuando eran perseguidos (de esta manera eliminaban
pruebas), o bien para evitar repartir todo lo que habían robado entre sus socios.
Estos tesoros se repartían entre la tripulación de los piratas en función de su categoría.
Normalmente, del total del botín se hacían partes iguales, y se procedía al reparto de la
siguiente forma:
Media parte para cada aprendiz.
Una parte para cada marinero.
Dos partes para el contramaestre.
Dos partes para el capitán.
Si el capitán era quien ponía el barco, recibía 5 o 6 partes más.
Por otro lado, si un pirata resultaba herido al realizar un abordaje, también recibía una
parte más del botín que los que habían salido ilesos. Si la herida era en un brazo recibían
600 pesos, y si perdían un ojo, 100 pesos.
En cualquier caso, cada capitán y cada tripulación tenía sus acuerdos, ya que variaban
en cada viaje, y quedaban estipulados mediante la firma de un documento, una especie de
contrato denominado «Charte Partie», en el que se estipulaban las condiciones de los
derechos y los deberes que tenían los piratas al pasar a formar parte de aquella tripulación,
y entre los cuales constaba la parte proporcional de beneficios que recibirían al finalizar
cada singladura.
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LA PIRATERIA EN EL MEDITERRÁNEO
Los piratas han navegado por todos los mares del mundo, y el Mediterráneo no iba a
ser una excepción. Ya desde la antigüedad, incluso en época de los romanos, se documenta
la presencia de piratas atacando barcos que surcaban las rutas comerciales y que eran el
azote de los pueblos costeros.
En época medieval aparecen también ataques de los piratas, sobre todo a partir de
las Cruzadas, y sobre todo cuando el comercio de las especias empieza a rendir grandes
beneficios a los comerciantes que navegan por estas aguas.
Pero será a partir del siglo XV y sobre todo del XVI
cuando el Mediterráneo se convierta en un mar
verdaderamente peligroso, ya que estos piratas se
transforman en corsarios y atacan a los barcos y las costas
enemigas de sus países respectivos. Así, fueron
especialmente virulentos los ataques de los corsarios
berberiscos contra pueblos costeros de España, Italia y
Malta, los cuales hubieron de protegerse con un sistema
de defensa consistente en la construcción de torres de
vigilancia desde las cuales se podía avisar con cierto
Torre de vigilancia
tiempo del ataque de estos corsarios y poca cosa más.
Había algunos puntos especialmente desprotegidos de la costa catalana que servían
de punto de refugio para los piratas, y también para preparar sus incursiones, como las
islas Medas (Ampurdán), la Punta dels Alfacs (delta del Ebro) o la desembocadura del
Besós, desde donde atacaban pueblos del Barcelonés y el Maresme.
Los años 1542 y 1543 fueron los de máxima intensidad de peligro de ataques corsarios
para los pueblos catalanes: flotas de moros asolaban las costas de los Países Catalanes,
desde Colliure hasta Guardamar. Los ataques fueron constantes y brutales. Quizá el más
cruel fuera el que se produjo en 1558 sobre la isla de Menorca, en Ciudadela, ya que la
ciudad fue asediada durante 8 días, al final de los cuales fue asolada y casi 3.500 de sus
habitantes fueron convertidos en esclavos en Constantinopla. En Ciudadela, este año se
recuerda como l’any de sa desgràcia (el año de la desgracia).
El siglo XVIII representa otro momento importante de la piratería en el Mediterráneo.
Después de un periodo en el que la actividad había pasado del Mare Nostrum al Atlántico,
dejando al primero en una fase digamos que estéril, volvió a reactivarse económicamente
gracias, en parte, a los tratados que permitieron a los puertos no castellanos (entre ellos el
de Barcelona) mantener relaciones de intercambios comerciales con enclaves comerciales
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americanos, hecho que contribuyó a revivir la actividad de los corsarios mediterráneos, que
tenían su base en el puerto de Argel.
La piratería en el Mediterráneo continuó hasta que los territorios norteafricanos fueron
conquistados y/o controlados por los occidentales. Los norteamericanos fueron los primeros
que enviaron misiones punitivas ya en plena edad contemporánea, pero fueron los franceses
quienes, en el siglo XIX, eliminaron esta amenaza invadiendo los territorios de Argelia y
Túnez, y convirtiéndolos en colonias.
Dragut, Ali Koja y Kheir-ed-edin Barbarroja, tres de los corsarios que sembraron el pánico en aguas
del Mediterráneo
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LOS PIRATAS MÁS FAMOSOS
En todo el mar Caribe hay nombres que durante muchos años aterrorizaron a la
mayoría de los pobladores de aquellas tierras paradisíacas. Henry Morgan, Francis Drake,
el Olonés o Barbanegra fueron algunos de los piratas más destacados que navegaron por
aquellas latitudes durante más de doscientos años.
Los piratas se ponían ellos mismos sus nombres con la intención de romper
definitivamente con su pasado en el momento de convertirse en piratas. Así, intentaban
encontrar un nombre que diera miedo, como Cometruenos, Rompepiernas, etc., o bien
nombres que hicieran referencia a su aspecto, como Pata de Palo, el Tuerto, Barbanegra,
etc.
Los piratas más famosos fueron los que participaron en la época más activa de la
piratería en el Caribe, es decir, los que actuaron entre los años 1630 y 1680. La mayoría
eran filibusteros, como Rock el Brasileño, Edward Mansfield o los ya nombrados Jean David
Nau el Olonés y Henry Morgan.
Pero antes y después de esta época también existieron piratas, como los ingleses
Francis Drake y John Hawkins en el siglo XVI, o Bartholomew Roberts, Edward Teach
Barbanegra, William Kidd, Thomas Tew y Henry Every en el siglo XVIII.
Como ya hemos comentado anteriormente, no solo hubo piratas en el Caribe. Algunos
de los más sanguinarios atacaron ciudades catalanas, como Palamós, arrasada en el año
1543 por el pirata Kheir-ed-edin Barbaroja, o Begur y Blanes, por citar únicamente un par
más, atacadas por otros corsarios del norte de África, como Dragut o Uluj Ali. También hubo
piratas catalanes, que se dedicaban a atacar barcos y pueblos costeros, generalmente del
norte de África, durante gran parte de la Edad media, mientras que en la Edad Moderna se
practicaba el corsarismo, también contra esta zona del Mediterráneo.
A continuación os ofrecemos información sobre algunos de los piratas más temidos
y conocidos:
Francis Drake. Fue negrero antes de convertirse en corsario.
Ingresó en la Marina Real inglesa cuando era muy joven. En 1566
hizo su primer viaje a América, y a partir de aquí comenzó su
actividad al margen de la ley, con pequeñas interrupciones, que
no acabó hasta el año de su muerte, en 1596, en Portobello, en
un enfrentamiento con los españoles. Antes, sin embargo, tuvo
tiempo de saquear la costa americana del Pacífico, dar la vuelta
al mundo, enfrentarse y derrotar a la Armada Invencible y asolar
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diferentes ciudades españolas de Europa y del Nuevo Mundo. Su cadáver fue colocado
dentro de una caja de plomo, y lanzado al agua de la bahía, para que no volviera a salir.
Henry Morgan. Llegó a América desde su Gales natal en busca de aventuras y, embarcado con Edward Mansfield, inició su
carrera de pirata en 1665. su etapa más fructífera la vivió en 1667,
cuando asaltó plazas como Puerto Príncipe, en Cuba, Portobello,
Maracaibo o Gibraltar, pero sobre todo destacó por asaltar Panamá en 1671. Las autoridades españolas protestaron, razón por la
cual fue requerido ante la corte inglesa, que no solo no lo consideró culpable, si no que además lo nombraron caballero y gobernador de Jamaica, cargo que mantuvo hasta su muerte en 1688.
Edward Teach Barbaneqra. Este pirata actuó en la costa norteamericana del Atlántico, durante el primer cuarto del siglo XVIII,
especialmente en el litoral de las colonias inglesas de Carolina
del Sur, Virginia y Carolina del Norte, donde estableció una base
desde la que atacaba a todos los barcos que pasaban cerca de
su escondrijo, con el beneplácito del corrupto gobernador de la
colonia. Antes de atacar a sus víctimas mojaba sus cabellos con
alquitrán, y después les prendía fuego: de esta forma conseguía
que de su cabeza surgiera una humareda que le daba un aspecto
feroz e infernal, y asustaba de tal manera a sus enemigos que
muchos se rendían sin luchar.
Bartholomew Roberts.Este pirata de origen galés se convirtió en el más grande ladrón
de los mares, con la captura de más de 400 barcos, en todos los mares del mundo, desde
Terranova hasta Brasil, desde la Martinica hasta Madagascar. Actuó en la primera mitad del
siglo XVIII. Desde sus bases en la isla de Madagascar y en el Atlántico atacó localidades de
Brasil, de las islas Barbados, La Martinica, Guinea… En 1772, su barco fue sorprendido por
el HMS Swallow, barco de la Armada inglesa, contra el que combatió; Roberts fue herido de
muerte y, siguiendo sus indicaciones, fue lanzado al mar con el traje de seda roja que tanto
le gustaba vestir.
Kheyr-ed-din Barbarroja. El pequeño de los Barbaroja fue el
corsario más famoso y temido de todo el Mediterráneo. Gracias a su
capacidad guerrera y a su temeridad, junto a su prudencia de estadista, se convirtió en uno de los personajes más importantes del
Islam. Lo primero que hizo fue ofrecer la provincia de Argelia al sultán de Constantinopla, y de esta manera consiguió el apoyo de uno
de los monarcas más importantes del mundo, al tiempo que cierta
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independencia para hacer lo que le viniera en gana.
Murió en 1546, pero hasta entonces llevó el apellido Barbaroja hasta la máxima
expresión de crueldad, asolando pueblos costeros de todo el litoral mediterráneo cristiano;
desde Gibraltar hasta Grecia, ni una sola ciudad se libraba de sus ataques, a veces
organizados con absoluta minuciosidad, como si se tratara de una acción de guerra
Dragut. Originario de Anatolia, fue uno de los pocos jefes de
la flota turca nacido bajo el Islam. Se puso a las órdenes del segundo de los Barbaroja, y fue capturado por los cristianos – tuvo
que pasar cuatro años en galeras -, pero cuando lo liberaron se
convirtió en el azote más temido que tuvieron que sufrir los cristianos, aunque sin llegar a los límites de su mentor. Instaló su
base en Djerba, en la costa de Túnez, delante de Malta, desde
donde atacó las posesiones de los Caballeros de dicha isla. Murió en el asedio de Malta, en 1565, en el que, a pesar de asaltar la
isla durante más de 6 meses, los turcos tuvieron que retirarse sin
conseguir arrebatársela a los Caballeros de Malta.
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Actividades sugeridas
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La visita que acabáis de realizar en el Museu Marítim de Barcelona puede completarse
cuando lleguéis a la escuela. Con la realización de una serie de actividades de enseñanzaaprendizaje muy vinculadas al mundo de la piratería, los alumnos y las alumnas podrán
establecer rápidamente un vínculo con este tema, y asociarán así lo que hayan aprendido
con la visita al museo en todos estos conceptos de carácter más lúdico que pueden tratarse
más tarde en clase.
Las actividades que se pueden realizar en clase tienen vinculación con los temas
siguientes
- Ética. Los alumnos pueden plantearse preguntas de marcada actualidad que pueden
hacerles reflexionar sobre su entorno cotidiano: ¿tiene alguna justificación la violencia?
¿Por qué motivos se llega a situaciones tan extremas?
- Expresión plástica. Los niños y las niñas pueden desarrollar su creatividad artística
mediante la realización de banderas piratas, como hacían estos personajes en su momento.
- Expresión escrita. Los alumnos tienen que saber expresarse con facilidad y creatividad literaria mediante la palabra escrita, y el tema de los piratas, muy atractivo para los más
pequeños, puede ser uno de los más interesantes en el momento de plasmar sobre el
papel la vertiente creativa.
- Orientación y conocimiento del medio físico. Gracias a la elaboración de determinados instrumentos de navegación, los navegantes, y por lo tanto también los piratas, podían
deducir su posición en alta mar. Los alumnos los pueden imitar y, siguiendo la orientación
que les brinda la brújula que han fabricado ellos mismos, encontrar un tesoro escondido en
una isla desierta llamada «patio de la escuela», por ejemplo.
- Aprendizaje del lenguaje escrito. Las pistas que aparecen en los escritos se tienen
que interpretar muy bien para saber llegar al lugar correcto en el que hallar un tesoro o a
unos compañeros perdidos.
- Aprendizaje de la observación directa de representaciones de la realidad. El monitor
que dirige la visita va lo suficientemente caracterizado como para, a simple vista, recibir
mucha información relacionada con el tema de la piratería. Lo mismo sucede con muchos
otros iconos relacionados con el tema, y que los alumnos van encontrando al realizar las
actividades y la visita.
Desde el departamento de educación aconsejamos una serie de actividades
complementarias que ayudarán a mejorar la comprensión del tema, y también a involucrar
mucho más a los alumnos con una interactividad idónea para asimilar al máximo estos
contenidos.
Casi todas estas actividades se realizan en grupo, de modo que se produce una
relación entre muchos de los alumnos, que pueden exponer posteriormente a sus
compañeros su trabajo, y que siempre pueden realizar en su casa como actividad extraescolar
de tiempo libre.
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EL ATAQUE PIRATA
Las novelas de piratas tuvieron un gran éxito durante el romanticismo, de la misma
manera que, hoy en día, las películas de piratas nos encantan a todos. Pero estas historias
deben presentar un orden para ser inteligibles.
* El pirata Malacara ha cambiado el orden de esta historia, y tú tienes que volverla a
ordenar.
Los garfios están preparados y las hachas
de abordaje listas. Se palpa la tensión y el
miedo a bordo.
El barco pirata es más pequeño y ligero y en seguida reduce la distancia,
hasta ponerse a tiro de cañón.
Un barco español navega por el
Caribe. El vigía ve una vela en el
horizonte con su catalejo. Una
bandera negra ondea en el horizonte. ¡¡Son piratas!!
Los piratas lanzan gritos terribles conlos
que quieren asustar a los esañoles, mientras poco a poco se acercan por el costado de babor.
Comienza la persecución. Mientras
los marineros intentan huir del barco pirata, los artilleros preparan sus
cañones.
Los dos barcos se disparan
mutuamente, pero es el español el que pierde dos de sus
palos y va perdiendo velocidad,
hasta quedar inmovilizado.
Un grito llena el océano: “¡Al
abordaje!”. Al mismo tiempo,
decenas de pirates saltan de un
barco al otro, armados con espadas y pistolas, dispuestos a
tomar el control de la embarcación.
* Habrás comprobado que el relato no está acabado. Esto te toca hacerlo a ti.
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LAS BANDERAS DE LOS PIRATAS
La bandera que llevaban los piratas del Caribe se ha asociado a cualquier acto de
piratería. La calavera y las dos tibias cruzadas se han convertido en el símbolo tradicional
de este tipo de actividad pero, en realidad, no todos los piratas llevaban la misma bandera.
Al principio, las banderas de los piratas eran rojas, y fueron los franceses los primeros
en utilizarlas. Estas banderas rojas se enarbolaban cuando los enemigos de los piratas
no se habían rendido, y con ello querían decir que no darían tregua. Los franceses llamaron
irónicamente joli rouge a esta bandera, y los ingleses transformaron el nombre en Jolly
Roger. Con el paso del tiempo, la bandera roja fue sustituida por el trapo negro, como
símbolo de los sin patria, pero esta bandera negra fue evolucionando hacia banderas
personalizadas por los capitanes piratas. De hecho, en la época de esplendor de la piratería,
prácticamente cada pirata diseñaba su propia bandera y la de su embarcación y tripulación.
Cabezas de muertos con espadas cruzadas, esqueletos con relojes de arena, brazos
armados… Aquí podéis ver unos ejemplos:
Ahora, los alumnos que han realizado esta actividad podrán diseñar su propia bandera,
como si fueran piratas de verdad.
* Podéis hacer vuestra bandera pirata dibujándola o recortando trozos de cartulina. En
cualquier caso, para hacerla necesitáis: un lápiz, unas tijeras, cola, un recorte de cartulina
negra de 12x18, un trozo de cartulina blanca de 12x18, y un recorte de cartulina negra
sobre el que hay que dibujar los detalles y las partes interiores de las figuras que dibujemos, como los ojos de la calavera, la nariz o los dientes
Con todo esto, lo primero que tenemos que hacer es un boceto del diseño de la
bandera sobre la cartulina blanca. Lo recortamos y lo pegamos sobre la cartulina negra
con pegamento. Después, sobre la figura blanca, pegamos los detalles que, previamente,
habremos recortado de la otra cartulina negra.
Resulta más fácil si únicamente lo dibujamos sobre papel. En cualquier caso, cuando
hayáis acabado, lo único que falta es poner nombre a vuestro capitán y a la tripulación,
para que los barcos de todos los mares sepan contra quién se enfrentan cuando vean
ondear esta bandera sobre el más alto de los palos de vuestro barco.
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ATRAPA AL PIRATA
Piratas famosos ha habido muchos y en muchas partes. En este juego conoceremos a
ocho de los piratas más importantes de la historia.
1. En primer lugar os tendréis que dividir en grupos de cuatro o cinco.
2. El juego “Encuentra su pareja” consta básicamente de dos materiales:
-
Fichas con las fotografías de los piratas
-
Fichas con la biografía de estos piratas
3. Después cada grupo recortará las fichas de las ilustraciones de los piratas.
4. Por otro lado, recortará las fichas con la biografía de estos piratas.
5. Cada grupo pondrá boca abajo las fichas con las fotografías de los piratas, sin que se
vean las fotografías, y no las cambiará de sitio.
6. Cada grupo irá destapando dos fichas.
7. Si estas dos fichas coinciden, es decir, son del mismo pirata, tendréis que coger la ficha
explicativa del mismo, leerla y hacer una pequeña exposición sobre la vida del pirata al
resto de grupos. Este grupo tendrá un punto.
8. Ahora le toca al otro grupo, destapará dos fichas y si no coinciden no tendrá puntos. Si
coinciden tendrá un punto y tendrá que hacer una pequeña explicación sobre su vida.
9. El grupo que tenga más puntos será el ganador.
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Francis Drake
John Hawkins
William Kidd
Kheir-ed-edin
Barbaroja
Anne Bonney
Edward Teach
Barbanegra
Jean David Nau, «el
Olonés»
Henry Morgan
Mary Read
Bartholomew Roberts
Dragut Reis
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Chui Apoo
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Francis Drake
John Hawkins
William Kidd
Kheir-ed-edin
Barbaroja
Anne Bonney
Edward Teach
Barbanegra
Jean David Nau, «el
Olonés»
Henry Morgan
Mary Read
Bartholomew Roberts
Dragut Reis
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Chui Apoo
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Francis Drake
John Hawkins
William Kidd
Arrancó su carrera corsaria en 1566.
En 1563 comenzó a practicar la
Asoló la costa americana del
piratería introduciendo esclavos de
Fue contratado para acabar con la
amenaza de los piratas del Océano
Pacífico, después pasó a las Islas
contrabando en América, obligando a
Marianas y posteriormente dio la
sus compradores a pagar el precio
vuelta al mundo; por este motivo la
que él quería. Murió en el mismo viaje
reina Isabel de Inglaterra lo nombró
que Drake, en 1595.
Índico en 1695, pero asaltó un barco
del Gran Mogol, y eso lo situó fuera
de la ley. Se instaló en Madagascar,
con otros piratas, pero el peso de la
conciencia fue más grande, y se
entregó a los ingleses que lo
caballero. Murió en Portobello en
1596 .
declararon culpable de piratería. Lo
ahorcaron en 1701.
Kheir-ed-edin
Barbaroja
Anne Bonney
Edward Teach
Barbanegra
Era el pequeño de los hermanos
Se enamoró del pirata Jack Calico
Actuó en la costa norteamericana del
Barbaroja, y quizá el más cruel de
Rackham
ambos
Atlántico, durante el primer cuarto del
los dos. Atacó ciudades y pueblos
comenzaron a practicar la piratería.
siglo XVIII. Se casó con 14 mujeres
del litoral catalán durante el siglo
Destacó por su crueldad. Junto a Mary
y tuvo más de 40 hijos. Lo mató un
XVI y su nombre fue sinónimo de
Read, fue la única que defendió su
oficial de la Armada inglesa,
terror durante muchos años.
barco cuando los ingleses la
después de recibir 25 heridas en su
capturaron.
último combate.
Jean David Nau, «el Olonés»
En 1650 se trasladó a la Española,
para ir a trabajar como sirviente,
pero rápidamente se transformó en
pirata. Extremadamente cruel con
los tripulantes de los barcos
españoles,
atacó
Gibraltar,
Puerto
Maracaibo,
Caballos
(Honduras), Nicaragua…
y
en
1719
Henry Morgan
Mary Read
Tomó Puerto Príncipe, en Cuba,
Esta chica quería ser marinera y se
Portobello, Maracaibo, Gibraltar, Pa-
enroló en la Armada inglesa
namá (donde robó un gran botín de
disfrazada de hombre, pero su
oro y plata)… Las autoridades españolas protestaron, pero la corte inglesa no solo no lo consideró culpable,
sino que además lo nombró caballero y gobernador de Jamaica, donde
murió en 1688
Bartholomew Roberts
Comandaba un barco negrero a
principios del siglo XVIII que fue capturado por los piratas, con los cuales se integró rápidamente y, seis
meses después, ya era el capitán.
Capturó un total de 400 barcos en
todos los mares del planeta. Murió
en 1722, en combate contra un barco de guerra inglés, y su cuerpo fue
lanzado al mar con el traje de damasco rojo que le gustaba llevar
barco fue capturado por el pirata
Jack Rackham, y pasó a formar
parte de su tripulación. Muy amiga
de Anne Bonney, murió en prisión
después de que su barco fuera
capturado por los ingleses en
1720.
Dragut Reis
Chui Apoo
Fue uno de los piratas más temidos
Este
por los cristianos, sobre todo
formidable flota de barcos, con
después de huir de una de sus
galeras. Instaló su base en Djerba,
en la costa de Túnez, desde donde
atacó a muchos pueblos cristianos.
Murió en el asedio de Malta en 1565.
puesto
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pirata
comandó
una
base a pocas millas de Hong Kong
desde donde irrumpía en las rutas
comerciales. En septiembre de
1849, su flota fue destruida por los
ingleses, y aunque consiguió huir,
dos años más tarde fue detenido y
condenado a muerte.
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LA CHARTE PARTIE
Entre los piratas existía un Código de honor al cual llamaban Charte Partie, donde se
recogían todos los acuerdos del viaje, es decir, cómo se haría el reparto de las ganancias,
cuál había de ser el trabajo de cada cual e incluso una especie de código penal, con las
penas que se aplicaban por las infracciones más comunes.
* Aquí tienes algunas de las reglas de la Charte Partie, busca la imagen que esté
relacionada con el acuerdo correspondiente
Por desertar del barco y abandonar a
los compañeros durante la batalla será
castigado a muerte o será abandonado
en una isla desierta.
No se permiten duelos a bordo.
Cuando alguien se quiera pelear con
otra persona, ambos serán desembarcados con una pistola y una espada
Cuando se consiga el botín, el capitán y
el segundo oficial recibirán dos partes del
botín: el maestre, el contramaestre y el
cañonero recibirán una y media; otros
oficiales, una y un cuarto; finalmente, los
marineros recibirán una parte.
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LOS CAZADORES DE PIRATAS
El inglés John Maynard, el mallorquín Antoni Barceló o el italiano Andrea Doria fueron
algunos de los marineros que se enfrentaron a los piratas con la intención de conseguir
unos mares en paz
* Conviértete en uno de ellos e intenta capturar a los piratas del listado que tienes en la
parte inferior, dentro de este mar de piratas.
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Bartholomew Roberts; Anne Bonney;
Barbarroja; Drake; Hawkins; Kidd;
Barbanegra; Mary Read; Henry Morgan;
Dragut
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EL MAPA DEL TESORO
¿Qué podríamos decir de un pirata que no tenga un tesoro? Pues que no es un pirata
completo. Es como si le faltara el loro, o la bandera, o el barco. Cualquier pirata que quiera
ser digno de su condición debe tener un tesoro escondido en una isla desierta y,
evidentemente, ¡un mapa para encontrarlo!
* A continuación os explicaremos cómo podéis dibujar vuestro mapa del tesoro propio, dónde esconder vuestros tesoros más preciados (al menos para vosotros) y
qué hacer para encontrarlo siguiendo las indicaciones
de vuestro mapa.
El tesoro que los alumnos tengan que encontrar
puede quedar a elección del maestro, o bien hacer que
un grupo de la clase diseñe el mapa y la ubicación exacta
del tesoro, así como su concepción, y que el resto de la
clase tenga que encontrarlo siguiendo las indicaciones
que encontrarán en el mapa.
Con esta actividad se consigue una serie de objetivos vinculados con el trabajo en grupo, la orientación,
el planteamiento de hipótesis y la resolución de problemas, etc
Para hacer el mapa del tesoro se precisan los siguientes materiales: una hoja de
papel, un bolígrafo o un lápiz y un sobre húmedo de bolsa de té (así conseguiremos que
parezca muy antiguo), aunque también se puede hacer con un papel que tenga apariencia
de antiguo.
Lo primero que hay que hacer es un boceto de la forma de la isla (o de la clase, del
patio…) sobre la hoja de papel. Hay que incluir símbolos (sillas, mesas, árboles, bancos…)
que sirvan como elementos de referencia para la búsqueda del tesoro, el cual, claro está,
también hay que representar.
También se puede dibujar una rosa de los vientos en la esquina superior derecha,
para indicar la orientación. Se debe poder rotular y poner nombres a los mares, calas o
bahías que haya en la isla, como el árbol del ahorcado, la fuente de los piratas o la mesa del
loro corsario, por ejemplo.
Cuando el mapa esté acabado, se ha de hacer presión con la bolsa de té húmeda
encima. Después hay que arrugar el mapa con mucho cuidado, y romper ligeramente los
lados para que parezca más antiguo. Si lo hacéis con papel normal, lo podéis quemar
ligeramente por los bordes, para que aparezca más antiguo, y arrancar únicamente pequeños
pedazos.
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EL COMPÁS NÁUTICO
Cuando nos encontramos en medio del mar se pierden los elementos de referencia
que nos permiten orientarnos, y tenemos que echar mano de algunos inventos que ingenió
el hombre para conocer su ubicación cuando lo único que se ve en derredor es agua y cielo.
Uno de estos inventos fue la Rosa de los Vientos, para indicar la dirección de los vientos, y
también la brújula, que en el mar recibe el nombre de compás náutico, y que nos informa de
la posición en la que se encuentra el norte.
El conocimiento de los vientos era fundamental, no únicamente para los piratas, sino
para cualquiera que quisiera navegar a vela. Por lo tanto, había que ser muy precisos e
identificarlos rápidamente, porque también les servían como punto de referencia a la hora
de orientarse debidamente en alta mar.
* Los materiales necesarios para construir un
compás náutico son: un imán, un pedazo de corcho,
un clavo de acero o una aguja de coser, un plato hondo y transparente, de plástico, una cartulina y un rotulador.
En primer lugar, en la cartulina hay que marcar los
cuatro puntos cardinales (Norte, Este, Sur y Oeste)
sobre una cruz y, si se quiere, los puntos intermedios
(Nordeste, Sudeste, Noroeste, Sudoeste). Estos
puntos cardinales se pueden bautizar con los
nombres de los vientos con los que se corresponden
(Norte- Tramontana; Nordeste – Gregal; Este – Levante; Sudeste – Siroco; Sur – Mediodía;
Sudoeste – Lebeche; Oeste – Poniente; Noroeste – Mistral).
Encima de la cartulina se ha de colocar el plato lleno de agua, exactamente en el
centro, para que permita ver con claridad los puntos señalados. A continuación, se magnetiza la aguja o el clavo frotándolo unas 30 veces, en una única dirección, con uno de los
extremos del imán. Cuando tenemos la aguja magnetizada, hay que clavarla en el pedazo
de corcho, y atravesarlo hasta dejarlo en la mitad. Hecho esto, se coloca el corcho sobre el
agua e, inmediatamente, la aguja apuntará hacia el Norte, y por mucho que queramos cambiar su orientación, siempre acabará mirando en la misma dirección.
De esta manera tenemos un punto de referencia muy importante para poder navegar
por el mar o, en nuestro caso, para orientarnos si lo que nos ocupa es la búsqueda de un
tesoro.
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