¿POR QUE TENEMOS QUE JUZGAR A LOS DEMAS?

Transcripción

¿POR QUE TENEMOS QUE JUZGAR A LOS DEMAS?
MÍSTICA-CULTURA
EDICIÓN 253 JULIO DE 2015
Web: www.acegap.org
EDICIÓN DIGITAL
Cristo y la adúltera - Óleo de Benvenuto Tisi (1481-1559)
GNOSCE TE IPSUM: HOMBRE: “CONOCETE A TI MISMO”
¿POR QUE TENEMOS QUE
JUZGAR A LOS DEMAS?
EL VOCABLO “GNOSIS” ES GRIEGO Y SIGNIFICA “CONOCIMIENTO”;
EN LAS PALABRAS “DIAGNOSIS”, “DIAGNÓSTICO”,
ENCONTRAMOS LA GNOSIS EN LA ETIMOLOGÍA.
PUBLICACIÓN MENSUAL DE LA ASOCIACIÓN DE CENTROS DE
ESTUDIOS GNÓSTICOS, ANTROPOLÓGICOS, PSICOLÓGICOS
Y CULTURALES DE COLOMBIA. A.C.
“LA GNOSIS HA SIDO OBJETO DE LA MALA INTERPRETACIÓN DE LOS NECIOS Y DE LA TERGIVERSACIÓN INTERESADA DE LOS PILLOS”: KIPLING (IF)
ORIZACION
REVAL
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DE
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ACEGAP de Colombia
REVISTA GNOSIS 253
JULIO DE 2015
GNOSIS es un funcionalismo muy natural de la Conciencia Superlativa del Ser, una
“Philosofía Perennis et Universalis”. A través de la GNOSIS encontramos la senda de
la Revolución de la Conciencia, que tiene tres factores:
1°. TRANSMUTACIÓN DE LA SUSTANCIA SEMÍNICA EN ENERGÍA
CREADORA por medio de la clave “conexión del Phalo-útero sin eyacular jamás el
“Ens Seminis”.
2°. DESINTEGRACIÓN DE TODOS LOS ELEMENTOS INHUMANOS que
llevamos en nuestro interior como la lujuria, ira, orgullo, pereza, codicia, gula,
envidia, etc., etc.
3°. SACRIFICIO POR LA HUMANIDAD: Esta es la Ley del Cristo Cósmico. Él se
sacrifica desde el amanecer de la existencia para que todos los seres humanos
tengamos vida en abundancia.
ESTA PUBLICACIÓN ES PARTE DE UNA MISIÓN ESPECIAL, SOSTENIDA POR
PERSONAS DE BUENA VOLUNTAD Y ESTÁ ANIMADA POR EL ANHELO DE
AYUDAR A CONQUISTAR LOS VALORES ETERNOS DEL SER ÍNTIMO.
ASOCIACIÓN DE CENTROS DE ESTUDIOS GNÓSTICOS,
ANTROPOLÓGICOS, PSICOLÓGICOS Y CULTURALES DE COLOMBIA. A.C.
www.acegap.org
1
EDITORIAL
N
osotros no debemos dejarnos llevar de las apariencias, debemos no dejarnos fascinar
por las distintas escenas de la vida. La vida es como una película; es una película,
compuesta como es natural, por muchos cuadros y escenas. No conviene, en modo
alguno, identificarnos con ninguna escena, con ningún cuadro, con ninguna escena
apariencia, porque todo pasa: pasan las personas, pasan las cosas, pasan las ideas. Todo en el
mundo es ilusorio; cualquier escena de la vida, por muy fuerte que ella sea, pasa y queda atrás en el
tiempo. Lo que nos debe interesar a nosotros, es eso que se llama el “Ser”, la Conciencia. He allí lo
fundamental, porque el Ser no pasa; el Ser es el Ser y la razón de ser del Ser, es el mismo Ser.
Hay una tendencia general, de todos, a juzgar equivocadamente a todos, y eso es lamentable.
Pero, ¿por qué todos juzgan a todos, y equivocadamente? ¿Cuál es el motivo? Sencillamente uno,
y muy fácil de comprender: sucede que cada cual proyecta sus propios defectos psicológicos sobre
los demás, cada cual ve en el prójimo sus propios defectos. Los defectos que a otros endilgamos,
los tenemos muy sobrados nosotros; juzgamos a otros como nosotros somos. ¿Han oído ustedes
hablar de la antipatía mecánica? ¿Que de pronto alguien siente antipatía por alguien, sin haber
motivo alguno, y entonces decimos: “esta persona me cayó gorda”, frase muy típica que usamos?
Pero, ¿por qué, si nunca la hemos visto, si hasta ahora nos la acaban de presentar? ¿Qué sucedió,
por qué nos ha “caído tan gorda” esa persona, si ni la conocemos? Pues que le vimos la apariencia:
es alta o es baja, es gorda o es delgada, tiene la nariz aguileña o la tiene achatada, y ¿ese es motivo
ya, como para decir que “nos cayó gorda”? ¿Qué ha sucedido? Sencillamente porque hemos
proyectado, sobre nuestra víctima, nuestros mismísimos defectos psicológicos.
Posiblemente hemos visto, en esa persona, el defecto más grave que tenemos y nadie le gusta
verse así, dijéramos, tan escarnecido. La cruda realidad de los hechos es que tal persona se ha
convertido en el espejo donde nosotros nos vemos a sí mismos, tal cual somos.
Si estamos alertas, si no nos identificamos con el evento, con la persona aquélla que “nos cae tan
gorda”; si en vez de estarla criticando nos auto-criticamos, nos auto-observamos a ver qué es lo
que está pasando, descubriremos que un defecto nuestro nacido de ayer, o de anteayer, o de quién
sabe qué tiempo atrás, o tal vez de otras existencias, se ha reflejado en aquélla persona y por eso
“nos cae tan gorda”.
He ahí lo que es la antipatía mecánica: absurda en un ciento por ciento. Nosotros necesitamos
aprender a vivir políticamente.
El ser humano, ante todo, es un ente político, un “animal político”, y el mismo hombre es un “hombre
político”. Si uno no sabe vivir políticamente, se crea problemas en la vida. Uno tiene que aprender a
vivir políticamente, y en vez de sentir antipatías mecánicas, vale la pena que nos investiguemos a sí
mismos. Sí, en verdad proyectamos nuestros propios defectos psicológicos sobre los demás. ¿Por
qué juzgamos equivocadamente al prójimo? ¿Por qué todos tenemos tendencia a ver en el prójimo
toda clase de defectos? Sencillamente porque proyectamos en el prójimo nuestros propios
defectos, los juzgamos equivocadamente; suponemos que fulano es “así” o “asá”, y resulta que ni
es “así” ni es “asá”: es completamente diferente, y nuestro juicio resulta equivocado, falso; vemos
los hechos ajenos y tenemos la intensa tendencia a interpretarlos erróneamente.
Nunca somos capaces de ver los hechos ajenos con ecuanimidad, con serenidad; siempre los
calificamos equivocadamente. Indiscutiblemente, los defectos que cargamos en nuestro interior,
nos vuelven injustos para con el prójimo.
ADVERTENCIA
Los artículos que a continuación presentamos a la opinión publica, no son artículos de fe inquebrantable, ni dogmática, porque ante todo
pensamos que nadie tiene derecho a imponer sus creencias a otras personas, por eso estos escritos no son para convencerlo que son las mejores
ideas. Usted decide. Si encuentra información que le parecen conveniente, realice sus experimentos, si no le encuentra utilidad, descartelos.
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TODOS POSEEMOS UNA IDEA EQUIVOCADA DE SÍ MISMOS
L
amentablemente siempre pensamos de
nosotros lo mejor, jamás se nos ocurre pensar
que ni siquiera poseemos una individualidad
verdadera. Lo peor del caso es que nos
damos el falso lujo de suponer que gozamos
de plena conciencia y voluntad propia.
Penosamente la gran mayoría de la humanidad que habita en
este planeta, ni remotamente sospecha que dentro de cada
uno de nosotros habitan muchos, miles de individuos
diferentes: sujetos distintos, “Yoes” o gentes que se pelean
por la supremacía y que no tienen orden o concordancia
alguna. Si fuéramos concientes, si despertáramos de tantos
sueños y fantasías, cuán distinta sería nuestra vida. Más,
para colmo de nuestro infortunio las emociones negativas,
los auto-consideraciones y el amor propio nos fascinan, nos
hipnotizan, jamás nos permiten vernos tal cual somos. Es
evidente que jamás lucharíamos por conseguir algo que
creemos tener. La fantasía en la que permanecemos
inmersos nos hace creer que somos poseedores de la
individualidad. La fantasía es una fuerza real que actúa sobre
toda la humanidad y que mantiene al “humanoide
intelectual” en estado de sueño permanente, haciéndole
creer que ya es un hombre que posee una verdadera
individualidad, una conciencia despierta, etc., y no pasamos
de ser simples bípedos tricerebrados, remedos de hombre en
toda la extensión de la palabra.
Hemos nacido con un tres por ciento de esencia o conciencia
libre de “Yoes”. Esta esencia es enviada por el Real Ser
Interior con el propósito de auto-conocerse y Autorealizarse, pero ella no puede desarrollarse por sí misma.
Para que la esencia o conciencia pueda desarrollarse, algo
nuevo debe ocurrir, algo revolucionario es necesario
efectuar. Nos estamos refiriendo al trabajo sobre sí mismos.
Cuando la personalidad y el Ego quedan pasivos, la
conciencia trabaja, y esto ocurre si uno aprende a dividirse
entre observador y observado. Si no se produjera esta
división, mediante el acto del “recuerdo de sí”, entonces la
conciencia libre tampoco puede ayudar en la observación
de los “Yoes” que aprisionan el otro noventa y siete por
ciento de conciencia. La auto-observación
permite
comprender, por medio de una auto-experiencia directa,
que no somos una persona, sino muchas personas o “Yoes”,
percepción que se logra cuando uno aprende a dividirse
entre observador y observado. El Observador es la
conciencia libre de “Yoes”, y lo observado son las funciones
psicológicas: emociones, pensamientos, etc.
Solo
practicando el trabajo de eliminación de los “Yoes”defectos, podemos llegar a posiciones elevadas en la escala
del SER.
Lamentablemente poseemos una gran cantidad de “Yoes”
que mienten y además justifican sus mentiras. Cabe anotar
que cuando esto ocurre, se está a un paso de la muerte
segunda.
Existen dos formas de mentir: mentir a los otros y mentirse a
sí mismo, pero estas dos formas están indisolublemente
unidas la una a la otra, son dos formas de mentir distintas
comandadas por un solo “Yo” cabeza de legión, el “Yo” de la
mentira.
¿Qué es mentir? “en el lenguaje corriente, mentir quiere
decir deformar, o en ciertos casos disimular la verdad. Pero
la peor forma de mentira es la que surge de la ignorancia,
cuando no sabemos que mentimos. En nuestro actual estado
de conciencia (de sueño y de vigilia), no podemos conocer
eso que se llama “la verdad” pero podemos simular que la
conocemos y eso es mentir.
Para convertirnos en hombres debemos empezar por
ahorrarnos las energías conscientitas que solemos
derrochar con las emociones negativas, ya que estas nos
vuelven mentirosos. La mentira produce una desconexión
con las partes superiores del Ser. La mentira es una conexión
negativa de la mente, es una dislocación o separación de la
mente con las partes superiores del Ser.
En principio, si queremos acabar con la mentira, debemos
observarnos tal cual somos, sin artificios, sin especulaciones
intelectuales, sin evasivas de ningún tipo.
La impureza de nuestros estados emocionales tiene su
causa-raíz en la auto-compasión, en la auto-consideración,
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en el miedo, los celos, los recelos, la
desconfianza, las auto-decepciones, las
frustraciones, el aburrimiento, etc., y en
general en todas las insinceridades
y
mentiras con nosotros mismos.
Todos los seres humanos poseemos una idea
equivocada de sí mismos, creemos en
nuestros méritos, pensamos que somos
excelentes personas, creemos que somos
concientes, que tenemos voluntad,
continuidad de propósitos, sentido de la
responsabilidad moral, etc. Todo esto hace
que nuestra vida emocional se fundamente
en la auto-simpatía, en la auto-valoración
Egoica, por lo que de hecho resulta
desastrosa, insincera y mentirosa.
Se requiere una profunda sinceridad y
también una considerable reorientación de los
conceptos que sobre uno mismo se tienen,
para comprender estos planteamientos,
porque en efecto, son tantas las ilusiones,
tantas las formas del orgullo y de las maneras
de pensar, que a causa de ello no vemos como
es en realidad la situación dentro de nosotros
y cuál es nuestra posición frente a la vida. De
ahí la inminente necesidad de luchar a muerte
contra la fantasía, si es que no queremos ser
víctimas de emociones artificiales y de
experiencias falsas, las que además de
ponernos en situaciones ridículas, detiene
toda posibilidad de desarrollo interior.
Caros lectores, si de verdad anhelamos un
cambio radical y verdadero, debemos
hacernos conscientes de que el Trabajo para la
eliminación del “Yo” empieza con el
“Recuerdo de Sí” y la “Auto-observación”.
Esto es, con la Atención Interior.
La Observación de sí o Auto-observación es
Atención Interior”. Pero si una persona
siempre piensa cosas desagradables de las
demás, o dice cosas desagradables, que no
simpatiza con nadie, que tiene envidia, que
siempre tiene algún motivo de queja, o alguna
forma de auto-compasión de sí, que siempre
siente que no se la trata con justicia, tal
persona tiene la mente sucia en el más
verdadero y práctico de los sentidos, porque
todas esas cosas son formas de emoción
negativa y todas las emociones negativas son
sucias.
La mayor suciedad en el hombre es la
emoción negativa. Una persona
habitualmente negativa es una persona sucia,
en el sentido del Trabajo gnóstico cristiano,
porque piensa sobre si lo mejor, y señala el
error en los demás.
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EL PRÓJIMO,
EL ESPEJO DONDE
PODEMOS VER NUESTROS
DEFECTOS
C
ada circunstancia de la vida, ya sea ésta en la
casa, en la calle, o donde sea, nos brinda
maravillosas oportunidades, que si estamos
alertas y vigilantes, como el vigía en época
de guerra, lograríamos aprehender nuestros propios
defectos, que se proyectan sobre el prójimo.
El prójimo es el espejo donde podemos ver nuestros
mismos defectos. Si vamos por la calle y vemos a un
ebrio, a un borrachito, ¿qué hacemos? ¿Por qué burlarnos
del borrachito? Antes bien, decir: “¡Ahí voy yo!” “¡Vea,
ese borracho soy yo; vea como hago de pantomimas,
cuán cómico estoy¡” “¡Ese soy yo, ahí voy...!”.
Debemos aprender a vernos en los demás. Si
descubrimos allá a un individuo que truena y
relampaguea que rasga sus vestiduras como Caifás,
debemos decir: “¡He ahí yo, ahí estoy, sí, cuán iracundo
soy, como rasgo mis vestiduras, como blasfemo, ese soy
yo!”
En verdad estamos reflejándonos sobre los demás, en el
prójimo nos estamos reflejando. Claro, podrían ustedes
decir, en forma enfática, o tal vez objetar: “¡No, yo no soy
ladrón, yo no soy un asaltador de casas; yo no me subiría
jamás a la azotea a meterme en una casa ajena, para
robarme los dineros o las joyas”... Eso dirían, ¿verdad?
Juzgaríamos al ladrón diciendo: “¡Ladrón es, y a la cárcel
con él!” Mas sucede que dentro de nosotros, también
existe el “Yo” ladrón. No lo conocemos, no lo hemos
descubierto, pero existe. Así podemos decir que
nosotros no tenemos el “Yo” del robo.
Así es que, puede haber entre ustedes personas tan
honradas que sean incapaces de quitarle “Un
céntimo” a alguien, y sin embargo tienen el “Yo” del
robo, increíble pero cierto; algún día, si trabajan
sobre si lo descubrirán.
Recuerden ustedes distinguidos lectores, que así
como hay una luna allá arriba brillando entre el
firmamento y que tiene dos caras: una, para iluminar
la noche, y hay otra escondida, oculta, que nunca se
ve, así también hay una Luna Psicológica dentro de
cada uno de nosotros con dos caras: la que se ve y la
que no se ve, la manifiesta y la oculta.
En la cara manifiesta de esa Luna Psicológica,
tenemos los defectos que a simple vista resaltan: ira,
codicia, lujuria, envidia, orgullo, pereza, gula, etc.
Pero tras de esa Luna Psicológica, tras de esa cara que
a simple vista se ve, existe la parte oculta, la que no se
ve. Allí tenemos defectos que ignoramos, allí todos
resultamos magos negros, allí todos resultamos
hechiceros, brujos, allí resultamos ladrones, allí las
damas más aristocráticas resultan prostitutas, etc.,
etc., etc., es duro, pero es la realidad.
En esa cara oculta de la Luna que no se ve, de la Luna
Psicológica hay “Yoes” de prostitución, hay “Yoes”
de adulterio, hay “Yoes” de asesinato hay “Yoes” de
robo, etc., “Yoes” que normalmente ignoramos,
porque si alguien nos dijera que nosotros tenemos tal
o cual “Yo” de esos, nos ofenderíamos, no
aceptaríamos de ninguna manera, más sí los tenemos.
Si a un santo del Nirvana se le dijese que él tiene
todavía “Yoes” del asesinato, de la prostitución o del
robo, se le ofendería terriblemente. El santo nos
bendeciría dulcemente diciendo: “¡Que Dios te
perdone, hijo mío; estás perdonado, no guardo rencor
contra ti, pero sé, hijo mío, que yo no tengo nada de
eso!” Así diría aquel santo del Nirvana. ¿Por qué?
Porque no es más que un santo. En esa forma, aquel
santo detiene su avance hacia el Eterno Padre
Cósmico Común. Y muchos son los santos que así
están detenidos en su avance; porque, en verdad,
aunque sean del Nirvana, en la cara oculta de la Luna
que no se ve, en esa cara oculta de la Luna
Psicológica, cargan todos esos “Yoes”, y esto es lo
que no entienden muchos. Esto es en verdad lo grave:
todos tenemos tendencia a justificarnos, a dejarnos
llevar por las apariencias.
Normalmente, las gentes pueden eliminar los
defectos de la cara visible de la Luna Psicológica,
esos defectos que resaltan, que a simple vista se ven.
Ya cuando se trata de penetrar en la parte oculta de la
Luna Psicológica, en la parte escondida, pues se
requiere de un esfuerzo mayor. Eso pertenece ya a la
“Iniciación de Judas”, corresponde a la Pasión por el
Señor. Nadie podría penetrar en esas zonas, si no
empuñara la Lanza en la “Forja de los Cíclopes”, es
decir, en la “Novena Esfera”. ¿Misterios? ¡Sí, y muy
grandes...!
Tenemos siempre la tendencia a proyectar, hasta
sobre los Adeptos, nuestros propios defectos de tipo
psicológico. Si juzgamos equivocadamente a los
Adeptos, sobre ellos también lanzamos nuestros
juicios equivocados, porque si no es posible juzgar
rectamente los actos del prójimo común y corriente,
mucho menos es posible juzgar los actos de los
Adeptos en forma correcta. Normalmente tenemos la
tendencia a tirar lodo contra los Adeptos. Así como
tiramos lodo contra nuestro prójimo, también
tiramos lodo contra los Adeptos de la Blanca
Hermandad. Por eso éstos han sido crucificados,
envenenados, metidos en prisiones, apuñalados,
perseguidos.
Así que, caros lectores, los invitamos a la reflexión: a
no dejarse llevar jamás de las apariencias, porque las
apariencias engañan; a no endilgar nuestros defectos
a nadie. Muchas veces juzgamos un acto ajeno en
forma equivocada, de acuerdo a nuestros Egos, y el
resultado viene a ser precisamente la calumnia. Y
todos calumniamos a todos, ¡eso está ya demostrado!
Hay tendencia siempre, a dejarnos llevar de las
apariencias.
Determinado acto puede ser juzgado en una forma, y
la realidad correspondiente al mismo, es otra. Un
hecho cualquiera podría ser juzgado en determinada
forma y de cierto modo, y no coincidir el juicio con el
hecho, porque resulta que el hecho tiene otro sentido,
diferente al juicio, y entonces el juicio sale
equivocado. Al haber juicio equivocado, se ofende al
prójimo, y quien emite el juicio equivocado también
se ofende a sí mismo, se causa dolor.
Saber vivir es muy difícil, porque vivimos en un
mundo de apariencias, ilusorio, y tenemos la
tendencia a identificarnos con las apariencias,
olvidando lo esencial, que es el Ser, ¡he ahí lo grave!
En nosotros, dentro de nosotros, existen factores
psicológicos espantosos, que ignoramos y que jamás
admitiríamos tener, y eso es algo que ustedes
distinguidos lectores, deben empezar a comprender.
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NO EXPERIMENTAR LA VERDAD,
M
NOS LLEVA A JUZGAR LAS ACCIONES
uchas personas creen en
DE LOS DEMÁS
Dios y muchas otras son
ateas, no creen en Dios.
Existen también muchos
individuos que ni creen ni no creen.
Estos últimos procuran portarse bien en
la vida por si acaso hay un Dios. Pero
realmente, la creencia en Dios no
significa haber experimentado eso que
es la verdad, eso que se llama Dios.
Ahora bien, negar a Dios no significa
haber experimentado eso que es la
verdad, eso que se llama Dios. Nosotros
decimos que dudar de la existencia de
Dios no significa haber experimentado
la verdad. La mente del creyente está
embotellada en la creencia y esta última
no es experiencia de eso que es la verdad,
Dios, Ala, o como se le quiera llamar.
La mente del ateo está embotellada en la
incredulidad y esta última tampoco es
experiencia de eso que es la verdad,
Dios, Brahatman, etc., etc., etc. La
mente del que duda de la existencia de
Dios está embotellada en el escepticismo
y esto no es la verdad. Lo que es, aquello
que es la verdad, Dios, Ala, o como
queramos llamar a eso que no tiene
nombre, es totalmente distinto a la
creencia, a la negación y al escepticismo.
Todo esto que aquí hemos colocado
como un ejemplo, nos señala claramente
como nosotros solemos tener conceptos
de las cosas, de los demás, de nuestro
semejante, sin haber experimentado
absolutamente nada.
No hemos podido entender que espíritu y
materia son dos conceptos muy
discutibles y espinosos que nadie
entiende, porque la mente nada sabe
sobre el espíritu y nada sabe sobre la
materia. Un concepto sólo es eso, un
concepto. La realidad no es un concepto
aunque la mente se forja muchos
conceptos sobre la realidad.
Con los conceptos juega mucha gente,
pero en verdad los conceptos no son la
realidad. Los conceptos son como las
teorías, que pasan de moda con el paso
del tiempo y lo que uno aprendió en la
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escuela resulta que después ya no sirve. Conclusión: Nadie sabe nada.
La Verdad no es cuestión de opiniones, ni de teorías, ni de prejuicios. El
concepto que nuestra mente puede forjarse sobre la Verdad, jamás es la
Verdad. La Verdad es algo que debe ser experimentado en forma directa, como
cuando uno mete el dedo en el fuego y se quema.
Necesitamos auto-explorarnos directamente para auto-descubrirnos y
conocernos profundamente en sí mismos. La experiencia de la Verdad sólo
adviene cuando hayamos eliminado los elementos indeseables que en su
conjunto constituyen el Ego. Sólo eliminando el error adviene la Verdad; sólo
desintegrando el “Yo mismo”: mis errores, mis prejuicios y temores, mis
pasiones y deseos, creencias y fornicaciones, encastillamientos intelectuales y
auto-suficiencias de toda especie, adviene a nosotros la experiencia de lo Real.
La Verdad nada tiene que ver con lo que se haya dicho o dejado de decir, con lo
que se haya escrito o dejado de escribir; ella sólo adviene a nosotros cuando el
“Mí Mismo” ha muerto...
Cuando Pilatos preguntó a Jesús, ¿qué es la verdad?, Jesús guardó silencio.
Cuando al buda le hicieron la misma pregunta, dio la espalda y se retiró.
La verdad es cuestión de experiencia mística y sólo a través del éxtasis
podemos experimentarla. Todo el mundo puede darse el lujo de opinar sobre la
verdad, pero la verdad nada tiene que ver con las opiniones, nada tiene que ver
con el pensamiento, la verdad es algo que solamente podemos experimentar en
ausencia del “Yo”.
Todos tenemos un concepto errado de nuestros amigos o enemigos, de
nuestros vecinos, de nuestros familiares, etc.,
pero ese concepto no pasa a ser otra cosa diferente
que una creación de nuestros múltiples “Yoes” y
como ya hemos mencionado, el “Yo” es incapaz
de experimentar la verdad, el simplemente se vale
de nuestros cinco sentidos para emitir conceptos,
y en dichos conceptos se ven involucradas
nuestras simpatías o nuestras antipatías hacia los
demás.
Algunas personas tienen sobre la verdad una idea
y otras personas otra idea, cada cual tiene sobre la
verdad sus ideas propias, pero la verdad nada
tiene que ver con las ideas, es totalmente distinta a
todas las ideas. La experiencia de la verdad se
hace imposible sin la sabia concentración del
pensamiento. Existen dos tipos de concentración:
la primera es de tipo exclusivista y la segunda es
de tipo pleno, total, no exclusivista.
La verdadera concentración no es el resultado de
la opción con todas sus luchas, ni de escoger tales
o cuales pensamientos. Eso de que yo opino que
este pensamiento es bueno y que aquél es malo, o
viceversa, eso de que no debo pensar en esto y que
es mejor pensar en aquello, etc., forma de hecho
conflictos entre la atención y la distracción y
donde hay conflictos no puede existir quietud y
silencio de la mente.
Nosotros debemos aprender a meditar sabiamente
y según surja en la mente cada pensamiento, cada
recuerdo, cada imagen, cada idea, cada concepto,
etc., que tengamos de los demás, debemos
mirarlo, estudiarlo, extraer de cada uno de esos
pensamientos, recuerdos, imágenes, etc., lo
mejor. Cuando el desfile de pensamientos ha
terminado, la mente queda quieta y en profundo
silencio, entonces la esencia de la mente se escapa
y viene la experiencia de eso que es la verdad.
Nuestro sistema de concentración nada excluye,
es pleno, total, íntegro. Nuestro sistema de
concentración incluye todo y no excluye nada.
Nuestro sistema de concentración es el camino
que nos conduce a la experiencia de la verdad.
Siempre nos identificamos con los distintos
eventos, con los distintos sucesos, con las
diversas circunstancias, que ni remotamente se
nos ocurre reflexionar en todas estas cuestiones y
vivimos en un estado de fascinación, de
inconsciencia, de sueño psicológico, estado
anormal que siempre nos conducirá a
conceptualizar y juzgar erradamente a los demás.
Así que, creemos que lo vital, en la vida, es no
dejarnos llevar por las apariencias, no dejarnos
capturar por los eventos, por las circunstancias.
Antes bien, estar alertas para descubrir en tales
eventos, nuestros propios defectos de tipo
psicológico.
EL EGO
NOS
IMPIDE VERNOS
TAL COMO
SOMOS
E
l “Yo” se cree bello, puro, inefable, santo,
virtuoso, justo, etc., nadie se cree malo, todas
las personas se auto-consideran buenas y
justas, esto es debido al estado de inconciencia en el
cual estamos sumergidos, donde es precisamente el
“Yo”, el Ego, por medio de su poder hipnótico, quien
no nos permite palpar nuestra propia realidad.
¿Por qué nos creemos importantes? Si nosotros no
somos más que míseros gusanos del lodo de la tierra.
¿En qué basamos nuestra Auto-importancia? ¿En qué
la fundamentamos? Realmente no hay un basamento
para nuestra Auto-importancia, porque nada somos;
cada uno de nosotros no es más que un vil gusano del
lodo de la tierra...
¿Qué somos ante el Infinito, ante la Galaxia en que
vivimos, ante esos millones de mundos que pueblan el
espacio sin fin? ¿Para qué sentirnos Autoimportantes?
Una costumbre que se encuentra demasiado arraigada
en nosotros es la de mirar y criticar los defectos de los
demás, pero nunca vemos los nuestros, siempre
señalamos a los demás, pero nunca nos señalamos a
nosotros mismos, jamás utilizamos la autocrítica
como el arma poderosa que puede conducirnos a
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desenmascararnos, a identificar nuestros errores. Si
jamás practicamos la autocrítica, nos será imposible
realizar el trabajo psicológico que nos conduzca a
liberarnos de todos esos elementos infrahumanos que
cargamos en nuestro espacio psicológico, dicho de otra
manera, si nunca nos damos cuenta de nuestros errores y
de quien nos utiliza para cometerlos, jamás podremos
conseguir la eliminación del Ego, pues esta es la forma
de saber a quién nos enfrentamos, porque es imposible
lograr la eliminación de nuestros enemigos internos, si
ni siquiera sabemos que los tenemos, ¿cómo se puede
luchar contra algo que no podemos ver? Es algo
imposible.
El “Yo” en su soberbia quiere que todo coincida con sus
planes, sus teorías y sus supuestos mentales. El Ego
aborrece mortalmente a todo aquél que le hiera el amor
propio, nunca permitirá que se le señale, y mucho menos
que se le juzgue. Muchas veces aborrecemos a alguien
sin motivo alguno; ¿Por qué?, Sencillamente os lo
diremos queridos lectores, porque ese alguien
personifica algunos errores que nosotros cargamos bien
escondidos, y no nos puede gustar que otro los exhiba,
realmente los errores que a otros endilgamos los
llevamos nosotros muy adentro.
Nadie es perfecto en este mundo, todos nosotros
estamos cortados con la misma tijera. Quien no tiene un
defecto en determinada dirección, lo tiene en otra
dirección, algunos no codician dinero pero codician
amores, fama, honores, cariño, etc., otros no adulteran
con la mujer ajena, pero gozan adulterando doctrinas,
mezclando credos en nombre de la fraternidad universal.
Algunos no celan la mujer propia, pero celan amistades,
credos, sectas, cosas, etc., etc., etc., así somos los seres
humanos, cortaditos siempre con la misma tijera.
Ahora bien, si en estos asuntos de la vida práctica,
terrenales diríamos, andamos tan inconscientes, ¿qué
podríamos decir nosotros con respecto a las cosas
celestiales? Y todo esto se presenta sencillamente
porque nuestro juicio no es libre, es un juicio
condicionado por nuestros propios defectos. Nuestro
juicio es el resultado del embotellamiento psicológico
en el que nos hallamos; nuestro juicio es, dijéramos, la
proyección de nuestros propios defectos, y una mente
que proyecta sus propios errores, no es una mente libre,
no es una mente que pueda aprehender, capturar la
realidad de las cosas, la realidad de los fenómenos, de
los hechos, de las circunstancias que por todas partes nos
rodean.
Una mente así, si no sirve para comprender las cosas
terrenales, entonces mucho menos servirá para
comprender lo celestial. Son muchos los que creen
haberse ganado el cielo, ¡que error tan grande!, se creen
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tan buenos que ya se sienten con el derecho de estar en el
reino celestial una vez que pierdan el cuerpo físico, es
decir, una vez que desencarnen o mueran. Esto es un
claro ejemplo de que no comprendemos las cosas
celestiales, simplemente nos aferramos a los conceptos,
a cosas que nos han dicho y no hemos comprobado.
Algunos seudo esoteristas o seudo ocultistas, o
hermanos de muchas sectas tienen un concepto tan
errado de ellos mismos, que han llegado a creerse pozos
de humildad y santidad, se sienten orgullosos de su
propia humildad; son terriblemente orgullosos. No hay
hermanito o hermanita seudo ocultista, espiritualista, o
seudo esoterista que en el fondo no presuma de santidad,
esplendor y belleza espiritual. Ningún hermanito o
hermanita espiritualista se cree malo o perverso, todos
presumen de santos y perfectos, aun cuando realmente
sean no solamente malos, sino además perversos.
El querido Ego, nuestro amado “Yo”, se adora
demasiado a sí mismo y presume aun cuando no lo diga,
de bueno y perfecto, y es nuestro querido Ego
precisamente quien no deja que nos veamos tal como
somos. Necesitamos conocernos a nosotros mismos,
“NOSCE TE IPSUM” (“Hombre, conócete a ti mismo y
conocerás al Universo y a los Dioses”)... Frase que se
ubicó en el frontispicio del Templo de Delfos. Hasta
ahora no nos conocemos a sí mismos; tenemos un
concepto totalmente equivocado sobre nosotros
mismos. Otras gentes posiblemente nos ven en forma
distinta, pero nosotros estamos creídos de que es lo que
somos, cuando en realidad de verdad, no nos
conocemos.
Es necesario Auto-descubrirnos en relación con las
personas que nos rodean: Sea en la casa, en la calle, en el
campo, en el templo, en la escuela, etc., esos defectos
escondidos o “Yoes” afloran espontáneamente, salen a
la superficie y si estamos Auto-observándonos entonces
los vemos. Quien se encuentra recorriendo la senda del
trabajo esotérico gnóstico, sabe perfectamente que cada
defecto descubierto debe ser estudiado por nosotros
mismos. Necesitamos abrirlo con el bisturí de la
autocrítica, necesitamos abrir tales Valores para saber
qué es lo que quieren de verdad. Una vez que hayamos
comprendido, completamente, el defecto, es obvio que
quedamos listos y preparados para la eliminación.
Empero, debemos primero haberlo comprendido, y esto
es posible a base de riguroso análisis.
Solo eliminando al Ego nos es posible darnos cuenta
quienes somos realmente, solo eliminando a nuestras
demoniacas creaciones podremos mirar a los demás tal
como son, sin la mala voluntad que aflora en presencia
de ciertas personas. No se trata de fingir amor a la gente,
se trata de eliminar nuestros defectos psicológicos.
La AUTO-IMAGEN
un obstáculo
para el
CAMBIO INTERIOR
D
ebemos ser sinceros con nosotros mismos y hacerle la
disección al “Yo” con el tremendo bisturí de la
“auto-critica”. Es absurdo criticar los errores ajenos, lo
fundamental es descubrir nuestros errores y luego
desintegrarlos a base de análisis y profunda comprensión.
Todos tenemos una auto-imagen y fuera existe la imagen física que
puede ser fotografiada, pero dentro tenemos otra imagen. Para aclarar
esto, diremos que fuera tenemos la imagen física y sensible y dentro
tenemos la imagen de tipo psicológico e hipersensible. Si afuera
tenemos una imagen pobre y miserable y si a esta imagen le acompañan
circunstancias desagradables, una situación económica difícil,
problemas de toda especie, conflictos, ya sea en la casa, en el trabajo, en
la calle, etc., esto se debe sencillamente a que nuestra imagen
psicológica es pobre, defectuosa y horripilante; y en el medio ambiente
reflejamos nuestra miseria, nuestra nadidad, lo que somos.
Si queremos cambiar, necesitamos un cambio total y magno. Imagen,
valores e identidad, deben cambiar radicalmente.
Debemos pasar por una transformación radical y afirmamos en forma
enfática que identidad, valores e imagen, deben ser cambiados
totalmente. Necesitamos una nueva identidad, nuevos valores y nueva
imagen, esto es revolución psicológica, revolución íntima. Es absurdo
continuar dentro del círculo vicioso en el que actualmente nos
movemos. Necesitamos cambiar integralmente.
La auto-imagen de un hombre da origen a su imagen exterior. Al decir
auto-imagen, nos referimos a la imagen psicológica que tenemos
dentro. ¿Cuál será nuestra imagen psicológica? ¿Será la del iracundo, la
del codicioso, la del lujurioso, la del envidioso, la del orgulloso, la del
perezoso, la del glotón, o qué? Cualquiera que sea la imagen que de sí
mismos tengamos, o mejor dijéramos, la auto-imagen, dará origen como
es natural, a la imagen exterior.
La imagen exterior, aunque esté muy bien vestida, podría ser pobre. ¿Es
acaso bella la imagen de un orgulloso, de
alguien que se ha vuelto insoportable, que
no tiene un grano de humildad? ¿Es acaso
agradable la imagen de un lujurioso?
¿Cómo actúa un lujurioso, cómo vive, qué
aspecto presenta su recámara, cuál es su
comportamiento en la vida íntima con el
sexo opuesto, o tal vez está ya degenerado?
¿Cuál sería la imagen externa de un
envidioso, de alguien que sufre por el
bienestar del prójimo y que en secreto hace
daño a los otros por envidia? ¿Cuál es la
imagen de un perezoso que no quiere
trabajar y que está sucio y abominable? ¿Y
la de un glotón?...
Así que en verdad, la imagen exterior es el
resultado de la imagen interior y esto es
irrefutable.
Si un hombre aprende a respetarse a sí
mismo, cambia su vida, no solamente dentro
del terreno de la Ética o del de la Psicología,
sino también dentro del terreno social,
económico y hasta político. Pero hay que
cambiar. Por eso, insistimos que identidad,
valores e imagen deben ser cambiados.
La identidad, valores e imagen actuales que
de sí mismos tenemos son miserables.
Debido a eso la vida social está llena de
conflictos y problemas económicos. Nadie
es feliz por estos tiempos, nadie es dichoso.
Pero, ¿se podrían cambiar la imagen,
valores y la identidad que tenemos?
¿Podríamos asumir una nueva identidad,
nuevos valores, nueva imagen? Afirmamos
claramente que sí es posible.
9
Incuestionablemente, necesitaríamos desintegrar
el Ego. Todos tenemos un “Yo”. Cuando
golpeamos en una puerta se nos pregunta ¿Quién
es? Respondemos: ¡yo! Pero, ¿quién es ese yo,
quién es ese mí mismo?
No olvidemos que lo exterior es tan solo la
reflexión de lo interior, eso ya lo dijo Emmanuel
Kant, el filósofo de Königsberg. Si estudiamos
cuidadosamente «la Crítica de la Razón Pura»,
descubrimos ciertamente que lo exterior es lo
interior, palabras textuales de uno de los grandes
pensadores de todos los tiempos.
La imagen exterior del hombre y las circunstancias
que le rodean son el resultado de la auto-imagen.
Todos tenemos una auto-imagen; esta palabra
compuesta, “auto” e “imagen”, es profundamente
significativa. Así es que si nosotros no nos
respetamos, si la imagen interior de nosotros
mismos es muy pobre, si estamos llenos de
defectos psicológicos, de lacras morales,
i n c u e s t i o n a b l e m e n t e , s u rg i r á n e v e n t o s
desagradables en el mundo exterior, como
dificultades económicas, sociales, etc. No
olvidemos que la imagen exterior del hombre y las
circunstancias que le rodean, son el resultado de su
auto-imagen.
Debemos auto-explorarnos, es muy importante la
Auto-Exploración Psicológica de sí mismo para
Auto-Descubrirnos. En todo AutoDescubrimiento existe también Auto-Revelación.
Cuando uno admite que tiene una Psicología
particular, individual, comienza a AutoObservarse sus propios errores. Cuando uno
descubre que tiene un error debe tratar de
comprenderlo profundamente en todos los niveles
de la Mente, para proceder posteriormente a
eliminarlo.
Cuando uno ahonda en lo que es la vida, el mundo,
descubre que francamente no ha visto el mundo
como es verdaderamente, lo ha visto a través de las
formas de la fantasía, nada más.
Hay instantes raros en la vida, muy raros, en los
que uno logra ver su propia ridiculez, momentos
que logra percibir sus “Yoes”. Cuando eso sucede,
existe un dolor moral muy profundo, pero luego
viene el sueño nuevamente, busca la manera de
enderezar el entuerto y al fin se consuela de
cincuenta mil maneras, olvida la cuestión y el
mundo sigue «en paz» como siempre.
Vale la pena que nosotros seamos sinceros con
nosotros mismos. Se trata de auto-conocernos, si
es que de verdad queremos nosotros hacer
manifiesto al SER que llevamos dentro, si es que
de verdad aspiramos nosotros a la realidad y nada
mas que la realidad.
10
EL CONSUMO DEL
KHAT Y SUS
CONSECUENCIAS
NEGATIVAS PARA
LA SALUD
E
l Khat es un árbol de hoja perenne que crece en
determinados lugares del Este de África y de la
Península Arábiga. Las hojas del Khat contienen
efectos estimulantes y se mastican con frecuencia en aquellos
países en donde crece. Debido a la disponibilidad del transporte
aéreo, esta droga se ha extendido a la Europa Occidental y a
América.
Las hojas secas son conocidas como té abisinio o arábigo. Es un
arbusto o árbol pequeño que ha sido cultivado durante siglos,
siendo su hábitat de origen la región de Etiopía, a partir de la cual
se extendió a otras regiones vecinas.
El consumo del Khat se puede convertir en compulsivo,
reconociéndose así como perteneciente al fenómeno de la
drogodependencia. Debido a que únicamente las hojas frescas
son activas, el hábito de masticar Khat fue prácticamente
desconocido en otros lugares del mundo, pero como
consecuencia de la generalización del transporte aéreo, la droga
hizo su aparición en Gran Bretaña y su disponibilidad comenzó
a incrementarse en América.
Se estima que varios millones de personas son consumidores de
Khat, cantidad que se ha ido incrementando.
El consumo de Khat trae consigo un síndrome que potencia la
acción estimulante central por los efectos simpaticomiméticos
de la droga. El masticador siente euforia y bienestar, así
como una mayor energía y un intenso estado de alerta;
intensificándose su autoestima. Es más comunicativo y
disfruta de la interacción social sintiendo una capacidad
perceptiva mayor y una mayor habilidad imaginativa, así
como una gran capacidad para la asociación de ideas. Para
el observador, el Khat induce un estado de euforia apacible
y un estado de excitación acompañado de locuacidad y en
ocasiones de hiperactividad y de comportamientos
hipomaníacos.
El Khat posee una acción estimulante central, muy similar
a la de la anfetamina, pero con una potencia 7 a 10 veces
menor. El Khat puede dar lugar a dependencia psíquica
moderada pero persistente, aunque no a dependencia física
en contraste con la marcada tolerancia observada con el
abuso de las anfetaminas. Sin embargo, los grandes
usuarios de Khat pueden experimentar verdaderos
síntomas de abstinencia con profunda laxitud, anergia,
dificultad para iniciar sus actividades normales y leves
temblores varios días después de haber masticado Khat.
Experimentan desagradables pesadillas, a menudo de
naturaleza paranoide, durante las cuales se sienten
atacados, estrangulados o perseguidos.
Varios autores han descrito estos fenómenos psicóticos
transitorios tras los consumos del Khat.
El Khat puede provocar un incremento de la presión
sanguínea, del ritmo del corazón y de la temperatura. Tales
incrementos de la presión de la sangre generalmente no son
elevados. Las enfermedades coronarias parecen ser poco
frecuentes en Yemen, pero todavía existen pocas
estadísticas. Durante una sesión de Khat, las extremidades
del consumidor comienzan a sentirse frías, apareciendo
palpitaciones y taquicardia.
Los problemas gastrointestinales son corrientes, tales
como la anorexia y el estreñimiento. El segundo se debe
probablemente a los efectos astringentes de los taninos
contenidos en el Khat, siendo su uso laxante importante en
las regiones en donde se masca el Khat.
La gastritis es frecuente entre los consumidores de Khat,
respondiendo rápidamente a los antiácidos. En las escasas
ocasiones en las que se han realizado exploraciones
radiográficas se han descubierto úlceras gástricas más
frecuentemente que úlceras duodenales. La acción
antiespasmódica del Khat en el fundus y en el píloro puede
tener que ver con la mayor incidencia de gastritis y de
úlceras gástricas, sin embargo algunos pacientes a los que
se les diagnosticaron úlceras mediante radiodiagnóstico,
manifestaron que consumiendo Khat el dolor gástrico se
apacigua.
Los efectos endocrinos son varios. La hiperglicemia puede
darse en pacientes diabéticos. Los efectos anoréxicos del
Khat también a menudo les llevan a suprimir la cena.
Además, el consumidor de Khat tiene una probabilidad
menor de seguir una dieta, y el consumo de bebidas dulces
junto con el Khat agrava todavía más la hiperglicemia. Se
ha encontrado en mujeres masticadoras de Khat una
reducción del peso de sus bebés en el nacimiento de éstos
así como una inhibición de la lactancia, probablemente
resultante del incremento de producción de dopamina. El
Khat produce también un incremento de las hormonas
adrenocorticotróficas. Una característica propia de los
consumidores de Khat es su mirada fija o de
seudoexoftalmo, especialmente después del consumo de
una cantidad importante de Khat. Además la conjuntiva se
congestiona y las pupilas se dilatan.
La inhibición de la micción incrementa la diuresis (debido
a la ingestión de grandes cantidades de fluidos mientras se
mastica), se incrementa la libido, siendo frecuente la
impotencia y la espermatorrea.
Se ha observado retención urinaria durante el consumo de
Khat. Los consumidores de Khat reconocen una gran
variedad de efectos en su vida sexual, sin embargo la
potencia sexual en su conjunto disminuye.
La catinona, ingrediente presente únicamente en las hojas
frescas, está clasificado como un narcótico en la Lista I que
es la categoría más restrictiva en los Estados Unidos.
11
Frente Mundial de Salvación del Planeta
CAMBIO CLIMÁTICO OBLIGA A
OSOS POLARES A ALIMENTARSE
CON DELFINES
S
egún reporta New Scientist, los osos polares
no son conocidos por cazar esta especie
marina, hasta que un equipo de investigadores
en Svalbard, Noruega vio a un oso con los
cuerpos carcomidos de dos delfines. Más increíble aun es
que el oso se había devorado casi por completo uno de los
delfines y, satisfecho con ese banquete, los investigadores
observaron como el oso escondía el segundo delfín bajo la
nieve con el fin de conservar la carne en refrigeración. Los
osos polares casi nunca guardan su comida para otra
ocasión. Es extremadamente raro verlos recurrir a esta
acción”.
“Los noruegos afirman que este curioso comportamiento
se debe a los efectos del cambio climático. Para empezar,
los delfines ni siquiera deberían nadar a estas alturas
durante los meses de primavera. “Nos sorprendió porque
los delfines no se habían observado antes en esa zona.
Creemos que el oso los cazó con una técnica similar a la
que usan para matar focas,” dijo Jon Aars del Instituto
Polar Noruego. La teoría es que las aguas de Svalbard
estaban más calientes que de costumbre en aquella época
del año, por lo que los delfines nadaron hacia el norte. Pero
12
cuando se vieron atrapados bajo el hielo del polo Ártico,
los osos aprovecharon la oportunidad para cazarlos al
momento que los delfines salían por un agujero en el hielo
para respirar”.
“Los osos polares no discriminan a la hora de escoger su
presa, solo que nunca se había presentado la oportunidad
de probar delfín. Gracias a los efectos del calentamiento
global, resulta difícil predecir los resultados de cada
cambio de comportamiento en la vida salvaje. Mientras el
cambio climático reduce el habitat de los osos polares,
estos deben enfrentar un escenario distinto y adaptarse a
las nuevas condiciones de su entorno. Lo mismo se puede
argumentar sobre los delfines de pico blanco, ya que a
causa de la temperatura del agua, se ven obligados a nadar
a otros territorios donde deben lidiar con nuevos
enemigos”.
En el último año, el equipo de investigadores se ha topado
con otros cinco casos similares en el Ártico”.
“Los delfines, según el estudio, pueden proveer a los osos
polares de una “fuente significativa de alimento” por
largos periodos de tiempo luego de ser atrapados,
especialmente porque el “acceso a las focas anilladas y
barbudas podría disminuir en años futuros”.
“Pero el cambio climático no solo está afectando a la dieta
de los osos. También los está obligando a buscar nuevos
hogares”.
“Una investigación publicada en PLOS ONE a principios
de año halló que los osos están buscando áreas árticas en
donde el hielo dure más tiempo, como el Archipiélago
Ártico, el norte de la parte continental de Canadá, y cerca
de los territorios del noreste y Nunavut, informó Reuters”.
“Los osos polares son criaturas grandes, así que es
comprensible que se necesita una gran cantidad de
alimentos para llenarlos.
Su principal fuente de alimento son las distintas especies
de focas que viven en la misma zona que ellos. Dado que
tanto los osos polares y las focas pasan tiempo en el agua y
en tierra, tienen muchas oportunidades de capturar con
éxito este tipo de presa. Los dos tipos de especies que
consumen la mayoría de las veces son las focas anilladas y
focas barbudas”.
“No hay duda de que el oso polar sería capaz de adaptarse
a climas más cálidos. El problema sin embargo es que
también tendría que cambiar de lo que se alimentan. Esto
va a perturbar definitivamente el equilibrio de la cadena
alimenticia. Se alterará la capacidad de muchos osos
polares para sobrevivir. A pesar de que la evolución es
posible, igualmente solo lograrán sobrevivir los más
fuertes”.
“Lo que los investigadores han catalogado como un gran
problema para muchos osos polares son los cambios en la
masa de hielo. Los osos caminan sobre el hielo para llegar
a la tierra y volver al agua nuevamente. Lo que puede
ocurrir es que mientras los osos polares están en la tierra,
la formación de hielo que utilizaron para llegar hasta allí,
puede romperse o derretirse. Como resultado, pueden
quedarse atrapados en un pedazo de tierra. Si no hay
suficiente alimento allí, puede que no sobrevivan”.
“Los osos polares necesitan el clima demasiado frío para
estar cómodos. Cuando usted los ve en el clima del Ártico
se puede hasta sentir lástima por ellos. Sin embargo, no
hay necesidad, ya que sus cuerpos pueden llegar hasta 50
grados Fahrenheit. Como la temperatura global de la
región ártica se incrementa anualmente en unos pocos
grados, muchos expertos tienen razones para estar
preocupados por el futuro de los osos polares”.
“De hecho, hay una mayor probabilidad de un oso polar
muriendo por sobrecalentamiento, que por congelación, a
pesar de que las temperaturas en las aguas del Ártico son a
menudo muy por debajo de cero. Sus cuerpos están
diseñados para manejar el frío extremo, pero no el calor.
“Lamentablemente, se estima que si el cambio climático
continúa, todos los osos polares se extinguirán en menos
de 100 años”.
“Los osos polares se han visto gravemente afectados por el
cambio climático, y los investigadores están preocupados
porque si continúa el calentamiento global con los
patrones del pasado, entonces su número va a seguir
disminuyendo.
Todos sabemos que las temperaturas siguen aumentando
año tras año, también debido al calentamiento global, y los
esfuerzos para detenerlo no han sido efectivos todavía”.
“Los osos polares viven sólo en la región del Ártico, donde
caminan por las gruesas capas de hielo. Como este hielo
comienza a derretirse, su hábitat natural está siendo
destruido y no hay forma de recuperarlo”.
NO HAGAMOS, NI PERMITAMOS, QUE DE LAS RELIGIONES,
DEL CRISTO O DE CUALQUIER OTRA DEIDAD
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13
La causa de nuestros pensamientos negativos
Por: VM SAMAEL AUN WEOR.
U
ORIZACION
REVAL
LA
DE
A
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L
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HA
ACEGAP de Colombia
no se identifica fácilmente con cualquier Pensamiento Negativo, cuando no
se vive siempre en estado de Alerta Novedad, de Alerta Percepción, cuando
no se está Auto-observando Íntimamente.Si uno no se Observa a sí mismo
entonces fortalecerá el poder siniestro del “Yo” que es autor del
correspondiente Pensamiento Negativo. Y cuanto más nos Identifiquemos
con un Pensamiento Negativo, más esclavo seremos de ese “Yo” que lo genera, que lo
caracteriza.
Por ejemplo, en nosotros hay unos “Yoes” que odian la Gnosis, el Conocimiento del Ser, el
Camino Secreto, el Trabajo sobre sí mismo, y ésto se debe a que ellos no ignoran que su
existencia dentro de nuestra psiquis está mortalmente amenazada por las Ideas-Trabajos que
nos brinda el Gnosticismo Universal.
Los “Yoes Negativos” y pendencieros se apoderan con gran facilidad de ciertos rollos
mentales que están almacenados en nuestro Centro Intelectual, originando secuencialmente
corrientes mentales nocivas y perjudiciales. Y si aceptamos sus pensamientos, que en un
momento dado controlan nuestro Centro Intelectual, seremos entonces incapaces de
librarnos de sus resultados.
Todo “Yo Negativo” se “Auto-engaña” y “Engaña”; conclusión “Miente”. Por ejemplo,
cada vez que usted siente una súbita pérdida de fuerza, o cuando se desilusiona de la Gnosis,
del Trabajo sobre sí, cuando pierde el entusiasmo y abandona la lucha contra sus propios
“Yoes”, es obvio que usted ha sido engañado por algún “Yo” negativo.
El “Yo Negativo del Adulterio” aniquila los nobles hogares y hace desgraciados a los hijos.
El “Yo Negativo de los Celos”, engaña a los seres que se adoran y destruye la dicha de los
mismos. El “Yo Negativo del Orgullo Místico” engaña a los devotos del Camino y éstos,
sintiéndose sabios, aborrecen a su Instructor o le traicionan.
Todo “Yo Negativo” apela a nuestras experiencias personales, a nuestros recuerdos, a
nuestros mejores anhelos, a nuestra sinceridad, y haciendo una rigurosa selección de todo
esto, presenta una conclusión fascinante en una falsa luz, y entonces viene el fracaso.
Cualquier engaño se hace imposible o cualquier fracaso proveniente del “Yo Negativo”
puede evitarse cuando uno lo descubre en Acción, o sea, cuando uno ha aprendido a vivir en
estado de Alerta, Auto-observándonos de instante en instante.
Incuestionablemente dentro de cada uno de nosotros existen demasiados “Yoes Negativos”;
sin embargo, cada uno de éstos a pesar de ser tan sólo una parte, se cree el todo en un
momento dado. Los Mitómanos, los Ególatras, los Narcisistas, los Paranoicos, jamás
aceptarían la tesis de la Pluralidad de “Yoes Negativos”, porque se quieren demasiado a sí
mismos. ¿Cómo podrían tales gentes anormales aceptar la Idea del Gnosticismo, si no
poseen una Mente Individual, genial, maravillosa? Sin embargo, tales sabihondos piensan
de sí lo mejor, y hasta se visten con la túnica de Aristipo para demostrar Sabiduría y
Humildad. La leyenda dice que Aristipo queriendo demostrar Sabiduría y Humildad, se
vistió con una vieja túnica llena de remiendos y agujeros; empuñó con la diestra el Bastón de
la Filosofía y se fue por las calles de Atenas. Dicen que cuando Sócrates le vio venir,
exclamó con gran voz: “¡OH Aristipo, se ve tu vanidad a través de los agujeros de tu
vestidura!” Como quiera que no es posible que exista efecto sin causa, afirmamos
solemnemente que nunca podría existir un Pensamiento Negativo por sí mismo, por
generación espontánea. La relación entre un “Yo” que en un momento dado se está
manifestando y el Pensamiento Negativo es ostensible; o sea, cada pensamiento negativo
tiene su origen en un “Yo” diferente, que es el pensador. Obviamente este o aquel
Pensamiento Negativo proviene de cualquier “Yo” que en un momento dado ha usado
abusivamente nuestro Centro Intelectual. Como secuencia o corolario de lo antes dicho,
resulta descabellado identificarnos con los Pensamientos Negativos.
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