EL DOMINIO DEL DESTINO-Spencer Lewis

Transcripción

EL DOMINIO DEL DESTINO-Spencer Lewis
He aquí, publicado por la primera vez, un sistema sencillo
por medio del cual pueden dominarse los períodos favorables
y desfavorables de cada día, cada mes y cada año de nuestra
vida, lo que nos permite saber cuando debemos y cuando no
debemos hacer algo que tenga influencia importante en el
curso de nuestra vida y en la adquisición del dominio de sí
mismo. Ningún otro libro de consulta, almanaques o
diagramas son necesarios; ni hay problemas matemáticos
complicados. Es este un libro asombroso, importante y
sorprendente, que será durante muchos años un compañero
inseparable.
LA EXPERIENCIA DEL AUTOR
Durante muchos años, el Dr. H. Spencer Lewis, autor de
El Dominio del Destino, fue consejero comercial de muchos
de los más importantes hombres de empresa de los Estados U
nidos. Su libro titulado "Principios Rosacruces para el Hogar
y los Negocios", ha tenido siete ediciones y una circulación
mundial, lo que prueba que él fue consejero secreto y "socio
silencioso" de muchas grandes empresas. El sistema expuesto
en El Dominio del Destino es el sistema privado y secreto que
él empleó durante más de veinte años en sus labores en favor
de millares de personas. Ni un solo punto se ha suprimido, y
todo el sistema se revela aquí de manera clarísima.
EL DOMINIO
DEL DESTINO
Con los Ciclos de la Vida
POR
H. SPENCER LEWIS, Ph. D., F. R. C.
Anterior Imperator de la Orden Rosacruz de Norte, Centro y
Sud América
BIBLIOTECA ROSACRUZ
GRAN LOGIA SUPREMA DE AMORC
Departamento de Publicaciones
San José. California 95191
E.U.A.
DEDICATORIA
Derechos de Propiedad reservados por AMORC en 1929 y
1954
A LA GLORIA DE LOS HOMBRES Y MUJERES
MODERNOS
ISBN 0-9120257-62-9
de entendimiento lo bastante amplio para adoptar nuevos
métodos para adoptar nuevos métodos para alcanzar buenos
resultados y felicidad en la vida
Ninguna parte de esta publicación puede reproducirse,
mantenerse en cualquier sistema de recuperación, o
transmitirse, en cualquier forma o por cualquier medio,
electrónico, mecánico, de fotocopia, grabación o cualquier
otro, sin previo permiso escrito delos editores.
SE DEDICA ESTE LIBRO
como recuerdo del primer paso que en la vida para alcanzar el
DOMINIO DE SÍ MISMOS
Impreso en los E.U.A.
R.R. DONNELLEY & SONS.
Crawfordsville, Indiana
LIBROS EN ESPAÑOL
DE LA
BIBLIOTECA ROSACRUZ
ÍNDICE
Capítulos
Misión Cósmica Cumplida
Preguntas y Respuestas Rosacruces con la Historia Completa de la Orden
Principios Rosacruces para el Hogar y los Negocios
La Vida Mística de Jesús
En Vos Confío
Mil Años Pasados
Manual Rosacruz
Envenenamiento Mental
Los Antiguos Símbolos Sagrados
Ensayos de un Místico Moderno
Mensajes del Sanctum Celestial
Las Mansiones del Alma
El Dominio del Destino con los Ciclos de la Vida
La Profecía Simbólica de la Gran Pirámide
El Santuario del Ser
Interludio Consciente
Las Glándulas, Nuestros Guardianes Invisibles
Lemuria -el Continente Perdido del Pacifico
El Ayer Tiene Mucho Que Decir
Las Doctrinas Secretas de Jesús
Alquimia Mental
Los Frutos Eternos Del Saber
Susurros del Ser
Místicos en Oración
Ansiedades que Perjudican
De tiempo en tiempo se añadirán nuevos volúmenes.
Pueden obtenerse, además, libros publicados en inglés.
Escriba solicitando catálogo completo de libros en español e inglés.
Páginas
INTRODUCCIÓN
I.-El Problema del Dominio Propio
II.-El Libre Albedrío del Hombre
III.-El Ritmo Cósmico y los Ciclos de la Vida
IV.-Los Períodos de los Ciclos Terrenales
V.-Los Períodos Simples de la Vida Humana
VI.-El Ciclo Complejo de la Vida Humana, con la
Descripción del Ciclo No 2
VII.-Período del Ciclo de los Negocios, con la
Descripción del Ciclo No 3
VIII.-Empleo de los Períodos Cíclicos
IX.-Los Períodos del Ciclo de la Salud, con la
Descripción del Ciclo No 4
X.-Los Ciclos de Enfermedades y del Sexo
XI.-Ciclo Diario de Horas Significativas
XII.-Empleo del Ciclo Diario de Siete Períodos
XIII.-Descripción de los períodos del Ciclo Diario
XIV.-El Ciclo del Alma
XV.-Cómo determinar los Períodos del Ciclo del Alma
XVI.-Descripción de los Períodos del Ciclo del Alma
XVII.-Los Ciclos de la Reencarnación
Advertencia Importante
LA LEY DE LA PERIODICIDAD
"En los asuntos de los hombres hay una marea que si se sigue
en el momento de su plenitud lleva a la fortuna”.
SHAKESPEARE
"Para todas las cosas hay sazón y todo lo que se quiere debajo
del cielo tiende su tiempo: tiempo de nacer tiempo y tiempo
de morir; tiempo de plantar y tiempo de arrancar lo de
plantado".
SALOMÓN
RECOMENDACIÓN AL LECTOR
Para comprender bien el sistema expuesto en este libro es
absolutamente necesario leer todos los capítulos inclusive la
introducción.
INTRODUCCIÓN
Me place decir unas cuantas palabras a los lectores de este
libro y quizás prepararlos para comprender su interesante
contenido.
El sistema expuesto en las siguientes páginas es tan
original, tan asombroso, y sin embargo tan útil y seguro, que
me parece que el lector deseará conocer algo respecto del
origen del sistema y de su utilidad.
Quienes hayan leído la obra del mismo autor titulada:
"Principios Rosacruces para el Hogar y los Negocios",
recordarán que cada página de aquel libro identificaba al Dr.
Lewis con las actividades internas de muchas y muy
poderosas compañías y sociedades del mundo de los negocios.
En efecto, el libro revela el secreto de la anterior vida de
trabajo del Dr. Lewis, antes de que dejara el campo de los
negocios y se dedicase casi exclusivamente a la dirección de
los asuntos de la Orden Rosacruz en los Estados Unidos de
América. Quienes estamos familiarizados con él y conocemos
su vida pasada, fácilmente comprendemos el significado de
las palabras de Arthur Stillwell, ex presidente de varias
instituciones financieras y uno de los primeros constructores
de ferrocarriles en América, cuando dijo: "H. Spencer Lewis
ha sido el verdadero socio comanditario y el consejero secreto
de más empresas importantes financieras en América, que
ningún otro ser viviente". Aún hoy día, a pesar del ímprobo
trabajo a que le obligan sus diversas actividades en relación
con la Orden Rosacruz, se le consulta por teléfono desde
todos los puntos del país, y por cartas y telegramas desde las
oficinas de los Consejos de Administración de importantes
Compañías, solicitando de él una de aquellas decisiones
seguras en algún asunto o problema que ofrecía dos aspectos,
dos soluciones y dos posibles líneas de acción.
Durante veinte años han preguntado mil veces los
negociantes: “¿Qué sistema o método especial emplea este
hombre que lo capacita para decimos qué debemos hacer y
qué no, y cuándo y cómo hemos de proceder en los asuntos de
nuestro negocio?” No por egoísmo se reservó el doctor Lewis
el secreto de su sistema y su aplicación en auxilio de quienes
le consultaban. Aunque recibía crecidos honorarios por sus
servicios y aún hoy día recibe acciones y obligaciones
unánimemente votadas a su favor por los Consejos de
Administración de las Compañías y Sociedades a las que
ayudó en grandes crisis económicas, he conocido centenares
de casos en que generosamente dio su consejo y auxilio sin
honorarios ni esperanza de remuneración de ninguna clase.
Pero el empleo de este sistema era su ocupación, y nunca tuvo
tiempo ni tendencia a establecer una escuela para enseñarlo.
Sin embargo, ha llegado el tiempo en que le parece que
los servicios prestados a la Orden Rosacruz han de absorber la
mayor parte de su tiempo, y que su interés en los negocios
mercantiles, industriales Y comerciales está de sobra como
probado por los éxitos obtenidos y no necesita complemento.
Por lo tanto, resolvió ceder su sistema y darlo al público en
forma tal, que todo hombre y mujer, en los negocios o fuera
de ellos, pudiera aprovecharse de parte de él para lograr éxito,
prosperidad y dicha en la vida.
Así, el sistema se ha concretado en palabras, tablas y
diagramas. Por mi parte quedé maravillado al leer los
primeros capítulos del manuscrito. ¡Qué mundo de sencillez
revelan las leyes Cósmicas al manifestarse en extraños ciclos
de vibraciones! Aquellos primeros capítulos merecen
estampar se en letras de oro y esculpirse en los más valiosos
metales. Bastan dichos capítulos para proporcionar a todos la
necesaria clave para comprender las extrañas fluctuaciones,
vicisitudes, cambios e inesperadas ocurrencias que
sobrevienen en todos los asuntos personales y que suscitan
problemas, preocupaciones, pruebas y tribulaciones de suma
gravedad. Saber por qué suceden estas cosas y que están
sujetas a periodicidad y no sobrevienen por casualidad ni
coincidencia, equivale a substraerlas de la categoría de lo
incognoscible que atormenta a todo hombre de empresa.
Los capítulos siguientes, que presentan al hombre como
un agente libre capaz de dominar su destino y ser dueño de su
porvenir, constituyen un monumento de lo mucho ha
contribuido su autor al bienestar y la dicha del género
humano.
Las palabras de dichos capítulos quebrantarán las cadenas
y grilletes que han esclavizado a millares de personas, mano
teniéndolas en la servidumbre de la incomprensión de los
sucesos de su vida y en la ignorancia de las posibilidades
latentes en la intimidad de su ser. Siguen a dichos capítulos
otros varios que explican al detalle los diversos ciclos y
períodos de las condiciones que afectan a nuestros negocios, a
nuestra salud, placeres, esperanzas, aspiraciones, y así se
añade al inestimable tesoro de los primeros capítulos, un
verdadero estuche que contiene raras joyas de inestimable
valor. Al comprobar en un examen de mi vida los efectos de
los ciclos y períodos en los últimos diez años, vi ante mí un
mapa de todo cuanto me había sucedido y un índice de todo
cuanto hubiera realizado, obtenido y allegado en mi vida, si
hubiera empleado este sistema desde hace años. También vi
en las tablas que toscamente y con no poca dificultad e
intenso placer había trazado, un completo bosquejo de lo que
me era posible llevar a cabo dentro de un mes, de un año y
durante varios años futuros. Vi mi carrera en la vida trazada
en tablas tan claramente como en la carta de navegar tiene
trazado el marino el rumbo de su buque, cuando zarpa de la
costa y pone su proa hacia la ignorada región de alta mar.
Un consejo quisiera dar a los lectores de este libro: lean
cuidadosamente cada palabra de los primeros capítulos hasta
comprender cada pensamiento y principio, y familiarizarse
con cada idea expuesta, pues es necesario comprender los
principios antes de aplicar los ciclos a los asuntos personales
de cada cual, a fin de cosechar el mayor bien de este
notabilísimo tratado.
Pasará el tiempo y la bibliografía mística, metafísica y
psicológica de los Estados Unidos contará con muchas otras
obras extraordinarias, importantes y útiles, pero no contará
con otro libro ni escrito tan revolucionario, tan admirable y
tan singular en su información práctica como este.
Contribuirá, más que cualquier otro libro publicado desde
la aurora de la civilización, a desarraigar las opiniones
supersticiosas que muchos tienen con respecto a las
influencias Cósmicas, y a conducir al hombre al
reconocimiento de sus magnas posibilidades.
Será un alto testimonio del valioso conocimiento poseído
por un Rosacruz, y del elevado carácter, motivo ideales
actividades de quienes por medio de la Orden Rosacruz, se
dedican generosamente su vida al beneficio de la humanidad.
E. V. R. 1929.
I
EL PROBLEMA DEL DOMINIO PROPIO
¡El hombre es víctima de la suerte o dueño de su destino!
No hay término medio ni posición neutral. Naturalmente. Hay
individuos que son maestros; dueños y creadores de su
destino, en cierta parte de su vida, y son víctimas inocentes de
la suerte en otras épocas. La vida de esas personas prueba
simplemente que el hombre puede ser dueño o esclavo, según
lo quiera.
El sistema enunciado en este libro para alcanzar el
dominio de sí mismo y para llevarlo a la práctica, es decir: el
dominio sobre la fatalidad o los hechos fatales, está basado en
la premisa de que el hombre es, esencialmente, el creador de
su ambiente circunstancias no el resultado de estas cosas. Casi
siempre una premisa es una presunción ó una suposición, pero
confío en que el lector, antes de haber terminado de leer este
libro, verá claramente que la premisa en este caso es una
verdad, y que las otras verdades de este sistema, basado en
dicha premisa, demuestran y comprueban la verdad
fundamental. Por lo tanto, si sois uno de aquellos que han
llegado a creer que el medio ambiente ha modelado
gradualmente la civilización, y que, de manera específica, ha
hecho del hombre lo que él es, y continúa controlándolo, os
ruego por vuestro propio bien y por vuestros intereses, que
desechéis esa creencia por el momento, mientras leéis este
libro y probáis sus principios; y suponed que la premisa sobre
la cual está fundado este sistema es verdadera, permitiéndole
así la oportunidad de seroso útil.
El principio fundamental implícito en este sistema del
dominio propio es aquel mismo que fue observado hace siglos
por aquellas mentalidades autodidactas y no académicas que
tenían que atenerse a las variadas y ocasionales
manifestaciones de la existencia del hombre y del
funcionamiento de la naturaleza, para determinar las leyes
naturales, tanto en el reino material como en el espiritual. Ese
principio, al cual se llegó por observación y que fue
perfeccionado por la prueba práctica, revela que toda vida y
toda existencia en el universo se expresa en Ciclos, cuya
periodicidad equivale a ritmo de ciertas repeticiones medidas
y armoniosas e impulsos que son de naturaleza cósmica.
La ciencia moderna, al examinar en el laboratorio las
manifestaciones microscópicas de las leyes naturales, ha
descubierto que todas las células vivientes y todos los cristales
de materia inanimada tienen diversos períodos de movimiento
rítmico, que comienza con su nacimiento y rige el proceso de
su desarrollo hasta la madurez y guía los pasos evolutivos que
preceden al proceso del decaimiento o de la reproducción de
otros individuos de su misma especie. Y se ha visto que la
periodicidad que distingue el ritmo de cada una de estas
especies y clasificaciones de materia, está armoniosamente
relacionada con la que se observa en los movimientos de los
planetas y con los efectos del ritmo de las mareas en las aguas
de la tierra y del crecimiento de la vida vegetal, lo mismo que
e la vida animal.
Hasta en el funcionamiento e los órganos del cuerpo
animal, como lo es el proceso de la respiración, el
funcionamiento del corazón y movimientos semejantes que
contribuyen a sostener la vida, hay un ritmo definido que se
asemeja estrechamente y tiene una relación armónica con los
ritmos mayores y más pronunciados de la energía cósmica.
No es mi intención ser demasiado técnico, ni siquiera
académico, en mi explicación de las leyes y principios que se
refieren a la causa del ritmo universal que constituye el
movimiento de la vida. Esas verdades están contenidas en las
enseñanzas Rosacruces y están destinadas a aquellos que
dedican su vida a las profundas investigaciones en que han
descollado durante muchos siglos los hombres de ciencia
Rosacruces. Baste decir que hay ciertas verdades evidentes y
otras fácilmente demostrables que forman una base para
ulteriores estudios en esta dirección.
Mi intención es la de hablar específicamente en este libro
acerca del ritmo de la vida, en cuanto él afecta al hombre y a
sus intereses. El estudio del sistema expuesto en este libro,
aun cuando se hiciera de manera poco profunda, abrirá el
camino para el dominio de los asuntos prácticos de nuestra
vida diaria, hasta el punto en que, en la mente de quienes
prueben el sistema, no quedará lugar a dudas acerca de la
universalidad de esa ley y de su efecto Universal sobre toda
vida y todas las cosas sin vida aparente.
Muchas veces se ha discutido si el hombre es o no un libre
agente, y un ensayo del sistema contenido en este libro
revelará que, por lo que respecta al derecho y privilegio de
escoger, el hombre es absolutamente un agente libre. Pero
también se hallará que una ley cósmica impersonal, y no un
dios personal, lo hacen responsa e por a elección que haga, en
toaos los casos.
En nuestra vida vemos el buen éxito de hombres y
mujeres que parecen haber sido afortunados en la elección de
su profesión, ocupación o aprovechamiento del tiempo, o que
fueron afortunados o tuvieron "suerte" al elegir la propiedad,
el material, el sitio o el tiempo para alcanzar la felicidad y la
buena fortuna, o que se atuvieron continuamente a impulsos
intuitivos al llevar a cabo sus asuntos en los momentos más
propicios. Por otra parte, vemos también aquellos otros que
parecen ser muy desgraciados en todas estas cosas, y debido a
la ignorancia de las leyes que allí se aplican, podemos atribuir
la fortuna o la desgracia a la casualidad o a la fatalidad.
El objeto del sistema expuesto en este libro es permitir a
todo hombre, mujer o niño, aprovechar ciertas leyes naturales
proceder en armonía con e as, para que cada quien llegue a ser
e dueño de su destino y, gracias a la armoniosa cooperación
con los ciclos de la vida, cosechar las mejores recompensas
que ofrece la fecunda disposición del plan cósmico.
Por consiguiente, sin ocurrir a creencias o prácticas
supersticiosas y sin invocar la influencia dudosa de poderes
hipotéticos y teóricos de naturaleza invisible, procediendo con
toda lucidez y razón, con un método científico de vida, los
hombres y las mujeres de temperamento práctico de estos
tiempos modernos, aun aquellos que puedan tener prejuicios
contra todo lo que es metafísico inusitado, pueden alcanzar
cambios vastos e importantes en su vida y dirigir nuevamente
sus carreras respectivas hacia una meta segura.
Con tal deseo en la mente, que el lector analice
cuidadosamente las breves explicaciones de las leyes y
principios contenidos en los capítulos siguientes, sin
menospreciar ninguno de ellos y sin rebajar su importancia a
causa de su sencillez.
II
EL LIBRE ALBEDRÍO DEL HOMBRE
Al considerar las acciones del hombre como libres o
sometidas o sometibles o predestinadas, el punto importante
que debemos examinar es el siguiente. ¿Son nuestros actos el
resultado de causas anteriores, o estamos dirigidos en todos
nuestros asuntos por influencias externas, semejantes a las
vibraciones cósmicas, impulsos mentales del exterior o
tendencias internas o ambientes? En otras palabras, ¿es
nuestra vida, tal como la vivimos generalmente, un efecto de
nuestro ambiente y de impulsos invisibles sobre los que no
tenemos dominio, y por medio de los cuales se nos presentan
oportunidades y tentaciones que aceptamos y utilizamos o
rechazamos y abandonamos?
Quienes sostienen que el hombre es un libre agente y que
no está regido por influencias externas, hacen la pregunta y no
llegan a conclusión alguna. El hombre es un libre agente en
todo sentido y tal como los expositores más entusiastas de esa
doctrina lo proclaman; pero eso quiere decir que el hombre es
siempre libre para escoger, para elegir y para resolver lo que
quiere hacer bajo cualquier circunstancia; ello implica que el
hombre nunca se ve forzado contra su voluntad a hacer nada,
y ni siquiera a pensar nada. Naturalmente, la verdadera
intención de la doctrina del libre agente tal como la proclaman
muchas escuelas filosóficas, es rechazar la idea de que el
hombre sea afectado por los deseos de Dios, por la autocracia
de las leyes naturales y espirituales, y por el funcionamiento
inevitable de la herencia. Sin embargo, estas cosas no afectan
al hombre en el sentido expuesto por aquella escuela
filosófica o por fanáticos que no comprenden los verdaderos
principios.
Los deseos de Dios pueden ser verdaderamente los
dictados de un ser omnipotente, y sin duda alguna el hombre
es afectado por la voluntad de Dios. Sin embargo, la manera
como se expresan la voluntad y los deseos de Dios y como
éstos pasan a la consciencia del hombre, es algo que entienden
muy poco aun aquellos que dedican su vida a promulgar las
leyes de Dios y el gobierno que Él ejerce en el universo. La
creencia en un dios personal que ha decretado el destino de
cada individuo antes de su nacimiento, que se manifestará
inevitablemente en la vida de cada individuo después de
nacer, sea cual fuere la voluntad del hombre y la aplicación
que haga del poder divino que tiene en su interior y que es su
derecho de nacimiento, es una creencia pagana, que no tiene
el apoyo de la vida misma ni el de las revelaciones de la ley
natural y espiritual cuando se la aplica de la manera
comprensiva.
Los estudiantes aprenderán con este sistema que la
voluntad y los deseos de Dios se le expresan al hombre en
forma de inspiraciones, y que estas inspiraciones pueden ser
llevadas hasta el hombre por medio de de tendencias,
impulsos, corazonadas y presentaciones propicias bajo la
forma de oportunidades y tentaciones. El hombre recibe tan a
menudo las tentaciones de hacer el bien como de hacer el mal.
Lo mismo puede decirse acerca de cualquiera de los
verdaderos principios de las influencias planetarias o de otras
influencias externas cósmicas. En cada caso, los efectos en el
hombre tienen la forma de estas tendencias, sin que tengan el
poder de imponer a la fuerza su aceptación por parte del
hombre. Por lo tanto, vemos que el hombre está afectado de
una manera continua y constante por las tentaciones oportunas
a actuar o a pensar. Misericordioso y justo en verdad fue Dios
al dar al hombre el poder y el privilegio de escoger y de
decidir por sí mismo cuando se encuentra tentado por las
oportunidades o por las inspiraciones o impulsos. Como libre
agente que puede escoger entre un impulso y otro, entre una
inspiración y otra, entre una tentación y otra, el hombre debe
atenerse a su decisión y asumir la responsabilidad.
Al convenir en que el hombre es un libre agente y tiene el
derecho y el poder de escoger en todos sus actos y en todos
sus pensamientos, tenemos todavía que considerar la índole y
la fuente de esos impulsos e inspiraciones que llegan hasta él
y que lo ponen en posición de elegir o escoger. Si no hubiera
diversas oportunidades que se presentan por sí mismas, y si no
hubiera diversos impulsos estímulos e inspiraciones que
ocurren a cada momento a cada hora, diariamente, durante
toda la vida del hombre, no habría razón para que este tuviera
la habilidad y el poder de escoger, y el hombre no habría
recibido la habilidad de razonar, de pensar y de emplear su
voluntad.
La maquinaria inconsciente de la fábrica no tiene
habilidad para analizar ni poder para actuar como libre agente.
De todas las cosas vivientes, solamente el hombre posee en el
más alto grado la, habilidad de actuar libremente y de escoger
según su propia voluntad. Ciertamente que no es hacer un
honor a la humanidad en general, el decir que la mayoría ha
escogido casi siempre erróneamente y que a la minoría se le
ha dejado la salvación y el progreso de la raza, debido al
ejercicio adecuado de esta gran prerrogativa.
En el año de 1918 escribí una monografía acerca de este
asunto, y allí dije que esto de que los impulsos, inspiraciones
y tendencias se presenten continuamente el hombre para hacer
una elección "junto con el estudio de la ley de la
compensación, merece un libro entero que pienso preparar si
hay demanda por el". Creo que ha llegado el momento en que
el hombre del Mundo Occidental deba conocer más acerca de
estas leyes y vivir en armonía con ellas como lo han hecho los
Maestros del Extremo Oriente y las personas más altamente
desarrolladas de aquellas regiones.
El hombre en sus asuntos de la vida diaria se ve
confrontado constantemente con la necesidad de decidir entre
dos planes, dos impulsos, dos proposiciones, dos tentaciones,
dos corazonadas". O puede también haber varios impulsos
completamente diferentes y varios planes completamente
distintos que exijan una elección. El hombre se ve también
frente a diversas tendencias en sus asuntos y tiene que escoger
entre un mayor desarrollo para algunos de ellos o una
restricción de otros. Todos los años se ve frente al problema
de la expansión o la reducción. El hombre se ve cara a cara
con decisiones importantes que deben tomarse y que afectan
el presente y el futuro de sus asuntos y negocios y el éxito de
su carrera personal.
En el hogar, la mujer se encuentra también frente a
problemas semejantes. Día a día, surgen dos impulsos, dos
estímulos o tentaciones sugeridas por los asuntos de los
miembros de la familia, las discusiones de vendedores y
agentes, las perplejidades de los asuntos personales del
marido que influyen en el crecimiento y desarrollo de la
familia, en sus intereses y en los asuntos íntimos y personales
de la esposa. La mujer de negocios y el Joven que comienza a
trabajar, o los que están tratando de establecerse en algún
campo especial, se ven continuamente en la necesidad de
tomar decisiones, en la quietud de sus pensamientos
personales, que indudablemente afectarán el resto de su vida.
A ellos como a los demás, llegan impulsos y estímulos,
oportunidades y tentaciones, aspiraciones y deseos, con su
fase negativa y su fase positiva, que deben ser considerados y
entre los cuales hay que escoger.
Según estas personas resuelvan, así determinarán su suerte
fundaran su destino. La suerte de un día, como la suerte de un
año, puede dejar sus resultados afortunados o desgraciados,
que afectarán la vida entera y la carrera íntegra de una persona
o de una empresa.
El ceder a un impulso o a una inspiración, el someterse a
un estimulo o a una tentación, o el aprovechar una
oportunidad sin ningún otro motivo o razón que el juicio
basado en un razonamiento analítico, equivale en la mayoría
de los casos a escoger entre el bien y el mal al azar, arrojando
al aire una moneda. El razonamiento del hombre no puede
elevarse por encima de las premisas sobre las cuales se basa, y
las premisas del conocimiento forman la base del
razonamiento analítico del hombre y pueden ser falsas porque
pudieran no incluir un conocimiento de las influencias
externas y de las leyes naturales que rigen la vida y los
asuntos del hombre.
Como el sistema contenido en este libro lo demostrará,
hay una periodicidad o ciclo de períodos que regulan los
períodos desgraciados de la vida de cada ser viviente, y
también el movimiento, el progreso, el desarrollo y la
madurez de cada cosa viviente, que comienza en un punto y
prosigue a su conclusión; ya sea esa cosa un negocio, un viaje,
la construcción de una casa o fábrica, la compra y venta de
mercancía, los malestares y enfermedades del cuerpo, la
concepción y el desarrollo de un embrión, el movimiento de
las mareas o cualquier cosa que sea creada o que adquiera su
existencia por las leyes naturales, mediante un decreto divino
o la voluntad del hombre.
Trabajando en armonía con los períodos de la propia vida
personal nuestra y los períodos del plan comercial, de la
proposición o de la creación del pensamiento del hombre,
puede alcanzarse el mayor éxito, mientras que procediendo
fuera de armonía con estos períodos o en ignorancia de ellos,
se alcanzará el fracaso, la perdida y la derrota.
El hombre es el libre agente que escoge si ha de trabajar
en armonía con las leyes universales del ritmo, si ha de
proceder escogiendo el bien o el mal. Pero el resultado de su
elección seguirá automáticamente a ella, y este resultado
inevitable constituye la manifestación de la ley de la
compensación.
El que escoge rectamente y procede en armonía con la ley
se llega a convertir en el dueño de su destino, mientras que el
que fracasa en escoger rectamente y procede fuera de armonía
con la ley es un esclavo de su suerte y una víctima de un
destino creado inconscientemente.
III
EL RITMO CÓSMICO Y LOS CICLOS DE LA VIDA
Los tontos tratan de ignorar los hechos fenoménicos de la
vida, simplemente porque no pueden aprender la teoría lógica
que los explica. Con toda la lógica a nuestra disposición,
podemos razonar dentro del reino de las posibilidades todo
aquello que pueda llamarse explicación teórica del ritmo
cósmico que produce los diversos ciclos de la vida, pero no
podemos con la misma lógica racional negar los hechos que
han sido observados. En el mismo grado podría negarse la
existencia de la electricidad, porque su fuente y su naturaleza
pudieran no ser todavía conocidas de todo aquel que lee,
aunque sus manifestaciones prueban que es una verdad en el
mundo de los fenómenos; asimismo podemos ignorar las
vibraciones invisibles del ritmo cósmico y sonreír ante la
posibilidad de que estas cosas estén divididas en ciclos
manifiestos o períodos a pesar de que los fenómenos y hechos
pueden observarse y son innegables.
Hay explicaciones que los hombres de ciencia pueden
llamar teóricas y que el metafísico llamará verdaderas, que
revelan las leyes y los principios de las vibraciones cósmicas.
Pero estas explicaciones no tienen lugar en este libro, y en
realidad se refieren a los fundamentos de las enseñanzas
secretas de los Rosacruces que no pueden publicarse en
ningún libro público o Impreso, de ninguna clase. Además,
estas verdades no servirán de nada en este momento, y,
creyendo que este libro será utilizado por quienes tengan
mentalidad práctica y deseen un sistema aplicable sin
necesidad de estudio profundo, he evitado cualquier postulado
innecesario con respecto a las leyes del mundo cósmico o
espiritual.
Baste decir, por lo tanto, que toda la energía del Universo,
sea cual fuere su naturaleza, no tiene más que una sola fuente,
pero en sus emanaciones y radiaciones se dividen en diversas
fases de ondulaciones que los Rosacruces llaman vibraciones.
Estas ondulaciones tienen cierta periodicidad o sea períodos
de manifestaciones quinéticas y estáticas semejantes a las
radiaciones de la antena de una estación emisora de radio.
Podemos concebir estas diversas ondulaciones como de
diferente longitud de onda, de diferente tasa vibratoria o de
diferentes períodos, como nos plazca, pero la verdad es que
los efectos resultantes de las diferentes ondas de radiaciones
explican las diversas formas de energía conocidas y
desconocidas del universo.
Supongo que las personas interesadas en el estudio de las
vibraciones saben que las vibraciones pueden dividirse en
muchas "octavas" de manifestación, y que cada octava puede
dividirse en muchas formas diferentes de manifestación, tanto
en el mundo espiritual como en el material. Hasta las pocas
octavas que cubren las manifestaciones del sonido tienen
variedad en sus manifestaciones; porque algunas de las tasas
vibratorias de esas octavas de sonido pueden ser tan graves o
bajas que resulten inaudibles para una persona común y
corriente, y sólo se manifestarán como tacto, mientras que
otras pueden ser tan altas que resulten inaudibles pero que se
manifiesten como luz o de alguna otra manera, ya sea mental,
ya sea metafísica. La electricidad ordinaria es
incuestionablemente otra forma del campo periódico de las
vibraciones universales, como lo es también la esencia divina
del alma, la fuerza vital del cuerpo animal y las vibraciones
más bajas de vitalidad de la vida vegetal y mineral.
Además de estas manifestaciones producidas por las
diversas tasas vibratorias de la energía cósmica, esa energía
dirige y controla el movimiento rítmico de todas las cosas del
universo, y apenas es necesario recordar al lector que el
movimiento es el principio fundamental de todas las cosas
materiales y que si el movimiento quedara eliminado en el
universo, no veríamos, ni oiríamos, ni sentiríamos nada. La
materia en sí misma es el resultado del movimiento de los
electrones que se prolonga en los átomos y en las moléculas.
El movimiento electrónico, a su vez es el resultado del
movimiento producido por la; pulsaciones rítmicas de la
energía cósmica.
Como se dijo en un párrafo anterior, todo lo que existe en
el universo se manifiesta de acuerdo con un ciclo rítmico
característicamente propio, y todo lo que ha tenido un
comienzo gracias al cual se convirtió en entidad distinta,
progresa en tiempo de acuerdo con un ciclo de desarrollo
característicamente propio también. Quienes han tenido el
placer de leer las explicaciones más sencillas de la hipótesis
de la relatividad de Einstein, junto con otras recientes
explicaciones de la relación teórica que tienen el tiempo, el
movimiento y el espacio, comprenderán que el tiempo, en sí,
es una relación artificial entre el movimiento y nuestra
consciencia o captación. Cuando se supo que nuestra
consciencia de las impresiones visuales requiere un mínimum
de un octavo de segundo para captar la impresión, y que la
impresión registrada en la retina permanece allí un
dieciseisavo de segundo después de que la impresión visual ha
desaparecido, se vio que si se tiene una impresión visual que
dure un dieciseisavo de segundo y la consciencia de ella
perdura un dieciseisavo de segundo, tendremos un período de
captación que durará dos dieciseisavos de segundo, o sea un
octavo, dividido así: un dieciseisavo de impresión física
verdadera y otro dieciseisavo de impresión repetida. Este
descubrimiento se hizo por medio de lo que pudiera llamarse
psicología experimental, unida a un análisis metafísico del
elemento tiempo en la captación consciente.
De este análisis metafísico o casi místico, procede el
invento práctico del kinetoscopio, que más tarde fue
desarrollado paso a paso hasta convertirse en la moderna
cámara cinematográfica y proyector cinematográfico de hoy.
Sin embargo, del hecho fundamental de que la consciencia
objetiva, mundana, requiere el elemento tiempo para captar y
traducir la impresión a comprensión es de donde proviene que
nos hayamos acostumbrado a asociar un período definido de
duración o de progreso, con la existencia de todas las cosas; e
inconscientemente establecemos una escala o norma de
medida del tiempo, mediante la cual podemos tener
consciencia, relativamente, de la existencia de cada cosa en la
vida.
Los Rosacruces, que enseñaron los principios de la
relatividad y los fundamentos del estado hipotético llamado
tiempo y espacio mucho antes que Einstein o sus
predecesores, saben que la consciencia psíquica del hombre
no requiere el elemento tiempo para su captación, como lo
requiere la consciencia objetiva o mundana, y por lo tanto, en
el estado de sueño o en cualquier estado psíquico, la sucesión
de los hechos que se desenvuelven en la consciencia no
requiere el elemento tiempo para su captación; la progresión o
serie de los sucesos queda desunida de la norma objetiva de la
medida del tiempo. Así, en un sueño o en un estado psíquico
de consciencia pueden ocurrir acontecimientos y pueden ser
captados por la consciencia, todo en un fragmento de
segundo; pero, al trasladarlos a la consciencia objetiva en
estado de vigilia, serían necesarios minutos enteros para
explicarlos y asociados con un período de tiempo que puede
durar de cinco minutos a cinco horas o más. No es raro que un
sueño que parece cubrir un período objetivo relativo de una
hora o más, haya requerido apenas una fracción mínima de
tiempo para suceder en el estado psíquico. En realidad, no
tenemos ninguna razón para creer que los sucesos del estado
psíquico tengan ningún período del elemento tiempo en sí, y
no progresen en relación con nuestra consciencia objetiva del
tiempo.
En palabras más sencillas podríamos decir que todos los
acontecimientos y todas las cosas que existen como sucesos,
están asociados en la consciencia objetiva con el tiempo,
puesto que requieren tiempo para ser captados por nuestra
mente objetiva. Es un hecho que no podemos tener
consciencia, de una manera analítica, de dos cosas diferentes
al mismo tiempo, y que cuando tratamos de tener consciencia
o de atender a dos cosas en el mismo tiempo objetivo, sólo
podemos tener consciencia de ellas de manera intermitente,
logrando que cada impresión diferente siga la una a la otra
dejándoles, una facción de segundo a cada una para su
captación. Así, un hombre puede caminar por la calle entre
muchos peatones, leyendo un libro. Él puede lograr leer de
manera comprensiva cada palabra de la página y al mismo
tiempo evitar tropezar con otras personas, y dar así pasos
hacia adela.nte, hacia un lado, o detenerse, como sea
necesario para poder caminar. Se puede creer que tiene
consciencia de su marcha y que maneja sus pasos, y que al
mismo tiempo tiene consciencia de su lectura; pero en
realidad él está dividiendo su atención alternativamente entre
las palabras del libro y los pasos que da. Esa alternabilidad de
la captación consciente o de la comprensión, puede ser tan
rápida que dé la impresión de que ambas cosas son
simultáneas. No es la serie de los sucesos lo que
verdaderamente requiere el elemento del tiempo consciente
con que estamos familiarizados, sino nuestra consciencia de la
serie de los acontecimientos, y ésta es siempre relativa y
ficticia, pues no está fundada en términos cósmicos.
El progreso observable de los acontecimientos se imprime
en la consciencia en períodos de tiempo que constituyen lo
que se denomina una periodicidad definida o un ciclo
definido, y como ya se ha dicho, cada acontecimiento
comienza un ciclo propio según el cual progresa hasta
culminar y luego terminar. Estos ciclos se denominan el ritmo
de la vida cuando están asociados con nuestra propia
existencia de seres humanos, pero más comúnmente se les
llama ciclos de progreso cuando están relacionados con
nuestros asuntos materiales.
Así, cada ser humano tiene un ciclo de existencia dividido
en períodos idénticos para todos los seres. El ciclo comienza
con el primer aliento de la vida que penetra por la nariz y dura
aproximadamente ciento cuarenta y cuatro años. Muy pocos
logran completar este ciclo de la vida, a causa de la violación
de leyes naturales o a causa de una vida inarmónica. Los
acontecimientos mundanos tienen dos ciclos, llamados el
ciclo mayor y el menor. El ciclo mayor es de un año solar o
aproximadamente de trescientos sesenta y cinco días, mientras
que el ciclo menor es de un día solar, o aproximadamente
veinticuatro horas. Otros eventos o sucesos de nuestra vida,
como la mala salud, enfermedades accidentes y fiebres, tienen
también ciclos que varían en duración de acuerdo con la
índole misma de cada cosa, así como la gestación del embrión
humano y de otros embriones animales tienen ciclos de
diferente longitud, como lo tiene también la gestación de las
semillas en la tierra.
Cada ciclo se divide en períodos de igual longitud y cada
uno de estos períodos produce ciertos efectos precisos en el
progreso de la cosa regida por el ciclo. En el capítulo
siguiente se explicará todo esto, pero el punto importante
ahora es que, de la misma manera que la respiración, bajo
cualquier condición, y laudo del corazón y funcionamiento de
otros órganos del cuerpo, son rítmicos y están de acuerdo con
ciertas clases de periodicidad que han llegado a constituir una
norma cuya alteración indica al médico un estado anormal,
asimismo todas las cosas de la vida se mueven rítmicamente y
el ritmo natural y normal de cada cosa en su ciclo está en
armonía con los ritmos cósmicos. Cuando una cosa cualquiera
tiene un ritmo que está fuera de armonía con los ritmos
cósmicos, esa cosa es anormal o bajo lo normal y, por lo
tanto, está en vías de destrucción o de caducidad. Estando en
ritmo con el cósmico o en armonía con el infinito es como el
hombre puede conservar su salud y sus ocupaciones de
manera progresiva hasta el más alto grado, de manera que se
manifiesten con abundancia en salud felicidad, prosperidad y
paz.
IV
LOS PERÍODOS DE LOS CICLOS TERRENALES
En el capítulo anterior dije que como el ser humano es una
entidad, félsicamente, asimismo cada evento o cada ser creado
por la naturaleza o por el hombre que tenga un principio en su
expresión física en el plano terrestre, es, una entidad, y tiene
un ciclo de existencia característicamente suyo. Esto se refiere
también a las enfermedades o a los accidentes como
vulgarmente se llaman, porque ellos también son el resultado
de las acciones del hombre, y, por lo tanto, creados por él, y
tienen un punto de partida mundano definido y un ciclo de
existencia.
Los ciclos de tiempo para la existencia de las cosas son
como líneas dibujadas desde un punto de partida y que
continúan en trechos diferentes. Cada una de esas líneas está
dividida en períodos o segmentos, secciones o sectores, como
queráis llamarlos, de igual longitud. Cada uno de estos
sectores constituye una manifestación diferente de impulso o
influencia cósmica, que tiende a dirigir el progreso y el
desarrollo de cada cosa.
Los antiguos filósofos aceptaban la declaración del
célebre filósofo que d.ijo que en el comienzo de toda la
creación, Dios geometrizó. Es cierto que mientras mas
buscamos el origen y el funcionamiento de las leyes
espirituales y naturales, más vemos que el plan total del
universo y el plan incidental de cada cosa individual del
universo, funcionan y se manifiestan de acuerdo con los
principios de la geometría. Así, Dios es el gran Arquitecto y
Matemático, y el mapa muy complicado de diseños y
movimientos geométricos para la acción y existencia de todas
las cosas es comprendido por el hombre sólo muy lentamente.
Pudiéramos no conocer nunca el origen y el plan general de
todo el universo de Dios, y pudiéramos no conocer nunca la
razón del progreso matemático de todos los sucesos. Pero
podemos conocer por medio de la observación y por medio de
la prueba, el efecto de este progreso matemático en nuestra
vida. Ya hemos dicho que cada acontecimiento empieza en un
punto de partida, que es el comienzo de una línea de progreso,
y esta línea constituye su ciclo matemático, equivalente a una
curva que comienza en la concepción y nacimiento del
suceso, que alcanza la cumbre de la curva en su madurez y
declina en su curva hasta el último punto o finalidad. La
expresión "curso de los sucesos" está basada en una muy
antigua y continua observación de que la mayoría de los
sucesos revelan un curso de avance o progreso muy claro y
definido. Este hecho ha sido tan poco considerado en el
mundo de nuestros asuntos diarios, por parte del atareado
materialista, que éste ha descuidado uno de los principios mas
útiles entre todos los principios metafísicos, y es solamente el
Rosacruz quien constantemente hace el mapa de su vida de
sus asuntos diarios, de acuerdo con el progreso geométrico y
matemático que funciona a través de toda la vida. De aquí
proviene el secreto de su éxito, de su poder y de su habilidad
para ser el verdadero dueño de su vida, en vez de la víctima
del destino o de la suerte. El Rosacruz comienza sus estudios
por una asimilación cuidadosa de los ciclos fundamentales de
la vida y se familiariza con la periodicidad de todas las cosas
en el reino animal, en el mineral y en el vegetal. Finalmente,
llega también a conocer, gracias a sus estudios, su propia
relación con los Ciclos cósmicos y aquellos períodos en que
puede hacer las cosas más deseables en los momentos
propicios. Es esto lo que ha hecho merecer al Rosacruz, en los
muchos siglos pasados, el título de Maestro, porque llega a ser
el maestro o dueño de su propia vida y de sus propios asuntos.
Podemos comparar la línea que representa el curso
progresivo de los acontecimientos de la vida a la línea trazada
sobre un mapa que el Capitán de un navío en pleno océano
trata de seguir cuando sale del puerto de Nueva York para
llegar al puerto de Liverpool. Esta línea en el mapa puede
tener varios millares de kilómetros de largo, o puede decirse
que dura siete días. En el último caso, podemos decir que el
ciclo del viaje por el océano, o el progreso del viaje, es de
siete días de duración y está dividido en siete períodos de un
día cada uno. El primer período de un día comienza en la hora
y en el minuto en que el buque abandona el muelle. El
segundo período de un día comienza justamente 24 horas más
tarde, y los otros períodos siguen de la misma manera. Así, el
viaje es un ciclo de siete períodos y podríamos, por lo tanto,
decir que la periodicidad del ciclo del viaje es de siete días o
de siete períodos. Cada uno de estos días producirá un efecto
diferente en los sucesos del viaje. El primer día pudiera
producir como manifestación un mar agitado, con vientos y
tormentas. El segundo día pudiera producir un mar tranquilo
con todas las ventajas necesarias para avanzar rápidamente y
recuperar el tiempo perdido durante el primer día. El tercer
día pudiera producir no solamente un mar tranquilo sino una
temperatura tibia, con viento favorable que permita a todos
gozar lo más posible del viaje y facilite al buque navegar a
mayor velocidad. El cuarto día pudiera producir un mar
moderado con un fuerte viento contrario que pudiera dilatar el
progreso, y los otros días pudieran producir otros efectos
diferentes. Si el capitán y los pasajeros conocieran la
verdadera periodicidad de su viaje, estarían preparados para
ciertos acontecimientos, y en vez de ser víctimas de la suerte,
como vulgarmente se le llama, estarían prevenidos y
precavidos para dominar todas las circunstancias y
condiciones.
El viaje de la vida es mu semejante a un viaje por mar, y
cada vida comienza en un punto de partida ligeramente
diferente. Hasta una observación somera reveló que hace
mucho tiempo que la vida del hombre está dividida en
períodos, como los días de un viaje por mar, con
acontecimientos definidos que suceden durante cada período.
Un ser humano cualquiera carece de consciencia de esos
períodos, e ignora todavía más acerca de cuáles
acontecimientos se presentarán con mayores probabilidades
durante cada uno de estos períodos. Por lo tanto, ese ser no
está preparado para hacerles frente sino cuando están ya en
plena manifestación, y está en posición desventajosa para
resolver los problemas de la vida debido a su falta de
conocimientos con respecto a las tendencias favorables que
presidirán cada período sucesivo. El curso de un negocio, ya
sea de fabricación, de venta de artículos o cualquier otra línea,
tiene un ciclo definido o una serie de ciclos de un año cada
uno, que comienza el primer día en que el negocio empieza a
funcionar o en que el dueño o propietario ingresó a él. Cada
uno e esos períodos o ciclos anua es está dividido en
segmentos de longitud definida, en los cuales con toda
seguridad se presentarán ciertas tendencias, condiciones y
circunstancias, que los harían desafortunados para nosotros si
no los conociéramos o los comprendiéramos mal, y que
podrían ser, por el contrario, sumamente afortunados si los
comprendiéramos y los aceptáramos ventajosamente.
Así vemos que los ciclos de la vida constituyen
verdaderamente un mapa geométrico o un diseño matemático,
por medio del cual podemos planear mecánica y exactamente
nuestra vida y las influencias externas, y aprovechar estas
cosas o ignorarlas y entonces tendremos que someternos
inocentemente a ellas. En un caso, somos dueños de nuestro
destino, en el otro caso, seremos víctimas de nuestra suerte.
V
LOS PERÍODOS SIMPLES DE LA VIDA HUMANA
Uno de los ciclos más sencillos y aparentes de la vida
humana es el que observaron los antiguos y emplearon como
base de muchos planes matemáticos y geométricos de las
actividades de la vida. Aun en la ciencia moderna de la
medicina, y en muchas de las nuevas formas de la estadística
y del análisis de los economistas, este antiguo esquema de la
vida humana se emplea de manera fundamental.
Según este ciclo primario, la vida humana está dividida en
una serie de períodos, cada uno de los cuales dura
aproximadamente siete años solares completos, o sea siete
años de 365 días, más o menos, cada uno.
Como simple ejemplo de cómo se manifiesta este ciclo
sencillo, y no con el fin de emplear dicho ciclo como parte del
sistema que explicaré más adelante, quiero llamar vuestra
atención hacia el hecho de que podemos dividir fácilmente
nuestras vidas en períodos de siete años, y observar cómo
cada período ha producido sus resultados definidos o sus
efectos visibles en nuestro crecimiento, desarrollo y dominio.
Consideremos el primer período de siete años. Esta es la
época de nuestra primera infancia, en la que se echan los
cimientos de nuestra educación y de nuestro desarrollo
cultural. Es verdaderamente un período de descubrimientos
dentro de sí mismo, por lo que respecta al mundo material
objetivo y a nuestra relación con él. Aprendemos a caminar y
a hablar, a manejar nuestro cuerpo y a relacionarnos
debidamente con nuestro medio ambiente físico y material.
En el segundo período de siete años, desde los siete a los
catorce años de edad, se efectúan ciertos cambios físicos en
nuestro desarrollo y el lado mental de nuestra naturaleza
ocupa un segundo plano entre los cambios que ocurren.
Es inmediatamente antes de terminar el segundo período
cuando, tanto en el varón como en la mujer, ocurren los
importantes cambios físicos que preparan para la tercera
etapa. Si estos cambios no ocurren antes de terminar el
segundo período, el niño es psicológica y fisiológicamente
bajo lo normal, y tanto su fisiología como su psicología han
reconocido de manera inconsciente este segundo período del
ciclo de la vida.
En el tercer período de siete años, desde los catorce hasta
los veintiún años de edad, los cambios físicos pasan a un
plano secundario junto con el mental, y el lado psíquico de la
naturaleza humana se desarrolla principalmente. Esto
desenvuelve el sentido de responsabilidad, y produce
dignidad, amor propio y carácter en el individuo. Es durante
este proceso cuando el individuo alcanza ese grado de
desarrollo psíquico y psicológico, lo mismo que mental y
fisiológico, que convierte al individuo en un ente capaz,
calificado para asumir responsabilidades legales. La persona
que no alcanza este grado al cumplir los veintiún años de
edad, está atrasada en su progreso y se clasifica como
incompetente y bajo lo normal.
El cuarto período de siete años, de los veintiuno a los
veintiocho, es aquel en que se efectúa un fuerte desarrollo en
la naturaleza emocional, que lleva consigo el
desenvolvimiento de la chispa emocional que se despertó en
el período anterior. Durante estos siete años el individuo
adquiere estabilidad, mayor sentido de responsabilidad, algo
de suavidad en su naturaleza y una actividad gradual en
aquellas facultades superiores y adormecidas que se designan
con el nombre de intuición, telepatía mental, psicometría
inconsciente y otras facultades psíquicas semejantes, junto
con un despertar del interés por la música, el arte, el lenguaje
y lo que podría llamarse las cosas superiores y religiosas de la
vida. La ausencia de cualquier manifestación en el desarrollo
de estas facultades durante este período, indicará al psicólogo
o al psiquiatra un desarrollo que no es normal.
En el siguiente período de siete años, de los veintiocho a
los treinta y cinco, los procesos creadores de la mente están
más activos y la habilidad para visual izar, imaginar y crear
mentalmente se ha desarrollado mucho, con un progresivo
entonamiento o estado de armonía con la Consciencia
Cósmica y con las normas éticas de vida. Es durante este
período cuando los inventores importantes han logrado
mayores progresos y cuando el hombre de empresa se siente
lleno de energía y de buen éxito. Es también digno de notarse
que durante este período muchos de los más grandes filósofos
del mundo, de los avatares y místicos, hallaron
inesperadamente la Iluminación Cósmica, que es el
entonamiento completo con la Consciencia Cósmica. Los más
grandes de ellos han comenzado su misión mundial y han
escrito sus mejores obras durante este período.
En el período siguiente, de los treinta y cinco a los
cuarenta y dos años de edad, el hombre entra en una etapa de
desarrollo que despierta el deseo de explorar, investigar y
revelar grandes conocimientos y verdades ocultas de la vida.
Cierta inquietud se apodera de su naturaleza, que lo hace estar
descontento con la monotonía del logro personal y egoísta, y
aviva en su ser la emoción humanitaria y fraternal que lo hace
desear compartir lo que tiene con el mundo, o si apenas tiene
algo más que tiempo y conocimientos que compartir, desea
explorar y descubrir y propagar a las masas, para beneficio de
ellas, las cosas que le han sido reveladas. Es durante este
período cuando los hombres comienzan a disponer y emplear
la gran fortuna que han acumulado o que han heredado,
erigiendo bibliotecas o contribuyendo en favor de las artes, las
ciencias, escuelas, colegios y universidades o expediciones de
exploración o empresas inventivas, etc. Es este
verdaderamente el período culminante de todos los años que
han precedido en la vida del ser humano, y en él comienza el
sistema de compensación de la vida del individuo corriente,
por medio de la cual siente la necesidad de devolver al
Cósmico y a la humanidad algunos de los beneficios de que
ha disfrutado.
En el período siguiente, de los cuarenta y dos a los
cuarenta y nueve años, el deseo de descansar, meditar y
reflexionar filosóficamente constituye un nuevo capítulo del
ser humano, que se desarrolla de manera especial y enérgica
en cada caso, hasta que el individuo se convierte en una nueva
persona con nuevas esperanzas, nuevos deseos, un nuevo
punto de vista en la vida y una nueva meta y un nuevo ideal
hacia el cual se encaminan sus actividades. La mente se
inclina más fuertemente hacia la religión y la filosofía que
hacia los negocios, y también hacia aquellas actividades
humanitarias que producen con suelo y paz, por prestar ayuda,
felicidad y salud a los desdeñados, desconsolados o
pesimistas. Este período funciona en la vida de una persona
común y corriente, de una manera tan segura en cierto grado,
que puede fácilmente juzgarse la edad aproximada de un
personaje descollante observando las tendencias de sus
costumbres y la orientación de sus pensamientos, aun cuando
esa persona esté entre circunstancias moderadas que no le
permitan hacer otra cosa que desear llevar a cabo lo que tiene
en su corazón y su mente.
En el siguiente período de siete años, de los cuarenta y
nueve a los cincuenta y seis, hallamos una tendencia hacia un
mayor retiro de lo que constituye la ambición personal o
egoísta, acompañada de una reducción gradual de la vitalidad
y de las proezas físicas, pero compensada por una naturaleza
altamente armonizada con lo psíquico y mental. Aquí el
péndulo de la existencia comienza a oscilar, apartándose de lo
que es la formación de un ser físico para inclinarse hacia la
formación de un ser espiritual, y por esta razón el cuerpo
físico comienza a perder sus fuerzas para combatir la
enfermedad, y para dominar el desgaste de los accidentes y de
los excesos que afectan la vitalidad. Las estadísticas vitales de
las compañías de seguros y de las oficinas gubernamentales
demuestran claramente los grandes cambios que se efectúan
en el cuerpo físico durante este período lo mismo que en el
precedente, a medida que el péndulo comienza una nueva
oscilación que lo lleva de lo físico a lo espiritual.
En el período de los siete años siguientes, de los cincuenta
y seis a los sesenta y tres, continúan las condiciones del
período anterior, pero acompañadas esta vez por una madurez
de las facultades mentales junto con un debilitamiento de la
fuerza física, que convierte al individuo más y más en un ser
psíquico y espiritual, en armonía con todo el propósito de este
ciclo de progreso. Como el hombre ha nacido para ser un
alma viviente, y no simplemente un cuerpo físico animado por
un alma, así va evolucionando, período a período, desde el
nacimiento hasta los sesenta y tres años de edad, desde un ser
físico hacia un ser espiritual, aproximándose así cada vez más
al propósito inevitable de su existencia.
Los otros períodos de siete años van contribuyendo cada
uno al desarrollo espiritual y al desgaste gradual del cuerpo
físico. El fin del ciclo ocurre aproximadamente a los 144
años, para que el ciclo de la vida pueda armonizar con los
otros ciclos y otros períodos que trataremos más adelante.
Podemos ver en este sencillo ciclo de períodos de siete
años un ritmo de vida que es universal para todos y que está
de acuerdo con un plan matemático y geométrico que es
incomprensible, a menos que estudiemos todas las leyes
cósmicas y conozcamos, como lo hacen los Rosacruces en sus
enseñanzas superiores, el plan universal del ritmo cósmico.
Pudiera aquí hacerse esta pregunta: "¿Si éste es un ciclo
universal para todos los seres, se manifestarán en él los
mismos efectos en la vida de aquellos que pertenecen a las
secciones primitivas del mundo, lo mismo que sucede con los
que viven en las secciones más modernas y cultas?" En
contestación sólo podemos decir que la observación ha
demostrado que el ciclo manifiesta sus efectos en todo ser
humano de acuerdo con el progreso del individuo a través de
los ciclos mayores de la vida universal. Dicho de otra manera,
las manifestaciones en la vida de cada individuo están de
acuerdo con la etapa del desarrollo suyo. Ya sea que uno crea
en la doctrina de la reencarnación o no, no es posible negar
los efectos de la evolución hereditaria, o los efectos
revolucionarios de las generaciones progresivas. Cada
generación de seres humanos de tipo normal alcanza un grado
mayor de sensibilidad a la influencia de estos ciclos de la
vida. Para el primitivo o salvaje de algunas partes del mundo,
los períodos indicados arriba solo producirán aquellas
manifestaciones y cambios en su naturaleza que estén de
acuerdo con su etapa de evolución. Dicho en otras palabras,
que estén a la par de su grado de progreso a través de los
ciclos mayores de la vida universal. En un grado menor, hay
una variación considerable en estas manifestaciones entre
aquellos individuos que son de una nación y una raza, aun en
las partes mas, civilizadas del mundo. Por ejemplo, aquí en
América hay personas en quienes se manifiestan de manera
más definida y clara los efectos de estos períodos del ciclo,
que en otros; y hasta una investigación somera de la vida de
esas personas demostrará que uno está más evolucionado en
las líneas universales del desarrollo cultural que otro.
Podemos comparar estos períodos de siete años del ciclo
con las notas individuales de una octava en el piano. Cada
octava tiene sus notas, separadas por períodos definidos o
tasas de vibraciones, y los períodos de una octava son
idénticos a los períodos de otra octava. Podemos, pues, decir
que el hombre salvaje o primitivo esta viviendo a través de un
ciclo de vida que es comparable a una de las octavas menores
del teclado del piano, y aunque él pasa por las notas
periódicas de ese ciclo, ellas no se manifiestan a través de él
con la misma entonación o con las mismas vibraciones
armónicas que en otra persona de un país más civilizado, que
puede estar pasando a través de una de las octavas superiores.
De acuerdo con la doctrina de la reencarnación Y de acuerdo
con la doctrina de la evolución del carácter y de la
personalidad, cada ser humano pasa por ciclos sucesivos, que
es como Ir pasando por las diversas octavas de un teclado,
desde la menor hasta la superior. No tenemos consciencia de
qué cosa es la octava inferior, y no podemos tener,
consciencia de cuál será la octava superior, o la última, SI es
que la hay, entre los ciclos de la vida. Porque la vida en sí es
continua e inmortal, y, por lo tanto, no puede tener comienzo
ni fin. Nuevamente quiero advertiros que toda tentativa de
concebir el principio o el fin de los ciclos de la vida, o aun de
los ciclos que tienen una duración de tiempo, es tratar de
reducir nuestra comprensión a una consciencia en el tiempo
que es algo completamente relativo y relacionado con lo finito
y no con lo infinito. Esto quedo explicado en el capítulo
anterior de este libro.
VI
EL CICLO COMPLEJO DE LA VIDA HUMANA CON LA
DESCRIPCIÓN DEL CICLO NÚMERO DOS
En el capítulo anterior bosquejamos el ciclo vital de cada
ser humano, que cubre aproximadamente ciento cuarenta y
cuatro años y que está dividido en períodos de siete años cada
uno. Ahora nos ocuparemos de otro ciclo, que dentro del
sistema que explicaremos después en este libro, designaremos
como el ciclo número dos. Es este el ciclo que tiene que ver
con nuestros asuntos personales y mundanos cada año.
El ciclo número dos tiene una duración de 365 días, es
decir: se renueva y comienza otra vez en cada uno de nuestros
cumpleaños. Por lo tanto, la duración del ciclo número dos es
de un cumpleaños a otro. Este ciclo está dividido en siete
períodos, cada uno de cincuenta y dos días, más o menos, y
algunas horas más, o sea, más exactamente, cincuenta y dos
días, y un séptimo. Esto quiere decir que cada año de nuestra
vida, desde un cumpleaños a otro, está dividido en siete
períodos durante los cuales ciertas condiciones son favorables
o desfavorables para ciertas cosas que deseamos hacer y que
tenemos que hacer en el curso de nuestra existencia terrenal.
Este ciclo es algo complicado; sin embargo, si el lector me
sigue atentamente y consulta las tablas e ilustraciones que se
dan en este capítulo, no tendrá ninguna dificultad para
comprender y utilizar el ciclo número dos, que lo ayudará a
alcanzar el dominio propio.
Como se dijo antes, el ciclo número dos va de un
cumpleaños a otro. No tiene nada que ver con el calendario
anual, o sea el año del calendario que comienza en enero y
termina el último día de diciembre. Esto quiere decir que cada
individuo tiene un ciclo que le es propio. La única manera en
que dos o más personas pudieran tener el mismo ciclo sería
que estas personas hubieran nacido en el mismo día. Si una
persona, por ejemplo, ha nacido el 20 de marzo, entonces su
ciclo anual va desde el 20 de marzo hasta el 19 de marzo del
año siguiente, durante cada uno de los años de su vida. Si una
persona ha nacido el segundo día de junio, su ciclo irá desde
el segundo día de junio hasta el siguiente primer día de junio,
del año siguiente. Esto debe tenerse presente para que no haya
confusión con el año común que va de enero a enero; también
debemos tener presente que este ciclo nada tiene que ver con
períodos astrológicos que comienzan y terminan alrededor del
día 21 hasta el 23 de cada mes.
Por lo tanto, al calcular los siete períodos de cada uno de
nuestros ciclos anuales debemos empezar por dividir nuestro
propio año en secciones de más o menos cincuenta y dos días
cada una. Si hemos nacido, por ejemplo, el día 20 de marzo,
comenzaremos con ese día y contaremos cincuenta y dos días,
y luego otros cincuenta y dos, y otros cincuenta y dos, y así
sucesivamente. Lo mismo sucedería si hubiéramos nacido el
día 2 de junio, o en cualquier otro día.
Para comodidad en calcular estos períodos, hemos
insertado en estas páginas un calendario de 365 días. Este
calendario es lo bastante exacto en su número de días, para
emplearlo durante cualquier año ya sea el año bisiesto o no.
Se observará que el número de días de cada mes sigue de
manera consecutiva después del nombre de cada uno de ellos.
Esto facilita el cálculo de los cincuenta y dos días para cada
período de nuestro ciclo vital personal o ciclo número dos.
Tomemos como ejemplo a una persona que ha nacido el
25 de noviembre. Su ciclo anual comienza el 25 de cada
noviembre, y termina el 24. Comenzaremos, por lo tanto, con
nuestro calendario y escribiremos en un papel la fecha 25 de
noviembre, y comenzaremos a calcular el primer período de
cincuenta y dos días, contando en la línea de nuestro
calendario cincuenta y dos días hacia adelante, a partir del 25
de noviembre. Primero contamos cinco días hasta el fin de
noviembre y luego seguimos con diciembre primero como si
fuera el sexto día, contaremos todo diciembre, que al final nos
dé treinta y seis días, y continuamos contando en enero y halla
remos que el día cincuenta y dos cae en el 16 de enero.
Por lo tanto, escribiremos en nuestro papel debajo de
noviembre 25, la fecha 16 de enero, y a un lado escribiremos:
"Primer Período". Esto quiere decir que una persona que haya
nacido el 25 de noviembre tendrá su primer período del ciclo
anual desde el 25 de noviembre hasta el 16 de enero. Para
hallar el segundo período de cincuenta y dos días
comenzaremos con el 17 de enero y contaremos hacia
adelante en enero y en febrero y parcialmente en marzo, hasta
que hayamos contado cincuenta y dos días más, lo que nos
llevará hasta el 8 de marzo. Por lo tanto, escribiremos en
nuestro papel nuevamente, las dos fechas: 17 de enero a 8 de
marzo, y a un lado pondremos esto: "Segundo Período".
Nuevamente comenzaremos con el 9 de marzo y contamos
cincuenta y dos días más hacia adelante, lo que nos llevará
hasta el 30 de abril. Escribimos nuevamente nuestras fechas: 9
de marzo a 30 de abril, a un lado: "Tercer Período".
Continuando de la misma manera veremos que el cuarto
período va desde el primero de mayo hasta el 21 de junio; el
quinto período desde el 22 de junio hasta el 12 de agosto; el
sexto período desde el 13 de agosto hasta el 3 de octubre, y el
séptimo período desde el 4 de octubre hasta el 24 de
noviembre. Estas fechas son aproximadas porque no estamos
tomando en cuenta las varias horas que hay que agregar a
cada día para que sea un período exacto de cincuenta y dos
días y un séptimo, o sea cincuenta y dos días, tres horas y
veinticuatro minutos. Si a algunos de los períodos les falta o
les sobra un día, no hará una diferencia muy grande en la
aplicación del sistema. Si el último período de cincuenta y dos
días cae un día antes que el aniversario de nacimiento, no hará
diferencia mayor en el empleo de nuestro sistema.
Con una persona que haya nacido el 8 de febrero, por
ejemplo, el primer período comenzará el 8 de febrero y durará
hasta el primero de abril, si contamos cincuenta y dos días a
partir del 8 de febrero. Y el segundo período terminará el 23
de mayo, siempre contando cincuenta y dos días a partir del
primero de abril. El cálculo de estos períodos en nuestra vida
no es difícil, y no se trata de nada de alta matemática si
tenemos a la mano un calendario. Lo importante que debemos
tener presente es escribir en un papel los siete períodos de
nuestro año, y numerar esos períodos del uno al siete. A estos
debemos llamarlos los períodos de nuestro segundo ciclo. Voy
a daros un tercer ciclo dentro de poco, que es también muy
importante y está dividido también en siete períodos. Estos
otros períodos serán llamados períodos del tercer ciclo, y no
deben confundirse con los períodos del segundo ciclo, no con
los del primer ciclo escritos en el capítulo quinto.
Cada uno de estos períodos del ciclo número dos contiene
oportunidades, condiciones, impulsos, influencias, tentaciones
y efectos cósmicos que tienen una importancia considerable y
sutil sobre los buenos o malos resultados, sobre la fortaleza o
la debilidad, la alegría o el dolor de nuestros asuntos
personales. Voy a describir estas cosas de la manera siguiente:
PERÍODOS DEL CICLO NÚMERO DOS EL CICLO
"PERSONAL"
Período Número Uno
Este es un período de cincuenta y dos días durante el cual
la persona debe utilizar todo el poder y habilidad personales
para hacer progresar sus propios intereses entre personas de
influencias que tienen el poder o el derecho de conceder o de
dar. Es el período en que debemos solicitar favores, ya sea al
buscar empleo, beneficio, préstamos, ser socio de alguna
empresa, inversiones, concesiones especiales, liberaciones y
favores hasta en la forma de conceder tiempo o aplazamiento
o sobreseimiento de alguna acción legal. Es un período
especialmente bueno para buscar favores u honores, ayuda o
reconocimiento por parte de personas que tienen el poder o
alta posición, tal como oficiales y funcionarios del gobierno,
jueces, gobernadores, alcaldes, senadores, jefes de grandes
corporaciones o de empresas importantes o personas que
tienen papeles valiosos, documentos y asuntos que pueden ser
de gran importancia, y que pueden concederse o modificarse o
cambiarse de alguna otra manera gracias a nuestra solicitud.
Es también un buen período para hacer progresar nuestro
yo personal entre el pueblo o entre la gente de nuestra ciudad,
de nuestro Estado o de nuestro Municipio; o para acrecentar
nuestro crédito o nuestra reputación entre periodistas o gente
de influencia. Es el momento de empujar hacia adelante con
cuidado aunque con resolución, porque todas las vibraciones
cósmicas ayudan a todo aumento y nos favorecen
personalmente en lo que respecta a nuestro buen nombre,
nuestra reputación, nuestro honor y nuestra integridad entre
personas de alta posición o entre la multitud.
Período Número Dos
Este período es muy diferente del anterior, porque durante
estos cincuenta y dos días todo tenderá a estar favorablemente
dirigido hacia nuestros planes referentes a viajes,
especialmente aquellos que no duran muchos meses o un año,
sino aquellos que son breves, cortos y de importancia
inmediata más bien que de importancia en lo futuro. Los
viajes por agua o por tren son generalmente favorables
durante este período. También es una oportunidad excelente
para mudar nuestro hogar a otro sitio o para mudar nuestro
negocio o mudar de ocupación, si es algo que está bajo
nuestro poder. Es decir, este es un período para cambios que
sean rápidos y que terminen pronto. En cuestión de negocios u
ocupaciones, este período será muy favorable para aquellas
actividades que correspondan a cosas movibles y a cosas que
no tienen sitio determinado. El movimiento de carga, los
negocios de fletes, encomiendas, automóviles, vagones,
carros, camiones, transportes públicos, conferencias públicas,
representaciones, exhibiciones y cosas de esta índole tendrán
muy buenos resultados. Por extraño que parezca, este período
es también excelente para aquellos que se ocupan de líquidos,
substancias químicas, leche, agua, fuerza hidráulica, gasolina
y otras cosas líquidas.
Los tratos con personas que tengan negocios relacionados
con las cosas que hemos nombrado, tendrán mejores
resultados en este período que en cualquier otro.
Inversamente, no debemos planear un cambio de nuestros
negocios o comenzar una nueva etapa de nuestros negocios, ni
tratar de formar o construir ninguna cosa permanente,
tomando como base un cambio ocurrido durante este período.
La mudanza de nuestro hogar puede ser buena si se lleva a
cabo durante este período, pero al mismo tiempo la compra de
un nuevo hogar durante este período puede que resulte en un
cambio futuro, porque los cambios hechos durante este
período particular no tienen permanencia. Por lo tanto, todas
las cosas hechas durante esta época deben ser de tal naturaleza
que comiencen durante el período y terminen poco después,
algo que tenga que ver con los meses o años presentes más
bien que con el futuro. Este período es también bueno para
personas que se ocupan en cosas como enseñar a transeúntes,
o en asuntos que tienen que ver con negocios fluctuantes,
como por ejemplo, hoteles, o asuntos de tráfico, o atender a
personas que están constantemente moviéndose o pasando. Es
también un buen período para contratar nuevos empleados o
sirvientes y para comenzar desarrollos agrícolas o nuevas
siembras. Todos aquellos contratos, convenios, papeles
legales y otros asuntos que deban continuar durante un
período de un año o que deban ser permanentes, no deben
comenzar ni terminarse durante este período. No es un
período favorable para prestar dinero ni para solicitar
préstamos, y no es bueno para la construcción de ningún
edificio ni para comenzar ningún negocio en que se haga una
inversión considerable que dure mucho tiempo. Es, sin duda
alguna, un período desfavorable para especulaciones
aventureras en la bolsa o para juegos de cualquier clase.
Período Número Tres
Aquí tenemos un período que puede ser afortunado o
desgraciado, según la aplicación de los poderes cósmicos y la
discreción y juicio que la persona emplee. Este período llena
al individuo con un impulso casi incontrolable de querer hacer
cosas grandes e importantes, y la energía fogosa que circula
por el organismo humano durante este período desea
expresarse de muchas maneras. Si se lo dirige
cuidadosamente, este período puede ser uno de los mayores
del año entero para formar un negocio u ocupación y para
llevar a cabo aquellas cosas que requieren gran energía física,
esfuerzo físico, resistencia, vitalidad, resolución y
persistencia. Por otra parte si la energía se emplea mal, o se la
aplica sin juicio y discreción, pueden emprenderse grandes
tareas que no se completarán en mucho tiempo, y puede
comenzar a hacerse demasiado para una persona debido a la
energía intranquila que desea expresarse. Es este un período
excelente para dominar aquellos obstáculos, estados y
condiciones que en los períodos anteriores parecían impedir
todo progreso, a causa de la energía y del trabajo requeridos.
Es un período excelente para comenzar cualquier cosa que
tenga que empezar de golpe y proseguir con gran impulso
durante el primer mes o los primeros dos meses de su carrera.
Es sin duda un período excelente para ocuparse de asuntos del
ejército, la escuadra, ingeniería militar, municiones, o para
tratar con aquellas personas o con aquellas empresas que se
ocupan de cosas que requieren gran energía vital o gran
energía muscular. Es igualmente un período excelente para la
formación firme de un negocio o de intereses que traten con el
hierro, el acero, cuchillería, cubiertos, instrumentos cortantes
o cosas relacionadas con máquinas eléctricas, hornos y fuego.
Es también un buen período para tratar con enemigos,
competidores y rivales que hasta entonces han sido obstáculos
en nuestro camino, y es un período inapropiado para tratar de
dominar esos obstáculos o a esas personas por medio de
contratos, papeles o convenios. Si la pura energía, la
resolución y las largas horas de actividad y de trabajo duro
han de tener efecto en los competidores o en los obstáculos,
este es el período en que puedan dominarse de ese modo.
Vale la pena tener presente que este período es
desfavorable para tratar con mujeres, y las mujeres deben
tener presente que es ordinariamente un período magnífico
para tratar con los hombres cuando deseen obtener favores,
preferencias o ayuda en cualquier asunto comercial o social.
Es durante este período cuando ocurren muchos pleitos,
discusiones y desavenencias en todos los asuntos, y deben
evitarse porque puede que no terminen bien para ninguna de
las partes. Es un período excelente para vendedores,
conferencistas y otras personas que deben hacer uso de una
oratoria fuerte o de una viva discusión para poder convencer.
Período Número Cuatro
Este período es muy diferente del anterior, porque en él
las fuerzas cósmicas influyen y fortalecen fuertemente el lado
mental, nervioso y psíquico de nuestra naturaleza, más bien
que su aspecto físico. Es un período excelente para escribir y
para crear mentalmente libros, obras de teatro, planes,
sistemas mercantiles y otros asuntos que requieren una mente
fecunda, un pensamiento rápido y un lenguaje fácil y fluido, a
la vez que una habilidad especial para expresar los
pensamientos que se tienen en la mente. En realidad, la mente
estará muy cargada de nuevos pensamientos, nuevas ideas y
tendrá contacto fácil con expresiones procedentes de la Mente
Cósmica. Incidentalmente se ha notado que, puesto que la
mente está muy fecunda y sensitiva durante ese período, las
ideas, impulsos y tendencias pueden fluir muy rápidamente a
nuestra consciencia mental, y, para aprovecharlos, la persona
debe proceder de acuerdo con su impulso y tomar
rápidamente las ideas y ponerlas en aplicación práctica antes
que otras Ideas las expulsen de la mente. Por lo tanto es un
período en que se puede confiar para actuar de acuerdo con
nuestros impulsos o "corazonadas intuitivas". El carácter de la
persona se vuelve optimista y a causa de la actividad mental,
ligeramente inquieta y nerviosa, con la imaginación bien
provista. Es un buen período para tratar con literatos,
periodistas, mensajeros; bueno también para contratar
mecanógrafas, taquígrafas y escritores tenedores de libros,
grabadores, artistas y personas cuyo trabajo es esencialmente
mental y rápido en su expresión. Los artistas están más
inspirados en sus trabajos durante esta época. Sin embargo,
debemos dar aquí la advertencia de que durante este período
podemos ser víctimas de grandes engaños; las historias,
cuentos, informes, papeles, documentos o cualquier otra cosa
hablada o escrita que llegue a nuestra atención durante este
período, debe ser cuidadosamente analizada antes de ser
aceptada, porque es un período en que la mentira halla
expresión elocuente y sutil en palabras y en escritos, como si
fuera verdad, y por lo tanto el engaño es no solamente fácil
sino muy frecuente. Las falsificaciones con respecto a papeles
personales o comerciales, los fraudes en cuestión de
documentos o de dineros, deben merecer nuestra atención en
este período. Muchas de las grandes pérdidas en la vida, por
robo, desfalco o engaño, ocurren durante este período, y
debemos tomar toda clase de precauciones para impedirlas. Es
un buen período para estudiar y para asimilar conocimientos
especiales, así como también para desarrollar nuestra rapidez
y facilidad de mente y de lengua. No es buen período para
matrimonio, para contratar sirvientes ni para regresar de un
viaje largo, ni tampoco para comprar casas, empresas
comerciales o tierras.
Período Número Cinco
Este es el que podría llamarse período del buen éxito en
cada año, por lo que respecta a nuestros asuntos personales y
privados. Durante estos cincuenta y dos días los impulsos del
cósmico y sus tendencias tienden a traer un goce feliz y un fin
fructífero a las cosas en que nos hemos estado ocupando o que
hemos planeado o que hemos tratado de llevar a cabo. Es
durante esta época que nuestros asuntos personales crecen, se
desarrollan y aumentan en prosperidad. La mente del
individuo está llena de ideas superiores de cortesía, religión,
ciencia y derecho, y hay una tendencia hacia el
compañerismo, la sociabilidad, la benevolencia, la honradez y
la simpatía. Es un período excelente para tratar con abogados
o jueces de tribunales, oficiales del gobierno, sacerdotes,
médicos, comerciantes y capitalistas. Es también un buen
período para comenzar un largo viaje, diferente del buen
período para los viajes cortos, que es el segundo período de
este ciclo. Este es también un período muy bueno para
renovar o comenzar nuestro interés en obras filosóficas,
estudios metafísicos, preparación de discursos o documentos
legales, o aquellas cosas que requieren influencias muy
favorables para obtener buen éxito, y por esta razón, es un
buen momento para cobrar dinero que se nos deba o para
comprar con fines de venta, o para vender o especular y hasta
para pedir préstamos. Sin embargo, toda tentativa durante este
período para tratar sobre asuntos dudosos que no sean
especulaciones legítimas, o para tratar sobre ganado o para
vender ganado, o relacionados con productos de la carne en
grande escala, o toda clase de asuntos marítimos, dará malos
resultados.
Período Número Seis
Este período puede llamarse el período de fiesta del año.
Es una buena época para las distracciones, placeres, descansos
y entretenimientos. Esto no quiere decir, desde luego, que los
negocios no prosperen o que los asuntos regulares de la vida
deban retenerse o modificarse durante este período, pues todas
las cosas que sean legítimas y de buena voluntad continuarán
casi con el mismo buen éxito que durante el período anterior.
Sin embargo, esta es la época para ocuparse específicamente
de ciertos asuntos de la vida con más intensidad que en otros
períodos. Ahora es el momento oportuno para hacer visitas
largas o cortas de descanso o para renovar amistades, y es un
período muy bueno para tratar con mujeres o para que las
mujeres traten con los hombres acerca de las cosas gratas de
la vida y de las cosas superiores de la vida, como el arte, la
música, la poesía, la pintura, la escultura, el adorno personal,
los perfumes, el incienso, las flores, etc. Los viajes cortos
serán felices y de buenos resultados durante esta época, pero
no así los viajes largos ni viaje alguno por agua. Este período
es más afortunado para los hombres que buscan preferencias,
favores o convenios comerciales y cooperación de las
mujeres, del mismo modo que el tercer período de este ciclo
es más afortunado para las mujeres que traten de obtener éstos
de los hombres. Es también un buen período para llevar a
cabo transacciones de índole especulativa o para comprar
valores de bolsa, o para contratar empleados y sirvientes.
Período Número Siete
Este es el período crítico y destructivo de la vida, cada
año. Estoy seguro de que una vez que hayáis calculado el
ciclo anual de vuestra vida, para cada año, si luego
consideráis igualmente los últimos diez o más años pasados
de vuestra vida, observaréis que las cosas que ocurrieron
durante el período séptimo de cada uno de vuestros años
concuerdan verdaderamente con lo que aquí se explica. Este
período es aquel en que las cosas parecen devolverse o
retroceder antes de emprender una nueva evolución, o cuando
el quebrantamiento comienza para que pueda llevarse a cabo
después alguna nueva edificación. Es como el período en que
se procede a la demolición de una casa, y se la destruye
ladrillo a ladrillo, y se la deja rasa, para poder reconstruir de
nuevo. En un sentido es destructor, y en otro sentido es la
primera parte de la reconstrucción. Por esta razón debéis estar
advertidos para que podáis aprovecharos de la tendencia
natural de este período, y al mismo tiempo guardaros contra
aquellas tendencias que pudieran llevaros demasiado lejos,
para que no se trabaje en un sentido equivocado ni se procure
marchar contra las tendencias, sino cooperar con ellas. Es el
período en que la mayor parte de las cosas que estaban
vacilantes y a punto de deshacerse, terminan y se destruyen.
Si un negocio o cualquier otro asunto ha ido marchando mal y
ha demostrado tendencias a fracasar y a hacerse pedazos, este
es" el período en que más probablemente culminará esa
tendencia, y si no se desean esos resultados, es necesario tener
cuidado para no hacer aquellas cosas que pudieran producir
ese fracaso. Nuestra mente tiene tendencias a hacerse
pesimista, desalentada, melancólica, durante ese período, y
debemos tener esto presente, porque si se permite que esta
actitud afecte nuestra acción en los negocios o en los asuntos
personales, ello contribuirá a un resultado desastroso. Las
influencias durante este período son muy sutiles y deben
analizarse cuidadosamente y razonarlas bien antes de
aplicarlas. Hemos dicho que durante el cuarto período de este
ciclo la rapidez con que las ideas vienen a nuestra mente y la
rapidez con que las influencias cósmicas las crean, hacen
aconsejable el ceder rápido y hasta impulsivo al aceptarlas y
al aplicarlas. En el período que ahora consideramos hay que
hacer completamente lo contrario. La impulsividad aquí
llevaría al desastre. Si las cuestiones que están pendientes o
las ideas que nos vienen a la mente pueden posponerse y
retenerse hasta que llegue el próximo cumpleaños, para que
así se lleven a cabo durante el primero o el segundo período
de este ciclo, los resultados serán mucho mejores. Es este un
buen período para tratar con personas mayores, jueces,
árbitros o personas que deban considerar o discutir
cuidadosamente durante mucho tiempo antes de llegar a una
decisión. Es también un buen momento para intereses
comerciales que traten de intenciones cosas mecánicas, y
también para solicitar patentes documentos del gobierno
referentes a terrenos, minas y minerales, lo mismo que a
documentos de protección. Es un período muy bueno para
ocuparse de terrenos y propiedades, minas y minerales y
aquellas cosas que están en la tierra, profundamente
encerradas en ella, o escondidas, o en sitios inusitados; y por
esta razón es un buen período para tratar con personas que se
ocupan de todo esto, o también para los que trafican en granos
o frutos de la tierra. Es, sin duda alguna, el período más
desgraciado de todo el año para comenzar algo nuevo o para
lanzarse a un negocio nuevo o para dar nuevo impulso o hacer
nuevas inversiones en su negocio, excepto con fines de
protección. Los viajes por mar, largos o cortos, o por tierra,
deben evitarse; a menos que sus efectos resulten semanas y
meses después, en que caigan en otro período.
Así tenemos los siete períodos del ciclo número dos. Las
influencias que funcionan durante uno de estos períodos
pueden no comenzar durante el primer día de cada uno de
ellos ni terminar con el último día de cada período; pueden
comenzar varios días antes del período y pudieran extenderse
varios días en el período siguiente. Por esta razón, la hora
precisa o la parte del día en que cada período comienza no es
importante. La única manera de estar seguros de que se tienen
las mejores influencias de cada período es evitar los primeros
y los últimos días de cada período cuando se vaya a hacer
algo de índole bien definida perteneciente a dicho período,
porque el comienzo y el final de cada uno de ellos tiene una
influencia mixta del precedente y el subsiguiente. Ahora,
pasemos a considerar el tercer ciclo.
VII
PERÍODOS DEL CICLO DE LOS NEGOCIOS CON LA
DESCRIPCIÓN DEL CICLO NÚMERO TRES
Anteriormente hemos dicho que todo lo que tiene un
comienzo en este plano terrenal de la existencia principia su
carrera de acuerdo con un ciclo de progreso, de la misma
manera que la vida humana comienza un ciclo con el
nacimiento. La duración de esos ciclos o cuánto tiempo
continuarán manifestándose, depende de muchas cosas, y de
la misma manera que la vida humana en este plano puede
durar un mes, un año, treinta años, u ochenta o más, así un
negocio o una institución o un plan comercial pueden tener
una vida de actividades que abarque un mes, o un año, o
muchos años. Sea cual fuere su duración, su existencia estará
regida por el ciclo evolutivo de la vida humana.
Dicho de otra manera, si varios hombres se unen hoy para
organizar o establecer un nuevo negocio, bajo un nuevo
nombre, para llevar a cabo una nueva clase de actividades, y
si el nuevo nombre de la compañía y sus nuevos planes
quedan adoptados y definitivamente completados hoy,
entonces este negocio nuevo puede decirse que ha nacido hoy
y comenzará hoy su existencia y tendrán un ciclo de progreso
que comienza hoy, de la misma manera que aquellas personas
que acaban de nacer en forma humana con un alma. Cada una
de nuestras instituciones mercantiles, planes o actividades,
tiene un día de cumpleaños. Es decir, hay algún día en el año
en curso que constituye el día en que el negocio comenzó por
primera vez o se anunció al público por primera vez, o
comenzó sus actividades materiales. La mayoría de los
negocios que funcionan hoy pueden determinar fácilmente
qué día del mes en los años que han transcurrido comenzaron
sus actividades, pero el año fiscal nada tiene que ver con la
fijación del cumpleaños del negocio. Muchos negocios que en
realidad comenzaron su carrera en junio, julio o agosto, han
fijado su año fiscal de septiembre a septiembre o de enero a
enero. Si el comienzo del año fiscal se toma como el
verdadero cumpleaños de la compañía, se cometerá un error al
calcular los períodos de cada año. No es absolutamente
necesario tener la fecha precisa y exacta del comienzo de los
negocios, siempre que se pueda fijar un día aproximado. Una
variación de dos o tres días no hará diferencia alguna
apreciable.
Los puntos importantes que debemos tener presentes al
determinar el verdadero aniversario de un negocio son los
siguientes: El día en que la compañía recibió su documento de
registro no es tan Importante como el día en que la compañía
comenzó sus negocios con el público. El día en que varias
personas se reunieron y decidieron comenzar un negocio y
eligieron nombre y oficiales principales, constituye un
aniversario más correcto que el día en que se hizo el primer
anuncio al público o el día en que se vendió el primer artículo.
En negocios menores, el día en que se alquiló un local o taller
y se comenzó a hacer la instalación del equipo sería el
aniversario del negocio.
El día en que una persona terminó con su negocio y
comenzó a planear y a trabajar en una nueva empresa sería un
aniversario de nacimiento más exacto que el día en que esa
persona realmente vendió los productos de su negocio. Si un
negocio ha tenido una inauguración formal y se ha anunciado
así y se ha recibido al público, comenzando así de manera
definitiva sus actividades formales, entonces ese día sería el
del nacimiento del negocio. En un negocio que ha cambiado
de dueño o ha cambiado de nombre, la fecha en que la firma
comenzó a actuar con el nuevo o con los nuevos dueños sería
el nacimiento del negocio presente, sea cual fuere el tiempo
que hubiera estado en actividad bajo el nombre antiguo. Por lo
tanto, vemos que se debe pensar un poco antes de resolver
cuál es la fecha aproximada del nacimiento de un negocio.
Cuando hablamos de negocios no queremos referimos
únicamente a tiendas que venden mercancía de cualquier
naturaleza al detalle, sino también las fábricas, las empresas
de comisionistas y agentes, oficinas de venta y compra de
inmuebles, actividades profesionales, como las de los
médicos, artistas, músicos, etc. El día del nacimiento puede
ser cuando se abre una oficina de agencias vendedoras, o
cuando se comienza un plan de ventas, o cualquier idea de
actividades y operaciones definidas que tengan que ver con
actividades comerciales, ya sea que se trate de un grupo de
personas o de una persona sola.
Habiendo, pues, determinado la fecha aproximada del
nacimiento de cualquier negocio o empresa de índole
material, se debe proceder como se hizo para fijar los períodos
del ciclo de la vida humana. Es decir, que comienza con la
fecha aproximada del nacimiento y se anotan en un papel los
períodos de cincuenta y dos días. Vamos a suponer que un
hombre o varios hombres comenzaron a fabricar cierta clase
de maquinaria. Supongamos que el negocio nació el día en
que los socios se unieron y depositaron su dinero en un banco
y decidieron comenzar el negocio juntos y eligieron un
nombre para su firma. Digamos que esta fecha es,
aproximadamente, el 3 de junio de 1914. El 3 de junio de cada
año será el aniversario del nacimiento de esa firma.
Comenzando, pues, con el 3 de junio, contaremos en el
calendario que figura en una página precedente, cincuenta y
dos días a partir del 3 de junio. Esto nos daría el 25 de julio
como fecha en que termina el primer período y comienza el
segundo. Contando otros cincuenta y dos días, anotaremos el
fin del segundo período en un papel, y así sucesivamente
hasta que hayamos escrito las fechas de comienzo y fin de los
siete períodos del ciclo anual de los negocios. Ahora bien, en
cada uno de esos siete períodos diversos impulsos, tendencias
e influencias cósmicas afectarán la marcha del negocio, de la
misma manera que si ese negocio fuera una entidad humana.
Como la empresa depende de las acciones y reacciones de la
naturaleza humana por parte del público, y por parte de los
funcionarios y personas que dirijan la marcha del negocio, así
veremos que el negocio, en sí mismo, reacciona a los
impulsos y tendencias de la naturaleza humana, bastante
compleja, que lo rodea. Esto nos permite analizar la tendencia
de cada negocio y descubrir que tiene períodos favorables y
desfavorables, durante los cuales pueden protegerse,
fomentarse, modificarse o comentar o conservarse los mejores
intereses de la empresa.
Permitidme presentar un breve análisis de lo que todo
negocio, sea cual fuere su índole, puede esperar durante los
siete períodos de su ciclo anual.
Período Número Uno
Durante los primeros cincuenta y dos días del ciclo anual
de cada negocio, comenzando con el aniversario de su
nacimiento y abarcando los cincuenta y dos días que siguen,
el negocio tendrá el mejor éxito en toda clase de expansión
que tenga que depender para su buen resultado de la buena
voluntad y preferencia del público. No es un período tan
bueno para aumentar las ventas y las entradas como para
obtener la aprobación, el favor, el reconocimiento y la buena
voluntad general. Este sería el período para solicitar
adhesiones o recomendaciones por parte de personas
descollantes y de otras firmas, que den por resultado, a la
larga, la mejora de las ventas, o también para emprender
campañas de prensa y publicidad.
Es también un período excelente para anunciar
ampliamente, no tanto para el aumento de las ventas como
para consolidar el prestigio y el aprecio del público. Es un
buen período para enviar emisarios, representantes o
miembros de la firma a entrevistarse con otras personas
importantes del mundo de los negocios y, por consiguiente,
para obtener aprecio y estima. Por esta razón, es un período
excelente para tratar con oficiales del gobierno, jueces de
tribunales, o senadores o miembros del congreso de quienes
desea obtenerse algún favor especial o la aprobación de algún
reglamento o disposición protectora. Este período, pues, es
también bueno para obtener influencia política, cooperación y
aprecio de los círculos políticos. Las miras principales de la
empresa, durante este período, no deben ser tanto el hacer
dinero, sino el consolidar el nombre la reputación y el
prestigio.
Período Número Dos
Durante este período, toda firma o negocio, de cualquier
clase que sea, verá que es un buen momento para efectuar
cambios importantes de índole temporal, con respecto a
empleados importantes, modificaciones en la práctica
comercial, y para probar planes o ideas de corta duración. Por
otra parte, es un período muy desfavorable para hacer nuevos
convenios, nuevos planes definitivos, o para comenzar
contratos o convenios de cualquier clase, a menos que se
hagan constar por escrito y que estén debidamente sellados y
firmados para darles duración. Los convenios y arreglos
verbales que se acepten en esta época tienen la tendencia a
echarse a un lado rápidamente y cambiarse súbitamente hasta
quedar en nada. Es también un buen período para formar
amistades comerciales y toda empresa comercial debería
aprovechar este período para acercarse a posibles clientes, de
manera amistosa, porque las amistades comerciales valiosas y
de buena ayuda casi siempre se han formado durante este
período.
Período Número Tres
Tenemos aquí un período de construcción y de gran fuerza
motora. Es durante este período cuando los negocios deben
estimarse hasta lo más posible. Toda facultad y todo medio
posible de fabricación, de venta, de producción, de
propaganda, de fomento y de extensión de los negocios deben
adoptarse y emplearse lo más posible durante este período. Es
también un buen período para arreglar planes de cobro o para
enviar cobradores o cartas para cobrar dinero, pero no es un
período muy bueno para tratar de pleitos en los tribunales que
tengan que ver con las actividades de enemigos comerciales,
de navales o de competencia comercial.
Sin embargo, otros asuntos legales pueden llevarse a cabo
en este período y generalmente recibirán una reacción más
favorable que en cualquier otro período, especialmente si el
asunto tiene que ver con el empleo de una gran energía y de
mucha lucha para la protección de ciertos derechos. Por otra
parte, toda firma y todo negocio deben estar alerta con
respecto a accidentes peligrosos, desastres y dificultades
producidas por enemigos, o incendios, explosiones súbitas de
cólera, enemistad y odios durante este período. Las plantas
manufactureras y otras empresas deben tener cuidado con los
incendios o explosiones de gas o de cualquier otra forma de
energía durante este período. Es también en este período
cuando las enemistades personales de los negocios tratarán de
deshacerlos y hasta de perjudicar el prestigio o la vida de
cualquier persona relacionada con el negocio, si es que el
negocio ha alcanzado a despertar enemistades por parte de
competidores u otros individuos. Es un período muy bueno
para tratar cosas con el ejército y la escuadra, los
departamentos militares del gobierno, ingeniería, municiones,
maquinarias o cualquier individuo o firma relacionado con
estas cosas.
Período Número Cuatro
En este período toda firma o negocio haría bien en llevar a
cabo su mayor campaña de amplia propaganda, ya sea
anunciando en la nación entera o dirigiéndose a los clientes
por cartas en una región limitada. Todos, los escritos, planes y
campañas de crecimiento de una firma comercial o de un
individuo, todo lo que en este sentido se haya planeado para el
año, tendrá mucho mejor resultado durante este período del
ciclo de los negocios. Por otra parte, también es un excelente
período para hacer nuevos contratos, nuevos convenios,
documentos de registro, transferencias, etc.
Es un período excelente para tratar con periodistas,
diplomáticos, árbitros u otras personas que puedan emplear su
mentalidad o su palabra escrita o impresa, para mejorar los
intereses de la empresa. Por otra parte, las empresas deben
tener cuidado durante este período y estar alerta contra
cualquier engaño de palabra o por escrito, contra las
falsificaciones y planes o convenios fraudulentos, hábilmente
presentados, que pueden tener consecuencias serias.
Período Número Cinco
Este es un período de crecimiento y de buenos éxitos
financieros para cualquier firma o empresa comercial. En este
período es cuando debe tratarse de hacer inversiones, de
obtener créditos y de ampliar los plazos en que deban hacerse
los pagos o en que deban cerrarse las negociaciones. Es uno
de los mejores períodos de todo el año comercial para vender,
para la distribución de material a base de ventas, si es que se
desea obtener resultados inmediatos y una rápida y buena
entrada de dinero. Es un período excelente para cobrar deudas
viejas o morosas, y es una época excelente para llevar asuntos
a los tribunales cuando la decisión favorable pende de un hilo,
porque si todas las cosas son rápidas y correctas, este período
es favorable para obtener una decisión constructiva y justa. Es
un período excelente para fomentar el negocio en países
extranjeros o en lugares distantes o para tratar con grandes
empresas en asuntos internacionales o que tengan distribución
internacional y para convenios de venta internacionales.
Parece ser un período especialmente bueno para que las
firmas fomenten sus negocios con los ferrocarriles, compañías
de electricidad y todas aquellas empresas que tratan de
asuntos para atender a la felicidad y el agrado del público.
Período Número Seis
Este es el período en cada año en que todo negocio debe
descansar de sus actividades, si es necesario descansar, y debe
planear sus períodos de vacaciones o de ausencia de
cualquiera de sus directores o funcionarios importantes. Es
también un período excelente para promover ciertas ramas o
negocios, como aquellos que tratan de cosas del mundo del
arte o sea: música, poesía, escultura, materiales para artistas,
trajes de mujer, artículos de adorno, preparaciones de belleza,
zapatos de alta calidad, medias, abrigos de lujo, sombreros,
automóviles de alto precio, alfombras orientales, muebles
antiguos, libros valiosos, instrumentos musicales caros,
conciertos, óperas y otras cosas que representan lujo,
refinamiento y los placeres limpios y sustanciales de la vida.
Por lo tanto, debe estImularse la venta de cosas de esta clase
durante este período, o fomentar la buena voluntad o el interés
entre las personas relacionadas con estas líneas de negocios.
Es este un período excelente para que los jefes de cualquier
empresa o el dueño individual de cualquier negocio entable
relaciones con sus clientes, o para hacer aquellos contactos
íntimos con personas que puedan ser útiles al negocio o a los
individuos del negocio en un futuro próximo. Es también un
buen período para cobrar dinero, para comprar acciones, para
promover las fianzas de una compañía por medio de inversión
en acciones seguras de otras firmas. Por lo tanto, sería un
período excelente para llevar a cabo asociaciones,
corporaciones, monopolios, para la fundación de asociaciones
subsidiarias y alianzas de esa índole.
Período Número Siete
Es este el período de reconstrucción de todo negocio y
durante los últimos cincuenta y dos días antes del aniversario
del nacimiento de la empresa o negocio, se debe tener mucho
cuidado de no comenzar ninguna nueva línea de actividad ni
entregarse demasiado a campañas de propaganda para la
formación de un nuevo departamento o de una nueva fase de
los negocios, ni en general hacer ninguna otra cosa sino
cooperar con las tendencias del Cósmico para la
reconstrucción. Como este es el período en el cual los
cambios desgarradores y demoledores deben esperarse, es un
período malo para planear cualquier reconstrucción sin la
etapa preliminar de la demolición. Es decir, durante este
período no debe esperarse ninguna expansión, a menos que
esté asociada de alguna manera con la destrucción o
demolición, como parte de la reconstrucción. Como es muy
posible que se lleve a cabo alguna ruptura, desgaste o cambio
durante estos cincuenta y dos días, toda firma o todo
comerciante debe tener cuidado de que cualquier cambio
previsto o cualquier proceso de demolición o ruptura que se
haya tenido en mientes, se produzcan en esta época, y por lo
tanto se les debe permitir una manifestación completa, para
que se agoten mientras este período es favorable. Sin duda
alguna no debe hacerse durante este período ninguna nueva
afiliación, alianza, asociación, o convenio, contrato u oferta
de contrato o de convenio. Es un tiempo excelente para
consultar a personas retiradas, que han estado antes en los
negocios y los han dejado, y también con jueces, árbitros o
consejeros de cualquier clase. Todos los actos deben hacerse
con cuidado, en una actitud moderada, y en toda línea de
actividad debe tenerse suma cautela y previsión. Todo acto
debe ser llevado a cabo con gran diplomacia y todo negocio
debe aprovechar este período para conservar sus actividades,
para atenerse a su línea de desarrollo, sin permitir que ninguna
cosa de índole radical ocurra, ya sea en la propaganda, en la
venta, en la compra o en los nuevos planes.
Así tenemos un bosquejo de las influencias favorables, de
las tendencias e inclinaciones procedentes del Cósmico
durante los siete períodos del ciclo anual de cada negocio o
empresa. Podéis probar este bosquejo repasando los asuntos
de vuestro negocio en los últimos años, y observando en qué
períodos de cada año habéis tenido dificultad con los
competidores o con los enemigos, o en qué períodos de cada
año habéis tenido las mayores destrucciones y pérdidas.
Pronto observaréis, si revisáis vuestras actividades
comerciales durante un período de diez años o más, que los
negocios se han dividido naturalmente en períodos que
concuerdan con el bosquejo que hemos dado. También
observaréis, si analizáis bien, que en ciertos períodos del
pasado, cuando tratasteis de hacer cosas en vuestros negocios,
los planes fracasaron o no dieron el resultado material que se
esperaba, y observaréis que se debió a que comenzaron estas
cosas o fueron planeadas en un período que no era favorable.
VIII
EMPLEO DE LOS PERÍODOS CÍCLICOS
En los capítulos precedentes se han expuesto dos ciclos
distintos. El ciclo número dos, explicado en el capítulo seis, se
refiere a vuestra existencia personal, y explica las tendencias,
estados, y condiciones afortunados o desgraciados durante
cada uno de los siete períodos del año que va de un
cumpleaños al otro. El ciclo número tres expuesto en el
capítulo siete, se refiere al curso de los negocios o de
cualquier proposición o empresa que hayáis creado o que haya
nacido en algún momento definido.
Ahora bien, todo comerciante, hombre o mujer, todo
empleado de algún negocio, todo aquel que emprenda
cualquier asunto que quiera llevar a cabo con buen éxito, verá
que tiene que entenderse con dos ciclos: primero, el ciclo de
su propia vida personal, y segundo, el ciclo del negocio o del
asunto en que está interesado. Cada uno de estos dos ciclos
tiene siete períodos anuales, y no siempre los períodos de cada
uno de ambos ciclos coinciden. Si vuestro negocio o vuestro
asunto fueron creados y comenzó en uno de vuestros
cumpleaños, entonces sus períodos de cada año coincidirán
con los períodos de vuestra propia vida. De no ser así, os
veréis ante dos períodos de diferentes condiciones. Por
ejemplo, supongamos que vosotros, los que leéis este libro,
nacísteis el primero de junio, y supongamos que el negocio en
que estáis interesados es algo que comenzó el primero de julio
anterior. Al tratar de averiguar lo que debéis hacer y lo que no
debéis hacer en vuestro negocio y en vuestros asuntos
personales durante los próximos treinta o sesenta días, veréis,
si calculasteis el ciclo del negocio y el ciclo de vuestra vida,
que, personalmente, estáis ahora en el primer período de
vuestro ciclo anual, mientras que vuestro negocio estaría en el
séptimo período de su ciclo comercial. Es decir, vuestros
asuntos personales quedarán afectados por las condiciones
descriptas en el período número uno del ciclo número dos, del
capítulo sexto de este libro, y vuestros asuntos y negocios
quedarán influidos por las condiciones explicadas en el
período número siete del ciclo número tres, descripto en el
capítulo séptimo de este libro. Al tratar, pues, de determinar lo
que debéis hacer ahora, tendréis que analizar y estudiar
cuidadosamente las condiciones del período número siete del
ciclo número tres y las condiciones del período número uno
del ciclo número dos, que se refiere a vuestra vida personal.
Cuando resulte que la época en que estáis interesados y
acerca de la cual estáis consultando este sistema, trae a
vuestra vida personal y a la vida de vuestro negocio el mismo
período, entonces comprenderéis fácilmente qué debéis hacer,
y qué no debéis hacer. Pero cuando se trate de dos períodos
diferentes, y halléis influencias opuestas en cada uno de los
períodos, debéis fundirlas, analizarlas y decidir por vosotros
mismos qué debéis hacer. Algunos puntos pueden ser útiles a
este respecto. Si el negocio en que estáis es exclusivamente
vuestro, podéis guiaros por las condiciones de vuestro propio
ciclo personal de vida, por ser más importante y más
predominante que las condiciones del ciclo de vuestro
negocio, pero las condiciones del ciclo del negocio deben
observarse cuidadosamente, y las cosas que son desfavorables
allí deben evitarse con cuidado, sea cual fuere lo que
corresponda a los períodos de vuestro ciclo personal.
Si los negocios en que estáis, o la empresa en que estáis
interesados, no es exclusivamente vuestra, sino que estáis
asociados, o es una corporación o una combinación de
intereses, de varios individuos, entonces debéis tener presente
que para que el negocio tenga mayor prosperidad, debéis
seguir el ciclo y los períodos individuales de él, sean cuales
fueren vuestros propios períodos o los períodos de las otras
personas asociadas al negocio.
Hay momentos, en los asuntos de los grandes hombres de
empresa, y sucede también con todos los comerciantes, y
hombres y mujeres, que han tenido buen éxito, en que los
deseos personales, las ambiciones personales, el éxito y las
ganancias personales, deben ponerse a un lado a fin de que el
negocio que manejan prospere y triunfe. Es decir, todas las
personas que han tenido algún éxito verdadero en los negocios
podrán decir que ha habido muchas veces oportunidades,
tentaciones e inclinaciones en la vida, para emprender viajes o
tomar largas vacaciones u otras cosas que podrían haber les
aprovechado personalmente, ayudar su salud y aumentar su
conocimiento y sabiduría. Y, sin embargo, llegando todas
estas cosas en momentos oportunos, y con toda la tentación
para ceder a ellas, han tenido que descartarlas y sacrificar sus
propios intereses y oportunidades personales únicamente
porque los negocios tenían una tendencia diferente y
condiciones diferentes. Por otra parte, he sabido que, a
menudo, cuando las condiciones de los negocios son más
desfavorables, o parecen serlo, hay ciertas condiciones en la
vida personal de un individuo relacionado con ese negocio,
que le permite descartar los asuntos y entregarse a sus asuntos
personales con buen resultado y sin grave perjuicio para sus
intereses comerciales.
El punto importante que debe considerarse siempre es si
vuestro éxito individual, vuestro progreso financiero y
vuestros mejores intereses en la vida están relacionados de tal
manera con vuestros negocios, que ambos sufran juntos o que
ambos prosperen juntos, o si están separados de tal manera
que podáis prosperar individualmente mientras los negocios
declinen, y viceversa. Otro punto importante que debe
considerarse es que en la mayoría de los casos, vuestro propio
ciclo personal es de más importancia para vosotros y para
vuestra relación con el negocio, que el ciclo del negocio
mismo. Si sois simplemente un empleado en el negocio,
entonces el Ciclo del negocio con el cual estáis conectados
tiene poca importancia para vosotros, excepto por lo que
respecta a que podáis trabajar en él y ayudar al negocio
aprovechando sus buenos períodos. Si, por otra parte, el único
negocio que tenéis es algo que os pertenece y lo manejáis y es
vuestra única renta, y que tanto vosotros como vuestra familia
dependéis exclusivamente de él, entonces el ciclo del negocio
es algo tan importante que merece toda vuestra consideración.
Si sucede que en un período de vuestra vida personal, las
condiciones indican que debéis emplear toda la energía
posible en los intereses del negocio, y al mismo tiempo el
período del ciclo del negocio indica que debéis dejar los
negocios quietos y no propulsarlos demasiado, entonces la
única cosa que podéis hacer es emplear las condiciones de
vuestro ciclo personal para pensar, planear y crear cosas
nuevas y mejores para vuestro negocio, pero no debéis
ponerlas en práctica sino cuando llegue un buen período del
ciclo de vuestro negocio, en que tales cosas deban llevarse a
cabo.
El empleo del sistema descripto en este libro requiere un
encadenamiento cuidadoso de las indicaciones que se dan
tanto en el ciclo personal como en el ciclo de los negocios.
Requiere un estudio y un análisis cuidadoso de los períodos
de cada uno de estos dos ciclos y una fusión debida de ellos
hasta que lleguéis a la conclusión de lo que debéis hacer y de
cuales son las influencias y condiciones de mayor
importancia. Nuevamente quiero recordar que en la mayoría
de los casos el ciclo personal de un individuo es de más
importancia que el ciclo del negocio, pero en las
corporaciones o las grandes empresas, donde hay muchos
hombres que son dueños y directores del negocio, y donde el
negocio sea impersonal, el ciclo de los negocios debe
considerarse de preferencia al ciclo personal de cualquiera de
las personas relacionadas con el negocio.
En todos los asuntos del hogar, de los intereses sociales,
de las finanzas personales, de los planes y progresos
personales, el ciclo personal es, sin duda alguna, el que debe
seguirse de preferencia a todos los demás.
eléctrica demasiado viva. Es el período más a propósito para
comenzar un tratamiento o plan de curación, o una operación
quirúrgica.
IX
LOS PERÍODOS DEL CICLO DE LA SALUD CON LA
DESCRIPCIÓN DEL CICLO NÚMERO CUATRO
El tema de este capítulo y el del siguiente, aprovecharán
más a cuantos prestan especial atención a su salud durante los
períodos críticos y generalmente durante todo el año.
El ciclo de la salud se ha de trazar lo mismo que los dos
anteriores, dividiendo cada año, a contar del día del
nacimiento, en siete períodos de cincuenta y dos días.
Las condiciones de los períodos del ciclo de la salud son
las siguientes:
Período Número Uno
Durante este período ha de estar muy en alto la salud y la
vitalidad orgánica del cuerpo. Si estas condiciones están por
debajo de lo normal se restaurarán rápidamente viviendo una
vida normal y evitando la violación de las leyes de la
naturaleza. Los paseos y marchas al aire libre, beber agua
clara y potable, tomar alimentos sanos, evitando los que
acaloren demasiado, especialmente las féculas y las carnes
crudas; esto dará resultado. Se ha de evitar también el uso de
la vista, y no exponerla a la luz directa del sol ni a la luz
Período Número Dos
Durante este período pueden afectar al organismo muchas
dolencias leves y pasajeras, así como también emociones
pasajeras pueden afectar el ánimo; es decir, que durante este
período, una persona puede tener indisposiciones pasajeras de
los aparatos digestivo y circulatorio y del sistema nervioso.
No se han de descuidar estas dolencias pasajeras, sino
remediarlas cuanto antes sin temor de que persistan, porque
todas las influencias Cósmicas proceden a determinar rápidos
cambios en la salud y en las condiciones fisiológicas del
cuerpo durante estos cincuenta y dos días, en que suelen
sobrevenir dolores de cabeza, trastornos digestivos,
afecciones de la vista y oídos, catarros, toses, dolores,
enfriamientos; y en las mujeres, dolores ocasionales en el
pecho y en el vientre. Durante este período es necesario estar
alegre, sin permitir que la mente cavile sobre las condiciones
que afectan al cuerpo, sino procurar desde luego su remedio,
sin detenerse a pensar después en ellas.
Período Número Tres
En este período está el individuo más expuesto que en otro
cualquiera a operaciones inesperadas o accidentes más o
menos graves, como quemaduras, heridas, caídas y golpes
repentinos. Se ha de tener cuidado con la alimentación, no
comer demasiado y mantener el cuerpo en temperatura
normal, porque este período es muy propenso a resfríos,
provenientes de excesos en la mesa o de abrigar demasiado el
cuerpo. La sangre se ha de mantener limpia y los intestinos
activos, a fin de que por malas condiciones de la sangre no
salgan erupciones cutáneas, diviesos, eczemas, salpullidos,
erisipelas y otras afecciones de la piel. También se ha de
vigilar la presión arterial, porque propende a aumentar, y debe
evitarse el trabajo excesivo y los esfuerzos desmedidos, ya
que toda violencia en cualquier parte del cuerpo amenaza
producir funestos resultados durante este período.
Período Número Cuatro
Durante este período alcanza su máxima actividad el
sistema nervioso, con tendencia a nerviosidades que se
manifestarán en el trastorno funcional de algún órgano y en
modalidades externas de inquietud y desasosiego. El exceso
de trabajo intelectual durante este período, el mucho estudiar,
leer, escribir, calcular y cavilar provocará reacciones definidas
en el sistema nervioso, por lo que conviene mayor sueño y
descanso en este período que en los demás del ciclo. El mal
humor y el nerviosismo pueden también afectar la digestión y
perturbar los movimientos del corazón, determinando
molestias y temores. Quienes han estado largo tiempo
ocupados en arduos y fatigosos problemas intelectuales que
han requerido mucho esfuerzo mental, deben descansar
durante este período so pena de padecer un agotamiento
mental.
Período Número Cinco
También este período es muy favorable para la salud, con
tal de que se observe un prudente régimen de vida y se hagan
ejercicios físicos de respiración y marcha al aire libre.
Probablemente sentirá el individuo en este período
excitaciones a cometer excesos físicos, como el deseo de
exquisitos manjares y banquetes, bebidas estimulantes,
sabrosas comidas y también algo referente a la moralidad,
todo lo cual debe evitarse en este período para prevenir
funestas consecuencias. Es un período muy a propósito para
recobrarse de enfermedades crónicas y de condiciones
inveteradas anormales y bajo lo normal del organismo físico.
Los principios metafísicos, las sugestiones mentales y los
pensamientos limpios producirán más eficaz efecto que en
cualquier otro período.
Período Número Seis
También durante este período se han de evitar
cuidadosamente les excesos de trabajo físico y mental, las
comilonas y los placeres de la carne. Durante este período
están expuestos a enfermarse la garganta, la piel, los riñones y
los órganos sexuales por lo que se ha de beber mucha agua,
mantener el vientre limpio, pasear al aire libre y dormir
mucho.
Período Número Siete
Durante este período es fácil contraer enfermedades
persistentes o crónicas difíciles de remediar. Ha de tener
mucho cuidado el individuo en eludir los lugares donde
arriesgue contagiarse de fiebre u otras enfermedades
infecciosas, así como de no resfriarse En su aprensivo intento
de evitar la amenazadora dolencia, el ánimo se abate y puede
disminuir la vitalidad de la sangre, de modo que no quedan
fuerzas ni siquiera para luchar contra el número ordinario de
gérmenes y adversas influencias que aun en condiciones
normales afectan a todo ser humano. Sin embargo, no es un
período favorable para tomar medicamentos ni someterse a
operaciones quirúrgicas, ni comenzar nuevos tratamientos
enérgicos, a no ser en una emergencia o si se continúa durante
el tiempo suficiente para que produzca sus efectos en el
período siguiente o sea en el primero del próximo ciclo anual.
Durante este séptimo período pueden quedar afectados los
órganos de los sentidos, por lo que se ha de tener cuidado de
combatir desde luego los resfríos, porque es uno de los más
peligrosos períodos del ciclo de la salud en cuanto a
enfermedades crónicas.
X
LOS CICLOS DE ENFERMEDADES Y DEL SEXO
Según ya dijimos, las leyes y principios expuestos en este
libro no tienen nada que ver con el arte y práctica de la
astrología, y en el estudio y aplicación del sistema descripto
en este libro no importa lo más mínimo que se afirme o se
niegue la influencia de los planetas en la vida humana.
Mucho se ha discutido acerca de la influencia de la luna
en las mareas y en la vida animal y vegetal, pero entre tantos
argumentos como se han aducido en pro y en contra, las
observaciones de los ciclos lunares y del ritmo de los períodos
de la luna denotan que existe alguna influencia en la vida
vegetal y animal.
Desde luego se nota una periodicidad rítmica en relación
con las enfermedades del cuerpo y los estados de ánimo,
coincidente con la periodicidad rítmica de la luna; pero el
lector juzgará si esta coincidencia es meramente fortuita y sin
importancia o si establece y denota una gran ley universal.
Conviene advertir ante todo que el aspecto psíquico y
emocional de nuestro ser está íntimamente relacionado con el
origen, curso y desenlace de todas las condiciones morbosas,
anormales, psicológicas y mentales del cuerpo humano, así
como con otras actividades calificadas de involuntarias.
Siempre ha sido un enigma para psicólogos y psiquiatras la
circunstancia de que los enfermos de la mente tengan períodos
de violencia, sosiego, acción y reacción, en paralelismo con el
ritmo lunar. Ya los antiguos observaron este fenómeno, y la
palabra "lunático" quedó en uso, por la falsa creencia de que
la luna era la causa de las enfermedades mentales. Muchas de
las utilísimas actividades de los órganos internos del cuerpo
humano están indudablemente relacionadas con el aspecto
psíquico de nuestra naturaleza y con el ritmo lunar.
Tan notoria es esta relación, que algunos de los más
sutiles efectos y manifestaciones psíquicas se miden por
períodos de aproximadamente veintiocho días, como los del
período lunar.
Pero aunque así lo admiten tanto los médicos como los
legos en medicina, y lo consideran seriamente cuantos
estudian las leyes de la naturaleza, no es muy conocida la
relación entre dicho ritmo psíquicofísico y las fases de la luna.
Sin embargo, los recientes descubrimientos científicos han
confirmado varios principios ya conocidos y empleados por
los Rosacruces.
La luna tiene un ciclo definido de fases que abarca un
período de aproximadamente veintiocho días, al que se llama
mes lunar o ciclo lunar. Este ciclo se divide en fases, a su vez
también divisibles, de modo que podremos dividir el ciclo en
unidades rítmicas.
Así, la mitad del ciclo lunar abarca catorce días, y la
cuarta parte del ciclo son siete días, y la mitad de esta cuarta
parte o sea la octava parte del ciclo serán tres días y medio u
ochenta y cuatro horas.
Todo el ciclo lunar constituye una revolución completa
desde el perigeo hasta el apogeo para volver al perigeo. Es el
mes lunar a que nos hemos referido, al que también se le
llama ciclo mayor de la luna, pues el ciclo menor corresponde
al ordinario orto y ocaso de la luna, que abarca doce horas.
Por lo tanto, hemos de considerar dos ciclos lunares: el menor
o corto, de doce horas, y el mayor o largo, de veintiocho días
aproximadamente.
Comoquiera que tenemos un ciclo largo y otro corto,
también tendremos unidades largas y unidades cortas
correspondientes a dichos ciclos; no arbitrariamente, sino con
sujeción a las leyes fundamentales, estableceremos los tres
días y medio a que antes nos referimos, por unidad larga o
unidad del ciclo largo o mayor.
Dividiendo el ciclo corto de doce horas en cuatro partes
iguales, resultará la unidad corta de tres horas. Observemos
que la unidad larga de tres días y medio equivale a siete ciclos
cortos de doce horas.
Las dos unidades, la de tres horas y la de tres días y medio
respectivamente, se manifiestan en las acciones rítmicas de la
mente y el cuerpo, como ondulaciones de una onda rítmica.
En este punto se hacen importantes descubrimientos y
podemos ir más allá de los hallazgos de la ciencia, gracias a
nuestro conocimiento diferente de ciertas leyes de la
naturaleza.
En lo referente a las enfermedades encontraremos varios
hechos muy significativos, si analizamos la generalidad de los
casos y nos valemos de las unidades cíclicas lunares, pues nos
mostrarán los efectos anabólicos y catabólicos de las fases de
la luna como sigue:
El período de incubación de la fiebre tifoidea es de siete a
veintiún días o sea de dos a seis unidades largas.
El período de incubación de la varicela es de catorce días
o cuatro unidades largas: el de las viruelas es de siete a
catorce días o de dos a cuatro unidades largas; el de la
escarlatina, de tres días y medio, o sea de una unidad larga; el
de la tos ferina de diez días y medio o tres unidades largas; el
de la gripe, de tres días y medio o de una unidad larga; el de la
difteria, de tres días y medio a diez días y medio o sea de una
a tres unidades largas.
En todas las fiebres agudas de cualquier índole que sean,
es muy notorio y definido el período rítmico de dichas
unidades. Según demuestra la experiencia de muchos años, la
enfermedad altera su marcha cada siete días, es decir, cada
dos unidades largas; y más adelante veremos que una tiene
carácter positivo y otra negativo. Cuanto más larga es la
enfermedad, más definidos son los cambios cada siete días, y
hasta se nota la simple unidad de tres días y medio.
Estas unidades rítmicas se manifiestan también en el
proceso de generación y gestación de la vida y determinan el
sexo. La incubación de huevos de muchas especies es de tres
días y medio o una unidad larga. En muchos huevos de
insectos dura una semana y media o tres unidades largas. La
gallina pone huevos durante tres semanas o seis unidades
largas, y los incuba durante igual tiempo.
El óvulo posee estructuralmente los elementos de ambos
sexos; pero por virtud de ligeros cambios de funcionamiento,
es unas veces activamente masculino y otras activamente
femenino; y los períodos de cambio coinciden con las citadas
unidades rítmicas. La fecundación del óvulo detiene estos
cambios periódicos en uno de sus estados sexuales activos, y
así determina el sexo del embrión.
Dijimos antes que había unidades positivas y negativas.
Esta diferencia de potencial determina el sexo de la unidad y
también la vigorosa o débil influencia de las unidades durante
la enfermedad. No es difícil determinar estas diferencias
potenciales.
En cuanto al ciclo corto de doce horas o ciclo de las
mareas, vemos que la acción de la marea nos da la clave del
potencial. Las seis horas precedentes a la pleamar son de
fortalecimiento del proceso psíquico o emocional de la vida, y
las seis horas que siguen a la pleamar son de debilitación. Las
primeras tres horas que preceden inmediatamente a la
pleamar, son positivas o constituyen una UNIDAD CORTA
POSITIVA u onda del ciclo rítmico, mientras que las tres
horas que siguen a la pleamar son negativas y constituyen una
UNIDAD CORTA NEGATIVA. Cada unidad positiva está
entre dos negativas. De aquí que en las doce horas de marea
hay dos unidades positivas y dos negativas, y en cada día de
veinticuatro horas hay cuatro positivas y cuatro negativas.
Mas para determinar cuándo son positivas o negativas hemos
de tomar por clave la hora de la pleamar, de acuerdo con la
hora en los distintos puntos de la tierra.
En el ciclo lunar largo de aproximadamente veintiocho
días tenemos la unidad larga de tres días y medio. Cada ciclo
lunar largo consta de ocho unidades largas. La que precede
inmediatamente a la hora del plenilunio es positiva y la que le
sigue es negativa. De aquí que tenemos tres días y medio de
carácter positivo inmediatamente antes del plenilunio y otros
tres días y medio de carácter negativo inmediatamente
después del plenilunio. Hay cuatro unidades positivas y cuatro
negativas en cada ciclo de veintiocho días.
Fácilmente se comprende que además de los ciclos
descriptos en anteriores capítulos, vivimos bajo la influencia
de una sistemática aunque extraña serie de unidades psíquicas
de ondas rítmicas alternativamente positivas y negativas, unas
de tres horas y otras de tres días y medio de longitud. Por lo
tanto, mientras una de las unidades largas positivas produce
su efecto, lo producen también veintiocho unidades cortas.
Una unidad positiva corta que actúe durante una unidad
positiva larga, producirá un efecto muy positivo; una unidad
corta negativa que actúe durante una unidad positiva larga,
producirá un efecto neutro; una unidad corta negativa que
actúe durante una unidad negativa larga, producirá efectos
negativos. Las unidades largas de tres días y medio influyen
mayormente en los procesos psíquicos durante las condiciones
anormales o morbosas de todo el organismo, mientras que las
unidades cortas influyen preferentemente en las condiciones
mentales y nerviosas, tanto en estado de salud como de
enfermedad corporal.
Por este motivo, las unidades largas tienen tanta influencia
en las enfermedades febriles anteriormente citadas, mientras
que en lo referente a la fecundación, fertilización, contagio y
procesos análogos tienen mayor influencia las unidades
cortas. Una unidad positiva determina una vigorosa y
vitalizante condición masculina, mientras que una unidad
negativa produce una condición débil y femenina. Esta es
receptiva y aquella activa. La unidad neutral produce una
condición pasiva.
Vemos que las unidades cortas ejercen poderosa
influencia en las condiciones del nacimiento humano, pues el
sistema nervioso y las funciones orgánicas son muy sensibles
a las influencias descriptas. Durante la unidad larga negativa,
especialmente las primeras tres horas después de la pleamar,
el cuerpo está sosegado y las contracciones son más débiles y
menos favorables que durante la actividad, mientras que la
unidad larga positiva, especialmente las primeras tres horas
que inmediatamente preceden a la pleamar, estimula la
actividad del organismo y la parturienta no necesita hacer
tantos esfuerzos voluntarios sin ayuda externa o artificial del
médico. Si el alumbramiento no ocurre durante las dos
unidades cortas (seis horas) que preceden a la pleamar, no
ocurrirá sin condiciones forzadas y penosas durante las
siguientes tres horas (la primera unidad que sigue a la
pleamar), o sin innecesario sufrimiento y debilidad durante las
siguientes tres horas (la segunda unidad después de la
pleamar). Se ha de dejar a la paciente que descanse durante
las unidades negativas y vuelva a la actividad tan sólo durante
la primera unidad inmediatamente anterior a la pleamar.
Las contracciones durante las labores del parto son
rítmicas y violentas durante las unidades positivas, mientras
que son débiles durante las unidades negativas. Si la paciente
sabe aprovecharse de la influencia del ritmo, dispondrá de
mucha fuerza y no serán necesarios excitantes ni auxilios
artificiales. De cien casos observados con sujeción a este
método, noventa y ocho lo confirmaron y en los dos restantes
influyeron causas extrañas de carácter anormal.
Cuando se piensa, se proyecta, se habla o se realiza algún
acto mental o funcional que requiera esfuerzo nervioso,
magnetismo personal, impresionabilidad o vitalidad sana, se
han de aprovechar las unidades positivas del tiempo. En el
tratamiento de las enfermedades se ha de intensificar el
auxilio prestado al enfermo durante las unidades positivas,
largas y cortas, pero se ha de dejar que descanse durante las
negativas. Si sobreviene una crisis durante un largo período
negativo, ha de permanecer el enfermo tan reposado como sea
posible hasta que llegue a la unidad positiva, especialmente
una larga, que facilitará el restablecimiento del enfermo. A fin
de precisar debidamente las unidades de tiempo, es preciso
obtener una tabla auténtica y fidedigna de las mareas con
relación al lugar donde reside el interesado, así como una
tabla de las fases de la luna en cada mes.
IMPORTANTE
Las páginas del párrafo precedente contienen todo lo que
se ha aprendido y descubierto por medio de experimentos
acerca de los ciclos de la luna. Ni el autor del libro ni los
editores pueden intentar dar a los lectores individuales
informes sobre los períodos de la luna y la influencia de la
marea en varias localidades, ni el probable ciclo de influencia
lunar con relación a varias enfermedades. Lo indefinido o
incompleto que haya sobre la luna y sus influencias sobre
estos asuntos, es algo que requiere más estudio e
investigación de parte de la nueva época científica. Esperemos
que la nueva generación, liberándose de los prejuicios del
pasado, emprenda esta gran obra.
XI
CICLO DIARIO DE HORAS SIGNIFICATIVAS
Hay otro ciclo importante que probablemente será de uso
más frecuente que los demás para nuestros lectores, a causa de
la oportuna facilidad con que puede consultarse en relación
con las ocurrencias del día. Sé de muchísimos negociantes
que se han valido de este ciclo en la forma abreviada que les
proporcioné, a fin de que les guiara en sus negocios y lo
consultaran siempre que algún punto dudoso apareciera en su
horizonte mercantil o personal. Hemos puesto a prueba este
ciclo de multitud de maneras y todos cuantos tuvieron la
suerte de experimentar sus efectos declaran que es una de las
guías más seguras de que se valieron.
Este ciclo divide las veinticuatro horas del día en siete
períodos de aproximadamente tres horas, veinticinco minutos
y cuarenta y tres segundos. Comienza y termina a medianoche
y su punto central es el mediodía. El primer período comienza
a medianoche y termina a las tres horas y veinticinco minutos;
el segundo período termina a las seis y cincuenta y un
minutos; el tercero, a las diez y diecisiete minutos; el cuarto, a
la una y cuarenta y dos minutos de la tarde; el quinto, a las
cinco y ocho minutos de la tarde; el sexto, a las ocho y treinta
y cuatro minutos de la noche; el séptimo, a las doce p. m. o
sea a medianoche.
Estos períodos sirven para todos los puntos del globo,
contados según la hora propia del lugar, prescindiendo por
completo de la hora convencional de verano y se debe contar
el tiempo normal de la ciudad, derivado del tiempo de
Greenwich.
El tiempo normal, por supuesto, varía ligeramente del
tiempo astronómico, pero en la mayoría de los casos la
variación es de unos cuantos minutos, y no requiere ajuste
alguno para el uso de este ciclo.
Conforme dijimos, debe concederse al comienzo de cada
período un ligero margen de minutos, horas o días, según la
duración del período; y así vemos que los ciclos números 2 y
3 admiten una variación de un día o al menos de algunas
horas al comienzo y término de cada período, pues hasta que
el período esté bien establecido, hasta que de lleno se haya
entrado en él no se manifestarán completamente los efectos de
sus condiciones e influencias correspondientes. En cuanto al
ciclo de que ahora tratamos, para que las condiciones
predominen, debe concederse un margen de cinco a diez
minutos en el comienzo y término de cada período, sea cual
fuere el lugar en que se use el ciclo. Por lo tanto, aunque el
primer período termina a las tres horas y veinticinco minutos
de la mañana y en este instante comienza el segundo período,
es más seguro considerar que el primer período termina a las
3:20 y el segundo comienza a las 3:30, con lo que se deja un
intervalo neutral de cinco a diez minutos entre ambos
períodos, durante el cual pueden no manifestarse todavía las
condiciones peculiares del período entrante. Este intervalo
compensará la leve discrepancia en minutos que pueda haber
entre la hora civil y la astronómica en el punto donde resida el
interesado. La hora civil u oficial es la que señalan los relojes
de las estaciones ferroviarias y centros oficiales del país.
La utilidad del ciclo diario se advierte desde el momento
en que se emplea, y su comprobación durante algunas
semanas valdrá muchísimo más que cuanto pudiéramos
exponer en estas páginas. Quienes se sientan reacios a valerse
de este método no vayan a creer que tiene algo supersticioso.
Toda superstición deja de serio en cuanto se descubre el
principio en que se apoya, cuya actuación demuestra la
existencia de una ley fundamental. Aunque algunos aleguen
que los efectos de este sistema provienen de la confianza
ciega que en él pone quien lo usa, lo cierto es que esta
confianza es el resultado natural de haber descubierto la
actuación de la ley. Pero no conviene perder tiempo en
discusiones perra demostrar lo que más acabadamente
demostrará la comprobación experimental del método durante
unas cuantas semanas, al poner en evidencia la actuación de la
ley que lo gobierna.
Antes de emplear el ciclo diario conviene leer con suma
atención las instrucciones dadas en el siguiente capítulo. Una
vez comprendidas estas instrucciones, será fácil referir al
período correspondiente cualquier hora y guiarse por la
instrucción recibida. Puede ser una novedad en la vida de
muchas personas acomodar su conducta a este ciclo diario;
pero si los banqueros y los agentes de cambio y bolsa han
comprobado su eficacia en la fluctuación de las operaciones
bursátiles en Wall Street, si los directores y gerentes de los
establecimientos de crédito y los dueños de comercios han
experimentado las ventajas de consultar este ciclo sobre la
marcha de su negocio, seguramente que análogas ventajas
hallará todo el que en sus asuntos personales lo emplee, como
el capitán de un buque consulta sus mapas y cartas a cualquier
hora del día o de la noche.
XII
EL EMPLEO DEL CICLO DIARIO DE SIETE PERÍODOS
Ya dijimos que el ciclo diario comienza y termina a
medianoche y se divide en siete períodos de aproximadamente
tres horas y veinticinco minutos cada uno.
Sin embargo, no todos los períodos de este ciclo tienen el
mismo significado. Por ejemplo, el primer período del
domingo es muy distinto en sus efectos del primer período del
lunes. El quinto o sexto período de un martes es muy diferente
al quinto o sexto período de un miércoles, o de cualquier otro
día que no sea martes. Todos los períodos del miércoles, por
ejemplo, son iguales para los miércoles, pero no se pueden
aplicar a los otros días de la semana. Lo mismo se puede decir
del jueves, viernes o sábado. Los diagramas contenidos en el
capítulo aclaran esto y lo hacen fácil de comprender. En la
ilustración anexa del reloj aparece el día dividido en los siete
períodos de las veinticuatro horas, con separación de las
anteriores a las doce del día o meridiano, señaladas con las
iniciales A. M. a un lado del reloj, y las posteriores al
meridiano o doce del día, señaladas con la iniciales P. M. en
el otro lado del reloj. La medianoche está indicada en la parte
superior y el mediodía en la parte inferior, de suerte que a
primera vista se advierten las horas en cada uno de los siete
períodos del ciclo de una a otra medianoche.
Designaremos los períodos con las letras A. C. B. D. E. F. Y
G. Para usar este ciclo diario con relación a cualquier día de la
semana, basta buscar en la tabla titulada "Períodos para cada
día de la Semana", los períodos correspondientes al día
escogido, y leer en el capítulo XIII la descripción de dichos
períodos. Por ejemplo: Si el día de la semana es lunes, y se
desea averiguar lo que mejor se puede hacer y qué se debe
evitar durante las horas de las ocho y de las doce de la mañana
en los negocios de aquel día, se consulta la tabla de los
"Períodos para cada día de la Semana" y se verá que las ocho
de la mañana corresponden al tercer período del lunes, o sea
el período "E", y que el mediodía del lunes corresponde al
período "F" de este día. Hecho esto, se lee en el capítulo XIII
la descripción de las condiciones favorables y adversas
correspondientes a los períodos "E" y "F".
Otro ejemplo: Si nos proponemos visitar a alguien para
asuntos de negocios a las 8 p. m. del lunes, consultaremos la
tabla de los "Períodos para cada día de la Semana" y veremos
que esta hora corresponde al sexto período del día que es el
"A" en el lunes. La descripción de este período "A" en el
Capítulo XIII nos dice que es muy a propósito para solicitar
favores, protección y auxilio de quienes por su alta posición
pueden concederlos. Pero también se echará de ver que este
sexto período del lunes termina a las 8.34 p. m., y que a
menos que se haga la petición antes de este término, recibirá
las influencias del período siguiente o séptimo del lunes, que
es el "B", favorable para visitas y tertulias de sociedad, pero
no para tratar de negocios; y por lo tanto, no estará de más
dejar aquella visita para otro día. De aquí se infiere la
importancia de visitar a las personas de negocios algo más
temprano, pero no antes de las 5.30 p.m., porque sería
demasiado pronto para el sexto período.
Se observará que de las 5.30 a las 8.30 es período "A" el
lunes, pero el martes es período "D" y el miércoles es "G", y
que para encontrar otro período "A" favorable a las solicitudes
de negocios se ha de esperar hasta el tercer período del
martes, entre siete y diez de la mañana, o el séptimo período
del miércoles, entre 8.30 p. m. y medianoche.
Otro ejemplo: Supongamos que el interesado desea
encontrar los períodos de la semana favo­rables al cobro de
cuentas, a la inversión de capital con probabilidades de
agenciar beneficios o establecer algún nuevo negocio que se
le figure de cuantiosos rendimientos. En la descripción de las
condiciones de los períodos encontraremos que el período "F"
del ciclo es muy a propósito para tratar de negocios, y la tabla
de los "Períodos para cada día de la Semana" nos dirá que hay
siete períodos "F" en la semana: el primero es el séptimo del
domingo, de 8.34 a 12 p. m.; el siguiente es el cuarto del
lunes, de 10.17 a. m. a 1.42 p. m.; el otro es el primero del
martes, de medianoche a 3.25 a. m.; el otro es el quinto del
miércoles, de 1.42 p. m. a 5.08 p. m.; el siguiente es el
segundo del jueves, de 3.25 a. m. a 6.51 a. m.; el que sigue es
el sexto período del viernes, de las 5.00 p. m. a las 8.30 p. m.;
y el último es el tercero del sábado, de 6.51 a. m. a 10.17 a. m.
Al escoger el mejor de los siete períodos "F" de la semana
para determinado asunto, conviene tener presente dos
circunstancias: 1ª. Que se han de eliminar los períodos que
abarquen altas horas de la noche o muy tempranas de la
madrugada, pues son horas intempestivas para asuntos
generales; 2ª. Que algunos de los períodos designados con la
misma letra pueden servir mejor que los demás para el
propósito en marcha. En el ejemplo antes citado del período
"F" vemos que hay siete disponibles para asuntos de negocios,
y el mejor de los siete es el correspondiente al lunes que
abarca de 1 0.17 a. m. a 1.42 p. m., que es durante las
primeras horas de negocio, o el período "F" del miércoles, que
es temprano en la tarde, o bien el período "F" del viernes,
entre 5.00· p. m. y 8.00 p. m.
Otro punto de suma importancia hemos de considerar.
Supongamos que alguien viene a proponernos un negocio, a
someternos un proyecto, solicitar un favor o insinuarnos una
idea, y que lo propuesto o solicitado despierta nuestro interés.
Antes de proceder a la acción, debemos leer la descripción de
los períodos expuestos en el Capítulo XIII y consultar después
la tabla de los Períodos para ver en qué período del día nos
hallamos en aquel entonces, y si es o no favorable al asunto de
que se trata. Si quien acude a nosotros viene con un contrato,
un convenio, una escritura o documento que se haya de
firmar, prometiendo grandísimas ventajas y beneficios de la
aceptación, y nos han ganado el ánimo las elocuentes palabras
y argumentos del interlocutor, hemos de consultar la tabla
para ver que, por ejemplo, se ha incoado el asunto un lunes a
las 9.30 de la mañana, que corresponde a un período "E",
desfavorable, según la descripción, para firma de documentos
y para creer en halagadoras promesas. Por lo tanto, se ha de
rechazar la proposición por ventajosa que parezca. Aunque se
procure retardar el asunto hasta el siguiente período que es un
período "F" y, por lo tanto, favorable a contratos y convenios,
no se ganaría nada, porque el asunto despertó nuestro interés
durante el período "E". Por otra parte, supongamos que la
misma persona nos presenta su proposición un viernes a la
misma hora de las 9.30 de la mañana, la tabla de los Períodos
nos dice que las 9.30 de la mañana del viernes corresponde al
período "c" y según la descripción expuesta en el Capítulo
XIII, el período "c" no es favorable para firmar contratos,
convenios, pactos o compromisos de larga e indefinida
duración; por lo tanto, se ha de rechazar de plano la
proposición.
Conviene tener en cuenta que cuando se rechaza una
proposición o se desecha un negocio, porque el período en
que se inicia el asunto es desfavorable, se ha de desechar
definitivamente y no reanudarlo en ningún otro período. No se
concibe que una proposición, un plan, un proyecto sin
fundamento ni apoyo, ni pies ni cabeza, haya de transmutarse
en acabada perfección por diferirlo hasta otro período. Lo
importante y significativo es la hora en que se inicia el asunto,
el cual puede ser conveniente para otros si se les presenta en
período favorable; pero a nosotros no nos conviene por
haberse presentado en período adverso. Se ha de tener
presente que la aplicación del ciclo produce un efecto
personal en quien lo emplea en sus negocios e intereses, y no
colectivamente en toda la humanidad.
Puede suceder que al ver desestimada su proposición u
oferta el que en mal hora nos la hizo, vaya con ella a otro
negociante, y durante el camino termine el período adverso y
comience el favorable, que esté ya en vigencia al hacerle a
otro negociante la misma proposición que le rechazamos. Sin
embargo, esta circunstancia en nada menoscaba la virtualidad
del sistema, pues sabemos que hay proposiciones y ofertas
muy aceptables por parte de algunos y que en modo alguno
convienen a otros. Sabemos que una persona puede invertir su
dinero en un negocio y beneficiarse de la inversión, mientras
que otra persona se hubiese arruinado en aquel mismo
negocio. Por lo tanto, la virtualidad de este sistema depende
de las condiciones y circunstancias que concurren en cada
individuo, y así se explica por qué un mismo negocio que
convenga a unos resulta perjudicial para otros.
El detenido estudio analítico de la descripción de los
períodos del ciclo diario, tal como aparece en el Capítulo
XIII, nos familiarizará con lo que debemos hacer y lo que
debemos evitar en cada período, según las horas del día que
empleamos en la actividad de los negocios o de los asuntos
personales.
Conviene subrayar la circunstancia de que de las
estadísticas exactas formuladas por quienes experimentaron
prolongadamente este sistema, resulta que cuanto más
interesante es la proposición u oferta para los negocios del
que la recibe, mayor necesidad tiene de consultar el período
para proceder acordemente, es decir, que los menesteres
rutinarios y menudos de la vida privada y de los negocios no
requieren el empleo del sistema, mientras que las cuestiones y
asuntos de vital trascendencia, que requieran estudio,
meditación y análisis, han de someterse a los resultados del
sistema, porque seguramente en cualquier materia de suma
importancia, cuya decisión ha de producir resultados
duraderos o definitivos en malo en bien, es mucho mejor
consultar las tablas y dejarse guiar por ellas, que jugarse el
éxito a cara o cruz por una resolución precipitada en un asunto
que propone una mente ajena.
Según queda dicho en otro capítulo, los estímulos,
inspiraciones, impulsos y deseos de hacer una cosa o de
vacilar en hacerla provienen del Cósmico o de las personas
que nos tratan y rodean, y a veces nos vemos solicitados por
dos estímulos, inspiraciones, impulsos y deseos
contrapuestos, entre los cuales hemos de escoger. En esta
circunstancia obra el hombre como agente libre y ha de
sujetarse al resultado de su decisión. Por lo tanto, es mucho
mejor confiar en un sistema como este, que en una facultad
analítica objetiva o en cualquier sistema de análisis
superficial. Este sistema se ha ensayado y comprobado, y se
ha visto que está de acuerdo con ciertas leyes superiores que
la generalidad de las gentes desconocen o desdeñan; pero que
por su sencillez, amplitud, adaptabilidad y poder para
despertar confianza, vale la pena emplearlo y hacer de él un
comanditario de nuestros asuntos y negocios privados y
sociales.
XIII
DESCRIPCIÓN DE LOS PERÍODOS DEL CICLO DIARIO
PERÍODO "A"
Muchas cosas pueden hacerse durante este período del día
con esperanza de buen éxito y de cooperación Cósmica. Por
ejemplo, se puede meditar sobre un plan o proyecto para
desenvolver sus pormenores; solicitar favores o mejoras de
posición de personas de alta significación política o social;
recabar moratorias legales; pedir dinero prestado y lograr que
le presenten a uno o lo recomienden a personas de superior
categoría social o política. Es un período favorable al trato
con funcionarios públicos o personas de alto rango, a la
otorgación de testamentos, firmas de escrituras y envío de
cartas importantes en que se piden favores o recomendaciones
y protección respecto a los asuntos propios y del negocio de
quien las escribe. También es un período propicio para
obtener de los banqueros crédito personal o para el negocio, y
para una campaña de publicidad que dé a conocer el negocio y
se alcance la estimación del público o para consolidar una
buena reputación. En cambio, es período desfavorable para
tratar de asuntos relacionados con los delincuentes, ni aun
como abogado defensor. Es un período repleto de energía que
es necesario regular y de violentos impulsos que conviene
regir, de modo que pensamientos, palabras y acciones se
sometan a la voluntad. Tampoco es período a propósito para
iniciar un nuevo negocio, ni llevar a cabo un nuevo plan, ni
presentar proposiciones de ninguna clase, ni comprar
ganadería, ni firmar contratos o convenios. Igualmente es un
período adverso a los viajes de pocos días de duración, a los
noviazgos y a todo cuanto se relacione con contraer
matrimonios, así como no es prudente mudarse de casa o de
domicilio social, ni emprender las obras de un nuevo edificio,
ni adquirir o alquilar fincas, ni para operaciones quirúrgicas.
No es bueno para hacer la primera inversión financiera de un
nuevo negocio, ni es bueno para comprar o vender
propiedades inmuebles.
También es bueno para solicitar favores de carácter social o
de carácter mercantil en los círculos sociales; especular en la
bolsa, en los juegos de azar; tratar con mujeres de asuntos
sociales y de negocios. No es un período de muchas
aspiraciones, y aunque mudable, se adapta a diversas
circunstancias. Es un período fructífero porque todo lo que se
inicie o culmine en él excederá a cuanto cupiera esperar. Sin
embargo, hay que prevenir contra ciertos impulsos de índole
social o intelectual. Condiciones desfavorables de este
período son: contratar sirvientes y empleados menores y
emprender viajes largos por mar o por tierra, que nos alejen
mucho del hogar.
PERÍODO "B"
Este período es favorable para los siguientes puntos:
Tratar de materias relacionadas con las artes, la música el
adorno de la persona o el ornato de la casa y de todo lo que se
refiere a la sensibilidad material. Es período excelente para
acometer una nueva empresa; gozar del arte, la música y el
drama; comprar reses vivas; cobranza de cuentas; negocios de
carácter público, como contratos y subastas; es bueno para
contratar viajantes, vendedores, empleados, corredores,
dependientes, ordenanzas y cobradores. Las nuevas amistades
que se hacen durante este período son por lo general dignas de
confianza, si la amistad y el conocimiento tienen puramente
carácter social. Se pueden emprender cortos viajes que no
excedan de un mes; casarse o entablar relaciones amorosas;
prestar y pedir dinero prestado; realizar proyectos de negocios
o de esparcimiento; tomarse un rato de asueto en las
diversiones sociales y llevar a cabo alguna función social.
PERÍODO "C"
Este período es especialmente favorable para tratar de
asuntos relacionados con las bellas artes y las cosas
intelectuales de la vida, especialmente la educación,
investigaciones
científicas,
publicaciones
editoriales,
enseñanza en las escuelas, institutos, colegios y universidades,
campañas relacionadas con la educación. Es propicio para el
estudio, ejercicios de memoria, adquisición de conocimientos
especiales, examen analítico de documentos, libros, escrituras,
proposiciones y ofertas y alegatos en los tribunales de justicia
que requieran inteligencia y lógica. Es especialmente
favorable para la actividad mental de toda índole, para
escribir, pensar, hablar y juzgarse a sí mismo. Es bueno
también para ocuparse del arte dramático, la música, la
pintura; para ultimar negocios de ganadería; formalizar
contratos, cobrar cuentas; contraer nuevas relaciones
personales; contratar dependientes, empleados y sirvientes de
toda clase. También es favorable para emprender viajes
cortos, trabajos literarios y periodísticos, redacción de
anuncios, publicación de prospectos comerciales y
manifiestos de índole social. Es también período propicio para
tomar remedios o entregarse a cualquier sistema terapéutico
beneficioso para el cuerpo físico. Es buen período para prestar
dinero, pero es dudoso que sea bueno para pedir prestado. Es
favorable para comenzar la construcción de un edificio o
proyectar una nueva empresa, dedicarse a estudios de
ocultismo, filosofía y metafísica, con probabilidades de
comprender verdades fundamentales. Es un período
afortunado para acometer empresas de dudoso éxito
financiero, aunque a esto sólo puede aventurarse quien no
arriesgue una quiebra, si el resultado no es tal como esperaba.
Es un período conveniente para tomarse algunos minutos de
descanso o recreo con amena conversación sobre asuntos
sociales; para firmar importantes documentos de toda clase; es
bueno para que los viajantes comerciantes visiten a los más
recalcitrantes clientes en perspectiva; y es un buen período
para escribir cartas de suma importancia. Condiciones
desfavorables de este período, durante el cual conviene
abstenerse o evitar los siguientes puntos: tratar con
adversarios públicos o particulares; citarlos ante los tribunales
de justicia e intentar conciliaciones con ellos, porque en este
período se promoverían interminables discusiones sin
resultado beneficioso. No es conveniente para contraer
matrimonio; es dudoso para tratar con abogados cualquier
clase de asuntos; para ocuparse en problemas de mecánica y
de inventos; solicitar aumento de sueldo o de categoría; pedir
favores a personas influyentes. Condiciones dudosas con
relación, a los puntos siguientes: venta de fincas,
desenvolvimiento espiritual y concentración.
Es un período muy tornadizo que estimula poderosamente
la actividad mental, pero es favorable a la prudencia y
precaución, y así es que no debe confiarse en la ordinaria
cautela con que cada cual procede en sus asuntos. Conviene
advertir que durante este período están muy ágiles las mentes
y muy sueltas las lenguas, por lo que la verbosidad de los
viajantes y corredores que presentan una proposición arriesga
exagerar sus ventajas. Por esto es muy fácil que durante este
período comparezcan los extorsionadores, timadores,
chantajistas, estafadores y ventajistas para ejercer sus malas
artes. Por lo tanto, hay que prevenirse.
PERÍODO "D"
Las condiciones de este período son favorables para todos
los negocios en general de índole material, para tratar con el
público en cualquier capacidad general, para trabajos
educacionales y de instrucción de cualquier clase, para
sembrar y para operaciones agrícolas, para hacer nuevas
amistades y para contratar sirvientes de todas clases. Es
también un buen período para comenzar viajes cortos o viajes
largos por agua, y para escribir, revisar u ocuparse de trabajos
literarios o periodísticos. Es también un buen período para
matrimonio o para noviazgo, para todos los asuntos
marítimos, para tomar medicinas o para cualquier sistema de
ayuda terapéutica para el cuerpo o la mente, para estudios y
análisis metafísicos o para ocuparse de intereses navieros,
intereses de transporte o para embarcar mercancías a lugares
que están fuera de la ciudad en que vivimos. Es también
bueno para tratar con cirujanos y para operaciones quirúrgicas
y es uno de los buenos períodos para los vendedores, agentes
viajeros y otros agentes semejantes de ventas, y especialmente
para tratar con mujeres. Es un período en que las ambiciones
se despiertan mucho y aunque estas ambiciones pueden ser
muy impulsivas, ordinariamente resultan fructíferas. No es un
buen período para comenzar cualquier nueva empresa, para
comprar animales, para hacer contratos o firmar papeles
legales de cualquier clase, ni para comenzar demandas o
pleitos ante los tribunales. No es un buen período para pedir
dinero prestado ni para tratar de conseguirlo, ni para firmar
papeles o notas que se refieran a asuntos monetarios, ni para
especulaciones, ni para tomar parte en juegos de azar de
cualquier clase. Es también un mal período para escribir
cartas, peticio­nes o solicitudes de cualquier clase en que se
pidan favores importantes o ayuda en relación con los
negocios, la vida personal o la vida social.
PERÍODO "E"
Este período es especialmente bueno para asuntos
agresivos o para aquellas actividades que requieren un
pensamiento profundo seguido por una larga campaña o un
largo período de acción firme y continua. Es bueno comenzar
estas cosas durante este período. Es un momento excelente
para presentar nuestros problemas a jueces, magistrados,
autoridades policiales, senadores, gobernadores, alcaldes o
presidentes de grandes empresas, y especialmente a aquellas
personas que tienen en su poder el derecho de decidir o tomar
resoluciones en cualquier asunto en disputa. Es un buen
período para impartir permanencia a cualquier cosa que haya
comenzado o terminado durante él, y da gran persistencia y
resistencia a todas las actividades. Es también bueno para
trabajos literarios o periodísticos, o para avisar, o para
fomentar las ventas por medio de cartas enviadas por correo o
breves comunicaciones impresas. Es bueno también para
comenzar cualquier acción legal en los tribunales o para
presentar respuestas o argumentaciones y para toda clase de
inventos o problemas mecánicos o asuntos con ellos
relacionados; también para asuntos relacionados con la
metalurgia o con los obreros del metal. Es una buena época
para mudarse a una nueva casa o para comprar y vender
terrenos y propiedades o para traspasar terrenos y propiedades
inmuebles. Es un período excelente para comenzar trabajos
científicos y para meditación espiritual. Sin embargo, este
período es también, desgraciado para ciertas cosas, y éstas son
muy definidas, y deben observarse bien porque las cosas
desgraciadas durante este período serán verdaderamente
desgraciadas. Estas son: hacer contratos o convenios de
cualquier clase, tratar de cobrar dinero, sembrar semillas o
comenzar operaciones agrícolas, hacer nuevas amistades por
primera vez, contratar sirvientes, agentes, vendedores o
cobradores de cualquier clase o para cualquier puesto, o para
comenzar viajes largos por agua, o para matrimonio o para
tomar medicinas, o para cualquier método de curación mental
o física: para prestar dinero o pedirlo prestado, para erigir
nuevos edificios, para tratar con personas importantes de
quienes se solicitan favores o reconocimientos, para comenzar
cualquier negocio arriesgado, para entregarse a asuntos de
recreo o de sociedad, para especular en los negocios, en la
bolsa o de cualquier otra manera, para operaciones quirúrgicas
o para escribir cartas importantes.
PERÍODO "F"
Este es uno de los períodos más afortunados de cada día.
Puede llamársele el período de la suerte, así como el período
anterior se considera generalmente como el período
desgraciado. Durante este período "F" de cada día, las
condiciones son afortunadas para comenzar cualquier nueva
empresa, para comprar animales o ganado, ya sea con fines
de. especulación o para hacer un verdadero negocio, para
hacer contrato o firmar contratos, convenios y cualquier
documento de estipulaciones específicas, cobrar cuentas o
reunir dinero, para trabajos de educación e instrucción, para
hacer nuevas amistades o comenzar viajes largos, ya sea de
negocios o de placer. Es también un buen período para viajes
cortos por agua y por otros medios, para trabajos literarios y
periodísticos, o para tratar con abogados, para presentar
documentos ante los tribunales y para comenzar
verdaderamente cualquier procedimiento tribunalicio. Es
también bueno para el matrimonio o para el noviazgo, para
pedir dinero prestado, para erigir nuevos edificios, para hacer
los planes de nuevas empresas y para efectuar reuniones de
directores de alguna empresa con el fin de discutir las
condiciones de los negocios o nuevos negocios; para buscar
adelantos en los negocios o para aumentar las ventas y formar
prestigio que produzca créditos, para tratar con oficiales
públicos o con la masa del público en cualquier asunto, o para
tratar con personas importantes. Es un buen período para
comprar o vender propiedades inmuebles, para toda clase de
asuntos sociales y recreativos, para obtener favores de las
personas del sexo opuesto, ya sea en negocios o en asuntos
sociales, y para firmar papeles que traten de asuntos
importantes de cualquier clase. Es el período afortunado para
toda clase de especulaciones y para escribir cartas
importantes. Hay varias cosas que deben observarse en
relación con este período afortunado. Es un período que
produce mucha energía en el cuerpo y en la mente y nos
induce a excesos de varias clases; sin embargo; con toda la
impulsividad de este período, es generalmente fructífero y por
lo tanto afortunado. Es un período más afortunado para los
hombres que para las mujeres en los asuntos comerciales,
pero más afortunado para las mujeres que para los hombres en
asuntos sociales. Es un período positivo, y sin embargo, debe
tenerse una tendencia natural hacia la cautela y la prudencia.
Generalmente da y estimula el espíritu y el amor de la justicia
y es un período que imparte permanencia. No es bueno para
contratar sirvientes de bajas posiciones ni es tampoco bueno
para asuntos marítimos.
PERÍODO "G"
Este período es especialmente bueno para dominar
aquellos asuntos que requieren considerable energía y
agresividad, resistencia y constancia. Es un período excelente
para tratar de aquellos asuntos que requieren el gasto de más
energía física que energía mental y que requieren verdadero
trabajo y músculo. Por lo tanto, todos los asuntos materiales y
sensuales serán afortunados durante este período, lo mismo
que el cobro de dineros, el contrato de vendedores viajeros, de
agentes o cobradores y para las actividades de ellos. Es
también afortunado para asuntos mentales, para asuntos
marítimos, para ocuparse de problemas mecánicos, de
invenciones, de planos para edificios o de asuntos que traten
de metal y para los obreros del metal. Es también bueno para
asuntos científicos y para mujeres que busquen favores de los
hombres asuntos comerciales. No es un período bueno para
asuntos benéficos de cualquier clase, ni para recibir donativos
o favores, ni para actividades humanitarias públicas, ni tiene
tampoco este período mucha prudencia ni mucha cautela. Es
un período desafortunado para comprar ganado o animales en
general, o para especular con ellos; no es tampoco bueno para
tratar con los enemigos, ni para comenzar viajes largos, ni
para acciones legales, ni para tratar con abogados o con
asuntos de los tribunales. Naturalmente, será un período malo
para el matrimonio y para el noviazgo, y para solicitar favores
en general. Es dudoso que sea un período bueno para
operaciones quirúrgicas o para tratar con mujeres. Es este el
período en que es posible que ocurran accidentes, por lo tanto,
se debe tener cuidado y no estar en ningún sitio expuesto, o
cerca de armas de fuego, de explosivos o de otras cosas que
pudieran dañar el cuerpo físico. En las enfermedades, es
probable que las fiebres suban durante este período y que la
temperatura del cuerpo esté naturalmente más cálida durante
este período que en ningún otro.
XIV
EL CICLO DEL ALMA
En capítulos precedentes hemos hablado de las
emanaciones y vibraciones Cósmicas que actúan en el
universo y de su efecto en los asuntos personales de los seres
humanos, por medio de los estímulos, tendencias, impulsos,
inspiraciones y condiciones que suscitan o fomentan nuestra
vida diaria. Comprenderá quienquiera que analice los
principios envueltos en todo ello, que las vibraciones
Cósmicas y los rítmicos períodos Cósmicos también han de
tener algún efecto en el alma, en la personalidad y en el
carácter de todo ser humano.
Según quedó dicho, las ideas expuestas en este libro y los
varios sistemas descriptos no tienen nada que ver con la
astrología; pero si el alma que entra en cada cuerpo humano al
nacer, es parte esencial de la energía o vitalidad Cósmica, y si
esta energía o vitalidad llega a la superficie terrestre en
pulsaciones rítmicas de varias frecuencias vibratorias y de
caracteres varios, resultará que una persona nacida en
determinado período rítmico del año, debe tener tendencias
naturales distintas de las de otra persona que nació en
diferente período rítmico. No intento entrar en una
explicación científica del cómo y del por qué de esto, sino tan
sólo exponer los efectos de las pulsaciones rítmicas en el alma
humana y en el carácter del individuo, de modo que estos
hechos establezcan la existencia de la ley. Quienes deseen
dedicarse a la investigación y estudio de los principios
envueltos, encontrarán en ello mucho placer y copioso
conocimiento.
Por lo tanto, si prescindimos de los principios y nos
ocupamos de los hechos observados, advertiremos que el año
solar de trescientos sesenta y cinco días puede dividirse en
siete períodos que forman el ciclo del alma. Recordemos que
el año solar comienza aproximadamente el 22 de marzo. Esa
fecha era la del año nuevo en todos los pueblos antiguos, y la
fijación del 1o. de enero es puramente arbitraria, sin que
obedezca a ninguna ley natural. El año solar abarca
aproximadamente 365 días y así se computa con relación a los
asuntos generales. Si lo dividimos en siete períodos iguales
veremos que también constan de cincuenta y dos días y varias
horas. Podemos desechar la fracción y calcular los períodos
de cincuenta y dos días, como antes lo hicimos. Por lo tanto,
el ciclo del alma comienza el 22 de marzo y prosigue en los
siguientes períodos de cincuenta y dos días. Del 22 de marzo
al 12 de mayo; del 13 de mayo al 3 de julio; del 4 de julio al
24 de agosto; del 25 de agosto al 15 de octubre; del 16 de
octubre al 6 de diciembre; del 7 de diciembre al 27 de enero; y
del 28 de enero al 21 de marzo. Cada período tiene polaridad
dual. La primera mitad del período produce efectos
ligeramente diferentes de los de la segunda mitad; y así es que
cada período tiene dos naturalezas, y los siete en conjunto
contienen catorce caracteres diferentes o combinación de
condiciones.
Todo el que nace absorbe con su primer aliento la energía
Cósmica que armoniza su Consciencia del Alma con el ritmo
de las vibraciones Cósmicas existentes en el momento de
nacer, y según las observaciones efectuadas durante siglos de
cuidadoso examen y escrutinio cada persona prosigue
vibrando en armonía con el ritmo establecido en el instante de
su nacimiento. Es como si cada individuo estuviera en
afinidad con las condiciones rítmicas existentes al nacer, y por
lo tanto, es más sensitivo y receptivo a los efectos de aquel
ritmo que a los de cualquier otro. Es como si varias notas de
un instrumento musical perfectamente afinado sonaran a
diferentes horas del día y que el individuo nacido mientras
sonaba la nota "La" se sintonizara con ella siempre que
volviese a sonar, con preferencia a las demás. Indudablemente
estamos sintonizados con determinadas notas musicales, y por
esto las piezas de música cuya nota predominante es la
nuestra nos afectan más poderosamente. Todas las cosas
materiales tienen su nota musical, lo mismo un jarro de cristal
que una copa, una silla, un mecanismo o una olla de cobre. La
nota con que el objeto está sintonizado es su nota natural, y
así es que ciertos armónicos de esta nota influirán también en
cierto modo en el objeto, aunque no tan intensamente como en
una persona. Por ejemplo, si la cuerda de un violín se toca de
manera apropiada un armónico de la nota peculiar de un vaso
de cristal, afectará a este objeto haciéndolo vibrar
armónicamente, y hasta puede romperlo si es muy intensa la
vibración. Desde luego que todas estas consideraciones se
refieren a principios no expuestos en este volumen, pero que
algún día podrán exponerse en otro que trate de los armónicos
naturales de la vida humana.
En el ciclo del alma observamos que los siete períodos
con dos polaridades cada uno, nos dan catorce combinaciones
de notas o pulsaciones rítmicas, de las que resultan ciertas
características, tendencias, elementos de la personalidad o
consciencia del alma de cada individuo. Bosquejaremos estas
catorce combinaciones para dar a conocer la verdadera
naturaleza interior o personalidad del alma de las personas
con quienes cada cual se relacione.
Pero antes conviene tener presente que los efectos de la
influencia Cósmica en la consciencia del alma no siempre se
manifiestan en la naturaleza externa y objetiva del individuo,
la personalidad interna de las personas que conocemos puede
ser muy diferente de la individualidad externa, y en muchos
casos se necesita la intimidad del trato durante largo tiempo,
para descubrir la verdadera naturaleza interna de una persona
a quien presumíamos conocer a fondo.
La mente objetiva o carácter externo de un individuo
puede manifestar ciertas tendencias hábitos, expresiones y
modales que haya adquirido o que le afecten por algún
motivo; pero que no tengan nada de congruente con su ser
interno. Los varios métodos de lectura del carácter, como la
quiromancia, la fisonomía, la frenología, etc., pueden indicar
las características del ser externo con puntos ocasionales
referentes al interno; pero esos síntomas fracasan al intentar
retratar la inherente e íntima personalidad del alma.
Muy a menudo advertimos que las personas cuyo carácter
externo hemos analizado, ocupan posiciones, desempeñan
cargos o ejercen oficios y profesiones muy diferentes de lo
que habíamos supuesto. Así descubrimos que el método
empleado para la indagación del carácter era tan sólo un
índice del ser externo, objetivo, mudable y vacilante, capaz de
asumir condiciones y modales y de escoger diversas
profesiones, y por esto no confiamos en los métodos
empleados. Pero cuando nos valemos de un método que nos
da el índice de la naturaleza interna de un individuo,
encontramos asociaciones íntimas que, prescindiendo de las
características externas, denotan la naturaleza Cósmica del
alma. Además, de poco nos sirve conocer externamente a un
individuo, pues equivale al fortuito conocimiento externo de
cualquier otro individuo, ya que muy pocos son capaces de
encubrir o disimular su naturaleza externa.
El trato con un individuo durante veinticuatro horas, que
nos dé tiempo a conversar con él y a observar su conducta en
los negocios y en la vida, revelará al buen analizador de la
naturaleza humana sus características externas, como nos la
pueda revelar cualquiera de los métodos en uso. De muy poco
nos sirve conocer externamente a un individuo. El ladrón
declarado no puede ocultar sus tendencias a los ojos de un
observador sagaz; pero el ladrón solapado, el timador y el
estafador, que afectan un exterior honrado y decente, son por
lo mismo muy peligrosos y debemos precavernos contra sus
malas artes.
En las relaciones sociales o de otra clase, se ha de analizar
y conocer el verdadero ser interno y no fiarse de las
apariencias del ficticio, transitorio, vacilante e inconsecuente
ser externo. Para saber si podemos confiar a otro nuestros
secretos y nuestro dinero, si es firme y sincera su amistad,
debemos conocerlo a fondo por dentro, independientemente
de cómo se muestre por fuera. Para acertar en la elección de
socio de un negocio, de cónyuge en el matrimonio, de amigo
o compañero, de comisionado de un mensaje importante, de
quien haya de desempeñar un cargo de tanta autoridad como
responsabilidad, es necesario conocer a fondo al elegido y no
fiarse de las apariencias.
Lo mismo cabe decir respecto del conocimiento de los
verdaderos amigos y la misma observación han de hacer los
padres respecto de sus hijos, cuya naturaleza interna han de
conocer para ayudarles a desenvolverse de acuerdo con sus
tendencias Cósmicas naturales que los mantengan en armonía
con su personalidad Cósmica, y les allegue mayor dicha y
éxito en la vida, teniendo en cuenta que son pasajeras las
características externas, resultantes muchas veces de la
asociación ocasional con otros muchachos a quienes imitan.
Pero, sobre todo, si uno quiere conocerse realmente a sí
mismo, a su verdadero ser y descubrir el por qué de la
constante oposición entre los apetitos y deseos cambiantes del
ser externo y las tendencias naturales que internamente le
estimulan en óptimo sentido en todas las circunstancias y
vicisi­tudes de la vida, es necesario que conozca las
condiciones, tendencias, aptitudes, facultades, caracterís­ticas
y puntos vigorosos de la individualidad con que vino a este
mundo.
El siguiente índice del carácter y personalidad del alma
denotará todas estas cosas de diferente manera que cualquiera
de los métodos empleados hasta ahora para escrutar el
carácter; pero como el índice aludido es el de las
características del ser interno, debe el lector precaverse contra
lo que puedan parecerle contradicciones e incongruencias.
Cada cual puede valerse de su propia vida para probar este
método. Al efecto, ha de mirar en la tabla de los períodos del
día en que nació, para saber a qué período y a qué polaridad
corresponde. Después, la descripción de este período en el
Capítulo XVI dará a conocer las características, tendencias,
facultades y aptitudes que parecerán diferentes de las
usualmente manifestadas en la vida externa, por lo que quizás
sospeche el interesado que el método es incierto o deficiente y
diga que no posee las características señaladas en la
descripción del período. Pero los expertos en el empleo del
método replicarán preguntando que cómo sabe si son o no
suyas las características indicadas. Podrá argüir el interpelado
diciendo que frecuentemente pensó en sí mismo y se dio
cuenta de sus hábitos naturales, de sus aspiraciones y deseos;
pero el experto responderá que mientras el interesado no se
analice durante muchos años y sin prejuicios ni parcialidades
ni interés personal, y tabule los puntos fuertes y débiles de su
carácter, no podrá juzgar la naturaleza intrínseca con que
nació.
Sin embargo, valdrá más que cada cual compruebe este
método aplicándolo a una persona a quien haya tratado mucho
desde largo tiempo, y la conozca a fondo. Si es capaz de
juzgar a esta otra persona imparcialmente y sin prejuicios,
descubrirá los rasgos internos sutiles de su carácter mucho
mejor que si se tratara de sí mismo.
La valía de este índice consiste en que capacita al
investigador sincero de su propio ser o del de sus hijos o
amigos para fortalecer las buenas cualidades y eliminar las
tendencias viciosas con que nació. Es un índice que sirve de
guía para la formación del carácter y de una personalidad más
perfecta.
Admitido que cada ser humano nace con determinadas
tendencias, aptitudes y facultades, es evidente que si
desenvolvemos y aplicamos las buenas y útiles, nos servirán
de mucho mejor fundamento que las artificiosamente
supuestas o arbitrariamente establecidas en nuestro carácter.
Por' ejemplo, supongamos que el índice nos revela que la
naturaleza interna de un hombre es la de un médico y que
tiene ciertas facultades y tendencias Cósmicas pero están
latentes y en espera de un despertar y una utilización.
Supongamos también que el mismo interesado desconoce sus
verdaderas aptitudes y arbitrariamente escoge la carrera de
arquitecto por tener varios amigos que la siguen, y porque
también es aficionado al dibujo. En este caso, tendremos que
para ser tan notable arquitecto como desea, ha de formar y
estimular una facultad que no nació con él, y este esfuerzo
requiere años de estudio y de paciente práctica. Pero aun así,
no puede ejercer la profesión de arquitecto con el éxito, la
prosperidad y la fama con que hubiera ejercido la de médico.
Para ser médico eminente no hubiese tenido que estudiar tanto
ni esforzarse tan violentamente en la manifestación de su
facultad natural, con menor fatiga en el logro del éxito y la
fama. Como arquitecto pudiera a lo sumo conquistar la
consideración de cuidadoso, consciente y técnico. Como
médico hubiese cobrado fama de clínico inspirado y
habilísimo. Se hubiese notado entre su labor como arquitecto
y su obra como médico, aquella diferencia que se advierte en
la actividad de los insignes maestros del arte, de la música y
de las ciencias, que proviene de la inspiración interna y de lo
que parecen cualidades hereditarias afortunadas.
Otro individuo puede tener la facultad interna para
escribir, para expresar hermosamente sus pensamientos por
medio de un lenguaje vívido. Si, desconocedor de esta
facultad natural, se dedica a la pintura o la música,
arbitrariamente o porque también tiene en su interior una
tendencia Cósmica hacia el arte, para ser notable pintor o
músico habrá de pasar muchos años de estudio y práctica,
acompañados de sufrimientos y privaciones, y a lo sumo
alcanzará fama póstuma, mientras que dedicado a la literatura
hubiera dado con la pluma y la mente más fácil expresión a
sus pensamientos, sin necesidad de tanto estudio y práctica
como le exigió el arte, y seguramente alcanzará fama y
fortuna en esta misma vida, para gozar de los frutos de su
divina herencia. En el campo literario se le habría reconocido
como profundo pensador, mientras que como pintor o músico
no. pasó de ser una medianía o como uno de tantos de los que
luchan contra las adversidades de la vida para tratar de que se
les reconozca.
Las facultades y tendencias que por derecho divino
heredamos al nacer en virtud de las influencias Cósmicas, son
las que más fácilmente podemos desarrollar y aplicar para
obtener éxito, prosperidad y dicha, y al propio tiempo para
contribuir a satisfacer las necesidades del género humano y
alcanzar los beneficios de la civilización.
Por lo tanto, de los hechos observados se infiere que cada
ser humano nace para cumplir una misión en esta vida en
determinado sentido de actividad. Suele decirse que hay
músicos, negociantes, escritores natos, y de muchos otros se
dice que nacen con determinadas facultades y aptitudes. Son
los que de un modo u otro han descubierto o se les han
descubierto las aptitudes naturales con que nacieron y
tuvieron ocasión de desenvolverlas y aprovecharlas en bien
del mundo. Puede nacer un músico en el seno de una familia
de carpinteros sin asomo de educación musical, y un eminente
arquitecto en el de una familia de labriegos que no haya
tenido ni por asomo la más leve noción arquitectónica.
Únicamente la ley Cósmica de la divina herencia puede
explicar la enorme diversidad de las tendencias naturales. Que
un carpintero tenga un hijo que en algunos casos supere al
padre en su trabajo, o que un músico tenga una hija o un hijo
eminente en la composición musical, no apoya en modo
alguno la opinión de que la herencia física determine por su
propia virtualidad o viciosidad las naturales tendencias y
cualidades del ser humano.
Por lo tanto, en los capítulos siguientes exponemos un
sistema completo en que se pueden estudiar y analizar las
tendencias naturales internas, las facultades, aptitudes y
rasgos característicos de hombres, mujeres y niños.
Nuevamente debemos dar la nota de advertencia referente a
los grados de evolución de la raza humana. El negro del
África del Sur, que vive según las condiciones naturales y
primitivas de su tribu o raza, no posee ni expresa en el mismo
grado las condiciones ingénitas delineadas en este método,
como las posee y expresa el nacido en el seno de la
civilización moderna después de haber pasado por otras
encarnaciones o etapas de desenvolvimiento, hasta llegar a un
alto peldaño en la escala de la evolución. Sin embargo, las
hazañas que realizan los negros y los individuos de otras razas
cuando se les depara la ocasión de desarrollar sus tendencias
naturales, denota evidentemente que ni la raza ni el color son
estorbo, ni impedimento para los beneficios que el hombre
recibe del Cósmico. Esta circunstancia debería hacernos a
todos más tolerantes y benévolos con las gentes de otros
países y otras razas, más atrasadas que nosotros en la
evolución, o que acaso no tengan las ventajas que nosotros
tenemos, pero que, como nosotros, son hijos de Dios y
receptores de las bendiciones Cósmicas.
XV
CÓMO DETERMINAR LOS PERÍODOS DEL CICLO DEL
ALMA
Incluimos una tabla de los siete períodos del ciclo del
alma, de conformidad con el año solar. La fecha del
nacimiento de cada individuo está comprendida en uno de los
siete períodos, y cada período se divide en dos polaridades,
designadas con las letras A y B. Por ejemplo, el primer
período abarca del 22 de marzo al 12 de mayo, y está dividido
en dos polaridades: la polaridad A desde el 22 de marzo hasta
el 16 de abril, y la polaridad B desde el 17 de abril hasta el 12
de mayo. Un individuo nacido el 20 de abril pertenecerá a la
polaridad B del quinto período; y si nació el 21 de marzo, a la
polaridad B del séptimo período. Los nacidos a la medianoche
de la división entre dos períodos, participarán de una mezcla
de las condiciones peculiares de uno y otro período. Por
ejemplo, el que nació a la medianoche del 15 de octubre
tendrá la fecha de su nacimiento en la exacta división entre el
cuarto y el quinto período del ciclo. Por lo tanto, para juzgar
el carácter interno de este individuo se ha de combinar la
polaridad B del quinto período con la polaridad A del sexto.
Los períodos y polaridades comienzan y terminan a
medianoche. Así, por ejemplo, un individuo nacido a
medianoche del 8 de junio pertenecerá al segundo período del
ciclo, pero estará entre las polaridades A y B del período, por
lo que participará de las condiciones de ambas.
La hora del nacimiento no tiene importancia en este
método, salvo cuando se nace a medianoche en los casos
citados. Tampoco tiene importancia el lugar del nacimiento, a
no ser que se trate de un individuo nacido hace años en Rusia
u otros países donde no regía el calendario gregoriano. El año
del nacimiento no tiene nada que ver con el método, porque el
ciclo es el mismo para todos los años. No conviene indagar el
carácter interno de una persona cuya fecha de nacimiento se
desconoce, a no ser que sin conocerse exactamente se sepa
que ella cae más o menos en el centro del período
correspondiente a una polaridad, pues entonces no importan
dos o tres días de diferencia.
Tal vez los lectores podrían aceptar una pequeña
recomendación o consejo que me permito hacerles.
Personalmente, agradecería muchísimo a todas aquellas
personas que empleen este sistema y que, alguna que otra vez,
copien de este libro la descripción de alguna persona y se la
den como guía que les sirva de ayuda, agradecería, repito, que
al hacer esto no dijeran que esa descripción es un horóscopo,
ni ningún otro término semejante que pueda conducir a
errores, sino que se trata de una lectura del alma de acuerdo
con el ciclo de la vida. Esto establecerá una diferencia entre
las descripciones que a veces llaman lecturas de la vida o
lectura astrológica, con las cuales no tienen conexión alguna,
y con las cuales no debe relacionarse ni aun en la mente de
una persona que no conozca ninguno de estos sistemas. El
autor de este libro desearía conservar los sistemas aquí
descriptos como diferentes de todos los demás, pues han sido
de su uso personal durante muchos años, y ordinariamente
veremos que nuestros amigos y conocidos agradecerán el
conocimiento o la descripción que les demos SI este procede
de un sistema diferente y es el resultado de un método único,
libre de toda creencia supersticiosa y de todo principio
indeseable para ellos.
XVI
DESCRIPCIÓN DE LOS PERÍODOS DEL CICLO DEL
ALMA
PERÍODO No. 1
Los nacidos entre el 22 de marzo y el 12 de mayo de
cualquier año heredan del Cósmico una naturaleza muy
elevada y un deseo muy arraigado de alcanzar una alta
posición en la estima del público y en el corazón de sus
conocidos inmediatos. Estos individuos traen de su
encarnación anterior las lecciones y tribulaciones que les han
enseñado que es necesario mirar hacia arriba, más allá de las
cosas vulgares de la vida, y tener una visión de los ideales
más altos como la meta que se ha de alcanzar. También traen
a esta vida los recuerdos de haber alcanzado algún puesto
notable o posición distinguida en la vida en algún país
extranjero y el haber gustado plenamente la copa de la vida,
con muchos de sus lujos y cosas hermosas que se encuentran
en la existencia terrenal. Por lo tanto, en esta encarnación, sea
cual fuere su posición social, racial o financiera, siempre
sentirán un impulso interno de tratar de vivir una vida noble o
por lo menos por encima de lo común, que les produzca el
respeto y tal vez la adoración de la multitud. No hay el simple
deseo de adquirir fortuna o lujos materiales, aunque hay
inclinación por estas cosas, algo más de lo acostumbrado;
pero el gran deseo, el gran anhelo que mueve a estas personas
en su pensamiento y sus planes subjetivos es alcanzar la fama
y la aprobación del público. Por esta razón, estas personas
tratan de mala gana con las cosas sórdidas y siempre están
luchando contra todo lo que es bajo u objetable para el buen
gusto y las elevadas normas de la ética. Esto indica que si esas
personas comienzan en esta encarnación o comienzan sus
lecciones de esta vida en una posición social o
financieramente baja, hay una inquietud y un disgusto
continuo que los impele hacia adelante y hacia arriba. Ellos
sienten siempre la nobleza de su última vida. Ordinariamente
se puede confiar en ellos, porque han aprendido en el pasado
que el engaño, la falsedad, los manejos escondidos y las
prácticas inmorales les impiden hacer el progreso que· desean.
Casi siempre su palabra es un compromiso y sus aspiraciones
no están llenas de ensueños o vago misticismo, son prácticas,
y se adhieren a ellas como a una línea recta de progreso. Hay,
naturalmente, la tendencia adquirida en el pasado de querer
gobernar o dominar, y por lo tanto de ser los jefes o guías en
todo plan, organización o grupo de intereses con que estén
relacionados, y obtendrán buen éxito en esos cargos a causa
de sus otras cualidades inherentes. Casi siempre son
cuidadosos en elegir sus palabras y en el lenguaje que
emplean al escribir, y tienen personalidades imponentes
cuando se les permite desarrollarse de manera debida, y
poseen también facultades dramáticas bien desarrolladas.
Tales personas ordinariamente son afables entre sus iguales,
tal vez con alguna ligera tendencia a impacientarse con
quienes no aspiran a elevarse o con quienes pueden
clasificarse, en la mente subconsciente de ellos, como los
bajos siervos de un reinado anterior. A estas personas siempre
se las puede mover por medio de sugerencias de suntuosidad
y magnificencia y de todo cuanto sea honorable. Tendrán
mejor éxito en asuntos o negocios cuando sean gerentes,
directores, contralores o vigilantes, alcaldes, gobernadores o
cualquier otro alto empleo del gobierno, o cuando tengan
posiciones importantes en los tribunales. En posiciones más
humildes tendrán éxito como jefes de policía, magistrados de
pequeños tribunales o puestos ejecutivos de índole semejante.
Tienen excelente preparación y facultades para el estudio de
la ley, y en sentido artístico les gustan los metales y el trabajo
en metal, no como joyeros, sino como creadores de hermosas
y magníficas cosas de metal. En segundo lugar tendrán
buenos resultados como diseñadores y creadores de hermosos
edificios o en arreglos hermosos de hogar, o como creadores
de bellos trajes y artículos de adorno. Las debilidades físicas
que han heredado en esta vida son las afecciones del corazón
y del cerebro, quizás por exceso de trabajo mental, y
tendencia a debilidad de los ojos y a fiebres.
Tendrán grandes satisfacciones y recuerdos de cosas
familiares del pasado, cuando viajen en países como Caldea,
Fenicia, Italia, Sicilia, Suiza y Escocia.
Polaridad A. Las personas nacidas en la primera mitad de
este período del 22 de marzo al 17 de abril, tendrán más
actividad en luchar por abrirse paso hacia la cumbre de sus
ambiciones que las que han nacido en la polaridad B.
Emplearán todas sus energías vitales y todas sus fuerzas y
todo medio físico para adquirir la jefatura y la posición
dominante, y serán como guerreros que dominan cualquier
situación o cualquier clase de trabajo que tengan. Su
constitución será fogosa y fuerte y su magnetismo personal
bien desarrollado, con buenas Voces para hablar y con un
estilo impresionante al escribir.
Polaridad B. Los nacidos en la segunda mitad de este
período, del 17 de abril al 12 de mayo, tendrán mayores
tendencias a buscar la meta de sus ambiciones en las bellas
artes o en los sitios más refinados y delicados de la vida.
Serán más suaves que los de la polaridad A, si se les da la
oportunidad de desarrollar sus tendencias inherentes y serán
más sutiles, más risueños y más tranquilos en alcanzar el éxito
que los de la polaridad A. Sin embargo, hay la misma
resolución, con una característica adicional que pudiera
llamarse testarudez. Estas personas están relacionadas con el
arte, el drama, la música, ya sea como afición o como
profesión, si tienen oportunidades de dejar que los guíen sus
tendencias naturales.
PERÍODO No. 2
Las personas nacidas entre el 13 de mayo y el 3 de julio de
cualquier año traen a esta vida procedente del Cósmico y de
sus encarnaciones anteriores la memoria de muchas
experiencias, tendencias y características especiales que hacen
extrañas combinaciones. En primer lugar, traen desde el
pasado un arraigado deseo de viajar, de moverse, porque en
alguna vida anterior han tenido buenos resultados y felicidad
al hacer esto. En esta vida, el persistir en un mismo sitio o en
una misma línea de ideas o en una misma afición durante
mucho tiempo, resulta monótono para estas personas, y
aunque exteriormente traten de asociarse de manera
permanente con algún lugar o con algún conjunto de
condiciones, la inquietud interior les hace sentirse mal y les
lleva a desear un cambio. En una de sus encarnaciones no
solamente han sido personas experimentadas en los viajes,
sino también en explorar, investigar y tratar de probar todas
las fases de la vida. Todo aquello con que se asocian es
delicado, refinado y sentimental. Tienen deseos innatos de
tener buenos modales, expresando así caracteres suaves, y el
deseo de ser bien recibidos y bien considerados. Hay un deseo
Cósmico de buscar novedades y placeres pasajeros de la vida
humana que sean substanciales y que, a la vez, tengan alegría
y felicidad; pero tienen también otro deseo igualmente fuerte,
proveniente de alguna antigua encarnación de cada una de
estas personas, y es el de entregarse a veces a las ciencias y a
las cosas más prácticas de la vida, y estos dos deseos
constituyen una combinación extraña que algunas veces se
manifiesta en la vida de estas personas. Son individuos
prácticos, económicos, conservadores en muchos sentidos, y,
sin embargo, viven siempre en el presente y tienen la
tendencia de dejar que el futuro se encargue de sí mismo, a
causa de la fe que tienen de que la justa recompensa llegará
por sí. Prefieren vivir libres de los cuidados de esta vida,
buscando la paz y la quietud cada vez que están preocupados;
así, no se dejan llevar con facilidad a discusiones, pleitos y
desavenencias. Les gusta dedicar bastante tiempo a la
meditación. En muchos asuntos tienen tendencias a ser
volubles, o mejor dicho, quienes los juzguen de manera
exterior los creerán así, aunque en realidad es esta otra forma
de expresión del deseo de cambio y de nuevas experiencias.
Son honrados, cuidadosos, moralmente precisos y son limpios
de carácter aun cuando pueden ser mal juzgados debido a su
carácter cambiante. Estas personas deben cuidarse de no caer
en compañía de quienes sólo buscan los placeres de la carne,
porque una vez que estén en este camino descendente se
convierten en bebedores y se hacen descuidados y
pedigüeños, llegando así a desdeñar las cosas gratas de la
vida.
En las profesiones u ocupaciones, estos individuos tendrán
buenos resultados como viajantes de comercio o personas
relacionadas con asuntos comerciales que requieren cambios
de lugar, cambios de contrato, con muchas ramas o sucursales
e intereses fluctuantes. Hay facultades y habilidades innatas
que harán de estas personas excelentes secretarios, dibujantes,
artistas, vendedores, actores o actrices, concertistas,
reporteros de periódicos o sirvientes de hogares refinados.
Una tendencia curiosa de estas personas es la de casarse con
personas que les den títulos o que les produzcan cambios de
posición en la vida, y muchas veces las mujeres se casan con
hombres que las consideran y las tratan como si fueran reinas
o condesas, y las adoran continuamente, mientras que los
hombres muchas veces se casan con mujeres de fortuna que
consideran a sus maridos como reyes del hogar. La debilidad
física heredada por estas personas les da tendencia a
trastornos de la vejiga, enfermedades reumáticas, toses y
catarros. Muchas veces esos catarros o resfriados se
manifestarán con perturbaciones del estómago, de los pies o
los ojos. Estas personas hallarán placer e interés al viajar por
lugares como Flandes, Noruega, Dinamarca, Holanda y
Bélgica, donde verán aspectos y condiciones que son para
ellos familiares desde el pasado.
Polaridad A. Los de este período, nacidos entre el 13 de
mayo y el 8 de junio, tendrán un intelecto muy vivo y la
inclinación a entregarse a aquellos asuntos que les permitan el
empleo de la mente y los dedos más bien que de los músculos
del cuerpo; es decir, mente rápida, lengua viva y manos aptas,
les servirán muy bien y muchas veces estarán ocupados en
dos cosas, o tendrán dos aficiones e intereses al mismo
tiempo, hasta el punto de dar a otras personas la impresión de
que son casi duales en su manera de vivir y de expresarse.
Deberán hacer todo lo posible para desarrollar el lado
intelectual y mental de su vida, debido a sus facultades
mentales heredadas. Las personas de esta polaridad se darán a
conocer por sus actividades intelectuales y tendrán excelente
instrucción y excelente preparación, aun cuando no las hayan
adquirido en alguna escuela o academia.
Polaridad B. Los nacidos entre el 8 de junio y el 3 de julio
son casi siempre personajes descollantes en el mundo
intelectual, porque continua· mente se juntan con aquellas
industrias o intereses que se ocupan de la instrucción o
educación de las bellas artes o de las leyes. Sus posibilidades
intelectuales son más reservadas y deben ser descubiertas, y
ordinariamente se manifiestan como memorias excelentes,
una fina apreciación de los valores del lenguaje, sentido
intuitivo que les permite prever y profetizar o por lo menos
sentir las cosas que van a pasar antes de que nadie piense en
ellas. Algunas veces son algo más estables en sus cambios de
localidad física, aunque el amor por los viajes y el cambio de
residencia los lleva a mudarse de vez en cuando. Vacilarán
más en sus actividades intelectuales y en su lectura y estudio
que en su medio ambiente físico. Estas personas pueden servir
como secretarias o socios de negocios en un grado mayor que
los de cualquier otro período o polaridad.
PERÍODO No. 3
Las personas nacidas entre el 4 de julio y el 24 de agosto
de cualquier año traen a esta vida desde el pasado las
experiencias de grandes luchas y dificultades que las llevaron
a alcanzar algo gracias a su resolución y dominio de sí
mismas. Es decir, en este período tenemos a aquellos
individuos que son ya, en potencia, posibles dueños de sí
mismos y dueños del destino. Tienen una constitución fuerte,
una naturaleza fogosa e impetuosa y la voluntad y habilidad
de llevar a cabo propósitos contra grandes obstáculos, siempre
que haya motivo suficiente y estímulo adecuado. Además de
tener esta naturaleza interna, que es parte de la consciencia del
alma, su nacimiento durante este período ha permitido que el
Cósmico les dé otras facultades y habilidades correlativas, que
les permitirán ser audaces, confiados e invencibles al llevar a
cabo cualquier gran propósito. Estas personas retarán todo
obstáculo que surja en su vida, aun cuando exteriormente no
se den cuenta de que han sido movidos a la acción o se les ha
despertado su espíritu combativo, gracias a obstáculos que
otros hubieran considerado invencibles o tal vez
insignificantes, según como fuere su naturaleza. Dicho de otro
modo, este tipo de personas puede estimularse y ser llevado
hasta la acción con sólo presentarle un obstáculo, y
haciéndoles ver que ese obstáculo no ha podido ser salvado
por otras personas. Naturalmente, a esos individuos les gusta
la lucha y buscan los honores en las contiendas, no solamente
por la grandeza que va a producir les sino también por el
dominio. A veces tienen tendencia a vanagloriarse de sus
habilidades, y al proceder así demuestran una debilidad que
deben dominar. Jamás vacilan en arriesgar su vida o en
exponer una parte de su cuerpo o sus mejores intereses para
alcanzar algo que ellos creen que estaba destinado a ser
dominado por ellos, ya sea en relación con sus propios
intereses personales o no. Naturalmente, estas personas,
cuando están situadas en la posición debida y están bien
preparadas, se convierten en los grandes jefes de movimientos
o de empresas que requieren el empleo de una voluntad fuerte,
manos fuertes y fuertes principios. Si se les permite escoger
su profesión, ordinariamente tendrán mejores resultados como
capitanes u oficiales de un ejército o como jefes de grandes
movimientos que requieran una jefatura poderosa y
dominante. En posiciones de menor importancia, tendrán
éxito como cirujanos o químicos y hasta como carpinteros y
contratistas. Desde el pasado han heredado una inclinación y
un gusto para llevar a cabo pequeñas cosas de carácter
intrincado o de índole mecánica, y por lo tanto, muchas veces
inventan y tienen buenos resultados en la fabricación de
relojes, en diseños eléctricos o en hacer pequeños aparatos
mecánicos que sean importantes. Sus debilidades físicas
pueden manifestarse en tendencias hacia las enfermedades de
la sangre, como carbunclos, eczemas, llagas de la piel;
ictericia, etc. También hay tendencia a cálculos de la vesícula
biliar y fiebres altas, y estas personas deben tener mucho
cuidado en su alimentación, pues les agradará comer
alimentos exageradamente sazonados o demasiada carne.
Estas personas se sentirán atraídas hacia regiones como
Lombardía, Batavia, el Norte de Francia y París, porque allá
recordarán situaciones y condiciones que les son familiares.
Polaridad A. Las personas nacidas entre el 4 de julio y el
31 de julio pueden llegar a ser amantes de las aventuras y
pueden viajar mucho buscándolas y haciendo cosas en que
arriesgan la vida, y por lo tanto son por naturaleza
exploradores e investigadores. Si no pueden viajar mucho
explorarán aunque sea en los alrededores de su residencia y
serán conocidos por su inquieto deseo de profundizar las
cosas misteriosas que intrigan a las personas conservadoras
que no están tan prontas a arriesgar la vida. Estas personas
son buenos jefes de ejército o de las fuerzas navales y muchas
veces trabajan en relación con movimientos políticos o de
reforma, pues aman las conquistas y pueden conducir a la
victoria. Estos individuos llevan una vida doble en más de un
sentido, pues tendrán muchas aficiones e intereses y dos
ocupaciones principales o dos métodos de utilizar sus
facultades naturales.
Polaridad B. Los nacidos entre el 31 de julio y el 24 de
agosto de este período generalmente logran alcanzar alguna
posición que los coloca a la cabeza de alguna gran
organización, o en algún alto cargo político equivalente al de
gobernador, alcalde, juez o presidente. Por naturaleza tienen
algo de realeza en sus hábitos e instintos y aman la pompa y la
ceremonia, la primera fila y la adoración y aprobación del
público. Ellos viven su vida de acuerdo con estos deseos y,
por lo tanto, cuidadosamente se cuidan de sus debilidades y de
aquellos hábitos que pudieran poner en peligro las altas
posiciones que buscan o que alcanzan, porque han aprendido
esta lección en una vida anterior. En cualquier ocupación, ya
sea en el escenario, en obras literarias, en negocios o en
asuntos sociales, las personas de esta polaridad son los jefes y
los caracteres descollantes, y nunca les satisfacen las
posiciones mediocres de la vida. A los niños nacidos en esta
polaridad debe dárseles toda clase de educación, instrucción y
preparación que les permitan desempeñar altos puestos de
manera eficaz y con honor para sí y para sus padres.
PERÍODO No. 4
Las personas nacidas en este período, entre el 25 de agosto
y el 15 de octubre, traen a esta vida, de una encarnación
anterior, altos poderes personales, tendencias a ocupar puestos
de jefatura que tengan que ver con la educación, las bellas
artes y especialmente el desarrollo de la civilización, así como
los mejores intereses del público. Junto con estas
características, esas personas han recibido del Cósmico el
beneficio adicional de unas facultades maravillosas para el
estudio, para alcanzar conocimientos, y una habilidad para
expresarse en palabras o por escrito, junto con una memoria
muy buena, la habilidad de razonar lógicamente, y la facultad
de vivir una vida estética, si se presenta la ocasión. Es difícil
conocer a estas personas de manera objetiva, porque sus
habilidades y conocimientos intelectuales les permiten
ataviarse con el color de su medio ambiente y la habilidad de
tratar a otras personas en el nivel de ellos. Podemos encontrar
a estos individuos en las posiciones más humildes de la vida,
aparentemente ocupados en asuntos de baja clase, y sin
embargo, descubriremos al tratados que están verdaderamente
bien preparados para posiciones más altas y mejores que las
actuales. Por otra parte, podemos hallar a estos individuos en
las posiciones más altas del mundo literario, o a la cabeza de
instituciones educacionales, donde se ocupan más del
progreso de la humanidad que del progreso propio. El ritmo
cósmico ha creado en ellos un deseo natural de aprender y de
investigar, y les gustan los misterios, ya sea en libros o en la
vida real. Estas personas tienen también la tendencia de
apreciar el poder de las palabras y los aspectos valiosos de la
ley y del conocimiento científico. Tienen tendencia a
investigar en lo oculto, y también en la sabiduría secreta y
arcana de todos los tiempos, lo mismo que en la filosofía y en
la religión, pero en este último sentido su tendencia es hacia
lo que no sea sectario y a la formación de la hermandad y el
amor universales. Estas personas son muy capaces en los
negocios y pueden ser excelentes comerciantes por la
habilidad que tienen de leer la naturaleza humana y de
comprender los deseos de los demás. Por esta razón pueden
ser buenos vendedores o buenos instructores de vendedores, y
pueden triunfar al escribir o preparar avisos y propaganda. La
habilidad que tienen de razonar lógicamente y de expresar sus
ideas con argumentos lógicos los califica para muchas
posiciones donde pueda emplearse esta habilidad natural.
Muchas veces sus facultades los llevan a la política donde
tienen buenos resultados, pero no tanto como podrían tener en
alguna profesión verdaderamente humanitaria. Estas personas
ordinariamente han adquirido bastante progreso en la
iluminación oculta y metafísica en una encarnación anterior, y
muchas veces fueron en otro tiempo adeptos de alguna de las
hermandades arcanas, muchas veces de la Orden Rosacruz.
Hay algo en el desarrollo de su alma y en su desarrollo
espiritual que los hace verdaderamente grandes maestros en
su interior, y están intranquilos e insatisfechos hasta que
entran en contacto en esta encarnación con el punto o sitio del
progreso de su alma a donde habían llegado en la encarnación
anterior. Estas personas deben ser guiadas hacia el trabajo
Rosacruz o hacia un curso semejante de estudios y desarrollo
desde edad temprana, porque ese será el comienzo de otra fase
de rápido progreso y desarrollo para ellos. El honor, la
templanza y el idealismo místico, acompañados por una
imaginación casi siempre maravillosa, son la clave del
verdadero carácter interior de estos individuos. Muchas veces
los hallamos ocupados en la presente encarnación como
trabajadores literarios, matemáticos, secretarios, escritores,
escultores, poe­tas, oradores, maestros de escuela, profesores
universi­tarios, banqueros, sacerdotes o embajadores. Las
debilidades físicas que tienen, que son tendencias sutiles
físicas de su naturaleza, generalmente se expresan en forma
de vértigos, mareos de la cabeza, fatiga cerebral, acompañada
a veces por una ligera tartamudez o imperfección de palabra,
debido al rápido pensamiento y a la tentativa para expresarlo
rápidamente. Puede también haber alguna tendencia hacia la
ronquera, tos seca o catarros en la cabeza. Estas personas
hallarán gran felicidad y alegría al visitar sitios como Flandes,
Egipto, la India, y, sobre todo, la parte meridional de Francia.
Polaridad A. Las personas nacidas en esta polaridad, entre
el 25 de agosto y el 20 de septiembre, ordinariamente son
luminarias del mundo intelectual y educacional. Las mujeres
de este período más que los hombres, frecuentemente llegan a
ser maestras de música, de bellas artes, o en un sentido más
humilde, creadoras de trajes o trabajadoras de finas costuras y
otras artes y oficios que requieren habilidad manual. Por otra
parte, los hombres de este período tienen tendencia natural
hacia las cosas espirituales de la vida y pueden llegar a ser
excelentes sacerdotes y maestros de moral, filosofía, ética, si
pueden expresarse libremente y fuera de las limitaciones
sectarias. Las personas de esta polaridad generalmente son
amables, de buen carácter, de buenas maneras, cultas y con
inclinaciones artísticas y musicales. Pero esta polaridad da
también gran fortaleza de carácter y magnetismo dominador
que las hace aptas para ser médicos y cirujanos, o jueces y
magistrados. Los niños nacidos en esta polaridad deben ser
guiados muy cuidadosamente, porque la imaginación está
muy desarrollada y esto puede crearles ideas imaginarias que
parecen verdad, y pueden así caer en la mala costumbre de
mentir. También se les debe guardar contra la inquietud del
carácter, que siempre busca cosas extrañas y raras en la vida,
ignorando lo práctico. El exceso de estudio en estos niños
debe ser evitado, porque su organismo nervioso y mental no
puede soportar el esfuerzo durante la infancia y la primera
juventud.
Polaridad B. Las personas nacidas en esta polaridad, entre
el 20 de septiembre y el 15 de octubre, son muy
especialmente aptas para emplear sus habilidades mentales y
su razonamiento lógico al tomar resoluciones y al llegar a
conclusiones razonables. Tienen bien equilibradas todas sus
facultades y un gran deseo de equilibrar todos sus
pensamientos y todo su conocimiento; al examinar la
evidencia o las declaraciones acerca de cualquier asunto, o de
cualquier discusión, buscan indudablemente el equilibrio y
desean establecer la igualdad en todas las cosas. Su tendencia
en la vida es la de ser más o menos estéticos, con gran amor
por lo que es bello, lujoso, agradable y cómodo en la vida.
Ordinariamente ayudan o favorecen las artes y la música, lo
mismo que el drama, y pueden ser buenos artistas y escritores,
especialmente de narraciones agradables y fantásticas que
tienen sanos principios morales. Estas personas rara vez se
enredan, rara vez se incomodan, y atraviesan la vida con una
tranquilidad y suavidad que es gran ayuda para los demás, lo
mismo que para sí mismas. Por lo tanto, deben ocupar
posiciones que les permitan mantener dentro de ciertos límites
cualesquiera condiciones, o dirigir la vida de los niños y de
los jóvenes por senderos de paz, armonía y belleza.
PERÍODO No. 5
Las personas nacidas en este período, entre el 16 de
octubre y el 6 de diciembre, casi siempre alcanzan gran éxito
y fama en su ocupación especial, aun cuando este éxito no
siempre se mida con normas mundanas o de manera
financiera. Estas personas han traído de la encarnación pasada
una lección que han aprendido bien y que es la clase de su
naturaleza interna y secreta, y es que en la medida en que uno
da y trabaja por los demás, así obtiene uno resultados en la
vida. Por lo tanto, estas personas son fundamentalmente
generosas, de buen carácter, amables y muchas veces libres en
sus acciones y en su vida hasta el punto de que su propio
progreso les parece nada desde el punto de vista material, y
por esta razón muchas veces se les juzga mal, como si fueran
fracasos en la vida. Por otra parte, logran adquirir un caudal
considerable de conocimientos, mucha cultura y buenas
maneras, bastante felicidad y placer, y con todo, se sienten
satisfechas y cómodas con su suerte en la vida, aunque pueda
ser en una posición humilde o en pobres circunstancias. En
toda crisis el Cósmico viene en su ayuda y produce estados
satisfactorios. Esto, sin embargo, no les impide buscar cosas
mayores y mayor abundancia de los dones de la vida. Tienen
inclinaciones filosóficas debido a las lecciones que han
aprendido cada mañana por la vida que tienen, sin quejarse,
siempre que tengan siquiera la menor de las bendiciones
mundanas, porque comprenden que tienen en su conocimiento
y en sus poderes místicos un don mayor que la mayoría de los
demás seres humanos, y por esto se sienten eternamente
agradecidos. Estas personas también traen a esta vida desde el
Cósmico, debido a las vibraciones del período en que
nacieron, una naturaleza filosófica poco común, acompañada
por la habilidad de aprender idiomas y de comprender las
leyes espirituales y naturales del universo, hasta un grado
inusitado. Esto les hace fácil adquirir y dominar los principios
de la armonía en el arte, la música, la literatura y hasta en la
química. Por lo tanto, son capaces de expresarse de muchas
maneras diferentes y por eso estas personas están
verdaderamente capacitadas para tener más aficiones y
distracciones en la vida que los nacidos en cualquier otro
período. Cada vez que buscan el descanso o un cambio en la
ocupación, pueden ocuparse de música, de mecánica, de arte o
de ciencias, y entregarse a cualquiera de estas cosas hasta un
grado que casi raya en la especialidad profesional. Por esta
razón pueden tener varias ocupaciones en su juventud y
cambiarlas muchas veces al correr de la vida. Finalmente se
establecen en posiciones donde puedan emplearse sus
habilidades complejas una a una, por semanas y meses, y por
lo tanto llegan a tener puestos únicos que otras personas no
pueden desempeñar. Fundamentalmente, tienen gran amor por
los animales, por los deportes al aire libre y por la naturaleza.
Son individuos francos, honestos, abiertos y alegres, deploran
el engaño y los manejos clandestinos. Han traído a esta vida
un alto grado de desarrollo místico y de entonamiento
religioso y espiritual, y muchas veces caen en estados
profundos de meditación espiritual que otras personas pueden
considerar como melancolía. Parece que sintieran los
sufrimientos del mundo, lo mismo que los placeres del
mundo. Estas personas pueden ser excelentes directores de
organizaciones, donde se ocupen de cosas y planes amplios de
importancia nacional o internacional, más bien que con
pequeños detalles administrativos o ejecutivos. Son personas
capaces de hacer grandes planes y de llevarlos a cabo con
buenos resultados y por esta razón pueden entrar en la
profesión de anunciadores, escribiendo y planeando campañas
de propaganda, organización de sistemas de venta o la
dirección y el manejo de escuelas, colegios y universidades.
Sin embargo, en los métodos comerciales, su generosidad,
caridad y carácter liberal no les produce fortuna personal, ni
les ayuda a los fines monetarios de sus planes, pero en todo
otro sentido les trae buenos resultados que a la larga conducen
al éxito financiero. Con mayor frecuencia hallaremos a estas
personas ocupando cargos de jueces, senadores, abogados,
sacerdotes, doctores de la ley, profesores de universidades,
directores de periódicos o de revistas, o jefes de tiendas que
venden antigüedades o que se ocupan de las cosas arcanas y
místicas de la vida. Con respecto a debilidades físicas, la más
común es la relacionada con la inflamación de diversas partes
del cuerpo debido a resfríos o a exceso de trabajo,
acompañados de estados especiales de la sangre debido al
exceso de comida o a la irregularidad en la alimentación, o a
comer manjares demasiado ricos. Estados que se hallan con
frecuencia entre esta gente son las enfermedades de la piel,
reuma­tismo, apoplejía y angina. Estas personas tendrán
grandes alegrías cuando viajen o visiten Babilonia, Persia,
Egipto, Palestina y lugares extraños del Oriente, donde
hallarán cosas que les son antiguamente familiares,
especialmente en Egipto, China y Japón.
Polaridad A. Las personas nacidas en esta polaridad, entre
el 16 de octubre y el 11 de noviembre, son muy agresivas en
sus asuntos porque tienen una naturaleza llena de resolución y
energía y no se remontan por los mismos canales que lo hacen
los de la polaridad B, porque los de la polaridad A tienen el
sentimiento de que deben luchar para abrirse paso en la vida y
que deben estar siempre buscando algo para no retroceder
hasta una posición mediocre. La agresividad de una persona
de esta polaridad la lleva a posiciones únicas y la hace
descollar en su habilidad para llevar a cabo cosas difíciles.
Estos individuos tienen tendencias a padecer accidentes y
retardos debido a su acometividad, y se hallarán mejor
preparados para posiciones o cargos relacionados con el
gobierno, o como abogados que se ocupan diariamente de
litigios y discusiones, y que luchan por ciertos principios, con
bastante buenos resultados.
Polaridad B. Los que han nacido en esta polaridad, entre
el 11 de noviembre y el 6 de diciembre, son casi opuestos a
los que han nacido en la polaridad A, con respecto a la
agresividad. El espíritu belicoso de su naturaleza está muy
dominado y prefieren apartarse de pleitos y discusiones antes
que tomar parte en ellos. Creen que todo se ajustará
finalmente, sin luchas y de manera apropiada y conveniente.
Son más felices, alegres y libres en su vida que los de la
polaridad A, y aunque no buscan posiciones o trabajos o
problemas que requieran grandes esfuerzos físicos, les gusta
ocuparse de problemas que precisan comprensión mística o
dominio intelectual a la vez que un razonamiento lógico y
cuidadoso, para llegar a la solución. Estas personas son
amigos de confianza, muchas veces son jefes de movimientos
humanitarios y se ocupan más de ayudar a los demás que de
ayudarse a sí mismas. Les gustan las cosas agradables de la
vida, pero tienen siempre una inclinación a buscar sitios
apartados, secretos, para reunirse con personas humildes o de
clase baja y tratar de ayudarlos. Por otra parte, esas personas
viven una vida noble y franca, y constantemente tratan de
elevarse a las mayores alturas místicas para ponerse en
armonía espiritual con las fuerzas más altas del universo.
Ordinariamente se encuentran en esta polaridad los grandes
maestros, los grandes adeptos y aquellos que están listos para
las formas superiores de la iniciación mística.
PERÍODO No. 6
Los nacidos en este período, entre el 7 de diciembre y el
27 de enero, tienen consigo desde la encarnación anterior un
don o bendición que han ganado a fuerza de sufrimientos y de
muchas tribulaciones y dolores. Este don es como una re
compensa y da a esas personas la felicidad, la alegría y el
gozo en las cosas gratas de la vida que no han tenido antes,
pero que hubieran tenido una oportunidad de gozar, y bien o
la descartaron o apartaron en alguna encarnación anterior y
tuvieron que abstenerse de ella por mucho tiempo para
aprender grandes lecciones. Sin embargo, el nacer en este
período trae la bendición y el don de alcanzar los propósitos,
la paz y la armonía con las cosas agradables, alegres y
amables de la vida humana. Sin embargo, según usen de estos
placeres en esta encarnación, así determinarán para sí mismos
el destino de su próxima encarnación y si abusan del don que
tienen esta vez o lo desechan de alguna manera, les será
negado al terminar esta encarnación y en la próxima. Para
realizar esta bendición, las vibraciones cósmicas de este
período les han dado ciertas facultades y funciones que, si se
las desarrolla y aplica debidamente, les producirán alegría y
felicidad. Así estas personas tienen inclinación natural por la
música, por la alegría, las diversiones, el canto; tienen voz
agradable, carácter simpático y les gusta el aspecto grato de la
vida. Hay una aversión innata en esta encarnación para todo lo
que sea sórdido o engañoso, y la virtud y el honor son
impulsos constantes de su ser interior actual. Por esta razón,
estas personas no tienen tendencias hacia los pleitos, las
disensiones ni los vicios de ninguna clase. Temprano en la
infancia y durante toda la vida mostrarán una tendencia hacia
la limpieza en las costumbres y la limpieza en la salud y hasta
una actitud conservadora hacia todos los goces. Esto hace de
muchas personas nacidas en este período personas de
temperamento estético, y podemos reconocerlas fácilmente, a
la mayoría, por su apariencia física, pues parecen ser de
temperamento mental y lo que podría llamarse tipo artístico
musical. Rara vez son muy robustas de contextura, de salud
verdaderamente robusta. Naturalmente, tienden a ser músicos,
artistas, escultores, actores y actrices, dibujantes o maestros
de estas artes y profesiones. Los hombres pueden ser
excelentes joyeros, si no se entregan a la música, el arte o el
drama, o a traficar en sedas y telas finas, bordados y cosas de
esta clase; pues aunque puedan entregarse a estos negocios
por el dinero que en ellos puedan obtener, la verdadera razón
instintiva se encuentra en el deseo que tienen de estar
rodeados de telas finas y de creaciones artísticas. Por la
misma razón pueden ocuparse de la fabricación y venta de
perfumes o de obras de arte, y pueden ser grabadores o
comerciantes de aquellas cosas que sirven de adorno personal
o de decoración del hogar. Estas personas necesitan simpatía
y comprensión si es que uno ha de conocerlas bien, y nunca
deben forzarse a líneas mercantiles que traten de mecánicas o
ma­quinarias pesadas o de ocupaciones burdas y musculares.
Fácilmente se asustan y se preocupan y cuando niños y
jóvenes nunca deben estar donde haya grandes perturbaciones
y falta de paz y quietud. Llevar a estas gentes a la guerra o al
tráfago de Wall Street, o a condiciones semejantes, es
forzarlas a una temprana aniquilación de sus mejores
facul­tades y habilidades y producir un colapso gradual del
organismo que lleve a un tránsito prematuro. Estas personas
realmente son las que hacen la alegría de la vida y casi
siempre son de carácter dulce y suave, digno de amarse e
idealizarse. Como debilidades físicas, ordinariamente sufren
de nerviosidad, debido al excesivo estudio o al medio
ambiente desagradable, y muchas veces también a la
supresión de funciones naturales a causa de opiniones morales
extremistas. En realidad, este punto de vista moral puede
inducir a algunas de ellas a abstenerse del matrimonio hasta
muy tarde en la vida, y esta represión produce un
debilitamiento del organismo. La mayor parte de sus
sufrimientos físicos estará en aquellas partes del cuerpo
situadas en el abdomen, especialmente la vejiga, los riñones e
intestinos. Estas personas tendrán gran placer y satisfacción al
viajar por Arabia, partes de Austria, especialmente cerca de
Viena, la Costa del Mediterráneo, Inglaterra y los Estados de
la Nueva Inglaterra de América.
Polaridad A. Las personas nacidas en esta polaridad, entre
el 7 de diciembre y el 2 de enero son un poquito más serias en
la vida que las de la polaridad B, porque generalmente tienen
la tendencia de querer enseñar y promulgar sus ideas estéticas
y contribuir a establecer estas cosas en su propia nación o
comunidad. Por esta razón se asocian con movimientos de
reforma o educacionales que promulguen alguna filosofía o
ética. Muchas veces estos individuos llegan a ser críticos de
arte, del drama y de la música, porque su deseo es separar en
la vida lo malo de lo bueno, y hasta en lo que parece perfecto
para los demás ellos ven faltas y pueden analizar de manera
constructiva y señalar los errores que otros no ven. Por esta
razón, hallamos a los individuos de esta polaridad ocupando
puestos muy definidos, generalmente como críticos o
maestros de alguna clase especial y hasta como jueces de
concursos, lectores de diarios y revistas, donde puedan juzgar
los asuntos que se les sometan. Su mente analítica les permite
llevar a cabo un gran bien para la humanidad y especialmente
en las artes y las ciencias, donde tienen mejores resultados
como expertos analíticos que como verdaderos fomentadores
de cualquiera de los principios de las ciencias y artes.
Polaridad B. Las personas nacidas entre el 2 de enero y el
27 de enero son críticas en extremo, y aunque no permitan
que esa crítica se aplique en beneficio de los demás (porque
vacilan en darse a conocer como reformadores o en que se les
señale como críticos de cualquier clase), llegan a ser, sin
embargo, críticos de su propia vida y de sus propias acciones.
Esto les produce bastante inquietud y muchas veces llegan a
ser el tipo que llamamos acuariano. Es decir, muchas veces
cambian sus opiniones y sus acciones de manera impulsiva y
precipitada debido a una impresión súbita o a una actitud
crítica súbita y, después de realizado el acto o habladas las
palabras, analizan y critican nuevamente sus acciones y se
preguntan por qué hicieron o dijeron las cosas que han
sucedido. Estas personas también son a veces anticuarios y les
gusta entrar a las tiendas de libros usados, a los museos y
sitios donde se hacen investigaciones, porque hallan gozo y
felicidad en analizar y criticar, examinar y estudiar las cosas
poco comunes de la vida. Son admirables amigos y saben
recibir y entretener a la gente, porque pueden hablar bien y
largo acerca de experiencias y cosas poco comunes que han
presenciado o gozado en esta vida, y tienen la habilidad de
idear historias, cuadros y situaciones imaginarias, que les
permite llegar a ser excelentes autores de comedias, dramas o
escenarios. Estas personas gozan de la vida de una manera
especial, entregándose a sus formas especiales de placer, y
muchas veces se las considera bohemias, extrañas o
excéntricas. Sin embargo, nunca se las acusa de ser
desequilibradas en su órgano mental, ni de ser irracionales en
ningún sentido. Estos individuos son amados por un gran
número de amigos, y en todas las reuniones distan mucho de
ser indeseables o adornos de pared. Muchas veces atraen a sí
algún excelente compañero en la vida, ya sea en el
matrimonio o en los negocios, y son uno de los tipos
verdaderamente importantes entre los que forman la índole
completa de la humanidad.
PERÍODO No. 7
Las personas nacidas en este período, entre el 28 de enero
y el 21 de marzo, traen desde sus vidas anteriores la necesidad
de llevar a cabo trabajos muy serios e importantes
relacionados con la evolución de la humanidad. Han adquirido
en su vida, debido a sus propias acciones en la encarnación
anterior, la necesidad de aprender, primero, los aspectos serios
de la vida, y segundo, enseñar estas cosas a los demás con el
ejemplo de su propia vida y también con la instrucción
formal. Estas personas son ordinariamente aquellas que han
pasado ya por muchas encarnaciones y que están altamente
evolucionadas y experimentadas en las lecciones que hay que
aprender de las experiencias que la vida da, en muchas tierras
extranjeras. Por esta razón, muy temprano en la vida, estas
personas, cuando niños y aun en brazos de la nodriza, parecen
viejas almas y se las considera mayores de lo que son sus
años. También han heredado del Cósmico el don y la
habilidad de recordar mucho de la instrucción recibida en el
pasado y muchas de las experiencias que han tenido en la
vida, junto con la facultad adicional de sistematizar sus
conocimientos y de adquirir fácilmente nuevos conocimientos
y relacionarlos con los que ya están conservados en su
consciencia anterior. Por lo tanto, no nos sorprende hallar en
las personas de este período una imaginación sumamente
profunda, que parece ser profética y capaz de imaginar cosas
que ocurrieron en una remota antigüedad o que puedan ocurrir
en lo futuro. También tienen la habilidad de discutir, de
explicar lógicamente y de presentar sus pensamientos o
imágenes de manera sistemática. Sin embargo, son reservados
en todas sus acciones. Constantemente dan la impresión de ser
individuos que creen que se les está observando y analizando,
por lo tanto, deben estar en guardia en relación con cada
pensamiento y acto. Al juzgar son severos, porque son
estrictos y cuidadosos. A diferencia de los del quinto período,
no permiten que su corazón influya en su juicio. Para estas
personas la ley es la ley, y es al mismo tiempo misericordiosa
y justa, y no deben permitirse excepciones ni variaciones en la
ley a causa del sentimiento. Por lo tanto, siendo justos y
severos generalmente se les honra y respeta mucho, y rara vez
se les acusa de ser demasiado severos o estrictos de manera
poco equitativa. Estas personas creen que las grandes cosas de
la vida se alcanzan por medio del estudio y del cuidadoso
desarrollo y ordenación de lo que se ha adquirido. Son
extremadamente sistemáticos y aprovechan cada principio de
la ley natural y de las leyes del hombre para obtener las cosas
que quieren en la vida y para proteger lo que tienen. No son
mercenarios, pero por otra parte tampoco son demasiado
generosos. Son, por supuesto, naturalmente honrados y más
severos con respecto a la exactitud de sus declaraciones y a la
precisión de las cosas, que los nacidos en cualquiera de los
otros períodos. Por estas razones, estas personas pueden ser
excelentes jueces, magistrados o jefes de grandes empresas y
organizaciones comerciales. Sin embargo, es raro que cuando
están en circunstancias moderadas o cuando han nacido en
posición mediocre muchas veces se emplean en actividades
relacionadas con tuberías, albañilería, construcciones,
jardinería, tintorería, trabajos de imprenta o en cualquier otro
oficio o empleo de los que ordinariamente poseen sindicatos,
o salarios fijos. Si estas personas supieran que su deseo innato
de exactitud, precisión y veracidad podría llevarlos a
ocupaciones más altas, como magistrados y jueces, buscarían
la instrucción y la educación necesaria para ocupar esos
puestos, temprano en la vida, y tendrían verdaderos triunfos.
Por otra parte, la firme creencia que tienen de que los
beneficios de la vida y las cosas necesarias de la existencia
sólo
pueden
adquirirse
lentamente
y
laborando
cuidadosamente para ello, los dirige a ocupaciones bien
establecidas y fundadas protegidas por las legislaciones
especiales, por decretos gubernamentales, y que a la vez sean
ocupaciones que fluctúan poco en lo que respecta a las horas
de trabajo o a los salarios. Así ellos perturban su propio
progreso por una falta de comprensión de los principios de la
vida. Muchos de estos individuos también se hacen frailes,
monjes o miembros de cuerpos y organizaciones monásticas y
viven existencias recluidas donde pueden trabajar a su manera
sistemática para obtener en su vida lo que ellos creen que está
bien. Las enfermedades que les son naturales debido a las
vibraciones de su período son impedimentos del oído, los
dientes o los ojos, a veces dificultades en el habla, y males
provenientes de catarro o resfríos, como tuberculosis y a
veces pulmonía. Por otra parte, su excelente constitución les
permite llegar a edad muy avanzada, y sólo sufren de ictericia
o hidropesía, y alguna que otra vez alguna ligera parálisis o
apoplejía. Estas personas rara vez se enferman antes de ser
avanzadas en años, y pueden luchar contra muchos males que
atacan a otros. Hallarán gran placer cuando viajen por
Turquía, los Estados Balcánicos, España, partes de África y
Sud América.
Polaridad A. Las personas nacidas en esta polaridad, entre
el 28 de enero y el 23 de febrero, muchas veces se entregan a
ocupaciones no muy comunes, como expertos químicos,
criminólogos, investigadores, exploradores o bien hacen
trabajos de investigaciones de historia antigua, arqueología,
geología y asuntos semejantes. Fácilmente se les clasifica
como indicados para un solo asunto, o tal vez dos, en la vida.
Casi siempre visten de manera moderada, y dan la impresión
de ser mayores de lo que realmente son, tienen suma reserva,
tendencia hacia lo ortodoxo y la devoción religiosa, se
preocupan poco por las alegrías de la vida y rara vez apoyan
lo que sea frívolo o transitorio. Son trabajadores diligentes,
coherentes, fidedignos, cuidadosos, y muchas veces
permanecen empleados en el mismo puesto o en la misma
línea de actividades durante la vida entera. A estas personas se
las conoce como la sal de la tierra, y son maravillosos amigos
para quienes pueden hacer contacto con ellos debajo de la
superficie y ganarse su estima. Tienen el deseo de reformar el
mundo en ciertos aspectos, pero estas personas tienen la
suficiente comprensión y coherencia para adoptar ellos
mismos la reforma y vivir una vida que sirva de ejemplo.
Polaridad B. Las personas nacidas entre el 23 de febrero y
el 21 de marzo son bastante opuestas a las de la polaridad A,
porque no son tan serias ante la vida y buscan algún placer y
alguna felicidad por vía de descanso y reacciones de estudios
y ocupaciones más serios. Las personas de esta polaridad
tienen una tendencia poco común hacia el misticismo, el
ocultismo y las cosas misteriosas del universo y de la
naturaleza. Las personas de esta polaridad parecen adquirir
más fortuna en sentido material que las de la polaridad A, y
muchas veces alcanzan bastante fama en sus campos
especiales de actividades. Sin embargo, son duales en su
naturaleza y son capaces de vivir una vida doble, en el sentido
de que exteriormente pueden ser jefes de alguna gran
organización, o atender al público con una apariencia risueña
y feliz, mientras que en su casa, en la intimidad de su
reclusión, pueden ser quietos, reservados y más interesados en
las cosas profundas y serias de la vida, de lo que uno pudiera
imaginarse. Estos individuos tienen gran poder magnético,
que pueden ejercer fácilmente en los demás y tienen la
tendencia de leer con facilidad la mente de otras personas y de
proyectar su consciencia en el espacio y sentir allí los
pensamientos y acciones de otras personas. A estas personas
también les gusta estar cerca del agua y aman los viajes
largos, más con el propósito de estudiar la naturaleza humana
o de estudiar la historia y las condiciones de un país o lugar
que por placer, aunque gozan al estar cerca del agua y en las
ciudades que están cerca de ella.
XVII
LOS CICLOS DE LA REENCARNACIÓN
Así como cada año de nuestra vida es un nuevo ciclo y
cada uno de estos ciclos se divide en períodos de adelanto y
desenvolvimiento, con períodos intermitentes de acción y
reacción, y así como el ciclo mayor de la vida se divide en
períodos de siete años, durante los cuales progresa el hombre
desde un ser puramente físico a un ser espiritual más o menos
perfecto, así nuestra existencia total en este universo está
dividida en largos períodos de aproximadamente 144 años,
que constituyen el ciclo máximo de las encarnaciones.
Así como el lector puede hallarse hoy en el sexto período
del ciclo de su vida terrena en esta encarnación y en el cuarto
período de su ciclo anual, así puede hallarse en el octavo o
décimo o quincuagésimo o centésimo período del ciclo
máximo de encarnaciones.
Creamos o no la doctrina de la evolución de la especie
humana, es indudable que el hombre ha ido evolucionando
desde su aparición como hombre; es decir, que el hombre
como HOMBRE tuvo principio, ya fuese por creación
singular, según afirma la ortodoxia de varias religiones, o bien
haya sido la culminación del desenvolvimiento de las especies
anteriores. Pero desde la aparición del hombre como criatura
suprema del reino de Dios, ha ido evolucionando y proseguirá
indefinidamente su evolución, la que podemos comparar con
la elaboración de un libro. El crítico materialista dirá que un
libro con su artística encuadernación, pulcra tipografía,
espléndidas ilustraciones, letra de oro y cantos dorados fue en
su tiempo una masa de pasta de algodón, hebras de seda y
minerales cristalizados. Podrá decir también con verdad que el
libro tan hermosamente admirado procede de materiales
menores y tuvo principio en los elementos de la vida mineral,
vegetal y animal. Pero el místico y el filósofo replicarían que
el libro no fue tal libro hasta que una mano hábil guiada por
una mente magistral, reunió dichos elementos, cuya
naturaleza transmutó por medio de nuevas combinaciones y
produjo el LIBRO que anteriormente no existía ni siquiera en
forma primitiva.
De esta suerte, el místico no se preocupa por los cambios
que la evolución de los elementos terrestres pueda haber
efectuado en el proceso preparatorio de la construcción física
del cuerpo humano, sino que se ocupa ante todo de la creación
del hombre al infundirse la suprema consciencia de Dios en
una forma física de lo que resultó súbitamente una nueva
criatura, un nuevo ser, una nueva manifestación del poder de
la Divinidad, llamada hombre. Desde la creación del hombre
en adelante, la evolución de su cuerpo físico resulta
secundaria respecto a la más importante evolución de su alma.
Es indudable que la forma física del hombre actual aventaja
en mucho a la del hombre primitivo, y también es indudable
que evolucionó de una forma humana inferior hasta su estado
actual que no es en modo alguno perfecto. El hombre
contribuye tanto como Dios a la evolución de su cuerpo físico,
porque al modificar y renovar el hombre su medio ambiente,
repercuten la modificación y la renovación en su
desenvolvimiento físico y mental y adelanta su evolución
ascendente en la tierra.
La evolución espiritual del hombre proviene de su
contacto con las experiencias, tribulaciones, pruebas y
lecciones de la vida terrena, así como de su contacto con la
divina consciencia universal de la Mente Cósmica de Dios.
Los místicos y los estudiantes devotos de religión de todos
los países, que suman más de las tres cuartas partes de la
población del globo, reconocen que el alma humana no puede
evolucionar hasta la perfección durante el corto período de
una sola vida terrena, como no sería posible que evolucionara
todo cuanto ha de evolucionar durante un ciclo de ella, si sólo
aprovechara el primer período de siete años. Si consideramos
el ciclo de la vida terrena y vemos que cada siete años
progresa el hombre física, mental y espiritualmente,
comprenderemos cuán distinto sería el adelanto si sólo
viviéramos desde el nacimiento hasta los siete años. Desde
luego que muy admirable progreso se nota en cuerpo, mente y
alma durante este primer período del ciclo de la vida terrena;
pero consideremos también el progreso todavía más admirable
que se realiza durante el período de siete a catorce años y
durante los sucesivos del ciclo.
Si al estudiar la evolución del ciclo del alma,
consideramos la existencia de un cuerpo físico aquí en la
tierra como un período de dicho ciclo, veremos que cada
encarnación en cuerpo físico es análoga a un período de siete
años en el ciclo de la vida terrena. Únicamente podemos
evolucionar por medio de progresivas y continuadas·
experiencias. Si sólo viviéramos en la tierra un período,
aunque durase tres, cuatro o cinco siglos, no bastaría para que
cada alma aprendiera todo cuanto debe aprender, sufriera todo
cuanto ha de sufrir, dominara todo cuanto ha de dominar y
lograra todo lo necesario para la perfección, que constituye la
finalidad racional de nuestra existencia.
Muy a menudo, al ver a un muchacho de aptitudes
extraordinarias y vivo ingenio, preguntamos: ¿Qué edad
tiene? Deseamos saber si está en el segundo o tercer período
del ciclo de su vida terrena, si está entre los siete y catorce o
los catorce y veintiún años, con objeto de comprender la razón
del extraordinario desenvolvimiento mental o espiritual que
observamos en aquel muchacho. Por lo tanto, ¿no es lógico
que al ver a un hombre profundamente conocedor de las leyes
místicas y naturales del universo, preguntemos en qué
encarnación puede estar? La pregunta indaga si aquel
individuo está en el tercero, cuarto, vigésimo, quincuagésimo
o centésimo período del ciclo máximo de encarnaciones. N o
tenemos medios de responder, pero formulamos la pregunta
con un sentimiento de admiración. A veces notamos en
algunos jóvenes el aspecto, el equilibrio, el carácter, aquel
algo que responde por nosotros diciendo: "Es una alma vieja".
¿De dónde procede esta percepción universal de que unos han
vivido más tiempo que otros?
Esto no es un alegato en favor de la doctrina de la
reencarnación que no necesita mi defensa, ni estas páginas
son lugar adecuado para exponerlas o aducir alguno de los mil
argumentos que la substancian. Mi único propósito es suscitar
preguntas en la mente del lector de modo que pensando la
respuesta llegue a conclusiones valiosas.
Hace pocos años, la simple alusión a una idea relacionada
con la doctrina de la reencarnación provocaba sonrisas
burlonas y comentarios chuscos. Hoy día, clérigos de varias
denominaciones religiosas, escritores eminentes, filósofos,
publicistas, médicos y sabios comentan libremente la doctrina
de la reencarnación y reconocen que es la única explicación
justa, lógica, sana, racional y misericordiosa de las
diferencias, desigualdades, iniquidades, pruebas, angustias,
goces, alegrías, dichas o infortunios de los seres humanos. La
doctrina de la reencarnación fue en un tiempo el principio
fundamental del cristianismo; pero la rechazaron
arbitrariamente los incapaces de comprenderla, y hoy día la
religión cristiana es la única que no admite y tergiversa la
doctrina de la reencarnación. Afortunadamente los jefes
importantes de la Iglesia cristiana están reviviendo la doctrina
de la reencarnación, según van comprendiendo mejor sus
principios.
Lo importante en nuestro caso es tener en cuenta que la
doctrina de la reencarnación nos presenta el ciclo máximo de
la vida, que sirve de norma y del cual derivan todos los demás
ciclos. Si no se comprende el ciclo de las encarnaciones,
resultan incomprensibles todo los demás ciclos; y cabe decir
que sin la comprensión de la verdadera naturaleza de nuestra
existencia ontológica, no es posible comprender nada de
cuanto atañe a nuestra vida en la tierra ni a nuestra existencia
espiritual en el universo.
Por lo tanto, el lector hará bien en reflexionar sobre lo
expuesto en este libro y desechando todo prejuicio y
partidismo, apartarse de las tinieblas de la incredulidad y del
error y considerar las verdades superiores ofrecidas por los
místicos y los estudiantes de las verdaderas leyes espirituales.
Conviene leer libros que den mejor comprensión de las
relaciones entre Dios, el universo y el hombre. Cada cual ha
de descubrir el lugar que ocupa en su vida y en la de sus
semejantes. Ha de indagar cuáles son sus facultades y
derrumbar la valla de las limitaciones que levantaron los
credos y doctrinas elaborados por los hombres. Ha de
explayar su consciencia hasta armonizarla con lo infinito, en
que toda verdad, toda ley, todo principio invita al
racionalismo del alma y a la sabiduría de la Mente Divina
infundida en el hombre, a fin de que se acreciente el grado de
dominio y soberanía que cada cual posea sobre sí mismo. En
nuestro interior y en torno nuestro están los campos de
exploración siempre abiertos a tal actitud de la mente. Y
mientras profundicemos los misterios de nuestra profesión y
de nuestros asuntos económicos y sociales, no desdeñemos
profundizar también los misterios de nuestra vida interna, de
nuestro verdadero ser.
Una explicación necesaria
LA ORDEN ROSACRUZ
ADVERTENCIA IMPORTANTE
Los editores de este libro desean advertir al lector que ni
los editores, ni el autor del libro pueden hacerse cargo de
calcular los ciclos personales o los períodos individuales de
ninguna persona ni de ningún negocio de que pueda ocuparse
el lector de este libro. El sistema aquí enunciado ha sido
probado durante muchos años antes de promulgarse en forma
de libro y las instrucciones aquí contenidas son suficientes
para permitir que cualquier hombre o mujer aplique
gradualmente el siso tema con buenos resultados, y obtenga
los mayores beneficios gracias a su aplicación. Por lo tanto, la
venta de este libro no implica el compromiso o el privilegio
de correspondencia personal ni de ayuda personal para
calcular o estudiar los problemas individuales, y aunque los
editores agradecerán los comentarios y sugerencias para la
mejora de este libro en sus ediciones futuras, no podrán, sin
embargo, contestar cartas personales en que se pida ayuda en
relación con los problemas mercantiles, de la salud, de las
actividades sociales o de cualesquiera otros asuntos del
individuo.
Los editores, anticipándonos a las preguntas de los
lectores de este libro, queremos hacer constar que en el
mundo, hoy, no existe sino una sola y universal ORDEN
ROSACRUZ, con ramificaciones en diversas jurisdicciones,
unidas y dependientes todas de un Consejo Supremo
establecido de acuerdo con disposiciones originales de los
antiguos manifiestos Rosacruces. Además, la ORDEN
ROSACRUZ no es una secta ni institución religiosa.
Esta organización internacional conserva las tradiciones,
enseñanzas, principios y prácticas humanitarias características
de la antigua y primitiva Hermandad que inició sus
actividades en tiempos ya muy remotos. Se reconoce como la
Antigua y Mística Orden Rosae Crucis y la abreviatura
corriente de dicho nombre es AMORC. Las oficinas centrales
de la Jurisdicción Internacional están situadas en San José,
California, E.U.A. Los que deseen más informes sobre la
historia y las enseñanzas de los Rosacruces pueden solicitar
un ejemplar del libro titulado "El Dominio de la Vida". Dicho
libro se reparte gratis y puede pedirse al Escribano R.O.X.
Templo de AMORC, Parque Rosacruz, San José, California
95191, E.U.A.

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