TECNICO pags primeras(4)
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ESCUELA DE PADRES Y MADRES ANTE UNA NUEVA PROYECCIÓN DE LAS ESCUELAS DEPORTIVAS MUNICIPALES ORIENTACIONES PARA TÉCNICOS Santiago Romero Granados (Coordinador) Edita: Instituto Municipal de Deportes Ayuntamiento de Sevilla 1 Publicación del Instituto Municipal de Deportes Ayuntamiento de Sevilla Coordinación: Dr. D. Santiago Romero Granados (Responsable del Grupo de Investigación de la Universidad de Sevilla “Educación, Salud y Deporte”) Dr. D. José Díaz García Servicio de Planificación, Estudios y Análisis Deportivos Instituto Municipal de Deportes Asesora lingüística: Dª Francisca Domínguez Real Dibujos: D. Juan Pablo Mora Merchán Printed in Spain. Impreso en España. I.S.B.N.: 84-96098-56-7 Depósito legal: SE-5.696-2005 Imprime: El Adalid Seráfico, S.L.L. Sevilla. Reservados todos los derechos. Ni la totalidad ni parte de este libro puede reproducirse o transmitirse por ningún procedimiento electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación magnética o cualquier almacenamiento de información y sistema de recuperación, sin permiso escrito del Instituto Municipal de Deportes de Sevilla. Nota aclaratoria: En la redacción de este libro, de acuerdo con la posibilidad que ofrece el sistema lingüístico español, se ha hecho uso del género gramatical masculino al referir colectivos mixtos (padres por padres/madres, niños por niños/niñas, entrenador por entrenador/entrenadora…). Por lo tanto, se ha rechazado la opción de marcar en la práctica totalidad de los casos los dos sexos, a pesar de que la tendencia en los últimos tiempos, por razones de corrección política, que no de corrección lingüística, consiste en hacer explícita la alusión a ambos. 2 Escuela de padres y madres ÍNDICE Prólogo ..................................................... 7 LA COMPETICION COMO ELEMENTO DIDÁCTICO DE LOS PROCESOS DE ENSEÑANZAAPRENDIZAJE DEPORTIVOS EN LA EDAD ESCOLAR ¿QUÉ SE HACE EN UNA ESCUELA DEPORTIVA? ¿PUEDE UNO DIVERTIRSE Y APRENDER A LA VEZ? D. José P. Sanchís Ramírez Dª Fátima Chacón Borrego 01. Posicionamiento ante la utilización de la actividad física competitiva en los niños y jóvenes .............................................. 29 02. ¿Es la competición perjudicial para la educación integral? ............................... 31 0 2.1. Modelo competitivo ........................ 31 2.2. Elementos del modelo competitivo tradicional ..................................... 32 2.3. Elementos positivos del modelo competitivo educativo..................... 33 03. Recomendaciones para ayudar a que la competición sea un elemento educativo ............................................ 36 04. Bibliografía ........................................... 36 01. Introducción ........................................... 9 02. ¿Qué finalidad persigue nuestra escuela deportiva? ................................. 9 03. ¿Qué elementos configuran la metodología?........................................ 11 04. Factores que condicionan la programación y, por tanto, las intervenciones didácticas ...................... 11 05. ¿Qué modelo de enseñanza podemos emplear en nuestras sesiones? ............. 12 06. Características de los diferentes elementos metodológicos relacionados con el deporte ...................................... 13 07. Aspectos positivos de las diferentes metodologías ........................................ 14 08. La organización como recurso metodológico y su relación con la seguridad ............................................. 15 09. Recomendaciones para padres y técnicos ............................................... 17 10. Bibliografía ............................................17 LA COMUNICACIÓN EN LAS ESCUELAS DEPORTIVAS Dª Aurora Llopis Garrido 01. Conceptos previos................................. 37 02. ¿Qué pretendemos? .............................. 38 03. Los niños como imitadores del mundo. Su repercusión en el ámbito deportivo infantil.................................................. 40 04. ¿De qué hablamos con los niños sobre el deporte?........................................... 43 05. ¿Qué nos cuentan los niños sobre el deporte? .............................................. 45 06. El lenguaje corporal en el deporte .......... 46 07. Bibliografía ........................................... 49 EL JUEGO: IMPORTANTE COMPONENTE EN LA SOCIALIZACIÓN DEL NIÑO Dª Mª Teresa Fernández Bonillo 01. 02. 03. 04. 04. 04. 05. Introducción.......................................... 19 La socialización .................................... 20 El juego ................................................ 21 Los Técnicos deportivos: ........................23 4.1. Perfil del Técnico deportivo ........... 23 4.2. Actitudes que debe fomentar ......... 25 Orientaciones dirigidas a los Técnicos deportivos ............................................ 26 06. Bibliografía ........................................... 28 3 Escuela de padres y madres EL REGLAMENTO: ENFOQUE EDUCATIVO Y DIDÁCTICO EN LA INICIACIÓN DEPORTIVA ABANDONO DEPORTIVO Y COMPETITIVO Dr. D. Francisco Santos-Rosa Ruano Dª Mª José Lasaga Rodríguez 01. Introducción.......................................... 71 02. Concepto de abandono deportivo y competitivo........................................... 71 03. Estudios sobre motivos de abandono competitivo........................................... 71 04. Modelos teóricos de estudio ...................72 04. 4.1. La teoría de la percepción subjetiva de la competencia .......... 73 04. 4.2. La perspectiva de las metas de ogro ............................................. 73 04. 4.3. Los modelos de burnout deportivo...................................... 74 05. Estrés y ansiedad: modelo de Martens sobre el proceso competitivo ................. 77 06. Recomendaciones para padres y técnicos ............................................... 78 07. Bibliografía ........................................... 81 01. ¿Qué es el reglamento?......................... 51 02. ¿Cómo podemos trabajarlo? .................. 51 03. El reglamento y los elementos técnicotácticos ................................................ 52 04. Ejemplos de adaptaciones ..................... 53 05. Reglamento y comportamientos ............. 56 06. ¿Qué son las técnicas de modificación de conductas? (TMC)............................. 57 07. Tipos de técnicas de modificación de conductas ............................................ 58 08. Recomendaciones para padres y técnicos ............................................... 59 09. Bibliografía ........................................... 60 EL TRABAJO DIARIO: LA SESIÓN Y LAS ACTIVIDADES Dª Mª José Pacheco Moreno LA EDUCACIÓN EN VALORES 01. 04. 04. 02. 04. Dra. Dª Juana Manjón Ruiz 04. 04. 04. 03. 04. La sesión ............................................. 61 1.1. De los elementos.......................... 61 1.2. De la estructuración...................... 62 Las actividades/tareas motrices ............ 65 2.1 De los principios que orientan la selección ..................................... 65 2.2. De los criterios de selección.......... 67 2.3. Del diseño de la tarea motriz ......... 68 2.4. El juego como actividad básica de la práctica deportiva....................... 68 Consideraciones para padres y técnicos .............................................. 69 Bibliografía ........................................... 70 01. Introducción.......................................... 85 02. El concepto de valor .............................. 85 03. Principales características de los valores ................................................. 87 04. Relación entre valores y otros conceptos ............................................ 89 05. El proceso de valoración ........................ 90 06. Elementos a tener en cuenta para ayudas a los niños a descubrir valores ... 91 07. Técnicas para trabajar los valores .......... 94 08. Lo que evitaríamos con una buena educación en valores............................. 98 09. Bibliografía ......................................... 101 4 Escuela de padres y madres LA RESPONSABILIDAD CIVIL EN EL ÁMBITO DE LA ACTIVIDAD DEPORTIVA. ESPECIAL REFERENCIA A LOS PROFESORES DE EDUCACIÓN FÍSICA, Y TÉCNICOS DEPORTIVOS Dra. Dª Esperanza Alcaín Martínez 01. Delimitación del tema: particularidades de la responsabilidad civil en el ámbito de la actividad deportiva...................... 103 02. Normas a tener en cuenta: Ley del Deporte y Código civil .......................... 105 03. Aplicación del régimen jurídico general previsto en el art. 1902 del Código civil: ..................................................108 3.1. Elementos para su aplicación ...... 108 3.2. ¿Es aplicable en el ámbito deportivo el régimen de responsabilidad del art. 1902 del Código civil?.......................... 109 3.3. El resarcimiento del daño ............ 110 04. Particularidad de la responsabilidad civil en el ámbito deportivo. La Teoría de la asunción de riesgo:......................110 4.1. Concepto y requisitos.................. 110 4.2. Excepciones ................................112 05. Particularidades de la responsabilidad civil en el ámbito de la enseñanza y de los centros docentes ............................114 5.1. Régimen jurídico previsto en el Código civil................................. 114 5.2. Algunas sentencias a modo de ejemplo...................................... 117 06. Bibliografía ......................................... 117 5 Escuela de padres y madres 6 Escuela de padres y madres PRÓLOGO Deporte para Todos, Deporte Rendimiento y Fomento del Deporte son las tres líneas de trabajo fundamentales del IMD, que aparecen recogidas y desarrolladas en el Plan Director del Deporte para la ciudad de Sevilla, aprobado por el Consejo de Gobierno el 1 de junio de 2004. nados con la práctica deportiva y la formación integral del niño, y se han obtenido una serie de consideraciones, recomendaciones, orientaciones, sugerencias y, fundamentalmente, una visión de futuro de hacia dónde se dirige o debe dirigirse metodológicamente el programa de Escuelas Depor tivas Municipales como: ¿Qué se hace en una Escuela Deportiva?, la comunicación en las escuelas deportivas, y la competición como elemento didáctico de los procesos de enseñanza-aprendizaje deportivos en la edad escolar, enfoque educativo y didáctico en la iniciación deportiva del reglamento, la sesión y las actividades... Así, y desarrollando y ejecutando el Objetivo 6 de nuestro Plan Director, que persigue “Promocionar los valores sociales, educativos, principios, comportamientos y ética en el deporte como conducta y vehículo de solidaridad, sociabilidad, cohesión social y respeto al medio ambiente como vehículo sostenible”, el IMD ha puesto en marcha la Escuela de Padres y Madres. Esta publicación nace con la única y exclusiva intención de obtener, a través de la práctica deportiva, las bondades y virtudes que la misma tiene cuando todos y todas los que, de una forma u otra, participamos en la formación integral de nuestros chicos hablamos el mismo lenguaje sobre los objetivos, la programación, los contenidos, la metodología y recursos didácticos que realizamos y utilizamos para obtener calidad en nuestras Escuelas Deportivas Municipales, y nos interesamos y nos preocupamos por otros temas como el abandono deportivo y competitivo o la EDUCACIÓN EN VALORES. La Escuela de Padres y Madres es un programa/instrumento de apoyo a los padres que tienen hijos participando en las Escuelas Deportivas Municipales, así como a los técnicos deportivos que imparten enseñanzas deportivas en dichas Escuelas y, sobre todo, a los niños que son los protagonistas, y destinatarios finales de este Programa. El desarrollo del programa se ha realizado y se está realizando gracias al convenio de colaboración entre el Instituto Municipal de Deportes del Ayuntamiento de Sevilla y el Grupo de Investigación Educación Física, Salud y Deporte de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Sevilla, aprobado en el Consejo de Gobierno del Instituto Municipal de Deportes el día 5 de julio de 2004 y firmado el 29 de noviembre del mismo año. Por tanto, esta publicación no sólo es extraordinariamente útil para todos aquellos que tenemos una responsabilidad directa con el deporte, sino que tiene el incalculable valor de ser la consecuencia de un estudio riguroso y participativo de muchos expertos en la tarea difícil y, a su vez compleja, de EDUCAR. A partir de esta fecha, tanto los expertos del Grupo de Investigación como los técnicos del Instituto Municipal de Deportes, pusieron en marcha este reto y ambicioso proyecto que durante el curso escolar 2004-2005, a través de seminarios en todos los distritos municipales han participado padres, madres, técnicos deportivos y expertos en educación para cumplimentar nuestros objetivos. Gracias, pues todo este esfuerzo conjunto, nos permitirá enriquecer el deporte sevillano y hacer posible que nuestra realidad sea Más Deporte y Mejor Deporte para Sevilla. Francisco Manuel Silva Ardanuy Concejal Delegado de Juventud y Deporte Vicepresidente del Instituto Municipal de Deportes En estos seminarios, junto a los Gabinetes Psicopedagógicos, se han tratado temas relacio7 8 Escuela de padres y madres ¿QUÉ SE HACE EN UNA ESCUELA DEPORTIVA? ¿PUEDE UNO DIVERTIRSE Y APRENDER A LA VEZ? Dª Fátima Chacón Borrego cemos referencia responden a las diferentes perspectivas existentes sobre la finalidad de la actividad deportiva. Por lo tanto, puede plantearse una mayor o menor preocupación por los siguientes aspectos: 1. INTRODUCCIÓN Una de las preocupaciones más importantes para los técnicos deportivos en relación a la iniciación deportiva, y que les exige una continua toma de decisiones al respecto, es la correcta selección de los métodos de enseñanza que sean más acordes o apropiados a los objetivos propuestos. - Adecuar el depor te a las características anatómicas y fisiológicas del niño/joven, con objeto de mejorar todas sus capacidades, así como de prevenir lesiones y el deterioro de la salud. Esto trae como consecuencia que nos planteemos las siguientes cuestiones: ¿cómo enseñar?, ¿qué medios utilizar?, ¿hay métodos mejores y peores? y, sobre todo, ¿en función de qué? Todos estos interrogantes van surgiendo tanto de forma general, con respecto a nuestro modelo de enseñanza, como en cada una de las programaciones de las sesiones de trabajo para nuestros chicos. 2. ¿QUÉ FINALIDAD PERSIGUE NUESTRA ESCUELA DEPORTIVA? Existe multitud de factores que intervienen en el establecimiento de las finalidades que debe perseguir una escuela depor tiva, entre los que se encuentran las prioridades de los deportistas, los padres y las instituciones sobre la propia finalidad de la práctica de una actividad deportiva concreta. La programación debe ser adecuada tanto al desarrollo intelectual como físico del niño. - Conseguir resultados o éxitos deportivos, por lo que existiría una preocupación por el rendimiento (entrenar para la competición). El contexto específico en el que se integra nuestro modelo de enseñanza deportiva considera que estas actividades deben enmarcarse en una concepción de “depor te educativo”, como aquel que sirve como medio fundamentalmente para formar personas (educar en valores y actitudes), además de integrar los aspectos positivos de otras teorías. Estas otras teorías a las que ha- - Favorecer la diversión y el placer por encima de todo, relativizando la importancia de otros posibles aprendizajes. - Crear hábitos higiénicos saludables, de cuidado del cuerpo, de reducción del sedentarismo, descanso, alimentación, etc. 9 ¿Qué se hace en una escuela deportiva? El deporte, como cualquier otra actividad física, no es educativo ni beneficioso por sí mismo. ¿De qué va a depender?: - Desarrollar aspectos sociales y afectivos del niño como forma de hacer amigos; conseguir que una persona sea más extrovertida, que exprese sus sentimientos, que se conozca más a sí misma y desarrolle su personalidad. Para que el deporte pueda ser un medio educativo debemos partir por unificar las concepciones que sobre esta actividad subyacen en los diferentes agentes que se encuentran inmersos en el proceso, de forma que no entremos en contradicciones entre el modelo de formación deportiva que esté tratando de transmitir el técnico deportivo, el que defiendan los padres y el que conciba el propio niño que realiza la actividad. Por otro lado, para que la actividad deportiva sea educativa debe gozar de una orientación metodológica adecuada, en la que primen los valores y actitudes positivos que puedan llegar a transmitirse en el deporte (fomentar la participación y el disfrute mediante la práctica; el respeto a los compañeros, las normas, las instalaciones, etc.; desarrollar la capacidad de autodisciplina, de esfuerzo por el grupo; la aceptación y conocimiento de las capacidades y limitaciones propias y las de nuestros compañeros y/o adversarios; etc.). No debe priorizarse el conseguir un buen resultado (rendimiento), en el que la selección, el sometimiento del cuerpo y la discriminación pueden llegar a ser los medios más destacados, tendiéndose a la deshumanización de la actividad deportiva al eliminar el contacto personal entre los participantes y el técnico deportivo. Éste es Luis; nuestro nuevo compañero. - No crear situaciones discriminatorias como las que se producen en el modelo de rendimiento, huyendo de las competiciones que generan situaciones sexistas, de participación selectiva o alienante. CONCEPCIONES SOBRE LA FINALIDAD U OBJETIVOS PRIORITARIOS DE LA ACTIVIDAD DEPORTIVA: • Maestro-profesor de E.F., técnico deportivo,... • Deportista Deporte-salud Deporte-rendimiento Deporte-recreación Deporte-estética Deporte-socialización Deporte-no competición Deporte-educación • Institución: (Ayuntamiento, Club, Centro escolar, Federación,...) • Familia Medios de comunicación Otros Agentes de transmisión Escuela Deporte de elite - ¿Y qué tiene esto que ver con el fútbol? - Es un ejercicio para que aprendan a trabajar en equipo. Modelo socio-político 10 Escuela de padres y madres - Nivel de desarrollo motor. 3. ¿QUÉ ELEMENTOS CONFIGURAN LA METODOLOGÍA? - Nivel de desarrollo intelectual. - La existencia o no de aprendizajes previos. La metodología o forma de llevar a la práctica las actividades propuestas se vale de una gran variedad de recursos de enseñanza que el técnico deportivo deberá seleccionar atendiendo a los objetivos propuestos. - Predisposición hacia la actividad o grado de motivación hacia la práctica y aprendizaje de un deporte. La metodología utilizada en una sesión de entrenamiento/trabajo viene determinada por una serie de componentes: ELEMENTOS QUE CONFORMAN TU ESTILO DE ENSEÑANZA La Comunicación: Informaciones que ofrecemos sobre las actividades propuestas y sobre su ejecución Interrelaciones profesor-deportistas Recursos materiales Actitud y predisposición personal del profesor La Organización del Espacio tiempo, de los niños-as de los Materiales - Hoy he aprendido a botar el balón con las dos manos. ¿Y tú? - Pues, nada. Yo sólo asisto porque mi madre no puede venir antes a recogerme. Qué decisiones son tomadas por el profesor y cuáles por los alumnos - Intereses de los participantes desde el punto de vista del aprendizaje, la recreación, la competición y su relación con los intereses del educador. Nivel de Motivación y clima de clase Teniendo en cuenta los diferentes elementos que determinan la forma de enseñar y los medios a utilizar en la educación deportiva, debemos analizar qué orientaciones metodológicas pueden tenerse en cuenta de cara a la selección de aquellos recursos que hoy en día se consideran más apropiados para las edades con las que estamos trabajando en nuestras escuelas deportivas. 2. CARACTERÍSTICAS ESPECÍFICAS DEL ENTORNO: - Climáticas/geográficas. - Sociales y culturales. - Recursos disponibles (materiales e instalaciones). 4. FACTORES QUE CONDICIONAN LA PROGRAMACIÓN Y, POR TANTO, LAS INTERVENCIONES DIDÁCTICAS 3. CARACTERÍSTICAS DEL DEPORTE O ACTIVIDAD DEPORTIVA: 1. CARACTERÍSTICAS DE LOS PARTICIPANTES: - Características físicas. - Tipo de deporte: individual o colectivo; de oposición, cooperación, superación; etc. 11 ¿Qué se hace en una escuela deportiva? - Elementos que lo componen: a) Participantes: sujetos que están interactuando con el alumno, tanto compañeros como adversarios, que pueden aumentar la complejidad en la enseñanza de la actividad. b) Límites físicos y temporales: terreno de juego, líneas, zonas, inicio y fin de la actividad o de acciones concretas. c) Reglas. d) Instrumentos o implementos deportivos. En aquellas actividades en las que exista un instrumento intermediario entre el sujeto y el objeto (raqueta, stick, patines...) se exige un mayor nivel de coordinación y, por tanto, se hace necesaria en el aprendizaje una fase de adaptación del niño y de sus acciones al elemento externo. (grado de autoexigencia, autoestima, capacidad de superación, entrega por el equipo...). Este último componente es un aspecto relevante en la educación deportiva, puesto que está relacionado directamente con la transmisión de valores y actitudes. VALORES Y ACTITUDES COMPONENTES PSICO-AFECTIVO Componentes cognitivos Componentes energéticos y motrices 5. ¿QUÉ MODELO DE ENSEÑANZA PODEMOS EMPLEAR EN NUESTRAS SESIONES? En la actualidad existe un debate muy importante que trata de dar respuesta al interrogante existente sobre si existen métodos de enseñanza más apropiados que otros. Para ello se comparan las formas de trabajo que tradicionalmente se han venido utilizando con otras alternativas metodológicas que puedan resultar más participativas, motivantes y lúdicas. En nuestras escuelas deportivas participan chicos con diferentes capacidades e intereses; por tanto, la selección de métodos de enseñanza debe ir en consonancia con estos dos aspectos, de forma que podamos conseguir, por un lado, que se produzcan aprendizajes (asimilación de los diferentes componentes del deporte), pero al mismo tiempo que nuestros alumnos estén motivados en nuestras clases, que disfruten con las actividades propuestas y puedan crecer como personas, asentando las bases de la creación de hábitos de vida saludable para que en un futuro puedan comprobar cómo la actividad física forma una parte importante de sus vidas. Este último aspecto, desde el punto de vista del educador deportivo, de los padres y de la propia sociedad, Todos estos elementos del deporte determinan la dificultad y grado de exigencia o implicación en cada actividad deportiva del componente motriz y energético (habilidades y capacidades físicas requeridas), del cognitivo (interpretación de situaciones y estímulos, procesamiento de información, memoria, etc.) y del psico-afectivo 12 Escuela de padres y madres es el más importante, puesto que fundamentalmente queremos formar personas que sean más sanas, tanto física como psíquicamente, independientemente de que el chico que participó en una escuela deportiva se convierta en un deportista de elite (la gran minoría) o en un deportista amateur que utiliza la actividad física como medio de mantenerse en forma y de disfrute. MODELOS DE ENSEÑANZA DEPORTIVA TENDENCIA EN RELACIÓN A LA EDUCACIÓN EN VALORES • Modelos Tradicionales: Técnicos • Modelos activos: Mayor importancia al aprendizaje de la técnica Tácticos-comprensivos, estructural, vertical Repetición y automatización Mayor importancia de los aspectos tácticos Estrategias analíticas Deportista menos activo Tradicionalmente, las formas de trabajar en el depor te se caracterizaban por priorizar el aprendizaje de los aspectos técnicos, olvidando el componente afectivo y emocional de la persona. Las sesiones de entrenamiento normalmente eran muy poco variadas, basadas en la repetición de un determinado movimiento para llegar a dominarlo y, posteriormente, poderlo aplicar correctamente en la competición. Con estos métodos no resultaba extraño que el joven, incluso el más motivado, perdiese con bastante rapidez el interés y pudiese llegar a abandonar la actividad deportiva. Estrategias globales (juegos modificados, situaciones de juego, deporte) Deportista más activo cognitivamente Permiten una mayor comprensión a través de la reflexión y crítica 6. CARACTERÍSTICAS DE LOS DIFERENTES ELEMENTOS METODOLÓGICOS RELACIONADOS CON EL DEPORTE Existe una serie de orientaciones que guían la metodología de enseñanza en el deporte, fundamentalmente en las edades a las que estamos haciendo referencia en las escuelas deportivas y que, por tanto, determinan la selección de los diferentes recursos didácticos (información-comunicación, estrategias de práctica, organización, relaciones entre los alumnos…). Igualmente, los métodos con los que se trabajaba estaban basados casi exclusivamente en ejercicios de asimilación técnica, por lo que los deportistas tenían problemas para interpretar situaciones de juego real, inferior capacidad de adaptación ante estas situaciones y menor comprensión de las características de la actividad deportiva, incluso de las reglas de juego. Estas orientaciones dirigen las diferentes características que debe tener cada uno de los agentes que intervienen en el proceso de enseñanza-aprendizaje: Teniendo en cuenta las limitaciones anteriormente expuestas del modelo tradicional, surgen nuevos métodos de enseñanza en el deporte en los que la práctica de juegos va a ser el eje central; dándose importancia al trabajo del componente psicoafectivo del niño, al factor de motivación (disfrute-satisfacción) y al desarrollo intelectual o cognitivo. Mediante la propuesta de actividades lúdicas, como pueden ser los juegos adaptados, el niño aprenderá a utilizar su pensamiento lógico cuando interprete las diferentes situaciones presentadas y mejorará su capacidad de toma de decisión, al mismo tiempo que irá introduciendo y asimilando los elementos técnicos propios del deporte. ORIENTACIONES METODOLOGÍCAS EN INICIACIÓN DEPORTIVAS: • Etapa de toma de contacto, experimentación y aprendizaje de capacidades, habilidades y destrezas, conocimientos y fundamentalmente de actitudes. • Adecuación a las necesidades e intereses del individuo • Máxima inclusión o participación • Que permita la progresión según propias posibilidades • Fomente el disfrute y la motivación del deportista • Que no genere expectativas irreales o inalcanzables • Que permita las relaciones sociales • Potenciar el ocio antes que el rendimiento • Que no sea discriminatoria • Que permita la adquisición de hábitos, actitudes y valores positivos, relacionados con la actividad física. 13 ¿Qué se hace en una escuela deportiva? RECURSOS (materiales e instalaciones). Adaptados al nivel de los alumnos y a las condiciones del medio. PAPEL QUE DEBE DESEMPEÑAR EL TÉCNICO DEPORTIVO/ PROFESOR. Flexible; orientador hacia la práctica deportiva; que establezca las condiciones más favorables para una práctica educativa y segura; que sepa anticipar y dar respuesta a las situaciones de enseñanza; etc. 7. ASPECTOS POSITIVOS DE LAS DIFERENTES METODOLOGÍAS ACTUACIONES DEL ALUMNO/DEPORTISTA. Activo; productivo; que desarrolle su autonomía y su capacidad de autoevaluación; que conozca y acepte sus capacidades y limitaciones; etc. Como técnicos de escuelas deportivas debemos conocer los aspectos positivos que ofrecen las diferentes metodologías a emplear en el deporte, para lo cual vamos a exponer las funciones que plantean los estilos de enseñanza, con objeto de adecuarlos a nuestro contexto específico de enseñanza. ESTRATEGIAS METODOLÓGICAS. Mediante propuestas basadas en el planteamiento de situaciones problema (indagación) y conocimiento de la técnica a través de situaciones tácticas. Estilos tradicionales: INFORMACIONES OFRECIDAS A LOS ALUMNOS (para la presentación de las tareas o sobre la ejecución). Suficiente; adecuada al nivel de los alumnos; centrada en los aspectos más importantes de los que depende la ejecución de los estudiantes; etc. - - Mejoran la organización. Permiten aprovechar el tiempo disponible para la práctica. Útiles para la transformación de habilidades básicas en genéricas, o de éstas en específicas. Aumentan la seguridad. Estilos individualizadores (grupos de nivel y programas individuales): - Favorecen la autoevaluación. Permiten tomar conciencia de las posibilidades de cada uno. Adecuados a diferentes intereses y aptitudes. El alumno puede percibir mejor su progresión. Las explicaciones deben ser entendibles por los niños. Estilos participativos: ACTIVIDADES DE ENSEÑANZA. Utilización del juego en todas sus modalidades; actividades adaptables, abiertas, variadas, motivantes; etc. - ESTRATEGIAS DE ORGANIZACIÓN DE LA PRÁCTICA. Lo más cercanas posible a la realidad, de forma global. 14 Escuela de padres y madres Aumentan la capacidad de evaluación. Aumentan la percepción sobre la ejecución. Aumentan la toma de decisiones de los alumnos (el profesor ocupa un segundo plano dentro de la sesión). - Mejoran la capacidad de crítica y de aceptación de las mismas. Dificultad o implicación motriz y energética ESTRATEGIAS EN LA PRÁCTICA Estilos creativos: - Mejoran la espontaneidad. Alto grado de motivación y diversión. Libertad. Permiten que el alumno experimente y vivencie. - ANALÍTICAS GLOBALES - Aprendizaje de modelo - Técnica eficiente - Complejidad de ejecución - Tareas de riesgo - Necesidad de tomar conciencia de posiciones corporales - No existe modelo - Tareas baja complejidad de ejecución - Tareas abiertas - No es importante los resultados del movimiento - Mejora de la percepción y de la toma de decisión EL JUEGO (Actividad base) Global con modificación de la situación real Global pura Global con polarización de la atención Estilos cognitivos: - Dificultad cognitiva Implicación psico-afectiva Aumentan la toma de decisiones del alumno a la hora de seleccionar respuestas. Trabajo consciente y reflexivo. Alumno muy activo (mentalmente). 8. LA ORGANIZACIÓN COMO RECURSO METODOLÓGICO Y SU RELACIÓN CON LA SEGURIDAD Por tanto, podemos utilizar estilos variados en función de los aspectos anteriormente expuestos (características de la actividad deportiva, de los niños y niñas, y de los objetivos concretos que estemos trabajando). En este capítulo debemos hacer hincapié en el aspecto didáctico de la planificación de la organización, puesto que, además de facilitar la consecución de los objetivos propuestos, nos va a permitir que nuestras sesiones de trabajo sean lo más seguras posible para nuestros alumnosdeportistas. Desde el punto de vista de la presentación de las actividades, los juegos como recurso didáctico son el medio más acorde a los modelos de enseñanza que hemos catalogado como de “enfoque comprensivo”, por lo que su utilización será mucho mayor para asimilar determinados movimientos que forman par te de una actividad depor tiva que la realización de ejercicios aislados. Siempre que el elemento a enseñar lo permita, debemos utilizar estrategias globales, puesto que este tipo de actividades tiene una relación más estrecha con la realidad, además de ser más motivantes para el alumno. Sin embargo, atendiendo al nivel de dificultad que para un niño pueda suponer un movimiento o el nivel de riesgo que implique la tarea, podemos establecer que sea necesaria la selección de movimientos que deban ser ejecutados de forma aislada para posteriormente ir introduciendo otras acciones que nos lleven al movimiento completo. Las funciones de la organización en una sesión de trabajo están en relación con: - El aprendizaje de los alumnos: permite mayores posibilidades de asimilación, mejorando la participación e individualización de la enseñanza y posibilitando un mejor aprovechamiento del tiempo disponible para la práctica. - El ambiente de clase: una adecuada organización favorece la creación de un clima de clase positivo, en el que se propicien y mejoren las interacciones socioafectivas y aumente el nivel de motivación de la clase. - Los recursos disponibles (materiales, espaciales y temporales): debe conseguirse su optimización, aumentando y mejorando sus 15 ¿Qué se hace en una escuela deportiva? correctamente tiempos de descanso/intensidades. • Adaptar las sesiones a las diferencias individuales del niño y progresar de forma adecuada. posibilidades de utilización con las máximas condiciones de seguridad. - La labor del profesor: una correcta planificación de la organización de la clase le permite un mejor control y seguimiento del proceso de enseñanza-aprendizaje. Información: • Indicar posiciones corporales correctas en relación con la ejecución. • Informar y controlar el uso de la indumentaria y condiciones higiénicas adecuadas (zapatillas, ropa en función de climatología, adornos o accesorios, cabello...). • Advertir sobre el uso correcto del material y normas básicas para la ejecución de una actividad (desplazamientos, separaciones, reglas...). • Informar a los alumnos de cómo pueden colaborar en las ayudas a los compañeros. FUNCIONES: SOCIO–ADMINISTRATIVAS DE LA ORGANIZACIÓN Facilitar las condiciones de enseñanza Ofrecer máximas posibilidades de participación Organizar relaciones con y de los participantes Crear máximas condiciones de seguridad Cuidar los siguientes aspectos: • Evitar aglomeraciones o esperas duraderas durante la práctica. • Determinar zonas específicas, amplias y bien delimitadas para la realización, inicio y finalización de los ejercicios. • Proteger zonas de paso o caída. • Evitar arrugas (caso de que se utilice moqueta o tapiz), superposición de colchonetas o espacios no cubiertos por éstas cuando sea necesario. • Separar suficientemente los ejercicios, sobre todo cuando impliquen uso de material • Realizar la práctica de forma organizada, en la misma dirección y sentido, para evitar choques. • Realizar las ayudas necesarias en aquellas actividades que puedan implicar riesgo y responsabilidad del profesor. Desde el punto de vista metodológico, la seguridad en la práctica es uno de los aspectos más preocupantes para los técnicos deportivos, para los propios niños y, por supuesto, para los padres y/o tutores. Este aspecto está relacionado con otros relativos a la programación, como son la propia organización de la actividad (formación de agrupaciones, colocación de los alumnos y de los materiales, distribución de espacios, etc.), la selección de las tareas o actividades propuestas (su dificultad, intensidad, duración, pero también de las posiciones corporales utilizadas para su realización) y la información que se le ofrece a los deportistas sobre los aspectos que permiten mantener las máximas condiciones de seguridad. Esta seguridad va a exigir a los responsables de las sesiones de educación deportiva la programación en función de los siguientes aspectos: Para concluir, hemos de resaltar la importancia que tiene la planificación de la organización de la sesión sobre las posibles respuestas de los alumnos a las actividades propuestas, teniendo en cuenta que la organización, al igual que otros recursos metodológicos, puede propiciar actitudes de los alumnos favorables a los objetivos que queramos conseguir. Programación previa: • Tener en cuenta las características de nuestros niños. • Respetar sus limitaciones motrices. • Evitar sobrecargas de actividad y distribuir 16 Escuela de padres y madres Todos estos aspectos deben ser igualmente cuestionados y observados por los propios técnicos deportivos, de forma que puedan evaluar la calidad de la metodología seleccionada para cada una de las sesiones y su adecuación a los objetivos establecidos. 10. BIBLIOGRAFÍA Blázquez, D. (1995). La iniciación deportiva y el deporte escolar. Barcelona: Inde. Contreras, O. (2003). Comparación de modelos de enseñanza de los deportes colectivos; estado actual de la investigación. En Actas Andalucía Tierra del Deporte. Congreso Internacional, vol. II., Junta de Andalucía. Sevilla: Consejería de Turismo y deporte. Delgado Fernández, M. (1999). Prevención y seguridad como estructura básica de actuaciones del profesorado en el ámbito de la actividad física. En Actas del I Congreso Internacional de Educación Física. Cádiz: F.E.D.E. Devis, J. y Peiró, C. (1992). Nuevas perspectivas curriculares en Educación Física: La Salud y los Juegos modificados. Barcelona: Inde. Hernández, J. (1994). Fundamentos del deporte. Análisis de las estructuras del juego deportivo. Barcelona: Inde. Pacheco, Mª J. y Chacón, F. (2002). La organización de la clase en Educación Física. En Sánchez Bañuelos, F. (coord.). Didáctica de la Educación Física. Madrid: Prentice Hall. Romero, S. (2001). Formación depor tiva. Nuevos retos en Educación. Sevilla: Secretariado de publicaciones de la Universidad de Sevilla. Siedentop, D. (1998). Aprender a enseñar la Educación Física. Barcelona: Inde. – Creo que falta algo. 9. RECOMENDACIONES PARA PADRES Y TÉCNICOS • Observar a nuestros hijos antes y después de llevarlos a las escuelas deportivas: ¿Tiene ganas de que llegue la próxima clase?; ¿está contento después de la misma? • Preguntar a nuestros hijos sobre los siguientes aspectos: • Lo que han aprendido. • Lo que han hecho (actividades), y si les ha gustado. • Si van viendo su progresión en el depor te (ejemplo: “hoy he conseguido pasar la valla”; “hoy he fallado menos en los tiros libres”; etc.). • Si las clases son variadas y motivantes (“¡hoy he hecho lo mismo que todos los días!” frente a “¡hemos hecho muchas cosas nuevas!”). • Observar e interesarnos en si nuestros hijos crean unas buenas relaciones con los demás niños y con el profesor/monitor/técnico deportivo. 17 ¿Qué se hace en una escuela deportiva? 18 Escuela de padres y madres EL JUEGO: IMPORTANTE COMPONENTE EN LA SOCIALIZACIÓN DEL NIÑO Dª María Teresa Fernández Bonillo dor, consolas, videojuegos... en su casa, incluso en su propia habitación, y que pasan muchas horas delante de estos instrumentos que les provocan adicción. No vamos a negar la gran utilidad que puede aportar el ordenador en la vida diaria y también en el tiempo de ocio, pero también conlleva aspectos negativos: 1. INTRODUCCIÓN Quién no recuerda, hace no demasiado tiempo, esas calles y plazas repletas de niños y niñas que jugaban después de la escuela; esos cuchicheos, risas, griteríos, enfados y peleas que se producían entre amigos y les ayudaban a madurar; esos buenos bocadillos que compartían para merendar y les aportaban la energía suficiente para seguir con sus juegos; la tranquilidad de esos padres y madres que veían a sus hijos alegres, creciendo sanos y relacionándose en un lugar seguro y sin peligros. Parece que fue ayer y, ES CIERTO; lo que sucede es que nuestra sociedad ha sufrido grandes cambios y muy significativos en muy poco tiempo. - Un exceso de horas sentado delante de una pantalla puede provocar problemas de visión y posturales, perjudiciales para el crecimiento. La reducida movilidad y actividad física, es decir, la actividad sedentaria, supone, por tanto, efectos negativos para la salud. - La gran cantidad de información poco adecuada y, a veces, errónea que pueden recibir, así como el consumismo que se potencia a través de la publicidad, el cual puede ejercer mucha influencia en estas personas que aun no son lo suficientemente maduras para comprender su uso. Hoy en día nuestras calles están repletas, pero de coches, motos, transpor tes públicos, contaminación..., lo que hace muy peligroso y, sobre todo, poco apetecible el desarrollo de juegos y actividades por parte de los niños en este entorno. En muchas ocasiones la gran cantidad de actividades extraescolares que “imponemos” a estos pequeños individuos (decimos “imponemos” porque en muchos casos introducimos a los niños en actividades que no hemos podido realizar nosotros mismos, sin preocuparnos por saber si les gustan, les interesan o, por el contrario, les aburren), hacen que tengan más estrés que los adultos, impidiéndoles disponer de su propio tiempo para realizar las actividades que ellos prefieren. Por otro lado, están esas malas meriendas que ahora se realizan (nos referimos a la bollería industrial y los dulces) por falta de tiempo o comodidad de los padres, que están provocando tantos trastornos y problemas en la salud de los niños (obesidad, anorexia, bulimia...). Y el uso inadecuado de las nuevas tecnologías: son muchos los niños que tienen ordena- - El aislamiento social que provoca, ya que los niños están solos cuando los utilizan, teniendo contacto con otros niños sólo a través de conexiones en la red informática, telefónica, etc. 19 El juego: importante componente en la socialización del niño los medios de comunicación, sobre todo la televisión e Internet, que han adquirido un importante papel en los últimos años, y otros instrumentos como libros o juguetes. Pero no podemos olvidarnos de la actividad física, del juego y del deporte, cuya función socializadora es muy importante como veremos más adelante. Para evitar todo esto es necesario volver a introducir a los niños en los juegos tradicionales, que tantos recuerdos nos traen, en la actividad física y en el deporte, para que puedan compartir todas esas experiencias lúdicas, esas estrechas relaciones de amistad, esas costumbres saludables, esos éxitos y esos fracasos de los que tanto hemos aprendido. Pero comencemos por el principio. No cabe la menor duda de que el primer agente socializador es la familia. En los primeros meses de vida la relación es de dependencia para poder sobrevivir. Debido a la total indefensión del bebé el adulto se encargará de satisfacer sus necesidades de alimentación, sueño e higiene, así como su estimulación afectiva de la que dependerá un desarrollo cognitivo y social adecuado o inadecuado. Las primeras muestras de socialización corresponden a estímulos como la voz humana o la temperatura y textura del cuerpo. Aparece entonces una relación conocida como “apego”, en la que la madre o la persona encargada del cuidado del recién nacido establece un vínculo afectivo que permite a este recién nacido adquirir seguridad, explorar su entorno inmediato, compartir un lenguaje común e incluso establecer relaciones de afinidad o rechazo hacia otras personas. Posteriormente, este vínculo afectivo se traslada al resto de individuos que conforman el entorno familiar, convirtiéndose en figuras de identificación e imitación, favoreciendo la asimilación de valores, comportamientos, conductas y normas de convivencia, así como los hábitos que permitirán establecer relaciones sociales fuera del entorno familiar. Algunos de estos hábitos que debe potenciar la familia son: la adquisición de la autonomía personal, el refuerzo de la autoestima y el fomento de relaciones interpersonales y grupales. Y qué mejor manera de empezar a desarrollar de nuevo en los niños una vida activa y saludable que en las escuelas deportivas, las cuales ofrecen instalaciones seguras y adecuadas para el desarrollo de actividades y, lo que es más importante, facilitan el contacto con su grupo de iguales, lo que les ayudará a adquirir hábitos sociales como cooperación, igualdad y respeto, sin olvidarnos de la diversión. 2. LA SOCIALIZACIÓN Recordemos que la socialización se puede definir como un proceso mediante el cual el individuo aprende, adopta e interioriza los elementos socioculturales de su entorno (normas, creencias, costumbres, valores, pautas de conducta...), los integra a su personalidad a través de sus interacciones con los agentes socializadores va convirtiéndose en miembro activo y partícipe del grupo social al que pertenece. Es un proceso que se extiende a lo largo de toda la vida, pero que tiene gran importancia en la etapa infantil, ya que el niño descubre a un grupo de semejantes con los que tiene que poner en práctica todos los elementos socioculturales anteriormente citados. Las experiencias con este grupo marcarán sus actividades y relaciones sociales posteriores. Como hemos indicado, este proceso se lleva a cabo a través de ciertos agentes socializadores cuya misión se resume en satisfacer las necesidades del niño e introducirlo en el grupo social al que pertenece. Entre estos agentes nos encontramos, por un lado, con los componentes de ese grupo social, familia, amigos, maestros, vecinos...; y con un segundo grupo formado por El siguiente agente socializador es la escuela, encargada de continuar con la inserción en la sociedad iniciada en el entorno familiar. Esta institución es fundamental en el desarrollo social del niño. Entre las impor tantes funciones que debe cumplir encontramos la potenciación de todas las posibilidades y capacidades del 20 Escuela de padres y madres alumnado (motoras, cognitivas y lingüísticas), de las relaciones interpersonales, del equilibrio personal y de la actuación e inserción social, que coinciden con los objetivos generales de la primera etapa del sistema educativo. La escuela debe ayudar a cada niño a descubrir su propia identidad, a reforzar su autoconcepto y autoestima, a establecer relaciones positivas usando las reglas y normas que rigen la vida del grupo social al que per tenece, a fomentar conductas y compor tamientos basados en la solidaridad, colaboración y respeto, pero siempre con la precaución de evitar actitudes negativas relacionadas con el sexo, la raza, las creencias religiosas y culturales, las diferencias físicas, etc. No podemos negar la gran impor tancia que tiene la escuela en el desarrollo y evolución del niño, pero, sobre todo, en la formación de personas responsables, comprometidas y solidarias. destrezas sociales a par tir de la imitación de conductas y la resolución de sus propios conflictos. Por último, trataremos otro agente mediador en la socialización y de gran influencia como es su grupo de iguales. Lo primero será explicar este concepto. Se denomina grupo de iguales porque, además de tener más o menos la misma edad y las mismas proporciones, todos tienen los mismos derechos y los mismos deberes; es decir, dejan de ser el centro de atención como ocurría en el entorno familiar y pasan a ser uno más. Como es natural, no todos lo aceptan de la misma manera, pero poco a poco y a través de las interacciones entre ellos irán madurando y formando su personalidad. También adaptan sus relaciones, diferenciando entre las establecidas con sus compañeros y las entabladas con los adultos, esto es, su comportamiento es distinto según con quién esté interactuando. Con los adultos, que son más permisivos y comprensivos, no es necesario que adopten otra actitud, pues consiguen fácilmente sus deseos y sus conductas no tienen que ser controladas; pero cuando hablamos de la relación con otros cambia. Así, tienen que precisar su comunicación si quieren ser comprendidos, deben atender que hay diferentes puntos de vista y deben aceptarlos para relacionarse, deben controlar sus reacciones, etc. Dentro de este grupo aprenderán numerosas 3. EL JUEGO Son muchos los autores que a lo largo de los años han tratado el juego en sus estudios, y la gran mayoría de ellos coincide en afirmar que es una característica inherente al niño que se mantiene durante toda la vida, produciéndose modificaciones en la forma del juego o el contenido. El juego es un poderoso elemento que sirve al niño de trampolín para explorar y conocer su entorno natural, social, cultural y también a sí mismo, así como para potenciar el desarrollo integral de todas sus capacidades. 21 El juego: importante componente en la socialización del niño En el marco de desarrollo del niño el juego es un excelente medio de socialización, ya que a través de él aprende habilidades sociales que le sirven para interactuar con los demás, expresa y controla sus propios sentimientos, intenta entender los puntos de vista de los demás y resuelve pequeños conflictos que surgen de las relaciones lúdicas. A continuación vamos a recordar a algunos de los autores que aportaron sus ideas al estudio del juego y a su relación con el proceso socializador. no lo reconozcan en la vida real. De esta forma el niño interactúa con los demás expresando y controlando sus sentimientos, y afronta la represión. - Groos entiende el juego como un requisito fundamental para la evolución del niño a persona adulta, ya que a través de él se va desarrollando y adaptando a las futuras tareas que tendrá que desarrollar en la sociedad. Así, deducimos que mediante el juego el niño va adquiriendo los hábitos y actitudes necesarios para formar parte de esa sociedad, tales como la tolerancia, la cooperación... - Piaget realizó múltiples investigaciones sobre el juego y son muchas sus obras, pero la más relacionada con la socialización es un trabajo sobre el juego simbólico, el cual hace evolucionar al niño desde sus primeras actividades lúdicas, superando el egocentrismo característico infantil hasta desarrollar una conducta social. Además, atribuye al juego de reglas un importante papel socializador. - Buytendijk afirma que la actividad lúdica es una táctica de los seres humanos para integrarse en el entorno, avanzando en su conocimiento y desarrollo. Añade también que el juego posee tres elementos: libertad, relación y reiteración. Coincide con el anterior en la adquisición de hábitos, pero además incorpora esos tres elementos que son decisivos para la socialización, pues el niño decide cuándo, cómo, con quién y por qué jugar utilizando la repetición de los compañeros. - Vygotski es otro de los autores que otorga al juego una función de carácter social. Afirma que es una necesidad del niño, y coincide con Piaget en la importancia del juego simbólico o de representación, ya que en él el niño expone personajes y funciones sociales, asimilando a su vez la cultura del grupo social al que pertenece. - Wallon es el autor que más claramente atribuye al juego la función de sociabilidad. El niño se incorpora a grupos, pandillas o equipos en los que se repar ten los roles para lograr una colaboración eficaz hacia un objetivo común. Es lo que obser vamos en los juegos depor tivos actuales. - Bruner realiza numerosos estudios relacionando la conducta en el juego y los niveles de interacción social. En estos estudios determina que el niño que juega solo tiene más dificultades para mantener una determinada actividad lúdica. Aquí queda reflejada sin ninguna duda el carácter socializador del juego, porque cuantos más niños compartan un juego común, más posibilidades ofrece para el intercambio de ideas y su negociación, para adaptar sus distintos puntos de vista, para resolver los conflictos y poner en marcha esos hábitos sociales que venimos resaltando (tolerancia, cooperación, respeto, ayuda...), etc. - Lewin diferencia el juego de lo que denomina las “tareas serias”. A través de éste puede evadirse de la realidad y plantear situaciones o escenarios irreales sin ningún tipo de miedo al fracaso. De esta manera, el juego actúa como agente socializante, iniciando al niño en el desarrollo cognitivo que le ayudará en la resolución de problemas o conflictos. - Freud relaciona la actividad lúdica con el inconsciente. Afirma que mediante el juego el niño hace florecer instintos reprimidos y los reproduce con su propia personalidad, aunque los demás Dentro de ese grupo de autores que han realizado importantes investigaciones para acercarnos al juego debemos citar a Ortega Ruiz (1999), 22 Escuela de padres y madres - que explica la relación entre juego y socialización en los siguientes términos: “La inmensa mayoría de los juegos tienen lugar en el ámbito de las relaciones interpersonales entre iguales, en el que se aprende sobre todo el dominio del conocimiento y actitud social y del que saldrán sentimientos y vínculos tan importantes como la amistad y el compañerismo, sin los cuales el desarrollo no podría concebirse en términos de equilibrio entre lo personal y lo social”. - Potenciar el desarrollo de las capacidades psicomotrices y expresivas. Desarrollar el esquema corporal y la percepción espacio-temporal para una mejor adecuación al medio. Proporcionar actividades lúdicas adaptadas a los intereses de los chicos y chicas. Evitar una temprana especialización en una determinada modalidad educativa, favoreciendo la formación multideportiva. El tipo de actividades y juegos que se llevan a cabo en las escuelas deportivas son variados y estrechamente relacionados, al igual que los objetivos, con el nivel de desarrollo evolutivo y madurativo de los participantes. Algunos ejemplos son: “En los juegos se practica el complejo proceso de adecuar el pensamiento, la actitud y el comportamiento personal a las exigencias de los demás y de la situación social. Se trata de lograr resolver de forma negociada los conflictos que espontáneamente emergen de las diferencias individuales; las actitudes lúdicas actúan de plataforma en la que esto es posible” - El juego ha sido muy importante a lo largo de los años, si bien ha sido considerado más bien como una actividad propia de la infancia, aunque deberíamos decir que no hay edad para “jugar” (no es tan difícil encontrarnos con adultos o ancianos desarrollando algún tipo de actividad lúdica). El juego va evolucionando y madurando con la edad del niño, mostrando así su conocimiento y comprensión del mundo que le rodea. - Juegos con circuitos de habilidades motrices básicas. Actividades psicomotrices. Juegos de colaboración. Juegos simbólicos. Juegos sensoriales. Juegos populares. Actividades rítmicas. Juegos de expresión corporal. Actividades sociodramáticas. Juegos pre-deportivos (minibalonmano, minivoleibol...). Juegos deportivos. El juego reglado es el más directamente relacionado con la socialización, ya que pretende un objetivo común en el que todos los componentes, guiados por las mismas normas, colaboran conjuntamente y ponen en práctica sus habilidades y comportamientos sociales. La escuela deportiva es el lugar idóneo para desarrollar el juego, ya que se trata de un programa educativo extraescolar que busca el desarrollo físico, cognitivo, motriz, socio-afectivo y psicosocial del niño a través del juego, de actividades físicas recreativas y ejercicios de especificación. Para conseguirlo ofrece instalaciones y materiales adecuados para su realización, monitores formados para desarrollar las actividades, variedad para la elección de las mismas, agrupamiento por edades, etc. 4. LOS TÉCNICOS DEPORTIVOS 4.1. PERFIL DEL TÉCNICO DEPORTIVO Atendiendo al nivel de desarrollo evolutivo en el que se encuentre el grupo de niños involucrados en la escuela se plantean diferentes objetivos, algunos de los cuales podrían ser: La persona encargada de “guiar” o, mejor dicho, “compartir” una actividad lúdica, física o deportiva con un grupo de niños puede recibir di23 El juego: importante componente en la socialización del niño • Activo La imagen de un técnico sentado y dando órdenes no es la mejor manera de motivar a un grupo de las características que estamos tratando, realmente de ninguno. Debe implicarse en los juegos, participar, ayudar, involucrarse bajo las mismas reglas, contagiando el entusiasmo; es decir, ser un modelo de vida sana participativo. versos nombres o apelativos como entrenador, técnico, maestro, monitor, “profe”, “seño”... En el caso de las escuelas deportivas nos inclinamos más por el de técnico deportivo. En realidad, lo importante no es cómo denominemos a esa persona, sino concienciarnos de que en sus manos tiene una gran responsabilidad, una función primordial: atraer al niño hacia este tipo de actividades y, lo que resulta más difícil, mantener su interés e ilusión. No podemos olvidar que los niños, sobre todo en estas edades, aprenden por imitación, por eso debemos proporcionarles un buen modelo de conducta y reflexionar antes de actuar. Los niños captan hasta la más mínima acción, gesto, movimiento, palabra... que salga del técnico deportivo. El papel que desempeñará este técnico será el de EDUCADOR SOCIAL, sobre todo en los niveles de edad más tempranos. Desde el primer momento que nos ponemos delante de un grupo de niños estamos transmitiendo información a través de conductas, comportamiento, actitudes, gestos, palabras, etc. que reciben y captan con todo lujo de detalles. En este momento hemos comenzado la fase de socialización y de nosotros depende formar personas adultas y maduras que reúnan esos hábitos y habilidades sociales que son tan importantes para la formación de una imagen positiva de sí mismo y una buena integración al grupo social al que pertenece. A partir de aquí reflexionamos y nos damos cuenta de que las habilidades sociales no son innatas sino que se aprenden, por lo que debemos ser capaces de enseñarlas. Desde este momento entramos a formar parte de la vida de estos pequeños individuos y nos convertimos en personas significativas para ellos, pero nosotros elegimos el sentido de esa significación: positiva o negativa. • Coherente Un técnico que trata de potenciar unas actitudes o conductas al grupo pero que “no predica con el ejemplo” no constituye un referente apropiado a imitar. Debe cumplir las cosas que explica o que quiere fomentar en los niños para no crear contrariedad. Es importante una buena relación con los familiares para seguir la misma línea de trabajo, tanto en casa como fuera de ella. No podemos pedir respeto hacia los demás y después actuar como espectadores agresivos y malhablados. • Conocedor El técnico debe conocer todos los fundamentos teóricos, técnicos y tácticos de la actividad que va a desarrollar, para demostrar que sabe lo que hace y ganar credibilidad. Pero, también es necesario manejar conocimientos sobre el desarrollo evolutivo del grupo (físicos, psíquicos, sociales, afectivos), para plantear los juegos y ejercicios adecuados a las capacidades y edad de Son muchas las características que debe reunir un técnico para afrontar el reto de formar a un grupo de niños que llegan con una sobrecarga de ilusión y ganas de participar. Ajustándonos al tema de la socialización cabe destacar las siguientes: 24 Escuela de padres y madres • Tranquilo Los nervios pueden jugarnos malas pasadas en algunas situaciones, por eso es importante controlar nuestros impulsos y sentimientos. Los nervios se contagian muy rápidamente, provocando el desorden y el mal desarrollo de la actividad. Además, crean inseguridad en los participantes que puede desembocar en actitudes negativas como el temor a equivocarse. Esta característica está estrechamente relacionada con la paciencia. Ya que todos no tenemos el mismo ritmo de ejecución ni de entendimiento es fundamental respetarlo para evitar el desanimo y mantener las ganas de participar. los participantes, evitando lesiones o movimientos perjudiciales. No es suficiente haber participado o haber sido jugador-deportista, sino que hay que formarse para llegar a ser un buen técnico deportivo. • Creativo El técnico debe buscar la manera de fomentar el interés, la motivación y las ganas de participar de los componentes del grupo. Debe explorar e indagar sobre sus inquietudes, sus gustos, sus necesidades, etc., y adaptar, con medios e instrumentos tradicionales o innovadores, actividades espontáneas y originales. • Dialogante Un buen técnico y cualquier persona que se precie debe saber escuchar, comprender y ayudar al grupo que guía. No puede imponer sus propias normas sin consultar; debe implicar a los participantes en el desarrollo de las actividades, en la creación o modificación de reglas, en la resolución de conflictos, en la corrección de errores o conductas... Hay que ganarse la confianza de los y mantenerla para que, cuando tengan problemas, puedan acudir a nosotros en busca de ayuda. 4.2. ACTITUDES QUE DEBE FOMENTAR Como técnicos y educadores que somos, sobre todo en la etapa de iniciación deportiva, debemos fomentar actitudes y valores sociales necesarios para la buena convivencia dentro del grupo, pero que también servirán de cara a la continua integración en la sociedad. Los más importantes son: • Autocrítica Los participantes deben aprender a valorar tanto las ejecuciones y acciones físicas como las actitudes y reacciones sociales. Es decir, deben reflexionar sobre si han realizado los juegos y las actividades correctamente o, por el contrario, han cometido algún error (plantearlo y resolverlo), o si las actitudes hacia sus compañeros o técnicos han sido buenas o nada apropiadas. En resumen, aprender a valorar sus acciones y anticiparse a las consecuencias de las mismas. • Estratega La satisfacción de conseguir los objetivos propuestos proviene de un trabajo bien planificado y ejecutado. Se deben estudiar bien las situaciones para desarrollar tareas adecuadas en el momento preciso, para conectar a los participantes en acciones conjuntas con objetivos realistas, haciéndoles creer que todos son necesarios para lograrlo. • Justo La imparcialidad es un requisito fundamental en el técnico. Hay que tratar a todos por igual. No se pueden hacer distinciones de ningún tipo. Debemos ser conscientes de que todos los participantes no pueden tener las mismas actitudes, que los errores forman parte del aprendizaje y son cometidos por todos. Sólo de esta manera se podrá crear un clima agradable, participativo e igualitario. • Confianza En este punto no sólo nos referimos a la confianza depositada en el técnico tal y como hemos explicado anteriormente, sino también en los compañeros y, sobre todo, en sí mismos. Deben confiar en las posibilidades de sus iguales y apoyarles; sólo de esta manera podrán conseguir el objetivo común que plantea la actividad. Pero, además, creer en sí mismos, en sus posibilida25 El juego: importante componente en la socialización del niño “juego limpio” como árbitros o delegados. El técnico es el primero que no puede descontrolar su comportamiento en este tipo de situación, no olvidemos que es el modelo a seguir y es el primer referente que tiene el grupo. Aquí es importante recordar a los familiares que también deben desarrollar su “juego limpio” como espectadores, porque son otro componente significativo y objeto de estudio por parte del niño que está formando su propia manera de actuar e interrelacionarse. des de acción, en sus capacidades, en la superación de obstáculos para reafirmar su personalidad, su propia imagen y su autoestima. • Responsabilidad Es otra impor tantísima actitud para potenciar. Los participantes deben adquirir ciertas responsabilidades que les ayudarán en la formación de su personalidad. Nos referimos a ciertas obligaciones con el material (propio y ajeno), a cumplir con ciertas rutinas, a respetar las normas, a ser consecuente con sus actos... • Cooperación. El técnico debe plantear juegos, actividades y situaciones en las que uno sólo no pueda conseguir la meta propuesta, sino que dependa de la colaboración de sus compañeros para lograrlo. Así, los niños pondrán en marcha mecanismos sociales como exponer sus puntos de vista, escuchar los de los demás, seleccionar una pauta común de actuación, ayudar a superar las dificultades, etc. • Tolerancia Hay que formar individuos flexibles, capaces de ponerse en el lugar de otras personas, que respeten la manera de ser y comportarse de los demás; asumir que todos cometemos errores y que son la mejor forma de aprender. En dos palabras: ser comprensivos. 5. ORIENTACIONES DIRIGIDAS A LOS TÉCNICOS DEPORTIVOS • Igualdad El clima adecuado debe basarse en esta actitud: saber que todos son iguales, tienen las mismas oportunidades, se rigen por las mismas normas y reglas, reciben los mismos premios y las mismas sanciones. No importa el sexo, la constitución física, la cultura, la nacionalidad... El técnico debe prestar mucha atención a esta actitud, pues sin darse cuenta puede provocar otra serie de valores negativos como la prepotencia, el egocentrismo, el egoísmo, el autoritarismo, etc. A continuación detallamos algunas cuestiones que pueden servir de orientación a los técnicos que afrontan su trabajo con gran ilusión y entusiasmo: • Relacionarse con los familiares Lo primero que debemos hacer es informar a los familiares de los objetivos y la metodología que se utilizará en la actividad; establecer puntos de actuación comunes para ser coherentes ante los niños y no contrariarles; fomentar las mismas actitudes; intercambiar información relevante sobre el estado de ánimo de los participantes, etc. También es necesario recordarles el comportamiento que deben adoptar como asistentes al • Respeto Respeto a las diferencias físicas, culturales, sociales..., y de manera más acentuada, aún si cabe, hacia los técnicos o entrenadores de otros grupos o equipos y las personas encargadas del 26 Escuela de padres y madres timientos. El tono de voz, las palabras y frases utilizadas, los gestos realizados... pueden ser muy positivos o muy negativos. Por supuesto la agresividad y la violencia no tienen cabida dentro de nuestros planteamientos. desarrollo de algún juego. Algunos consejos que se les pueden proporcionar son: - Mostrar su mejor comportamiento, sin emplear un lenguaje indebido, ni hostigar a los participantes, técnicos o demás adultos implicados en el juego. - Aplaudir el buen juego de sus hijos y también del resto de participantes. - Nunca ridiculizar o retar a un niño por cometer errores durante el juego. - Alentar a los niños a jugar de acuerdo a las reglas - Condenar el uso de la violencia en todas sus formas. - Recordar a los niños que desarrollan el juego por su propia diversión, no para la nuestra. - No olvidar que los niños aprenden mediante el ejemplo. • Evitar la discriminación de todo tipo Está totalmente prohibido establecer preferencias o hacer clasificaciones entre unos y otros. Hay que olvidar las comparaciones, ya que no aportan beneficio alguno. Debemos ser capaces de estudiar los perfiles (tanto físicos como psíquicos) de los niños con los que vamos a trabajar y asignar a cada uno su cometido, pero reflexionando sobre sus capacidades y limitaciones, estableciendo metas realistas con actividades atrayentes y divertidas. Si no es así, el abandono será nuestra recompensa. • Establecer las normas, derechos y deberes dentro del grupo Formar una democracia desde los primeros días: todos tienen voz y voto para decidir sobre las normas que se deben respetar y cumplir, sobre las responsabilidades y asignaciones de cada uno de los miembros del grupo, sobre “la retirada de privilegios” a la hora de incumplir las normas (castigo no es una palabra adecuada ni la solución). Es importante recordar que los componentes del grupo deben tener confianza en el técnico y saber que pueden contar con él, pero por otra parte deben respetarlo. El técnico debe lograr este respeto y crear un clima participativo sin abusar del autoritarismo. • Potenciar el “juego limpio” Hay que transmitir la satisfacción que provoca realizar las cosas por los “cauces legales”. Así, aplicándolo en el terreno lúdico, será una buena conducta para afrontar otros ámbitos de la vida. Las trampas, los engaños, la falta de respeto, las acciones violentas no aportan nada positivo. Debemos recordarles que juegan con compañeros, que deben ponerse en su lugar y considerar que se lo hacen a sí mismos. El trabajo bien hecho siempre logra sus propósitos. Algunos ejemplos de las normas que se podrían incluir para fomentar esta actitud podrían ser: • Adoptar patrones de conducta adecuados Es importante para el técnico controlar sus propios sentimientos, deseos, expresiones, gestos. Debemos estar tranquilos y explicar las cosas de una forma adecuada para que ellos puedan reaccionar igual ante los demás. No podemos enseñar una manera de comportarse que se supone que es la correcta y después desarrollarla de otra forma menos apropiada. La forma de dirigirnos a alguien y de comunicarnos con los demás es importante a la hora de transmitir sen27 El juego: importante componente en la socialización del niño Díaz, P. (2005). Pasado, presente y futuro de la iniciación deportiva. IV Jornadas Municipales Técnico-Deportivas. Dos Hermanas (Sevilla) Ortega, R. (1999). Jugar y aprender. Sevilla: Díada Editorial, S.L. Ortega, R. (1992). El juego infantil y la construcción social del conocimiento. Sevilla: Ediciones Alfar. Pugmire-Stoy, M.C. (1996). El juego espontáneo. Vehículo de aprendizaje y comunicación. Madrid: Narcea, S.A. de Ediciones Torregrosa, M. (2004). Ponencia sobre contribuciones de los agentes de socialización al juego limpio y a la depor tividad. Valencia (www.cult.gva.es). Varios (1993). Oposiciones al cuerpo de maestros. Temario general. Madrid: Editorial Escuela Española. Varios (1994). Oposiciones al cuerpo de maestros. Educación infantil. Madrid: Editorial Escuela Española. Varios (2003). Iniciación deportiva: La Enseñanza y el Aprendizaje Comprensivo en el Deporte. Sevilla: Wanceulen Editorial Deportiva, S.L. Varios (2004). Conferencias y comunicaciones recogidas en el III Congreso Nacional de Deporte en Edad Escolar. “Deporte y Educación”. Dos Hermanas (Sevilla) - Respetar a los compañeros en los juegos por equipos, así como a los responsables de dirigir el desarrollo de la actividad. Hacer amigos es lo importante, pues es lo que perdurará. - Recordar que el propósito del juego es la diversión, mejorar las destrezas y sentirse bien. - No discutir ni agredir bajo ninguna circunstancia. - Acatar las decisiones del técnico. - Esforzarse de igual manera para mejorar el propio rendimiento y el del resto de compañeros. - Cuidar las instalaciones y el material tanto propio como ajeno. 6. BIBLIOGRAFÍA Bruner, J. (1984). Acción, pensamiento y lenguaje. “Compilación de J. Linaza”. Madrid: Alianza Editorial. Díaz, P. (2004). El perfil del técnico deportivo en el deporte escolar. III Jornadas Técnicas sobre el Técnico Deportivo en las Escuelas Municipales. Valencia. 28 Escuela de padres y madres LA COMPETICIÓN COMO ELEMENTO DIDÁCTICO DE LOS PROCESOS DE ENSEÑANZA-APRENDIZAJE DEPORTIVOS EN LA EDAD ESCOLAR D. José P. Sanchís Ramírez va que conllevan los deportes competitivos (agresividad, intolerancia, imposición de recursos, selección de individuos frente a la exclusión de otros, etc.). El peso de su razón se traduce en los métodos de enseñanza que potencian sujetos más condescendientes, dialogantes, relajados, etc. Otros, basándose en algunas tendencias de la pedagogía moderna, defienden que durante las etapas educativas debe prepararse a los sujetos para enfrentarse a la vida. Si obser vamos a nuestro alrededor, estamos inmersos permanentemente en situaciones competitivas. 1. POSICIONAMIENTO ANTE LA UTILIZACIÓN DE LA ACTIVIDAD DEPORTIVA COMPETITIVA EN LOS NIÑOS Y JÓVENES En nuestra sociedad actual no queda mucho resquicio para aquellos adultos que todavía piensan que el deporte no reporta factores que ayudan a la mejor educación de la infancia y de la juventud. Por fortuna, la mentalidad de los padres ha cambiado. Hace tan sólo unas décadas la actitud hacia la práctica deportiva de los hijos generaba desconfianza y, en bastantes ocasiones, incluso se producía la prohibición familiar. Las situaciones basadas en estos aspectos pueden describirse a lo largo de la vida de una persona desde su más tierna infancia, y en las acciones más cotidianas. Es frecuente escuchar a padres cómo, para incentivar a sus hijos en las comidas, al finalizar las mismas los alientan con el grito de: “¡campeón!, ¡se lo ha comido todo¡, ¡ha terminado el primero!”. La inscripción de los hijos en el centro escolar es también, de alguna manera, una competición, pues si los “candidatos” superan en número al de las plazas existentes son seleccionados aquellos que en la baremación obtienen mayor número de puntos, excluyéndose a los que obtienen menor puntuación. Hoy, los padres hemos entendido que en el deporte podemos encontrar muchas de las pautas que deseamos para la buena educación de nuestros hijos. Salud, superación de la adversidad, solidaridad, etc. son, sin duda, valores que ayudarán a la formación integral de los chicos, lo que desembocará en personas preparadas para una sociedad que les ha de acoger como buenos ciudadanos. Sin embargo, faltaríamos a la verdad si afirmáramos que el deporte en sí mismo aporta todos estos valores, puesto que éstos se han de dar en una programación adecuada de la actividad, con profesionales preparados para ello y con una estructura que permita su desarrollo. Por ello, atendiendo a los elementos configuradores de los distintos deportes, encontramos un factor que presenta controversia entre los elementos sociales y los profesionales de la enseñanza de los deportes. Éste no es otro que la utilización de la competición. Gran parte de nuestra vida discurre en un ambiente competitivo y, por tanto, evitar el contacto con las adversidades en las primeras edades pudiera suponer un exceso de proteccionismo por nuestra parte. Pero veamos esta problemática desde tres vertientes distintas. Los docentes: Unos entienden que la competición daña o interfiere en la consecución de objetivos educativos, basando sus argumentos en la carga negati- Es el sector de la sociedad en el que se produce mayor dicotomía en el pensamiento sobre 29 La competición como elemento didáctico rechazaron para volver a plantearla en estos tiempos. las ventajas y desventajas educativas de la utilización de la competición, encontrándonos ante la formulación de dos grandes teorías pedagógicas que podríamos resumir como: los que quieren cambiar el mundo a través de la educación de los sujetos y los que quieren preparar a los sujetos para el mundo existente. Sírvanos como ejemplo lo que acontece con el actual Gobierno británico, según relata Raúl Fain Binda en su artículo “Ciego y algo más en la Giralda”, y que se basa en la crónica aparecida en el The Guardian londinense el 25 de agosto pasado: Los primeros defienden la eliminación de la competición del ámbito de la enseñanza y, en particular, del ámbito de la enseñaza deportiva, porque consideran que el individuo en formación es sometido a un estado de presión, de angustia, de agresividad, etc. que puede trasladar a su vida posterior. “(El Gobierno británico) está preparando un plan para restablecer la práctica competitiva de los deportes como uno de los elementos centrales de la vida escolar... en una nueva reversión de la histórica hostilidad del partido laborista ante el espíritu competitivo.” Así lo describe Fain Binda: Y continúa transcribiendo la crónica, resaltando: “En las últimas décadas del siglo XX, sin embargo, se abrió paso la idea de que una educación basada en la competición entre alumnos, tanto en las aulas como en los campos deportivos, era perjudicial para los delicados espíritus infantiles”. “Lo novedoso, ahora, es que la ministra británica de Cultura y Deporte, Tessa Jowell, admite que “debemos abandonar esa tontería políticamente correcta de que la competición perjudica a los niños y que las jornadas deportivas entre escuelas son indeseables. Si miramos en cualquier jardín de infantes nos daremos cuenta de que la competición es algo natural.” El ministro de Educación, Charles Clarke, opina lo mismo.” Los segundos, tal y como describimos anteriormente, parten de una realidad existente: la sociedad actual en la que viven y se van a insertar los sujetos una vez formados. Se ha de preparar a los mismos para que puedan afrontar y solucionar, con criterios razonables, las situaciones de conflicto que puedan presentárseles en el futuro. Es una especie de viaje de ida y vuelta en la tendencia pedagógica. Después de años de una tibia experiencia parece que comienza a diseñarse una regresión hacia la defensa de la competición en las primeras edades, eso sí, como veremos más adelante, con las consiguientes modificaciones. La competición ha sido definida sabiamente por muchos autores. Valga como ejemplo la que encontramos en un libro deportivo (Balonmano: Fundamentos y etapas de aprendizaje) de Juan Antón, que modificando a su vez otra tomada de P. Oleron entiende la competición “como la capacidad de resolver problemas de la vida corriente y se caracteriza por la disponibilidad de un repertorio de respuestas”. Las federaciones deportivas: La mayoría de las federaciones deportivas en nuestro país adolece de cualquier evolución hacia métodos de enseñanza de los deportes en las edades más tempranas. Por supuesto, si lo anterior es cierto, mucho más cierto es que reproducen el mismo modelo de competición para todas las categorías sin que se produzca un verdadero ajuste en función de las edades y de la Sobre este particular podemos afirmar que se trata de un pensamiento pedagógico que va por oleadas, puesto que muchos de los que se posicionaron a favor de la competición luego la 30 Escuela de padres y madres progresión que se ha de llevar de acuerdo con los objetivos de enseñanza. “Debe valorarse la participación individual y en equipo, la práctica del juego en sí y no en función del éxito o el fracaso y la erradicación de las situaciones de agresividad, violencia y desprecio hacia los demás”. En casi todas ellas (sólo se excluyen unas pocas), en los aprendizajes de los deportes se utiliza el modelo competitivo más tradicional. Lo mismo que se hace para los adultos vale para los más jóvenes, sin que exista una adaptación “...es necesario aprovechar las posibilidades educativas que el deporte ofrece, como: acatar las reglas, las normas, las decisiones, el respeto y la tolerancia hacia el juez y los adversarios, la aceptación de la derrota, el aprender a recibir la victoria sin estridencias y el establecimiento de relaciones de amistad y afecto entre compañeros y eventuales adversarios”. Instituciones públicas: Las instituciones públicas encargadas de organizar el deporte (municipios, diputaciones, comunidades autónomas y estado), aunque no de manera generalizada, han ido de la mano de las federaciones deportivas y han fomentado el deporte a través de los mismos modelos competitivos que lo hacen ellas. Es decir, nos encontramos organizaciones de campeonatos en las primeras edades en los que la estructura de la competición es exactamente igual que la de la máxima categoría federativa que exista en el territorio. 2. ¿ES LA COMPETICIÓN PERJUDICIAL PARA LA FORMACIÓN INTEGRAL? 2.1. MODELO COMPETITIVO Debemos partir de la premisa de que la competición por sí misma no es mala ni buena. La competición puede ayudar a favorecer los objetivos educativos generales o puede entorpecerlos. Todo va a depender de cómo entendamos la competición y qué modelo competitivo propongamos. Sin embargo, en otros departamentos institucionales que no tienen como cometido la organización del deporte sí encontramos elementos favorables a una adaptación de la competición. Se trata de los departamentos de educación (Ministerio y Consejerías de Educación), que prescriben la utilización del deporte competitivo en las edades tempranas en los diseños del currículum de algunos niveles educativos por los beneficios que ello puede aportar a la formación integral de los jóvenes en edad escolar. A tal efecto, tomemos el decreto por el cual se establece el currículo de la Educación Secundaria Obligatoria en Andalucía y observemos que en su texto, al referirse a los juegos y deportes, encontramos afirmaciones como las siguientes: “El juego y el deporte, son las formas más comunes de entender la actividad física en nuestra sociedad. La práctica deportiva, sin embargo, tal como es socialmente apreciada, se identifica con planteamientos competitivos, selectivos y restringidos...”. Nos inclinamos, sin duda, a favor de la utilización de la misma en estos niveles, pero naturalmente no debemos, ni podemos, plantear la competición deportiva utilizando el modelo de la alta competición, ni siquiera la que se utiliza a ni31 La competición como elemento didáctico En las anteriores definiciones, que compartimos, se aprecia la competición como un elemento fundamental del deporte y que, por lo tanto, va más allá del concepto de elemento educativo, pues se eleva a elemento sustancial sin el cual no se concibe. veles más bajos en el mundo adulto pero influenciada en la mayoría de las ocasiones por el anterior, aunque a veces aparezcan camufladas con nombres cercanos a la “recreación”, “depor te para todos”, etc. Son necesarios otros planteamientos más adecuados a estas edades y una concienzuda planificación para conseguir eliminar aquellos aspectos perniciosos asociados al modelo competitivo tradicional. Tomada, pues, como algo imprescindible en la enseñanza de una modalidad deportiva, hagamos las precisiones oportunas para concretar qué aspectos de los que pueden aparecer en la competición han de fomentarse y cuáles han de inhibirse. Quizás esta reproducción del modelo de la alta competición se deba, sobre todo, a dos factores: Uno. A que la mayoría de las personas que están alrededor del deporte en la edad escolar han estado o están ligadas a ese alto nivel depor tivo o, más exactamente, al depor te rendimiento. Directivos y árbitros que tienen este perfil pueden “contaminar” de elementos negativos esta competición; encontramos con enorme influencia los que han sido o son jugadores de alta competición y aplican en sus equipos los mismos métodos, rigores y planteamientos que en sus equipos de referencia. ELEMENTOS DE LA COMPETICIÓN NEGATIVOS Dos. Que dicho modelo es el que nos reproducen permanentemente los medios de comunicación. La mayoría nos transmite diariamente muchos contravalores a través de los ídolos y de los clubes de la alta competición. Ello conlleva que tanto los entrenadores de base como los propios chicos quieran verse reflejados en dichos modelos. POSITIVOS Exceso de competición Diversión Agresividad Cooperación/integración “Campeonismo” Superación personal Desprecio al Adecuación al Juego sucio Exceso de competición Exceso de dedicación Respeto a los demás Selección Juego limpio 2.2. ELEMENTOS DEL MODELO COMPETITIVO TRADICIONAL Exceso de competición. Con frecuencia se utiliza la confrontación como único elemento de enseñanza o, al menos, en unos porcentajes tan altos que se ven minimizados otros. La competición es inherente al propio existir de la mayoría de los deportes. Para centrar la idea es conveniente tomar una definición de deporte válida, para la mayoría de las modalidades y, especialmente, para las que se basan en la oposición y en la cooperación-oposición: “El depor te se entiende en sus aspectos esenciales, como la actividad humana surgida de la interrelación de tres elementos básicos: El juego-La motricidad-La competición” (Mazza, A. y E.). - ¿Por qué llevas una maleta? - Porque cuando termine voy corriendo a otra competición. “Es una situación motriz de competición reglada e institucionalizada” (Hernández, J.). 32 Escuela de padres y madres Agresividad. Las situaciones de competición tienden a incrementar las diferentes manifestaciones de la agresividad; agresividad que se muestra tanto en conflictos con los rivales como con los propios compañeros de equipo si los hay. En muchísimas ocasiones fomentada como un elemento intrínseco de algunas modalidades deportivas donde el contacto físico es permitido y que es permanentemente alentada por los responsables de los equipos. Campeonismo. Objetivos que, no dejan lugar a dudas, se proponen reiteradamente a los jóvenes depor tistas, provocando la desesperanza cuando no se consiguen. Frases como “hay que dejarse la vida en el campo” favorecen situaciones estresantes a aquellos que aún no han hecho más que iniciarse. Más bien parece que se les prepara para la guerra en defensa de la patria que para una confrontación deportiva. No vale todo para ganar. El juego sucio no te lleva a ninguna parte. Dedicación. Otro de los factores negativos en el deporte competitivo tradicional es la enorme dedicación que se les exige a los nacientes deportistas para que puedan asegurar el éxito en la confrontación. No importa que por medio dejemos secuelas que hagan, en algunos casos, que sujetos con edades muy tempranas sean considerados “viejos” para la práctica, sin contar en algunos casos con problemas de salud. En este caso, las instituciones, colegios, ayuntamientos, etc. reiteran los sistemas competitivos que fomentan el campeonismo desde el momento que se premia al campeón y se eleva a un status superior al equipo que logró el éxito en la clasificación final, olvidando a los demás participantes. Selección. Teniendo el deporte rendimiento en la competición su basamento más importante, persigue un camino preciso que no es otro que la selección de los mejores y deja atrás a los que no ofrecen garantías de gran nivel técnico y táctico en el futuro. El modelo tradicional provoca esa selectividad que induce a los técnicos, clubes, etc. a diseñar perfectas estrategias para la detección de talentos. Desprecio. No son pocas las ocasiones en las que los entrenadores de etapas de iniciación han basado y basan sus arengas pre-partidos en un lenguaje que utiliza como únicas palabras las que suponen menosprecio de los contrarios, provocando de esta forma situaciones de juego complicadas en las relaciones deportivas. 2.3. ELEMENTOS POSITIVOS DEL MODELO COMPETITIVO EDUCATIVO Juego sucio. Una típica consigna mar tillea los oídos de nuestros chicos y corre a diario por cada cancha de juego: “a ganar como sea”. Ello denota que no se han de escatimar medios fuera del reglamento, extradeportivos, para lograr que el resultado final sea favorable. Esta es una situación que provoca una competición mal entendida y enormemente fomentada. Diversión. Frente al tedio que producen las prácticas deportivas agotadoras en pro de la consecución del rendimiento óptimo. Si el niño se divierte con la actividad estamos propiciando unas condiciones de aprendizaje más favorables y, por lo tanto, una mejor consecución de los objetivos deportivos propuestos. 33 La competición como elemento didáctico La integración se produce cuando los niños son plenamente partícipes y favorecen la dinámica del grupo. Debe entenderse el favorecimiento de la dinámica de grupo no sólo como la participación en las acciones físicas fundamentales, sino también las actuaciones como impulsoras de la motivación. Superación personal. La competición nos ofrece posibilidades de organización de situaciones a superar que proporcionan a los chicos ocasiones para autovalorarse, teniendo conocimiento constante de sus posibilidades y limitaciones, así como incentivar nuevas respuestas ante los mismos problemas. Es divertido hacer deporte. Cooperación/integración. La cooperación es la principal característica del trabajo en grupo en la búsqueda de un objetivo común como es la victoria. En la confrontación toma, si cabe, mayor relevancia esta cooperación, y bien dirigida por el educador-entrenador puede ocupar una amplia franja de representación de los distintos papeles de cada uno de los jugadores que, aunando sus esfuerzos, consigan el punto, gol, etc. Para ello es necesario que no se premie sólo al que culmina, aunque ese papel tome notabilidad hacia el espectador, y que se dirijan constantes refuerzos positivos hacia todos los sujetos que propicien la acción. Algunas modalidades deportivas tienen establecidos ciertos rituales en este sentido para cada una de las acciones que finalizan con éxito. - ¿Por qué estás tan contenta si hemos perdido! - Porque hoy he mejorado mi mejor marca y, si sigo progresando, quizás gane la próxima vez. Cada sujeto, ante el desarrollo de sus potenciales contrincantes deberá mejorar en sus acciones, con lo que se verán incrementadas la calidad y la cantidad de acciones aprendidas. Adecuación al desarrollo orgánico. La utilización de la competición debe responder a criterios firmes para introducir en los aprendizajes deportivos los objetivos que respondan al desarrollo orgánico de los sujetos en cada momento. “No habrá que olvidar, en ningún caso, que este aspecto representa un medio más de Todos somos iguales. 34 Escuela de padres y madres percibido por los chicos que después son estimulados por los verdaderos educadores del deporte, produciéndose el choque natural. Pero todo ello no debe hacer que bajemos la “guardia” y se produzca la relajación pedagógica en aras de corrientes fáciles. desarrollo y aprendizaje que ofrece diversas vías de acceso, que deben ser estimuladas por separado y en interconexión, para posteriormente, alcanzar los valores competicionales del jugador confirmado con todas sus circunstancias y servidumbres. Habremos de afrontar el elemento competición en sus diversos caminos de forma gradual en las diferentes situaciones pedagógicas de enseñanza.” (Antón, J. L. -1990-). Citemos unas palabras del profesor F. J. Castejón Oliva (1999) sobre la competición en un deporte bien enfocado dentro del ámbito educativo: Respeto a los demás. Otra de las ventajas que aporta la competición bien enfocada es que los chicos aprenden a relacionarse con los demás en situaciones complejas, no siempre favorables, y ello ofrece ocasiones para desarrollar el respeto hacia los compañeros y los efímeros rivales. “Es muy reconfor table comprobar que las personas compiten una y otra vez en el deporte independientemente del resultado, pese a que las personas que no son partidarias del deporte denosten la competición deportiva. Muchos participantes pierden durante la competición, pero vuelven a competir, debido sin duda al componente lúdico de la actividad que realizan. Por lo tanto, no es la competición lo que prima en el deporte, salvo que queramos que lo único que aparezca sea la competición, sino el placer de participar, de disfrutar y de intentar superar la propia competencia.” A veces hemos oído manifestar a responsables de la organización deportiva en estas edades (técnicos, árbitros, etc.) que un factor importante para hacer comprender la competición, como un elemento más del juego, es el comportamiento de los padres en las gradas de las canchas depor tivas donde compiten sus hijos. La verdad es que así es, y no siempre en sentido positivo, pues en bastantes ocasiones el nivel de conflicto de los espectadores (familiares), con motivo de partidos en las primeras edades, ha terminado con resultados poco deseables para la educación de los niños y, en alguna que otra ocasión, incluso con la mediación policial. El adversario es un compañero. ¡Respétalo! Adaptación al juego limpio. Frente al “ganar como sea”, la competición pone al servicio de los sujetos participantes los recursos permitidos por los reglamentos de juego que deben ser vigilados y favorecidos por el educador-entrenador en todos los momentos de la confrontación. El lenguaje que se utilice en todo momento por las personas que dirigen debe ser adecuado para no incitar a actitudes generadoras de violencia incontrolada. Reflexionemos sobre lo que está ocurriendo en una sociedad como la norteamericana, donde el deporte en la edad escolar es entendido por muchos padres como un escaparate hacia el profesionalismo y por lo tanto una inversión de futuro. Las noticias aparecidas en los medios informativos en este sentido no son aisladas. Está claro que concebir este modelo competitivo no es fácil. El mundo del deporte espectáculo y las imágenes que de él se generan nos trasladan semana tras semana lo contrario, y ello es 35 La competición como elemento didáctico 3. RECOMENDACIONES PARA AYUDAR A QUE LA COMPETICIÓN SEA UN ELEMENTO EDUCATIVO cesaria, toman roles de comportamientos bastante alejados de lo que sería ideal. Es un grave error mantener una actitud de espectador beligerante, con alusiones a las interpretaciones de los jueces árbitros o a los adversarios. Ni que decir tiene el daño que podemos causar si, además del papel de espectador combativo, tomamos el de técnico, dándole instrucciones a nuestro hijo sobre cómo debe actuar en cada caso. Esto no puede hacer sino confundirle más de lo que ya pudiera estar (“¿a quién debo hacer caso?, ¿al entrenador o a mis padres?”). Mejor dedicarnos todos a disfrutar en la grada y dejar para tiempo posterior cualquier comentario sobre sus acciones en la cancha. Aplaudamos las buenas acciones de juego limpio, el buen juego y, si cabe, la buena actuación de los árbitros. Con ello ayudaremos a los jóvenes a beneficiarse de los valores que puede encontrar en la competición. Debemos ser conscientes del papel que jugamos en la práctica deportiva en la formación de los jóvenes y de la importancia que para ellos supone el formar parte de un equipo. Hemos de escucharles cuando hablan de sus experiencias deportivas, y hemos de hacerlo prestando la atención suficiente para que sientan la importancia de su participación. Debemos interesarnos y comprobar que el equipo deportivo en el que juegan está en manos de técnicos pedagógicamente cualificados. No debemos pretender que el niño deportista llegue a ser «crack» y, ni mucho menos, estar comunicándole permanentemente esta idea. Nuestro compor tamiento en este sentido puede convertirse en una aspiración inalcanzable y, naturalmente, incrementar el nivel de frustración. 4. BIBLIOGRAFÍA Antón, J. L. (1990). Fundamentos y etapas de aprendizaje. Madrid: Ed. Gymnos. Castejón, F. J. (1999). Deporte sí, o sí pero... Actas del XVII Congreso Nacional de Educación Física. Huelva: Universidad de Huelva. Ed. Instituto Andaluz del Deporte. Decreto, 106/1992, de 9 de junio, por el que se establecen las Enseñanzas correspondientes a la Educación Secundaria Obligatoria en Andalucía. Boletín Oficial de la Junta de Andalucía nº 56, de 20 de junio. Díaz, A. (2000). La educación olímpica. La Competición Deportiva en el ámbito educativo. Murcia: Ayuntamiento de Murcia. Fain Binda, Raúl (2004). Rev. Digital Ahora Educación. 8 de septiembr e de 2004. <http//news.bbc.co.uk/hi/spanish/misa/la_vida_es_juegos> Hernández, J. (1994). Análisis de las estructuras del juego deportivo. Barcelona: INDE. Mazza, A. y E. (2000) Escuela Vs. CLUB. La iniciación en el deporte. <http//www.civila.com/argentina/pan/beto3.htm> Cuando el chico llega después de un partido es conveniente que los padres dialoguen con él, pero la primera pregunta no debe ser: ¿cómo habéis o has quedado?; es mucho más interesante preguntarle cómo le ha ido el juego, si está satisfecho de su rendimiento, etc. De esta forma le ayudaremos mucho más a valorar la satisfacción por el juego que la satisfacción por el resultado. En el caso de que el resultado haya sido favorable, no permitiremos el ensalzamiento más allá de lo razonable y, en el caso de ser un deporte colectivo, insistiremos en el valor del conjunto sobre el individual. En caso de derrota, trataremos de ayudarle a superar el desánimo instantáneo que ello produce, invitándole a hablar y encontrar algún aspecto positivo de su participación en el juego. De igual modo ayudaremos a reconocer la valía del adversario y un análisis de sus errores o de los errores de su equipo. En muchas ocasiones, los padres asisten como espectadores a los encuentros de sus hijos y se convier ten en un verdadero problema para ellos puesto que, en vez de aportarles la tranquilidad ne36 Escuela de padres y madres LA COMUNICACIÓN EN LAS ESCUELAS DEPORTIVAS Dª Aurora Llopis Garrido de transmisión de mensajes: la voz y el cuerpo. El cuerpo es el ámbito dedicado a la educación por el movimiento, pero entendemos que la voz forma parte del esquema corporal, de forma que la utilizamos y trabajamos con ella como un elemento más de dicha educación. Todo lo anterior nos lleva a separar, aunque sólo a nivel teórico, la comunicación verbal y la comunicación no verbal, aunque ambas se den al unísono de forma que una nutre a la otra y viceversa. 1. CONCEPTOS PREVIOS Comunicación: Entre otras acepciones, el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define el término “comunicación” como el “trato o correspondencia entre dos o más personas” o como “la transmisión de señales mediante un código común al emisor y al receptor”. Para que se produzca comunicación necesitamos que existan unos elementos fundamentales: un emisor (persona o medio que realiza la acción de transmitir); un receptor (persona que recibe esa información) y un mensaje o contenido de la comunicación. EMISOR MENSAJE Comunicación verbal: Nuestra forma habitual de comunicarnos la realizamos a través del lenguaje oral. De hecho, entre los primeros aprendizajes que adquirimos está la emisión de sonidos y la correspondencia de dichos sonidos con significados comunes para la comunidad a la que pertenecemos. A medida que vamos desarrollando nuestro lenguaje hablado va perdiendo importancia el lenguaje corporal, pasando éste a ocupar un segundo plano como acompañante o clarificador del significado de nuestras frases. RECEPTOR En el ámbito de la actividad física y el deporte existen múltiples códigos de comunicación, casi tantos como juegos o deportes; pero en este capítulo no nos interesan especialmente estos códigos, sino la manera que tenemos de comunicarnos las personas que participamos en el deporte y la actividad física escolar (ya se trate de niños, técnicos o padres); qué decimos, cómo lo transmitimos, cuándo nos comunicamos, dónde es más interesante comentar distintos sucesos ocurridos durante las sesiones de trabajo, de qué otros medios recibimos información, qué influencia producen estas manifestaciones sobre los agentes que participan, etc. En este capítulo, el objetivo fundamental es realizar una serie de aportaciones básicas que faciliten y mejoren la comunicación entre los entrenadores, los padres y niños deportistas, siendo concientes de que la mayor parte de la comunicación que establecemos se realiza de forma hablada. Siguiendo a F. Gimeno (2003), podríamos señalar como cualidades fundamentales del buen entrenador: Cuando nos referimos al término “comunicación” en el ámbito de la Educación Física y el Deporte siempre lo hacemos ligado a dos medios - Que sepa comunicar. - Que sepa enseñar. 37 La comunicación en las escuelas deportivas natural del hombre, el más inmediato y propio de él. Del mismo modo el recién nacido establece relaciones con los demás a través del gesto y el movimiento, desarrollando un modo de expresión y comunicación básico con el que satisface sus necesidades”. - Que sepa escuchar. - Que transmita confianza. Dichas cualidades se sustentan principalmente en la primera de ellas: “SABER COMUNICAR”, ya que conseguimos enseñar cuando comunicamos con claridad los contenidos de enseñanza, transmitiendo confianza y seguridad a los niños, motivándolos y permitiendo una retroalimentación a través de la escucha que mejorará la enseñanza-aprendizaje, así como las relaciones entre todos. De tal manera que, conscientemente o sin que tengamos conciencia de ello, nuestro cuerpo constantemente está lanzando mensajes a través de los gestos, las posturas, la forma de caminar, los artefactos que utilizamos, etc. Por lo tanto, podemos clasificar los mensajes corporales en dos grupos: los que se realizan de manera involuntaria, espontáneamente, sin que exista conciencia de los mismos (pertenecen a la comunicación no verbal) y los que emitimos con plena conciencia, a los que llamamos elementos intencionales, que son sobre los que actuaremos con el objetivo de mejorar nuestras posibilidades de comunicación. Este comportamiento corporal, ya sea de entrenadores o padres, va a influir directamente en la actuación y actitud de los niños hacia el deporte que practican, en sus relaciones con los compañeros y con los propios entrenadores o padres, convir tiéndose así en un circuito del cual todos participan. - Hoy lo has hecho muy bien. Está mejorando mucho. Seguro que ganarás dentro de muy poco. 2. ¿QUÉ PRETENDEMOS? Nuestro interés se dirige hacia tres direcciones. En primer lugar, está el hecho de darnos cuenta de la importancia que tiene nuestro comportamiento sobre los pensamientos y creencias de los niños hacia la actividad deportiva, así como de las acciones fruto de dichas actitudes. Después, tenemos que ser concientes de cuál es nuestro comportamiento ante la actividad depor tiva que realizan nuestros hijos o nuestros depor tistas y revelar las consecuencias positivas y negativas, para de este modo poder modificarlas en beneficio de mejorar nuestra conducta y las influencias de la misma. Comunicación no verbal: Podemos entender la comunicación no verbal como el lenguaje corporal. Dicho lenguaje corporal convive con el hombre desde el principio de los tiempos; su utilización se remonta a los orígenes de la propia humanidad. Antes de codificar un lenguaje verbal, el hombre se comunicaba con sus semejantes a través de gestos y sonidos que no llegaban a formar palabras. Tal como señala Santiago (1985) “es el lenguaje 38 Escuela de padres y madres REVELAR LAS CONSECUENCIAS POSITIVASC DE UNA COMUNICACIÓN ADECUADA EN EL ÁMBITO DEPORTIVO. REFLEXIONAR SOBRE LA REPERCUSIÓN QUE TIENE LA COMUNICACIÓN ENTRE PADRES Y NIÑOS, Y ENTRENADORES Y NIÑOS, EN LA ACTITUD HACIA EL DEPORTE Y LA PRÁCTICA DEPORTIVA. Padres-niños: Padres-niños: …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... Entrenadores-niños: Entrenadores-niños: …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... Padres-entrenadores: Padres-entrenadores: …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... 39 La comunicación en las escuelas deportivas 3. LOS NIÑOS COMO IMITADORES DEL MUNDO. SU REPERCUSIÓN EN EL ÁMBITO DEPORTIVO INFANTIL DENUNCIAR LAS CONSECUENCIAS NEGATIVAS DE UNA COMUNICACIÓN NO CORRECTA O BIEN DE LA AUSENCIA DE COMUNICACIÓN. Los niños habitualmente aprenden por imitación de modelos. A estas edades, todo lo que les interesa y les llama la atención lo repiten, a veces inconscientemente, hasta la saciedad. Es por ello que resulta significativo cuestionarnos qué modelos relacionados con el ámbito deportivo adoptan los niños en la actualidad. Padres-niños: …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... Este afán por imitar es comúnmente transformado en juego, e incluso podríamos decir que lo que hacen es “jugar”, en el más amplio sentido de la palabra, con el deporte que practican. Por ello, intentan parecerse a su ídolo deportivo o quizás también a un líder que marque las pautas de actuación en el deporte elegido, el cual puede ser desde un jugador de una categoría superior al propio entrenador, convirtiéndose éstos en modelos a los que pretenden parecerse imitando su forma de vestir, de hablar, de moverse, su corte de pelo, etc. De esta manera, todo lo que rodea al deporte que realizan puede transformarse en un juego de carácter simbólico que implica siempre la representación de algo y se desarrolla según unas normas que responden al sentido social que todo juego posee. …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... Entrenadores-niños: …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... Padres-entrenadores: …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... Los niños imitan los modelos deportivos. 40 Escuela de padres y madres Pero, ¿desde qué modelos reciben información los niños que asisten a las escuelas deportivas?; ¿qué tipo de información es la que capta su atención? Para contestar estas preguntas nos dirigimos principalmente hacia cinco ámbitos: - - Una alimentación sana, basada en el consumo de hidratos de carbono, verduras, frutas, legumbres, proteinas; evitando el exceso de grasas y azúcares. Familia Escuela Amigos Escuelas deportivas Medios de comunicación - Hábitos de higiene y descanso adecuados. - El chándal, las zapatillas deportivas, etc. son prendas habituales para la práctica deportiva, no sólo para estar cómodos en casa. Familia: MADRE PRIMOS TIOS NIÑO PADRE ABUELOS HERMANOS Podemos afirmar que el núcleo familiar primario lo forman el padre, la madre y los hermanos; y el secundario, otros parientes cercanos, como los abuelos, los tíos y los primos. Si para las personas que conforman este núcleo es habitual la práctica deportiva y la consideran fundamental para el desarrollo y educación de niños y adultos, el joven se encontrará inmerso en un ambiente en el que todo lo relativo al deporte será reforzado positivamente, creando como consecuencia una actitud que generará el gusto y disfrute hacia la práctica deportiva. El entorno deportivo influye en el comportamiento posterior de los niños. Escuela: OTROS MAESTROS MAESTRO DE E.F. NIÑO DIRECCIÓN DEL CENTRO ESCOLAR COMPAÑEROS DE CLASE De esta manera, el comportamiento de los miembros de la familia incide en las actitudes y actuaciones de los niños hacia la práctica deportiva. Pero, ¿qué aspectos creemos que son imitados por los niños? A continuación señalaremos algunos a tener en cuenta, dejando espacio para nuevos ejemplos: PADRES La escuela es uno de los lugares donde el niño pasa gran parte de su tiempo, conviviendo con maestros y compañeros de clase, los cuales también influyen en su actitud y comportamiento 41 La comunicación en las escuelas deportivas La escuela deportiva es el principal centro desde el cual el niño recibe información. Ésta va a ser la fuente que riegue la motivación y el interés hacia la especialidad deportiva concreta que el niño haya elegido. Desde ella, el joven tendrá los primeros contactos con el mundo real de dicho deporte (los entrenamientos, la competición, los triunfos y fracasos, etc.) y también desde ella habrá de obtener los modelos más adecuados para construir su comportamiento deportivo. La figura fundamental será su entrenador, por lo tanto su principal modelo a seguir. Paralelamente, otras personas (otros entrenadores y técnicos de las diversas categorías que existan en el club, padres de los niños deportistas, árbitros y jueces que comparezcan en las competiciones, compañeros de equipo, etc.) van a producir modelos entre los que el niño tendrá que diferenciar cuáles son los más correctos para seguir y cuáles son desechables. hacia la práctica deportiva. Una de las figuras fundamentales va a ser el maestro de Educación Física, el cual potenciará el gusto por la práctica de actividad física, ofreciendo modelos adecuados referidos a la realización de ejercicios y juegos, aceptación de reglas y normas, valoración y respeto ante la actuación de los demás, etc. Del mismo modo, los niños perciben si el resto de maestros acepta y valora la práctica deportiva como parte de su educación integral; si el equipo de gobierno del centro favorece la realización de actividades deportivas, como los torneos internos (celebraciones en las que las actividades físicas tienen buena acogida) o y si sus compañeros coinciden en sus gustos y se sienten motivados hacia dichas actividades. De esta forma, consideramos que la vida en la escuela interviene también en la formación del niño deportista. Como en el caso anterior, expondremos algunos ejemplos: - Actitud activa y apariencia del entrenador deportivo. - Actitud activa y apariencia del maestro de Educación Física. - Participación de los técnicos y padres en las labores de organización y seguimiento de las actividades propuestas en la escuela deportiva. - Par ticipación de otros maestros del centro en las actividades físicas y deportivas organizadas por el centro escolar. - Compañerismo entre los componentes del equipo, tanto fuera como dentro del terreno de juego. - Participación en la organización de actividades físicas y deportivas de los padres de alumnos. - Respeto a las normas y reglamento del deporte Escuelas deportivas ENTRENADORES Y TÉCNICOS COMPAÑEROS DEPORTISTAS NIÑO JUECES Y ARBITROS PADRES El profesor/monitor deportivo es un modelo a imitar. 42 Escuela de padres y madres bemos saber interpretar y valorar de acuerdo con nuestros intereses y objetivos los mensajes que nos lanzan. En relación con la información que vuelcan orientada hacia los niños y el deporte, nos interesa conocer qué tipo de contenidos transmiten (alimentación, indumentaria deportiva, utilización de imágenes deportivas para vender otros productos no directamente asociados al deporte, imagen corporal, etc.) y cómo inciden esos modelos en la práctica deportiva de los jóvenes. Amigos VECINOS COMPAÑEROS DE OTRAS ACTIVIDADES HIJOS DE AMIGOS DE SUS PADRES EXTRAESCOLA-RES NIÑO - El cine a veces distorsiona la realidad depor tiva, pudiendo dar lugar a la imitación de modelos agresivos. Este ámbito es quizás el más abier to para el niño, ya que pueden acceder a él diferentes modelos que provengan de otros campos que no sean el deportivo, como por ejemplo la música, los idiomas, los juegos informáticos, otros deportes y juegos, etc. Va a ser quizás aquí donde reciba la imagen de todo ese mundo ajeno al deporte cargado de aspectos positivos y negativos que debe diferenciar y seleccionar. - Todos los que beben tal refresco, usan unas zapatillas de la marca "x" o comen chocolatinas "y" conseguirán un mejor rendimiento deportivo. - Imagen corporal distorsionada en función de las modas, tanto en la sociedad en general como en el deporte en particular. - Hábitos poco saludables, como el tabaquismo y el consumo de alcohol u otras sustancias. - Participación en otros tipos de juegos y actividades en las que inter viene en menor medida el movimiento corporal. - Valoración de actividades artísticas y culturales. Medios de comunicación RADIO Y TELEVISIÓN CINE La publicidad ejerce un gran poder sobre nuestros hijos 4. ¿DE QUÉ HABLAMOS CON LOS NIÑOS SOBRE EL DEPORTE? NIÑO INTERNET PRENSA Las personas más cercanas a los niños y que tienen mayor comunicación con ellos son principalmente los padres y, en el ámbito deporti- Estos medios tienen la función en nuestra sociedad de informar, formar y entretener, pero de43 La comunicación en las escuelas deportivas RESPECTO A LOS ENTRENAMIENTOS vo, el entrenador o monitor. ¿Cuales serían aquellos aspectos más habituales al tratar del deporte con nuestros hijos?; ¿cómo sería más adecuado tratarlos? Y desde el plano del entrenador (monitor), ¿cómo puedo orientar mi comunicación a los niños y padres para conseguir motivarlos y que las relaciones entre todos sean favorables al deportista y al rendimiento del grupo? Quizás éstas serían algunas de las preguntas claves respecto a la comunicación en las escuelas deportivas. Intentaremos señalar los aspectos más comunes y, a partir de éstos, solicitar propuestas de nuevos planteamientos. - ¿Tienes nuevos amigos?; ¿cómo te llevas con tus compañeros de equipo? - ¿Qué tal con tu entrenador? ¡Parece simpático¡ - ¿Cómo son los ejercicios que hacéis? Enséñame, yo también quiero aprender. - Cada día estás más fuerte, más alto, etc. Eso es por los entrenamientos que haces. Los entrenadores y monitores: ANTE LA PARTICIPACIÓN DE SUS DEPORTISTAS EN UNA COMPETICIÓN Los niños imitan a sus familiares cercanos - ¿Cómo os encontráis hoy? ¡Vamos a hacer una buena competición¡ Los padres: ANTE LA PARTICIPACIÓN DE SUS HIJOS EN UNA COMPETICIÓN - Celebrar todo lo bueno que hayan realizado y señalar las acciones menos satisfactorias con el objetivo de mejorarlas, tanto si han perdido como si han ganado. - ¿Cómo te lo has pasado?; ¿te has divertido? - Si han ganado, felicitarlos; si han perdido, animarlos a aprender de los errores y mejorar. - Respetar las decisiones de los árbitros y/o jueces. - Transmitir respeto ante las decisiones de los jueces y árbitros, sin actuar directamente desde la grada. - Hablar con los padr es sobr e los compor tamientos de sus hijos, agradeciéndoles su apoyo e interés sobre la actividad deportiva. - Evitar la comunicación con nuestros hijos durante la competición, interviniendo como un segundo entrenador. 44 Escuela de padres y madres RESPECTO A LOS ENTRENAMIENTOS equipo (el líder, el bueno buenísimo, el malo malísimo, el “enterado”, el pelota, el “encumbrado” por el entrenador, etc.); qué piensan sobre las actividades físicas y juegos en las que participan chicos y chicas de forma conjunta; etc. Todo ello va a influir en el comportamiento de los niños en las escuelas deportivas. - Tenemos un gran equipo. Vamos a trabajar duro y con ganas para mejorar. - Dedicar atención a todos y cada uno de los componentes de la escuela depor tiva, reforzando todas aquellas actuaciones positivas y corrigiendo las no acer tadas, tanto en el ámbito deportivo como en el relacional. En el cuadro siguiente podemos obser var una serie de frases que son habituales entre los niños que asisten a escuelas deportivas: - La par te de los ejercicios (trabajo de técnica) a veces es un rollo, porque hacemos muchas repeticiones y me canso. - Preguntar a los padres qué les parece la práctica deportiva de sus hijos y cómo se encuentran éstos en casa y en la escuela. - Lo que más me gusta es cuando jugamos un partidillo. - Finalizar los entr enamientos motivándolos para el día siguiente. - El entrenador no me hace caso; cuando lo hago bien está mirando a otro lado. - Aconsejar sobr e la alimentación adecuada, evitando imitar los modelos exagerados que r epr esentan los depor tistas de alta competición (gimnastas, nadadores, etc.). - La monitora pasa más tiempo con el grupo que mejor lo hace, y a nosotras no nos corrige. - Me lo paso muy bien con mis amigos, hoy hemos ganado, somos los mejores. 5. ¿QUÉ NOS CUENTAN LOS NIÑOS SOBRE EL DEPORTE? - Me pongo muy ner viosa cuando tengo que hacer un salto y todo el mundo me está mirando; eso no me gusta, prefiero cuando los hacemos todas juntas. Por regla general, cuando contamos algún suceso o experiencia a familiares o amigos volvemos a revivir lo ocurrido, dándole más importancia a aquello que nos interesaba más y evitando resaltar lo que no ha sido favorecedor para nosotros. De igual manera actúan los niños. Por ello, tendremos una versión distinta de los hechos de cada uno de los niños que han asistido a un entrenamiento o competición. También conoceremos qué les agrada más y qué menos; cuándo se sienten aburridos, cuándo motivados; qué relaciones tienen con sus compañeros, con el entrenador; si se encuentran atendidos, integrados o rechazados en el grupo; qué roles ocupan en el Para conocer estos hechos lo mejor sería hablar con los deportistas y, después, poner en común con otros padres y técnicos las necesidades e inquietudes de los niños. Con este fin sería conveniente celebrar reuniones en las que estuvieran presentes tanto padres como técnicos, así como crear un espacio de atención individual para aquellos casos que lo necesiten. 45 La comunicación en las escuelas deportivas 6. EL LENGUAJE CORPORAL EN EL DEPORTE En este apartado pretendemos hacer de los padres y los entrenadores, observadores de las conductas no verbales que se desarrollan en distintos ámbitos en los que la escuela deportiva tiene participación, para reflexionar sobre la repercusión en el comportamiento deportivo y no deportivo de los niños. Para ello hemos establecido cuatro ámbitos: - La comunicación entre los padres y el entrenador debe ser fluida. ¿Cuáles son los comentarios que escucháis de vuestros hijos sobre sus vivencias en las escuelas deportivas? - …………………………………………………..........………….... - …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... La comunicación no verbal entre los componentes del equipo. La comunicación no verbal entre los componentes del equipo y los componentes de otro equipo durante una competición, concentración, campus, etc. La comunicación no verbal que se establece entre entrenadores, padres y deportistas con jueces y árbitros. La comunicación no verbal que se produce entre los componentes del equipo y los espectadores que asisten a alguna competición o entrenamiento. …………………………………………………..........………….... Todo ello lo trataremos desde dos puntos de vista: desde la posición del entrenador o monitor y desde la visión que poseen los padres. …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... a) Punto de vista del entrenador o monitor: …………………………………………………..........………….... LA COMUNICACIÓN NO VERBAL QUE SE DA ENTRE LOS COMPONENTES DEL EQUIPO ¿Qué nos cuentan nuestros depor tistas sobre sus experiencias en las escuelas deportivas? ASPECTOS POSITIVOS Palmadas de ánimo. …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... ASPECTOS NEGATIVOS Gestos que denotan falta de respeto hacia los compañeros. …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... 46 Escuela de padres y madres LA COMUNICACIÓN NO VERBAL QUE SE DA ENTRE LOS COMPONENTES DEL EQUIPO Y LOS COMPONENTES DE OTRO EQUIPO DURANTE UNA COMPETICIÓN, CONCENTRACIÓN, CAMPUS, ETC. LA COMUNICACIÓN NO VERBAL QUE SE PRODUCE ENTRE LOS COMPONENTES DEL EQUIPO Y LOS ESPECTADORES QUE ASISTEN A ALGUNA COMPETICIÓN O ENTRENAMIENTO. ASPECTOS POSITIVOS Saludos al inicio del encuentro entre miembros de ambos equipos. ASPECTOS POSITIVOS Gestos de ánimo y de agradecimiento. …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... ASPECTOS NEGATIVOS Gestos desafiantes o pasados de tono tras alguna acción deportiva inadecuada. ASPECTOS NEGATIVOS Pancartas ofensivas. Lanzamiento de objetos. …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... LA COMUNICACIÓN NO VERBAL QUE MANTIENEN ENTRENADORES, PADRES Y DEPORTISTAS CON JUECES Y ÁRBITROS. CONCLUSIONES ASPECTOS POSITIVOS ASPECTOS POSITIVOS Apretones de manos y felicitaciones. …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... ASPECTOS NEGATIVOS ASPECTOS NEGATIVOS Gestos insultantes. …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... 47 La comunicación en las escuelas deportivas LA COMUNICACIÓN NO VERBAL QUE ESTABLECEN ENTRENADORES, PADRES Y DEPORTISTAS CON JUECES Y ÁRBITROS. b) Punto de vista de los padres: LA COMUNICACIÓN NO VERBAL QUE SE DA ENTRE LOS COMPONENTES DEL EQUIPO ASPECTOS POSITIVOS Gestos que indican compañerismo. ASPECTOS POSITIVOS Aplaudir una acción arbitral correcta aunque no beneficie el resultado del equipo de nuestros hijos. …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... ASPECTOS NEGATIVOS Gestos que denotan rivalidad y superioridad entre compañeros. ASPECTOS NEGATIVOS Observaciones inadecuadas, verbales y no verbales, desde la grada sobre las actuaciones de jueces y árbitros. …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... LA COMUNICACIÓN NO VERBAL QUE SE ESTABLECE ENTRE LOS COMPONENTES DEL EQUIPO Y LOS COMPONENTES DE OTRO EQUIPO DURANTE UNA COMPETICIÓN, CONCENTRACIÓN, CAMPUS, ETC. LA COMUNICACIÓN NO VERBAL ENTRE LOS COMPONENTES DEL EQUIPO Y LOS ESPECTADORES QUE ASISTEN A ALGUNA COMPETICIÓN O ENTRENAMIENTO. ASPECTOS POSITIVOS Felicitaciones tras una buena actuación de un equipo contrario. ASPECTOS POSITIVOS Gestos de apoyo a la labor profesional del entrenador. …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... ASPECTOS NEGATIVOS Gestos de indiferencia aislando a los niños que han obtenido peores resultados. ASPECTOS NEGATIVOS Abucheo a las acciones positivas del equipo contrario. …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... 48 Escuela de padres y madres CONCLUSIONES 7. BIBLIOGRAFÍA ASPECTOS POSITIVOS Davis, F. (1998). La Comunicación no verbal. Madrid: Alianza. …………………………………………………..........………….... Diccionario de la Lengua Española. Real Academia Española (1992). Madrid: Espasa Calpe. …………………………………………………..........………….... Gimero F. (2003). Entrenando a padres y madres. Zaragoza: Mira. …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... James, J. (2003). El lenguaje del cuerpo. Barcelona: Paidós. …………………………………………………..........………….... Knappl, M. L. (2001). La comunicación no verbal. Barcelona: Paidós. ASPECTOS NEGATIVOS Real Academia Española (1992). Diccionario de la Lengua Española. Madrid: Espasa Calpe. …………………………………………………..........………….... Rebel, G. (2000). El lenguaje corporal. Madrid: EDAF. …………………………………………………..........………….... Salzer, J. (1984). La expresión corporal. Barcelona: Herder …………………………………………………..........………….... …………………………………………………..........………….... Santiago. P. (1985). De la expresión corporal a la comunicación interpersonal. Madrid: Narcea. …………………………………………………..........………….... 49 La comunicación en las escuelas deportivas 50 Escuela de padres y madres EL REGLAMENTO: ENFOQUE EDUCATIVO Y DIDÁCTICO EN LA INICIACIÓN DEPORTIVA Dª Mª José Lasaga Rodríguez ¿Qué pensaríamos si el trabajo de la técnica o la táctica se realizase así? Autores como Linaza y Maldonado (1996) señalan como uno de los aspectos más complejos e interesantes el aprendizaje del juego utilizando las reglas de forma táctica, y ponen como ejemplo el fuera de juego en fútbol. Queremos destacar, además de la relación existente entre táctica y reglamento, la que se produce también con la técnica. Muchos gestos técnicos están condicionados por el reglamento; sirva como ejemplo el lugar desde el que puede realizarse un saque de tenis. 1. ¿QUÉ ES EL REGLAMENTO? Si para definirlo nos basamos en la estructura funcional del deporte, el reglamento se constituye como uno de los elementos formales del mismo. Además, va a ser el responsable de regular todo el proceso deportivo al constituir un conjunto de reglas o preceptos que están obligados a cumplir los participantes del acto deportivo (deportistas, técnicos, jueces, espectadores). En este sentido, Velázquez (2002) señala que las reglas de juego determinan el conjunto de acciones válidas, prescritas y prohibidas durante la práctica para conseguir alcanzar el objetivo que subyace en cada modalidad deportiva. R. Velázquez (2002) resalta la importancia de que el aprendizaje de las reglas contribuya al desarrollo moral autónomo. Nosotros entendemos el reglamento como parte consustancial al deporte, que está presente tanto en niveles deportivos poco organizados, como pueden ser los juegos de calle que practican los niños de cualquier barrio, como en las más complejas y organizadas manifestaciones deportivas, como son las Olimpiadas o los campeonatos del mundo. 2. ¿CÓMO PODEMOS TRABAJARLO? Una vez planteado el lugar que ocupa el reglamento como elemento formal y definitorio del acto deportivo, sería el momento de conocer cómo trabajarlo. - Tienes que botar el balón mientras corres. Los datos aportados hasta el momento destacan la relevancia de dicho elemento como regulador y condicionante de aspectos técnico–tácticos y comportamentales. Estas razones parecen ser más que suficientes para que los técnicos y educadores nos preocupemos no sólo en conocer las reglas, algo que en muchos casos ni si- De un estudio llevado a cabo por Romero y Lasaga (2004) en el deporte del pádel, se desprende que el reglamento no se trabaja específicamente, coincidiendo jugadores y técnicos en que se aborda aprovechando situaciones que se producen durante las clases y/o entrenamientos. 51 El reglamento: enfoque educativo y didáctico en la iniciación deportiva Una lectura conjunta de ambos gráficos nos lleva a un planteamiento en la iniciación deportiva que tenga como eje central la educación global del individuo (ámbito físico, cognitivo y actitudinal), y como condicionante de sus planteamientos metodológicos el reglamento, afectando éste al trabajo técnico, táctico y psicológico. quiera se produce, sino también las características del aprendiz , pudiendo determinar planes de actuación que permitan incidir de una forma global en el aprendizaje deportivo. Desde la iniciación deportiva debe trabajarse con este planteamiento global que queremos trasmitir, y que aparece reflejado en el siguiente gráfico: La técnica es el elemento que está más relacionado con los aspectos físicos o motrices del individuo; la táctica, con el ámbito cognitivo; y lo psicológico con los aspectos actitudinales. ÁMBITO FÍSICO O MOTRIZ En resumen, a través del reglamento podemos y debemos trabajar: EDUCACIÓN INTEGRAL ÁMBITO COGNITIVO • • ÁMBITO AFECTIVO Gráfico 1. Enfoque global de iniciación deportiva. • Del gráfico anterior comentar que, a través de la iniciación deportiva, en cualquier modalidad deportiva pretendemos educar al alumno de forma global o integral, por lo que debemos contemplar aspectos físicos, cognitivos y actitudinales. A continuación comentaremos aspectos más específicos de cada uno de ellos por separado. 3. EL REGLAMENTO Y LOS ELEMENTOS TÉCNICO–TÁCTICOS Esta idea debe contemplarse de forma paralela a la que se expone en al gráfico 2. El reglamento se constituye como el eje central en la iniciación deportiva. A partir de él plantearemos el trabajo técnico, táctico y psicológico (gráfico 2). Son muchas las repercusiones del reglamento con respecto a la técnica y a la táctica de cada modalidad depor tiva. Valgan como ejemplos los citados anteriormente (lugar de realización de un saque en tenis y fuera de juego en fútbol). A SP EC TO S CUALIDADES Al igual que en iniciación deportiva adaptamos los elementos técnicos y tácticos para facilitar el aprendizaje de los mismos, sería más que conveniente hacer lo propio con los aspectos reglamentarios, acoplando de esa forma los elementos de aprendizaje al nivel de los alumnos y consiguiendo, así, que éste resulte mas significativo. TÉCNICA REGLAMENTO TÁCTICA CO FÍS IC A S M PO R TA M E NTA L E S Con estas adaptaciones en el reglamento, los objetivos que se persiguen son, entre otros: Gráfico 2. Relación entre los elementos formales del deporte. 52 Escuela de padres y madres Los elementos técnicos. Las decisiones tácticas que conviene tomar en cada momento, así como los planteamientos estratégicos a desarrollar. Aspectos actitudinales y comportamentales. aquellas que se producen “cuando se obvian un número determinado de normas que precisan de un trabajo especializado y que requieren un alto nivel de exigencia técnica, ya sea porque pueden resultar peligrosas para el alumnado, o, simplemente porque no hay justificación para aplicarlas a los principiantes”, por ejemplo el fuera de juego en fútbol. Las adaptaciones reglamentarias cualitativas se dan “cuando se aplican las normas pero de manera flexible o adaptada, en función del nivel de los principiantes y de acuerdo con las necesidades docentes” (un ejemplo de este tipo de adaptaciones es la aplicación de forma flexible de la regla de pasos en baloncesto). - Dar posibilidades de éxito a los niños. Ej.: si la canasta de baloncesto está a la altura reglamentaria, indudablemente es más difícil para un niño conseguir encestar que si se encuentra más baja. Bayer (1992) se plantea algunas cuestiones en las que nos apoyamos para preguntarnos: ¿no desvirtuará a una modalidad deportiva el hecho de modificar sus características reglamentarias?; ¿no originarán tales modificaciones nuevas modalidades deportivas que puedan ir en detrimento de la modalidad institucionalizada en la que nos apoyamos? Estas reflexiones nos llevan a aclarar que el fin de las modificaciones que realicemos no es otro que facilitar al alumno la incorporación a una modalidad deportiva determinada. Es por ello que las modificaciones que realicemos afectarán a aspectos secundarios de la modalidad en cuestión y se mantendrán sólo de forma temporal. Es conveniente que hagamos saber al alumno que estamos trabajando basándonos en una regla modificada; deben ser conscientes de ello desde el principio, evitando así posibles problemas al regresar a la reglamentación oficial. En este sentido, Bayer apunta que una alteración importante de su esencia obstaculizaría toda posibilidad de transferencia de los aprendizajes a la situación de juego “oficial”, que es precisamente donde se pretende llegar en la mayoría de las ocasiones. - Entrenador, ¿ESA es nuestra canasta? - No, la vuestra es más pequeña. - Evitar actitudes autoritarias o individualistas. Ej.: imaginemos que introducimos una regla que “obligue” a todos lo miembros de un equipo de fútbol a tocar el balón antes de conseguir gol. De esta formafomentamos la cooperación entre los componentes del equipo. - Evitar lesiones. Ej.: la disminución del peso y tamaño del material (balones, raquetas, etc.) es fundamental en la prevención de lesiones originadas a causa del uso de materiales inadecuados para los deportistas. - Enseñar a competir. El código de conducta regula los comportamientos que deben tener los deportistas en competición; algo que es perfectamente extrapolable a situaciones de entrenamiento. 4. EJEMPLO DE ADAPTACIONES Antes aportábamos los tipos de adaptaciones propuestas por Martínez de Dios (1996). De ellas nos vamos a centrar en las cualitativas, ya A este respecto, Mar tínez de Dios (1996) distingue entre adaptaciones reglamentarias cuantitativas y cualitativas. Las primeras son 53 El reglamento: enfoque educativo y didáctico en la iniciación deportiva que no vamos a eliminar ninguna regla sino que vamos a adaptar y flexibilizar las ya existentes. Algunas de las adaptaciones que podemos llevar a cabo afectan a: • Al aumentar el espacio de juego se crean más espacios libres, por lo que existen mayores posibilidades de éxito para el equipo y/o jugador atacantes y mayor dificultad para los defensores. En etapas iniciales de aprendizaje o alejadas de la época de competición puede ayudar al trabajo defensivo. En etapas de trabajo más específico habría que tener precaución y pensar si estamos violando o no el principio de especificidad del entrenamiento deportivo. • Al disminuir el espacio de juego los jugadores asumen mayor riesgo. Al tratarse de un espacio menor existe mayor número de posibilidades de errar, por lo que debe existir mayor precisión en los golpeos o lanzamientos. - Número de jugadores. Los jugadores pueden ser compañeros y/o adversarios. Podemos aumentar o disminuir su número según los objetivos que persigamos. Analicemos un ejemplo de cada uno de ellos: • • • Aumentar el número de compañeros proporciona más continuidad en el juego. Disminuir el número de compañeros permite que los jugadores intervengan más en el juego; aumentan las probabilidades de participación. Aumentar el número de adversarios “obliga” a buscar los espacios libres que se crean entre ellos. - Materiales. En el caso objetos que se golpean o lanzan (balones, pelotas, volantes…) podemos: • Aumentar su tamaño, lo que facilita su golpeo (pensemos que aumentar su tamaño no equivale a aumentar su peso). • Disminuir su tamaño. En los casos en los que hay que coger el balón, como ocurre en balonmano, la disminución de su tamaño facilita la adaptación del mismo al jugador. • Disminución del peso. En cualquiera de los casos facilita el manejo del objeto al aprendiz y le previene de posibles lesiones que pudieran tener su origen en este factor. El aumento de peso no es recomendable en etapas de iniciación por los motivos contrarios a los aludidos anteriormente. • Cambiar el material, lo que permite en ocasiones modificar el rebote, la salida o velocidad de desplazamiento de dicho material. Un rebote muy vivo de un volante dificulta el golpeo en bádminton; un balón reglamentario de voleibol puede resultar doloroso para un niño tras su golpeo, de ahí que se utilicen otros materiales más ligeros, como la gomaespuma. - En el ejercicio de hoy vamos todos a jugar contra ella. • Disminuir el número de adversarios facilita la consecución del tanto, por lo que aumenta la motivación en los alumnos. - Espacio de juego. También podemos aumentar o disminuir el espacio de juego. ¿Qué ventajas puede reportar cada una de estas opciones? De forma general, van a favorecer en algunos casos el ataque y en otros la defensa. Concretamente: 54 Escuela de padres y madres - Elementos a alcanzar y/o superar. Con estos elementos nos estamos refiriendo a por terías, canastas, redes, etc. Las modificaciones pueden ir dirigidas a: • • Aumentar el tamaño. Una portería mayor o una canasta con el aro más grande facilita la consecución de tantos, con lo que aumenta la motivación en los jugadores. No hay una exigencia tan grande en la realización de los lanzamientos. En el caso de las redes, aumentar su altura produce como consecuencia un mayor tiempo de vuelo en los móviles que tienen que superarla (balón en voleibol, volante o pelotas en el caso del bádminton y el tenis o pádel), dotando, en consecuencia, al alumno de mayor tiempo para preparar y ejecutar las acciones correspondientes. - Creo que será mejor bajar las vallas un poco. • Disminuir el tamaño. Siguiendo con los ejemplos anteriores, ¿qué podemos conseguir con el uso de una portería más pequeña?: aspectos como los lanzamientos de precisión. ¿Y con una canasta más baja o con aumento de las dimensiones del aro?: favorecer los encestes y, de ese modo, que los alumnos obtengan mas éxitos. ¿Y con redes más bajas?: en el caso de voleibol podríamos favorecer los bloqueos, y en los deportes de implemento y red, como el pádel, la transición del jugador de un lado a otro de la pista en un ejercicio de control del golpeo en el que no nos preocupa la altura del mismo, sino la continuidad. Aumentar el número. Si planteamos una actividad con más de dos canastas o porterías estamos, por un lado, favoreciendo la consecución de tantos y, por otro, multiplicando el trabajo de la defensa al tener que atender al doble de metas. - Otras adaptaciones. En este apartado tendrían cabida todas aquellas modificaciones que consideremos oportunas. Las respuestas de los alumnos ante éstas será fundamentales para la regulación de las mismas. Una idea analizada desde un punto de vista teórico y que a priori puede resultar interesante puede verse anulada una vez que la ponemos en práctica. Es indudable que los destinatarios de las mismas en esto tienen mucho que decir. Algunas de estas ideas pueden ser: - Hoy vamos a practicar puntería y para ello utilizaremos una portería más pequeña. • Asignar a los tantos un valor en función de cómo se hayan conseguido y del objetivo perseguido. Si estamos trabajado el ataque en tenis o pádel, valdrán doble los tantos conseguidos desde una posición cercana a la red y mediante un gesto atacante frente a los conseguidos desde el fondo de la pista y/o mediante golpes defensivos o errores de los contrarios. • Anotar punto sólo si ha existido participación de todo el equipo. En deportes colectivos, como el baloncesto, fútbol, jockey, etc. sólo sumarán en el marcador aquellos tantos que provengan de jugadas en las que al menos 55 El reglamento: enfoque educativo y didáctico en la iniciación deportiva dos por otros. Para ello hay que estar convencidos de la exigencia que plantea el trabajo deportivo en las primeras etapas de aprendizaje, siendo vital conocer las características de los aprendices, no sólo físicas sino también cognitivas y comportamentales. una vez todos los jugadores hayan tocado el balón. El pádel o el voleibol, en los que hay dos o seis jugadores en cada equipo, y además está limitado el número de contactos por equipos a uno y tres respectivamente antes de pasar al campo contrario, los tantos se sumarán después de realizarse el número de jugadas necesarias para que todos los jugadores inter vengan, siendo necesarias un mínimo de dos en ambos casos. En estas situaciones debemos tener cuidado con los posibles sentimientos de inferioridad y ridículo que pueden aparecer si hay dificultad en la consecución de los objetivos. En este sentido, Durán (1988) plantea cómo hasta los ocho años de edad los niños no asumen ni comprenden las reglas del adulto, tendiendo además a trasgredirlas con el objetivo de venganza o consecución de aquello que pretenden. Entre esta edad y los diez años comienzan a interesarse por las reglas como recurso contra las trampas, aunque todavía su actitud al respecto suele ser ambivalente en función de sus intereses. A partir de los once años las normas se aceptan libremente, siendo admitido su incumplimiento como respuesta a trampas realizadas por otros. Este enfoque coincide con el de Parlebás (1988), quien señala que entre los siete y once años se da una relación de interdependencia en relación al cumplimiento de las reglas. Las infracciones de éstas generan respuestas similares en los otros, ocasionando este hecho situaciones de insatisfacción en ambas partes, lo que producirá el establecimiento de pactos entre los mismos. El mismo autor señala que a partir de los once años de edad los niños ven con más facilidad los beneficios que les aportan estas actitudes pactadas. - Antes de tirar a portería todos tenéis que tocar el balón. 5. REGLAMENTO Y COMPORTAMIENTOS No cabe duda de que los comportamientos que los niños muestran durante el acto deportivo, ya sea cuando juegan o practican actividad física de forma libre o reglada, son consecuencia de imitaciones de adultos, y en muchos casos “ídolos”, o actitudes antidepor tivas adquiridas y/o transmitidas por el adulto. Tras las reflexiones aportadas por ambos autores podemos considerar que las edades comprendidas entre los siete y once años son fundamentales para la adquisición de comportamientos favorables hacia la práctica deportiva, siendo la clave de esto la superación del egocentrismo por parte del niño. Podemos incluso afirmar que los niños hacen lo que ven, lo que aprenden y lo que les permiten hacer. La inclusión en el planteamiento didáctico en iniciación deportiva de aspectos relacionados con reglamento y comportamiento sería una forma de empezar a trabajar desde la base en actitudes favorables, deportivas y positivas en los niños que, en no mucho tiempo, podrían ser imita- A continuación esbozamos algunas ideas que podemos llevar a la práctica con la exigida contextualización previa de las mismas. Tales ideas se fundamentan en la aplicación de técnicas de modificación de conductas. 56 Escuela de padres y madres mana, cuánto tiempo es el que llega tarde (2 minutos, 15 minutos…), etc. El siguiente ejemplo pretende facilitar la comprensión de lo que estamos planteando: establecer contratos de conducta para la asistencia y/o puntualidad en las clases y/o entrenamientos. La asistencia y/o puntualidad o la ausencia de éstas repercute en el resto del grupo, llegando a generar en algunos momentos situaciones de falta de respeto entre los propios compañeros y hacia el técnico o educador. Una clase o entrenamiento planificado inicialmente para un número de alumnos de los que al final sólo aparezca la mitad obliga al técnico–educador a modificar repentinamente la planificación de la sesión, lo que en muchas ocasiones desluce el trabajo realizado, repercutiendo obviamente en el resto de los compañeros. Algo similar es lo que ocurre con la impuntualidad. Si la clase/entrenamiento comienza con un número de alumnos y se produce la incorporación de otros, una vez comenzada, ello obliga a ajustar la planificación nuevamente. - Diseñar un plan de modificación: Una vez que hemos identificado la conducta que queremos modificar usaremos diferentes técnicas, como entrevistas, cuestionarios, etc., con la intención de que los alumnos descubran las causas de esa conducta y propongan soluciones para modificarla y alcanzar así la conducta deseada. En nuestro ejemplo (la impuntualidad), la entrevista o el cuestionario pueden poner de manifiesto que el motivo por el que el niño llega tarde a la clase/entrenamiento tal vez sea porque merienda tarde y se entretiene viendo la televisión. La solución que se propone al niño es empezar a merendar antes. A continuación se establecerán soluciones a dicha conducta, eligiendo la técnica más adecuada, así como los medios materiales y personales necesarios. Podemos hablar con los padres para que controlen la merienda, así como plantear actividades muy motivantes al inicio de la sesión para que el niño tenga más interés en llegar puntual. Seguidamente exponemos más detalladamente qué son las técnicas de modificación de conductas, en adelante T.M.C., los pasos a seguir para su aplicación y algunos de los tipos existentes. - Desarrollo de la técnica: 6. ¿QUÉ SON LAS TÉCNICAS DE MODIFICACIÓN DE CONDUCTAS (TMC)? Desarrollaremos la técnica de modificación que hayamos considerado más oportuna para el tratamiento de la conducta que nos ocupa. Algunos autores las definen como procedimientos que utilizan principios psicológicos y más concretamente de aprendizaje para tratar conductas humanas desadaptadas. Conductas que no sólo son desadaptadas, sino en algunos casos inexistentes. Volviendo al ejemplo, a pesar de las soluciones planteadas, el niño sigue llegando tarde y muestra incluso apatía en las clases. Esto se debe a que los padres le han prohibido que vea la televisión mientras merienda; dicha solución ha generado cierto rechazo hacia los entrenamientos. Ante esta situación, el técnico–entrenador dice a los padres que no le prohíban totalmente ver la televisión, sino que le controlen el tiempo y le animen a ir a los entrenamientos. ¿Qué pasos debemos seguir para su aplicación? - Observar y registrar la conducta: Debemos observar la frecuencia, duración e intensidad con la que aparece esa conducta. Siguiendo con el ejemplo de la falta de puntualidad, observar cuántas veces llega tarde a la se- En este caso se ha utilizado una técnica operante o de control de contingencias, eliminando 57 El reglamento: enfoque educativo y didáctico en la iniciación deportiva jeado por premios, materiales o no. Las conductas serán ordenadas de forma decreciente y se les suministrarán valores. Cuando el sujeto realiza algunas de esas conductas obtiene por ello unos puntos, que se dan en forma de ficha. Dichos puntos podrán ser canjeados por los alumnos en cualquier momento. Es importante que los puntos–ficha se administren inmediatamente después de la realización de la conducta, para que el alumno vea la relación existente. Por ejemplo, la conducta a modificar es la falta de cooperación de un alumno con el resto de sus compañeros. El procedimiento a seguir para aplicar la técnica sería: un refuerzo, la televisión, que hace que se extinga la conducta no deseada. - Programa de desvanecimiento progresivo: Una vez aplicada la técnica y observado un cambio en la conducta a tratar, realizamos un seguimiento de la misma con la intención de evitar que se reproduzca la conducta no deseada. En nuestro ejemplo, comprobamos cómo llega con puntualidad a las clases–entrenamientos. 7. TIPOS DE TÉCNICAS DE MODIFICACIÓN DE CONDUCTAS - Ordenar las conductas y darle puntuaciones: • Celebrar la consecución de un tanto con un compañero (10 puntos). • Ayudar a sacar y recoger el material que se utiliza en las clases-entrenamientos (9 puntos). • Etc. A continuación exponemos algunas de las TMC, así como sus principales características: a) Técnicas operantes o de control de contingencias: - Determinar el valor de los premios: • Sudadera (30 puntos). • Camiseta (20 puntos). • Etc. Se fundamentan en el conductismo, y operan administrando refuerzos y aversivos. Dentro de éstas destacamos el modelamiento o aproximaciones sucesivas, técnica que pretende llegar a la conducta meta mediante aproximaciones sucesivas, conocidas también como aproximaciones pedagógicas. Es una técnica que se aplica de forma progresiva ante la dificultad que presenta el sujeto de alcanzar la conducta meta, siendo óptimo su desarrollo ante conductas inhibidas, es decir, las que no se dan en el sujeto y sí podrían llegar a darse. - Aplicar la técnica administrando puntos que luego el alumno canjeará. - Cuando observemos un cambio real de conducta la retiraremos, cuidando de que sigan en la línea deseada aun sin la existencia de reforzadores (fichas y premios). b) Técnicas cognitivas: Como ejemplo podríamos señalar el perder el miedo a realizar un mortal. Para ello plantearíamos una progresión pedagógica que permitiera el aprendizaje progresivo de dicho elemento gimnástico. Se basan en la psicología cognitiva. La conducta se intenta modificar mediante procesos cognitivos; el procesamiento que hace el sujeto de la información es lo que determina su conducta. Destacamos como técnica cognitiva la desensibilización sistemática. Para poder aplicarla, el sujeto debe saber imaginar. El procedimiento consiste en ordenar la conducta desadaptada (por ej.: el miedo a realizar un mortal) en ítems progresivos (vestirse para la ocasión, llegada al Otra técnica que se encuadra dentro de las llamadas operantes o de control de contingencias es la economía de fichas. Ésta es una técnica consistente en un sistema de cambio entre el técnico–educador y el alumno. La ficha actúa como un reforzador intermedio que luego será can58 Escuela de padres y madres recinto, colocación en el lugar desde el que se realiza la salida, carrera previa…), debiendo existir además un ítem neutro que corresponda a una situación en la que el sujeto experimente gran seguridad (ej.: la figura del entrenador). A partir de ahí, el proceso se llevaría a cabo imaginando el ítem 1 hasta que aparezca la ansiedad, seguido del ítem neutro, y cuando no muestre ansiedad se imagina el ítem 2, seguido nuevamente del neutro, y así sucesivamente. Si un ítem no se supera se vuelve al anterior, y si éste tampoco se consigue superar se abandona la práctica hasta el día siguiente. 8. RECOMENDACIONES PARA PADRES Y TÉCNICOS • Cooperar con el técnico–educador. De esta forma ayudaremos más a nuestro hijo, al dirigir todos los esfuerzos en una misma dirección. c) Técnicas sociales: • Respetar el trabajo del técnico. Como padres debemos adoptar una actitud “pasiva” durante los entrenamientos y/o competiciones de nuestros hijos. No debemos decirles qué o cómo deben hacer las cosas; para eso está el técnico–educador. • Tener un contacto fr ecuente con el técnico–educador. Conoceremos mejor la evolución de nuestro hijo. Podremos encontrar con más facilidad las causas que están desencadenando cier tas conductas poco adecuadas en los entrenamientos, por ejemplo, el llegar tarde porque se queda jugando a la videoconsola. • Controlar lo que ven los hijos y ser críticos con las actuaciones. Sus ídolos depor tivos, ¿qué valores tienen?, ¿qué actitudes pueden influir negativamente en los niños?, etc. • Contribuir a que nuestros hijos cumplan ciertas normas, como que sean puntuales, que lleven la vestimenta adecuada, una alimentación adecuada para ellos y para la actividad que realizan, etc. Después de lo tratado hasta el momento, cabe preguntarnos: ¿qué pueden hacer ante esto los técnicos–educadores y los padres? En el caso de los padres: Estas técnicas están basadas en la psicología social, por lo que se estudian individualidades y cómo éstas interactúan con el grupo. Destacamos el modelado, en el que se parte de la idea de que el sujeto puede modificar su conducta en el grupo y aprender de él. Aprendemos por la observación de un modelo que realiza una conducta admirable. El modelo debe ser cercano al sujeto y real. Su aplicación con niños es de gran utilidad, debido a las limitaciones que éstos encuentran a veces para entender el lenguaje verbal; para ellos es más fácil que les digamos que se fijen en el comportamiento de algún compañero e intenten parecerse a él, que el que entiendan que deben ayudar a los compañeros, respetarlos, ser generosos, etc. En cuanto a los técnicos: • - ¡Quiero probar otra vez! - No. Ya has consumido tres intentos, como el resto de tus compañeros Deben entender el reglamento como un elemento más de la práctica depor tiva e incluirlo dentro de su planificación. 59 El reglamento: enfoque educativo y didáctico en la iniciación deportiva • Deben ver a los padres como colaboradores en su tarea y no como rivales. • Es interesante que, desde el principio, se determinen las obligaciones de los padres y, por supuesto, de los técnicos, siendo muy recomendable que se haga por escrito. • Informar periódicamente a los padres sobre la situación de su hijo. bol en el colegio. En Personalización de la Educación Física. Madrid: Rialp. Martínez de Dios, C. (1996). Hockey. Madrid: Ministerio de Educación y Ciencia. Parlebás, P. (1988). Elementos de Sociología del Deporte. Málaga: Unisport. Junta de Andalucía. Romero, S. (1997). El fenómeno de las Escuelas Deportivas Municipales. Nuevos modelos y necesidades de cambio. Sevilla: Instituto Municipal de Deportes del Ayuntamiento de Sevilla. Romero, S. (2001). Formación Depor tiva: Nuevos Retos en Educación. Sevilla: Servicio de Publicaciones de la Universidad de Sevilla. Romero, S. y Lasaga, M. J. (2004). Estudio social y metodológico del pádel desde la percepción de entrenadores y jugadores. Trabajo inédito. Universidad de Sevilla. Velázquez, R. (2002). Sobre las reglas de juego y sobre su valor educativo y didáctico en la iniciación deportiva escolar. En Educación Física y Deportes, Revista Digital nº 45. 9. BIBLIOGRAFÍA Bayer, C. (1992). La enseñanza de los juegos depor tivos colectivos. Barcelona: Hispano Europea (2ª ed). Durán, M. (1988). El niño y el Deporte. Barcelona: Paidós. Linaza, J. L. y Maldonado, A. (1996). La iniciación al deporte infantil y el aprendizaje del fút- 60 Escuela de padres y madres EL TRABAJO DIARIO: LA SESION Y LAS ACTIVIDADES Dª Mª José Pacheco Moreno ción, destinadas a fijar o consolidar los aprendizajes, otras para controlar-evaluar todos aquellos aspectos inherentes a nuestra acción, así como sesiones recreativas. 1. LA SESION Para que nuestro proceso de enseñanzaaprendizaje en el deporte escolar resulte eficaz debe estar programado y controlado, así como ser sistemático y adaptado a las características personales y contextuales. Por ello, la sesión representa el último estadio del diseño de nuestra programación, siendo el punto de unión entre ésta y la realidad de nuestro trabajo con los niños (lo último que se diseña y lo primero que se lleva a cabo). 1.1. DE LOS ELEMENTOS En cada sesión de práctica deportiva es imprescindible determinar los elementos que constituirán la estructura fundamental y básica de ésta. En concreto: Los objetivos didácticos/específicos Hay que tener en cuenta que la sesión no es una unidad aislada, sino que es siempre dependiente de otras de orden general y superior: nuestras unidades de programación. En ella se concretan y pormenorizan los objetivos, los contenidos, la metodología. Supone, además, realizar una distribución racional del tiempo, del material, y un desarrollo progresivo de los contenidos específicos adecuados a nuestra finalidad. Son los elementos más importantes de nuestra programación y, por lo tanto, imprescindibles. Nos marcan el punto de partida y representan la finalidad concreta de nuestra sesión, como consecuencia de nuestra intervención educativa. Deben ser significativos, concretos, precisos, realizables y observables. Ejemplos: SUPONE: • • Pormenorización de los objetivos generales: TEMA a desarrollar. • • Desarrollo progresivo de los contenidos específicos: DISEÑO DE PROGRESIONES. • • Distribución racional del TIEMPO Y MATERIAL. Potenciar la cooperación frente a la competición, a través de juegos adaptados. Conocer las reglas y normas referentes al saque. Promover la autonomía a través del calentamiento general. Los contenidos Son aquellas estructuras funcionales que orientan, condicionan y posibilitan el desarrollo integral del niño. Deberán estar conectados con los objetivos y, además, seleccionados en relación a las características del alumno, las instalaciones y los materiales curriculares, de manera que nos permitan la mayor transferencia, continuidad y progresión posibles en la enseñanza. Deben te- EN BASE: • A la consecución de unos objetivos inmediatos y concretos. Atendiendo a los diferentes objetivos marcados en nuestra programación hay que indicar que las sesiones podrán ser de desarrollo o de inicia61 El trabajo diario: la sesión y las actividades yen en la forma de intervenir y actuar en nuestra práctica. Encontramos los siguientes: el nivel de partida, que nos indica el grado de aptitud, destreza, habilidad y conocimientos previos de los niños; la metodología, que nos define la forma de llevar a cabo nuestra intervención como entrenadores-docentes, la técnica que propondremos, el estilo de enseñanza principal, la estrategia de práctica, la organización, etc.; la temporalización, que nos ofrece una previsión orientativa de la duración de las actividades, así como su secuenciación; los materiales curriculares a emplear, que en algunos casos son inherentes a los contenidos; etc. nerse en consideración los tres ámbitos en los que se estructuran en el campo educativo: hechos, conceptos y sistemas conceptuales; procedimientos; y valores, actitudes y normas. Ejemplos: Conceptuales: • Reglamento básico del atletismo. • Los valores de los deportes en equipo. Procedimentales: • Elaboración y práctica de un calentamiento específico. • Experimentación global de los gestos técnicos básicos. 1.2. DE LA ESTRUCTURACIÓN Actitudinales: • Aceptación de las normas y reglas establecidas por el grupo. • Adquisición de hábitos higiénicos relacionados con la práctica de actividades físico-deportivas. Nuestra sesión debe gozar de una estructuración racional, ordenada y organizada para lograr los objetivos propuestos, y siempre sin dejar de tener en consideración los aspectos fisiológicos, psicológicos y pedagógicos. Tareas/actividades En esta estructuración hay que tener en cuenta que nuestra acción de entrenador-educador no comienza y finaliza directamente con la acción motriz, pues toda sesión de trabajo/práctica depor tiva llevará consigo una situación o fase previa que se inicia cuando el niño llega al centro para realizarla. Son el componente y el cuerpo de la sesión. A través de ellas conseguimos los objetivos, dando vida a los contenidos. Podemos afirmar, de una forma general, que todas las actividades deben ser adaptadas a las características y evolución de los niños a los que van dirigidas, a nuestros objetivos, así como tener un carácter motivante que impliquen al alumno en su proceso, para que no sea solamente un mero receptor. La evaluación Fases de la sesión Nos determinará en qué medida se han cumplido nuestros objetivos, y nos servirá de base y referente para nuestras futuras tomas de decisiones, lo que nos permitirá ajustar nuestra programación. De este modo, toda sesión pasa por diversas fases, todas ellas conectadas entre sí como un continuo: una primera que denominamos inicial o previa a la propia acción motriz, ya citada anteriormente; seguida de ésta, una fase de acción motriz denominada puesta en acción, cuya finalidad es la de iniciar o preparar física y psicológi- Igualmente, habrá que tener presente otra serie de elementos complementarios que influ62 Escuela de padres y madres camente al niño; una tercera, considerada como fase fundamental, donde básicamente lograremos los objetivos marcados; y una última fase final, de recuperación o normalización. Posteriormente, y de forma complementaria, tendríamos una fase balance, en la que realizaríamos una evaluación de la sesión. posterior. Esta preparación incluye una preparación fisiológica y psicológica; así facilitaremos tanto la adaptación progresiva del organismo, sus funciones y sistemas, reduciendo las posibilidades de lesiones musculares y articulares, como la adaptación y motivación para el trabajo posterior, facilitando las relaciones grupales. Propuesta: FASES conectadas. En este mismo sentido, las actividades o ejercicios deberán ser de escasa o media intensidad, que acreciente ligeramente la frecuencia cardiaca, conectadas con las actividades específicas de la sesión, que no requieran muchas explicaciones y sí mínimas interrupciones. En esta dirección, y atendiendo a la finalidad, podemos seleccionar: Fase Fase Fase Fase previa. puesta en acción: animación/calentamiento. fundamental. final: vuelta a la calma/estiramientos. Balance: evaluación/comprobación. FASES COMO CONTINUO; NO PARTES AISLADAS a) Animación. Tareas lúdicas poco estructuradas, pretendiendo una adaptación fundamentalmente psicológica de los alumnos; que no exijan una organización muy formal y que permitan la participación de todos, siendo de duración breve. Además, deben ser globales, variadas y de una intensidad moderada, que predispongan positivamente hacia la realización de la sesión. Ejemplos de este tipo de actividades son las basadas en las actividades locomotrices, juegos sencillos (de imitación, búsqueda, persecución), tanto individuales como por parejas o grupos. La fase previa a la acción motriz está directamente relacionada con aquellos aspectos previos a cualquier sesión. En ella se establecen sus bases, tanto a nivel de relación socio-afectiva como de aspectos organizativos/administrativos, lo cual nos permitirá agilizar tareas diarias y otros aspectos informativos directamente relacionados con la sesión de práctica deportiva. FASE PREVIA Anterior a la actividad motriz del niño. Organizativa. - Recepción del grupo. - Indumentaria deportiva. - Procedimiento de registro de incidencias. - Distribución del material/alumnos. - Reglas de comportamiento. b) Calentamiento. Utilización de ejercicios físicos con mayor duración, buscando principalmente una adaptación fisiológica. Estos ejercicios están más organizados y estructurados, cumpliendo unos principios metodológicos (orden, fluidez, progresión, individualización, etc.). La orientación de éstos será genérica y/o específica, según la intensidad e intencionalidad del trabajo. También existe la posibilidad de realizar de forma mixta tareas lúdicas y ejercicios físicos localizados. Informativa. - Objetivos de la sesión. Presentación sesión. - Contenido y actividades. - Indicar organización. - Breve relato estimulante del tema central. - Normas específicas para el desarrollo de la clase. El comienzo de la actividad motriz del niño debe ser paulatinamente creciente, tanto en intensidad a nivel físico como en relación a la enseñanza-aprendizaje específica. Por ello, la parte activa o motriz estará constituida de una forma general por actividades o ejercicios variados que nos permitan preparar al individuo para la acción Para concluir, indicaremos que esta fase es imprescindible en las sesiones de práctica deportiva al requerir una intensidad y una complejidad que la hace necesaria, al preparar física, fisiológica y psicológicamente para la actividad posterior, 63 El trabajo diario: la sesión y las actividades Asimismo, estará en relación con la etapa de la formación deportiva que nos encontremos (estructuración motriz, iniciación deportiva general, iniciación deportiva especializada o en la etapa de especialización deportiva o perfeccionamiento). facilitando una asimilación progresiva de los aprendizajes motrices y evitando lesiones. FASE PUESTA EN ACCIÓN Conjunto de actividades motrices variadas que nos permiten preparar al individuo para la acción posterior. FASE FUNDAMENTAL - Adaptación progresiva para la actividad posterior, tanto a nivel psicológico como fisiológico. - Facilitación de las relaciones grupales. - Animación o calentamiento. Objetivos: Características de las actividades: Conjunto de actividades motrices estructuradas en función del objetivo de la sesión. - De intensidad creciente. - Conectadas a la actividad posterior. - Carácter genérico y/o específico. - Realizadas con mínima interrupción. Objetivos: • Lograr los objetivos propuestos. • Cumplir con la intencionalidad de la sesión. Características de las actividades: • Tener en cuenta en el diseño: - La progresión - La intensidad - La participación - Distribución del tiempo - El componente lúdico Imprescindible en la práctica deportiva. El comienzo paulatino de la actividad motriz, animación o calentamiento nos llevará a la fase principal o fundamental, en la que se desarrollará el tema básico de la sesión, cumpliremos nuestra intención, lograremos los objetivos principales y desarrollaremos nuestras tareas sin saltos cualitativos ni cuantitativos. Atendiendo al diseño de éstas y a la estructuración de los contenidos, mantendremos la motivación, posibilitando la actuación y la participación de los niños. La fase final: vuelta a la calma o estiramientos. Al contrario que la animación o el calentamiento, debe ser de intensidad decreciente, lo que nos va a permitir una progresiva y regresiva recuperación física y psicológica del individuo, con escasa intensidad, de descansos activos. Concretamente, los estiramientos nos ayudarán a elongar los músculos que han estado más implicados en la sesión. En esta fase es fundamental tener en cuenta en el diseño de tareas el nivel de exigencia y reto para la persona, atendiendo a su edad, sus conocimientos y aprendizajes previos. Igualmente, es impor tante considerar las fases sensibles o períodos críticos en los que se pueda encontrar, según edad y en relación a las diferentes capacidades físicas, pues hay que tener presente que cualquier actividad física está relacionada con la condición física del individuo. Posteriormente, sería un buen momento para realizar un balance, que tendrá como función principal la evaluación y comprobación de la consecución de los objetivos, sirviéndonos como base para programar y realizar sesiones futuras. Representa un momento idóneo para la reflexión y puesta en común. FASE FINAL Conjunto de actividades encaminadas a la normalización del individuo y evaluación sesión. El técnico debe seleccionar las propuestas, adecuándolas al grupo que entrena. 64 Escuela de padres y madres Objetivos: - Facilitar la normalización psicológica y fisiológica. - Comprobación de la consecución de los objetivos. - Ser la base de la actuación posterior. Características de las actividades: - Intensidad decreciente. - Con pausas o descansos activos. - Reflexivas. Balance - Evaluación. Comprobación. Reflexión. Verbalización de experiencias. destrezas como la metodología. La elección de los diferentes tipos de tareas, según sus características, establecerá la forma de plantear nuestro trabajo: técnica de enseñanza, estrategia de práctica, estilo de enseñanza, organización, etc., y, recíprocamente, las características de nuestra intervención didáctica influirá en la elección de nuestras actividades. 2. LAS ACTIVIDADES/TAREAS MOTRICES De una forma general, podemos decir que las actividades representan todas las propuestas que realiza el profesor para el desarrollo de su sesión, siendo uno de los elementos básicos. Constituyen la célula y el cuerpo de ésta, pues a través de ellas conseguimos los objetivos, dando vida a los contenidos. Con todo, pues, las actividades son la base de toda programación, al tratarse de uno de los principales instrumentos del trabajo diario del profesor o del entrenador-educador, el cual está encaminado hacia el desarrollo y aprendizaje de las habilidades y destrezas en diferentes grados de especialización. HABILIDADES Y DESTREZAS Actividades motrices Actividades de organización Actividades de evaluación Hoy vamos a aprender a machacar en la canasta 2.1. DE LOS PRINCIPIOS QUE ORIENTAN LA SELECCIÓN ACTIVIDADES DE ENSEÑANZA-APRENDIZAJE Para la selección y diseño de las actividades de enseñanza, así como su inclusión en las sesiones de práctica deportiva, tenemos que tener presentes unos principios que orienten nuestra elección, respetando la dimensión educativa de nuestra práctica físico-deportiva. En este sentido, existe una serie de principios generales que sirven de base para la determinación de los diferentes elementos que componen nuestras programaciones, y otros más específicos que orientan sobre la selección de actividades y tareas motrices (Pacheco, M. J. y Chacón, F., en Sánchez, F., 2002). Entre ellos destacamos: TAREAS MOTRICES Normas específicas que conforman la acción de los alumnos en la sesión Adaptada de Pacheco, M. J. y Chacón, F., en Sánchez, F. (2002) De forma general, todas las tareas/actividades motrices que se propongan en nuestras sesiones de práctica deportiva deben ser significativas; estar adaptadas a las características individuales y a la evolución de los niños a los que van dirigida, así como a los objetivos; tener un carácter atractivo que inciten a su práctica; estar planteadas para motivar e implicar al alumno en su proceso para que no sea solamente un mero receptor. PRINCIPIOS: La selección de unas u otras propuestas prácticas que nos permitan cumplir con nuestros objetivos es una de las labores más importantes del técnico deportivo, ya que determinarán tanto el desarrollo y/o aprendizaje de las habilidades y Individualización Progresión Socialización Participación/enseñanza activa Globalidad o polivalencia De la acción motriz Continuidad Motivación 65 El trabajo diario: la sesión y las actividades Individualización: el campo afectivo y cognitivo. Esto nos asegura un desarrollo multifacético que es básico para la formación de un mayor número de conductas motoras. Principio básico en cualquier campo educativo. Hay que respetar las características individuales en función de la edad y el nivel de los alumnos. Igualmente, hay que tener un conocimiento de la evolución en el aprendizaje, de sus intereses, y de sus límites y posibilidades. Con la realización de diferentes tipos de propuestas y actividades, unido a la variación y alternancia de los medios utilizados, conseguimos proporcionar VARIEDAD de respuestas, evitando así la monotonía, activando la motivación (tan impor tante en estas etapas), y desarrollando un trabajo general que tendrá un efecto global sobre el individuo y un crecimiento armónico, equilibrado y compensado. Cada individuo responde de una forma diferente, lo cual nos hace plantear las actividades desde un punto de vista metodológico con estrategias que permitan diferentes posibilidades de práctica. Socialización: Continuidad: En este principio hay que destacar que la interacción entre los alumnos juega un papel fundamental en el campo educativo/formativo y deportivo. Es un factor inherente a la educación y, por lo tanto, a la educación física y deportiva. En los deportes colectivos este aspecto social conforma la base, al fomentar y requerir a la vez estrategias de colaboración, cooperación y oposición, respetando en todo momento las normas, las reglas y al oponente. Siguiendo los principios generales, la adaptación y modificación del conocimiento se produce si existe una proximidad y una continuidad de los estímulos correspondientes; la ausencia provoca retrocesos. Toda programación debe tener en cuenta la distribución horaria, pues las prácticas distantes y aisladas son insuficientes. Progresión: Este principio está basado en los procesos de adaptación, y nos determina tanto nuestra programación como nuestra actuación, al regular los diferentes agentes que intervienen en la complejidad, la intensidad, el volumen, el nivel exigido en la habilidad y la estructura del contenido específico, en este caso del deporte objeto de nuestro trabajo. Para que nuestra docencia sea eficaz es necesario ir progresando paso a paso, sin saltos cuantitativos ni cualitativos, y adaptándose a los logros que va adquiriendo el alumno, para así garantizar su éxito en la actividad. Esto se manifiesta en el desarrollo de la distribución progresiva del nivel de complejidad de actividades simples a complejas, y en la evolución de los aprendizajes más globales a los analíticos, de esfuerzos de menor a mayor intensidad. Teneis que correr atados para que penséis como un equipo. Globalidad o polivalencia: Este principio nos hace reflexionar sobre la importancia que supone realizar propuestas que no abarquen sólo el aspecto motriz, sino también 66 Escuela de padres y madres mos que proponer actividades en las que el componente lúdico sea una estrategia fundamental. 2.2. DE LOS CRITERIOS DE SELECCIÓN En función de los diferentes autores más representativos, realizamos una síntesis de los criterios de selección que creemos más importantes en el campo objeto de este estudio. CRITERIOS DE SELECCIÓN: - Vamos a hacer un recorrido para mejorar el manejo del balón. • Que las actividades contribuyan al logro de los objetivos de la etapa de enseñanza deportiva que nos encontremos. • Que exista una interrelación coherente entre las actividades y las tareas propuestas. • En función de su originalidad, dinamismo y capacidad de motivar o generar interés. • Su adecuación al momento evolutivo de nuestros jugadores. • Se ajusten al nivel de habilidad y destreza de los jugadores. • Se adecuen a las capacidades físicas, afectivas, sociales y cognitivas de los jugadores. • Favorezcan una mejor asimilación de los elementos del deporte. • Demanden un nivel de exigencia respecto al deporte. • Contribuyan a la comprensión de la actividad deportiva. • Actividades abiertas, que permitan la toma de decisión y reflexión individual de los jugadores. • Impliquen la participación de los demás sujetos implicados en el proceso deportivo-educativo. • Actividades que sean adecuadas a los recursos existentes. • Se adapten a las diferencias individuales y permitan diferentes niveles de ejecución. • Supongan un reto para el alumno, fundamentalmente de autosuperación. • Representen una secuenciación lógica de las tareas, en progresión. • Deben permitirle alcanzar un cierto grado de éxito, así como la revisión de sus esfuerzos. • Faciliten la indagación de los alumnos y generen su autonomía. Participación/enseñanza activa/autonomía: Según F. Sánchez (1986), la enseñanza activa implica que el niño no sea un mero recipiente, sino un ente activo que para llegar a soluciones y resultados tiene que movilizar sus capacidades de percepción, cognición y ejecución. Debemos fundamentar nuestras prácticas en la exigencia de una práctica global e integral. Para ello utilizaremos técnicas de indagación, estilos que impliquen cognitivamente y que fomenten la reflexión, la responsabilidad y la autonomía. Es imprescindible comprometer activamente al participante para crear y mantener el interés por la actividad físico-deportiva. De la acción motriz: Este principio nos indica que el “movimiento” es el medio básico de nuestro trabajo, por lo cual conseguiremos nuestros objetivos mediante la práctica de actividades motrices. Y para ello tenemos que garantizar que exista, tanto en las sesiones como en las propuestas de las tareas, un tiempo de práctica mínimo para que el alumno aprenda. Igualmente, debe existir un esfuerzo fisiológico básico. Motivación: La motivación es fundamental para que el alumno se sienta atraído, participe activamente en las clases y se implique globalmente. A tenor de las características de la práctica de actividad físico-deportiva fuera del horario escolar, tendre67 El trabajo diario: la sesión y las actividades • Estimulen la adquisición de conceptos específicos conectados con la etapa de enseñanza de los deportes en la que nos encontremos. 2.3. DEL DISEÑO DE LA TAREA MOTRIZ A la hora de diseñar las tareas concretas a realizar por los jugadores, debe tenerse presente que: • • • • • • • • • • La utilización de actividades lúdicas es la forma de trabajo más adecuada para las edades y el contenido a los que estamos haciendo referencia. Deben ser variadas en relación con nuestro objetivo, para enriquecer las experiencias de los alumnos y mantener su motivación. Tienen que ser significativas para los alumnos, en relación con la situación real y sus necesidades. Que favorezcan la participación activa de los niños/jóvenes, teniendo en cuenta el tiempo que se enfrentan a la tarea, considerándolos como agentes y no como meros pacientes. La globalidad debe ser un elemento del diseño básico. Nuestras tareas deben abarcar el campo motor, el afectivo y el cognitivo. Tiene que existir una conexión entra la actividad anterior y posterior respecto al nivel de actividad-esfuerzo que se les exige. Deberán basarse principalmente en la indagación, comprensión y reflexión, considerando que los procesos cognitivos y afectivos juegan un papel importante como mediador de los aprendizajes deportivos. Hay que estimar la colaboración y cooperación como elementos socializadores, abarcando todas las posibilidades de agrupamiento de los jugadores y favoreciendo el trabajo en equipo. La seguridad, tanto por el tipo de tarea elegida, su dificultad e intensidad, como por los materiales, espacios utilizados y formas de realización. No hay que olvidar la duración de la tarea, que permita la asimilación del aprendizaje, que tenga en cuenta la capacidad de atención del niño y la intensidad del esfuerzo. El entrenador es un agente de formación integral Hay que señalar que, en todo momento, el diseño de las tareas debe adecuarse a las características del grupo, adaptarse a las condiciones espaciales y temporales, y ajustarse a nuestro objetivo. Diseño de tareas motrices: Adaptadas, adecuadas y ajustadas a nuestro objetivo, a las características del grupo, a las condiciones espaciales y temporales. Reflexivas Variadas Cooperativas Participativas/Autonomía Motivantes Significativas Progresivas Globales Específicas Representativas Actividad-esfuerzo Atención-duración Basadas en el juego. 2.4. EL JUEGO COMO ACTIVIDAD BÁSICA DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA El juego motor se ha revelado como una de las mejores estrategias y opciones para el trabajo de la iniciación deportiva en general con población escolar, cuando lo que se pretende es un aprendizaje comprensivo y una adaptación de nuestras actividades al grupo. El juego debe ser el medio fundamental, pues, para llevar a cabo nuestra modalidad deportiva, al permitirnos introducir progresivamente todos y cada uno de los elementos del deporte, además estaremos reali68 Escuela de padres y madres Lúdicas zando una práctica lúdica y potenciando las relaciones socio-afectivas. En este sentido, daremos algunas pautas/encomiendas que nos pueden servir para crear juegos a partir de “modificar el deporte” objeto de nuestra escuela deportiva, y adaptarlos a la edad o nivel de habilidad de nuestros jugadores. Todo ello nos reportará situaciones de prácticas facilitadas y de menor complejidad en relación con las reales. Para crear éstas tendremos que: • Asistiendo a sus prácticas diarias; no sólo a la competición. • Conociendo el nivel de esfuerzo físico y psicológico que requiere la sesión. • Promoviendo la comunicación- reflexión sobre su práctica: - ¿Qué crees que has aprendido hoy? - ¿Te has divertido con las actividades, ejercicios o juegos? - ¿Cómo has comenzado la sesión? ¿Has realizado un calentamiento?; ¿cómo? ¿Has comenzado con un juego?; ¿cuál? - ¿Cómo has terminado la sesión?, ¿realizando ejercicios o juegos encaminados a relajar, estirar? - ¿Ha tenido vuestro entrenador que llamaros la atención?; ¿por qué? - ¿Qué opinan tus amigos de la sesión realizada? - ¿Te has cansado o fatigado?; ¿poco, mucho, cuándo, etc.? • Adaptar los materiales. • Adaptar los espacios. • Adaptar y simplificar el reglamento, las normas. • Adaptar la forma de puntuación. • Adaptar el tiempo de juego. • Modificar el número de jugadores. • Potenciar la ejecución, no el resultado. No hay que olvidar que esta adaptación y modificación de las situaciones de prácticas deberá preservar la autenticidad del juego y los elementos estructurales propios. • • 3. CONSIDERACIONES PARA PADRES Y TÉCNICOS La práctica deportiva que realiza los jóvenes es un medio que contribuye y forma parte de su formación integral. Como padres o como técnicos debemos y podemos colaborar en ello: Fomentando los hábitos saludables de su práctica diaria (indumentaria adecuada, aseo posterior a la sesión, etc.). Contribuyendo en el desarrollo de su responsabilidad inculcándole el respeto por las normas y reglas (ej.: la puntualidad). Por otro lado, es igualmente importante que a través de la actuación de los padres se muestre interés por el trabajo diario que el entrenadoreducador realiza con los niños. En este sentido, sería conveniente: • Valorando más el proceso (la forma) que el producto final (el resultado). • • Reconociendo y apoyando el esfuerzo diario que el niño realiza en su sesión deportiva. • • Conociendo la finalidad de la sesión. Toda sesión está encaminada a conseguir unos objetivos. • Procurando que no falte a las sesiones de práctica. La continuidad en ellas es fundamental en esta etapa. • • Fomentar la comunicación permanente padres/técnicos. Conocer la programación prevista. Todas las sesiones, sean de desarrollo, entrenamiento, lúdicas o de competición, tienen una finalidad y unos objetivos concretos. Obtener información sobre el progreso del niño. Conocer el grado de implicación en las actividades propuestas por el entrenador-educador del chico. 69 El trabajo diario: la sesión y las actividades ción Primaria. En S. Romero (coord.). Didáctica de la Educación Física: Diseños Curriculares en Primaria. Sevilla: Wanceulen. Devis, J. y Peiró, C. (1992). Nuevas perspectivas curriculares en Educación Física: La salud y los juegos modificados. Barcelona: Inde. Grupo de Investigación “Educación Física, Salud y Deporte” (1995). Diseño Curricular del Área de Educación Física en Primaria (Comunidad Autónoma Andaluza). Sevilla: Wanceulen. Hernández Vázquez, J. L. Gimnástica. Madrid: Instituto Nacional de Educación Física (inédito). Patrick Seners ( 2001). La lección de Educación Física. Barcelona: Inde. Romero, S. (coord.), Didáctica de la Educación Física: Diseños Curriculares en Primaria. Sevilla: Wanceulen. Romero, S. (2001). Formación Depor tiva. Nuevos retos en educación. Sevilla: Universidad de Sevilla. Sánchez Bañuelos, F. (coord.) (2002). Didáctica de la Educación Física para Primaria. Madrid: Prentice Hall. Seybold, A. (1974). Principios didácticos en la educación Física. Buenos Aires: Kapluz. 4. BIBLIOGRAFÍA Arnold, P.J. (1991). Educación Física, movimiento y currículum. Madrid: Ministerio de Educación y Ciencia. Morata. S.A. 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Francisco Santos-Rosa Ruano Según Cervelló (1996), el abandono deportivo y competitivo supone la finalización del compromiso explícito con una especialidad deportiva específica, debiéndose considerar la existencia de diferentes niveles de compromiso, intensidad de práctica (deporte competitivo recreativo / deporte profesional) y grados de expectativas de los par ticipantes, contemplándose que todo abandono de la práctica competitiva no supone un abandono del deporte o modalidad específica, dado que en numerosos casos se continúa con la misma en términos de entrenamiento, produciéndose por parte del deportista un cambio en la orientación de los objetivos y posibilidades que ofrece dicha práctica. 1. INTRODUCCIÓN En las últimas décadas, la práctica deportiva se presenta como una necesidad demandada por sectores cada vez más amplios de la población, viéndose esto reflejado en un incremento en cuanto al número de practicantes se refiere (Roberts, 1991). No obstante, y de forma paralela a este incremento, se aprecia un aumento del número de sujetos que abandonan la práctica del deporte competitivo, fundamentalmente a partir de los doce años, alcanzando cotas del 80% entre los diecisiete y dieciocho años (Cervelló, 1996, 2001). Este fenómeno ha llevado a numerosos investigadores a considerar las consecuencias de la competición en el deporte organizado, de forma general, y del excesivo énfasis en la victoria, de forma particular (Orlick y Botterill, 1975; Cervelló, 1996, 2001), analizando la estructura de la experiencia deportiva y buscando los diferentes marcos teóricos que sean capaces de explicar y predecir el fenómeno del abandono deportivo, máxime cuando el deporte es considerado como un contexto deseable para todas las áreas de desarrollo del sujeto (Gould, 1987). Asimismo, debemos señalar que la mayoría de los estudios que abordan el fenómeno del abandono deportivo no diferencian entre el abandono de la competición de forma voluntaria y aquellos que se ven obligados por lesiones o problemas de índole estructural y organizativo, debiéndose considerar la existencia de circunstancias en las que el abandono de la actividad no es consecuencia de una decisión voluntaria del deportista, sino que se ve abocado a la misma. 2. CONCEPTO DE ABANDONO DEPORTIVO Y COMPETITIVO 3. ESTUDIOS SOBRE MOTIVOS DE ABANDONO COMPETITIVO Como acabamos de exponer, el fenómeno del abandono del deporte competitivo alcanza cotas muy elevadas en torno a los diecisiete y dieciocho años, iniciándose dicho proceso en torno a los doce años. No obstante, y como apunta Dishman (1986), el fenómeno del abandono depor tivo debe ser conceptualizado con cautela, pues no todo abandono de práctica implica una retirada definitiva. Presentamos a continuación (cuadro 1) una revisión de diferentes estudios de carácter descriptivo, que han analizado en diversos deportes competitivos los principales motivos de abandono por parte de los practicantes (Cervelló, 1996): Cuadro 1 Principales motivos de abandono de los deportes competitivos (Cervelló, 1996). 71 Abandono deportivo y competitivo Autores Orlick (1973) Los resultados de los estudios muestran que los principales motivos responsables del abandono de los deportes competitivos son: el miedo al fracaso, el compromiso con otras actividades (estudios, trabajo, relaciones sociales), la falta de diversión, la falta de dominio técnico y de progresión, y los conflictos con otros significativos (padres y entrenadores). La identificación de estas variables ofrece a los diferentes agentes sociales que trabajan e influyen en la práctica del jugador la posibilidad de orientar sus líneas de actuación, a fin de minimizar el riesgo de abandono por parte del deportista. Principales motivos de abandono - Miedo al fracaso. - Poco tiempo de juego. - No les gustaba el deporte. Orlick (1974) - Excesiva seriedad del programa. - Problemas con el entrenador. - Conflicto de intereses. - Interés en otros deportes. Sapp y Haubenstricker (1978) - Compromiso en otras actividades. - Trabajo. - Falta interés. - Poco tiempo de juego. Robertson (1981) - Poca diversión. - Aburrimiento. 4. MODELOS TEÓRICOS DE ESTUDIO - Poco tiempo de juego. - Conflicto de interés. Petlichkoff (1982) El estudio del fenómeno del abandono deportivo, incluido el competitivo, se ha abordado tradicionalmente en relación a los procesos motivacionales, ligados tanto a aspectos energéticos (de activación) como a aspectos direccionales (de comportamiento) que justifican que invirtamos tiempo y esfuerzo en la realización de las tareas y que nos orientemos hacia un tipo u otro de objetivo. La motivación es un constructo complejo que integra una serie de variables (figura 1) que interaccionan entre sí y que son subyacentes al resultado final que es la conducta observable, influyendo en la persistencia, intensidad y frecuencia de la misma. Es, asimismo, un aparato al que acudimos frecuentemente para explicar los resultados obtenidos en el contexto deportivo. - Conflicto de intereses. - Lesiones. - Falta de competencia. - Falta de suerte. - Poco progreso técnico. Tippin, van hooft y Bratton - Excesiva demanda temporal. (1983) White y Coakley (1986) - Falta de competencia. - Excesivo costo. - Problemas con los padres. White y Coakley (1986) - Falta de competencia. - Excesivo costo. - Problemas con los padres. Seefeldt (1989) Aspectos Biológicos - Excesiva demanda temporal. - Falta de diversión. Aspectos Emocionales - Falta de interés. - Poco tiempo de juego. - Problemas con el entrenador. M O T I VA C I Ó N - Demasiada presión. Escartí, Cervelló y Guzmán - Lesiones físicas y psicológicas. (1992) - Falta de progresión. Aspectos Sociales - Conflicto de intereses. Aspectos Cognitivos - Condiciones estructurales. Figura 1 Variables relacionadas con la motivación (Escartí y Cervelló, 1994) p. 65. - Aspectos del entrenamiento. 72 Escuela de padres y madres Un aspecto determinante en relación a este entramado teórico es el expuesto por Cer velló (2001), que considera que el motor del comportamiento del sujeto no es el resultado mismo de la acción, sino el efecto que dicho resultado ejerce sobre el sentimiento de competencia que experimenta el sujeto. Asimismo, y como se aprecia en la figura 2, la percepción de aptitud que va adquiriendo el sujeto está mediatizada por: En relación a la motivación, Cervelló (2001) considera la existencia de tres modelos teóricos fundamentales para el estudio, comprensión y tratamiento del abandono deportivo y competitivo, que son: - La teoría de la percepción subjetiva de competencia (Harter, 1978). - La perspectiva de las metas de logro (Maher y Nicholls, 1980; Nicholls, 1984, 1989). - Los modelos del burnout depor tivo (Coakley,1992; Hall y Crawthra y Kerr, 1997; Silva,1990 y Smith,1986). - La percepción de control interno o competencia percibida que el sujeto posee sobre la actuación o tarea a realizar (importancia de adquirir los fundamentos técnico-tácticos, físicos y psíquicos en los entrenamientos y, así, aprender a competir). 4.1. LA TEORÍA DE LA PERCEPCIÓN SUBJETIVA DE COMPETENCIA Basada en las aportaciones de White (1959) y Harter (1978, 1981), considera que los sujetos actuamos en los contextos de logros (donde se incluye el deporte competitivo) guiados por la necesidad de mostrarnos competentes o eficaces. Este factor dinámico de la conducta es debido a que la consecución de éxito proporciona al sujeto una percepción de competencia que le hace experimentar sentimientos de eficacia y placer intrínseco, al lograr los objetivos perseguidos. - Los resultados obtenidos según la dificultad de la tarea, generando mayor interés aquellas actividades que nos permiten sentirnos eficaces y hábiles y que sean lo suficientemente desafiantes (ni demasiado fáciles o difíciles). - Los éxitos y fracasos que se van obteniendo, por las consecuencias afectivas que suponen para el jugador. - Las reacciones de los otros significativos a los éxitos y fracasos que va obteniendo y acumulando el deportista, al ser los otros significativos (padres, compañeros y entrenadores) una importante fuente de información empleada por el sujeto para formar el criterio de su valía personal y percepción de competencia (Cervelló, 2001). Es, asimismo, la motivación de competencia un constr ucto multidimensional (Har ter, 1978,1981) sensible a varios factores psicológicos y sociales que la mantienen, aumentan o disminuye (figura 2). Dominios de intento Percepción de aptitud 4.2. LA PERSPECTIVA DE LAS METAS DE LOGRO Fuentes de información Competencia percibida MOTIVACIÓN Efectos de los resultados Este entramado teórico gira en torno a considerar al sujeto como un organismo intencional movido por objetivos que dinamizan las conductas. Considerándose la motivación deportiva como un proceso dinámico y siendo el abandono deportivo y competitivo una conducta de logro inadaptada en la que se produce una falta de persistencia en la actividad, Roberts (1992) y Cervelló (2001) contemplan una visión interaccionista (figura 3) según la cual las conductas adaptativas Efectos de los resultados Figura 2 Factores psicológicos y sociales de la motivación de competencia (Harter, 1978, 1981). 73 Abandono deportivo y competitivo o poco adaptativas están mediatizadas por aspectos tanto disposicionales (personales) como situacionales (contexto). Es importante resaltar que los patrones conductuales considerados como adaptativos van a ser deseables en dichos procesos en cualquiera de sus niveles, caracterizándose por la búsqueda de desafíos y el empleo de estrategias efectivas de aprendizaje, así como por mayores dosis de persistencia y diversión con la práctica (Ames, 1992; Ames y Archer, 1988; Dweck, 1986; Ntoumanis y Biddle, 1999; Treasure y Roberts 2001). Por su parte, el incremento de patrones conductuales poco adaptativos no será deseable de cara al entrenamiento y a la competición, al desarrollar el jugador menores niveles de persistencia ante las dificultades, así como por una mayor tendencia a evitar los desafíos y atribuir el fracaso a la falta de habilidad (Ames y Archer, 1988; Cervelló y Santos-Rosa 2001; Ntoumanis y Biddle, 1999; Roberts, 1984; Treasure y Roberts, 2001). INFLUENCIA SOCIAL (Otros significativos del entorno del deportista) ORIENTACIÓN A LA TAREA Éxito definido como dominio de la tarea CLAVES CONTEXTUALES Y SOCIALES Patrón de conducta adaptativo Percepción de habilidad relativa al progreso personal ORIENTACIÓN AL EGO Éxito definido como superación de los rivales IMPLICACIÓN HACIA LA TAREA (Clima motivacional hacia la TAREA y/o hacia el EGO en los entrenamientos y la competición) Percepción de habilidad relativa a la demostración de superior capacidad Patrón de conducta poco adaptativo 4.3. MODELOS DE BURNOUT DEPORTIVO IMPLICACIÓN HACIA EL EGO Comprende toda una serie de modelos que tratan de explicar las conductas de abandono de los deportistas, consecuencia del fenómeno de estar “quemado”. Figura 3 Elementos disposicionales, sociales y contextuales relacionados con las metas de logro. Patrones conductuales asociados (Cer velló, 2001). Como expone Henschen (1986), se define el burnout como “un estado de agotamiento mental, emocional y físico provocado por la persistente búsqueda de la consecución de un objetivo cuando la posibilidad de logro del mismo está dramáticamente opuesta a la realidad”. Se considera, asimismo, como una reacción a los estresores de la competición deportiva, caracterizado por un agotamiento emocional, una actitud impersonal hacia los sujetos del entorno deportivo y un descenso en el rendimiento (Fender, 1989). Se resalta, desde esta perspectiva, la influencia que ejerce el entorno percibido por el sujeto, pudiendo dicho entorno modular e influir en la orientación de meta personal (Ames,1992, Cer velló,1996, Nicholls, 1989, Santos-Rosa 2003) y, con ello, las conductas que desarrollan los sujetos en el intento de alcanzar los objetivos previstos. Según Cer velló (2001), diferentes modelos tratan de abordar el fenómeno del abandono deportivo y competitivo, destacando entre ellos los de Coakley (1992), Hall, Crawthra y Kerr (1997), Silva (1990) y Smith (1986). Así, de la interacción entre la orientación disposicional (personal del jugador); el clima que el sujeto percibe en los diferentes contextos, tanto de entrenamiento como de competición; la percepción de capacidad, que tiene o considera que tiene para responder a las demandas del contexto; etc.; el deportista desarrollará un patrón conductual adaptativo o poco adaptativo que le facilitará o perjudicará en los procesos de aprendizaje/entrenamiento y competición. a) Modelo de Coakley: De forma resumida, este modelo señala que los jugadores se “queman” como consecuencia de un problema de índole social y organizativo, 74 Escuela de padres y madres Las diferentes implicaciones hacen referencia al tipo de criterio de éxito que el sujeto adopta (y que emplea, por consiguiente, para evaluar sus actuaciones), permitiendo responder a la habitual pregunta: “¿qué considera mi jugador que es tener éxito?”. derivado del intenso compromiso con la actividad deportiva que desarrollan. En este sentido, la alta demanda temporal y dedicación que se invierte en la actividad deportiva supone un exceso de compromiso con la misma y una limitación de las relaciones sociales que desarrolla el sujeto. De esta manera, el jugador reduce su autoconcepto casi de forma exclusiva a la propia participación deportiva, de manera que cuando aparecen descensos en el rendimiento y/o inseguridades sobre el mismo aparecen sentimientos generalizados de fracaso, tendiendo al abandono de la actividad. En este sentido, cuando el jugador establece como criterio de éxito el demostrar habilidad mediante la capacidad de derrotar y superar a los demás, se considera que el sujeto se encuentra “implicado al ego”. Por el contrario, cuando el criterio de éxito está basado en demostrar habilidad, pero desde un punto de vista autorreferencial, mediante el dominio de los ejercicios y la progresión en los mismos, se considera que el sujeto se encuentra “implicado a la tarea”. Como expone Cervelló (2001), para mantener el compromiso de los deportistas con la actividad durante un largo período de tiempo se hace necesario un cambio de la organización social en la que los deportistas entrenan y compiten, jugando un papel determinante los diversos agentes sociales que rodean al jugador (padres, compañeros y amigos). b) Los diferentes climas que rodean al jugador (social, contextual o de situación de entrenamiento y situacional o en la situación de competición) establecen de forma implícita o explícita sus propias claves del éxito, diferenciándose entre un “clima implicante al ego”, en el que la clave de éxito se sustenta en la capacidad de derrotar a los demás, y un “clima implicante a la tarea” , basado en el dominio de las tareas y ejecuciones y en la continua progresión en las mismas. b) Modelo social cognitivo del burnout deportivo (Hall , Crawthra y Kerr ): Basado en la consideración de las metas como determinantes de las conductas, dado que los sujetos definen el éxito o fracaso de sus actuaciones en función de la consecución o no de las mismas. c) La percepción de habilidad que el jugador posee, tanto a la hora de entrenar (general) como a la hora de competir (comparada), puede establecerse como una de las variables más determinantes del abandono depor tivo, por la percepción de control que el sujeto percibe sobre el proceso necesario para alcanzar sus objetivos, persistiendo en la consecución de los mismos. Este marco teórico considera que las orientaciones metas, los climas que rodean al jugador y la percepción de habilidad (tanto general como comparada) van a determinan las consecuencias afectivas y conductuales que desarrolla el sujeto. a) Las orientaciones de metas disposicionales, como expone Nicholls (1989), hacen referencia a la propensión hacia un tipo u otro de implicación, denominadas al “ego” o a la “tarea”, muy influenciadas por las primeras experiencias de socialización (Maher y Breskamp,1986), marcando objetivos diferentes en el sujeto y, por tanto, influyendo en las conductas que éstos desarrollan. Según este modelo, aquellos jugadores que presentan una alta orientación al ego, estando inmersos en un clima contextual altamente orientado al ego y con bajos niveles de percepción de habilidad, presentan una alta probabilidad de abandonar la práctica competitiva por sentirse “quemados”. 75 Abandono deportivo y competitivo En base a dicho modelo, aquellos jugadores que obtienen escasas satisfacciones en el ámbito competitivo, consecuencia de la falta de percepción de habilidad comparada, tenderán a considerar que el coste personal que les supone el tiempo y esfuerzo dedicado a la actividad no les compensa, valorando las satisfacciones que les puede brindar la realización de otra actividad. A este nivel cabe reflexionar sobre el papel que juegan los entrenadores y padres en relación a los climas contextuales que el sujeto percibe en el seno familiar, en los entrenamientos y en la competición, así como en qué medida se facilitan los suficientes recursos en términos de habilidad para que el sujeto afronte la competición. c) Síndrome del estrés por entrenamiento (Silva): No obstante, cabe señalar que, si bien la percepción de habilidad comparada puesta en juego en la situación de competición se establece como el elemento central para alcanzar satisfacciones en el ámbito competitivo (no implicando necesariamente la victoria en el mismo), dicha percepción de habilidad se trabaja, mediante la actuación del entrenador, en el contexto de entrenamiento en el que se desarrollan en el jugador los fundamentos necesarios para que pueda y sepa aplicarlos en la competición. Este modelo teórico defiende que la exposición crónica a altos niveles de estrés, consecuencia de la aplicación de altas cargas de entrenamiento y competición, provoca respuestas negativas a nivel psicofisiológico, dando como resultado un descenso en la práctica y el rendimiento al producirse menor rendimiento metabólico, ansiedad y fatiga percibida. Así, el sobreentrenamiento, fruto del aumento o mantenimiento de los estímulos de entrenamiento y competición, sin una modificación de las cargas del mismo que posibiliten la regeneración y supercompensación del organismo, provoca un deterioro en la capacidad de respuesta del mismo. En dichas circunstancias, el mantenimiento de dichos estímulos puede dar como resultado que el jugador se “queme” y termine por abandonar la actividad. Desde este marco teórico, solamente proporcionando unos contextos de entrenamientos atractivos e implicantes que aporten y enseñen las bases para afrontar la competición podremos incrementar la percepción de habilidad general y comparada del jugador, contribuyendo a maximizar las experiencias positivas del proceso competitivo de manera que siga resultando rentable la inversión de tiempo y esfuerzo en relación a la misma, a pesar de los posibles beneficios de las alternativas. Desde este punto de vista, la labor del entrenador va a ser determinante en el proceso del abandono deportivo y competitivo. La elaboración de una correcta planificación y programación de la temporada, de sus ciclos y competiciones, de las cargas de entrenamiento y de recuperación, va a ser determinante según este marco teórico para prevenir que el jugador se “queme” fruto del agotamiento y la falta de rendimiento, y disfrute con la actividad, evitándose su abandono. d) Modelo afectivo cognitivo (Smith): Basado en la teoría del intercambio social, considera que los sujetos participamos en actividades que nos son favorables en base al balance que se establece entre costos y beneficios, así como la relación de los mismos respecto al costo y beneficio de las alternativas que se presentan a dicha actividad. - El fin es aprender y divertirte; a veces se gana y otras se pierde. 76 Escuela de padres y madres La situación competitiva objetiva. Es el elemento inicial e incluye todos los estímulos objetivos del proceso competitivo, en el cual las demandas ambientales están determinadas por lo que la persona debe hacer para obtener buenos resultados, comparados con el estándar referencial. El estándar debe ser otra ejecución individual (la de un oponente), un nivel ideal de ejecución, o resultados pasados de esa misma persona. Dado que la situación competitiva objetiva es definida por las demandas ambientales, para el sujeto en particular, hay que considerar la posibilidad de que el contexto físico y social puede o no contener fuentes de amenaza. El proceso competitivo se establece como una situación evaluativa y numerosos estudios sobre los antecedentes de la ansiedad estado muestran que las situaciones evaluativas son potencialmente amenazantes para el sujeto. En este sentido, diversos autores señalan que en el contexto deportivo, el miedo al fracaso y al daño físico son potenciales fuentes de ansiedad estado. Dentro de los deportes competitivos, algunos elementos específicos de la situación competitiva objetiva que pueden afectar a la ansiedad estado son la tarea competitiva, la habilidad del sujeto y de sus oponentes, las recompensas disponibles y la presencia de otros significativos. 5. ESTRÉS Y ANSIEDAD: MODELO DE MARTENS SOBRE EL PROCESO COMPETITIVO En relación a los diferentes motivos expuestos por los deportistas para abandonar la práctica competitiva, un número importante de los mismos (exceso de presión, el miedo al fracaso, lesiones psicológicas y falta de competencia) está relacionado de forma directa o indirecta con un fenómeno característico de los contextos competitivos: la ansiedad estado. Martens (1977), basándose en las aportaciones de McGrath (1970), considera que el “estrés” que sufren los deportistas fruto de las situaciones competitivas, y que afecta al rendimiento puntual del jugador y al estado de sentirse “quemado”, es un proceso que comprende la percepción del jugador de un desequilibrio entre las demandas ambientales y su capacidad de respuesta a las mismas, suponiéndole importantes consecuencias el fracaso de afrontarlas (figura 4). Ante esta situación, el jugador va a responder con un incremento de los niveles de ansiedad estado que pueden no solamente ser displacenteros, sino que además pueden no facilitar la actuación. Figura 4: Modelo de Martens sobre el proceso competitivo (Pons, 1994). Demandas Objetivas ESTÍMULOS Amenaza MEDIADOR La situación competitiva subjetiva. Es el resultado del proceso de percepción, aceptación y valoración de la situación competitiva objetiva por parte del sujeto. La situación competitiva subjetiva está determinada por diversos factores como son las disposiciones personales o las actitudes y habilidades, y por factores de tipo intrapersonal. En este sentido, al analizar los comportamientos en situaciones de competición hay que considerar el hecho de que las personas pueden percibir la misma situación competitiva de forma diferente, y dado que la situación competitiva subjetiva es una estructura interna a la persona, sólo podrá ser inferida a través de indicadores comportamentales. La ansiedad rasgo competitiva es uno de los factores que pueden afectar a la situación competitiva Reacción de Ansiedad Estado RESPUESTA CONSECUENCIAS El modelo de Martens sobre el proceso competitivo es especificado por Mar tens, Vealey y Burton (1990) en cada uno de los elementos propuestos de la siguiente forma: 77 Abandono deportivo y competitivo subjetiva, puesto que la ansiedad rasgo es un indicador de la tendencia individual a percibir la situación competitiva objetiva como amenazante. Es interesante recordar que para que se produzca un proceso de “estrés” debe plantearse un desequilibrio entre la percepción del individuo de las demandas ambientales (situación competitiva objetiva) y sus posibilidades de respuesta, de forma que el sujeto percibe que no puede hacer frente a la situación convenientemente. Respuestas. La forma en que la persona responde a la situación competitiva objetiva está muy determinada por la situación competitiva subjetiva. Los individuos pueden responder a tres niveles: respuestas conductuales, como su ejecución de la tarea; respuestas fisiológicas, como el incremento de la sudoración palmar; y las respuestas psicológicas, como el aumento de la ansiedad estado evaluable por una escala psicológica. - Hemos perdido porque defendimos muy mal. Pero no os preocupéis. A partir de mañana entrenaremos un poco más y seguro que la próxima vez lo haremos mejor y, así, puede que ganemos. 6. RECOMENDACIONES PARA PADRES Y TÉCNICOS Tal y como se ha comentado en el punto referente a los principales motivos de abandono competitivo (ver cuadro 1), la figura de los padres, como agentes sociales, puede jugar un papel fundamental. Su capacidad de intervención, en muchos de los casos, no puede hacerse extensible a la estructura interna de los entrenamientos y la competición, pero puede desempeñar una labor indispensable ayudando al deportista a interpretar el proceso competitivo y las consecuencias sociales y afectivas derivadas del mismo. Junto a los técnicos, pues, constituyen los principales puntos de apoyo de todo este proceso. Consecuencias. Las consecuencias de integrarse e implicarse en proceso competitivo pueden ser impuestas por uno mismo o por otra persona, de forma tangible o intangible, y percibidas como recompensa o castigo. En los contextos competitivos las consecuencias habitualmente se entienden en términos de éxito o fracaso, siendo el éxito percibido como las consecuencias positivas y el fracaso como las consecuencias negativas. Las consecuencias a largo plazo tienen una influencia considerable en la situación competitiva subjetiva, o en la forma en que la persona percibe futuras situaciones competitivas objetivas. Por tanto, el conocimiento de la historia de consecuencias de la par ticipación en situaciones competitivas ayuda a concretar cuándo la persona se aproximará a ellas o las evitará. En gran parte, la acumulación de consecuencias de la participación en procesos competitivos determina las diferencias individuales en ansiedad rasgo competitiva. Los padres y técnicos deberían considerar que el niño pude abandonar la práctica del deporte competitivo por diversos motivos: Miedo al fracaso: Determinado, en la mayoría de las ocasiones, por las consecuencias personales, sociales y afectivas que para el sujeto supone la “no consecución” de los objetivos previstos. Al valorar la participación de un juga,dor en una competición medimos su habilidad para con78 Escuela de padres y madres plir las expectativas depositadas en él/ella por sus padres. seguir el objetivo previsto. Al realizar dicha valoración en términos de victoria-derrota marcamos un objetivo que el jugador no tiene bajo su control, ya que ganar/perder no depende sólo de sí mismo sino también del adversario, de manera que toda derrota se interpreta como falta de habilidad y competencia para realizar dicha actividad, dando como resultado final conductas de escape, a fin de evitar las malas sensaciones que ello proporciona. Dado que el propio jugador no establece los objetivos, referencia que dinamiza su conducta, su nivel de motivación para la consecución de los mismos probablemente no sea elevado, estando más pendiente de las consecuencias del fracaso que del placer de entrenar y competir. Ante esta situación, difícilmente se entrene en cantidad y calidad para adquirir los recursos para competir y también difícilmente se pueda competir de forma óptima. Ante la aparición de las derrotas, el abandono está garantizado cuando por edad o madurez el jugador sea capaz de “enfrentarse a sus padres”, cansado de los conflictos permanentes con los mismos. En este sentido, hay que ayudar al jugador a establecer objetivos que pueda tener bajo su control. Dichos objetivos deben establecerse en términos de mejora y progreso de la tarea a realizar, independientemente del resultado comparado, lo que minimiza las consecuencias personales y afectivas derivadas de la posible derrota, dado que el dominio y progresión de un ejercicio depende del propio jugador, del esfuerzo por aprender y mejorarlo en los entrenamientos. La competición, por su parte, debe ser contemplada como un medio a través del cual el jugador puede evaluar los frutos del trabajo y esfuerzo realizado en dichos entrenamientos, identificando los aspectos sobre los que debe trabajar y mejorar. ¡Si el objetivo de competir es ganar, cada vez que pierdo fracaso! ¡Si el objetivo de competir es ver mi evolución, progresión y dominio de una tarea, cada vez que pierdo obtengo información sobre lo que debo seguir entrenando, no apareciendo el sentimiento de fracaso! - ¡Verás cuando cuente en la oficina que eres el campeón! ¡Todos me van a envidiar por tener un hijo deportista! En este sentido, no trate de cumplir, a través de hijos, sus propias expectativas y deseos en la competición. Respete los objetivos que él mismo se marque y entienda que cuanto mejor clima familiar percibe el jugador con mayor tranquilidad entrena y compite, lo que contribuye a facilitar no sólo mejores resultados sino una vida deportiva y competitiva más larga y satisfactoria. Conflictos con los padres: Relacionado con el punto anterior, puesto que en muchos casos el objetivo perseguido con la práctica deportiva en general y con la competición en particular es más un objetivo de los propios padres que del propio jugador. Ante la no consecución del objetivo, el sentimiento de fracaso es doble: por una parte ante uno mismo, por la falta de competencia y habilidad percibida por el jugador para lograrlo; y, por otro, por no cum- ¡No haga de sus objetivos los objetivos de su hijo! 79 Abandono deportivo y competitivo les de motivación para practicar y persistir en los entrenamientos y en las competiciones cuando la actividad viene impuesta y no elegida. ¡A mejor clima familiar percibe el jugador, mejor entrena y compite, y más disfruta! Poco tiempo de juego y problemas con el entrenador: En muchos de los casos, la propia estructura de los entrenamientos se establece como determinante del abandono competitivo del jugador. Así, las características de las relaciones internas con los compañeros/entrenador y un calendario competitivo que no cumpla sus expectativas hacen que la calidad y cantidad de su práctica no sea suficiente (masificación de los grupos, ejercicios muy estáticos, programaciones deficientes...) y no encuentre un buen clima de trabajo. En estas condiciones seguramente no podrá desarrollar un nivel de habilidad adecuado para luego competir, aunque sea en términos de progresión. Es importante respetar las decisiones del jugador, contemplando la existencia de diferentes alternativas de práctica y estimulando a que se oriente hacia aquella que más le guste. Debemos considerar que los seres humanos tenemos tendencia a repetir aquello que nos gusta, y nos suele gustar porque lo dominamos y nos hace sentir bien (hábil). Deje, pues, libertad para que su hijo escoja. Los conflictos permanentes, el aburrimiento por la falta de dinamismo y la ausencia de competiciones en las que evaluar el trabajo realizado en los entrenamientos terminan por provocar altas tasas de abandono. De manera similar, en aquellos deportes colectivos en los que el jugador puede disfrutar de poco tiempo de juego, las competiciones provocan descenso en la motivación de los jugadores con el consiguiente riesgo de abandono. - ¿Seguro que quieres apuntar al niño al baloncesto? - Si, a mí el futbol no me gusta. ¡Cuanto más disfruta el jugador con la actividad (entrenamiento y competición) más practica y aprende, y cuanto más se aprende más se disfruta, y más se práctica, y....! Los padres deben observar y preguntar sobre la cantidad y calidad del tiempo de práctica, ayudando al jugador si decide cambiar de club, equipo o modalidad deportiva, si no es posible seguir con los mismos. Balance beneficio/coste: A par tir de la adolescencia, los pares de iguales (amigos) y la dinámica social influyen de manera determinante en el abandono de la competición por el alto coste temporal que suponen los entrenamientos y el calendario competitivo. Así, cuando la relación entre el esfuerzo que el jugador realiza para entrenar y competir a un determinado nivel o el provecho de las posibles alternativas es mayor que los beneficios personales que obtiene del entrenamiento y competición se termina por abandonar el deporte competitivo, ¡Si el tiempo de juego es bajo, la motivación por participar disminuye: es momento de cambiar! Gusto por la actividad: En línea con lo comentado en el punto 3º, en no pocos casos la actividad desarrollada por el jugador le viene impuesta por el deseo de los padres. Con dificultad pueden alcanzarse altos nive80 Escuela de padres y madres Asimismo, es necesaria una reformulación de los objetivos a medida que se avance en los cursos académicos, así como ayudar a interpretar al jugador los posibles descensos de rendimiento y progresión, consecuencia de un menor tiempo de entrenamiento. suprimiendo la exigencia temporal de las competiciones y pudiendo reducir el tiempo e intensidad del entrenamiento. Los padres deben contribuir a que la experiencia deportiva del jugador sea lo más satisfactoria posible, de manera que vea compensando el esfuerzo que realiza frente a los posibles beneficios que le ofrece la realización otras actividades. ¡Si por los estudios entreno menos, no puedo seguir con los mismos objetivos; debo planificar bien mis estudios, mis entrenamientos y cuándo competir! ¡Cuando el balance de mi participación es negativo respecto al beneficio que obtengo frente al beneficio de las alternativas posibles, abandono! Reducción social: Debido a la alta demanda temporal que exigen los entrenamientos y el calendario de competición, el jugador ocupa todo su tiempo en dichas actividades. De esta forma, el jugador obtiene a través de los resultados de la competición, y de manera casi exclusiva, percepción de habilidad y satisfacción personal. Así, cuando las derrotas o la falta de progresión en el rendimiento aparecen, su autoconcepto se reduce a las mismas, generando cuadros de ansiedad e insatisfacción personal que incitan al abandono. Conflicto de intereses: Especial punto de conflicto es la dinámica escolar, fruto de la demanda temporal exigida para competir a un nivel “esperado para alcanzar los objetivos establecidos”, provocando problemas académicos que, a su vez, suponen una disminución en el tiempo de práctica y un descenso en el rendimiento competitivo o en la progresión con respecto a etapas anteriores. Por tanto, evite que el jugador reduzca su círculo personal y social al entrenamiento y competición, facilitando períodos de descanso y relaciones sociales que contribuyan a ampliar su autoconcepto como persona, más allá de la competición. Por tanto, es necesario elaborar una buena planificación y programación tanto de la temporada deportiva como escolar, a fin de rentabilizar el escaso tiempo disponible, priorizando en todo momento el rendimiento escolar y potenciando, si es posible, las competiciones en la temporada de verano o fines de semana. ¡Evite que el jugador reduzca su concepto personal al resultado de las competiciones; facilite la ampliación de su círculo social! 7. BIBLIOGRAFÍA Ames, C. (1992). Achievement goals, motivational climate and motivational processes. En G.C. Roberts (Ed.), Motivation in sport and exercise (pp. 161-176). Champaign, IL: Human Kinetics. Ames, C., y Archer, J. (1988). 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Dª Juana Manjón Ruíz puede comprobarse cómo se están produciendo y planteando constantemente cuestiones valorativas profundas en una conversación, en una lectura, en la contemplación de una obra de arte..., porque el valor no se puede separar fácilmente de la experiencia vital de la persona y, por lo tanto, de su realidad diaria. No hay discusión o desacuerdo sobre la conducta de una persona, la elegancia de una mujer, la justicia de una sentencia o el agrado de una comida que no suponga la reapertura de la problemática de los valores. Las más complicadas cuestiones se debaten a diario en la calle, en el Parlamento, en la cafetería, en las casas más humildes; discusiones que ponen de manifiesto posiciones más o menos extremas de los juicios valorativos. 1. INTRODUCCIÓN En la actualidad vivimos en una sociedad compleja, en la que los peligros que ella misma entraña son cada vez más numerosos y evidentes. Ninguna institución ni ningún estamento son ajenos a esta realidad. Los temores de los padres ante el futuro de sus hijos se agudizan cada vez más, puesto que ser hoy hombres y mujeres íntegros requiere, sin lugar a dudas, mayor atención educativa. Todos, ante la realidad actual, podemos coincidir en que la educación de nuestros hijos no puede ser algo espontáneo, sino más bien una tarea pensada y construida. Nos preocupa qué y cómo hacer para que nuestros hijos reciban la formación humana necesaria y adecuada que les sirva de fundamento para ser personas auténticas y valiosas. Muchos son los caminos y muchas las formas y las acciones que pueden llevarse acabo para ello, pero desde nuestra perspectiva una se conforma como fundamental: la educación en valores. Pero, ¿qué son los valores y cómo educar en función de ellos? Ésta es una de las cuestiones que a veces los padres más se preguntan. Pues, bien, planteemos algunas reflexiones relativas al tema. Una sociedad plural como la nuestra, en la que los fantasmas del presentismo irresponsable, el esteticismo exacerbado, el relativismo moral, el indiferentismo, la soledad, el individualismo… planean cada vez más y con más fuerza a nuestro alrededor justifica ya, por sí misma, la necesidad de una buena y correcta educación en valores que ayude al sujeto a saber diferenciar lo malo de lo bueno, lo justo de lo injusto, la verdad de la falsedad, la libertad del esclavismo, etc. Unido a ello, nos encontramos un ambiente social mediático, donde los mensajes que se proyectan hacia el exterior no son formativos ni siempre los más adecuados para el objetivo anteriormente señalado. 2. EL CONCEPTO DE VALOR Preguntarse por el valor es algo más que preguntarse por un concepto; es preguntarse por la persona, de ahí la dificultad de la respuesta. Nuestra intención será la de tratar de analizar, establecer y, si es posible, descubrir la relación existente entre el concepto de persona y el concepto de valor. Actualmente, esta inquietud, es decir, la pregunta a cerca de qué son los valores, se presenta con un carácter más manifiesto que latente en la mayoría de los estudiosos de la realidad humana. Buena prueba de ello son los abundantes estudios y publicaciones existentes en relación con Sin entrar en cuestiones de mayor envergadura, a poco que se observe la realidad cotidiana 85 La educación en valores so de Europa. Otro segundo significado “se refiere a los criterios o patrones en función de los cuales se hacen las evaluaciones”, como cuando se afirma que la educación es buena porque ofrece una ayuda significativa en el proceso formativo de la persona. el tema. Por otra parte, como ya es sabido, en sus comienzos el tema valor fue utilizado fundamentalmente en el campo de la Economía, como indicador del grado de utilidad de las cosas o de los objetos. Pero basta realizar un pequeño recorrido por la bibliografía existente para comprobar el esfuerzo y la preocupación que muestran filósofos, sociólogos, pedagogos, psicólogos, educadores, antropólogos, políticos, etc. tratando de dar respuesta a los múltiples problemas e interrogantes que se generan en torno a la relación, ya mencionada, entre individuo, sociedad y valor. Pues, bien, en ese intento por conocer y aclarar los valores desde diferentes perspectivas, éstos han sido identificados con: motivos, criterios de conductas, juicios, patrones de deseabilidad, metas, propósitos, aspiraciones, actitudes, intereses, sentimientos, creencias, convicciones, actividades, preocupaciones, placeres, gustos, necesidades, atracciones, pautas culturales, temas, estilos de vida.., pero todos coinciden en que los valores dan sentido positivo a la vida del hombre y que, por tanto, ayudan a su autorrealización. La autorrealización no puede ser en sí misma y por sí sola una meta, por la simple razón de que cuando más se esfuerza el hombre por conseguirla más se le escapa. Sólo en la medida en que el hombre se compromete con la búsqueda del sentido de su vida, en esa misma medida se autorrealiza. En este sentido, y tratando de acercarnos a la concepción del valor, se puede decir que todo aquello que hace a la persona más persona es para ella un valor, y todo lo que le resta crecer deja de serlo. Desde una perspectiva científica, para la Antropología, cuyo objeto de estudio es la cultura, es importante descubrir y hacer explícito el sistema de valores de la cultura sometida a estudio, puesto que quizás sea éste el aspecto que mejor defina. Es decir, le interesa la dimensión funcional de los valores en cuanto que son útiles para el hombre y son reconocidos por el grupo. La Psicología se preocupa por la relación que guardan los valores con los intereses y preferencias personales, de manera que para entender los valores hay que preguntarse por lo preferible. Por su parte, la Sociología profundiza en los valores comunes de la macrosociedad y de los subsistemas de valores que comparten sólo los miembros de determinados grupos, dando lugar a los estudios micro-sociológicos. Distingue entre normas y valores; entre valores culturales y cosas valoradas. Desde la Pedagogía las reflexiones versan sobre el contenido de los valores y la relación de éstos con el hombre, con la educación, con los fines educativos y con los medios. Como afirma Marín Ibáñez (1998), los valores son el fundamento de la educación. Aunque aparentemente esta afirmación pueda parecer en principio demasiado general, en el fondo no está exenta de razón. El hombre en su unidad se desarrolla en unas coordenadas espacio-temporales. Su totalidad es algo más que la suma de sus dimensiones. En él se hace compatible el “ser” y el poder “llegar a ser”, en un perfeccionamiento intencional de sí mismo, donde la liber tad y la determinación entablan una larga pugna presente durante toda su vida. En este sentido se expresó Píndaro cuando escribió su famosa sentencia: “llega a ser lo que eres”. Por otro lado, en el ámbito popular, el término valor se utiliza de forma alternativa en dos sentidos. En su primera acepción, como se recoge en el Diccionario de Ciencias Sociales (vol. 10, pág. 607), “se refiere a la evaluación específica de cualquier objeto”, como cuando se afirma que los países que forman la C.E.E. conceden mucho valor al establecimiento de buenas relaciones económicas, en favor del avance y progre- La persona nace persona, pero tiene que descubrirse como tal. Todos sabemos y coincidimos en afirmar que la persona cuando nace es un proyecto. Tiene que llegar a ser alguien ante 86 Escuela de padres y madres Si realizamos un esfuerzo de síntesis y atendemos preferentemente a una visión globalizadora y coherente, definiremos los valores como cualidades relacionales que se conforman a modo de principios dentro del comportamiento humano selectivo, y desempeñan una función de orientación y ayuda en el difícil proceso de “llegar a ser” y en la búsqueda del significado último de la vida. otros y ante ella misma. Y en esta trayectoria formativa los valores juegan un papel importante en cuanto que son componentes de la personalidad. Pero el hombre no es un complejo mecanismo cerrado al exterior; es una unidad dinámica, abierta al mundo y a la experiencia que se pregunta constantemente por su existencia; y es en este momento donde surgen los valores. Se puede decir que los valores intervienen en la génesis de las aspiraciones, figuran entre los útiles necesarios para afrontar un reto, guían la selección de los objetivos, etc.; son, en fin, el estandarte que guía a los hombres a la acción. Ahondando en esta misma idea puede decirse que mientras exista la persona ésta seguirá buscando y realizando valores, o dicho de otro modo, la expresión realizar valores significa conformar personas, cosas, relaciones o sucesos de tal modo que sean valiosos. De todo ello se desprende que la existencia del hombre y del valor queda estrechamente relacionada. 3. PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS DE LOS VALORES Son muchas las características que las distintas escuelas y los distintos autores confieren al valor. En líneas generales, podría decirse que los valores poseen tres características fundamentales, repetidas en casi la totalidad de las escuelas axiológicas. Los valores tienen polaridad, disfrutan de cualidad y gozan de jerarquía. Veamos muy brevemente en qué consiste cada una de ellas. Cuando se evoca la palabra valor se abre en nuestro entendimiento una gran cantidad de significaciones que resulta prácticamente imposible recoger en una sola. Todo resuena para nosotros en la palabra valor. La idea de Dios y el amor, de la virtud y de la felicidad, del arte y del conocimiento de la verdad, de la juventud y de la salud, del dinero y de los bienes, de las perlas y de las piedras preciosas. Nada nos parece tan deprimente y desolador como la duda sobre el valor del mundo y de la existencia. Sólo tiene sentido nuestra vida en cuanto podamos estimar algo valioso. a) Polaridad. El valor hace siempre referencia a dos partes contrapuestas. Se habla de dos polos, positivo y negativo, y se viene a concluir que a todo valor le corresponde su contravalor como la sombra acompaña al cuerpo iluminado. Así, la belleza se opone a la fealdad, lo injusto a lo justo... pero hay que aclarar que el valor negativo tiene existencia por sí mismo y no por consecuencia del valor positivo. Se ha dicho muchas veces que la polaridad implica la ruptura de la indiferencia. Por ejemplo, frente a los objetos del mundo físico podemos ser indiferentes, en cambio tan pronto se incorpora a ellos un valor, la indiferencia no es posible. Nuestra reacción -y el valor correspondienteserá positiva o negativa, de aproximación o de rechazo. Siempre existe un polo positivo y un polo negativo. Nos gustan o no nos gustan las cosas, los objetos, las personas. No hay posicionamiento intermedio; no existe la indiferencia. Decisivas para nuestra acción y para la orientación de nuestra vida son nuestras observaciones sobre el valor. Por lo tanto, de todo ello se deduce que la identificación/definición del valor no es sólo una necesidad que se plantea a nivel teórico dentro de un marco abstracto o metafísico, sino que, además, de la clarificación de este concepto van a depender básicamente los planteamientos de cuestiones prácticas y decisiones totalmente transcendentes para la vida del hombre. b) Jerarquía. Como consecuencia de lo anteriormente expuesto, los valores están escalona87 La educación en valores cional como familiar creemos que es necesario atender a otras más que estimamos son imprescindibles para que la educación en valores correcta: dos; se forman jerárquicamente de acuerdo con la preferencia del sujeto. Ello da lugar a la formación de escalas de valores según el grado de deseabilidad o preferencia que despierte en el sujeto que valora. La preferencia revela ese orden jerárquico cuando yo tengo que elegir entre dos opciones. Por ejemplo, cuando la persona tiene que enfrentarse a dos situaciones, tiene que elegir preferentemente en función de los valores para ella superiores o más importantes. El orden jerárquico no es algo que se pueda fijar con antelación, es fluctuante y depende en gran parte del sentido creador y moral de las culturas o grupos culturales. - El valor tiene una acción referencial que podría ser estimada en un doble sentido: una acción referencial hacia un objeto y una acción referencial hacia un sujeto. Los valores están integrados como criterios de referencia en la apreciación de las situaciones concretas. - El valor comporta también un componente afectivo. Cuando, mediante el proceso de valoración, el hombre se inclina por un valor u otro, no basa su elección sólo y exclusivamente en lo que racionalmente le conviene, sino que se mezclan tanto la percepción subjetiva como un orden emotivo que influye notablemente a la hora de preferir algo sobre algo. Es decir, que no se puede negar que el agrado o desagrado, el interés o desinterés, el aprecio o desprecio influyan directamente a dar valor o no a un bien, objeto, circunstancia, hecho o persona. El componente afectivo del valor es el que le hace perdurar a través del tiempo. Es decir, algo que es emotivamente positivo para la persona es algo que el hombre va a procurar mantener en su vida. La preferencia de una cosa sobre otra se realiza de forma efectiva cuando el objeto valorado es intelectual y emocionalmente positivo para la persona que valora. Si ambos componentes no se dan de forma paralela, la elección no se presenta fructífera ni duradera. c) Cualidad. Los valores en ningún momento expresan ni implican cantidad alguna. La medida del valor es más cualitativa que cuantitativa. Es una cualidad que tiene el objeto o el sujeto (por ejemplo, la belleza de una flor o de una pieza musical; la elegancia de una persona, etc.). En este sentido, los valores son meras “posibilidades” que no tienen existencia real sino virtual; es decir, son cualidades necesarias de las cosas que representan lo que en la realidad hay de valor. Son, simplemente, cualidades valiosas, cualidades valentes de las cosas mismas. - El valor establece una relación entre lo deseado y la realidad. Es decir, establece una relación entre lo que el sujeto desea y la realidad que éste vive. En la distancia que existe entre la realidad y lo deseado, el orden de sentido lo da el valor. Los valores surgen de las situaciones vitales que el hombre comparte con otros, y es de este suelo común y universal donde siguen surgiendo los valores. Podría decirse, entonces, que los valores actúan como “nexo” de unión entre la realidad que se vive y aquella que se dibuja en el horizonte como deseable. Evidentemente, la relación que se establece entre lo deseado y la reali- Pues, bien, además de estas tres características, desde una perspectiva educativa tanto institu88 Escuela de padres y madres dad está directamente asociada por la escala de valores elegida. Por ello, cada persona debe encontrar su jerarquía de valores; cada uno tiene su propia misión que cumplir, y no puede ser reemplazado en ello. - Las normas sociales se refieren solamente a modos de conductas mientras que los valores lo hacen también a estados finales de existencia. Así, pues, se puede observar como el valor se coloca en un plano superior al de la norma. - Los valores como orientadores de la conducta humana. Se dice que los valores orientan la conducta porque marcan una trayectoria, porque determinan un recorrido, un camino a seguir. No se puede amar la justicia como valor importante en la vida del sujeto sin que éste intente abiertamente practicarla. No es posible desear o buscar la verdad cuando continuamente se está falseando la realidad. El asumir su valor, colocarlo y buscarlo compromete la conducta. El valor sólo puede ser vivenciado, nunca poseído. Relación entre valor e interés: Al igual que en el caso anterior, esta relación es también profunda. Quizás la diferencia más patente sea que el interés puede constituir en la mayoría de los casos una manifestación del valor. Todo lo que para mí es valioso me despierta interés. Relación entre valor y necesidad: Las cuestiones más relevantes en esta asociación podrían resumirse de la siguiente manera: - Los valores nos atraen, mientras las necesidades nos arrastran. En los primeros hay una selección y control, en las segundas no, en tanto que la satisfacción de necesidades viene del exterior, mientras que la de los valores proviene de la valoración interior del individuo. 4. RELACIÓN ENTRE VALORES Y OTROS CONCEPTOS Relación entre el valor y las normas sociales: La interacción que existe entre valor y norma social es, evidentemente, una relación profunda en el sentido de que, por un lado, los valores de una determinada sociedad se plasman en normas que regulan a la misma y, por otro, los valores mayoritariamente vivenciados son los que caracterizan a dicha sociedad. Las diferencias existentes entre estos dos conceptos pueden observarse en relación a tres cuestiones que podrían resumirse del siguiente modo: - Los valores aprendidos constituyen la estructura fundamental de la personalidad básica que puede hacerse resistente u oponerse a la aparición de ciertas normas sociales. Los valores, en realidad, son más profundos, estables, personales e internos que las normas sociales. - Los valores como modos de conducta y estados finales de existencia idealizados transcienden las situaciones específicas, mientras que las normas sociales regulan cada una de estas situaciones. - Los valores son representaciones cognitivas no sólo de las necesidades individuales sino también de la sociedad y de las instituciones. 89 La educación en valores SELECCIÓN - No todo ser vivo que siente una necesidad tiene un correspondiente valor (ejemplo: los animales). 1 - Se elige libremente un valor. 2 - Se elige un valor entre una serie de alternativas. 3 - Se elige un valor tras una detenida reflexión sobre las consecuencias de cada alternativa. Relación entre valor y actitud: A veces, algunos autores han podido considerar como sinónimos el concepto de actitud y el de valor, usándolos indistintamente. Sin embargo, existe una clara diferenciación entre ambos: APRECIACIÓN - Mientras los valores pertenecen al ámbito de las creencias, la actitud es la consistencia afectiva o evaluativa previa a la conducta. 1 - Se aprecia un valor. La persona está satisfecha de su elección. 2 - Se aprecia un valor lo suficiente como para afirmarlo en público. La persona está lo bastante orgullosa de un valor como para manifestarlo abier tamente y no muestra ningún deseo de ocultarlo - El valor es el concepto de lo preferible, la actitud es la preferencia. - El valor es un ideal que transciende las situaciones, la actitud hace referencia a las situaciones concretas, es decir, atiende al objeto, tiempo, contexto y tipo de acción. - Los valores son patrones normativos de la conducta, la actitud simplemente señala favorabilidad o desfavorabilidad del sujeto hacia algo en circunstancias concretas. ACTIVACIÓN 1 - Se pone en práctica un valor, no sólo se habla de él. 2 - Se pone en práctica un valor de forma constante. Es una línea de conducta. Sin embargo, a raíz de los planteamientos que sobre la personalidad han realizado tanto la psicología humanista como la existencialista., se han clarificado mucho más cuáles son las claves de este proceso. En este sentido, tenemos que ayudar a nuestros hijos a: captar, preferir, adherirse, realizar, comprometerse, comunicar y organizar. 5. EL PROCESO DE VALORACIÓN Cuando observamos la realidad en la que todos estamos inmersos parece como si ésta nos exigiera decisiones rápidas sin, a veces, tiempo para pensar. Incluso se llega a decir que las personas hemos perdido la sana costumbre de la reflexión. Evidentemente, en todo proceso de pensamiento o en toda toma de decisiones los valores están en la base de la acción. Pues, bien, desde nuestra perspectiva, si queremos ayudar a nuestros hijos en la formación de valores una de las claves fundamentales que tenemos que conocer es cómo se produce el proceso por el cual se llega a realizar una valoración. - Captar significa descubrir el valor. El valor es algo que tiene un sentido y un significado para el individuo. La captación de un valor está inmersa en un proceso perceptivo. Nadie ignora ya en estos momentos que la percepción es selectiva. Por tanto, el primer paso consiste en comprender el significado que cada persona da a una situación. Esta percepción del sentido o significado, que más tarde puede conver tirse en valor, requiere de las personas una capacidad de lectura de la realidad y, a su vez, una correcta interpretación de la misma que, Como ya hemos observado, los valores son los resultantes del proceso de valoración. En este sentido, Raths, Harmin y Simon (1967) afirman que los valores están últimamente basados en un triple proceso: selección, estimación y actuación. 90 Escuela de padres y madres - Comunicar significa la afirmación pública del valor. evidentemente, favorezca un proceso de exploración interno que ayude a descubrir el significado que tienen las cosas, los hechos, los acontecimientos... en su vida y, par ticularmente, para ellas. La comunicación de valores puede ser verbal o no verbal. En ambos casos, para que pueda darse tiene que realizarse desde el interior del sujeto; es decir, lo que la persona realmente tiene sentido de valor para ella. - Preferir significa discernir y optar. El hecho de preferir supone que se tiene conocimiento de todos los elementos que entran en juego en la elección y sobre los que ha de efectuarse la opción. A su vez, en este hecho están implicadas tanto la dimensión cognitiva como la afectiva de la persona, lo que hace este proceso más complicado. A veces el individuo no prefiere aquello que racionalmente le es más razonable, sino lo que emocionalmente le satisface más. El paso inmediato es la decisión. Organizar consiste en realizar una jerarquización vital de los valores. La organización o jerarquización es el último paso del proceso de valoración. En este momento es cuando el sujeto establece un orden de mayor a menor que le sirve de referencia a la hora de resolver conflictos. Este último paso permite a la persona darse cuenta realmente de cuáles son los valores que para ella tienen mayor importancia y cuáles, por el contrario, son secundarios. Por lo tanto, facilita la resolución de conflictos en la medida en que ayuda a la persona a discernir. - Adherirse significa aceptar el valor como propio. En esta adhesión hay fundamentalmente una implicación del propio ser, en especial de la dimensión afectiva. Es decir, los sentimientos de la persona influyen decisivamente en este momento. Cuando la persona se adhiere al valor, se da respuesta a sí misma sobre el sentido que realiza el valor para ella. Encuentra en él algunas de las razones de su existencia y da consistencia a sus finalidades, a la búsqueda de sus metas, a sus propósitos, etc. - Realizar significa hacer efectivos los valores con los que la persona se ha comprometido a través de la conducta. El hecho de realizar valores ayuda fundamentalmente a eliminar incoherencias entre pensamiento y acción, y por lo tanto favorece una mayor coherencia y autenticidad de la persona. A la realización y al compromiso es lo que denominamos actuación. Es decir, valoramos en tanto que actuamos sobre algo de forma constante. El compor tamiento que es mantenido por la persona muestra, sin lugar a dudas, lo que ésta valora. 6. ELEMENTOS A TENER EN CUENTA PARA AYUDAR A LOS NIÑOS A DESCUBRIR VALORES Muchas veces nos preguntamos cuáles son los indicadores que podemos tener en cuenta para ayudar a los niños a descubrir valores. Pues, 91 La educación en valores - Actitudes: Las actitudes tienen un elemento cognoscitivo, afectivo y comportamental al igual que los valores. Si se sabe qué actitudes tiene el individuo, a favor y en contra, sobre situaciones, cuestiones vitales, etc. evidentemente se sabrá qué valores o qué tipo de valores tiene o puede estar cultivando o aproximándose. bien, en este apartado trataremos de exponer brevemente una serie de elementos que nos pueden servir de indicadores de una posible presencia de valor. - Metas o propósitos: Ante la presencia de una meta o propósito podemos pensar en un posible valor futuro. Las metas o propósitos ayudan al individuo a dirigir su vida en una dirección determinada. Cuando estas metas son importantes para las personas y significativas en su vida, se aprecian y existe una tendencia a su consecución. Del mismo modo ocurre con los propósitos; el individuo se propone conseguir aquello que cree positivo para su vida y, evidentemente, en este proceso está incluida la realización o vivencia de valores. - Intereses: Los intereses denotan áreas de apreciación. Están relacionados abiertamente con los gustos, con las preferencias del sujeto. Los intereses que en relación a los valores pueden tener significado son los que están motivados por tendencias pasajeras o responden a situaciones determinadas por una moda o un requerimiento social. - Sentimientos: El sentimiento acompaña al valor, aunque evidentemente no tiene por qué identificarse totalmente con él. Lo que hace sentirse triste, alegre, deprimido, excitado, enfurecido, herido... a una persona expresa también los valores que ésta tiene o pretende tener. Es más, ciertos sentimientos, como son por ejemplo los estados de alegría, pueden convertirse en un valor personal del individuo siempre que transciendan el puro sentimiento de gozo que pueda experimentarse en un momento determinado. - Creencias y convicciones: Las creencias y convicciones de una persona tienden a dirigir su conducta; ello indicará una serie de valores importantes para la vida del sujeto. Con las creencias ocurre lo mismo que con los sentimientos, pueden llegar a convertirse en valores, y de hecho ocurre que una creencia llega a serlo realmente si ha sido realmente valorada por el sujeto. - Aspiraciones: Las aspiraciones son posibilidades de valor, ya que éstas recogen los deseos más o menos remotos, o, dicho de otra manera, todo lo relacionado con los propósitos más o menos lejanos. Para que las aspiraciones sean realmente cuestiones de valor debe haber un proceso de interiorización de éstas por el sujeto. Es decir, no pueden considerarse como algo externo, algo ajeno que hay que alcanzar, sino como algo que forma parte del yo del sujeto. - Actividades: Es claro que todas las actuaciones de la persona no siempre responden a valores. Pero, es también cierto que la coherencia de vida de un sujeto suele medirse por la adecuación de sus creencias a sus acciones, de modo que la con92 Escuela de padres y madres facilitando el compromiso de la persona con el valor elegido. - Animar a que ellos actúen de acuerdo con las creencias, metas o ideales que previamente hayan expresado. - Impulsar a una coherencia entre lo que se dice y lo que se hace. - Ayudarlos a actuar según sus elecciones y de forma efectiva. - Ayudar al autodescubrimiento y la comunicación de valores. - Favorecer las situaciones en que puedan poner en relación unos valores con otros, compararlos y asignarles el lugar que les corresponde dentro del sistema personal. - Ayudar a que se tome conciencia de los valores a los que han concedido mayor importancia a la hora de resolver un conflicto. - Alentar a los niños a hacer selecciones con libertad - Ayudarlos a descubrir las alternativas posibles al hacer una selección. - Hacer que piensen las consecuencias de las múltiples alternativas. ducta de una persona es un elemento importante a tener en cuenta a la hora de saber qué valores se pueden estar formando en ella. - Preocupaciones, problemas, obstáculos: Son categorías válidas para detectar los valores que están en la base del comportamiento. Si observamos qué les preocupa a nuestros hijos o cómo intentan resolver sus problemas ello puede servirnos para sacar a la luz conflictos de valores implícitos o desajustes personales. Además, desde nuestra perspectiva creemos que el conflicto puede ser, y de hecho es, un elemento generador de valores. Sin intentar profundizar demasiado en el tema, pues entre otras cuestiones habría que realizar también un análisis psicológico, en el intento de superación de conflictos u obstáculos se realiza, entre otros, un proceso de análisis valorativo. Ahora, bien, una vez apuntados estos indicadores, nos preguntamos cómo podemos ayudar a nuestros hijos, cómo se concreta todo ello, qué actuaciones pueden llevarse a cabo. Pues lo que todos los adultos, padres y profesores, no debemos olvidar es que el objetivo que tenemos que tener presente es animar a los sujetos a seleccionar sus propios propósitos y a evaluarse de acuerdo con sus patrones internos. Para ello podemos y debemos: - Favorecer la percepción de sí mismo y la percepción del valor, ofreciendo elementos de contraste y proporcionando un clima de aceptación que favorezca un proceso de exploración interna de la persona, que le ayude a descubrir el significado que tienen los diferentes hechos o acontecimientos. - Contribuir a la toma de decisión sobre un valor, posibilitando la libertad de elección, ayudando a considerar las consecuencias que se sigue de cada una de las elecciones. - Presentar modelos que ejemplifiquen diferentes opciones o alternativas, a la vez que permiten la expresión de las razones por la que se elige una u otra. - Reconocer la importancia del componente afectivo en la realización de la persona y, por tanto, favorecer la exploración de los sentimientos, - Reflexionar sobre las cosas apreciadas. - Tener oportunidad de exteriorizar sus elecciones. - Inculcar coherencia entre lo elegido libremente y la propia conducta. - Pensar sobre las formas de comportamiento más frecuentes en sus vidas. 93 La educación en valores gador no vive así porque se lo exige el entrenador, sino que se lo exige todo él mismo. Un artista no creerá nunca haber alcanzado la suma belleza en sus creaciones; si fuera así, se acabaría el genio. Se concluye, pues, que la naturaleza de la tendencia formativa del hombre es también de índole inacabada, siempre aproximada, de aspiración constante a unos ideales que nunca se dan por suficientemente alcanzados. 7. TÉCNICAS PARA TRABAJAR LOS VALORES Pensamos que una de las cuestiones fundamentales en la que podemos ayudar a los niños es en el proceso de la jerarquización de valores; es decir, en el proceso de consecución de una escala de valores personales. En este sentido, creemos de vital importancia que los adultos tengamos siempre presente que la escala de valores que los niños tienen que construir es personal. No debemos intentar que nuestros hijos, alumnos, etc. tengan o construyan una escala de valores igual a la nuestra. Tenemos que ayudarles a que elijan y construyan su propia escala de valores; aquella que a ellos les dé sentido en sus vidas. Hemos de aceptar que nuestra vida es paralela a la de nuestros jóvenes, pero no es la suya; que nuestra responsabilidad es ayudarles, educarles, pero desde la aceptación de su libertad y su diferencia. Hay, por tanto, unos valores que son preferibles a otros, no porque sean más agradables o más racionales, sino porque van referidos a ideales y benefician más en cuanto que llegan a ser bienes compartidos con los otros. Los valores mejores y más ideales son más exigentes y elevados. Por eso, estos valores se sobreponen a otros más inferiores, que dejan de preferirse. La misma elección de un valor más elevado exige renunciar a otro valor inferior, lo cual no ha de considerarse pérdida sino ganancia. La renuncia es absurda sólo por sí misma. El orbe entero es una impresionante oferta de bienes, de valores realizados, y un rasgo de sabiduría es conceder a cada cosa el valor que tiene. Cuando uno atenta contra la naturaleza de las cosas, cuando antepone valores inferiores a superiores, aparece el desorden, el antivalor. Por ejemplo, la persona que se vicia con el juego y se gasta todos los bienes de la familia ha establecido un orden valorativo absurdo o negativo. La vivencia de valores implica en ocasiones esfuerzo. Por ejemplo, se da la creencia generalizada de que estudiar cuesta tiempo y dinero, que es una tarea difícil; algunos llegan a decir incluso que es desagradable, pero a pesar de ello lo valoramos porque en la realidad nos damos cuenta de que la sociedad califica a individuos y pueblos precisamente por los niveles que adquieren en este aprendizaje de todo lo relativo a conocimientos y lo que humaniza a la persona y al mundo. No se puede ni se debe valorar el “pasotismo”, la vagancia o la irresponsabilidad como en algunas ocasiones parecen propugnar los medios de comunicación. Ante eso tenemos que revelarnos, pues poco servicio estaríamos dando a la humanidad en general y a la persona en particular si no lo hiciéramos así. Desde esta postura se pueda afirmar que, efectivamente, en cualquier aspecto de la vida, la persona se supera, se propone ir a más, estudia, se ejercita y practica sobre aquello a lo que aspira y persigue con tesón, precisamente porque todo esto es constitutivo del ser humano. La persona no está hecha para resignarse y darse por vencida. Un jugador de fútbol, por ejemplo, no se propone marcar unos cuantos goles sino muchos, todos los que pueda. Para ello entrena y, por supuesto, no se dedica a la vida bohemia, no fuma en exceso, no se emborracha, etc. Ese ju94 Escuela de padres y madres mana y la salvaguardan. La dignidad de la persona no está considerada nunca en los títulos académicos o nobiliarios que la persona posea, ni está tampoco en otras cualidades secundarias que tenga o de las que carezca. No se puede valorar a una persona por los títulos que tenga, por los bienes o el dinero que posea, por lo bien que se lo pasa, etc., sino por sí misma o, en todo caso, por los proyectos de vida personal que la dignifican aún más y por las aportaciones a la sociedad, a la cultura, a la convivencia, al bien común, etc. que realiza. Es de lo que se puede hablar cuando se trata del reconocimiento de méritos. Los criterios del valor, de cara a una jerarquización axiológica, se han de establecer del modo siguiente: - Son valores mejores y más elevados los más universales sobre los más particulares. - Vale más lo que se considera fundamentante que lo superficial. Lo que se ha considerado como valioso a lo largo del tiempo, vale más que lo que es moda pasajera o criterio coyuntural, aunque siempre hay valores emergentes y nuevos. Piénsese, por ejemplo, en la mentalidad actual sobre medio ambiente o sobre los nuevos roles sociales y laborales de la mujer. Una pluma, un coche, un mueble que pronto se estropea vale menos que uno que es duradero. El valor del oro o de metales preciosos se sostiene en que resisten el paso del tiempo y mantienen sus cualidades con una admirable inalterabilidad. El que prepara una carrera universitaria ordena su vida en torno a un disciplinado esfuerzo intelectual, mientras que el sabor de una comida apenas dura mientras se consume (Marín Ibáñez, 1998). Los valores se pueden jerarquizar desde el fundamento mismo que sirvió para que el Organismo de las Naciones Unidas elaborase la famosa Declaración de los Derechos Humanos (1948): Todos los hombres son iguales en dignidad. El valor personal es la fuente, raíz y criterio del resto de los valores. Se puede decir que son las varias dimensiones de la persona las que determinan y jerarquizan los valores. Todo está al servicio de la persona y nada tiene sentido ético si no ejerce este servicio. Podremos elaborar, por tanto, un cuadro de criterios valorativos como el siguiente: - Otros ejemplos se pueden considerar para comprender que son criterios de valor aquellos por los que los valores pertenecen, por mayor comunicabilidad, a más personas; es decir, por representar bienes más compartidos. Así, “la silla que ocupo o el traje que llevo no pueden, al menos simultáneamente, servir a otro, y la comida que consumo excluye a los demás, pero la belleza de un cuadro puede ser percibida por toda la humanidad y no se agota la ciencia de un libro por muchos lectores que tenga” (Marín Ibáñez, 1998). Esto quiere decir que un cuadro o un libro vale más que un traje o una comida, aunque al que no tiene qué ponerse o al hambriento no se le satisface con un cuadro o con un libro. De todos modos, se entienden estos ejemplos y la excepcionalidad de los mismos. Algunos criterios de valoración para una jerarquización de los valores – Lo universal, más común y solidario, sobre lo particular o de conveniencia interesada. – Lo permanente y lo que más dura, sobre lo cambiante, coyuntural, pasajero, etc. – Lo que más representa bienes compartidos y mayor grado de comunicabilidad, sobre lo que es más exclusivo e individual o privado. – Lo que es más profundo, sobre lo que es más superficial. – Lo que corresponde más a la esfera del ser que del tener. – Lo que es de más mérito, sobre lo que es más aparente y frívolo. – Ni lo más subjetivo ni lo más objetivo, sino lo más relacional. – Lo que es más profundamente espiritual y lo que sea de mayor reconocimiento de la igualdad de las personas en dignidad, sobre lo que sea de carácter más utilitarista e instrumental. - Otro criterio es el de la profundidad del valor. Esta profundidad la marca siempre la condición personal humana. Todos los valores lo son en la medida en que hacen referencia a la dignidad hu95 La educación en valores descalificación o intransigencia ante los demás, sin cooperación ni compromiso compartido alguno. Uno de los frutos de la buena educación ha de ser siempre el respeto y la consideración hacia los demás. De los criterios que proponemos se deduce que la jerarquía de los valores sólo se clarifica cuando se consideran unidos, no sueltos, en la condición indiscutible de la dignidad humana. Según sean las características de los centros escolares o de enseñanza en general, y según sean las posturas par ticulares de todas las personas implicadas en la educación (desde los padres a los profesionales), así habrá que proceder. Indudablemente, no se ha de proceder sobre los niños o jóvenes sino con ellos. Hay que considerarlos respetuosamente en su autonomía personal, aunque también en su inmadurez y per fectibilidad. Pero quienes estén con ellos (padres, profesores, educadores, formadores, etc.) también tienen mucho que madurar y per feccionar en sus vidas. En la educación se educan todos, también los llamados educadores. También los que enseñan son enseñados por los alumnos. Hoy día se está en una situación en la cual, para no confundir y desorientar más a los jóvenes, conviene que todos busquen la autenticidad y coherencia en sus vidas. Pueden quizás ayudarnos para ello las siguientes consideraciones: • Contra todo anquilosamiento, inmovilismo, rutina, etc., los retos de la educación y, por tanto, también de la moral y de la ética, habrán de ser planteados siempre con carácter de innovación y creatividad. Sin estas características no parece que puedan realizarse prácticas propiamente dichas. Las prácticas humanas son siempre creativas. La persona siempre inventa, imagina, sueña y, si lo hace en común, en buena amistad y avenencia, siempre logra salidas y soluciones hasta sorprendentes, en beneficio de la propia felicidad y de la mejor ciudadanía. • Tenemos que acostumbrar a nuestros jóvenes a contemplar la vida bajo aspecto creador, futurizante. El porvenir está en sus manos y cualquier acto presente lo condiciona. La irresponsabilidad de vivir alegremente el momento presente, sin conocer las consecuencias de cualquier acto, es un enfoque usual, quizás porque nuestra enseñanza subraya más aprender lo hecho que configurar el futuro y sobre todo que mejorar la propia conducta. No hace mucho, en una encuesta dirigida a la población escolar valenciana, se detectaba que los jóvenes rechazaban la droga en una proporción alta, pero que había muchos que creían que la pura prueba, el ensayo, la experiencia, el saber de qué se trata, no traería mayores consecuencias. Ellos no lo saben; nosotros sí y hemos de decírselo: el hábito es una férrea ley que condiciona el futuro. • Parece de capital importancia adquirir la adecuada capacidad de discernimiento mediante un proceso educativo acorde con la hondura y la reflexión propia de los seres humanos. Desde el punto de vista objetivo hemos de cultivar la estimativa, para que distingan cada vez con mayor finura, profundidad y amplitud los valores de los antivalores, los valores superiores de los valores inferiores. Esto lleva a establecer decisiones razonadas y razonables para que cada cual pueda trazar su plan de vida, con el que se comprometa de un modo exigente. Ésta es la estrategia fundamental en la ayuda, o dicho de otra manera, la pieza clave. En la línea del ser, la verdad y el bien no hay duda de poder proponer siempre no sólo lo bueno sino lo mejor. Si no fuera así, entonces el peligro de confusión acecharía siempre, es decir, se podría incluso llegar a poner en duda la verdad misma de los valores, a considerar como valores los antivalores y viceversa. Existen algunos criterios y técnicas para superar ese peligro: • La educación que damos a los niños ha de procurar siempre la autenticidad y la coherencia propias de las personas maduras que no actúan con ligereza de criterios y, lo que es peor, con 96 Escuela de padres y madres La meta es siempre el modo de ser y la acción. Ante los valores siempre hay una palabra final: vivirlos. - Informar bien, con objetividad y rigurosidad científica, acerca de los datos que se han de recabar para la formación moral. Los aspectos informativos son sólo para empezar. La educación no es información, sino formación. Además, en la mera información se enmascara a veces la manipulación bajo un falso alarde de neutralidad. Otras técnicas que podemos igualmente utilizar para ayudar a los niños a la asunción de valores pueden ser, por ejemplo: Los diálogos clarificadores: Se les pueden plantear todas las preguntas que se consideren pertinentes para abrir debate y diálogo, adaptándose a la edad y condiciones de los sujetos. En el siguiente cuadro puede verse un esquema de diálogo clarificador de valores: - Motivar con ejemplos personales concretos, tanto del pasado como del presente. Esta técnica de los testimonios no puede caer en el vacío de la persona. Los ánimos y el corazón de todos están siempre anhelando referentes válidos o valiosos por los que proceder en la vida, desde guías y directrices de valor auténtico. DIÁLOGOS CLARIFICADORES ¿Es esto algo que tú aprecias? - Estar siempre más dispuestos a premiar y alentar en lo bueno que a censurar, castigar o prohibir, aunque se tenga claro qué es lo que está mal. No parece que exista mejor técnica educativa que la práctica de la comprensión y la benevolencia. ¿Estás contento con ello? ¿Cómo te sentiste cuando sucedió? ¿Estás haciendo algo respecto a esta idea? ¿Pensaste en otras alternativas? ¿Qué es lo bueno que encuentras en esta idea? - Prevenir e inocular contra todas las incoherencias. Esta técnica puede consistir en lo siguiente: ¿Te gustaría hablar a otros de tu idea? ¿Qué valor le das tú a eso? Etc. 1) Empezar por hablar con ellos sobre valores, de modo que se vayan apuntando todos los que surjan, durante un tiempo determinado. Las frases inconclusas o preguntas para clarificar: Tratan de aproximar a los sujetos a los temas para centrar puntos de vista, tomas de posición o perspectivas, formulando una lista más o menos larga de frases inconclusas o preguntas que obligan a la persona a definirse. 2) Ir respondiendo luego, ante los valores que han ido surgiendo, a estas preguntas: a) ¿Cómo parece que los viven otras personas o se valoran por lo general? b) Par ticularizarlos personalmente: ¿cómo los vivo yo? c) ¿A qué distancia está cómo pienso de cómo actúo? d) ¿Qué hacer para acortar o anular esa distancia? e) ¿Qué otros valores no se nos han ocurrido destacar?, ¿por qué? Discusión de dilemas morales: El procedimiento basado en la discusión de dilemas morales consiste en la propuesta de reflexión y debate de temas, a modo de problemas dilemáticos, ante los cuales hay que tomar decisiones no siempre fáciles, o a menudo nada fáciles. Se pretende así potenciar en la persona las condiciones necesarias para optimizar su juicio moral y desarrollar la capacidad de discernimiento autónomo. Los dilemas son narraciones bre- 3) Comprometerse en prácticas concretas y habituales, es decir, en hábitos de asentimiento real. 97 La educación en valores FRASES INCONCLUSAS Y PREGUNTAS ESCLARECEDORAS DILEMA MORAL (8 - 10 años) En casa de María todos tienen diferentes responsabilidades que se turnan semanalmente. Una semana les toca ayudar a mamá en la casa (repartir la merienda, regar las plantas u otras cosas parecidas). Esta semana, a María le tocaba dar de comer a los dos gatitos que tienen en casa. El jueves, mamá se da cuenta de que los gatitos están muertos de hambre y pregunta qué es lo que ha pasado. María sabe que es porque ella se ha olvidado de darles de comer. Cuando la mamá lo pregunta, no sabe si decir sí o no. - Si encuentro dinero en casa o en clase... - Un buen amigo es una persona que... - Si en un examen alguien me dice que le deje copiar, yo... - ¿Cómo actúas cuando llega una persona nueva a clase? - ¿Cómo te sientes cuando alguna persona te lleva la contraria? - Etc. ves que reflejan algún conflicto sobre el que hay que tomar decisiones morales. Las alternativas son difíciles a la hora de decidirse, por lo que se impone necesariamente un diálogo en grupo como lo mejor para intentar aclararse. ¿Tú qué crees que debería hacer María? Efectivamente, los dilemas o problemas presentados pueden ser de dos tipos, según sea el contenido de los mismos y las situaciones que se analizan o se refieren. Así, habrá dilemas morales hipotéticos (más abstractos, supuestos o inventados, incluso fuera del contexto real de los niños o jóvenes) y dilemas morales reales (extraídos de los hechos históricos o de actualidad, incluso acaecidos en el contexto real, diario y cotidiano, de la vida de ellos, de lo mismo que acontece en el aula, en casa, entre los amigos, etc.). ¿Qué motivos puede tener para no decirlo? …………………………………………………..........…… ¿Por qué? …………………………………………………..........…… …………………………………………………..........…… …………………………………………………..........…… ¿Por qué motivos debería decirlo? …………………………………………………..........…… …………………………………………………..........…... 8. LO QUE EVITARÍAMOS CON UNA BUENA EDUCACIÓN EN VALORES Por supuesto, hay que tener en cuenta edades y situaciones o circunstancias. Para sujetos menores se han de preferir los dilemas morales reales, empezando por las realidades que más les afectan. Cuando son mayores se puede recurrir también a los dilemas morales hipotéticos y abordar así los problemas más abstractos, pero no menos conflictivos, entre intereses y derechos, necesidades y valores, derechos y deberes, etc. Se esté o no de acuerdo con las consideraciones que hemos realizado en estas reflexiones, lo que sí es cierto es que vivimos en un momento complejo en sí mismo, en cuanto al entramado estructural que socialmente se está construyendo. Frente a esto, la persona responde o se ve avocada a la simplicidad de las formas ante la imposibilidad de responder eficazmente, por imposición temporal, a lo que las demandas sociales le exigen. Es decir, en la mayoría de las ocasiones a penas si tenemos el tiempo necesario Véase, pues, un ejemplo dirigido a los más pequeños: 98 Escuela de padres y madres multiplicidad y cambio desconcertante y aun contradictorio, a un cómodo relativismo axiológico, que aunque no bien definido parece lograr un general asentimiento. Según éste, no puede hablarse de valor o los valores en sentido objetivo. Sólo hay valoraciones o preferencias más o menos generalizadas, sin justificación última posible. para asimilar o pensar concienzudamente sobre algo; a veces la respuesta ha de ser casi inmediata y en estos casos las elecciones se realizan por “lo que la mayoría de la gente hace o dice” por “lo que dice la televisión, periódico o el partido político x”. Por otro lado, también se puede decir sin temor a equivocarnos que nunca se ha visto el individuo tan atado, tan dominado, tan dirigido en el campo de sus más íntimas actividades por fuerzas sociales impersonales y, por ello, frecuentemente inhumanas. Si a ello se le une, como ya se viene denunciando, la falta de referencias básicas (valores) que ayuden al hombre a decidir, ante la invasión informativa que soporta diariamente y la crisis general que se vive, la cuestión se complica ostensiblemente. No es extraño ver o experimentar que cada vez es más difícil adoptar posturas claras, definir posiciones, mantener una coherencia en las actuaciones. Cada vez existen mayores dificultades para distinguir entre el bien y el mal. En este sentido, opinamos que si realmente todo es relativo, si todo es válido, si nada es negativo, entonces ser persona hoy día será ser cualquier cosa. Todo esto tal vez suceda porque se haya producido un mal entendido. Es posible que se crea que la existencia de criterios consistentes, de referencias sólidas o de “algo” más o menos objetivo que guíe la conducta del hombre es falta de libertad o una forma de imposición. Evidentemente, creer esto sería un error. Es cierto que determinados valores absolutos dados a priori se pueden identificar con el carácter dogmático de ciertas creencias e ideologías, sea cual fuere su signo, pero bien es cierto –recurrimos a la historiaque estas actitudes se presentan con mayor agudeza en determinadas épocas, y según los imperativos económicos de la misma y el progreso alcanzado por la civilización. Asimismo, podemos observar cómo muchas ideas se han perdido sin retorno, no porque fuesen menos verdaderas que otras, sino porque la evolución de la civilización no ha justificado en ningún momento su oportunidad. Igualmente se ve, después de siglos y de milenios de olvido y de condena, resurgir e imponerse concepciones que, aunque peligrosas e inaplicables en un cierto tipo de cultura, se hacen indispensables y adecuadas en otro. Desde nuestra perspectiva, el problema que apuntaba Escámez (1992) para el hombre del futuro está ya quizás dando sus primeros atisbos de existencia. La persona se encuentra con bastantes dificultades para realizar una elección, tomar una decisión o tomar postura ante los diversos sucesos o dilemas que se le plantean casi diariamente. Entre otras cuestiones ni tiene tiempo, ni tiene los suficientes elementos de referencia como para hacerlo de forma consciente y madura. Tal vez por esto sea por lo que está tan extendido, considerado y “tan de moda” el relativismo. Un relativismo en muchos casos mal entendido, con el que se pretende justificar o dar por válido todo aquello que no podemos asimilar o entender. Parece ser que lo más popular es acogerse, ante esa Por otro lado, la idea de bien y, en consecuencia, también de mal, se establecerá según la relación a una ideología determinada, a una ética concreta, a una razón de pertinencia, a una religión, a una moral, etc., y es por ello por lo 99 La educación en valores no exenta de realidad de que a nadie le importas demasiado. Ésta es la sensación que tienen incluso muchos padres con sus hijos y muchos hijos con sus padres, muchos hermanos o amigos entre sí, muchos profesores con sus alumnos y muchos alumnos con sus profesores, etc. Cualquiera puede preguntarse qué le importa uno a nadie. No hay más que ver la proliferación de obras escritas, y otras manifestaciones, sobre autoestima, autosuperación, autoayuda, etc., que salen a la luz en la actualidad. Se suelen decir cosas como las que siguen: “se tiene más libertad pero cada vez somos más esclavos de pensamientos que no son nuestros”, “se tienen más cosas pero cada vez se nos valora menos por lo que somos”, “no sabemos disfrutar de ellas porque siempre estamos entrando en competición poco constructiva con los demás”, “se dispone de más y mejores oportunidades y posibilidades y pasamos de puntillas por ellas buscando no se sabe qué cuestiones”, etc. No ha de extrañar, por tanto, que el hombre y la mujer de hoy se pregunten hacia dónde tienen que caminar o pueden caminar. Sin embargo, ante este cuestionamiento nos encontramos con la paradoja de que ni siquiera saben encontrarse a sí mismos. De seguir en esta situación la desesperanza puede cundir y derivar en desencanto y tristeza. Para combatirlas, la tendencia más generalizada consiste en buscar evasiones y diversiones que no solucionan realmente “el problema” sino pasajeramente, como a modo de anestésicos. que creemos que en esta cuestión, tanto la sociedad, en primer lugar, como la educación tanto familiar como institucional, en cuanto a mecanismo de continuidad de los sistemas sociopolíticos, deben prestar especial atención al establecimiento de relaciones valorativas coherentes con las referencias que justifican la acción. Pues, si las ideologías están escasas de ideales, la ética es cuestionada, las religiones desfasadas y la moral debilitada, evidentemente las posibilidades de superación de la crisis humana serán realmente pocas, ya que los valores que se conformarían tendrían falta de consistencia y, si sirve la expresión, serían poco valiosos en sí mismos, o dicho de otra manera, serían valores de menor grado. Es decir, la escala de valor se construiría de forma contraria: los valores útiles y los valores materiales estarían por encima de los valores espirituales y éticos, con una considerable pérdida de humanización no sólo en cuanto a los actos, sino también en su propia y última esencia, aquella que distingue al ser humano del resto de los seres creados. La persona, para hacerse, ha de tener su “espacio”; espacio que, aunque esencialmente referente a un sistema de valores, no tiene por qué ser estático o rígido. Puede y debe variar de una sociedad a otra, o de un contexto a otro, dentro de una misma sociedad. Lo que no puede ser es que en los momentos de cambio se pierdan en el proceso las cuestiones o los valores más esenciales del hombre. Creemos, por tanto, que ante la posibilidad de que esto ocurra el sistema social y el sistema educativo han de prever los caminos para que esto no sea una realidad, teniendo en cuenta también que el cambio o mutación de valores no engendra de inmediato un hombre nuevo de la noche a la mañana, entre otras razones porque la evolución de las ideas ocurre a mayor velocidad que el cambio en las instituciones, incluida en ellas la familia. Se puede constatar que la persona hoy se sabe persona, pero no siempre sabe o acierta a vivir como persona. Por tanto, y como conclusión, si nosotros somos capaces de ayudar a nuestros hijos a formarse en valores y a vivirlos como tales estamos preparándolos para que realmente dominen en primer lugar su mundo interno y, como consecuencia de ello, el mundo externo se haga más atractivo, positivo, estimulante y creativo. En la actualidad, la persona cree dominar el mundo externo, y hasta eso se podría cuestionar, pero lo que sí demuestran las estadísticas y los medios de comunicación es que donde hemos perdido el control, el norte, el dominio -dirían al- Por otro lado, también se afirma que la persona hoy no tiene tiempo para dedicarle atenciones a los demás, ni siquiera al que tiene más cerca. Por eso, en general, se tiene la sensación 100 Escuela de padres y madres gunos-, es en nuestro mundo interno, que no es otra cosa que la esencia, el ser de cada persona. Tenemos que ser conscientes los adultos de que no podemos exigirle a la sociedad lo que nosotros como individuos en lugar de construir perdemos. No podemos seguir por más tiempo echando la culpa a los jóvenes de algo que nosotros hemos construido. Los jóvenes, en todo caso, son la consecuencia o de nuestras acciones o de nuestra falta de ellas, pero en ningún caso son responsables directos de lo que está ocurriendo. Son los herederos, no lo olvidemos, mientras que los responsables del legado que ellos reciban somos nosotros. Nos llama la atención cuando descubrimos que los jóvenes se definen a sí mismos como una juventud desorientada, que en el fondo no está conforme con lo que vive, pero la confusión creada a su alrededor le resta el ímpetu necesario para cambiarlo. Se definen como una generación soñadora, con ganas de vivir, independiente, libre, renovadora a su modo, progresista, inteligente y con posibilidades de conseguir lo que quiera, pero a su vez acomodada, impersonal, poco original, superficial, que no sabe valorar lo que tiene, indiferente, poco participativa, pasota, indecisa, irresponsable, hipócrita y egoísta. Si realmente somos observadores de la realidad podemos descubrir que la incoherencia que expresa la juventud al definir a su generación surge de la propia incoherencia social. Porque, seamos claros, nuestra sociedad puede ser, y de hecho lo es, sumamente contradictoria. Por una parte está asentada jurídicamente sobre la base de la igualdad y la justicia, y, por otra, está instalada en el hedonismo del consumo y del confort; proclama la libertad como abanderado y condena la violencia como enemigo, pero manipula la información y viola la intimidad personal. Muchos adultos opinan que esta generación es afortunada porque tiene todo lo que la suya no pudo tener. Sin embargo, para los jóvenes no lo es tanto, ya que según ellos se les presenta una visión racionalista y materialista del mundo donde la utopía y los sueños son absorbidos por lo práctico y lo útil, donde los objetivos principales son el dinero y el poder, el sexo y la frivolidad. Quizás esta denuncia que ellos hacen pueda hacernos comprender que a lo mejor los jóvenes no permanecen ajenos a pesar de su aparente “pasividad” y estén denunciando a su manera, por un lado, la incoherencia de las generaciones anteriores al vivir de acuerdo con los valores engendrados por el sistema social y estar, sin embargo, proclamando otros de corte más humanista; y, por otro, la aparente imposibilidad o incapacidad de los adultos para hacer frente al mundo que nos rodea. 9. BIBLIOGRAFÍA Berná, D. (2001) et al. Educación en valores humanos. Zaragoza, Diputación General de Aragón. Carranza, M., Mora, J. M. (2003). Educación física y valores: educando en un mundo complejo. Barcelona: Graó. Diccionario de Ciencias Sociales (1992): vol. 10, Madrid, Escuela Española. Escámez, J., Or tega, P. (1992). La enseñanza de actitudes y valores, Valencia: Nau Llibres. González, R., Díez, E. (2000). Valores en familia. Madrid: CCS. Marín Ibáñez, R. (1998). Los valores un desafío permanente, Madrid: Cincel. Raths, L., Harmin, M. y Simon, S. (1967). El sentido de los valores y la enseñanza. Cómo emplear los valores en el salón de la clase. México: Uteha Rollano, D. (2004). La educación en valores. Vigo: Ideas Propias. Zeledón, Mª. P., Buxarráis, Mª R. (2004) et al. La familia, un valor cultural: tradiciones y educación en valores democráticos. Bilbao: Desclée de Brouwer. 101 La educación en valores 102 Escuela de padres y madres LA RESPONSABILIDAD CIVIL EN EL ÁMBITO DE LA ACTIVIDAD DEPORTIVA. ESPECIAL REFERENCIA A LOS PROFESORES DE EDUCACIÓN FÍSICA, Y TÉCNICOS DEPORTIVOS Dra. Dª Esperanza Alcaín Martínez 1. Proliferación de litigios por daños en el ejercicio de actividades deportivas. 1. DELIMITACIÓN DEL TEMA: PARTICULARIDADES DE LA RESPONSABILIDAD CIVIL EN EL ÁMBITO DE LA ACTIVIDAD DEPORTIVA Todas las personas que realizan una actividad deportiva o están en contacto con el deporte en general son conscientes de su importancia como uno de los instrumentos más importantes de integración social y como factor fundamental de la formación y del desarrollo de la personalidad, contribuyendo también al desarrollo de la igualdad entre los ciudadanos. El ordenamiento jurídico ha ido respondiendo desde los distintos sectores a las cuestiones que el deporte suscita. Así, encontramos normas autonómicas y estatales que se pronuncian sobre los principales problemas y cuestiones derivadas del ejercicio del deporte; tal es así que incluso ya se habla de Derecho depor tivo como disciplina autónoma, con la intención de aglutinar normas y principios relativos a los distintos sectores de nuestro ordenamiento jurídico, como son el Derecho administrativo, mercantil, laboral, procesal y civil. Ahora, bien, junto a este papel moralizador y socializante que desempeña el deporte en la sociedad hay que hacer referencia a otra faceta, como es el hecho de que su ejercicio puede ocasionar daños tanto al deportista como a terceros. Cada día son más frecuentes los accidentes deportivos, en parte por el aumento de las actividades deportivas, en parte por el surgimiento de deportes que conllevan un riesgo. Esto ha favorecido una mayor atención por parte de los juristas. En esta materia concurren las siguientes circunstancias: 2. Diversidad de supuestos de hecho, aunque todos tengan el deporte como punto de conexión. Se incluyen los daños sufridos por el propio deportista, entre deportistas, por el deportista a los espectadores, por los espectadores al deportista, entre espectadores, en deportes orientados a causar lesiones (boxeo, artes marciales...), en deportes con animales (equitación), etc. 3. Ausencia de una norma en el ámbito del Derecho depor tivo que establezca el régimen de responsabilidad aplicable. Sólo existen normas que se refieren a la responsabilidad en general de determinados sujetos, como luego veremos, pero en ningún caso a la responsabilidad civil. 4. A esto hay que unirle que, si bien la responsabilidad civil está expresamente prevista y regulada en el Código civil (en adelante Cc), también es cierto que se trata de una materia en la que han proliferado numerosas leyes especiales que las han regulado para casos concretos. Aunque no hay ninguna ley específica aplicable al Derecho deportivo. 5. Esta escasa regulación contrasta con la interpretación extensiva que ha hecho la jurisprudencia. El art. 1902 Cc es uno de los más elásticos del Código, dando lugar a una doctrina jurisprudencial que, entre otras cosas, está provocando una importante inseguridad. Hoy es difícil predecir cuál será el resultado de una demanda de responsabilidad civil. En conclusión, nos enfrentamos con dos materias, deporte y responsabilidad civil, que están en continua evolución y desarrollo, y que siempre 103 La responsabilidad civil en el ámbito de la actividad deportiva avanzan con más rapidez que la respuesta que las normas, la doctrina o la jurisprudencia nos dan. portiva realizada conlleva un riesgo que asume quien la practica. Sirvan los siguientes supuestos contemplados en sentencias como ejemplos: 3. Lesiones causadas por profesora a una alumna en clase de Taekwondo (SAP Málaga 5-121995). 1. Daños por caída en competición deportiva de gimnasia: hecho fortuito no imputable al entrenador (Sentencia de la Audiencia Provincial, en adelante SAP, de Valencia 16 -7-2002). Durante la actividad de clases, la profesora (titulada y campeona mundial) dio una patada a la alumna en la mandíbula durante un ejercicio de competición, golpe que no fue esquivado en la forma en la que se había instruido. La profesora debía haber previsto el riesgo y evitado en lo posible y no puede ampararse en la impericia y falta de destreza del alumno, lo cual es inherente a su condición de aprendiz. Además, la profesora debía haber obligado a su alumna a colocarse el peto y los cascos de protección. “En la ausencia de imposición estriba la culpa que se le imputa”. Los padres de un menor interponen demanda contra la Real Federación Española de Gimnasia, a la de la Comunidad Valenciana y al entrenador por los daños sufrido en una caída por su hijo durante una competición en disciplina de gimnasia deportiva, al realizar el ejercicio de anillas. Los argumentos fueron que el entrenador no atendió la situación psicológica del menor ni prestó la asistencia suficiente para prever la caída y evitar las graves consecuencias. Se desestimó, ya que quedó probada la adopción de las medidas de seguridad necesarias, incluida la colocación de colchoneta suplementaria. 4. Indemnización por lesiones en un gimnasio (SAP Palencia 2-11-2000). Un señor celebró un contrato de arrendamiento de servicios en el que se obligaba a pagar un precio por la enseñanza y ayuda en la práctica de Aikido, comprometiéndose también el gimnasio a informarle y controlar su situación física para realizar o no dicha práctica deportiva. No consta que se le exigiese un reconocimiento médico o la presentación de un certificado médico de cuál era su situación física, y ello a pesar de comprobar que tenía 56 años, que era de complexión fuerte y saber que el deporte que quería practicar era un deporte de riesgo, como son todas las artes marciales. Se estimó que la omisión de la exigencia de exámenes, así como de la información de los riesgos que conllevaba incidió en las lesiones sufridas por este señor y queda dentro del ámbito de las obligaciones derivadas del contrato. Por lo que el incumplimiento del contrato por los dueños del gimnasio es el que genera la obligación de indemnizar. 2. Lesiones por caída de la balsa neumática (Sentencia del Tribunal Supremo, en adelante STS, 17-10-2001). Se produce el fallecimiento de un joven al caerse de la balsa neumática mientras practicaba rafting. No hay responsabilidad del monitor porque no hay culpa, porque no omitió la diligencia exigible en ninguno de los aspectos de la actividad: - - No hay deficiencias en la organización de la actividad. No hay descuido en el material empleado. El equipo de apoyo actuó correctamente, rescatando a los otros dos tripulantes que cayeron. La zona elegida era peligrosa pero se trataba de un lugar conocido y habitual. Otras sentencias que sir ven como ejemplo de la dificultad de establecer unos rasgos comunes mínimos que permitan aplicar un mismo cri- En definitiva, estamos ante un caso fortuito: al caer se golpeó la cabeza. La actividad de104 Escuela de padres y madres terio o régimen, aunque todas estas situaciones quedan enmarcadas en la actividad depor tiva, son las siguientes: - Caída del caballo alquilado para su monta (STS 16-10-1988). - Lesiones sufridas en clase de educación física por alumno (STS 22-12-1999). - Fallecimiento en un gimnasio por paro cardíaco (SAP Guipúzcoa 27-7-1999). 2. NORMAS A TENER EN CUENTA: LEY DEL DEPORTE Y CÓDIGO CIVIL En la Ley del Deporte no existe una regulación específica sobre la responsabilidad civil. Sólo encontramos una referencia en los casos en los que se produce un daño o lesión a un tercero. Es frecuente que las lesiones objeto de las demandas se produzcan en recintos deportivos o con ocasión de una competición o evento deportivo. En estos casos el daño lo puede sufrir el depor tista (espectador que lanza una botella al campo) o un espectador, es decir, una persona ajena al juego o deporte (peleas entre espectadores, caída de una valla....). El hecho de presenciar un partido o competición, incluso el hecho de adquirir una entrada no implica asumir el riesgo de verse lesionado (SAP Santa Cruz de Tenerife 2-2-2002, SAP Barcelona 2-2-2001, SAP Sevilla 23-12-1999). Por ello, es importante acotar el régimen aplicable en estos supuestos. Aunque de forma escasa, la Ley del Deporte de 1990 hace referencia al tema en los ar ts. 63, 67 y 69, dentro del Título “Prevención de la violencia en los espectáculos deportivos”. Hay que destacar que estos artículos fueron objeto de reforma por la Ley de 30 de diciembre de 2002, de Medidas fiscales, Administrativas y del Orden Social, y que se ha perdido la ocasión para ofrecer un mayor respaldo legal al tema que nos ocupa. El Preámbulo establece que “en materia de deportes, se incluye una importante modificación de la Ley del Deporte, introduciendo un conjunto de medidas tendentes a la erradicación de la violencia en el deporte. Así, se amplían las competencias de la Comisión Nacional contra la Violencia en los espectáculos deportivos; se regula la asunción de responsabilidades por daños y desórdenes originados en eventos depor tivos; se amplían los ilícitos administrativos tipificados, concretando las competencias para la imposición de sanciones, y se incorporan nuevas infracciones a las ya existentes en el ámbito de la disciplina deportiva”. El art. 63 de la Ley del Deporte queda redactado del siguiente modo: 1. Las personas físicas o jurídicas que organicen cualquier prueba, competición o espectáculo deportivo de ámbito estatal o los eventos que constituyan o formen parte de dichas competiciones serán responsables de los daños y desórdenes que pudieran producirse por su falta de diligencia o prevención, todo ello de conformidad y con el alcance que se prevé en los Convenios internacionales sobre la violencia deportiva ratificados por España. Esta responsabilidad es independiente de la que pudieran haber incurrido en el ámbito penal o en el puramente deportivo como consecuencia de su comportamiento en la propia competición. 2. Los jugadores, técnicos, directivos y demás personas sometidas a disciplina depor tiva responderán de los actos que puedan ser contrarios a las normas o actuaciones preventivas de la violencia deportiva, de conformidad con lo dispuesto en el Título XI y en las disposiciones reglamentarias y estatutarias. Se mantiene la redacción del art. 69 que, en sus apartados 1 y 2, establece: 1. Los organizadores y propietarios de las instalaciones deberán garantizar las necesarias 105 La responsabilidad civil en el ámbito de la actividad deportiva caso, la responsabilidad gira en torno a las medidas de seguridad, lo que significa que sólo será indemnizable el daño debido a la falta de adopción de una medida de seguridad. Por tanto, la responsabilidad será culposa y cederá si se demuestra que adoptaron las medidas de seguridad previstas. medidas de seguridad en los recintos deportivos, de acuerdo con lo legal y reglamentariamente establecido al efecto. 2. El incumplimiento de las prescripciones y requisitos en esta materia dará lugar a la exigencia de responsabilidades y, en su caso, a la adopción de las correspondientes medidas disciplinarias. En la SAP Barcelona 2-2-2001 se condena al Fútbol Club Barcelona a indemnizar a una joven que sufrió lesiones al ser arrollada por una avalancha humana al finalizar un partido de fútbol (en el que se proclamaba Campeón de Liga), basándose en la aplicación del art. 69 de la Ley que, como hemos visto, establece en su apartado 1 que “los organizadores y propietarios de las instalaciones deberán garantizar las necesarias medidas de seguridad en los recintos deportivos, de acuerdo con lo legal y reglamentariamente establecido”. Pone la Audiencia en conexión este precepto con la jurisprudencia reiterada que señala que, “si bien el art. 1902 Cc descansa en el principio básico culpabilista, no es permitido desconocer que la diligencia requerida comprende no sólo las prevenciones y cuidados reglamentarios, sino además todos los que la prudencia imponga para prevenir el evento dañoso, con inversión de la carga de la prueba y presunción de conducta culposa en el agente, así como aplicación, dentro de unas prudentes pautas, de la responsabilidad basada en el riesgo, aunque sin erigirla en fundamento único de la obligación de resarcir, todo lo cual permite entender que para responsabilizar una conducta no sólo ha de atenerse a esa diligencia exigible según las circunstancias personales, de tiempo y de lugar, sino, además, al sector del tráfico o al entorno físico y social donde se proyecta la conducta, para determinar si el agente obró con el cuidado, atención y perseverancia apropiados, y con la reflexión necesaria para evitar el perjuicio”. Antes de la reforma de 2002, la doctrina, amparándose en las sentencias de Audiencias y del Tribunal Supremo, defendía que, a tenor del art. 63, a los organizadores se les sometía a un régimen de responsabilidad por riesgo y, según el art. 69, a la responsabilidad por culpa. Sin embargo, con esta reforma parcial podemos destacar las siguientes novedades: a) Se amplían los sujetos que responderán de los daños que se ocasionen con motivo de un espectáculo deportivo. Junto a las personas físicas o jurídicas que organicen cualquier prueba, competición o espectáculo deportivo, el art. 63.2 menciona a los jugadores, técnicos, directivos y demás personas sometidas a disciplina deportiva, entre los que tendremos que incluir a los clubes, ya que ha desaparecido la referencia expresa. b) Los organizadores serán responsables de los daños y desórdenes que se produzcan por su falta de diligencia o prevención. Es decir, se introduce la responsabilidad subjetiva, ya que sólo responderán si se acredita que actuaron sin las medidas de diligencia o preventivas que existan en relación con la materia. c) Los jugadores, técnicos, directivos y demás personas sometidas a disciplina deportiva responderán siempre que actúen en contra de las normas o actuaciones preventivas de la violencia deportivas. Es decir, si como consecuencia del incumplimiento de unas normas se provoca un daño a terceros deben responder. En el supuesto enjuiciado, el Fútbol Club Barcelona ni siquiera ha probado que cumpliese las obligaciones reglamentariamente establecidas en cuanto a seguridad en el estadio -que el día de los hechos debió extremar, atendida la importan- d) Al mantenerse la redacción del art. 69 en sus apartados 1 y 2 se puede decir que, en este 106 Escuela de padres y madres cia del evento deportivo que se celebraba, lo que hacía previsible que sucedieran hechos como los acontecidos-, pero es que, en cualquier caso, las adoptadas se manifestaron insuficientes, como lo demuestran las lesiones sufridas por la actora, de donde se deriva su obligación de indemnizar «ex» art. 1902 Cc, por aplicación de la doctrina anteriormente expuesta. En definitiva, aunque aún es pronto para que exista un pronunciamiento judicial aplicando estos artículos, podemos mantener que el legislador ha recogido la doctrina que los autores y las sentencias contemplaban. Estamos ante una responsabilidad por culpa, los organizadores responderán cuando actúen negligentemente. Ahora, bien, hay que pensar que si hay desórdenes o se ocasionan daños es porque no se han cumplido las normas (si se estalla una bengala es porque no se ha registrado bien al espectador al entrar, si hay una avalancha es porque no se han extremado las medidas de seguridad, etc.). La STS de 19-12-1992 señaló, con carácter general, que «la diligencia exigible a quienes explotan... un establecimiento público donde se produce aglomeración de gente, abarca no sólo la necesaria para impedir el evento dañoso... sino la adecuada para la neutralización de sus efectos, y por supuesto, que no se incremente el riesgo, es decir, que una hipotética conducta imprudente de persona indeterminada -en el caso del partido del Barcelona, de personas que se abalanzaron por las gradas- no se vea favorecida por una falta de previsión que conduzca al resultado lesivo. Por ello, en las sentencias nos encontrábamos (y así será también a partir de ahora) que se extremaba la exigencia de la diligencia debida, lo que provocaba la inversión de la carga de la prueba y lo que motivaba hablar de una responsabilidad cuasi-objetiva. Un ejemplo lo encontramos en la STS 31-51997, en la que se resolvió un caso de lesiones provocadas a un menor que presenciaba una ex- hibición de Taekwondo, como consecuencia de que una astilla de uno de los palos empleados en la competición se desprendió y fue a parar al ojo de la víctima. No se cita la Ley del Deporte, pero en la sentencia se reprocha negligencia al organizador porque, siendo previsible la causación de daños en función de la índole violenta del depor te por el empleo de palos como armas ofensivas, el recinto donde tuvo lugar el enfrentamiento estaba abierto y carecía de toda protección para los espectadores, y porque la calidad y resistencia de los palos empleada no era la adecuada. El fundamento en el que apoya la responsabilidad del organizador del espectáculo deportivo es la culpa, sin embargo, hay distintos aspectos en la misma que se acercan a la objetivación de la responsabilidad: - Se exige que el organizador adopte medidas de seguridad excesivas, como sería que el espacio donde tiene lugar el enfrentamiento estuviese rodeado de una tupida red que impidiese que se proyectaran las astillas que, eventualmente, pudieran desprenderse del golpe de los palos. - Entiende que la carga de la prueba incumbe al agente del daño. - Reconoce que el organizador de la competición creó un riesgo. Otras cuestiones que al menos conviene señalar son: 1. Que en teoría será una responsabilidad de naturaleza contractual cuando los espectadores hayan accedido mediante pago al espectáculo deportivo, pues los organizadores tienen la obligación de procurar un lugar idóneo que no los expongan a incidentes peligrosos, y de naturaleza extracontractual cuando los lesionados sean sujetos extraños a la competición y no hayan realizado ningún desembolso. No obstante, los Tribunales optan por la responsabilidad extracontractual en la mayoría de los casos. 107 La responsabilidad civil en el ámbito de la actividad deportiva do culpa o negligencia, está obligado a reparar el daño causado”. 2. Debemos pensar que los organizadores suscribirán seguros que harán frente a los gastos, quedando ellos exentos de responsabilidad. Así se puso de manifiesto como consecuencia de unas lesiones en una competición de motonáutica, al volcar un participante y ser alcanzado por otro competidor (SAP Madrid 23-3-1998). Recordar y analizar, con carácter general, la responsabilidad civil nos lleva a marcar dos partes: el supuesto de hecho y el efecto jurídico. El supuesto de hecho se compone de tres elementos: 3. Además la responsabilidad desaparecerá o no se imputará si el daño se produce por culpa exclusiva de la víctima, de terceros o del participante en la competición, o por un caso fortuito, externo al riesgo propio de la actividad deportiva. Como se aprecia en la SAP Córdoba 10-3-1994, en la que se valora la amputación de varias falanges de los dedos de la mano por portazo o cierre de puesta metálica cuando actuaba como espectador. También en la SAP Valencia 16-7-2002 se exime de responsabilidad al entrenador, a la Federación de Gimnasia Valenciana y a la nacional por los daños sufridos por un menor en una caída al terminar el ejercicio en una competición de gimnasia deportiva. Se entendió como un hecho fortuito no imputable a ellos ya que las medidas de seguridad adoptadas eran las ordinarias en este caso, con la colocación de colchoneta suplementaria para atenuar las posibles caídas. 1. Daño: se requiere que haya una víctima, un perjudicado, un sujeto pasivo que haya sufrido un perjuicio. 2. Un criterio de imputación: es la circunstancia que justifica que se haga a alguien responsable del daño sufrido por la víctima. Nuestro sistema está basado en la culpa, a tenor de la redacción del art. 1902 del Cc, aunque como veremos no es el único. 3. La relación de causalidad: es necesario que el daño haya sido causado por esa culpa. Es decir, no basta con que el coche que atropelló al peatón circulara a más velocidad de la debida, sino que es necesario que lo atropellara porque circulaba a más velocidad de la debida. Comprobamos que se recogen estos tres elementos en el art. 1902 del Cc: 4. La responsabilidad se compartirá, transformándose en solidaria o colectiva, si son varios los sujetos que han intervenido en la relación de causalidad del hecho dañoso, es decir, si existe una pluralidad de responsables. Normalmente, además del club, será demandado el ayuntamiento o ente público encargado de la gestión de las instalaciones deportivas e incluso la propia víctima (ejemplo: ataque cardíaco al hacer gimnasia). a) “el que por acción u omisión causa...”: relación de causalidad. b) “... daño a otro...”: daño c) “... interviniendo culpa o negligencia...”: criterio de imputación, que es la culpa. “El cómo” y “el por qué” se produjo el accidente. 3. APLICACIÓN DEL RÉGIMEN JURÍDICO GENERAL PREVISTO EN EL ART. 1902 DEL CÓDIGO CIVIL Si se da este supuesto de hecho, el mismo art. 1902 señala el efecto jurídico: “...estará obligado a reparar el daño causado”. 3.1. ELEMENTOS PARA SU APLICACIÓN No hay ninguna duda de que la función esencial de la responsabilidad civil es el resarcimiento de la víctima, por eso en nuestro sistema puede imponerse aunque el responsable no sea cul- El art. 1902 del Cc establece que “el que por acción u omisión causa daño a otro, intervinien108 Escuela de padres y madres pable, de ahí que haya variedad de criterios de imputación. Los criterios de imputación han evolucionado desde que se promulgara el Código Civil en el siglo XIX. La regla general la establece el ar t. 217.2 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, que atribuye al actor (el perjudicado, el que ha sufrido el daño) la carga de la prueba de los hechos constitutivos de su derecho. Ahora, bien, una de las líneas de objetivización jurisprudencial de la responsabilidad ha consistido en declarar que, en ciertos casos, se invierte la carga de la prueba (se presume culposa toda acción u omisión generadora de un daño indemnizable, a no ser que el agente demuestre haber procedido con la diligencia debida a tenor de las circunstancias del lugar y tiempo, demostración que no se logrará con el mero cumplimiento de disposiciones reglamentarias) Junto a la responsabilidad por culpa, es necesario referirnos a la responsabilidad objetiva o por riesgo que abarca supuestos muy distintos, en los que el grado de objetivización varía. Como la responsabilidad objetiva persigue la máxima protección de las víctimas es usual que las normas que la imponen obliguen al responsable a contratar un seguro (de ahí que se llame obligatorio) con la finalidad de que su posible insolvencia no perjudique a la víctima. Un ejemplo lo encontramos en los daños ocasionados en la caza. La Ley 1/1979, de 4 de abril, establece una responsabilidad objetiva del cazador en caso de accidente, acompañada de un seguro de responsabilidad civil del cazador, de suscripción obligatoria. porte no comporta una alteración de la responsabilidad por culpa. Lo que sí hay que destacar es que al apreciar la culpa, el nivel de diligencia exigible es más bajo (Ej. una zancadilla, un codazo que fuera del un campo de fútbol o de baloncesto sería considerado como imprudencia no lo es dentro de él, ni da lugar a indemnización en el caso de causar daños) de ahí que se defienda doctrinal y jurisprudencialmente que los participantes, los deportistas, han asumido el riesgo, es decir, que han aceptado participar en una actividad en la que conocidamente se consideran lícitos ciertos comportamientos que serían imprudentes fuera de ella (STS 22-10-1992). Pero, ¿qué diligencia se exige en el ámbito deportivo? Dependerá de distintas circunstancias: • • • El deporte que se practique (fútbol o rafting). Los sujetos que lo practiquen (profesionales o no). El lugar donde se realice (instalaciones deportivas o parque público). Desde luego, hay que admitir que no deben coincidir diligencia y cumplimiento del reglamento deportivo, en el sentido de que una infracción reglamentaria se considera normal, pero no significa que los deportistas puedan realizar las agresiones que quieran. 3.2. ¿ES APLICABLE EN EL ÁMBITO DEPORTIVO EL RÉGIMEN DE RESPONSABILIDAD DEL ART. 1902 DEL CÓDIGO CIVIL? En general, en la práctica de los deportes existe un claro riesgo de lesión que todos los participantes asumen, pero estas consideraciones no cubren ni amparan cualquier tipo de actuación que se dé en el desarrollo de una actividad deportiva, ni con la excusa de que se trata de una disputa deportiva. La lucha deportiva en un juego-espectáculo (como el fútbol), no puede ser vir de exención a acciones como actos de agresión directos y contundentes contra la salud del contrario, pues esto rebasa nítidamente los límites del riesgo permitido y asumible en el ejercicio ordinario de tal deporte. La respuesta que hay que dar a esta pregunta es que sí es aplicable. La práctica de un de- En conclusión, el ámbito de tal riesgo cierto implícito, aceptado y asumido por todos los que Tomando estos conceptos como base, comencemos a analizar la responsabilidad civil en el ámbito de la actividad deportiva. 109 La responsabilidad civil en el ámbito de la actividad deportiva el daño emergente y el lucro cesante que la lesión provoca. participan en el deporte no abarca actos agresivos graves y voluntarios que originan o pueden originar lesiones al contrincante. Así, un futbolista no tiene por qué asumir ni soportar que otro lo agreda y atente contra su salud física, aunque sea en el ejercicio de la actividad deportiva (Sentencia del Juzgado de lo penal de Pamplona 1710-2001). Por último, conviene hacer referencia a una cuestión. La Ley del Depor te, en su ar tículo 59.2, establece que con carácter obligatorio los deportistas federados que participen en actividades o competiciones oficiales deben poseer un seguro que cubra los riesgos para su salud y que se desprendan directamente de la práctica del deporte, motivo por el cual debería fomentarse la federación, fundamentalmente en los depor tes de riesgo. Este artículo fue desarrollado por el Real Decreto de 4 de junio de 1993 que determina las prestaciones mínimas del seguro obligatorio deportivo. Estas prestaciones no incluyen como básicas y obligatorias las que se deduzcan de responsabilidad civil extracontractual, centrándose en las prestaciones sanitarias y por accidente. En concreto, el art. 2 se refiere al seguro que cubrirá a deportistas federados. El problema es que no siempre es exigible la licencia federativa. Por el contrario, sólo lo es en caso de participación en competiciones oficiales. Es decir, tal y como está la legislación hay muchos supuestos en los que los deportistas no están cubiertos por dicho seguro. En la teoría general de responsabilidad podemos señalar algunas causas de exención de la culpa (ejercicio de un derecho, estado de necesidad), entre las que incluimos el consentimiento de la víctima (ej.: dado en una operación quirúrgica). En el ámbito deportivo encontramos una particularidad como consecuencia del riesgo al que hemos hecho referencia: la Teoría de la Asunción del Riesgo. 3.3. EL RESARCIMIENTO DEL DAÑO El art. 1902 del Cc establece que el que causa daño mediando culpa o negligencia “está obligado a reparar el daño causado”. En el ámbito del Derecho deportivo se aplicará la teoría general, por lo que si se produce un daño patrimonial material la reparación puede realizarse in natura o por equivalente. Mayor trascendencia tienen las lesiones personales, físicas y morales para fijar la cuantía de la indemnización. Es reiterada la jurisprudencia que defiende que por aplicación analógica, pero no rigorista se aplicará el «Sistema para la valoración de los daños y perjuicios causados a las personas en accidente de circulación» que contiene el Anexo que incorpora la Disposición Adicional Octava de la Ley 30/1995, de 8 de noviembre, de Ordenación y Supervisión de los Seguros Privados (SAP Castellón 22-2-2001). El baremo será actualizado periódicamente conforme al incremento de precios al consumo. 4. PARTICULARIDAD DE LA RESPONSABILIDAD CIVIL EN EL ÁMBITO DEPORTIVO. LA TEORÍA DE LA ASUNCIÓN DE RIESGO 4.1. CONCEPTO Y REQUISITOS Si la víctima es un deportista, la indemnización del daño debe tener en cuenta las especiales circunstancias del mundo deportivo para fijar El riesgo particular que del ejercicio de una actividad deportiva se deriva, y que va implícito 110 Escuela de padres y madres en la misma, no puede equipararse a la idea del riesgo que como objetivación de la responsabilidad ha dado lugar a la aparición de la responsabilidad por riesgo, en cuanto se encuentra fundada en la explotación de actividades, industrias, instrumentos o materias que, si bien esencialmente peligrosos, el peligro que su puesta en funcionamiento lleva implícito se ve compensado por el beneficio que recibe la Sociedad en general y su explotador. El riesgo que asume el deportista es un golpe, una rotura de ligamentos, etc. Podemos citar sentencias que reconocen que la objetivización de la responsabilidad se produce cuando el art. 1902 del Cc “se proyecta sobre actividades, aspectos o conductas de clara trascendencia social”, lo que ha conducido a una llamada socialización de responsabilidades, lo que no es, en principio al menos, de aplicación a las competiciones depor tivas, dado que el riesgo particular que del ejercicio de una actividad de ese género pueda derivar y va implícito en su ejercicio, no puede equipararse a la idea del riesgo como objetivación de la responsabilidad que ha dado lugar a la aparición de una especial figura de responsabilidad, debiendo también señalarse que en materia de juegos o deportes la idea del riesgo que cada uno de ellos puede implicar va ínsita en los mismos, y consiguientemente quienes a su ejercicio se dedican lo asumen, siempre que las conductas de los partícipes no se salgan de los límites normales, lo que ya entraría en el ámbito de las conductas dolosas o culposas (SAP Pontevedra 4-10-2001, SAP Madrid 23-3-1998 y STS 22-10-1992). Por ello, no es correcto hablar de responsabilidad objetiva, aunque impropiamente así lo encontramos en alguna sentencia. Para apreciar asunción de riesgos por el perjudicado deben concurrir los siguientes requisitos: a) Participación en la actividad en la que se han causado los daños b) Riesgo patente y conocido por los jugadores o deportistas. c) Libertad para asumir o rechazar el riesgo. d) Asunción de los riesgos normales de la actividad. e) Bilateralidad del riesgo: la víctima y el agente pueden considerarse el uno respecto del otro generador de un riesgo parecido. Estos requisitos concurren en la práctica de cualquier actividad deportiva. Entre las sentencias que se pueden citar destacamos: SAP Pontevedra 4-10-2001 y SAP Vizcaya 15-12-1999 (pérdida de un ojo a raíz de una patada cuando el actor practicaba kárate. La Audiencia reconoce que la práctica de artes marciales supone la asunción de los riesgos de padecer una lesión. Eran karatecas con suficiente experiencia y debidamente adiestrados, y no se acreditó que el golpe fuera traicionero durante un descanso. Se reconoció la ausencia de responsabilidad). El efecto que se deriva de la aplicación de la Teoría de la Asunción del Riesgo es que va a existir una exención de culpa del agente desde el momento en el que se han asumido los riesgos por los participantes y porque han participado en la relación de causalidad al contribuir en el hecho generador del daño. Es decir, la asunción del riesgo por el deportista lesionado desvirtúa la 111 La responsabilidad civil en el ámbito de la actividad deportiva Sin embargo, una lesión en un ojo como consecuencia del rebote de la pelota no dio lugar a responsabilidad, sino que se aplicó la teoría de la asunción del riesgo porque “las conductas de los partícipes no han salido de los límites normales ya que de ser así podría incluso entrar en el ámbito de las conductas delictivas dolosas o culposas” (STS 22-10-1992). presunción de culpa del sujeto que produce el daño. Eximir de responsabilidad al agente del daño, por entender que el acto lesivo es una consecuencia del juego o deporte, es un riesgo que el perjudicado asume. El autor del daño no es responsable más que en el caso de que su culpa resulte probada. Es a la víctima a quien corresponde probar la culpa constitutiva de un riesgo anormal creado por el agente del daño. También entendió la Audiencia de Barcelona que la conducta se había excedido de los límites de la normalidad cuando en un partido de fútbol las lesiones se produjeron por un cabezazo intencional, como consecuencia de un enfrentamiento físico de dos jugadores y no en un lance de juego (SAP Barcelona, 23-4-2002). 4.2. EXCEPCIONES Sin embargo, aplicar esta Teoría hasta sus últimas consecuencias nos llevaría a resultados injustos. Por ello, se pueden señalar las siguientes excepciones en las que opera nuevamente el art. 1902 del Cc sin ninguna restricción, ya que la aceptación de riesgos no suprime la responsabilidad por culpa del autor del daño. Infracción de las reglas de juego (en conexión con la anterior): El factor riesgo deja de actuar ante una infracción de las reglas de juego que traspase los límites normales del desarrollo del juego y sus circunstancias. Podemos señalar las siguientes situaciones: Actuación culposa del agente del daño: La conducta imprudente de otro deportista o jugador impide la aplicación de la doctrina de la asunción del riesgo. Sí se admiten pequeñas infracciones del reglamento que se suponen aceptadas de antemano por todo participante. Como ejemplo se puede señalar la STS 1-5-1951 y, más recientemente, la SAP Castellón 22-2-2001, en la que se analiza que un jugador da un puñetazo en la cara a otro durante un partido de fútbol. No fue un lance del juego, ya que quedó probado que el juego estaba Es decir, sí es posible apreciar la existencia de acciones y omisiones culposas atribuibles a los participantes como causa determinante del resultado lesivo que pueda ocasionarse, lo que habrá de valorarse sin aplicación de la doctrina del riesgo. Por ejemplo, el golpe directo de pala en juego de frontón (SAP Navarra 11-1-2001). 112 Escuela de padres y madres detenido y el árbitro expulsaba en esos momentos al acusado y a otro jugador que le había propinado una patada. El jugador respondió civil y penalmente por lesiones, aunque se le apreció la atenuante de arrebato. Inseguridad de las instalaciones deportivas: Unas instalaciones que no ofrecen las adecuadas medidas de seguridad para la práctica de un deporte son determinantes del surgimiento de responsabilidad del titular que las explota. Se condenó al monitor de la embarcación, a la empresa organizadora de la excursión y a la Compañía de seguros por existir culpa simple o leve o levísima. Hechos similares encontramos en la STS 17-10-2001: un joven fallece con ocasión de participar en una actividad deportiva de rafting y caerse de la balsa neumática en la que iba. Aunque se le exige responsabilidad a la empresa organizadora, sin embargo el Tribunal no la aprecia al considerar que no hay culpa porque no se omitió la diligencia exigible en ninguno de sus aspectos (no se observa deficiencia en la organización de la actividad, no hay descuido en el material empleado, el equipo de apoyo actuó convenientemente), ni se aprecian decisiones incorrectas al monitor. Estamos ante un supuesto de caso fortuito (darse con las rocas en la cabeza al caer) en una actividad que conlleva un riesgo. Accidente en el ámbito de la enseñanza: Así, podemos citar la SAP Cantabria de 1012-1997 y SAP Gerona de 2-12-1999 (ambas en accidentes de esquí), en las que se declara la responsabilidad por negligencia de las estaciones de esquí demandadas por insuficiencia de medidas de protección ante caídas de los esquiadores. En el primer caso, al golpearse el esquiador contra las rocas al faltar redes anticaída en un telesquí, y, en el segundo, por no existir protección acolchada de un poste metálico. Aunque hay sentencias que aplican la teoría de la asunción del riesgo (STS 14-4-1999, referida a un curso de parapente), también hay sentencias que ponen de manifiesto que hay que descartar la teoría de asunción de riesgo cuando estamos ante una actividad de enseñanza deportiva y no ante una competición deportiva. El argumento de la Audiencia se centra en que en ambos casos varía ostensiblemente el marco de aplicación de las normas, pues el riesgo debe ser previsto y evitado en lo posible por el enseñante, quien no puede refugiarse en la inexperiencia del aprendiz, ya que su ignorancia y escasa destreza es inherente a su condición de educando. Falta de medidas de organización: Los organizadores de una actividad deportiva deben garantizar la seguridad en el desarrollo del evento, así como la utilización del material adecuado. Se puede citar la SAP Burgos 22-9-1997, en la que fallece una persona practicando rafting. En concreto, en la SAP Málaga 5-12-1995 se declara responsable a una profesora por las lesiones causadas a una alumna en clase de Taekwondo. La razón es que la profesora no exigió a la alumna que utilizase sistemas de protección, lo cual generó un resultado lesivo, ya que no supo aplicar la técnica que se le había enseñado para esquivar el golpe. 113 La responsabilidad civil en el ámbito de la actividad deportiva la denominada a culpa “in eligendo” o “in vigilando”). Se pueden mencionar también sentencias relativas a clases de equitación, como son la SAP Salamanca 19-11-1999, la SAP Álava 28-91999, etc. Pues, bien, centrándonos en el Código civil, el art.1903, párrafo 5, establece: “Las personas o entidades que sean titulares de un centro docente de enseñanza no superior responderán por los daños y perjuicios que causen sus alumnos menores de edad durante los periodos de tiempo en que los mismos se hallen bajo el control o vigilancia del profesorado del centro, desarrollando actividades escolares o extraescolares y complementarias”. En conclusión, la responsabilidad por daños al deportista o entre deportistas está basada en el régimen del art. 1902 del Cc. No es posible defender una responsabilidad objetiva o por riesgo. 5. PARTICULARIDADES DE LA RESPONSABILIDAD CIVIL EN EL ÁMBITO DE LA ENSEÑANZA Y DE LOS CENTROS DOCENTES Del análisis de este artículo se pueden señalar las siguientes características: 5.1. RÉGIMEN JURÍDICO PREVISTO EN EL CÓDIGO CIVIL 1. El daño se debe producir en centros docentes “de enseñanza superior”, de tal forma que si el alumno es mayor de edad será a él a quien se le exija la responsabilidad, salvo que sea por culpa del profesor (art. 1902 Cc) o por daños del personal (art. 1903.4 Cc). Al plantear esta responsabilidad coinciden las siguientes peculiaridades que no hay que olvidar al analizar el caso concreto: - Los profesores o directores de los centros docentes comparten la responsabilidad con padres y tutores. 2. Es una responsabilidad directa y por culpa. Los titulares de centros de enseñanza no superior habrán de responder de los daños ocasionados por sus alumnos menores de edad durante el tiempo en que se hallen (o hubieran debido hallarse) bajo el control o vigilancia del profesorado, a menos que prueben haber empleado toda la diligencia de un buen padre de familia para prevenir el daño. Es decir, que si responden es porque no han conseguido acreditar que actuaron negligentemente. - Existe una concurrencia de normas que permiten enfocar el supuesto desde distintos puntos de vista. En concreto, el Código Civil, el Código Penal y la Ley Orgánica 5/2000, 12 de enero de Responsabilidad Penal de los Menores. - Cuando la educación es en un centro público y los daños son consecuencias del funcionamiento de dicho servicio público entra en juego la responsabilidad patrimonial de la Administración, que tiene su propio régimen jurídico. La responsabilidad en estos casos queda justificada porque se considera que el titular del centro es a quien le corresponde la organización del centro, entre la que se incluye la selección del profesorado y su control, la ordenación de actividades escolares y complementarias, la gestión y mantenimiento de instalaciones y materiales. La negligencia en cualquiera de estas funciones dará lugar a la responsabilidad del centro siempre que haya sido la causa del daño (estamos ante No puede objetivarse y desligarse de la imputación y prueba efectiva de una conducta culpable, pues no se trata de asumir socialmente un daño consecuencia de una actividad de riesgo, como sucede en los daños acaecidos en accidentes de vehículos de motor o de actividades empresariales, sino de extremar los deberes de vigilancia y cuidado consustanciales a la misma actividad educativa, y acentuados por la especial dependencia y vulnerabilidad de los niños y menores encomendados a los centros educativos, así 114 Escuela de padres y madres como que el deber de vigilancia implica el deber efectivo de atender los juegos y prohibir los juegos peligrosos de los alumnos mientras permanecen en el patio del colegio. - No se aplica a los alumnos emancipados. - Se aplica por analogía a los alumnos mayores de edad incapacitados o incapaces de hecho que acuden a centros de Educación Especial. Igualmente, aunque la jurisprudencia ordena extremar las condiciones normales de vigilancia y cuidado ha de considerarse fortuitas las lesiones sufridas por alguno de los alumnos dentro del recinto del colegio, siendo factor determinante en la imputación de falta de diligencia, la previsibilidad del daño acaecido (SAP Málaga 11-92001). c) El daño se debe haber producido mientras el alumno se halla, o hubiera hallarse sometido al control del centro. También en una SAP Málaga de 22 de abril de 2000 (JUR 2000\196290) se analizan los hechos siguientes: un menor de 16 años en clase de educación física jugaba un partido de fútbol cuando recibe un balonazo que le hizo caer contra el bordillo de hormigón que rodea el campo. En este caso también se excluye la responsabilidad, incluso sin estar el profesor presente. Los presupuestos que se derivan de la redacción de este artículo son: a) Acto dañoso de un alumno del centro. El nexo causal queda interrumpido cuando el daño se deba a la exclusiva conducta de la víctima o de un tercero. Se admite la responsabilidad cuando el daño proceda de alumnos ajenos ya que es frecuente la organización de actividades deportivas conjuntas. Si los alumnos acuden solos a otro centro no hay duda de que se aplica el 1903 al centro organizador. En el caso de que fueran acompañados por persona de su propio centro habría que delimitar las posibles responsabilidades en función de quien ha tenido la conducta negligente determinante del daño. b) El alumno ha de ser menor de edad. Pero se viene matizando por la doctrina en dos sentidos: Según el Tribunal Supremo “desde el momento en que los alumnos entran en las dependencias del centro hasta que lo abandonan al finalizar la jornada escolar, quedan sujetos a la vigilancia de los profesores y cuidadores del centro” (STS, 4-6-1999). En este tiempo, los padres confían sus hijos al centro docente, por ello es frecuente que los padres queden eximidos de responsabilidad. Por ejemplo, la SAP Sevilla 13-III2000, en la que se les exige responsabilidad a los padres por los daños sufridos por un menor de 16 años como consecuencia de una disputa mientras jugaban un partido de baloncesto en el instituto, fuera de la programación de actividades deportivas y en momento en que debían estar en clase. d) Contribución culposa del titular del centro a la causación del daño por el alumno. Así quedará exonerado el centro cuando se acredita que no hubo negligencia por su parte o si demuestra la falta de relación causal entre su conducta y el resultado dañoso. En la SAP Málaga 11-9-2001 se exige responsabilidad al profesor de Educación Física y al Director del centro porque durante la clase de Educación Física un alumno, al practicar ejercicio de precalentamiento, sufrió una caída que le ocasionó traumatismo en una rodilla, teniendo que ser operado y asistir a rehabilitación quedándole secuelas. Se desestimó por entender que no concurren los elementos definidores de la responsabilidad al no existir nexo de causalidad entre el actuar del agente y la producción del daño, al no haber quedado acreditado que la conducta del profesor fuera desatenta y negligente en la provo- 115 La responsabilidad civil en el ámbito de la actividad deportiva cación de la caída del menor. Se vuelve en esta sentencia a la idea de riesgos de lesiones implícita en materia de deportes y que los asumen quienes a su ejercicio se dedican. Pues, bien, cuando se produzca un daño en el ámbito de la enseñanza, concurrirán las siguientes responsabilidades que tendrán que ser valoradas por el Tribunal. Para concretar la diligencia exigible hay que ponderar todas las circunstancias del caso (persona, tiempo y lugar). Principalmente se tienen en cuenta por el Tribunal Supremo, las siguientes: 1. Responsabilidad del profesorado. El artículo 1904, párrafo 2, del Código civil establece que “cuando se trate de centros docentes de enseñanza no superior, sus titulares podrán exigir de los profesores las cantidades satisfechas, si hubiesen incurrido en dolo o culpa grave en el ejercicio de sus funciones que fuesen causa del daño”. Es decir, no cabe descargar en el director del centro una responsabilidad genérica por todo lo que ocurre en él. Por eso, se les puede exigir responsabilidad a los profesores o guardadores (STS de 10-4-2000). El director quedó absuelto por la responsabilidad exigida por las graves lesiones sufridas por un menor al recibir un balonazo en la cabeza cuando se encontraba en el recreo. El suceso ocurrió sin que los profesores encargados de la vigilancia en el período de recreo se percatasen de lo sucedido). 1) Características de los alumnos (por ejemplo, problemas físicos o grado de preparación para una determinada actividad deportiva). En la STS 22 –12-1999, un joven de 14 años se lesionó gravemente al caer mal tras ejecutar un salto de trampolín en clase de gimnasia. Se apreció culpa en la profesora a la vista de las circunstancias del caso, entre las cuales destacó, aparte de la edad de los alumnos y la presión que pesaba sobre ellos por el temor de suspender si no intentaban al menos el salto, su falta de técnica, al ser la primera clase, y además no estaba cerca del lugar en que se realizaba el ejercicio. 2. Responsabilidad del alumno causante del daño, es decir, habrá que valorar la culpa de la víctima. Por ejemplo, en la SAP Barcelona 21-112003 se exime a un auxiliar del gimnasio por las lesiones sufridas por un joven mientras entrenaba un salto. La lesión fue causada por un mal apoyo del pie derecho en la recepción sobre la colchoneta. 2) Tipo de actividad que se desarrolle o medios que se utilicen. Si no son peligrosos no se puede calificar de negligente el que se permita a los alumnos su práctica o utilización. En caso contrario, no bastará con prohibirlos sino que habrán de tomarse las medidas precisas para controlar que la prohibición es efectiva. 3. Responsabilidad de los padres o tutores. Consecuencia de la responsabilidad genérica prevista en el Código civil, ar t. 1903, párrafo 2: “Los padres son responsables de los daños causados por los hijos que se encuentren bajo su guarda”, y párrafo 3: “Los tutores lo son de los perjuicios causados por los menores o incapacitados que están bajo su autoridad y habitan en su compañía”. Por ejemplo, en la SAP La Coruña 2- 2- 1998, en la que se valora la responsabilidad exigida a la madre de un menor con ocasión de la muerte de su amigo mientras jugaban en los vestuarios de un polideportivo. Se le exige por culpa “in educando”. Se desestimó. Se puede citar como ejemplo la STS 20-51993, en la que se analiza la pérdida de la visión de un ojo al ser golpeado por un balón mientras jugaba con otros menores en el patio en tanto comenzaba la clase de baloncesto, y la Sentencia del Tribunal Superior de Justifica (STSJ) de Navarra 4-12-1995, en la que una joven de 15 años falleció de un ataque epiléptico tras ser golpeada en un recreo por un balón de gimnasia rítmica. Ambas sentencias son absolutorias del centro y del personal, al no ser el juego peligroso. 116 Escuela de padres y madres 5.2. ALGUNAS SENTENCIAS A MODO DE EJEMPLO prochable por falta de una previsión más o menos relevante. A) Sentencias en las que se estima la responsabilidad de profesores, técnicos, monitores, etc. Se vuelve en esta sentencia a la idea de riesgos de lesiones implícita en materia de deportes y que los asumen quienes a su ejercicio se dedican. 1. SAP Burgos 11-7-2003: responsabilidad del centro educativo por los daños sufridos por un menor en un lugar donde estaba prohibido jugar a la pelota. “No basta con prohibir sino que es preciso agotar la diligencia o cuidado para que esa prohibición se cumpla”. 2. SAP Jaén 24-11-2003: procede la responsabilidad del centro por las lesiones sufridas al caer de forma incorrecta en las colchonetas instaladas para un salto. Se considera que no se agotó la diligencia debida, existió culpa omisiva del profesor. 2.- SAP Málaga 22-4-2000: se desestimó la responsabilidad exigida al profesor de E.F. en cuya clase jugaban un partido de fútbol en el que un joven, al recibir un balonazo, cayó contra un bordillo de hormigón, causándole lesiones importantes. Aunque el profesor no se encontraba presente en ese momento, se consideró que la caída no se hubiera evitado con la presencia del profesor en el campo. Los alumnos no realizaban actividad peligrosa ni ilícita. Fue un caso fortuito. En la misma línea la SAP La Rioja 21-12-2001. 3. SAP Asturias 25-3-2003: caída en unas instalaciones deportivas mientras practicaba gimnasia. Falta de precaución al no prestar la debida atención al ejercicio que estaba realizando, ya que conocía el anclaje donde tropezó. B) Sentencias en las que no se estima la responsabilidad de profesores, técnicos, monitores, etc. 1. SAP Valladolid 11-2-1997: no se aprecia conducta negligente del monitor-socorrista ante la muer te de una niña que resulta ahogada mientras impartía un cursillo de natación, ya que quedó demostrado que el acusado se encontraba en plena dedicación a los niños. Así, pues, no se considera una actuación negligente o re- 4. SAP Barcelona 22-1-2004: no se estima la responsabilidad del profesor por los daños sufridos por un alumno en unas clases de iniciación de defensa personal y judo, al caer accidentalmente en mala postura sobre el tatami del gimnasio. “El error del deportista, sea mayor o menor de edad, no puede imputarse sin mas al instructor, el cual, según su lex artis, debe establecer unas reglas para la enseñanza del deporte para lo que está administrativamente cualificado y valorar en cada caso si el alumno está capacitado o no de realizar determinados ejercicios”. 6. BIBLIOGRAFÍA Alcaín Martínez, E. (2004). Análisis jurisprudencial de la responsabilidad civil en el ámbito de la actividad deportiva. Revista Jurídica del Deporte. Nº 12, edit. Thomson-Aranzadi, págs. 169188. 117 La responsabilidad civil en el ámbito de la actividad deportiva 118 Escuela de padres y madres