12 ESTUDIO BIBLICO 2016

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12 ESTUDIO BIBLICO 2016
ESTUDIO BÍBLICO 12-­‐16 EL MUNDO QUEDE BAJO EL JUICIO DE DIOS POR OBISPO REV. DANIEL RODRÍGUEZ VERGARA SANTIAGO, 27 MARZO 2016.-­‐ ROMANOS, 3: 19 Y 20 Texto Rom, 5;20.-­‐ 19
Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que
toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios.
Introducción: El veredicto final, el mundo entero es culpable delante de Dios. El mundo sin Cristo merece la muerte. El problema supremo de la vida es: ¿Cómo puede uno estar en la debida relación con Dios? ¿Cómo puede dejar sentirse en paz con Dios? ¿Cómo puede dejar de sentirse a una distancia insalvable, y de tenerle miedo a la presencia de Dios? La religión de los judíos contestaba: <Uno puede llegar a estar en la debida relación con Dios cumpliendo meticulosamente todo lo que demanda la ley>. Pero equivale a decir sencillamente que nadie tiene la menor posibilidad de llegar a estar en la debida relación con Dios, porque nadie puede cumplir perfectamente todo los mandamientos de la Ley: ¿Entonces? ¿Para qué sirve la Ley? Para que nos demos cuenta de la realidad del pecado. Pues cuando Dios dio la ley a Israel, estaba usando a Israel como una muestra de la raza humana. Se evidencio que Israel era un fracaso, y con toda razón aplico esta evidencia a toda la humanidad. Es lo mismo que cuando un inspector de sanidad toma en un tubo de ensayo una muestra de agua de un pozo, la encuentra contaminada, y declara contaminado todo el pozo. Así el apóstol Pablo explica que aquello que la ley dice, lo dice para los que están bajo la ley, el pueblo de Israel, a fin de que todo boca se cierre y todo el mundo, judío y gentiles, sea declarado culpable bajo el juicio de Dios. 20
ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él;
porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado.
Ningún ser humano será justificado por guardar la ley. La ley NO fue dada pare justificar a las personas, sino para dar conocimiento del pecado. No el conocimiento de la salvación, sino el conocimiento del pecado. Nunca podríamos saber que es una línea torcida sino conocemos también la línea recta. La ley es como la recta. Cuando los hombres se comparan con ella, ven lo torcido que está. Podemos emplear un espejo pare ver que tenemos la cara sucia, pero el espejo NO ha sido dado para lavar una cara sucia. Un termómetro le dirá a alguien que tiene fiebre, pero tragarse el termómetro no curara la fiebre. La ley es buena cuando se emplea para producir convicción de pecado, pero es inválida como salvadora del pecado. La función de la ley decía Lutero, su función no justificar, sino atemorizar. El propósito de la ley es hacernos conscientes de nuestra debilidad y pecado. ¿Entonces es imposible llegar a Dios? Todo lo contrario; porque el camino que nos lleva a Dios NO es el de la ley, sino el de la Gracia. No por la obras sino por la fe en Cristo Jesús, quien pago por nuestros pecados y su sangre nos limpia por la fe de todo pecado, y nos reconcilia con Dios. LA LEY Traducción de torah (en hebreo, instrucción, enseñanza, revelación) y de nomos (en griego, lo válido y lo que está en vigencia) 1. El canon del Antiguo Testamento, en Ro 2.12–14, 17, 18, 23, 25–27; 3.19–21; 7.1, 2. 2. El decálogo promulgado en Sinaí (o sea, la Ley que Dios revela específicamente para los redimidos), en Ro 3.31; 7.3–9, 12, 14, 16; 8.3, 4; 9.4; 10.5; 13.8, 10; Gl 3.10, 12, 13, 17, 19, 21, 24; 4.21b; 5.3, 14. 3. La Ley de Dios revelada en forma general, en Ro 4.15, 16; 5.13, 20; 7.22, 25; 8.7. 4. La Ley de Dios escrita en los hombres (• Conciencia), en Ro 2.14b, 15. 5. Un principio que gobierna positivamente, en Ro 3.27a («ley de la fe»); 7.2 («ley de la esposa»); 7.21 («ley del mal que está en mí»); 7.23, 25b («ley en mis miembros», «de mi mente», «del pecado»); Gl 5.23 («no hay ley en contra»); 6.2 («ley de Cristo»). 6. Un principio que gobierna negativamente, o sea, el uso del legalismo o las obras de la Ley para justificarse delante de Dios, en Ro 3.20a, 21, 27, 28; 4.13, 14; 6.14; 9.31, 32; 10.4; Gl 2.16, 19, 21; 3.2, 5, 10a, 11, 18, 21b, 23; 4.4, 5, 21a; 5.4, 18; 6.13.-­‐ LA LEY A. NOMBRE tôrah, «ley; dirección; instrucción». Este nombre aparece 220 veces en el Antiguo Testamento hebreo. B. VERBO yarah, «lanzar, arrojar, erigir, dirigir, enseñar, instruir». El nombre tôrah se deriva de esta raíz. El significado «erigir» se encuentra en Gn 31.51: «Dijo más Labán a Jacob: He aquí este majano, y he aquí esta señal, que he erigido entre tú y yo». Yarah significa «enseñar» en 1 S 12.23: «Os instruiré en el camino bueno y recto». (DADOR DE LA) Nota: Para nomothetes, «dador de la ley» (Stg 4.12), véase DADOR, Nº 2 LA LEY (INFRACCIÓN) anomia, iniquidad (véase INIQUIDAD, Nº 1), maldad (véase MALDAD). Se traduce «infracción de la ley» (1 Jn 3.3). En la frase anterior se traduce verbalmente: «infringe también la ley» (lit.: «practica anomia»); el término no significa «infracción de la ley», sino el rechazo de la ley misma, la rebelión en contra de la voluntad conocida de Dios para establecer la propia. Véase también INJUSTICIA. A. ADJETIVO anomos, sin ley, denota también inicuo, y así se traduce en Hch 2.23 y en otros pasajes; «sin ley» en 1 Co 9.21: «los que están sin ley … yo estuviera sin ley (no estando yo sin ley … ) los que están sin ley» (cuatro veces); en 2 P 2.8, se usa de actos, «inicuos», donde el pensamiento no es solo el de cometer aquello que es ilegítimo, sino de rebelión abierta contra la voluntad conocida de Dios. Véase INICUO, TRANSGRESOR. LA LEY MARCIAL Jericó bajo ley marcial, Josué 6.1: 1Ahora, Jericó estaba cerrada, bien cerrada, a
causa de los hijos de Israel; nadie entraba ni salía. REFERENCIAS BÍBLICAS: 19) Jn.10: 34Jesús les respondió: ¿No está escrito en vuestra ley: Yo dije, dioses sois?.
Jn.15: 25Pero esto es para que se cumpla la palabra que está escrita en su ley: Sin
causa me aborrecieron.
Job5: 16Pues es esperanza al menesteroso,
Y la iniquidad cerrará su boca.
Sal.107: 42Véanlo los rectos, y alégrense,
Y todos los malos cierren su boca.
Ez.16: 63para que te acuerdes y te avergüences, y nunca más abras la boca, a causa de
tu vergüenza, cuando yo perdone todo lo que hiciste, dice Jehová el Señor.
Ro.1: 20Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente
visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas,
de modo que no tienen excusa.
Ro.2: 12Porque todos los que sin ley han pecado, sin ley también perecerán; y todos los
que bajo la ley han pecado, por la ley serán juzgados.
Ro.3: 9¿Qué, pues? ¿Somos nosotros mejores que ellos? En ninguna manera; pues ya
hemos acusado a judíos y a gentiles, que todos están bajo pecado.
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por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios.
20)
Sal.143: 2Y no entres en juicio con tu siervo;
Porque no se justificará delante de ti ningún ser humano.
Gá.2: 16sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe
de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la
fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será
justificado.
Gá.3: 11Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El
justo por la fe vivirá.
Ef.2: 8Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es
don de Dios;
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no por obras, para que nadie se gloríe.
Tit.3: 5nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su
misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu
Santo.
Ro.5: 20Pero la ley se introdujo para que el pecado abundase; mas cuando el pecado
abundó, sobreabundó la gracia. (Texto)
Ro.7: 7¿Qué diremos, pues? ¿La ley es pecado? En ninguna manera. Pero yo no conocí
el pecado sino por la ley; porque tampoco conociera la codicia, si la ley no dijera: No
codiciarás.
PARA DIOS SEA LA HONRA Y GLORIA SIEMPRE, AMÉN.-

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