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Antes de cambiar habrá que dejar rastro, antes de perdernos dejar nuestra esencia, antes de partir concluir lo que venimos a hacer y si hemos de despertar dejar el sueño a otros para no perderlo Es el ciclo espiral, saber que fluímos y dejamos algo al mundo, dejar un legado eterno y volar infinitamente. Nuestras almas quedarán en el espacio, en el arte que dejemos. Estas serán nuestras huellas y estarán En Espiral. Inicia el ciclo eterno a la contínua evolución... EDITORIAL Colaboradores RELATO: y aquí seguimos... INVESTIGACIÓN: Brujas en el Arte ENSAYO: Ahí están, ardiendo en la hoguera NARRACIÓN: Yo no creo en las brujas CUENTO: El Abrazo INVESTIGACIÓN: Las hicieron famosas CRÓNICA: Yama Uba RESEÑA: Yokono MÚSICA INSPIRADA EN BRUJAS RESEÑA: Janis CUENTO: No me culpes GALERÍA UNA MIRADA: Reseñas RELATO: Una maldición más RESEÑA: María Sabina Editorial Tengo una cicatriz de quemadura en el brazo y otra en la espalda, la forma en que me hice de ellas fue muy simple: descuidos y reacciones. Alguna vez escuché decir a alguien, que aquellas mujeres quienes eran portadoras de ese tipo de marcas eran las brujas, que habían sido quemadas en la hoguera, y que renacían para buscar de alguna u otra forma la venganza a semejante crimen. Siempre supe que historias como esta eran parte de mí cotidiano, hasta que hechos muy singulares me dieron la excusa perfecta para inspirarme con ellas. Nunca creí que la bruja verde, sería hoy en día mi imagen favorita, ya que en la interminable búsqueda de cuentos, leyendas, investigaciones, sueños, historias, e incluso una que otra alucinación, me mostraron que la verdadera bruja existía, y se encuentra ahí afuera, en la lejanía del olvido y de la incredulidad de los que razonan cada momento, de los que estudian cada centímetro de historia, de los que son ateos por pretensión y que esa bruja es ni siquiera cercana a la tan burlona imagen que conocemos. Actualmente hay información de sobra para desmentir su existencia, hay incluso nuevas prácticas que por el contrario se aferran a ellas y a lo que suponen hacían, pero lo que sí me queda claro después de mucho tiempo de seguirlas consciente o inconscientemente, es que la naturaleza ha dotado a las mujeres de sabiduría, de un raciocinio especial, de una existencia indefinida, de la magia única de gestar, y que eso resultará por siempre parte del misterio indescriptible, que nos llevará a cuestionamientos interminables. EnEspiral da inicio con este tema, por que a petición de las interminables pesadillas que acechan a miles de mujeres que por una causa u otra siguen siendo perseguidas, humilladas, enjuiciadas, temidas, ellas nunca revelarán la conexión indescifrable que tienen con la tierra, la vida, la muerte y que podrán pasar otros miles de años en que buscarán la forma de desaprobar su palabra, desconocer su presencia, subestimar su poder, pero siempre será tarde por que las mujeres mal llamadas Brujas siempre estarán ahí, contemplando el ciclo infinito de la Vida. No buscamos el dato preciso, ni la aprobación de ningún sector de la sociedad, ya que somos partidarios de la idea de que nuestra diferencia está en la libre capacidad creativa que existe en cada uno de nosotros, temas como éste y como muchos más, nos permitirán reafirmar la idea de que es posible la continua evolución. Cecilia Contreras Editora, EnEspiral Cecilia Contreras EDITORA Colaboradores Vivek Martínez Avín DIRECTOR CREATIVO Textos Cecilia Dakini, Louis de Sousa, Vivek Avín, Sumiré, Carmen Valseca,Tanya Luna, Patricia Dorantes Ham, Ezequiel Paniagua Montenegro COORDINADOR EDITORIAL Directorio Carmen Valseca CORRECCION DE ESTILO Esaú Fraga, Melissa George, Ezzequiel 5.0, Pintura pag. 38 y 42ClaudiaZR Ilustración pag. 87 Alejandro Martínez (typocreando.blogspot.com) Galería: Vivek, Arisai de la Mora (www.facebook.com/ arisai.delamora) Griselda Fátima Vázquez, Oscar de la Fuente Rocío Mendoza Peña “ArteSana” Por Cecilia Dakini Es muy vergonzoso saberte espiando todas las mañanas en búsca de algún resquicio de mi antigua existencia. ¿Acaso no es evidente? míra éstas marcas en mi cuerpo, son quemaduras y son las que se dice tenemos todas las que reencarnamos en búsqueda de la venganza. Cómo hablar de lo más doloroso?, de saberme desmenuzada en las llamas de la ignorancia, de la falsedad, de la estupidez, de los hombres, de la iglesia, que sigue cazando a las que tenemos la sabiduría eterna, divina, inmaculada por derecho propio. No puedo permitirme ser igual que tú, igual a lo que dibujan en los cuentos para aterrorizar a los niños cuando no pueden dormir. Eso no soy yo, no devoro la inocencia, y menos soy parte de la leyenda que hace más entretenidas las noches en que se disfrazan ridículamente pretendiendo emular lo que suponen hacíamos. Ésa maldición eterna que dejaron aquellas que ardieron y se consumieron en el dolor, la vergüenza, la humillación, la soledad, el llanto y el grito aterrador. En dónde pueden ver lo interesante de saber acerca de nosotras, las mal llamadas Brujas?, ésa palabra que etiqueta a las mujeres que no pertenecemos a las sumisas, a las putas, a las que ocultan su poder con tal de tener un hombre con quien dormir, a las que son objetos de ornato en sus hogares y se mantienen relucientes y con el culo partido. Si con sólo saberme ajena y diferente a ti, que no puedes sostener mi mirada y recurres al golpe ya es suficiente, ajena y diferente a ti, que manoseas mi cuerpo con sólo pronunciar mi nombre, ajena y diferente a ti, que te llenas de hijos y sabes que sólo son los candados a tu sometimiento consciente, ajena y diferente a ti, que no te cansas de buscar en libros cuál es mi orígen, de dónde vengo, o dónde estamos todas las que son como yo, mujeres ajenas y diferentes tan sólo por tener en la cabeza y en las manos, la curación a tú dolor, la caricia que consuela y la palabra que tranquiliza tú existencia. Nosotras las que nos esfumamos en aquella hoguera incandescente, frente a la mirada morbosa y el deseo de los que se quedaron con ganas de poseernos, de si quiera rozar nuestra lejanía. Aquí estamos, algunas detrás de una identidad comprada, fabricada, invisible. Aquí estamos, procurando pasar desapercibidas para que no nos destruyas, seguimos naciendo constantemente, cerca de tí, de tu familia, en tí. Y hoy te confieso que, aunque la marca arde en ocasiones y palpita en memoria de la indiferencia estamos aquí con toda la sabiduría heredada y con la firme convicción de evolucionar en lo que ni te imaginas, en lo que tus libros y dibujos jamás alcanzarán a concebir, estamos aisladas en el mundo esperando el llamado que nos hará estrujar el cuello del que se atreva a nombrarnos con el desprecio que le han enseñado, estamos frotándonos todos los días las manos esperando que, nuestro momento de volver a reconocernos como forjadoras de la esencia de la tierra y de la naturaleza, jamás quede grabado en ningún libro, en ninguna historia, en ninguna leyenda, por que para ese momento nosotras, ya seremos la luz que ilumine la eternidad. Al observar las obras de este gran artista español, nos damos cuenta de que forman parte de nuestra propia memoria gráfica, como son las majas: mujeres atrevidas y sensuales que se apoderan del espectador con solo una mirada. Pero también esta la segunda parte de su vida, donde las escenas referentes a la guerra, la muerte, la decadencia, la miseria se apoderan del genio para atormentarlo hasta el último día de su vida. Entre todo este cúmulo de infortunios, el De la misma manera, llega el llamado de las brujas, mujeres horrendas y siniestras que gran pintor comienza con temáticas enseñan a sus pupilas a perpetuar el miedo y el terror en la razón de los constructores del inspiradas en los seres que se esconden desastre. Severo crítico de la iglesia, la inquisición, la sociedad, la política, hace que su obra y se burlan de la lucidez humana, sea una permanente denuncia, llevándola por una línea de evolución que lo ubicará como aquellos duendes y seres abominables el comienzan a invadir la mente de un ser genio atormentado por el desastre y la locura, hacen que la soledad y la enfermedad se excepcional, que bendecido con la virtud apodere de la última etapa, en la que sigue creando de manera más libre que nunca, de la creación, logra encontrar en el encontrando en su pintura el único lazo que lo mantendrá unido a la realidad. precursor del Impresionismo. Personalidad apasionada, excesiva, amante implacable, grabado la técnica perfecta para hacerle saber a los “demonios” que llenan su cabeza, que podrán tener la oportunidad de ser conocidos por todo el tiempo que existiera la humanidad. Goya Galería de tema de brujería Artista alemán del siglo XV, que fue un destacado alumno de Alberto Durero, quien sería maestro y amigo de toda la vida. Su formación más importante se da cuando llega a principios de siglo a Nuremberg, donde será el discípulo aventajado de Durero, quien tiempo después lo deja al mando del taller de pintura. En sus grabados y óleos abundan temáticas religiosas, pero muy pronto se dejará ver la fascinación del artista por los temas macabros, principalmente de Brujas. Galería de imágenes de Hans Baldung Creador de atmósferas siniestras y únicas en su género, el joven artista encuentra una gran fuente de inspiración cuando se traslada a Estrasburgo, donde encontrará a intelectuales investigadores de temas como la Alquimia. El tema Brujeril y Sabbats es permanente hasta el final de sus días, siendo constantes en su obra las perspectivas, elementos y símbolos alquímicos. Representa también la inevitable cita con la muerte y el paso devastador del tiempo, haciéndo que su obra sea un fiel recordatorio de lo que sucederá tarde o temprano. Varios pintores Bennedeto Montagna, La Bruja Por Ezzequiel 5.0 Siempre han existido, en sueños, libros, películas, dibujos, cuentos de princesas, en leyendas prohibidas, ahí están y son parte de la historia real del mundo. Ahí siguen con la herencia esparcida, con el conocimiento ancestral de las diosas, de la tierra, de la naturaleza, de la curación, de la fertilidad, de la luna, de la vida. Con tanto por hacer y con tan poco que contar, petrificadas esperando el momento exacto de liberar su eterno juramento y poder ejercer libremente todo su poder salvando vidas, sanando almas, hechizando sueños. La historia escrita por los poderes y el consumo desmedido hace que el día de hoy su adjetivo sea sinónimo del ridículo, de la fealdad, de ignorancia, de la arribista, de la falsa feminidad, de la mala suerte, del insulto apropiado. Pero, cómo surgen estas mujeres y en qué momento se pierden en el abismo del desprecio? Partiendo del nacimiento de la humanidad, se sabe la necesidad de sentirse agradecidos, protegidos, seguros y lo hacen primero las mujeres, con su mirada al cielo, buscando abrigo y consuelo se entregan a las danzas y guturan sonidos que harán que la fertilidad y la magia sean principios de su realidad. La mujer se queda en la oscuridad de la espera, ellas se mueven dentro de la caverna, contemplando y acrecentando su sabiduría, aplicándola en la formulación de técnicas que sanen la herida de una bestia, una infección desconocida, un malestar ajeno. Se vuelven madres y parteras por intuición, esa que desarrollan y les da la percepción de lo que vendrá después, de la predicción del trueno, de la sequía, del diluvio, de la muerte. Crecen y pronuncian nombres escuchados en su cabeza, esos nombres serán ahora a los que tendrán que agradecer los días y las noches, el alimento diario, el hijo bien nacido, el hombre protector. Y se hacen al bosque, se encuentran las plantas que forman diferentes matices, y flores que las llaman y las acercan a una nueva existencia, y las ponen en agua, y las aplican al cuerpo y las beben, siempre conectadas con la madre primera, la que sabe el modo exacto de como usarlas, y vuelven al bosque, a la montaña, al mar y encuentran piedras y minerales, y las guardan en sus faldas, y acumulan el encanto que solo ellas comprenden. Y dominan el fuego, no solo por necesidad, lo toman y lo depositan en grasa de animales, y contemplan la luz, y se comunican con sus ancestros, los que se quedaron grabados en la tierra, en los arboles, en el viento, en el agua. Y siguen transmitiendo esa realidad a sus hijas que son despreciadas por que carecen de fuerza a la vista del macho, del jefe, del patriarca. Se dan cuenta de que el uso de las plantas, las piedras, en sincronía con las fases de la luna y con sus periodos de sangre divina tienen todavía más resultados benéficos para su gente, su pueblo, su familia, pero siguen escondiéndose en los rincones, guardando secretos de lo que solo ellas perciben en las noches de insomnio en las que pronuncian palabras que se volverán agradecimientos, oraciones, peticiones a esa fuerza, a ese algo que no ven pero saben que las escucha. Y así transcurren los años, hasta que un día deciden callarlas, argumentando que están fuera de las reglas de algo que los hombres denominan Cristianismo, una idea que se basa en el dominio exclusivo de un Dios, una idea masculina de poder y creación, una idea sustentada en la sangre de un hombre inocente, de un ser que cargará por los siglos de los siglos con todas las culpas de la humanidad, principalmente de las mujeres pecadoras, sangrantes, hermosas. Y los hombres apoyan esa idea, ellos que si pueden ir a los lugares de enseñanza, donde se reúnen y buscan comprender lo que les es desconocido, imposible, diferente, jamás se exponen a preguntarle a la mujer, experimentan con materiales y decretan acuerdos que serán beneficios para ellos, por que son los fuertes, por que de ellos es el conocimiento de las letras, de la práctica. Rechazan la cura, el remedio, la sabiduría de las plantas, y ellas se quedan una vez más contemplando la oscuridad, inventando recetas nuevas que sanen al leproso, al infectado, al loco, al triste, a la recién parida, a la que va a parir. Y los hombres no se sienten seguros, se sienten amenazados, observados, minimizados y así deciden que hay que tomarlas y desaparecerlas, en el nombre de ese, su Dios masculino el que no le dió permiso a la mujer de sanar, de crear, de pensar. Y las atrapan, las torturan, las lastiman, las obligan a confesarse “demoniacas”, término inventado por esos mismos hombres, en su ignorancia, haciéndolo acreedor al camino malo, perverso de la vida. Ahí están ellas, vestidas de negro por que son malas y temidas, y por que los hombres dicen que comen y torturan niños, y se convierten en animales, se burlan de Dios, se comen los insectos e incluso vuelan por las noches. Ahí están amarradas en una hoguera, de preferencia verde, fresca, que tarde más en crujir para que el fuego sea implacable con la bruja, la indeseada, la maldita, la que merece morir. Y así se convierte en el espectáculo por más de 200 años, hasta que acaban con gran parte de ellas, las brujas, las mujeres, las que sirven, las que alimentan, las que engendran, las que cuidan, las que aman, las que sonríen y lloran, las que gritan en silencio en el eco de su angustia, así un buen día su Dios implacable levanta el castigo y los hombres interpretan que pueden vivir pero con la condición de permanecer ocultas, calladas, lejanas, sólo estarán disponibles cuando la vida tenga que seguir su curso natural; cuando llegue la enfermedad innombrable y el médico hombre no encuentre la receta precisa. Estarán ahí en la oscuridad de sus recuerdos y ahogarán su sabiduría en la preparación de los alimentos, que surgen suculentos en sus cocinas elegantes o de piedra y carbón, ahí en la lejanía descubrirán que la eterna sincronía con el espacio y los planetas traerá los más grandes poderes, que son de ellas, y que jamás desaparecieron, perdonarán al Dios masculino y venerarán nuevamente con el fuego bendito a su diosa, la madre, la tierra, LA VIDA. Anhelando la muerte para trascender de la única forma que saben, en ese mar de la conciencia del infinito, el que está cargado de sabiduría y existencia mágica que las espera apacible, seguro, poderoso, eterno. Arder en su propia hoguera, por que el fuego ya es parte de ellas. Las brujas han permanecido a la sombra del conocimiento crítico del siglo occidental, hemos leído que hay brujas por todos lados del planeta, estas mujeres que formaron la contraparte del progreso de la religión cristiana en el mundo y por ello deberían ser inmoladas, la religión que era necesaria para abrir nuevas rutas de comercio y expandir la influencia de la moral y la ética más allá del mundo que había nacido de las ruinas de todo el imperio romano. Las brujas fueron necesarias para fijar la validez del dogma cristiano en la comunidad de comunidades; la civilización occidental. De alguna manera todas las historias de los gatos negros y los calderos hirvientes, de los hechizos y las alucinaciones, de las transformaciones que se pierden en historias de tormentas y olores de incienso, durante generaciones, de hombres abandonados a la suerte y al miedo a lo distinto, lo tenebroso, lo desconocido, tiene su concreción en la época en que más se necesitaba de los fundamentos para una doctrina unificada, esto es, todas las diferencias que en algún momento fueron obstáculo en el camino para expandir las políticas económicas, militares, y en primera instancia, la centralización del concepto de Iglesia, cuyos dirigentes publicarían el dogma a los cuatro puntos cardinales de su influencia. Tenía que leer el Martillo de las Brujas por enésima vez para saber si la instrucción era la correcta, claro que la influencia del poder del brillo que yacía en la profundidad de los ojos de la procesada, no causaban efecto alguno en los procedimientos descritos; era una bruja, eso no estaba a discusión. En los dichos de sus vecinos y los conocidos de sus vecinos se había confirmado la presencia de trazas de herejía. Había que tomar con reservas si la información era fidedigna en cuanto a los hechos, en cuanto a las obras, la afirmación era positiva. Se tomaba su tiempo, era metódico hasta el hastío, él mismo se aburría con sus propios rituales cotidianos: escribía puntualmente, en los pocos rollos que llegaban libres al scriptorum, los métodos más comunes para arrancar la verdad sin extenuar demasiado el cuerpo, receptáculo del pobre diablo que atormentaba la pureza del alma. Maleas Maleficarum, el texto era repetitivo, demasiado obvio para su gusto, pero práctico en extremo. Como todo manual obsesivo y burocrático, se fijaba en el objeto a ser arrancado, denotaba con ejemplos coloridos la m a n e r a q u e d e b e r í a s e r a b o rd a d o e l procedimiento, de qué manera debería ser aplicado el método, el final de la sesión, la serie de preguntas que deberían ser formuladas. No había que ser impacientes para llevar al final la sesión o posibles sesiones de depurificación. En la larga experiencia al servicio de los Canes de Dios había visto muchas cosas en los cuerpos de decenas de hombres y mujeres; salida de extraños líquidos de todos los orificios, desprendimiento de membranas con sonidos que superaban la imaginación de los escritos anatómicos hasta ahora compendiados en el propio Scriptorum de las abadías. Lo más común era el llanto de las mujeres, se suponía que la frecuencia que su voz alcanzaba era semejante al chillido de los cerdos cuando los colgaban para ser desangrados. Todo eso haría que en los primeros años en la práctica de su oficio dejara de lado el consumo de ciertos guisos que su mujer le cocinaba, por fuerza debió acostumbrarse de nuevo su pena de levantar sospechas de sus propios parientes, era demasiado incómodo ver las similitudes de los líquidos que los ayudantes retiraban del acusado con las sopas que ingería, el tiempo ayudaría a la c o s t u m b r e , l a c o s t u m b r e ay u d a r í a a l perfeccionamiento en el manejo del instrumental. Cuando se necesitaba que la mujer fuera una bruja, lo más efectivo para que el escribano anotara su piadosa confesión eran los cortes por debajo del vientre, con navajas muy afiladas, practicando cortes muy pequeños pero profundos, de manera tal que la comezón por infección fuera creciendo conforme pasaran los días, en ese periodo, se le alimentaba a la futura b r u j a c o n d e s e c h o s d e p e s c a d o, a g u a parcialmente contaminada con las heces del letrinario de la rectoría, procurando que sus heridas no cerrasen aplicando de vez en cuando gotas de sangre de rata para que el cuerpo se tonificara y los espíritus inmundos se regodearan con el rojo alimento y engordaran, de esta manera se podría manifestar la verdadera voz de la bruja, identificar el nombre del demonio que la había entrenado en semejante arte tan maligno y finalmente llevarla a la confesión de su estatus quo. El encontrar una bruja era todo un arte, se necesitaban años de perfeccionamiento no sólo en la técnica de cortes y embrutecimiento por medio de los hierros y esferas hirvientes, era necesario también seguir al pie de la letra el sistema de preguntas, saber identificar en qué tipo de artes era versado el demonio que le había enseñado a la hereje el oficio, es decir conocer los distintos tipos de malignos, y eso era peligroso de difundir al exterior del scriptorum, muy pocos sabían la tipología y especialidad de los demonios, se supone que la tipología obedecía a los elementos naturales, al contraste entre la noche y el día, etc. Había demonios de tierra, agua, fuego, éter, aire, hiperiónicos y de magnetita. Había demonios para todo tipo de rocas, ígneas y de hielo. Había lúdicos y lúbricos, demonios cuyo conocimiento de la sexualidad era tan extensa y libertina que habría que tener cuidado en endilgárselos a hermanos en la fe que fueran primerizos, o cuya resolución de su sino hubiera estado basada en los problemas de la carne. Había demonios que les enseñaban a las mujeres los distintos conocimientos de la tierra, las plantas curativas, las medicinales, las que les hacían daño y bien a la comuna, las que confundían a los doctores y a los preceptores, a los juristas y a los doctos. Todos estos demonios eran los mentores de las verdaderas brujas, y había que discernir por medio del método no sólo el tipo de herejes y destructoras sino también permanecer en la verdadera doctrina de la justicia en todo momento, es decir, si una mujer resultaba no ser bruja una vez concluido de manera exhaustiva el interrogatorio, ésta debería ser entregada a los tribunales locales para que ellos buscaran en la verdad o la mentira de sus respuestas las causas por las cuales fue acusada de brujería, y esto por inicio, se debería de seguir en un proceso de cinco años iniciales. En el feliz caso de haberse topado con una bruja y bajo supervisión de la episcopía general de la rectoría, el interrogatorio continuaría de manera indefinida. Una vez identificado el tipo de demonio mentor de la bruja, el siguiente paso era conocer su verdadero nombre a fin de exorcizar el cuerpo de la bruja, en caso de que ésta estuviera ya posesa, si no fuera así se debería siempre buscar conocer el verdadero nombre del espíritu de la bruja de tal manera se emplearían los instrumentos pertinentes para la advocación una vez conjurado al espectro hacia el exterior y una vez resuelto, eliminarlo por medios físicos ya sea utilizando el conocido vitriolo sobre los ojos y pechos de la bruja, introduciendo falos metálicos en sus agujeros pudendos, de tal manera que saliera por donde jamás engendraría vida cristiana o saboreando los hedores que exhalara a la hora del suplicio advocativo, todo esto por la mera necesidad de eliminar el rastro demoníaco y aniquilar de raíz, la fuente constitutiva del conocimiento del Señor del mundo pues era sobre entendido que, una vez que el Baal se apoderaba del alma de una cristiana o estuviera ya contaminado el cuerpo de nacimiento de la mujer, no había más método que la persecución del dolor para darle cacería a la raíz del mal, aquél que corrompe todo, desborda todo, disuelve la voluntad de renacer a una nueva vida en el Señor. De esta manera un tanto monótona y ya sabida con el paso del tiempo y perfeccionada hasta lo mecánico, los trabajos y las horas transcurrían en la rectoría, entre la limpieza de los instrumentos de hierro y los filos de las navajas, entre las lecturas de los textos más exóticos y que seguramente hubieran sido dignos de persecución quienes los tuvieran, entre el estudio de la Gaya Scientia y el conocimiento de los ejemplos de necedades en que incurren muchas mujeres a la hora de ser prendidas y azotadas buscando el nombre de la bruja en cuestión se pasaban martirizando las tranquilidades en la vieja rectoría, si ahí estaba la naturaleza de la bruja seguramente se encontraría, y una vez eliminado el rastro de peligrosidad, el último capítulo debería ser cerrado por medio de la purificación por alumbre y fuego, con roble humedecido en aceite de Palestina, o en caso de no contar con el ingrediente, canalizar con lentitud los huesos de la bruja bajo el tratamiento de liberarlos de ella misma por aplastamiento, entre otros métodos menos comunes, más lentos todo en favor de buscar una verdad que liberase al espíritu del yugo de la maldad. Cuántas cosas no había visto en su trabajo, y se sentía responsable frente a su comunidad, y se sentía querido y odiado, temido y juzgado, y es por este simple motivo que siempre debería llevar una capucha de cuero de cabra negra, para que no fuese identificado por paisano o campesino, por señor o dama. Las brujas siempre estarían ahí, con esos ojos grises de lobo, buscando dejarle exangüe, minimizado. El Señor estaría siempre a su lado. Noviembre 6 1667. Una vez que cerré con llave el cajón de mi escritorio y salí a la calle decidí que aprovecharía el tiempo en la librería de electrónica que estaba a unas calles del trabajo, podría hojear e incluso comprar el libro que me había interesado la vez anterior que visité la tienda, era una gran oportunidad porque el establecimiento estaba cerrado los domingos, que era mi único día libre y los días que permanecía abierto coincidían con mi horario laboral, por lo que me era imposible ir entre semana. Salí apresuradamente, pensaba estar en la librería hasta el cierre y posteriormente pasar por una torta, pedirla para llevar y llegar a mi casa con el tiempo suficiente para dedicarme a ver alguna serie o acomodar mis libros que tenía años que estaban desordenados, incluso depurar algunos que en ese momento ya me parecían obsoletos. Ese día salí temprano, hubo unas fallas con la red del equipo de cómputo de la oficina y nos liberaron un poco antes de las cuatro y media, los técnicos estarían recuperando nuestras terminales durante toda la noche para que nosotros pudiéramos trabajar al día siguiente. No nos habíamos enterado antes de esta decisión por lo que no tuve oportunidad de organizar algo para aprovechar mi tarde libre, además nunca fui muy sociable y aunque saludaba a todos en el despacho no tenía una amistad real, ni ficticia con nadie. Eran las cuatro treinta y cinco cuando bajé las escaleras casi corriendo, y una vez que abandoné el edificio me dirigí hacia la izquierda (diariamente tomo mi pesero en la esquina contraria), pasé como siempre por el puesto de cigarros de la esquina, esta vez no compre nada, esperé a que se pusiera el semáforo peatonal en verde y seguí mi paso, como nos encontrábamos en Agosto el cielo estaba siempre cargado de nubes y llovía intermitentemente por las tardes, yo llevaba puesta mi chamarra gris de pana, no acostumbraba usar paraguas, siempre pensé que era un objeto femenino y anticuado, me daba cierta vergüenza utilizarlo. Avancé la primera calle con normalidad cuando vi a lo lejos a una mujer, su presencia me atrajo de forma magnética, tenía una mirada que aún a la distancia se percibía muy profunda, sus extraños movimientos capturaron mi atención, en ese momento ella cruzó la calle de una forma casi desesperada, como si intentara escapar de alguien, pero tuviera la inquietud al mismo tiempo de regresar a su punto de origen a recuperar algo olvidado, los coches pasaban y nadie parecía ponerle atención, había muy poco movimiento en la zona, de hecho ahora que lo recuerdo no había nadie caminando en la calle, la mujer se mostraba con una angustia que en ese momento no supe entender, mostraba una tristeza en la mirada imposible de explicar, eso lo descubrí caminando aceleradamente hacia ella. Conforme acortaba la distancia, la mujer sabiéndome cada vez más cerca, intentó mantener la calma, algo que creo le fue imposible lograr porque en cuanto estuve a su alcance, me miró directamente a los ojos y me abrazó de una forma desesperada, como si en ese abrazo encontrara el consuelo que estaba buscando, automáticamente intenté poner resistencia, pero fue una fracción de segundo porque me sentía bien de reconfortarla, de hecho mejor de lo que creía, prácticamente no recordaba haber sido abrazado por otra persona que no hubiera sido mi mamá o mis abuelos en navidad, por lo que recibí incluso gustoso el abrazo. Estábamos bajo la lluvia, enfrente de una tienda de regalos que se encontraba cerrada, calculo que el abrazo duró alrededor de 20 segundos, pero a mi me pareció mucho más tiempo, sentía una extraña conexión con ella, como si en lugar de reconfortarla ella me estuviera reconfortando a mi. Entonces apretó los brazos con una fuerza que dejaba ver su desesperación, un abrazo que pareciera de despedida, fue cuando escuché de sus labios junto a mi oído, un susurro, un finísimo sonido apenas perceptible que decía: - te encontré... entonces me apretó aun más fuerte y sentí claramente como sus uñas se clavaban en los costados de mi espalda. Luego, como una cariñosa madre me separó de su cuerpo y me besó la frente, no puse resistencia porque me imaginé que estaba en plena crisis nerviosa. Me miró fijamente a los ojos, en ese momento noté algo que al recordarlo me hace volver a sentir esa inolvidable sensación, su rostro se mostraba mucho más sereno, como si encontrara la paz, pero lo más desconcertante es que me pareció que era mucho más joven de lo que había creído haberla percibido, no puedo decir con exactitud la edad que le había calculado cuando llegué a intentar calmarla, calculo que unos cuarenta a lo mucho cuarenta y cinco años, pero en el momento que me miró por última vez a los ojos, pude ver que la que me miraba de frente era una mujer de no más de veinticinco años, era como si me hubiera abrazado la madre y soltado la hija, incluso podía ver que su cabello era mucho más corto, su complexión más delgada y sus extremidades extrañamente más largas. Una vez que me soltó, dio media vuelta y se fue caminando en la misma dirección en la que llegó. Con el impacto emocional del momento no tuve la fuerza necesaria, ni la mente fría como para mirar más detalladamente hacia donde se dirigía o tener una reacción o una palabra, me quedé congelado en el mismo sitio no se cuanto tiempo, no sé incluso con que imágenes en la cabeza o con que pensamientos. Pude reaccionar cuando pasó un coche y me mojó hasta la cara, ahora pienso que habrán sido alrededor de 6 minutos, en los que creo que no supe nada de mi, en los que me mantuve en la más absoluta inacción física y mental. Al reaccionar, miré mi reloj y había pasado menos de media hora desde que salí de mi oficina, intenté retomar el rumbo y continuar mi camino, pero ya no pude hacerlo, no encontré sentido a mis pasos, ni pude saber cuál era mi destino original, caminé sin sentido, deambulando en una tarde cada vez más lluviosa, sintiendo el cuerpo cada vez más torpe y con un aturdimiento que llenaba mi cabeza con ideas abstractas, con recuerdos ajenos, percepciones e ideas completamente arbitrarias, absolutamente diferentes a las ideas que solían habitar en mi mente. Al día de hoy, no sé si llegué a mi destino, no sé incluso si llegué a mi casa o quiénes son las personas que me trajeron al lugar en donde estoy, en mi presente apenas puedo recordar de mi vida lo que en este momento estoy relatando, mis noches se volvieron sueños largos que me llevan a extrañas visiones de realidades paralelas y mis días se transformaron en una alucinación ajena que me muestra imágenes muy vívidas pero incomprensibles. Hoy sé que lo que habita en mi mente no corresponde con mi vida, estoy convencido que ese abrazo fue instrumento para que aquella extraña mujer depositara en mi un cúmulo de recuerdos, tormentos y experiencias que son los que ahora me habitan. Se que el abrazo llevaba el embrujo y el embrujo lo arrastraré por siempre, si no encuentro a tiempo a quien envolver con mis brazos... Por: Carmen Valseca Su nombre es significado de muchos conceptos por el cual se ha formado su mito: madre de los vampiros, reina de las tinieblas, devoradora de niños, primera esposa de Adán, mujer serpiente, diosa de la tierra. Resulta difícil precisar a cual leyenda o mito pertenece ya que es apostarle a la existencia de ideas que han sido infundadas por el sometimiento y el terror. Algunas interpretaciones la han definido como la mujer demoniaca que fue capaz de enfrentarse a Dios al cuestionarle su lugar en la tierra, ya que le resultaba incomprensible ser “compañera” de un hombre al que le atemorizaba y le inquietaba su iniciativa en cuanto al sexo, acto por el cual será juzgada como perversa y mala. Ella decidirá renunciar a ese “paraíso” hasta llegar a alguna cueva en donde saciara su deseo, engendrando seres malignos, ante esa situación Dios decide reconsiderar su actitud, si regresa y acepta las reglas que son parte de su condición de mujer de Adán. Lilith rechaza tal ofrecimiento y es entonces cuando aquellos ángeles guardianes aliados de Dios, eliminarán a cada uno de sus hijos, lo cual hará que ella decrete su venganza eterna con la descendencia de Adán. También ha sido considerada como una idea o concepto que agrupa toda la esencia sabia, juguetona, rebelde, nocturna, sexual de la Vida. Concepto, leyenda o realidad el significado de Lilith seguirá siendo un ejemplo prohibido y misterioso, como el que se hacen todas las mujeres que se muestran diferentes, amantes, insurrectas y racionales, al fin y al cabo ya son consideradas Brujas. Repitiendo el nombre de Jesús, y con las llamas adheridas a su cuerpo se da inicio a la historia de una mujer que luchó por liberar un pueblo, un país de lo que a ella le parecía injusto, vestida de hombre y con armadura que cubría no solo su cuerpo y su virginidad, sino que también cubría el orgullo de saberse portadora de las estrategias precisas para llevar al mando una batalla, una lucha. Juana de Arco siempre argumentó escuchar unas voces que le decían lo que debía hacer, una de esas voces le definió cuál sería su destino, liberar a Francia y hacer llegar al verdadero rey a tomar su poder. Sin embargo las voces jamás le previnieron de la traición en la que sería entregada en manos del enemigo, y así se le obligaría a reconocer herejía, condición necesaria para arder en la hoguera de la llamada Santa Inquisición. Por más de cuatro horas su cuerpo se transformó en las cenizas de la injusta acusación, ya que que fue absuelta años después y hoy es considerada Santa Juana de Arco. Sin embargo se cuenta que su corazón y entrañas no pudieron calcinarse, exhibiéndose sangrantes y palpitantes ante la mirada de los que la llamaron Bruja. La leyenda de la mujer que vivía en un poblado llamado Blair y que fuera el terror de los habitantes, por los secuestros que supuestamente hacia a los niños de los cuales extraía su sangre, fue lo que hizo que una población enardecida la llevara al bosque, la atara a un árbol y apedreara su cuerpo desnudo hasta que el frío de ese invierno acabara con su extraña existencia. Convencidos de que aquella mujer había muerto en el bosque a causa del frío y el olvido, el misterio se hace mas aterrador en el momento en el que aparecen hombres y mujeres que a petición de los susurros de Elly Kedward cometen los mas escalofriantes asesinatos. Lo que viene después es parte de una campaña a un filme realizado como documental que logrará sacudir a los que le temen a la oscuridad del bosque y odiada por los que al saberse decepcionados por una farsa cinematográfica dejarán a un lado la escalofriante leyenda de la mujer que capturaba niños y que se encuentra vagando en la inmensidad del bosque. Se mostraban estáticas, contorsionadas y hasta se les veía lesiones en el cuerpo, nadie podía permanecer incrédulo ante la evidente posesión que reflejaban los rostros de niñas asustadas lideradas por Abigail y Elizabeth quienes en el siglo XVII lograrían llevar a la población de Salem a las más terrible muestra de histeria y pánico colectivo. Ante la intolerancia de los que juzgaron sin piedad, se vieron desfilar declaraciones falsas y humillaciones públicas que lograban disolver familias enteras que, aterradas por los gritos, llantos y desvaríos del grupo de niñas de Salem, reconocían herejía o bien se preparaban al terrible desenlace que les esperaba en la horca, como al reverendo George Burroughs, quien fuera señalado como jefe de las brujas y terminara ahorcado ante la mirada insistente y neurótica de las niñas que marcaron en la historia la crueldad que hay detrás de la sugestión, el fanatismo religioso o tan solo una buena actuación. Otras mujeres se han hecho acreedoras al título de brujas por sugerencia o por tener las “pruebas” necesarias para ser juzgadas. Una de ellas fue Ana Bolena quien fuera la segunda esposa del Rey Enrique VIII de Inglaterra quien él mismo ordenó su decapitación al no darle un hijo varón y quien la condenara a ser bruja por las supuesta pruebas que tenia contra ella: poseer un sexto dedo en la mano y un tercer pecho, anomalías que sin duda la llevarían a la muerte. También encontramos el nombre de Margaret Jones quien fue acusada de bruja por la muerte de varios pacientes que al rechazar sus innovadores métodos de curación, caían en enfermedad hasta que morían. Sale del bosque, aparece ante ti y su movimiento teñido de rojo es ahora la única imagen que puedes percibir, en espera eterna del vacío que te traerá su presencia. Tan poderosa que fue llamada demonio, tan imponente que ella misma desapareció toda imagen reconocible hasta hacer su descripción imposible. Se dice que su cabello parecía estar tejido de serpientes, a veces blancas a veces negras y que se entretejía con los troncos retorcidos del bosque. Su rostro, de edad incalculable dejaba ver su boca, refugio de demonios que la hacían cambiar de forma, que la dejaban tragar desde el más pequeño crío humano hasta a la más gigante bestia. Por vk2012 Una presencia incierta, nocturna, una mirada infinita que se escapa por ranuras profundas, casi invisibles, pero tan poderosas que invaden y carcomen tu alma al contacto con tus ojos, esclavizando tu mente a su imagen, extinguiendo tus recuerdos y pensamientos, apagando la llama de todo aquello que te pertenece, hasta hacer que tu mente se vuelva parte de ella, cabalgando tu pesadilla, maniatando tu voluntad. De disfraces perfectos, ama del bosque y la montaña, capaz de fingir refugio en una humilde e ilusoria choza, capaz de trasmutarse en anciana o en la mujer más hermosa que un hombre pudiera percibir. Sobre su poder se cuentan mil historias, se cree que es tan malévola como protectora, que de su pecho amamantó a Kintarō* y que de su paz iluminó la tierra, pero también que con odio devoró pueblos enteros y que con sus garras arrancó tanta piel como su hambre le exigía. Que con su conocimiento encontró los secretos de la existencia, pero también supo crear el horror para ahuyentar a quien quisiera robárselos. Es tan misteriosa, que de su alma de bruja se cuentan historias de muerte, canibalismo y soledad, pero también de piedad, protección y serenidad.Yama Uba es una leyenda viva, que no solo ha inspirado la concepción moderna de los cuentos sobre brujas, sino que aún atemoriza a los solitarios paseantes de los bosques orientales. Ella vulneró lo que para algunos era sagrado, terminó a ojos de muchos con lo más grande que se había gestado en la era moderna, fue y sigue siendo odiada, juzgada, despreciada, repudiada por legiones de personas en el mundo entero. Nunca le perdonarán el hecho de haber enamorado a quien en su época dijo ser más grande que Jesucristo, John Lennon. Ella, la burguesa oriental malencarada y peleada desde siempre con los cánones estéticos más estrictos, logró trascender sin necesidad de tener un gran talento creativo, sino con un gran intelecto para generar conceptos y llamarlos obras, incluso arte, uno de estos conceptos su gran obra fue apoderarse del ícono, del héroe, del espíritu liberador y creativo de la década de los 60s. Sigue triunfando, obteniendo tantos millones de bienes materiales como palabras de desprecio que el mundo emite en su contra, ella se sabe bruja y disfruta el hecho de serlo restregando de manera gustosa su condición ante el mundo, ante sus detractores y sus no pocos seguidores. Por vk2012 Ella es poderosa, ilimitada, hace la regla e impone su palabra, no necesita salir al mundo a mostrar quién es para ser tan temida como odiada durante más de tres décadas, su voluntad es indestructible y su presencia envejecida sigue mostrando el rostro inexpresivo que nos dejó conocer cuando hizo pública su existencia. Yoko es y será un vivo ejemplo de la mujer imparable, indestructible, la señora poderosa que no teme enfrentar al mundo, el ser repudiado que no permite que el daño la roce y que seguirá ahí, ya sea viva o muerta para seguir siendo la única bruja invencible de nuestros días. Los músicos plantearon a las brujas de diferentes formas, desde el temor a la mujer hasta la concepción casi mágica de ellas, sobre este tema hay mucho que hablar, aquí dejamos solo una mínima muestra de la música inspirada por brujas. Donovan Season of the witch Sonics - The Witch Santana - Black Magic Woman Con el título de "el chico más feo de la generación" se envuelve la bruja, que buscará la salida a el grito desesperado y ansioso de saberse por un instante, una mujer amada. Lejana y poseedora de una voz que allanaba el corazón de cualquiera, ella se abre paso a base de lágrimas, humillaciones, canciones y un ejército de emociones, la gran figura que sigue conmoviendo a los que atentos al desamor y el placer, descubren una imagen que bien podría ser casi divina. Aquella mujer que se arrastraba del pantalón del amor ingrato, supo muy bien hechizar a quienes se consolaban o buscaban perderse con su voz. El desgaste de la vida hace que la energía mística de aquella corpulenta y extravagante mujer, la volcará dentro del abismo único, ese que es visitado por los prodigios de la música. No se encuentra fácilmente en una lista cotidiana de música, se tiene que saber y reconocer su dolor para llevar a la cabeza su grito, su canto desgarrado y amarrado en sus entrañas, las que se vislumbran con un poco de imaginación, tampoco se le disfruta, su densa energía traspasa las ondas y se convierten en la súplica perfecta para amarla, de tomarla una sola vez, como a ella le gustaba, ser tomada y botada, para que así llegara la inspiración, llegara la necesidad de suplicar otra vez. Nada quedó, mas que la parafernalia que la hace ser recordada y titulada como una de las mejores intérpretes de Blues Rock. Lejana de ser una fabricación del sistema que bien sabe como retorcer el cuello de sus hijos pródigos, se escuchará con más intensidad la Bruja Cósmica que descansará hasta quelogre hechizar a todos los hombres que existan y a las mujeres consolarlas en sus noches de desamor. Video. Janis Joplin Cosmic Blues Después de darse un buen baño de hierbas aromáticas, Dafne se puso ese día las mejores prendas que pudo encontrar dentro de su muy amplio guardarropa. Una mujer de su nivel no podía permitirse asistir a una cita tan importante vestida como una vulgar pordiosera. Eso quizá les sentaría muy bien a las abnegadas damas del pueblo, pero no a ella, que era tan diferente a las demás. Por más que se enfundará en kilos de harapos baratos o cortara su larga cabellera, sabía que jamás lograría disimular por completo el brillo tan grande con el que la Luna había bendecido su blanca piel desde la noche en que nació. Y, pensándolo bien, no tenía caso ocultar tanto encanto, porque junto con su sabiduría, esa era una de las armas que le servían para poder pasar un buen rato con los hombres que soñaban con poder poseer hasta el último centímetro de su escultural cuerpo, aunque fuera por una sola noche. Varios insensatos la llamaban “mala” por vivir comportándose de esa Finalmente lo logró encontrar cuando se dejó envolver muy despacio forma, sin darse cuenta que lo único que ella hacía era utilizar su amplio por los hechizos de Dafne. conocimiento sobre los secretos de la naturaleza, como un medio más para poder hacer realidad los deseos que ocupaban su inquieto corazón. Mientras ella se aplicaba lentamente un poco de brillo en los labios, se daba tiempo para poder saborear por adelantado todos los besos que pronto le estaría dando a su amado Rodrigo. En el poco tiempo que tenían de conocerse, entre los dos había surgido una atracción tan intensa que casi todos la podían ver a kilómetros de distancia, con excepción de Alicia, quien prefería mirar a otro lado antes de pensar que su novio pudiera interesarse románticamente en su hermanita menor. Alicia podría llorar todo lo que quisiera cuando se enterara del engaño de su amado, pero en el fondo, había sido su culpa por no saber invocar de la forma correcta a los demonios de la lujuria, esos que vuelven locos a los hombres de todas las edades. Rodrigo se había pasado toda la vida buscando algo especial, que le devolviera a su espíritu un poco de la chispa que había perdido entre fríos edificios de concreto. Él simplemente cerraba los ojos y relajaba todo su cuerpo, mientras dejaba que ella utilizara hasta el último rincón de su cuerpo como instrumento mágico para llamar a esos seres de corazón misterioso que se esconden en los rincones más oscuros de la noche. Dafne no podía evitar sonreír pícaramente al recordar esos momentos de íntima comunión con Rodrigo, pero más le emocionaba pensar que esa misma noche, cuando se volviera un solo ser con su amado gracias a un apasionado abrazo bajo la luz de la luna llena, ya no habría magia alguna que pudiera separarlos, ni ente que lograra conjuntar tanta energía mística. Entonces, las noticias de su gran poder llegarían hasta los oídos de los simples mortales despechados que gozaban llamándola con desdén “bruja”, como si esa fuera una mala palabra. Ya no importaría la ponzoña que brotara de las bocas de esos tontos, porque después de todo, ellos mismos estarían cavando lentamente sus propias tumbas. Lorem Ipsum dolor amet, consectetur The girl with eyes on her hands Oleo / Lienzo Ari De La Mora Yama Uba. Ilustración Digital Vivek, 2012 LAS BRUJAS DE MAYFAIR (SAGA), LA HORA DE LAS BRUJAS. LA VOZ DEL DIABLO, TALTOS ANNE RICE por Carmen Valseca Como ya es costumbre, la escritora estadounidense creadora de la genial saga de “Crónicas Vampíricas” y autora de libros como: “La Momia o Ramsés el maldito”, “El mesías, niño judío”, entre muchos otros títulos, nos deleita con esta nueva trilogía donde nos lleva a conocer el mundo de las brujas, en una historia que está cargada de misterio, sensualidad, violencia y terror. La historia se centra en una dinastía de Brujas que buscan su permanencia por medio de las habilidades especiales de Rowan Mayfair que descubrirá su particular genealogía, que la lleva a conocer lugares y personajes, que la sumergirán en episodios llenos de terror y misterio. La escritura densa pero concreta de Anne Rice nos muestra su gran talento como investigadora de eventos verdaderamente antiguos al mostrarnos que pudo existir una raza poderosa, llena de conocimiento que perdurará por todos los siglos. Con una gran cantidad de datos y personajes, Las brujas de Mayfair es una saga verdaderamente recomendable para todos aquellos que principalmente gustan de la escritura de Anne Rice y para los que sí creemos en Brujas. WICKED: MEMORIAS DE UNA BRUJA MALA GREGORY MAGUIRE por Tanya Luna La mayoría conoce la historia de “El Mago de Oz”, con Dortothy, sus amigos y su perro Totó en una aventura en busca del Mago para que pueda regresar a casa; en Kansas. WICKED: Memorias de una Bruja Mala, es una historia alterna que cuenta la vida de la malvada bruja del Oeste que en realidad se llama (Elphaba Thropp) desde que empezó a vivir, su infancia con una familia disfuncional viviendo en medio de la nada, su juventud buscando justicia en un mundo gobernado por la tiranía, sus pocos y duraderos amigos, sus derrotas, sus fracasos, sus tristezas, sus anhelos y su madurez con un poco de locura y un pasado que necesita un perdón. Elphaba deja de ser la horrenda bruja que intenta matar a Dorothy sin razón aparente, para convertirse en la bruja más amada en cualquier historia de brujas jamás antes contada. Ser verdemente diferente no es fácil y este libro es perfecto para comprender la razón del orígen de su “malvadez” y la razón de la urgencia por tener los amados zapatos rojos en su poder (nada en este mundo es solo porque sí..). Con una historia nada trillada, si no por el contrario, perfecta para los que buscan algo más cansados de lo mismo y nada de mentes cuadradas, WICKED propone una historia donde los buenos son malos y los malos no son tan malos como la historia original; queda en el lector definir con qué historia se queda… con la de el Gran Mago o con la de nuestra amada Elphie. AUNQUE SEAMOS MALDITAS EUGENIA RICO Por Cecilia Dakini ¿Quién no ha sido señalada por parecer diferente?, ¿Quién ha caminado pasos que parecen reconocidos de otras vidas?, ¿Cómo se vive el amor entre las sombras?, cómo curar sin ser llamada Bruja?, ¿Cuál es el principio de la acusación injusta?, ¿Cómo despertar en medio de la soledad? Estas y más preguntas se hacen las mujeres con identidades muy particulares que se desenvuelven en el desarrollo de esta historia, en donde Selene descubrirá que su vocación será lo que la lleve al conocimiento, y Ainur reconocerá los pasos vividos por el amor y el terror. AUNQUE SEAMOS MALDITAS es escrita de manera muy original, encontrándonos con una reinvención de novela que sin ser de Brujas, nos muestra hechos brutalmente históricos que nos ubicarán delante de ellas, así como capítulos tan cortos (muy cortos) que expresarán de forma casi poética, diversas emociones y sensaciones sin dejar a un lado la esencia principal de la historia: poner al descubierto la eterna polémica que existe en torno a las mujeres poderosas, diferentes...malditas. Ahora, solo 3 reseñas de las miles de pelÍculas sobre el tema... Drag Me To Hell. 2009. Una joven es condenada por una bruja al asedio de espíritus demoniacos que pretenden arrastrarla al infierno. En la historia se nos muestran diferentes concepciones de mujeres haciendo uso de recursos mágicos, la poderosa bruja que maldice a Christine, la medium que intenta combatir al demonio con el que fue condenada Christine y la propia Christine que en algún momento intenta hacer un hechizo de sacrificio para librarse de la maldición de la asquerosa y repugnante anciana que la condenó a ser llevada al infierno. De la película destaca el ritmo a veces ligero, a veces hasta gracioso, pero con tintes bastantes terroríficos, además del hecho de que la bruja aparente ser una anciana convencional... hasta que muestra su obscura naturaleza. The Witches. 1990. En una provincia inglesa un niño y su abuela se topan dentro de un hotel con una convención de brujas, en esta reunión se presenta una fórmula infalible para convertir a los niños en ratas. Las brujas son representadas como mujeres calvas, ojos violetas, manos viejas y alargadas, estas características en conjunto las hacen lucir horripilantes. Su cuerpo encorvado, nariz alargada y aspecto demoniaco hacen que estas brujas tengan el impacto necesario como para espantar a un niño sin noción alguna del aspecto que pudiera tener una bruja. Aún tratándose de una película infantil, el planteamiento de la historia no da mucha tregua a la esperanza de que el protagonista pueda salir librado de las artimañas de sus enemigas. Dark Shadows. 2012. Basada en una serie televisiva de los 60s, la versión reciente nos habla de un vampiro condenado doscientos años atrás por una mujer despechada que resulta ser una misteriosa, hermosa y malvada bruja. En esta historia, la bruja es una mujer por la que no pasan los siglos y es sumamente poderosa, aún con el tono ligero de la película podemos encontrar características que nos muestran que la bruja adquirió sus poderes muchos años atrás, que los ha sabido aprovechar y magnificar, que ha podido adaptarse durante muchas épocas y que en la actualidad utiliza su poder para tener dominio económico y social sobre su comunidad. Que tus maldiciones se queden en el aire y nunca lleguen a mi, por que la ley lo dicta de la siguiente manera: lo que se hace y se piensa se regresará tres veces más. Por: Cecilia Dakini No se maldice lo que yace dentro del agua y aceite, no se subestima a quien ya de por si está estimando que hacer con cada aliento, no se margina lo que vive marginado por naturaleza. Cómo maldecir a una bruja?, con todo el desprecio de las palabras y de la sucia búsqueda de la venganza, cómo maldecir a la que arde eternamente en el fuego que no quema, solo descarna y ahuyenta la tranquilidad del amor. Una bruja no puede amar, está imposibilitada a desear una pareja y cuidarla. Son tan egoístas que por eso asustan, por eso las desprecian, pero y qué pasa con ellas?, cómo se sienten después de que el verdadero amor se fue tras un hechizo infalible?, qué hacer con el beso eterno, truncado en los labios secos que se marchitan y se secan?, qué hacer con el cuerpo vacío de placer y de deseo insaciable?, no se puede seguir detrás de un fantasma, no existen, sólo existen los suspiros que se quedan flotando en el ambiente y lo contamina y de pronto alguien llega y lo toma como suyo, lo aplica a su corazón y lo hace sublimar en una canción, qué hacen las brujas con tantas palabras y promesas?, con tanta soledad?, no necesitan llenar su útero con la vida?, no necesitan descubrirse bellas?, que pasa con tanta inteligencia?, por qué lastima tanto saber?, por qué ellas nacen brujas?, quién lo decidió así?, por qué la saña de maldecirlas y de enjuiciarlas una y otra vez?, cuántas vidas pueden transcurrir para que la maldición se esfume?. Cuántas veces me maldecirán?. Sólo quiero mi poder de vuelta y volar eternamente. María Sabina Aliada de los niños No podía terminar esta edición sin mencionar a la mujer magia, mujer espíritu, mujer sanadora, mujer sacerdotisa, mujer digna, mujer curandera, mujer aire, mujer eterna...Maria Sabina. Nacida en Huautla de Jimenez, Sierra Mazateca, en el Estado de Oaxaca, Magdalena García aprende la tradición de curar con plantas y se hace aliada de los hongos alucinógenos a los cuales llama tiernamente “niños”. Sabina huérfana y viuda en constantes ocasiones, se convierte en la traductora de los poderes de la naturaleza y descifra el universo en la pequeña cabaña que se vislumbra entre la neblina de la montaña lejana. Menuda y poderosa, valiente y con sonrisa contagiosa, la “sacerdotisa de los hongos” hará milagros y sanará las tristezas que el mundo cotidiano envuelve a los lejanos de fe, de sueños y de anhelos, enfermos de realidades fabricadas. Convertida en espíritu, se deja llevar por oraciones y el brillo disimulado de las velas que iluminan incipientemente aquellas paredes, las que proyectan las visiones y formas que el cosmos tiene reservado para ella, la intérprete de lo eterno, de la voz silenciosa de la tierra. Peina su cabello, blanco por el sufrimiento de hechos que hacen a las mujeres más inmensas, más sabias pero que todavía se les desquebraja el corazón y que solo aprenden a olvidar con el humo sagrado, con el espíritu que se aloja en los pulmones y se vuelve suspiro mágico. Y así decide cambiar, cambia de conciencia, de estado físico y hoy se le encuentra fácilmente si la sabes buscar, en una estrella, en la gota cristalina de rocío que se posa en el nopal después de la lluvia, en la nube que se mueve lenta y segura de su destino, en la sonrisa del niño que divaga en su inocencia, en la oración impronunciable que solo se escucha en alucinaciones, en el calor del sol que alimenta y cura, en la voz de la mujer amorosa, en el brillo eterno de la luna sonámbula, en la tierra que nos sustenta, ahí está, se encuentra observando de lejos a sus tiernos “niños”, cuidándolos y esperando que alguien más aprenda algún día a escucharlos. Hoy sabemos que la “bruja mexicana”, es la mala pronunciación y el ciego entendimiento de María Sabina la mejor aliada de los Niños, la que renace cada día en la visión de los que sueñan con el camino divino de la libertad. En Espiral Por favor mandanos tus comentarios en el sitio de la revista: www.enespiral.mx/revista.html O escríbenos a: [email protected] México, Octubre 2012