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Antes de cambiar habrá que dejar rastro,
antes de perdernos dejar nuestra esencia,
antes de partir concluir lo que venimos a hacer
y si hemos de despertar
dejar el sueño a otros para no perderlo
Es el ciclo espiral, saber que fluímos y
dejamos algo al mundo,
dejar un legado eterno y
volar infinitamente.
Nuestras almas quedarán en el espacio,
en el arte que dejemos.
Estas serán nuestras huellas
y estarán En Espiral.
Inicia el ciclo eterno
a la contínua evolución...
EDITORIAL
Colaboradores
RELATO: y aquí seguimos...
INVESTIGACIÓN: Brujas en el Arte
ENSAYO: Ahí están, ardiendo en la hoguera
NARRACIÓN: Yo no creo en las brujas
CUENTO: El Abrazo
INVESTIGACIÓN: Las hicieron famosas
CRÓNICA: Yama Uba
RESEÑA: Yokono
MÚSICA INSPIRADA EN BRUJAS
RESEÑA: Janis
CUENTO: No me culpes
GALERÍA
UNA MIRADA: Reseñas
RELATO: Una maldición más
RESEÑA: María Sabina
Editorial
Tengo una cicatriz de quemadura en el brazo y otra en la espalda, la forma en que me
hice de ellas fue muy simple: descuidos y reacciones.
Alguna vez escuché decir a alguien, que aquellas mujeres quienes eran portadoras de
ese tipo de marcas eran las brujas, que habían sido quemadas en la hoguera, y que
renacían para buscar de alguna u otra forma la venganza a semejante crimen.
Siempre supe que historias como esta eran parte de mí cotidiano, hasta que hechos
muy singulares me dieron la excusa perfecta para inspirarme con ellas.
Nunca creí que la bruja verde, sería hoy en día mi imagen favorita, ya que en la
interminable búsqueda de cuentos, leyendas, investigaciones, sueños, historias, e
incluso una que otra alucinación, me mostraron que la verdadera bruja existía, y se
encuentra ahí afuera, en la lejanía del olvido y de la incredulidad de los que razonan
cada momento, de los que estudian cada centímetro de historia, de los que son ateos
por pretensión y que esa bruja es ni siquiera cercana a la tan burlona imagen que
conocemos.
Actualmente hay información de sobra para desmentir su existencia, hay incluso
nuevas prácticas que por el contrario se aferran a ellas y a lo que suponen hacían,
pero lo que sí me queda claro después de mucho tiempo de seguirlas consciente o
inconscientemente, es que la naturaleza ha dotado a las mujeres de sabiduría, de un
raciocinio especial, de una existencia indefinida, de la magia única de gestar, y que eso
resultará por siempre parte del misterio indescriptible, que nos llevará a
cuestionamientos interminables.
EnEspiral da inicio con este tema, por que a petición de las interminables pesadillas
que acechan a miles de mujeres que por una causa u otra siguen siendo perseguidas,
humilladas, enjuiciadas, temidas, ellas nunca revelarán la conexión indescifrable que
tienen con la tierra, la vida, la muerte y que podrán pasar otros miles de años en que
buscarán la forma de desaprobar su palabra, desconocer su presencia, subestimar su
poder, pero siempre será tarde por que las mujeres mal llamadas Brujas siempre
estarán ahí, contemplando el ciclo infinito de la Vida.
No buscamos el dato preciso, ni la aprobación de ningún sector de la sociedad, ya que
somos partidarios de la idea de que nuestra diferencia está en la libre capacidad
creativa que existe en cada uno de nosotros, temas como éste y como muchos más,
nos permitirán reafirmar la idea de que es posible la continua evolución.
Cecilia Contreras
Editora, EnEspiral
Cecilia Contreras
EDITORA
Colaboradores
Vivek Martínez Avín
DIRECTOR CREATIVO
Textos
Cecilia Dakini, Louis de Sousa, Vivek Avín,
Sumiré, Carmen Valseca,Tanya Luna,
Patricia Dorantes Ham,
Ezequiel Paniagua Montenegro
COORDINADOR
EDITORIAL
Directorio
Carmen Valseca
CORRECCION
DE ESTILO
Esaú Fraga, Melissa George, Ezzequiel 5.0,
Pintura pag. 38 y 42ClaudiaZR
Ilustración pag. 87
Alejandro Martínez (typocreando.blogspot.com)
Galería:
Vivek, Arisai de la Mora (www.facebook.com/
arisai.delamora)
Griselda Fátima Vázquez, Oscar de la Fuente
Rocío Mendoza Peña “ArteSana”
Por Cecilia Dakini
Es muy vergonzoso saberte espiando todas las
mañanas en búsca de algún resquicio de mi
antigua existencia. ¿Acaso no es evidente? míra
éstas marcas en mi cuerpo, son quemaduras y
son las que se dice tenemos todas las que
reencarnamos en búsqueda de la venganza.
Cómo hablar de lo más doloroso?, de saberme
desmenuzada en las llamas de la ignorancia, de
la falsedad, de la estupidez, de los hombres, de
la iglesia, que sigue cazando a las que tenemos
la sabiduría eterna, divina, inmaculada por
derecho propio. No puedo permitirme ser
igual que tú, igual a lo que dibujan en los
cuentos para aterrorizar a los niños cuando no
pueden dormir. Eso no soy yo, no devoro la
inocencia, y menos soy parte de la leyenda que
hace más entretenidas las noches en que se
disfrazan ridículamente pretendiendo emular lo
que suponen hacíamos.
Ésa maldición eterna que dejaron aquellas que ardieron y se consumieron en el dolor, la vergüenza, la
humillación, la soledad, el llanto y el grito aterrador. En dónde pueden ver lo interesante de saber acerca de
nosotras, las mal llamadas Brujas?, ésa palabra que etiqueta a las mujeres que no pertenecemos a las sumisas,
a las putas, a las que ocultan su poder con tal de tener un hombre con quien dormir, a las que son objetos de
ornato en sus hogares y se mantienen relucientes y con el culo partido. Si con sólo saberme ajena y diferente
a ti, que no puedes sostener mi mirada y recurres al golpe ya es suficiente, ajena y diferente a ti, que
manoseas mi cuerpo con sólo pronunciar mi nombre, ajena y diferente a ti, que te llenas de hijos y sabes que
sólo son los candados a tu sometimiento consciente, ajena y diferente a ti, que no te cansas de buscar en
libros cuál es mi orígen, de dónde vengo, o dónde estamos todas las que son como yo, mujeres ajenas y
diferentes tan sólo por tener en la cabeza y en las manos, la curación a tú dolor, la caricia que consuela y la
palabra que tranquiliza tú existencia. Nosotras las que nos esfumamos en aquella hoguera incandescente,
frente a la mirada morbosa y el deseo de los que se quedaron con ganas de poseernos, de si quiera rozar
nuestra lejanía.
Aquí estamos, algunas detrás de una identidad comprada, fabricada, invisible. Aquí estamos, procurando pasar
desapercibidas para que no nos destruyas, seguimos naciendo constantemente, cerca de tí, de tu familia, en tí.
Y hoy te confieso que, aunque la marca arde en ocasiones y palpita en memoria de la indiferencia estamos
aquí con toda la sabiduría heredada y con la firme convicción de evolucionar en lo que ni te imaginas, en lo
que tus libros y dibujos jamás alcanzarán a concebir, estamos aisladas en el mundo esperando el llamado que
nos hará estrujar el cuello del que se atreva a nombrarnos con el desprecio que le han enseñado, estamos
frotándonos todos los días las manos esperando que, nuestro momento de volver a reconocernos como
forjadoras de la esencia de la tierra y de la naturaleza, jamás quede grabado en ningún libro, en ninguna
historia, en ninguna leyenda, por que para ese momento nosotras, ya seremos la luz que ilumine la eternidad.
Al observar las obras de este gran
artista español, nos damos cuenta de
que forman parte de nuestra propia
memoria gráfica, como son las majas:
mujeres atrevidas y sensuales que se
apoderan del espectador con solo una
mirada. Pero también esta la segunda
parte de su vida, donde las escenas
referentes a la guerra, la muerte, la
decadencia, la miseria se apoderan del
genio para atormentarlo hasta el
último día de su vida.
Entre todo este cúmulo de infortunios, el
De la misma manera, llega el llamado de las brujas, mujeres horrendas y siniestras que
gran pintor comienza con temáticas
enseñan a sus pupilas a perpetuar el miedo y el terror en la razón de los constructores del
inspiradas en los seres que se esconden
desastre. Severo crítico de la iglesia, la inquisición, la sociedad, la política, hace que su obra
y se burlan de la lucidez humana,
sea una permanente denuncia, llevándola por una línea de evolución que lo ubicará como
aquellos duendes y seres abominables
el
comienzan a invadir la mente de un ser
genio atormentado por el desastre y la locura, hacen que la soledad y la enfermedad se
excepcional, que bendecido con la virtud
apodere de la última etapa, en la que sigue creando de manera más libre que nunca,
de la creación, logra encontrar en el
encontrando en su pintura el único lazo que lo mantendrá unido a la realidad.
precursor del Impresionismo. Personalidad apasionada, excesiva, amante implacable,
grabado la técnica perfecta para hacerle
saber a los “demonios” que llenan su
cabeza, que podrán tener la oportunidad
de ser conocidos por todo el tiempo
que existiera la humanidad.
Goya Galería de tema de brujería
Artista alemán del siglo XV, que fue un destacado
alumno de Alberto Durero, quien sería maestro y
amigo de toda la vida. Su formación más
importante se da cuando llega a principios de
siglo a Nuremberg, donde será el discípulo
aventajado de Durero, quien tiempo después lo
deja al mando del taller de pintura. En sus
grabados y óleos abundan temáticas religiosas,
pero muy pronto se dejará ver la fascinación del
artista por los temas macabros, principalmente de
Brujas.
Galería de imágenes de Hans Baldung
Creador de atmósferas siniestras y únicas en su género, el joven artista encuentra una gran fuente
de inspiración cuando se traslada a Estrasburgo, donde encontrará a intelectuales investigadores de
temas como la Alquimia.
El tema Brujeril y Sabbats es permanente hasta el final de sus días, siendo constantes en su obra las
perspectivas, elementos y símbolos alquímicos.
Representa también la inevitable cita con la muerte y el paso devastador del tiempo, haciéndo que
su obra sea un fiel recordatorio de lo que sucederá tarde o temprano.
Varios pintores
Bennedeto Montagna, La Bruja
Por Ezzequiel 5.0
Siempre han existido, en sueños, libros, películas, dibujos,
cuentos de princesas, en leyendas prohibidas, ahí están y son
parte de la historia real del mundo.
Ahí siguen con la herencia esparcida, con el conocimiento
ancestral de las diosas, de la tierra, de la naturaleza, de la
curación, de la fertilidad, de la luna, de la vida. Con tanto por
hacer y con tan poco que contar, petrificadas esperando el
momento exacto de liberar su eterno juramento y poder
ejercer libremente todo su poder salvando vidas, sanando
almas, hechizando sueños. La historia escrita por los poderes
y el consumo desmedido hace que el día de hoy su adjetivo
sea sinónimo del ridículo, de la fealdad, de ignorancia, de la
arribista, de la falsa feminidad, de la mala suerte, del insulto
apropiado. Pero, cómo surgen estas mujeres y en qué
momento se pierden en el abismo del desprecio?
Partiendo del nacimiento de la humanidad, se sabe la
necesidad de sentirse agradecidos, protegidos, seguros y lo
hacen primero las mujeres, con su mirada al cielo, buscando
abrigo y consuelo se entregan a las danzas y guturan sonidos
que harán que la fertilidad y la magia sean principios de su
realidad.
La mujer se queda en la oscuridad de la espera, ellas se
mueven dentro de la caverna, contemplando y acrecentando
su sabiduría, aplicándola en la formulación de técnicas que
sanen la herida de una bestia, una infección desconocida, un
malestar ajeno.
Se vuelven madres y parteras por intuición, esa que
desarrollan y les da la percepción de lo que vendrá después,
de la predicción del trueno, de la sequía, del diluvio, de la
muerte.
Crecen y pronuncian nombres escuchados en su cabeza, esos
nombres serán ahora a los que tendrán que agradecer los
días y las noches, el alimento diario, el hijo bien nacido, el
hombre protector.
Y se hacen al bosque, se encuentran las plantas que forman
diferentes matices, y flores que las llaman y las acercan a una
nueva existencia, y las ponen en agua, y las aplican al cuerpo y
las beben, siempre conectadas con la madre primera, la que
sabe el modo exacto de como usarlas, y vuelven al bosque, a
la montaña, al mar y encuentran piedras y minerales, y las
guardan en sus faldas, y acumulan el encanto que solo ellas
comprenden. Y dominan el fuego, no solo por necesidad, lo
toman y lo depositan en grasa de animales, y contemplan la
luz, y se comunican con sus ancestros, los que se quedaron
grabados en la tierra, en los arboles, en el viento, en el agua. Y
siguen transmitiendo esa realidad a sus hijas que son
despreciadas por que carecen de fuerza a la vista del macho,
del jefe, del patriarca. Se dan cuenta de que el uso de las
plantas, las piedras, en sincronía con las fases de la luna y con
sus periodos de sangre divina tienen todavía más resultados
benéficos para su gente, su pueblo, su familia, pero siguen
escondiéndose en los rincones, guardando secretos de lo que
solo ellas perciben en las noches de insomnio en las que
pronuncian palabras que se volverán agradecimientos,
oraciones, peticiones a esa fuerza, a ese algo que no ven pero
saben que las escucha. Y así transcurren los años, hasta que
un día deciden callarlas, argumentando que están fuera de las
reglas de algo que los hombres denominan Cristianismo, una
idea que se basa en el dominio exclusivo de un Dios, una idea
masculina de poder y creación, una idea sustentada en la
sangre de un hombre inocente, de un ser que cargará por los
siglos de los siglos con todas las culpas de la humanidad,
principalmente de las mujeres pecadoras, sangrantes,
hermosas.
Y los hombres apoyan esa idea, ellos que si pueden ir a los
lugares de enseñanza, donde se reúnen y buscan comprender
lo que les es desconocido, imposible, diferente, jamás se
exponen a preguntarle a la mujer, experimentan
con materiales y decretan acuerdos que serán
beneficios para ellos, por que son los fuertes,
por que de ellos es el conocimiento de las
letras, de la práctica.
Rechazan la cura, el remedio, la sabiduría de las
plantas, y ellas se quedan una vez más
contemplando la oscuridad, inventando recetas
nuevas que sanen al leproso, al infectado, al loco,
al triste, a la recién parida, a la que va a parir. Y
los hombres no se sienten seguros, se sienten
amenazados, observados, minimizados y así
deciden que hay que tomarlas y desaparecerlas,
en el nombre de ese, su Dios masculino el que
no le dió permiso a la mujer de sanar, de crear,
de pensar. Y las atrapan, las torturan, las lastiman,
las obligan a confesarse “demoniacas”, término
inventado por esos mismos hombres, en su
ignorancia, haciéndolo acreedor al camino malo,
perverso de la vida. Ahí están ellas, vestidas de
negro por que son malas y temidas, y por que
los hombres dicen que comen y torturan niños,
y se convierten en animales, se burlan de Dios,
se comen los insectos e incluso vuelan por las
noches. Ahí están amarradas en una hoguera, de
preferencia verde, fresca, que tarde más en crujir
para que el fuego sea implacable con la bruja, la
indeseada, la maldita, la que merece morir.
Y así se convierte en el espectáculo por más de
200 años, hasta que acaban con gran parte de
ellas, las brujas, las mujeres, las que sirven, las
que alimentan, las que engendran, las que cuidan,
las que aman, las que sonríen y lloran, las que
gritan en silencio en el eco de su angustia, así un
buen día su Dios implacable levanta el castigo y
los hombres interpretan que pueden vivir pero
con la condición de permanecer ocultas, calladas,
lejanas, sólo estarán disponibles cuando la vida
tenga que seguir su curso natural; cuando llegue
la enfermedad innombrable y el médico hombre
no encuentre la receta precisa. Estarán ahí en la
oscuridad de sus recuerdos y ahogarán su
sabiduría en la preparación de los alimentos, que
surgen suculentos en sus cocinas elegantes o de
piedra y carbón, ahí en la lejanía descubrirán que
la eterna sincronía con el espacio y los planetas
traerá los más grandes poderes, que son de ellas,
y que jamás desaparecieron, perdonarán al Dios
masculino y venerarán nuevamente con el fuego
bendito a su diosa, la madre, la tierra, LA VIDA.
Anhelando la muerte para trascender de la única
forma que saben, en ese mar de la conciencia del
infinito, el que está cargado de sabiduría y
existencia mágica que las espera apacible, seguro,
poderoso, eterno. Arder en su propia hoguera,
por que el fuego ya es parte de ellas.
Las brujas han permanecido a la sombra del
conocimiento crítico del siglo occidental, hemos
leído que hay brujas por todos lados del planeta,
estas mujeres que formaron la contraparte del
progreso de la religión cristiana en el mundo y
por ello deberían ser inmoladas, la religión que
era necesaria para abrir nuevas rutas de
comercio y expandir la influencia de la moral y la
ética más allá del mundo que había nacido de las
ruinas de todo el imperio romano.
Las brujas fueron necesarias para fijar la validez
del dogma cristiano en la comunidad de
comunidades; la civilización occidental. De alguna
manera todas las historias de los gatos negros y
los calderos hirvientes, de los hechizos y las
alucinaciones, de las transformaciones que se
pierden en historias de tormentas y olores de
incienso, durante generaciones, de hombres
abandonados a la suerte y al miedo a lo distinto,
lo tenebroso, lo desconocido, tiene su concreción
en la época en que más se necesitaba de los
fundamentos para una doctrina unificada, esto es,
todas las diferencias que en algún momento
fueron obstáculo en el camino para expandir las
políticas económicas, militares, y en primera
instancia, la centralización del concepto de Iglesia,
cuyos dirigentes publicarían el dogma a los
cuatro puntos cardinales de su influencia.
Tenía que leer el Martillo de las Brujas por
enésima vez para saber si la instrucción era la
correcta, claro que la influencia del poder del
brillo que yacía en la profundidad de los ojos de
la procesada, no causaban efecto alguno en los
procedimientos descritos; era una bruja, eso no
estaba a discusión. En los dichos de sus vecinos y
los conocidos de sus vecinos se había
confirmado la presencia de trazas de herejía.
Había que tomar con reservas si la información
era fidedigna en cuanto a los hechos, en cuanto a
las obras, la afirmación era positiva.
Se tomaba su tiempo, era metódico hasta el
hastío, él mismo se aburría con sus propios
rituales cotidianos: escribía puntualmente, en los
pocos rollos que llegaban libres al scriptorum, los
métodos más comunes para arrancar la verdad
sin extenuar demasiado el cuerpo, receptáculo
del pobre diablo que atormentaba la pureza del
alma.
Maleas Maleficarum, el texto era repetitivo,
demasiado obvio para su gusto, pero práctico en
extremo. Como todo manual obsesivo y
burocrático, se fijaba en el objeto a ser
arrancado, denotaba con ejemplos coloridos la
m a n e r a q u e d e b e r í a s e r a b o rd a d o e l
procedimiento, de qué manera debería ser
aplicado el método, el final de la sesión, la serie
de preguntas que deberían ser formuladas. No
había que ser impacientes para llevar al final la
sesión o posibles sesiones de depurificación. En
la larga experiencia al servicio de los Canes de
Dios había visto muchas cosas en los cuerpos de
decenas de hombres y mujeres; salida de
extraños líquidos de todos los orificios,
desprendimiento de membranas con sonidos que
superaban la imaginación de los escritos
anatómicos hasta ahora compendiados en el
propio Scriptorum de las abadías. Lo más común
era el llanto de las mujeres, se suponía que la
frecuencia que su voz alcanzaba era semejante al
chillido de los cerdos cuando los colgaban para
ser desangrados. Todo eso haría que en los
primeros años en la práctica de su oficio dejara
de lado el consumo de ciertos guisos que su
mujer le cocinaba, por fuerza debió
acostumbrarse de nuevo su pena de levantar
sospechas de sus propios parientes, era
demasiado incómodo ver las similitudes de los
líquidos que los ayudantes retiraban del acusado
con las sopas que ingería, el tiempo ayudaría a la
c o s t u m b r e , l a c o s t u m b r e ay u d a r í a a l
perfeccionamiento en el manejo del instrumental.
Cuando se necesitaba que la mujer fuera una
bruja, lo más efectivo para que el escribano
anotara su piadosa confesión eran los cortes por
debajo del vientre, con navajas muy afiladas,
practicando cortes muy pequeños pero
profundos, de manera tal que la comezón por
infección fuera creciendo conforme pasaran los
días, en ese periodo, se le alimentaba a la futura
b r u j a c o n d e s e c h o s d e p e s c a d o, a g u a
parcialmente contaminada con las heces del
letrinario de la rectoría, procurando que sus
heridas no cerrasen aplicando de vez en cuando
gotas de sangre de rata para que el cuerpo se
tonificara y los espíritus inmundos se regodearan
con el rojo alimento y engordaran, de esta
manera se podría manifestar la verdadera voz de
la bruja, identificar el nombre del demonio que la
había entrenado en semejante arte tan maligno y
finalmente llevarla a la confesión de su estatus
quo.
El encontrar una bruja era todo un arte, se
necesitaban años de perfeccionamiento no sólo
en la técnica de cortes y embrutecimiento por
medio de los hierros y esferas hirvientes, era
necesario también seguir al pie de la letra el
sistema de preguntas, saber identificar en qué tipo
de artes era versado el demonio que le había
enseñado a la hereje el oficio, es decir conocer
los distintos tipos de malignos, y eso era peligroso
de difundir al exterior del scriptorum, muy pocos
sabían la tipología y especialidad de los demonios,
se supone que la tipología obedecía a los
elementos naturales, al contraste entre la noche y
el día, etc. Había demonios de tierra, agua, fuego,
éter, aire, hiperiónicos y de magnetita. Había
demonios para todo tipo de rocas, ígneas y de
hielo. Había lúdicos y lúbricos, demonios cuyo
conocimiento de la sexualidad era tan extensa y
libertina que habría que tener cuidado en
endilgárselos a hermanos en la fe que fueran
primerizos, o cuya resolución de su sino hubiera
estado basada en los problemas de la carne. Había
demonios que les enseñaban a las mujeres los
distintos conocimientos de la tierra, las plantas
curativas, las medicinales, las que les hacían daño y
bien a la comuna, las que confundían a los
doctores y a los preceptores, a los juristas y a los
doctos. Todos estos demonios eran los mentores
de las verdaderas brujas, y había que discernir por
medio del método no sólo el tipo de herejes y
destructoras sino también permanecer en la
verdadera doctrina de la justicia en todo
momento, es decir, si una mujer resultaba no ser
bruja una vez concluido de manera exhaustiva el
interrogatorio, ésta debería ser entregada a los
tribunales locales para que ellos buscaran en la
verdad o la mentira de sus respuestas las causas
por las cuales fue acusada de brujería, y esto por
inicio, se debería de seguir en un proceso de
cinco años iniciales.
En el feliz caso de haberse topado con una bruja y
bajo supervisión de la episcopía general de la
rectoría, el interrogatorio continuaría de manera
indefinida. Una vez identificado el tipo de
demonio mentor de la bruja, el siguiente paso era
conocer su verdadero nombre a fin de exorcizar
el cuerpo de la bruja, en caso de que ésta
estuviera ya posesa, si no fuera así se debería
siempre buscar conocer el verdadero nombre del
espíritu de la bruja de tal manera se emplearían
los instrumentos pertinentes para la advocación
una vez conjurado al espectro hacia el exterior y
una vez resuelto, eliminarlo por medios físicos ya
sea utilizando el conocido vitriolo sobre los ojos
y pechos de la bruja, introduciendo falos
metálicos en sus agujeros pudendos, de tal
manera que saliera por donde jamás engendraría
vida cristiana o saboreando los hedores que
exhalara a la hora del suplicio advocativo, todo
esto por la mera necesidad de eliminar el rastro
demoníaco y aniquilar de raíz, la fuente
constitutiva del conocimiento del Señor del
mundo pues era sobre entendido que, una vez
que el Baal se apoderaba del alma de una cristiana
o estuviera ya contaminado el cuerpo de
nacimiento de la mujer, no había más método que
la persecución del dolor para darle cacería a la
raíz del mal, aquél que corrompe todo, desborda
todo, disuelve la voluntad de renacer a una nueva
vida en el Señor.
De esta manera un tanto monótona y ya sabida
con el paso del tiempo y perfeccionada hasta lo
mecánico, los trabajos y las horas transcurrían en
la rectoría, entre la limpieza de los instrumentos
de hierro y los filos de las navajas, entre las
lecturas de los textos más exóticos y que
seguramente hubieran sido dignos de persecución
quienes los tuvieran, entre el estudio de la Gaya
Scientia y el conocimiento de los ejemplos de
necedades en que incurren muchas mujeres a la
hora de ser prendidas y azotadas buscando el
nombre de la bruja en cuestión se pasaban
martirizando las tranquilidades en la vieja rectoría,
si ahí estaba la naturaleza de la bruja seguramente
se encontraría, y una vez eliminado el rastro de
peligrosidad, el último capítulo debería ser
cerrado por medio de la purificación por alumbre
y fuego, con roble humedecido en aceite de
Palestina, o en caso de no contar con el
ingrediente, canalizar con lentitud los huesos de la
bruja bajo el tratamiento de liberarlos de ella
misma por aplastamiento, entre otros métodos
menos comunes, más lentos todo en favor de
buscar una verdad que liberase al espíritu del
yugo de la maldad.
Cuántas cosas no había visto en su trabajo, y se
sentía responsable frente a su comunidad, y se
sentía querido y odiado, temido y juzgado, y es
por este simple motivo que siempre debería
llevar una capucha de cuero de cabra negra, para
que no fuese identificado por paisano o
campesino, por señor o dama. Las brujas siempre
estarían ahí, con esos ojos grises de lobo,
buscando dejarle exangüe, minimizado.
El Señor estaría siempre a su lado.
Noviembre 6 1667.
Una vez que cerré con llave el cajón de mi escritorio y salí a la calle
decidí que aprovecharía el tiempo en la librería de electrónica que
estaba a unas calles del trabajo, podría hojear e incluso comprar el
libro que me había interesado la vez anterior que visité la tienda,
era una gran oportunidad porque el establecimiento estaba
cerrado los domingos, que era mi único día libre y los días que
permanecía abierto coincidían con mi horario laboral, por lo que
me era imposible ir entre semana. Salí apresuradamente, pensaba
estar en la librería hasta el cierre y posteriormente pasar por una
torta, pedirla para llevar y llegar a mi casa con el tiempo suficiente
para dedicarme a ver alguna serie o acomodar mis libros que tenía
años que estaban desordenados, incluso depurar algunos que en
ese momento ya me parecían obsoletos.
Ese día salí temprano, hubo unas fallas
con la red del equipo de cómputo de la
oficina y nos liberaron un poco antes
de las cuatro y media, los técnicos
estarían recuperando nuestras
terminales durante toda la noche para
que nosotros pudiéramos trabajar al
día siguiente. No nos habíamos
enterado antes de esta decisión por lo
que no tuve oportunidad de organizar
algo para aprovechar mi tarde libre,
además nunca fui muy sociable y
aunque saludaba a todos en el
despacho no tenía una amistad real, ni
ficticia con nadie.
Eran las cuatro treinta y cinco cuando bajé las escaleras casi
corriendo, y una vez que abandoné el edificio me dirigí hacia la
izquierda (diariamente tomo mi pesero en la esquina contraria),
pasé como siempre por el puesto de cigarros de la esquina, esta
vez no compre nada, esperé a que se pusiera el semáforo peatonal
en verde y seguí mi paso, como nos encontrábamos en Agosto el
cielo estaba siempre cargado de nubes y llovía intermitentemente
por las tardes, yo llevaba puesta mi chamarra gris de pana, no
acostumbraba usar paraguas, siempre pensé que era un objeto
femenino y anticuado, me daba cierta vergüenza utilizarlo. Avancé la
primera calle con normalidad cuando vi a lo lejos a una mujer, su
presencia me atrajo de forma magnética, tenía una mirada que aún
a la distancia se percibía muy profunda, sus extraños movimientos
capturaron mi atención, en ese momento ella cruzó la calle de una
forma casi desesperada, como si intentara escapar de alguien, pero
tuviera la inquietud al mismo tiempo de regresar a su punto de
origen a recuperar algo olvidado, los coches pasaban y nadie
parecía ponerle atención, había muy poco movimiento en la zona,
de hecho ahora que lo recuerdo no había nadie caminando en la
calle, la mujer se mostraba con una angustia que en ese momento
no supe entender, mostraba una tristeza en la mirada imposible de
explicar, eso lo descubrí caminando aceleradamente hacia ella.
Conforme acortaba la distancia, la mujer sabiéndome cada vez más
cerca, intentó mantener la calma, algo que creo le fue imposible lograr
porque en cuanto estuve a su alcance, me miró directamente a los
ojos y me abrazó de una forma desesperada, como si en ese abrazo
encontrara el consuelo que estaba buscando, automáticamente intenté
poner resistencia, pero fue una fracción de segundo porque me sentía
bien de reconfortarla, de hecho mejor de lo que creía, prácticamente
no recordaba haber sido abrazado por otra persona que no hubiera
sido mi mamá o mis abuelos en navidad, por lo que recibí incluso
gustoso el abrazo. Estábamos bajo la lluvia, enfrente de una tienda de
regalos que se encontraba cerrada, calculo que el abrazo duró
alrededor de 20 segundos, pero a mi me pareció mucho más tiempo,
sentía una extraña conexión con ella, como si en lugar de
reconfortarla ella me estuviera reconfortando a mi. Entonces apretó
los brazos con una fuerza que dejaba ver su desesperación, un abrazo
que pareciera de despedida, fue cuando escuché de sus labios junto a
mi oído, un susurro, un finísimo sonido apenas perceptible que decía:
- te encontré...
entonces me apretó aun más fuerte y sentí claramente como sus uñas
se clavaban en los costados de mi espalda. Luego, como una cariñosa
madre me separó de su cuerpo y me besó la frente, no puse
resistencia porque me imaginé que estaba en plena crisis nerviosa. Me
miró fijamente a los ojos, en ese momento noté algo que al
recordarlo me hace volver a sentir esa inolvidable sensación, su rostro
se mostraba mucho más sereno, como si encontrara la paz, pero lo
más desconcertante es que me pareció que era mucho más joven de
lo que había creído haberla percibido, no puedo decir con exactitud la
edad que le había calculado cuando llegué a intentar calmarla, calculo
que unos cuarenta a lo mucho cuarenta y cinco años, pero en el
momento que me miró por última vez a los ojos, pude ver que la que
me miraba de frente era una mujer de no más de veinticinco años, era
como si me hubiera abrazado la madre y soltado la hija, incluso podía
ver que su cabello era mucho más corto, su complexión más delgada y
sus extremidades extrañamente más largas.
Una vez que me soltó, dio media vuelta y se fue caminando en la
misma dirección en la que llegó. Con el impacto emocional del
momento no tuve la fuerza necesaria, ni la mente fría como para
mirar más detalladamente hacia donde se dirigía o tener una reacción
o una palabra, me quedé congelado en el mismo sitio no se cuanto
tiempo, no sé incluso con que imágenes en la cabeza o con que
pensamientos.
Pude reaccionar cuando pasó un coche y me mojó hasta la cara, ahora
pienso que habrán sido alrededor de 6 minutos, en los que creo que
no supe nada de mi, en los que me mantuve en la más absoluta
inacción física y mental. Al reaccionar, miré mi reloj y había pasado
menos de media hora desde que salí de mi oficina, intenté retomar el
rumbo y continuar mi camino, pero ya no pude hacerlo, no encontré
sentido a mis pasos, ni pude saber cuál era mi destino original, caminé
sin sentido, deambulando en una tarde cada vez más lluviosa, sintiendo
el cuerpo cada vez más torpe y con un aturdimiento que llenaba mi
cabeza con ideas abstractas, con recuerdos ajenos, percepciones e
ideas completamente arbitrarias, absolutamente diferentes a las ideas
que solían habitar en mi mente.
Al día de hoy, no sé si llegué a mi destino, no sé incluso si llegué a mi
casa o quiénes son las personas que me trajeron al lugar en donde
estoy, en mi presente apenas puedo recordar de mi vida lo que en
este momento estoy relatando, mis noches se volvieron sueños largos
que me llevan a extrañas visiones de realidades paralelas y mis días se
transformaron en una alucinación ajena que me muestra imágenes
muy vívidas pero incomprensibles.
Hoy sé que lo que habita en mi mente no corresponde con mi vida,
estoy convencido que ese abrazo fue instrumento para que aquella
extraña mujer depositara en mi un cúmulo de recuerdos, tormentos y
experiencias que son los que ahora me habitan.
Se que el abrazo llevaba el embrujo y el embrujo lo arrastraré por
siempre, si no encuentro a tiempo a quien envolver con mis brazos...
Por: Carmen Valseca
Su nombre es significado de muchos conceptos por el cual se ha
formado su mito: madre de los vampiros, reina de las tinieblas,
devoradora de niños, primera esposa de Adán, mujer serpiente,
diosa de la tierra. Resulta difícil precisar a cual leyenda o mito
pertenece ya que es apostarle a la existencia de ideas que han sido
infundadas por el sometimiento y el terror.
Algunas interpretaciones la han definido como la mujer demoniaca
que fue capaz de enfrentarse a Dios al cuestionarle su lugar en la
tierra, ya que le resultaba incomprensible ser “compañera” de un
hombre al que le atemorizaba y le inquietaba su iniciativa en cuanto
al sexo, acto por el cual será juzgada como perversa y mala. Ella
decidirá renunciar a ese “paraíso” hasta llegar a alguna cueva en
donde saciara su deseo, engendrando seres malignos, ante esa
situación Dios decide reconsiderar su actitud, si regresa y acepta
las reglas que son parte de su condición de mujer de Adán. Lilith
rechaza tal ofrecimiento y es entonces cuando aquellos ángeles
guardianes aliados de Dios, eliminarán a cada uno de sus hijos, lo
cual hará que ella decrete su venganza eterna con la descendencia
de Adán. También ha sido considerada como una idea o concepto
que agrupa toda la esencia sabia, juguetona, rebelde, nocturna,
sexual de la Vida.
Concepto, leyenda o realidad el significado de Lilith seguirá siendo
un ejemplo prohibido y misterioso, como el que se hacen todas las
mujeres que se muestran diferentes, amantes, insurrectas y
racionales, al fin y al cabo ya son consideradas Brujas.
Repitiendo el nombre de Jesús, y con las llamas adheridas a su
cuerpo se da inicio a la historia de una mujer que luchó por liberar
un pueblo, un país de lo que a ella le parecía injusto, vestida de
hombre y con armadura que cubría no solo su cuerpo y su
virginidad, sino que también cubría el orgullo de saberse portadora
de las estrategias precisas para llevar al mando una batalla, una
lucha. Juana de Arco siempre argumentó escuchar unas voces que
le decían lo que debía hacer, una de esas voces le definió cuál sería
su destino, liberar a Francia y hacer llegar al verdadero rey a tomar
su poder. Sin embargo las voces jamás le previnieron de la traición
en la que sería entregada en manos del enemigo, y así se le obligaría
a reconocer herejía, condición necesaria para arder en la hoguera
de la llamada Santa Inquisición. Por más de cuatro horas su cuerpo
se transformó en las cenizas de la injusta acusación, ya que que fue
absuelta años después y hoy es considerada Santa Juana de Arco.
Sin embargo se cuenta que su corazón y entrañas no pudieron
calcinarse, exhibiéndose sangrantes y palpitantes ante la mirada de
los que la llamaron Bruja.
La leyenda de la mujer que vivía en un poblado llamado Blair y que
fuera el terror de los habitantes, por los secuestros que
supuestamente hacia a los niños de los cuales extraía su sangre, fue
lo que hizo que una población enardecida la llevara al bosque, la
atara a un árbol y apedreara su cuerpo desnudo hasta que el frío
de ese invierno acabara con su extraña existencia. Convencidos de
que aquella mujer había muerto en el bosque a causa del frío y el
olvido, el misterio se hace mas aterrador en el momento en el que
aparecen hombres y mujeres que a petición de los susurros de Elly
Kedward cometen los mas escalofriantes asesinatos. Lo que viene
después es parte de una campaña a un filme realizado como
documental que logrará sacudir a los que le temen a la oscuridad
del bosque y odiada por los que al saberse decepcionados por una
farsa cinematográfica dejarán a un lado la escalofriante leyenda de
la mujer que capturaba niños y que se encuentra vagando en la
inmensidad del bosque.
Se mostraban estáticas, contorsionadas y hasta se les veía
lesiones en el cuerpo, nadie podía permanecer incrédulo ante
la evidente posesión que reflejaban los rostros de niñas
asustadas lideradas por Abigail y Elizabeth quienes en el siglo
XVII lograrían llevar a la población de Salem a las más terrible
muestra de histeria y pánico colectivo. Ante la intolerancia de
los que juzgaron sin piedad, se vieron desfilar declaraciones
falsas y humillaciones públicas que lograban disolver familias
enteras que, aterradas por los gritos, llantos y desvaríos del
grupo de niñas de Salem, reconocían herejía o bien se
preparaban al terrible desenlace que les esperaba en la horca,
como al reverendo George Burroughs, quien fuera señalado
como jefe de las brujas y terminara ahorcado ante la mirada
insistente y neurótica de las niñas que marcaron en la historia
la crueldad que hay detrás de la sugestión, el fanatismo
religioso o tan solo una buena actuación.
Otras mujeres se han hecho acreedoras al título de
brujas por sugerencia o por tener las “pruebas”
necesarias para ser juzgadas. Una de ellas fue Ana Bolena
quien fuera la segunda esposa del Rey Enrique VIII de
Inglaterra quien él mismo ordenó su decapitación al no
darle un hijo varón y quien la condenara a ser bruja por
las supuesta pruebas que tenia contra ella: poseer un
sexto dedo en la mano y un tercer pecho, anomalías que
sin duda la llevarían a la muerte. También encontramos el
nombre de Margaret Jones quien fue acusada de bruja
por la muerte de varios pacientes que al rechazar sus
innovadores métodos de curación, caían en enfermedad
hasta que morían.
Sale del bosque, aparece ante ti y su movimiento teñido de
rojo es ahora la única imagen que puedes percibir, en espera
eterna del vacío que te traerá su presencia.
Tan poderosa que fue llamada demonio, tan imponente que
ella misma desapareció toda imagen reconocible hasta hacer
su descripción imposible. Se dice que su cabello parecía estar
tejido de serpientes, a veces blancas a veces negras y que se
entretejía con los troncos retorcidos del bosque. Su rostro,
de edad incalculable dejaba ver su boca, refugio de demonios
que la hacían cambiar de forma, que la dejaban tragar desde
el más pequeño crío humano hasta a la más gigante bestia.
Por vk2012
Una presencia incierta, nocturna, una
mirada infinita que se escapa por
ranuras profundas, casi invisibles, pero
tan poderosas que invaden y
carcomen tu alma al contacto con tus
ojos, esclavizando tu mente a su
imagen, extinguiendo tus recuerdos y
pensamientos, apagando la llama de
todo aquello que te pertenece, hasta
hacer que tu mente se vuelva parte
de ella, cabalgando tu pesadilla,
maniatando tu voluntad.
De disfraces perfectos, ama del bosque y la montaña, capaz
de fingir refugio en una humilde e ilusoria choza, capaz de
trasmutarse en anciana o en la mujer más hermosa que un
hombre pudiera percibir. Sobre su poder se cuentan mil
historias, se cree que es tan malévola como protectora, que
de su pecho amamantó a Kintarō* y que de su paz iluminó la
tierra, pero también que con odio devoró pueblos enteros y
que con sus garras arrancó tanta piel como su hambre le
exigía. Que con su conocimiento encontró los secretos de la
existencia, pero también supo crear el horror para ahuyentar
a quien quisiera robárselos.
Es tan misteriosa, que de su alma de bruja se cuentan
historias de muerte, canibalismo y soledad, pero también de
piedad, protección y serenidad.Yama Uba es una leyenda viva,
que no solo ha inspirado la concepción moderna de los
cuentos sobre brujas, sino que aún atemoriza a los solitarios
paseantes de los bosques orientales.
Ella vulneró lo que para algunos era sagrado, terminó
a ojos de muchos con lo más grande que se había
gestado en la era moderna, fue y sigue siendo odiada,
juzgada, despreciada, repudiada por legiones de
personas en el mundo entero. Nunca le perdonarán el
hecho de haber enamorado a quien en su época dijo
ser más grande que Jesucristo, John Lennon.
Ella, la burguesa oriental malencarada y peleada desde
siempre con los cánones estéticos más estrictos,
logró trascender sin necesidad de tener un gran
talento creativo, sino con un gran intelecto para
generar conceptos y llamarlos obras, incluso arte, uno
de estos conceptos su gran obra fue apoderarse del
ícono, del héroe, del espíritu liberador y creativo de la
década de los 60s.
Sigue triunfando, obteniendo tantos millones de
bienes materiales como palabras de desprecio que el
mundo emite en su contra, ella se sabe bruja y
disfruta el hecho de serlo restregando de manera
gustosa su condición ante el mundo, ante sus
detractores y sus no pocos seguidores.
Por vk2012
Ella es poderosa, ilimitada, hace la regla e impone su
palabra, no necesita salir al mundo a mostrar quién es
para ser tan temida como odiada durante más de tres
décadas, su voluntad es indestructible y su presencia
envejecida sigue mostrando el rostro inexpresivo que
nos dejó conocer cuando hizo pública su existencia.
Yoko es y será un vivo ejemplo de la mujer imparable,
indestructible, la señora poderosa que no teme
enfrentar al mundo, el ser repudiado que no permite
que el daño la roce y que seguirá ahí, ya sea viva o
muerta para seguir siendo la única bruja invencible de
nuestros días.
Los músicos plantearon a las brujas
de diferentes formas, desde el
temor a la mujer hasta la
concepción casi mágica de ellas,
sobre este tema hay mucho que
hablar, aquí dejamos solo una
mínima muestra de la música
inspirada por brujas.
Donovan Season of the witch
Sonics - The Witch
Santana - Black Magic Woman
Con el título de "el chico más feo de la
generación" se envuelve la bruja, que
buscará la salida a el grito desesperado y
ansioso de saberse por un instante, una
mujer amada.
Lejana y poseedora de una voz que allanaba el corazón de cualquiera, ella se abre
paso a base de lágrimas, humillaciones, canciones y un ejército de emociones, la
gran figura que sigue conmoviendo a los que atentos al desamor y el placer,
descubren una imagen que bien podría ser casi divina.
Aquella mujer que se arrastraba del pantalón del amor ingrato, supo muy bien
hechizar a quienes se consolaban o buscaban perderse con su voz. El desgaste de la
vida hace que la energía mística de aquella corpulenta y extravagante mujer, la
volcará dentro del abismo único, ese que es visitado por los prodigios de la música.
No se encuentra fácilmente en una lista cotidiana de música, se tiene que saber y
reconocer su dolor para llevar a la cabeza su grito, su canto desgarrado y
amarrado en sus entrañas, las que se vislumbran con un poco de imaginación,
tampoco se le disfruta, su densa energía traspasa las ondas y se convierten en la
súplica perfecta para amarla, de tomarla una sola vez, como a ella le gustaba, ser
tomada y botada, para que así llegara la inspiración, llegara la necesidad de suplicar
otra vez.
Nada quedó, mas que la parafernalia que la hace ser recordada y titulada como una
de las mejores intérpretes de Blues Rock. Lejana de ser una fabricación del sistema
que bien sabe como retorcer el cuello de sus hijos pródigos, se escuchará con más
intensidad la Bruja Cósmica que descansará hasta quelogre hechizar a todos los
hombres que existan y a las mujeres consolarlas en sus noches de desamor.
Video. Janis Joplin
Cosmic Blues
Después de darse un buen baño de hierbas
aromáticas, Dafne se puso ese día las mejores
prendas que pudo encontrar dentro de su muy
amplio guardarropa. Una mujer de su nivel no podía
permitirse asistir a una cita tan importante vestida
como una vulgar pordiosera. Eso quizá les sentaría
muy bien a las abnegadas damas del pueblo, pero no
a ella, que era tan diferente a las demás. Por más que
se enfundará en kilos de harapos baratos o cortara
su larga cabellera, sabía que jamás lograría disimular
por completo el brillo tan grande con el que la Luna
había bendecido su blanca piel desde la noche en que
nació. Y, pensándolo bien, no tenía caso ocultar tanto
encanto, porque junto con su sabiduría, esa era una
de las armas que le servían para poder pasar un
buen rato con los hombres que soñaban con poder
poseer hasta el último centímetro de su escultural
cuerpo, aunque fuera por una sola noche.
Varios insensatos la llamaban “mala” por vivir comportándose de esa
Finalmente lo logró encontrar cuando se dejó envolver muy despacio
forma, sin darse cuenta que lo único que ella hacía era utilizar su amplio
por los hechizos de Dafne.
conocimiento sobre los secretos de la naturaleza, como un medio más
para poder hacer realidad los deseos que ocupaban su
inquieto
corazón.
Mientras ella se aplicaba lentamente un poco de brillo en los labios, se
daba tiempo para poder saborear por adelantado todos los besos que
pronto le estaría dando a su amado Rodrigo. En el poco tiempo que
tenían de conocerse, entre los dos había surgido una atracción tan
intensa que casi todos la podían ver a kilómetros de distancia, con
excepción de Alicia, quien prefería mirar a otro lado antes de pensar
que su novio pudiera interesarse románticamente en su hermanita
menor.
Alicia podría llorar todo lo que quisiera cuando se enterara del engaño
de su amado, pero en el fondo, había sido su culpa por no saber invocar
de la forma correcta a los demonios de la lujuria, esos que vuelven
locos a los hombres de todas las edades. Rodrigo se había pasado toda
la vida buscando algo especial, que le devolviera a su espíritu un poco
de la chispa que había perdido entre fríos edificios de concreto.
Él simplemente cerraba los ojos y relajaba todo su cuerpo, mientras
dejaba que ella utilizara hasta el último rincón de su cuerpo como
instrumento mágico para llamar a esos seres de corazón misterioso que
se esconden en los rincones más oscuros de la noche.
Dafne no podía evitar sonreír pícaramente al recordar esos momentos
de íntima comunión con Rodrigo, pero más le emocionaba pensar que
esa misma noche, cuando se volviera un solo ser con su amado gracias a
un apasionado abrazo bajo la luz de la luna llena, ya no habría magia
alguna que pudiera separarlos, ni ente que lograra conjuntar tanta
energía mística.
Entonces, las noticias de su gran poder llegarían hasta los oídos de los
simples mortales despechados que gozaban llamándola con desdén
“bruja”, como si esa fuera una mala palabra. Ya no importaría la ponzoña
que brotara de las bocas de esos tontos, porque después de todo, ellos
mismos estarían cavando lentamente sus propias tumbas.
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Oleo / Lienzo
Ari De La Mora
Yama Uba.
Ilustración Digital
Vivek, 2012
LAS BRUJAS DE MAYFAIR (SAGA),
LA HORA DE LAS BRUJAS.
LA VOZ DEL DIABLO,
TALTOS
ANNE RICE
por Carmen Valseca
Como ya es costumbre, la escritora estadounidense creadora de la genial saga de “Crónicas Vampíricas” y
autora de libros como: “La Momia o Ramsés el maldito”, “El mesías, niño judío”, entre muchos otros títulos,
nos deleita con esta nueva trilogía donde nos lleva a conocer el mundo de las brujas, en una historia que está
cargada de misterio, sensualidad, violencia y terror. La historia se centra en una dinastía de Brujas que buscan
su permanencia por medio de las habilidades especiales de Rowan Mayfair que descubrirá su particular
genealogía, que la lleva a conocer lugares y personajes, que la sumergirán en episodios llenos de terror y
misterio. La escritura densa pero concreta de Anne Rice nos muestra su gran talento como investigadora de
eventos verdaderamente antiguos al mostrarnos que pudo existir una raza poderosa, llena de conocimiento
que perdurará por todos los siglos. Con una gran cantidad de datos y personajes, Las brujas de Mayfair es una
saga verdaderamente recomendable para todos aquellos que principalmente gustan de la escritura de Anne
Rice y para los que sí creemos en Brujas.
WICKED:
MEMORIAS DE
UNA BRUJA MALA
GREGORY MAGUIRE
por Tanya Luna
La mayoría conoce la historia de “El Mago de Oz”, con Dortothy, sus amigos y su perro Totó en una aventura
en busca del Mago para que pueda regresar a casa; en Kansas. WICKED: Memorias de una Bruja Mala, es una
historia alterna que cuenta la vida de la malvada bruja del Oeste que en realidad se llama (Elphaba Thropp)
desde que empezó a vivir, su infancia con una familia disfuncional viviendo en medio de la nada, su juventud
buscando justicia en un mundo gobernado por la tiranía, sus pocos y duraderos amigos, sus derrotas, sus
fracasos, sus tristezas, sus anhelos y su madurez con un poco de locura y un pasado que necesita un perdón.
Elphaba deja de ser la horrenda bruja que intenta matar a Dorothy sin razón aparente, para convertirse en la
bruja más amada en cualquier historia de brujas jamás antes contada. Ser verdemente diferente no es fácil y
este libro es perfecto para comprender la razón del orígen de su “malvadez” y la razón de la urgencia por
tener los amados zapatos rojos en su poder (nada en este mundo es solo porque sí..). Con una historia nada
trillada, si no por el contrario, perfecta para los que buscan algo más cansados de lo mismo y nada de mentes
cuadradas, WICKED propone una historia donde los buenos son malos y los malos no son tan malos como la
historia original; queda en el lector definir con qué historia se queda… con la de el Gran Mago o con la de
nuestra amada Elphie.
AUNQUE
SEAMOS
MALDITAS
EUGENIA RICO
Por Cecilia Dakini
¿Quién no ha sido señalada por parecer diferente?, ¿Quién ha caminado pasos que parecen reconocidos de
otras vidas?, ¿Cómo se vive el amor entre las sombras?, cómo curar sin ser llamada Bruja?, ¿Cuál es el principio
de la acusación injusta?, ¿Cómo despertar en medio de la soledad? Estas y más preguntas se hacen las mujeres
con identidades muy particulares que se desenvuelven en el desarrollo de esta historia, en donde Selene
descubrirá que su vocación será lo que la lleve al conocimiento, y Ainur reconocerá los pasos vividos por el
amor y el terror.
AUNQUE SEAMOS MALDITAS es escrita de manera muy original, encontrándonos con una reinvención de
novela que sin ser de Brujas, nos muestra hechos brutalmente históricos que nos ubicarán delante de ellas, así
como capítulos tan cortos (muy cortos) que expresarán de forma casi poética, diversas emociones y
sensaciones sin dejar a un lado la esencia principal de la historia: poner al descubierto la eterna polémica que
existe en torno a las mujeres poderosas, diferentes...malditas.
Ahora, solo 3 reseñas de las miles de pelÍculas sobre el tema...
Drag Me To Hell. 2009. Una joven es condenada por una bruja al asedio de espíritus demoniacos que
pretenden arrastrarla al infierno. En la historia se nos muestran diferentes concepciones de mujeres haciendo
uso de recursos mágicos, la poderosa bruja que maldice a Christine, la medium que intenta combatir al
demonio con el que fue condenada Christine y la propia Christine que en algún momento intenta hacer un
hechizo de sacrificio para librarse de la maldición de la asquerosa y repugnante anciana que la condenó a ser
llevada al infierno. De la película destaca el ritmo a veces ligero, a veces hasta gracioso, pero con tintes
bastantes terroríficos, además del hecho de que la bruja aparente ser una anciana convencional... hasta que
muestra su obscura naturaleza.
The Witches. 1990. En una provincia inglesa un niño y su abuela se topan dentro de un hotel con una
convención de brujas, en esta reunión se presenta una fórmula infalible para convertir a los niños en ratas. Las
brujas son representadas como mujeres calvas, ojos violetas, manos viejas y alargadas, estas características en
conjunto las hacen lucir horripilantes. Su cuerpo encorvado, nariz alargada y aspecto demoniaco hacen que
estas brujas tengan el impacto necesario como para espantar a un niño sin noción alguna del aspecto que
pudiera tener una bruja. Aún tratándose de una película infantil, el planteamiento de la historia no da mucha
tregua a la esperanza de que el protagonista pueda salir librado de las artimañas de sus enemigas.
Dark Shadows. 2012. Basada en una serie televisiva de los 60s, la versión reciente nos habla de un vampiro
condenado doscientos años atrás por una mujer despechada que resulta ser una misteriosa, hermosa y
malvada bruja. En esta historia, la bruja es una mujer por la que no pasan los siglos y es sumamente poderosa,
aún con el tono ligero de la película podemos encontrar características que nos muestran que la bruja adquirió
sus poderes muchos años atrás, que los ha sabido aprovechar y magnificar, que ha podido adaptarse durante
muchas épocas y que en la actualidad utiliza su poder para tener dominio económico y social sobre su
comunidad.
Que tus maldiciones se queden en el aire y nunca lleguen a mi, por
que la ley lo dicta de la siguiente manera: lo que se hace y se
piensa se regresará tres veces más.
Por: Cecilia Dakini
No se maldice lo que yace dentro del agua y aceite, no se
subestima a quien ya de por si está estimando que hacer con cada
aliento, no se margina lo que vive marginado por naturaleza. Cómo
maldecir a una bruja?, con todo el desprecio de las palabras y de la
sucia búsqueda de la venganza, cómo maldecir a la que arde
eternamente en el fuego que no quema, solo descarna y ahuyenta
la tranquilidad del amor. Una bruja no puede amar, está
imposibilitada a desear una pareja y cuidarla. Son tan egoístas que
por eso asustan, por eso las desprecian, pero y qué pasa con ellas?,
cómo se sienten después de que el verdadero amor se fue tras un
hechizo infalible?, qué hacer con el beso eterno, truncado en los
labios secos que se marchitan y se secan?, qué hacer con el cuerpo
vacío de placer y de deseo insaciable?, no se puede seguir detrás
de un fantasma, no existen, sólo existen los suspiros que se quedan
flotando en el ambiente y lo contamina y de pronto alguien llega y
lo toma como suyo, lo aplica a su corazón y lo hace sublimar en
una canción, qué hacen las brujas con tantas palabras y promesas?,
con tanta soledad?, no necesitan llenar su útero con la vida?, no
necesitan descubrirse bellas?, que pasa con tanta inteligencia?, por
qué lastima tanto saber?, por qué ellas nacen brujas?, quién lo
decidió así?, por qué la saña de maldecirlas y de enjuiciarlas una y
otra vez?, cuántas vidas pueden transcurrir para que la maldición
se esfume?.
Cuántas veces me maldecirán?.
Sólo quiero mi poder de vuelta y volar eternamente.
María Sabina
Aliada de los niños
No podía terminar esta edición sin mencionar a la mujer magia,
mujer espíritu, mujer sanadora, mujer sacerdotisa, mujer digna,
mujer curandera, mujer aire, mujer eterna...Maria Sabina.
Nacida en Huautla de Jimenez, Sierra Mazateca, en el Estado de
Oaxaca, Magdalena García aprende la tradición de curar con
plantas y se hace aliada de los hongos alucinógenos a los cuales
llama tiernamente “niños”.
Sabina huérfana y viuda en constantes ocasiones, se convierte en la
traductora de los poderes de la naturaleza y descifra el universo
en la pequeña cabaña que se vislumbra entre la neblina de la
montaña lejana.
Menuda y poderosa, valiente y con sonrisa contagiosa, la
“sacerdotisa de los hongos” hará milagros y sanará las tristezas
que el mundo cotidiano envuelve a los lejanos de fe, de sueños y
de anhelos, enfermos de realidades fabricadas.
Convertida en espíritu, se deja llevar por oraciones y el brillo
disimulado de las velas que iluminan incipientemente aquellas
paredes, las que proyectan las visiones y formas que el cosmos
tiene reservado para ella, la intérprete de lo eterno, de la voz
silenciosa de la tierra.
Peina su cabello, blanco por el sufrimiento de hechos que hacen a
las mujeres más inmensas, más sabias pero que todavía se les
desquebraja el corazón y que solo aprenden a olvidar con el humo
sagrado, con el espíritu que se aloja en los pulmones y se vuelve
suspiro mágico.
Y así decide cambiar, cambia de conciencia, de estado físico y hoy
se le encuentra fácilmente si la sabes buscar, en una estrella, en la
gota cristalina de rocío que se posa en el nopal después de la
lluvia, en la nube que se mueve lenta y segura de su destino, en la
sonrisa del niño que divaga en su inocencia, en la oración
impronunciable que solo se escucha en alucinaciones, en el calor
del sol que alimenta y cura, en la voz de la mujer amorosa, en el
brillo eterno de la luna sonámbula, en la tierra que nos sustenta,
ahí está, se encuentra observando de lejos a sus tiernos “niños”,
cuidándolos y esperando que alguien más aprenda algún día a
escucharlos.
Hoy sabemos que la “bruja mexicana”, es la mala pronunciación y
el ciego entendimiento de María Sabina la mejor aliada de los
Niños, la que renace cada día en la visión de los que sueñan con el
camino divino de la libertad.
En Espiral
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México, Octubre 2012

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