de Daniel Ortega gana las elecciones en Nicaragua

Transcripción

de Daniel Ortega gana las elecciones en Nicaragua
Grupo Coppan SC
América Latina
Noviembre 10, 2006
“La izquierda amorosa” de Daniel Ortega gana las elecciones en
Nicaragua
Las elecciones en Nicaragua (5/11) le han dado la victoria al candidato del
Frente Sandinista para la Liberación Nacional (FSLN), Daniel Ortega. Sus votos
(38%) y su ventaja sobre el candidato de la Alianza Liberal Nicaragüense
(ALN) supera el 5% necesario para ganar en la primera vuelta. Para muchos se
presenta lúgubre la perspectiva de un candidato ex guerrillero marxista en la
región; sin embargo, todo indica que su campaña orientada a dar una imagen
distinta tuvo el éxito esperado.
Después del movimiento revolucionario encabezado por el Frente Sandinista
que logró la salida del dictador Anastasio Somoza (1979), Daniel Ortega
gobernó como uno de los cinco coordinadores de la Junta de la Reconstrucción
Nacional (1979-1985). En 1985 ganó las elecciones convocadas por la Junta
para el período 1985-1990. En esta década se registró un gran activismo de la
“contra” -la guerrilla contrarrevolucionaria- que provocó enfrentamientos
con un saldo de al menos 30 mil muertos. En 1990 Ortega perdió las
elecciones frente a Violeta Chamorro, de centro derecha, que contó con el
apoyo de EUA durante la contienda, y una vez en el poder la dejó a su suerte.
Los comicios incluyeron la elección de 90 de los 92 legisladores de la
Asamblea Nacional (AN). Del total de legisladores, 90 son electos con base en
un sistema de listas de partido y representación proporcional; se reserva un
sitio para el segundo lugar de la elección presidencial (Eduardo Montealegre);
y el escaño restante se le asigna al presidente saliente (Arnoldo Alemán).
La nueva composición da muestra de un fuerte golpe al sistema bipartidista
pues el FSLN alcanzó sólo 37 escaños, el Partido Liberal Constitucional (PLC)
31, ALN 27 y seis para el Movimiento Renovador Sandinista (MRS). Sin
embargo, todo indica la posibilidad de repetir en el Congreso la mancuerna
FSLN-PLC, lo que le permitirá al FSLN obtener mayorías calificadas.
Daniel Ortega es considerado por sus oponentes como un político autoritario e
intolerante, con gran habilidad para sacar de la contienda a sus adversarios,
dentro y fuera de su partido. Fue acusado por la Comisión Permanente de
Derechos Humanos en Nicaragua por genocidio y crímenes de lesa humanidad
por la presunta matanza de indígenas Miskitos (1981-1982) y pesa sobre él la
acusación de su hijastra por abuso sexual que no fue debidamente procesada
pues un juez declaró la prescripción del delito.
Ortega no cuenta con la simpatía de Washington y fue abiertamente
descalificado por el Secretario de Comercio Marlos Gutierrez, el embajador
Paul A. Trivelli y el senador Jesse Helms.
Sus principales simpatías
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regionales, declaradas y reciprocas, corresponden a gobiernos antagónicos a
Estados Unidos: Venezuela, Cuba y Bolivia.
Después de perder las tres anteriores elecciones presidenciales, Ortega
desarrolló una campaña que lo posicionó al centro de un sistema
tradicionalmente bipartidista. Quizás el mayor compromiso de Ortega fue
haber hecho la candidatura conjunta con el vicepresidente Jaime Morales,
antiguo líder civil de los “contras” y ex banquero.
Ortega moderó durante su campaña su izquierdismo radical y logró proyectar
una imagen de político pacífico, respetuoso, que ha abandonado el dogma
marxista y el discurso anti-imperialista. Remplazó los atuendos militares por
pantalones de mezclilla y camisas blancas, cambió en sus presentaciones el
himno de su partido por una adaptación en español a la canción de John
Lennon Give peace a chance y sustituyó el logotipo rojinegro del FSLN por un
corazón sobre el cual reza “FSLN vos ganás”. Frente a sus adversarios armó un
discurso “amoroso” de solidaridad y amor fraternal entre los nicargüenses.
Se erigió como defensor del libre mercado en el que el Estado sólo debe
ayudar a domar el “capitalismo salvaje”, y sus alusiones a Estados Unidos
bajaron considerablemente de tono. Incluso el presidente Bush, que apoyaba
al puntero opositor, el liberal Montealegre, manifestó que en caso de ganar
las elecciones limpiamente esto significaría que Ortega “ha aceptado los
principios democráticos” y que esto genera bases para poder construir una
relación bilateral con Nicaragua. Su partido apoyó recientemente una ley que
penalizaba todas las modalidades de aborto, ganándose así el respaldo de la
Iglesia y bajando la tensión tradicional entre los dos grupos.
El candidato del FSLN esta en muy buenos términos con la izquierda
latinoamericana. En 2005 el alcalde de Managua, Dionisio Marenco (FSLN),
negoció una acuerdo con Venezuela para el suministro de petróleo en
condiciones preferenciales que a raíz de las recientes negociaciones entre
Ortega y Chávez podrá incrementarse. La escasez energética es uno de
muchos agobios de su economía.
Nicaragua es uno de los países con mayores rezagos económicos y sociales del
continente. El 80% de su población (5.1 millones de habitantes) viven con
menos de dos dólares diarios y casi el 40% de su población adulta es
analfabeta y seis de cada diez jóvenes no terminan la secundaria.
La inversión social en Nicaragua es incluso menos a la de Honduras y Bolivia
(68 dlls per cápita al año) y su duda externa -6,500 M dlls- per cápita es de las
más altas del mundo. Aunado a esto, las políticas neoliberales de los últimos
16 años han ensanchado la brecha entre ricos y pobres.
A pesar de su ponderado discurso, tanto los grupos moderados como la
izquierda radical dentro de su partido, el PLC y el presidente Chávez, esperan
que una vez en el poder, su actuación política se apegue más al viejo Ortega.
* Con la colaboración especial de Rodrigo Franco.

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