La Mar Serena

Transcripción

La Mar Serena
JESÚS LÓPEZ
La Mar Serena
El hombre llegaba a la Isla, esperando encontrar la
calma. Al caminar hacia la casa frente al mar, escribía
su historia en la arena, al son de la música del
silencio. Volvía a la playa donde una vez dictó sus
memorias al viento. Su pasión era orar desde un
farallón al mar, llamado por los pescadores, al
persignarse: ¡la piedra del ahogado! Ahora, regresaba
confundido y sin recordar nada de lo sucedido. Una
mujer del lugar, conocida de la familia, había sido
contratada para hacerle una lectura, cada tarde y en
voz alta, de las anotaciones de su diario. Según los
especialistas podría ser la clave para su sanación.
Día 1
Hay que observar y escribir en soledad. El instante es un claro
de luz de la vida. El sonido de la mar calma las mareas del alma.
Un pájaro visita la ventana desde donde el mundo existe hecho
mar. ¿Cuál será su mundo? ¿Qué busca? ¿Qué le da sentido a
su vida?
(Al borde de cada párrafo del diario, en letra manuscrita y poco
legible, se encuentran frases escritas e identificadas con la
señal: al delirio del instante)
Es
El pájaro
está allí
ahora
sólo canta
es
vive
¿piensa?
¿siente?
(La mujer al terminar la primera lectura, se encontraba
confundida con el comportamiento de aquel hombre. Sólo movía
con suavidad los labios y emitía un sonido como cuando las
aguas abrazan a las rocas de la playa. El hombre, en ningún
momento, dio muestra de escucharla, su mirada se mantenía
fija en la mar. La mujer, angustiada, sentía que había perdido
su esfuerzo aquella tarde.)
2
Día 2
(En ésta página aparecen dibujos en blanco y negro de barcos
con sus nombres, uno al lado del otro, como si estuvieran en la
arena. Quizás, un boceto de un cuadro que luego pintará con
palabras.)
Carpe diem
Un barco amarillo sol
descansa en la arena
piensa en su nombre
¡Carpe diem!
sueña con navegar
¿qué importa a dónde?
¡turbia claridad!
(Ella repitió el nombre de los barcos hasta dos y tres veces,
intentando descubrir qué significaban este nuevo tipo de
jeroglíficos: dibujos al trazo libre, nombres identificando cada
embarcación, frases sobre el instante. Recordaba las cavernas
que le mostraban en sus clases en la universidad. Por un
momento, se olvido del hombre.)
3
Día 3
En esta casa me siento náufrago, transformado en Isla. Las olas
de los sueños y las penas van a la mar. ¿Dónde estuve? Toda la
noche la he pasado acostado en la playa, escuchando la lengua
de la mar. Los pensamientos se mueven como las olas. ¿Dónde
se esconden las olas?
Hijos de la mar
En la voz del silencio
escuché los secretos de las olas
somos de arena y sal
de sol y agua
isla
hijos de la mar
(Inmediatamente aparece otro texto sobre el paisaje de la casa
y al lado una fotografía.)
Guayacán
Al fondo
un morro solitario
bendecido por el sol
recibe a sus aves
en el centro
campesinos de la mar
en peñeros bueyes
arrastran la cosecha del día
arenales de Guayacán
¿cuál es tu misterio?
(La mujer al levantar la mirada sintió el encuentro de su ser
con el mundo. Nunca había visto con otros ojos el lugar donde
había nacido, siempre había aspirado conocer tierra firme.)
4
Día 4
Debo hacer una oración por el oficio de los pescadores. Cada
madrugada las mujeres piden, en silencio, a la Virgen:
¡Protégelos! Que naveguen con la mar serena. Las esperanzas
duermen esperando el amanecer para ir a la escuela. Si la mar,
sólo escucha de penas, puede olvidar a sus hijos. Ofrecer una
oración del silencio, no es pedir.
Oficio de pescadores
Barcos a lo lejos
duermen sobre la mar
oficio de pescadores
ir
volver
como las olas
sin rastros
con la marea
(Por primera vez, ella descubría que las frases eran oraciones
del silencio, para rezar en la lengua de la mar, y exclamó:
¡Virgen de los pescadores! ¡Dios mío! ¿Cómo lo puedo
ayudar?)
5
Día 5
Cada noche los pensamientos realizan un motín y uno que otro
se escapa. Debo cerrar puertas y ventanas, el viento esta
inquieto como mi mente. Las aguas murmuran sobre la muerte
de los peces. Soñé que las aguas se incendiaban y con barcos
fantasmas navegando sobre las aguas.
El alma
El viento
toca la ventana
suplica entrar
llama
llora
perdido en la noche
recuerda la mar
madre de las almas
(La mujer al terminar la lectura comenzó a sentir compasión
por aquel hombre perdido en su propia memoria. Sintió la
necesidad de leer todo el diario. Para ello, debía desobedecer
la orden que le diera la señora encargada de administrar la
casa. Quien le pidió: una lectura, cada tarde, día por día del
diario y el cual debes poner, una vez terminada la lectura, en un
maletín que se encuentra debajo de su cama. Esto lo ayuda a
dormir.)
Esa noche leyó el diario e intentó desesperadamente
establecer relaciones entre las frases, sin importar el día
de su registro. Al no encontrar las supuestas claves,
decidió que al día siguiente debía interrogar, con cautela,
al hombre.
6
Día 6
Alguien habla por mis manos. ¿Quién me dicta? Los
pensamientos no son míos. ¿Quién escribe? Hay que escuchar a
la mar serena. Ella expulsa lo entregado a sus aguas con su
eterno movimiento.
(En esta página aparece escrita la palabra silencio 30 veces,
alrededor de la oración, en diferentes tamaños de letras, y la
expresión “hay que callar”, al final de la página, en letras
grandes y subrayadas.)
Mareas
Fuerzas ocultas
recitan versos
en lengua de mar
olas
poesía de resacas
y mareas
(Una vez leída la página y de haberla descrito en todos sus
detalles, ella se atrevió a preguntarle: ¿Cuál es la lengua de la
mar? El hombre no respondió. Sólo balbuceaba un sonido
como el ir y venir de las olas en la arena de la playa.)
Aquella tarde la mujer, decidió caminar hacia la casa del
hombre, por la orilla de la playa. En el trayecto recolectó:
algas, caracoles y conchas. Por un momento se preguntó:
¿Quiénes son los hijos de la mar? Pensativa y sin darse
cuenta había llegado a la casa de su cangrejo, como
cariñosamente lo llamaba en sus conversaciones
privadas.
7
Día 7
La oración es lo no escrito. Lo escrito sólo indica la puerta de
entrada. Hay que fluir con las aguas, el ritmo es arrítmico. El
alma nace y sana con palabras, no con métricas. Sólo la mar nos
sanará.
La voz
Escuché la voz
en otra lengua
cerré los ojos
era el deletrear de las olas
diciendo vuelve
(Una vez culminada la sesión de esa tarde, colocó en las manos
del hombre las algas marinas. Él las acariciaba y les hablaba
con susurros extraños. Ella le sugirió ir a la playa. Caminaron
hacia las piedras donde él se arrodillaba, pero no lo recordaba,
a orar a la mar. La mujer se sentó a su lado y le preguntó:
¿Quieres volver a la mar? ¿Eres un hijo de la mar? ¿Qué puede
sanar tu alma? El hombre en una posición de entrega, acostado
sobre las piedras, balbuceaba y lloraba.)
8
Día 8
(Esta página del diario tiene dibujadas olas en distintos
momentos de su movimiento eterno y sólo una identificada con
la frase: “mar serena”. Los dibujos de las olas sugieren los
posibles vaivenes de la vida.)
Mar
¿Qué balbucean las olas?
¿qué dicen sus trazos en la arena?
¡mar!
inunda la hoja blanca
mójala de metáforas
(La mujer, luego de describir los dibujos y de leer “la oración”
del día dijo, con voz suave: la mar serena es el fluir del alma.
Esa noche no pudo dormir pensando: ¿Quién habla? ¿Por qué
había dicho eso?)
9
Día 9
Escribir es dibujar ventanas a las imágenes de la mar y sentir
pintada en palabras el alma. Hoy toda la mañana ha estado
lloviendo, no puedo ir a la piedra de la esperanza; la piedra del
ahogado.
Las olas
Poema
huella en la arena
pintura de espuma
dejada por las olas
en una marea del alma
(Esa tarde, la mujer, sólo pensó en buscar las ventanas a las
imágenes y dejarse llevar por ellas. Se decía a sí misma, debo
guardar silencio, observar, escuchar y orar.)
En el horizonte, el cielo, el sol y el mar jugaban al
encuentro, al nacimiento, a la resurrección del nuevo día.
A la presencia de la luz.
10
Día 10
(En esta página sólo hay dos textos: Gotas de lluvia y
Navegaciones. Al final está pegada una piedra de mar y un
barquito de papel azul marino.)
Gotas de lluvia
Anhelo
correr bajo la lluvia
navegar sus riachuelos
en barcos de piratas
desembocar en la mar
al último encuentro
surcar el cielo
en un pez volador
y regresar en gotas de lluvia
Navegaciones
Ir al horizonte
sólo con el viento
a capturar el silencio
de los peces
los misterios
de las aguas
en una hoja de navegaciones
(Ese día, la mujer lo tomó del brazo y le dijo al oído: mañana te
voy acompañar a la piedra, para que puedas orar.)
El día amaneció nublado, con lloviznas y vientos fuertes
que estremecían las palmeras de las playas. Los
pescadores no salieron a la mar y se quedaron
conversando sobre la posibilidad de una mar de leva.
11
Día 11
Debo aprender, como un artesano, el alfabeto y la música de la
mar. Ella sabe de las esperanzas y penas cuando se busca el
norte que guía el sentido de lo humano.
Taller de mar
Rescata de las olas
el alfa
el omega
del lenguaje
descubre la música
de la mar
(Ella, al caer la tarde, lo llevó a la piedra del ahogado y lo dejó
sentado frente a la mar. En la piedra se encontraban gaviotas y
pelícanos observando y meditando sobre el movimiento de las
aguas. Al regresar no encontró al hombre, sólo un vacío. Había
desaparecido.)
Hasta ahora, lo único que se ha podido conseguir como
resultado de su búsqueda, es un texto escrito con letra de
agua. El cual dice:
“Alas de la mar”
Faena de la nostalgia
pájaros y pescadores
buscan en las redes
las alas de la mar
en la danza del rito
atrapan su ser en el mundo
Al frente de su casa han colocado su foto y una
notificación de su desaparición. Los pescadores cuentan
la leyenda de que en las noches el mar balbucea sus
oraciones. Por su parte, la mujer anotó en su diario:
12
Día 1
La mar serena, es un monumento a la contemplación del
instante.
Pasado un tiempo, la administradora de la casa, escribió:
Luego de lo sucedido no he podido dormir en la casa, veo el
pasado en los pasillos y las lágrimas no me abandonan. De tanto
vivir frente al mar, se han convertido en salitre
mis
pensamientos. Me siento como un barco que no puede navegar y
que sus tablas están carcomidas por las aguas. Para qué sirven
las velas si no puedo surcar la mar. Te recuerdas, cuando él, nos
recitó aquel texto sobre la libertad, a la orilla de la playa, pues,
hoy me siento que amanecí con el alma de un caracol. Se lo
recuerdo:
Libertad (dos)
Un caracol sin concha
limpió de silencios su cuerpo
desnudo busca la jaula de su libertad
Dios y la Virgen lo cuiden,
La Administradora
Esta historia la he contado a la memoria de un hombre,
que no sé quién es. Me lo dijo la mar. En este momento,
la leo contigo cuando navegó hacia el Palacio del adiós.
Amigos ausentes
Hacia el Palacio de los Silencios
navega el barco de las ánimas
la niebla esconde la soledad del hombre
una mina explotó en las aguas de la memoria
vuelven los recuerdos de los amigos ausentes
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