Untitled - Cuixmala
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Hospedarse Pág. ant: vista área de la casa de la playa. en esta pág: el chef luis rizo hace creaciones culinarias con productos orgánicos provenientes de las huertas y los animales de cuixmala y hacienda de san antonio; abajo: rincones de la casa de la playa El tiempo según Cuixmala Más de 100 kilómetros cuadrados de reserva natural rodean la experiencia Cuixmala, donde la selva y su exuberancia, el saber vivir de sus propietarios y los platillos preparados con ingredientes orgánicos de producción propia se encargaron de que Jesús Pacheco se olvidara de los relojes fotos: Michael Gilbreath E n Cuixmala, las horas parecen transcurrir con otra lógica. Sus propietarios lo saben: por ello, se encargan de subrayar en cada oportunidad que aquí el tiempo pasa más lento; incluso lo usan como anzuelo para invitar gente en busca de unas vacaciones lejos del bullicio, las preocupaciones, la civilización… Y es cierto: aquí el tiempo hace de las suyas en beneficio de las nuestras. Y si quisiéramos usar el tiempo y su lento transcurrir como el principal atractivo para los posibles nuevos visitantes, sería insuficiente para lograr transmitir lo que se experimenta aquí dentro, en estos 100 kilómetros cuadrados de reserva natural protegida, que se antoja más bien como un edén onírico. Quienes han visitado este paraíso, adquirido para su conservación y disfrute por el millonario francoinglés James Goldsmith, y luego transformado, hace poco más de tres lustros, en un complejo turístico por Alix, hija del magnate, saben lo que aquí sucede con las horas. Pronto los relojes se vuelven objetos 120 food & travel inútiles, una muletilla o una distracción. Cualquier vistazo a la muñeca para saber la hora puede hacer que pase inadvertida alguna de las maravillas que se suceden una tras otra: el vuelo repentino de alguna de las múltiples especies de aves que aquí habitan o pasan la temporada —carpinteros, garzas, chachalacas, tapacaminos, trogones amarillos, ibis blancas, etcétera—, la mirada curiosa de alguna cebra o antílope pastando apenas a unos metros de nosotros, el guiño colorido de alguna flor que flota sobre un lirio o que se encuentra semioculta entre la maleza, el revoloteo apresurado de decenas de mariposas de colores (diseños y transparencias que apenas pueden creer nuestros ojos), la aparición de las escamas del lomo de algún cocodrilo, que casi no sobresalen del agua de una de las lagunas, el salto presuroso de un venado cola blanca en busca de escondite… Y, si lo pensamos bien, mientras vemos con azoro un ave asombrosa posando, puede estar caminando con sigilo, en el lado opuesto, fuera de nuestra mirada, una iguana de verdes subidos y presencia de ecos ancestrales. La angustia de querer verlo todo se atenúa, hasta que nos damos cuenta de que estamos rodeados de vida, de pequeños y azorados ojos que nos observan mientras paseamos en bicicleta, recorremos el humedal en lancha eléctrica, cabalgamos entre palmeras y caminamos de la habitación a la alberca. En cada desplazamiento nuestro, a pie o sobre ruedas, en ese fragmento de Costalegre, es posible hospedarse entre manglares, selva, lagunas y una playa de varios kilómetros, sitios que juegan con nuestra percepción. Los días parecen detenerse, acelerarse, extenderse o acortarse a capricho, según la actividad que hayamos escogido. Y hay experiencias que hacen que el tiempo se detenga en nuestra memoria, como poder ayudar, conmovidos, en la liberación de varias decenas de pequeñas tortugas golfinas, listas para comenzar su peregrinar marino. Información de viaje Cuixmala se encuentra a una hora de Manzanillo, por la carretera MelaquePuerto Vallarta. CÓMO LLEGAR El Aeropuerto Internacional de Manzanillo se encuentra a una hora de Cuixmala. Interjet, Aeromexico y Aeromar ofrecen vuelos en diversos itinerarios. El Aeropuerto Internacional de Puerto Vallarta, aunque cuenta con más vuelos, se encuentra a dos horas y media en automóvil. En Cuixmala puede encargarse el transporte terrestre desde ambos aeropuertos. Además, un aeroplano puede ser contratado para llevar a los huéspedes directamente a la pista de aterrizaje privada de la propiedad. Más información Casitas sencillas $500 USD por noche. cuixmala.com food & travel 121 Hospedarse de estilo morisco, casa cuixmala es la estancia principal del resort, que hasta hace unos 15 años era la residencia principal de sir james goldsmith En Cuixmala se han escondido para descansar —y para olvidarse del tiempo, estamos seguros— jefes de Estado, miembros de la realeza y celebridades, que han corrido discretamente la voz sobre lo que aquí sucede con los relojes. O sobre lo bien que la pasaron, como nosotros, en alguno de los espacios de estilo morisco o en villas rodeadas por jardines de bugambilias, y con vistas a las que pocas cámaras y fotógrafos han hecho justicia; o lo consentidos que fueron por un staff al que llegaron a querer como parte de la familia, como nosotros quisimos a Marlene y a Valentín, capaces de adivinar cada vez que nuestra sed requería una nueva margarita; o lo feliz que fue su paladar con las sorpresas que salían a diario de las cocinas, donde el conocimiento de Luis Rizo, el chef ejecutivo de Cuixmala, conseguía aliarse con la sabiduría tradicional de cocineras como Marlene, para crear platos de elegante sencillez y rebosante ingenio con ingredientes siempre orgánicos, cultivados, recolectados o criados en casa: un menú siempre dictado por la temporada. En Cuixmala y en Hacienda de San Antonio, propiedad hermana situada en Colima, a las faldas del Volcán de Fuego, se produce lo que en ambos lugares se consume: la arúgula, la lechuga, los jitomates, los espárragos, el café, el yogur, la crema, la leche (si debe ser condensada, se le extrae el agua y se azucara en casa), las carnes, los quesos… Todo provisto por sus propias granjas. ¿El resultado? Comidas tan saludables y de sabores tan reales que el paladar lo celebra y, de paso, el organismo lo agradece. La cuarta cena —y no reloj ni calendario alguno— nos avisa que es nuestra última noche en ese escondite paradisiaco, donde todo parece dispuesto para olvidar el tiempo y recordar que podemos ser felices observando, sintiendo y saboreando todo como si fuera la primera vez. Dónde comer En Cuixmala, la comida forma parte indiscutible de la experiencia. “Tratamos de dar a conocer la comida orgánica y saludable preparada con lo que tenemos en temporada, para que los productos sean más frescos y más naturales”, cuenta Luis Rizo, chef jalisciense que desde hace nueve años ha cocinado en Cuixmala. Este verano, por ejemplo, el mango ha sido protagonista de muchos de sus platos, incorporado siempre con creatividad, de manera que es imposible aburrirse. Uno de sus postres lo incorpora en todas sus presentaciones: sorbete, yogurt y trozos de mango fresco, acompañado de salsa de granada china, otro fruto de la temporada. De Alix Goldsmith y su marido, Goffredo Marcaccini, fue la idea de utilizar lo que se cosecha en casa —tanto en Cuixmala como en Hacienda de San Antonio— para obtener platillos más saludables. De la hacienda en Colima provienen las carnes, el café y los productos lácteos (ojalá que ustedes corran con la suerte de probar el queso brie), y entre ambas propiedades intercambian los frutos y legumbres que salen de sus huertos. 122 food & travel