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HEMATOLOGÍA
El Laboratorio de Análisis Veterinarios realiza la hematología por medio de un
autoanalizador ADVIA 120 (Siemens). Este instrumento está provisto de un programa
informático, para distintas especies de mamíferos. Con este programa se pueden
determinar todos los parámetros hematológicos de todos los mamíferos, ya que
automáticamente se varía el umbral de sensibilidad, adaptándose a los diferentes
tamaños celulares de cada especie.
El instrumento, por medio de un láser, cuenta al menos 10.000 células (hematíes,
leucocitos o plaquetas), y por medio de distintos reactivos y según el tamaño celular
realiza la fórmula leucocitaria.
La forma de trabajar del instrumento, y la interpretación de los resultados se explica a
continuación, de forma detallada. Al tratarse de un citómetro de flujo y contar un
número elevado de células, los resultados son más precisos que si se realizara este tipo
de análisis en otros analizadores hematológicos o de forma manual, debido a su
tecnología. Para mayor información sobre la interpretación de este tipo de gráficas,
reproducimos el siguiente artículo:
De todas formas, en la clínica se pueden determinar parámetros hematológicos también
de forma manual. El número de los distintos tipos de células se puede obtener mediante
cámaras de recuento, y las plaquetas con tinciones específicas. Respecto a la fórmula
leucocitária, tras una tinción se pueden clasificar al microscopio las distintas
poblaciones de forma manual, según su morfología, como se muestra en un artículo que
adjuntamos.
FÓRMULA LEUCOCITARIA: INTERPRETACIÓN
Reproducción del artículo: Interpretación de la fórmula leucocitaria. Sánchez Visconti,
G. ARGOS, Abril de 2002., 42-44.
Los leucocitos son las células que, por sus características, nos proporcionan más
información sobre el estado general de salud de un paciente. Responsables de la defensa
del organismo, ya que eliminan cualquier agente infeccioso (bacterias, virus o
parásitos), actúan en procesos inflamatorios, son los mediadores del funcionamiento de
las vacunas y, como cualquier otro tipo de células, pueden sufrir alteraciones, dando
lugar a diversas neoplasias.
Los leucocitos se dividen, según la presencia o ausencia de gránulos en su citoplasma,
en granulocitos y agranulocitos.
Granulocitos:
- Neutrófilos.
- Eosinófilos.
- Basófilos.
- Agranulocitos:
- Monocitos.
- Linfocitos.
El recuento en la sangre del número de cada una de estas células, expresado en
porcentaje, es lo que se denomina FÓRMULA LEUCOCITARIA o leucograma.
REALIZACIÓN DE LA FÓRMULA LEUCOCITARIA:
La forma más sencilla y exacta de realizar una fórmula leucocitaria es con un frotis
sanguíneo. Para ello se debe obtener una fina capa de sangre entera recién extraída, o
conservada en anticoagulantes (EDTA disódico-tripotásico, heparina sódica-litio o
citrato sódico), extendiendo la sangre en un porta objetos y ayudándonos con el borde
de otro. Una vez seca la extensión, ésta se tiñe con un colorante de tipo Romanowsky;
tras un lavado y secado, se añade una gota de aceite de inmersión y se observa al
microscopio en el objetivo 100X. La mejor zona de observación es desde la mitad del
frotis hacia el extremo más fino, empezando de arriba abajo, y de izquierda a derecha,
para evitar contar simultáneamente la misma célula. Contando de 100 a 200 células,
podremos calcular el porcentaje final de los distintos tipos celulares sin demasiado
error.
Actualmente existen autoanalizadores hematológicos que de modo automático realizan
la fórmula leucocitaria. Estos instrumentos hoy en día están muy introducidos en
muchas clínicas veterinarias, y todos ellos nos informan correctamente del número de
leucocitos totales. Sin embargo, respecto a la fórmula, los únicos analizadores
hematológicos que pueden competir con el ojo humano son los citómetros de flujo.
Debido a su tecnología y al número elevado de leucocitos que son capaces de contar
(cerca de 10.000), estos analizadores nos proporcionan una fórmula leucocitaria de 5
POBLACIONES con una precisión cercana a la nuestra y realizan distintos tipos de
gráficas que son extremadamente útiles, ya que existen ciertos patrones compatibles con
algunas patologías, y además nos ayudan a detectar cualquier error en la fórmula. Con
cualquier otro tipo de instrumentos, únicamente tendremos una aproximación de la
fórmula leucocitaria, por lo que ésta debería ser realizada manualmente, y
fundamentalmente cuando nos hallemos ante una fórmula alterada.
Nuestros intervalos de referencia para los distintos tipos de leucocitos son:
PERROS/GATOS
Neutrófilos: 45 – 76 %./ 35 – 75 %.
Linfocitos: 16 – 45 %. / 20 – 55 %.
Monocitos: 1 - 8 %./ 1 - 4 %.
Eosinófilos: 1 – 10 %. / 1 – 10 %.
Basófilos: 0 – 2 %./ 0 – 2 %.
FUNCIÓN DE LOS DISTINTOS LEUCOCITOS:
Debemos considerar cómo actúa cada tipo de leucocito para poder entender en qué tipo
de alteraciones puede variar su número, lo cual se reflejará en la fórmula leucocitaria.
De forma general, podemos dividirlos en fagocitos e inmunocitos.
Los fagocitos son los neutrófilos, eosinófilos, y monocitos. Son células que aparecen
como primera línea de defensa contra agentes infecciosos. Su número, por tanto, se
incrementará en todos los procesos que impliquen una agresión, tanto bacteriana como
parasitaria. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que los eosinófilos no tienen un papel
predominantemente fagocitario, como veremos más adelante. Aunque todos los
fagocitos no actúan de la misma forma, es importante señalar que son atraídos, frente a
cualquier agresión, hacia un lugar específico del organismo por medio de antígenos
(propios o extraños), o por sustancias quimiotácticas liberadas. Este fenómeno de
atracción celular se denomina quimiotaxis. Esto significa que en procesos
inflamatorios, donde se libera una gran cantidad de este tipo de mediadores, también
nos encontraremos con un alto porcentaje de fagocitos.
Según lo expuesto, su número aumentará en procesos:
1. Infecciosos.
2. Inflamatorios.
3. Inmunomediados.
Los inmunocitos son los linfocitos. Éstos se dividen en linfocitos T y B. Los linfocitos T
son los responsables de la inmunidad celular. Su papel es el de reconocer a un antígeno
extraño y desencadenar toda la respuesta inmunitaria. Aparte de controlar y regular el
sistema inmunitario, también pueden actuar directamente sobre virus o células
tumorales. Los linfocitos B por su parte, tras su transformación en células plasmáticas,
producen inmunoglobulinas o anticuerpos, siendo los responsables de la inmunidad
humoral. El papel de los anticuerpos es mediar en la identificación exacta del antígeno
extraño, y promover en definitiva la actuación específica de las células fagocíticas y en
general la respuesta inmunitaria. Ciertos clones de linfocitos B permanecen como
circulantes actuando como memoria del sistema inmunitario y facilitando una respuesta
más rápida ante una posterior exposición a los mismos antígenos. Las células de
memoria son las responsables de la inmunidad que se adquiere al paso de muchas
infecciones o inducida por la vacunación.
El número de linfocitos se elevará en procesos:
Inmunomediados.
En cierto tipo de tumores.
Independientemente de las agresiones que sufra el organismo, otro tipo de causas puede
incrementar el número total de leucocitos, o en particular de alguno de sus tipos. El
ejemplo más claro lo tenemos en la acción de los glucocorticoides sobre los leucocitos,
los cuales inducen a un aumento del número total de los mismos, y en particular de
neutrófilos, además de producir linfopenia.
El ejercicio y el estrés son otras causas que producen leucocitosis, siendo
predominantemente neutrofílica y monocítica en el perro, y linfocítica en el gato. Por el
contrario, la leucopenia suele aparecer en ciertas enfermedades víricas (como la
parvovirosis) y tras la anestesia.
ALTERACIONES DE LA FÓRMULA LEUCOCITARIA:
Cada tipo de leucocito tiene una función específica en el organismo. A continuación
explicaremos cuáles son, y en qué procesos están involucrados. Su morfología se
describe refiriéndonos a células teñidas.
NEUTRÓFILOS.
Como hemos mencionado anteriormente, los neutrófilos son la primera barrera de
defensa del organismo y normalmente su número es superior al resto de los leucocitos.
Son células de forma redonda, con el núcleo lobulado de color azul oscuro y gránulos en
el interior del citoplasma. Si en el núcleo observamos más de 5 lóbulos, significa que
nos hallamos ante un neutrófilo envejecido. Suelen aparecer en inflamaciones crónicas o
por efecto de los glucocorticoides.
Neutrófilo
El aumento de precursores de los neutrófilos, como los cayados es lo que se denomina
desviación a la izquierda. Los precursores se incrementan cuando existe gran demanda
de neutrófilos hacia un tejido, debido a un proceso inflamatorio. Si el número total de
leucocitos es elevado y hay desviación a la izquierda, podemos tener la sospecha de la
existencia de una infección.
Cayado
Cuando los neutrófilos presentan en su citoplasma un aspecto reticular azulado o
inclusiones granulares de color azul (llamadas corpúsculos de Döehle) se define como
granulación tóxica. Esta granulación se observa en infecciones bacterianas graves e
intoxicaciones. Sin embargo, en gatos se suelen observar normalmente corpúsculos de
Döehle
Así como la neutrofilia aparece en procesos inflamatorios, sobre todo agudos, sean o no
de origen bacteriano, y por efecto de los glucocorticoides (por liberación de
noradrenalina), la neutropenia es debida a ciertos medicamentos (como las
cefalosporinas o algunos anestésicos), a leucemias o por ciertos virus como el
parvovirus y los virus de la leucemia (FeLV) y de la inmunodecifiencia (FIV) felinas.
MONOCITOS.
Los monocitos tienen forma irregular, con el citoplasma basófilo (azulado), a menudo
con vacuolas, y núcleo grande. Es la célula más grande de todos los leucocitos, y si no
se posee demasiada experiencia se puede llegar a confundir con los cayados. Los
monocitos cuando se encuentran dentro de los tejidos, se denominan macrófagos.
Monocito
Su aumento suele ir paralelo al de los neutrófilos. Es por tanto un indicador de
inflamación, sobre todo crónica. En peritonitis infecciosa felina (PIF), suele hallarse en
gran número, tanto en sangre como en líquido ascítico. También su número se eleva en
anemias hemolíticas autoinmunes, debido a que reconocen los antígenos de membrana
propios como si fueran extraños.
EOSINÓFILOS.
Son células con núcleo bilobulado, redondas y con gránulos de color rojo-anaranjado,
cuyo contenido son sustancias antihistamínicas que inhiben la liberación de histamina y
serotonina por parte de los mastocitos. Su función principal es como mediadora en los
procesos alérgicos, aunque también aparece en procesos parasitarios. Así mismo actúan
como moderadores de la inflamación aguda.
Eosinófilo
La eosinofilia, por tanto, se observa en procesos alérgicos, en filariosis y en el caso de
parásitos intestinales cuando éstos están presentes fuera del tracto intestinal. En gatos
también se elevan por procesos asmáticos y evidentemente aumentan en granulomas
eosinofílicos. Los glucocorticoides producen eosinopenia.
BASÓFILOS.
Es raro encontrar en la sangre basófilos. Son células redondas, algo mayores que los
neutrófilos, con el núcleo irregular (suele ser trilobulado) y el citoplasma con gránulos
de intenso color azul. Las Ig E, involucradas en cierto tipo de reacciones de
hipersensibilidad, los estimulan, produciendo la liberación de la histamina y heparina
que contienen sus gránulos, desencadenando todas las reacciones inflamatorias. La
basofilia suele acompañar a la eosinofilia, debido a su papel en los procesos alérgicos. A
veces pueden observarse en número elevado en mastocitomas.
LINFOCITOS.
Este tipo de células, pequeñas, de forma redonda y con un núcleo de color azul oscuro
intenso que ocupa todo el citoplasma, tiene muchos subtipos y distintas funciones:
linfocitos B circulantes (células de memoria), células plasmáticas (producen
anticuerpos), linfocitos T citotóxicos (antivirales), supresores (inhiben la respuesta
inmune) y coadyuvantes o “helper” (inducen la multiplicación y diferenciación de los
linfocitos B y otros linfocitos T).
Linfocito
La linfocitosis es típica de leucemias linfoblásticas, en las cuales suelen observarse
células precursoras. Otras causas distintas, como la vacunación, o en el caso del gato
por estrés, también la pueden producir. La linfopenia suele ser debida a glucocorticoides
y a alteraciones como el quilotórax y los linfomas.
En el cuadro 1 se resume en qué procesos puede aparecer aumento o disminución de
cada tipo de leucocito.
CUADRO 1
NEUTRÓFILOS
NEUTROFILIA
Glucocorticoides
NEUTROPENIA
Inflamación (por infección o no)
Parvovirosis
Cefalosporinas
FeLV-FIV
Leucemias (mieloides)
LINFOCITOS
LINFOCITOSIS
Anestesia
Estrés (en gatos)
Leucemia linfocítica
LINFOPENIA
Vacunas
Glucocorticoides
Quilotórax
Linfosarcomas
MONOCITOS
MONOCITOSIS
Inflamación crónica
Anemia autoinmune
EOSINÓFILO
EOSINOFILIA
PIF
Alergias
Parásitos (filariosis)
Procesos asmáticos (en gato)
BASÓFILOS
EOSINOPENIA
BASOFILIA
Granuloma eosinofílico
Glucocorticoides
Hipersensibilidad (alergias)
Mastocitomas
CONCLUSIONES
La fórmula leucocitaria, como hemos visto, nos puede dar gran información sobre el
estado general de salud de un animal, pero hay que considerar también el número total
de leucocitos, para su correcta evaluación. Como cualquier resultado analítico, la
fórmula leucocitaria por sí misma no es capaz de confirmarnos una patología específica.
Si los resultados obtenidos nos inducen a pensar que existe algún proceso patológico,
esta sospecha se debería complementar con otro tipo de análisis. En el caso de
inflamaciones, si son debidas a parásitos habrá que detectarlos por medio de pruebas
inmunológicas u observación directa. Si el proceso es bacteriano, debería buscarse el
origen y realizar cultivos microbiológicos. Actualmente existen métodos analíticos que
nos evidencian la presencia de ciertos virus. Las neoplasias únicamente se pueden
confirmar por estudios anatomopatológicos, como citologías o biopsias. Todos estos
métodos confirmativos, inducidos por los resultados de la fórmula leucocitaria, siempre
apoyan al diagnóstico clínico.
BIBLIOGRAFIA
- Nemi C. Jain, en Essentials of Veterinary Hematology. Lea & Febiger. Philadelphia,
1993.
-Cowell R.I., Tyler R.D. and Meinkoth J.H. Citología y hematología diagnóstica en el
perro y el gato. Multimédica. Barcelona, 1999.
- Rebar A..H. The white cell and disease. Veterinary Learning System. USA, 1990
- OrnsteinA.H. Advances in automated Análisis. Miami. Thurman Associates, 1971.
- Muñoz, Otilia Ferrer y Rodón. Interpretación de las respuestas leucocitarias.
Pequeños Animales, Madrid, 1997.
- Rodón, J. Hematología Clínica. Canis et Felis. Madrid, 1995.
- Harvey J.W. Interpretation of leukograms. En proceedings de Orlando, 1999.
RETICULOCITOS.
Los reticulocitos son células precursoras de los hematíes y una elevada concentración de
significa que nos hallamos ante una
ellos en sangre
ANEMIA REGENERATIVA. La mejor forma de saber si una anemia es o no
regenerativa, es determinar el ÍNDICE DE RETICULOCITOS (IR).
IR = (% Hematocrito/45) x % Reticulocitos
Si el índice de reticulocitos (IR) es mayor de 2.5, la anemia es regenerativa.
COAGULACIÓN.
Las pruebas de coagulación se determinan en un coagulómetro Coatron M1 (Kemia)
monocanal termostatizado, en plasma obtenido de sangre recogida en citrato sódico. La
concentración de citrato debe ser del 3,2 % y la proporción sangre:citrato debe ser de
9:1.
Las pruebas que se realizan rutinariamente son:
PT o protrombina, agrupa a varios factores de coagulación, constituyendo la vía
intrínseca y común.
PTT o cefalina, el conjunto de estos factores de coagulación es la vía extrínseca y
común.
Fibrinógeno
Aunque se puede determinar cualquier factor, el más importante es el factor Von
Willebrand ya que de todas las alteraciones hereditarias de la hemostasia, es la más
frecuente en perros.
Los factores de coagulación se sintetizan en el hígado, y varios de éllos de las vías
extrínseca e intrínseca (II, VII,IX y X) son dependientes de la vitamina K para poder
desempeñar su papel. Por eso muchas cáusas de alteraciones en la coagulación son
debidas a problemas hepáticos severos o a déficit de vitamina K.
La interpretación de posibles causas más comunes de hemorragia es la siguiente:
•
•
•
PT aumentado, PTT aumentado, Fibrinógeno normal: Deficit de vitamina K
(intoxicación por cumarinas, enteropatías graves) o hepatopatías.
PT normal, PTT aumentado, Fibrinógeno normal: Déficit de algún factor de la
vía intrínseca, tratamiento con heparina o enfermedad de Von Willebrand.
PT aumentado, PTT aumentado, Fibrinógeno bajo: Hepatopatía severa o CID
(coagulación intravascular diseminada).
Hay que tener en cuenta que el citrato sódico de los tubos está en forma líquida y en
cantidad considerable, por lo que si la cantidad de sangre extraída no llega a la marca de
llenado que indican todos los tubos, ésta estará más diluída y por tanto los tiempos de
coagulación pueden ser más alargados.
PDF o Productos de Degradación del Fibrinógeno
Los trombos que aparecen en ciertas enfermedades están formados por fibrina con
enlaces cruzados, cuya digestión producida por la plasmina, da lugar a los PDF
molecularmente distintos a los del fibrinógeno. La aparición de PDF detectables en una
muestra de sangre con citrato sódico, es indicativo de un proceso de caogulación
intravascular diseminada (CID).
BIBLIOGRAFIA
- Nelson, R.W. y Couto, G.G. Manual de medicina interna en pequeños animales.
Harcourt; 2000 (740 -749).
- Vives, J.L. y Aguilar, J.L. Manual de técnicas de laboratorio en hematología. Salvat
;1990 (383 - 400).
- Kitchen, S., Olson, J.D. and Preston, F.E. Quality in Laboratory Hemostasis and
Thrombosis. Wiley-Blackwell, 2009.
- XXVI Congreso Anual de AMVAC. Madrid, 2009.

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