Música y Medicina: Causa de Muerte de Grandes Compositores
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Música y Medicina: Causa de Muerte de Grandes Compositores
Música y Medicina: Causa de Muerte de Grandes Compositores Dra. Patricia Ancic C. [email protected] Primera edición: octubre 2009 Segunda edición: septiembre 2011 A través de la historia, los Grandes Compositores nos han legado su música que inspira, enaltece y enriquece a la humanidad entera. De todas las formas de arte, la música es la que parece sobrecoger más al corazón. Las personas capaces de crear belleza a través de la música tienden a ser endiosados, lo que intrínsecamente se asocia al concepto de inmortalidad. Aunque la vida y obra de los grandes Maestros de la Música ha sido ampliamente difundida, las publicaciones sobre sus enfermedades y causa de muerte son escasas. Muchos de ellos debieron soportar largas y dolorosas enfermedades, a menudo exacerbadas por los precarios conocimientos de higiene de su época y/o por una medicina poco desarrollada. En la era pre-antibiótica las infecciones solían ser mortales, por lo que algunos músicos murieron extremadamente jóvenes, como Schubert que sucumbió a una infección a los 31 años. En este sentido es interesante conocer cinco hitos importantes de la medicina moderna: Las medidas higiénicas: el acceso al agua potable y saneamiento de las aguas residuales (1834) permitió acabar con epidemias como el cólera. Los antibióticos: Alexander Fleming descubrió la penicilina en 1929, lo que marcó sin duda un antes y después en la historia de la medicina, al permitir el control de las infecciones. Anestesia: la disminución del dolor humano, símbolo de humanización de la medicina, comenzó con la administración de éter (1842) en una operación de cuello. Vacunas: iniciadas por Louis Pasteur con el uso de virus atenuados (1885), han erradicado enfermedades como la polio, difteria y otras. ADN: el descubrimiento de la estructura del ADN (1953), ha permitido descifrar el código genético y promete convertirse en una eficaz herramienta terapéutica del futuro. Otros descubrimientos importantes de la medicina moderna incluyen: la invención de los rayos X (1895) por Wilhem Roentgen; el uso de fármacos antipsicóticos, desde mediados del siglo XX; el cultivo de tejidos (a partir de 1953) que permite, entre otros, realizar métodos de fecundación in vitro. El presente documento contiene valiosa información sobre la historia clínica y causa probable de muerte de algunos de los más grandes compositores. No es esencial tener conocimiento alguno del compositor para disfrutar su música, sin embargo, nos parece que podemos “comprenderla” mejor si conocemos los padecimientos que debieron afrontar en su vida. Se han excluido aquellos grandes músicos cuya causa de muerte no ha sido precisada, como es el caso de Joseph Haydn (1732-1809), Giacomo Meyerbeer (1791-1864), Hector Berlioz (1803-1869), Mikhail Glinka (1804-1857), Charles Gounod (1818-1893), Ruggiero Leoncavallo (1858-1919), Pietro Mascagni (1863-1945), Paul Dukas (1865-1935), Jean Sibelius (1865-1957), Zoltan Kodály (1882-1967), Carl Orff (1895-1982), entre otros. La información sobre la enfermedad terminal y causa probable de muerte se fundamenta en testimonios del médico tratante, su autopsia (pocos casos) y en cartas de los músicos a sus familiares y amigos comentando sus dolencias. Dicha información se analiza a la luz del conocimiento actual de la medicina. En la mayoría se intercala un comentario clínico como métodos diagnósticos o tratamiento actuales, para realzar el avance del conocimiento médico. Los músicos de los períodos barroco, clásico, romántico y moderno se exponen en forma cronológica según su año de nacimiento, con una brevísima reseña de su vida, algunas de sus obras más importantes, datos de su historia clínica y probable causa de su muerte. Periodo Barroco: se extiende entre los años 1600 y 1750 y se le divide en Barroco Temprano (1600-1650), Barroco Medio (1650-1700) y Barroco Tardío (1700-1750). En este período hubo un gran desarrollo de la música vocal e instrumental. Los reyes y otros nobles trataban de superarse unos a otros por la pompa y exhibición. Los de mayor riqueza se daban el lujo de tener una orquesta propia y un compositor residente en su corte. Los músicos eran considerados sirvientes y componían “a pedido”, según la ocasión social que se celebrara, fuera ésta un cumpleaños, un matrimonio, una misa de difunto u otros. ANTONIO VIVALDI (nació en Venecia, Italia, en 1678; murió en Viena, Austria, en 1741). Prolífico compositor italiano que desempeñó un papel crucial en el desarrollo del Concerto Grosso, o composición barroca para un pequeño grupo de solistas acompañado de orquesta. Violinista y sacerdote católico, le llamaban “il Prete Rosso” por su cabello colorín, no le gustaba oficiar misas aduciendo que “se cansaba porque tenía asma”. Por este motivo fue denunciado ante la Inquisición, la que tomando en cuenta su condición de artista le prohibió celebrar misa, pero le permitió seguir con su actividad musical. Se desempeñó como profesor en el “Ospedale della Pietá” (orfanato y a la vez conservatorio de música), donde formó una orquesta de cámara con la que ensayaba sus propias obras. Compuso cerca de 500 conciertos, de los cuales 350 fueron escritos para solista y orquesta, siendo el más conocido “Las Cuatro Estaciones”, para violín. Escribió también 40 óperas. Vivaldi fue portador de asma bronquial desde pequeño, lo que le ocasionaba cansancio ante esfuerzos de diversa intensidad, debiendo muchas veces interrumpir sus actividades*. Su causa de muerte fue un infarto agudo al miocardio, a la edad de 63 años. *El uso de los broncodilatadores comenzó en el siglo XX. JOHANN SEBASTIAN BACH (nació en Eisenach, Alemania, en 1685; murió en Leipzig, Alemania, en 1750). Gran organista, su obra está considerada como el punto culminante de la música barroca y es una referencia fundamental del canon musical. Realizó su obra con gran modestia y laboriosidad en pequeñas cortes y cultivó siempre un bajo perfil. Fue un hombre muy religioso, “dedicó su música a Dios”. Su obra permaneció en el olvido por casi 100 años, pero gracias a Félix Mendelssohn que estrenó su grandiosa “Pasión según San Mateo” en Leipzig, la obra de Bach fue nuevamente reconocida, convirtiéndose en modelo de generaciones posteriores. Tuvo 20 hijos de dos esposas, de los cuales tres fueron músicos de prestigio: Carl Philipp Emanuel, Johann Christian y Wilhelm Friedemann. Su obra es muy extensa: El Clavecín Bien Temperado y El Arte de la Fuga (dos obras de gran valor musical, didáctico y trascendente), 198 cantatas religiosas, Conciertos Brandenburgueses, Pasiones (Según San Mateo, San Juan), Oratorio de Navidad, entre otras. Bach gozó de relativa buena salud, aunque fumó en exceso toda su vida, lo que le ocasionó algún grado de obstrucción bronquial. En 1750 presentó problemas visuales y dolor ocular, por lo que consultó a un famoso oftalmólogo inglés, John Taylor, quien diagnosticó catarata y practicó una intervención quirúrgica. Taylor, que se autoproclamaba “Chevalier” y médico de cortes, era charlatán e itinerante y acostumbraba a abandonar enseguida el lugar donde operaba, sin evaluar posibles complicaciones. Taylor realizó una incisión en el ojo para extraer los “humores” que serían responsables de la “turbidez” de la visión, e inyectó sangre de paloma recién muerta, acción que repitió 4 días después al no tener éxito con la primera. El tratamiento se completaba con laxantes y sangrías, que debilitaban al paciente y con una incisión junto a la herida operatoria, donde colocaba deposición de pájaros. Tres meses después, cuando Bach no pudo soportar el dolor y la oscuridad causados por el vendaje negro colocado en sus ojos, lo retiró y para su felicidad pudo ver. Desgraciadamente su visión duró solo unas pocas horas*, luego de lo cual presentó pérdida de conciencia, fiebre, coma, y falleció 10 días después sin recuperar la visión. Su causa de muerte fue: cirugía ocular**, oftalmitis (infección en el ojo, imaginable dada la intervención descrita) y septicemia (infección que compromete varios órganos). Bach tenía 65 años al morir. *Fenómeno alucinatorio descrito en personas que sufren deprivación de la visión. ** La cirugía actual de catarata consiste en el remplazo del cristalino opaco por un lente intraocular, técnica mínimamente invasiva y ambulatoria. GEORGE FRIDERIC HAENDEL: (Nació en Halle, Alemania, en 1685; murió en Londres, Inglaterra, en 1759). Cultivó todos los géneros musicales de su época. Conocido por sus óperas, y especialmente por el desarrollo del oratorio, o drama bíblico para solista, coro y orquesta. Tuvo una vida muy distinta a la de Bach, logró celebridad en vida y fue el primer compositor-empresario de su carrera musical. Después de permanecer cuatro años en Italia, se trasladó a Inglaterra donde introdujo la ópera italiana. Compuso música para los reyes, quienes le otorgaban un generoso estipendio anual. Se radicó en Inglaterra e incluso anglificó su nombre. Cuando el público no quiso escuchar más un lenguaje extranjero, se abocó a la composición de oratorios cantados en inglés. Su obra incluye las Suites “Música para los Fuegos de Artificio”, “Música del Agua”, numerosas cantatas, música de cámara, 40 óperas y “El Mesías” (su más famoso oratorio). Desde el punto de vista médico, Haendel presentaba el típico perfil de riesgo de un accidente vascular encefálico: obeso, comedor y bebedor*. Esta enfermedad lo acompañó durante sus últimos 20 años de vida y se manifestó como episodios de parálisis recurrente de su brazo derecho, o bien, por problemas de lenguaje e incluso con una súbita pérdida de visión del ojo derecho (también fue operado por John Taylor por una supuesta catarata, aunque con mejor suerte que Bach). Estos episodios transitorios evolucionaban sin complicaciones, pues experimentaban una recuperación parcial. La sintomatología descrita puede explicarse por una enfermedad cerebro vascular, con lesiones isquémicas (falla en la irrigación) en el hemisferio izquierdo. Su defecto visual pudo haber sido causado por trombosis de las arterias oculares por alteración de la arteria carótida izquierda. Falleció a los 74 años de edad, días después de presentar otro accidente vascular. Su madre y abuela materna sufrieron cuadros similares. *La relación del “ataque cerebral” con el colesterol se conoció recién en el siglo XIX. Periodo clásico: se extiende entre los años 1750 y 1815. Durante este período nace el concierto para solista y gran orquesta y el cuarteto de cuerdas. La música es impersonal, se trabaja desde las estructuras y formas, donde la melodía adquiere gran importancia. Un hito importante fue la invención del piano en 1709, que posteriormente sustituyó al clavicordio. Los representantes destacados de esta época fueron Haydn, Mozart y Beethoven. JOSEPH HAYDN (1732-1809): Compositor austríaco, uno de los más importantes del siglo XVIII, famoso por el desarrollo de la sinfonía y el cuarteto de cuerdas. No se incluye en este documento pues no se conocen datos de su historia clínica y su causa de muerte no se ha podido establecer. WOLFGANG AMADEUS MOZART : (Nació en Salzburgo, Austria, en 1756; murió en Viena, Austria, en 1791). Genio musical sin comparación. Tal vez la figura más admirada y querida de la música occidental. Empezó a componer a los 5 años de edad y deslumbró a las cortes imperiales como niño prodigio. Como adulto fue alegre, despreocupado, mujeriego, gastador, le gustaban las fiestas y vivió acosado por las deudas*. Cultivó todos los géneros musicales de su época con una música elegante, transparente. Convirtió la ópera en obra de arte, cuya música aportó un sentido coherente al libreto. Compuso 41 sinfonías, conciertos para violín y para instrumentos de viento, 18 óperas (“La Flauta Mágica”, “Bodas de Fïgaro”, “Don Giovanni”), cuartetos de cuerda, 2 misas, 1 Requiem. Se fascinó con el piano y compuso para éste 18 sonatas y 27 conciertos. Su historia clínica revela amigdalitis purulenta a repetición desde pequeño. Se ha descrito un desorden afectivo bipolar (conocido comúnmente como alteración maníaco-depresiva). Presentó un desorden hematológico, más probablemente un síndrome de Schönlein-Henoch (vasculitis o inflamación de pequeño vaso sanguíneo) con poliartritis (infección de varias articulaciones). Su enfermedad terminal duró solo 15 días: presentó fiebre, lesiones cutáneas, vómitos recurrentes, dolores articulares y un edema (aumento de volumen) generalizado del cuerpo. Se especuló sobre un posible envenenamiento por algún esposo celoso, lo que nunca se ha demostrado. Su causa más probable de muerte fue una glomerulonefritis (inflamación del riñón) crónica complicada con una hipertensión arterial. Dos horas antes de morir presentó una mueca facial y entró en coma del cual no se recuperó, lo que se ha interpretado cono una hemorragia cerebral hipertensiva, como consecuencia de su enfermedad renal. Mozart murió a la edad de 35 años. * Sus conductas bizarras, la presencia de tics faciales y lenguaje vulgar, hoy se discute si son producto de una personalidad excéntrica, o se enmarcan en una enfermedad neuropsiquiátrica (síndrome de Tourette). LUDWIG VAN BEETHOVEN: (Nació en Bonn, Alemania, en 1770; murió en Viena, Austria, en 1827). Revolucionó la música de su tiempo, preparando la llegada del Romanticismo. Fue el primer compositor que no vivió bajo la tutela de un príncipe o un mecenas. Sus composiciones revelan la lucha interior y rebeldía, ejemplo de un artista que debió sobreponerse a su sordera, “la peor enfermedad que pudiera sobrellevar un músico”, según confidenció, y aún así crear obras monumentales que transformaron la función social de la música: de ser patrimonio de unos pocos aristócratas, a convertirse en acervo de la humanidad. Gracias a él, la música, que era concebida para entretener, pasó a ser fuente de enriquecimiento de la mente y alma humanas. Su obra es extensa: 5 conciertos para piano, 1 concierto para violín, 32 sonatas para piano, cuartetos de cuerda, música de cámara, 1 ópera (“Fidelio”), 2 misas, 9 sinfonías. (La “Oda a la Alegría”, que es el 4° movimiento de la Sinfonía n°9 llamada “Coral”, con texto de Friedrich Schiller, se interpretó cuando el Muro de Berlín fue derribado en 1989 y es hoy en día el Himno de la Comunidad Europea). Beethoven presentó una sintomatología digestiva, con diarrea recurrente y dolor abdominal desde la edad de 22 años. Para explicar su sordera, que comenzó cuando tenía solo 28 años y se convirtió en total a los 34 años, se han planteado varias hipótesis. Ellas van desde una complicación de un tifus, una sífilis congénita, insuficiencia vascular, hasta una enfermedad sensorial autoinmune. La hipótesis más probable sería una otoesclerosis coclear*, postulada en 1970. Más recientemente se ha descrito una asociación entre una disminución de la audición de origen sensorioneural y una enfermedad inflamatoria intestinal, lo que podría plantear una etiología común para las dos patologías presentadas por Beethoven. A pesar de que sus restos fueron exhumados en 1863 y 1888 para determinar la causa definitiva de su sordera, esto no se logró y los huesecillos del oído finalmente se extraviaron. Su sordera total asociada a dificultades económicas, amores no correspondidos y problemas con un sobrino a su cuidado, lo llevaron a aislarse progresivamente, descuidar su aspecto personal y beber en exceso. Incluso contempló el suicidio. Meses antes de su muerte manifestó signos de insuficiencia hepática gatillados por neumonías. Durante sus últimos días se debió extraer gran cantidad de líquido de su cavidad abdominal (ascitis) en cuatro oportunidades. Su autopsia reveló una cirrosis hepática, probablemente alcohólica, hipertensión venosa portal (complicación de la cirrosis) y pancreatitis crónica. También se encontraron residuos de plomo en su cabello. Murió a la edad de 56 años. *Rigidez de la cadena de huesecillos del oído medio que causa fijación del estribo. Periodo romántico: se extiende desde 1815 hasta 1900. Se caracteriza por la libertad para expresar los sentimientos personales. Grandes cambios suceden en este período: la acaudalada nueva burguesía se une al público de conciertos constituido por la nobleza; la ejecución de la música llegó a los hogares a través del piano; se crearon los conservatorios de música en Europa (el primero en 1795 en París); aparecieron las editoriales de música (la más antigua fue Breitkopf y Härtel, de Leipzig, creada en 1719), todas las cuales siguen en funcionamiento; la ópera alcanzó su máximo nivel con Wagner en Alemania y con Verdi y Puccini en Italia. Surgieron las escuelas nacionalistas, para expresar sus propias tradiciones, terminando con la influencia alemana que había prevalecido durante los siglos XVII y XVIII. Ejemplo de ello: Sibelius (Finlandia), Glinka (Rusia), Grieg (Noruega), Smetana y Dvorák (Bohemia), Albéniz (España), entre otros. A continuación, algunos de los grandes compositores relevantes de esta época. NICOLÒ PAGANINI: (nació en Génova, Italia, en 1782; murió en Niza, Francia, en 1840). Aclamado violinista virtuoso, de técnica tan deslumbrante que se le atribuía tener “un pacto con el diablo”. Su apariencia física le ayudaba a mantener el mito: muy alto y delgado, su cara descrita como “cadavérica”, pelo largo y ralo, usaba lentes oscuros y ropa negra en sus presentaciones, realizaba gestos extravagantes y en el escenario parecía una visión de otro mundo. Entre sus obras se citan 6 conciertos para violín, 24 Caprichos para violín y obras para guitarra. Paganini tenía dedos largos, una flexibilidad excesiva de las articulaciones y gran capacidad de extensión en sus manos*. Esta condición anatómica, unida a su genio musical y aptitud natural para el drama explicarían su extraordinaria habilidad técnica y virtuosismo, que inspiró a generaciones de compositores e intérpretes. En su juventud contrajo sífilis por lo que recibió tratamiento mercurial y opio, que le produjo serios efectos secundarios y psicológicos. A partir de los 37 años presentó tos, fiebre de larga evolución, dos episodios de hemoptisis (eliminación de sangre por la vía aérea) y se le diagnosticó tuberculosis pulmonar**. La pérdida progresiva de su voz, que le produjo afonía total los últimos dos años de su vida, se ha atribuido a laringitis tuberculosa o bien a una lesión del nervio laríngeo por un problema vascular*. Murió a los 58 años. Debido a su ampliamente rumoreado pacto con el diablo, que él nunca desmintió, y su negativa a recibir los últimos sacramentos, no se le permitió un entierro católico en Parma sino hasta 1876, 36 años después de su muerte. *Cuadro compatible con el síndrome de Marfan o el de Ehlers-Danlos, ambos descritos 50 años después de su muerte. **Koch demostró en 1882 que la tuberculosis es una enfermedad contagiosa causada por el Mycobacterium Tuberculosis. Su tratamiento antibiótico llegaría décadas después. FRANZ SCHUBERT: (Nació en Viena, Austria, en 1797; murió en Viena en 1828). Se convirtió en el primer gran compositor de una nueva forma musical, una canción alemana – Lieder. Hijo n°13 de 14 hermanos, cuyo padre fue maestro de escuela. Vivió para la música, pero no de la música. Solo dio un concierto en toda su vida, y nunca tuvo un cargo remunerado. Al momento de su muerte, poseía únicamente algunas partituras y unas pocas prendas de vestir. Su obra incluye más de 600 lieder, muchos con textos de Heine, Goethe y Schiller, 9 sinfonías (“Trágica”, “Inconclusa”), oberturas, misas en latín, cuartetos de cuerda, trío y quinteto, sonatas para piano. Fue muy tímido, retraído, se creía feo y era acomplejado. Frecuentaba prostíbulos y a los 25 años contrajo sífilis. Semanas más tarde mencionó mareos, lesiones en la piel, dolores óseos, pérdida de la voz y caída del pelo*. Afeitó su cabeza, posiblemente por la caída de su cabello y usó una peluca, todo lo cual acrecentó su complejo y lo llevó a una depresión, bebiendo en exceso durante un tiempo. Refirió dolor de cabeza que podría deberse a una meningitis, complicación frecuente de la sífilis en la era pre-antibiótica. Su enfermedad terminal duró menos de tres semanas. Después de un paseo campestre, donde probablemente ingirió un alimento contaminado con Salmonella Typhi**, presentó fiebre, dolores abdominales y diarrea profusa, característicos de una fiebre tifoidea, común en esos días. Tenía 31 años. * Síntomas habituales de sífilis secundaria. ** La fiebre tifoidea es causada por la bacteria Salmonella typhi. FÉLIX MENDELSSOHN: (Nació en Hamburg, Alemania, en 1809; murió en Leipzig, Alemania, en 1847). Pianista, compositor y director de orquesta, uno de los pocos músicos que gozó de una sólida estabilidad económica. Provenía de una familia de banqueros, culta y acaudalada. Exitoso, amigo personal de la Reina Victoria de Inglaterra, aficionado acuarelista. Fundó el Conservatorio de Música de Leipzig, que se convirtió en la principal escuela de música de Alemania. Impulsó el conocimiento de la obra de Bach, cuando dirigió “La Pasión Según San Mateo”. Su obra incluye 5 sinfonías (“Escocesa”, “Italiana”), un concierto para violín, 2 conciertos para piano, “Canciones Sin Palabras” para piano, obertura “Sueño de una Noche de Verano”, que incluye su famosa Marcha Nupcial. Félix, al igual que su abuelo, padre y sus dos hermanas, murieron de la llamada “maldición de los Mendelssohn”. El cuadro se presentaba con un brusco y fuerte dolor de cabeza, dificultad para hablar y extremidades inferiores “pesadas” con caminar laborioso, síntomas que sugieren un accidente vascular encefálico. Su hermana Fanny, de 42 años, una de las grandes mujeres compositoras y de quien era muy cercana, padeció este cuadro seguido de pérdida de conciencia y muerte en pocas horas. Se interpretó como una hemorragia intracerebral masiva. Seis meses después de la muerte de Fanny, Félix presentó síntomas similares de los que se recuperó parcialmente, pero tres días más tarde su condición se deterioró rápidamente, sufrió otro intenso dolor de cabeza y cuello, entró en coma y falleció al cabo de siete horas. Entre los diagnósticos se discute una hemorragia cerebral hipertensiva*, o bien, ruptura de un aneurisma cerebral congénito. Mendelssohn tenía 38 años. *El esfigmomanómetro que mide la presión arterial, se inventó en 1876. ROBERT SCHUMANN: (Nació en Zwickau, Alemania, en 1810; murió en Endenich, Alemania, 1856). Compositor, pianista y distinguido ensayista y crítico musical. Fundó el periódico Neue Zeitschrift für Musik (Nueva Revista Musical) y fue muy respetado por sus perceptivas críticas de figuras emergentes de su época como Chopin y Brahms. Su obra incluye 4 sinfonías (“Primavera”, “Renana”), conciertos para piano, para cello y para violín, música de cámara y coral. Entre su obra para piano destacan: “Carnaval”, “Escenas Infantiles”, “Kreisleriana”, sonatas. Compuso cerca de 300 Lieder. Clara Wieck, su esposa, compositora y pianista virtuosa, le sobrevivió 40 años y se dedicó a difundir su obra por toda Europa. Su historia clínica está dominada por antecedentes familiares psiquiátricos importantes. Su padre tenía una personalidad bipolar y su madre era depresiva. Cuando tenía 15 años, dos trágicos episodios de muerte familiar cambiaron su personalidad de manera abrupta: el suicidio de su hermana y la repentina muerte de su padre 10 meses después. Desde entonces se volvió taciturno, meditativo y sufrió depresiones intermitentes. A partir de los 20 años inventó dos amigos imaginarios, Eusebio y Florestán*, de personalidades opuestas, que posiblemente lo ayudaban a disipar sus ansiedades y que algunos psiquiatras lo interpretan como evidencia de su desorden mental. Solía firmar sus críticas usando estos seudónimos. Desde los 34 años presentó periodos de melancolía, ansiedad, insomnio y postración. En 1854 sufrió alucinaciones visuales y auditivas e intentó suicidarse lanzándose a las aguas del Rin, pero fue rescatado y llevado a un asilo, donde permaneció hasta su muerte, dos años después. Su trastorno de base fue una enfermedad bipolar** tipo II, caracterizada por fases maníacas menos exageradas y episodios depresivos frecuentes. Como sustrato orgánico de su causa de muerte se postula una demencia paralítica secundaria a una sífilis cerebral, que habría adquirido en su juventud***. Tenía 46 años al morir. Un hijo vivió en un asilo por 30 años y otro hijo fue adicto a la morfina. *Eusebio era soñador y tímido, mientras Florestán era apasionado y extrovertido. **Es importante señalar que el trastorno bipolar no deteriora la actividad laboral de manera significativa, y aún más, se postula que podría aumentar la creatividad, con la cual compartiría algunas predisposiciones genéticas. Es el caso de Schumann, Mozart y otros artistas como Vincent Van-Gogh, Miguel Angel y Virginia Woolf. *** Los medicamentos antidepresivos y estabilizadores del ánimo, usados en el tratamiento actual de los cuadros bipolares, se introdujeron en clínica casi 140 años después. FRYDERYK CHOPIN: (Nació en Zelazowa Wola, cerca de Varsovia, Polonia, en 1810; murió en París, Francia, en 1849). Compositor y pianista polaco, cuya obra la consagró casi exclusivamente al piano. Revolucionó la música tradicional de este instrumento. Hizo “cantar” al piano, creando un nuevo arte del teclado, a través de un rango sin precedentes de sonido, expresividad, matices y técnica, dominado por un contenido melódico inigualable y un profundo sentimiento patriótico. A los 20 años se estableció en París. Según Liszt, por su genio, modales distinguidos y extrema reserva se le trataba “como si fuese un príncipe”. Nunca pudo regresar a su país, por problemas políticos, y no volvió a ver a su familia excepto en una sola oportunidad. En su obra destacan estudios, preludios, sonatas, nocturnos, mazurkas, baladas, scherzos, impromptus, canciones y polonesas. Sus 2 conciertos para piano y otras obras orquestales fueron compuestas antes de los 19 años de edad. De ahí en adelante se dedicó exclusivamente al piano. Sus síntomas comenzaron a temprana edad con tos productiva, disnea (sensación de falta de aire) y períodos de hemoptisis (eliminación de sangre por la vía aérea). También sufría diarreas recurrentes por la ingestión de grasas y vómitos con sangre. Tenía poca tolerancia al ejercicio y una contextura extremadamente delgada, medía 1.70 metros y nunca pesó más de 45 kgs. Su enfermedad progresó lentamente por al menos 20 años, con períodos de remisión, los que aprovechaba para componer. “Imposible escribir música con una tos sofocante, lleno de flemas con sangre y sudando frío”, escribió a su amigo Wojciech Grzymala en 1845. En los últimos cuatro años de vida, requería ayuda para subir las escaleras y hacía clases de piano recostado en un sillón. Chopin murió a los 39 años, en su departamento de Place Vendôme, París. A pesar de que su certificado de defunción decía “tuberculosis de pulmón y laringe”, enfermedad prevalente en esa época, la autopsia practicada no reveló cavernas tuberculosas (esperable para una infección de tan larga evolución, antes de la era antibiótica), y su corazón tenía el lado derecho aumentado de tamaño. Por otra parte, ninguna de las personas con quien convivió mostró jamás algún signo de contagio. El médico que practicó la autopsia, el Dr. Jean Cruveilhier, considerado experto en tuberculosis en el París de esa época y autor de un atlas de patología, confesó que “se trataba de una enfermedad que no se había visto antes”. En la actualidad se plantean otras patologías como su causa de muerte: estas se refieren a enfermedades genéticas como la fibrosis quística* o una forma muy rara de enfisema**, o a bronquiectasias pulmonares. La primera hipótesis se basa en que dos de las tres hermanas de Chopin sufrieron un cuadro similar (fallecieron de 14 y 47 años), sus síntomas comenzaron a temprana edad, fueron progresivos y multiorgánicos. Otra característica de esta patología es la infertilidad y Chopin no tuvo descendencia. En contra de la fibrosis quística está el hecho que los pacientes apenas sobrevivían hasta la pubertad en la era pre-antibiótica, aunque pudo haber tenido una forma leve de presentación clínica. Las bronquiectasias (dilatación patológica de los bronquios ligada a infección), pueden ciertamente producir hemorragia pulmonar recurrente, y su asociación con la tuberculosis y la fibrosis quística es frecuente. El funeral de Chopin se realizó en la iglesia de la Madeleine ante 4 mil invitados. Su cuerpo fue enterrado en el Cementerio Père Lachaise y su corazón se llevó a Polonia (fue su último deseo), el cual reposa en la Iglesia de la Santa Cruz de Varsovia. Nota: en 2008, un grupo de científicos polacos expertos en fibrosis quística del Instituto de Biología Celular y Molecular de Varsovia, solicitaron autorización al Gobierno Polaco para realizar pruebas de ADN al corazón de Chopin y poder establecer en definitiva su causa de muerte. Esta solicitud fue rechazada, en parte porque “no se justifica por el potencial conocimiento a obtener”, y porque se desconoce el estado en que puede estar el corazón, después de 160 años sumergido en alcohol (se cree que cognac). *La fibrosis quística fue descrita en 1930. **El enfisema por déficit de alfa 1-antitripsina, fue descrito en 1963. La incidencia de su genotipo es extremadamente baja. FRANZ LISZT: (Nació en Raiding, Hungría, en 1811; murió en Bayreuth, Alemania, en 1886). Impresionado por la maravillosa técnica de Paganini, encontró en el piano los equivalentes de virtuosismo, transcribió mucha de su música y perfeccionó su propia técnica a un grado extraordinario. Su prestancia en el escenario y personalidad carismática llevaban a la audiencia al éxtasis. Su obra es extensa: poemas sinfónicos, 2 conciertos para piano, Estudios Trascendentales para piano, su obra maestra “Años de Peregrinaje”, Rapsodias Húngaras, sonatas para piano, sinfonía “Dante”. Liszt sufrió de una sensación de ahogo progresivo ante el esfuerzo por muchos años, derivado del daño bronquial asociado a su hábito tabáquico exagerado, que comenzó muy joven*. Se sabe que desde las 4 de la mañana, hora en que se levantaba a trabajar en sus composiciones, fumaba una interminable cadena de cigarros y pipas. Su cuadro progresó hacia una enfermedad cardíaca derecha (sus extremidades inferiores solían hincharse hasta la rodilla) debido al importante daño pulmonar. En sus últimos meses de vida experimentó una insuficiencia cardíaca congestiva con probable enfermedad vascular asociada. Su muerte se habría precipitado por un infarto agudo del miocardio. Liszt presentó catarata bilateral y tenía programada su operación, pero falleció poco antes, cuando tenía 75 años de edad. Anton Bruckner fue el organista en su servicio fúnebre. *Hoy se conoce como enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). RICHARD WAGNER: (Nació en Leipzig, Alemania, en 1813; murió en Venezia, Italia, en 1883). Sus innovaciones en la estructura de la ópera, en la armonía y en el uso del leitmotiv inspiraron a compositores posteriores. Figura polémica en el plano personal, musical y político. Debido a su ambición y egolatría, algunos autores lo comparan con Napoleón o Julio César. Sus escritos y música atrajeron a los fundadores del Tercer Reich, que de forma controvertida utilizaron su música como “exaltación nacionalista de la raza aria”. Sus obras son la columna vertebral de la ópera alemana: “El Holandés Errante”, “Tannhäuser”, “Tristán e Isolde”, “Los Maestros Cantores de Nürenberg”, “El Anillo de los Nibelungos”, “Parsifal”; también compuso una sinfonía. Diez años antes de su muerte presentó “espasmos” del corazón, y en los últimos tres años se agregó una molestia opresiva en el pecho que fueron tratados con baños de mar, pero al no experimentar mejoría cambió por baños de arcilla y brea. Este tipo de tratamiento gustaba a Wagner y los usaba para diversos malestares desde su juventud. Su enfermedad terminal fue una angina inestable y su causa de muerte fue un infarto agudo al miocardio, a la edad de 70 años. JOHANNES BRAHMS: (Nació en Hamburgo, Alemania, en 1833; murió en Viena, Austria, en 1897). Rompió con las concepciones musicales tradicionales. Se consagró como compositor con su primera sinfonía, que habría demorado quince años en terminar. Desde su juventud estableció una hermosa amistad con Robert Schumann y su esposa Clara Wieck, virtuosa pianista y compositora. Su obra es extensa e incluye: 4 sinfonías, 2 conciertos para piano, Concierto para Violín, Concierto para Violín y Cello, Liebeslieder, Danzas Húngaras, Requiem Alemán y numerosas obras para piano como Intermezzos, Rapsodias, entre otras. Brahms parece haber tenido muy buena salud a lo largo de su vida. Sin embargo, desde los 35 años en adelante lució una figura obesa, cuello corto y grueso, que disimulaba con una barba larga y camisas sin cuello. Solía beber en exceso. Presentaba hipersomnolencia diurna, se podía quedar dormido en un teatro, en un café, en cualquier lugar (situación de la que existen numerosos relatos de amigos). Durante el sueño tenía una respiración irregular, con períodos de apnea (ausencia de respiración por más de 10 segundos) que terminaban bruscamente con un “bufido”*. Estos pacientes suelen tener alteraciones del ánimo, con irritabilidad y períodos de depresión, lo que también estuvo presente en él. Su enfermedad terminal comenzó en 1896, cuando desarrolló una ictericia progresiva (coloración amarilla de la piel y mucosas) y pérdida de peso. Su diagnóstico definitivo fue cáncer hepático, del cual falleció meses después, un mes antes de cumplir 64 años. * Estas características son compatibles con una apnea obstructiva de sueño, patología que en su época era desconocida. PIOTR IL’YICH TCHAIKOVSKI: (Nació en Votkinsk, Rusia Imperial, en 1840; murió en San Petersburgo, Rusia Imperial, en 1893). Sin duda uno de los grandes compositores rusos. A los 14 años sufrió un episodio traumático cuando su madre murió de cólera. Se graduó de abogado, pero ejerció solo durante 3 años, para dedicarse a la música. Fue profesor en el Conservatorio de Moscú. Para disipar los rumores de su supuesta homosexualidad se casó con una joven alumna del conservatorio, Antonina Miliukova, tan inestable como él, pero tres meses después su matrimonio terminó en un rotundo fracaso y en un intento de suicidio del músico. En 1877, una viuda multimillonaria y madre de 12 hijos, Nadezhda von Meck (1831-1894), le otorgó un subsidio anual para que pudiera dedicarse a componer sin presiones económicas. Durante 13 años mantuvieron una relación íntima de tipo epistolar, porque jamás se conocieron. Se dice que ella suspendió la ayuda al enterarse de su condición homosexual, hecho que constituyó un duro golpe anímico para el músico. Su obra incluye: 6 sinfonías (“Patética”), 1 Concierto para Violín, 3 conciertos para piano, varias óperas (“Eugenio Oneguin”); 3 ballets (“El Lago de los Cisnes”, “La Bella Durmiente” y “Cascanueces”); varias obras orquestales (oberturas “1812”, “Romeo y Julieta”, “Hamlet”). Fue tímido y sensitivo, de carácter melancólico, atormentado e inestable desde el punto de vista emocional. Vivió muchos períodos al borde del colapso, dada su gran carga de trabajo y su agitada vida personal. Sufrió de insomnio y presentó varias crisis depresivas. Tchaikovski falleció 9 días después del estreno de su Sexta Sinfonía (“Toda mi alma está en esta sinfonía”, confesó). La versión de su familia fue cólera, que se habría producido por beber agua contaminada sin hervir. Pese a que en ese tiempo había estallado una epidemia de cólera en San Petersburgo, surgieron interrogantes acerca de cuándo o en qué lugar se infectó con esa enfermedad, frecuente en barrios pobres que no contaban con las condiciones higiénicas básicas, y no en el medio donde el músico se desenvolvía. Otra hipótesis postuló un suicidio por arsénico. Esta decisión habría sido tomada porque un “tribunal de honor” de su Escuela de Jurisprudencia, lo habría “juzgado” por su conducta homosexual y lo habría “sentenciado” a cometer suicidio, para salvar su honor y el de sus compañeros. La real causa de muerte de este genial músico, a los 53 años, tal vez nunca se conozca. GUSTAV MAHLER: (Nació en Kalischt, Bohemia, en 1860; murió en Viena, Austria, en 1911). Sus complejas sinfonías y canciones son obras maestras del post romanticismo. Fue aclamado como director de orquesta. Tenía una personalidad reservada, neurótica, muy exigente consigo mismo y con los músicos. Bruno Walter, su asistente por muchos años, contaba que podía despedir a un músico mediocre sin disculparse. Dos hechos dramáticos ocurridos en sus últimos años de vida (la muerte de su hija de cinco años y la infidelidad de su esposa Alma con un joven arquitecto), agravaron sus complejas relaciones interpersonales. Fue atendido por Freud, quien confirmó el diagnóstico de neurosis obsesiva. Su obra incluye 10 sinfonías, ciclos de canciones para voz y orquesta: “Kindertotenlieder”, “La Canción de la Tierra” y otros. Durante su niñez sufrió varios episodios de amigdalitis y contrajo fiebre reumática. Aunque gozó de buena salud en su juventud y disfrutaba de la actividad física al aire libre, las amigdalitis a repetición le ocasionaron infección de las válvulas cardíacas*. Su enfermedad duró casi cuatro meses. Colapsó después de dirigir un concierto en Nueva York, sobrefatigado y febril. El diagnóstico se confirmó con un hemocultivo que reveló un alarmante crecimiento de la bacteria streptococo viridans (examen de laboratorio de reciente implementación en esa época). El y su esposa decidieron volver a Viena, donde falleció a la edad de 51 años. El diagnóstico final fue edema pulmonar y falla renal, secundarios a endocarditis bacteriana de curso subagudo. * Hoy en día esto se puede prevenir con antibióticos, y si la lesión valvular es muy severa, es posible su corrección quirúrgica. En caso contrario, el deterioro progresivo valvular puede conducir a una insuficiencia cardíaca con la consecuente congestión pulmonar (edema pulmonar). Este fue el caso de Mahler. Impresionismo: este movimiento pictórico-musical nació en Francia, en el último tercio del siglo XIX. Fue la obra “Impresión, Sol Naciente” de Claude Monet, que figuró en la primera exposición del grupo de pintores en 1874, lo que les dio el nombre de impresionistas. En la pintura se dio más importancia a la luz y color que a la forma, y reflejó las impresiones más que la realidad. El impresionismo en la música es posterior, comenzó hacia 1882 y fue influido por poetas simbolistas como Rimbaud, Baudelaire, Mallarmé y otros. Rompió con las reglas clásicas y predominó el timbre de los instrumentos (color) sobre la melodía (dibujo), e incluso en la estructura del sonido (armonía). Los músicos más destacados fueron Claude Debussy y Maurice Ravel. CLAUDE DEBUSSY: (Nació en St. Germain-en-Laye, Francia, en 1862; murió en París, Francia, en 1918). En 1884 ganó el Grand Prix de Roma, prestigioso concurso para compositores jóvenes del Conservatorio de Paris, lo que le permitió permanecer en Roma por dos años. A su regreso se unió al grupo de pintores impresionistas y poetas simbolistas. Su primera gran obra maestra fue el Boceto Sinfónico “Preludio a la Siesta de un Fauno”, basado en un poema de Mallarmé, la que según expertos marca el inicio de la modernidad musical. Debussy nunca aceptó el término “impresionista” para su estilo musical. Otras obras orquestales incluyen: Nocturnos, El Mar, Imágenes, su ópera “Pelléas et Méllisande”; compuso obras de cámara y para piano: Preludios, Imágenes, Estudios, Suite Bergamasque (cuyo 4° movimiento es el famoso “Claro de Luna”). Tuvo una hija única (Chouchou) de su segunda esposa, para quien compuso “Children’s Corner” y el ballet “La Boîte a Joujoux”. En 1909 se le diagnosticó un cáncer colorectal, del que fue operado seis años más tarde. Sin embargo, pese a su deterioro físico y debilitamiento, no murió de cáncer; su muerte, a la edad de 56 años, se produjo tras un poderoso bombardeo alemán al norte de París, durante la I Guerra Mundial, por lo que no se le pudo rendir el honor de un funeral público. El día de sus exequias, otra ofensiva bélica dispersó al cortejo que lo acompañaba hacia el Cementerio Père Lachaise. Poco después su cuerpo fue vuelto a enterrar en el Cementerio de Passy junto a su esposa e hija, quien murió un año después, a los 14 años, víctima de una difteria epidémica. MAURICE RAVEL: (Nació en Cibourne, Francia, en 1875; murió en Paris, Francia, en 1937). Reconocido como maestro de la orquestación, cultivó la perfección formal sin dejar de ser profundamente expresivo. Por su meticulosidad, Stravinsky lo llamaba “relojero suizo”. Tenía una personalidad enigmática y no se le conocieron amigos. El estilo de Ravel es muy diferente al de Debussy; mientras Ravel se inspiró en el baile, en España (su madre era vasca) y otros países lejanos, Debussy se inspiró mayormente en la naturaleza. Las armonías modernas de Ravel tienen raíces clásicas, mientras Debussy se complació en las formas nuevas e indefinidas. Su obra incluye: “Valse Nobles y Sentimentales”, su famoso “Bolero”, “Daphnis et Chloé” (originalmente fue ballet), 2 conciertos para piano (el Concierto para la Mano Izquierda fue encargado por el pianista Paul Wittgenstein, quien perdió el brazo derecho en la I Guerra Mundial), canciones y numerosas piezas para piano. Ravel sufrió una rara enfermedad neurológica que se discute hasta hoy. En 1933, demoró 8 días en escribir una carta de 56 palabras. Fue estudiado por un neurólogo con habilidades musicales y por un alumno avanzado. El conservó su habilidad musical, podía reconocer los sonidos, su pensamiento musical estaba intacto pero no podía traspasarlo al pentagrama*. Su neurólogo escribió que para un artista creativo “concebir es nada, expresarlo es todo”, subrayando una situación que fue devastadora para él. Se practicó un ventrículograma cerebral que reveló ensanchamiento de los ventrículos y atrofia de la corteza del cerebro, confirmando una enfermedad degenerativa cerebral. Otros autores han sugerido que se trataba de la enfermedad de Alzheimer. Sufrió un deterioro lento y progresivo hasta 1937, cuando un conocido neurocirujano lo operó, convencido que un tumor obstruía el líquido cefalorraquídeo y le producía hidrocefalia. En el acto quirúrgico no se encontró una enfermedad focal, pero sí se confirmó la avanzada atrofia cortical y alteraciones del sistema ventricular. Ravel entró en coma y murió once días después, por un probable hematoma subdural, a consecuencia de la operación. Su familia se opuso a que se realizara autopsia, por lo que la exacta naturaleza de su enfermedad sigue en discusión. Tenía 62 años. *Estos síntomas se conocen como afasia y apraxia. Periodo moderno: comprendido entre 1900 y 1985. Para algunos autores, representa la progresión lógica de las tendencias en la composición del siglo XIX, mientras que para otros, indica el rechazo del método de composición clásica. El modernismo recoge el apego al avance tecnológico del siglo XX y lo aleja de las normas y formalismos del arte de la época. Incluye una amplia variedad de tendencias como: neoclasicismo, expresionismo, serialismo, música electrónica, minimalismo. Se exponen cuatro distinguidos representantes. BÉLA BARTÓK: (Nació en Nagyszentmiklós, Hungría, en 1881; murió en Nueva York, Estados Unidos, en 1945). Junto a su compatriota Zoltán Kodály (1882-1967), recopilaron música folklórica húngara y de los Balcanes, dejando una impronta en sus estilos musicales. En su innovadora obra, que deslumbra por sus complejos ritmos, destacan los cuartetos de cuerda, 3 conciertos para piano, “Música para Cuerdas, Percusión y Celesta”, la ópera “El Castillo de Barba Azul”, el ballet “El Mandarín Maravilloso”, el Concierto para Orquesta y “Mikrokosmos”, obra didáctica para piano que consta de 6 volúmenes. Se instaló en Nueva York en 1940 junto a su tercera esposa, donde no se sintió cómodo y sufrió serias dificultades económicas. En 1942, Bartók presentó un cuadro interpretado como “influenza”. Nunca se recuperó completamente y persistió con fiebre intermitente, asociado a anemia y baja de peso. Sus médicos evitaron comunicarle el diagnóstico y le dijeron que su condición se debía a una “recurrencia de una lesión tuberculosa”, que habría sufrido durante su juventud. En esa época se empezó a usar el antibiótico Estreptomicina, y cuando un indignado amigo de Bartók preguntó a su médico por qué no lo usaba en su tratamiento, se le comunicó su real diagnóstico: leucemia mieloide crónica. El único tratamiento disponible entonces era hospitalización y transfusiones de sangre*. El músico sufrió una severa depresión, acrecentada por la muerte de su esposa. Su deterioro fue inexorable y progresivo y llegó a pesar 36 kgs, pero aún así, terminó su tercer concierto para piano (solo le faltaron 17 compases). Murió a los 64 años. *En la actualidad, la quimioterapia y el transplante de médula ósea han mejorado significativamente el pronóstico de esta enfermedad. IGOR STRAVINSKY: (Nació en San Petersburgo, Rusia Imperial, en 1882; murió en Nueva York, Estados Unidos, en 1971). Uno de las músicos más importantes del siglo XX. Fue alumno de Nicolai Rimski-Korsakov. Su ballet “Consagración de la Primavera” rompió los moldes tradicionales y fue una de las obras más progresistas de su tiempo. Cultivó el neoclasicismo y otras tendencias. Stravinsky actuó como Director Invitado con la Orquesta Sinfónica de Chile, en 1960. Entre sus obras destacan: los ballets “El Pájaro de Fuego”, “Petrushka”; las suites “El Canto del Ruiseñor”, “Historia del Soldado”, “Sinfonía de los Salmos”, Oratorio “Edipo Rey”, Capriccio para Piano y Orquesta y numerosa música de cámara. En 1914 su primera esposa contrajo tuberculosis, que habría infectado a una de sus hijas y probablemente a él, a quien se le diagnosticó en 1937. En 1939 fallecieron ella (de cáncer) y su hija (de tuberculosis), tras lo cual sufrió un severa depresión permaneciendo hospitalizado por 5 meses, periodo durante el cual también murió su madre. En 1956 y más tarde en 1959 sufrió una trombosis cerebral. En 1969 fue tratado por una reactivación de la tuberculosis pulmonar, de la cual falleció dos años después, a la edad de 89 años. GEORGE GERSHWIN: (Nació en Brooklyn, Nueva York, en 1898; murió en Beverly Hills, California, en 1937). El más querido y popular compositor norteamericano, convirtió el lenguaje del jazz y el blues a la música sinfónica. Sus obras más conocidas son “Rhapsody in Blue”, la ópera “Porgy & Bess”, “Un Americano en Paris” (su música se usó en la película del mismo nombre, con coreografía de Gene Kelly). Incursionó con mucho éxito en la música popular, con más de 100 canciones conocidas. Su historia clínica comenzó poco después de llegar contratado a Hollywood en 1935, junto a su hermano Ira, quien escribía la lírica de sus canciones. Presentaba fuertes dolores de cabeza, irritabilidad y depresión, lo que se interpretó como “stress”. En febrero de 1937 se notaban sutiles cambios en su personalidad. Mientras ejecutaba su Concierto en Fa para Piano perdió su conciencia por unos segundos, precedido por una sensación de olor a goma quemada. El músico estaba manifestando signos de irritación cerebral y de hipertensión endocraneana, pero desgraciadamente no aceptó someterse a una punción lumbar, examen que habría ayudado a confirmar el diagnóstico. La intensidad de sus síntomas progresó lentamente, se observó papillo edema (congestión del disco óptico), pero nada se hizo para aliviar sus síntomas, aludiendo sus médicos a un comportamiento neurótico o paranoico. El 9 de julio de 1937, su hermano lo encontró en su cama inconsciente y su médico confirmó un coma. Se realizó un ventrículograma* que reveló un tumor en la zona temporal derecha con herniación cerebral, lo que se confirmó en una intervención quirúrgica de urgencia, pero el músico murió pocas horas después sin recuperar la conciencia. La autopsia demostró un astrocitoma** de alta malignidad. Tenía sólo 39 años. *Casi 50 años después de la muerte de Gershwin, la resonancia magnética y la tomografía computada (scanner) cerebral pueden proporcionar la ubicación, tamaño y consistencia exactos de un tumor, de manera no invasiva. **Astrocitoma es un tipo frecuente de cáncer cerebral en el niño y el adulto. DIMITRI SHOSTAKOVICH: (Nació en San Petersburgo, Rusia Imperial, en 1906; murió en Moscú, URSS, en 1975). Uno de los más grandes compositores del siglo XX. Como vivía en el régimen comunista sentía que su música debía servir al Estado. Sin embargo, en 1948 se le acusó de “contrarrevolucionario” y tuvo que retractarse de ella. Su obra es extensa: 15 sinfonías, cuartetos, ballets, óperas (“Lady Macbeth de Mtsenk”), 2 conciertos para piano, 2 para violín y 2 para cello. También compuso música para cinearte (“Hamlet”, “El Rey Lear”). Era tímido y tenía un carácter obsesivo. Sufrió varias enfermedades crónicas durante sus últimos 17 años de vida, aunque no dejó el cigarrillo ni el vodka. Su mano derecha se debilitó al punto que no podía tocar piano; se diagnosticó polio en 1965*, se fracturó sus dos extremidades inferiores en diversas caídas y presentó dos infartos cardíacos, en 1966 y 1971. Murió a consecuencia de un cáncer pulmonar avanzado (bilateral, probablemente una metástasis de un cáncer primario desconocido). Tenía 69 años de edad. *Actualmente se postula que padeció esclerosis lateral amiotrófica, que es una alteración progresiva de las neuronas motoras, con pérdida de la coordinación y fuerza muscular. MUERTES DE CAUSA INSÓLITA. No podemos dejar de mencionar a aquellos músicos que perdieron su vida de una manera fortuita y lamentable: Jean-Baptiste Lully (1632-1687): Compositor italiano, importante en la música francesa de su época, conocido por sus obras para representación, principalmente por sus óperas. Fundador de la ópera francesa. Mientras dirigía su Te Deum en honor al Rey Luis XIV, inadvertidamente hirió su pie con la punta del báculo que se utilizaba entonces para marcar el tiempo, mucho antes del uso de la batuta actual. La herida se gangrenó, pero Lully se opuso a la amputación del área, lo que se complicó con una sepsis generalizada y su muerte dos meses después. Ernest Chausson (1855-1899): Compositor francés, figura clave del renacimiento francés a partir de 1870. De solo 44 años y en la cúspide de su carrera musical, salió a dar un paseo en bicicleta cerca de su casa en Limay, Francia, perdió el control en una cuesta descendente y chocó con una muralla de ladrillos. Murió de forma instantánea. Enrique Granados (1867-1916): Compositor y pianista español. El estreno de su ópera “Goyescas” fue cancelado en Europa debido al estallido de la I Guerra Mundial, por lo que se estrenó en el Metropolitan Opera en Nueva York. Después fue invitado por el Presidente Woodrow Wilson a dar un recital de piano en la Casa Blanca, pero tras cumplir con el compromiso, él y su esposa perdieron el barco de regreso a España. Entonces tomaron un barco a Inglaterra para abordar un ferry que los llevaría a Francia, pero mientras navegaban por el Canal de la Mancha éste fue impactado por un torpedo alemán. Granados, que siempre tuvo miedo al mar, saltó del bote salvavidas para rescatar a su esposa que había caído al agua, pero se ahogaron ambos. Su cuerpo nunca fue encontrado. Anton Webern (1883-1945): Importante compositor austríaco. Junto a Arnold Schönberg y Alban Berg crearon un nuevo lenguaje musical, la música dodecafónica o serial. Durante la II Guerra Mundial, él y su familia se trasladaron a Salzburgo por motivos de seguridad. Una noche, para no despertar a sus nietos, salió afuera de su casa a fumar olvidando que había toque de queda decretado por las Fuerza Aliadas. Un soldado americano, por error, le disparó y mató cuando lo vio encender el cigarrillo. La causa de muerte de otros compositores se señala en la tabla 1. Esperamos que estas líneas hayan servido para proporcionar una visión más humana de estos personajes de carne y hueso, quienes, algunos con inmensa fortaleza y determinación lograron sobreponerse a enfermedades severas y debilitantes, y consagraron su genio para embellecer y enriquecer nuestros espíritus, con su música verdaderamente “inmortal”. REFERENCIAS SELECCIONADAS: 1. 2. Honolka K. y cols: Historia de la Música. Edit. EDAF, Madrid, 2005. O’Shea J: Music & Medicine. Medical Profiles of Great Composers. JMDent, London, 1993. 3. Neumayr A: Music & Medicine; Chopin, Smetana, Tchaikowsky, Mahler. Notes on their lives, works and medical histories. Medi-Ed Press, Bloomington, IL, 1997. 4. Miranda M: Creatividad, Arte y Medicina: El impacto de la enfermedad en la creatividad de figuras históricas. Sánchez y Barceló, Santiago, 2008. 5. Rietschel ET, Rietschel M, Beutler B. How the mighty have fallen: fatal infectious diseases of divine composers. Infect Dis Clin N Am 2004;18:311-339. 6. 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