Curso de Navegación a Vela en la National Outdoor Leadership
Transcripción
Curso de Navegación a Vela en la National Outdoor Leadership
Daniel Mendoza Villanueva Curso de Navegación a Vela en la National Outdoor Leadership School (NOLS), 2012 La escuela NOLS es considerada como la institución líder en la enseñanza de actividades al aire libre a nivel mundial. Cuenta con sucursales en Escandinavia, India, Este de África, Nueva Zelanda, Australia, Alaska, Estados Unidos y a nivel Latinoamérica, solo en el Amazonas, Patagonia y en Mulegé, Baja California; por lo que somos privilegiados al contar con esta institución en nuestro estado. Los cursos que se imparten en Mulegé son caminata en montaña, kayak, primeros auxilios y navegación a vela, siendo este último la primera vez que se impartió en español durante febrero del 2012. Los veleros que se utilizaron son modelos típicos ingleses, Drascombes Longboats, de 21 pies de eslora con 2 mástiles y 3 velas (mesana, mayor y -dependiendo de las condiciones- foque, tormentín u Génova). Debido a que el curso estaba enfocado a educadores con orientación a la navegación por vela, uno de los objetivos fue el manejo eficiente de grupos, así como también el aprendizaje de técnicas de enseñanza, técnicas de acampar con mínimo impacto (NDR – No deje Rastro), evaluación y manejo de riesgos, planificación de expediciones y técnicas de navegación a vela. Antes de salir a navegar, pasamos un día en la escuela ubicada en la Playa Coyote preparando y empaquetando el equipo, comida y ropa a manera de hacerlo completamente impermeable en caso de alguna volcadura de la embarcación. La elección y cantidad de la comida estuvieron en función de un cálculo aproximado por persona deacuerdo a los requerimientos energéticos por día. Con respecto a la ropa, fue necesario llevar la menor cantidad de prendas pensando siempre en el principio de cobertura por capas, con el fin de nunca estar sufriendo por los cambios del clima. Por la mañana del segundo día del curso, y después de las indicaciones de cómo guardar todas las mochilas, buscando siempre un buen balance tanto de babor-estribor y popa-proa, por fin salimos. Fueron en total 12 días en campo, con salida de Bahía Coyote y llegada al poblado de San Nicolás, Baja California Sur. Recorrimos un total de 48.5 millas náuticas aproximadamente y acampamos cada noche en playa, practicando el anclaje tipo mediterráneo con ancla en popa y proa, aunque durante un evento extraordinario fue necesario llevar las embarcaciones a playa con ayuda de las defensas. Saliendo de Bahía Coyote cruzamos Bahía Concepción a playa Amolares, después con rumbo norte a Punta Santo Domingo para dar vuelta a Punta Concepción y navegar al sur hasta llegar a Médano Blanco y por ultimo San Nicolás. Durante la travesía tuvimos una gran variedad de condiciones climáticas, desde nulo viento, hasta grandes ráfagas, por lo que navegamos a vela, con rizos en la vela mayor, a motor y con remos. Aprendimos y practicamos distintos conceptos de navegación y vela, desde maniobras simples de bordada y trasluchada, hasta maniobras de hombre al agua, volcadura y recuperación de la embarcación. Tuvimos la oportunidad de trabajar todas las velas, el timón e incluso ser contramaestres de la embarcación con la responsabilidad de elaborar todo el plan de navegación un día antes de partir a un destino fijo. Aparte de haber sido un gran curso de aprendizaje en cuanto a navegación a vela, también lo fue de aprendizaje y retroalimentación con los compañeros e instructores, una excelente oportunidad de renovar nuestra capacidad de asombro. Daniel Mendoza Villanueva Por último, los dejo con este poema de Benedetti titulado El silencio del Mar; saludos náufragos de calle. El silencio del mar brama un juicio infinito más concentrado que el de un cántaro más implacable que dos gotas ya acerque el horizonte o nos entregue la muerte azul de las medusas nuestras sospechas no lo dejan el mar escucha como un sordo es insensible como un dios y sobrevive a los sobrevivientes nunca sabré qué espero de él ni qué conjuro deja en mis tobillos pero cuando estos ojos se hartan de baldosas y esperan entre el llano y las colinas o en calles que se cierran en más calles entonces sí me siento náufrago y sólo el mar puede salvarme. Daniel Mendoza Villanueva Maniobra de volcadura y recuperación de la embarcación: