TU FE SEA HALLADA EN ALABANZA Biblia: 1
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TU FE SEA HALLADA EN ALABANZA Biblia: 1
Sermón en el día miércoles 15 de julio de 2015 Título: TU FE SEA HALLADA EN ALABANZA Biblia: 1 Pedro 1:1-25 Predicador: Pastor Dong Han David Lee Iglesia Reformada Esperanza Tte. 1ro. Leónidas Escobar 3913 c/ Av. Japón Asunción, Paraguay www.evangelio123.org [email protected] (595) 0972-815-179 / (595) 0981-815-179 ************** Pedro, apóstol de Jesucristo, a los expatriados de la dispersión en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia, elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas. Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero. En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo, a quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso; obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas. Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación, escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos. A éstos se les reveló que no para sí mismos, sino para nosotros, administraban las cosas que ahora os son anunciadas por los que os han predicado el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas en las cuales anhelan mirar los ángeles. Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado; como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo. Y si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación; sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación, ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros, y mediante el cual creéis en Dios, quien le resucitó de los muertos y le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sean en Dios. Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro; siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre. Porque: Toda carne es como hierba, y toda la gloria del hombre como flor de la hierba. La hierba se seca, y la flor se cae; mas la palabra del Señor permanece para siempre. Y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada. INTRODUCCIÓN El sentido que cada creyente evangélico tiene acerca de Dios muchas veces traiciona, incluso a aquellos quienes realmente quieren hacer bien las cosas y bíblicamente. Pues no es fácil quebrar “el Dios de tu pensamiento” que normalmente han aprendido, que han escuchado muchas veces. Así, cada uno tiene un “deseo” de Dios. Lo que TÚ esperas que Dios “SEA”. Entonces: “siempre estás dispuesto cuando las cosas se encaminan hacia tu deseo”, o así las cosas parecen presentarse. ¿Qué sucede en un hecho no esperado? ¿Cómo reaccionas a eso? La biblia dice: “Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual. Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie. Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.” (1 Corintios 2:12-16) Así que, ¿cómo sabes si eres hombre espiritual o si eres hombre natural? Porque lo que tú supones espiritual, cuando no estás disciplinado en Cristo Jesús hasta vencer finalmente al pecado y a la muerte, sabemos que siempre serás natural. ¿Sabes cuánto eres espiritual como pretendes serlo? ¿Un 60% espiritual y 40% carnal? ¿Eso te hace espiritual? ¿En qué aspectos de la vida eres espiritual y en qué aspectos de tu vida reaccionas como carnal? ¿O tienes una relación 80% espiritual y 20% carnal? ¿O 30% espiritual y 70% carnal? LAS REACCIONES INSTANTANEAS E INESPERADAS El hombre es generalmente inteligente, y en casos como estos temas, siempre el creyente tiende a defenderse, a equivocarse considerándose o evaluándose por encima de lo que es. Además, delante de personas no quiere verse pequeño. Por eso, siempre sale perdiendo, pues a falta de la sinceridad, no se puede medirse realmente en la dimesión y justeza de su fe. Pero para eso, están las preguntas, están las palabras que se enseñan, y para eso están las preguntas, situaciones y las reacciones instantaneas e inesperadas. Por ejemplo, si Dios te dijera: “Tu tierra de la herencia es el África”… ¿quién de ustedes harían rapidito los equipajes para viajar mañana mismo? Y es la razón por qué muchos creyentes siempre tienen “un deseo” dentro de la espera y voluntad de Dios para su vida. Pero ante una palabra, o una orden de Dios inesperado, o no esperado, o incluso no estimado en su pensamiento… no saben cómo responder con fe. Entonces, ¿eres hombre espiritual o eres hombre natural? Al final… ¿no eres tan espiritual? Significa que: Tu corazón siempre ha esperado tus DESEOS en Dios. Ahora que Dios comienza a abrir las puertas… No puedes alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero. Y todo esto, esta falta de actitud, falta de decisión, la falta de fuerzas para avanzar, las indecisiones que surgen porque uno pensaba y esperaba otras salidas o cumplimientos de la promesa de Dios… son los desconocimientos de Dios. Es que no se han preparado completamente. O mejor dicho: “SI HUBIERAS VIVIDO LA RESURRECCIÓN DE JESUCRISTO DE LOS MUERTOS”, tu reacción no sería tan negativa, ni sería tan sorprendete las salidas y respuestas de Dios. Por eso, una falta de discipulado, una falta de preparación hace que todas las cosas se vean a la hora de tomar decisiones ante las respuestas de Dios, o cuando Dios comienza a abrir las puertas. Y ese es el problema que tuvieron los judíos que fueron llevados a la diáspora, a los expatriados. Para aquellos que por la presciencia de Dios fueron llamados por Dios, aún en medio de esas lejanas tierras para que los elegidos vean cómo sus padres o ellos mismos se equivocaron. Que no puedes creer en Dios con una mente tan cerrada, ni tan corta de vista; considerando que tu Dios siempre tiene que cumplir tus deseos, tus visiones, tus pensamientos. Y te olvidas de creer cuando Dios te guía por otro lado. Lo importante es que tú sepas que tienes una herencia “INCORRUPTIBLE, INCONTAMINADA, INMARCESIBLE” en Cristo Jesús. Y que tienes que ser discípulo, tienes que saber ser discípulo ante cualquier situación, incluso en planes de vida que nunca habías pensado que viviría. O en lugares que nunca te imaginaste que llegarías, o que te dedicarías totalmente a otras cosas en que no habías planificado, ni estudiado, o formado profesionalmente. TÚ FE ES PUESTA A FUEGO El oro que habla en este capítulo de 1 Pedro, no es precisamente el oro, ese metal precioso y codiciado por los hombres. Sino que también se refiere a tus pensamientos, tus deseos, tus visiones, tus esperanzas; que cobijabas en tu interior y con los cuales has crecido, has planificado años y años de tu vida. Y eso se convierte en “oro” para tu persona. Porque piensas que siempre que los alcances, siempre que lo tengas… serás feliz, serás suficiente, habrás logrado tus sueños y las alturas de tu vida. Pero verás que muchas veces Dios tiene un camino bien diferente, si bien nunca mata del todo esos sueños, ni tus capacidades, ni los aprendizajes que has tenido; pero en un primer momento tienes que “dejar a un costado”, considerar que no existen. Porque así es más fácil de sobrellevar el discipulado. ¡Claro que no es fácil! Por eso, la primera y la última gran prueba de fuego de tu fe, será siempre con “TÚ ORO DEL CORAZÓN”. El oro del corazón del apóstol Pedro era o sería dentro de la pesca que era su medio de vida; ¿cuánto habrá planificado para crecer en su profesión o medio de vida? Pero Jesús le cambió su vida, y le dijo: ¡Serás pescador de hombres! ¿Fue fácil desechar todos esos años invertidos? ¿Es fácil cambiar de vida a una edad avanzada? En esto también consistirá tu prueba de fuego para la fe que tienes. Se conocerá cuánto estás formado en Cristo Jesús. ¿Acaso no decías: “todo lo puedo en Cristo que me fortalece”? ¿O estas cosas solamente podías en la dirección de tus sueños? ¡Todo sale a luz! Todo lo que hayas sembrado, eso segarás. Si has sembrado verdaderamente en Cristo Jesús, no te será difícil seguir los pasos de Dios; en cambio cuando tú sembraste en nombre de Jesús pero siempre teniendo tus pensamientos como el punto de destino y meta; será difícil aceptar los cambios que te imponen Dios. Si te has discipulado en Cristo Jesús, TU FE SERÁ HALLADO EN ALABANZA, EN GLORIA Y EN HONRA. ¿Por qué? Porque sentirás un inmenso gozo, una grande y sobreabundante gracia del Espíritu Santo quien te daría una gran paz. Porque finalmente ha llegado tu hora. En cambio, cuando uno supuestamente se discipuló para algo, pero Dios te hace derrumbar tu mundo, verás que tendrás un conflicto muy grande, estarás muy confundido. TU CAPACIDAD DE MORIR POR CRISTO Por un lado está la dificultad que tienes de “matar tus proyectos y sueños”; y también está en la falta de conocimiento de Dios… de conocer hasta dónde y cuánto es la “SOBERANÍA DE DIOS”; y de un aspecto más que Dios en su sabiduría más grande y profunda te haya “predestinado” y formado para un propósito de Dios. Sí, son cosas difíciles de entender y de aceptar para el hombre carnal, para el natural: saber que Dios “controla” tu vida y tiene un “destino” para ti es muy perturbador. Y he conocido a muchas personas quienes se han rebelado contra “ese destino”. Dice la biblia: “Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas. ¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán grande es la suma de ellos! (Salmos 139:16-17) Esta lucha puede llevarte durante muchos años, incluso existen creyentes quienes sin saberlo, sin buscarlo; viven toda su vida perdidos. Otros se empecinan en vivir sus propias vidas. Y en ambos casos, siempre encontrarán una oposición de Dios; y cuando clamen a Dios tampoco les responderá. Más aquellos quienes se han preparado concientemente, aquellos quienes aprendieron a morir, y a saber que sus vidas están en las manos de Dios. Que han confiado que Dios lo sabe todo, que lo tiene todo, que están aseguradas tus herencias en Cristo Jesús, cualquier camino y meta que Dios te indique verás que es más fácil porque está la voluntad de Dios. También verás con qué cuidado Dios te ha preparado para eso, te ha formado y te ha “creado” en su propósito. Sí, hallarás la esencia de tu vida. Entonces, tendrás paz y reposo en el Padre Celestial. Y podrás saber y confesar así al final de tus caminos: “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día” (2 Timoteo 4:7-8) CONCLUSIÓN Realmente la terquedad que tienen los creyentes de no aceptar la soberanía de Dios, que Dios tiene un camino muchísimo mejor para su vida, o el dejarse llevar por las manos de Dios… en realidad es producto de la “pecaminosidad” del hombre. Significa que nunca se ha “rendido” total y fielmente a Jehová Dios. Y ni qué decir que aún no conoce bien a Jesucristo en las medidas en que debe conocerse. Y esta dificultad lo único que delata es cuánto el hombre no ha “renacido de nuevo” en Cristo Jesús. ¡No importa cuánto alegue a su favor por la fe que tiene en Jesús! No está bautizado aún en el Espíritu Santo. Pero no tienes todo el tiempo del mundo, tampoco Dios te puede esperar durante todo el tiempo hasta que tú te decidas. Tu fe tiene que estar suficientemente maduro y fiel para responder afirmativamente cuando tu Padre y Creador te llama; entonces tu fe será hallada en alabanza. Que Dios te bendiga por la fe que tienes.