lora leigh veronica chadwick la caida de bob
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lora leigh veronica chadwick la caida de bob
Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de LORA LEIGH VERONICA CHADWICK LA CAIDA DE B.O.B. (B.O.B.’S FALL) ARGUMENTO: Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 2 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de Es el año 2375 y en el mundo finalizan los conflictos bélicos presentando una lucha unificada por la paz. La vida volvió a la normalidad, una vez más la tecnología pudo cambiar la guerra y las balas por la paz y el placer. La sexualidad fue cambiando por lo tanto las enfermedades también lo hicieron, los embarazos no planeados ahora son controlados. Andando muy cerca de esta sexualidad están los B.O.B —Hombres que funcionan a batería—una invención cibernética creada para mejorar el placer. Del tamaño natural, como si estuviera vivo, el más sexy, el más creativo juguete sexual jamás inventado, fueron programados para el sexo y para la respuesta de todos los sueños de una muchacha —o un hombre. En este nuevo mundo de sexualidad exagerada, el romance erótico renace. Escrito y liderado por el espíritu libre de la sensual Elyiana Richards, llevando el mundo a través de la tormenta. Pero Elyiana, vive una existencia lejos de las ventajas de la sociedad convencional, nunca soñó que probaría un B.O.B, nunca pensó que su mayor fantasía -la de ser tocada, de ser abrazada por el hombre correcto - se realizaría del modo como ocurrió. Aún su propio Némesis, El McDougal, líder de Ciber-Tronics, creador de los B.O.B. Lleno de sexualidad reprimida, sensualidad escondida, El McDougal, es un hombre que cerró sus emociones y sus necesidades y ahora dirige el proyecto sexual más avanzado y jamás imaginado por el hombre. Pero cuando el hombre despierte y los B.O.B duerman una vez más, El McDougal recordará lo que los B.O.B descubrieron - que no existe nada más sensual, sexy y caliente como el amor y la excitación que se construye a partir de eso. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 3 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de PRÓLOGO Diciembre Año 2375 “Mac” McDougal Sabía que estaba muriendo. Podía sentir como la sangre bombeaba de su cuerpo, rica y caliente, el elixir de la vida fluía de sus venas a pesar de los intentos de sus guardaespaldas para detener el flujo. Sangraba como un cerdo y no existía una maldita cosa que pudieran hacer para detenerla. —Rápido, mierda. Estamos solamente a una milla del laboratorio. Avise por radio, tenemos una oportunidad para llegar, apurémonos. Escuchó a su hermana, Amareth gritando a sus guardias y casi quiso reírse por la fría y dura determinación en su voz. Si su testarudez pudiese empujar la sangre de vuelta a su cuerpo y reparar el daño, entonces ella lo haría. Era tan fuerte y determinada como la había educado para ser, pero por un momento, sólo por un momento, lamentó la necesidad de las lecciones que él se vio forzado a enseñarle, los sueños que sabía que ella había perdido en el proceso. Alguna vez, la impetuosa hermana que él tanto amaba, estuvo llena de sueños de cuentos de hada. Ahora ella era pragmática, lógica y fría, dirigiendo el departamento de seguridad con una voluntad de hierro. Estando tan cerca de la muerte, Mac se dio cuenta de que sentía la falta de la niña que juró que veía hadas. Infierno, en un cegador y deslumbrante momento, se dio cuenta que extrañaba ser él mismo. No era el hombre que fuera antes. Se había aislado, había roto lazos y cualquier compromiso y afectos, excepto con su familia cercana. Su vida se centraba en sus propiedades y en encaminar a los rebeldes que aún luchaban contra el orden y la democracia planetaria. Sus muertes lo aprovisionaron por más de una década dejando espacio para muy poco más. Estaba siendo movido. El dolor quemó sus entrañas con tal agonía que perdió la respiración. Perdió y casi no la recuperó. Se atragantó, escuchando el ruido de sus pulmones llenándose de sangre, su cuerpo empezó a debilitarse, su corazón intentando Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 4 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de disminuir la velocidad. Apenas estaba conciente durante el trayecto hacia el laboratorio al que había intentado ir. La Seguridad que él había erigido, había sido comprometida de alguna manera, a pesar de sus bien diseñados planes. Esa fue la razón por la que se había dirigido a los laboratorios. Entre otras cosas, los laboratorios MacDougal trabajaban en su mayor parte, en armas de alta tecnología más avanzadas del mundo. De alguna forma, la información traspasó esas murallas y el proyecto esquemático de una de sus nuevas armas terminó en manos enemigas, un bien conocido simpatizante de los rebeldes. Iba a matar al bastardo responsable, si no moría primero. Esa fue la razón por lo que educó a Amareth a ser tan fuerte, fría y determinada ante el peligro. Habían sido traicionados, y obviamente por alguien en quien confiaban. —Acuéstenlo aquí. —La voz de Amareth traspasó su conciencia nuevamente. Estridente y afilada, motivaba a sus hombres como estaba seguro que nadie más lo haría. —No estamos preparados para esto. Tenemos sólo una unidad disponible una voz desconocida discutía. —Esto no va a funcionar. No hay manera de que funcione. Mac intentó concentrarse, enfocarse en la discusión furiosa alrededor de él. —Es nuestra única oportunidad. ¿Tienes alguna jodida mejor idea? —Amareth estaba gritando. —No—contestó asustado el hombre. —Pero Señorita MacDougal, esto no fue diseñado para esto. Él escuchó un crujido, un suspiro. —Escuche, pequeña rata. Si mi hermano muere usted lo seguirá en segundos. Recuerde eso. —La voz de Amareth era baja, peligrosa, justo como él le había enseñado. Ella se estaba transformando en una fuerza en ser tomada en cuenta. —Yo sé para que diseñamos esto, sé como funciona y también sé que tenemos una oportunidad, y por poco que sea, es mejor que verlo morir. El dolor se estaba volviendo más distante ahora. Era como si se estuviera desconectando. Estaba muy cansado. Increíblemente agotado. No se había dado cuenta en todos esos años lo cansado que se había vuelto. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 5 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de ¡No! Él no moriría. Tenía mucho trabajo por hacer, mucho que lograr. Mierda, todavía no había limpiado su agenda lo suficiente para cazar a esa escritora irritante que había estado llenando la cabeza de su hermana con todas aquellas ideas de romances y finales felices que no existían. Podría arrepentirse de la necesidad de fuerza que él estimulaba dentro de ella, pero su orgullo en eso era profundo. Si él moría, ella seguiría adelante, no caería en las manos de los enemigos que esperaban por ella ni cedería a las mentiras que la mayoría de las muchachas estaban hambrientas por creer en estos días. El amor no era un cuento de hadas como la Señorita Elyiana Richards escribía. No era suave, gentil, no era un héroe que luchaba por el felices para siempre. Era frío, implacable y destructivo. Era una palabra usada para engañar y usar los corazones gentiles que pronto se endurecerían por el hastío y las promesas rotas. Él no podía dejar que Amareth cayera en esas mentiras. Tenía que vivir el tiempo suficiente, para hacer que cierta Señorita Elyiana Richards se percatara de lo idiota que era. Pero por un momento, sólo por un momento, la imagen de la irritante australiana relampagueó en su mente como había estado en su última videoconferencia. Furiosa, sus ojos violetas relampagueando, su boca exuberante haciendo pucheros, ella lo dejó malditamente duro, malditamente rápido, tanto que casi se queda sin respiración. Ella era inocente, a pesar de los romances eróticos que escribía, a pesar del hecho que se lanzó contra él con una furia femenina que le hizo doler por poseerla. Era fresca, ardiente, e hizo que deseara cosas, que lamentara cosas en las que no tenía sentido pensar. Se forzó a prestar atención. Trató de apretar los dientes forzando los músculos. Puso cada onza de fuerza en prestar atención, para mantener los pequeños impulsos que crecían en su cerebro… Amareth se quedó a su lado mirando como los doctores y científicos reunidos en el laboratorio MacDougal trabajaban alrededor de su hermano. Las heridas eran horribles. Una en el pecho y otra en el abdomen, su pierna estaba quebrada y perdía una cantidad increíble de sangre. La mayor parte manchaba sus pantalones de Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 6 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de cuero y lo que quedaba de su camisa negra. Ella usó la mayor parte del paño para detener el flujo de sangre. Gracias a Dios que estaban lo suficientemente cerca del laboratorio y de las instalaciones medicas como para darle una oportunidad de sobrevivir. Eso era todo lo que necesitaba, una oportunidad. Mac era fuerte y obstinado. No moriría dejándola sola sin dar pelea, y ella se aseguraría malditamente bien que él tendría cada oportunidad para sobrevivir. Ella miraba mientras la unidad de androide era llevada a toda velocidad a la otra sala, mordiendo su labio cuando recordó su propia satisfacción en el proyecto del “androide sexual”. Tenía una estrecha semejanza con McDougal cuando era más joven, en sus días más salvajes. Casi uno noventa, con el largo cabello rojo despeinado y penetrantes ojos color verde claro. A pesar de que la unidad mantenía las características físicas de Mac, habían sido suavizadas, la cicatriz en su rostro estaba ausente, como la evidencia de que alguna vez su nariz estuviera quebrada. El androide no tenía la salvaje expresión de Mac, evidencia de una vida guiada por los horrores de las guerrillas de los rebeldes y la perdida de personas queridas. Ahora, con suerte el androide podría albergar el poder de la mente de su hermano y les daría la oportunidad de descubrir quien lo atacó. Quien traicionó a Mac era cercano a él, una parte vital de su red de información o nunca hubieran sabido dónde y cuándo atacar. La visita a los laboratorios fue realizada en estricto secreto, solamente algunas personas sabían su destino. La información que él había recabado para ella mientras llevaba a los guardaespaldas hasta su ubicación, indicaba que los atacantes habían sabido el lugar exacto dónde encontrar a Mac y cómo atacar. Mierda, Amareth, tenemos un espía. Encuentra al jodido espía y si no logro sobrevivir a esto… Mac, obviamente había llegado a la misma conclusión. A pesar de todas las protecciones alguien los había traicionado. —Lo encontrarás tú mismo, Mac. —Ella susurró mientras era colocado en la unidad especialmente diseñada para sustentar la vida, con electrodos ubicados en su cabeza que conducían al androide a su Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 7 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de lado. Ellos no podrían darse el lujo de quedarse sin El MacDougal1, ni un solo día. No ahora. —Despejen… —El científico en jefe pidió una evacuación del área alrededor de la unidad intensiva. La miró nerviosamente. —¿Y si esto no resulta? Ella sonrío. Una dura y fría curva en sus labios que Mac le enseñó. —Entonces tú y todas las personas en este laboratorio morirán. Punto. No toleraré fallas, doctor. No puedo darme ese lujo. Y sabían lo que haría. Su reputación como jefa de seguridad personal de El MacDougal no venía sin un costo. Ella estaba ansiando cumplir cada promesa, cada acuerdo que había realizado. Podía no gustarle, podía lamentar las decisiones que ella tomaba con cada fibra de su ser, pero ella cumpliría. Él empalideció, pero ella notó que puso cuidado extra al preparar todo para la transferencia de información del cerebro de su hermano al cuerpo mecánico del androide de la camilla de al lado. El androide fue creado para eso, para aceptar, procesar las memorias, emociones, sensaciones, como también la recuperación de datos vitales de la mente humana. El descubrimiento y aislamiento de los impulsos eléctricos del cerebro y de la trayectoria que éstos usaban para las respuestas humanas, movimientos y sensaciones, habían estimulado la creación del androide sexual y su enmarañado cerebro computarizado. Habían experimentado con la transferencia de información una docena de veces y en cada caso, fue un éxito absoluto. Ella solamente podía rezar para que esto ocurriera nuevamente. Sin embargo, Amareth jamás imaginó que el androide habría sido necesitado para esto. Ella observó cómo los electrodos ubicados entre la cabeza de su hermano y el cerebro computarizado del androide, empezaron a tener respuesta a los comandos enviados entre los dos. El cerebro era una computadora, una viviente, una obra de arte en constante desarrollo que había sorprendido a los doctores y científicos durante siglos. El descubrimiento de una viviente base de datos central, ubicada 1 Al fefe de un clan escocés, se lo llama El McDougal como distinción, no simplemente McDougal. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 8 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de profundamente dentro de la masa de tejido, había sido un avance muy importante, diferente de cualquier otro. Esto había permitido al campo científico crear “cerebros” similares para los androides, que hasta ese momento eran autómatas e incapaces de procesar pensamientos lógicos sin los comandos adecuados. El androide original había sido creado con un propósito de seguridad, para proteger contra nuevos ataques realizados por rebeldes en muchas de las áreas más pobladas del mundo. Desde entonces, los modelos habían evolucionado. Varias compañías habían creados versiones menores del androide sexual, pero Amareth vio allí un potencial que aún no había sido explorado. Si ella pudiera hacer el androide lo suficientemente “real” entonces las ventas de los modelos serían astronómicas. Sin embargo, no habían sido creados para ser usados en estas circunstancias. Su cerebro electrónico fue hecho para almacenar sólo el conocimiento de las funciones físicas del cerebro. El sentido del gusto, el olfato, la habilidad de parecer “real” a pesar de su cibernética. Ellos ahora iban a intentar un proceso mucho más complicado. Ella luchó con su preocupación, lo que le importaba era que el nuevo modelo avanzado de la compañía de MacDougal, CyberTronics, fuese capaz de mantener las informaciones almacenadas de la increíble mente de Mac. Él era, honestamente, un genio. Su mente era brillantemente rápida por sí misma, su habilidad para procesar el pensamiento y la intuición nunca fallaba en impresionarla. —Las lecturas son positivas… tenemos transferencia de información. Comience a disminuir las funciones vitales, fije todos los censores y las respuestas neuronales; lo induciremos a un coma hasta que podamos traer los cirujanos y los especialistas en respuestas neuronales hasta el laboratorio…—Los científicos trabajaron con ahínco preparando el cuerpo cubierto de sangre de Mac para la separación parcial. Los órganos internos deberían ser suturados y reparados, preparándolos para curar. Su sangre tendría que ser reemplazada y había que estimular su cuerpo para la cura de sus heridas. Inducir a Mac al coma profundo que se necesitaba era increíblemente peligroso. La voluntad humana luchará inconcientemente contra el Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 9 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de coma inducido, creando una batalla que frecuentemente terminaba en la muerte. —Preparen para cerrar sus heridas y empezar la transfusión de sangre.—Uno de los médicos le gritó a su equipo. —Tenemos una alerta de prioridad para Med-Tech. Los cirujanos estarán aquí en algunas horas. Ellos estiman un tiempo de respuesta de doce horas. —Tienen solamente diez. —Amareth gritó. La unidad no fue construida para sustentar una vida por más de doce horas. —Imposible… —Puedo matarlo, doctor, con mis propias manos. —Ella murmuró, profundizando su acento escoses, intentando imitar a su hermano, el que idolatró toda su vida. —No me haga hacer eso. El doctor tragó en seco, una contracción desfiguró su rostro, mientras llevaba su mano a su cabeza calva. —Enfermera, entre en contacto con Med-Tech. Tenemos solamente diez horas. —Él estaba asustado, lo suficientemente nervioso como para verificar que todas sus exigencias se cumplieran al pie de la letra. Claro, que la poderosa y pequeña arma láser que ella cargaba y el poder que ganaba en ese momento al mismo tiempo que el de Mac disminuía ayudaba aún más. —Jaime, cierra toda la instalación hasta que lleguen los doctores. —Ella espetó. —Llévate a cuatro hombres y llama a Tael. Él estará esperando información. Dile que traiga su trasero para aquí. Jaime estaba mirando todo el proceso casi con miedo. Mac también era su hermano, pero él aún era muy joven para entender lo que significaba ser hermano de El MacDougal. Movió rápidamente la cabeza, apuntando a sus hombres de más confianza antes de salir del cuarto. Tenía un parecido muy estrecho con Mac. Su cuerpo era demasiado alto para realmente verse bien en su juventud, su brillante cabello rojo y ojos verdes se destacaban claramente en ese momento, a pesar de estar en la fase de cachorro desgarbado, pero era inteligente y estaba bien entrenado. Ella temía, sin embargo, que con el tiempo, gran parte del entusiasmo y sabor por la diversión que veía en sus ojos, se oscurecerían por las realidades brutales de la vida. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 10 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de —Zach, vigila la puerta. —Ella gritó cuando la transferencia de información terminó y los electrodos fueron desconectados entre su hermano y el androide. —Tenemos doce horas de inactividad para hacer la desfragmentación en el androide, no menos. —El científico informó. —Estoy conciente de esto, doctor. —Le envió una fría y dura mirada. — Estuve en todas las fases de desarrollo, si usted no se olvidó. La desfragmentación llevará doce horas, seis minutos y cuarenta y tres segundos. —Ella levantó una ceja irónicamente, manteniéndose dura y fuerte como sabía que Mac esperaría que ella se mantuviera. Observó mientras una enfermera se llevaba al androide en una camilla para la habitación de al lado, contrayendo la frente por los calambres en su estómago, y con una sensación de pesadumbre en su corazón. Podía sentir su piel picando de advertencia, pero no sabía que significaba. —Tael viene en camino, Amareth. —Jaime entró rápidamente en el cuarto. —Ellos llegarán en el jet a horario. Tenemos el completo control de la instalación con la seguridad automática funcionando. Amareth respiró hondo. No se iba a desmoronar. Todo saldría bien. Mac sobreviviría a esto. Se aseguraría que ocurriera. Miró a los médicos trabajando sobre el cuerpo de su hermano, reparando las increíbles heridas en su piel y cómo la sangre era reemplazada tan rápido como era posible. Los electrodos que lo mantenían con vida, estaban conectados a cada función vital de su cuerpo, trabajando para mantener su corazón, pulmones y otros órganos en funcionamiento hasta que los cirujanos llegaran y lo operaran. Tenían tiempo. Sabía que tenían tiempo. Si Mac estuviera muerto, ella lo sabría. Sabía que lo sentiría. Pero podía sentirlo vivir, podía sentir su fuerza cerca de ella. Mientras ella tuviera esto, podría continuar. Finalmente, una hora más tarde, los doctores pidieron que se sellara la sala. Amareth se acercó a su cuerpo, su mano tocando sus cabellos y rostro antes de que la unidad se sellara. En el minuto en que tocó su piel, ella se paralizó. Un miedo inmenso la envolvió, alcanzando su alma. Mac no estaba allá. Ella Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 11 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de temblaba, calmando el grito que crecía en su garganta. Sabía que estaba vivo, pero él no estaba ahí. No en su cuerpo. —¡OH mi Dios! —Ella susurró con un frío helado corriendo por su cuerpo. —OH mi Dios, ¿Que le hicimos…? De repente la sala se llenó de sonidos estridentes de alarmas internas y de advertencias de una falla de seguridad. —Tenemos una salida del lado sur. Advertencia, tenemos una salida, del lado sur, avión en vuelo… Amareth corrió a la sala de al lado, donde el androide había sido ubicado hacía una hora. Abrió la puerta de golpe, sabiendo lo que vería antes de entrar, sabiendo al instante que Mac la mataría con toda seguridad cuando supiera lo que ocurrió. El androide se había ido. La desfragmentación estaba incompleta, las informaciones serían una masa confusa dentro del cerebro electrónico del androide… Del cerebro de Mac. Su hermano ahora estaba impotente. CAPÍTULO 1 Estaría maldito si se permitiera estar tan indefenso como se sentía. Despertó acostado en una camilla como un cordero en sacrificio, sintiéndose tan vulnerable, tan débil como los infelices animales que dieron su sangre en los altares antiguos. Se resistía a permitirlo. La imperativa necesidad de escapar, de distanciarse, era su prioridad. Podía escuchar a los soldados moviéndose por los pasillos, órdenes siendo gritadas, maldiciones, blasfemias destacando en el caos, con una voz estridente, una fría voz femenina se escuchaba en la habitación de al lado. No podía acordarse por qué estaba allí, pero recordó el dolor, la sangre y el conocimiento de que él iba a morir a menos que escapara. La fuga se transformó en lo más importante. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 12 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de Era una cuestión simple el moverse por el laboratorio oscuro. Conocía esa habitación, no sabía por qué o cómo, pero el plano general le era familiar. Se puso un overol color caqui del closet, como también unas botas hasta los tobillos. No había armas y sabía que necesitaba desesperadamente de una. —Tael está en la entrada. Tael está en la entrada. —El sonido de una voz joven se escuchaba en el cuarto de al lado. —Trae tu trasero aquí. —La muchacha gritó furiosamente. — Necesitamos toda la ayuda que logremos tener. Sus ojos se estrecharon cuando escuchó el furioso sonido de un poderoso jet sobre el techo. Rápido, eficiente y capaz de llevarlo donde necesitara ir. El jet era su mejor esperanza. Se peinó el largo cabello hacia atrás con un gesto de disgusto. ¿No podía haberse cortado su largo cabello rojizo años atrás? ¿Qué mierda estaba haciendo agravando más esto? No tenía tiempo para amarrarlo. Gruñó casi en silencio mientras la puerta de al lado golpeó y de repente el pasillo quedó en completo silencio. Abriendo ligeramente la puerta, verificó rápidamente. Viendo el salón vacío iluminado, tomó una decisión, se movió y salió del cuarto. Mantuvo la cabeza en alto, una expresión cerrada y enigmática. No lo pararían si su comportamiento fuera discreto. No podía estar completamente consciente de quién era o qué ocurrió, pero algunas cosas filtraban por su mente. Su nombre era Mac. Su cabello era jodidamente largo y tenía que encontrar a Elyiana. Aquellos pensamientos le llegaban de forma intensa a su cerebro, cerrándose alrededor de su cabeza y obligándolo a apurarse. Sería demasiado tarde si no lo hiciera. ¿Ella estaría en peligro? Él vio su sonrisa, el color de sus ojos violeta, escuchaba su voz enojada, musical, con un acento suave ahogando sus sentidos. Pero eso era todo lo que podía acordarse. De repente las puertas de metal se golpearon y una voz furiosa de hombre cortó de súbito el ruido. —Mierda, encuéntrenlo. Vayan delante y maten al bastardo, porque si no lo hacen, de todas formas, Amareth va a deshuesarlo antes de que podamos obtener alguna información de él. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 13 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de Mac se escondió en el interior de lo que parecía ser una oscura sala de reuniones. Sus dientes se apretaron al sentir un hormigueo en la cabeza, era como escuchar el zumbido de avispas furiosas adentro de su oído. ¿Qué diablos le hicieron? No debería sentirse como se sentía, ¡mierda! Ni siquiera debería estar vivo. El sentimiento era más fuerte que cualquier otra cosa dentro de su cerebro. Ni siquiera debería estar vivo. El grupo pasó a su lado rápidamente, dirigiéndose al lugar de donde él había venido. Esas personas eran las que debieron venir en el hidroavión. Hombres tan endurecidos como el que los guiaba, sonaban como si fueran militares o ex-militares al menos. Ellos no volaban en cualquier cosa sino en lo mejor. Una pequeña sonrisa cruzó sus labios ante aquel conocimiento. Su cabeza la sentía como los huevos revueltos de la mañana, pero algunas cosas eran universales. Los hombres bien entrenados tenían los mejores juguetes. Esperó hasta que el pasillo estuvo vacío una vez más, antes de salir de la sala oscura caminando tranquilamente. A partir de ahí las cosas estarían más complicadas. Más adelante estaban las puertas de acceso a la plataforma. Podía llegar a la plataforma, pero no existía ninguna posibilidad de colarse sin ser notado. Sin duda tendría compañía en diez segundos. Atravesó las puertas de metal mirando atentamente el elegante hidroavión con dos puestos. El diseño negro de un águila demostraba ser un modelo de belleza, habilidad y tecnología. Esos aparatos eran los más rápidos, livianos y manejables. También estaban equipados con un GPS fantasma. Podría bloquear la señal de información de ubicación por horas, mientras se encontrara en el aire, y por tiempo indefinido en tierra. Se movió con rapidez hacia el pájaro de acero. Estaba equipado con un láser de precisión, con un polarizado que brillaba como si fuera pulido por una mano amorosa. El piloto de esta belleza iba a lamentar mucho esa pérdida, ya que era lo mejor de lo mejor. Verificando rápidamente si existía alguien cuidando del hidroavión hábilmente se subió. El asiento acolchado acomodó su cuerpo grande cómo si fuera hecho para él. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 14 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de —Bienvenido Mac, ¿Dónde viajaremos hoy? —El computador a bordo le hizo la pregunta en un tono modulado y con un leve acento. Por un momento su sistema registró la sorpresa. ¿Cómo el computador lo conocía? Pocos hidroaviones tenían computadores personalizados, por el simple hecho de la dificultad de la venta en caso de no poder pagarlo o de la muerte de sus dueños. Las informaciones estaban en su cabeza. En algún lugar. Mac se aseguró a si mismo que recordaría todo con el tiempo. En ese momento, su necesidad más urgente era escapar. —Coordenadas de destino alteradas. Cerrar el escudo y preparar para vuelo manual. Apagar todos los GPS. Mac informó las órdenes decididamente mientras tomaba los planos de vuelo y pulsaba los botones adecuados para el control manual. —Mac, tienes cinco segundos para que las puertas de los compartimientos de retraigan. Las alarmas fueron accionadas. ¿Deseas mantener las puertas abiertas? Él ignoró las voz del computador, maniobró el bastón de mando hacia si mismo mientras la nave se elevaba de la dársena, y con un cambio rápido hacia adelante del bastón de mando, la negra nave despegó de la plataforma, dirigiéndose instantáneamente hacia el cielo negro. —Computador, GPS fantasma, todas las grabadoras a bordo, bloquee todas las transmisiones y prepare para las nuevas coordenadas. —Ordenó fríamente, ignorando el acento que empezó a tener su voz. Joder, estaba empezando a conocerse en los momentos más inconvenientes. El acento cargado era una de las cosas que él omitiría si fuera posible. Pero le salía cuando estaba tenso. Agitó su cabeza cuando un gruñido brotó de su garganta. El zumbido hacía eco en su cabeza otra vez, mientras luchaba por respuestas, haciendo muy difícil sacar recuerdos a la luz, que sabía que tenía que tener en ese momento. ¿Qué infiernos ocurrió con él? Fue herido, pero evidentemente no tan grave como pensaba. La exigencia imperativa haciendo eco en su cabeza era todo lo que tenía sentido. Encontrar a Elyiana. Tenía que encontrarla, mientras el pensamiento le trajo recuerdos de lujuria y de Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 15 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de furia. No podía recordar por qué tenía que encontrarla. No podía recordar que quería de ella. Ella debía tener respuestas. —El GPS se encuentra ahora en modo fantasma, las grabadoras funcionando internamente, todas las transmisiones están bloqueadas y esperando coordenadas. —El computador mecánicamente reportó. Mac miró mecánicamente al mapa a bordo por un segundo antes de introducir rápidamente los datos necesarios para no contestar en voz alta. Era posible escuchar una grabación a bordo si supieran lo que estaba haciendo. No podrían localizarlo, pero podrían oírlo. —Coordenadas recibidas. —El águila se ladeó bruscamente y se protegió antes de ganar velocidad y llevarlo a su destino. El tiempo estimado de llegada brilló en el panel del computador a bordo cuando las coordenadas fueron dadas. Dos horas. Inclinó la cabeza hacia atrás contra el asiento, cerró los ojos y luchó contra la necesidad de dormir. Cada vez que se sentía soñoliento la mierda del zumbido en su cabeza lo despertaba bruscamente. No era normal. Había algo en el sonido que le daba miedo, recordando su posición precaria en ese momento. No podía recordar en que posición estaba, pero sabía instintivamente que no era nada buena. Él sabía donde estaba Elyiana y como encontrarla, pero tenía que saber por qué era tan importante llegar a ella. Le llevaría más de dos horas descubrirlo, lo sabía. CAPÍTULO 2 La historia fluía ahora, justo en medio de otra escena de sexo muy caliente. Elyiana se inclinó hacia adelante y le subió el volumen a su radio. “ One of these nights” del grupo The Eagles, un grupo antiguo del siglo XX llenó la casa. La música casi siempre definía su humor, la inspiraba a escribir, especialmente las canciones del viejo mundo. Era música que había sido cualquier cosa menos olvidada; los Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 16 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de discos eran escasos y extremadamente valiosos. Lo primero que hizo con su dinero fue aumentar su colección. Le fascinaban todos lo discos que poseía. Con un suspiro, Elyiana se acomodó en una posición más cómoda en la silla y cerró sus ojos, dejando que la escena surgiera en su cabeza. Realmente, ella no debería haber usado a El MacDougal como modelo de héroe en su nuevo romance. No cuando descaradamente lo había usado para La Caída del Lord. Además del hecho que las ventas del libro La Caída del Lord fuera la más alta de sus últimos romances, él era una figura inspiradora. Su físico era bellamente esculpido, pero lo que él escondía dentro de si mismo era lo que la intrigaba. Consistentemente cerrado, él parecía dogmático y sin emociones. Algunas personas lo consideraban atrayente precisamente por su distanciamiento. Elyiana lo encontraba irritante, creído y disfrutó hacer que, a través de su héroe, perdiera el control férreo de su corazón por su heroína. Esa era sólo la guinda de la torta que provocó que El MacDougal se cabreara como el demonio cuando se dio cuenta que ella lo había utilizado como héroe en su romance erótico. Hombre inteligente. Distraídamente ella se preguntó si El MacDougal sería como ella lo describió en la cama o sólo pensaría en su propio placer, dejando a la muchacha insatisfecha. Era lo más probable, pensó. Probablemente esperaría que la muchacha tuviera un orgasmo solamente por el hecho de estar debajo de él. Ningún hombre era tan frío, seguramente, pensó agitando su cabeza. Se sonrió recordando su última llamada por teléfono. Infierno, él debía sentirse honrado de que no caracterizó su personalidad de la manera que ella quería. “Deberías leerlo nuevamente MacDougal, ella le dijo. Aprender de él. Entonces quizás podrás encontrar el modo de complacer a todas aquellas pobres muchachaes que han tolerado tu modo adolescente de acariciar y la ventaja dudosa de tener al gran omnipotente MacDougal en la cama”. Él había estado muy enojado, pero ella también. ¿Una muchacha que perdía su tiempo llenando su cabeza de romance y fantasía era débil y totalmente inútil, eh? Recordar eso hacía hervir su sangre. Él la acusó no sólo de ser una estúpida impresionable y pasarse por victima sino de transformar en lo mismo a todas las muchachaes que leían sus “estupideces idealizadas”. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 17 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de De inmediato se puso furiosa por sus ideas arcaicas sobre el sexo y el decoro. ¿Habría, al menos, leído sus libros? Sus heroínas eran siempre muchachaes fuertes. Muchachaes que se superaban y conquistaban. Él la impactó profundamente cuando le dijo “…el sexo es satisfacción física, una reacción química, nada más que eso”. Pero ahora ella no podía evitar sonreír por la forma en que él murmuró amenazando. Quizás él se negara a si mismo, pero era de sangre caliente. Condenadamente caliente, y era muy intrigante descubrir que existía pasión atrás de esa pared de piedra que él construyó a su alrededor. El hombre estaba muy bueno, ella pensó, cuando cambió su foco de vuelta a su escena. El señor de la guerra, su cuerpo grande estaba situado entre sus muslos, su largo cabello castaño oscuro se arrastraba por su piel febril mientras él se movía hacia abajo por su cuerpo. Sus manos, grandes y con callos sujetaban sus senos, ásperas sobre sus pezones perlados antes que su boca los cubriera. Hambriento él los devoraba, su lengua succionando las cumbres doloridas. Mirando hacia sus ojos verdes del color del mar oscurecidos con lujuria. Dientes blancos pellizcando directamente su estómago, ombligo, su lengua calmando las mordidas. Mmm… Si, eso estaba muy bueno. Elyiana susurró para si misma mientras se inclinaba hacia adelante y empezaba a escribir. Su propio cuerpo se puso caliente, las paredes de su vagina apretando con un dolor que crecía. Se mordió el labio inferior, las palabras fluían sobre la pantalla mientras sus manos volaban por el teclado. La excitación pulsaba por todo su cuerpo en una mordida de impaciencia, cada lamida que su héroe le daba al cuerpo tembloroso de la muchacha. La cabeza de Elyiana se alejó con un gemido y levantó su blusa para tocar su propio seno. Por más que odiara reconocer, existía algo sobre El MacDougal que la dejaba excitada. En algún nivel, ella conectó con él. Solo de pensar en él hacía que su cuerpo se encendiera, la humedad se reuniera y saturara los pliegues hinchados de su coño. Rozando su mano por su estómago, ella la pasó por debajo del short y llevó sus dedos hacia sus rizos suaves. Un gemido suave escapó de sus labios cuando sus dedos se deslizaron por la crema sedosa. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 18 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de Su clítoris era un botón hinchado pulsando contra la punta de su dedo. Inclinando su cadera hacia atrás, extendió sus Piernas dejándolas más abiertas, y metió dos dedos dentro de su apretado canal. La escena seguía tocando su mente mientras se imaginaba a MacDougal tocándola y besándola. Sus dedos resbaladizos por la excitación, se deslizaban por el clítoris, tocando, presionando para estimular exactamente el lugar correcto. Su boca, aquellos labios llenos y firmes cerrando junto encima de su clítoris endurecido. Ella movió lánguidamente sus caderas contra su mano mientras apretaba su pezón tenso con la otra. En su mente lo vio subirse sobre ella, sus ojos se estrecharon cuando su polla se acercó sondando la entrada. Era tan bueno, el peso de él contra ella parecía tan bueno, sus labios calientes contra su piel, su polla gruesa invadiendo, extendiéndola, forzándola a tomar todo de él. No llevó mucho tiempo para llevarla al punto máximo. Un gemido gutural vibró por su garganta y arqueó su espalda cuando un orgasmo rasgó a través de ella, atravesando todo su cuerpo. Lentamente tocó su clítoris con su dedo cuando el placer seguía pulsando por ella. Creció nuevamente, mucho más agudo esta vez, en el borde del dolor. Temblando, lo montó hasta que otro orgasmo llegó a ella, pero este fue más duro, ella gritó, luchando por respirar. Cerró sus ojos e inclinó su cabeza hacia atrás, permitiendo que su presión sanguínea volviera a la normalidad, su respiración con temblores secundarios ondulaba suavemente por ella. Era posible que estuviera dejando sus fantasías escapar. El MacDougal bien podría tener la polla corta y fina. No que le importara como la tuviera. Era su fantasía, su historia. El poder estaba en sus manos, podía hacer con sus personajes lo que juzgara apropiado. A diferencia de su séquito, ella no le se sacudiría con miedo ni correría a hacer lo que él pidiera, o dejaría de hacer algo que amara sólo porque a él no le gustara. Había un filo de violencia en MacDougal, una promesa en aquellos fríos ojos verdes claros, no habría ninguna ternura, amor o clemencia. Él era todo a lo que ella se oponía, y aún así, era increíblemente excitante. No hubo muchos amantes en su pasado, todos fueron gentiles y generosos. No que ella le importara todo eso. ¿Pero a que muchacha no le gustaba ser amada y cuidada? Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 19 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de Pero al mismo tiempo, ¿Qué muchacha no quería ser dominada? Conquistada. Con una suave picadura de dolor, pero sin llegar realmente a herir, solo lo suficiente para intensificar, afilar el placer. Una perversa idea le vino a la mente, se inclinó hacia adelante y volvió a trabajar. Si, a esta heroína le gustaban las cosas un poco rudas sobre el borde, y el héroe estaría muy feliz de atender sus necesidades. Tendría que retroceder en el relato para hacer algunos ajustes, lo que podría retrasar un poco el plazo de entrega. Ah, a la mierda con eso. Valdría la pena. La escena terminó teniendo casi dos capítulos y medio de duración. Sinceramente esperaba que a las lectoras les gustara. Ojala que El MacDougal empalideciera. Con una sonrisa perversa, guardó su trabajo y se estiró. Mucha energía retenida, pensó. Nadar sería un descanso perfecto. Le daría un tiempo para pensar en las modificaciones de la historia. Apagó el computador y empezó a sacarse la ropa camino a su cuarto. Lanzó sus ropas sin ninguna ceremonia en el canasto de la ropa, sacó el bronceador, una toalla y salió. El paseo revitalizante hasta la playa permitió a Elyiana ejercitarse hasta transpirar y la ayudó a soltar los músculos endurecidos por estar sentada tanto tiempo. Corrió por la arena caliente, soltando su toalla en el camino. Las olas eran grandiosas para surfear. En otra ocasión hubiera traído su tabla. Pero en ese momento se sentía reflexiva y ansiosa por terminar su libro y necesitaba tiempo para pensar en como haría las modificaciones. El agua calida la envolvió cuando se lanzó lánguidamente sobre las olas dejándose llevar hasta que nuevamente volvía a nadar de hacia la orilla de la playa. No podía dejar de sonreír cuando se encaminó hacia el lugar donde había dejado la toalla, la extendió y se sentó. La arena, el mar, todo era glorioso. Ella se preguntaba si El MacDougal alguna vez salía fuera de su oficina. La visión de su rostro apareció en su mente cuando se acostó permitiendo que el sol la calentara. Su cabello, oscuro casi negro con mechones cobrizos y rojizos, estaban bien cortados y nunca estaban fuera de lugar. Aquellos ojos increíblemente sexys eran determinados, sus labios llenos apretados en una expresión dura. Siempre serio. Intentó imaginarlo riéndose, o Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 20 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de por lo menos sonriendo, pero no pudo. Sin embargo, imaginarlo excitado y hambriento, sí pudo. Aquellos bonitos ojos verdes cristalinos se habían oscurecido, quemando sin llama cuando él la llamó para quejarse y amenazó con impedir que pudiera publicar sus libros. Ellos se estrecharon con rabia, con lujuria. Era difícil saber cuál. Cualquiera que fuera, la dejó mojada, deseando tocarlo y ser tocada. Incluso ahora, su cuerpo respondía solamente pensando en él. Escribir escenas de sexo intensas con El MacDougal la enloquecía. Imaginándolo jodiéndola en cada posición posible. Las palmas grandes de sus manos tocando sus senos, dedos largos y fuertes apretando suavemente sus pezones mientras de modo salvaje, empujaba profundamente adentro de ella. Empujándola hasta el límite. Haciéndola gritar por más, por mucho más. Furiosa por la frustración, se frotó el bronceador en los pezones y suspiró por la sensación caliente que irradió por su cuerpo. El bronceador se calentó con el sol y era deliciosa la sensación deslizándose por su piel. Dejándolo gotear por encima de su estómago y más abajo, sobre sus rizos. Con un nuevo suspiro, ella dejó el frasco al lado y deslizó su mano por su vientre. Los dedos con aceite se deslizaron más abajo hasta llegar a los labios de su coño. Sus dedos se deslizaron lentamente por su clítoris. Estaba tan caliente, tan resbaladizo. El calor aumentando adentro de ella combinado con la caricia ardiente del sol. No se demoró mucho tiempo para que un orgasmo lánguido llegara a ella. Dio un suspiro largo y lastimero. Yaciendo allí, se dejó llevar en las ondas ya desvaneciéndose de su clímax. Tan bueno como había sido, la dejó con una sensación de vacío. Las fantasías no realizadas podían ser una mierda, pensó. Con un gemido, se sentó y cruzó las Piernas, mirando el mar, viendo como las olas rompían en la playa, tan distante. Ella estaba tan feliz con su mundo, la belleza de esa tierra salvaje y todo lo que logró realizar. ¿Había logrado satisfacción suficiente? Se preguntaba frecuentemente. Y siempre la respuesta volvía a ella. Todo en su debido tiempo, Elyiana. Todo en su debido tiempo. Se puso de pie y sacó la arena de su cuerpo lo mejor que pudo. Girándose, tomo el camino de vuelta a su casa. Apreció el paseo, la belleza lujuriosa del follaje cercano a su casa, la neblina azul fragante de los eucaliptos Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 21 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de que se evaporaban con el calor, el brillo de la pata de canguro escarlata1. Sonriendo solemnemente, decidió bañarse rápidamente, hacer alguna cosa para comer, y luego volver al trabajo. Si se concentrara, el libro podría estar terminado más rápido de lo que pensaba. Su musa definitivamente haría horas extras. CAPÍTULO 3 Joder, su polla estaba dura, su overol no hacía nada para esconderlo. Mac se movió angustiado, su mano tratando de acomodar el volumen de sus bolas y el largo de su erección. La muchacha no tenía ninguna vergüenza; eso lo podía apreciar. Ella estaba debajo de la ducha al aire libre, girando despacio sus senos altos y llenos brillando con la caída del agua, la pequeña elevación de su estómago bronceado y mojado, el triángulo suave de rizos rubios entre sus Piernas era un verdadero contraste con el tono más oscuro de su piel. Dio una mirada feroz en la zona del pubis de ella. Él siempre prefirió un montículo depilado o una pequeña cantidad de vellos… hasta ahora. Con Elyiana parecía misterioso, tentador, y quiso extender sus Piernas largas y deliciosas y enterrar su cabeza entre ellas para revelar todos sus secretos escondidos. ¿Qué secretos tenía escondidos ahí? Él luchó contra la bruma en su cabeza. Sabía las respuestas que estaban ahí, flotando en algún 1 Especie de origen australiano Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 22 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de lugar, pero fuera de su alcance. ¿Él la conocía? Sabía que sí, pero no podía recordar nada sobre ella. No como se sentía o su sabor. Conocía el sonido de su voz, el acento lírico que quería escuchar siempre. Además sabía cómo le gustaban los besos, largos, lentos y el sexo con ella era siempre diferente: Una vez en un lugar salvaje al amanecer, otra sobre la mesa de reuniones. Agitó la cabeza. Sabía que la conocía, pero lo que sabía no tenía sentido. ¿Qué ocurrió? ¿Cómo terminó él en aquella camilla en un laboratorio científico desconocido? Sabía cuando se despertó que vería sangre, y mucha. Pero no hubo ninguna. Ninguna herida, cicatriz, nada indicaba un trauma de la manera que esperaba ver. Se pasó una mano por su ahora musculoso abdomen, mirando con desagrado. Sentía como si fuera él mismo pero al mismo tiempo no era él. Se parecía a él, sin embargo, no lo era. Su cabello no debería estar tan largo, cayendo por debajo de sus hombros en un tono rojizo oscuro. Debería tener un corte más corto y conservador. A pesar de que sabía que así lo usó en una época. Estaba más musculoso de lo que debería ser. Estuvo durante tres días vigilando la casa, verificando que ella estuviera sola y que no siendo vigilada por nadie salvo él. Durmió aquí y allí, y aún así se sentía bien y mejor que antes. Sólo su mente no funcionaba correctamente. Su cerebro estaba como loco. Era increíblemente complicado recordar cosas que sabía que debía conocer. Aún así pudo salir de los laboratorios. Instintivamente fue capaz de manipular la seguridad y el jet. Encontró el comando que logró el transporte aéreo indetectable y el GPS lo desactivara. ¿Cómo lo supo hacer? Él no recordaba cosas que debía saber sobre sí mismo. Se llamaba Mac. Treinta y cinco años, rico, sabía que tenía dinero, pero no como llegar a él. Tenía familia, pero no sabía quiénes eran. Sabía que no era casado, a pesar de sentir que debería serlo. Sabía que su vida estaba en peligro, pero no podía recordar cómo o porqué. Joder, ¿Por qué él no podía unir todo? ¿Porqué infiernos sentía excitación y en la misma medida furia por esa muchacha que estaba vigilando? Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 23 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de Apretó sus dientes cuando ella tomó la esponja enjabonada, apoyó su larga pierna en una conexión de un tubo y empezó a lavar su montículo color miel y su coño. La espuma llenó el vello suave y lustroso, goteando el cemento donde ella estaba y escondió esa carne rosada que él estaba muriendo por probar. Ella sería dulce, como una lluvia salvaje en su lengua. Aún si él no pudiera recordar, ahondaría en ella para recordar. Agitó su cabeza cuando ella se retiró ligeramente de la ducha y se inclinó para poder retirar la espuma sobrante en sus muslos dorados. Su cabeza se movió con obvio placer. La lluvia de la ducha se concentró en su coño, masajeando su clítoris, y por un momento pensó que culminaría en su overol sólo de mirar su pequeño momento de placer. Elyiana. Su nombre pasó por su mente. Elyiana Richards. Piernas. Él sonrió en sus pensamientos. Ella tenía Piernas tan largas que le llegaban hasta el cuello. Largas y bien formadas, perfectamente bien torneadas y fuertes. Podría inmovilizar a un hombre con Piernas así. Envolverlas alrededor de él y mantenerlo en el lugar mientras la colmara con su semen. Su mente fue consumida con pensamientos de sexo mientras debería estar intentando comprender por qué infiernos estaba ahí y qué era esa muchacha para él. Cuando ella terminó de bañarse, él se levantó lentamente, mirando como ella sacaba la toalla del soporte a su lado. Ella se envolvió en la toalla, doblando las extremidades con firmeza entre los senos, mientras miraba fijamente hacia la vegetación donde él se escondía. Él sonrió con firmeza. Ella sabía que él estaba ahí. No supo cómo lo averiguó, no hizo nada para que ella se percatara. Pero ella estaba consciente de él. Mac endureció su cuerpo cuando ella inclinó su cabeza, moviéndola lentamente, mirando fijamente en el área donde se escondía. Levantó su ceja, él podía ver un poco de confusión en su expresión, como si ella no tuviera la seguridad de lo que ocurría. Asustada. Él no la quería asustada, la quería caliente y gritando de placer debajo suyo, mientras introducía su polla entre sus muslos resbaladizos con su calor cremoso, insertándose profundamente en su coño apretado. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 24 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de Con ese pensamiento en mente, escuchó el sonido de un motor. Escondiéndose en la vegetación, estrechó sus ojos cuando un pequeño avión civil descendió y luego un hombre salió en forma desaliñada del vehículo. —Scott. —La alegría llenó la voz de la muchacha cuando caminó rápidamente hacia el hombre, siendo enrollada en un abrazo apretado alrededor de la mitad de su cuerpo desnudo era como si estuviera destinada a estar ahí. Los dientes de Mac se apretaron cuando la furia se precipitó sobre él. Pura ira posesiva apretaban todos los huesos y músculos de su cuerpo y eso fue lo único que logró hacer, quedarse en el lugar, y observar la escena que se desarrollaba. —Eh, preciosa. —El acento australiano del hombre de cabello rubio era pesado, alegre cuando él le dio un beso rápido en los labios levantados hacia él. —Pensé en venir a verte antes de irme a Brisbane para traer provisiones. ¿Necesitas de alguna cosa? —Aún tengo hartas provisiones—la respuesta de ella llegó junto con la brisa. —Llámame antes de volver, sólo por las dudas. Él levantó su cabello afectuosamente antes de abrazarla por arriba de sus hombros, en un abrazo rápido. —¿Está todo bien? —Él le preguntó con curiosidad. —¿Como estás para el plazo final? —Casi listo. —Ella levantó un poco la toalla apretándola y enganchándola nuevamente. —Estamos corriendo de nuevo con El MacDougal. La editora ha recibido varios mails destructivos este mes. Ese hombre parece tener una polla metida en el culo. El MacDougal. Las palabras le llegaron a su mente. Escuchó el desprecio en su voz, la sensación de que alguna manera fuera herida. Su expresión era de furia e ira. —Entonces cautívalo. —El hombre se sonrió largamente. —Si alguien puede encantar a la bestia que es El MacDougal, seguramente tú ganas mi voto. Ella se sonrió por el comentario. —Pero tú tienes prejuicios con respecto a mi persona. —Ella le recordó. —Claro que tengo. —Levantó sus hombros, dándole un beso en su frente. —Me encantaste, amor. MacDougal no puede ser peor Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 25 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de —Quizás no sea peor, pero no vale el esfuerzo—ella le aseguró. —Ahora sale de aquí. Tengo la seguridad que estas retrasado. Siempre estás retrasado. —Estoy retrasado—concordó. —Te llamaré en algunos días. Ten anotado lo que necesitas. La puerta del avión se abrió lentamente y él entró, ella retrocedió y él cerró la puerta. Entonces poderosamente el avión levantó vuelo y desapareció en el cielo. Con una mirada cautelosa en dirección donde él estaba escondido, Elyiana se movió rápidamente a la seguridad de su casa, cerrando la puerta, y si él no se engañaba, cerrándola con llave. ¿Ella estaba asustada? ¿De él? Apretó los dientes por la memoria fragmentada que pasaba por su cerebro, la frustración estaba elevada al máximo. Él necesitaba respuestas y tenía la certeza que ella las sabía. Ella debía tener las respuestas, de lo contrario, ¿por qué su instinto y su mente destrozada lo llevaban hacia ese lugar? No las encontraría allí, escondido en la vegetación, mirando detenidamente la casita en que ella entró. Además, estaba condenadamente hambriento, la sed crecía adentro de él, diferente de cualquier cosa que conoció antes. Estaba confundido, pero determinado. Esta muchacha tenía que tener las respuestas que necesitaba. ¿Por qué se dirigió ahí? ¿Por qué existía algo dentro de él que lo empujaba a estar cerca de esa muchacha? ¿Qué podría esperar adentro de esa casa? Él no era un hombre que confiara, aún con algo tan transitorio como la belleza de Piernas largas que había entrado en la casa. Se deslizó entre la vegetación, rodeando la casa de una sola planta, hacia la ventana de una habitación y la abrió. La podía escuchar en la parte de adelante de la casa, el sonido de ella cantando alguna melodía, el sonido amortiguado de ollas golpeadas en el lavaplatos. Elevando la ventana para abrirla completamente, se estiró y ajustó su cuerpo musculoso por la pequeña entrada. Una vez adentro, se movió rápidamente hacia la puerta de la habitación, mirando por la rendija. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 26 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de Ella por lo menos se puso ropa, aunque el vestido que tenía puesto no tapaba nada. Un vestido de verano de color dorado con violeta oscuro llegando por encima de sus rodillas, bailando seductoramente por el largo de sus Piernas. Con pequeñas y finas tiras que enfatizaban aún más sus hombros y cuello largo, mientras su cabellos caían en cascadas húmedas hasta la mitad de la espalda. Él retrocedió cuando ella giró y quedó de frente a la puerta, escuchando sus pasos ligeros dirigiéndose hacia la habitación. Él se tensó, sabiendo que ella entraría y que en minutos, de una forma o de otra, él la tendría en sus brazos. La puerta se abrió de repente y Mac se movió. Utilizando una velocidad que no estaba consciente que poseía, la aprisionó, apretando su espalda contra su tórax, sus brazos quedando a los lados. —No vas a querer luchar conmigo. —Él le advirtió en su oído con una voz aguda e inarticulada. —No te haré daño a menos que me obligues. Por favor, por nosotros dos, no me obligues hacer eso. Por un momento pensó que ella obedecería. Que ella vendría a sus brazos y que le daría una oportunidad de explorar sus sentidos, de controlar la lujuria furiosa por su cuerpo. Sólo por un momento. En un segundo él estaba sosteniendo su cuerpo lleno y voluptuoso en sus brazos, y en el minuto siguiente estaba intentando tranquilizar a una gata completamente enfurecida que se abalanzaba hacia él. Algunas noches él pagaría para no ser un hombre. CAPÍTULO 4 Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 27 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de El material áspero de su ropa no hacía nada para esconder el grosor y largo de su impresionante polla cuando lo apretó caliente y duro como una piedra contra su antebrazo. Él era realmente impresionante. Sin embargo, en la situación que se encontraba, su desconcierto oscureció su fascinación. Levantando una ceja, ella envolvió con sus dedos sus bolas, que eran de un tamaño considerable también. Luchó brevemente con la persona que la tenía cautiva, pero rápidamente percibió que ella no era competencia para su fuerza. Incapaz de mover cualquier otra parte de su cuerpo, ella lo pateó en las pantorrillas, pero sin ningún resultado. Entonces fue necesario recorrer a otras tácticas. A lo largo de los años ella aprendió a seguir sus instintos. Ellos nunca le fallaron o le dieron razón para ponerlos en duda. Sus instintos le decían que él no le haría daño. Su reacción fue como la un animal herido y confundido, como si estuviera a la defensiva. Aún así, no le gustó ser mantenida retenida contra su voluntad, y tan eficazmente. Ella sintió compasión por él, pero no le gustó ser maltratada y no soportaría eso. Hombre insensato. Ella tenía sus límites y si quería que lo ayudara, él tendría que respetarlos… de una manera o de otra. Un antebrazo musculoso cruzó a través de su pecho por arriba de la altura de sus senos, manteniéndola inmóvil contra él. Ella llevó su mano libre hacia el brazo de él y enterró sus uñas en su muñeca. —Esto es muy dado de los hombres de las cavernas, ¿Qué crees? —dándole mayor énfasis ella apretó aún más sus bolas, sonriendo cuando él se quejó en respuesta. Sujetándola apretadamente contra él, se inclinó más cerca de su oído. No había nada suave en él. Deliciosamente sus pezones se apretaban con cada respiración caliente que expiraba contra su cuello. Muchacha atrevida, ella siempre era receptiva a cualquier excitación provocativa y fue en un muy mal momento. Su estado de humor reciente era culpable. Su mente estaba enfocada en seducción, lujuria y sumisión. Agregando a esto, él era muy provocativo, exhalaba sexo. No era como si ella no lo encontrara tentador. El paquete agradable que ella apretaba en la palma de su mano y la polla dura como el acero que ahora pulsaba contra su brazo la estaba despertando. Si las circunstancias fueran distintas, ella estaría encantada de conocerlo y quizás estuviera interesada en investigar Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 28 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de sus ofertas o lo que él quisiera ofrecer. Pero ella no lo encontró en otras circunstancias. Él forzó su entrada y la hizo sentir como una víctima en su propia casa. Eso era inaceptable. —¿Quién más está en la casa? —Él murmuró cerca de su oído. Su impaciencia iba en aumento con él, Elyiana apretó más sus bolas. —Estoy sola. Ahora suéltame o te sacaré las bolas. —Advirtió. —Si me estas mintiendo, apretaré tu cuello antes de pensar en doblar tu muñeca. Creer que él fuera capaz de hacer cualquier cosa que quisiera con ella no era un problema, pero no tuvo miedo, solamente estaba enojada, muy enojada. —¿Estás dispuesto a correr el riesgo, compañero? —Ella se alejó ligeramente. Él la apretó contra sí mismo haciéndola exhalar el aire de sus pulmones en un jadeo, mientras él bajaba su cabeza, sus labios tocando su oído. —No estoy jugando contigo, muchacha. —No te estoy mintiendo. —Ella respiró roncamente, frustrada con una excitación mezclada con furia. Su corazón golpeaba salvajemente bombeando sangre por sus venas, de modo que el ruido le llegó a sus oídos. —Suelta mis pelotas. —Un escalofrío corrió por su espina hacia abajo. Ella lo hizo lentamente, muy lentamente retiró sus dedos cuando él también la soltó, ella estuvo alerta, respirando lentamente. Pero ella no dejó su mano completamente sino que la dejó sobre su polla, tocándola por arriba del grueso material. —¿Mejor? —Ella le ronroneó. —Esto no te mantendrá segura. —Su voz era dura y sombría. — Te soltaré. Como te dije que lo haría. Pero no me hagas herirte. Finalmente soltando sus brazos que estaban alrededor de ella, se giró y lo miró a los ojos y luego su rostro. Wow, él era atractivo. Mucho más alto que ella, él miró hacia abajo, evaluando sus profundos ojos verdes. Parecía como un león feroz, con su cabello espeso, rojizo dorado, enmarcando su rostro extremadamente atractivo, sus hombros en ondas perfectamente lisas, piel bronceada, pómulos altos, nariz normal pero hermosa y una boca muy bien Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 29 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de hecha. Labios llenos y firmes lo suficiente para hacer a una muchacha desear pasar la lengua por ellos. Sin defectos. Casi demasiado perfecto. Ah sí, este hombre era una obra de arte, a imagen y semejanza de Dios. La escritora dentro de ella no pudo resistir ponerlo en una escena de uno de sus libros. Finalmente él se mostró como el alfa que era. Grande, Sexy como el infierno, dogmático y peligroso. Mmm era simplemente perfecto, ella pensó frunciendo el ceño. Quizás ella modificara su expresión. Describiría su rostro con más ángulos, más áspero, quizás le agregaría una cicatriz intrigante o algo más. En su cabeza ella podía apreciar la escena terminar. Desnudo, subiéndose arriba de ella, con una gran erección acercándose a los pliegues hinchados de su coño mojado mientras aquellos labios sensuales chupaban con ansia su pezón. Las imágenes hicieron que sus pezones quedaran más duros de lo que estaban, las paredes de su canal estaban apretadas de necesidad de ser llenadas. Ella mordió su labio y respiró profundamente cuando su imaginación mojó su cuerpo con un líquido placer caliente. Debía ser por eso que él le parecía tan familiar, ella pensó estrechando sus ojos, porque era tan semejante a los héroes de sus muchos romances escritos. El MacDougal. Él realmente se parecía a El MacDougal, pensó, sus ojos se asombraron cuando estudió su rostro. Su cabello era muy largo, con muchos colores, ojos muy oscuros. Su nariz era distinta, como su maxilar y su mentón. Wow. Evidentemente ella pensaba demasiado en El MacDougal últimamente. Él estrechó sus ojos hacia ella y movió la cabeza. —¿Estás bien? Pareces un poco angustiada. ¿No te hice daño, cierto? Perdida en sus pensamientos eróticos, ella hizo una pausa, respiró profundo y se forzó a dejarlos de lado, hasta que pudiera volver a su manuscrito. Dios querido, ella debía haber terminado lo que empezó en la playa, pensó con irritación. Con un suspiro, le sonrió y resistió el deseo de reír a carcajadas. Si, querer follarlo hasta dejarlo seco era una enfermedad, entonces sí, ella estaba realmente enferma. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 30 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de Muy consciente de él y de su energía, ella no se acercó para no sentirse amenazada. Instintivamente sabía que él no era ningún peligro. —Sólo mi orgullo. Estoy bien. ¿Querías robar algo? ¿Necesitas dinero? Sus ojos la miraron con sorpresa, su cuerpo se endureció, su rostro se tensó. Lentamente él agitó la cabeza. —Claro que no. —Bien. —Él evidentemente estaba ansioso, pensó, levantando una ceja. —¿Entonces vives sola? —Él le preguntó, mirando por arriba de su hombro, sus ojos verdes ligeramente estrechados. —Si. ¿Tienes hambre? —Ella estaba preparando la cena cuando él apareció actuando como una mezcla de asesino serial y hermano sobre protector. Mierda, tenía que sacarse esa lujuria perversa, o tirarlo de culo al suelo y violarlo. ¿Qué le pasaba a ella? Había algo en ese hombre que la hacía pensar en sexo en todo momento. —¿Quién era ese cachorro que puso sus patas sobre ti más temprano? —La obvia rabia que se escuchaba en su voz, la hizo levantar una ceja. —¿Cachorro? Que cachorro… ¡oh! ¿Te refieres a Scott? —Por la cara que puso, ella sonrió—Pero que gracioso, aunque no creo que vaya a encontrar gracioso su nuevo título. —¿Lo estás jodiendo? —¡Oye! —Su rostro se oscureció, su humor rápidamente se evaporó. —A ti no te importa—ella se enojó—Scott es mi mejor amigo. —Te estoy preguntando si lo estás follando. —La tensión creció entre ellos a medida que él se acercaba más. —A veces nos damos placer mutuamente. —Ella le respondió demasiado rápido cuando la aprehensión la llenó. El músculo de su mandíbula pulsaba, sus ojos verdes se oscurecieron, estaban casi de color esmeralda por la furia. —No le darás más placer a tu jodido amigo. Oh, eso era demasiado. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 31 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de —¡¿Qué carajo?! ¿Qué te hace pensar que tienes el derecho de decirme con quien puedo o no joder? —Lo dijo clavando la uña del índice contra su pecho. Largos dedos enmarcaron su rostro firmemente, pero no lo suficientemente fuerte como para dejarle marcas. —Yo no comparto. Nada ni a nadie. —Sus ojos brillaban con furia, su voz era un gruñido bajo. El hombre era arrogante y egocéntrico su pecho subía y bajaba con indignación. ¡Su irritación no disminuía! ¡Qué atrevimiento! Su rabia era irracional, pero no más irracional que su reclamo sobre ella, luego de haber entrado en su casa y mantenerla cautiva. Joder, ella intentaba ser buena. Comprensiva. —¿Por qué crees que tienes algún derecho sobre mí? —Ella alejó la cabeza, intentando quitar sus manos de su rostro. La furia secó sus venas cuando ella encontró su mirada salvaje, desafiándolo. —Nadie. ¿Me escuchaste? Nadie tiene por qué hacer cualquier reclamo sobre mí. No soy una propiedad, bastardo. ¿Dónde vives de cualquier manera, en la Edad Media? No me conoces. Pero al mirarlo fijamente no pudo dejar de apreciar la confusión en sus ojos. Él parecía intentar entender la situación y por otro lado ella quería intentar ayudarlo, pero al mismo tiempo quería golpearlo en el estómago. Realmente duro. Y existía otra parte… Oh infierno, olvida esa parte, caliente zorra. Se dijo a sí misma. Primero este macho necesita educación. —Carajo, si aún no se tu nombre. —Estalló. Él parpadeó algunas veces como si su declaración lo sorprendiera. —Mac. —Arrugando su frente, declaró con mucha tranquilidad. Ella puso sus ojos en blanco. De donde él venía estaba claro que estaba acostumbrado a que lo obedecieran. El pobre hombre quedaría desilusionado. Ella no se inclinaba por nadie. Menos aún por un grosero y estúpido que no sabía usar la puerta. —Bueno, Mac, yo me llamo Elyiana. Si necesitas un lugar donde quedarte, puedes usar el sofá. Yo estaba empezando a preparar la cena—, le dijo caminado hacia la cocina. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 32 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de —¿Tienes idea de lo peligroso que es estar sola afuera? —Él le advirtió severamente, siguiéndola rápidamente a la cocina, no permitiendo que se alejara de él. Extraño, ella realmente debería sentirse nerviosa, asustada con alguien que no conocía, que entró a su casa, invadiendo su espacio. Pero no tenía nada de miedo. —Me puedo cuidar sola, pero gracias por tu preocupación. —Le dijo, alegremente. Si fuera peligroso estar sola, entonces hubiera estado en peligro toda su vida adulta. Un dolor, una nostalgia le llegó al corazón al acordarse de los padres amorosos que perdió en un extraño accidente de auto. Tan sólo habiendo salido de la adolescencia, no tuvo a nadie que la cuidara. Tampoco sus abuelos, hermanos. Sus tíos y tías siguieron el paso de sus padres al poco tiempo. Sus padres fueron muy activos con un estilo alternativo Nimbin1, que en ese momento en Australia se permitía. Ellos adoraban a Elyiana y quisieron educar a su única hija libre de una mentalidad restrictiva de una sociedad económica y políticamente dirigida. Con mucho amor y educación en la casa y con los tres Rs2, ellos pudieron equiparla con todo lo que necesitaba, no solamente para sobrevivir, sino para prosperar sola. Con confianza y muy motivada, ella fue perfectamente capaz de cuidarse sola. Los vecinos la visitaban de cuando en vez para ver cómo estaba. Las autoridades de Nimbin sabían que una adolescente de catorce años vivía sola. Tenía suficiente dinero para poder sobrevivir. No necesitaba de mucho, y lo que sobraba de la huerta como también los vegetales y jaleas que ella hacía, las vendía con muy buenos precios. Queriendo vivir cerca del mar, se fue trasladando al sur acercándose a la bahía de Byron cuando cumplió dieciocho años. No existía gran diferencia entre Nimbin y la bahía Byron en lo que se refiere en la cultura y de la forma de vida de la comunidad. Siguió con su huerta y fue bien recibida en la ciudad. Hasta ese momento tenía una excelente vida siendo escritora y continuaría haciéndolo. 1 Estilo de vida hippie en la época de los 60 donde el cultivo, venta y uso de marihuana era tolerado. 2 Se refiere a Reading, writing y rihmetic ,es decir, lectura, escritura y aritmética. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 33 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de Podría ser tan agradable tener alguna persona cerca. Unos abrazos calientes para mantenerla tibia, para apoyarla. A pesar de que sus padres no tuvieron los pies muy bien puestos en la tierra, Elyiana sabía que sus padres siempre estaban con ella. Sin duda, lo sabía. Había noches que se sentía especialmente melancólica y sentía tanto su falta que su cabeza le dolía y podía sentir a su madre con ella, una mano invisible en su mejilla calmándola dándole paz. Ella consideraba que tenía unos instintos muy afinados, otras personas la denominaban como percepción, pero a ella le importaba poco. En su opinión, cualquier habilidad psíquica, no importando cuál fuera, era un regalo de Dios. Quizás Él supiera que ella necesitaba una intuición más exacerbada, la capacidad de discernir cosas además de la lógica y de la física, con la finalidad de poder sobrevivir. Independiente del motivo por la que fue bendecida con su don, ella estaba extremadamente agradecida. Él la dejaba hasta cierto punto conectada con sus padres. Esa conexión, a veces, era todo lo que tenía. Quizá por eso no tenía miedo. Ella sabía que existía el mundo sobrenatural y que ellos la cuidaban. Protegiéndola. No tenía miedo de morir. No que estuviera lista para dejar este mundo todavía, pero no tenía miedo de pensar cuándo sería su hora para morir. Si duda, ella sabía que sus padres estarían esperándola cuando ocurriera. Tragando sus emociones, ella alejó sus recuerdos y volvió su atención al hombre que invadía su espacio. Él era un enigma. Aunque ella sabía que no le haría daño, sabía que no era inofensivo. Estaba muy controlado, contenido. Sería absolutamente delicioso descubrir con qué este gran hombre caería de rodillas y perdería su férreo control. Descubrir que ocurriría cuando toda esa rabia se transformara en pasión caliente, era una perspectiva muy interesante. Esa actitud de hombre de la prehistoria, arrogante, no lo toleraría. De ningún hombre. Su mirada lo recorrió por todo su cuerpo hasta llegar a sus ojos, y en ellos encontró complacencia, ojos claros arrogantes, pero él no dijo nada. No con voz alta. Su expresión lo decía todo. Encogiéndose de hombros, se concentró en hacer la cena. Disminuyendo la distancia entre ellos, le sacó los platos de las manos y los ubicó al lado. Con aquella mezcla de irritación y Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 34 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de fascinación en sus ojos. Ella sintió el calor pulsar por su cuerpo y los ojos de él se oscurecieron y dilataron. Antes que pudiera escapar de él, la abrazó por la cintura y la apretó contra él. Tomando posesión de ella, su boca cubrió la suya, con la cabeza ligeramente inclinada dándole un mejor acceso a él. Enmarcando su rostro con la mano libre, su dedo pulgar acariciaba con pequeños círculos el lado de su boca, persuadiendo a que la dejara abierta para que tuviera mejor acceso. Ella se olvidó de respirar cuando su lengua se introdujo lo suficiente para saborear. Sentía como las llamas corrían por sus venas. Es sólo un beso, por el amor de Dios, Elyiana. Ella se dijo. Pero a su cuerpo no le importó. Finalmente se rindió al fuego de su necesidad que fue ganando vida dentro de ella. Con un gemido, se abrió a él, su lengua encontrando la de él. Sus manos se deslizaron por su tórax, rasguñando sus pezones duros como piedra, acariciando su cabello largo, manteniendo sus bocas unidas mientras se apretaba contra él. Ellos retrocedieron, hasta que la espalda de ella tocó la pared. Su boca se dirigió lentamente de su mandíbula al cuello, sus dientes dando pequeños mordiscos cuando su muslo empujó sus Piernas a separarse, apretándose contra su calor. Elyiana lloriqueó cuando él rasgó su vestido exponiendo un seno. El placer floreció adentro de ella cuando las paredes de su coño se contrajeron mientras succionaba un seno y en al otro lo apretaba con los dedos índice y pulgar, con su muslo, él empujaba y apretaba contra los labios hinchados de su coño. —Mac. —Gimió. —Espera. Mac. Joder, ella no podía respirar, y su canal se apretaba tan fuerte que dolía. Pero, mi Dios querido, era tan bueno, si la situación fuera distinta estaría metida en eso. Pero existían cosas que debían aclarar. Sería mejor saber de dónde venía, y qué era lo que ocultaba, para empezar. Y tenía que asegurarse que él entendiera que el sexo no le daba ningún derecho sobre ella. —¿Qué pasa, Piernas? —Su voz dura y oscura como una caricia profunda retumbó por ella. —¿No quieres esto? —Su mano tocó su coño. —¿O esto?—Él succionó su pezón duramente, deslizando un Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 35 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de dedo por su coño mojado por arriba de las bragas. Su cabeza fue hacia atrás con un lloriqueo, todo pensamiento racional desapareció, su cuerpo temblaba bajo sus manos. —No.—Ella gimió. — Oh… infierno, si. Sus manos se cerraron en puños en el material duro de la ropa de él. La lógica peleaba con el puro deseo y se daba cuenta de quién estaba ganando. Luchando por respirar mientras pasaba sus manos por la ropa que él vestía. Ella finalmente consintió. —Ven a mi dormitorio. —Abriendo el cierre, soltando y desabotonando el maldito overol hasta que finalmente cayó en el suelo. Hambriento por tocar su piel, sus manos acariciaron de sus brazos a su pecho, dirigiéndose hacia su estómago hasta envolver esa increíble longitud de él. Respirando con dificultad ella lo miró. — Llévame a la cama, Mac. Llévame a la cama y jódeme. —Ella le suplicó, apretando su cuerpo contra él, su pulgar deslizándose por encima de la punta de su polla. —No voy a poder llegar a la cama— , gimió. En la sala de estar, el televisor empezó a funcionar. —…MacDougal está desaparecido, o quizás esté muerto.—La voz experimentada del periodista se escuchó por el parlante del aparato. Mac se congeló con su mano cerrada en las bragas de seda de Elyiana. —¿Qué? —Elyiana luchaba por respirar. —¿Mac? —Silencio. Ella siguió su mirada, la neblina sensual disipándose abruptamente. Sin respirar, ella lo empujó suavemente y puso algo de espacio entre ellos. —Tendremos un informe completo a la vuelta de comerciales… — la voz del periodista cortando las noticias con los comerciales. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 36 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de Ella había fijado un timer, de lo contrario no se acordaría de las noticias. Esta noche, sin embargo, las noticias era un intruso o su salvación… ella aún no lo sabía. Generalmente durante las noches era entrevistado El MacDougal, citado o cuestionado de una manera u otra. El hombre proporcionaba ideas tan anticuadas y cómicas que era obligatorio verlo. Ella apreciaba utilizarlo en sus romances. Su plan original era ubicarlo como el villano, pero existía algo sensual en él, una sexualidad cruda que no podía ser negada. Por eso, ella dejó que su carácter la guiara. La mayoría de las veces que lo utilizó en sus libros, fue muy sutil. Pero de alguna manera él sospechó y era evidente que leía la mayoría de sus libros. Cuanto más luchaba él, más evidente ella lo retrataba en sus libros, hasta que en el último libro ella fue demasiado evidente de quien era el héroe. Si la entrevistaran, jamás admitiría que él era el héroe, aunque tampoco nunca lo negaría. Ella jamás escribió nada difamándolo. En uno de sus libros él era un abogado corporativo arrogante derribado de su pedestal por el amor de una muchacha fuerte y osada. En otro, ella lo usó como un mercenario, luchando para mantener su muchacha viva en la selva. El que más le gustó cuando fue un Lord escocés, y era, según ella, el más parecido a él. —Deben ser las seis de la tarde. — ella le dijo respirando con dificultad. Era verdad que a ella no le gustaba El MacDougal. Infierno, ella estaba en contra de todo lo que él creía. Aún así no lo quería muerto. Se encogió de hombros cuando el temor corrió por ella. El hombre era una roca indestructible. Cuando fuera su hora de morir, él planificaría una rueda de prensa y dejaría que todo el mundo supiera cuándo, cómo y dónde y sólo lo que él pensaba que deberían saber. No, El McDougal no estaba muerto. Ese hombre era muy arrogante para morir. No pudo hacer otra cosa más que fruncirle el ceño, mientras Mac la miró antes de subirse el overol sobre su erección aún en pleno apogeo. Su completa distracción era de lo más enervante. Oh, bueno, algunas personas pensaban que el sol nacía y se ponía en el trasero Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 37 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de de MacDougal. Ella suspiró y con otro encogimiento de hombros, se alejó de él. —Creo que Scott dejó algo de ropa en mi dormitorio. Voy a buscarlas. Con su cuerpo aún temblando de excitación insatisfecha, y su mente con muchas preguntas sin respuestas, Elyiana fue a su dormitorio cambiarse sus bragas mojadas y ponerse una camisola de algodón larga y suave. Aún el toque del material suave sobre sus pezones tensos la hacía querer gritar. Encontró un short de Scott, pero no pudo encontrar una camisa. El short era de tela que cedía, así que seguro Mac podría usarlos. En la sala de estar, él estaba parado al lado de su silla favorita, sus brazos cruzados en su pecho, sus Piernas separadas, su polla como un mástil llenando el overol. —… La palabra oficial en este momento es que El MacDougal está descansando en un lugar secreto por un periodo no determinado de tiempo… —“El” MacDougal, como si él dominara todo. —dijo ella. Ella sabía que no estaba muerto. — Yo creo que MacDougal necesitaba un tiempo de ocio. Supongo que su trasero está herido de tantos besos que le dan. —Shhh, silencio, quiero escuchar lo que están diciendo. —Mac le dijo agudamente, su frente arrugada mientras se concentraba en el aparato delante de ellos. Escuchando cada palabra. Ella no pudo evitar poner los ojos en blanco. CAPÍTULO 5 Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 38 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de Distraídamente Mac volvió a colocarse el pesado conjunto verde, lo abotonó mientras observaba la televisión nerviosamente. La lujuria experimentada no había disminuido completamente en su cuerpo. Su polla aún estaba dura, pero su atención estaba en el informe del periodista y no en la muchacha que murmuraba irónicamente en la entrada del dormitorio. No podía culparla de estar enojada. Ella había estado salvaje y mojada, tan lista para él, como él lo estaba para ella. Pero esto era más importante ahora. Por qué, no lo sabía con seguridad. Él la tomaría, pronto. No había ninguna duda con respecto a eso. Pero las noticias lo mantuvieron atento justo en ese exacto momento. Una muchacha joven estaba hablando haciendo que la memoria fragmentada en su cabeza cambiara, surgiendo, creando un ruido en sus oídos que no encontraba para nada natural. —… MacDougal necesita vacaciones cada tanto, caballero. — Una pelirroja imponente estaba hablando, una sonrisa fresca en sus labios, sus ojos verdes esmeraldas fríos como hielo. Debía conocer esos ojos, él pensó. Debía conocer aquella muchacha. —Señorita MacDougal, su hermano ha sido echado de menos en dos reuniones muy importantes de la coalición como también en su Fundación personal, ¿y usted afirma que él está sólo de vacaciones? — Un periodista le preguntó con burla. — ¿Que ocurre sobre el informe de que MacDougal fue visto siendo transportado lleno de sangre a un laboratorio secreto ubicado en las afueras de Dresden? Existen informes que dicen que El MacDougal está muerto. Ella era una jodida sanguinaria, mataría al bastardo, Mac pensó un poco divertido antes que ceño arrugara su cara. ¿Por qué estaba tan seguro que la muchacha entrevistada era tan sanguinaria? Por un momento, un sonido amortiguado, como un zumbido de abejas, repercutió en sus oídos cuando sintió una sensación de electricidad que pasaba por su cerebro. Intentó calmarse, tratando de Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 39 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de aislar y explicar el sentimiento, pero de la misma manera que vino, se fue. —¿Te gusta vivir peligrosamente, cierto?—Él escuchó el comentario de la Señorita MacDougal hablándole suavemente, con una sonrisa suave y fría que se formara en sus labios generosos, mientras sus ojos verdes miraban al periodista. — Si eso fuera verdad, nunca dudes que se estaría anunciando más que la muerte de El MacDougal. Las noticias serían sobre sus asesinos, así como sobre la hueste de hambrientos reporteros que acechan cada uno de sus pasos. —Dijo ella sin rodeos, su acento escocés espesando su voz, sólo lo suficiente para hacerse notar. — Niños la entrevista terminó. Vayan a jugar afuera. Tengo mucho trabajo que hacer. Mac tuvo que contener la sonrisa. Joder, ella era fría como el hielo y más loca que el infierno. Por un momento tuvo un sentimiento de afecto ante un recuerdo que desapareció tan rápido como llegó. —Bien, ésa es una muchacha que necesita seriamente relajarse y reagruparse. Mira sus ojos, está triste. Tiene una cosa en ellos que es francamente desolador. — Elyiana lo dijo suavemente atrás de él. — Yo diría que necesita una buena jodida, pero creo que en su caso necesita más cariño. Él gruño con irritación. Odiaba admitirlo, no sabía porque, pero ella tenía razón. Había sombras en los ojos de esa muchacha, una tristeza que hacía su corazón apretarse cada vez que la veía. El zumbido volvió a su cabeza, sintiendo como si su cráneo se estuviera apretando, su cuerpo se tensó. Era diferente de cualquier cosa que él pudiera recordar o de haber sentido antes. Pero del mismo modo que empezó, desapareció. —El MacDougal, estoy seguro, responderá a todos sus preguntas cuando vuelva de sus vacaciones.—Un hombre alto de cabellos oscuros dio unos pasos y contestó, sus ojos negros inteligentes y penetrantes, su voz controlada y fríamente educada. —Como ustedes han apreciado en el pasado, él es propenso a ausencias dependiendo de su humor. Les aseguro que no existe ningún cuerpo ensangrentado escondido. Él estaba mintiendo. Mac lo sintió en el fondo de su alma. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 40 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de —Y ahí tenemos una obra de arte que no vemos frecuentemente. — La pequeña duende de Piernas bonitas atrás de él informó con más interés de lo que Mac creía apropiado. —Tael Mcleod. Él es un pariente lejano de MacDougal por lo que tengo entendido. Personalmente, creo que es el más encantador de los tres. ¿Qué opinas? Mac se giró lentamente hacia atrás. Ella estaba de pie, apoyada en la puerta, sus cabellos rojos, negros y platinados cayendo sobre sus hombros tentando sus dedos a enrollarse nuevamente. —¿Tres qué? —Le preguntó intentando frenar sus exigencias por respuestas e intentar ser educado. Ella puso sus ojos en blanco expresivamente. —El MacDougal, su hermana Amareth era la reina del hielo en la entrevista. El hombre que viste se llama Tael McLeod, un pariente distante. ¿De qué planeta lejano vienes? Todas las personas han escuchado sobre la familia MacDougal. Ellos son tan populares como lo fue una vez la familia real. Él movió su cabeza un poco. —No se qué quieres decir. —Intentó tranquilizarla con una sonrisa, pero por su cara de desagrado, imaginó que ella no le creyó. Él contuvo una gran sonrisa, percibiendo que era muy entretenido irritarla y mucho más agradable que el zumbido que nuevamente volvía en su cabeza. —Hmm. —Murmuró burlescamente, su mirada fija en la protuberancia que le debería dolor más lo que quería admitir. Mierda, él nunca estaba tan duro, tan malditamente excitado por una muchacha en su vida.—¿Entonces estás relacionado con ellos? — Ella inclinó su cabeza, sus ojos de un extraño color violeta lo miraban estrechamente. Él la miró silenciosamente, arqueando una ceja indicando su inseguridad con la pregunta. ¿Relacionado con qué? ¿Con su muy, muy dura polla? La maldita polla lo estaba dejando loco por joderla. No podía entender, ella obviamente no tenía idea de quién era él. Él Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 41 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de tampoco tenía ninguna idea de quién era él. ¿Entonces porque sentía como si él la conociera? —El clan MacDougal. —Le explicó pacientemente.—¿Estás relacionado con ellos? Pareces tener muchas características físicas de ellos. Son bastante notables. ¿Él estaba relacionado? Se encogió de hombros indiferentemente. —No tengo ni idea. —Nunca dijo nada tan verdadero. —Hombre, estás lleno de información hoy.—Ella movió la cabeza con irritación. Él quiso reírse pero se contuvo. —Y tú estás llena de preguntas— él le dijo de inmediato. — Muchacha, cansas a cualquier hombre con esa boca. Te puedo sugerir otros usos en vez de hostigar a preguntas, si estás dispuesta a cooperar. Sus ojos se estrecharon. Ella no estaba enojada, pero tuvo la sensación que no le gustó el tono de su voz. Ella era un equilibrio entre fuerza y sensualidad. Una soñadora pero al mismo tiempo luchadora. Lo intrigaba, quiso saber mucho más sobre ella, y no solamente de posiciones sexuales que pensó que pudiera recordar y utilizar. Mierda, eso era irritante. Los destellos de memoria no se sentían como recuerdos, pero parecían lo mismo. ¿De dónde venían? —Hmphf, no me sorprendería que tuvieras una relación bastante cercana con ellos.—Ella llevó sus cabellos hacia atrás, mientras lo miraba con un delicado ceño.—Eres muy arrogante. —Y tú eres muy habladora. —Le contestó bruscamente, arqueando sus hombros mientras luchaba con la tensión. Esto se estaba extendiendo demasiado. Habían pasado tres días desde su fuga de los laboratorios, por increíble que parezca en Alemania, y todavía no tenía ninguna respuesta para el caos en su cerebro. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 42 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de Ella le sonrió, una sensual curva en sus labios lo hizo querer murmurar palabras lujuriosas que fluían por todo su cuerpo. Sus labios llenos le hacían recordar imágenes que no podía explicar. Sus dulces curvas, su pequeño cuerpo delicioso lo hizo querer aullar de hambre. Ella se le aproximó, sus senos se movían debajo de la camisola fina que tenía puesta. Si recordaba bien, probablemente le había arruinado el vestido que ella estaba usando en la cocina. —Vas a ser follada, muchacha, si me sigues empujando de esa manera. —Le advirtió con lo que pensaba era una increíble muestra de un sorprendente control. Sus ojos se rieron cuando se alejó de él. El casi le sonrió en respuesta. —Creo que más temprano ofrecí el uso de mi cama. —Le recordó con una sonrisa suave. ¿Ella hacía ofertas de ese tipo a hombres extraños? Se preguntó. —Eres un poco fácil ¿No es cierto, querida? —Murmuró en voz baja, consumido por la rabia con el pensamiento de que otro hombre la tocara. Sus ojos se estrecharon apenas lo suficiente, indicándole que había traspasado la fachada fría que ella mantenía para protegerse. Su cuerpo se tensó ligeramente, pero una sonrisa se formó en sus labios. Con algo de mofa. —Quizás, pero tampoco eres difícil de convencer… Querido.—Ella le respondió con un frío desdén mientras caminaba hacía su escritorio en la esquina de la sala de estar. La sala de estar de la pequeña casa se parecía mucho a la muchacha. Exhibía un raro surtido en las paredes. Fotografías enmarcadas del planeta en otros tiempos, antes de las guerras, antes de la pérdida de tantas vidas. Una de ellas era del precursor World Trade Center antes de su destrucción. La torre Eiffel antes de ser transformada en hierros retorcidos casi un siglo después. La Estatua de la Libertad, Dios la proteja, antes de ser removida a un lugar seguro. La antigua Casa de Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 43 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de la Opera de Sídney, la original, antes que su nuevo proyecto ultramoderno remplazara la que fuera bombardeada. Él no sabía quién era, pero Mac estaba contento porque esa parte de su memoria estaba bien, podría no recordar su historia personal, pero si recordaba la mundial. Tenía libros en vitrinas, realmente antiguos como para que existieran. De esos que tienen que estar en exposición en museos. Ya nadie leía libros impresos en papel. ¿Para que los necesitaban? Los muebles eran grandes y robustamente construidos. Un sofá y varias sillas, mesas de madera y las luminarias pequeñas y antiguas. El escritorio era antiguo y redondo, una silla giratoria que él podía imaginarla sentada, leyendo o trabajando lo que ella hiciera en ese escritorio. Elyiana Richards no era una muchacha que pareciera disfrutar de las comodidades de la civilización. Los muebles no se ajustaban automáticamente al tamaño y peso de su cuerpo, el piso era de madera en bruto y no como las utilizadas de planchas artificiales de madera con resortes internos. Ella aún estaba mirándolo con burla, sus ojos de color violeta lo miraban con ira casi incontrolada, por dar a entender que ella era fácil. A él debía importarle una mierda con quién ella jodía, pero le importaba, y eso no tenía ningún sentido. Él quería tomarla, sacudirla y exigir respuestas a las preguntas que crecían en su cerebro. Quería saber por qué la conocía, sin embargo, ella lo miraba como si fuera un extraño. Por qué sentía esa hambre por ella con una lujuria que creía que llevaría años en saciar, aún sabiendo que no quería tener un romance, y tampoco tenía deseos de tenerlo. ¿O él quería? ¡Todo era una mierda! Él pasó los dedos por sus cabellos con cara de irritación, por los mechones largos que estaban cayendo en su rostro y que lo incomodaban. —Mira, tengo trabajo por hacer. —Finalmente le dijo. — Puedes dormir en el sofá o en el dormitorio, a mi me da lo mismo. Dejé un short arriba de la cama, si quieres probártelos para ver si te caben. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 44 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de Solo quédate fuera de mi camino. No tengo tiempo o deseos de educarte con esas ideas arrogantes y arcaicas. Él arrugó la frente por la insolencia en su voz y la irritación. Quiso reprenderla, por el simple hecho de hablar con él de esa manera. Tuvo la sensación que estaba abriendo un antecedente peligroso dejándola que lo tratara de esa forma. —¿No te gusta El MacDougal? —Él cruzó los brazos en su pecho mientras la miraba con diversión. — Él es un hombre muy importante ¿No lo crees? —Él tiene un trasero muy arrogante, eso es lo que yo creo. — ella murmuró cuando se sentaba en el escritorio y le dirigió una mirada fría mientras colocaba el código de acceso en el teclado inmediatamente abriendo la pantalla de holograma en que ella trabajaba. —Por lo que dices parece que lo conoces bien—Él arqueó una ceja. —No es probable —sopló. —El MacDougal no se asocia con gente como yo. Personas mucho más abajo del suelo que pisa Su Alteza, lo pueden incomodar. MacDougal parecía un tonto, Mac pensó que quizás la pequeña irritable que estaba en el sala de estar no supiera tanto de él como ella pensaba. —Su hermana no es mucho mejor. —Ella se apoyó en la silla, siguiendo hablando de la familia MacDougal.—Amareth MacDougal es jefa de la seguridad de su alteza. Ella preferiría poner una bala en un hombre antes de joder con él. Tael Macleod es un poco mejor que esos dos, pero aún es un idiota MacDougal. El castillo soberano del clan MacDougal es uno de los más antiguos castillos que no fueron diezmados durante la guerra planetaria y él es más rico que Midas. Personalmente pienso que su hermana no es tan dura como cree que es, pero tendría que acercarme más para tener la seguridad. Ese MacDougal me enerva, sin embargo, creo que alguna persona debería sacarlo de su pedestal. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 45 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de —¿Tú eres esa persona? —Él preguntó curiosamente, más divertido de lo que quería que ella notara. Ella sonrió sensualmente, sus ojos color violeta calentándose con la sonrisa. Él amaba esa mirada, se dio cuenta. Una parte de hada, otra seductora, su boca estrechada seductoramente, la forma que sus ojos brillaban con calor y los remanentes de su excitación. —Él necesita una buena follada. Una buena, larga, prolongada, ardiente y fogosa follada que enrolle sus dedos de los pies y lo hagan olvidar todo sobre ese control de superman que a él le agrada que vean las demás personas. — Su voz cada vez más sensual, más hambrienta a medida que decía las palabras. Mac arrugó su frente y la miró sombríamente por su comportamiento. Ella lo deseaba. Al MacDougal que había sido. Lo podía ver en sus ojos, escuchar en su voz. Se negó a permitir que ella siguiera. Lentamente avanzó hacia ella, moviéndose hasta quedar delante, inclinándose hacia ella, sus ojos penetrando en las profundidades risueñas de sus ojos. —Ya que él no te está follando. —Dijo entre dientes, viendo la sorpresa inmediata en sus ojos. —Si quieres arder, querida, o hacer arder a otro, entonces, ven a mí. Pero no trates de hacerme compartirte con otro, a no ser que quieras tener tu trasero adolorido por un tiempo tan malditamente largo que no podrás sentarte, y no podrás ni pensar en joder con otro hombre. Acuérdate siempre de eso. Ella lo miró nuevamente con sorpresa. —¿Estás loco? ¡Qué suerte la mía! Quedarme varada con un loco. Mira Mac, no te conozco y estoy pensando que es mejor no conocerte. Eres arrogante, mandón y demasiado manipulador para tu propio bienestar. Lo importante es saber por que estás aquí. Eso es algo que no has explicado hasta este momento. ¿Te gustaría intentarlo? La interrogativa y burlona mirada en su rostro, la pequeña sonrisa en sus labios y la indulgencia en sus ojos le alteró sus nervios. ¿Ese diablito pensó que podía controlarlo? Pensó que podía apartarlo de por que estaba ahí. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 46 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de ¿Por qué él estaba ahí, joder? No tenía sentido que estuviera ahí para reclamarla y salvarla. Había un peligro alrededor de él que no podía localizar, pero estaba determinado a que no la afectara a ella. Ella era suya, y él se conocía bien para saber que no estaba loco. Solamente determinado. Que ella no lo conociera no importaba. Él sabía que la había reclamado hacía mucho tiempo, eso era lo que él pensaba y eso era todo lo que importaba. Él agitó la cabeza lentamente. —No, muchacha, lo que importa en este instante es que tengo que besarte. Besarte y tener la seguridad que cuando pienses en un hombre estarás pensando en mí. Acostúmbrate a eso, Piernas. Él no era así, Mac lo sabía, pero no pudo evitar lo que hizo después. Sus manos agarraron sus hombros delgados cuando él ignoró la sorpresa en sus ojos levantándola de la silla, sosteniéndola firmemente contra su pecho antes de que su cabeza bajara. Ella gimió, un dulce sonido femenino que él supo que nunca había escuchado antes. Cautela, calor y hambre llenaron de sonido la sala de estar antes de que capturara sus labios, separándolos rápidamente y con su lengua buscaba el sabor sin igual que él sabía que ella poseía. Debería haberse preocupado más en responder las preguntas que tenía dentro de su cabeza antes que ella apareciera, pero una mirada a esas Piernas largas y todo lo que pudo pensar era en tenerlas enrolladas alrededor de su cintura. Sosteniéndose de él conforme enterraba cada pulgada de su polla en su caliente y apretado coño. Ella era caliente. Él sabía que ella era caliente. Su propio beso era como una hoguera. Un gemido estrangulado vibró contra sus labios cuando ella cedió, sus manos agarraban sus hombros, sosteniéndolo apretado como si sus labios y lengua se alimentaran de su beso. Sus brazos la envolvieron, sosteniéndola bien apretada, sintiendo el calor de ella contra él, aquellas Piernas largas moviéndose contra las suyas, separando sus muslos para que se enterrara en ella. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 47 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de El calor explotó contra su carne cuando encontró el montículo húmedo de su coño. Levantó La camisola hacia arriba de sus muslos, el tejido era tan fino que no dificultaba el contacto. Dios, ella era tan delicada. Tan caliente y su piel olía a luz de sol y vida, algo que hacía mucho tiempo no olía. Sus manos se deslizaron de su espalda hasta su trasero, aferrándose a sus delicadas curvas, sus dedos se enterraban en su piel, apretándola hacia él, moviéndola, forzándola a montarse sobre los músculos duros de su muslo. —Joder, estás caliente—él gimió, forzando sus labios sobre los de ella, de esa forma pudo acariciar su mandíbula y su cuello. —Eres dulce y me intoxicas. Subes por mi cabeza, Ellie. Como nada que jamás conocí, me haces sentir ebrio por tu sabor. Ninguna muchacha le hizo esto. Él sabía eso. Ninguna muchacha jamás lo hizo arder como ardía ahora. Ninguna muchacha jamás tocó su alma como ella lo hizo, y lo enfurecía que ella no lo reconociera. Que ella no tuviera recuerdos de él tomándola, sosteniéndola amándola. Que Dios lo ayudara, necesitaba amarla. Podía sentir la necesidad apretando sus músculos, quemando su mente con la exigencia primordial de tomarla. Poseer, marcarla como suya para siempre. Solo suya… —Arde conmigo, Ellie. —Exigió cuando sus labios se dirigieron a su cuello, bajando rápidamente hacia los montículos hinchados de sus senos, donde se apretaban contra la tela de su camisola suelta. — Ahora. Él rozó la tela, sus dedos moviéndose sobre los botones minúsculos de la camisola, determinado a sostener el peso frágil de sus senos en sus manos, saborear la dulzura de sus pezones duros contra sus labios. — Esto es una locura. — ella gritó, mientras no hacia ningún movimiento de lucha contra él. Fue mejor aún, cuando su lengua tocó por arriba de las dos frutas maduras en forma de puntas de ella, sacudiéndose con su toque, Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 48 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de gimiendo con placer sensual mientras sus manos se enterraron en sus cabellos, acercándolo más a ella. —Eres tan dulce. —Él respiraba duramente, la lujuria lo dominaba de un modo que supo que jamás lo había experimentado antes. —Tan dulce y caliente, Ellie, me dejas loco por ti. Él no podía tener lo suficiente de su sabor. Su lengua se enrolló en el punto duro de su pezón y su boca lo cubrió, moviendo su firme lengua en forma provocativa mientras sus gritos repercutían alrededor de él. —Más duro, Mac. Más duro. Él gimió con sus exigencias, no pudo evitarlo. El sonido fue directamente a su polla, derramando una pequeña cantidad de fluido de la punta cuando la necesidad lo dominó. Suya. Esta muchacha, este momento, era todo suyo… CAPÍTULO 6 La pasión explotó. Ella podría jurar que escuchaba la energía crepitar, formando un arco entre ellos. Urgentemente, ella entrelazó los dedos en sus cabellos, empujando su cabeza a su pecho. La espesura de su cabello, rojiza dorada contra las puntas de sus dedos, su palma, intensificó la explosión de excitación por ella, disparando su deseo, expulsando toda lógica, toda razón. Más alto que la vida misma, él la abrumaba y ella, alegremente se rindió. Usando sus dientes, lengua, él la llevó casi al límite. No, ella lo quería más cerca, no estaba lo suficientemente cerca. Mordiendo su labio, luchó para no frotar su carne dolorida contra su muslo. Ella se sentía hinchada, resbaladiza, mojada y caliente como si estuviera en Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 49 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de llamas. La más mínima fricción la llevaría al clímax y ella no estaba lista. Aún no. —Mmm, Mac. —Ella gimió, apretando las manos en sus cabellos. Sus pensamientos estaban enredados. Nada importaba, solamente sentirlo, sus grandes manos moldeando su culo, sus largos dedos acariciándola, abriéndola más. Cuando él la alzó, sus dedos sondaban, acariciando el punto sensible donde su coño y ano se encontraban, ella respiró con dificultad, tirando su cabello con un apretón para luego tomarse de sus hombros. Sintió cuando él la bajó en el sofá, escuchó el sonido de tejido desgarrado cuando rompió sus bragas de seda. —Tha thu breagha1 . —Él murmuró las palabras roncamente, respirando contra su cuello, olisqueando con su nariz antes de levantarle la camisola por arriba de su cabeza y lanzándola lejos. — Tan bonita. —Gimió. Como un torbellino, las emociones, sensaciones, barrieron por ella cuando sus manos se deslizaron por su cuerpo quitándole el resto de ropa. Con las manos tan calientes que ella creyó que explotaría en llamas en cualquier momento, le moldeó los senos, levantándoselos, pellizcándolos. Lamiendo y chupando, evitando los pezones, enloqueciéndola con la necesidad. Gimiendo por liberación, pero al mismo tiempo queriendo que la euforia nunca terminara, ella luchaba por respirar, concentrarse, controlar la tensión que crecía. Esta experiencia iba más allá de cualquier cosa que ella leyera o escribiera y era mucho más erótica de lo que jamás experimentara y aprovecharía al máximo para hacerla durar para siempre. Pero, Dios querido, si él no tocaba su coño en ese momento, gritaría por la necesidad. Como si él le leyera la mente, su mano se dirigió rápidamente entre sus muslos. Agarrándola suavemente, la apretó lentamente, persuadiéndola a separar las Piernas cuando su boca hizo el camino por su cuerpo. Apretando los dientes, su cabeza se inclinó hacia atrás 1 Eres linda en gaélico. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 50 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de con un gemido. Sus pulgares hicieron círculos por la parte interna de sus muslos, dirigiéndose hacia el calor húmedo de ella. Con una exhalación caliente sobre su piel hipersensible cuando él se tomó su tiempo, deteniéndose en su ombligo para jugar con su lengua y dientes. Tenía la seguridad que ella moriría de placer, ella gritó cuando sus pulgares tocaron los grandes labios de su coño. — Oh, por favor, Mac. — ella gritó Levantando su cabeza él encontró su mirada fija, sus cejas se unieron en una lucha para controlarse. Él forzó para que sus Piernas se abrieran más y besó el camino hacia abajo utilizando su lengua y dientes, mientras ella lanzaba gritos guturales. Soplando suavemente, se le erizaban los pelos de su montículo que protegían su coño. Sus labios se abrieron en un gemido cuando él mantuvo su mirada fija en ella, su lengua lamiendo sus pliegues, succionando justo en su clítoris. —Mo milis rós1, — él susurró. —Florece para mí, bebé. — Oscura y enérgica, su voz retumbó contra ella. Su respiración eran cortos y suaves jadeos cuando él la acostó en los cojines blandos. Con dolorosa lentitud, él la tocó como un instrumento de placer. Sus manos tocaron su cuerpo y apretaron sus senos y pezones cuando comenzó finalmente a besar y lamer. —Increíble. Ellie, eres suave como un pétalo de rosa. Tan jodidamente dulce. —Él sopló en su coño mientras lo abría con su lengua, cuidando de no tocar su clítoris. Su corazón martillaba en su pecho al mismo ritmo que los golpes de su lengua, empujándola al abismo, forzándola. Suavemente él deslizó un dedo dentro de su palpitante vagina. Ah, eso es tan bueno. Ella no sabía lo hambrienta que se encontraba, o qué tan desesperada estaba de ser llenada por él. Intentando agarrarse, gritó por más. 1 “Mi dulce rosa” Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 51 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de Retirando y empujando nuevamente, él agregó otro dedo, estirándola, acariciando sus paredes internas cuando ellas empezaron a construir, apretando sus dedos. El placer se reunió en su coño apretando más duro mientras ella se rendía. Gritando, ella movió sus pelvis contra su boca mientras él la devoraba. —Oh si, Mac, Más duro. Como un hombre muriendo de hambre, él la saqueó. Suavemente usó sus dientes, alternadamente mordisqueando su labio exterior, su carne interna más sensible. Separando sus Piernas largas para tener mejor acceso, ella miró hacia abajo, viendo como él la devoraba. Era la imagen más erótica que hubiera visto jamás. El éxtasis absoluto la mataría, tenía la seguridad, pero no le importaba. Su corazón latía furiosamente contra sus costillas pensando que en cualquier momento explotaría. Cuando sus labios se cerraron en su clítoris, chupándolo duro, moviendo su lengua raspando firmemente sobre el nudo expandido, su mente se partió en mil pedazos, su cuerpo tembló, convulsionó. Lanzando su cabeza hacia atrás con un grito de éxtasis. Desvergonzadamente movió nuevamente su pelvis contra su boca. Por una fracción de segundos ella se olvidó de respirar cuando el placer/dolor la sostuvo, antes de quebrarse en un millón de sensaciones brillantes. Aún así, él seguía succionando, acariciando su coño que se contraía mientras la sostenía por su culo manteniéndola quieta mientras otro orgasmo se construía. Más rápido, creció y explotó dentro de ella nuevamente, mientras apretaba los almohadones del sofá. Encontrándose en las alturas, su respiración se fraccionó, su sanidad desapareció. Él se arrodilló, sus manos acariciando su espalda, acercando sus caderas a la orilla del sofá. Mientras aún temblaba por su reciente clímax, él se abrió espacio para ubicar su cuerpo entre sus muslos. Delirando de necesidad por más, ella lo agarró, sacándole su maldita ropa nuevamente, desabrochando sus botones. Desnudando su cuerpo de manera ruda, empujó el material por sus hombros. Ella murmuró impaciente, Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 52 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de dejando sus manos acariciar sus hombros, pecho y cintura, empujando el rústico overol de sus muslos, liberando su enorme y maravillosa polla, deliciosamente rígida. Un temblor de miedo y de anticipación la recorrió por su tamaño. Si fuera honesta, tendría que decir que amaba cada aspecto de su tamaño. Con un metro setenta y siete de altura, ella era más alta que la media de las mujeres y no era fácil encontrar un hombre que no se sintiera intimidado con su altura. Mac media aproximadamente un metro ochenta y cinco. Probablemente más cercano al metro noventa y era musculoso, grande, sin una pulgada de grasa que le sobrara. La hacía sentirse suave y femenina. ¿Quién se imaginaría que sentirse pequeña sería tan erótico? Quería envolver su mano en él. Mejor aún, sentir sus venas pulsando, el palpitar de la cabeza increíblemente larga contra su lengua. Quería saber cómo era su sabor. Ávidamente lo tomó y él rápidamente se alejó de su toque. Cubriendo su boca con la de él, él la besó tragando sus gemidos de frustración, y ella se saboreó a si misma, caliente y almizclada. Era tan sensual, tan extremadamente excitante. Su lengua barrió con la suya. — Aún no, bruja. — Él gimió contra sus labios. —Si, ahora. —Le imploró. —Te quiero dentro de mí, dentro de mi boca, mi coño. Te quiero ahora. —Su voz sonaba como si viniera de lejos. Era baja y ronca de excitación. Empujándolo lejos de ella, bajó su mano por su pecho, su uña rasguñando su pezón haciendo que se tensase y apretara los dientes. — Oh, aye —él gimió. — Luego tendrás tu oportunidad, Piernas. Pero no aún. Estando increíblemente caliente, su boca se cerró en el pezón nuevamente, lavándolo y ella lanzó gemidos de placer. Estaban tan sensibles que ahora era casi doloroso, pero no quería que parara. Era un dolor delicioso. Ella cerró sus ojos sintiendo las sensaciones de lo que él le hacía mientras sostenía sus bíceps sólidos, poderosos y saboreó sentir su piel caliente y tensa. Los músculos se apretaban bajo sus manos mientras él la acostaba a lo largo en el sofá. Sus ojos viajaron por su cuerpo Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 53 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de desnudo antes de ubicarse arriba de ella y besar sus hombros y clavícula. La lenta pulsación de la excitación que crecía empezó a florecer en ella nuevamente, formando espirales, que aumentaban intensamente. Ella lo agarró nuevamente. Mordió sus labios al mismo tiempo que sus dedos se cerraban alrededor de él. Ligeramente empezó a explorarlo, moviendo sus dedos de arriba hacia abajo por su polla, su pulgar tocando sobre la punta con forma de ciruela. Esparciendo el fluido que salía de la punta, ella frunció el ceño. Extraño, parecía diferente a cualquier cosa que ella sintiera antes. Liviano, con poca viscosidad, casi aceitoso y en pequeña cantidad. ¿Ya se habría corrido antes? Iba a preguntarle, pero su boca se cerró hambrienta sobre la de ella y la hizo olvidar todo. Con un gruñido, su rodilla separó sus muslos ampliamente mientras su mano tocaba su sexo. El calor creciente, rápidamente se transformó en un infierno. Ubicando una pierna sobre el respaldo del sofá, abrió sus Piernas para él, dándole mejor acceso cuando su dedo rasguñó ligeramente el pequeño paquete de nervios de su coño, ligeramente dolorido por los juegos previos que él había realizado. Aún así, ella nuevamente se mojó con sus caricias. Movió la pelvis contra su mano y suspiró por los temblores que llegaban a ella. —Fóllame, Mac. —Ella encontró su mirada caliente verde mar, implorando por más. —Ahora. Posicionándose entre sus muslos, él levantó sus brazos arriba de su cabeza y sostuvo sus muñecas contra el brazo del sofá con una sola mano. Ella sabía que él podía ver su excitación, la emoción que sentía. Poniendo su mano entre ellos, él tomó su polla y guió la cabeza gruesa entre los pliegues sensibles de su coño. Urgentemente ella se arqueó hacia arriba, haciendo que sus senos saltaran suavemente. —¿Mmm esta no es una bella visión? —Él se inclinó hasta llevar ese pezón increíblemente duro entre sus dientes antes de chuparlo en su boca, duro y rápido. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 54 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de La cabeza maravillosamente gruesa de su significativo miembro se alojó en su abertura y ella irguió sus caderas empujándolo de un solo tirón. —Mírame, Ellie. —Él forzó las palabras por sus dientes apretados. Ella obedeció, abriendo sus ojos cuando él lentamente comenzó a penetrarla. Su respiración se detuvo con la sorprendente sensación de estiramiento, las ondas calientes de deseo ondulaban por ella. El placer era abrumador. Ella sintió las ondas irradiando de su vagina a sus Piernas, por su estómago, subiendo y apretando sus pezones, llegando a su cabeza como un hormigueo. Queriendo ser llenada completamente, estrechó sus ojos en él y frunció su frente en concentración, mientras empujaba sus caderas hacia arriba para tener más de él. Sus ojos se dilataran y se oscurecieron aún más. —Cristo, muchacha. No te muevas —murmuró. Ella apretó sus dientes y nuevamente empujó hacia arriba lo, más alto que podía, tomando cada pulgada de él. Dios era tan bueno. Tan increíblemente caliente. Él la miró atentamente, sus ojos brillaban con hambre, apretando sus dientes cuando él le apretó sus muñecas. Un sonido, mezcla de placer y dolor, repercutió en algún lugar del pecho de Mac cuando perdió el control y empujó profundamente dentro de ella. Apretando su pecho, agarró su pezón suavemente con su dedo índice y pulgar mirando su reacción. Con su cabeza inclinada hacia atrás, ella gritó de placer y frustración. Las sensaciones en aumento la dejaban loca de deseo. Con la tensión obvia en sus ojos, él luchó para contenerse mientras trabajaba su polla profundamente en su coño apretado. —Mmm estás tan apretada y mojada, Ellie. Dios, Estás tan mojada. Tan caliente que me estás quemando vivo, bebé. —Mac. —Ella imploró sin aliento. Él la despedazaba y ella lo amó. Pero, quería más, quería todo. —¿Qué Ellie? ¿Quieres que te folle? —Su voz era tan perversa, tan sombría cuando retumbó en ella, vibrando. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 55 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de —Si, Dios Si. Jódeme, Mac. —Ella gimió entre dientes. Su cuerpo se agitó de deseo. Su clítoris parecía enorme, parecía una cosa viva, pulsaba al mismo tiempo que los latidos de su corazón. —¿Quieres que te joda duro, Ellie? —Él murmuró, inclinando su cabeza cuando soltó sus manos. Con un gemido de placer supremo, apretó sus senos, masajeándolos, moldeándolos. —Jódeme duro, Mac. Duro y rápido. —Ella murmuró. Sin quitar sus ojos de ella, sus manos se deslizaron de sus senos, bajando hacia sus caderas, él la levantó y puso dos almohadones pequeños debajo de su culo. Apoyándose, profundizó aún más en ella. Sus facciones se tensaron a medida que él empujaba más en su interior, su coño se expandía mientras convulsionaba alrededor de su eje. —Joder, Elyiana, estás tan apretada. Te sientes tan malditamente bien. Sentía como si su erección creciera más, extendiéndola imposiblemente. La necesidad, el hambre, era una divina y exigente bestia que clamaba a través de ella, forzándola más allá de cualquier placer que jamás imaginó y la dejaba sollozando pidiendo más. Lentamente él se retiró un poco antes de forzar su polla gruesa más adentro, más profundo hasta que tuvo la seguridad que estaba tocando su alma. Su respiración eran ásperos jadeos. Mechones de su cabello caían en su rostro mojado de transpiración, pero no le importaba. Aplanando su estómago con su mano temblorosa ella lamió sus labios y lo miró a los ojos. Sus dedos viajaron de su estómago hasta donde sus cuerpos se juntaban. Ella llevó un dedo alrededor de la base larga de su pene alojado profundamente adentro de ella y se maravilló con el anillo increíblemente apretado de su coño. Un líquido viscoso y espeso empapaba sus labios extendidos y sus vellos cobrizos oscuros. Él tomó su mano y llevó su dedo cubierto de su crema hasta su boca y lo lamió hasta que quedó limpio. —Mmm. — él gimió. —Dulce. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 56 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de Con una respiración temblorosa ella se rindió, apretando las paredes de su canal y viendo como sus ojos se dilataban con el placer. Él se retiró hasta la mitad para luego embestir de nuevo duramente. Con un gemido, ella se arqueó, luchando por respirar. Encontrando sus embistes. La palma de su mano presionó la parte baja de su estómago y ella sintió su polla rozando el lugar más sensible de su coño cuando él se retiró y se introdujo nuevamente. Aumentando más su ritmo, él la jodía más rápido, el sonido de la succión mojada de su retirada y estocada era más allá de lo erótico. Bombeando sus caderas hacia arriba, ella encontró cada embiste mientras él iba a su encuentro. Las ondas de éxtasis cayeron sobre de ella. Cada vez, él se retiraba y embestía rápido y profundo. Su coño estaba muy sensible ahora. Cada embiste llenándola, expandiéndola, mientras las paredes de su canal enviaban afilados fragmentos de sensaciones que irradiaban por ella. Como un rayo, su orgasmo la golpeó, lanzándola al éxtasis. Nuevamente él empujó adentro de ella, conduciéndola hasta que estuvo sollozando de placer. Entonces con su último clímax ella se partió gritando su nombre, sus uñas enterradas en su culo, intentando mantenerlo adentro, queriéndolo más profundo. Temblorosa por los espasmos de su orgasmo, lo sintió tensarse cuando su propio orgasmo lo atrapó. Mirando hacia abajo, a sus ojos, él se introdujo de nuevo, gimiendo cuando su clímax se derramó caliente en ella, llenándola hasta colmarla. Bajando su cuerpo, su mano alisó su cabello, quitándolo de su rostro húmedo por la transpiración. Él frunció su frente mirándola por un momento y luego la besó como si necesitara de su respiración para vivir. —Te quiero joder de nuevo, Piernas—murmuró. —Duro. Rápido. Lento y fácil. Cristo, creo que nunca podré llenarme de ti, muchacha. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 57 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de CAPÍTULO 7 No podía tener suficiente de ella. Después del clímax que sacudió su cuerpo, enviándola convulsionando alrededor de su pene, Mac sintió el hambre creciendo dentro de él. Le sonrió mirando su rostro ofuscado, viendo una chispa de respuesta por el placer de sus ojos. —¿Piensas que terminamos, muchacha?—Él rozó sus labios con su mandíbula, fascinado por su sabor. —No por un largo tiempo. Sin alejarse de ella, la abrazó por los hombros girándola sin esfuerzo, él quedó sorprendido por el poco esfuerzo que requirió girar a ambos hasta que él estuvo de espaldas, y ella estaba empalada nuevamente y más profundamente que antes y su miembro estaba en franco crecimiento. —Oh Dios, me matarás con esa cosa—gimió, pero su voz estaba llena de erotismo y no de dolor. Ella se movió despacio, levantando sus caderas mientras acariciaba el largo ultra sensible de su polla con la seda de su coño apretado. Las paredes de su vagina lo agarraban como un torno y él apretaba los dientes por el intenso placer que experimentaba qué temió que haría volar su mente cuando finalmente se corriera dentro de ella. —Casi ahí, amor. —Su cuerpo se arqueó cuando ella deslizó su polla hacia adentro, presionando más profundo, sintiendo su coño ondulando alrededor de él con pequeñas ondas sísmicas de éxtasis. —Tómame como te guste, Piernas. Tómame todo. Ella tomó cada pulgada. Su espalda se arqueaba mientras el sostenía sus caderas firmemente, su ritmo aumentando en cada golpe, dejándolo loco por encontrar su próximo clímax. Él se movió debajo de ella, devolviendo sus golpes, viendo su rostro comenzar a gotear de Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 58 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de sudor y los ojos de ella se ofuscaron cuando las sensaciones aumentaron. Él podía sentir lo que ocurría en su interior. Sus testículos se estaban apretando, la explosión acumulándose en la base de la polla cuando su columna empezó a vibrar con una erupción eminente. Era algo diferente, pero estaba demasiado consumido con el éxtasis como para apreciar las diferencias. Podía sentir impulsos que conocía antes, pequeñas ondas de estática aumentaban las sensaciones que cubrían su cuerpo mientras agarraba los hombros de Elyiana, abrazándola contra su pecho. Quería que ella gritara por él. Quería que conociera un placer diferente a cualquier cosa que hubiera conocido. Sosteniéndola con un brazo a través de sus hombros, él se acercó a sus caderas, sus dedos se arrastraban por sus pliegues sensibles mientras ella corcoveaba en sus brazos. Dirigió su polla profundamente en los músculos de su coño mientras sus dedos se llenaban de su jugo cremoso, llevándolo a su fruncida abertura de su ano. —Espera. Mac. —Ella gimió cuando él ejerció una pequeña presión en su ano. —Sólo salida, —tembló en sus brazos—sólo salida. .. Él no tuvo que forzarla para tomar el largo de su dedo. La tensión creciente y el placer a latigazos dentro de ella relajaron su canal anal, ordeñando su dedo dentro mientras respiraba ásperamente, calmando los pequeños gemidos decrecientes que salían de su pecho. —Es mi entrada, muchacha. —Del mismo modo que ella era suya, él lo sabía. —Es mejor que te acostumbres a tenerme en ese lugar, porque pronto, muy malditamente pronto, algo mucho más grande que mi dedo te llenará allí. Empujó profundo y empezó a follarla más duro, más rápido, su dedo en contrapunto con su polla hasta que sintió su liberación explotando desde su pene. Elyiana estaba gritando su propio clímax entonces, su coño lo exprimía como el puño más apretado, mientras su canal anal también se contraía con su clímax. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 59 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de Luego se estaba derramando dentro de ella, calientes y duros chorros de su semen llenaban su coño que lo succionaba, y lo tuvieron gimiendo con los chorros ásperos y convulsos que explotaban de la cabeza de su polla. Elyiana se desmoronó sobre él, pequeños temblores de la explosión repercutían por su cuerpo mientras ella lentamente se relajaba contra él. Su mano alisaba su espalda de arriba hacia abajo, sintiendo la humedad, pero no había ninguna humedad en él. No estaba transpirando a pesar del esfuerzo realizado. Respiraba más agitado por la excitación, pero no por el esfuerzo. Sintió que podía dormir, pero no estaba cansado. Jódase la mierda en el infierno, él todavía estaba tan duro que podía empezar todo de nuevo. Sólo que la exigencia imperiosa para su clímax remitió. Pero su clímax había sido distinto. Reprimido. Como si algo físico estuviera faltando. Él aún estaba duro. Todavía estaba caliente por ella. —Una vez más, amor. —Murmuró duramente, moviéndola, girándola hasta que él la tuvo debajo de él. Una vez más. —Mac.—Con una voz débil, pero vigorosa y aún despierta cuando su mano se deslizó por la deliciosa, atrevida elevación de su culo. Él separó los globos dorados, pasando su dedo por su ano. —Sólo salida… —ella susurró, pero no tan firmemente como lo debería haber dicho, pensó él. Podía escuchar la curiosidad en su voz, guerreando con su inocencia. —Ya te dije, muchacha, mi entrada—susurró, tomando el frasco de aceite de coco de la mesa del café. Ya lo había visto antes, sabiendo que sería perfecto para esta pequeña aventura.—Ésta es la última vez. — él murmuró mientras lanzaba un pequeño chorro de líquido sobre el valle entre sus mejillas. Observó mientras corría lentamente en medio, hasta que llegó al dedo que había presionado debajo de la fruncida entrada, trabajándolo lentamente dentro de su absorbente canal. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 60 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de —Mac… —Ella temblaba, pero no lo estaba rechazando. Él sintió sus músculos tomándolo firme, ordeñando su dedo, empujándolo más profundo dentro de ella. —Te va a encantar, Piernas —él susurró. — Dolor y placer combinados, hasta que no sepas qué es más fuerte. Si estás gritando porque te estoy estirando mucho o porque el placer te está destruyendo. Lanzó un poco más de aceite resbaladizo en la pequeña abertura mientras adicionaba un dedo más, estirándola, trabajando su delicado esfínter, ella gemía con la penetración superficial. —Siente como es de bueno, muchacha. —Él la envalentonó, preparándola suavemente para él. — Siente como es de caliente y excitante. Un pequeño placer prohibido que me darás solamente a mí. ¿Verdad, Ellie? Solamente a mí. —Si —ella respiró con dificultad, cuando presionó un poco más, empujando su dedo completamente dentro de ella, moviéndolos separadamente, haciendo movimientos de tijera de un lado hacia el otro mientras trabajaba los músculos separadamente. —Oh Dios, Mac.—Su espalda se arqueaba, sus puños apretaban al sofá arriba de su cabeza. —Buena niña—él susurró. —Tan jodidamente buena. Ahora viene la mejor parte. Él sacó sus dedos antes de aplicar una cantidad generosa de aceite en su miembro rígido. Joder, si no cedía esa lujuria por ella pronto la mataría follando. No podía tener suficiente de ella. Ella se arqueaba para respirar cuando él separó los globos de su culo con una mano, y posicionó su polla con la otra. Apretando los dientes de placer, por el erotismo de la vista, observaba como la cabeza gruesa con forma de hongo desaparecía por su entrada. —Trabaja conmigo, Piernas. —Él acarició su culo un segundo antes que levantara la mano y la dejara caer en una sensual y pequeña palmada en su piel bronceada. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 61 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de Ella se sacudió, su ano se apretó, mientras él lentamente la penetraba. —¡Ah, muchacha! ¿Te gusta eso? — Él sonrió con anticipación como si su gemido sollozante respondiera su pregunta. —Vamos a ver cuánto te gusta. Él levantó su mano nuevamente dejándola caer más rápido, golpeando la mejilla atrevida de su culo, lo suficientemente duro para dejar un leve rojizo en su piel. —Oh Dios, Mac… —Su polla se hundió adentro de su culo una pulgada mientras ella apretaba sus músculos y luego los soltaba. Lo ordeñaba como un pequeño puño. —Buena niña. —Él frotó su palma con su piel enrojecida, acariciándola por un momento, dejando sus dedos calmaren la pequeña picadura antes de repetir el movimiento. La llenó con otra pulgada. Ella se estaba resistiendo, respirando con dificultad, su cuerpo tan húmedo por la transpiración que requería muy poco para hacer que su culo quemara con los pequeños golpes. Ella se retorcía debajo de él, quemándose, su coñito estaba tan mojado que cuando su mano lo tocó para acariciar los labios rechonchos, ella le mojó completamente los dedos. Era así como él la quería. Mojada y salvaje, exprimiendo hasta la última gota de semen de sus pelotas cuando se corriera dentro de ella nuevamente. Él golpeó otra palmada, su sonrisa se estrechó, su cuerpo estaba tan tenso que dolía presionar más profundo. Oh Cielos, ella estaba tomando todo de él, hasta la empuñadura, hasta que sus testículos estaban apretados y duros contra su coño mojado. Estaba resbaladiza y caliente, y destruyó cualquier pensamiento que tuviera sobre control. Ella se balanceaba arqueándose hacia atrás, su culo tan suave y apretado alrededor de él que se preguntaba si duraría unos segundos más antes de correrse dentro de ella. Él se correría dentro de ella. Caliente y duro, la llenaría hasta que no tuviera nada más que dar. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 62 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de Aferrándose a sus caderas para mantenerla firme, la empujó lentamente del feroz agarre en que ella lo tenía. Mirando su polla recubierta de aceite lentamente se retiró hasta que solamente quedó la cabeza gruesa dentro. Apretando los dientes, aumentó el ritmo lentamente dentro de ella, escuchando su grito estrangulado cuando la penetró duramente de una sola vez. Nuevamente. Ella resistió debajo de él, sus gritos apelando alivio y en ese momento él sintió la decadencia del acto que la dominaba. Sí, era de esa forma en que él la quería. Sumisa debajo de él, tomando todo el placer que él podía empujar dentro de ella, implorando por más. —Duro… Mac, más duro… —Ella estaba casi gritando su nombre, su pequeña mano entre sus muslos mientras se acariciaba su hinchado clítoris. Él sabía que ese pequeño brote estaba hinchado, distendido con la necesidad de liberación que sólo él podía darle. Sólo él podía hacerla arder de ese modo. Por Dios, se aseguraría de hacerlo. Sólo de pensar en eso lo hizo perder el control. Sujetándola por las caderas para mantenerlas fijas, empezó a follarla con golpes más profundos, más duros gruñendo con lo apretado de su culo cuando él la tomó con un placer y pasión que supo que no había conocido antes. Tomó posesión de la entrada y salida de su erección, el modo como ella se abrió para él, su piel enrojecida estirándose, tomándolo. —Estoy a punto de… —Su grito ronco lo sorprendió por el modo que sintió sus testículos apretándose, sintiendo su corrida quemando su polla. —¡Ahora!—Él gritó, su mano dirigiéndose debajo de ella, dos dedos penetrando duro y profundo en su coño apretado mientras los otros se movían frenéticamente sobre su clítoris. Sus caderas se movían más rápido, más duro, su polla surgiendo dentro de ella con golpes calientes y furiosos cuando él la sintió explotar alrededor de sus dedos, su erección, ordeñando, lanzándolo más allá del borde de la sanidad. Las palabras salieron de sus labios, aunque no sabía el significado de ellas. Todo lo que él conocía era el explosivo y Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 63 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de destructor orgasmo que rugía entre ellos, haciéndolos desmoronarse, robando sus últimas fuerzas, robando su mente. Después de largos minutos, él se retiró, su polla no tan dura a como estaba, pero aún casi-erecto. ¿Qué mierda era eso? Lentamente, ignorando sus pequeños reclamos, Mac alzó a Elyiana del sofá y la llevó al dormitorio hasta su cama. Ella se relajó contra su almohada con un pequeño suspiro y se durmió. Mac se pasó la mano por el cabello, haciendo cara de desagrado al sentirlo seco. Debería estar sudando como un caballo y listo la sucumbir a la fatiga. Pero al mirar hacia abajo, palmeando sus pelotas y polla, frunció el ceño con confusión. Ellas parecían perfectas. Todavía estaba duro pero no debería estarlo, y quizás sus testículos eran menos pesados de lo que podía recordar, pero no podía tener la seguridad. Infiernos, no andaba pesando sus malditos testículos, pero quizás debería haberlo hecho. Pero no era sólo eso. No tenía tanto pelo en su cuerpo, no que fuera un simio, pero el pelo que tenía en los brazos y Piernas, no eran tan finos como estaban ahora y no encontraba ninguna explicación a eso. Pero lo más importante, su rodilla no le molestaba más. Él se había fracturado la rodilla algunos años atrás y todavía tenía problemas con ella cuando no descansaba adecuadamente. Por un momento, se detuvo en estado de shock. Eso pertenecía a su memoria. Recordaba que se había fracturado la rodilla, pero no recordaba cómo. Sabía que debía doler, sabía que no debería tener la libertad de movimiento que tenía en este momento. Suspirando cansadamente, se sentó en la cama, teniendo la precaución de no despertar al pequeño duende curioso que dormía al lado de él. Ella mantenía un ojo de águila mientras estaba despierta, haciendo difícil encontrar tiempo para tratar de resolver los problemas de que él tenía. Tocando su estómago salió del dormitorio y corrió hacia la cocina. Estaba muriendo de hambre, tenía la seguridad de eso. Revisando el refrigerador, retiró varios bistecs gruesos colocándolos en la parilla y Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 64 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de esperó con impaciencia hasta que estuvieran listos mientras sacaba un plato y cubiertos. No comía mucha carne, pero en ese instante hubiera comido la carne cruda si fuera necesario. Después de unos minutos, dos porciones estaban listas en la parrilla y las sacó, las colocó en su plato antes de sentarse en la mesa y devorarlas. Esa hambre extrema lo confundió aún más que las otras anormalidades que estaba experimentando. Estaba comiendo más que el triple de lo acostumbrado. Limpió la cocina, agregando su súbito apetito por la carne en la lista de comportamientos absurdos. Frustrado por su incapacidad para recordar las cosas que debería, Mac salió de la casa y miró el cielo estrellado mientras intentaba encontrar respuestas a sus interrogantes. Todo parecía bien. Él estaba comiendo mucho más de lo acostumbrado, pero no estaba afectando su peso. Alimentos con alto contenido de proteínas eran su deseo constante desde que se despertó hacía cuatro día atrás, en ese maldito laboratorio. Todas sus funciones orgánicas estaban funcionando normalmente, gruñó. Nada parecía sospechoso, pero sabía que existía algo equivocado. Él raramente dormía y nunca estaba cansado. Eso lo preocupaba enormemente. El zumbido intermitente en su cabeza cuando intentaba recordar. La sensación de electricidad estática saliendo de su cuerpo en los momentos menos apropiados. ¿Por qué podía recordar de informaciones triviales, pero nada importante? Podía sentir que las respuestas estaban, dando vueltas en su cabeza, pero no podía encontrarlas cuando las necesitaba. Su mano se movió por su tórax, tocándose con curiosidad. Debería tener heridas ahí. Heridas terribles, sangrientas. Los flashes de memoria le aseguraban que algo le corrió que casi lo mató. Pero no tenía ninguna cicatriz. Se frotó las manos por su rostro con frustración antes de sentarse en una de las sillas que tenía Elyiana en el patio. Apoyando sus codos en las rodillas descansó su rostro en sus manos y luchó contra la sensación de desgracia que crecía en él. Se había dirigido a ese lugar para proteger a su muchacha, pero ella no sabía quién era él. Tenía memoria de ella, tomándola, Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 65 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de amándola, queriendo apretarle el maldito cuello por su inocencia, pero ella no lo conocía. Ella no tenía la menor idea de quién era él, tanto como él tampoco lo sabía. Pero el peligro aún estaba ahí, aunque no podía recordar por qué. Estaba asustado de estar en ese lugar, estaba trayendo peligro a ella, en vez de protegerla. Y él estaría maldito si ocurriera eso. Pero hasta que recordara dónde estaba el peligro y pudiera determinar de qué forma podía protegerla, no sabía qué hacer. Porque no la dejaría. Sería como si se quitara su propia alma. —¡Estás loco Mac!—Se dijo amargamente mientras miraba el patio oscuro, sintiendo el calor primitivo y la paz de la tierra profundizando en su mente. Justamente como Elyiana penetró en su alma. Ella no lo conocía, pero él si lo hacía. Podía no recordarla, pero no podía dejarla ir. Él la amaba. Agitó su cabeza con ese pensamiento. No debería amarla. No debía ser posible, pero sabía que la amaba. Y eso era lo más loco de todo lo que ocurría. CAPÍTULO 8 A pesar del sueño que tenía, pudo escuchar a Mac diciendo palabrotas, así que se giró dándole la espalda. En algún momento de la noche empujó el edredón hacia afuera de la cama. Eran pasadas las tres de la mañana cuando Mac permitió que ella durmiera, pero fue atormentada por sueños eróticos sombríos con MacDougal. Estaba Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 66 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de atada, controlada por él. Pensando sobre ellos, se acarició su estómago desnudo. Sus miembros estaban doloridos en lugares que ella no sabía que tenía. Pero un dolor delicioso, pensó sonriendo. Era incapaz de terminar la historia que estaba escribiendo, quizás lo que ocurrió fuera bueno. La investigación era crucial para una buena historia y ella creía que lo ocurrido en la noche estaba muy bien para escribirlo. Sintiéndose caliente y lánguida, pensaba que había pasado de sus límites. Pero su mente ya estaba creando escenas. Parece que con esto tenía más inspiración para usar. —¿Estas despierta, Piernas? — La voz de Mac estaba ronca por falta de sueño. Oh infierno, ella no quería abrir los ojos. Ubicándose de costado, enterró la cabeza en la almohada blanda con un suspiro. No podría dormir de nuevo. Sus pensamientos ya estaban en las modificaciones que realizaría en la historia debido al sexo áspero y abundante que tuvieron, como también de los sueños perturbadores que agitaron su mente toda la noche. —Ellie. —Él le dio una palmada en el culo. —Mmm. —ella gimió queriendo tener más sexo, pero solamente después de una taza de café bien caliente. Con un suspiro, se ubicó de espalda nuevamente y se quitó el cabello de su rostro, pero él se estiró intentando cobrar vida. Cuidosamente, ella abrió un ojo. Mierda, estaba espectacular. El rostro de Mac surgió en su campo de visión, su expresión severa. Abriendo el otro ojo le puso una cara de desagrado. —¿Qué hora es? —Casi las doce del día. Hice café.—Joder, una jaqueca estaba empezando en sus sienes. Con un lloriqueo, ella aplanó la palma de su mano en su pecho, y lo empujó hacia atrás cuando se sentó y se restregó los ojos. Wow, ¿siempre estaba tan espectacular? Él parecía maravilloso, caliente y… mmm… ¿desnudo? Bueno, desnudo no, estaba usando el short de Scott. —No dormí bien, ¿y tú? —Ella le contestó moviendo la cabeza para poder mirarlo mejor. Las costuras del short estaban a punto de Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 67 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de reventar y la erección gigantesca no estaba ayudando mucho. Pestañando hacia él, se mordió los labios. Por alguna extraña razón encontró gracioso ver aquél gigante con las manos en las caderas. El short era tan pequeño que no escondía nada. Empezó con una risita, para luego explotar en una carcajada. Cubriendo su boca ella miró hacia arriba, y pudo ver la vergüenza en esos ojos verdes de Mac y eso empeoró aún más la situación. —Ah, ¿estás loca? —Él le murmuró. —D-disculpa, estás muy bonito con ese short —ella se rió. —¿Bonito? —Con una cara feroz que surcó líneas alrededor de su boca sensual. Sus ojos estaban claros como una piscina en primavera, fríos y brillantes de rabia. — No soy un cachorro de orejas caídas, muchacha. Elyiana salió de la cama sosteniendo su estómago por el ataque risa. —Contrólate, Piernas y ven a la cocina. Ahora. —Él le gruñó y eso hizo que se riera más. La risa no ayudó a su jaqueca, pero valía la pena. “Ahora” él dijo. Ella sonrió en silencio nuevamente mientras se dirigía al baño. Corrió para ducharse con agua caliente y suspiró mientras se aliviaba la tensión que se acumuló en sus hombros y nuca, sus músculos doloridos. Dándose un tiempo, se enjabonó con una esponja, exfoliando y energizando su piel. Cuando terminó, se estiró y apreció la sensación de estar en una cápsula de calor. Dejándolo penetrar en su cuerpo, soltando músculos que descubrió que existían la noche anterior. El cuerpo de Mac, su toque era como una droga—con poco y ya era una drogadicta. Joder, nunca pensó que se toparía con algo remotamente más interesante que su café de la mañana. Viviendo donde lo hacía, hasta había intentado con la marihuana. Dejándola con un sentimiento de estúpida glotona y nunca más la probó. Pero esto era muy interesante. No era solamente sexo. Ella había tenido sexo espectacular y también sexo terrible en que no existía ninguna Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 68 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de probabilidad de alcanzar el orgasmo. Pero el sexo con Mac… Wow. Tenía miedo de perder ese sexo maravilloso. Pero no era solamente el sexo que la atraía de Mac, algo familiar, algo que la conectaba en un nivel más profundo. Ese pensamiento se estaba perdiendo en cosas insignificantes y ahora no podía completar el rompe cabeza. El lado místico en ella le decía que fuera paciente, que dejara que las cosas se resolvieran y que la verdad se revelaría pronto. Pero la parte curiosa e inquisitiva quería encontrar y encajar los pedazos del rompe cabeza. Mac estaba probablemente pálido hasta ahora porque ella no corrió a obedecer sus órdenes. Una sonrisa tocó sus labios a medida que respiró hondo, se sostenía y se deslizaba hacia abajo en la tina. Quedarse completamente sumergida y levantarse la rejuvenecía. Luego usaría la ducha para lavar y enjuagar su cabello antes de salir y comenzar el día. El sonido de pasos reverberó en el agua, pero antes que tuviera tiempo de reaccionar, manos grandes la sostuvieron por debajo de sus brazos y la levantaron. —¡Elyiana! —Él gritó. Sacándola de la tina, su mano retiró el cabello y la espuma de su rostro. Ella abrió sus ojos con una respiración agitada, más por el susto que por la necesidad de aire. —Qué? —Ella gritó mientras él sostenía su cuerpo enjabonado y mojado contra su cuerpo. Ella lo empujó del pecho para que la soltara, pero fue un esfuerzo inútil. Acercando su mano a su rostro, su pulgar acariciaba su labio inferior. —Estás bien.—Fue una afirmación. La confusión clara en su mirada afilada mientras la evaluaba. De repente ella fue consciente de él, sus senos apretados contra su pecho, sus pezones rígidos, su muslo poderoso apretando en su montículo mojado y desnudo, la rigidez imposible de su erección empujando contra su estómago. Su vagina se apretó, la hinchazón de sus ligeramente doloridos pliegues sensibles, la excitación líquida que se juntó justo allí… todo empezó tan rápido que la pilló desprevenida. Dios, estaba ardiendo por él. Su sangre se calentó y se aceleró por sus venas. Finalmente ella miró hacia arriba y encontró su mirada, percibiendo que no era la única afectada por la posición. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 69 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de —Estoy bien—ronroneó, su voz ronca por la excitación. —Pensé que te estabas ahogando.—Sus ojos esmeraldas se estrecharon cuando su mano se movió para apretarle el culo, haciendo que su coño estuviera increíblemente sensible en el muslo duro de él. Ella se estaba ahogando, pero no del modo que él creía. Su clítoris empezó a pulsar, a hincharse, implorando por ser tocado. Temblando ella se restregó en él, moviendo su mano para debajo de su cuerpo para sacar su polla del short ridículo. —No me estaba ahogando—murmuró mientras acariciaba el largo de su polla. Mirando hacia abajo, Mac se silenció. Ella vio su expresión cambiar, sus ojos la examinaban, sus ojos veían a través de ella como si filtraran información. Estaba esa mirada nuevamente. Ella la vislumbró ayer en la noche. Aquella confusión perdida, frustración, una lucha para saber qué se le escapaba. Entonces algo dentro de él cambió y la liberó. Rápidamente. —Haces eso nuevamente y te rompo el cuello, muchacha. —¿Qué? ¿Bañarme?—Sus ojos se estrecharon con asombro.— ¿O acariciar tu polla? —¿Nunca eres seria?—él dijo. La tristeza la llenó en la posibilidad que él conociera solamente la seriedad. —El mundo es un lugar serio, Mac. Cruel y a veces sádico. Necesitas apreciar las cosas buenas, encontrar amor y alegría en todo lo que puedas En caso contrario, el horror te consumirá. Su maxilar se apretó, su frente se frunció más todavía. —Esa idiota ideología femenina te va herir o matarte. ¿No tienes juicio? ¡Que audacia, que arrogancia! La pasión rápidamente cambió a furia mientras ella luchaba para mantener el control duramente. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 70 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de —Realmente eres un estúpido. Estaba muy bien sin tu ayuda o de cualquier otro hombre en lo que se refiere a este asunto. —¿Lo dices ahora? Demuéstralo. —Poniendo una cara dura él siguió. —No tienes noción de adecuación y no sabes tomar medidas para garantir tu propia protección. Esto un poco más que confuso, Piernas, es estúpido. Ella quiso rasguñar sus ojos magníficos y arrancárselos. Con sus puños cerrados en las caderas ella luchó para no lanzarse sobre él. —Tú eres un idiota ansioso, socialmente incapaz, que piensa que el mundo gira alrededor de cada palabra tuya. —Vístete, Piernas. Tenemos cosas que discutir—gritó furiosamente, luego giró para salir. En la puerta se detuvo y la miró. —¿Crees que puedes vestirte sin matarte? —¡Lárgate!—gritó. —Voy a salir cuando esté lista y condenadamente preparada para salir. —Ella regresó a su baño caliente. —Dime Piernas de nuevo y te golpearé. —Imbécil. La necesidad de gritar era aplastante, pero la suprimió y la dejó que se extendiera por ella, abasteció la resolución de poner a ese presumido en su lugar y dejarlo ahí por un buen tiempo. Era contra ese tipo de gente que se luchó en la guerra global. Hombres y muchachos como él despojaron el mundo de la literatura, música y arte que ellos juzgaron como indecente, desmerecedor, sin valor. Recordar ese tiempo, de las historias que su madre le contaba, las cosas que ella leyó sobre la guerra global y los atemorizantes años antes de que ocurriera, hizo su garganta apretarse, su corazón estrujarse en el pecho. La pérdida fue cuantiosa, llevó siglos para arreglar las cosas y todavía no eran las mismas. Los únicos libros impresos que todavía existían estaban acondicionados y protegidos de la atmosfera en su sala de estar. Romances de grandes escritores y no tan grandes escritores, pero aún así importantes, significativos por derecho propio. Claro que sus favoritos eran los romances de autores como Nora Roberts, Sandra Marrom, Julie Garwood, Linda Howard y muchos más. También tenía otros como Stephen King, Tom Clancy, Maya Angelou. Poquísimas copias se mantuvieron. La mayor parte fue Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 71 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de destruida con la abolición de la obscenidad y la indecencia. Decían que atraía a un comportamiento degenerado. Su abuela salvó muchos libros de la destrucción, y ella los mantuvo escondidos hasta que Elyiana supiera darle la importancia y supiera apreciarlos. Y ella lo hizo. Oh, como ella los amaba, los leyó del principio hasta el final, repetidas veces. Ellos eran tan frágiles y ahora ella tenía miedo de sacarlos. Muchos de esos libros ya estaban traspasados a un disco. Ella leyó esos libros innumerables veces, destinada a seguir los pasos de esos autores. Fue incorporado en su alma, su espíritu. Desde que nació tuvo pasión por la vida, por las cosas que los humanos tenían el habito de destruir. Al mismo tiempo deseaba saber por qué algunas personas podían ser frías y vivir tan aisladas. Hubo momentos en que ella miraba en los ojos de Mac y veía la necesidad. Bien, ella podía simpatizar con su dolor y haría lo mejor para ayudarlo, pero eso no le daba el derecho de amenazarla. No, Mac no la intimidaría. Se terminó, ella no andaría de puntillas. Si él tuviera la razón sobre cualquier cosa, ellos lo discutirían. Terminando su ducha, se apuró lavando su cabello rápidamente, enjuagó y secó y luego se puso un vestido de algodón suave. Se secó el cabello mojado, movió su cabeza ubicándolo hacia atrás de su rostro y se fue del dormitorio sin darse el trabajo de cepillárselo. Una discusión que ellos definitivamente tendrían, pero por lo contrario que él creía. Él no controlaba la situación. Este era el momento de dejar claro eso. El estaba adelante del refrigerador, aparentemente inmerso en sus pensamientos cuando ella entró en la cocina. Elyiana cruzó los brazos, a pesar de apreciar un buen culo en un hombre, se recusó en distraerse. Aclarando su voz, esperó hasta que él la miró. Él giró su rostro hacia ella, su irritación disminuyó rápidamente cuando pasó su mirada por su cuerpo, devorándola con los ojos. En respuesta su coño pulsó, pero ella empujó la lujuria persistente de lado y lo miró con desagrado. —¿Cuándo estás planeando enfrentar el hecho de que no sabes quién diablos eres? Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 72 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de CAPÍTULO 9 Laboratorios de MacDougal, Alemania. Amareth permaneció al lado del cuerpo silencioso de su hermano; las alarmas de las maquinas atrás de ella sonaban incesantemente. No había ningún patrón de ondas cerebrales; las maquinas estaban manteniendo su cuerpo vivo, pero su espíritu se había ido. Se cubrió el rostro con sus manos, respirando profundamente mientras luchaba por respuestas, luchaba para intentar saber a dónde Mac se había dirigido. Desorientado como debería estar, ciertamente se fue a un lugar seguro. Las informaciones dentro de su cerebro estarían confusas, pero de cualquier modo estarían ahí. Ella personalmente revisó todas sus propiedades, hasta aquellas que él poco frecuentaba, también revisó algunas a las que él jamás había retornado. Él no estaba allí. La fuerza de seguridad de MacDougal estaba buscando de arriba abajo por el androide desaparecido, ignorando que ellos estaban realmente buscando a su jefe, pero nadie lo había visto. El hidroavión no estaba en ningún lugar en el satélite de posicionamiento global. Era como si él hubiera desaparecido de la faz de la tierra. —Esto no está ayudando, Amareth. —Detrás de ella, la voz de Tael la sancionó por su vigilia continua al cuerpo de Mac. —Esto no lo ayuda. Ella cerró sus ojos brevemente. Podía verlo, alto moreno, su cabello negro enredado cayendo sobre su cuello, sus intensos ojos cenizas oscureciendo con un hambre que nunca falló en tentar a Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 73 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de ambos. Un hambre que ella sabía que nunca más podía cumplir, nunca más. Los riesgos eran demasiado grandes. Ella agitó la cabeza ferozmente. —Yo lo encontraré. Nunca le fallé. No empezaré ahora. Pero ella falló. Falló cuando realizó la transferencia de su fuerza vital a una unidad sin preparación para esto. Dios, ¿qué hizo? —No sé si fallaste—tael le dijo. —Dije que todo esto no estaba ayudando en nada. Estás sentada aquí, flagelándote por la decisión que tomaste, cuando los dos sabemos que no tenías ninguna otra elección en ese momento. Era un riesgo viable. —Uno que falló. —Mantuvo el tono de voz frío, duro, pero por dentro podía sentir las lágrimas implorando salir. —Todavía no estoy cerca de saber quién es el espía o de entender que ocurrió. Sus guardaespaldas personales como también los atacantes están muertos y los periodistas me están comiendo viva. Ellos saben que pasa algo extraño. Son como buitres, oliendo la muerte. Ella apretó fuertemente la mano de su hermano. Nunca estuvo sin Mac en su vida. Él siempre estaba con ella para aconsejarla, orientarla. Se pasó los dedos cansadamente por su cabello suelto, buscando respuestas. Tenía que haber algo, en algún lugar. ¿Pero dónde? Ella conocía el código que utilizaba para su diario personal, pero no había nada allá que indicara donde había ido. Una sonrisa casi llegó a sus labios. Él estaba furioso con la más reciente escritora de romances, Elyiana Richards. Encontró el escondite de dos libros que Amareth estaba leyendo, y curioso, abrió los archivos y los leyó. Con cariño, pensó en las palabras duras que él había escrito en su diario. Una muchacha que necesitaba que le quitaran sus lentes rosados para poder ver como el mundo era realmente, él escribió. Suave, llena de fantasía. Una muchacha que no daría cuenta de tener un hombre real aunque la estuvieran jodiendo. Pero allí no existía ninguna respuesta sobre dónde habría ido. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 74 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de —Los periodistas siempre actúan de esta forma cada vez que él desaparece. —Tael lo dijo entre dientes. Él siempre le hablaba entre dientes. —La empresa no tiene problemas, y todos los que conocen a Mac o tiene alguna experiencia con él no piensan nada de eso. Nosotros vamos a enterrar todo esto y luego Mac estará en el mando nuevamente. Mac la mataría. Ella no podía aliviar la sensación de pánico en su estómago avisando de la tormenta que se estaba formando. Él no había sabido sobre el diseño físico del nuevo androide sexual que el departamento de la empresa estaba trabajando. Enojada con él y con su arrogante creencia de que ella lo estaba superando, Amareth ordenó que el proyecto fuera realizado a imagen y semejanza de él, como había sido años atrás. Antes que perdieran sus padres por un acto de violencia. Antes que Mac fuera duro y frío. Cuando Tael dio una vuelta alrededor de la cama, ella compuso su expresión, sus ojos. No podía permitir que él viera su debilidad, sus miedos. Amareth levantó su mirada hacia él, su corazón apretado mirando sus características perfectas, su belleza morena. Tael era alto, como lo eran todos los descendientes de los MacDougal¸ largo y fuerte, una fuerza a ser considerada. Él era honrado, tan arrogante y digno de confianza como el propio Mac. —¿Cómo esperas que este androide trabaje? —Él finalmente preguntó. —¿Existe algún método que podemos utilizar para poder encontrarlo? Amareth movió su cabeza amargamente. —Fuimos minuciosos en este proyecto. Una vez programado con las respuestas humanas, con el olfato, visión, paladar y sensaciones, él ahora es auto-suficiente. Las baterías internas se abastecen con comida. Alimentos ricos en proteínas y en la mayor parte son procesados de modo similar a como el cuerpo humano lo utiliza. La razón de que las unidades sexuales no funcionaran antes era porque ellos sabían que eran unidades sexuales. En estos nuevos experimentos queríamos realizar alguna cosa para que se pudieran convencer que ellos son reales, aún manteniendo el control. Las Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 75 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de unidades fueron programadas para simular respuestas humanas reales. Ellos no fueron programados para lo que ocurrió. —La frustración afiló su voz hasta que ella pudo controlarse nuevamente. — No entiendo esto, Tael, los otros modelos jamás fueron capaces de extraer el espíritu de los hombres que nosotros programamos. No puedo comprender cómo ocurrió eso. Ella dirigió cada test imaginable, examinó cuidadosamente aquella programación en particular en el androide. Todas las búsquedas fallaron. Mac de alguna manera anuló todos los controles de seguridad del modelo. No era posible, pero de alguna forma ocurrió. —¿Qué ocurriría si la transferencia fallara? —Él preguntó. Ella suspiró fuertemente. —Su cuerpo estaría muerto. De alguna manera, cuando lo movimos para la unidad intermediaria su cuerpo no experimentó rechazo como la mayoría siente cuando sus funciones vitales y los patrones cerebrales son disminuidos. Es como si el cuerpo ahora estuviera computarizado permitiéndonos mantenerlo con las maquinas, donde en todos los otros casos el cuerpo rechazó la falta de estímulo, y en muchos casos murieron en cuestión de horas. —Él está vivo, esto es todo lo que importa. Cuando lo encuentres ¿podrás realizar otra transferencia? La pregunta del millón. —Creo que sí—dijo cautelosamente. —Creo que esto ocurrió porque Mac supo que estaba muriendo. Su voluntad era muy fuerte. Su determinación como acero. Si él quisiera volver, entonces lo haría. Nada más se dijo. Tael siguió mirándola de esa forma que él tenía, como si tratara de ver en la profundidad de su alma. Ella apretó la mano de su hermano nuevamente antes de levantarse, sacando su chaqueta de cuero sintética negra del respaldo de la silla y encogiendo sus hombros para cubrir la sobaquera del arma que usaba de lado, antes de dejar el lugar. —Tengo que volver a la sede—dijo decididamente. —Tengo a uno de los técnicos trabajando en un GPS con mayor sensibilidad. Él jura Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 76 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de que aunque esté dañado o golpeado el GPS debería definir la localización exacta del hidroavión. Tengo que presionarlo un poco para ver si puede hacer el trabajo un poco más rápido. —¿Amenazarlo, quieres decir?—Tael le dijo, con su tono siempre presente entre dientes. Ella lo miró con sorpresa. —No, solamente si necesito amenazarlo.—Se encogió de hombros cuidadosamente. —Personalmente creo que debo intentar con las doce persuasiones primero. Ella le dio una sonrisa fría, mostrando los dientes. Su ceño se frunció inmediatamente. —No sabrías que son las doce persuasiones aunque ellas te jodieran. —le informó despreciativamente. —Probablemente vas a asustar al pobre hombre para que trabaje más rápido. Eso no hará que el trabajo sea realizado, Amareth. Ella calló el flash de dolor que sus palabras le provocaron. La hizo parecer un ser despreciable, cruel. Ella no lo era. A veces tenía que fingir que lo era, pero frecuentemente la hería más de lo que jamás permitiría que Tael viera. No le dio una respuesta irritada, sino que levantó una ceja irónicamente. —Que te quede claro que llevaré todos tus reclamos a Mac cuando retorne—lo dijo como si realmente no le importara su opinión. —Mac te elogiaría—siguió la agresión verbal mientras Amareth luchaba por mantener el control. —Eres un soldadito perfecto. Frío, duro, de la manera que él quería que fueras. Él estaba buscando pelea. — Lo suficientemente fría como para que no me puedas herir—le dijo irónicamente. —Lo suficientemente dura para recordarte que aunque yo no pueda darte un golpe en el culo, puedo herirte. Recuerda eso Tael, antes de decidir inclinarme en las brasas con algo que no tienes de lo que estás hablando. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 77 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de Ella giró para dejar el lugar, para escapar del apretón que tenía en su garganta mientras miraba las profundidades oscuras de sus ojos. Había más ahí de lo que ella quería ver, y estaría condenada que quisiera sufrir por algo que no podía tener. —¿Cuándo vas a ser una mujer, Amareth, y no una golpeadora de culos de Mac? —finalmente le preguntó con su voz áspera y afilada, preparándose con rabia cuando ella se detuvo en la puerta. —No sé Tael—le respondió fríamente, girándose y mirándolo con condescendencia.—Quizás cuando finalmente tengas las pelotas para admitir que estás jodidamente asustado de Mac como para ir detrás de lo que realmente quieres. Cuando puedas hacer esto, entonces podemos discutir mis defectos. Antes que él pudiera responder, antes que la furia que brillaba en sus ojos saliera con ímpetu, Amareth escapó del laboratorio y del calor que crepitaba por su cuerpo cada vez que ella veía esos increíbles ojos azules oscuros con fuego por su ira, o su pasión. Él era tentador. Demasiado tentador para su propia paz de espíritu en ese exacto momento. No tenía tiempo para luchar con él y torturarse con lo que nunca podría ocurrir. Tenía que encontrar a su hermano, y eso significaba pensar como Mac. El problema era que había llegado a la conclusión hacía unos años atrás, de que su hermano era una anomalía. Nadie pensaba como él, nadie lo entendía. Él sólo era… CAPÍTULO 10 —¿Cuándo estás planeando enfrentar el hecho de que no sabes quién diablos eres? Mac enmudeció. Mantuvo su mirada, viendo su completa convicción en la conclusión de ella. Mierda, ella era más sagaz de lo que él pensaba. No era un jovencito, sabía cómo controlarse, y sabía que no había hecho nada para traer la confusión que tenía en su Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 78 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de propia cabeza. O por lo menos creía que no lo había hecho. En ese momento, no tenía seguridad de nada. Los recuerdos eran aún muy confusos, muy dispersos para tener sentido. Estaba ahí en un minuto, y en el próximo se había ido, eso era tremendamente frustrante de tratar. —Ya lo enfrenté. —No tenía por qué mentir sobre eso. Ocultarlo de ella era irritante de cualquier manera. Si alguien tenía la necesidad de saberlo, era Elyiana, aunque fuera porque no estaba seguro de nada más que del hecho de que la firme sensación de peligro que había sentido antes, era más fuerte a cada momento. Había muchos flash de sangre, dolor… muerte. No tenía ningún sentido, intentar darle sentido solo le provocaba más confusión. Él estaba preso en su propia mente, a merced del tiempo para revelar la verdad. Pero él confiaba en su Ellie, su Piernas. De alguna manera él sabía que ella jamás lo traicionaría. Él sabía que había algo diferente sobre ella. Algo más suave, pero al mismo tiempo más fuerte que cualquier mujer que él conoció. No podía recordar a las otras mujeres, pero la sensación estaba ahí. Ella lo encaró, aquellos increíbles ojos violetas cautelosos, con la intención clara cuando ella lo miraba. —¿Por qué no me lo dijiste? —Ella le preguntó, con un poco de confusión, su ceño profundizándose. —Nosotros podríamos estar buscando información, intentando localizar a tu familia. Eso era justamente lo que él no quería. Podía sentir el peligro aumentando, una exigencia imperativa que no le permitía dedicarse a buscar nada. —No. —Él movió su cabeza negando, moviéndose rápidamente hacia ella mientras mantenía su posición, preparándose para discutir. —Escúchame, Piernas, escúchame bien. No sé qué ocurrió, o por qué no puedo recordar, pero sé que alertar a alguien del hecho que aún estoy vivo no es una buena idea en este momento. Quiso agitar su cabeza ante el eco distante de dolor en su pecho, de las imágenes fragmentadas de dolor y sangre que lo asaltaron en las pocas horas en que había logrado dormir. Debería estar muerto, Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 79 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de sabía eso. Así como sabía que hasta que recordara qué ocurrió exactamente, tendría miedo del peligro que estaba trayendo a Elyiana más que del peligro por sí mismo. Ella lo miraba muy de cerca en ese momento, muy atentamente. ¿Qué había en sus ojos? ¿En ella? Era como si ella pudiera ver adentro de su alma, y francamente, el pensamiento lo asustó aún cuando calmara una parte salvaje e indomada de su alma que él ignoraba que existía hasta ahora. Casi podía ver su mente trabajando, a pesar de no tener ninguna posibilidad de saber qué estaba pensando, y sospechaba que no quería saberlo. —Amnesia—ella dijo cuidadosamente. —Ellos pueden tratar eso ahora, Mac. La negación lo arrasó. Él ya había considerado esa opción. Su mente estaba llena con una vasta gama de información que no tenía sentido alguno, entre ellos estaba el tratamiento para la amnesia. El cerebro era un computador vivo extraordinario, solamente debes saber controlarlo correctamente. —Volverá.—Se encogió de hombros, tocando su mandíbula pensativamente. —Extrañamente pensé que tú sabrías quién era yo. Es por eso que vine para acá. Yo te conozco. Por lo menos siento que te conozco. Pero las cosas que hice no tienen sentido. Él movió su cabeza. No podía sacar de su cabeza la imagen de joderla profunda y lentamente en la mesa de reuniones. Acostándola de espalda, separando sus largas piernas, él sentándose en una de las sillas blandas mientras con su boca hacia un almuerzo sensual con la dulzura melosa que él encontraba allí. Escuchando sus gritos, pidiendo que él la tomara, la música de su pasión era destructora. Pero él tenía la sensación que ella no tenía esos recuerdos. —Pero Mac, ¿como te puedo conocer? —Ella agitó su cabeza con confusión. —Nunca te encontré antes. —¿Estás segura que no me conoces? —finalmente le preguntó con un sentimiento de resignación. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 80 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de Eso le dolió. No quería admitirlo, pero algo picó en sus emociones ya frágiles como el hecho de que ella no lo conocía. Hasta ahora, él tenía la esperanza, bien pequeña, que ellos al menos se habían encontrado, que quizás por alguna razón ella no quería admitir lo que ocurrió entre ellos. Una falsa esperanza, sabía eso. Él vio cuando ella se lamió los labios nerviosamente, su pequeña lengua rosada humedeciendo esos labios carnosos que él estaba muriendo por saborear. —Me pareces familiar—ella finalmente admitió enrojeciendo delicadamente. Interesante. El color de sus mejillas y el humor sombrío mezclado con pasión en sus ojos picó su curiosidad. Eso eran celos. —¿Cómo? —se acercó hacia ella, su memoria defectuosa quería saber por qué ella se estaba calentando tan malditamente rápido. Él casi podía oler su crema. Ella se encogió de hombros. —Eso no importa. Lo que importa es descubrir quién eres. —Ella se estaba alejando de él, podía ver su retirada en sus ojos y no lo aceptaría. Él se equivocó la noche anterior, lo sabía. No cometería el mismo error hoy. Si no lograba saciar la lujuria que lo estaban enloqueciendo primero, entonces nunca sería capaz de comprender el problema en su cabeza. —Oh, lo que importa es descubrir cómo puedo calentarte hasta que ardas, muchacha. Mac vio sus ojos oscurecerse, vio el rubor de la excitación que inmediatamente coloreó sus mejillas y tuvo que apretar los dientes para mantener el control que sabía que nunca antes tuvo problemas en ejercitar. —Espera—ella respondió sin aire cuando sus labios se aproximaron a los suyos. —No es hora para esto, Mac. Tenemos que encontrar… Él no le dio tiempo para concluir lo que diría. Nada era más importante que saborearla, que sentir sus besos nuevamente y el Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 81 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de fuego que rugía por su sistema cada vez que la tocaba. Era el paraíso. Era diferente a cualquier cosa que conociera. Sus labios cubrieron a los suyos. Las curvas suaves se suavizaron para él, abriéndose para que su lengua las lamiera. El sabor de ella incendió sus caderas, estaba gimiendo de necesidad de llenarla, duro y rápido. Pero él quería saborearla también. Quería experimentar cada gemido, cada tensión de su cuerpo y la flexión felina de sus músculos. Sus manos se dirigieron a su culo, las curvas lisas que lo tentaban a memorizar cada línea. Pero cerró sus dedos en el tejido que los cubría y empezó a hacer dibujos a lo largo de sus muslos mientras sus labios fueron hacia la curva graciosa de su cuello. —Esto es una locura—ella protestó débilmente, pero sus manos acariciaban sus hombros desnudos, sus pequeñas uñas clavándose eróticamente en su piel enviando vibraciones eléctricas de placer por todo su cuerpo. Él podía sentir las terminaciones nerviosas vibrando con la sensación. Pequeñas olas de calor lo hacían perder el equilibrio, ellas lo dejaban ávido para intensificar y descubrir lo caliente que podían llegar a estar hasta arder juntos. Debería estar más preocupado por saber quién era, o lo que había le ocurrido. No era como él se sentía, tomar el placer físico por arriba de la necesidad de respuestas. Pero él estaba consumido por ella. Obsesionado por ella. Las imágenes de ella en su mente, tomándola de tantas formas diferentes, conocerla como jamás conoció a otra, desequilibraban su mente, su cuerpo. —Aye, una locura— él concordó mientras despejaba el vestido de sus muslos, dándole la posibilidad de tocar su piel desnuda y tibia. Sus manos estaban moviéndose por sus hombros acariciando su espalda, los fuegos en él eran cada vez más calientes. Elyiana era más caliente que cualquier llama que él probara. Los dedos de una mano se clavaron entre su culo liso, encontrando la esencia lisa y cremosa de su fuego interno. —Ach, muchacha, estás tan caliente y mojada para mí. Tal como debes estar. —Él la levantó, forzando sus muslos para que se Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 82 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de separaran, apretando sus caderas mientras aplastaba su coño con la punta dura de su polla. Sus suspiros de placer eran como combustible arrojados a sus sentidos sobrecalentados, a su hinchada erección. Sus dientes mordisqueaban su cuello, sus facciones se tensaron cuando el placer era absoluto. —Mac, me estás matando. —Ella le gritó desesperadamente, sus dedos empujaban el material justo arriba de sus muslos. —Debes hacer algo. Él rugió con su exigencia, moviendo con mayor exigencia su polla hinchada. Oh, tenía la intención de hacer algo con ella. Más cosas de lo que ella podía imaginar. Elyiana se movió contra él, aumentando su lujuria, dejándolo más loco de lo que lo había acusado de ser. Ya había tenido suficiente. Estaba hambriento por su sabor, su toque. Con un gruñido feroz él se giró, apoyando sus dulces curvas contra el lavaplatos mientras le abría sus muslos ampliamente. Su excitado lloriqueo lo llevó mucho más allá de los límites. Se rompió el short que le apretaba la polla mientras bajaba su cabeza, apretando su espalda hasta que pudo alcanzar las curvas de su coño empapados de crema. No había tiempo para preliminares. Ninguna lamida tentadora o toques suaves, él enterró su boca en los pliegues cremosos, su lengua sumergiéndose vigorosamente dentro del centro cremoso mientras la devoraba. Él la escuchó gritando su nombre, sintió su coño convulsionando, pero no tuvo clemencia. Su lengua la jodió duro y rápido, bebiendo su cremosa miel y deleitándose con su gusto. Exótico, erótico, una tentación que dejó su presión sanguínea elevada mientras ella llegaba al clímax por su cuidado oral. —Max, jódeme—clamó hasta que su dulce esencia fue capturada por la lengua de él. — Ahora, Mac. Jódeme ahora. ¿Cómo podría negárselo? Su pasión se le fue dada dulcemente, tan pura, tentadora. Él se levantó rápidamente, mirándola a través de Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 83 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de sus ojos estrechados mientras sostenía la cabeza de su erección en la entrada caliente de su coño. —Esto es mío. —Sus manos se estrecharon es sus caderas exigentes. —¿Me estás entendiendo, Ellie? Mía. De nadie más. Ella lo miró, sus ojos oscuros reluciendo con su propia hambre mientras lo miraba fijamente. —Tuya, Mac—le juró. — Mientras seas mío, yo soy tuya. Era un intercambio justo. —Tuyo—susurró, presionando hacia adelante, sus dientes friccionándose, justo en el momento que lo introducía. —Siempre amor, siempre tuyo. Algo en su alma se quebró, se fragmentó. Él nunca se había dado a sí mismo de ese modo a otra persona y lo sabía. Lo sabía pero no le importó, no más. Había nacido para esta mujer, para este momento. Se introdujo en ella duro y profundo, forzando su polla a pasar por sus músculos resistentes mientras ella se arqueaba, ordeñándolo, sus gemidos lo empujaban a tomarla más duro, más rápido, más profundo. Llevó su dura longitud bien profundo en su canal liso, apretando sus dientes al sentirla. Ella era como la seda. Caliente y líquida, más apretada que un puño. Las sensaciones contradictorias lo estaban matando. —Tómame, nena—la urgió ásperamente, su coño apretado lo sostenía forzándolo a trabajar su carne lentamente, pulgada por pulgada. —Relájate, dulzura, déjame entrar. Ella lo miró a los ojos, estrechando los suyos dándole una sonrisa malvada que hizo que su polla se endureciera aún más, mientras él creía que eso no era posible. —Hazlo—susurró ella casi sin aliento, empujando hacia adelante, sus músculos vaginales lo sostenían adentro mientras él luchaba para no culminar. —Muchacha, vas a lamentar eso—. Sus manos apretadas en sus caderas mientras intentaba controlarse. — No quiero herirte. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 84 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de Sus manos acariciaban su pecho antes de que curvara sus dedos, permitiendo que sus uñas se enterraban en su piel con una punzada de dolor. —Tómame, Mac—susurró, sus cabellos extrañamente coloreados cubriendo su rostro, sus ojos violetas profundos, temerarios y malos. — Tómame como quieras… ¿Cómo él quiera? Dios sabía cómo quería eso. Sus manos apretaban sus caderas, sosteniéndola firme mientras se retiraba mirándola, poco dispuesto a pasar de los límites del placer/dolor. Él se detuvo mirando como ella se lamía sus labios, su mirada sensual tentándolo como si él pudiera resistirse. Con un gemido quebrado él se sumergió en su centro, penetrándola hasta que cada pulgada gruesa de su polla estaba enterrada en el horno caliente de su siempre apretado coño. Ella gritó, su rostro estaba aún más sonrosado, su cuello arqueándose mientras se entregaba. El control era ahora cosa del pasado. No había ningún control, no había ninguna necesidad de eso. Sosteniéndola bien cerca de él empezó a joderla con todo su primitivo deseo que mantenía encerrado dentro de su mente. Su boca se dirigió a su cuello, sus labios cubriendo un lugar pequeño y chupando. Quería marcarla, joderla hasta que la locura lo llevara a ambos, poseer su corazón tan seguramente como ella poseía el suyo. Martilló dentro de ella, su respiración raspaba en su pecho mientras se sostenía en él, mientras explotaba a su alrededor en un ímpetu de calor y llamas que activaron su propio clímax, que lo tuvo clamando contra su cuello húmedo mientras bombeaba cada gota de su semen dentro de ella. Y aún no era suficiente. Él aún necesitaba más… La levantó, sus manos apretando los globos redondeados de su apetitoso culo, llevándola rápidamente a la sala de estar. Hacia el sofá. No había terminado con ella. El hambre dentro de él parecía insaciable casi… casi… inhumana. CAPÍTULO 11 Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 85 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de Todo desapareció, pero sentía como su polla la mantenía abierta. Mac martillaba dentro de ella, sus bolas golpeaban su clítoris hinchado, su dedo pulgar firme y lentamente acariciaba la carne tersa que separaba su vagina de su culo. Ella gritó cuando se sintió volar rápidamente en dirección a otro orgasmo. Se sostuvo del respaldo del sofá donde estaba y se lanzó contra él, moviéndose en su contra, encontrando cada salvaje puñalada. —Esto es bueno, Cristo, mujer, así. —Mac respiró profundamente, golpeando ligeramente en su culo. Ella se encontraba en un remolino de sensaciones, Elyiana momentáneamente se olvidó de respirar y sus uñas se clavaron en el tejido del sofá. —Dios sí, Mac. ¡Otra vez! —exigió. Retirando el pulgar, él introdujo un dedo largo, entonces, lentamente golpeó su culo nuevamente. La mordida de dolor sólo intensificó el placer. Su cuerpo temblaba cuando un orgasmo violento la agitó hasta el centro de su ser. Gritó su nombre, hipando con cada ondulación, cada onda que se quebraba sobre ella tomando su respiración y su sanidad. Sosteniendo sus caderas, él martillaba más y más duro. Un orgasmo se mezcló con otro y todo lo que ella podía hacer era sostenerse, sobrevivir al temporal. Su rugido de gozo la estremeció y sus dedos se enterraron en su piel, llenándola con su semen caliente y blanco. Aún pulsando, ella tembló mientras la apretaba con sus brazos grande acercándola a su cuerpo. Ella se enrolló en él, su respiración aún dispareja, su polla rígida estaba alojada dentro de ella. ¿Cómo podía estar aún duro? Ellos jodieron cuatro veces. ¡Cuatro! —¿Mac?—murmuró apretándose contra él, dejando su mejilla contra su pecho. —¿Hmm?—Su pensamientos. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla respuesta era 86 distante, inmerso en sus Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de —Quiero que sepas que no es que no admire tu audacia y tu potencia magnífica. Pero, mi pobre coño necesita de tiempo para recuperarse. — Dentro de ella su polla se introdujo más y ella se estremeció con el placer/dolor que la llenó. — O… quizás no. — Ella lloriqueó. Con el ruido de su risa suave contra su rostro, aumentaba mientras la apretaba sus brazos alrededor de ella. Las murallas cayeron, solo por un momento cayeron lo suficiente para que él se riera. Ella podía acostumbrarse a eso. A pesar que el sexo pudiera matarla. ¿Cuánto placer podía tomar un cuerpo antes de agotarse? Una sonrisa curvó sus labios y cerró los ojos. Quizás ellos lo descubrirían. Ella siempre realizaba los estudios completos. —No soy ningún sádico, amor. No te lo voy a hacer muy duro.— Él le beso la cabeza y gimió cuando ella se movió de sus brazos. — Pero un hombre tiene sus límites. Quizás deberíamos levantarnos antes de que me olvide que también tienes límites. —Estoy escuchando un desafío. Quizás deberíamos jugar para ver quién renuncia primero. —Levantando la cabeza, le mordió su musculoso cuello mientras introducía sus dedos en su cabello maravilloso. Él la tomó de los brazos. —Creo que no sería un desafío inteligente de realizar, Piernas. — El humor abandonó su voz y un temblor de aprensión onduló por ella. —¡Oh! ¿Entonces crees que yo te dejo débil?—Ella le preguntó burlándose de su acento en un intento de alejar el humor sombrío que cayó en él. Empujándola lejos de él, sostuvo su mirada. —No. Ah, no estoy débil—le dijo firmemente. —No, para nada Elyiana. Por un largo tiempo ella estudió sus ojos intentando llegar a lo más profundo, hasta que sus párpados bajaron y él capturó sus labios en un beso rápido. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 87 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de — Vístete, Piernas. Podemos seguir con las olimpíadas eróticas después que te recuperes un poco. —Gallina—jugueteó—estoy muy transpirada. Voy a bañarme rápidamente. —Estoy atrás tuyo, Piernas. — Él permaneció atrás de ella y le golpeó suavemente el culo. Sonriéndole seductoramente, ella inclinó su cabeza hacia atrás, se giró y se fue. En ese instante Elyiana se dio cuenta de que él no estaba transpirado. Esa mata de cabello espeso estaba tan seca y suave como cuando empezaron la maratón de sexo. No era como si él no se pusiera caliente. Ella sentía su piel caliente, muy caliente. Su eyaculación también era distinta, no era solamente tibia sino casi caliente y tan suave como la seda dentro de ella. Relajante. Quizás sólo fuera su manera de ser, consideró. Quizás él no transpirara mucho. Ella estuvo con diferentes hombres, pero no eran muchos. Quizás su esperma fuera diferente. Dentro de la ducha, el agua caía en sus cuerpos suavemente, ellos se enjabonaron mutuamente con espuma perfumada. Mac tomó la esponja de la mano de ella. —Gírate—le ordenó. Si no apreciara la idea de tenerlo lavando su espalda, hubiera actuado con rebeldía. Pero contrariamente a lo esperado, suspiró cuando él se tomó su tiempo acariciando, lavando la tensión junto con el sudor. Con la ducha caliente y el suave masaje, el cuerpo de Elyiana se sintió saciado y relajado. Apretando su cabello mojado con una mano, acercó su cabeza hacia ella, y tomo la parte inferior de su labio suavemente entre sus dientes, dejando su lengua deslizarse por el labio de él. Importunándolo con lujuriosos y rápidos besos y lamidas, ella soltó su cabello y con las puntas de los dedos acarició los duros músculos de sus hombros y pecho. Con un gemido, él la sostuvo por la cintura y la acercó más, su cabeza se inclinó para darle mejor acceso a su boca, pero ella se alejó. —No. —Susurró. —Me corresponde a mí. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 88 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de —Mmm, aye. —Él murmuró con los labios cerrados alrededor de su pezón. Disfrutando de su exploración, ella se tomó su tiempo, bajando por su cuerpo. Llenándose de su gusto, conociéndolo con la lengua. Con las manos en sus caderas ella se arrodilló delante de él. Orgullosamente, su miembro estaba imposiblemente erecto, sobresaliendo en su dirección con anticipación. Ella levantó sus ojos lentamente para encontrar su mirada. Amaba la forma en que la miraba mientras le lamía una gota de pre-semen que salía de la punta de su miembro. Párpados pesados, labios entreabiertos, su mano alisando su cabello hacia atrás de su rostro. Su corazón golpeaba fuerte contra su pecho cuando sus dedos se cerraron alrededor de la base de su eje rígido. Nuevamente ella lamió una gota de la minúscula abertura. Manteniendo su mirada sobre la de él, lamía la punta de la cabeza con su lengua y sus labios pellizcaban a la vez la punta sedosa. Lentamente su mano subió y bajó por su seta rígida. Con una respiración entre dientes, sus dedos se enredaron en sus cabellos cuando ella cubrió con sus labios la cabeza gruesa, envolviéndola con la lengua. Con su mano libre envolvió sus bolas; suavemente las puntas de sus dedos masajeaban el lugar sensible atrás de ellas. —Cristo, Ellie. —Él le dijo cuando lo llevó más profundo, chupando, acariciándolo con golpes firmes con su lengua, con sus dedos. Tan caliente grueso y fuerte. Ella lo tomó, tragándolo cuando él empezó a empujar. Cerrando sus ojos, lo acarició con la lengua, su cabeza subía y bajaba más rápido cuando él comenzó a joder seriamente su boca. —Dios, sí, chupa más duro. —Sus bolas se apretaban mientras se arqueaba hacia arriba. Ávida por obedecerle chupó con impaciencia. No se sorprendería si ella se corriera con él, su vagina palpitaba violentamente con exigencia, inundando su coño con sus jugos. La cabeza gruesa y el largo de la base de su polla palpitaba contra su lengua y ella gimió, vibrando alrededor de él. Perdida en su gusto, en el placer que ella le daba, y él le daba a ella. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 89 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de —Ellie. —Él le advirtió con su voz ronca de deseo. No, ella no quería que se alejara en ese momento, quería probar su semen. Agarrándose a él, lo llevó al borde del clímax. Con un rugido, inclinando su cabeza hacia atrás, explotó. Chorros calientes de semen bombardearon su boca. Manteniéndose allí, ella tomó todo lo que tenía para dar, lamiendo hasta la última gota antes que él la levantara. Curiosamente su semen no era amargo, tampoco salado como lo fue con su última experiencia en las pocas ocasiones que lo hizo antes. Por lo contrario era dulce y suave. Pero Mac no era como cualquier otro hombre. Encogiéndose de hombros, dejó que la sentara arriba de sus muslos para besarla. Su cuerpo se silenció cuando su lengua entró al interior de su boca. Alejándose, ella levantó su mirada, encontrándose con sus ojos. A pesar de que sus ojos la miraban era obvio que su mente se encontraba en otro lugar. —¿Mac? ¿Pasa algo malo? —No.—Su mala cara se deshizo con aquella falta de expresión que él usaba la mayor parte del tiempo. —No, Piernas, está todo bien. —¿Estás seguro?—Ella le preguntó estrechando sus ojos. Todo ocurrió tan rápido que no debería esperar que él le contara algo. Odiaba la manera como él se cerraba. Dejándola afuera en un momento sin ninguna advertencia. —Absolutamente—dijo.—Salgamos de este cubículo antes que nos transformemos en pasas secas. Las cosas habían progresado rápidamente, sin embargo. A tiempo, se dijo, sacudiéndose su desagrado. Lo que sería perfecto, ella pensó saliendo de la ducha, sería acostarse debajo de edredón suave y dormir una siesta. Pero tenía muchas cosas que hacer si quería ayudar a Mac a obtener algunas respuestas. Obviamente esto estaba pesando mucho en su mente. Ella podía imaginarse cómo debía sentirse de desconcertado. Viéndolo secarse, sacudió la cabeza. Él parecía con mucha más energía que antes. Era un milagro, un hombre que no se cansaba y Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 90 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de tampoco dormía después del sexo. Si no fuera por la pequeña falla que tenía, de ser tan dictatorial, ese hombre sería perfecto. —Voy hacer café. Estoy cerca de desesperarme. —Él lo dijo respirando profundamente. De pie en el medio del dormitorio, completamente desnudo, sus manos en las caderas, su polla magnifica aún erecta, Mac la miró, con irritación clara en su expresión. Curiosamente, eso iluminó su humor. La irritación era una emoción. Cualquier emoción era mejor que no tenerla. —Entra en internet y revisa, mientras hago café. Buscaré algo para comer. Mirando como él estaba enojado mientras intentaba decidir qué hacer con su falta de ropa, Elyiana se mordió el labio para impedir su sonrisa. —Puedes vestir mi camisola. Te quedará un poco apretado, pero… Levantando una mano para detenerla, él le hizo una mala cara. —Ni pienso hacerlo. —Entonces quédate desnudo. —Ella se encogió de hombros, poniéndose un vestido por arriba de su cabeza deslizando el material suave por su cuerpo. —No estoy esperando a nadie. —Ella dejo que su mirada viajara por todo su cuerpo de manera apreciativa y lentamente levantó una ceja. —Ciertamente no me importaría. Él estrechó sus ojos. —Sería mejor que tuviéramos una barrera entre los dos, Piernas. Por lo menos durante un tiempo. Él se giró para buscar un short desechado por Scott que ella se había apropiado. Suspirando profundamente y movió su cabeza mientras miraba mientras él se dirigía a la cocina. Debía ser ilegal tener un culo tan perfectamente esculpido. —Es mejor que te pongas unas bragas también, amor, no esas pequeñitas— él le gritó de la cocina. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 91 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de Con una sonrisa burlesca, ella se puso unas bragas de algodón limpias. Esas que fueron diseñadas solamente para la comodidad. Quizás enfriará la libido durante un tiempo. Sin embargo no hizo una maldita cosa para ayudarla. Caminar hasta su escritorio en la sala de estar era un castigo. La carne de sus muslos estaba aún hinchada, dolorida y cualquier mínima fricción era estimulante. Suspirando nuevamente, se sentó en la mullida silla del escritorio, dobló una pierna debajo de ella y empezó. Encontrar el sitio que buscaba no fue tan difícil y ya estaba comenzando a obtener información. —Mac. ¿Tienes alguna marca en tu cuerpo, piercing o tatuajes? Tengo casi la maldita seguridad que no me vi ninguna, pero… —No, detente. —Él se dirigió rápidamente hacia ella de la cocina. —Eso será rastreable, Ellie. —Mierda.—Frunció el ceño hacia la pantalla del computador. — Estás en lo correcto. —Vamos a buscar en los archivos de personas desaparecidas— dijo, volviendo hacia lo que estaba haciendo. —Eso se va a demorar una eternidad, Mac. Va a complicar más las cosas. —Oh, aye. Pero no tenemos elección. —La resignada voz de Mac estaba tranquila, pero firme. Ella aceptó el tazón que le ofrecía cuando el comunicador sonó, anunciando una llamada. Mirando atentamente hacia atrás de su escritorio, él le señalizó con la cabeza y ella asintió con un “bien” mientras tecleaba para recibir la transmisión. El rostro sonriente de Scott apareció en la pantalla. —Buenos días, belleza. Pensé en ver cómo estabas, cómo va todo. Scott siempre la hacía sonreír. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 92 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de —Hola, bebé. Estoy muy contenta porque me llamaste. Estoy detenida aquí con esta nueva historia y necesito que me hagas un favor. —Lo que quieras, amor, tú lo sabes, —él le guiño un ojo y ella no pudo dejar de sonreír. Su sonrisa disminuyó cuando miró de reojo a Mac. Sus ojos relucían con rabia, sus labios estaban apretados y ese músculo sensual de su mandíbula estaba pulsando. Mierda, definitivamente la enloquecía cuando se ponía loco. Acomodándose en la silla, ella carraspeó. —Tengo un amigo que se está quedando conmigo y necesita de algunas cosas, ropas, zapatos… —¿Un amigo? ¿Lo conozco? —Scott preguntó mientras la mala cara de Mac aumentaba. —No, pero es un gran tipo. ¡No te preocupes! —Su sonrisa carecía de humor y estaba dispuesta a apostar que se veía un poco forzada. Toda esa testosterona le estaba dando dolor de cabeza. ¿Por qué de repente estaba rodeada de tipos protectores que querían tratarla como una flor frágil? ¡Sheesh!—Así que compórtate bien y consígueme ropa. Ah y unas frutas frescas, leche, arroz… —Mac le llamó la atención y le murmuró la palabra “carne”. Ella lo miró con una mala cara, pero él estrechó sus ojos y movió su cabeza. Dirigiéndose hacia la pantalla ella agregó. —… y mucha carne roja. —¿Carne roja? Nunca fuiste una gran comedora de carne. ¿Todavía tienes ese pescado fresco que compramos el mes pasado? —Si, Scott, pero me gustaría unos bifes bien asados y quizás un poco de pollo… o dos — ella agregó nuevamente. Scott estrechó sus ojos mirándola —¿Estás segura que te encuentras bien, amor? — Entonces sus ojos se entrecerraron como si se le ocurriera algo horrible y Elyiana se preparó.—¿Estás embarazada? —Ah, ¡Eres un imbécil! Sabes que fui inoculada. —Ella le dijo con una sonrisa arrastrada en la comisuras de su boca. No sabía si fue por Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 93 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de la expresión de Scott o por el gruñido que provenía de la dirección de Mac cuando él empezó a andar por todos lados, pero percibió que lo mejor era terminar la llamada. Rápidamente ella le dio a Scott las tallas de las ropas para Mac, se despidió y se desconectó. Con la mirada más inocente que podía tener, Elyiana se acomodó nuevamente en la silla y lo miró por arriba de su tazón mientras se tomaba su café. —Cuando termines de pasearte como un león enjaulado, tenemos trabajo que hacer. Mac parecía en conflicto con sus emociones. Como si no supiera qué hacer con ellas, donde ellas encajaban. Él se detuvo y miró hacia abajo con tal ferocidad que esperó que él le mostrara los dientes y rugiera. Levantando una ceja, ella esperó que dijera alguna cosa. Fascinada, ella observó su lucha. Él abrió su boca y luego la cerró nuevamente. —Bien, vamos a hacerlo—murmuró finalmente. Una sonrisa lenta se extendió por su rostro. —Que gran idea. Debería haber pensado en eso. CAPÍTULO 12 —¿Dónde infiernos estás, Mac? — Amareth permaneció en el centro del escritorio de su hermano, girando en círculos lentamente, con las manos apoyadas en sus caderas mientras miraba fijamente alrededor del espacio ultra limpio que él mantenía. No había nada fuera de lugar. La sala, a pesar de ser el lugar donde él literalmente vivía, parecía tan estéril y bien mantenida como cualquier laboratorio. Las pocas pertenencias personales que agregara, estaban sobre el escritorio. Algunas imágenes enmarcadas de ella y de Jaime. Y una de sus padres. Caminó hacia el escritorio de madera antigua, mirando una foto holográfica de sus padres. James MacDougal y su esposa Claire, fueron una fuerza a ser consideradas durante las etapas finales de la Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 94 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de Reconstrucción Global Económica y Social que ocurrió después de las guerras. La coalición llevaba más de un siglo en funcionamiento, pero sus padres, junto con muchas otras familias influyentes, asociaron sus fortunas y conocimiento para completar el proceso. Al hacer esto, ellos hicieron enemigos. Terribles enemigos, malos. Los enemigos que eventualmente los asesinaron y que casi hicieron lo mismo con sus hijos. Mac presenció el brutal asesinato, vivió con un sentimiento de desamparo en su intento de salvar la vida de sus padres, y se horrorizó al descubrir que fue alguna persona perteneciente a las mismas familias quien revelara la localidad en que se ubicaban las familias MacDougal y McLeod. Fue un amigo de confianza que lo traicionó. Lawrence MacGillan fue un amigo de la infancia de ambos. Por años fue un empleado de confianza, teniendo en su poder códigos de seguridad de MacDougal e informaciones confidenciales de la empresa. Saber que él los traicionó era una píldora amarga de tragar. El intento de matarla cuando ella mostró la evidencia en una reunión previa en su oficina fue espantoso. Suspirando cansadamente, se sentó en la cómoda silla de cuero sintético de su hermano y se miró las manos. No tenía sangre en ellas, pero deberían estar manchadas hasta sus huesos. Ella había matado, no solamente a Lawrence, quien los traicionara dando la ubicación a los enemigos de Mac, sino que mató a otros también. Amareth presenció el terrible asesinato de sus padres junto con su hermano. Ella vio la determinación, el esfuerzo sobre-humano que él hizo por salvarla y a su hermano menor. Esa noche juró que ella jamás traicionaría a Mac, nunca lo desilusionaría. Ella sería su mano derecha, y se aseguraría de hacer siempre lo mejor, lo más efectivo, más rápido que cualquier otra persona para recompensarlo por la pérdida. Mostrándole dedicación en cambio por salvarle la vida. Y protegerlo. Porque no importa el escudo protector que puso entre él y el mundo, fue ella, Amareth, la que lo sostuvo después de un escape frenético, su cuerpo furioso con fiebre por sus heridas, y juró lealtad hacia él. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 95 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de —Jamás me traicionarás, Am. —Él le exigió desoladamente cuando su cuerpo se estremeció con escalofríos. —Júramelo, Am. Júrame que jamás me traicionarás. Ella jamás lo hizo. Nunca. Hasta ahora. Era su culpa que ahora él estuviera impotente, en peligro. ¿Dónde diablos podría estar? Una vez más tecleó su código personal en su diario. No encontró nada ahí y tampoco las otras cien veces que lo había revisado, pero siguió intentándolo. No tenían nada más que pudiera darle respuestas. Mientras la imagen holográfica de la pantalla del computador pestañeaba en el momento que lo abrió, frunció el ceño ante la bandera roja que titilaba con la fecha de ese día. Eso no estaba antes ahí. Un recordatorio de algo que ella no vio antes. Tecleó el código apropiado en el lugar correspondiente y surgió en el sector de trabajo y observó con curiosidad. La caída del Lord… Fecha de publicación 12 de julio de 2375. Argumento, Douglas MacRoberts descubre que existe mucho más en su tímida secretaria de lo que se ve a simple vista. Como espía del gobierno, Celine está trabajando como secretaria del Lord escocés para investigar las denuncias de que Douglas traicionó a su planeta y a su gente. ¿Douglas es su enemigo o el amante que le juró devoción? Si no es él quien de repente está amenazando su vida, entonces quien más podrá ser? Personal: Recordar viajar a Australia y mostrarle a la Señorita Richards exactamente como un Lord escoses aplica la venganza. Que la maldita pequeña arrogante osara cruzar finalmente la línea utilizando mis características físicas y personales fue demasiado. Ella necesita que la follen decentemente para mostrarle a que el sexo es más que dulces y rosas, y que los hombres son una maldita visión más peligrosa que los perfectos idiotas enamorados de mierda que ella utiliza como héroes. Me cansé de sus provocaciones, deliberadamente ubicadas en sus empalagosos romances después de mi primera objeción a la mierda que su editora elige ubicar en las manos de nuestras muchachas. La mujer no sabe lo que es el decoro, tampoco de los cuentos de hadas que ella está convenciendo a las Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 96 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de muchachas que son verdades. Pero ahora lo va a descubrir. Porque este lord escoses ya tuvo el aguante suficiente… Amareth casi se ríe. Mac estuvo enfurecido por más de un año por culpa de Elyiana Richards, la estrella en ascensión en el género de ficción que luego se llamó romance erótico. La propia Amareth devoraba sus libros, deseando un mundo como la escritora lo describía, alejándose de la realidad de su existencia donde ella podía soñar y las aventuras que la escritora creaba llenaban su alma. Mac se sintió ultrajado al saber que su hermana leía lo que él llamaba “basura destructiva”. Él juró que en la primera oportunidad que tuviera iría a Australia para… Ella se acomodó en la silla y sus ojos se entrecerraron. Oh Dios, había estado delante suyo todo este tiempo y ella no lo vio. En una de las últimas conversaciones con Mac, él estaba reclamando furioso que si fuera un hombre mejor cerraría la maldita editora. Después de todo tenía mucho interés en controlar la compañía. Estaba lleno de rabia, jurando que Elyiana Richards lo estaba usando como base para sus héroes. Amareth se sonrió y negó, pero para ser honesta, ella misma empezó a sospechar de esto en el último año. Era bien conocido por algunas personas que Mac pudo encender el temperamento de la escritora con su primer e-mail preventivo a la editora. Entonces Richards le escribió personalmente, informándole que él era un criminal dictador determinado a definir la moral mundial y ella estaba determinada que no llevara a retroceder a las mujeres a la prehistoria. Ella entonces pretendió instruirlo en el arte de la sexualidad, sensualidad y sexo en general, fríamente afirmando que sólo un hombre limitado al placer de su mano podía creer que una mujer no necesitaba o querría romances, preliminares y la libertad para el tan deseado clímax. Amareth no podía recordar de nada o de nadie que pudiera haber provocado a su hermano tales niveles de rabia frustrada. —En el minuto que tenga tiempo, Amareth, le mostraré a ella lo que sé hacer con mis manos. —Él lo dijo entre dientes.—Directamente contra las nalgas de su redondo culo. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 97 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de Ella saltó de su silla, rápidamente tecleando el código para cerrar el computador antes de llamar a la línea directa de Tael. —¿Qué? —Él inmediatamente respondió. —Consíguete un hidroavión y un equipo listo. Ya sé donde está. Hubo solamente un minuto de silencio. —Estaremos esperando en la plataforma. Amareth salió corriendo de la oficina, dirigiéndose hacia el tejado de la casa donde el hidroavión MacDougal especialmente diseñado la estaba esperando. Con lo más reciente en armas, GPS y tecnología que agradó a Mac. Si por lo menos este proyecto lo hubiera llevado a los laboratorios y no a un lugar remoto que él tan ávidamente quería experimentar. —¿Dónde está? —Tael estaba esperando en el hidroavión con seis de sus hombres de confianza, incluso Jaime. Amareth rápidamente colocó las coordenadas en el sistema de navegación adelante para mirarlo con expresión triunfante. —Fue a mostrarle a cierta escritora como MacDougal trata a las hembras impertinentes que lo dejan caliente. Es un androide sexual. Programado para funcionar solamente de una manera. Sin la desfragmentación no tiene ninguna esperanza de saber que está haciendo, o de procesar las informaciones en su cerebro mecánico. Todo lo que es procesado tiene relación con el sexo. Elyiana Richards es su mayor sueño mojado. Él está allá arreglando eso. La miró con incredulidad mientras decolaban. —¿Él está ahora afuera jodiendo? —estalló. —En vez de cuidar su culo, él está… —Probablemente jodiendo con ella—dijo secamente.—Todas las señales estaban ahí, pero conociendo a Mac, jamás habría ido allá. Pero este es un lado diferente de Mac. Es apenas su lado sexual que está procesando correctamente porque fue para esto es que el androide fue creado. Lo demás está revuelto, y a esa información, él no tiene acceso. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 98 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de Tael puso una expresión de rabia, golpeando los comandos y luego ubicó el hidroavión a control manual. Inmediatamente la velocidad de propulsión respondió con todo el límite de velocidad aéreo. —Él estaba furioso con la Señorita Richards—estalló. —Es más probable que le quebrara el cuello que jodiera su culo. Amareth exhaló el aire con eso. —Tael conoces a Mac tanto como yo, pero recuerda como era de salvaje antes que nuestros padres murieran. No puedes reprimir esa sexualidad para siempre sin que salga cuando menos se espera. Las defensas de Mac están abajo en este momento, las informaciones están codificadas en su cerebro. La pre-programación del androide sexual estará como el plan original sin la desfragmentación. Su programación es sobre el sexo. Él no la matará a menos que la esté jodiendo hasta la muerte. Ella lo miró de reojo al mismo tiempo que él también lo hacía, la intensa llamarada de excitación en su mirada la escondió rápidamente. Él nunca mencionaría esa hambre, nunca la tocó, pero estaba siempre ahí entre ellos. —Nos matará a ambos por esto—finalmente murmuró. —Cuando esté completamente cuerdo, nos hará pedazos a los dos. Muy pocas cosas le importan a Mac tanto como tener siempre el control, especialmente poder controlarse a sí mismo. Amareth suspiró resignada. —Si. Lo hará. Si pudiéramos arrastrarlo lejos de su pequeña escritora el tiempo suficiente. CAPÍTULO 13 Las imágenes en la pantalla del computador estaban empezando parecer todas iguales, sin mencionar que las palabras estaban Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 99 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de empezando a desaparecer. Elyiana cerró sus ojos estiró su cuello antes de levantarse y estirar las demás partes de su cuerpo. —Lo siento mucho Mac, necesito descansar un poco. —Ella bostezó antes de separarse del escritorio. Moviendo su cabeza, él se sentó en la silla sin sacar los ojos de la pantalla. —Ve a descansar Piernas. Buscaré un poco más. —¿Quieres otro tazón de café? —Ella le preguntó mirando por sobre su hombro. —No, gracias, amor. —Ceño fruncido, labios apretados, Mac se concentró atentamente en todas las páginas de personas desaparecidas. Rápidamente revisaba la pantalla y luego salía. Increíblemente rápido. —Ok entonces, voy hacia afuera a revisar mi jardín. Volveré luego. —Ella le dijo mirándolo cautelosamente. Movió la cabeza sin mirar hacia arriba, sus dedos estaban ocupados tecleando, sus ojos enfocados. Eso que ocurría parecía lo correcto, todo encajaba. Mirándolo, se dio cuenta que sería realmente duro cuando él se fuera. —Mac. —Aye —respondió. Ella esperó hasta que levantara su cabeza y la mirara. —Toda mujer desea entregarse en cuerpo y alma al hombre que elige para amar. Un hombre increíblemente fuerte y responsable puede percibir el tesoro que tiene en sus manos. No existen muchos que lo hagan. —Sin esperar respuesta por parte de él, ella salió al patio. El amor no era lo mismo que debilidad, pero ella estaba empezando a creer que para Mac lo era. ¿No podía ver que no era su fuerza lo que la hacía sentirse segura con él? A pesar de que era extraordinario, era más que sexo lo que ella vio en sus ojos cuando bajó la guardia. La manera como la abrazó cuando estaban en el sofá. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 100 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de Sus defensas bajaron en ese momento y él se permitió sentir. Lo que ella vio cuando lo miró a los ojos era mucho más atrayente, más sensual que el cuerpo divino con un rostro magnifico y una erección sin fin. Ella quería saber más sobre la inteligencia, fuerza y valentía que vio en su mirada. Y había dolor. Aguda y profunda que hervía en el centro de su alma. Ella quería tocarlo ahí, conocerlo, aliviarlo aunque no pudiera curarlo. Una brisa suave y perfumada levantó sus cabellos y alzó su rostro hacia ella. Adoraba el aire libre. La tierra cruda y salvaje, que parecía unida a ella en un nivel casi primitivo. Adoraba el aire libre y ser una parte de él y todo lo que le pertenecía le daba una sensación de paz. Mirando a sus plantas bien cuidadas, dio un suspiro con agradecimiento. Realmente parecían adorables y bonitas. No se demorarían mucho para que se reprodujeran. Se agachó y sacó unas pocas hierbas dañinas. Sin ningún aviso sus pulmones se quedaron sin aire en un whoosh cuando fue lanzada al suelo como si la arrasara una pared de ladrillos, si es que existía tal cosa. —¡Sal de encima!—respiró con dificultad hasta que finalmente logró respirar normalmente. Una fracción de segundos después una pequeña pelota de fuego explotó al lado de ella, exactamente en el lugar donde había estado estaba. Podría haber muerto. El pánico por la explosión la dejó aterrada, se debatía entre el peso abrumador, luchando por su libertad sólo para escuchar un gruñido de Mac en su oído. —Mierda, Elyiana, quédate quieta. Sus ojos se estrecharon cuando ella lo miró su rostro. Su expresión era salvaje, asesina. Alguien estaba a punto de morir. Le dio poco tiempo para pensar sobre eso y lo que ella debería hacer después. Como un rayo, la arrastró hacia el pequeño arbusto y la escondió entre el follaje. Dolorosamente la agarró de los hombros y la sacudió para llamarle la atención. —¡Debes quedarte aquí! Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 101 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de Ella sacudió su cabeza. No había ninguna manera de que se quedara ahí cuando él estaría afuera intentando matarse. —¡No! Voy contigo. Entre dientes él le ordenó. —Casi te mataron. Eres una muchacha testaruda. —La sacudió nuevamente con más mesura y pudo ver su desesperación.—Quédate aquí. No me desobedecerás. ¿Me entendiste, Elyiana? —Hipnotizada por el torbellino de emociones que vio en esos ojos verdes profundos, sólo movió la cabeza. Él la besó duro y rápido y luego se fue. Dolorida por la caída y el miedo, se agachó e intentó mirar por arriba del arbusto sin ser vista. No podía perderlo, no así. ¿Quién querría que ella muriera? ¿MacDougal? Él era su único adversario y en más de una ocasión recibió comunicaciones furiosas de él. Pero matarla, no podía creer que haría algo tan grosero. No sería algo propio de él sólo para verla muerta. No, quizás cerraría su propia empresa para poder detenerla. Cortaría su propia nariz por ofender a alguien. Pero MacDougal no mataría a alguien a no ser que fuera absolutamente necesario. Quizás era algo que estuviera relacionado con el pasado de Mac. De dónde venía o de lo que había escapado. ¿Dios, quién infiernos era él? Quien quiera que él fuera, ahora era suyo y no podía quedarse allí y dejar que fuera herido. **** Mac se movió silenciosamente por la vegetación espesa que rodeaba la casa de Elyiana, con la intención de ubicarse detrás del asaltante y pillarlo desprevenido. Él podía sentir una tranquilidad mortal por su mente y cuerpo. No había adrenalina circulando, ninguna taquicardia; Sólo su mente que parecía que trabajaba más rápido. Recorrió el área en un segundo hasta que percibió un movimiento en la vegetación cuando el asesino se movió para conseguir un mejor disparo. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 102 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de Sus sentidos cambiaron, su visión mejoró notablemente, su mente trabajaba más rápido y en segundos fue capaz de localizar la forma oscura. No había ningún vacilación en sus movimientos; ninguna demora en sus respuestas. Era extraño. Él siempre trabajó eficazmente en situaciones de alta peligrosidad, pero esto era distinto. Había frialdad en su mente y su cuerpo, como si la lógica y la fría y dura determinación transformaran su cuerpo en más fuerte, más rápido, capaz de procesar las informaciones también más rápido. Se habría cuestionado más si hubiera tenido la oportunidad. Estaba apenas a una corta distancia de su presa ahora, sus ojos estrechados mientras recorría silenciosamente la vegetación. Se movió lentamente, atento al menor sonido, un movimiento equivocado podía significar la vida de Elyiana. Sabía que arriesgar su propia vida no era algo poco común, pero no arriesgaría la vida de ella. Por ningún motivo. Mac planificó el camino que iba a recorrer, con una sonrisa tensa en sus labios mientras observó al atacante tensarse, el instinto seguramente le decía que no estaba solo. Que él se había transformado en presa en vez de atacante. Cuando el atacante se movió para girar, Mac ya estaba sobre él. Con una velocidad espectacular, corrió hacia el asesino, golpeando el rifle con láser de sus manos, levantándolo del suelo y golpeándolo en la cabeza. —Creo que no. —Dijo firmemente, mirando fijo sus ojos oscuros tras la máscara que escondía sus facciones. —Te pillé, bastardo. El hombre murmuró entre dientes, endureciéndose con el conocimiento que no había posibilidad de fuga. —¿Quién te envió? —Jódete MacDougal —murmuró en voz baja. —Si no te puedo matar otra persona lo hará. Eres hombre muerto. Un gran golpe fue para él. MacDougal. El MacDougal. Él era El MacDougal. Las informaciones llegaron a su cabeza como si por fin un rompe cabeza se armara y encajara. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 103 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de Un estremecimiento con el presentimiento serpenteó por su mente. —¿Quién te envió? —¡Jódete! La punta de acero fue la única advertencia que Mac tuvo. El cuchillo salió de la manga del asesino rumbo a la garganta de Mac. En ese instante Mac dejó su furia libre. Con un simple apretón de sus brazos y un rápido tirón, el cuello del bastardo se rompió y él cayó en silencio en los brazos de Mac. Eso era todo lo que se necesitaba para matar a un hombre. —Oh mi Dios… —La voz de Elyiana lo hizo girar rápidamente, soltando el cuerpo negligentemente mientras sus ojos miraban a su alrededor para tener la seguridad que ella estaba bien. Ella estaba de pie delante de él, su mirada violeta en estado de shock, afligida, miraba con asombro. Sus mejillas estaban tan pálidas que sus ojos parecían violetas aplastadas sobre pergamino. Ella lo miraba fijamente dividida entre el shock y el horror. —Te dije que te quedaras allá—él estalló. —¿Nunca sigues ordenes, muchacha? Él no hubiera deseado que ella viera eso. Lo habría evitado a cualquier precio. Mac sabía que había una parte de él que no tenía piedad por nada, algo quebrado, algo que fue destruido adentro de él. No tuvo ningún remordimiento por matar al bastardo. El asesino habría matado a Elyiana con placer, quizás hasta la hubiera torturado. Eso era lo que ellos hacían. Ellos torturaban a las mujeres delante de los hombres que juraron protegerlas. Quebraban los huesos de los miembros, dejaban heridas fulminantes, violaban sin considerar el horror que dejaban en las mentes de aquellos que eran forzados a verlo. —Mac… —Ella sacudió su cabeza lentamente, su mirada viajó por su brazo, tan llena de angustia que llenó su alma de dolor. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 104 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de Su mirada cortante bajó hacia su brazo cuando él inclinó su hombro hacia adelante. Parpadeó, consciente que no podía estar viendo lo que creía ver, consciente de que de alguna forma, esto no era más que una pesadilla terrible, alguna realidad distorsionada que podría ser fácilmente corregida. Pero él sabía. En ese segundo, en un momento horrible de clara ofuscación, todo volvió a su mente, recordó todo. —La voy a matar. CAPÍTULO 14 Luchando para soltarse del agarre de Mac, Elyiana corrió para mantenerse al paso mientras la arrastraba a su lado. —Espera Mac. —ella gritó. El shock se estaba desvaneciendo, dando lugar a la comprensión. —Tenemos que salir. Ahora. —La declaración fue hecha en un tono frío. Era severo y distante, no dejando espacio para discusión o negociación. Dentro de la casa, cerró la puerta y echó llave. Su mente estaba claramente enfocada en la tarea que tenía, su expresión parecía de piedra y su maxilar apretado con firmeza. Elyiana luchó para darle sentido a la cibernética que vio en la piel de Mac. Increíbles avances fueron realizados en el campo de la cibernética electrónica y tecnología androide. Debía haber una explicación razonable para eso. —¿Sufriste un accidente? Quizás tu brazo fue sustituído. — Extendiendo su mano, la voz ronca de miedo, caminando en su dirección. El calor la calentó con su suave toque. Ella dejó su mano deslizarse desde la herida hasta su hombro. En ese momento él también estaba tibio, pero no caliente. Después de luchar con el asesino afuera en el jardín y con ese calor, debería estar sudado o por lo menos más caliente. Pero no lo estaba. Jamás lo vio transpirado, nunca. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 105 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de —Demasiado a la altura del hombro como para ser solamente el brazo, Elyiana. Vístete, ponte algo apropiado. Debemos partir de inmediato. —No, Mac. Vamos a esperar a Scott. Él puede ayudarnos—ella lo dijo cautelosamente. Con una mueca casi imperceptible se alejó de ella. —Debe haber alguna explicación razonable para esto—expresó lo que su mente estaba gritando. Desorientada con su alejamiento, ella se acercó a propósito más cerca. Él de repente estaba distante, frío. Tenía un nudo en la garganta de miedo, su corazón apretado en el pecho. Mirando hacia arriba, su mirada se encontró con la de él y ella se olvidó de respirar. En sus ojos podía ver las preguntas que ambos querían hacer, pero temían enfrentar. Millares de emociones pasaron dentro de ellos como una laguna esmeralda nebulosa. Y ella vio a Mac. Presionando la mano en su pecho sintió el ritmo lento y constante de su corazón conforme bombeaba sangre por su cuerpo. No, ella respiró profundamente, debería ser más rápido, por lo menos un poco más rápido. La rabia que ardía en sus ojos debía hacer su sangre circular con más rapidez por sus venas. Su corazón debería estar golpeando contra su pecho. Recordando las sesiones de sexo caliente, la energía intensa que él demostraba, ella no pudo recordar que en ninguna ocasión su corazón se acelerara. Sosteniéndola por los hombros él la apretó contra su cuerpo. —Harás lo que digo ahora, Elyiana. No esperaré por el cachorro para arriesgar nuestras cabezas. ¿Me entendiste? —Él le dijo suavemente, su rostro desprovisto de expresión con excepción de sus ojos. —Mac. —Sin alejar su mirada, intentó razonar con él. —Nosotros podemos seguir escaneando los archivos de personas desaparecidas. Él se acercó más a ella, su mandíbula apretada. —Los archivos no importan ahora. Parpadeando, Elyiana dio un paso hacia atrás. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 106 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de —Escúchame. —Ella suspiró con frustración—podemos averiguar en las noticias. —En los laboratorios casi habían perfeccionado los nuevos androides del sexo, pero ella creía que no habían podido hacerlos funcionar… por así decirlo. Supuestamente estaban haciendo experimentos. Mac miró hacia abajo, su ceja levemente erguida. —¿Estás asustada, Piernas? —preguntó roncamente. Elyiana lo miró a los ojos, la emoción guerreaba en ellos. Sí, ella tenía miedo. Miedo de lo que era, de lo que él no era. Pero no era una cobarde. —No. No te tengo miedo—contestó. —Pero tenemos que descubrir quién eres. Descubrir si tu… si eres… Inclinando la cabeza de lado él la observó con una sonrisa fría. —¿Si soy que, Piernas? ¿Si soy humano? ¿Si soy real? Avanzando hacia ella, los ojos de Mac nunca dejaron los suyos. Elyiana no pudo evitarlo, pero retrocedió instintivamente a pesar de saber que él jamás la heriría. La ferocidad en sus ojos era suficiente para hacerla temblar de cualquier manera. En su corazón, sabía que él era real, muy real, pero las inconsistencias tenían que solucionarse. Tenían que encontrar las respuestas. Todo ese tiempo ella supo que había algo extraño. ¿Por qué no usaba su cabeza por lo menos una vez antes de seguir adelante con lo que sentía con su corazón, su alma y espíritu? Frenéticamente ella intentó pensar, razonar las cosas, pero mientras su espalda encontró la fría solidez de la pared, la boca de Mac cubrió la suya, salvajemente exigente, tomando. Su cuerpo presionaba firmemente el suyo contra la àred. Ahuecando su rostro, sus manos la sostenían mientras su lengua buscaba la suya, estableciendo su reclamo. Finalmente, él levantó su cabeza y ella intentó respirar, recuperar su sanidad mientras el deseo surgió adentro de ella. Inmediatamente su cuerpo respondió, hinchándose, apretándose. La humedad se reunió e inundó su vagina. Mac miró hacia abajo estrechando sus ojos en los de ella. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 107 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de —¿Esto no te parece real, Piernas? —Sin previo aviso sus manos se deslizaron por encima de sus senos, ahuecándolos, apretando sus pezones tensos. —¿Y esto? —Él le preguntó con un gruñido mientras desgarraba el escote delicado de su vestido dejándola desnuda, excepto por sus bragas. Con un gemido de hombre torturado, la levantó, envolviendo sus piernas alrededor de sus caderas. Fijando sus piernas separadamente, sus labios aplastaron los suyos, persuadiéndola a mantenerlos abiertos. Abismada por el fuego de la pasión, Elyiana cerró los puños en su cabello, devorándolo, tomando tanto cuanto daba. Su corazón golpeteaba tan fuerte que tenía la seguridad que se partiría por la simple fuerza empleada. Antes que tuviera tiempo para pensar, Mac rasgó sus bragas empujando la cabeza larga de su polla dentro del convulsionante coño. Bajando su cabeza, Mac mordió su garganta, lamiendo con la lengua su piel ultra sensible mientras empujaba dentro de ella, invadiéndola, extendiéndola. Siempre parecía como la primera vez. Elyiana respiró con dificultad, el placer robaba su respiración, sus pensamientos estaban en blanco mientras la sensacion de él moviéndose dentro de su cuerpo dominaban todo lo demás. Ella lo quería todo, cada centímetro de su grosor. Amaba la forma como la invadía, la mantenía abierta. Sí, él era real, muy real. Nunca dudó de eso. No era un robot, ningún androide tenía ese espíritu, porque sintió su espíritu desde el principio. Apretando sus piernas alrededor de él movió sus caderas y lo tomó más profundo, mientras producía un sonido agudo y prolongado por el aguijón de su carne súper estimulada, estirando para acomodar la circunferencia de su polla. Sólo una pequeña mordida de dolor, pero era espectacular y ella quería más. —Mo’ Dia1 —él gimió. —Ellie, eres jodidamente apretada. ¿Por qué él era siempre tan cuidadoso? Mierda, estaba dejándola loca. —Más, Mac dame más, todo—exigió arqueándose contra él, restregando sus pezones duros contra su pecho. Ella quería todo y 1 Mi Dios en gaélico. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 108 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de nada menos, pero temía que lo que estuviera mal en él lo hiciera alejarse de ella para siempre. Desesperadamente lo agarró con su cuerpo, su mente, su alma. Empujó profundamente dentro y ella gritó, sus uñas se enterraron en su cabeza cuando empezó a montarlo. Él golpeó su culo y extendió aun más sus piernas mientras aumentaba el ritmo. —Mmm, sí, Mac, sí—lloriqueó. Salvajemente él golpeó su culo, sus dedos enterrándose en la carne de sus caderas, su boca saqueando la de ella entre susurros, con palabras en gaélico que podrían no tener ningún significado, eso era tan condenadamente sexy que ella pensó que se correría solamente escuchando esas palabras. Las paredes de su vagina se contraían alrededor de él mientras martillaba en ella. Las sensaciones comenzaron a sobreponerse, enrollándose más y más adentro de ella. Tempranamente se fracturaron, enviando fragmentos de placer a su núcleo. Estremeciéndose por el orgasmo devastador, gritó su nombre, sosteniéndose de él cuando el éxtasis la envolvió nuevamente. Fue en el momento en que llegaba a su segundo clímax, mientras Mac inclinaba la cabeza hacia atrás y ella lo llevó al límite, cuando Scott abrió la puerta. Mirando la escena, su saludo bien humorado murió en su boca. CAPÍTULO 15 Esto no era natural. Mac estaba bien consiente de la velocidad que utilizó para levantar a Elyiana de su polla aún erecta, dejándola al lado y saltando sobre el macho intruso. El protegerla estaba en la prioridad en su lista, mantenerla a salvo de daños en primer lugar, mantenerla viva y respirando y no la cáscara de ser humano que sabía él que era. La rabia de saber eso no bombeaba por sus venas pero ardía en su mente, su corazón mecánico y su alma. Él quería aullar de rabia, Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 109 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de deseaba quitarse esa larga cabellera de su cabeza hasta que pudiera llegar al cerebro computarizado y le devolviera todos los recuerdos. ¿Cómo diablos ocurrió eso? ¿Por qué Amareth lo permitió? Y ella lo había permitido. En un segundo, el bastardo estaba respirando con dificultad y luchando, aplastado contra la pared, levantado algunos centímetros mientras miraba con horror a Mac. Los ojos azules estaban extremadamente abiertos, el rostro bronceado del joven musculoso estaba pálido y luchaba contra su agarre. El debería ser lo suficientemente fuerte para liberarse. El era más joven, estaba en forma igualmente como Mac y era malditamente pesado para ser sostenido por un largo periodo de tiempo. Pero Mac no sintió sus músculos tensos, quemazón o presión. Sostener un hombre contra la pared mientras pateaba y se resistía contra la restricción no le exigía ningún esfuerzo. —Ellie.—El extraño se atoró indefenso, sus ojos volaban frenéticamente hacia Elyiana en busca de ayuda. —¡Mac, detente! —Su grito furioso fue un shock para sus sentidos. Su voz debería estar llena de placer, no de temor o de rabia.—Él es Scott, Mac. Por favor. ¡Mierda, déjalo ir! —Con una patada sonora que debería haber provocado por lo menos unas puntadas de dolor, fue directo a sus canillas. — Déjalo ir. — Ella lo miró enfurecida, sus ojos violetas ardientes con horror y censura. Lentamente Mac miró nuevamente al macho que mantenía contra la muralla. Su rostro estaba oscureciéndose, con un señal clara de que necesitaba desesperadamente aire. Lentamente, Mac soltó al rubio, Scott, el mismo que tuvo la osadía de acariciar a Elyiana hace algunos días. Esa era razón suficiente para matar al bastardo. Él estaba tosiendo, intentando respirar mientras Mac lentamente se retiraba dando un paso hacia atrás. —Debes tener un poco más de precaución antes de dirigirte furtivamente hacia un hombre—estalló, agarrando el brazo de Elyiana mientras ella se precipitaba hacia su amigo. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 110 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de —Déjame ir, Neanderthal—masculló mientras tiraba su brazo. de modo beligerante Mac bajó su mirada al esbelto brazo que sostenía. No la estaba sosteniendo tan fuerte como para que no pudiera librarse fácilmente. Pero ella estaba aún ahí, detenida por sus dedos, incapaz de liberarse. Deliberadamente él la soltó. —¿Trajiste las ropas? —le preguntó al otro hombre, preocupado si aún estaba luchando por respirar. poco Su mente estaba ocupada con las ideas claras de golpearlo y no estaba preocupado con las miradas furiosas que recibía de Elyiana y su amigo. Aún había lagunas de informaciones, cosas que no tenían sentido, pero otras que tenían demasiado sentido. —¿Quién es este bastardo, Ellie?—Scott respiró con dificultad mientras Elyiana lanzaba miradas sombrías y acusadoras. —Aún no tenemos la seguridad—tranquilizó a su amigo, mirando a Mac. Desnuda. Mierda, ella aún estaba desnuda, muy transpirada por el esfuerzo de llegar al clímax en sus brazos y no se daba cuenta. Estaba tan cómoda con su desnudez como cuando estaba vestida. O quizás muy irritada para que le importara. Se preguntaba cuál de los dos motivos era. Sus ojos sombríos le dieron ganas de golpear algo. Estaban llenos de miedo, traición y reconocimiento. Él podía ver el reconocimiento, de la misma manera que él lo sentía. —Tienes seguridad—él lo dijo suavemente, negando sus palabras hacia el otro hombre. —Vístete. No estarás desfilando desnuda alrededor de este bastardo. —No será la primera vez—le respondió furiosa, sus mejillas inflamadas con color. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 111 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de La rabia creció dentro de él diferente de cualquier cosa que pudiera recordar. —¿Quieres que él sobreviva, Piernas? —lo dijo entre dientes, apenas sostenido su control ahora que veía las maletas que el hombre dejó caer atrás de la puerta. Varias prendas cayeron de ella. Pantalones caqui, una camisa suelta. Zapatos. Él caminó hacia las ropas tomando la maleta del suelo antes de agarrar nuevamente el brazo de ella, mirando su rostro escandalizado mientras luchaba contra los impulsos enloquecedores dentro de él. Posesividad, celos, miedo a perderla. —Tenemos que irnos. —Él intentó suavizar el tono de su voz de orden a exigencia. —Ese asesino no estaba solo, Elyiana, sabes eso. No estarás segura aquí. — ¿Pero estoy segura contigo? Odió la duda que podía escuchar en su voz. —Nunca te lastimaría—juró, odiando el hecho que la había herido. — Pero no te dejaré sola aquí, de ninguna manera. Y no seré responsable por mi propia rabia si no vas a cubrirte ese lindo culo ahora—le dio la orden, dándose cuenta que estaba haciendo un idiota de sí mismo y de su propio voto de no dejar nunca que una mujer tocara su corazón de la forma como ella lo hacía. —¿Primitivo, verdad, compañero? —Scott respiró mientras Elyiana se dirigía lentamente al dormitorio, Pero Mac notó que el otro hombre mantenía sus ojos en su trasero delicioso. —Posesivo.—Abrió las ropas de la maleta y empezó a vestirse rápidamente. — ¿Piloteas tu propio avión? —No vas a llevarte a mi bebé. —Scott dijo entre dientes, sus ojos azules demostraban mucha furia. —Tienes a la muchacha, deja el maldito avión en paz. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 112 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de —La muchacha es mía y el maldito avión es la única cosa entre ella y el asesino—rugió mientras se subía los pantalones por las estrechas caderas. —¿Asesino?—Scott movió su cabeza incrédulamente, restregando distraídamente su garganta irritada. —¿No me digas que MacDougal finalmente explotó e intentó matarla? Había un borde de humor sarcástico en la voz del hombre que encontró que era ofensivo. —El MacDougal no contrata asesinos para eliminar escritoras de romances—le informó al otro hombre sarcásticamente. —Los reserva para los enemigos reales, como campesinos idiotas que no tienen el sentido común de hacer lo que se les dice. Scott sacudió su cabeza con una corta y descreída risa. —Que increíble, suenas como el maldito hijo de puta. —Y debería. —Mac estrechó sus ojos cuando empujó la camisa oscura por sobre su cabeza y observó al otro hombre cuidadosamente. —Yo soy El MacDougal. Un movimiento en su visión periférica lo hizo girar lentamente. Elyiana estaba de pie en la puerta de su dormitorio, mirándolo con sus ojos estrechados, pero no por el shock. No, no era por el shock brillando en sus lindos ojos violetas, era dolor y lágrimas. Ella vestía unas suaves calzas y un top cómodo que acunaban sus senos amorosamente. En los pies calzaba botas al tobillo, parecidas a las suyas, cómodas y gastadas por el uso. —¿Ellie, escuchaste lo que dijo este loco? —Scott se reía sin creer. — MacDougal es bastante más viejo y un infierno de menos primitivo. Espero que no te convenza de esta estupidez. Mac ignoró al pequeño macho molesto, Scott seguramente era un buen hombre en días mejores, pero ahora no estaba haciendo más que empeorar una situación de por sí mala. —Tenemos que partir, Piernas—susurró. Tenemos que salir de aquí hasta que pueda comprender qué diablos está ocurriendo. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 113 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de Él sabía que su vida y la de ella estaba en más peligro de lo que la podría convencer. El hecho que él estaba vivo y en el cuerpo del nuevo milagro tecnológico que sus científicos crearon, probaba sus propias sospechas de la semana anterior. Por ese motivo él lo atacaron y casi lo matan. Había un traidor en su empresa y Mac lo sabía. Ese era el motivo del porqué había ido corriendo a los laboratorios cuando fuera atacado, para ver el modelo y fiscalizar si era tan avanzado como Amareth le asegurara en sus reportes. Reportes a los que de alguna manera, alguien había tenido acceso. —Elyiana. —Él ignoró a Scott, extendiendo su mano hacia ella. Él no le imploraría, pero no partiría sin ella. Ni ahora. Nunca. — Seguramente, Piernas, ¿no me dejarás solo en la recta final? No ahora. —No aprisionado en un cuerpo que no era el suyo. Él observó cuando ella tragó en seco, su mirada desviándose hacia Scott antes de mirarlo nuevamente. —Te mataré cuando esto termine—le susurró furiosamente. — Lentamente, dolorosamente, te haré pagar. Él suspiró rudamente. —Mo cridhe1 , si ellos no pueden arreglar lo que hicieron aquí entonces te daré las armas personalmente. Ahora vámonos a la mierda de aquí. Él tomó el arma que ubicó más temprano sobre la mesa de la cocina, girándose hacia la puerta. —Confío en ti para encontrar una muchacha, una pelea y un asesino. —Él se congeló con la diversión de la femenina voz baja y arrastrada. — Si fueras otra persona y no mi hermano, podría sospechar que te estaba gustando lo que estaba ocurriendo aquí. Mac giró lentamente. Vio tensión en el rostro de la joven muchacha, la preocupación en los ojos de Tael mientras se encontraba atrás de ella protectoramente. 1 Mi corazón en gaélico. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 114 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de Scott se fue alejando de la puerta, obviamente ubicándose con Mac delante de Elyiana que estaba alejándose lentamente. —Sabes Am—él arrastró las palabras. — Sacarte la piel será un placer. Creo que estás un poco atrasada. ¿Puedes corregir esta mierda? Su mirada centelló con menos confianza de la que él estaba esperando. —Creemos que podemos hacerlo. Él frunció el ceño mientras distraídamente empujaba a Scott y atraía a Elyiana, su brazo alrededor de su cintura. —Reza lo mejor que puedas muchacha—le dijo suavemente en advertencia. — Caso contrario, habrá una promesa que voy a quebrar y un culo que voy a azotar. Acuérdate de eso. Él la miró, viendo como sus ojos se estrechaban, la amenaza encontrando raíces. La paliza no la incomodaba. La promesa la aterrorizaba. CAPÍTULO 16 El MacDougal se giró mirando duramente a Elyiana mientras ella luchaba para comprender a través de la rabia y del dolor. No, eso no estaba bien. Quizás su cuerpo fuera parecido, pero no su rostro, y los ojos de El MacDougal eran más claros. Pero él estaba allí ahora, en aquellos hambrientos ojos oscuros con rabiosa determinación. ¿Por qué no lo había visto antes? —Vamos. Ahora, Ellie. Elyiana sacudió su cabeza. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 115 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de —¿Arreglar qué? —Un presentimiento pasó por su cerebro haciéndola sentirse aturdida, fuera de lugar. Con sus manos apretadas a los lados, lo miró, luego a Amareth y de nuevo a él. Con seguridad su corazón estaba listo para rasgarse en dos por la fuerza de toda esa situación, se paró cerca de Scott e ignoró todo lo que él le estaba diciendo. —Mejor que alguien me lo explique—exigió y se alejó del intento de Mac de tocarla. Todo lo que quería y necesitaba eran respuestas, cualquier cosa próxima a lo razonable para darle sentido a lo que estaba ocurriendo. Amareth MacDougal, la infame perra hija de puta, cambiaba de un pie a otro mirándola atentamente. Una mezcla emocionante de furia, miedo y un dolor profundo, irradiaba de los hermanos en ondas sombrías. Elyiana siempre supo que había mucho más en Amareth de lo que ella aparentaba para el mundo. De pie a su lado ahora, estaba dividida entre querer envolver sus brazos alrededor de ella y de golpearla en los intestinos. Esto no podía ser un plan elaborado para callarla, mantenerla quieta. Simplemente no tenía sentido. Verdaderamente, El MacDougal estaba lívido cuando ella lo ignoró, incluso demasiado como para burlarse de él. Ciertamente él no iría tan lejos. ¿O esto era un intento demente de probar que era tan tonta como él pensaba? Para mostrarle qué tan destructivas sus “nociones románticas” podrían ser. Pero había un hombre muerto en su jardín. Ella vio a Mac matarlo con sus propias manos. Luego la herida en su hombro. Oh Dios. Descartando las racionalizaciones de su cerebro, Elyiana se giró y miró a Amareth. Permaneciendo cara a cara con ella, podría jurar que vio respeto y admiración en sus profundos ojos esmeraldas. Su voz, sin embargo, exigía absoluta obediencia. —No tenemos tiempo, Señorita Richards. Debemos salir ahora. Levantando una ceja, se cruzó de brazos y dio un paso hacia atrás. —No voy a ir a ningún lado. Especialmente sin saber exactamente qué diablos está ocurriendo. —Oh sí, lo harás —Mac estrechó sus ojos. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 116 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de Aún restregando su garganta irritada, Scott valientemente puso un brazo alrededor de sus hombros. Era un increíble movimiento de autosacrificio de su parte y Elyiana lo sabía. Aún así, Scott lo hizo. Incluso la apoyó protectoramente más cerca de su cuerpo rígido. —Ni una mierda— Scott resonó con exasperación, pasando sus dedos por su cabello rubio desordenado. —Eres un maldito idiota, ¿crees que porque te enredaste con ella, ahora te pertenece? Un audible rugido salió del pecho de Mac mientras apretaba los dientes y daba un paso hacia Scott. Soltando a Elyiana, Scott enderezó su postura, levantando la barbilla y preparándose para la pelea que seguramente sobrevendría. Elyiana agarró su camisa e intentó empujarlo hacia atrás. Cuando no pudo hacerlo, se interpuso entre ambos. —Apártate del medio, Elyiana. —Mac lo dijo agarrándola de los hombros. Él siempre estaba mandando algo o a alguien. —Sí, Ellie, sal del medio. No le tengo miedo a este idiota. No es más que un hazmerreír. —Scott lo dijo entre dientes. —¡Mierda, Scott! —Ella gritó, luchando para mantenerlo en el lugar. — ¡Para con esto! —Scott era un hombre grande y musculoso. Pero Elyiana tenía la seguridad que El MacDougal podría hacerlo polvo. Algo que no estaba dispuesta a permitir que ocurriera.—¿Por qué simplemente no te vas? El asesino estaba atrás de Mac, no de mí. Solo vete. —Así es. Yo estoy aquí. Ella estará bien conmigo. Así como lo estaba antes que vinieras. Será mejor que tú y tus guardaespaldas se fueran de aquí, MacDougal. — La voz de Scott era baja y ronca con rabia. —Para Mac.—Amareth dijo sin dejar de mirar a Elyiana. Las manos de Mac cerradas a los lados mientras los miraba. Pero no se detuvo. Elyiana podía jurar que podía ver su gran cuerpo vibrando con furia. —Señorita Richards, eventualmente todo será aclarado. En este momento no está segura aquí. Ellos saben que El MacDougal estuvo aquí. Harán lo necesario para descubrir dónde se dirige. No la Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 117 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de dejaremos aquí para soportar las creativas torturas que le harían a usted y a su… amigo. —¿Me estás diciendo que no tengo elección? ¿Es eso? —Elyiana exigió. —No. No tiene elección. —Amareth lo dijo sombríamente mientras se giraba y caminaba vigorosamente hacia la puerta. —Ella está en lo correcto. Te daré una elección, amor. — La voz de Mac era engañosamente tranquila. —O vas por tus propios medios o te cargare hacia el transporte. De cualquier manera, irás conmigo. —No confío en ti. —Ella le dijo entre dientes. —Lo sé.—Allí estaba otra vez, en aquellos extraños ojos esmeraldas. Resignación, miedo. Maldita sea. —Esto es por tu culpa. Tú le hiciste esto, ¡maldito imbécil! —Scott le gritó a Mac. Elyiana le pisó el pie a Scott cuando ella no pudo sostenerlo. Él ni siquiera se estremeció. —Dime, Mac, ¿Qué ocurrió? —Ella susurró. —Lo sabrás todo, Ellie.—La voz de Mac se endureció cuando se encontró con la mirada del hombre que estaba detrás de ella ahora. Con los ojos estrechados, lo miraba con el músculo de su mandíbula tenso. —Tenemos que salir de aquí ahora, Mac. —El hombre alto de cabellos oscuros que permanecía al lado de Amareth lo dijo impaciente. Mac tomó su antebrazo y la alejó de Scott. —NO.—Esa vez no pudo liberarse de su agarre. Dos hombres flanquearon a Scott y lo llevaron fuera. —Cuéntame ahora. No voy a ir hasta que alguien me cuente lo que ocurre. Mac se giró y ella chocó contra su pecho. Su boca tomó la de ella en un beso que exigía una respuesta. Ella empujó su pecho mientras las lágrimas quemaban en sus ojos. Él ahuecó su mejilla, su pulgar acariciando la comisura de su boca mientras su lengua acariciaba la de ella. Más que nada en el mundo ella quería someterse a él, apretar Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 118 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de sus brazos alrededor de él y responderle. Pero no podía, no ahora, quizás nunca más. Él era El MacDougal. Él tomaba lo que quería. El dolor era muy grande; era aplastante. Empujándolo, luchó para respirar. Tenía tanta rabia. Rabia porque él la engañó, porque mintió. Rabia por haber sido tan confiada, tan débil. —No te perdonaré por esto—su voz estaba ronca con emoción mientras las lágrimas silenciosas caían por su rostro. Sus ojos se estrecharon con lo que ella pensó que era dolor. Pero no podía ser porque El MacDougal no tenía corazón. —Esto no cambia nada.—Lo dijo con voz ronca. Ella tragó en seco, mirándolo atentamente. —Vamos, Piernas. —Mirando hacia otro lado, prácticamente la arrastró fuera de la casa. Levantó su barbilla desafiadoramente mientras intentaba seguirle el paso. —Nuevamente El MacDougal consigue lo que quiere a su manera—lo dijo calmadamente. —Debajo de todo esto, no eres nada más que un matón. El aeroplano era lo último en tecnología. Construido para proporcionar comodidad y también velocidad. Mac no permitiría que ella se sentara al lado de Scott. Pero este captó su mirada el tiempo suficiente para gesticular con la boca “disculpa” hacia ella. Elyiana solo movió su cabeza. Scott hizo lo mejor que pudo para protegerla, hasta arriesgó su vida. Pero ella habría hecho lo mismo por él. Él estuvo ahí cuando ella no tenía a nadie. Ellos exploraron los sentimientos que tenían mutuamente. Románticamente hablando, no tenían química, pero ella lo amaba, no como un amante, pero como algo más fuerte que una relación meramente física. Él era su amigo. Ella no permitiría que MacDougal o cualquier otra persona hiriera a Scott, no sin una pelea. Mac estaba sentado con Amareth ahora, hablaban muy bajo como para que se pudiera entender. Pero por la mirada de ellos, no parecía ser un tema fácil. Mac se amarró su cabello hacia atrás, con la luz débil que llegaba a su rostro ella pudo ver la semejanza. Tenue, pero Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 119 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de existía la semejanza. Era muy difícil de entender como le había pasado desapercibido. Una persona ve lo que quiere ver, supuso. Quizás siempre existió eso entre ella y El MacDougal. Por meses existió pasión entre ellos, de una manera o de otra. Se vio a sí misma esperando ansiosamente los e-mails irritados y las discusiones en la pantalla del comunicador. Nunca había llegado tan lejos como para ponerlo como héroe de sus novelas. Tuvo fantasías sobre él, calientes fantasías sensuales que no llegaban ni a los talones del hecho real. Quizás más que eso, ella conectó con Mac en un nivel que ni sabía que existía, tanto que odiaba admitirlo. Y quizás fuera por eso que le dolía tanto. Circunstancias excepcionales era la manera de cambiar las cosas. En sus ojos ella veía un hombre de quien pensaba que se estaba enamorando. Cerrando sus ojos, recostó su cabeza en su asiento y luchó con un nudo de dolor que amenazaba con sofocarla. Esto no podía estar pasándole a ella. Se iría a dormir, y cuando despertara, se encontraría en su propia cama con un infierno de historia para escribir. Y quizás, solo quizás, el dolor se habría ido. El sueño era implacable y emocionante. Mac la estaba tocando, amando. Su boca se movía sobre la de ella, dándole un placer tan intenso. Sus manos ásperas eran más ásperas que antes. Su rostro más fuerte y áspero que antes. Las puntas de sus dedos tocaron la cicatriz de su mejilla mientras él le rodeaba el pezón. Ella se arqueó contra él y le miró los ojos de un color verde como el mar. —Ghrá mo cridhe1. —Murmuró contra su carne temblorosa. El dolor volvió como una inundación y ella gimió cuando una mano fuerte acarició su mejilla, entonces tiernamente la persuadió a despertar. Lentamente abrió los ojos para encontrar a Mac inclinado sobre ella, su boca muy cerca de la suya, susurrando. ¿Qué dijo él? —¿Qué? —Ella lo dijo rudamente. Frunciendo la frente, respiró hondo y lo empujó. A propósito quebrando el hechizo erótico que comenzó a girar sobre ella, dentro de ella. Era mejor no rendirse de nuevo a eso. 1 Amor de mi corazón en gaélico. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 120 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de —Estamos por aterrizar—le dijo con firmeza, mientras se acomodaba nuevamente en su asiento. Sin responder, ella se acomodó en otra posición, frunciendo el ceño por la sensación que sentía mientras los pliegues lisos de su coño raspaban contra el material húmedo de sus bragas. Apretando los dientes, resistió el deseo de restregar sus duros pezones. Quería gritar de frustración. ¿No era feliz antes de que él entrara por la ventana de su dormitorio? Maldito sea por hacerla desear más de lo que podría tener. Mierda de sueño estúpido. Mierda, mierda, mierda. El aeroplano voló graciosamente hacia el hangar y aterrizó suavemente. Mac se quedó de pie y extendió su mano hacia Elyiana cuando ella se sacó el cinturón de seguridad. —No. Me. Toques—le dijo entre dientes. El músculo de su mandíbula se apretó, sus ojos relampaguearon, no tenía tiempo para pensar o reaccionar, y él reaccionó tomándola de los hombros y levantándola del asiento. En un segundo, ella se vio oscilando algunos centímetros sobre el suelo de la nave, cara a cara con la plaga de su existencia. —No me importa cuánto me odies, muchacha. No importa que nunca me perdones. No importa. Eres mía y no me dirás que no te puedo tocar. Su boca se cerró sobre la suya con un beso que indicaba posesión, su lengua reivindicando su reclamo sobre ella. Elyiana luchó para soltarse, lloriqueando cuando él finalmente la dejó ir y la sentó lejos de él. La mirada en su rostro era salvaje, llena de lujuria y dolor. —Mejor que nunca te olvides de eso, Piernas. ¡Nunca! Girando, él salió del planeador con pasos duros. Amareth encontró su mirada y si ella no la conociera mejor, diría que encontró un chispazo de simpatía. El borde de la boca de Amareth se tensó un poco antes de ella siguiera a su hermano. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 121 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de CAPÍTULO 17 Él vivió uno de los períodos de más discordia de la reconstrucción de la democracia mundial. Sobrevivió al atentado contra su vida en el que sus padres murieron y se las arregló no sólo para rescatar a su hermano y hermana, sino también para criarlos a su lado y proteger a todo el clan MacDougal que reivindicó como suyo. Luchó con uñas y dientes, despiadadamente aplastando la moralidad innata y cualquier sentido de lo bueno o malo, con tal de asegurar que su familia sobreviviera y que sobreviviera intacta. Juró que nunca permitiría que aquellos rebeldes sedientos de sangre robaran más que lo que ya lo habían hecho. Y al final, había llegado a esto. Lentamente estaba recordando todo. Su infancia, la matanza de las familias MacDougal y McLeod, su ascensión a la posición de poder que logró. Y ahora todo estaba amenazado. El propio sentido de si mismo le fue arrebatado por la bala de un rebelde. —No puedo creer que me hicieras esto, Am.—Él estaba en el laboratorio, mirando fijamente su cuerpo quieto y silencioso, un miedo diferente a todo lo que conociera, se desencadenó dentro de él. —No puedo creer que lo tomes tan mal—le espetó, aunque pudo escuchar dolor en su voz.—Si hubieras permanecido donde estabas, el cerebro cibernético hubiera hecho la desfragmentación y estarías bien hasta que pudiéramos hacer otra transferencia. —No me hables como si hablaras con un niño, muchacha— murmuró, girando hacia ella, sus ojos se estrecharon mientras ella enderezaba sus hombros y se preparaba para la lucha que pensaba que venía. ¿Él le había hecho esto a ella? Jamás la había golpeado. Mierda, jamás la había golpeado cuando era una pequeña. Pero la crió de Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 122 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de forma dura, lo sabía. Le enseñó a cuidarse, luchar sus propias batallas, a ser fuerte. ¿O le quitó algo a sin que tuviera la intención? —¡Mierda! —lanzó una maldición salvajemente cuando se alejó de ella, golpeando con su puño la división del vidrio entre él y el cuerpo.— Mierda, Amareth. Soy un jodido robot y tú estás ahí impávida como si no pudiera tener rabia por esto. La furia, él la conocía bien. Su mente estaba furiosa, provocando una rabia interna que temía que no pudiera contener. —Era la única manera—le informó fríamente. Él se dio cuenta en ese momento cuánto odiaba escuchar eso en su voz. Cuando Am era una niña, reía mucho más que los demás, jugaba con mucha alegría y sabía que tenía sueños que la impresionaron cuando era más joven. ¿Dónde había ido ese calor, la pasión en su voz? ¿Cuándo había desaparecido? ¡Que se joda todo! Mac se restregó su cuello, sintiendo su piel, el calor de la fricción y tuvo que luchar con la necesidad de fingir que era real. Lo único que quería era alejarse de la forma silenciosa de su cuerpo en esa unidad de mierda y volver con Elyiana, enterrarse en su calor, sentirla caliente y húmeda alrededor de su polla mientras la llenaba, mantenerla gritando por el placer y la necesidad. —La transferencia no será fácil —dijo él, sombríamente, obteniendo las informaciones en el proceso de examinar minuciosamente su mente. —No sé como lo hiciste para hacerlo funcionar la primera vez. —No fui yo quien lo hizo funcionar—dijo firmemente. — Tú lo hiciste. Era un supuesto que solamente las informaciones deberían ser transferidas. Lo ejecutamos más de cien veces. Esta es la primera vez que la transferencia ocurrió de este modo. Sabías que estabas muriendo, Mac. Tú elegiste esto. Se giró nuevamente hacia ella sin poder hacer nada. Ella estaba al otro lado de la sala, sola. Le estaba frunciendo el ceño, sus ojos verdes centellaban con rabia, las pequeñas pecas esparcidas por sus mejillas y nariz recordaban a la niña que fuera un día. Una niña que Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 123 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de había exigido abrazos y besos, que tenía sueños y fantasías. No había ninguna evidencia de esa niña ahora. ¿Qué diablos le había hecho él? ¿Qué diablos se hizo él mismo? —¿Cuánto tiempo necesitamos para realizar nuevamente la transferencia? —preguntó, respirando profundamente en un esfuerzo para contener dentro de su mente los impulsos contradictorios que lo atacaban. —Tu cuerpo está casi curado. —Dijo, encogiéndose de hombros, cruzando sus brazos arriba de los senos cuando ella arrastró la palabra cuerpo. —Necesitamos ubicarte en el desfragmentador, tener la seguridad que está todo bien. Él sacudió su cabeza rudamente. —La desfragmentación cimentará las informaciones en el cerebro del androide. Quizás pudiera mantener el restante de mí aquí también. No quiero intentar eso. —Por el amor de Dios, Mac. ¿No puedes confiar en mí para hacer algo bien, mierda? —Ella estalló, furiosa. —Este no es tú bebé sino el mío. Estoy con él desde que se creó. Conozco este modelo al revés y al derecho y aún me tratas como una niña. Él la miró en silencio, viendo como el rubor subía por sus mejillas cuando la rabia empezó a pincharla. —Verdad— él sonrió con firmeza. —Y me mantuviste en la oscuridad la mayor parte del tiempo. ¿Cuándo pretendías contarme, querida hermana, que hiciste un maldito gemelo de mí en ese androide del sexo? Sus ojos se estrecharon. —Realmente pretendía esperar hasta la presentación del modelo en el consejo—informó fríamente. —Estabas tan malditamente preocupado por el producto que jamás hubieras notado cómo era su apariencia, sólo su rendimiento. Él quiso poner los ojos en blanco, pero se detuvo. —¿Por qué yo? —Estalló. —¿Por qué no Tael? Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 124 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de Ella arqueó su ceja irónicamente, sus ojos brillando con placer. —¿Crees que eres el único modelo?—Ella arrastró sus palabras.—Realmente Mac, te amo mucho, pero no tengo ningún deseo de follarte. Tengo todas las intenciones de beneficiarme con este proyecto. Él se quedó sin palabras. La miró en estado de shock. Nunca esperó que ella intentara tener a Tael de esa manera. Infelizmente, él conocía al otro hombre muy bien. Si Tael supiera lo que Amareth hizo, él destrozaría al androide miembro por miembro antes que le demostrara a Amareth exactamente por qué ella necesitaba de un hombre y no de un juguete. —Mierda—él respiró lentamente. —Tael te matará. Ella levantó su hombro negligentemente. —Tendría que descubrirlo primero. Puedes estar enojado, pero creo que no serías capaz de delatarme. Su mirada era directa, sobre su exterior frío él vislumbró al diablillo que ella acostumbraba a ser. Mierda, Tael la estrangularía con sus propias manos, pero Mac no podía de dejar de compartir su diversión. Ella era una muy valiente y pequeña descarada cuando tenía que serlo. —Mocosa.—Él permitió que el borde de su boca se contrajera en la sonrisa que de otra manera hubiera tenido escondida, mientras usaba el sobrenombre para ella que había usado cuando eran niños. Él vio su sorpresa, mirándola endurecer sus labios, luchando por no responder a su sonrisa. —Sea como sea—carraspeó con firmeza mientras lo enfrentaba, descruzando sus brazos para permitir que sus pulgares se engancharan en la pretina de su pantalón apretado. —Revisé los esquemas bien, así como los análisis del computador en el momento que fuiste transferido completamente hacia el androide. La elevación de energía fue mínima, pero estaba ahí. No sé que buscar. Y todas mis conclusiones me llevan a creer que si no permites que se realice la desfragmentación no habrá ninguna maldita oportunidad de poder lograr que vuelvas al lugar que perteneces. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 125 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de Mac apretó los dientes, permitiendo un pequeño gruñido sordo vibrase en su pecho. O mejor, del pecho del androide. Mierda, ella hizo un excelente trabajo, a pesar de saber que sabía que no era real. —Amareth, si no puedes sacarme de este jodido cuerpo, que Dios me ayude, porque le contaré todo lo que sé a Tael—replicó furiosamente, sabiendo que no lo haría, no importando lo que ocurriera, pero la amenaza estaba ahí. Él mismo le enseñara el valor de una buena amenaza. —Si esto no resulta, Mac, entonces no esperaría menos de ti — dijo cansadamente.—Pero sostengo mi decisión anterior. Cuando fuiste transferido al androide, de alguna manera pudimos inducirte a un coma profundo. Sin esa opción, estarías muerto de cualquier manera. Por lo menos de esta forma estás vivo. — ¿Es así como lo llamas a esto? — Él explotó clavándola con una mirada dura. — Esto no es entretenido, Am. Es malditamente incómodo. Ella bufó irónicamente. —Por la mirada de la Señorita Richards, diría que aprecia inmensamente esto. ¿Quién diría que la programación del androide era tremendamente buena? Su primer pensamiento al despertar fue joder. Nunca imaginé que llegarías tan lejos con esto. Ella se inclinó dándole una mirada interrogadora, pero Mac mantuvo su boca firmemente cerrada. Sabía por qué fue a buscar a Elyiana, por qué parecía familiar y al mismo tiempo una extraña. Así como también sabía por qué su primer pensamiento fue joder a la brujita hasta la sumisión. Ella lo había hechizado con aquellos malditos libros, como también hechizó al resto del mundo. —¿Cuándo entraré en desfragmentación?—preguntó y no le contestó su pregunta. Amareth se encogió de hombros. —Mientras más rápido mejor. Pero no tenemos mucho tiempo. Estás en el androide desde hace casi una semana. Necesitamos sacarte de ahí. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 126 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de Él miró de reojo a su propio cuerpo, pero estaba pensando en Elyiana. En su Piernas. La muchacha lo hechizó, robó su corazón y le enseñó a soñar de nuevo. Todo antes de que incluso la conociera. —Am. —Él golpeó con sus dedos contra la protección de vidrio. — Si esto no resulta, debes cuidarla. ¿Me estás escuchando? Él no se giró hacia ella, pero podía sentirla. Su mirada aguda, las preguntas corriendo por su cabeza. —Resultará — dijo finalmente con firmeza. —Me escuchaste. Ahora debes prometerme. —Ella nunca rompería una promesa a él. —Sabes que lo haré, Mac. ¿Crees que no sé que te enamoraste de ella? —tristemente preguntó. — Te conozco, hermano. Sé lo que veo. Me aseguraré que ella quede segura. Él sacudió su cabeza desoladamente. —Empecemos con esto, maldición. Estoy cansado de ocupar esta maldita pila de electrónica y cables en que me pusiste. Quiero mi propio cuerpo nuevamente si no es mucho pedir. La puerta del laboratorio se abrió furiosamente. Sorprendido, Mac se giró para ver a Elyiana, mirándolo con rabia, su cuerpo rígido por la tensión. —Antes de hacer cualquier maldita cosa, me explicarás todo, MacDougal. —Ella apuntaba un dedo imperioso hacia él, sus ojos violetas quemando por la rabia. —Justo aquí y ahora, por Dios, sino te mataré yo misma. Mac quiso sonreír. Quería ir hacia donde ella estaba, envolverla en sus brazos, abrazarla y convencerla, como también a sí mismo, de que todo resultaría bien, que muy pronto sería nuevamente él mismo. Quería decirle que la amaba. Y que Dios lo ayudara, quería escuchar que ella le dijera lo mismo. —Enciérrala en su dormitorio—él ordenó a Amareth.—Cuando vuelvas iniciaremos el proceso. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 127 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de Se giró dándoles la espalda y entró a paso firme en el laboratorio de al lado, antes que perdiera todo el control sobre sí mismo. El pensamiento de perder a Elyiana era más atemorizante que pensar en nunca sostenerla nuevamente en sus brazos. Pero peor era el pensamiento de que nunca podría regresar a ella como sí mismo, sino como una máquina. Eso no podría soportarlo. CAPÍTULO 18 —Encerrarme en mi… —los ojos de Elyiana se ensancharon, su boca se abrió y perdió toda sus deseos de refrenar su rabia. —¡Ni una mierda!— Siguiendo rápidamente a Mac, miró de reojo a Amareth, que sabiamente levantó sus manos y retrocedió. —¡Hijo de puta!—Elyiana murmuró. Su mano se cerró en su camisa y lo empujó duramente. El tejido se rasgó cuando ella lo forzó a que se volviera a encararla. —Esto no te concierne, Elyiana.—Mac respondió, sus ojos fríos sin ninguna emoción mientras se alejaba de ella. Distanciándose. Bueno, era muy tarde para eso. Muchas cosas ocurrieron en un período muy corto de tiempo. ¿Realmente habían pasado sólo algunos días? Parecía toda una vida. —¡Ni un carajo que no me concierne! —Ella masculló. —Invadiste mi casa, aceptaste mi ayuda, nos pusiste a mi amigo y a mí en peligro. —Oh sí, y por ese motivo estarás encerrada aquí. Hasta que sea seguro para que puedas partir. —En un segundo, su fachada de fría indiferencia se derrumbó. Con su cabello suelto nuevamente, sus fosas nasales dilatadas, tenía esa mirada de león. Hambriento, predador y peligroso. Sus dedos se envolvieron alrededor de su brazo llevándola nuevamente al lugar donde se encontraba Amareth. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 128 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de Dios no, no podía dejarla así. No sin respuestas. —¡No!—Luchando contra él, plantó sus pies en el suelo y jaló el brazo de su alcance. Elyiana sintió que su garganta se cerraba y sus ojos ardían. Respirando profundamente y lo miró. —Dios mío, Mac. Tuviste tu polla enterrada tan profundamente en mí que hubo momentos que sentía que eras parte de mí.—Respirando con dificultad, enderezó sus hombros. Sostuvo su mirada sacudiendo la cabeza, buscándolo. Su garganta dolía, su voz era baja y grave. — Eso hace que me concierna, mierda. —¡Maldición de los infiernos, Elyiana!—Él rugió. Volviéndose para alejarse de ella, golpeó con su puño la pared. Ella no pudo evitar estremecerse, pero se mantuvo firme e intentó insistentemente aquietar los temblores que asolaban su cuerpo. Mac sacó su puño del hueco y lo miró como si no fuera parte de él.—Mierda.—murmuró sacudiéndose el polvo del yeso de las falanges de los dedos. —Tenemos una fuga. —Amareth dijo suavemente mientras se inclinaba y se apoya en el borde de la puerta. —Cállate, Am. —Mac advirtió a regañadientes. —Ella merece respuestas, Mac—dijo. Mac la miró furiosamente, abiertamente hostil. Por un momento Elyiana pensó que él podría cruzar el laboratorio, agarrar Amareth y patearle el culo. En cambio, llevó la mano a su cabello y le indicó con la cabeza para que continuara. —Correcto. —Como decía, existe una fuga, un espía, traidor si prefieres. — Amareth siguió, en todo momento mirando a su hermano cautelosamente. —No soy una tonta, no necesito que me des un maldito diccionario. —Elyiana cortó. La tensión estaba haciendo con que tuviera deseos de arrancarse los cabellos. — Sólo… — ella hizo una Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 129 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de pausa, apretando sus ojos cerrados por un segundo, mientras miraba nuevamente a Amareth. —Sólo dímelo. Con un movimiento de cabeza, Amareth continuó a detallar los eventos que la llevaron al intento de salvar la vida de Mac. Tenía la sensación que su corazón iba a explotar mientras se daba cuenta de que todo lo que había comenzado a sospechar, era verdad. Todo su ser luchaba contra ello, queriendo creer que era una mentira, que no podía ser verdad. El dolor retorció su estómago, dolor y miedo. Aún así, luchó por asimilar la información, para reconocer lo que estaba escuchando y procesar el hecho. Desde el ataque del asesino, había intentado entender lo de la herida, la cibernética. La manera en que él era sexualmente, su resistencia, su eyaculación, su falta de transpiración. La manera en que comía y la forma peculiar en que podía inmediatamente adormecerse o despertarse y nunca estar cansado. Tenía que haber una explicación razonable. Pero lo que sospechaba no podía ser cierto. No, no podía aceptar las cosas que su mente le estaba gritando. Él era real, lo había sentido, había mirado dentro de sus ojos y visto al hombre del que podía enamorarse. Las cosas extrañas e inexplicables que la habían alertado desde el principio, tenían sentido ahora. Lo que temía que fuera verdad desde el momento que vio toda esa cibernética en su hombro, era real. El hombre que ella acogiera en su casa, en su cuerpo, no era un hombre sino un… robot. Un androide del sexo. Pero ella había visto sus ojos oscurecerse de deseo. Las cosas que le había susurrado mientras se movía dentro de ella, llevándola a la locura, ningún robot lo haría. Un robot del sexo muy convincente. La necesidad de gritar, de negar lo que estaba escuchando irritaba la garganta de Elyiana. Se mordió el labio para contenerse y se enfocó en lo que Amareth le estaba diciendo. —No esperábamos que ocurriera de la manera que lo hizo. Pero sin la transferencia completa seríamos incapaces de salvar a Mac.— La voz de Amareth parecía distante, como si hablara a través de un velo de niebla. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 130 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de —¿Entonces lo que me estás diciendo es que el espíritu de Mac fue transferido al robot junto con las memorias de su cerebro? —podía sentir a Mac observándola, pero no lo podía mirar. Aún no. —Creemos que eso es lo que ocurrió.—Amareth respondió con naturalidad. Elyiana la estudió mientras explicaba. —Nosotros creemos… —¿Quién es nosotros? —Elyiana preguntó su voz muy áspera, muy débil. Amareth encontró su mirada, mientras con un suspiro continuaba. —Yo creo que Mac supo en su subconsciente que estaba muriendo y se rebeló contra ello. Usando su fuerza de voluntad inflexible y testaruda eligió poner todo de sí mismo para sobrevivir. Y lo hizo.—Elyiana siguió encarando a Amareth. Intentando creer en las cosas que ella le decía. Amareth se movió incómodamente descruzando sus brazos. —Ya hablé con el equipo sobre eso y ellos también concordaron con la teoría. Finalmente, ella giró la cabeza y encontró su mirada. —¿Puedes arreglar esto? —Elyiana preguntó suavemente. Ella lo quería entero, a pesar de saber que cuando estuviera completo no la iba a querer. Él estaba apresado en el cuerpo del androide del sexo. No era de sorprenderse que no lograra saciarse de ella. Miró nuevamente a Amareth con tiempo de apreciar la irritación brillando en sus ojos. —Nosotros creemos que… Elyiana levantó una mano. —No, puedes o no puedes hacerlo.—El aire estaba demasiado cargado para respirar. Amareth arqueó una ceja. —Podemos —ella dijo con firmeza. —Bueno.—El alivio la inundó, pero dejó una sensación de vacío. Sentía nada más que un dolor inmenso que aumentaba a cada minuto. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 131 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de Sin mirar hacia atrás, se volvió para salir del laboratorio cuando Mac la tomó del brazo y la hizo volverse para enfrentarlo. —¿Fugándote? No esperaba esto de ti, Piernas—su cuerpo se tensó cuando él la sostuvo. El tormento estaba ahí, en sus penetrantes ojos verdes. —Bueno, decídete, MacDougal. ¿Me quieres aislada en mi dormitorio o qué? —El dolor era muy intenso. Le estaba costando mucho contener las lágrimas. Los penetrantes ojos color esmeralda buscaron los suyos y con su pulgar limpió una lágrima que ella dejó escapar. Él inclinó su cabeza hasta que su boca casi tocara la suya. —Amareth, vete. Él la devoraría. Mac tiró a Elyiana contra su cuerpo, el hambre y el dolor, la necesidad y el deseo explotando en él con una angustia que no podía contener. La necesitaba. La necesitaba para calmar el fuego incandescente de su pasión, la oscuridad, el remolino de agonía. Él no era real, pero esto lo era. Esta pasión, esta necesidad por ella. Esta emoción que lo asolaba, el sentimiento de desamparo que tanto abominaba y que lo llenaba de fuerza. Ella lo llenó con vida, una vida que no conocía aún antes que se desencadenara este problema. —Dios, eres preciosa—susurró mientras la sostenía contra su cuerpo, observando cómo los fuegos de necesidad y emoción agitaban sus ojos violetas. —Me haces sentir fuerte y débil al mismo tiempo, Elyiana. Me haces querer todas las cosas que sé que jamás serán mías. Él no desearía la vida que tenía para alguien tan gentil, tan perfecta en cuerpo y alma. Ella era todo lo conocía como bueno y hermoso en este mundo. Y sabía que estaba corriendo el riesgo de destruir eso, arriesgaba todas las cosas que amaba de ella si intentaba mantenerla con él. —Mac. —Su nombre era un grito sin aliento y le llegó directamente a su inexistente corazón. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 132 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de Su mano se levantó, su palma ahuecando su mejilla mientras observaba cubrir su piel. Él podía sentirla, caliente y viva. Suave como la seda, viva sobre su toque. —No te tomaré nuevamente con este cuerpo—gruñó. —No es mi cuerpo. No soy yo tocándote, sosteniéndote. No te tomaré así. Sus labios temblaban mientras su pulgar los acariciaba. Ellos eran seda sobre su toque, llamándolo, un silencioso llamado por más. —No es el cuerpo lo que importa—ella susurró. —Lo que está dentro es lo que importa Mac. Y yo te… —No. —Él detuvo las palabras. No soportaría escucharlas, no ahora, no cuando todo era tan incierto. —Mac.—Su respiración fue un grito lloroso cuando lo miró, las lágrimas inundaban su mirada que debía ser llenada por risas, No el dolor que veía en ellos en ese momento. Él mismo hubiera llorado si fuera posible. Podía sentir la emoción expandiéndose dentro de él, la agonía distinta a cualquier cosa que conociera antes, quería poder llorar para derramar las lágrimas por todo lo que nunca conociera hasta ahora. Fue por eso que estaba tan desesperado por llegar donde ella estaba cuando su mente era un caos. A través de sus libros, de sus emails y de sus simples llamadas de teléfono para emprenderla contra ella por su romanticismo, ella se abrió camino hacia su corazón. Y él ni siquiera se había dado cuenta. ¿Cómo no percibió cuánto lo llenaba, cuánto sus palabras lo afectaban? Quizás lo había hecho. Quizás fuera por eso que estaba tan determinado a enfrentarla. Quería tocarla, probar la pasión salvaje de la que sólo había leído y que ridiculizara. Él quería sentir el calor de su espíritu, el sabor de su deseo. Y lo sintió. Muchas veces. Y aún así, no lo había hecho. Se quedó mirando sus propias manos una vez más. Sólo el espíritu de quien era la tocaba. Él no estaba tocándola. No era su mano la que experimentaba la suavidad de su piel, sus labios saboreando sus besos, o su polla llevándola a un orgasmo explosivo. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 133 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de —Vete—dijo a regañadientes, alejándose de ella. No podía soportar seguir tocándola de esa forma, no podía soportar la idea de que su último beso, o el último toque de sus dedos en su piel, fuera con un cuerpo que no era suyo. —Mac, aún eres tú. —Él podía escuchar las lágrimas en su voz mientras se volvía dándole la espalda—. No importa qué eres, aún sigues siendo tú. —No, Piernas—dijo cansadamente. —No soy yo. Él miró hacia la unidad que mantenía su cuerpo rígido y silencioso. ¿Incluso eso era realmente él? Sacudió su cabeza con la aflicción cocinándose a fuego lento en el fondo de su alma. Había pasado toda su vida buscando venganza ¿Qué ganó con eso? Más sangre, muerte y traición. Y los sueños, los deseos que una vez alimentaron su alma, fueron dejados atrás, sofocados por el ansia de poder y de venganza. No, incluso ese cuerpo casi roto, carente de su espíritu, tampoco era realmente él. Mac era ese hombre que se rió de la vibrante sagacidad de la muchacha que se encontraba detrás de él. Mac era el hombre que la amaba, que la deseaba, el hombre que vio y escuchó con sorpresa los sueños que la motivaban. —No quiero dejarte solo. —Su voz estaba ronca por las lágrimas, por la emoción. —Tú me metiste en esto, Mac. Hiciste con que me importaras. No me alejes ahora. Se pasó los dedos por su largo cabello antes de cruzar los brazos sobre su pecho, sosteniéndose para no acercarse a ella. —Ve con Amareth, —dijo firmemente. —Esto se terminará pronto, Piernas, entonces podrás retornar a tu vida… a tus sueños. Y él los devoraría, palabra por palabra, en cada libro que ella escribiera. Cuando esto terminara, ¿Qué haría ella con El MacDougal, un hombre con sangre en sus manos y con sentimientos de venganza en su alma? Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 134 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de —¡Cobarde!—Ella lo acusó bruscamente, su voz vibraba con rabia y dolor. Se volvió hacia ella, mirándola fijamente mientras ella temblaba. Su cabello enmarcaba su rostro en mechas platinadas, negras y moradas que deberían parecer ridículas, pero en ella parecían completamente naturales. Ella era como una de aquellas hadas de los cuentos que su madre le leía. Una criatura mágica del reino de las hadas que le traía belleza y vida en su despertar. —Oh, aye—él suspiró. —Eso soy yo. Un cobarde. Porque conozco al hombre que soy y la muchacha que eres y temo que aunque tan mala como sea tu opinión de El MacDougal, la verdad es mucho peor. Una verdad que quizás ninguno de los dos pueda soportar completamente. —Y yo temo que estás tan lleno de mierda que esto ya no es gracioso—estalló, sorprendiéndolo. Exasperándolo. Él arqueó una ceja retrocediendo, conteniendo el impulso de empujarla a sus brazos y mostrarle exactamente como El MacDougal solucionaba el problema con las mujeres que hablaban mucho. Una sonrisa casi curvó sus labios con ese pensamiento. Ella le recordaba su propia arrogancia y sus fallos como ninguna otra persona podía hacerlo. Ella le recordaba todo lo que sacó fuera de su vida, y quizás no tenía oportunidad de recuperar. —No me levantes esa maldita ceja así—ella resopló, sus labios afinándose con el disgusto. —Contigo, Mac, el cuerpo no tiene importancia. Siempre serás un cerdo arrogante. Él sonrió. No pudo evitarlo. Ella estaba ahí, con sus manos en sus caderas, sus ojos echando chispas de fuego violeta, su rostro enrojecido con rabia y pasión y aún se enojaba con él como si no tuviera ninguna razón para temerlo, ninguna razón para ser cautelosa. Otros estarían temblando de miedo ante su furia, pero no Elyiana, su Piernas. Ella lo conocía como nadie más y se había olvidado de ese detalle. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 135 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de —Elyiana… —susurró su nombre, pretendiendo decir mucho más de lo que sabía que debía decir. Pero su salvación vino en forma de golpes en la puerta que Amareth hiciera antes de entrar rápido. —Mac necesitamos empezar. —No había ninguna disculpa en su tono de voz, pero su mirada estaba llena de remordimiento. —El equipo está listo. Tenemos que hacerlo ahora. Él siguió mirando a Elyiana. —Y está más que listo para ti —ella bufó con desdén femenino. — Fíjate si no puedes perder la parte de El MacDougal en algún lugar y devuélveme solamente a Mac. Por lo menos con él se puede tratar. Ella se volvió y salió rápidamente, su cabeza bien levantada y su cuerpo vibrando con rabia. —¿Serás lo suficientemente estúpido como para perderla?— Amareth preguntó cuando Elyiana golpeaba la puerta detrás de ella. Mac devolvió su mirada sombría hacia ella. —¿Fuiste lo suficientemente inteligente para tomar lo que querías? —le preguntó a ella. Ella hizo una tensa mueca. —Quizás necesite alguien que me muestre cómo hacerlo—sugirió antes de indicarle la cama al lado en el laboratorio. — Vamos a conectarte y hacerlo. Y pide a Dios que puedas recordar como lo hiciste la primera vez. CAPÍTULO 19 Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 136 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de —Había un blip1 en la pantalla de transferencia cuando lograste poseer al androide—. Amareth informó cuando se sentó en la camilla delante de ella, mirándola de cerca. —Voy asumir por los informes y diagnósticos que hay hasta ahora, que tú sabías que estabas muriendo. —Ella hizo una pausa y él la vio tragar en seco, pero su expresión no cambió. Estaba tranquila y compuesta. —Estaba muriendo, Am—dijo suavemente. —Ambos lo sabemos. Unos ojos iguales a los suyos lo miraron antes que ella alejara la mirada. —Hace mucho tiempo que no me llamas Am—, ella susurró—Con el acento… — Ella sacudió su cabeza, carraspeando mientras sus manos se dirigían a su cabeza. —Las entradas para conectarte al computador están atrás del cuello. Este modelo fue proyectado para parecerse a un macho humano lo máximo posible, por eso escondimos la entrada que abre el cerebro computarizado. Ella levantó su cabello y Mac admitió para sí mismo que la sensación de sentir la abertura en la parte de atrás de su cabeza era bastante desagradable. —Sabes que jamás contaría tus secretos ¿No, Am? Había cosas que él necesitaba decir antes que se lo llevaran abajo, y no tuviera ninguna otra oportunidad de decirlas. Ella se detuvo, su mirada encontró la suya un momento antes de que ella se moviera hacia atrás. —Sé que jamás los contarías—finalmente concordó fríamente, mientras en su voz había una confianza que él se preguntaba si se la merecía. Sintió una sensación súbita de algo golpeándolo en algún lugar y se estremeció. Mierda, odiaba eso. 1 Es la relación entre el número de veces en que aparece en el radar con el número de veces que podría ser visto. Sería un punto de luz en la pantalla del radar o sonar indicando la posición de un objeto detectado, como también un fenómeno temporal o insignificante. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 137 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de —Am—la detuvo cuando ella retrocedía hacia la hilera de computadores en frente. Ella se volvió para enfrentarlo, sus ojos verdes más oscuros, su mirada un poco húmeda. Él siempre le enseñó a esconder sus emociones, hasta de él. Y estaba haciendo eso exactamente. —¿Te dije lo orgulloso que estoy de ti? —preguntó mientras, inclinaba su cabeza y la miraba. Ella se encogió de hombros incomodada. —Sabía que lo estabas, o no estaría aquí—finalmente dijo con confianza. —Oh, eso es verdad —él suspiró, sacudiendo su cabeza. — Pero Am, ¿Alguna vez te dije que estaba equivocado? Eso la hizo detenerse. Ella lo miró, un súbito resplandor de dolor en sus ojos mientras lo miraba. —¿Equivocado en qué?—se volvió hacia los monitores, tocando varios de los comandos antes de parar y volverse hacia él cuando no le respondió. —Te amo, Am—él dijo, extendiendo su mano para tocar su mejilla repentinamente muy pálida. —Estaba equivocado en nunca decirte esto, en pensar que debías saberlo, y no entender que debía demostrártelo. Estaba equivocado en enseñarte a contenerte, hasta de aquellos que te aman. Estaba equivocado, y si no sobrevivo, prométeme que conversarás con Tael. Prométeme que le darás una oportunidad de saber la verdad sobre tus secretos. Su respiración se atoró cuando ella se volvió rápidamente hacia él, sacudiendo su cabeza fuertemente. —Estabas en lo correcto, Mac—dijo dolorosamente, y él sabía que era dolor lo que vibraba en su voz, temblando en cada línea de su cuerpo y se avergonzaba de sí mismo por no haber enfrentado jamás el dolor que su hermana vivía. —No, Am—suspiró. —No lo estaba. Puedes ser fuerte y ser amada también. Puedes llorar cuando sientes dolor y aún así hacer lo Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 138 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de que se necesita. Y puedes arrepentirte, Am, necesitar hacerlo, de la misma manera en que me arrepiento ahora. Te debería haber protegido, y no criarte en el medio de los demonios a los que sabía que nos enfrentábamos. Te podía haber protegido sin que hubieras ensuciado tus manos de sangre. Y sacando eso, podría haberte mostrado un poco de amor sin olvidarme con lo que estábamos luchando. —Detente. —Ella se agarró del borde de la encimera con un desamparo que partía su corazón. —Hiciste lo que tenías que hacer. Nos cuidaste. Nos criaste para que sobreviviéramos… —¿Pero te crié para conocer el amor? —preguntó suavemente. — Nunca le contaste a él. Han pasado cinco años, jamás le has contado la verdad a Tael, nunca le contaste de las consecuencias de aquella noche. Nunca lo dejaste que se aproximara, a pesar de ver el deseo de él de estar cerca de ti. —Era lujuria—estalló. —Era sólo eso. Concordaste que era sólo eso. —¿Quién soy yo para saber sobre el corazón de un hombre? —la cuestionó con pesar. —Tenía conciencia de tu dolor. Sabía de tu tristeza por el llanto que escuchaba en el medio de la noche y de las pesadillas que tenías. Sabía que no podía protegerte. Todo lo que podía hacer era envalentonarte para que enterraras esto como enterré mi propio dolor. Su voz estaba aumentando. Sabía eso, conocía la emoción que pulsaba dentro de él y lo desnudaba ante la hermana de quien siempre luchó por esconder sus emociones. Él lo había escondido para enseñarle cómo hacerlo. Para mostrarle cómo bloquear su amargura y dolor. Y ése era su peor pecado. Se giró hacia él, su rostro distorsionado por el esfuerzo para contenerse, sus ojos brillando las con lágrimas no había derramado en cinco largos años. —No puedo contarle —susurró. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 139 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de —La decisión es tuya—dijo con una voz más suave, más afilada con cargo de conciencia. —Para que sepas, Am, estaba equivocado. Esconder las amarguras, el amor, esconder las cosas que te atormentan en las horas más profundas de la noche solo te traerá más dificultades. Eso lo aprendí hoy —admitió. —Veo mis pecados y los reconozco por lo que son. Y lamento no poder volver atrás, entonces lo hubiera hecho diferente. Muy diferente Am. —¿Qué ocurrió contigo? —dijo entre dientes furiosamente. —Este no eres tú, Mac. Tienes algo malo… Él se movió para que ella no se alejara de él, sus manos sosteniendo las suyas mientras la empujaba hacia él, mirándola, conteniendo el deseo de sacudirla, pero él sabía que era su culpa. Eso había sido lo que le enseñara. —Aprendí sobre mis puntos débiles— estalló. —Cuando mis recuerdos estaban desordenados, mi vida era una mezcla de todo, busqué una cosa, Am. Busqué otros sueños, sueños de otro corazón, de otra persona. Leía sus malditos libros y la odiaba por lo que ella me mostraba. La odiaba a tal punto que casi hice quebrar la editorial, y a ella, porque me mostraba todas las cosas a las que había dado la espalda. Estaba debilitado, perdido y me sentía solo, y fue hacia ella donde me dirigí. Sus sueños lo tomé como míos. ¿No lo ves, muchacha? Yo la amé mucho antes de ir hacia ella. La amaba y la odiaba por eso, porque pude ver en esos malditos libros lo que ella podía darme, lo que yo había sacado de mi vida. Ella me usó, Am para crear a esos héroes de los que escribía, y sus heroínas eran ella misma, lo veo ahora. Porque ví su corazón, y ella me mostró el mío. ¿No lo ves? Yo estaba equivocado y que Dios me ayude, quizás no tenga otra oportunidad de decirte que yo no me hubiera aceptado a mí mismo hasta que la elección me fue quitada. Estaba equivocado, Am, porque me negué a amar. Y ahora, quizás no tenga la oportunidad de compensar ese pecado solo. El más ofuscado e imperdonable pecado jamás imaginado. Olvidé cómo amar. —Haré todo correctamente—llorisqueó, suplicante, implorando. — Juro Mac, que te traeré de regreso. Él levantó su mano, tocando su cabello, después su mejilla. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 140 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de —Si no lo logras, no será porque fallaras—dijo tiernamente. —Soy yo, Am. Yo fallé. Mucho antes. Quiero que siempre recuerdes eso. Esto no es culpa tuya. Y no aceptaré que te culpes si esto no resulta. Este pecado es mío, Am. —Mac… —Una sola lágrima cayó de sus ojos, bajando lentamente por su rostro pálido. Él limpió la humedad, mirándola fijamente por largos segundos llenos de dolor. —Está bien llorar —dijo, mirando fijamente la lágrima, deseando poder él mismo derramar las suyas. —Acuérdate de esto, Am. Es bueno llorar. Es bueno llorar. Mac miró silenciosamente el techo del laboratorio mientras Amareth permanecía al lado de la camilla. —Lleva doce horas desfragmentar el cerebro computarizado — dijo con voz ronca. —En el momento que concluya, empezaremos la transferencia. Yo creo que sentiste alguna cosa, de alguna manera sabías que existía una oportunidad de alejarte de la muerte. Durante la desfragmentación estarás consciente. Trata de recordar quién eras. Qué recuerdo, impulso o lo que te haya llevado fuera de tu cuerpo hacia el androide. Y ese será el camino que te llevará de nuevo a tu propio cuerpo. — Encontraré el camino, Am —le aseguró. —Lo prometo. Por lo menos, esperaba que pudiera. —No serás capaz de moverte o de hablar —comentó. — No tengo la seguridad si estarás pendiente de lo que estará ocurriendo a tu alrededor, pero supongo que será como si estuvieras durmiendo. Fue como programamos el robot para esta fase de cualquier manera. Tienes que estar bien para que sepamos cómo funciona. —Estaré bien para hacer esto —arrastró su voz irónicamente. El silencio vino junto con sus palabras. Finalmente, él la miró, dejando de mirar el techo. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 141 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de —Siempre supe que me amabas—dijo ella. — Siempre supe que lo hiciste para protegernos a Jaime y a mí. No me arrepiento de la persona en que me transformé. Mac tenía muchos arrepentimientos. —Eres una buena muchacha, Amareth MacDougal —le dijo sinceramente. —Una de las mejores que conozco. Ahora ponte a trabajar y quiero que sepas que no importa lo que ocurra, todos hicimos lo mejor que pudimos. Ella exhaló ásperamente antes de alejarse, con el arrepentimiento ondeando en su mirada. Un segundo después sus fuerzas lo abandonaron como si un interruptor fuera desenchufado y él vio, literalmente, cómo su vida empezara a parpadear delante de sus propios ojos. CAPÍTULO 20 La desfragmentación era un procedimiento muy poco cómodo y no era por las sensaciones de estática y eléctricas que pasaban por su cerebro, sino por los recuerdos olvidados, que traían su pasado en un fogonazo de visión interior. Recuerdos de sus padres, su vida antes de su muerte. La promesa que hiciera de proteger siempre a Amareth y a Jaime, cuando ellos eran muy jóvenes. Su madre había llorado. Recordó oírla gemir mientras ellos mataban a su padre, su voz áspera mientras repetía su nombre Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 142 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de innumerables veces hasta que finalmente le dispararon y le quitaron la vida a ella también. Recordó la enfermedad provocada por sus propias heridas, su remordimiento y dolor por no haber sido capaz de de salvarlos. No había sido lo suficientemente fuerte, y se maldijo por su debilidad. Vio los sucesos pasando por él, los años posteriores cuando criaba y entrenaba a Amareth, enseñándole a ser dura, fuerte, en caso de que le ocurriera cualquier eventualidad. Ella tenía que ser fuerte, tenía que cuidar de Jaime hasta que él creciera. Ella tenía que proteger sus propiedades y su poder y tenía que aprender que no podía confiar en nadie más. Si él tuviera un corazón, se le hubiera partido mientras observaba a la joven muchacha, que una vez fuera risueña y se transformó en una adulta tranquila y determinada, dispuesta a matar para proteger a los que amaba. Pero ella amaba. Lo sabía. Sabía que ella amaba. El proceso era largo, y la paciencia no era una de sus virtudes. Infelizmente, dormir durante el proceso no era una opción. Estaba consciente de todo el proceso. Conforme el proceso empezó con la cuenta regresiva para la transferencia, Mac percibió que las puertas del laboratorio se abrieron. Impotente, incapaz de moverse para ver quién era el intruso, solamente podía escuchar los pasos acercándose en su dirección. Mierda ¿Dónde estaban los guardias que deberían estar en la puerta? ¿Dónde estaba Amareth? —Deberías haber muerto esa noche, MacDougal. — Un shock resonó en su sistema cuando escuchó esa voz. —Hubiera sido mejor para todos nosotros que estuvieras muerto ahora. Benjamín. Ben era un MacDougal, uno de los más jóvenes que escapara de la masacre de las familias hace mucho tiempo. —Estoy cansado de organizar tu muerte, Mac—lo dijo sarcásticamente, su voz áspera, nada como el bueno y amigable hombre que Mac conocía. —Tú y la puta de tu hermana debían haber muerto con tus padres años atrás, en vez de meterme en esto. Pagarás por hacerme tomar esta actitud, Mac. Diez segundos para la transferencia… La voz del computador dentro de su cabeza era un sonido distante mientras luchaba para moverse, para protegerse. Su cuerpo estaba Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 143 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de inmóvil, los sensores conectados a su mente al sistema neuronal del androide fueron desconectados. Era hombre muerto. —Por lo menos de esta vez no será tan sucio… —él continuó. — Los robots no sangran ¿verdad, mi amigo? —se rió silenciosamente. — Ellos sólo joden a pequeñas escritoras estúpidas. Voy a divertirme mucho matándola casi tanto cuanto lo hago contigo. Un sonido de tela y de un suspiro satisfecho. —Quizás la joda hasta su muerte—meditó. —Eso sería muy agradable, si pudiera soportar tus descartes. Ya estoy cansado de esos, Mac. Cinco segundos para la transferencia… Mac se concentró en construir impulsos nerviosos en su mente. Sólo había una posibilidad. Apenas una manera de salir y él lo sabía. —¿Mac, sabes lo que una pistola láser puede hacer a los componentes electrónicos? —Ben canturreó en voz baja, diversión y placer sin piedad resonaban en su voz. Iba a arrancarle la jodida cabeza. La furia crecía dentro de él. Cuatro segundos para la transferencia… Podía sentir el poder surgiendo en su cabeza, un campo eléctrico envolviéndose alrededor de él como un zumbido estático de un millón de abejas trabajando en conjunto —Prepárate, MacDougal. Sucio bastardo. Y ahora pagarás… Tres segundos para la transferencia… La furia lo dominó y lo consumió mientras escuchaba la potencia del láser, sintió la sensación de su propia muerte, mucho más poderosa ahora que antes. —Podría morir contigo, pero sabré que será mi hijo el que seguirá con esto. No la perra de tu hermana o el perro de tu hermano. Porque ellos serán los próximos. Ellos van a morir Mac, así como también tu pequeña escritora. Iniciando la transferencia… Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 144 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de Mac lanzó todo lo que tenía para seguir la súbita ola de energía, su espíritu corriendo por escaparse. Nada importaba, sólo escapar, sobrevivir, vivir… Su gruñido mudo de furia fue seguido por el sonido del disparo láser, el arma lanzada en el computador antes que todo se oscureciera… Sus ojos se abrieron de repente. Sus ojos. Su cuerpo. Débil, pero vivo y lo suficientemente fuerte para procesar inmediatamente el hecho que Ben estaba girándose hacia la unidad que estaba abierta, el shock en su rostro cuando él vio a Mac mirándolo fijamente. Su dedo apretó el gatillo del láser. Lanzándose hacia un lado, Mac cayó al suelo duro y frío un segundo antes que las chispas volaran alrededor, la electrónica en el interior de la unidad reaccionó al disparo de la explosión de energía. Las alarmas sonaban, los gritos se aproximaban. —¡Bastardo! —Ben gritó con furia enloquecida cuando otra explosión casi alcanza los pies de Mac cuando se dirigió a la seguridad cuestionable del banco donde se encontraba los computadores que controlaban la unidad de soporte de vida. Segundos más tarde, las chispas llovían alrededor de él mientras se lanzaba en una carrera en dirección a las piernas desprotegidas de Ben. Ellos cayeron, las maldiciones lanzadas llenaban el sonido de la pelea cuando la puerta del laboratorio se abrió violentamente. Caos era una palabra suave para los gritos, el choque de cuerpos y la lucha, como para darle sentido al enmarañado de violencia desarrollándose alrededor de él. Mac pudo darle un duro golpe en los testículos a Ben, dejándolo inútil antes que se arrodillara, con su puño listo y preparado para dejarse caer en cualquier otro que osara atacarlo. —Mac… —Jaime lo miró, sus ojos verdes oscuros estrechados, estaba horrorizado y su rostro pálido, mientras su mirada iba de su puño a su rostro. —Mac, está todo bien. Lo derribaste. Nosotros lo tenemos ahora. Ellos lo tenían. Su cabeza giró para ver a los guardias levantando a Ben, su delgado cuerpo encogido mientras luchaba por respirar. Amareth se movió delante de él, su arma láser apuntaba hacia la cabeza del hombre. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 145 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de —No. —Mac respiró con dificultad, luchando por alcanzarla. — Para Am… Luchó por levantarse, empujando la mano de Jaime a un lado, determinado a levantarse solo, aún estando débil. Amareth se volvió hacia él, sus ojos estrechados, llenos de rabia. —Él intentó matarte, no una vez, sino dos veces— replicó con los ojos ardientes. —¿Crees que su muerte me importa? —A mi sí—levantó su brazo, sus dedos sosteniendo la mano que agarraba el arma. —Me importa a mí, Am. Enciérrenlo. No está trabajando solo y necesitamos esa información. Nos arreglaremos con lo demás… —osciló en sus pies, haciendo una mueca. —Cuando pueda mantenerme de pie solo. Se habría caído si no fuera por Jaime y por los guardias que estaban atrás de él. —Llévenlo a la unidad extra—Amareth estalló. —Y encierren a este bastardo arriba —señaló a su primo despreocupadamente. La unidad extra con ruedas fue ubicada en el lugar, pero los computadores no, ya que aún estaban con chispas en el otro lado del laboratorio. Mac se relajó agradecido, y muy contento por poder relajar sus piernas inestables. —¿Dónde está Ellie? —Él necesitaba verla. Saber que estaba segura también. —Ella está segura, Mac—exhaló ásperamente. —Ella está en su dormitorio descansando segura. Me aseguré de eso. Tomó aire, cansado, asustado por la debilidad de su cuerpo. Pero condenadamente contento de estar en él otra vez. —¿Cuánto falta para que esto esté terminado? —masculló entre dientes. —Esta debilidad es una mierda. —Otras doce horas, no menos—el doctor informó. —O puedes salir antes pero pondrás tu vida en riesgo. Me rindo con ustedes dos. No existe nada más que pueda hacer. La unidad hará lo que falta. Él concordó con la cabeza lentamente. —Am, quédate con Elyiana en todo momento. No la dejas ni un minuto. Jaime y Tael se quedaran conmigo y el médico en jefe. Quiero los laboratorios cerrados y este cuarto sellado. Nadie entra o sale sin un código mío. Él estaba bien consciente que Tael se estaba moviendo para realizar todo lo requerido aún antes de haber dado la orden. Confiado que por lo menos nadie podría entrar, se acostó nuevamente y Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 146 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de permitió que sus ojos se cerraran cansadamente. ¿Cuánto tiempo había pasado desde que durmiera por última vez? ¿Descansara? No podía recordar cuándo fuera la última vez que lo hiciera. —Nosotros cuidaremos de todo — ella prometió. — Duerme, Mac. —La voz de Amareth estaba ronca llena de angustia. —Descansa ahora. Él cerró sus ojos e hizo exactamente eso. CAPÍTULO 21 La puerta se abrió y Elyiana se abrazó a sí misma. Scott estaba detrás de ella masajeando sus hombros, intentando confortarla. Las horas habían pasado, pocas horas que parecían días. Si él se había ido, si su Mac estuviera muerto, no estaba segura de poder lidiar con ello. Con el corazón en la garganta, ella enfrentó a Amareth. —La transferencia fue exitosa—. Amareth dijo en forma firme. Elyiana dio un suspiro de alivio. ¿Había estado respirado después de todo? —Capturamos al espía y ya está detenido. Lidiaremos con él luego. ¿El espía? Elyiana miró un momento a Amareth antes de preguntar. —¿Cómo ocurrió? —Era nuestro primo. Estaba en el laboratorio en el momento de la transferencia e intentó matar a Mac nuevamente. Fracasó. Sin querer, él probablemente ayudó para que todo ocurriera bien. Mac se despertó y lo sostuvo hasta que pudimos llegar a él. — Amareth explicó. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 147 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de Elyiana luchó para comprender, viendo ira en los ojos de Amareth. Su cuerpo estaba rígido con rabia. —¿Pero Mac está bien? ¿Él está herido? —Su propio cuerpo dolía por la tensión, por la preocupación de que la transferencia resultara. Saber que nuevamente habían intentado matarlo le enfureció. Amareth sacudió la cabeza. —No, no está herido, Mac está bien. Es muy importante que permanezca en recuperación por un período de tiempo. Aún está débil. Pero se recuperará completamente. —Oh, qué bueno. —Había estado rezando todo el tiempo, pidiendo, implorando y finalmente negociando con Dios que Él dejara a Mac sano. Silenciosamente, le agradeció a ÉL por escucharla. —¿El bastardo de tu primo está muerto? —Elyiana preguntó ríspidamente. —Infelizmente no. Mac no dejó que lo matara. —Amareth murmuró. —¿Pero él no se escapará? —preguntó. —¿Puedo confiar en ti para hacer que pague por lo que hizo? Una sonrisa feroz curvó los labios de Amareth. —No, él no se escapará de esto, y sí lo pagará. Tienes mi palabra que eso es lo que va a ocurrir. Aplacando su rabia, Elyiana asintió, satisfecha de que Amareth lidiara con el hombre de forma justa. Aunque prefiriera que estuviera muerto después de lo que le hizo a Mac. El MacDougal. Querido Dios. ¿Podría esto tener algún sentido? Probablemente no, se respondió a sí misma en silencio. Lo mejor que podía hacer en ese momento era volver a su casa. Donde pudiera lamer sus heridas. Respirando profundo, preguntó. —¿Entonces es seguro para nosotros volver a casa ahora? Amareth frunció el ceño y cruzó sus brazos. —Sí, es seguro. ¿Pero no quieres esperar a que Mac despierte? Elyiana tragó en seco y bajó la mirada a sus manos, el dolor pulsaba a través de ella con cada golpe de su corazón. Sí, quería verlo. Pero él no la quería, no quería su amor. No ahora. No más. —No, creo que lo mejor que nos vayamos lo más rápido posible. — Mirando hacia arriba encontró la mirada dura de Amareth. —Quería saber si estaba bien. Estoy muy agradecida de que esté a salvo. —El MacDougal la odiaba, no la soportaba. Recordando el desprecio que Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 148 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de El MacDougal sentía por ella, la expresión enojada en su rostro cuando la había llamado, el dolor floreció en su pecho. Él no querría tener ninguna relación con ella. Saber esto era angustiante. —¿Puedo hacer que cambies de idea? Mac va a querer verte. — La voz de Amareth se suavizó, su rostro se desenfocó cuando las lágrimas llenaron los ojos de Elyiana. Esto se terminará pronto, Piernas, entonces podrás retornar a tu vida… a tus sueños. No, él no querría verla. Él le dio la espalda, le dijo que se fuera. Ahora Mac ahora estaba perdido para ellas para siempre. Sacudiendo su cabeza respiró profundo mientras se quitaba las lágrimas errantes. —No, no, me quiero ir lo más rápido posible. —Si es eso lo que quieres, no te mantendré en contra de tu voluntad. — Amareth dijo. —Iré a hacer los arreglos. —Deteniéndose en la puerta, se volvió hacia Elyiana. —Si cambias de idea me avisas. Eres bienvenida a quedarte el tiempo que quieras. —¿Amareth? —¿Sí? — Sabes lo que significa… ghraw mo cry ah ¿Qué significa? Las cejas de Amareth se juntaron, entonces sus ojos se ensancharon. —¿Quieres decir ghrá mo cridhe? —Sí eso. Amareth la miró fijamente un momento, entonces le contestó. —Quiere decir, amor de mi corazón. Una chispa de esperanza brilló en su corazón, caliente y brillante antes que rápidamente la apagara. No, sólo fue un sueño, se dijo a sí misma. No era real, en la realidad le había dado la espalda. Que cosa poderosa podía ser la imaginación. Los deseos inconscientes tenían un modo de revelarse. Él no la amaba. No iba a esperarlo para que él la rechazara nuevamente. Carraspeando ella encontró la mirada de Amareth. —Gracias—dijo con determinación, con la esperanza de que Amareth se retirara antes que se derrumbara lloriqueando de angustia. —De nada —Amareth dijo suavemente cuando la puerta se cerró detrás de ella. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 149 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de Su corazón se estaba rompiendo, pero sabía que estaba haciendo lo correcto. No podía quedarse para ver el frío desprecio en los ojos de El MacDougal. No ahora. Scott la abrazó mientras ella hipaba con su rostro enterrado en sus manos. —Mira amor, porque no vas con él, le dices que lo amas. —Scott dijo restregando su brazo. Intenté eso, ella pensó, pero no resultó. — Si él te da la espalda, patearé su lamentable culo hasta hacerlo puré. — Al escuchar el bufido de Elyiana él se puso rígido. — Bueno, no es una maldita máquina ahora. Probablemente pueda con él. —Sí, Scott tú podrías. Pero no quiero a ninguno de los dos heridos. Él no quiere escuchar mi declaración de amor. No cambiaría nada. No quiero herir a nadie más. Scott la abrazó fuertemente. Ella recostó la cabeza en su hombro y lloró. —Ve y dile la verdad. Estaré aquí para ti. —Está todo bien, Scott. Era muy feliz con la vida que tenía. ¿Por qué él tuvo que venir y tirar todo al infierno? —No sé, bebé. Lo siento tanto—dijo besando su cabeza. —Ellie, vamos a esperar. Conversa con él. Ella sacudió su cabeza. —¡No! No puedo. ¿No lo ves? Él nunca me quiso. No era él mismo. Era un maldito androide sexual. Todo lo que ocurrió entre nosotros pasó porque él no sabía nada. Él nunca fue real en primer lugar. Scott levantó su barbilla con un dedo y encontró su mirada. —Creo que esta vez estás equivocada, Ellie. —No, Scott. No lo estoy y quiero irme a casa —dijo con firmeza. Con tiempo, su corazón estaría curado. Del mismo modo cuando sus padres murieron… de algún modo su corazón estuvo mejor. Curaría nuevamente. Pero la pérdida ahora era tremenda y se sentía vacía. Necesitaba llegar a su casa y acercarse a las cosas con las que estaba familiarizada, e intentar dejar partir al único hombre que amó. —Entonces nos iremos a casa— dijo con un suspiro, llevando su cabeza nuevamente a su hombro. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 150 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de CAPÍTULO 22 Ella se había ido. Mac se detuvo en el medio de su dormitorio, Amareth estaba muda detrás de él, y miró fijamente a la cama perfectamente arreglada. —Mac, no podía forzarla a que se quedara. Si hubiera… —No te culpo. —Y no lo hacía. Permitió que la culpa cayera sobre sus propios hombros. Amareth desobedeció una orden directa por primera vez en sus vidas. Pero ella respetaba a Ellie, Mac sabía que existían muy pocas personas además de él que Amareth quisiera y respetase. Ella no hubiera forzado a Elyiana a quedarse, a no ser que su vida corriera un peligro real. Las informaciones que se obtuvieron con el interrogatorio de Ben hacían creer que no lo estaba. Él no había dejado que ella susurrara sus palabras de amor, no permitió las promesas que necesitaba en ese momento. No podía. No en ese momento. La falta de ellas habría alimentado la necesidad de correr, de distanciarse aún más del rechazo. Su Elyiana no se quedaría en un lugar donde sintiera que no era querida. El problema era que ella no era solamente querida sino que además era necesaria. La necesitaba para sobrevivir al pantano de emociones y hambre que lo carcomían en ese momento. Ella era su mujer. No la dejaría escapar. —¿Mi avión está listo? —se volvió hacia ella, viendo la indecisión en su rostro. — Mac, dale un tiempo para que ella… —Amareth, ahora no es un buen momento para que me critiques. —Dijo fríamente con la voz arrastrada. —Tú dejaste que partiera y yo entiendo por qué lo hizo. Pero esa es mi mujer y seré un imbécil si permito que se aleje de mí tan fácilmente. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 151 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de Detrás de ella, Tael cruzó los brazos sobre su pecho, mirando a Mac pensativamente. —Tu avión está listo. Ya hice los arreglos—dijo firmemente. —Dos de los mejores pilotos y yo te acompañaremos. Aún no estamos fuera de peligro con esta conspiración en contra de la familia, Mac. Permítenos protegerte al menos. Mac asintió fuertemente. Había aprendido el valor de permitir que sus guardaespaldas hicieran su trabajo después del ataque que había provocado su temporada dentro de un cuerpo que no era suyo. —Eso no te correspondía. —Amareth vociferó cuando se volvió hacia Tael furiosamente. —Estás traspasando los límites, McLeod. Él bufó sarcásticamente. —Me preguntaba cuándo te darías cuenta de eso —levantó su mirada hacia Mac. —Tengo a dos hombres que la siguieron a ella y su amigo en su regreso a la casa y se quedaran allí custodiando. Nos encontraremos con ellos cuando lleguemos. Amareth silbó furiosamente ante la información. Su mirada chispeante dirigida a Tael con una promesa de venganza. —No había ningún peligro para ella. No la hubiera dejado partir si lo hubiera. —Ese no es el punto —Tael dijo irónicamente. —Mi trabajo es despejar el camino a El MacDougal, Amareth. Tú eres su jefe de seguridad y segundo en el mando, pero yo soy tu jodido fantasma. Recuerda eso. Y mi trabajo es asegurarme de anticipar cosas como estas. —Controlador de mierda— ella vociferó, pero Mac vio miedo en sus ojos cuando ella desvió la mirada del otro hombre. —Un golpe a la perra en jefe. —Él se encogió de hombros despreocupadamente. —Acostúmbrate a eso. Mac se sonrió con el intercambio de palabras, aunque no estaba lo suficientemente divertido como para olvidarse de la furia. Iba a quebrar cada hueso en el cuerpo de Scott Forester cuando llegara allá, sólo porque estaba con ella. ¿La estaría consolando? ¿Abrazándola? Encogiendo sus hombros debajo de la cara camisa de seda que vestía, Mac se dirigió a la puerta. Lentamente estaba acostumbrándose de nuevo a su propio cuerpo. Ya no era súper fuerte, pero tampoco era débil. Era tan alto y musculoso como el androide pero las similitudes terminaban ahí. Su cabello era más corto, a penas tocaba el cuello de la camisa y más Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 152 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de oscuro que cuando era más joven. Su cuerpo tenía cicatrices, su nariz aún mostraba una fractura de años atrás y podía sentir su propio sentimiento de mortalidad ahora. —Mac, dale un tiempo. —Amareth sostuvo su antebrazo cuando él pasó por su lado. —Ella necesita enfrentar todo lo que ocurrió. Mac miró hacia abajo a su hermana, viendo un torbellino de miedo en su mirada. Sombras de las que él nunca se había percatado antes. —No, Am —se negó a su pedido. —No le daré tiempo para que pueda construir sus defensas contra mí. No le daré tiempo para que pueda encontrar razones por las cuales esto no deba existir. Ella es mía y no seré tan tonto como para dejarla ir. —La elección es de ella también, Mac. No puedes forzarla — Mac sabía que ella mantuvo su voz baja por Tael. Si había una persona ante quien jamás mostraría debilidad, entonces ese sería Tael. —No utilizaré la fuerza —aseguró. —No será necesario. Durante el tiempo que esté afuera, quiero que el castillo esté preparado para mi llegada. Habrá un matrimonio allí, Am y risas y alegría van a llenar el vacío de los salones o voy a derrumbar piedra por piedra el maldito castillo. —Su casa ancestral estaba llena con los gritos de su madre y el dolor que asoló las familias MacDougal y McLeod tanto tiempo atrás. Amareth dio un paso atrás lentamente. —¿Y si no es lo que ella quiere? —preguntó. —Entonces es mejor que ella decida de forma diferente —dijo entre dientes. —Porque estaré condenado si la dejo escapar. No había nada más que decir con respecto a eso. —Vamos a volar, Tael—. Él salió con pasos largos del dormitorio, seguido por Tael y varios de los guardaespaldas mientras recorría su camino hacia la parte opuesta de los laboratorios principales. —Las coordenadas ya están programadas en el aeroplano— informó Tael. — Sabía que iríamos hacia allá. —Quiero que nuestros guardaespaldas estén en alerta máxima desde el momento que lleguemos —Mac informó. —No sé qué diablos está ocurriendo aquí Tael, pero no tendré nuevamente a mi familia en peligro, ninguno de ellos. ¿Entendido? —Entendido. Y Mac sabía que lo había hecho. Tael tomaba la seguridad mucho más en serio de lo que Amareth creía. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 153 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de — Vamos a volar entonces —ordenó. —Estoy cansado de esperar. Más de doce horas en la unidad de recuperación después otras cuatro horas recuperando fuerzas, dieciséis horas era mucho tiempo para esperar y él estaba preocupado. Si hubiera sabido que ella escaparía de ese modo hubiera dado órdenes de mantenerla encerrada. Pero Mac pensó que ella se quedaría. En su arrogancia, creyó que estaría esperando por él. Se olvidó que Elyiana era más fuerte que eso. Que se negaría a esperar a un hombre que no podía aceptar su amor y mucho menos revelarle el suyo. El vuelo hacia Australia fue realizado en un tiempo récord. No había tiempo para desperdiciar y él estaba preocupado. Aterrizaron en el jardín delantero de la casa de Elyiana mientras las nubes provenientes del océano oscurecían la tierra alrededor de ellos con la amenaza del temporal que se aproximaba. —Retira a todos de la casa —espetó en el micrófono ubicado junto a su oído. — No quiero nadie a la vista después que Forester deje la casa. —Él salió hace una hora atrás, Señor MacDougal— respondió uno de los guardaespaldas. —Ella lo despidió con un beso en la mejilla y un amistoso adiós con la mano. Había un hilo de diversión en la voz del guarda espalda. —Esa es una maldita buena noticia —él murmuró. —Odiaría haber tenido que matarlo frente a Elyiana. A pesar de saber que no lo haría. Sabía que Elyiana no haría ningún intento de tocar al otro hombre y no permitiría que él la tocara. Si había una cosa que aprendió con sus libros, era que se comprometía y su lealtad y fidelidad eran sin límite. Su corazón pertenecía a él ahora y ella no lo engañaría. Saltó del avión mientras los otros descendían y se movían más allá de la línea de visión de la casa. Fue una jugada con la que Tael no concordó cuando Mac discutió sobre eso con él más temprano, pero viviría con eso. Todo resguardo fue tomado para garantizar que el área estuviera segura y que no podía ser observada sólo por él mismo y Elyiana. —Piernas, abre la maldita puerta. —Él no se molestó en golpear cuando llegó al panel de madera. Sabía que ella estaba esperando, escuchando. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 154 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de Estaba en lo correcto. La puerta se abrió de repente revelando a una furiosa gata lista para rasgar su garganta. —Vete de mi propiedad—ordenó furiosamente. —Si te quisiera aquí te habría enviado una invitación, MacDougal. El desdén en su voz hizo que apretara los dientes al máximo. —Mac —dijo entre dientes. —Mi nombre es Mac. —Tú eres El MacDougal —dijo irónicamente. —Probaste eso en los malditos laboratorios. Enciérrala en su dormitorio —ironizó lanzándole sus palabras nuevamente. —Tú me perteneces, Elyiana — llevó sus palabras más allá del sarcasmo. — Estás tan lleno de mierda, tú arrogante, superior hijo de… Estaría maldito si tuviera que soportar escuchar su furia y dolor por otro segundo. Antes de saber lo que pretendía, la acercó, sus labios cubriendo los suyos, calmando la explosión de rabia cuando el hambre empezó a aplastarlo en olas, sustituyendo la furia. Que Dios lo ayudara, ella tenía un sabor mejor de lo que había creído. Su piel era más suave, sus labios se amoldaban mejor a los suyos, su gemido de sorpresa y shock era un golpe a sus sentidos diferente de cualquier cosa que hubiera conocido. Amareth estaba equivocada. El Novio a Batería que ella creara no era de ninguna manera superior al sentido de percepción del macho. Él podía saborear a Elyiana como al vino más adictivo, dulce y picante, su pasión chicoteaba a través de su sistema con una furia elemental que no tenía nada que ver con la tormenta repentina que estallaba alrededor de ellos. Pero la tormenta alimentaba algo dentro de él que no sabía que existía. Sin separar sus labios de los de ella, escuchándola gemir con el eco de los vientos que golpeaban alrededor de ellos, la levantó y la aplastó contra él, moviéndola hacia la humedad que caía sobre la tierra. La lluvia rápidamente mojó sus ropas y el vestido delgado de ella. Los colores oscuros se transformaban en sombras sobre su cuerpo mientras las piernas de ella se sostenían en sus caderas, sus manos rasgaban su camisa. Hambre primitiva y feroz crecía dentro de los dos, cantando por sus venas haciendo su corazón acelerarse. Ella era la tormenta. Ella era el viento. Los relámpagos y la lluvia. Ella era tan embriagante como la tormenta, tan resistente como la tierra alrededor de los dos. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 155 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de —Te amo, Piernas —gimió cuando sintió sus manos debajo de la camisa, sintió sus labios en su cuello mientras él mordisqueaba su oído. —Con mi alma, con todo lo que soy y lo que jamás podría ser te amo, muchacha… CAPÍTULO 23 El hambre que sentía no era como cualquier cosa que conociera antes, esta necesidad de ser una parte de él. Como un relámpago que movió su mundo cuando sus palabras llegaron a su corazón. Levantando su cabeza ella buscó sus ojos. —¿Mac? —El sonido su voz fue engullido por el temporal. Parpadeando para alejar las lágrimas, la lluvia llegaba a su rostro, sus dedos trazaban la cicatriz de su mejilla. Todo parecía cambiar de lugar. —Mi Elyiana, te amo—Era una declaración, una promesa. Inconfundible. —Te amo—. Ella no tenía la seguridad si realmente dijo las palabras o simplemente las murmurara. Mac la besó alejando todo, menos la sensación de él. Sus labios se deslizaron sobre los de ella, su lengua acarició el interior delicado de su boca. Él la embriagó con su sabor. ¿Cuánto había extrañado su sabor? Inhaló profundamente, nunca tendría suficiente de su aroma. Limpio, especiado, masculino, que la hacía estar hambrienta por él. Con un gruñido, mostró los dientes cuando rasgó sus bragas, lanzando la estropeada seda a un lado. Caliente y frenético, su deseo era como una cosa viva exigiendo satisfacción. Sus dedos la encontraron, acariciándola, manteniéndola bien abierta, y se introdujo Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 156 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de en ella. La humedad fluía de ella, bañando su mano mientras gemía montando sus dedos. La respiración irregular hacía a su pecho estremecerse mientras subía y bajaba sobre la palma de su mano. El vello de su pecho, las cicatrices, éste era él, realmente él. Temblorosa contra él, ella luchó para llegar más cerca de su cuerpo, su piel. Su boca estaba caliente, voraz y ella inclinó su cabeza hacia atrás con un gemido, para darle un mejor acceso a su garganta. El toque de él, su necesidad por él, parecían ampliadas. Sus manos quitaron sus ropas, luchando con el botón de sus pantalones, su cierre, mientras él retiraba sus dedos de dentro de ella, esparciendo su crema resbaladiza alrededor del orificio fruncido de su culo. Finalmente liberando su erección, ella se levantó en sus brazos posicionando la cabeza larga de su polla en su entrada. Un silbido escapó de ella mientras bajaba sobre su eje grueso. Agarrándose a él, arqueó su espalda, su brazo la sostenía mientras él trabajaba su erección en el guante apretado de su coño. Tan caliente, su eje pulsaba dentro de ella, expandiéndola, tomando posesión. ─Mía─, gritó con voz ronca por encima del ruido de la tormenta. Empujando aún más profundo dentro de ella mientras su dedo sondaba y presionaba firmemente contra su ano, exigiendo rendición. ─Si ─respondió débilmente mientras lo aceptaba en su cuerpo, su corazón. Su boca se cerró sobre su pezón por sobre su vestido mojado, su lengua áspera sobre la punta. Con una mordida de dolor, su dedo entró en su culo y su polla creció dentro de ella. Un placer intenso robó su inspiración. Apretándose contra él, empujándolo dentro de ella, parecía como si estuviera consciente de cada pequeña sensación. Cada vena pulsando de su polla, sentir sus bíceps abultados debajo de sus manos, el placer de su lengua áspera sobre su pezón. ─Tan bueno… Tan perfecto. Dios, te amo Ellie, mi Ellie. ─Mac gimió cuando embistió y ella se arqueó para encontrarse con sus estocadas. Subiendo y bajando sobre él, los vellos crespos de su pecho, iban rozando sus senos ultra sensibles, adicionando otra capa de sensaciones. Los relámpagos alumbraban alrededor de ellos. Sosteniendo sus caderas, él apretó sus dientes mientras martillaba dentro de ella como un pistón. Truenos sacudieron el mundo de ellos y por un momento, ella se detuvo al borde de su clímax, presa del puro Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 157 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de placer. Gritando, enterró sus uñas en él mientras caía en el vórtice de un orgasmo tan fuerte que pensó que podía despedazarla. Su coño lo apretó, convulsionando alrededor de él mientras subía nuevamente, sólo para ser lanzada en otro torbellino de éxtasis. No demoró mucho en seguirla. Con un rugido que acalló sus propios gritos debilitados, su cabeza cayó hacia atrás y la llenó, bombeando con chorros calientes de su semilla dentro de ella. Se desmoronó contra él, su cabeza contra su pecho. Los latidos de su corazón sonaban fuerte y rápido en su oído. Las lágrimas mezcladas con la lluvia se deslizaban por su rostro mientras ella besaba su pecho. Ella no percibió que la había llevado a la casa hasta que la sentó en el suelo de su baño y empujó su vestido mojado por sobre su cabeza. Acariciando con su mano en su hombro, él murmuró. ─Mmm eres tan suave ─ con ambas manos tomó sus senos, levantándolos, sus pulgares rodeando sus pezones. ─Bonitos. ─Míos. Dios, como quería creer que esto era real. Que él realmente la amaba. Pero él la había rechazado, le había dado la espalda. En el momento que percibió quién era ella y quién él era, se volvió duro, frío y la dejó afuera de todo. ¿Qué ocurrió para que viniera a confesar su amor? Levantando su mirada hacia él, ella no podía evitar las lágrimas. Su cuerpo temblaba por las ondulaciones residuales de placer. ─Mac, por qué…? ─Porque, no sabía Ellie. No sabía si esto iba a resultar. Si yo te decía como me sentía, si te hubiera permitido decir las palabras, ellas estarían allí para que tú lidiaras sola si yo no volvía ─explicó mientras tomaba una toalla del estante antes de secarla. Ella se horrorizó por cómo alguien tan inteligente podía ser tan ignorante. ─Me heriste, Mac. Me alejaste. Si hubieras muerto en la transferencia, tendría que soportar el dolor. Sola. Para siempre. ─Ella lo golpeó en el estómago y se estremeció con el dolor que irradió hasta su brazo. Él podía no ser una máquina, pero aún era tan duro como una piedra. Golpeado por sus palabras, la miró. Sus cejas estaban fruncidas sobre los tempestuosos ojos verdes. Él tomó su puño y lo llevó hasta sus labios. Presionando un beso en cada falange de sus dedos. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 158 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de ─No debería amor. Quizás lo hice mal. Pero quería oír esas palabras con mis propios oídos. Tocarte con mis manos. Su dolor era tangible. Había estado asustado, aterrorizado. Ella podía ver eso ahora. Algo había cambiado en él cuando estuvo preso dentro de esa máquina, replica de él mismo. Alguna cosa se partió, se abrió dentro de él. Sus emociones estuvieron libres. No fue fácil para él aprender a sentir nuevamente. Enfrentar cosas que lo aislaron del amor. Dando un paso al frente, ella lo abrazó por la cintura. Cerrando sus ojos, escuchó el ritmo constante de los golpes de su corazón. ─Podría escuchar los latidos de tu corazón por el resto de mi vida. Parece algo tan maravilloso. ─¿Lo harás? ─preguntó roncamente, su mano alisando su cabello. Esperando que terminara su pregunta, ella se tensó. ¿Perdonarlo? Si. ¿Dejarlo ir? No. ─¿Haré qué? ─preguntó cautelosamente. ─¿Escucharás los latidos de mi corazón por el resto de tu vida? ─Sus manos bajaron por su espalda mientras apretaba su erección en contra de su estómago tembloroso. Ella se congeló un instante mientras se alejaba para mirarle el rostro, con miedo de preguntar lo que quiso decir con eso. La comisura de su boca se curvó, sus ojos verdes del color del mar y claros como el cristal brillaban con pasión, con amor. ─Estoy pidiendo que te cases conmigo, mujer ─dijo bruscamente. Ella se olvidó de respirar. ─Lo sé ─dijo, grabando ese momento. Sus grandes manos la agarraron del culo y la empujaron contra su cuerpo. ─¿Y? ─hizo una mueca arqueando una ceja. ─Me casaré contigo, MacDougal. Con una condición ─dijo seriamente. ─Lo que quieras. Ahuecando su rostro con las manos, era una deliciosa sensación el de su barba áspera rasguñando las palmas de sus manos. ─Nunca más me alejarás, Mac. No importa cómo te sientas, no te escondas de mí. No puedes negarme el derecho de compartir todos los momentos contigo. Te amo y siempre te amaré. Prométeme eso. Con el pulgar, él limpio una lágrima de su mejilla. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 159 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de ─Te lo prometo amor. Con todo lo que tengo dentro de mí. Te lo prometo. EPÏLOGO Tres semanas más tarde Castillo MacDougal, Escocia ─Ellos están seguros en el castillo, ─Jaime explicó entrando en las oficinas de seguridad improvisadas en el perímetro externo de las tierras ancestrales de los MacDougal. ─Sin embargo, están peleando nuevamente. Mierda, nunca escuché a Mac gritar tanto, Amareth. ¿Crees que la golpeará? Amareth levantó los ojos de los informes que ella sostenía en su mano y lo miró en silencio fijamente a su hermano menor durante largos minutos. ─Él no la golpeará ─finalmente dijo con confianza. Mac fue cambiando lentamente, evolucionando de una manera un tanto confusa y algunas veces un poco triste para ella. El tiempo que pasó en el cuerpo del androide fue un momento evidentemente de revelaciones para él. Era tan fuerte como antes, pero tenía una mejor disposición para reír y hasta la había abrazado la semana pasada. Con Elyiana era un hombre totalmente diferente. La tocaba continuamente, raramente estaba lejos de ella y parecía deleitarse con su presencia ya sea estuvieran peleando o follando. Y eran propensos a estar haciendo cualquiera de las dos cosas cada vez que estaban juntos. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 160 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de ─Todavía es malditamente extraño. ─Jaime hizo la observación mientras se quedaba al lado del vidrio a prueba de láser y miraba el castillo. ─Hace que sea incómodo estar cerca de ellos a veces. Ninguno de ellos estaba acostumbrado a la intensa emoción que reflejaban los ojos de Mac. Él aún era un tirano, eso estaba muy arraigado en él como para cambiar. Pero ya no era frío e insensible. No escondía su afecto hacia ellos, y se los daba desinteresadamente. Demostraba su confianza en ellos y Amareth no había percibido cuánto había necesitado eso. ─Quizás se tranquilicen en unos días más. ─Ella levantó su hombro como si no le importara. La verdad sea dicha, estaba celosa. De repente recordó todo lo que no tenía. Por un momento, su corazón se detuvo con un flash de recuerdos. Normalmente podía contenerlos, impedir que la atormentaran, pero últimamente esos recuerdos salían a flote dentro de ella como una bestia destructora comiéndola viva. Abre para mí, Amareth… La voz de Tael había sonado sombría y pastosa, producto de los medicamentos que le diera por las heridas. Pero ni aquellas heridas y tampoco el dolor lo detuvieron aquella noche. Él la sostuvo debajo de él, abriendo sus muslos con una confianza y determinación que la dejó sin respiración. Entonces presionó dentro de ella, su polla gruesa y caliente forjando un camino dentro de las paredes apretadas de su coño, mientras ella corcoveaba y gritaba debajo de él. Ella llegó al clímax con la primera estocada y no fue su último orgasmo. No fue la única manera que la hizo gozar. Él le exigió todo y ella se lo dio, deleitándose con ello. La mañana siguiente, él despertó mientras ella se duchaba, desorientado, la medicación y los excesos de la noche lo agotaron. Y él no recordaba. Ella supo que él no recordaba nada cuando volvió al dormitorio y vio su mirada. Y se moriría antes de recordárselo. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 161 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de Pero su toque. Ella quería sollozar al recordar sentirlo, el hambre que él hacía crecer dentro de ella. Su toque aún la afectaba y eso lo hacía imposible de olvidar. ─Tael está en camino. ─Jaime informó mientras se sentaba en una silla al lado de ella. Ella se tensó con la información. No necesitaba a Tael ahí. ─Si, necesitamos de él aquí ─ella se burló. ─Fantasma, mi culo. Este hombre piensa que es indispensable. Ella se levantó nerviosa al saber que luego estaría junto a él. ─¿Cuándo llegará? ─finalmente preguntó. ─En algunas horas. ─Jaime se apoyó cerca de los monitores, jugando con los controles hasta que tuvo una visión clara a través de la tormenta furiosa de afuera, antes de relajarse nuevamente en su silla. ─Estaré descansando en mi dormitorio. Avísame cuando esté listo para aterrizar. Jaime gruño una afirmación mientras ella se giraba a través de la pequeña casa de piedra hacia los dormitorios de atrás. Cerró la puerta y se dirigió hacia la cómoda y abrió el primer cajón. Allí, inocentemente, estaba el control remoto que había jurado que nunca usaría allí. Lo tomó, presionó el botón de activación y esperó en silencio mientras las puertas de al lado suyo se abrían lentamente. ─Amareth. ─Su voz suave llegó a ella. ─Ven, amor, te estuve esperando. Manos grandes tocaron sus hombros y fueron bajando hasta sus brazos. Su piel caliente, dedos con callos, acariciaban ganando una respuesta suya que estaba teñida con amargura. Permitió que la llevara a la cama, sus manos acariciaban su cuerpo mientras sus labios y lengua saboreaban su cuello. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 162 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de ─Te eché de menos ─el gruñido hambriento era casi perfecto. El modo como sus dientes mordisqueaban el lóbulo de su oreja, rasgando su camisa mientras se la sacaba del cuerpo. Sus manos sostuvieron sus antebrazos musculosos mientras ella cerraba los ojos para impedir que las lágrimas cayeran. Era casi perfecto. ─Mírame, Amareth. ─Él le levantó el rostro, mirándolo con esos ojos ceniza, oscuros de pasión. Su cabello negro caía sobre su frente, despeinado de la noche anterior. ─Abrázame─ susurró, haciendo retroceder su rabia sobre la ilusión, permitiendo que la fantasía la envolviera, pero había muy poco a lo que aferrarse. ─Siempre te voy a abrazar, amor. ─Su acento no era tan denso, pero estaba ahí. ─Te abrazaré para siempre. El tono de su voz no cambió y las emociones nunca cambiaban. Una lágrima se deslizó por su mejilla mientras levantaba la cabeza para recibir un beso. Sus labios tocaron los suyos, calientes, firmes, era un beso dominador y exigente. Amareth gimió con sus caricias, sus senos hinchados mientras ella permitía que la fantasía creciera en su mente, dejando de lado las mentiras y el engaño de lo que ella estaba haciendo, permitiendo que el calor y la dureza de su cuerpo hicieran volar todo lejos. ─Tael ─susurró su nombre con un suspiro de hambre y de necesidad. ─Si, muchacha, te tengo ─susurró mientras le sacaba su camiseta revelando sus senos hinchados a su mirada oscura. Sus manos cubrieron sus senos lentamente, sus pulgares raspaban los pezones distendidos y su respiración quedó retenida en su garganta. Sí, eso era bueno, muy bueno. ─Vamos a sacarte la ropa, amor ─susurró. ─Te quiero desnuda delante de mí, desnuda y lista para que te toque. ¿Recuerdas como te Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 163 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de toco, Amareth? ¿Recuerdas qué tan caliente, qué tan salvaje puede ser? Ella recordaba. Oh Dios, recordaba qué tan caliente y salvaje fue cuando la había tomado. ─Sí ─su gemido estrangulado era de pura necesidad carnal cuando enderezó sus caderas hacia adelante contra la erección que presionaba su estómago. ─Ponte salvaje para mí, Amareth ─susurró, su dedo pulgar y el índice pellizcando su pezón mientras su otra mano le bajaba el pantalón, deslizando su mano hacia adentro. ─ Mojada, salvaje y hambrienta por mí, bebé. Voy hacer que grites cuando te corras alrededor de mi polla. Ella lloriqueó. Sí, eso era lo que quería, lo que necesitaba. Tael, caliente y exigente, empujando su polla dentro de ella, haciéndola gritar de necesidad. Ella se inclinó con el suave empujón que le dio para que se recostara en la cama, sintió sus manos deslizando sus pantalones por sus piernas, tocando sus muslos. ─Sí, tócame ─gimió con las manos en sus cabellos cuando sintió su lengua en su sensible carne desnuda, lamiendo los jugos dulces que fluían por su coño. Él gimió ante el sonido que emitía, mientras ella caía más y más profundamente en el toque y la necesidad que tan desesperadamente ansiaba. Él lamió alrededor de su clítoris chupando lentamente, de forma destructora. Sus dedos separaban los labios resbaladizos, deslizando sus dedos para penetrar su coño vacío. Sus músculos convulsionados, apretaban la penetración mientras sus caderas se sacudían en respuesta. ─No me hagas esperar ─ ella susurró dispuesta a implorar. Ella estaba tan mojada, tan caliente, tan lista para ser follada, que sabía que no llevaría más que unas cuantas estocadas para empujarla al precipicio. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 164 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de ─Te encanta la espera ─ él susurró cerca del nudo de nervios que estaba acariciando. Y así era. Era loca. Perversa. Tael la hizo esperar para tomarla en la primera noche. Él la hizo gritar, implorar por él, había hecho cosas con ella que no tenía la valentía de programar al androide para que lo hiciera. Entonces Tael lamió y chupó todo de una vez. Delicadamente, amorosamente trabajó en su carne con pericia, hasta que ella estaba respirando con dificultad y transpirada, lista para implorar por su clímax cuando lo sintió arrasando con todo. Luego él estaba moviéndose para subirse encima, empujando sus piernas hasta encajar las caderas cuando la cabeza de su polla empezó a penetrarla en las profundidades húmedas y ávidas de su coño. ─Jódeme ─ exigió con sus ojos abriéndose sólo lo suficiente para tener una vaga impresión de sus facciones. Tael, su Tael. Fuerte, valiente la estaba tomando nuevamente, amándola. Él empujó con duros golpes, sacando un grito de su pecho mientras ella se arqueaba en sus brazos, el placer/dolor de la penetración enviaban rayos de sensaciones que serpenteaban por su cuerpo. Sí, eso era. Eso era lo que necesitaba. Se contorsionaba debajo de él, sus muslos lo sostenían mientras él martillaba duro y profundamente dentro de ella, jodiéndola en un ritmo casi brutal y sentía su útero apretando como respuesta. ─Más duro. ─Ella necesitaba más. Necesitaba de sensaciones rápidas y oscuras para que la enviaran por un espiral. ─Sí, muchacha, más duro. ─Y él le dio más duro, empujando en las profundidades de su coño cuando su boca se abrió en un grito silencioso y su clímax explotó dentro de ella con una fuerza vertiginosa. ─Te amo ─ ella susurró en un soplo, una plegaria. Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 165 Lora Leigh/Verónica Chadwick B.O.B. La caída de ─Te amo, muchacha. ─Respuesta programada. Su pecho se apretó de dolor cuando él se retiró de ella, atrayéndola hacia sus brazos en la cama. Programado, solo lo suficiente para que sea un pequeño bálsamo para las necesidades que aumentaban dentro de ella. Él no era su Tael, pero estaba lo suficientemente cerca de serlo. ¿O lo era? FIN Traducción de: Pao Corrección de Ire y Carla 166