RUTA DE FERNANDO Y BERENGUELA. M JESUS LOPEZ

Transcripción

RUTA DE FERNANDO Y BERENGUELA. M JESUS LOPEZ
La ruta se desarrolla entre Zamora y Salamanca
pues justo entre las antiguas montañas de
estas dos provincias y en el municipio de
Corrales del Vino, Dª. Berenguela de Castilla dio
a luz a D. Fernando III “El Santo”.
RUTA TURISTICA
D. FERNANDO III “EL SANTO”
Y
Dª. BERENGUELA DE CASTILLA
Comenzamos la ruta en Corrales del Vino y
desde la plaza mayor de éste, recientemente
restaurada.
Esta ruta cargada de tanta
historia como de belleza quiere
rememorar y homenajear el primer
viaje de Don Fernando III “El
Santo” con su madre Doña
Berenguela
cuando
aún
D. Fernando no sabría que sería
Rey y que unificaría algo tan
impensable como dos reinos tan
iguales y distintos.
Nos da la bienvenida el monumento
recientemente levantado en homenaje a la
Calzada Romana que pasa por el término,
denominada Calzada Vizana.
El monumento en sí es una calzada empedrada,
está rodeada esta plaza de hermosos edificios
de mampostería y sillería arenisca, modelo de
construcción que se repite en el pueblo y en
más poblaciones del Municipio, en medio de ella
nos encontramos con el centro cultural, lugar
de exposiciones y actividades culturales
temporales que también está dotado
de
biblioteca, ésta está a disposición de todos los
vecinos y visitantes, a ambos lados de la plaza
y en las fachadas de varios edificios podrán
admirar piezas
procedentes del
desaparecido
Monasterio de
Valparaíso
conviviendo en
armonía con los
modernos
muros.
Las casas de Corrales del Vino se yerguen
esbeltas a nuestro paso, la más antigua del
1742, la más moderna de 1950, todas ellas
labradas en sillería arenisca procedente de las
canteras de la zona y con diferentes
ornamentos y curiosas inscripciones.
Las Bodegas de esta
localidad son auténticas
obras de arte, en ellas
el lienzo es la propia
roca madre y
los
pinceles, los picos y
palas con las que fueron
talladas los perfectos
dinteles
de
sillería
escuadrada
que
abovedan y refuerzan las techumbres, éstas
están a una media de unos 8 metros de
profundidad.
Corrales del Vino es una doble villa, la que
vemos y la que está oculta, es un auténtico
laberinto que comunica toda la ciudad aunque
hoy por problemas de propiedad se han
tapiado, las entradas son muy ceñidas y
apretadas, nos dan una idea del trabajo que
nuestros bisabuelos tuvieron para sacar con
carretas la cantidad de tierra y piedra. Hoy día
se utilizan para reuniones familiares y se sigue
haciendo vino artesanal. Algunas de ellas
sirvieron de lugar de escape en las guerras
civiles ya que se encuentran justo debajo de las
casas y comunicaban con sus estancias.
Por la calle Constitución
arriba y camino de la
Plaza de Ramón y
Cajal, nos desviamos
para
ver
dos
interesantes fachadas:
en una, una pieza
sustentante
del
Monasterio de Valparaíso, en otra un hermoso
dintel con una inscripción y un corazón
coronando, que da fé de la función que
cumplía el edificio éste pertenecía al antiguo
hospital de peregrinos que existió en el pueblo.
Llegamos a la Plaza de Ramón y Cajal donde
nos encontramos con el Ayuntamiento, de
frente, la Iglesia de la Magdalena, edificio de
grandes proporciones está construido en
diferentes estilos, desde Románico, Gótico,
Rococó incluso Renacimiento.
En el interior conserva
hermosas
bóvedas
góticas y retablos de
estilo
Churrigueresco
que amparan al Cristo
del Miserere y a Santa
Bárbara,
importante
también es el Cristo
Corralino traído del
antiguo despoblado del Corralino, población que
coexistió con Corrales del Vino.
Si el cansancio lo requiere podemos tomar un
tentempié en algunos de los cuatro bares que
tiene el pueblo.
Seguimos nuestros pasos o ruedas y dejamos el
pueblo poniendo dirección a Peleas de Arriba,
antes
de
llegar
nuestros ojos no
podrán
dejar
de
admirar la hermosa
fachada de Nuestra
querida ermita de las
Angustias, del siglo
XVIII, destaca la
portada
esculpida
con
gran
bulto,
enmarcada por dos
grandes torres, que a su vez dan cobijo a las
columnas que sujetan el entablamento bajo el
que se encuentra la concha avenerada
resguardado a nuestra madre, imagen de gran
realismo y tamaño, que muestra el dolor
contenido de ver a su hijo yacente en brazos,
todo ello parece estar sujeto por la fragilidad
del angelote queriendo sostener todo el peso
de la representación. Coronando la escena,
existe una pequeña torre con un solo cuerpo y
un solo vano.
Así continuamos nuestro camino y nos
vamos acercando al enclave de Valparaíso
perteneciente al pueblo de Peleas de Arriba
pueblo
de arraigadas tradiciones, de
empinadas calles, de casas encaladas, de
tranquilidad y sosiego, calles que nos dan la
mano para subir la cuesta hasta la iglesia de la
Asunción, pequeña iglesia en al que destaca su
torre de un solo cuerpo y dos vanos con remate
partido por volutas a ambos lados, en la subida
de la iglesia podremos ver las típicas bodegas
de ésta zona, son cuevas excavadas en roca
viva con entradas angostas y hoy muy
camufladas por la tierra que las ampara,
parecen brotar del propio suelo, en ellas se
sigue elaborando vino de manera tradicional
como en toda esta Comarca de Tierra del Vino,
de hecho nos podemos encontrar con la calle
bodegas en varios pueblos
de esta comarca.
La iglesia de la Asunción
atesora con celo una de las
pocas
tallas
del
desaparecido
Monasterio
de Valparaíso, la Virgen de
la Consolación que fue
expuesta en las Edades del
Hombre, también podremos encontrar la
imagen de San Fernando Rey, que se
procesiona todos los años por los vecinos del
pueblo y por el regimiento de infantería del
Arma de Ingenieros del cual es Patrón.
Siguiendo nuestro caminar y como si de una
necesidad se tratara el camino nos hace
detenernos al
igual que a la Reina Dª
Berenguela un día, estamos en el enclave de
Valparaíso en el término de Peleas de Arriba,
aquí nació el rey D. Fernando III “El Santo”,
conquistador de Sevilla, Córdoba, Úbeda, Jaén
y unificador de los Reinos de Castilla y León.
Corría entonces el año 1201 y Dª Berenguela
sintió que tenía que dar a luz, así es que
ordenó a su itinerante corte parar y en un
pequeño cenobio a la sombra de los prados
vino al mundo nuestro rey D. Fernando III “El
Santo”, en su conmemoración se fundó
primero una iglesia, iglesia de Bellofonte pues
dicen que cerca de una fuente nació, más
tarde y poco a poco se iría forjando el mayor
centro de la orden del Cister en España, el
Real Monasterio de Valparaíso, hoy es una
gran extensión de bosque en el que abundan
especies como el Quejigo y el alcornoque.
También y cerca del enclave encontramos la
fuente de la Lágrima en la que siempre
encontraremos gente cogiendo agua ya que
dicen que tiene propiedades muy saludables.
Y así empapados de historia dejamos el
enclave de Valparaíso y entre paisajes de
maizales, viñas y cereal nos dirigimos hacia El
Cubo de la Tierra del Vino, última población
de la Comarca de Tierra del Vino, a la entrada
nos encontramos con un gran parque de
arboleda,
coquetos
merenderos de piedra e
incluso
dos hornos
parrilla
para
los
visitantes, a otro lado
está la Iglesia de Santo
Domingo de Guzmán
en la que reza una
crucero al peregrino levantado por la fundación
Guadalupe Ramos de Castro, de frente a la
iglesia existe un hermosísimo crucero de
propiedad privada con dos figuras que
comparten la misma cruz, más adelante nos
encontramos con la plaza mayor de la
localidad, de esta plaza sale una calle que nos
lleva a un hermoso paisaje de pequeñas
bodegas típicas de la zona con entradas
angostas en las que aún se elabora vino de
manera tradicional y se degustan los productos
típicos de la matanza en las parrillas.
Si seguimos por el camino, nos encontraremos
con la vieja estación de
tren
hoy
reutilizada
como vivienda, está muy
bien conservada y en el
entorno aún se pueden
ver los enganches de
los vagones y las vías en
perfecto estado. El Cubo de la Tierra del Vino
también posee un albergue de peregrinos con
capacidad para 16 personas. Terminamos esta
ruta en memoria de nuestra querida Dª.
Berenguela de Castilla, mujer y reina ejemplar,
pieza clave en nuestra historia.