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Revista de la Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali” A. C. Año III, núm. 10, octubre-diciembre de 2010 Cuando de compras se iba al “pueblo” 50 años después Consecuencias de la guerra de Independencia Ecos del Bicentenario y del Centenario Breve historia del algodón Revolución magonista en 1911 en Mexicali Betty Mancillas, nuevo valor artístico Índice Editorial 1 Sergio Noriega Verdugo 50 años después 2 Rubén Castro Bojórquez Ecos del Bicentenario y el Centenario 8 Santos Silva Cota Breve historia del algodón en el delta mexicano del Río Colorado 10 James Griffin El esclavo 13 James Griffin Una foto. Una historia 15 Austreberto Silva Olivares Anecdotario 16 M. A. Buruel B. Consecuencias de la guerra de Independencia en Baja California 17 Yolanda Sánchez Ogás Revolución magonista de 1911 en Mexicali 21 Yolanda Sánchez Ogás Betty Mancillas, nuevo valor artístico 28 Marco A. Buruel B. Números de la historia 34 Sergio Noriega Verdugo Notas sueltas 35 R. C. B. Historias de lo cotidiano: Cuando de compras se iba al “pueblo” 36 Miguel Esteban Valenzuela Robles Acontecer de la historia 40 R. C. B. Libros, reseñas, comentarios... 42 Sergio Noriega Verdugo Episodios universitarios 44 Austreberto Silva Olivares Páginas de historia 45 Benjamín Rentería Camino Ayer y hoy contraportada R.C.B INVITACIÓN La Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali”, A.C. invita a todas las personas amantes de la historia, aficionados o expertos, a asistir a sus reuniones y, de ser el caso, a formar parte de ella como socios activos. Las sesiones se llevan a cabo todos los miércoles a las 18 horas en la Sala Junta de Gobierno del Centro de Estudios Sobre la Universidad de la UABC, ubicado en la planta baja del edificio de Investigación y Posgrado en blvr. Benito Juárez. Teléfonos: (686) 566 9592 y (686) 841 2076 El Río Revista de la Sociedad de Historia Centenario de Mexicali, A.C. Año III, núm. 10, octubre-diciembre de 2010 Mexicali, Baja California, México Mesa directiva 2009-2011 Sergio Noriega Verdugo, PRESIDENTE Yolanda Sánchez Ogás, VICEPRESIDENTA Miguel Esteban Valenzuela Robles, SECRETARIO Eduardo Andrade Cisneros, TESORERO PRESIDENTA HONORARIA VITALICIA Yolanda Sánchez Ogás Revista El Río DIRECTOR Y DISEÑADOR: Rubén Castro Bojórquez COMITÉ EDITORIAL: Luz Mercedes López Barrera, Rubén Castro Bojórquez, Miguel Esteban Valenzuela Robles, Sergio Noriega Verdugo, Benjamín Rentería Camino CAPTURA: Catalina Rojas Monzón y Ana Isabel León González DIGITALIZACIÓN Y APOYO TIPOGRÁFICO: Lydia Coronel Yáñez APOYO LOGÍSTICO: María Teresa Ponce León Elaborada en CESU-UABC Las fotografías utilizadas en la elaboración de esta revista pertenecen a las colecciones de: Archivo Histórico del Estado de Baja California • Archivo Histórico del Municipio de Mexicali • Centro de Investigaciones Culturales (CIC) Museo UABC • Centro de Estudios Sobre la Universidad (CESU-UABC) • Biblioteca Pública Central Estatal • Instituto Municipal de Investigación Urbana de Mexicali • Particulares. Se reciben colaboraciones de artículos de historia regional (extensión de 3 a 6 cuartillas, en Arial 12, a doble espacio), de preferencia con ilustraciones. Dirigirlas a: [email protected] Esta revista se distribuye gratuitamente. Si desea obtener un ejemplar, puede solicitarlo en las oficinas del CESU-UABC. Editorial Los aniversarios y nuestra historia L a celebración de los aniversarios de la Independencia y de la Revolución no debe quedar en una complacencia nacional. Recordar a los héroes que nos dieron patria y homenajear a quienes hicieron posible el exhorto de “sufragio efectivo no reelección” puede ser bueno para la salud de un pueblo que aspira al progreso material en un contexto de cohesión, de solidaridad nacional y de justicia social. Pero eso no es suficiente. Celebrar los aniversarios no es igual a conocer nuestra historia, y compenetrarnos en quiénes somos los mexicanos. Debemos aprovechar tanto el Bicentenario de la Independencia como el Centenario de la Revolución Mexicana no sólo para lanzar “vivas” a los héroes del pasado, gozar del colorido de juegos pirotécnicos, y presenciar la disciplina y marcialidad de los desfiles, sino también debemos conocer más de cerca los protagonistas de la historia, sus convicciones y la lucha por sus ideales. No como superhombres desprovistos de fragilidad humana y debilidades personales, sino como hombres y mujeres comprometidos en mejorar la vida de otros mexicanos. México es un proyecto de nación inconcluso. No debemos quedar al margen de su realización. La ocasión se presenta para acrecentar la integración del pueblo mexicano, y una de sus avenidas es la historia nacional. La historia que nos marca la trayectoria de un pueblo que busca superarse, aunque quizás no sepa cómo. Una historia que antepone la verdad sobre la conveniencia política. Una historia razonada en lugar de una imaginada. La historia que prefiere la cruda realidad en lugar del dogma político que anima aunque adormece. Conocer la historia de México no tiene por qué dejarnos atrapados en su pasado. Como parece ocurre con la conquista. El triunfo de Cortés no debe interpretarse como la derrota de os mexicanos. Honremos la civilización prehispánica, sin perder de vista nuestro compromiso con los indígenas del presente. El mestizaje podrá no ser la mejor parte de nuestra raza, pero no deja de ser un rasgo distintivo nuestro con el que habremos de vivir hasta el fin del tiempo. La confluencia del conquistador español y el pueblo indígena provocó la explotación de uno sobre el otro, pero debemos ser capaces de reconocerlo sin buscar a quien echarle la culpa y hacernos responsables del pueblo que somos. Tampoco podemos negar nuestra cultura occidental. Pues no es menos importante que hablemos en español y seamos un pueblo cristiano. La celebración de los aniversarios nos presenta la oportunidad de acercarnos a nuestra historia. El amplio despliegue de los símbolos patrios nos recuerda que todos los mexicanos compartimos el idioma, la geografía, el pasado histórico, el presente, y, posiblemente, el futuro. De la historia debemos aprender errores y aciertos que ocurrieron y que deben servir de referencia para caminar hacia adelante. México puede ser nuestro orgullo. ¡Seamos mejores mexicanos! Sergio Noriega Verdugo 1 50 años después Rubén Castro Bojórquez * E n los primeros días del mes de marzo de 1957, en el Diario ABC, así como en el programa noticioso de la radio, Sonorama Deportivo, de don Augusto Hernández Bermúdez se informaba a la comunidad mexicalense la creación de la Universidad de Baja California1 y con toda justicia quienes leyeron y escucharon la noticia festejaban su creación ya que evitaría, en el futuro, el éxodo de jóvenes hacia las ciudades de México, Guadalajara, Monterrey, Hermosillo y otras, a estudiar una carrera profesional; pero además ofrecería la oportunidad de prepararse a muchos jóvenes que por no contar sus familias con recursos económicos, no podían emigrar a UABC esas ciudades y por consiguiente se quedaban en Mexicali a incorporarse, a sus escasos 16 años de edad a las diferentes fuentes de trabajo. Si bien es cierto que la comunidad Baja Californiana recibió con alegría dicha noticia, donde “brincaron” de gusto fue en el salón de clases del segundo año de la Escuela Preparatoria del Estado2 en Mexicali: los adolescentes de ese grupo que en septiembre de 1955 se inscribieron en el primer año de preparatoria, dado que no pudieron emigrar a estudiar su carrera profesional.3 La creación de la Universidad de Baja California en febrero de 1957 no podía ser más oportuna; este grupo de estudiantes egresarían en junio de ese mismo año y en septiembre se podrían inscribir a estudiar la carrera profesional de su predilección. Modesto era uno de ellos y ese día que se enteró de la noticia de la creación de la Universidad, no podía contener la emoción que lo embargaba. Cuando llegó a su casa, de inmediato le comentó a sus padres que ¡ahora sí! podría estudiar la profesión de médico, que desde niño había soñado, porque ya habían creado la Universidad. De igual manera, en la escuela todos sus compañeros estaban felices de que ya no tendrían que utilizar el dinero que significaba el viajar a México y vivir allá por cinco años o más para poder estudiar una carrera profesional. Días después, en la preparatoria, algún maestro les había llevado la Ley Orgánica de la Universidad y la habían leído en el salón de clases. Todos los alumnos escucharon con atención lo que el maestro recalcaba al leerla; se crearían las carreras de arquitectura, derecho, contabilidad, ingeniería y ¡medicina!, entre otras muchas más.4 Además escucharon con avidez que antes del primero de septiembre de ese mismo año, de 1957, se nombraría al rector y a los directores de las diferentes escuelas y facultades.5 El joven Modesto, desde ese día, estuvo al pendiente del Relato que obtuvo el primer lugar en el Concurso de Crónica del Cincuentenario de la 1957-2007 en la catagoría de académico * Miembro de la Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali”, A.C. Correo electrónico: [email protected] 1 La Universidad de Baja California se creó el 28 de febrero de 1957. 2 La Preparatoria del Estado en Mexicali se creó en septiembre de 1954. 3 Por muchos años, de 1936 (año de egreso de la primera generación de la primera secundaria de Mexicali) hasta 1954 (año de creación de la primera escuela preparatoria en Mexicali), los jóvenes que recién terminaban la enseñanza secundaria (a los 16 años de edad) emigraban a estudiar una carrera profesional a las principales ciudades del país donde ya existía universidad. 4 Ley Orgánica de la Universidad Autónoma de Baja California, 28 de febrero de 1995, Periódico Oficial, Artículo 4. 5 Ídem, Artículo transitorio núm. 4. 2 periódico para conocer las noticias sobre la Universidad, pero pasaban los meses y no había novedades. Él esperaba el aviso de que los jóvenes que egresaran de preparatoria en junio se iban a poder inscribir en las primeras carreras profesionales que se abrirían en septiembre de ese año. Su inquietud se tranquilizó un poco el 28 de mayo de ese año cuando leyó en la prensa que el gobernador del estado nombró al profesor Lorenzo López González6 responsable de organizar la creación de los órganos de gobierno de la Universidad que se establecían en la ley. La ansiedad de Modesto se volvió a incrementar, ya que pasarían dos meses más para enterarse que se creaba el 16 de julio de 1957 el Comité Pro Universidad,7 responsable según la ley de implementar todo lo necesario para que en septiembre de 1957, arrancaran las clases en la Universidad. Al siguiente mes, el 8 de agosto de ese año, se entera de la creación de la Junta de Gobierno8 responsable, entre otras cosas, de nombrar al profesionista que ocupe el cargo de primer rector y a los directores. No sólo Modesto estaba inquieto, también los 42 jóvenes que egresarían de la segunda generación de la Preparatoria del Estado. Ya con anterioridad, al término de la escuela secundaria, más de cincuenta compañeros suyos, con mejor estatus económico, habían viajado a estudiar fuera del estado. Unos cuantos más de sus amigos de preparatoria preparaban lo necesario para viajar a México. Desafortunadamente, él sabía que sus padres no lo podían apoyar económicamente para estudiar en otro lugar que no fuera Mexicali. Al contrario, desde que egresó de secundaria le pedían que se buscara un trabajo para que ayudara con los gastos de la familia. Llegó el mes de septiembre y ni se crearon carreras, ni se nombró rector, ¡menos, directores!; luego pasó octubre, noviembre, diciembre y ninguna noticia se escuchaba o leía sobre la Universidad. Al iniciar el nuevo año, en marzo de 1958, el Diario ABC, en una nota perdida entre las páginas interiores, informaba que por decreto del Congreso del Estado el presidente del Comité ProUniversidad asumía las funciones de rector.9 En la mente de Modesto surgió la idea de que ya con rector en la Universidad, en septiembre de ese año él podría seguir con sus estudios. Con anterioridad, en el mes de agosto había conseguido un trabajo de mensajero en unos laboratorios químicos. En cuanto se abriera la Escuela de Medicina él le pediría el apoyo a su familia para estudiar la profesión que anhelaba. Su vida transcurría, trabajando intensamente y al pendiente de la Universidad. El 31 de mayo de ese año se enteró de que el gobierno del estado le había entregado a la Universidad la escuela preparatoria y el edificio de la Escuela Cuauhtémoc.10 En el mes de septiembre, cuando se supo que con muchos esfuerzos la Universidad sólo atendería por lo pronto la Escuela Preparatoria de Mexicali, su anhelo acariciado durante su niñez y adolescencia se derrumbó, comprendió que ya no sería el médico que con tanta pasión deseó ser. Se concentró en progresar en su trabajo. Al año siguiente, recién cumplidos los 21 años, contrajo matrimonio y no pasó el año cuando fue padre de un varón. Modesto pensó ¡él sí llegará a ser médico! Su interés por las noticias sobre la Universidad nunca decayó, así conoció que en 1960 se creó la Escuela de Pedagogía, primera de nivel profesional. En septiembre de 1963 se inauguraron los nuevos edificios para la Preparatoria Mexicali, en avenida Zaragoza y Justo Sierra, y esto le hizo recordar cuando él estudió en el edificio de la Escuela Cuauhtémoc, en aulas y mesabancos para niños, y cuando los corrieron de ahí se refugiaron en un almacén, arriba de la tienda Sunland, ubicada en avenida Madero entre las calles Bravo y Peritus. En 1964 inicia clases la Escuela de Ciencias Sociales y Políticas impartiendo las carreras de licenciado en sociología y licenciado en administración y ciencia política. En el año de 1967 se crea la Escuela de Ingeniería con una sola carrera, ingeniero topógrafo, y se incorporó a la Universidad la Escuela de Contabilidad que había venido funcionando desde 1965 en el Instituto de Ciencias y Artes del Estado (ICAE) y que en ese año fue cancelado por el gobierno del estado por insuficiencia de recursos económicos. En 1969 se crearon las Escuelas de Arquitectura y Ciencias Agrícolas, para 1970 la Universidad ya contaba en Mexicali con seis carreras profesionales: profesor de enseñanza media, sociólogo, licenciado en administración pública, arquitecto, David Piñera Ramírez, Historia de la Universidad Autónoma de Baja California. 1957-1997, México, D. F., UABC, mayo de 1997, p. 32. Ídem, p. 32. 8 Ídem, p. 34. 9 Decreto 40, Mexicali, B.C., Periódico Oficial, 28 de febrero de 1958. 10 David Piñera Ramírez, op. cit., p. 38. 6 7 3 contador e ingeniero agrónomo. Modesto se preguntaba ¿y medicina cuándo? Ese mismo año, Modesto se da cuenta de que el estado creó un sobreimpuesto del 10% para destinarlo a la educación, de ahí, el 75% se destinaría a la Universidad;11 recursos que servirían para construir los edificios que albergarían a las distintas escuelas profesionales, mismas que funcionaban en edificios rentados o prestados.12 En 1970 las autoridades universitarias concursaron proyecto y construcción para la Unidad Universitaria Mexicali en un terreno de 20 hectáreas que los gobiernos federal y estatal le donaron. El 2 de mayo de 1972 se pusieron en servicio los dos primeros edificios de la unidad. En el mismo año de 1970, en el mes de junio, Modesto se enteró de que un grupo de estudiantes recién egresados de preparatoria, realizaron un movimiento estudiantil para solicitar al rector la creación de la Escuela de Medicina. Poco a poco el grupo de jóvenes que ya cifraba en número de 50, incrementó sus presiones a tal grado que las autoridades universitarias tuvieron que ceder a la creación de la escuela. Modesto, ya de 32 años de edad y con cuatro hijos de 10, 8, 6 y 4 años y con una esposa que mantener, no se animó a participar con ellos, sólo le quedó recordar que él soñó con ser médico. Por más de tres meses la inquietud no lo dejaba dormir, pero una noche comprendió que sus años de juventud ya habían pasado y que no le quedaba otro camino más que su sueño lo debía realizar años más adelante en alguno de sus hijos. La Escuela de Medicina de la Universidad en Mexicali inició clases en enero de 1971, gracias al exitoso movimiento que realizaron un grupo de jóvenes quienes fueron los primeros alumnos y posteriormente los primeros médicos generales egresados de la UABC. No era la primera vez que Modesto se enteraba de las movilizaciones de los estudiantes para lograr objetivos concretos para el beneficio del estudiantado en general. Algunos de estos fueron para la integración y funcionamiento del Consejo Universitario (1962); para el nombramiento de rector definitivo (1966); para obtener plazas para egresados de Pedagogía (1969), para la obtención de terrenos para la Universidad en Ensenada (1969), Mexicali (1970) y Tijuana (1971). 11 12 4 Años después, las movilizaciones de estudiantes se intensificaron y realizarían acciones exitosas para la creación de más carreras, más terrenos, mayor subsidio económico, mejores laboratorios, bibliotecas y autobuses para el transporte estudiantil, mejor servicio y menor costo en los autobuses urbanos de pasajeros y muchos otros beneficios más para los alumnos, los maestros, la propia Universidad y la sociedad en general. Por más de dos décadas la UABC creció al amparo de las movilizaciones y presiones de los alumnos. Para cuando el primer hijo de Modesto (Modesto Segundo) le comunicó a su padre que quería estudiar medicina en la UABC, ya la Universidad había pasado por una época de crecimiento físico y una ampliación de su oferta de carreras. En el año de 1972 la Escuela de Ingeniería creó la carrera de ingeniero mecánico electricistas, y en 1973 la de ingeniería civil. Ese mismo año se creó la carrera de licenciado en derecho; en 1974 la carrera de ingeniero zootecnista en la Escuela de Ciencias Agrícolas y la Escuela de Medicina Veterinaria. En 1977 se creó la Escuela de Odontología y en 1978 la Escuela de Ciencias de la Educación. En lo referente a su crecimiento físico, a partir de 1970 se iniciaría un programa intenso de construcción que comprendió la Unidad Universitaria con un incremento a dos edificios, en 1972, y a más de diez edificios en 1983; se adquirió terreno para la Escuela de Medicina y se le construyeron tres edificios; en el ejido Nuevo León se integró la Escuela de Ciencias Agrícolas con más de siete edificios; para la Escuela de Odontología se obtuvo un terreno y se le construyeron cinco edificios entre 1977 y 1983. La Escuela de Ciencias de la Educación, en el mismo periodo, recibió un terreno en donación y se le construyeron cinco edificios. Estas acciones sólo en Mexicali. En Tijuana y Ensenada hubo un crecimiento también muy importante. En ese año de 1983 ya la Universidad era un orgullo de los bajacalifornianos, una de las mejores del país, estable, con excelentes instalaciones en Mexicali, Tijuana, Ensenada y Tecate; se habían desincorporado las escuelas preparatorias para crear el Cobach (1981), tenía una oferta muy amplia de carreras, realizaba un número importante de proyectos de Ídem, p. 87. La Escuela de Pedagogía funcionó en la Escuela Benito Juárez que le fue prestada a la Universidad. El resto de las escuelas rentaban locales; Ingeniería y Arquitectura por la avenida Cristóbal Colón y Justo Sierra, Ciencias Sociales en calles B y Lerdo, y la Escuela de Contabilidad en Justo Sierra y Zaragoza. investigación y sus programas de extensión universitaria y difusión de la cultura eran las más amplias y mejores en todo el estado, a pesar de haber pasado por diversas crisis, la más grave, la definición de las relaciones laborales con sus trabajadores que ocasionó que de noviembre de 1980 a febrero de 1981 padeciera casi tres meses de huelga. Afortunadamente para la Universidad se le resolvió favorablemente, motivo por el cual a partir de ese año de 1981 ha gozado un clima de estabilidad y gobernabilidad, mismo que le ha permitido crecer académica y físicamente en armonía. En abril de 1983 Modesto Segundo presentó el examen de selección para su ingreso a la escuela de medicina, pero no corrió con suerte y al no ser seleccionado optó por estudiar ingeniería civil, carrera a la cual era más fácil el ingreso por no ser tan demandada. A Modesto lo embargó la tristeza, pero como la esperanza es lo último que se pierde, pensó: ¡mi nieto sí será médico! Por ese motivo, siguió su vida sin descuidar las noticias que los diarios comentaban sobre la Universidad. De ese modo se enteraba de su continuo progreso. Los mejores años de la Universidad estaban por venir en las décadas de los ochenta y noventa, más y mejores instalaciones físicas, una extensa oferta de carreras a nivel licenciatura, el posgrado se consolidó con la creación de maestrías y doctorados, la investigación científica se arraigó en la UABC con institutos de investigación en todo el estado. En Mexicali se fortalecieron los institutos de investigaciones Sociales (1980), Ingeniería (1981), Agropecuarias (1989) y Ciencias Veterinarias (1989). Nuevas unidades académicas y nuevos edificios consolidándose a tal grado que la llegada del siglo XXI lo recibió siendo una de las mejores del país y para el año 2006 se convirtió en la universidad pública estatal 1973. A la derecha, la Escuela de Medicina. A la izquierda el Hospital General, todavía en construcción. 1973. El primer edificio de la Escuela de Medicina recién construido. 1973. En el Laboratorio de Fisiología. De izquierda a derecha: Yolanda Ibarra Hernández, maestro y doctor Daniel Valtierra Guerra, Rafael Martín del Campo, Amalia Chaidez, atrás, José Espinoza Astorga. 5 Reunión celebrada el 23 de noviembre de 1971 previo al arranque de clases de la Escuela de Medicina. En la foto destacan José Espinoza Astorga, Ramón Acosta Mendoza y Rodolfo Villaseñor que junto con Jaime Hurtado de Mendoza liderearon a los estudiantes en el propósito de crear la escuela. El licenciado Rafael Soto Gil rector que autorizó la creación de la Escuela, doctor Jaime Fuentes comisionado de la Asociación de Facultades de Medicina y el rector electo ingeniero Luis López Moctezuma quien implementó el arranque de clases de la Escuela. número uno en el nivel nacional, al obtener constancia de tener todos sus programas certificados con excelente calidad. El aumento de alumnos en todas sus escuelas se incrementó al ser preferida por los jóvenes no sólo de todo el estado, sino también de los estados vecinos. Modesto Tercero nació en 1988 y desde niño decidió que iba ser médico y, por supuesto, se lo comentaba frecuentemente a su abuelo Modesto. Pero además, desde la escuela primaria hasta el bachillerato había sido un excelente alumno. En el semestre febrero-junio de 2006 estaba por terminar bachillerato y decidió realizar todos los trámites que establecía la Universidad para inscribirse en la carrera de médico general. En abril presentó su examen de conocimientos y al recibir su resultado no pudo esconder su felicidad ya que obtuvo 662 puntos (sobre 800) y se había informado que arriba de 650 era seguro que saldría seleccionado. Se lo comentó de inmediato a su padre y a su abuelo Modesto. 6 La desilusión de los tres Modestos, abuelo, padre y nieto, vino cuando en julio revisaran la lista de seleccionados y su número de ficha no apareció en la publicación de los resultados. Su abuelo y su padre se decepcionaron, Modesto Tercero no perdió para nada la esperanza, les dijo: no se preocupen el próximo año sí me seleccionarán, voy a estudiar todo este año para ser el mejor examen de selección. Al ver la tristeza de su abuelo Modesto, le dijo ¡No te pongas triste abuelo, yo voy a ser médico! Con la aprobación y el apoyo de sus padres, todo ese año de 2006 se preparó para presentar el examen en 2007. De nueva cuenta realizó todos los trámites requeridos por la Universidad y en el mes de abril, de nuevo, presentó el examen de conocimientos. Al recibir el resultado, su ánimo decayó. Había obtenido 648 puntos, menor puntuación que el año anterior. Con pena y tristeza se encaminó a la casa del abuelo Modesto, ¡pensando qué le diría sobre el resultado del examen! El primer edificio de la Escuela de Medicina, construido en 1973. La foto es de 1982. Meditando y triste llegó a la casa. No había nadie y entonces se dirigió a su casa con sus padres. A ellos les diría la verdad. Sabía que lo más probable era que no resultara seleccionado. Al llegar no tuvo tiempo de decirles nada. Lo recibieron con los ojos llorosos diciéndole: ¡al abuelo Modesto le dio un infarto y acaba de morir! Qué mayor tristeza que la noticia recibida, él era el nieto que más se había identificado con su abuelo. Su pena la soportó solo; atendió los servicios funerarios, y posteriormente pasó casi tres meses triste, serio, meditabundo, pensando qué decisión tomar: trabajar o estudiar otra carrera; ninguna de las dos le convencía. Pero no hay fecha que no se llegue ni plazo que no se cumpla. Llegó el día de la publicación en los diarios de los resultados del examen de selección en la Universidad. Ese día, 22 de julio de 2007, Modesto Tercero revisó en el diario La Crónica, la lista de los alumnos aceptados en la Universidad, centró su mirada donde decía Escuela de Medicina, casi al final de la lista de los números de fichas de los alumnos aceptados, apareció el número 6632; lo miró en tres ocasiones, revisó el número en su ficha y comprobó que estaba correcto, la emoción hizo que se le humedecieran los ojos, se calmó y sin decir nada a nadie fue a buscar a su papá, que ese día no trabajaba porque era domingo, le pidió el automóvil prestado y ya en el auto se dirigió por la calzada Aviación rumbo al aeropuerto, pasando el puente de la Colonia Abasolo se desvió hacia el cementerio Jardines de la Esperanza, estacionó el automóvil y caminó hasta una tumba, cuya placa decía Modesto García López 19382007. Por un buen rato se quedó serio frente a la lápida, con lentitud sacó el periódico y mostrándoselo a la placa, como si ésta pudiera mirarlo, le dijo: ¡abuelo, voy a ser médico! 7 Ecos del Bicentenario y del Centenario L etra clara, delineada. La mano esculpe la obra de arte... con proporciones casi míticas, simbólicas… estas grafías la acompañaban en el transcurso de su vida. ¿Por qué no quererlas? Así se escribía Zara Sosa. El trazo perfecto del contorno de cada letra le revelaba historias insospechadas, conversaba con las palabras, con la letra dibujada. Zara Sosa,mi abuela. El 23 de agosto de 1873, siendo alumna de la Escuela Nacional de Santo Tomás, fundada en 1859 por Eliseo Schieroni, Zara Sosa recibió una mención honorífica por su capacidad lectora; el reconocimiento se lo otorgó José María Villagrana, subjefe político de la frontera. Por aquellos años Santos Silva Cota* la capital del Partido Norte de Baja California se encontraba en Santo Tomás. En los inicios del siglo XX, época en la que empezaba a manifestarse el descontento hacia las clases dominantes, época de turbulencia política, el año de 1902 el panorama no era gris para Elvira Cota, una adolescente de catorce años, quien recibía, precisamente de manos del presidente de la república don Porfirio Díaz, el Primer Premio por su aplicación, que acreditaban sus calificaciones que obtuviera en el curso de primer año superior en la Escuela Primaria Superior número 1 de Ensenada, Baja California. Para Elvira este premio debió representar días de gloria que se verían reflejados en * Rector de la Universidad Autónoma de Baja California de 1959 a 1966. Actualmente es integrante del Centro de Estudios sobre la Universidad, UABC. 8 su personalidad, pues ella siempre se caracterizó por su sencillez,sensibilidad y pasión por la educación y por las artes, de manera especial, por la pintura y por la música clásica. Elvira Cota Silva nació en 1888 en Ensenada, Baja California. Fue maestra en la Escuela La Corregidora. Trabajó en la delegación de Instrucción Pública, ahí conoció a quien sería su esposo, el profesor Andrés Silva Vite. Cuando nos remontamos a los acontecimientos ocurridos durante el periodo de la Independencia de México, cuando se habla de los héroes que nos dieron patria, de los revolucionarios, de los “rebeldes”,de los “radicales”;cuando rememoramos las estampas impresas en los libros de Historia en las que orgullosos destacan los bustos de don Miguel Hidalgo, de Morelos de Doña Josefa Ortiz de Domínguez,el ambiente se percibe con cierto aire nostálgico por la efervescencia de aquellos sucesos. Desde hace más o menos dos años, en nuestro país mucho se ha hablado sobre los festejos del Bicentenario de la Independencia de México y del Centenario de la Revolución Mexicana. De parte de las instituciones educativas han surgido convocatorias para que tanto historiadores, escritores, y ciudadanos en general vuelquen en el papel, en términos narrativos o ensayísticos, sus saberes e inquietudes por estos conocimientos. En Baja California, mi estado, estos dos acontecimientos se enmarcan en estas celebraciones: Uno, el primero, firmado desde la subjefatura política de la frontera, en Santo Tomás, y el segundo firmado desde la Presidencia de la República, y que representan de manera significativa los festejos del Bicentenario de la Independencia de México y del Centenario de la Revolución Mexicana, particularmente para quien esto escribe. 9 Breve historia del algodón en el delta mexicano del Río Colorado E n el estado de Puebla en el valle de Tehuacán, los científicos han descubierto fragmentos de fibra y capullos de algodón que tienen más de 7000 años. Quizás algunos cientos de años antes de que los primeros españoles pasaran por su territorio en 1540, los indígenas Pima cultivaban algodón en las orillas de río Gila cerca de donde está actualmente la ciudad de Phoenix, Arizona. Pero, aparentemente, los yuma, los cucapá y otras tribus que vivían en el delta del Colorado nunca lo cultivaban y no hemos encontrado evidencia firme de cuando empezaron a crecer las primeras plantas de algodón en ese valle. Sin embargo, ha existido un lugar conocido como Los Algodones. ¿Desde cuándo?, no sabemos. Tampoco sabemos el porqué lleva ese nombre. Mi teoría, muy particular, es que en las frecuentes inundaciones del río Gila, capullos de algodón, con sus semillas, fueron traídos por las aguas desde los sembradíos de los Pimas hasta el entronque del Gila con el Colorado, y río abajo donde quedaron naufragados en las ricas tierras del delta. Ahí brotaron voluntariamente como hacen, con mucha facilidad, las semillas del algodón. Después, algún español, sea padre, soldado, o colono, quizás en tiempos del padre Garcés y el capitán De Anza, vio esas plantas y puso ese nombre a una ranchería de los Yumas.1 No hay nada en qué sostener mi teoría, pero alguien que hablaba castellano debió de haber bautizado el lugar con el nombre de Los Algodones. James Griffin* La fecha más antigua en que he encontrado mención del pueblo de Algodones, es el 8 de enero 1851, cuando el Mayor Samuel P. Heintzleman apunta en su diario que algunos de sus paisanos cruzaron el Colorado en “Algodones” en su ruta a Sonora para comprar borregos. El Mayor había sido enviado con sus tropas al entronque de los ríos Gila y Colorado para establecer un campamento y después un presidio al que se le llamó Fuerte Yuma. Heintzelman estuvo ahí hasta fines de diciembre 1853. Durante su estancia hizo varias excursiones por el delta mexicano, pero no mencionó haber visto plantas de algodón. Años más tarde, en 1873, el Gobierno mexicano mandó al ingeniero Jacobo Blanco a explorar el delta e investigar las actividades en esa área, ya que los estadounidenses tenían barcos corriendo desde la desembocadura hasta Yuma. También en la desembocadura en territorio mexicano, habían establecido el rústico puerto Santa Isabel.2 En su reporte, Jacobo Blanco menciona que los indios sembraban pequeñas áreas de melón, calabaza, frijol y maíz. Además comenta que la opinión generalizada es que el algodón sería un cultivo ideal para esas tierras, pero que él no ha visto estas plantas ni piensa que han sido sembradas. Continuaba diciendo, En el área llamado Algodones yo no vi, no oí, de una planta que podía satisfacer esa denominación. El Sr. Martínez, quien * Miembro de la Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali” A.C. 1 Según un articulo de Carlos Alberto Gutiérrez Aguilar en la revista El Río, año III, número 7, el teniente inglés Robert Hardy visitó el bajo delta del Río Colorado en 1826. En sus contactos con los cucapá estos indígenas le regalaron en otras cosas, “algodón en rama”. Y aunque el ramal del Colorado donde su barco, La Bruja, quedó varado por casi un mes, lleva todavía hoy su nombre, el teniente no llegó ni cerca al sitio del actual Los Algodones. Sin embargo, ese regalo que él recibió de los cucapá nos permite pensar que posiblemente crecían matas de algodón en el delta por aquellos años. 2 Información referente al reporte del ingeniero Blanco fue traducida del artículo de Álvarez, Document No. 35: A Map Maker’s Story of his Journey from San Diego to the Sea of Cortes, San Diego, The San Diego Corral of Westerners, Brand Book, núm. 5, 1978, p. 130. El reporte del ingeniero Blanco fue escrito en español y Álvarez hizo la traducción al inglés para el artículo citado. 10 actualmente está encargado de la posta Burk, (que se encontraba cerca de actual poblado Tecolotes, nombre recientemente cambiado a Benito Juárez) ha sembrado algunas semillas de algodón y aunque las plantas son muy pequeñas, hay indicios de que van a madurar. ¿Podemos especular que esas pequeñas plantas del señor Martínez fueron las primeras sembradas intencionalmente en el valle de Mexicali-San Luis? Es posible que hubiera algunas siembras en el valle en los años siguientes pero no hemos encontrado evidencia de ellas. Lo que sí sabemos es que cuando abrieron tierras en el Valle Imperial en 1901, regándolas con agua de Río Colorado que les llegaba por el canal Álamo en territorio mexicano, el algodón fue una de las siembras que experimentaron con éxito. Para 1904 y 1905, la Colorado River Land Company, conocida después como La Colorado, había comprado del mexicano Guillermo Andrade casi todas las tierras cultivables del delta mexicano. Al principio parte de esos terrenos fueron dedicados al pastoreo de ganando vacuno y a la cría de caballos y mulas, pero no tenemos evidencia de que se cultivara algodón en esos primeros años. Las inundaciones que empezaron en 1905 y no terminaron hasta 1907 cubrían, por buena parte del año, muchos de las tierras en la parte norte del delta y también causaron la suspensión de la construcción de la vía de ferrocarril que habían empezado a instalar entre Mexicali, Algodones y Yuma. Fue hasta 1909 cuando terminaron esa obra. Una vez puesto en operación el ferrocarril Inter-California, quedaron comunicadas muchas tierras en la parte norte del valle y con ello empezaba el desarrollo de actividades agrícolas. En su libro, El valle de Mexicali y La Colorado River Land Company, publicado por el UABC; Dorothy Kerig nos dice: La flor del algodón. La bellota del algodón. La mota del algodón. 11 En la temporada 1910, La Colorado rentó 600 hectáreas a uno de sus capataces, William Brandenberg [...] para probar la aptitud de las tierras para el desarrollo agrícola. Brandenberg sembró algodón en parte de ellas y quedó tan complacido con el resultado que planeó dedicar dos terceras partes de esas tierras al mismo cultivo al año siguiente Kerig nos indica que La Colorado, cuyos inversionistas eran promotores de bienes raíces; esperaban levantar una vibrante comunidad de agricultores comerciales independientes que se desarrollarían naturalmente a medida que a su alrededor crecieran industrias afines. Fue con esa idea que en 1910 La Colorado decidió vender 13 000 hectáreas de tierras selectas en la que estaban dos de las estaciones [aparentemente Hechicera y Bataques] de la nueva línea de ferrocarril. Se esperaba que los compradores subdividieran y colonizaran esa extensión, por medio de ventas y alquileres, y establecieran así el núcleo de pequeños agricultores y rancheros que, según se creía, desarrollarían diversas empresas agrícolas e industrias relacionados en el valle de Mexicali. John Cudahy, de una firma empacadora de carne de Chicago, compró la mitad de esa extensión y en 1911 inicio un extenso plan de desarrollo que incluía el cultivo de algodón. Para resolver la escasez de mano de obra, Cudahy planeó importar grandes contingentes de jornaleros chinos y utilizar también la más moderna maquinaria para ahorrar mano de obra. Entre las industrias agrícolas que Cudahy esperaba ver crecer se contaba molinos de harina, enlatadoras, procesadoras de lácteos, ingenios azucareras, elaboradores de vinos, curtidurías, fabrica de arneses, de sillas y de cajas. También despepitadoras de algodón, refinerías y molinos. Todo eso apenas había empezado cuando otros factores, como la revolución en México y la invasión de los elementos de Ricardo Flores Magón a Mexicali el 29 de enero 1911 desanimaron a los potenciales colonos-agricultores a comprar las otras 6 500 hectáreas en venta. No se sabe con exactitud por qué se retiró Cudahy del valle de Mexicali, y tampoco sabemos qué tanto de su proyecto se realizó, aunque parece que fue relativamente poco. Hay indicaciones de que él fundó la Hacienda Hechicera, que luego fue colonia y actualmente es parte del ejido Hechicera. 12 Su nombre quedó en una compuerta, la llamada Cudahy Check, que desviaba agua desde el canal Álamo rumbo a ese y otros ranchos. A partir de 1912 la información que tenemos sobre las siembras y producción comercial de algodón en el valle es confiable. En ese año sembraron doce hectáreas y se cosecharon quince pacas. De ahí empezó a crecer el área sembrada y la producción de pacas. Para la cosecha de 19201921 sembraron cincuenta mil hectáreas y se produjeron setenta y nueve mil pacas. En los primeros años, el algodón hueso que salía de los campos del valle, fue llevado a Caléxico para ser convertido en pacas de fibra de algodón y semilla del mismo, pero, en 1916, la empresa Globe Mills estableció la Compañía Algodonera de Baja California, S. A., la primera despepitadora en Mexicali. Estaba localizada cerca de la estación del ferrocarril InterCalifornia en lo que es ahora el Centro Cívico de Mexicali. Esta empresa existe todavía y es propiedad de la familia Sada. Actualmente las plantas despepitadoras de la empresa están en el valle, cerca de donde estaba la estación Pólvora del Ferrocarril Inter-California. En 1919, también en lo que es el Centro Cívico, fue instalada la segunda despepitadora con la razón social de Mexican Chinese Ginning Company, S. A. Posteriormente, el nombre fue cambiado a Despepitadora de Mexicali y fue relocalizada enfrente y al otro lado de lo que es el bulevar López Mateos, y donde está actualmente el Teatro de Estado. Esta empresa, que la gente del pueblo seguían llamando La Chinesca, trabajó con mucho éxito hasta los años de 1970. En 1920, la empresa, National Gins, S. A. fue constituida, pero sobre esta empresa tenemos poca información, que aparentemente desapareció en pocos años. Entre 1922 y 1923, una filial de La Colorado, la Lower California Ginning Company instaló cuatro despepitadoras en parte de los terrenos que eventualmente ocuparía la Compañía Industrial Jabonera del Pacifico que absorbió esas despepitadoras. De allí en adelante, con altas y bajas, hasta los años de 1970, el algodón era la base de la economía del valle de Mexicali-San Luis, y responsable del desarrollo inicial de Mexicali, de San Luis y de los otros pueblos. Sigue siendo uno de los cultivos más importante en el valle gracias a la dedicación y persistencia de los productores y las empresas relacionadas a esa agroindustria. El esclavo James Griffin* S oy un esclavo. No siempre he sido esclavo, ni lo seré para toda la vida. Nací en las montañas cubiertas de nieve y de hielo, y caminé sin impedimentos, legua tras legua, entre cañones, sierras y desiertos hasta llegar a tierras bajas y hasta el mar. Entonces el hombre me hizo su esclavo. Hoy hago lo que me dice el hombre, voy por donde él me indica, hago sus trabajos. Pero no será así eternamente. Fue en las tierras bajas donde el hombre empezó a ponerme sus cadenas al robar parte de mis recursos para mandarlos al norte. Yo estaba contento con mi ruta hacia el sur, que había seguido por algún tiempo, pero conocía también el camino rumbo al norte ya que lo había recorrido más de una vez por largas temporadas. Entonces, pensando en que la vía a norte era fácil, y parte de mis fuerzas habían sido desviadas, decidí cerrar la ruta sureña e irme al norte con toda mi potencia. Al hombre no le gustó eso y de inmediato empezó a trabajar para forzarme a llevar la mayor parte de cuerpo otra vez al sur. Yo nunca había dejado que nada obstaculizara mi marcha y, en consecuencia, cuando querían forzarme a regresar al sendero abandonado, fui tenaz y resistí con toda mi fuerza. Pero el hombre estaba también muy terco y la resistencia que yo ofrecí contra sus esfuerzos de exigirme que fuera por donde él quería, eran noticias en sus periódicos y revistas y costó la labor de muchos hombres y el empleo de mucha de su maquinaria, por más de dos años. Al fin el hombre ganó y por primera vez yo sufría las cadenas de su obra. Los hombres estaban felices e incluso se autocongratularon, diciendo que yo nunca sería libre para ir a donde yo quisiera. * Pero se equivocan y aunque me podría tardar mucho, y de acuerdo a como ellos miden el tiempo, yo llegaré a ser libre nuevamente para partir montañas como antes, y volveré a crear deltas para cerrar un brazo del mar. El hombre me conoce como el Río Colorado, y piensa que yo seré su esclavo para siempre porque me ha encerrado en 1936. Presa Hoover en el Río Colorado, ubicada en Nevada, Estados Unidos de América. Miembro de la Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali” A.C. 13 1950. Presa Morelos, sobre el Río Colorado en Baja California, México. mis cañones, atrás de enormes presas que él construyó. Él ya usa mis fuerzas como quiere, pero no sabe qué tan paciente soy yo. Para mí, cien años no es más que un “tic” que hace su reloj. Estoy trabajando para ganar mi libertad, aun cuando él esté inventando nuevas tareas para su esclavo. Dentro de unos diez mil años, o quizás nada más, en unos mil, yo habré llenado con azolve los grandes lagos que están atrás de sus presas y habré empezado a destruir las mismas presas. Moler esas masas de concreto y de acero, para mí no representa tanta dificultad, ni me tomará mucho tiempo como en el pasado, cuando hube de cortar por el espinazo granítico de la tierra para formar el Gran Cañón y los muchos otros cañones vastos que hice. Sí, seré libre de nuevo, después de haber sido esclavo del hombre, aunque él piense que es para siempre; por mi manera de medir el tiempo para mí no será mucho. 14 Tomado y traducido del artículo “Cuando el Valle Imperial luchaba por su vida”, escrito por Robert L. Sperry y publicado en The Journal of San Diego History, invierno de 1975, Volumen 21, número 1. Este pequeño cuento, aparentemente escrito por Robert Sperry, sirve de introducción para una interesante historia de las circunstancias de la inundación de buena parte del delta del Río Colorado y la creación del lago Saltón Sea en los años 1905 al 1907. Según una nota al final del artículo, Sperry era dueño y operador de ranchos y negocios agrícolas cerca de Calipatria, en el Valle Imperial. Su ingeniería de innovaciones y mejoras en el equipo agrícola contribuía grandemente al desarrollo del Valle Imperial. Poseía un interés genuino por la historia, y después de su retiro, participó en actividades relacionadas con la historia del valle y escribiendo y publicando algunos artículos. Una foto. Una historia Austreberto Silva Olivares* 1955. En esta fotografía aparecen reunidos profesores de la En el prefacio de su libro dice: Escuela Normal Urbana Fronteriza de Mexicali con motivo de celebrar a los autores del primer libro de Geografía Al concursar en el Certamen convocado por la para las escuelas primarias. De izquierda a Dirección de Acción Cívica y Cultural del Gobierno derecha: Gabriela Delgado de Talamantes, el Estado, para escribir un texto de Geografía ingeniero José G. Valenzuela, ganador, profesora para uso de las escuelas primarias, se ha puesto Georgina Álvarez Padilla, ganadora, América muy especial interés en expresarse en un lenguaje Oropeza Meza y Virginia Navarro de Vargas. El sencillo y al alcance de los alumnos de 3º y 4º años libro se publicó en Baja California en 1955. de primaria; como profesores de la escuela Normal El ingeniero José G. Valenzuela impartía la Fronteriza de Mexicali, trabajamos con el espíritu clase de Cosmografía y la profesora Georgina del lema de nuestra escuela, que es el mismo que Álvarez Padilla, la clase de Geografía. El usamos en el Certamen y que es: “Pensamiento y Certamen convocado por la Dirección de Acción Acción al Servicio de México. Portada del libro Cívica y Cultural del Gobierno el Estado para escribir un texto de Geografía para uso de las En 1960 se publicó la segunda edición. escuelas primarias. * Miembro de la Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali” A.C. 15 H I ST O R I A S D E LO C O TI D I A N O Cuando de compras se iba al “pueblo” Miguel Esteban Valenzuela Robles* N La creciente población trabajadora de Mexicali fue ada puede resultar más extraño que la conducta constituyendo una clase media con buenos alcances en lo colectiva de los humanos. Así observamos cómo económico y que se traducía en la mejoría y en el bienestar el colectivo adquiere una rutina casi similar material de la familia; por eso, era muy importante “ir al en sus hábitos y formas de convivencia, producto de su pueblo” a comprar lo que se ocupara en casa. Esa identidad que cotidiana relación y de su constante deseo de superación y “el pueblo” emanaba se debía a que Mexicali estaba creciendo progreso. En el caso de Mexicali, su inicio como ciudad está y la población lo estaba notando cuando los traslados al pueblo demarcado por una difusa declaratoria de su fundación, aun se hacía cada vez más cortos. Esto se empezó a notar porque cuando se estableció gracias al esfuerzo de un conjunto de en el trayecto entre “el pueblo” y la colonia o el ejido, cada familias, comerciantes, inversionistas y buscadores de una vez había más construcciones que invadían aquella sensación mejor vida. Así se formó aquel poblado que poco a poco de aislamiento que irradiaba “el pueblo”. concentraba todas las actividades de la región, cuando por Así las cosas, en “el pueblo” lo más moderno eran los región, era obligado referirse a la actividad agrícola del valle edificios de la mueblería El Campesino o el de La Metralla, de Mexicali y de sus poblados. con todo y Don Pancho y sus comandos. Allí las compras Los habitantes de esos poblados venían “al pueblo” de también eran de cosecha a cosecha, como lo anunciaba la Mexicali por la visita médica, por el trámite o gestión de Mueblería Monterrey. Y qué decir de la compra de uniformes gobierno. Venían también al banco o a buscar una refacción y camisas para el trabajo, bastaba con visitar a Don Manuel, para la maquinaria o para el automóvil. En fin, venir al porque “si es de Don Manuel… tiene que ser bueno”. Para pueblo representó, para muchas generaciones, la aventura estos menesteres también se iba a la Campana (donde usted por las compras, por el descubrimiento casi lúdico del estreno siempre gana) o a las famosas Tres B. También estaban del nuevo uniforme escolar, por los materiales para ampliar la casa; por la chamarra o los zapatos que se estrenarían en Navidad. Venir a comer al pueblo, significaba, además, tomarse un café o una fría cerveza Mexicali antes de retomar el camino a casa, fuera en el automóvil familiar o en el acostumbrado camión de los que Miguel Gutiérrez operaba para atender al valle. Pero las compras no sólo eran para los de fuera. Efectivamente, los habitantes de la colonia Industrial, así como los de la Pro-Hogar, los de Pueblo Nuevo, los de la Nueva Esperanza, también “iban A mediados de los años de 1960, el bullicio que había en la calle Morelos se debía en gran parte al pueblo”. a las actividades bancarias y otros comercios, como mueblerías y tiendas de ropa. *Miembro de la Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali”, A. C. Correo electrónico: [email protected] 16 En esa misma acera estaban la Mueblería Mexicali, el Cinema Curto y la tradicional Nevería Blanca Nieves. La gente que venía al “pueblo” trataba de economizar tiempo y, por supuesto, dinero; en una sola visita se procuraba realizar todas las compras posibles. De esta manera, las familias o el ama de casa acudían al centro con una rutina ya definida y con su lista de pendientes, y una vez cumplida la faena, se premiaba a los acompañantes con una rica nieve, un agua fresca o una coca cola (de las de botellita); si el presupuesto lo permitía, la familia comía en alguna lonchería o La avenida Reforma rematada por la catedral, cuando en ambas aceras el bullicio comercial restaurante. daba vida al “pueblo” hasta entradas horas de la tarde. Otro de los motivos para ir al “pueblo” era la posibilidad de ir al cine, con esa ilusión de ver una película, había sobrada oferta en “el pueblo”. Se ha mencionado al Cinema Curto, pero también estaban avecindados en “el pueblo”, el cine Bujazán, el cine Lux el cine Cali y el cine Reforma; las opciones eran amplias y la programación de cartelera para todos los gustos. Eran los tiempos de permanencia voluntaria, de dos o tres películas por un solo precio y de los sábados y domingos de matinée; cuando al entrar se obsequiaba uno de esos abanicos de cartón con la foto de En la calle Altamirano, el comercio, así como las loncherías, siempre fueron puntos de artistas y que tomaron el mote de los reunión para la compras. “Pedro Infante”, los que abanicando y abanicando daban un respiro cuando el verano nos recordaba la geografía local. las Tienda Delta y las Tiendas de ropa Ley, donde usted En “el pueblo” se unían todas las expresiones de la simplemente decía “me lo llevo”. naciente identidad de los mexicalenses, los que empezaban Esta cotidianeidad de consumo en el “pueblo” tenía a reconocer que su ciudad daba los inicios para constituirse sus códigos no escritos. Por ejemplo, si usted andaba cerca como la capital de un estado tan progresista como ha sido de catedral, podía comprarse el disco del momento en el Baja California. “auténtico mercado de discos” del Capitán Belloso, o tomarse En este proceso, el centro de la ciudad fue adquiriendo la foto en esa presente Foto Rex de la señora Herlinda Robles, su connotación inmediata como gran receptor de la vida o cruzarse y comprar un juguete en la miscelánea La Japonesa, ciudadana, transformando cada instante personal o familiar, pasar por su recién reparado reloj en la joyería La Princesita y en una gran experiencia de identidad. Así, compradores, disfrutar una rica torta de lomo en Los Tres Cochinitos. 17 visitantes y empleados en los comercios de “el pueblo”, eran todos conocidos o, por lo menos, referenciados. Casi todos sabían qué encontrar y en dónde, incluso en ocasiones se podía conocer con anticipación hasta el precio del producto. En esos años era común la compra de zapatos en los comercios de “el pueblo”. El buscador o buscadora de calzado armaba una verdadera excursión y saltaba de la tiendas de Calzado Canadá a las Tres Hermanos o a los comercios de chinos donde siempre se ha vendido calzado. También la compra de papelería empezó a ser cotidiana en la vida de “el pueblo”. Si el material escolar no estaba en Mevalza, rápidamente se movían hacia los comercios de la Papelería González o a los escritorios que atendían frente al edificio de correos. El comercio local cumplía así, su primordial función, proveer productos y servicios. Este episodio de la historia local, debió cerrarse entrando los años de 1980. En esa década los modos y costumbre de consumo empezaban a dar cabida a los nuevos gustos de una generación que empezaba a tomar un rol más importante en la vida local. Así “el pueblo” fue siendo tiempo pasado. Los locales comerciales cerraban ante el embate de los nuevos centros comerciales. Plazas con nombres de moda, “malls” estilo estadounidense, pero sobre todo, el crecimiento explosivo de la ciudad, dieron cabida a una nueva forma de consumo y a una nueva forma de convivencia cuando de comprar se trata. El ir al “pueblo” ya no representó algo emocionante, sino aburrido. Ya nadie quiere ir al “pueblo” porque simplemente ya no hay comercio establecido. Un sinnúmero de problemas de infraestructura y de orden jurídico y político, han transformado el viejo “pueblo” en una esfera de suciedad, delincuencia y recuerdos. 18 Sobre el bulevar López Mateos todo era comercio: desde la calle México hasta la confluencia con la garita internacional. El ajetreo, la gente tras de su camión urbano… así era la Chinesca; en esa zona las ofertas comerciales atraían a casi todo Mexicali. En la esquina de Altamirano y Madero la tradicional Papelería Mevalza: un icono del comercio mexicalense. El proyecto de Plaza La Cachanilla constituyó el inicio de la modernidad comercial en Mexicali. Sobre el proyecto original, La Cachanilla parecía casi imposible, al enfrentar una mentalidad comercial tradicionalista en le mexicalense. Plaza Fiesta, con menor acierto comercial que la Plaza Cachanilla, fue el segundo intento modernizado del comercio mexicalense. En su lugar se dio entrada a la modernidad comercial con la construcción de plazas comerciales estilo americano. La Cachanillla y Plaza Fiesta fueron los primeros conceptos de transformación comercial en Mexicali y lograron sobrepasar los intentos de los tradicionales centros comerciales como el Centro Comercial Sol, la anterior Plaza Universidad y otros más que buscaron aprovechar la nueva conducta de consumo en el mexicalense. Hoy en día la población acude a La Cachanilla y aprovecha la frescura de sus acondicionados pasillos, repletos de comercios. Calzado, ropa, alimentos, joyería, libros, papelería, discos y todos lo que usted ocupe comprar lo podrá encontrar en alguno de sus múltiples locales comerciales. El experimento de La Cachanilla comprobó que el mexicalense moderno aceptaría ese tipo de comercio y que haría lucir a la ciudad con un nuevo concepto consumo. El inicio de las plazas comerciales y, específicamente, de los malls cambió para siempre la fisonomía comercial del “pueblo”. Ahora, el centro de la ciudad ha dejado de ser al anfitrión de la aventura de compras; ahora vamos al Shopping y sin mayor problema le hemos cambiado por la modernidad de las instalaciones más cómodas, de las ofertas abundantes y de la mercancía más accesible, en otras palabras, hemos migrado parte de nuestra historia cotidiana para formar un nuevo relato. 19 Consecuencias de la guerra de Independencia en Baja California Yolanda Sánchez Ogás* L a guerra de Independencia no tuvo consecuencias militares en Baja California ni en Alta California, que entonces pertenecían a la Nueva España. Los efectos fueron económicos porque los alimentos, ropas, salarios y otros apoyos que se enviaban a los soldados de las misiones se suspendieron durante los once años de la guerra. En cambio, causaron gran temor los barcos que merodeaban las costas de las Californias porque se temía que fueran fuerzas insurgentes con intención de atacar algunos puertos. Otro temor era que barcos extranjeros intentaran invadir esos territorios, aprovechando que el ejército novohispano se ocupaba en la lucha contra los insurgentes. Por ejemplo, desde hacía varias décadas los rusos realizaban viajes a las costas de Alaska. Después de varias incursiones al presidio de la Yerbabuena (actual San Francisco), Nikolay Rezanov recomendó al gobierno ruso la ocupación pacífica del norte de la Alta California. En 1808, aprovechando la invasión francesa a España y la debilidad del poder colonial de esta potencia por las guerras napoleónicas, los rusos fundaron una colonia a sólo 90 kilómetros al norte de San Francisco, en el actual condado de Sonoma, California. El fuerte Ross fue entonces poblado por soldados, cazadores y marinos rusos, aleutas, algunos polacos, nativos y criollos; en total un poco más de cien personas. Esta ocupación tenía por objeto la producción de alimentos para los pobladores rusos de Alaska y los navegantes que hacían largos viajes desde América a Rusia. La colonia funcionó hasta 1841, año en que fue vendida al todavía mexicano Sutter, pero los últimos rusos no salieron sino hasta 1842. A pesar de la cercanía del fuerte Ross, no hubo ningún intento de invasión a las misiones, en parte debido a la pobreza de los rusos de la colonia que apenas sobrevivían, y en parte por la lejanía de Rusia, que muy poco podía hacer para apoyar a sus colonos en cualquier intento de colonización. La actividad que más desarrollaron los rusos en costas peninsulares fue la pesca de nutrias. Los barcos rusos con pescadores aleutianos realizaban viajes frecuentes hasta las costas de Baja California para capturar nutrias y adquirir otros productos en las misiones. Aunque el comercio estaba prohibido, los recursos adquiridos por ese medio fueron un alivio a las penurias de misioneros y gobernantes. Otros barcos que merodeaban en las Californias causaron preocupación a los mexicanos. En 1812, José Manuel Ruiz, comandante de la Frontera acantonado en San Vicente, envió al gobernador una comunicación sobre la llegada del barco Mercurio a Ensenada de Todos Santos, de donde se retiró el 8 de abril para aparecer cuatro días después en San Quintín, sin realizar ninguna actividad. A la Alta California llegó también el pirata Hipólito Bouchard. Su llegada en 1818, con dos barcos y 280 hombres, causó alarma debido a la carencia de elementos de guerra y alimentos de los soldados. El pirata, francés migrante en Argentina, venía de las Provincias Unidas del Río de la Plata, donde el gobierno le había otorgado patente de corso para que atacara y saqueara barcos y puertos españoles en cualquier parte del mundo. * Cronista de Mexicali. Integrante de la Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali” A. C. 20 los misioneros se negaban a ceptar la independencia. Hubo carencia de alimentos. Bouchard atacó 16 embarcaciones y puertos de España. Al mando de la fragata Argentina y la corbeta Chacabuco atacó el puerto de Monterrey en Alta California el 22 de noviembre de 1818. Los californios se defendieron con cañones y se apoderaron de la goleta Argentina, pero dos días después fueron derrotados y Bouchard ordenó la destrucción del puerto. Únicamente respetaron las propiedades de personas nacidas en América. Después atacaron Santa Bárbara y San Juan Capistrano. De ahí los piratas marcharon a Isla de Cedros, donde permanecieron desde el 24 de diciembre de 1818 hasta el 17 de enero de 1819. La consumación de la Independencia Después de once años de guerra, el 27 de septiembre de 1821 se consumó la Independencia con la entrada a la Ciudad de México del Ejército Trigarante, bajo las órdenes de Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero. En Alta y Baja California, muchos pobladores se negaban a reconocer el hecho, principalmente los misioneros que poco interés tenían en independizarse pues se consideraban parte del gobierno español. Las misiones que aún se mantenían en funcionamiento siguieron igual que siempre. Por la lejanía y los escasos recursos, el nuevo gobierno independiente tampoco hizo mucho caso de Baja California durante varios meses. La llegada de navegantes extranjeros a las principales poblaciones de la península con el pretexto de alguna compostura a los barcos o para abastecerse de agua, leña o alimentos alertó al gobierno del Imperio Mexicano. A Agustín de Iturbide, emperador de México, empezó a preocuparle que fueran piratas en busca de botín que tuvieran intención de comerciar de contrabando o corsarios de otra nación que quisieran invadir territorio del naciente Mexico independiente. El 7 de julio de 1822 se juró la independencia. Por la noche se realizó un baile. 21 Vía del ferrocarril Intercalifornia Calle del ferrocarril Hospital Mexicali Casino El Tecolote Calle Mel Canal fronterizo Hoy avenida Madero Línea Inte Avenida Lerdo Mexicali en 1911 Garita Mexicali lgar Cerro Centinela Aduana de Caléxico Tanque de agua del ferrocarril en Caléxico Garita mexicana Caléxico ernacional N Calle Primera Calle Heffernan 1911. El poblado de Mexicali, en el año de la invasión magonista, contaba con aproximadamente 500 habitantes. La foto fue tomada desde lo alto del primer tanque de agua de Caléxico, al fondo se observa muy claro el Cerro del Centinela. La franja sin construir en Mexicali se debe a la disposición del gobierno federal de que no se construyese en una distancia de 100 metros a partir de la línea fronteriza; después se cambiaría esa disposición. 1821. Al consumarse la independencia de la Nueva España y convertirse en país independiente, México tenía una extensión de más de cuatro millones de kilómetros cuadrados, abarcaba las provincias de California, Nuevo México y Texas. En la guerra contra Estados Unidos en 1947 se consumó el despojo de más de la mitad de nuestro territorio (dos millones de kilómetros cuadrados). Mexicali no existía, inició su poblamiento en 1900. 24 Barcos chilenos atacan Loreto Especial preocupación generó en Iturbide la llegada del inglés Thomas de Cochrane a las costas de San José del Cabo cinco meses después de la consumación de la Independencia, en febrero de 1822. Cochrane era un insurgente que salió de Chile al frente de una escuadra con el objetivo de atacar, saquear y destruir todos los puertos en los que se mantuviera el dominio español. La escuadra formada por los barcos Araucano e Independencia, ambos con tripulación chilena, llegaron a La Paz, donde obligaron al gobernador a reconocer la Independencia de México. La tripulación del Araucano aún realizó algunos saqueos en Loreto antes de retirarse de las costas bajacalifornianas, pero su presencia fue considerada un peligro para la independencia del nuevo país. Iturbide decidió enviar al religioso Agustín Fernández de San Vicente a convencer a los misioneros y al resto de la población de que aceptaran y juraran la Independencia de México. La jura de Independencia en las Californias Al igual que en la península, en la Alta California había resistencia a aceptar la Independencia. Fue necesario que el inminente ataque de Cochrane se cerniera sobre las Californias para que se aceptara a la Junta Provisional Gubernativa y su decreto de jura de Independencia. El último gobernador de la Alta California española, Pablo Vicente Solá, los militares, sacerdotes y población en general, reunidos en Monterrey, California, juraron la Independencia el 9 de abril de 1822. José Manuel Ruiz, comandante de la Frontera de la Antigua California en San Vicente, realizó la jura de Independencia el 16 de mayo de 1822. Reunió a soldados y después de que presentaron armas se les informó el motivo de la reunión. Se convocó también a los pobladores de la misión y después de leer ante todos la declaratoria de Independencia, el Plan de Iguala, los Tratados de Córdoba y el decreto de la regencia del Imperio Mexicano y de la Soberana Junta Provincial Gubernativa, se hizo el juramento debido. Se concluyó con una salva y repique de campanas. Al día siguiente se realizó una misa solemne. En julio llegó a la misión de Loreto Agustín Fernández de San Vicente, comisionado eclesiástico y representante del gobierno de Iturbide, quien nombró jefe político interino a Fernando de la Toba. De la Toba realizó la jura de Independencia el 7 de julio de 1822, ceremonia que consistió en juramento solemne con repique de campanas y un paseo por la plaza y calles principales. Por la noche hubo un baile popular. Asistieron, además de los funcionarios, una comitiva del bergantín San Carlos de la Armada Imperial de México y todos los pobladores. Sin embargo, las misiones, exponentes del dominio español en Baja California, siguieron funcionando. En 1834 se fundó en la Baja California la última misión dominica, Nuestra Señora de Guadalupe, en el actual valle de Guadalupe. Su fundador, el padre Caballero, permaneció en ella seis años hasta que en 1840, una rebelión dirigida por el jefe kumiai Jatñil, con la alianza de cucapá, kiliwa y paipái atacó y destruyó las misiones de Guadalupe y Santa Catarina. Sólo quedó en funciones la misión de Santo Tomás hasta su clausura en 1849. Foto de portada: 1958. Avenida Reforma (antes Teniente Guerrero), entre calles Morelos y Altamirano. Destaca el Cine Bujazán, uno de los más lujosos de la ciudad, que vino a sustituir al viejo Cine Mexicali. Se observa la ferretería Cabañas y varios locales que regenteaban ciudadanos chinos. Al fonde se observa la Ferretería Mexicali. Los automóviles son modelos de 1950 ahasta 1957. 25 Revolución magonista de 1911 en Mexicali L a revolución maderista de 1910 inició sus acciones militares de manera paralela con otra alternativa de lucha dirigida por el grupo magonista y la Junta Organizadora del Partido Liberal Mexicano. Los liberales iniciaron su lucha contra el porfirismo años antes: desde 1906 estaban organizados en guerrillas de las que había 40 en todo el país, repartidas en cinco zonas. Baja California correspondía a la zona septentrional. Hubo intentos de lanzarse juntos, liberales y antireeleccionistas, a la lucha, pero la ideología liberal de una revolución socioeconómica y la idea de Francisco I. Madero de una revolución sólo política impidieron la unidad. La incorporación de Pascual Orozco a la revolución dirigida por Francisco I. Madero forzó a los magonistas a volcar sus acciones en Baja California, espacio que desde 1908 era considerado estratégico por los liberales debido a su lejanía del centro del país y a sus escasas fuerzas militares. En caso de sufrir algunas derrotas, los liberales podían llegar allí a recuperar fuerzas y dirigirse luego a Sonora y Sinaloa. Conforme las fuerzas de Pascual Orozco y Francisco Villa adquirían mayor fuerza en Chihuahua, los magonistas se debilitaron hasta que finalmente tuvieron que replegarse y trasladarse a Baja California. En un artículo escrito en el periódico Regeneración el 16 de junio de 1911, Ricardo Flores Magón resumió la situación que existía en Baja California en cuanto a la tenencia de la tierra: ¿Pertenece a México la Baja California? Sí, me diréis. Pues bien: la Baja California no pertenece a México sino a Estados Unidos, Inglaterra y a Francia. Yolanda Sánchez Ogás* El norte de la Baja California está en poder de Cudahy, Otis y otros multimillonarios norteamericanos. Toda la costa occidental de la misma pertenece a una poderosa compañía perlífera inglesa y la región en que está ubicada Santa Rosalía pertenece a una rica compañía francesa. ¿Qué es lo que tienen los mexicanos de la Baja California? Nada. ¿Qué es lo que le dará a los mexicanos el Partido Liberal Mexicano? Todo.2 En el caso del valle de Mexicali, las tierras y aguas pertenecían a extranjeros: Harrison Gray Otis, Harry Chandler, Randolph Hearst y G. C. Cudahy. El mayor terrateniente era Otis, dueño además de los periódicos Los Ángeles Times y Los Angeles Herald. Hearst, latifundista en Chihuahua, poseía el periódico Los Angeles Examiner. Estos importantes periódicos atacaron fuertemente a Ricardo Flores Magón y al movimiento armado de 1911. El ferrocarril Southern Pacífic y la California Development Company (Compañía para el Desarrollo de California) también tenían fuertes intereses en Mexicali y su influencia fue fundamental para las acciones que los gobiernos de México y Estados Unidos emprendieron en contra de los liberales.3 En 1911 Mexicali tenía alrededor de 500 habitantes que junto con los indígenas cucapá y rancheros diseminados por el valle formaban una población de tres mil personas.4 Meses antes se había iniciado una campaña entre indígenas y rancheros para informar e invitarles a unirse al movimiento. La campaña fue realizada por Fernando Palomares, un activo organizador de la revolución liberal en Sinaloa, Sonora y Baja California, que murió en 1959 en Los Ángeles, * Cronista de Mexicali. Integrante de la Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali” A. C. 1 Lawrence Douglas Taylor, La campaña magonista de 1911 en Baja California, El Colegio de la Frontera Norte, Tijuana, B. C., 1992, pp. 25-26. 2 Armando Bartra, Regeneración. México 1900-1918, Impresora Galve, México, 1973, p. 364. 3 Lawrence Douglas Taylor, op. cit., pp. 75-76. 4 Ibid., p. 79. 26 California.5 Camilo Jiménez y Pedro Ramírez Caule también colaboraron en la propaganda y reconocimiento de la región, localizando ranchos y aguajes que pudieran servir a los insurrectos. Margarita Ortega, miembro del PLM desde 1910, también participó en Mexicali; fue propagandista, correo, enfermera, condujo armas y en algunos casos fue combatiente. Al triunfar la revolución maderista, fue exiliada junto con su hija Rosaura y amenazada de muerte por fusilamiento si regresaba a Baja California. Al llegar a Yuma, Arizona, fue arrestada. Salió de la cárcel y regresó a Sonora, donde las fuerzas de Rodolfo Gallegos la detuvieron y regresaron a Mexicali; ahí, los huertistas la arrestaron y torturaron. Murió fusilada en Mexicali en 1913.6 El 29 de enero de 1911, un pequeño destacamento de 19 hombres dirigidos por los mexicanos Simón Berthold Chacón y José María Leyva tomó Mexicali, casi sin disparar y con saldo de un muerto. La labor de proselitismo de Palomares, Caule, Ortega y Jiménez dio resultado: dos días después de la invasión, el grupo creció a 60 y a las dos semanas había ya 120 magonistas en Mexicali.7 La mayoría de la población mexicalense se refugió en Caléxico, California, donde permaneció hasta el mes junio, cuando finalizó el conflicto. El señor Zaragoza Contreras, pionero de Mexicali, hizo un informe sobre los hechos del 29 de enero. En 1931, cuando el presidente Pascual Ortiz Rubio instituyó la condecoración “Patriotas de la Invasión Filibustera”, Carlos Lerdo de Tejada era gobernador de Baja California y pidió a quienes se consideraban con derechos a obtener la condecoración documentos que probaran su participación en esos acontecimientos. Contreras envió un informe a la comisión encargada de la revisión y aceptación de los participantes. A principios de enero del año de 1911, como a las tres de la mañana, se presentó a mi casa particular el señor Francisco Montejano a comunicarme que se encontraba la ciudad amenazada por los filibusteros, por lo que me levanté enseguida con la idea de presentarme a las autoridades locales para prestar mis servicios, los cuales con anterioridad había yo ofrecido al C. Subprefecto Político, señor Gustavo Terrazas, quien me dijo que no pensáramos nada, que eso sólo era puro chisme, pero que de todos modos tomaría en cuenta nuestra buena voluntad y en caso de algo nos avisaría. El día de los hechos salí, como antes dije, a ver a las autoridades, pero mi mala suerte sólo me llevó a caer en poder de los enemigos, los cuales me condujeron a la cárcel y en ella vi al alcalde moribundo y en ese mismo instante me comunicaron que al igual que al alcalde me sucedería si no los obedecía. Por lo que enseguida me sacaron al corral y me obligaron a sacar las bestias, acto continuo salimos para la calle y con dirección a la aduana y poco antes de llegar se escuchó un tiroteo, al parecer en aquel edificio y cuando llegamos ya el administrador había sido prisionero, lo mismo que el subprefecto. En ese momento y aprovechando una oportunidad conseguí fugarme y pensé ponerme en contacto con mi hermano Refugio Contreras, que era cabo de celadores y me comunicaron que había salido a batir a los filibusteros en Los Algodones, donde fue derrotado y a falta de elementos se refugió en Caléxico, donde lo vi ya que fuimos arrestados por las autoridades americanas, de las cuales quedé libre el mismo día y me presenté al Juez de primera instancia (Lic. Miguel Lira y Lira), el cual utilizó mis servicios como guardia hasta el día que salió para la capital de la república, indicándome que él gestionaría del gobierno fuéramos recompensados por nuestros servicios y amor a la patria, así como por las pérdidas por no haber secundado dicho movimiento.8 Después del ataque a Mexicali, Harrison Gray Otis, dueño de la Colorado River Land Company solicitó al gobierno de Estados Unidos su intervención para que enviara protección al latifundio. Las obras de irrigación eran amenazadas con frecuencia por las crecientes del Río Colorado y por temor a una inundación como la que se vivió en 1905-1907, los dueños de la Colorado solicitaron al gobierno de México permiso para construir diques y bordos de contención. En diciembre de 1910 el gobierno mexicano autorizó a la compañía americana la construcción de nuevas obras de Francisco Dueñas Montes, Datos para la historia de Baja California. El Asalto a Mexicali de 1911, Editorial del Magisterio, Mexicali, B. C., 1978, p. 51. Instituto de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana, Las mujeres en la Revolución Mexicana. Biografías de mujeres revolucionarias, IEHRM, México, 1993, p. 26. 7 Lawrence Douglas Taylor, op. cit., p. 82. 8 Archivo Histórico del Estado de Baja California, Fondo Gobierno del Estado, Exp. 852/661.37/1099. 5 6 27 irrigación a lo largo del Río Colorado. En enero inició la obra dirigida por el ingeniero Ockerson, poco antes del ataque rebelde. La Colorado pidió protección del ejército mexicano, pero tuvo que prescendir de ella ya que el gobierno de Díaz requería de todos sus soldados para reprimir el movimiento revolucionario. Al iniciar la invasión, como la vigilancia en la frontera era mínima, le fue relativamente fácil a los rebeldes conseguir y pasar armas y alimentos de Caléxico a Mexicali, pero ante los acontecimientos del 29 de enero, a solicitud de Otis y del embajador de Estados Unidos en México, Henry Lane Wilson, el presidente William H. Taft envió veinte mil soldados a la frontera, que se apostaron entre San Isidro, California y Yuma, Arizona.9 Otra forma de apoyar al gobierno mexicano fue aplicando la ley de neutralidad, que bloqueaba a los ciudadanos de Estados Unidos toda colaboración con armas, dinero y alimentos a movimientos armados en México. El 15 de febrero de 1911 llegó de Ensenada a Mexicali un destacamento de soldados dirigidos por el jefe político y militar del Distrito Norte, Celso Vega. En el rancho del estadounidense Leroy Little, 260 federales se enfrentaron a 150 liberales de Leyva y Berthold. El bando federal fue derrotado y Celso Vega resultó herido, por lo que tuvo que regresar a Ensenada.10 En este enfrentamiento murió el indígena Camilo Jiménez y estuvo presente John Lowell L. Blaisdell, La revolución del desierto, Baja California, 1911, Secretaría de Educación Pública, Universidad Autónoma de Baja California, Colección Baja California: Nuestra Historia, p. 128. 10 Taylor Lawrence Douglas, op. cit., p. 84. 11 Pablo L. Martínez, Sobre el libro Baja California Heroica (contra la defensa de una falsedad histórica), México, 1956, p. 56. 9 Revolucionarios que invadieron Mexicali en 1911. 28 Kenneth Turner, periodista y autor del libro México Bárbaro, quien apoyaba decididamente a los liberales.11 Los rebeldes, dirigidos por William Stanley, atacaron el poblado Los Algodones el 21 de febrero. La aduana fue defendida por Cecilio Garza, Tomás Beléndez, Manuel Amador (gendarme rural), Carlos Romero (voluntario) y Santiago Márquez (celador aduanal). En este enfrentamiento murió Cecilio Garza, que fue sepultado en Andrade, California, y fueron heridos Amador y Beléndez; este último murió en 1919 y fue sepultado en la Rotonda de los Hombres Ilustres del panteón de los pioneros, construida especialmente para su funeral. Mientras tanto, el embajador de Estados Unidos en México, Henry Lane Wilson, insistía sobre el riesgo que significaba la llegada de revolucionarios. Hubo un intenso intercambio de notas diplomáticas entre el subsecretario de Relaciones Exteriores de México, Victoriano Salado Álvarez, y el embajador Wilson, quien hacía hincapié en lo peligroso que resultaba la llegada de magonistas a la Baja California y el riesgo que eso implicaba para las obras de irrigación en Mexicali. Por su parte, Ismael Pizarro Suárez, radicado en la ciudad de México y abogado de la Colorado, envió al secretario de Relaciones Exteriores un documento fechado el 17 de febrero en el que expresaba su preocupación por la derrota de Celso Vega infligida por los sediciosos. Mencionaba que la Colorado tenía instalado un gran campamento cerca de Mexicali donde almacenaban provisiones para los trabajadores, muchos animales de tiro y ganado para alimentarse, así como muchos otros elementos. Ante el temor de un ataque de los rebeldes, Pizarro solicitaba autorización del gobierno 12 Salvador Hernández Padilla, El magonismo: historia de una pasión libertaria. 1900-1922, Imprenta Madero, México, 1984, p. 140. Revolucionarios que invadieron Mexicali en 1911. 29 mexicano para formar con los propios hombres de la Colorado un cuerpo de policía. Henry Lane Wilson notificó al gobierno de su país que Porfirio Díaz autorizaba el envío de hombres a Mexicali, pero que esto no debía ser difundido por la prensa norteamericana. Los guardias no debían portar uniforme y cobrarían en las nóminas de la Colorado River Land Company, para la cual trabajarían. Wilson comunicaba al gobierno de su país: El gobierno mexicano solicita la máxima discreción al enviar a estos hombres a través de la frontera, y que el tema no reciba publicidad alguna en la prensa norteamericana. Se entiende que no se intercambiará nota alguna, sino que se considera aconsejable un acuerdo verbal12 1911. Copia del telegrama que envió el jefe político y militar del Distrito Norte, coronel Celso Vega, el 29 de enero de 1922, al ministro de guerra y marina del país. En Mexicali, esos hombres –conocidos como “guardias blancas”– permanecieron en el valle de Mexicali hasta la salida de la Colorado y los campesinos que años después participaron en las luchas por recuperar las tierras los recordaban como individuos nefastos. Por su parte, el gobierno mexicano envió tropas a las obras en construcción a lo largo del Río Colorado. El coronel Miguel Mayol, con 400 hombres del 8º Batallón de Infantería, salió de Ensenada el 26 de marzo. Al llegar a la zona en conflicto, tuvo un enfrentamiento el 8 de abril con los liberales en el rancho Little, a unas seis millas al poniente de la ciudad, donde murió el jefe rebelde William Stanley. Los federales continuaron su camino y se establecieron entre dos campamentos de trabajo, lo que dificultaba la realización de las obras. J. A. Ockerson, ingeniero en jefe, solicitó que las tropas se trasladaran al 13 Empalme o a Los Algodones, lo que serviría además para proteger los trenes que se usaban en las obras.13 Después del 8 de abril, los magonistas se replegaron hacia la sierra de Juárez, El Álamo y poblaciones de la costa como San Vicente, donde hubo algunas acciones. En Mexicali quedó un pequeño destacamento bajo las órdenes de Rodolfo Gallego. Los dueños de la Colorado se entrevistaron con Madero en Texas y le solicitaron apoyo para acabar con los magonistas. Madero, a su vez, ordenó el 1 de junio al presidente interino Francisco León de la Barra el envío de tropas a Baja California. El mayor Esteban Cantú llegó a Mexicali y ordenó a los rebeldes la entrega de armas. Noventa y tres hombres de Rodolfo Gallego se rindieron a los soldados federales el 27 de junio de 1911. Carta enviada al subsecretario de Relaciones Exteriores, Victoriano Salado Álvarez, por el Departamento de Estado de E. U., 10 de mayo de 1911. AHGE, Secretaría de Relaciones Exteriores. 30 Betty Mancillas, nuevo valor artístico Marco A. Buruel B. * E l campo de las artes en Mexicali se ha visto favorecido en los años recientes por la presencia de una joven cachanilla que con pasión y constancia ha venido participando en el ámbito teatral, manejo y construcción de títeres (Teatro Guiñol), reportera de cultura; así como en otras actividades relacionadas con la cultura y las artes. Beatriz Araceli Mancillas Razo quien es conocida en el ambiente artístico como Betty posee además raíces profundas de una distinguida familia de mexicalenses. Betty es nieta del matrimonio del señor Gabiño Mancillas Veliz y la señora María Cleofas Villa Aguilar, de quienes vale la pena contar sus historias. Sus abuelos En el año de 1917, Gabino Mancillas Velis llega a Mexicali, procedente de su ciudad natal Santa Rosalía, partiendo de Loreto, Baja California Sur. Realiza sus estudios de primaria en la escuela Cuauhtémoc. Al terminarlos empieza a trabajar en la Agencia Aduanal de Lorenzo G. Cabañas. Cuando algunos años más tarde la familia cambia su residencia a Tijuana, B. C., Gabino decide quedarse a radicar en esta ciudad y continuar laborando en el ámbito aduanal. Al tiempo, y con el deseo de superarse se traslada a la Ciudad de México D.F. en donde se inscribe en los cursos de capacitación que impartía la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Al aprobar el examen que lo acreditaba como Agente Aduanal, regresa a Mexicali y en el año de 1951 inicia operaciones la Agencia Aduanal Mancillas que a partir de ese año y hasta la fecha continúa brindando servicio a las empresas mexicalenses. Inquieto, diversificando sus actividades incursionó en la agricultura para lo cual adquirió unos terrenos agrícolas situados en la colonia Carranza en los que sembró algodón y trigo. Participó activamente en el sector público con Joaquín Ramírez Arballo, cuando este último era presidente municipal (1959-1960). En febrero de 1960 es nombrado comandante de 2008. Betty y sus amigos. la Policía Municipal, cargo que le es ratificado por el doctor Federico Martínez Manatou al asumir la presidencia municipal (1960-1962) con motivo de la muerte de Ramírez Arballo. Don Gabino continúa al frente de su agencia aduanal hasta el año de 1978 en que por motivos de salud renuncia a su patente a la cual accede su hija Rosa María Mancillas Villa quien desde febrero de 1967 había aprobado ante la Dirección General de Aduanas el examen que le permitía obtener el documento que la acreditaba como Agente Aduanal. María Cleofas Villa Aguilar nace en Hermosillo, Sonora. Y al igual que Gabino arriba a Mexicali el año de 1917, después de realizar sus estudios primarios en la escuela Leona Vicario que en esa fecha era exclusiva para niñas, se inscribe en la Escuela Normal que era dirigida por su fundador el profesor Manuel Quiroz Martínez. En noviembre de 1932 presenta su examen profesional procediendo a realizar sus prácticas docentes en la Escuela Miguel F. Martínez, en Tijuana, B. C. En Mayo de 1933 se le expide su titulo de Profesora de Educación Primaria y con gran vocación imparte clases en las escuelas; Leona Vicario y Netzahualcóyotl, aunque * Miembro de la Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali” A.C. 31 1970. Abuelos paternos y tíos de Betty. De izquierda a derecha, de pie: Víctor, Rossy, Belia y César (su papá). SentadosGabino, doña María Cleofas Villa (abuela), don Gabino Mancillas (abuelo) y Teresita de Jesús. De rodillas: Jorge, Martha Lilia y Octavio. por poco tiempo ya que el 13 de diciembre de 1934, contrae matrimonio con el joven Gabino Mancillas y pronto cambia el aula escolar por una propia ya que el matrimonio procreó nueve hijos a los que ella con su formación de maestra y con el apoyo de Don Gabino supieron darles la fortaleza y educación necesaria para que salieran adelante con la carrera universitaria que cada uno escogió. El 19 de enero de 1987 fallece don Gabino Mancillas, y cuatro años después, lo sigue su compañera de toda la vida: doña María Cleofas Villa, quien muere el 23 de febrero de 1991. Ambos tuvieron la fortuna de ver a sus nueve hijos realizarse como personas y como profesionistas, todos bajacalifornianos, herederos de su don de gentes y del cariño por la ciudad; prueba de ello ha sido la participación con éxito en las actividades sociales y económicas, como es el caso particular del Arq. Jorge Mancillas Villa, que además de dedicarse a su carrera con profesionalismo y honradez, también ha incursionado en el sector público llegando a ocupar puestos importantes dentro del XVIII ayuntamiento así como también dentro del partido político en que milita. 32 Belia, la mayor, cursó la carrera de contador; trabajó varios años en el Banco de Comercio, y en 1958 se casó con el doctor Austreberto Silva Olivares. Víctor, el segundo de los hijos Mancillas-Villa cursó la carrera de ingeniero civil en la Universidad Autónoma de Guadalajara, Jalisco. Por muchos años trabajó en el CAPFCE. Falleció el 2 de febrero de 2008. César Rubén (padre de Betty) no tuvo una carrera profesional y se dedicó a trabajar en la agencia de su padre. Años después entró a trabajar en el Registro Federal de Automóviles hasta que se jubila. Se casó con la profesora Carmen Razo Salazar (madre de Betty), y tuvieron seis hijos. César Rubén falleció el 11 de febrero de 2004. Rosa María estudió la carrera de contador. Trabajó por espacio de diez años en la UABC como contadora en el incipiente Departamento de Contabilidad, también trabajó en la Escuela de Contabilidad y Administración, y fue integrante del Consejo Universitario. Realizó estudios de agente aduanal, y obtiene la Patente como Agente Aduanal. Don Gabino enferma gravemente y renuncia a la Patente Aduanal, por lo que Rosa María se hace cargo y se convierte en la primera mujer agente aduanal en la ciudad de Mexicali. Fue presidente de la Sociedad de Agentes Aduanales de Mexicali A. C., y sigue al frente de la Agencia que lleva el apellido paterno de la familia. Gabino, el quinto de los hijos del matrimonio Mancillas Villa obtuvo el título de licenciado en Leyes en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México. Laboró en el Instituto de Vivienda del Estado; fue presidente auxiliar de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje; abogado en la Defensoría de Oficio, y estuvo al frente del Departamento Jurídico de la Secretaría de Recursos Hidráulicos en el estado. Actualmente trabaja en su despacho, en su rancho. Martha Lilia obtuvo la licenciatura y maestría en psicología y el doctorado en antropología en la UNAM, cuya tesis recibió Mención Honorífica. Teresita de Jesús estudió la carera de profesora en la Escuela Normal para Educadoras en esta ciudad. Trabajó en la guardería Josefa Ortiz de Domínguez y en el Jardín de Niños “Federico Froebel”. Se casó con el señor Raúl Sánchez Medina y tuvieron tres hijos. Octavio estudió en la licenciatura en turismo en la UABC, en la ciudad de Tijuana. Por varios años trabajó en la Delegación de Turismo de Tecate. Actualmente es representante de la Agencia Aduanal Mancillas, en la misma ciudad de Tijuana. Jorge, el menor de todos, estudió la carrera de arquitectura en la UNAM. Se dedicó completamente a la construcción de casas y edificios; fue jefe de la Dirección de Obras Públicas Municipales de Mexicali, durante la gestión presidencial de Samuel Ramos (2004-2007). Sus padres En el mes de noviembre de 1938, en la ciudad de Mexicali, nació César Rubén Mancillas Villa, quien desde muy joven empezó a trabajar en la Agencia Aduanal de su padre. Posteriormente, 2007. Betty en teatro. 2008. Betty y títeres. 2009. Betty en danza. 33 compañía de actores como Emeterio Méndez, Nana Chela y algunos más. En el año de 1960 se casó con el joven César R. Mancillas, matrimonio que perduró hasta el fallecimiento de ambos; tuvieron seis hijos, cinco mujeres y un varón, cuyos nombres son: Carmen, Ana María, Martha Silvia, Cesar (), Beatriz Araceli y Adriana, profesionistas egresados de diferentes universidades de la ciudad. Todos heredaron el amor por el arte ya que interpretan diferentes instrumentos musicales, sin embargo quién si heredó 100% la pasión por el teatro fue Beatriz Araceli. 1981. De izquierda a derecha, de pie: Martha Silvia, María del Carmen y César Antonio; sentados: César Mancillas Villa (padre) y María del Carmen Razo Salazar (madre); de rodillas: Betty y Ana María con Adriana en brazos. ingresó al Registro Federal de Automóviles laborando en esa dependencia por varios años hasta su jubilación, regresando nuevamente a la Agencia Aduanal en donde colaboró hasta su fallecimiento. También en el año de 1938 en el mes de agosto la niña Ma. Del Carmen Razo Salazar nació en el ejido Aguascalientes enclavado en el valle de Mexicali, lugar donde realizó sus estudios primarios, trasladándose posteriormente a la ciudad de Mexicali para ingresar a la Escuela Normal y cursar la carrera magisterial. Desde su graduación empezó a laborar en la escuela primaria Mariano Matamoros, ubicada en la colonia Alamitos, y en esta escuela trabajó hasta su jubilación, con el puesto de directora. Siempre fue una persona activa y fuerte en sus convicciones; participó en el movimiento que logró que los sueldos de los maestros jubilados también se incrementaran anualmente. Desde joven descubrió su afición por el teatro; dentro de estas experiencias destaca el haber actuado en varias obras en 34 Beatriz Araceli Mancillas Razo, “Betty”, joven valor cachanilla de las artes Beatriz Adriana nació en octubre de 1969 y aunque se recibió de trabajadora social, su interés no estaba puesto en ese el campo sino en las artes; particularmente en la actuación. En 1984, siendo todavía una niña, debutó en el ámbito teatral actuando bajo la dirección del maestro Emeterio Méndez. En este mismo año empieza su aprendizaje de actuación y así de 1984 a 1989 acude a diversos talleres de preparación actoral sobre todo de lenguaje corporal y facial, impartidos por Emeterio Méndez. En 1990 incrementa su capacitación en cursos y talleres, todos en la ciudad de Mexicali, entre estos destacan: el taller de actuación impartido por Abraham Stavans, expresión corporal, maquillaje teatral y taller de actuación II, impartidos por Renato de la Riva, así como el taller de actuación III, impartido por Susana Alexander. También en este año de 1990, se capacitó en Hermosillo, en esta ciudad participó en el curso Dinámica psicofísico para el desarrollo de la concentración del actor, Métodos y enseñanzas para el actor y director de teatro, y Nuevas tendencias del teatro y la voz del cuerpo impartidos por Nicolás Núñez, Domingo Adame y Margie Bermejo, Fernando de Ita y Hernán del Riego, respectivamente. Una vida dedicada al teatro De 1984 a 1990 con el conocido grupo teatral Arlequín del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), bajo la dirección del maestro Emeterio Méndez, participó en los siguientes montajes: Guau vida de perros de Alejandro Licona; Pastores de la ciudad de Emilio Carballido, Las cosas simples de Héctor Mendoza; Entre leones anda el cuento, de Pilar Enciso; Despedida de soltera, de Alfonso Anaya; Mulato, tragedia de Langston Hugues, y La fiesta de Juan Calabaza, de Mary 2010. Izquierda: Betty en el escenario. Derecha: Familia de Betty: Ramón Alberto (hijo), Ramón Vizcarra (esposo), Betty y Melissa Beatriz (hija). Zacarías. En 1987 participó en la muestra estatal de teatro, actuando en la obra Yo también hablo de la rosa, de Emilio Carballido; montaje ganador de la fase municipal y con la cual participaron en la muestra de teatro Mexicano en la ciudad de Chihuahua. En 1989, bajo la dirección de Alejandro Bichir, actuó en Épica de Joaquín Murrieta, de Manuel Rojas En 1990, con la obra de Pilar Campesino Octubre terminó hace mucho tiempo, y bajo la dirección de Manuela Acuña, participó en la séptima muestra regional de teatro Óscar Liera, realizada en Hermosillo, Sonora. En este mismo año y también bajo la dirección de Manuela Acuña participó en el programa teatral Cuatro al Hilo integrado por obras cortas de diferentes autores: Mi querido Tomás, Cacos, Año nuevo vida nueva, y Apenas son las cuatro. Su incursión en los medios de comunicación Su inquietud la llevó a incursionar en el ámbito de la radio y la televisión. En 1991 fue reportera de cultura y espectáculos para el canal 3 de Televisa Mexicali, y en 1992 diariamente durante todo un año a través de Radio XEMX Sonido de Mexicali transmitió un programa con temática en problemas sociales. Ese mismo año en la ciudad de Tijuana, B. C., aprobó el examen, obteniendo su certificado de locución. En 1993 dos grandes eventos pasaron en su vida: toma protesta como integrante del grupo de Mujeres Comunicadoras de Mexicali, A. C., y contrae matrimonio con el C.P. Ramón Vizcarra Ortiz. Betty, como es conocida por sus amistades y en el ámbito teatral, dice que a la fecha aún no está segura de cuál de estos acontecimientos ha impactado más en su vida. Por razones de trabajo de su esposo, en 1997 cambió su residencia a Ensenada, B. C., y en esta ciudad retoma sus actividades, primero en el área de comunicación, pues en 1999 se hizo cargo de la producción y conducción del programa Gruperos y más, que por un año se transmitió por el canal 5 de Cablemás en esa ciudad. Posteriormente, por este mismo canal a partir de febrero de 2000 transmitió todos los jueves en vivo con duración al aire de un año y 8 meses, un programa denominado Enfoque femenino, sobre temas de la mujer y su lugar en la sociedad. Este programa fue completamente idea y creación de Betty. A partir de julio de 2002 a través de FM Estéreo Sol radio 92.1 y del canal 23 de Televisa Ensenada, continúa con la transmisión del mismo programa, con duración de un año en radio y dos años cuatro meses en televisión. Posteriormente se suma como integrante de la Asociación de Comunicadoras así como también de la Asociación de Periodistas A. C., de esa ciudad, colaborando al mismo tiempo como reportera de cultura y espectáculos en el canal 23 de televisión. De vuelta al teatro Para 2005 presentaba obras de teatro enfocadas a los niños, descubriendo de inmediato la dificultad que entrañaba para los menores, sobre todo de condición humilde el asistir con 35 su familia al teatro principalmente por el costo del boleto de admisión. Buscando alternativas, descubrió que la mejor opción era algo llamado Teatro Itinerante, con el cual se lograba llevar las funciones a las escuelas enclavadas en las diferentes colonias. Utilizando todos sus recursos escénicos pronto logró obtener el apoyo de las autoridades educativas de Ensenada y de esa manera pudo continuar presentando sus obras de teatro en ese nivel. Las artes y su trabajo social Seguramente influenciada por sus estudios de trabajo social, sentía que su vocación en gran parte —sin olvidar el teatro formal— era enfocarse hacia la niñez y juventud, comprendiendo que para lograr resultados tenía que estudiar otras manifestaciones de arte. Encontró que en el Centro de Estudios en el Arte de los Títeres, situado en Jalapa, Veracruz, operaba una escuela en la cual el maestro Carlos Converso impartía cursos. Sintiendo que era la opción que buscaba, sin mucho pensarlo, en el año de 2006 tomó los diplomados de Escenografía e Iluminación Teatral, así como Títeres, su manejo y construcción. Regresó a este lugar en 2009, y obtuvo el diplomado en Dirección y montaje de teatro de Títeres. En 2007 se dio tiempo para asistir al taller de Teatro en Espacios Alternativos, impartido por María Morett, como también al curso para tallerista de teatro en escuelas primarias, impartido por el gobierno del estado. A principios de este año participó en la ciudad de Ensenada, en el concurso “Programa estatal de cultura en tu municipio”, en el que obtuvo el primer lugar de entre cuatrocientos que concursaron. En 2008 regresa con su familia a radicar a Mexicali donde inmediatamente retoma sus actividades artísticas, aunque constantemente se traslada a Ensenada para presentar obras de teatro con el apoyo de la Dirección Estatal de Preparatorias Técnicas. El teatro de títeres que presenta Betty merece un capítulo aparte, ya que para ello se requiere de técnicas de movimientos y reacciones humanas para comunicar al muñeco y lograr que reaccione como una persona real, independientemente de la condición física para manejarlos. Además de que, aprovechando las técnicas aprendidas en Jalapa, Veracruz, ella crea sus personajes y diseña, fabrica y viste sus propios títeres, y como si no fuese suficiente, también escribe y produce las obras que presenta. 36 A partir del año de 2003 ha presentado y dirigido varias obras teatrales de diferentes autores como: La fiesta de Juan Calabaza de Mary Zacarías, pastorela Vamos niños a Belén, Un león enamorado, de Laura Olmos; la sátira política, De cantante político y loco en la Ensenada de todos, y el musical Vaselina. Las que anotaremos a continuación además de dirigidas son también de su autoría: Teatro de Títeres: Garrozo y la Bella Nena, La brujita Rita, Tentáculos El Marino, así como La verdadera Navidad, y las obras: Un amigo de otro planeta, Infierno permitido, y Mientras tenga vida. Con estas dos últimas obtuvo el primer y segundo lugares en el concurso estatal de teatro de preparatorias técnicas DEGETIS, en 2008 y 2009. Actualmente se encuentra dirigiendo y actuando en la comedia Sala de belleza que ha presentado en esta ciudad y Ensenada, con la colaboración de tres amigas actrices de toda la vida. Betty tiene bien definidos sus planes a futuro, y entre ellos se encuentra presentar sus obras a nivel estatal y regional, sobre todo con sus títeres, especialmente con su personaje: El Inspector Ojón, del que está segura le traerá muchas satisfacciones. Con el fin de llegar a un mayor número de niños se encuentra buscando espacio para transmitirlos a través de la televisión. Es optimista en alcanzar sus proyectos ya que siempre ha contado con el apoyo de las autoridades educativas, así como del Instituto de Cultura de B. C., a través del Centro Estatal de las Artes. Actualmente se encuentra actuando en el cortometraje Más fría que la noche, producción de la UABC y cuyo autor y director es: Sergio Ortiz Salinas, Jefe del Centro de Estudio y Producción Audiovisual de la propia Universidad. Se planea que esté lista para exhibirse en el mes de octubre en la primera muestra de cortometrajes y presentarlo en Latinoamérica, representando a la UABC, en los diferentes países donde se lleven a cabo muestras de cortometrajes. No obstante su juventud, Betty carga un gran bagaje de experiencia que la convierte en un autentico valor cachanilla de las artes y por todas las actividades que realiza, si acaso es producto de una reencarnación, seguramente proviene del personaje del cuento Alicia en el País de las Maravillas, El conejo que siempre andaba corriendo para no llegar tarde y gritando: “Me voy, es tarde ya, me voy”. N Ú M E RO S D E L A H I S T O R I A Sergio Noriega Verdugo* El lugar de nacimiento de los habitantes de una población nos ayuda a conocer algunas de sus características demográficas y sociológicas. Una de ellas se relaciona con la inmigración, es decir, sobre las personas que vienen de otros lugares a habitar un lugar, como lo es Baja California. Aunque el dato específico de donde nacieron los habitantes no nos precisa cuándo o por qué se mudaron, la comparación de varios años nos sirve para inferir las fechas aproximadas en que dicho fenómeno ocurrió y sus causas. Lugar de nacimiento de la población de Baja California, 1921, 1930 y 1940 1921 Dentro de la entidad En las demás entidades En el extranjero Se ignora Sumas 1930 1940 7 286 14 893 31 216 11 100 25 327 37 957 5 150 8 107 9 734 1 0 0 23 537 48 327 78 907 Porcentajes del lugar de nacimientos en la entidad, en las demás entidades del país y en el extranjero de los residentes de Baja California en 1921, 1930 y 1940 1921 Dentro de la entidad 1930 31.0 1940 30.8 39.6 En las demás entidades 47.1 52.4 48.1 En el extranjero 21.9 16.8 12.3 0 0 0 100.0 100.0 100.0 Se ignora Sumas Fuente: Dirección General de Estadística. Censos de población. Fuente: Cuadro anterior. Comentarios y apreciaciones: En nuestro país se han realizado censos de población desde 1895; sin embargo, no disponemos de las cifras correspondientes al lugar de nacimiento antes de 1921. Además tampoco contamos con el desglose de dicha información por municipios o delegaciones dentro de la entidad de Baja California. 1. En lugar de haberse realizado un año antes, el censo de 1921 se demoró por las condiciones políticas prevalecientes con la muerte del presidente Venustiano Carranza. 2. En 1921 el Distrito Norte de la Baja California era una entidad aislada, sin vías de comunicación, y con poca población. Por lo tanto, la inmigración de la entidad fue factor determinante en su crecimiento demográfico. 3. También en este año, menos de una tercera parte de la población de Baja California había nacido en la entidad. Casi la mitad había nacido en el resto del país y casi 22% había nacido en el extranjero. La presencia de inmigrantes procedentes de otros países fue una de las principales características de la población incipiente de la entidad, particularmente si comparamos con la baja incidencia que tuvieron los nacidos en el extranjero en todo el país (0.7 por ciento), en 1921. 4. De 1921 a 1930 se dio un crecimiento poblacional extraordinario, principalmente por la inmigración, tanto la procedente de otras entidades de la república como aquella del extranjero. Sin embargo, el porcentaje de las personas nacidas fuera de Baja California apenas aumentó de 69.0 a 69.2 por ciento. 5. El crecimiento económico regional fue el responsable del crecimiento poblacional anterior. Por un lado, y debido al algodón, se dio una considerable expansión del área cultivada en el valle de Mexicali. Por otro lado, el lapso de 1921 a 1930 comprende la mayor parte de la Ley Seca, es decir, la era de la prohibición de licor en los Estados Unidos, misma que ayudó hacer crecer la producción y venta de bebidas embriagantes * Miembro de la Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali” A.C. 37 y juegos de azar en Baja California. Por lo tanto, este periodo fue de considerable prosperidad. 6. En contraste, la década de 1930 a 1940 fue un periodo de serias dificultades económicas. Durante este tiempo se dio el fenómeno llamado “la Gran Depresión”, que provocó una contracción económica en gran parte del mundo, particularmente en los Estados Unidos, Europa y América Latina. Además, para 1934 dejó de existir la Ley Seca. Posteriormente, en 1936, el presidente Lázaro Cárdenas prohibió la mayoría de juegos de azar. Y en 1937 el mismo presidente promovió el agrarismo en el Valle de Mexicali y la formación de ejidos. 7. Durante esta década (1930-1940), el crecimiento de la inmigración del interior disminuyó de manera importante. Las cifras censales ocultan dicho descenso en virtud de que hubo muchos inmigrantes provenientes de Estados Unidos, pero nacidos en México. Algunos de estos inmigrantes fueron expulsados de Estados Unidos por la crisis económica y alentados por el Gobierno de México para ser repatriados. 8. Aunque el número de personas nacidas en el extranjero aumentó de 1930 a 1940, el porcentaje de residentes nacidos fuera del país disminuyó en Baja California de 16.8 a 12.3%, respectivamente. Dicho descenso debe haber sido provocado en parte por el deterioro de las condiciones económicas de la entidad y la creciente política nacionalista del gobierno. Además, conforme fueron mejorando las condiciones de salud en Baja California, menos de sus residentes se vieron obligados a cruzar a Estados Unidos para tener sus hijos en las ciudades fronterizas estadounidenses. N o t a s s u e l t a s 38 1916. El 16 de septiembre de ese año se inauguró la Escuela Cuauhtémoc en Madero y Altamirano. Fue todo un acontecimiento al que invitados del Valle Imperial acudieron en sus lujosos automóviles. El de la foto parece ser un Ford modelo 1915. El primer automotor que pisó las polvosas calles de Mexicali lo hizo en 1907, poco después del control de la inundación. Posteriormente, vendrían los lujosos autos de la década de 1920, durante el auge del entretenimiento en Mexicali, en la época de la Ley seca en Estados Unidos de América. Anecdotario E l Banco de Comercio de Baja California afiliado al Banco de Comercio, S. A. que operaba en la Ciudad de México y con ramificaciones en varias ciudades de la República Mexicana tuvo como antecedente el Mercantil Banking Company fundado en 1916 nace en 1941. Hasta el año de 1982 que se determina nacionalizar la Banca Mexicana, el Banco de Comercio en Mexicali fue durante 41 años, no solo un factor de desarrollo de la comunidad, sino también un referente de la vida social. En aquellos años (cuatro décadas de 1941 a 1982) era común la relación de los empresarios, incipientes empresarios, funcionarios públicos, profesionistas y comerciantes con los ejecutivos bancarios. A éstos se les veía arreglar negocios y Marco A. Buruel B. préstamos en los restaurantes más acreditados de la ciudad, uno de ellos fue el Bum-Bum, cuyo propietario, Asís Nahul, se esmeraba atendiendo a la clientela con sus platillos favoritos: abulón (el de verdad, no caracol) totuaba y patas de cangrejo de Alaska; y desde luego con una cava de buenos vinos y el cierre con un cognac Martell Cordon de plata. Aquellos años pasaron y ya no volverán; los ejecutivos bancarios de alto nivel desaparecieron, la totoaba está vedada, el abulón se convirtió en producto sólo de exportación y el precio de las patas de cangrejo de Alaska, hizo a los jóvenes empresarios prescindir de consumirlas. También el Bumbum desapareció. 1972. Reunión del Consejo del Banco de Comercio de Baja California, celebrada en el área principal del edificio matriz ubicado en avenida Madero y calle Azueta, primera sección, Mexicali, Baja California. En la foto: de izquierda a derecha de espaldas: Luis Mirón, secretario, James W. Stone y Rafael Montalvo, gerente general. Primera fila: Joaquín G. Serrano, José Gallego Monge, Armando Gallego Moreno, César Araiza y Alfredo Araiza. De la segunda fila hacia atrás: se logró identificar al coronel José María Gutiérrez, Ignacio Aguirre, Federico Cota, Alfredo Vargas Piñera, Francisco Fuentes, Carlos Ibarra, Mauricio Ritcher, Armando Romandía, Gustavo Vildósola, Rodolfo Cabañas, César Martínez y Alfredo Verdugo. 39 AC O N T E C E R D E L A H I S T O R I A 1 R.C.B.* OCTUBRE OCTUBRE. NOVIEMBRE. DICIEMBRE 1 de octubre. Las 19 legislaturas que han formado el Congreso del Estado han tomado posesión los días primeros de octubre de cada tres años. 25 de octubre de 1953. Primeras elecciones constitucionales celebradas en el estado de Baja California para nombrar gobernador (1953-1959), y la primera Legislatura del Estado (1953-1956). Resultaron electos: gobernador Braulio Maldonado Sández2; y diputados: por Mexicali, César Ruiz Moreno, Samuel Ramos Díaz y Armando Fierro Encinas; por Tijuana, Felipe Carrillo Sánchez y Genaro Castro E.; por Ensenada, Pedro Loyola Luque y por Tecate y parte del valle de Mexicali, Felipe Verdugo Amador. NOVIEMBRE 1 de noviembre. En esta fecha tomaron posesión del cargo de gobernador en los siguientes años: 1959 Eligio Esquivel Méndez (1959-1964).3 1965 Raúl Sánchez Díaz (1965-1971). 1971 Milton Castellanos Everardo (1971-1977). 1977 Roberto de la Madrid Romandía (1977-1983). 1983 Xicotencatl Leyva Mortera (1983-1988).4 1989 Ernesto Ruffo Appel (1989-1995). 1995 Héctor Terán Terán (1995-1998) 2001 Eugenio Elorduy Walther (2001-2007). 2007 José Guadalupe Osuna Millán (2007- ). * Miembro de la Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali” A.C. 1 Fuente Consultada: Baja California 55 años como estado de la Federación. Gobierno del Estado y UABC. Mayo 2007. Mexicali, B. C. 2 Braulio Maldonado Sández tomó posesión el 1 de diciembre de 1953. 3 Eligio Esquivel Méndez fallece el 17 de diciembre de 1964 y lo sustituye el doctor Gustavo Aubanel Vallejo (1964-1995). 4 Xicotencatl Leyva Mortera renuncia en diciembre de 1988 y lo sustituye el ingeniero Óscar Baylón Chacón (1988-1989). 5 Héctor Terán Terán fallece el 14 de octubre de 1998 y lo sustituye Alejandro González Alcocer. 40 DICIEMBRE 1 de diciembre. En esta fecha6 tomaron posesión del cargo de presidente municipal en los siguientes años: 1956. Raúl Tiznado Aguilar (1956-1959). 1959. Joaquín Ramírez Arbayo (1959-12 de febrero de 1960).7 1962. Carlos Rubio Parra (1962-1965). 1965. José María Rodríguez Mérida (1965-1968). 1968. Francisco Gallego Monge (1968-13 de enero de 1970).8 1970. Eduardo Martínez Palomera (1970-1971).9 1971. Roberto Mazón Noriega (1971-1974). 1974. Armando Gallego Moreno (1974-1977).10 1977. Francisco Santana Peralta (1977-1980). 1980. Eduardo Martínez Palomera (1980-1983). 1983. Francisco Santana Peralta (1983-1986). 1986. Guillermo Aldrete Hass (1986-1989). 1989. Milton Castellanos Gout (1989-1992). 1992. Francisco Pérez Tejada (1992-1995).11 1995. Eugenio Elorduy Walther (1995-1998). 1998. Víctor Hermosillo Celada (1998-2001). 2001. Jaime Rafael Díaz Ochoa (2001-2004). 2004. Samuel Enrique Ramos Flores (2004-2007). 2007. Rodolfo Valdez Gutiérrez (2007-2010). El primer presidente municipal Rodolfo Escamilla Soto (1954-1956). Tomó posesión el 1 de marzo de 1954. Joaquín Ramírez Arballo falleció en febrero de 1960 y lo sustituyó el doctor Federico Martínez Manatou (1960-1962). 8 Francisco Gallego Monge renunció en enero de 1970 y lo sustituyó el doctor Arcadio Chacón Mendoza (1970). 9 Eduardo Martínez Palomera encabezó el VI H. Ayuntamiento que solo duró 1 año. 10 Armando Gallego Moreno (1974-1977). Renunció el 30 de octubre de 1977 y lo sustituyó Don Ernesto García Martínez (1 mes). 11 Francisco Pérez Tejada (1992-1995). Renunció el 1 de mayo de 1995 y lo sustituyó la profesora Angélica Obeso de Puente (7 meses de 1995). 6 7 41 Libros, reseñas, comentarios... Sergio Noriega Verdugo* Valle de Mexicali: El agua y sus hombres de Oscar Sánchez Ramírez y Eduardo Sánchez López Q ué gusto me da poder darle la bienvenida a un libro más sobre el valle de Mexicali, no sólo porque nos ayuda a explicar la historia de nuestro pueblo, sino porque es preciso que podamos entender la naturaleza de la irrigación, particularmente ahora que su infraestructura ha sido afectada por el terremoto del 4 de abril del presente año, y por la importancia que tiene el manejo del agua en la vida de todos nosotros. El libro Valle de Mexicali: el agua y sus hombres representa, sin lugar a duda, una importante aportación sobre la historia del valle de Mexicali. Este nuevo tomo es producto del trabajo de dos especialistas: el ingeniero Óscar Sánchez Ramírez y el doctor Eduardo Sánchez López. Los autores son padre e hijo, ambos nativos de Mexicali, y ampliamente calificados para esta tarea. El primero es ingeniero agrónomo y miembro de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, además es autor de varios libros; el segundo es médico veterinario zootecnista, maestro universitario y doctor en ciencias económicas. El nuevo libro trata de la historia del manejo de agua en el delta del Río Colorado, desde antes de que se colonizaran las tierras del valle. Cabe señalar que dicha historia no es sólo un relato de agricultura desértica, donde no llueve y, por tanto, el agua tiene que ser importada, sino también de nuestros vínculos con los estados que forman la cuenca del Río Colorado, en los Estados Unidos. Esta situación además se complica porque el valle no es una planicie horizontal, sino que está “dividida en dos vertientes que forma el parteaguas que corre desde Los Algodones hasta las estribaciones del Cerro Prieto”.1 Ello nos ayuda explicar por qué parte del agua, que drena al valle de Mexicali, corre de Sur a Norte y desemboca en la depresión del Mar de Salton, entre los valles de Coachella e Imperial. Una vez analizada la naturaleza física, tanto del río como el de su delta, la narrativa se ocupa de dos acontecimientos de gran trascendencia: la introducción de aguas del río al valle y la inundación del mismo. A fines del siglo XIX, con la excepción de unos cuantos indios cucapá, que se alimentaban de la agricultura ribereña y de algunos ganaderos que pasteaban su ganado donde crecía forraje silvestre, los valles de Imperial y Mexicali fueron un páramo hasta principios del siglo XX. * Miembro de la Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali” A.C. 1 Oscar Sánchez Ramírez y Eduardo Sánchez López, Valle de Mexicali: el agua y sus hombres, p.7. 2 Idem, p.16. 42 La introducción de agua del Río Colorado al Valle Imperial en junio de 1901 cambió para siempre esa realidad. La canalización a través del arroyo o Río Álamo fue producto de gente singular, sin ningún cargo oficial: visionaria y emprendedora, entre quienes estuvieron: Guillermo Andrade, Charles Rockwood y George Chaffey. Pero aún después de terminado el canal con sus compuertas, su mantenimiento para efectuar el suministro oportuno de agua a los agricultores pioneros del Valle Imperial fue muy difícil dada la gran cantidad de azolve que llevaba el río, y la ausencia de presas en toda la cuenca. Los autores nos señalan cómo los primeros canales “se dirigían hacia el norte, los ingenieros que lo(s) trazaron no programaron ninguna posibilidad de riego en territorio mexicano”.2 Ello nos revela cómo el desarrollo en Mexicali fue fortuito. A través de su subsidiaria mexicana, la Sociedad de Irrigación y Terrenos de la Baja California, S.A., la California Development Company gestionó en 1904 un contrato ante el gobierno federal mexicano para asegurar el funcionamiento de sus obras hidráulicas y su conducción de agua por el territorio nacional. Si bien se aprobó la conducción hasta de 284 metros cúbicos por segundo, su artículo segundo los comprometió con México: De las aguas que se mencionan en el artículo anterior se emplearán las necesarias para regar los terrenos susceptibles de regarse en la Baja California con la que conduzca el o los canales sin que en ninguna (sic) caso pueda exceder de la mitad de su gasto.3 Este contrato sirvió en lugar de un tratado internacional, donde la subsidiaria de una compañía norteamericana se comprometía a compartir el agua que corría por el río o canal del Álamo con el cultivo de tierras mexicanas, en partes iguales. El otro acontecimiento importante que detalla el libro de los señores Sánchez es en relación con la inundación parcial de ambos valles entre 1905 y 1907. Dicha inundación resultó en un descalabro para los nuevos residentes de ambos lados de la frontera y la agricultura incipiente del Valle Imperial. Debido a la insuficiente agua para regar las tierras del Valle Imperial en invierno, se hizo un nuevo corte para que entrara el agua del río al valle, “pero sin tener estructura de control, basados en el convenio-concesión de 1904”.4 Además se presentaron avenidas crecientes, provenientes del Río Gila y aunque se procuró tapar la entrada, prácticamente todo el caudal del río entró por el canal Álamo, que rompió sus bordos a la altura del ahora ejido Islas Agrarias para continuar por el Río Nuevo, a través del poblado de Mexicali hasta el Valle Imperial.5 Una contribución, no menos importante de este libro es la explicación como se fueron ampliando las áreas de cultivo en el valle de Mexicali-San Luis. Este proceso desde luego involucra las circunstancias históricas de muchos años, pero su énfasis radica en las obras de riego. Es decir, que conforme se fue creando la infraestructura hidráulica, digamos presas, canales, drenes, pozos profundos y bordos de defensa fueron incorporándose mayores áreas de cultivo en lo que ahora es el Distrito de Riego del Río Colorado, cuya extensión abarca aproximadamente 200 000 hectáreas, uno de los más importantes de la República Mexicana. Otros apartados del libro relevantes tienen que ver con el reparto agrario, la construcción de la presa Hoover y el All American Canal, el Tratado de Aguas Internacionales de 1944 y el problema de la salinidad relativo a las aguas del Wellton-Mohawk de Arizona, a partir de 1961, y la Rehabilitación del Distrito de Riego. El relato histórico sobre el valle de Mexicali termina con la nueva organización de los módulos de riego, por lo que también cuenta con información actualizada. Por otra parte, el libro Valle de Mexicali: El agua y sus hombres es sólo una narrativa histórica que nos informa sobre los hechos acontecidos, no una evaluación de las técnicas, ni de las políticas que los han caracterizado. Tampoco se ocupa, como lo sugiere el título, de los principales protagonistas, sus personalidades, criterios e intereses. Con este libro los autores nos dicen qué es lo que ha pasado en el valle de Mexicali, cuidándose de no decir qué debió pasar, ni por qué, como suele ocurrir con quienes nos ocupamos de la historia regional. Los autores Sánchez han preferido guardarse sus opiniones con respecto al manejo del agua, sin justificar o criticar a las autoridades, las empresas privadas, ni las organizaciones campesinas involucradas. La lectura de este importante libro nos aleja de la polémica y de la controversia y nos lleva a pensar que las cosas son como deben ser. Valle de Mexicali: El agua y sus hombres es un tomo económico de 288 páginas, seleccionado y editado por la Universidad Autónoma de Baja California. Fue impreso en Mexicali en noviembre de 2009. Cuenta con numerosas fotografías, mapas y cuadros estadísticos. También incluye un amplio índice y dos páginas de bibliografía.. Diario Oficial de la Federación, 17 de junio de 1904, citado en Idem p. 19. Idem, p. 36. 5 Idem, p. 37. 3 4 43 Episodios universitarios E Austreberto Silva Olivares* n junio de 1966, la Escuela de Enfermería celebraba el fin de cursos y graduación de alumnas que finalizaban su carrera; y, como es costumbre, invitaban a alguna persona que fuera su padrino de graduación. Gloria Irene me invitó a mí; que en esa época ocupaba el cargo de Jefe del Departamento Escolar. A este acto asistieron el biólogo Pedro Mercado Sánchez, rector de la UABC y el licenciado Rafael Soto Gil, secretario general. Gloria Irene, de carácter inquieto y extrovertido, no desaprovechó la ocasión y pidió al fotógrafo que tomara la fotografía en la que ella aparece enmarcada con dos distinguidos personajes que pasarían a formar parte de la serie de lista de rectores que fueron engrandeciendo a nuestra universidad. Al poco tiempo, mediante la organización en su Congreso Constituyente, en Mexicali los días 20, 21 y 22 de mayo de 1967, en el Auditorio de la Casa de la Juventud, se constituye la Federación de Estudiantes Universitarios de Baja California (FEUB). Este evento reunió a mucha gente: el rector Pedro Mercado Sánchez, que estuvo acompañado en el presídium por el presidente municipal de Mexicali, José María Rodríguez Mérida, el director de la Casa de la Juventud, Ernesto Sánchez Valenzuela y miembros del comité organizador, hizo la declaratoria inaugural de los trabajos. Se eligieron los miembros de la primera mesa directiva de la FEUB entre los que destacamos a su secretario general: Guadalupe González Rubio que era alumno de la Escuela de Ciencias Sociales y Políticas, de Mexicali y a Gloria Irene Nieto Molina, que era estudiante de la Escuela de Enfermería quien consciente del rápido desarrollo de nuestra UABC, decidió formar parte de la Comisión de Acción Juvenil. Los demás (13) integrantes de la directiva pertenecían a diversas escuelas profesionales y preparatorias, por lo cual la Federación nacía con suficiente representatividad. 1966. Biólogo Pedro Mercado Sánchez, rector; enfermera Gloria Irene Nieto Molina en su graduación; doctor Austreberto Silva Olivares, jefe del Departamento Escolar, padrino y el licenciado Rafael Soto Gil, secretario general de la UABC. *Integrante de la Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali” A.C. 44 P Á G I NA S D E H I S T O R I A Benjamín Rentería Camino* Mi viejo Río Colorado de Óscar Sánchez es una obra publicada en 1999. Edición particular a través de Editorial Algibe, consta de 110 páginas en edición rústica, en formato 14 x 20 cm. Mi viejo Río Colorado es la historia novelada de un niño-adolescente que cuenta sus experiencias. Facundo, nombre del personaje, nos lleva desde el Centinela-Ciudad de Mexicali-al Río Colorado. Facundo pasa grandes temporadas abriendo campos en la intrincada breña y viendo pasar las mansas y violentas aguas del Colorado, y en sus aventurados años de adolescente aparece un personaje femenino: Leobi, una muchacha de aquel lugar. Pero el tema principal de la historia es el amor por el agua y por las tierras del valle de Mexicali. Revista: Camino Real Misionero de las Californias. Publicación periódica del Instituto Nacional R de Antropología e Historia (INAH). Directora Julia Bendímez Patterson. Consta de 50 páginas, d fformato 22 x 30 cm. Es una revista de divulgación que nos da a conocer la investigación, así ccomo las actividades y estados de preservación que guarda el patrimonio cultural de nuestro eestado. Hay que leerla siempre. The first thirty years 1931 de Otis B. Tout. Es un libro editado en San Diego California. En octubre de 1931. Publicado por el mismo autor. El volumen consta de 429 páginas en edición de lujo, en formato de 20 x 27 cm. Libro histórico que versa basado en testimonios de los pioneros de la fundación de los pueblos del Valle Imperial, la historia de sus primeros treinta años. Es un documento primario fundamental para la historia gráfica de la región. Universidad Autónoma de Baja California. Memoria y testimonio de universitarios 1957-1997. U Maricela González Félix. Editado por la Universidad Autónoma de Baja California en septiembre M de 2009. Mexicali, Baja California. Contiene 530 páginas en formato 14 x 21cm en edición rústica. d La obra consta de un buen número de entrevistas realizadas por la autora a universitarios en los L aaños de 1996 y 1997, mismos que servirían para la edición conmemorativa en el cuadragésimo aaniversario de la UABC. La temática general se refiere a los inicios de la universidad, las preparatorias, lla creación y crecimiento de las escuelas profesionales, del conflicto sindical universitario en 198011981 y de las actividades culturales en la misma universidad. * Miembro de la Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali” A.C. 3 R. C. B.* 1989. El conjunto de oficinas y comercios ubicado en calzada Justo Sierra entre las avenidas Tapiceros y Madereros. Propiedad del Issstecali, construido por el gobierno del licenciado Milton Castellanos Everardo en 1975, mismo año en que también fue creado el Instituto de Salud y Servicios al Servicio de los trabajadores del Estado de Baja California (Issstecali). 2004. El terreno baldío donde se ubicaba el conjunto arriba mencionado del Issstecali y que fue demolido debido a los daños estructurales que sufrieron por el terremoto de 7.2 grados en la escala de Ritcher que sacudió a la ciudad de Mexicali el pasado 4 de abril del 2010. * Miembro de la Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali” A.C.