Cibercrimen en Latinoamerica: Tendencias ODILA 2015

Transcripción

Cibercrimen en Latinoamerica: Tendencias ODILA 2015
Cibercrimen en Latinoamerica: Tendencias ODILA 2015
Temperini, Marcelo Gabriel Ignacio
Becario Tipo I de CONICET, Doctorando en Derecho en la Facultad de
Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional del Litoral
Abstract
Por distintos estudios se afirma que el
Cibercrimen es uno de los fenómenos de
mayor crecimiento a nivel mundial. Sin
embargo, las estasdísticas de este flagelo
son muy difíciles de obtener, debido a una
serie de características particulares que
envuelven a los delitos informáticos. Sobre
esta problemática se trabaja desde el
Observatorio de Delitos Informáticos de
Latinoamérica, dedicado a relevar y
recolectar información sobre delitos
informáticos ocurridos en Latinoamérica,
con la finalidad de generar, sistematizar y
difundir información sobre la realidad de
esta problemática, así como fomentar la
realización de denuncias por parte de las
víctimas. Este artículo proponer publicar
por primera vez las tendencias obtenidas a
partir del funcionamiento del Observatorio.
En 266 días de funcionamiento, se han
recepcionado 1.290 denuncias de 18
países, de 21 que forman parte del estudio,
dando un promedio de 4,85 reportes por
día. Entre los datos más sobresalientes, se
puede observar que más del 70% de los
denunciantes son personas físicas, algo que
pretendía ser el objetivo de ODILA: buscar
ser un canal de información para aquellas
personas víctimas de delitos informáticos
que muchas veces no cuentan con las
herramientas o información de las que
puede disponer una organización pública o
privada. Entre las causas más importantes
por las cuales no se han realizado las
denuncias formales, encontramos en
primer lugar la falta de confianza en que la
investigación tenga éxito, seguido por la
priorización de la confidencialidad del
incidente ocurrido.
Palabras Claves: Delitos informáticos,
cibercrimen, cifra negra, derecho
comparado, Latinoamérica.
1. Introducción
Por distintos estudios se afirma que el
Cibercrimen es uno de los fenómenos de
mayor crecimiento a nivel mundial. Sin
embargo, las estadísticas de este flagelo son
muy difíciles de obtener, debido a una serie
de
características
particulares
que
envuelven a los delitos informáticos. Sobre
esta problemática se trabaja desde el
Observatorio de Delitos Informáticos de
Latinoamérica, dedicado a relevar y
recolectar información sobre delitos
informáticos ocurridos en Latinoamérica,
con la finalidad de generar, sistematizar y
difundir información sobre la realidad de
esta problemática, así como fomentar la
realización de denuncias por parte de las
víctimas. Este artículo proponer publicar
por primera vez las tendencias obtenidas a
partir del funcionamiento del Observatorio.
2. La importancia de las estadísticas
Las estadísticas en materia de Cibercrimen
y Delitos Informáticos son a nuestro
criterio, un aspecto sustancialmente
problemático, ya que hasta el momento no
se conocen en Argentina o en otros países
de la región, estadísticas oficiales que
permitan observar y cuantificar los delitos
informáticos ocurridos en nuestro territorio.
Este vacío implica diversas dificultades
para analizar seriamente el problema de la
ciberdelincuencia, entendiendo que la
delincuencia informática tanto organizacada
como la no organizada no termina en la idea
de frontera, sino que al contrario, la
internacionalidad
es
una
de
sus
características principales.
Desde un punto de vista socio-político
esta falta de estadísticas oficiales impide
determinar qué tipo de delitos son los más
cometidos, los bienes jurídicos más
afectados, determinar los tipos de objetivos
de los delincuentes (empresas financieras,
bases de datos personales, etc.), entre otras
datos de interés que brindarían un marco
adecuado
para
tomar
determinadas
decisiones de política criminal.
En otra línea de pensamiento y ante la
situación ya señalada en relación a a la
ausencia de números en la materia, podrá el
lector válidamente preguntarse, ¿Qué es lo
que actualmente se utiliza para trabajar en
materia de Cibercrimen? A modo de
respuesta preliminar, debemos reconocer
que en la mayoría de los casos suelen
utilizarse estadísticas realizadas por
empresas privadas interesadas en el mundo
de la seguridad de la información, tales
como las publicadas por la empresa
Symantec [1].
En el informe de la citada empresa, se
afirma que los delitos informáticos
producen una pérdida de 388 billones de
dólares anuales (considerando el propio
dinero robado más el dinero que les implica
a las víctimas poder solucionar sus
problemas), haciendo comparable cifras con
la ocasionadas por el mercado negro de la
marihuana y la cocaína, que es de 288
billones de dólares anuales.
Es legítimo preguntarse (y dudar) por la
validez de dichas cifras, que son arrojadas a
modo genérico y mundial, toda vez que
quien las publica son empresas cuyo
negocio es la venta de una de las principales
“armas” para defenderse de estos ataques
informáticos (antivirus, firewall y otras
herramientas similares).
En un estudio sobre cibercrimen encargado
por la Organización de Estados Americanos
[2], se reconoció que el cibercrimen ha
crecido (entre 2011 y 2012) entre el 8 y el
12 % en algunos países, y en el caso más
extremo, de cerca del 40%. Más allá de la
estadística, y en relación a la propia
problemática de la recolección de datos que
permitan analizar el estado de situación, en
su introducción, ell estudio afirma que
“obviamente, los incidentes cibernéticos
incluidos en los informes de los gobiernos
de los Estados miembros de la OEA
representan solamente una fracción del
número total de incidentes y otras formas
de delincuencia cibernética que se llevan a
cabo en la región. Pero sigue siendo
sencillamente imposible en este momento
recopilar datos que permitan obtener una
imagen verdaderamente exhaustiva y
detallada de la extensión de todos estos
incidentes y actividades en las Américas y
el Caribe, o en cualquier otro sitio. Como
ya dijimos, el intercambio de información
dentro de los gobiernos —incluso aquellos
con la capacidad más avanzada en materia
de seguridad cibernética— sigue quedando
corto, en gran parte debido a las
realidades prácticas de que múltiples
organizaciones tengan que responder
simultáneamente a una gama de amenazas
y blancos en constante evolución. Y muchas
empresas privadas y otras entidades no
gubernamentales
siguen
mostrándose
reacias a reportar ataques o violaciones.
Contabilizar el número de incidentes que
afectan a los ciudadanos individuales
plantea un desafío incluso mayor, en vista
del porcentaje incluso más alto de ellos
que pasan desapercibidos y no se
reportan. Por último, la falta de
colaboración generalizada y persistente
entre las partes interesadas en todos los
niveles dificulta todavía más recoger
información sobre violaciones de datos.”1
Es decir, en un estudio cuyo objetivo era
precisamente determinar el estado o la
situación del cibercrimen a nivel regional,
se reconoce oficialmente la dificultad que
se tuvo en el trabajo al intentar recolectar
información oficial de los propios
organismos públicos y de las grandes
empresas, reticentes a colaborar y dar
información sobre los incidentes sufridos.
1
La negrita pertenece a los autores.
3. Cifra negra
Entre las raíces más profundas del problema
de la falta de estadísticas sobre el tema, se
debe desarrollar la problemática de la
propia falta de denuncias realizadas por las
víctimas, que genera gran parte de la
llamada “cifra negra” de los delitos
informáticos.
De acuerdo al Dr. Germán Aller [3], la cifra
negra es lo más próximo numéricamente a
la cantidad real de crímenes cometidos en
una sociedad determinada. La relación de
tensión existente entre delitos realmente
cometidos y los efectivamente tratados por
el aparato penal, engloba a la mayor
cantidad de víctimas que ni siquiera serán
atendidas, tratadas ni conocidas por el
segmento penal, y a las cuales el Estado no
da respuesta alguna. De acuerdo a Aller, tal
proceso "empuja" a las personas a no
denunciar los actos ilícitos, a no
reconocerse a sí mismas como víctimas y,
en consecuencia, a la impunidad que el
infractor penal asume, puesto que en el acto
desvalorado no vislumbra un referente
social acompasado del penal, en tanto a su
conducta es delictiva, pero el núcleo social
o persona menoscabada por el delito que se
ha cometido no pone en evidencia tal daño,
y por ende, tampoco el segmento penal
podrá operar en su contra.
De acuerdo a este autor, muchas víctimas
no denuncian los delitos sufridos porque:
1) No se cree en la Policía ni en la
Justicia Penal.
2) No se acepta la condición de
víctima, debido a que implica
pérdida de dignidad y falta de
solidaridad.
3) No se quiere evidenciar la
victimización
individual
ni
colectiva.
4) El aparato penal carece de
plataforma adecuada para abordar
ni siquiera con un mínimo de éxito
la solución del conflicto social
base.
5) Se tiene miedo a la venganza o
amenazas posteriores por parte del
autor del delito.
6) Se quiere olvidar lo ocurrido.
7) Se desconoce que se haya
cometido un delito.
8) La víctima se siente total o
parcialmente culpable de lo
sucedido.
9) Se ignora que puede pedir la
intervención del Estado.
A simple vista, se pueden reconocer en el
listado de causas realizado por el Dr. Aller,
varios aplicables al ámbito del cibercrimen,
así como algunas que no aplicarían.
Tomando esta base, se ha desarrollado
una causa extra, aplicable a criterio de este
autor: Confidencialidad como requisito,
entendiendo que muchas de las víctimas
deciden voluntariamente no denunciar sus
casos bajo el razonamiento que la
posibilidad de difusión pública ocasionaría
un daño peor al ya efectivamente sufrido.
Dicha situación encuentra una lógica
respuesta considerando que la víctima es
consciente que de difundirse públicamente
el incidente que ha sufrido (algo
potencialmente probable en caso de
denuncia ante las autoridades), las
consecuencias hacia su imagen, buen
nombre, reputación, etc, puede ser
gravemente
perjudicada,
superando
ampliamente el daño ya recibido por el
ataque informático en sí mismo.
A fin de no abundar en mayor detalle, se
remite a un desarrollo más profundo
realizado en un artículo anterior sobre
distintos
desafíos
en
los
delitos
informáticos [4].
4. Elementos de trabajo y Metodología
El Observatorio de Delitos Informáticos de
Latinoamerca (ODILA) actualmente se
encuentra en funcionamiento, a través de su
sitio oficial www.odila.org. En dicho sitio
el ciudadano puede encontrar información
sobre el observatorio, legislación sobre
delitos informáticos y, sobre todo, tiene la
posibilidad de reportar el incidente
informático que ha sufrido, a fin de poder
obtener una guía sobre si el hecho sufrido
puede ser considerado o no, un delito
informático de acuerdo a la legislación
vigente en el país de residencia del usuario.
La metodología utilizada por el sistema que
se ha desarrollado, puede resumirse en las
siguientes etapas:
A) Recolección de información a partir del
reporte realizado por el usuario a través de
un formulario predispuesto por el sistema,
cuyos datos obligatorios para poder
procesar un reporte son:
1 ¿Cuál es su país de residencia? (se
selecciona de una lista de opciones)
1.1 Argentina
1.2 Bolivia
1.3 Brasil
1.4 Chile
1.5 Colombia
1.6 Costa Rica
1.7 Cuba
1.8 Ecuador
1.9 El Salvador
1.10 Guatemala
1.11 Haití
1.12 Honduras
1.13 México
1.14 Nicaragua
1.15 Panamá
1.16 Paraguay
1.17 Perú
1.18 Puerto Rico
1.19 República Dominicana
1.20 Uruguay
1.21 Venezuela
2 ¿Qué tipo de incidente ha sufrido?
(se selecciona de una lista de
opciones)
2.1 Hacking: alguien accedió sin
mi consentimiento a mis cuentas
o sistemas.
2.2 Cracking:
alguien
ha
modificado,
alterado
o
eliminado todo o parte de mis
datos o sistemas informáticos.
2.3 Fraude o Estafa Informática:
alguien ha realizado alguna
manipulación que me ocasionó
un perjuicio económico.
2.4
Phishing: alguien a través de
un engaño me ha solicitado
información confidencial -Nº de
tarjetas de crédito, contraseñas,
PIN, etc.
2.5 Suplantación de identidad
digital: alguien se hace pasar por
mi a través de un medio
electrónico
(mails,
redes
sociales,
etc.).
También
conocido como "Robo de
identidad".
2.6 Denegación de Servicio:
alguien ha realizado un ataque
que me ha dejado sin poder
acceder o prestar mi servicio
informático o electrónico de
forma normal.
2.7 Grooming: un menor ha sido
acosado y/o extorsionado con
fines sexuales a través de algún
medio informático.
2.8 Calumnias o Injurias: alguien
lo está calumniando o injuriando
a través de medios electrónicos
-redes
sociales,
correos
electrónicos, celulares, etc.
2.9 Amenazas: alguien lo está
amenazando o intimando a
través de medios electrónicos
-redes
sociales,
correos
electrónicos, celulares, etc.
2.10 Pornografía Infantil: alguien
está
difundiendo,
comercializando o facilitando
pornografía infantil a través de
medios electrónicos.
2.11 Violación
de
Datos
Personales:
alguien
está
ofreciendo,
comercializando,
interceptando o modificando
datos
personales
sin
autorización.
2.12 Difusión
de
Malware:
alguien
está
produciendo,
distribuyendo, vendiendo o
propagando malware o software
malicioso.
3 ¿Cuándo
ha
ocurrido
el
incidente? (día-mes-año)
4 ¿Ha denunciado el delito ante los
organismos competentes en su
país? (se selecciona de una lista de
opciones)
4.1 Si, ya denuncie y la
investigación está en curso
4.2 Si,
denuncie
pero
la
investigación no avanzó
4.3 Sí, denuncié y ya se ha
condenado al o los culpables.
4.4 No, no denuncié porque...
(ver siguiente pregunta)
5 En el caso que NO haya realizado
la denuncia, ¿Se debe a alguna de
las
siguientes
causas?
(se
selecciona de una lista de opciones)
5.1 Ya denuncié
5.2 No creo en la Policía ni en la
Justicia Penal
5.3 No me considero víctima de
un delito
5.4 No
quiero
difundir
públicamente
el
incidente
(pérdida de confidencialidad)
5.5 Tengo temor de futuras
represalias de parte del autor
5.6 No creo que la investigación
tenga éxito
5.7 No estoy seguro de haber
sido víctima de un delito penal
5.8 En parte me siento culpable
por el incidente
5.9 No creo que la denuncia sea
útil, porque el sistema penal no
es apto para combatir el
cibercrimen
B) Además de los datos obligatorios del
punto A, también existe la posibilidad de
colaborar con algunos datos que son
opcionales (no obligatorios), que permitirán
en su procesamiento, determinar con mejor
nivel de detalle las características de la
población de víctimas. Los datos opcionales
son:
6 Edad (se selecciona de una lista de
opciones)
6.1 Menores de 21 años
6.2 Entre 22 y 35 años
6.3 Entre 36 y 45 años
6.4 Más de 45 años
7 Género (se selecciona de una lista
de opciones)
7.1 Masculino
7.2 Femenino
8 Nivel de Instrucción (se selecciona
de una lista de opciones)
8.1 Sin instrucción
8.2 Primaria completo
8.3 Secundaria completo
8.4 Universitaria o Terciaria
completo
C) Los datos ingresados a través del
formulario son procesados por el sistema
desarrollado en ODILA, identificándose el
país de residencia y tipo de incidente, que
son los elementos principales para la
búsqueda en la base de datos de legislación
aplicable. De este proceso, se desprenden
distintos posibles resultados:
• En el caso que el sistema encuentre
que en el país indicado ese hecho
pueda ser encuadrado en algunos de
los tipos penales vigentes, el sistema
procederá a generar un informe,
indicándose dichos artículos así
como algunas recomendaciones
generales a tener en cuenta y sobre
todo, información sobre donde
poder realizar una denuncia formal
para que se pueda investigar el
hecho por parte de las autoridades
pertinentes.
• En el caso que el sistema no
encuentre que en ese país, ese hecho
pueda encuadrarse en algunos de los
tipos penales vigentes, devolverá un
mensaje informando sobre tal
situación, sumado a la legislación
vigente en dicho país (para que el
usuario pueda consultarla de forma
directa) y sobre todo, una
recomendación de consultar y
asesorarse con un profesional
especializado en la materia.
• Independientemente del tipo de
respuesta al usuario (positiva o
negativa) sobre la existencia de
normativa aplicable al caso, dichos
datos son enviados a una base de
datos general, a fin de ser utilizados
para cumplir con uno de los
objetivos
principales
del
observatorio: generar estadísticas
sobre los delitos informáticos
ocurridos en la región, cuyos
resultados serán publicados cada
cierto tiempo a través del
observatorio.
5. Aclaraciones
Es de importancia hacer destacar que
ODILA no pretende ser un asesoramiento
para el usuario, razón por la cual se deja en
claro que el usuario debe siempre consultar
ante un profesional especializado en la
materia. Es decir, el sistema no garantiza la
exactitud de los resultados en relación a
sobre si el hecho efectivamente puede ser
considerado un delito penal en el país
indicado por el usuario, sino que
simplemente brinda un acercamiento a la
materia, destacando que su principal
objetivo siempre es la concientización
acerca de la importancia de dar conocer la
problemática, y sobre todo, fomentar la
realización de denuncias que permita un
combate eficaz frente al problema de la
cifra negra.
Por la magnitud del proyecto en cuanto a su
intención latinoamericana, así como por las
innumerables problemas que pueden
presentarse al momento interpretar si un
hecho descripto reúne todos los requisitos
del tipo penal (algo que podría ser
desarrollado por cualquier fiscal o juez), así
como las propias complejidades que posee
en cada tipo penal en relación a sus
requisitos
jurídicos,
es
imposible
garantizarle al usuario la exactitud o
precisión en los resultados del sistema. Por
lo tanto, nuevamente se insiste en que el
sistema utilizado por ODILA solamente
pretende ser una guía para orientar al
usuario (víctima), brindar información
sobre la materia y fomentar la realización
de denuncias, sin que ello se confunda con
una asesoramiento especializado, ni que se
pretenda una garantía sobre la precisión de
los resultados.
En relación a la recolección de datos, se
aclara que en dicho proceso no es necesario
que el usuario brinde sus datos personales,
es decir, que el reporte puede ser realizado
de forma anónima. Excepcionalmente, el
usuario tiene la posibilidad de informar en
el reporte su cuenta de correo electrónico, a
fin de que los resultados y consejos puedan
ser posteriormente enviados a esa cuenta.
Por último, destacar que se pretende que el
formulario diseñado, junto con sus
preguntas, resulten lo más sencillos posible,
a fin de facilitar su comprensión y por lo
tanto, su utilización.
Por último, destacar que los datos
recolectados, y de acuerdo al caudal de
datos que puedan ser incorporados a través
de ODILA, serán publicados en informes
cada cierto plazo de tiempo, de acuerdo a la
cantidad de reportes registrados.
6. Resultados
Los resultados que se presentarán a
continuación
son
consecuencia
del
funcionamiento de ODILA durante 266
días, contados a partir de su lanzamiento
oficial el Lunes 22 de Septiembre de 2014
en la IV Jornadas de Jóvenes
Investigadores/as en Derecho y Ciencias
Sociales que tuvo lugar en la UBA
(Universidad de Buenos Aires) Facultad de
Derecho. La muestra tomada finalizó en
fecha 15 de Junio de 2015 y durante ese
período de tiempo se han recibido 1290
reportes, de más de 18 países distintos (de
los 21 países disponibles para la denuncia),
dando como resultado un promedio de 4,84
reportes por día.
A fin de una mejor visualizacion, los
resultados obtenidos en gráficos y tablas a
los cuáles se hacen referencia, son
acompañados en un anexo al presente
trabajo.
A continuación y en honor a la brevedad del
trabajo en relación a su extensión,
realizaremos unos comentarios sobre los
datos más sobresalientes de los resultados
obtenidos:
- De la Tabla Nº1: Tipos de Víctimas,
destacamos que más del 70% de los
reportes fueron realizados por personas
físicas. Este aspecto es importante para el
observatorio, toda vez que ratifica uno de
los objetivos principales del proyecto, que
era precisamente ser una fuente de consulta
e información para las personas físicas. El
fundamente de ello lo encontramos sobre la
lógica que las personas físicas, en
comparación con un organismo (público o
privado) promedio, poseen menos recursos
y posibilidades para realizar las denuncias o
al menos, contar con la información
suficiente para poder ejercer sus derechos
frente a un posible delito informático. Por
otro lado, y como se citó anteriormente en
el presente trabajo, estudios de gran
magnitud como el realizado por la
Organización de Estados Americanos, se
afirmaba que “Contabilizar el número de
incidentes que afectan a los ciudadanos
individuales plantea un desafío incluso
mayor, en vista del porcentaje incluso más
alto de ellos que pasan desapercibidos y no
se reportan.”
- De la Tabla Nº2: Edad, destacamos que la
mayor cantidad de reportes (36%) fueron
realizados por personas de entre 22 y 35
años. En relación a este dato, podemos
deducir que la franja etaria que más
reportes ha realizado, coincide con la
generación de personas que de acuerdo a
distintos estudios, utilizan más tecnologías
en distintos ámbitos de su vida cotidiana
(laboral,
redes
sociales,
comercio
electrónico, etc.)
- De la Tabla Nº3: Género, destacamos que
la mayor cantidad de reportes (45%) fueron
realizados por personas de género
masculino.
- De la Tabla Nº4: Instrucción, destacamos
que la mayor cantidad de reportes, fueron
realizados por personas con instrucción
Universitaria o terciaria completo. En
relación a este dato, consideramos que en
parte la respuesta se encuentra que en gran
medida, la difusión que se pudo realizar
acerca del observatorio, fue realizada en
Universidades Públicas, así como distintos
tipos de eventos de Seguridad Informática y
de la Información, donde los asistentes
poseen un alto nivel de instrucción.
- De la Tabla Nº5: Correo electrónico,
destacamos que en su mayoría (62,79%) las
personas decidieron voluntariamente (ya
que era un dato opcional) indicar su correo
electrónico, a fin de que el informe final
fuera enviado a su casilla. Más allá de eso,
desde el observatorio se han recibido una
importante cantidad de correos electrónicos
de distintas personas, consultando sobre
más información para poder denunciar o
bien, con dudas sobre su situación. En
conclusión, lo que observamos es que existe
por parte de la población víctima de este
tipo de incidentes, la necesidad de
información y respuesta.
- De la Tabla Nº6: ¿Ha realizado la
denuncia?, destacamos uno de los números
más importantes del estudio, ya que en un
68,22% las personas que reportaron el
incidente, afirmaron que no han realizado la
denuncia formal ante los organismos
competentes. Este número, confirma
precisamente parte de la hipótesis de trabajo
del observatorio del presente trabajo, donde
se afirma que en su gran mayoría los delitos
informáticos no son denunciados, dando
lugar a una importante variable de cifra
negra.
- De la Tabla Nº7: Causas por las cuáles no
ha denunciado, se desprenden como los
valores más importantes a destacar que el
17% no denuncia porque no cree que la
investigación tenga éxito, otro 17% sostiene
que no denuncia porque no se quiere
difundir públicamente el incidente (se
prefiere preservar la confidencialidad del
mismo). Por último, un 12% reconoció que
no cree en la Polícia ni en la justicia penal.
- De la Tabla Nº 8: Incidentes, se observa
que los incidentes más denunciados son: En
1er lugar (con 22,48%) encontramos el
hacking, en 2do lugar (17%) a calumnias o
injurias y 3er lugar (9,3%) casos de
suplantación de identidad en Internet. Sobre
estos resultados, se puede deducir que el
acceso ilegítimo a sistemas o datos
restringidos (conocido normalmente como
hacking), es el delito con mayor porcentaje
de denuncias en el observatorio. Con
respecto a este ranking de los delitos más
reportados, podemos ratificar de forma
profesional estas tendencias, toda vez que
gran parte de las consultas recibidas en el
ámbito privado de la profesión, tienen que
ver con estos incidentes. En relación a
porqué determinados delitos como el de
pornografía infantial han tenido tan poca
baja de denuncias, siendo que en la realidad
son los más investigados (y donde en mayor
medida se invierten los pocos recursos
existentes para dedicar a la investigación de
este tipo de delitos), se debe a que en estos
casos, si existe una mayor confianza en el
sistema penal y de predisposición del
sistema a perseguir estos delitos, generando
que el observatorio no haya sido el lugar
buscado para las víctimas de estos delitos.
En cambio, si se puede observar que los
más denunciados, si suelen ser aquellos
delitos que no reciben una adecuada
atención o respuesta por parte del “sistema
penal” del Estado, dejando en gran parte a
las víctimas en una situación de desamparo
frente al hecho sufrido.
- De la Tabla Nº 9: Cantidad de denuncias
por país, se observa que en su gran mayoría
los reportes han sido realizados en
Argentina (52%), en estrecha relación con
que los medios de difusión a los cuáles se
ha tenido alcance desde el observatorio,
sólo han podido ser canales de alcance
nacional, considerando que el proyecto es
gestionado desde Argentina, con casi nula
difusión internacional (sólo a través de
redes sociales).
Para
finalizar,
dejamos
como
procesamiento extra, una tabla sobre los 5
países con mayor número de denuncias,
mostrando las diferencias percibidas en
cuanto a cuáles han sido los 3 delitos más
reportados en cada uno de ellos.
País
1ro.
Argentina
Calumnias o
injurias
México
Hacking
2do.
Hacking
Fraude o
Estafa
3ro.
Suplantación de
Identidad
Phishing
Informática
Colombia
Hacking
Phishing
Suplantación de
Identidad
Brasil
Calumnias o
injurias
Hacking
Pornografía
Infantil
Venezuela
Hacking
Fraude o
Estafa
Informática
Violación de
Datos Personales
7. Conclusiones
El paso de los años demuestra que el
problema de los delitos informáticos sigue
creciendo y cada vez a pasos más
acelerados. Si bien en la mayoría de los
países ya se ha dado el primer paso,
sancionando penalmente en mayor o menor
medida a los delitos informáticos, esto no
es suficiente.
A modo general, se expresa una posición
que considera necesario el avance sobre
reformas y modificaciones sobre la
legislación procesal, a fin de que se arbitren
medios más idóneos para poder perseguir
investigar, perseguir y condenar de forma
efectiva a los delincuentes informáticos.
Una legislación procesal más adecuada y
flexible permitirá una mejor recolección de
la evidencia digital, elemento vital y
necesario
para
avanzar
sobre
la
problemática.
En relación a la problemática puntual sobre
la cifra negra planteada en el presente
trabajo, se expresa la preocupación sobre la
falta de estadísticas generales y oficiales
sobre delitos informáticos, la cual impide,
por ejemplo, determinar qué tipo de delitos
son los más cometidos, los bienes jurídicos
más afectados, determinar los tipos de
objetivos de los delincuentes (empresas
financieras, bases de datos personales, etc.),
entre otras datos de interés y utilidad al
momento de tomar decisiones de política
criminal con respecto al problema.
A nuestro entender, la cifra negra existente
representa un aspecto sustancialmente
problemático que impide desarrollar un
trabajo serio de observación, análisis y
elaboración de estrategias o planes a
mediano o largo plazo orientados a
combatir el cibercrimen.
Los resultados publicados obtenidos a partir
del funcionamiento del Observatorio
Latinoamericano de Delitos Informáticos,
han sido más que satisfactorios, toda vez
que por un lado el número de reportes ha
superado las expectivas, y por otro, los
resultados obtenidos confirman y reafirman
los objetivos del propio proyecto.
Los números de las víctimas que confirman
que no han realizados las denuncias
formales ante los organismos competentes,
confirman el importante rol de la cifra
negra en este tipo de delitos.
Por otro lado, entre las causas, observamos
que en mayor grado las personas que no han
realizado las denuncias, responden a una
falta de confianza sobre la eficacia en las
investigaciones por un lado, y a que el
sistema penal no brinda el nivel de
confidencialidad que es requerido para la
mayoría de los casos, siendo este último un
factor determinante al momento de tomar la
decisión sobre la judicialización del caso.
Por último, destacamos que los autores de
esta iniciativa, somos conscientes de las
limitaciones y errores que pueden darse en
el proceso del proyecto planteado, algunas
de ellas ya desarrolladas en entre las
aclaraciones importantes del proyecto, y
otras que seguramente se irán develando a
partir de la puesta en marcha del proyecto.
No obstante, se asume el riesgo de
equivocarse y de intentar, aportando una
idea y un lugar de trabajo que, más allá de
la precisión o calidad de los datos que
puedan llegar a obtenerse con el paso del
tiempo, siempre tendrá como finalidad
última una intención de difusión y
capacitación hacia la sociedad sobre la
problemática de los delitos informáticos, un
flagelo que sigue avanzando y sobre el cual
se está convencido debe realizarse un
esfuerzo conjunto entre el ámbito público y
privado para poder combatirlo.
Referencias
[1] Norton, Informe sobre delitos informáticos 2011,
URL: http://norton.com/cybercrimereport. - Las víctimas
de los delitos informáticos aumentaron de un 10% a un
13% este año entre 2011 a 2012.
[2] TREND Micro; “Tendencias en la seguridad
cibernética en América Latina y el Caribe y respuestas de
los gobiernos”, 2013, Secretaría de Seguridad
Multidimensional de la OEA. ISBN 978-0-8270-6061-6
[3] ALLER, Germán. “Cuestiones Victimológicas de
Actualidad: Origen de la Victimología, Seguridad, Cifra
Negra, Personalización del Conflicto y Proceso Penal”.
Revista ILANUD Nro. 27, 2006.
[4] TEMPERINI, Marcelo. “El desafio de la lucha contra
el Cibercrimen en Argentina”, Revista Papeles del Centro
de Investigaciones de la Facultad de Ciencias Jurídicas y
Sociales de la Universidad Nacional del Litoral, 2015.
Anexo: Tablas de Resultados Obtenidos
Tabla 1: Tipos de Víctimas
Tabla 2: Edad
Tabla 3: Género
Tabla 4: Instrucción
Tabla 5: Correo Electrónico
Tabla 6: ¿Ha realizado la denuncia?
Tabla 7: Causas por las cuáles no ha denunciado
Tabla 8: Incidentes
Tabla 9: Denuncias realizadas por país

Documentos relacionados