Capítulo 10 Como un cordero sin mancha y sin contaminación.

Transcripción

Capítulo 10 Como un cordero sin mancha y sin contaminación.
Capítulo 10
Como un cordero sin mancha y sin contaminación.
La palabra de Dios escrita nos habla de la figura del cordero que
representa a Jesucristo. La cultura Hebrea lo tuvo presente por muchos
siglos, tan cerca de ellos estuvo que era el propósito de Dios que “no se
dieran cuenta de lo que representaba”, Dios a través del paso del tiempo
estuvo formando una enseñanza que penetrara la vida de cada uno de sus
hijos “escogidos”, esta enseñanza penetró un día en el corazón del apóstol
Pablo y fue “tomado para predicar a los gentiles el evangelio de Dios”.
El hombre está formado según la naturaleza caída, Para competir,
compararse y condenarse, encerrado bajo pecado o “error”, hasta, llegado
el tiempo en que Dios se revele a su vida.
“Pues a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga
misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca. Así que no
depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene
misericordia”
Ro. 9.15-16
“Por que por gracia sois salvos por medio de la fe, y esto no de
vosotros, pues es don de Dios; no por obras para que nadie se gloríe.”
Ef. 2.8-9
Realmente es lo que está escrito a lo que tendremos como pueblo
adquirido de Dios, estar atentos.
Nadie ha podido por su propias fuerzas, predicar el evangelio y
lograr que lo acompañen las señales que están escritas en la Biblia para los
que “creen”.
Así que entendamos aquí la figura del cordero.
Dice la Escritura:
“Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al
matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no
abrió su boca.”
Is. 53.7
Jesús, es el cordero de Dios...esta frase debe quedar grabada en
nuestro corazón por que hablará por si sola, siendo revelada por el poder
del Espíritu Santo en tu vida.
“El siguiente día vio Juan a Jesús, que venía a él, y dijo: He aquí el
Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.”
Jn. .21
Desde el principio que Dios puso leyes en el Monte Sinaí, estableció
la manera en que el pueblo se debería santificar y acercar a Dios.
Estableció tiempos y ritos para que su pueblo se mantuviera “pensando” en
él. Cosas que el pueblo tomó como costumbre y las cumplía como “algo
que se tenía que hacer” pero no por que realmente estuviesen pensando en
Dios. Esto nos muestra la naturaleza humana, no puede por si misma
acercarse a Dios por que vive centrada en sus necesidades y egoísmo. De
ahí que en algún lugar Dios dijera que ese pueblo de labios me honra, pero
su corazón está lejos de mí...
Uno de aquellos mandamientos para que el pueblo se purificara el de
ofrecer un cordero por sus pecados. El cordero aparecía en algunos y no
muchos ritos. Uno de ellos llamado el voto del nazareato, y dentro de las
cosas determinadas para este voto estaba contemplada una circunstancia:
Que si alguien moría de repente cerca del nazareo, este será culpable y
tendría que ofrecer por la culpa un cordero sin defecto, para expiación de la
culpa.
“Y consagrará para Jehová los días de su nazaerato, y traerá un cordero
de un año en expiación por la culpa; y los días primeros serán anulados,
por cuanto fue contaminado su nazaerato, // Y ofrecerá su ofrenda a
Jehová, un cordero de un año sin tacha en holocausto, y una cordera de un
año sin defecto en expiación y un carnero sin defecto por ofrenda de paz.”
Nm. 6.12 y 14
En el libro de Éxodo capítulo 29 el cordero aparece de una manera
diferente, hay que sacrificar dos corderos de un año diariamente y
quemarlos delante de Dios a petición de Dios para que Dios se comunique
con su pueblo, habite con su pueblo y sea él su Dios. Dios habitaba el
tabernáculo y se mostraba su sekinah o sea su gloria.
Hay una relación directa entre el cordero y la Sekinah de Dios, si el
cordero no estaba presente no habría Gloria de Dios en el tabernáculo. Y el
cordero solo podría estar presente mediante la obediencia del sacerdote.
“Yo soy el camino y la verdad y la vida, nadie viene al Padre sino es
por mi”
Jn.14.6
Estas maneras que hemos visto, en las que la figura del cordero está
presente es de uso exclusivo para personas dedicadas a Dios. Sacerdotes y
Nazareos.
Ahora para el pueblo en general había estas ordenanzas:
También para ofrecer ofrenda de paz a Jehová podría aparecer un
cordero. Levítico 3.7.
Y si alguno del pueblo había cometido pecado podría ofrecer una
cordera para ofrenda por el pecado.
“Y si por ofrenda por el pecado trajere cordero, hembra sin defecto
traerá”
Lv. 4.32
Hemos podido comprender que el cordero esta presente en dos
ocasiones con gente dedicada a Dios y en dos maneras también para tratar
con el pueblo en general. Culpa y pecado están siendo tratados por la
muerte de un cordero, la comunicación con Dios su presencia y
dirección...su Gloria (Sekinah) también están determinados por la presencia
de un cordero en la mañana y otro en la tarde.
Es significativa la figura del cordero ya que el Bautista habló sobre la
identidad de Jesús “como el Cordero de Dios”.
Veamos ahora, que en obediencia a Dios, este cordero del antiguo
testamento está siendo ofrecido para que el hombre tenga “descanso de la
culpa y del error”, para que le sea quitada de un medio la barrera que lo
estaría separando de la comunión con su Dios.
A través del cordero, Dios trató con la culpa y con el pecado desde
antes que apareciera nuestro Señor Jesucristo, es una gran bendición saber
lo que ha quedado escrito para nuestra enseñanza.
La sangre del cordero tenía que ser derramada:
“Pondrá su mano sobre la cabeza de su ofrenda, y después la
degollará delante del tabernáculo de reunión, y los hijos de Aarón
rociarán su sangre sobre el altar alrededor.”
Lv. 3.8
Ahora en cuanto a la sangre derramada del cordero. Estaba cada año
presente la Pascua en la que se tenía el recuerdo de la sangre untada en los
dinteles de las puertas de los esclavos judíos.
Venían una serie de fiestas solemnes en las que se sacrificaban
corderos he aquí una lista de esas fiestas.
Panes sin levadura
a los 15 días del mes primero
1er. Día
Fiesta de Pentecostés
Fiesta de las trompetas 1er. Día del séptimo mes
El Yom Kipur
10 del mes séptimo
Fiesta de los tabernáculos 15 días del mes séptimo
(por siete días)
2º. Día
3er.Día
4º. Día
5o. Día
6º. Día
7º. Día
8º. Día
7 corderos
7 corderos
7 corderos
7 corderos
14 corderos
14 corderos
14 corderos
14 corderos
14 corderos
14 corderos
14 corderos
7 corderos
El cordero está presente continuamente en las fiestas judías,
definitivamente Dios quería dejar una gran enseñanza para nosotros.
“Por que la ley, teniendo la sombra de los vienes venideros, no la
imagen misma de las cosas nunca puede, por los mismos sacrificios que se
ofrecen continuamente, hacer perfectos a los que se acercan.”
Heb. 10.1
Es en la fiesta del Yom kipur que se celebra cada año en donde el
sacerdote ofrece sacrificio primero por sus pecados y luego por los pecados
del pueblo.
“Pero en la segunda parte, solo el sumo sacerdote una vez al año,
no sin sangre, la cual ofrece por si mismo y por los pecados de ignorancia
del pueblo.”
Heb. 9.7
El Yom Kipur es “el día de la expiación” anotemos que también en
este día la ley ordena ayunar, bueno realmente solo lo ordena en este día.
El cordero estará siendo sacrificado cuando este sea sin mancha y sin
contaminación, esto habla de un nacimiento “bueno” sin defecto y una
formación buena (cuidado físico y buena alimentación) habría que cuidar
que al cordero no se le hubiese roto ningún hueso.
David en el Salmo 51.5 dijo:
“En pecado maldad he sido formado y en pecado me concibió mi
madre.”
Ahora para poder ser el Cordero de Dios necesitaría ser concebido en
justicia como lo fue Jesús en el vientre de María y formado en bondad.
Jesús fue bien educado por su madre María y su padrastro José, le
enseñaron a sujetarse a ellos y el niño creció.
“Y descendió con ellos, y volvió a Nazaret, y estaba sujeto a ellos. Y
su madre guardaba todas estas cosas en su corazón. Y Jesús crecía en
sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres.”
Lc. 2.52-53
Convenía esta preparación, el Cordero de Dios estaba siendo cuidado
meticulosamente para el sacrificio.
Siempre tendremos en memoria aquella frase tan inusual que Jesús
menciona al dirigirse a su discípulo Pedro:
“Apacienta mis corderos”
Jn. 21.15 (última frase)
O aquel versículo en el que Jesús les revela una identidad gloriosa:
“Id, he aquí yo os envío como corderos en medio de lobos.”
Lc. 10.3
Son estos dos versos, una clara manifestación de una identidad que
se formará en nuestras vidas sabiendo correctamente la verdad de la cruz de
Cristo...en donde el Cordero de Dios fue inmolado.
El hombre de Dios en obediencia a Dios y por una real necesidad de
reposo de sus actos (culpa y pecado), ofrecía un cordero, este era un
ofrecimiento que tenía promesa de paz. Un interés humano por estar en
comunión con su creador...esto era lo que significaba el cordero inmolado.
“Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir,
la cual heredasteis de vuestros padre, no con cosas corruptibles como oro
y plata, sino con la sangre preciosa de Cristo como de un cordero sin
mancha y sin contaminación, ya destinado desde antes de la fundación del
mundo pero manifestado en los postreros tiempos por amor a vosotros”
1Pe. 1.18-19
La paz entre Dios y el hombre esta determinada por el sacrificio de
Cristo en la cruz. Jesús ya entendimos se subió a la cruz para quitar de en
medio el pecado que el hombre traía arrastrando, y la culpa que tanto
“error” generaba en su interior, misma que lo lanzaba hacia las mas
intricadas batallas por el poder, la fama y el dinero...compitiendo y
comparándose de acuerdo a como juzgaba o se condenaba a si mismo.
La sangre que Jesucristo derramó en el madero y por obediencia a
Dios su Padre obedece a un plan perfecto de salvación establecido desde
“antes” que hubiese humanidad e incluso planeta tierra, para dar a conocer
al hombre el “amor de Dios por su vida”.
Para que el hombre pudiese entrar en contacto con el Creador,
primero tenía que ser quitada la barrera que el pecado y la culpa había
levantado de separación entre Dios y el hombre.
Y el sacrificio de Cristo tiene esa preciosa función, la de quitar de en
medio el pecado....Mostrándole al hombre la responsabilidad de Dios,
Cristo se enfunda en un envase humano, y vive con su creación por 33 años
y medio y llegado el tiempo de “su manifestación”, se sacrifica como el
Cordero de Dios por que es Dios mismo quién lo está ofreciendo.
Por que es Dios mismo el que da a su Hijo unigénito por amor al
mundo.
Por que es Dios mismo el que estableció este plan eterno de
salvación y vida eterna.
Por que es Dios mismo el que nos hizo sufrir para a la postre
manifestar su amor para con todos nosotros.
Por que él es el responsable de todas nuestras lágrimas y ofrece un
sacrificio similar al que le había encargado al hombre para tener comunión
con él.
Ahora Dios mismo por el sacrificio de “su cordero” está
manifestando su responsabilidad por tus lágrimas y su interés por tener paz
contigo y tener comunión.
¿Es claro?
¿Te parece que esto es digno de alabar y le da una fuerza
sobrenatural a nuestra fe?
¿No crees que contar con un Dios que ha ofrecido a “su Cordero”,
haciéndote entender que le importa mucho el dolor que te causó el plan que
tuvo para contigo y conmigo de revelarse como nuestro Salvador es
sumamente suficiente para estar agradecido eternamente?
Dios es bueno pero este misterio ha estado escondido, y el diablo lo
quiere seguir manteniendo así, pero ha llegado el tiempo de despertar del
sueño:
“Por lo cual dice:
Despiértate tú que duermes,
Y levántate de los muertos,
Y te alumbrará Cristo.”
Ef. 5.14
¿Aceptaras este sobrenatural ofrecimiento de paz?
“Angustiado
él,
y
afligido, no abrió su boca;
como cordero fue llevado al
matadero; y como oveja
delante
de
sus
trasquiladores, enmudeció,
y no abrió su boca.”
Is. 53.7

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