IV.Ciencia e Imaginación
Transcripción
IV.Ciencia e Imaginación
CIENCIA E IMAGINACIÓN Algunas reflexiones sobre el libro de Gerald Holton The Sclentific Imaginatlon No caben dudas sobre el hecho de que toda política está sostenida por alguna filosofía y que la mayoría de las filosofías desembocan de alguna manera, directa o indirectamente, sobre la política, Si toda actividad del hombre está inscrita mediata o inmediatamente en un espacio político, por ende lo está su actividad de investigación y, en consecuencia, toda investigación, por vía de su no neutralidad política (sea esta no-neutralidad consciente o inconsciente), tiene una filosofía que la sostiene. La contribución aportada por la imaginación a la determinación de lo que puede o no puede ser la verdad que buscamos interviene sobre dos formas diferentes que Qeraid Holton (The Scientific Imagination: case studies, Cambrigde University Press. Londres, New York, Melbourne 1978) pide distinguir cuidadosamente. Al lado de las hipótesis explicativas, en el sentido corriente, que la imaginación sugiere a un científico para explicar un fenómeno, y que son anticipaciones que se pueden poner a prueba y que pueden ser confirmadas o refutadas a "continuación, existen preconceptos mucho más fundamentales y resistentes, que imponen restricciones a la naturaleza de las hipótesis que aceptara enfrentar y que no son, en rigor, ni verificables ni refutables, si bien no son completamente arbitrarios. Los "preconceptos" (o "prejuicios") de este tipo que funcionan como un punto de partida indispensable en el proceso de creación científica, constituyen lo que Holton llama las "hipótesis temáticas" o las "presuposiciones temáticas" de la ciencia. Como lo había recalcado Popper, existen dominios científicos en los cuales ningún "paradigma", en el sentido que Kuhn le da al término, hasta el presente, ha tenido éxito para imponerse de manera irreversible. Es, por ejemplo, el caso de la teoría de la materia, sobre la que se han enfrentado, desde los presocráticos hasta nuestros días, las concepciones continuÍstas. las concepciones discontinuistas (atomistas) y aquellas que intentan, de una manera o de otra, conciliar estos dos aspectos antitéticos. Este género de confrontación permanente, en el cual ninguna de las tesis enfrentadas llegan a obtenerla definitivamente, constituye el prototipo de lo que Holton llama una oposición temática: "El análisis temático permite discernir ciertas constantes o continuidades en la evolución de la ciencia, ciertas estructuras relativamente estables que se mantienen a través de las revoluciones supuestas y entre teorías contrapuestas aparentemente irreconciliables"., En el caso de elecciones temáticas, tenemos que hacer "no rompecabezas de .fácil resolución sino material bruto de la imaginación". El análisis temático revela que el ejercicio de la imaginación en las ciencias no es enteramente libre, sino guiado por opciones preestablecidas, sobre las que no se puede contradecir la legitimidad sin poner en peligro el proceso del descubrimiento científico en si mismo. Y el punto más remarcable, fuera de la antigüedad de los temas, es justamente el pequeño número de oposiciones temáticas del cual se tiene necesidad para analizar la mayoría de las grandes controversias. Como lo observa Holton "una característica fundamental de la obra de un gran número de científicos particularmente creativos y el hecho que no acepten más que un número reducido de temas y que sus debates pongan en juego parejas o tripletas de temas (por ejemplo, atomicidad-continuidad, simplicidad- complejidad, análisis-síntesis, constante-evolución-cambio catastrófico)". Las presuposiciones temáticas que entran en juego en el trabajo científico quitan la mayor parte del tiempo implícito. Einstein representa un caso separado debido a la audacia y nitidez con las que siempre explícito sus opciones fundamentales : "En los propios artículos científicos de Einstein, se le puede ver anunciar audazmente presuposiciones, como, por ejemplo, cuando comienza por anunciar sus dos postulados fundamentales de la relatividad, declarando casi abruptamente que son suposiciones que ha decidido elevar a la categoría de postulados". Al mismo tiempo, el ejemplo de Einstein ilustra de manera notoria la función de exclusión que pueden desempeñar las presuposiciones temáticas: "La adhesión a ciertas presuposiciones o a ciertos temas significa que uno es susceptible de excluir otros, como efectivamente lo ha hecho Einstein, cuando rechazó aceptar los temas que habían sido considerados fundamentales por la escuela de Copenhague sobre la mecánica cuántica". Holton defiende la idea de una "crítica de la imaginación científica" (el término crítica, sin duda, debe ser interpretado en el sentido kantiano) a la vez contra las tendencias irracionalistas de la filosofía contemporánea y contra el racionalismo crítico de estilo popperiano. Los "nuevos dionisíacos", como los denomina, proponen revenir al instinto no controlado y a la imaginación no restringida y dan la exigencia de racionalidad responsable de efectos negativos de progreso científico y tecnológico y de los aspectos represivos de la sociedad contemporánea. Los "nuevos apolíneos" se presentan como defensores de la tradición racionalista, entendida ésta en sentido muy estrecho, e igualmente como defensores de la libertad contra los peligros que hacen correr a la humanidad el misticismo, el oscurantismo, y la divagación metafísica y política. Al entender de Holton, ambas corrientes tienen en común una falta de interés característica por el proceso real de (a creación científica, una concepción mucho más restrictiva y empobrecida de la racionalidad, y una fastidiosa propensión oponer la razón al instinto, a la imaginación y a la emoción como una facultad especial, mientras que la razón en actividad no puede ser otra cosa sino el proceso mismo a través del cual se reorganizan. La actitud correcta radicaría en intentar ver de qué manera el espíritu humano ha podido combinar los elementos aparentemente heterogéneos para arribar a un esquema satisfactorio de "un universo único y fundamentalmente simple, caracterizado por la necesidad y la armonía”